Boletín Octavio Paz Vol. I Número I 2009 - ANLE · 2015-05-21 · Escritores españoles en los...

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www.octaviopaz.org Volumen I Número I Abril-Mayo 2009 Boletín Octavio Paz Punto de Partida Nota del editor Nota del Director de la ANLE Colaboraciones de Jason Wilson y Juan Antonio Masoliver Publicaciones y notas El jardín del poeta Recordatio Una publicación de la ANLE Director/Editor Luis Ríos Concurso Literario de LIFE en Español, izquierda a derecha, en la última de las reuniones en que se decidieron los premios: D. Federico de Onís, eminente profesor de literatura hispánica, de Puerto Rico y Nueva York; D. Hernán Díaz Arrieta, eminente crítico literario chileno, que escribe con el seudónimo de Alone; D. Arturo Uslar Pietri, escritor, crítico y senador venezolano; D. Octavio Paz, poeta, ensayista, diplomático (posteriormente Premio Nobel); Walter Montenegro, escritor, ensayista y periodista bolivia- no, redactor de LIFE en Español; D. Joaquín Segura, redactor y traductor, que junto con Montenegro sugirió la creación del premio literario de LIFE en Español; D. Emir Rodríguez Monegal, crítico literario uruguayo. El editor agradece a D. Joaquín Segura, Académico Numerario de la Academia Norteamerica- na de la Lengua Española y a D. Gerardo Piña-Rosales, Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, el haber compartido esta valiosa fotografía. Octavio Paz en Nueva York, 1960 ISSN 1947-7961

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Volumen I Número I Abril-Mayo 2009 Boletín Octavio Paz

Punto de Partida • Nota del editor

• Nota del Director de la ANLE

• Colaboraciones de Jason Wilson y Juan Antonio Masoliver

• Publicaciones y notas

• El jardín del poeta

• Recordatio

Una publicación de la ANLE

Director/Editor Luis Ríos

Concurso Literario de LIFE en Español, izquierda a derecha, en la última de las reuniones en que se decidieron los premios: D. Federico de Onís, eminente profesor de literatura hispánica, de Puerto Rico y Nueva York; D. Hernán Díaz Arrieta, eminente crítico literario chileno, que escribe con el seudónimo de Alone; D. Arturo Uslar Pietri, escritor, crítico y senador venezolano; D. Octavio Paz, poeta, ensayista, diplomático (posteriormente Premio Nobel); Walter Montenegro, escritor, ensayista y periodista bolivia-no, redactor de LIFE en Español; D. Joaquín Segura, redactor y traductor, que junto con Montenegro sugirió la creación del premio literario de LIFE en Español; D. Emir Rodríguez Monegal, crítico literario uruguayo. El editor agradece a D. Joaquín Segura, Académico Numerario de la Academia Norteamerica-na de la Lengua Española y a D. Gerardo Piña-Rosales, Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, el haber compartido esta valiosa fotografía.

Octavio Paz en Nueva York, 1960

ISSN

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-79

61

Publicación de la Academia Norteamericana de la

Lengua Española

Escritores españoles en los Estados Unidos

Gerardo Piña-Rosales, ed.

Nueva York: Academia Norteamericana de la Lengua Española, 2007

ISBN 0-86515-34-6

Pedidos a Academia Norteamericana de la Lengua Española

G.P.O. Box 349

New York, NY 10116

Venta en línea: www.anle.us

$25.00

El Boletín informativo es un medio práctico y difunde datos para los interesados en la obra y vida del poeta. Gratas y valiosas son las notas, comentarios, avisos de homenajes, y correos electrónicos reci-bidos en los últimos meses. Las publicaciones y noticias sobre Paz en el mundo sólo muestran la con-tinuidad y vigencia de la obra paciana, a diez años de su fallecimiento. Ha sido una década propicia para el estudio riguroso de nuestro poeta.

Creemos que también ha llegado el momento oportuno para la creación de una red de comunicación que facilite el intercambio de ideas con la libertad de palabra que nace de la crítica y poética paci-anas. Con este propósito en mente lo invitamos cordialmente a que nos envíe sus contribuciones, que acogeremos con el mayor agradecimiento.

El presente número del Boletín abre paso al camino de los homenajes a Octavio Paz, las conferencias magistrales, las noticias recientes sobre el gran poeta de México.

——Luis Ríos

Nota del Editor

Nota del Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Octavio Paz, Siempre

Todos los que nos interesamos por la literatura en lengua española y el pen-samiento hispánico contemporáneo, debemos congratularnos ante la apari-ción de esta revista digital dedicada a difundir la obra de Octavio Paz. Su di-rector, Luis Ríos es un gran conocedor de la obra paciana, pues no en vano escribió, hace poco más de un lustro, una inteligente e iluminadora tesis doc-toral sobre la influencia de Paz en varios poetas españoles.

La historia le ha dado la razón a Octavio Paz: los regímenes comunistas se han ido desmoronando uno tras otro, y aquellos intelectuales que en su día acusaban a Paz de conservador y hasta de recalcitrante reaccionario se vie-ron obligados a silenciar —o a asordinar, en algún caso—, mal que les pesara,

sus cantos de alabanza a los que no habían sido más que gobiernos corruptos y represivos.

De la obra poética de Paz, siempre he admirado el arrojo que rezuma Libertad bajo palabra, el aliento cósmico de Piedra de sol y Salamandra; de sus ensayos críticos, la capacidad de recrear toda una épo-ca en Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, y su actitud abierta, exenta de prejuicios y ante-ojeras en Corriente alterna.

Agradezcamos, pues, a Luis Ríos el que se haya lanzado, en solitario, a esta aventura de editar una revista internética en la que los admiradores de Paz podamos encontrarnos.

—-D. Gerardo Piña-Rosales, Director Academia Norteamericana de la Lengua Española

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Soy apenas un episodio en la historia de nuestra literatura, la transitoria y fortuita encarnación de un momento de la lengua española —Octavio Paz

Conferencia dictada de Jason Wilson

En una nota al poema ‘El mismo tiempo’ Octavio Paz narra dos consejos que escuchó. Uno vino de José Vasconcelos en 1943, quien sugirió que Paz se dedicara a la filosofía: “Sí, dedíquese a la filosofía! Lo hará más fuerte…’. El segundo consejo vino de Ortega y Gasset en 1953: ‘La literatura ha muerto. Sólo queda el pensamiento: es la tarea de hoy. Deje la poesía y póngase a pensar!’ Paz termina su nota afirmando lo que me atrae todavía en su obra poética: ‘Apenas si necesito repetir que poesía y pensamiento forman, para mí, un invisible pero muy real sistema de vasos comunicantes’. Abrir los vasos comunicantes es una metáfora de la libertad que todos buscamos, y es un eco de André Breton.

He sido lector de la poesía de Octavio Paz desde que, a la edad de 18 años, leí en traducción en la revista neoyorquina de poesía ‘beat’, la Evergreen Review, su poema en prosa ‘El ramo azul’, que resume en una densa página mucho del ensayo El laberinto de la soledad. Lo que me golpeó en este poema era como combinaba un pensar muy libre con una anécdota dramática. A través de su obra, Paz desarrolló un diálogo con André Breton. La nota necrológica que escribió sobre Breton sigue siendo brillante, pero más allá de esto, Paz ‘depuró’ el surrealismo a una ética, ética de poeta – nadie como Paz en su defensa del valor de la poesía en un período en que la poesía no cuenta en el mercado -, y una ética de amor, lo que faltaba en un siglo siniestro, como lo evocó en su poema ‘El prisionero’ contra el divino marqués. Paz no fue único en su intento – pienso en T. S. Eliot, sobre todo en The Four Quartets, y anteriormente Samuel Taylor Coleridge, quien dejó de escribir poemas y cuya Biographia Literaria en prosa es aguda y sutil, también pienso en Wallace Stevens, pero en la tradición hispánica, po-cos (quizá Antonio Machado o Borges). Paz pedía más que irrupciones líricas, pedía peras al olmo. Cito una vez más. Paz ter-mina su maravilloso poema ‘Pasado en claro’ de 1974 con este juego mental o vaivén lírico:

A veces la página respira: Los enjambres de signos y sentidos, En rotación magnética se enlazan y dispersan Sobre el papel. … Soy la sombra que arrojan mis palabras.

El movimiento, la creatividad, que Paz trata de evocar es un fluir, una sinuosidad, es el tiempo mismo, es la plena conciencia en su fugacidad, es la ‘prosodia del corazón’, pero dado que es un poema, regido por una fuerza natural, esta ‘rotación magnética’, una fuerza cósmica, impersonal, mental, invisible. ‘Magnético’ es una palabra/concepto clave del pensamiento de Breton, les champs magnétiques, el campo mental donde las palabras hacen el amor. Para mí, lo que empezó como un diálogo de discípulo a su maestro, es decir de Paz a Breton, se ha convertido, con el tiempo, en un diálogo de iguales, de dos tradiciones poéticas. Sabemos lo que Breton pensó de México donde fue a charlar con Trotsky en 1938 y sabemos lo que Breton pensó de Paz y al revés, pero lo que cuenta entre ellos hoy es ese unir pensar y escribir un poema. Pensar es un ritmo, y pensar en su plenitud es dejar que la página ‘respire’ y que las palabras ‘bailen’. Fíjense en el uso del punto y coma que Paz hace a través de su obra. El poeta – Paz -, y sus lectores, nosotros, somos ‘sombras’ arrojadas por las palabras. Eso es descu-brir lo que Breton pidió en su primer manifiesto de 1924, ‘le fonctionnment réel de la pensée’. ‘Enlazar y dispersar’ dice Paz es dejar que las palabras fluyan como un arroyo de tiempo, donde pensar e imaginar se juntan y, su toque genial, se disipan. Cicatrizar lo que T. S. Eliot lamentó como ‘the disassociation of sensibility’. Es una ambición muy alta. Y exige, como toda poesía, concentración. Por eso leo a Paz, y sigo su sombra.

D. Jason Wilson es catedrático emérito de la University College London. Su libro Octavio Paz es fundamental para el estudio paciano. Actualmente reside en la Argentina.

Hay Festival Segovia 2008: Octavio Paz después de 10 años

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Conferencia dictada de Juan Antonio Masoliver

Los escritores alcanzan para nosotros tres niveles de excelencia, por dos motivos que no siempre se complementan pero que es necesario tener siempre en cuenta: hay un nivel de excelencia que podríamos llamar “objetivo” y que es lo que permite que marquen una época y que ocupen un lugar destacado en cualquier panorama de literatura. Hay, en ellos, una calidad indiscu-tible y al mismo tiempo han condicionado la forma de leer, han sugerido nuevos caminos y qué caminos de la tradición es ne-cesario reivindicar, es decir, qué tradiciones pertenecen a la modernidad. La lectura de estos autores se hace imprescindible para entender una etapa determinada. Basta mencionar a Proust, a Mallarmé, a Joyce, a Rilke, a Pound, a Eliot o a Juan Ramón Jiménez para entender lo que estoy diciendo. Queda claro que en el contexto de la poesía americana y Europea Octa-vio Paz es una figura imprescindible. Y no sólo como poeta, sino por los distintos campos a los que se ha acercado, que aca-ban por remitirnos siempre a la poesía y a su poesía. Los ocho volúmenes de su obra completa son un magnífico testimonio de lo que digo: al Paz de Libertad bajo palabra, Salamandra, Ladera Este o Árbol adentro hay que añadir los poemas en pro-sa, tal vez su poesía más alta, ¿Águila o sol? y El mono gramático.

Por otro lado, Paz ha marcado también, como he dicho, una forma de leer, desde su audaz libro sobre Santa Juana hasta los ensayos dedicados a Los Contemporáneos, tan cercanos a él, pasando por los surrealistas franceses, los poetas anglosajones o la española generación del 27, y su interés por escritores más cercanos a nosotros en el tiempo como Blanca Valera, Alejan-dra Pizarnik, el injustamente olvidado Cristóbal Serra, Carlos Barral, Eduardo Lizalde o Pere Gimferrer, sus reflexiones sobre las artes plásticas reunidas en Los privilegios de la vista, su interés por la cultura oriental, desde el haikú japonés a La India y, por supuesto, por lo que entendemos por mexicanidad. Es decir, ha contribuido a redefinir esto que llamamos modernidad y que ha existido en todos los tiempos como opuesta a tradicionalismo. Una modernidad definida activamente a través de dos revistas: Plural y la para mí más cercana Vuelta, que acogió, junto a figuras consagradas, a escritores muy jóvenes, a pensado-res y a creadores.

El segundo nivel de excelencia es la identificación y, tratándose de poetas mayores que nosotros, la influencia que pueden dejar no sólo en nuestra poesía sino en nuestra forma de entender la poesía. Esta revelación de Paz que siempre me acompa-ñará como tal es el descubrimiento de su obra en la década de los sesenta. En España se conocía, y me atrevería a decir que se conoce, muy mal la literatura latinoamericana y el mundo latinoamericano en general. La radio y las salas de baile nos inundaban de boleros y de corridos, las plazas de toros de toreros, con Arruza, el supuesto rival de Manolete, a la cabeza, los cines de películas de Cantinflas. Y todo contribuyó a crear una imagen tópica y banal. Para mí todo cambió en la década de los sesenta, paradójicamente cuando ya vivía en Londres. En la librería para hispanistas Grant & Cutler de Strand descubrí El arco y la lira. Con excepción de los comentarios de San Juan de la Cruz a su propia poesía, nunca había leído a un escritor en lengua castellana reflexionar sobre la poesía con reflexiones que iluminaban a un tiempo la poesía moderna y la del propio Paz. Es una verdadera teoría, sin la voluntad didáctica de Aristóteles o la programática de Boileau. Era algo que iba a distin-guir siempre a Paz: la capacidad de equilibrar inteligencia, conocimientos y pasión vital, un rasgo que determinará toda su obra. Descubrí también El laberinto de la soledad, una magnífica introducción a la historia, a la sociedad y al alma mexicana, a su personalidad, a la celebración del Carnaval y de la muerte, a las máscaras que ocultan nuestra personalidad. Pero lo más revelador para mí fue, precisamente, esta visión antropológica que trascendía la psicológica, por no decir psicoanalítica de Samuel Ramos y su Perfil del hombre. El Laberinto lo utilicé, como los utilizaron tantos colegas míos, en mis largos años de profesor universitario como introducción a no sólo a México sino también a América Latina. Pero lo más extraordinario es cómo a través del apéndice en torno al mito, y más concretamente al mito del laberinto, eleva a reflexión poética lo que era reflexión sociológica. Esa ascensión podríamos decir mística que se observa en toda su obra.

Con La centena, una selección de su poesía publicada por su amigo Barral en 1969, se completa esa etapa de iniciación. Se trata de una selección de sus poemas más significativos, que se verá ampliada en 1989 con Lo mejor de Octavio Paz. Allí en-contramos la esencia de una poesía, la de Paz, que cambiará radicalmente mi forma de ver el mundo y mi forma de escribir. El paisajismo, al que nos tenían condenados los poetas españoles, del peor Machado de Campos de Castilla a los garcilasistas de la inmediata posguerra, se ve sustituido por una naturaleza que es, como en el mejor Machado, alma. La vida de los árbo-les, que culminará en Árbol adentro, de 1987, la semilla, los jardines y los frutos, la luz, la transparencia, el agua, la piedra, las ruinas, lo que se pudre, es decir, lo intemporal o eterno y lo temporal. Esplendor de la luz del universo intensificado por los colores, más concretamente los de ¿Aguila o sol? y, por supuesto, los de Blanco. México y el universo. El cuerpo como síntesis del mundo, exaltación de lo femenino y de lo erótico, encuentro amoroso que rechaza toda abstracción o conceptualización. Porque en Paz los conceptos se trascienden en esencia poética, incluso allí donde hay reflexiones en torno a la percepción, al yo y el otro, al pensamiento, a la esencia, a lo invisible, al movimiento y la quietud. También cuando habla del tiempo, de la

Homenaje en Segovia, España

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eterno y lo temporal. Esplendor de la luz del universo intensificado por los colores, más concretamente los de ¿Aguila o sol? y, por supuesto, los de Blanco. México y el universo. El cuerpo como síntesis del mundo, exaltación de lo femenino y de lo eróti-co, encuentro amoroso que rechaza toda abstracción o conceptualización. Porque en Paz los conceptos se trascienden en esencia poética, incluso allí donde hay reflexiones en torno a la percepción, al yo y el otro, al pensamiento, a la esencia, a lo invisible, al movimiento y la quietud. También cuando habla del tiempo, de la memoria, de la infancia y de la muerte, para cul-minar en el éxtasis del instante. Y finalmente, está la palabra, la escritura, de nuevo sensualizada y visualizada. Cuerpo y espíritu, hedonismo, percepción visionaria. Añadamos algo que le aleja de la mayoría de los escritores en lengua castellana: el rigor expresivo, la construcción del poema que acaba por convertirse en representación, en signo, la música interior del poe-ma que nada tiene que ver con los poemas musicales tan denodados por Pound, la plasticidad, que sí debe mucho a la pintu-ra. Y la trascendencia, la ascensión mística, el mito, que se eleva por encima de la aridez espiritual de nuestras sociedades. Todo lo convierte así en una poesía única, sin más referentes que el propio Paz. Inevitable no caer subyugado.

El último nivel es, naturalmente, el personal, que no puede desligarse de los dos anteriores. De esto, de la experiencia de con-versar con él, de las colaboraciones en Vuelta, de sufrir su abatimiento en los últimos años, con el incendio de parte de la ca-sa de Reforma y la enfermedad, humillante para quien había sido eternamente joven. Y de la presencia de Marie Jo, siempre fiel al espíritu del poeta. Ojalá sea de esto que podamos hablar también aquí: no sólo de lo que la obra de Paz representó, sino de lo que representó su magnética, inquieta e inquietante personalidad.

D. Juan Antonio Masoliver es catedrático emérito de la Universidad de Westminster de Londres.

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Paz en México y en otras ciudades del mundo en 2008 La Universidad Autonóma de la Ciudad de México (UACM) organizó el homenaje al poeta bajo el la ponencia magistral de Adol-fo Castañon. El seminario-homenaje, “Descansemos en Paz” dispuso de un día de diálogos en el análisis literario entorno a la obra del poeta. Los paneles fueron lideradas por Victoria Núñez Cea, Marisol Luna, Dr. Samuel Martínez, Dr. Gibrán Larrauri, Dr. Tanius Karam, e Irma González Pelayo. Jesús Arriaga I Ixel Hernandez finalizó el homenaje con la presentacion de “La hija de Rapaccini.” El 27 de octubre, el Colegio de México recordó la memoria del poeta con el coloquio internacional, La estación violenta: Cincuenta años después bajo la coordinación de Anthony Stanton, especialista en la obra de Paz y autor de la edición inglesa de El laberinto de la soledad publicada por la Manchester University Press, 2008. Hugo Verani, Nicanor Vélez, Evodio Escalante, Paul-Henri Giraud, Francesco Fava, y Anthony Stanton fueron los encargados de examinar con mayor autoridad la obra del poeta mexicano.

Conferencia dictada de Juan Antonio Masoliver

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En Toronto, Canadá, se festejó una actividad patrocinada por el Consulado General de México en Toronto y la Dirección de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Toronto. El 11 de abril, Eva-Lynn Jagoe leyó poemas en inglés y el agregado cultural del Consulado General de México en Toronto, Gerardo Ochoa Sandy, hizo una semblanza y leyó algunos textos en español.

El Instituto de Literatura Hispanoaméricana de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que dirige Noé Jitrik ofreció un homenaje a Paz el 24 de abril del 2008. Jitrik ofició de moderador y presentador del crítico Jorge Monteleone y de un experto en la obra de Paz, el mexicano Armando González Torres. El acto, auspiciado por la embajada de México en Buenos Aires y por el Fondo de Cultura Económica fue el lugar y foro obliga-do para repasar la relación del poeta con la Argentina y con el grupo Sur, liderado por Victoria Ocampo, en cuya revista se habían publicado sus primeros poemas en el Cono Sur.

Homenaje en Colombia, celebrado el 21 de abril del 2008. El dramaturgo colombiano Jorge Plata presentó un recital con poemas de Octavio Paz para conmemorar el décimo aniversario del fallecimiento del poeta. Javier González, un estudioso de la obra de Paz, plantó la poesía del poeta como “mirar a lo nativo, por fuera de la demagogia y por fuera de la reivindicación culturalista.”

En Tokio, Japón, Aurelio Asiain y Christopher Domínguez Michael abordaron una conferencia en honor a Octavio Paz el pasado mayo del 2008, bajo el patrocinio del Instituto Cervantes Tokio. La labor de Paz como difusor de la literature japonesa, la im-portancia de la pasión crítica del poeta, tanto frente a la tradición literaria y la literature del presente, como en la política fueron temas del diálogo. “Insistimos en cómo, después de Alfonso Reyes, para quien la noción de lo universal no incluía el mundo asiático, Paz había abierto las fronteras de la literatura Mexicana, particularmente hacia China y Japón,” matizó Asiain. Además, Asiain colocó la figura del poeta en la cima de la literatura mexicana y puntualizó el vacío que ha dejado, y la falta que hace alguien como él en las letras mexicanas del siglo XX.

Los Institutos Culturales Mexicanos en Washington, D. C., y Nueva York, celebraron conjuntamente al poeta mexicano y Pre-mio Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz, a diez años de su fallecimiento. Este homenaje se llevó a cabo el jueves 22 de mayo en el Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, y al día siguiente, en el Salón Mumford de la Biblioteca del Congreso. Este homenaje a Paz consistió en un simposio que reunió a distinguidos escritores y académicos como Enrico Mario Santí (Universidad de Kentucky), Yvon Grenier (Universidad de San Francisco Javier, Canadá) y Consuelo Hernández (Universidad Americana). Los tres dialogaron algunos de los temas protagónicos en la obra de Paz: la poesía, el lenguaje, la sociedad, el humanismo y el liberalismo en los tiempos modernos; el pensamiento de la política, la filosofía y la poesía en el intelectual moderno como una vía para establecer una articulación crítica pero iluminadora de nuestro mundo contemporá-neo.

El Dr. Enrico Mario Santí ocupa la cátedra William P. Bryan de Estudios Hispánicos en la Universidad de Kentucky. Ha dado clases anteriormente en Cornell, Georgetown y la Universidad de Miami, donde ocupó la cátedra Emilio Bacardí de Estudios Cubanos. Es autor de numerosos libros de crítica literaria y, en especial, sobre la obra de Paz. Actualmente, prepara una bio-grafía intelectual del poeta.

El Dr. Yvon Grenier es profesor y catedrático de ciencias políticas en la Universidad San Francisco Javier de Nueva Escocia, Canadá. Ha escrito Del arte a la política: Octavio Paz y la búsqueda de la libertad (publicado en español por el Fondo de Cultu-ra Económica, 2004). Ha editado y escrito la introducción a Sueños en libertad, escritos políticos (Seix Barral, 2001), del pro-pio Paz, y obtuvo la beca de la Fundación Octavio Paz en el área de ensayo. La Dra. Consuelo Hernández es una poeta y crítica literaria colombiana. Profesora en Estudios Latinoamericanos en American University (Washington, D. C.). Ha escrito más de cuarenta obras en torno a la poesía latinoamericana, incluyendo dos ensayos sobre Paz, y su obra poética ha sido incluida en numerosas antologías de Latinoamérica, España, Canadá y Estados Unidos.

Paz en otras ciudades del mundo en 2008

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“Octavio Paz: de la palabra a la mirada” reúne obras del pintor contemporáneo estadounidense Robert Motherwell, del ca-talán Antoni Tapies y del francés Marcel Duchamp, las cuales hacen referencia a textos del poeta. El Instituto Cervantes de Bruselas fue el recinto de la exposición que permaneció hasta el 8 de agosto.

El Instituto Cervantes de París alojó la exposición “Los sueños de las cosas. Arte contemporáneo en la obra de Octavio Paz.” La muestra paciana pone en vista las amistades que el poeta sostuvo con figuras del ámbito artístico, como Joan Miró, Antoni Tapies y Vicente Rojo. El poeta mexicano Homero Aridjis, el lingüista Charles Malamoud, el poeta Jacques Roubaud, el hispa-nista Eikechi Hayasgiya y el profesor Hervé-Pierre Lambert participaron en una mesa redonda sobre el tema de la muestra. La exposición se cerró el 25 de julio.

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el Hay Festival y Círculo de Lectores, la editorial de su obra completa, otorgaron los honores debidos al Nobel mexicano con dos sesiones bajo el título ‘Alguien me deletrea. Un decenio sin Octavio Paz,’ el 27 de septiembre en Segovia. Los participantes incluyeron el escritor Juan Goytisolo, el poeta Andrés Sánchez Robay-na, y el crítico Christopher Domínguez en la primera jornada. La segunda sesión incluyeron al poeta Alberto Ruy Sánchez, el catedrático Jason Wilson, y los poetas Alfonso Alegre y Juan Antonio Masoliver. Se presentó un volumen conmemorativo de testimonios sobre Paz de varios escritores y poetas. Aurelio Mayor editó el volumen bajo el sello de Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.

Homenajes en Europa

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Fotografía: Aurelio Asiain

Octavio Paz en los debates críticos y estéticos del siglo XX (A Coruña: tresCtres, 2006. 313 pp.) examina la ambición ética y estética de Octavio Paz y su valiosa contribución al panorama crítico de las artes y las ideas del siglo XX, todo ello mediante un análisis integrador, crítico y teórico de sus textos culminantes y de los debates crítico-literarios más importantes del siglo. El libro abarca cerca de 50 años de la producción poética y estética del Premio Nóbel mexicano y demuestra que Paz no fue un poeta fuera de época, ni un pensador enfrascado en un estética elitista y alienada de los grandes fracasos de la modernidad, sino un auténtico hombre de letras que, ante las vicisitudes de su siglo, adoptó posiciones radicales y propias que lo llevaron a coincidir con la matriz del pensamiento postmoderno. Así, el estudio de Román-Odio logra desvirtuar el mito del esteticismo alienante del pensamiento paciano y ofrecerle al lector un mapa que le permita desplazarse con confianza dentro del comple-jo territorio estético del autor. Queda demostrado que la poesía de Octavio Paz constituye un discurso sincrético e innovador que captura con suprema eficacia, el diálogo del autor con los debates rectores de su tiempo. Aunque se destina principal-mente a estudiantes y lectores de literatura hispanoamericana, dado su énfasis en teoría, apela asimismo a especialistas en otras áreas, incluidos los estudios culturales, la sociología de la literatura o la historia de las estéticas modernas y postmoder-nas. Sobre la autora: Clara Román-Odio es catedrática de literatura hispanoamericana y lengua española en la universidad de Kenyon, en Ohio, Estados Unidos. Recibió su doctorado como especialista de la poesía de Octavio Paz en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill (Estados Unidos). Ha publicado importantes ensayos críticos sobre las estéticas vanguardistas y post-vanguardistas hispanoamericana, incluyendo a autores como Vicente Huidobro, Julio Cortázar y Octavio Paz. A la obra poética de Paz le ha dedicado más de veinte años de investigación, contribuyendo ensayos seminales sobre sus poemas ex-tensos.

The Writing in the Stars: A Jungian Reading of the Poetry of Octavio Paz (University of Toronto Press, 2007, 176 pp.) presenta una lectura de las cinco grandes etapas de la producción poética de Octavio Paz, a la luz de las ideas de la psicología pro-funda de Carl Jung. Intenta establecer un diálogo entre estas dos grandes mentes del siglo XX, para revelar y explorar notables coincidencias e imágenes recurrentes en su pensamiento. Explora las imágenes arquetípicas que abundan en la poesía tem-prana y la etapa surrealista de Paz, y demuestra cómo la estructura circular de los poemas mayores se basa en el círculo sa-grado o mandala oriental, un importante arquetipo de totalidad cósmica e integración psíquica: en cada uno de estos poemas se materializa la búsqueda de armonía e integración personal, la luz en el centro. A una década de la muerte de la máxima figura poética y premio Nobel de México, este estudio se ofrece como un homenaje personal a una de las grandes obras poéti-cas contemporáneas y al placer de su lectura, a la vez que asume el desafío de enfocarla desde otra lengua, el inglés. Sobre el autor: Rodney Williamson es traductor y profesor de lingüística hispánica del Departamento de lenguas modernas de la Universidad de Ottawa. Sus principales áreas de investigación son la lengua española en los medios (prensa, television, Inter-net) y la semiótica multimodal. Su foco de interés es México y los temas mexicanos. Su libro sobre Octavio Paz constituye un homenaje personal al gran poeta. Entre sus libros recientes se cuentan Verbo e imagen en la telenovela mexicana (2005) y La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo: apuntes para una historia de su lengua-je (2006). Es co- editor de Semiotics 2003: Semiotics and national identity (2005), y de “Redefinición de las Américas: pers-pectivas desde México”, Iztapalapa (2006). Actualmente prepara un libro sobre la evolución de las formas del arte occidental (pintura, música, literatura) desde la perspectiva de la semiótica multimodal.

LIBROS

La llama doble. Rayo, 2009. Octavio Paz.

Las palabras y los días. Octavio FCE, 2009. Octavio Paz.

El filo del ideal: Octavio Paz en la Guerra Civil. Visor, 2008. Guillermo Sheridan.

La estación violenta en su novena reimpresión en 2008 bajo el Fondo de Cultura Económica. Editado el 15 de agosto del 1958 por vez primera.

Octavio Paz - Carlos Pellicer. Lumen Editorial, 2008. Juan A Hernández.

Visiones de Octavio Paz. Editorial Porrúa México, 2008. Gloria Vergara.

Lo desconocido es entrañable. Arte y vida en Octavio Paz. Jus, 2008. Rafael Jiménez Cataño.

Publicaciones y Notas

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Jardines errantes (2008) publicado por Seix Barral bajo el título del poema que Octavio Paz dedicó a su corresponsal, el poeta y crítico francés Jean-Clarence Lambert.

A duas vozes : Hannah Arendt e Octavio Paz. Civilização Brasileira, 2007. Eduardo Jardim.

Octavio Paz. Reaktion Books, 2007. Nick Caistor.

El laberinto de la soledad. Editorial Cátedra, 2007. Octavio Paz. Edición de Enrico Mario Santí.

OTRAS PUBLICACIONES

A boy and a girl: for SATB double chorus a cappella. Eric Whitacre y Octavio Paz. Chester Music, 2008: Musical Score: Printed music.

Hermandad (Brotherhood) SATB choir, piano and trumpet. Dorothy Papadakos y Octavio Paz. Oxford University Press, 2007. Musical Score: Printed music.

The labyrinth of solitude and The other Mexico; Return to the labyrinth of solitude; Mexico and the United States; The philan-thropic ogre. Recording for the Blind & Dyslexic, 2007. Sound Recording.

La publicación New World Writing (1952-1964) archiva cartas de Octavio Paz, entre otros autores ilustres del mundo hispáni-co.

PAZ EN YOUTUBE

Surge en youtube un vídeo de Julio Cortázar, Octavio Paz y Aurora Bernárdez en los jardines de la embajada de México en la India a mediados de la década de los 60. El film fue rodado con la cámara de Julio Cortázar y permaneció en las sombras hasta que Aurora Bernárdez se lo facilitara a Montes-Bradley para la realización de su film: “Cortázar: apuntes para un docu-mental (2007)”.

LA SOLEDAD Y GABRIEL GARCIA MÁRQUEZ

(Fragmento del texto de Roberto González Echeverría publicado en Letras Libres, Septiembre 2008 No. 117)

La relectura permite al crítico examinar la novela Cien años de soledad (1967) y concluye: “Además, lo de la soledad no se sostiene, suena falso, cuando se le atribuye a personajes que no parecen sufrirla, y parece demasiado obviamente derivado del existencialismo prevaleciente en los años cincuenta y de Octavio Paz”.

Publicaciones y Notas

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La presencia del jardín en la vida y la poesía del poeta es ubicua. Recopilo citas donde los jardínes pacianos aparecen en las publicaciones del propio Paz.

En El poeta en su tierra de Braulio Peralta: “el jardín es el ejemplo más claro y universal de un espacio mágico profundamente real. Es el teatro de nuestros juegos pasionales”. “El jardín simboliza la unidad primordial, fundada en el pacto entre todos los seres vivos”.

En La búsqueda del presente (Conferencia Nobel 1990): “vivía en un pueblo de las afueras de la ciudad de México, en una vieja casa ruinosa con un jardín selvático y una gran habitación llena de libros”. “El jardín se convirtió en el centro del mundo y la biblioteca

en caverna encantada”.

En Memorias y palabras, carta 141: “Te escribo desde el jardín de un hotel de Cuernavaca, en donde pasamos el fin de se-mana”.

En Pequeña crónica de grandes días: “mi primer contacto con Japón fue a través del arte de la jardinería. Yo viví de niño en una casa con un vasto jardín. Mi abuelo era un admirador de los japoneses y el jardín de su casa había sido diseñado por un jardinero japonés”.

El jardín del poeta, Luis Ríos

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Fotografía: Aurelio Asiain

Luke Parkin, compositor norteamericano complementa sus obras musicales con un tema titulado “Octavio Paz-As One Listens to the Pain” (2007).

For Octavio Paz (2002), es el título de una grabación del conjunto, Six Organs of Admittance. La muestra musical enumera piezas instrumentales con matices meditativos.

Daniel Catán es el autor de Homenaje a Octavio Paz, una grabación musical con temas “La Hija de Rappaccini” y “Mariposa de Obsidiana”.

Eduardo Chillida realizó homenajes en su trayecto artístico como el “Reloj Homenaje Octavio Paz”.

El nombre del poeta en la educación estadounidense se refleja en Chicago, pues una escuela primaria lleva el nombre Octavio Paz, desde 1998.

Se construirá una sala cultural en honor al poeta Octavio Paz en la nueva sede del Senado de la República, en el Paseo de la Reforma, la senadora María Rojo aseguró que así se rinde un homenaje al Nobel.

Aparece un grupo dedicado al poeta en Facebook. Diálogo entre los lectores de Paz abunda de manera electrónica e inme-diata.

En el nombre de Paz

Recordatio Se recuerda el homenaje del 31 de marzo del 2003, a cinco años del fallecimiento del poeta. Una multitud de poetas en el Instituto Mora de la colonia San Juan Mixcoac, cerca a la casa donde el poeta pasó sus primeros años de vida, leyeron textos del poeta. El mismo año, José Emilio Pacheco gana el Premio Octavio Paz bajo la dirección de Guillermo Sheridan.

La Poetry Society of America y la Metropolitan Transportation Authority del Estado de Nueva York, patrocinaron el proyecto Poetry in Motion (1992-2002). El poema Hermandad figuró en el proyecto.

La Fundación Octavio Paz en su época produce tres anuarios, (1999-2001) con artículos de Saúl Yurkievich, Yvon Grenier, Enrico Mario Santí, Anthony Stanton, Hugo J. Verani, entre otros críticos importantes.

El poeta es premiado con el Premio Cervantes 1981. Paz, en su discurso dice, “el escritor nuestro que encarna más completa-mente los distintos sentidos de la palabra liberal. El Quijote es una obra animada por el principio contrario, la ironía, que es ruptura de la correspondencia y que subraya con una sonrisa la grieta entre lo real y lo ideal”. La lengua pasa a ser columna central de la cultura hispánica: “Decir lengua es decir civilización: comunidad de valores, símbolos, usos, creencias, visiones, preguntas sobre el pasado, el presente, el porvenir”.

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El día que conocí a Octavio Paz fue el día que leí El laberinto de la soledad, para un curso de un crítico muy amigo de Paz, en la Universidad de California, Davis. Desde entonces supe que el tema sería el autor de Libertad bajo palabra. A medida de los años, me topé con gente que conocía a Paz. En Nueva York, Mordecai Rubín, resultó ser amigo del poeta Nobel, desde sus días de alumno de doctorado en la Universidad de Maryland. Rubín había vivido en México, estudiado en la UNAM y trabajaba una tesis sobre Gorostiza y Muerte sin fin. En 1960, Paz participa en el examen de tesis de Rubín, en la misma institución. Desde entonces, Paz y Rubín se frecuentaban en Nueva York. Rubín recordaba sus momentos a lado de Paz, en un bar de Greenwich Village. El primer libro de crítica que leí era de Enrico Mario Santí y las ediciones de Cátedra, de Libertad bajo palabra y El laberinto de la soledad, también de Santí. El ensayo de Anthony Stanton acerca de Quevedo y Paz, uno de los me-jores que he leído, bien pudiera hacerse un libro extenso. Desde luego, la Bibliografía crítica de Octavio Paz, de Hugo J. Verani, es otro libro obligatorio en los estudios pacianos. La labor de Guillermo Sheridan, también merece mención pues sus escritos aportan una perspectiva valiosa para descifrar el mundo paciano. Saúl Yurkievich, Gabriel Zaid y Enrique Krauze, presentan dimensiones enriquecedoras además. Los demás, los iba leyendo a través de los años. Hoy día, el BOP es una publicación en primera fila, una semilla paciana, con sombra y luz. Sí, existe una sociedad de literatos pacianos, cada figura en su portal. El futuro de los estudios pacianos en los Estados Unidos cae en las manos de pocos. No sería aventuroso decir que los lectores de Paz, en particular los estudiantes en formación, requieren de una lectura bastante amplia. La presente publicación elec-trónica será el medio para trasladar la información.

Homenaje a un poeta que no conocí, Luis Ríos

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Fotografías: Gerardo Piña-Rosales

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Agradecimientos a los colaboradores del presente número

Aurelio Asiain, Kansai Gaidai University, Japan

Daniel Fernández, Lehman College, CUNY

Robert Gardner, Harvard University

Yvon Grenier, St. Francis Xavier University

Juan Antonio Masoliver Ródenas, University of Westminster, London

Rocio Oviedo y Pérez de Tudela, Universidad Complutense de Madrid

Gerardo Piña-Rosales, Academia Norteamericana de la Lengua Españols

Clara Román-Odio, Kenyon College

Enrico Mario Santí, University of Kentucky

Joaquín Segura, Academia Norteamericana de la Lengua Española

Anthony Stanton, El Colegio de México

Jason Wilson, University College London

Rodney Williamson, University of Ottawa

“Yo creo que las grandes civilizaciones se han identificado siempre con una tra-dición poética: Grecia y Homero, Roma y Virgilio, Inglaterra y Shakespeare,” senten-cia Paz en una conversación con Tetsuji Yamamoto y Yumio Awa, publicada en Iichiko Internacional, Tokio.

Sólo faltó decir: México y Octavio Paz. Y España y Cervantes.

Los numerosos homenajes, conferencias y coloquios por todo el mundo—a diez años de su fallecimiento—son prueba de una fase nueva en el presente siglo, para seguir el laberinto de Paz, el camino a la lectura de sus obras y el riguroso estudio de ellas. Para esta empresa, las obras completas son herramientas fundamentales. Las publicaciones de Sheridan, Williamson, Santí, Román-Odio, Yvon Grenier, y demás críticos importantes hacen camino a las futuras generaciones de lectores y estudiosos en Paz. El apoyo a los nuevos investigadores también es un requisito.

Después de Sor Juana Inés de la Cruz, como dice D. Luis Leal, profesor de la Univer-sidad de California, y Académico Numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Octavio Paz encarna el México del siglo pasado.

El legado de Octavio Paz según él...

Boletín Octavio Paz (BOP) es una publica-ción de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).

Director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales

Editor del BOP, Luis Ríos [email protected]