Boletín N° 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

download Boletín N° 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

of 12

Transcript of Boletín N° 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    1/12

    Pgina1

    El Boletn especializado en el Reglamento de la Ley de Consulta Previa es una iniciativa del Equipo de Derechos

    Humanos Pro Persona, asociacin civil integrada por estudiantes, egresadas y egresados de la Facultad de Dere-

    cho de la Ponticia Universidad Catlica del Per, cuyo principal antecedente puede encontrarse, en el ao 2010,

    con la ormacin de un grupo de inters sobre diversas reas vinculadas al Derecho Internacional de los Derechos

    Humanos, en el marco del curso de igual denominacin a cargo del Dr. Jos Burneo Labrn (*).

    El trabajo realizado por los miembros del Equipo Pro Persona se sostiene en cuatro pilares undamentales: a)

    Principios y valores compartidos, b) Visin crtica de la realidad, c) Vigilancia y actitud de cambio y d) Compromiso

    con calidad proesional, cuyos contenidos coadyuvan a la realizacin de nuestro objetivo ms relevante, a saber:

    La consolidacin de los Derechos Humanos y los ideales de paz, libertad y justicia social, y con ello, la realizacin

    de todas las actividades que procuren el respeto, la reivindicacin de la plena vigencia de los Derechos Humanos.

    El nmero que presentamos a continuacin, correspondiente a mayo del ao 2012, tiene como n relievar algunos

    puntos vinculados con el Reglamento de la Ley de la Consulta Previa recientemente aprobado y publicado, y dar

    a conocer sus ms resaltantes implicancias. Esperamos que el trabajo realizado por los miembros del Equipo Pro

    Persona contribuya al conocimiento y promueva el estudio, no solo del derecho de los pueblos indgenas y triba-

    les, sino de los dierentes temas al interior del Derecho internacional de los Derechos Humanos.

    PRESENTACIN:

    Liliana Andrea Luque Armestar

    Presidenta del Equipo Pro Persona

    Reivindicacin avorable o intento allido?

    El Reglamento de la Ley de Consulta en la mira.

    Pg. 02

    Conficto de competencias entre el gobierno cen-

    tral y los gobiernos regionales y locales sobre re-gulacin de actividades mineras e hidrocarbure-

    ras. Pg. 05

    Sntesis de la Entrevista al Dr. Ivn Lanegra. Vicemi-

    nistro de Interculturalidad.

    Pg. 08

    Jurisprudencia: Rango jurdico de los tratados so-

    bre Derechos Humanos

    Pg. 11

    Comunidades indgenas aectadas por la cons-

    truccin de una hidroelctrica en Panam

    Pg. 12

    INDCE: Junta Directiva

    Liliana Andrea Luque Armestar

    Soa Donaires Vega

    Ileana Eloisa Rojas Romero

    Asesor Promotor

    Dr. Jos Antonio Burneo Labrn

    Integrantes

    Diana Luca Alvarez Neyra

    Rosario Alminagorta Delgado

    Karem Crdenas YnanznCarlos Jonathan Elguera Alvarez

    Francisco Gutierrez Figueroa

    Graciela Cecilia Hijar Santibez (Colaboradora)

    Liliana Andrea Luque Armestar

    Melissa del Rosario Marengo Serrano

    Mara del Carmen Mateo CheroRichard Andr ODiana Rocca

    Andrea Laura Oracio Serna

    Katherine Julisa Orellana Quispe

    Kenny Jorge Prez Daz

    Luis Enrique Vilca Ravelo

    BOLETN No 01, Mayo 2012

    * Abogado por la PUCP. Doctor en Derecho por la Universidad Catlica de Lovaina, Blgica. Post Grado (D.E.A.) en el Instituto de Derechos Hu-manos de la Universidad Catlica de Lyon (Francia). Ejerci como abogado en asuntos de derechos humanos ante autoridades nacionales y ante

    los sistemas internacionales de derechos humanos, trabajando en instituciones privadas vinculadas a la Coordinadora Nacional de Derechos

    Humanos (Per). Se desempe luego como Jee del Equipo jurdico de la Comisin de la Verdad y Reconciliacin del Per. Actualmente se desem-

    pea como Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos y Presidente de la Comisin Nacional sobre Derecho Internacional

    Humanitario.

    BOLETN TEMTICO:POLTICAS NACIONALES Y REGIONALESEN RELACIN A LOS DERECHOS DE LOS

    PUEBLOS INDGENAS Y TRIBALES

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    2/12g

    INVESTIGACIN

    Reivindicacin avorable o intento allido?El Reglamento de la Ley de Consulta en la mira

    I. Introduccin

    Si bien la Ley de Consulta (1) y su Reglamento (2) marcaron hitos en la lucha por la reivindicacin de los derechos de

    los pueblos indgenas en el Per, es cierto tambin que los mismos no estuvieron del todo dotados de legitimidad. En

    cuanto al Reglamento, a pesar de que para su realizacin se llevaron a cabo seis Talleres Macrorregionales y un Encuen-

    tro Nacional con las organizaciones nacionales indgenas, es cierto tambin que para su aprobacin slo se cont con

    dos de las seis organizaciones que en un inicio ormaron parte de la Comisin Multisectorial creada por la Presidencia

    del Consejo de Ministros para emitir un Inorme sobre el Borrador del Reglamento. Cabe resaltar que las otras cuatro

    organizaciones (AIDESEP, CNA, ONAMIAP y CONACAMI) se retiraron porque consideraron que el Reglamento no poda

    mejorar aquellos vacos de la Ley de Consulta y que ms bien haba que modicar esta ltima.

    A pesar de esta apremiante situacin, el 03 de abril de 2012 el Reglamento de Consulta Previa ue publicado, lo cual

    vendra a constituir una suerte de gua para el Estado peruano de cmo realizar los procesos de consulta a los pueblos

    indgenas antes de aprobar medidas susceptibles de aectarles directamente. Pero, as como el Reglamento presentaalgunos logros y aciertos en la implementacin del derecho a la consulta, tambin que existen aspectos que an altan

    mejorar.

    II. Aspectos positivos del Reglamento de la Ley de Consulta

    1. Los criterios de identicacin del artculo 7 de la Ley,los cuales restringen la aplicacin a los sujetos de aplica-

    cin del derecho a la consulta, debern ser interpretados

    en el marco del artculo 1 del Convenio 169 de la OIT, en el

    cual se sealan tan slo tres criterios; por lo que aquellos

    criterios de la Ley que no estn de acuerdo con los delConvenio simplemente sern inaplicados (artculo 3.7 de

    la seccin Disposiciones Generales del Reglamento).

    2. Al incluirse como titulares de derecho de consulta a lospueblos susceptibles de ser aectados directamente por

    la medida, no slo se reerira a aquellos del lugar donde

    se realizara la medida, sino adems a los pueblos aleda-

    os que podran verse aectados igualmente (artculo 7).

    3.La Base de Datos Ocial estar en constante revisin yactualizacin, generando con ello una aplicacin no res-

    tringida del derecho a la consulta a los pueblos indgenas,

    al posibilitarse la inclusin de ms pueblos que los identi-

    cados inicialmente (artculo 8).

    4. Los representantes de los pueblos indgenas podrnparticipar en los procesos de consulta, en ejercicio de la

    libre determinacin de estos ltimos. Los primeros coor-

    dinarn con la entidad promotora la convocatoria de aci-

    litadores e intrpretes (artculo 11.1).

    5. Se reconoce implcitamente que la labor de los intr-pretes y acilitadores deba ser tcnica e imparcial, de ah

    que su registro slo est a cargo del Viceministerio de In-terculturalidad (artculo 11.2).

    6. En caso de medidas administrativas, el administrado,que podra ser una empresa interesada en un proyecto,

    es quien ms conoce sobre la actividad a ser realizada en

    virtud de la medida a ser implementada y, por ello, quien

    est en mejores condiciones para inormar los detalles de

    la misma a los pueblos indgenas a ser consultados. Por

    ello, es acertado que el Reglamento permita su invitacin

    al proceso de consulta en calidad de inormante, sin lle-

    gar necesariamente a ser parte (artculo 12).

    7. Se les otorga a los pueblos indgenas consultados laposibilidad de dejar constancia verbal de su postura so-

    bre la medida al nal de la etapa de evaluacin interna

    del proceso de consulta, pues la mayora de pueblos in-

    dgenas no necesariamente dominan la escritura, al ser

    culturas esencialmente orales (artculo 19.3).

    * Egresada de la Facultad de Derecho de la PUCP. Integrante de la Junta Directiva del Equipo de Derechos Humanos Pro Persona, perodo 2012-I.

    ** Alumno de ltimo de ciclo de la Facultad de Derecho de la PUCP.

    (1 ) Ley N. 29785. Ley del Derecho a la Consulta Previa a los Pueblos Indgenas u Originarios, reconocido en el Convenio 169 de la OrganizacinInternacional del Trabajo (OIT). Publicado en el diario ofcial El Peruano el 07 de setiembre de 2011.

    (2) Decreto Supremo N. 001-2012-MC, Reglamento del Derecho a la Consulta Previa a los Pueblos Indgenas u Originarios, reconocido en el Con-

    venio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT). Publicado en el diario ofcial El Peruano el 03 de abril de 2012.

    Ileana Rojas Romero (*) & Richard ODiana Rocca (**)

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    3/12

    Pgina3

    8. Existe presuncin a avor de los pueblos indgenasde desacuerdo con la medida materia de consulta en

    el caso de que ellos no se maniesten expresamente

    al respecto, lo cual genera la apertura de la etapa de

    dilogo (artculo 19.5).

    9. El hecho de que la etapa de dilogo se realice en unlugar que acilite la participacin de los representan-

    tes resulta positivo para el cumplimiento de la obliga-

    cin del Estado peruano de propiciar de buena e la

    participacin de los pueblos indgenas en el proceso

    de consulta (artculo 20.3).

    10. El Estado peruano asumir los costos de las nece-sidades bsicas de los representantes de los pueblos

    indgenas que deban trasladarse para participar del

    proceso de consulta, pues de esa orma se les otorga

    las acilidades necesarias que permitirn un adecuado

    desarrollo del proceso de consulta (artculo 20.5).

    11. La prrroga del tiempo de la etapa de dilogo poracuerdo de las partes demuestra fexibilidad. Ello ga-

    rantiza que los pueblos indgenas consultados tengan

    el tiempo necesario para tomar una decisin que de-

    terminar su destino como pueblo (artculo 20.6).

    12. La Base de Datos Ocial no tiene carcter consti-tutivo de derechos, lo cual implica que reconoce de-

    rechos que han sido adquiridos anteriormente por los

    pueblos indgenas, sin cuestionarlos (artculo 29.1).

    13. Con la creacin de una Comisin Multisectorialpara el seguimiento de la aplicacin del derecho a la

    consulta tiene naturaleza transectorial, el Estado pe-

    ruano est asegurando que el derecho a la consulta

    de los pueblos indgenas sea aplicado eectivamente

    al crear una institucionalidad que pueda ser capaz de

    hacerla eectiva (segunda DCTF).

    14. La posible aectacin a los pueblos indgenas seencontrar prevista dentro de los instrumentos del

    SEIA, permitiendo as un examen ms integral y, porello, la adopcin de mejores medidas para evitar o dis-

    minuir los impactos negativos de dicha aectacin en

    los pueblos indgenas que seran consultados (sexta

    DCTF).

    1. No se precisa qu pasar con aquellas medidas sus-ceptibles de aectar a los pueblos indgenas dadas en

    el lapso de 1995 (echa de vigencia del Convenio 169

    en el Per) hasta la echa de promulgacin del Regla-mento que no ueron consultadas (artculo 2 de la sec-

    cin Decreta del Reglamento).

    2.Si bien el Reglamento resalta la importancia del

    Convenio 169 y la Declaracin Universal de Nacio-

    nes Unidas sobre derecho de los Pueblos Indgenas

    (DNUDPI), tambin debe tomarse en cuenta la impor-

    tancia de otras uentes internacionales, como: la Ju-

    risprudencia de la Corte Interamericana de Derechos

    Humanos, los Inormes de Comisin Interamericana

    de Derechos Humanos, del Comit para la Elimina-cin de la Discriminacin Racial (CEDR), del Relator

    Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas

    de la ONU, de la Comisin de Expertos en Aplicacin

    de Convenios y Recomendaciones de la OIT (CEACR),

    entre otros (artculo 1 de la seccin Disposiciones

    Generales).

    3. Se olvida incluir como medidas objeto de consultaa: (i) los Decretos Supremos; (ii) los Decretos de Ur-

    gencia; (iii) las Leyes aprobadas por el Congreso de

    la Repblica; y (iv) los planes, programas y proyectos

    de desarrollo, y no slo a las medidas administrativasque los aprueban (artculo 2).

    4. Slo se consultarn las medidas que puedan aec-tar directamente a los pueblos indgenas, cuando el

    artculo 19 de la DNUDPI del 2007 (teniendo en cuen-

    ta el artculo 35 del Convenio 169 de la OIT) hace re-

    erencia a las medidas que los aecten, sin reerencia

    expresa a si la aectacin es directa o no (artculo 3.b,

    3.i y 3.j).

    5. Las comunidades nativas y campesinas podrnser identicadas como pueblos indgenas, cuando el

    artculo 1.1 del Convenio 169 de la OIT dispone que

    no importa la situacin jurdica del pueblo indgena

    para ser considerado como tal, siempre que cumplan

    con los criterios de identicacin objetivos y subjeti-

    vos del Convenio (artculo 3.k).

    6. Teniendo en cuenta los artculos 4.1 y 4.2 del Con-venio 169 de la OIT, debe buscarse un proceso de

    consulta simplicado o algn mecanismo de parti-

    cipacin similar que permita a los pueblos indgenas

    susceptibles de ser aectados conocer y dar su pos-tura sobre los Decretos de Urgencia susceptibles de

    aectarlos, para evitar que suceda el inconveniente

    de los Decretos de Urgencia N 01-2011 y N 02-2011

    (artculo 5.l).

    7. El Estado debe asegurarse de que el Plan de Con-sulta, el Acta de Consulta y otros documentos impor-

    tantes del proceso no slo estarn publicados en las

    pginas web de las entidades promotoras, sino ade-

    ms de hacerlos llegar a los pueblos indgenas involu-

    crados, quienes muchas veces no tienen cil acceso a

    internet (artculo 5.m).

    8. Los pueblos indgenas a ser consultados son iden-ticados solo por la entidad promotora, sin la parti-

    cipacin de las organizaciones representativas de los

    III. Aspectos por mejorar del Reglamento de la Leyde Consulta

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    4/12g

    cuatro supuestos: (i) megaproyectos, planes de inversin

    o desarrollo que puedan aectar las condiciones de sub-

    sistencia (sentencia de la Corte IDH del 28 de noviembre

    de 2007 del caso del Pueblo Saramaka vs. Surinam); (ii)

    toda decisin que pueda aectar, modicar, reducir o ex-

    tinguir los derechos de propiedad indgena (Inorme de

    la CIDH Derechos de los Pueblos Indgenas y Tribales so-bre sus tierras ancestrales y recursos naturales del 2009,

    prrao 281); (iii) actividades militares (artculo 30 de la

    DNUDPI); y (iv) adopcin de medidas especiales de sal-

    vaguarda de personas, bienes, trabajo, culturas y medio

    ambiente (artculo 4 del Convenio 169) (Stima DCTF).

    19. En caso de medidas administrativas con carcter deurgencia y debidamente justicadas, se aplicarn los pla-

    zos mnimos para la consulta. Pero no se seala por qu

    razones se determinar dicha urgencia ni qu rgano lo

    har (Octava DCTF).

    20. No se protege a los pueblos en aislamiento voluntarioal no prohibirse las actividades extractivas en sus zonas

    (Novena DCTF).

    21. La Gua Metodolgica debe ser diundida entre lospueblos indgenas y no solo publicada en la pgina web

    del Ministerio de Cultura (Dcimo Primera DCTF).

    22. No se consultarn las medidas administrativas com-plementarias requeridas para dar inicio a la medida ad-

    ministrativa ya consultada. El Convenio 169 de la OIT no

    realiza esta dierenciacin de medidas, slo basta que sea

    una medida administrativa susceptible de aectar al pue-

    blo indgena para que sea consultada (Dcimo Segunda

    DCTF).

    23. No sern consultados la construccin y el man-tenimiento de la inraestructura en materia de salud,

    educacin y provisin de servicios pblicos que estn

    orientados a beneciar a los pueblos indgenas. Se est

    asumiendo de antemano lo que es positivo y que no para

    los pueblos indgenas, sin respetar sus propias priorida-

    des de desarrollo (Dcimo Quinta DCTF).

    La bsqueda de un desarrollo econmico nacional que

    respete los estndares internacionales de proteccin a los

    pueblos indgenas, as como la garanta de darle a estos

    ltimos la posibilidad de que elijan sus propias priorida-

    des de desarrollo, son dos aspectos cruciales para que el

    Estado peruano pueda enrentar los impactos negativos

    que los confictos sociales llevan consigo.

    Para que esto suceda, es necesario que nuestro Estado

    asegure en la prctica un verdadero dilogo interculturalcon los pueblos indgenas, partiendo de garantizar, en-

    tre otros derechos, su derecho a la consulta previa, libre e

    inormada, el cual se encuentra vigente en el Per desde

    1995, un ao despus de la raticacin del Estado perua-

    pueblos indgenas (artculo 8.1).

    9. El derecho de peticin de los pueblos indgenas paraser incluidos en un proceso de consulta se hace ante la

    misma entidad promotora (la cual identica a los pueblos

    indgenas y que, en un primer momento, excluy al peti-

    cionario) y no tiene eectos suspensivos (artculo 9).

    10. Si bien es importante que se permita la participacindel administrado que solicita la medida a ser consultado

    en el proceso de consulta por la cantidad de inormacin

    que maneja (la empresa que pide la concesin, por ejem-

    plo), esta oportunidad podra ser desvirtuada si dicho

    administrado sobrepasa la uncin para la cual ue in-

    corporado e infuye negativamente en la decisin de los

    pueblos indgenas consultados (artculo 12).

    11. Las reuniones preparatorias de la entidad proponen-te con las organizaciones representativas de los pueblosindgenas antes de la entrega del Plan de Consulta no son

    obligatorias, cuando sera conveniente que s lo sean, en

    aras de la transparencia y la coparticipacin (artculo 15).

    12. El Plan de Consulta, documento matriz del procesode consulta, es elaborado exclusivamente por la entidad

    promotora, sin la participacin de las organizaciones re-

    presentativas indgenas (artculo 16).

    13. Se dispone que la entidad proponente alentar aque los pueblos indgenas cuenten con asistencia tcnica

    para la comprensin de la medida a ser consultada, cuan-

    do en realidad es labor del Estado peruano asegurarse

    de que los pueblos tengan todas las acilidades tcnicas

    para ello (artculo 18.3).

    14. El plazo de 30 das para la evaluacin interna de lamedida por parte de los pueblos indgenas consultados

    puede resultar demasiado corto y debe ser susceptible

    de prrroga a solicitud de dichos pueblos (artculo 19.7).

    15. La etapa de dilogo puede ser suspendida por he-

    chos externos por 15 das, plazo que en ocasiones puederesultar muy corto (artculo 21.1).

    16. La actualizacin del registro de acilitadores e in-trpretes no solo debe corresponderle al Viceministro

    de Interculturalidad, sino adems con la participacin y

    coordinacin de las organizaciones representativas de los

    pueblos indgenas (artculo 28.7).

    17. La Comisin Multisectorial para el seguimiento de laaplicacin del derecho a la consulta solo est ormada

    por representantes de los sectores del Poder Ejecutivo y

    no por representantes indgenas (Segunda DCTF).

    18. Solo se regulan dos supuestos de consentimiento depueblos indgenas (traslados poblacionales y almacena-

    miento de desechos txicos), sin tomar en cuenta otros

    IV. Refexiones Finales

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    5/12

    Pgina5

    Conficto de competencias entre el gobierno central y los gobiernosregionales y locales sobre regulacin de actividades mineras ehidrocarbureras

    INVESTIGACIN

    no del Convenio 169 de la OIT (3) . Muy lejos de ser

    una cuestin paternalista, esta proteccin especial

    que ellos merecen tiene su explicacin en que es el

    mismo Estado el que a lo largo de la historia peruana

    los ha colocado en una situacin de alta vulnerabili-

    dad, habindoles hecho surir grandes episodios de

    discriminacin.

    Si nuestro Estado pretende un verdadero desarrollo

    nacional, ello no podr ser posible si no es en armo-

    na con las prioridades de desarrollo de los pueblos

    indgenas, respetando los estndares internacionales

    y, sobre todo, garantizando un verdadero dilogo in-

    tercultural que no slo se enmarque en teoras y nor-

    mas escritas, sino tambin en una genuina voluntad

    poltica capaz de promover una comunicacin eecti-

    va y, antes que eso, en desterrar prejuicios colonialessobre los indgenas como buenos salvajes o indios

    mansos.

    En los ltimos aos se ha podido evidenciar el surgimiento y reactivacin de diversos confictos de carcter socio-

    ambiental en el pas y cuya razn undamental se vincula a la realizacin de actividades extractivas en el pas,

    principalmente las relativas a minera e hidrocarburos. Ello, ha ocasionado que en determinados casos se presente

    una colisin de intereses y posiciones entre el Gobierno Central y los Gobiernos Regionales y Locales en relacin a

    una misma situacin confictiva. Como producto de tal disparidad, se han emitido variadas ordenanzas regionales

    y locales cuyas disposiciones se oponen abiertamente a decisiones adoptadas desde el Gobierno Central en cuan-

    to a la realizacin de las actividades mineras e hidrocarbureras; esto, asumiendo que la normativa aplicable les

    otorga competencias especcas que les permitiran regular aspectos concernientes a estas actividades e inclusoprohibirlas en determinadas zonas ubicadas dentro de su espacio geogrco y justicndose en la autonoma

    brindada a dichas autoridades sobre la base de la descentralizacin.

    Ante tal situacin recurrente, tal como se observar a continuacin, ltimamente el Tribunal Constitucional se ha

    pronunciado sobre este conficto de competencias en sus sentencias relativas a procesos de inconstitucionalidad

    interpuestas en contra de diversas ordenanzas, estableciendo que los Gobiernos Regionales y Locales no cuentan

    con competencias especcas que les aculten regular o prohibir estas actividades realizadas a gran y mediana

    escala, pues es al Gobierno Central al que le corresponde otorgar los permisos y licencias necesarias a las empresas

    para tales nes de acuerdo a ley y direccionar el inters nacional en ese sentido.

    No obstante existen dichos precedentes jurisprudenciales, estas situaciones de extralimitacin de competencias

    continan presentndose tal como sucedi con el Gobierno Regional de Cajamarca y la emisin de su OrdenanzaRegional que declaraba inviable el Proyecto Conga un caso de especial sensibilidad y coyuntura poltica y social.

    Al respecto, hace unos das el Tribunal Constitucional reiter su lnea jurisprudencial declarando inconstitucional

    dicha ordenanza.

    Este breve artculo desarrollar de manera general la normatividad aplicable sobre las competencias antes men-

    cionadas, reerencias a diversas ordenanzas regionales o locales declaradas inconstitucionales por el Tribunal

    Constitucional y reerencia especial a la Ordenanza Regional de Cajamarca vinculada al Proyecto Conga.

    Introduccin y Problemtica presentada:

    (3) Convenio 169 sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) de 1989.

    * Egresada de la Facultad de Derecho de la PUCP. Integrante de la Junta Directiva del Equipo de Derechos Humanos Pro Persona, perodo

    2012-I.** Egresada de la Facultad de Derecho de la PUCP.

    Soa Donaires (*) & Melissa Marengo (**)

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    6/12g

    - El artculo 36 c) de la LBD, indica que entre las competen-

    cias compartidas entre el Gobierno Regional y Nacional,

    se encuentran () la promocin, gestin y regulacin de

    actividades econmicas y productivas en su mbito y ni-

    vel correspondientes a los sectores () energa, hidrocar-

    buros, minas () y medio ambiente. Dicha competencia

    tambin es establecida en el artculo 10 inciso 2, literal c)

    de la LOGR.

    - El artculo 59 de la LOGR dispone como unciones espe-

    ccas de los Gobiernos Regionales en materia de ener-

    ga, minas e hidrocarburos a) Formular, aprobar, ejecutar,

    evaluar, scalizar, dirigir, controlar y administrar los planes

    y polticas en materia de energa, minas e hidrocarburos

    de la regin, en concordancia con las polticas nacionales

    y los planes sectoriales () ) Otorgar concesiones para

    pequea minera y minera artesanal de alcance regional.En tal sentido, si bien es cierto los Gobiernos Regionales

    cuentan con las competencias sealadas en el literal a),

    stas deben eectuarse en concordancia con las polti-

    cas nacionales y planes sectorial, con lo cual, no podra

    oponerse o contradecir las mismas. Asimismo, se consta-

    ta que no tienen competencia para regular actividades

    mineras a gran y mediana escala.

    A la echa se han identicado diversas normas - orde-

    nanzas, decretos y acuerdos - emitidas por Gobiernos

    Regionales y Locales, que cuya nalidad es restringir, sus-

    pender o prohibir actividades minero-energticas. El Po-

    der Ejecutivo y la Fiscala de la Nacin han cuestionando

    judicialmente la validez de algunos de estos dispositivos

    y cuatro de ellos han sido declarados inconstitucionales

    por el Tribunal Constitucional, mientras que otras se en-cuentran en trmite.

    El siguiente cuadro incluye las ordenanzas que han sido

    declaradas inconstitucionales y las que se encuentran

    con un proceso de inconstitucionalidad en trmite.

    Al respecto, se mencionarn slo las principales normas

    sobre esta materia, indicndose que se trata de un listado

    no exhaustivo pues existen otras disposiciones que tam-

    bin resultan aplicables pero que no es necesario desa-

    rrollar en este momento pues el objetivo en esta ocasin

    es brindar un panorama general. As, entre las normas

    pertinentes tenemos:

    - La Constitucin Poltica del Per de 1993 dispone que

    los gobiernos regionales tienen autonoma poltica,

    econmica y administrativa en los asuntos de su com-petencia (4) . Asimismo, en su artculo 192 dispone que

    Los gobiernos regionales promueven el desarrollo y la

    economa regional, omentan las inversiones, actividades

    y servicios pblicos de su responsabilidad, en armona

    con las polticas y planes nacionales y locales de desarro-

    llo. Son competentes para: 5) Promover el desarrollo so-

    cioeconmico regional y ejecutar los planes y programas

    correspondientes. () 7) Promover y regular actividades

    y/o servicios en materia de () energa, minera, () y

    medio ambiente, conorme a ley.

    - La Ley N 27783, Ley de Bases de la Descentralizacin(LBD), seala en su artculo 8 que la autonoma de los

    distintos niveles de gobierno (nacional, regional o local)

    se sujeta a la Constitucin y a las leyes de desarrollo cons-

    titucional respectivas.

    - La Ley N 29158, Ley Orgnica del Poder Ejecutivo

    (LOPE), establece en su artculo 5 que la transerencia

    de competencias, recursos y unciones de las entidades

    del Poder Ejecutivo a los gobiernos regionales y locales

    se realiza de acuerdo con lo dispuesto por las normas de

    descentralizacin. Entre estas normas, podemos mencio-

    nar a la LBD y a la Ley N 27867, Ley Orgnica de Gobier-

    nos Regionales (LOGR). Asimismo, la LOPE seala en su

    artculo 4 que Toda uncin, actividad, competencia,

    proyecto, empresa o activo que no hubiera sido asignado

    expresamente a otros niveles de gobierno corresponde al

    Poder Ejecutivo.

    I. Normatividad pertinente sobre competenciasconcernientes al Gobierno Central y GobiernosRegional y Local en relacin a las actividades minerase hidrocarbureras

    (4) Artculo 191 de la Constitucin Poltica del Per de 1993

    II. Ordenanzas emitidas por los Gobiernos Regionalesy Locales (Periodo 2008 2012) declaradas

    inconstitucionales por el Tribunal Constitucional ycon procesos de inconstitucionalidad en trmite

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    7/12

    Pgina7

    III. Principales conclusiones del TribunalConstitucional

    materias relativas al mbito de minera y medio am-

    biente, la Ley de Bases de Descentralizacin - LBD (Ley

    N 27783) y la Ley Orgnica de Gobiernos Regionales

    LOGR (Ley N 27867) disponen que stas competen-

    cias son compartidas, establecindose que las conce-

    siones en el caso de la pequea minera y minera artesa-

    nal recaen en los gobiernos regionales, mientras que el

    Gobierno Nacional es competente para el otorgamiento

    de concesiones en gran y mediana minera(STC N 001-

    2012-PI/TC).

    En relacin a las competencias normativas en mate-

    ria ambiental de los Gobiernos Regionales el TC ha

    maniestado que el artculo 18 de la Ley del Sistema

    Nacional de Evaluacin del Impacto Ambiental (Ley

    N 27446) precisa que corresponde a las autoridades

    regionales y locales, emitir la certicacin ambiental

    de proyectos que dentro del marco del proceso dedescentralizacin resulten de su competencia, vale

    decir proyectos de pequea minera y minera artesa-

    nal (STC N 001-2012-PI/TC).

    El artculo 36 de la Ley N 27867, Orgnica de Go-

    biernos Regionales, e indirectamente los incisos 6) y

    10) del artculo 192 de la Constitucin coneren a los

    gobiernos regionales, de cara a la autonoma polti-

    ca con que cuentan, la potestad para dictar normas

    inherentes a su gestin y regular las unciones que

    constitucionalmente se les ha asignado. Sin embargo,

    el ejercicio de tal potestad no conere a los gobier-

    nos regionales de la capacidad para dictar normas o

    disposiciones que puedan aectar el carcter unitario

    y descentralizado mediante la regionalizacin, del Es-

    tado peruano. En ste no hay espacio para que estas

    instancias horizontales de poder puedan crear sub-

    ordenamientos autrquicos, sino slo para la existen-

    cia de una pluralidad de rganos con competencias

    normativas, cuyas normas se encuentran delimitadas

    ormal, material y competencialmente entre s (STC N

    00025-2010-PI/TC).En relacin a las competencias normativas de los Go-

    biernos Regionales en materia de minera, el TC ha se-

    alado que si bien la Constitucin establece que los

    gobiernos regionales son competentes para regular

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    8/12g

    Resulta importante hacer alusin a este asunto por su

    particular sensibilidad y coyuntura nacional, teniendo

    en cuenta la abierta discrepancia presentada entre el

    Gobierno Central y el Gobierno Regional de Cajamarca

    sobre la viabilidad del Proyecto Conga. En base a ello, se

    emiti la Ordenanza mencionada que declaraba inviable

    la ejecucin de dicho proyecto por estar involucradas

    cuatro lagunas en cabeceras de cuenta.

    El 17 de abril de 2012, el Tribunal Constitucional (TC) emi-

    ti su sentencia resolviendo que la Ordenanza del Go-

    bierno Regional de Cajamarca es inconstitucional, puessi bien el artculo 192 de la Constitucin establece que

    los Gobiernos Regionales promueven el desarrollo y la

    economa regional, omentan las inversiones, activida-

    des y servicios pblicos que son de su responsabilidad,

    tal uncin debe eectuarse en armona con las polticas

    y planes nacionales locales y dentro de las competencias

    que expresamente le han sido atribuidas.

    En relacin a dichas competencias en materia de minera,

    el TC ha sealado que si bien la Constitucin establece

    que los gobiernos regionales son competentes para re-

    gular materias relativas al mbito de minera y medioambiente, la LBD y la LOGR disponen que stas compe-

    tencias son compartidas, establecindose que las conce-

    siones en el caso de la pequea minera y minera artesa-

    nal recaen en los gobiernos regionales, mientras que el

    Gobierno Nacional es competente para el otorgamiento

    de concesiones en gran y mediana minera. Con respec-

    to a las competencias normativas en materia ambiental

    de los Gobiernos Regionales, el TC ha maniestado que el

    artculo 18 de la Ley del Sistema Nacional de Evaluacin

    del Impacto Ambiental (Ley N 27446) precisa que corres-

    ponde a las autoridades regionales y locales, emitir la cer-

    tifcacin ambiental de proyectos que dentro del marco

    del proceso de descentralizacin resulten de su compe-

    tencia, vale decir proyectos de pequea minera y mine-

    ra artesanal. Asimismo, el Reglamento Ambiental para

    las Actividades de Exploracin Minera (Decreto Supremo

    N 020-2008-EM) establece en su artculo 3 que es el Mi-

    nisterio de Energa y Minas la entidad competente para

    evaluar y aprobar o desaprobar los Estudios de Impacto

    Ambiental (EIA) para el desarrollo de las actividades mi-

    neras de exploracin de la gran y mediana minera.

    Por tanto, segn el TC, el Gobierno Regional de Cajamarca

    actu uera de sus competencias al declarar la intangibi-

    lidad de las cabeceras de cuenca, pues dicha uncin ha

    sido atribuida a la Autoridad Nacional del Agua; igual-

    mente no tiene competencias para anular o suspender

    proyectos de gran minera, como es el caso del Proyecto

    Minero Conga.

    IV. Breve reerencia a la sentencia del TribunalConstitucional (Expediente N 001-2012-PI/TC) quedeclara la inconstitucionalidad de la OrdenanzaRegional 036-2011-GR.CAJ-CR emitida por elGobierno Regional de Cajamarca en relacin al

    Proyecto Conga

    Sntesis de la entrevista al Dr. Ivn Lanegra (*)Viceministro de Interculturalidad

    Ministerio de Cultura

    Sobre el Reglamento de la Ley

    de Consulta Previa a los PueblosIndgenas

    En el artculo 2 del Reglamento de la parte de Decreta se-

    ala que el mismo se aplicar a las medidas administrativas

    o legislativas que se aprueben o cuya solicitud se presenten

    luego de su publicacin. Cmo compatibilizar esta dis-

    posicin con el hecho de que el Convenio 169 de la OIT se

    encuentra vigente en el Per desde ebrero de 1995? Y qu

    pasara con aquellas medidas que se aprobaron o se solici-

    taron desde la echa de entrada en vigencia de dicho Conve-

    nio hasta la echa de entrada en vigencia del Reglamento?

    En primer lugar, el derecho de consulta existe en el pas

    desde el ao 95, momento en el cual entra en vigencia el

    Convenio 169 y el derecho a la consulta. Lo que ocurre

    es que el estndar que establece un procedimiento para

    hacer una consulta surge con la Ley de Consulta. Antes

    de eso, no haba un estndar general vinculado a la Ley

    de Consulta, slo tenamos el Convenio 169 y los instru-

    mentos que servan de apoyo o interpretacin del mismo,

    pero no haba ninguna norma nacional al respecto. En-

    tonces, los procedimientos y las etapas de consulta que

    estn establecidas en la ley no son etapas que estn en

    el Convenio, son procedimientos y garantas que se crean

    con la Ley. Lo que hace el Reglamento es agregar procedi-

    mientos ms detallados en el marco de la Ley.

    Los procedimientos para hacer la consulta no se pueden

    aplicar retroactivamente y no puedes juzgar una accin o

    una medida que se aprob en un determinado momento

    previo a la aprobacin de estas normas usando como re-

    erencia los procedimientos que se han aprobado recin

    ahora en setiembre de 2011 o en abril de 2012. Sin em-

    bargo, puede haber, por ejemplo, un Decreto Legislativoque se ha dictado sin hacer el procedimiento de consulta.

    En el caso personal, en la Deensora del Pueblo presen-

    tamos una demanda de inconstitucionalidad contra un

    Decreto Legislativo que se hizo sin consulta, el 64 (5) .

    Yo estaba dirigiendo una Adjunta y presentamos la de-

    manda. Desde luego, lo que no puedes hacer es pedirle al

    Estado en ese momento que hubiera seguido las etapas

    que la Ley estableci recin el 2011, pero con las normas

    y las reglas existentes en ese momento puedes juzgar si

    hubo consulta o no. Ahora, eso implica, como el caso de

    demanda de inconstitucionalidad, un proceso que hayque seguir ante las entidades competentes, y eso se eva-

    la viendo el caso concreto, como ha sealado el Tribunal

    Constitucional.

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    9/12

    Pgina9

    (*) Extractos de la entrevista realizada el da mircoles 11 de

    abril de 2012 en el Ministerio de Cultura por Ileana Rojas Rome-

    ro y Richard ODiana Rocca, miembros del Equipo de Derechos

    Humanos Pro Persona. Para escuchar la entrevista completa re-mitirse a nuestro blog (http://blog.pucp.edu.pe/blog/equipodere-

    choshumanos) y/o acebook (http://www.acebook.com/profle.

    php?id=100002410801139).

    (5) Se refere al Decreto Legislativo N 1064.

    En la stima disposicin complementaria transitoria yfnal se regulan las medidas que adopta el Estado para

    proteger los derechos de los pueblos indgenas, es decir,

    regula los supuestos para requerir el consentimiento.

    Por qu no se incluyen otros supuestos adems de los

    dos que estn colocados en esa disposicin, los cuales

    requieren el consentimiento de los pueblos, establecidos

    inclusive en el mismo Convenio 169, en la misma Decla-

    racin (6) y en otros instrumentos.

    Cules del Convenio 169?

    Han sugerido dos: uno es de traslado poblacional y el

    otro es de depsito y almacenamiento de residuos txi-

    cos.

    Y qu otros altaban?

    Por ejemplo, el presupuesto de los desechos txicos es-taba en la misma Declaracin de las Naciones Unidas

    sobre los Derechos de los Pueblos (DNUDPI), al igual que

    las actividades militares, pero estas ltimas no estn in-

    cluidas

    Pero no est como consentimiento. (El Viceministro se

    dispuso a leer el art. 30.1 de la DNUDPI). Uno, la pa-

    La identifcacin de los pueblos indgenas que puedenser aectados y el Plan de Consulta, lo realizarn slo las

    entidades promotoras o tambin podrn contar con la

    participacin de las organizaciones representativas de

    los pueblos indgenas potencialmente aectados?

    De hecho s. Inclusive, en el Reglamento se establecela posibilidad de una etapa preparatoria. Lo que pasa

    es que eso va a depender mucho del tipo de medidas.

    Por ejemplo, hay medidas de gran complejidad que

    van a requerir un trabajo muy amplio previo a la etapa

    de consulta, una etapa preparatoria. El objetivo de la

    etapa preparatoria, precisamente, es trabajar con los

    pueblos indgenas el Plan de Consulta; pero, eviden-

    temente, los estndares que van a regir el contenido

    del Plan de Consulta van a ser la Ley y el Reglamen-

    to. Entonces, en ese marco, una de las cosas es el rea

    metodolgica, que adems es una tarea que tiene el

    Viceministerio la inclusin de esas sugerencias. Es de-

    cir, que siempre -especialmente en los proyectos de

    gran escala- debe haber una etapa preparatoria en la

    cual se trabaje con los pueblos indgenas el Plan de

    Consulta.

    labra consentimiento no aparece, pero en realidad te

    plantea 3 posibilidades: un inters pblico puede ser,

    por ejemplo, imagnate un caso de guerra, entonces

    hay que deender la rontera y tiene que pasar los

    tanques por medio de una Comunidad; entonces, me

    imagino a que eso se reere el inters pblico. En estecaso, la deensa nacional es una cosa de evidentemen-

    te urgencia. (Se dispuso a leer parte del art. 30.1 de

    la DNUDPI: se haya acordado libremente con los pue-

    blos indgenas). Evidentemente, si est en sus tierras,

    est en el marco del derecho de propiedad comunal

    y el derecho a las tierras de los pueblos indgenas. (Se

    dispuso a leer parte del art. 30.1 de la DNUDPI: o que

    lo hayan solicitado) Que haya una base, lo cual es t-

    pico en el pas, les interesa por un tema de seguridad

    y se tiene que contar con un puesto militar a veces, en-

    tonces evidentemente hay que hacerlo. No es estric-

    tamente un supuesto de consentimiento, ms bien esun concepto en el cual habilita al Estado a hacer cosas

    sin inclusive la autorizacin de los pueblos indgenas.

    Y por ejemplo lo que establece la

    Estaba ah, inclusive en un momento dado de la dis-

    cusin se planteo el tema, pero el problema es que

    cuando vimos el artculo en verdad no es un supuesto

    de consentimiento. Mas bien lo que hace es habilitar

    a los militares a, en determinado supuesto, entrar a las

    tierras indgenas.

    Ahora hablemos sobre la sentencia de Saramaka Vs Suri-

    nam. Segn nuestro Cdigo Procesal Constitucional, los

    derechos undamentales deben interpretar de acuerdo a

    las sentencias de cortes internacionales. Y de hecho estajurisprudencia seala en caso de megaproyectos, tam-

    bin debe obtenerse el consentimiento de los pueblos.

    En realidad es ms sutil la sentencia. La sentencia lo

    que dice es que cuando el megaproyecto tenga un

    conjunto de consecuencias, y luego lista algunas con-

    secuencias, entonces requiere de consentimiento.

    Entonces lo que hay que hacer, en primer lugar, esubicar qu se estaba discutiendo en esa sentencia.

    Para empezar el pueblo de Saramaka no es un pue-

    blo indgena. Segundo, Surinam no es miembro del

    Convenio 169. Entonces, Qu estaban discutiendo?

    Estaban discutiendo la aplicacin del artculo 21 de

    la Convencin Americana sobre Derechos Humanos

    (CADH) sobre el derecho de propiedad comunal. Eso

    es lo que estaba discutiendo la sentencia Por qu se

    discute eso? Por qu discutan el tema de la propie-

    dad comunal? Porque en otros pases, a dierencia del

    nuestro, no existe un mecanismo de proteccin claro

    de propiedad comunal. De hecho la sentencia hace

    (6) Nos reerimos a la Declaracin de las Naciones Uni-

    das de Derechos de los Pueblos Indgenas de 2007.

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    10/12g

    toda una discusin sobre si los mecanismos existentes

    en la legislacin de Surinam deenden adecuadamente

    el derecho a la propiedad comunal y llega a la conclusin

    de que no, de que esos mecanismos son mecanismos

    muy dbiles y que no deenden el derecho a la tierra del

    pueblo de Saramaka. Entonces dicen: eso est mal. Tiene

    que haber una proteccin mayor del Estado a la propie-

    dad comunal.

    La segunda cosa que se preguntan: La propiedad co-

    munal es una propiedad que merece la proteccin como

    derecho humano undamental igual que el artculo 21 de

    derecho a la propiedad que aparece en la convencin? Y

    la respuesta es s; es ms, tiene un valor adicional que

    es que la propiedad est conectada a la identidad colec-

    tiva. Un segundo elemento clave. En ese contexto dice,

    evidentemente, si la tierra del pueblo de Saramaka que

    ha ocupado tradicionalmente es utilizada por un me-

    gaproyecto, un proyecto de inversin y utilizan la tierra

    del pueblo indgena, evidentemente tienen que tener la

    autorizacin del titular de ese derecho, porque evidente-

    mente eso implicara una aectacin grave en el ejercicio

    de su identidad colectiva. Eso mismo ocurri en el Per,

    por eso es que el artculo reerido al tema de la tierra, la

    stima disposicin, empieza con una declaracin respec-

    to al reconocimiento del Estado que existe una protec-

    cin y garanta a la propiedad comunal y a la tierra de los

    pueblos indgenas; es ms, menciona en el marco del t-

    tulo 2 del Convenio 169 de la OIT, que es el ttulo sobre las

    tierras, que se reconoce eso. Entonces lo mismo ocurriraen el Pas.

    Dicho esto, hay algunos elementos de la sentencia que

    tambin hay que interpretar con cuidado. Por ejemplo, la

    sentencia dice: Si el megaproyecto, o sea no es el mega-

    proyecto per s el que origina la necesidad de consenti-

    miento, sino los eectos del megaproyecto. Entonces, si

    el megaproyecto pusiera en riesgo la supervivencia del

    pueblo indgena, entonces requeriras el consentimiento

    del pueblo indgena, ms o menos lo que dice la senten-

    cia hasta donde me acuerdo. Entonces una interpreta-

    cin literal dira: ah, entonces si el pueblo indgena da elconsentimiento, Puedo poner en riesgo la supervivencia

    del pueblo indgena?, la respuesta debera de ser no, el

    Estado no puede dictar una medida que ponga en riesgo

    la supervivencia del pueblo indgena, an el pueblo in-

    dgena est de acuerdo. En el Reglamento en el artculo

    4, se hace una reerencia expresa a ese tema. Se dice que

    ninguna medida, acuerdo o la norma que generalmente

    se dicte puede poner en riesgo la supervivencia del pue-

    blo indgena. Es una garanta que brinda el estado que no

    puede ser tocado bajo ninguna circunstancia.

    O sea que ni siquiera se consulta?

    No, no es que no se consulte, sino que.jate que ponles

    una propuesta: el proyecto se va ha hacer de esta manera,

    y en el proceso de consulta, resulta que dicen que tal si

    mejor hacemos una tecnologa de este tipo, y el pueblo

    indgena dice Si est bien, pero digamos objetivamente

    la tecnologa que se est escogiendo es una tecnologa

    que podra poner en riesgo la supervivencia del pueblo

    indgena. Entonces, por ms que haya habido un acuer-

    do, se estara generando un problema, si luego se hace

    una evaluacin de la medida y se ve que eectivamente,

    objetivamente eso pone en riesgo al pueblo indgena,

    eso no podra ser aceptado, as haya acuerdo. Es un estn-

    dar que establece que ninguna decisin del Estado pue-

    de poner en riesgo la supervivencia del pueblo indgena.

    Ahora, desde luego, el pueblo indgena tiene el derecho

    de aceptar cambios, aceptar modicaciones en su orma

    de vida, puede nalmente aceptar que se usen en parte

    sus tierras para un proyecto, eso ya es una cosa autno-

    ma del pueblo indgena. Lo que no puede hacer el Estado

    es imponer como a cualquier propietario, en este caso el

    Pueblo indgena tiene una proteccin mucho ms uerte

    por qu la identidad colectiva est vinculada a la propie-

    dad, no puede disponer en nuestro marco constitucional

    de esa propiedad si es que no cumple con todo lo esta-

    blecido en la ley, en el Convenio 169 y en la Constitucin.

    En el Per la concesin es de exploracin y de explotacin,

    la concesin minera, le pongo un ejemplo, en otros pases es

    distinto, pero puntualmente: La consulta se hace antes de

    obtener esa concesin o ms adelante?

    Se hace antes de que una medida administrativa pudiera

    aectar por lo que autoriza un derecho colectivo de lospueblos indgenas. En algunos casos podra ser, digamos

    por ejemplo, la concesin orestal, la cual autoriza activi-

    dades, entonces tendra q ser antes. Una concesin elc-

    trica denitiva, antes de la cual tiene que haber de todas

    maneras consulta. Los casos ms complicados son los ca-

    sos de subsuelo. La propia sentencia de Saramaka, que es

    un tema sobre minero inclusive, aunque no es un pueblo

    indgena, es un pueblo aro, discute un tema de minera y

    dice: Ese recurso mineral era un recurso de uso tradicio-

    nal del pueblo indgena?, y dice No, no hay un uso tradi-

    cional, por tanto s tena el Estado derecho a otorgar un

    derecho sobre ese recurso en tanto no es un recurso quedepende de los pueblos indgenas. Pero si ya quieres ha-

    cer una actividad que pudiera aectar el bosque el agua la

    tierra, ah si tendras que hacer antes un proceso de con-

    sulta. Entonces es la misma lgica que se tendra q aplicar

    ac. Sin embargo, ustedes leen el Reglamento y no hay

    ninguna reerencia a la palabra concesin. En realidad ya

    corresponde al Estado, a la entidad administrativa, deter-

    minar el momento previo en el cual va a iniciar el proceso

    de consulta. Algunas autoridades tienen la intencin de

    hacerlo lo ms pronto posible, otras preeren acercarlo a

    un momento en el cual tengan mayor inormacin, pero

    eso ya se tendr que evaluar caso por caso.

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    11/12

    Pgina1

    1

    JURISPRUDENCIA

    Te interesa el Derecho Internacional de los Derechos Humanos?Entonces, presta atencin a los siguientes prraos, te presentamos

    algunos datos que te ayudarn

    Antes de ingresar a los temas especcos sobre Derechos Humanos, en esta primera entrega, tendremos como ob-

    jetivo dar respuesta a los siguientes cuestionamientos: Alguna vez se han preguntado por el rango jurdico de los

    tratados sobre Derechos Humanos? Conocen la real importancia del tema en cuestin?

    La importancia se evidencia, directamente, en la prctica proesional de cada uno de los actores de la sociedad, ya

    sea, por un lado, los uncionarios del Estado y por otro, la sociedad civil en general.

    Por otro lado, respecto al tema en concreto, si bien la actual Constitucin peruana, a dierencia de su predecesora,no indica de orma especca el rango de los tratados sobre Derechos Humanos, el Tribunal Constitucional peruano,

    el 25 de abril del ao 2006 zanj las diversas interpretaciones mediante su sentencia relativa a los Expedientes N

    0025-2005-PI/TC y N 0026-2005-PI/TC.

    En tal sentido, el TC interpret que en virtud de la lectura conjunta de los artculos 55 y 3 de la Constitucin de 1993

    se puede concluir que los derechos humanos positivizados mediante normas internacionales, ingresan al catlogo

    de derechos constitucionales sobre la base de un sistema de numerus apertus de derechos constitucionales. As, el

    Tribunal seal:

    [] Los derechos de naturaleza anloga pueden estar comprendidos en cualquier otra uente distinta a laConstitucin, pero que ya conorma el ordenamiento jurdico. Dentro de las que pudiera identifcarse como tal

    no cabe duda que se encuentran los tratados internacionales sobre derechos humanos de los que el Estado pe-

    ruano es parte. En eecto, si en las uentes de nuestro ordenamiento jurdico se indaga por aquella donde se

    puede identifcar derechos que ostenten naturaleza anloga a los derechos que la Constitucin enuncia en su

    texto, resulta indudable que tal uente reside, por antonomasia, en los tratados internacionales sobre derechos

    humanos que conorman nuestro ordenamiento jurdico. En consecuencia, dichos tratados, todos ellos de con-

    suno, enuncian derechos de naturaleza constitucional [](7) (el resaltado es nuestro)

    Conclusin:

    Por tanto, si alguien te pregunta por el rango jurdico de los tratados sobre Derechos Humanos, podrs citar la sen-tencia antes indicada y explicar la interpretacin conjunta de los artculos constitucionales reeridos.

    Dato de actualidad:

    Desde el 30 de abril al 18 de mayo del presente ao, el Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales de las

    Naciones Unidas (rgano de control del Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales), realiz

    su 48 Perodo de Sesiones en Ginebra. Uno de los temas expuestos por el Estado Peruano ue el relativo al rango

    jurdico de los tratados sobre Derechos Humanos.

    *Egresada de la Facultad de Derecho de la PUCP. Presidenta de la Junta Directiva del Equipo de Derechos Humanos Pro

    Persona, perodo 2012-I.

    (7) Tribunal Constitucional del Per. Sentencia, Exp. N. 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC de echa 25 de abril del ao

    2006. Fundamento N. 30.

    Andrea Luque Armestar(*)

  • 7/31/2019 Boletn N 1 del Equipo de Derechos Humanos "Pro Persona"

    12/12

    Nota de Prensa

    Comunidades indgenas aectadas por la construccin de unahidroelctrica en Panam (*)

    Del 19 al 30 de marzo de presente ao, la Comisin Interamericana de

    Derechos Humanos (CIDH) celebr el 144 perodo de sesiones, du-

    rante las audiencias programadas se pudo conocer acerca de la vul-

    neracin a los derechos humanos en diversos pases de la regin. A

    continuacin, presentamos el resumen del Caso 12.354 respecto a las

    comunidades Kuna de Mandungand y Embera de Bayano en Panam

    (8) , aectadas por la construccin de una hidroelctrica.

    El problema se remonta al ao 1972, echa en la que se inici la cons-

    truccin de la Represa Hidroelctrica de Bayano (9) , la cual implicla inundacin del territorio habitado ancestralmente por los pueblos

    Kuna de Madungand y Ember de Bayano. De esta orma, la inunda-

    cin del 80% de sus tierras signic que los pueblos sean trasladados a otras tierras, las cuales eran de menor calidad

    para el cultivo; asimismo, la inundacin contribuy a la destruccin del ecosistema y deterioro cultural de ambos

    pueblos (10) .

    Los testigos indicaron que luego del embalse aparecieron nuevas enermedades; aunque se hable de acuerdos con

    el Estado, algunas amilias habran sido desalojadas orzosamente; por otro lado, durante las primeras negociaciones

    muchos lderes indgenas no saban leer o escribir, la mayora solo hablaba su lengua nativa; nalmente, cabe destacar

    que a pesar de tratarse de un proyecto para generar energa elctrica, en la actualidad dichas comunidades no cuentan

    con este servicio.

    Otro de los problemas que enrentan estas comunidades es la invasin de sus tierras por parte de los colonos y la

    ausencia de guras jurdicas para proteger la propiedad colectiva, las normas civiles y tipos penales solo protegen la

    propiedad individual y en algunos casos aquellas inscritas en registros pblicos.

    Por su parte, el Estado de Panam indic que en su momento se realizaron acuerdos con los indgenas Kuna y Ember

    sobre las condiciones de su reasentamiento, lo cual signicara que no hubo un traslado orzoso.

    Finalmente, los peticionarios solicitaron la responsabilidad internacional del Estado de Panam por la violacin del de-

    recho a las garantas judiciales, propiedad privada, igualdad ante la ley, proteccin judicial y por no adoptar las dispo-

    siciones de derecho interno para la proteccin de las comunidades (11) . Asimismo, solicitaron que la CIDH recomiende

    al Estado la creacin de un mecanismo de consulta previa e indemnice las prdidas ocasionadas por la construccinde la represa; y, si el Estado no cumple con las recomendaciones, remita el caso a la Corte Interamericana de Derechos

    Humanos.

    * Resumen elaborado por Rosario Alminagorta.

    (8) Organizacin de los Estados Americanos. Video disponible en http://www.oas.org/es/cidh/audiencias/hearings.

    aspx?lang=es&session=125 (consultado el 28-04-12).

    (9)AES Panam, empresa de generacin elctrica. En: http://www.aespanama.com/bayano.asp (consultado el 30-04-12)

    (10) Comisin Interamericana de Derechos Humanos. Inorme de admisibilidad N. 58/09 Pueblo Indgena Kuna de Madun-

    gand y Ember de Bayano y sus miembros vs. Panam, del 21-04-09. En: http://www.cidh.org/annualrep/2009sp/Pana-

    ma12354.sp.htm (consultado el 28-04-12)

    (11) Artculos 8, 21, 24, 25 y 2 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos de 1969 en relacin con el artculo 1.1

    del mismo instrumento.

    Contacto:

    [email protected]

    http://blog.pucp.edu.pe/blog/equipoderechoshumanos

    Bscanos tambin en Facebook.