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Trenes

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  • TRENBOLETN DE LA ASOCIACIN SEVILLANA DE AMIGOS DEL FERROCARRIL - NMERO 48 - JUNIO 2012

    RECUPERACIN DE UNA SEAL

    UNA VERDADERA ESTACIN MUSEO

    PATRIMONIO HISTRICO FERROVIARIO

  • 2 TREN

  • 3Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    BOLETIN DE LA ASOCIACIN SEVILLANA DE AMIGOS DEL FERROCARRIL NMERO 48 - JUNIO 2012

    EDITA Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril (ASAF) Estacin Sevilla Santa Justa, andn 8-9 Apdo. de correos 3145 - 41080 Sevilla Telefono: 954 485 090 Correo-e: [email protected]

    DIRECTOR Manuel Galn Eruste

    CONSEJO DE REDACCIN Mario Fontn Antnez Antonio Gutirrez Ruiz Jun Jos Romero Rioja COLABORAN EN ESTE NMERO Manuel Galn Eruste Antonio Gutierrez Antonio Montilla Lucena Mario Fontn Antnez Mikado Amoluc

    DISEO Y MAQUETACIN Antonio Montilla Lucena

    IMPRIME Copy Sevilla

    FOTO DE PORTADA

    Dos joyas del patrimonio ferroviario abandonan la estacin de Cazalla-Constantina con un mercante destino Sevilla. En cabeza la 1601, afortunada-mente preservada hoy da por AZVI. Foto. Antonio Gutirrez (17/2/1990)

    DEPSITO LEGAL SE-216-1990

    El boletn no se hace solidario con las opiniones expresadas en los artculos publi-cados, siendo sus autores quienes deben responder de lo que en ellos se manifiesta. Permitida la reproduccin previa autoriza-cin por escrito de la ASAF, debiendo en todo caso figurar el nombre del autor y el origen del contenido reproducido. La Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril (ASAF) es una entidad fundada en 1959 cuyas actividades estn exentas de lucro.

    EditorialSalvemos el patrimonio

    Fue precisamente la destruccin de una estacin ferroviaria, la Euston Station de Londres, en 1962, lo que di origen al nacimiento de la Arqueologa Industrial y a la defensa de algo que hasta enton-ces no haba sido valorado ni considerado digno de preservacin.

    Las primeras acciones oficiales destinadas a la conservacin del Pa-trimonio Industrial, que incluye el ferroviario y abarca tanto los restos fsicos como la documentacin, se produjeron en 1978 con la reunin en Suecia del primer Comit Internacional para la Conservacin del Patrimonio Industrial.

    En esta misma dcada se produjeron grandes avances en el fe-rrocarril espaol, como el final de la traccin vapor, que dejaron en desuso gran cantidad de material con el que no se saba muy bien que hacer y que finalmente acab en su mayor parte desguazado y perdido para siempre.

    Pasaron un par de dcadas antes de que el escaso patrimonio salvado dejase de ser una carga y se convirtiese en motivo de pro-yectos tursticos, al amparo de los cuales nacieron parques mineros como el de Riotinto, ferrocarriles tursticos como el Tren de la Fresa o museos temticos como el de Gijn o el de los Ferrocarriles Vascos.

    Desde finales del siglo XX y ms an al inicio del siglo XXI, nuestro

    ferrocarril se ha visto inmerso en la revolucin de la Alta Velocidad y ello ha llevado casi al abandono del ferrocarril tradicional, aqul que pasaba por los pueblos e incluso paraba en ellos.

    Dicen que el hombre es el nico animal que tropieza dos veces en la misma piedra y tienen razn, porque nuevamente estamos abandonando, cuando no destruyendo directamente, aquello que va quedando obsoleto, si es que antes no ha sido robado y expolia-do por los amigos de lo ajeno, so pretexto, muchas veces, de la crisis laboral y econmica que padecemos.

    Somos los que nos consideramos amigos del ferrocarril, los que ms tenemos que luchar porque el pasado no se repita en el futuro.

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    06 - Un concepto relativamente reciente

    Patrimonio histrico ferroviario

    26 - Incremento del patrimonio ASAF

    Recuperacin de una seal

    Sumario

    18 - Salvadas del desguace...

    Historia de tres locomotoras

    28 - La lucha para recuperar una locomotora

    SM-27

    05 - A pie de va

    Imgenes patrimonio histrico

    22 - Poblados ferroviarios. Un patrimonio en peligro

    Almorchn

    12 - Cazalla-Constantina

    Una verdadera estacin museo

    31 - Abandono, desidia y expolio...

    Huelva, el patrimonio perdido

  • 5Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    A pie de vaImgenes que son patrimonio histrico.

    A pie de va, tal como reza la cabecera de esta pgina, fue realizada esta foto el 18 de septiembre de 1977. El TAF procedente de Huelva que enlazaba con el Talgo Cdiz-Madrid, an circulaba por el ramal San Jerni-mo-San Bernardo, lo que hoy es Avenida Alcalde Manuel del

    Valle, en cuya esquina de la Casa Cuna, est inmortalizado. Este tipo de imgenes son sin duda patrimonio histrico ferroviario que no debe perderse, como por desgracia se perdi el automotor, desguazado por error, cuando ha-ba sido preservado para su exposicin en el museo. n

    Antonio Montilla

    A pie de va

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    E l concepto de patrimonio histrico ferroviario y la conveniencia de su con-servacin es algo que nace en el ltimo tercio del siglo XX.

    Con anterioridad a la dcada de los setenta no se puede de-cir que hubiera patrimonio que conservar pues prcticamente todo lo que el ferrocarril haba creado en sus 125 aos de vida segua vivo y plnamente ltil. A medida que nuevas locomo-toras ms potentes y coches ms modernos formaban las composiciones de los expresos nocturnos y rpidos diurnos, el material que se iba liberando se utilizaba para trenes de menor categora, pero no por ello me-nos importantes para los habi-tantes de las reas que servan.

    Un caso paradigmtico era el del conocido en Crdoba como Correillo de Marchena, ltimo servicio al que se destinaba el material antes ser relegado a ser-vicios auxiliares, como el trans-porte e incluso alojamiento del personal en trenes de trabajo en el caso de los vagones o la reali-zacin de maniobras en el de las locomotoras. Buena prueba era la existencia de mquinas con ms de un siglo de antiguedad maniobrando en las estaciones o vas interiores de las industrias a las que finalmente se vendan.

    Si el deterioro llegaba a hacer totalmente inservible el material, se desguazaba sin ningn mira-miento, como sucedi con la Ma-tar, la primera locomotora que circul por suelo espaol, que

    fue desguazada tras sufrir un accidente cuando la bajaban de un arco sobre el que haba esta-do expuesta con motivo de una visita de Alfonso XII en 1877, por lo que hubo que construir una r-plica para la celebracin del Cen-tenario en 1948 que es la que hoy se conserva.

    A finales de los sesenta y prin-cipios de los setenta, al ver pasar locomotoras remolcadas hacia antiguos depsitos que, como el de Puente Genil, se haban con-vertido en centros de desguace, comenz a tenerse conciencia de que haba que conservar algo de aquello para conocimiento de las futuras generaciones y al-gunas piezas, no siempre las de mayor valor histrico ni las que se encontraban en mejores con-

    Texto y fotos: A.Montilla

    Patrimonio histrico ferroviarioEl concepto y la necesidad de su conservacin es algo relativamente reciente.

    Mikados en espera de desguace. Puente Genil. 1978.

  • 7Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    diciones, fueron seleccionadas, indultadas y preservadas para la posteridad.

    El primer y ms comn destino de aquel material salvado in ex-tremis fue su conversin en mo-numentos en parques y jardines, generalmente de poblaciones muy relacionadas con el ferroca-rril, como ocurri en el importan-te nudo ferroviario de Alcazar de San Juan o Ciudad Real. Tambin se instalaron dentro de las pro-pias instalaciones ferroviarias, como el depsito de Granada o la antigua reserva de Arcos de Jaln, en Soria, donde el lugar de colocacin de una locomotora Mikado contribuy a salvar tam-bin una placa giratoria.

    Algunos de aquellos monu-mentos debieron ser iniciativa de personas cuya relacin con el fe-rrocarril era ms que dudosa a te-nor de como fueron concebidos. Como ejemplo valgan las loco-motoras instaladas frente a la es-tacin de Orense o en el Parque Aurelio Teno de Pozoblanco (Cr-doba) sin algo tan esencial para ellas como el tender, desatino que, si bien en el primero de los casos se subsan con posteriori-dad, an subsiste en Pozoblanco, mientras el tnder se pudre en en San Jos de la Rinconada a la espera de que alquien decida re-unirlo con su compaera.

    Gran cantidad de material se fue almacenando en estaciones y depsitos clausurados, como la Estacin de Delicias, en Madrid, cerrada desde 1969, o el dep-sito de Villanueva y Geltr, en Barcelona, que con el tiempo se convertiran en sedes del Museo Nacional Ferroviario y cuando el espacio result insuficiente, se habilitaron nuevos almacenes como el de Canfranc e incluso hubo material que qued disper-

    so por la geografa ferroviaria es-paola, como en Alcazar de San Juan, donde lleg a formar un pe-queo museo, o en Sevilla donde el Piojo Verde, nico automotor a vapor que circul por nuestras vas y tres locomotoras de vapor permanecieron en la rotonda cir-cular y techada del depsito de

    San Jernimo, un elemento del patrimonio histrico ferroviario ya de por s con suficiente valor para ser conservado y reconver-tido en sede de museo, pero que fue destruido con motivo de las reformas de la red ferroviaria pro-

    movidas por la Expo92Salvo contadas excepciones,

    el material as almacenado fue sufriendo los efectos de la intem-perie y el vandalismo que poco a poco lo privaron de las condicio-nes de marcha y hasta de las m-nimas condiciones estticas para ser expuesto.

    La creacin del Museo Ferro-viario en 1984 y de la Fundacin de los Ferrocarriles Espaoles un ao despus, contribuyeron sin duda a preservar piezas que de otro modo se hubiesen perdido, pero no represent una mejora

    Patrimonio histrico ferroviario

    030-2216 Alcazar S. Juan 1987

    Piojo Verde San Jernimo Sevilla. 1978.

    Con locomotoras preservadas se levantaron monumentos en poblaciones ligadas al ferrocarril.

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    sustancial en cuanto a su con-servacin y un ejemplo cercano de esto ltimo lo tenemos en la 1615, primera locomotora diesel de lnea que circul en Espaa, que fue dada de baja a finales de 1977 cuando se encontraba en reparacin en los talleres de

    Sevilla Santa Justa, perfectamen-te pintada y a punto de serle reinstalado el motor, lo que de haberse hecho la habra dejado en condiciones de marcha, pero que tras permanecer unos meses apartada en los mismos talleres fue trasladada a Madrid y alma-

    cenada en Delicias, donde lleg a estar en un estado tan deplo-rable que precis de un buen trabajo de acicalamiento esttico para ser expuesta entre el mate-rial que hoy se contempla bajo la marquesina de aquella estacin.

    A pesar de lo dicho anterior-

    mente, no todo ha sido malo. Una mnima parte del material preservado fue restaurado y puesto en orden de marcha y es de justicia citar a entidades que contribuyeron a ello, como la propia Fundacin de los Ferroca-rriles Espaoles, a cuyo cargo se

    encuentra el Museo Ferroviario y tiene en orden de marcha loco-motoras como la 140-2054 que en tiempos sirvi para el rodaje de pelculas en el oeste alme-riense y que tras aos de perma-nencia en Guadix fue trasladada recientemente a Madrid donde en alguna ocasin ha remolcado el Tren de la Fresa; la Asociacin para la Reconstruccin del Mate-rial Ferroviario, ARMF, de Lrida, a la que se debe la recuperacin y mantenimiento en marcha de elementos tan singulares como la Cuco, la Garrafeta o las Ye-yes que realizan el Tren de los Lagos entre Huesca y Balaguer. Tambin algunas asociaciones de Amigos del Ferrocarril son depositarias de material que mantienen en estado de marcha como la leonesa con la Mikado 141-2346 y la elctrica inglesa 7766 o la madrilea con las UT-440.096 y 435.005 y la locomoto-ra 269.604.

    En un entorno geogrfico ms prximo, hay que fijar la atencin en el Ferrocarril de Riotinto, parte de cuyo material se dispers tras el cierre llegando a lugares tan le-janos como una chaterrera zara-gozana en la que form parte de un curioso museo o una rotonda de allende el Ebro donde la lo-comotora nmero 61 sufre los ataques de los vndalos, pero del que, gracias a la Fundacin Rio-tinto se han conservado elemen-tos de gran valor como el vagn del Maharajh que fue construido para un viaje que la reina Victoria a la India y trado a Riotinto con ocasin de una visita realizada por Alfonso XIII y es considerado el ms lujoso de via estrecha del mundo, o una curiosa locomoto-ra-tender-grua, ambos exhibidos en su museo. Tambin se han restaurado y puesto en orden de

    Tren turstico de Riotinto.

    La 1615, ya dada de baja, en Santa Justa. Marzo de 1978

    Algunas asociaciones de Amigos del Ferrocarril mantienen material mvil en orden de marcha.

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    marcha varias locomotoras de vapor y diesel as como coches de viajeros con los que se reali-zan diariamente uno o dos trenes tursticos por el tramo de lnea recuperado hasta la estacin de Los Frailes, cuya xito de pblico demuestra lo necesaria y acerta-da que es la preservacin del pa-trimonio histrico ferroviario.

    Otros elementos del patrimo-nio histrico ferroviario a tener en cuenta son los inherentes a la propia infraestructura, como los edificios, cuya preservacin resul-ta ms complicada, pues lo que siempre se nos ha presentado como una ventaja del ferrocarril, que te lleva hasta el centro mis-mo de la ciudad, lo que sin duda es bueno para el viajero, parad-jicamente lo ha convertido en el origen de todos los problemas de expansin y comunicacin ur-bana, especialmente a partir tam-bin del ltimo tercio del siglo XX.

    Ejemplos de esto son Sevilla y Crdoba donde, con motivo de la Expo92 en Sevilla y una vez finalizada la misma en Crdoba, se modific completamente el trazado ferroviario liberando te-rrenos de gran valor urbanistico, en los que la preservacin de cualquier elemento ferroviario resultaba, cuando menos, dificil.

    A pesar de ello se conservaron los edificios de las estaciones se-villanas, si bien es cierto que el de Plaza de Armas, convertido en centro comercial, en mayor medida que el de San Bernardo, actualmente en estado de semia-bandono y albergando un merca-do provisional, que ya se sabe lo que eso dura en Sevilla. Tambin se conserv la caseta de control conocida como La nica en la calle Torneo, actualmente aban-donada y en estado deplorable, las naves de los Talleres de San

    Jernimo y la rotonda del Dep-sito de San Bernardo, tambin abandonadas y arruinadas. En Crdoba, sera un eufemismo de-cir que se conserv la estacin.

    Coincide tambin el periodo temporal ya citado con el inicio

    del cierre de lneas frreas y con-secuentemente el rpido dete-rioro de su infraestructura, en el poco probable caso de que no lo estuviese ya con anterioridad y es en la recuperacin y puesta en va-lor de estas, si bien con una finali-dad totalmente distinta de aque-

    lla para la que fueron concebidas, donde la Fundacin de los Ferro-carriles Espaoles juega un papel fundamental a partir de 1993 con su programa de Vias Verdes, que ha permitido recuperar trazados de ferrocarriles cuya construccin

    se inici en los aos veinte del siglo pasado y nunca se termina-ron, como el de Jerez-Almargen, y otros cerrados por deficitarios como el de Linares a Puente Genil, con sus magnficos puentes met-licos de pilares tambin metlicos que son quiz los ltimos testimo-

    Va Verde de la Subbtica. Lnea Jan-Puente Genil.

    Patrimonio histrico ferroviario

    Centro comercial en Plaza de Armas

    El programa de Vas Verdes ha contribuido a salvar valiosos elementos de la infraestructura ferroviaria.

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    nios de este tipo de ingeniera. En estas Vas Verdes, las antiguas es-taciones se han reconvertido en hostales o restaurantes para viaje-ros que llegan por medios muy di-versos aunque nunca ferroviarios e incluso alguna de ellas, como Cabra de Crdoba, es sede de un minimuseo con una locomotora de vapor, un pequeo tractor die-sel y un vagn cerrado de tipo J.

    Las asociaciones de Amigos del Ferrocarril pueden y deben desempear un papel importan-te en la busqueda de patrimonio histrico ferroviario y su puesta

    en conocimiento de quien co-rresponda y tenga potestad para su catalogacin y preservacin y en ese sentido hay que recordar que la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril ya lo ha hecho en alguna ocasin, como a principios de los ochenta cuan-do gestion la recuperacn y re-paracin de la locomotoras La Nia y un vagn del tren de la Exposicion Iberoamericana de 1929, que fueron expuestos en 1983 en el Casino de la Expo-sicin. Hoy la locomotora, que siempre se mantuvo bajo nues-

    tro cuidado, an se conserva en orden de marcha y a la espera de un futuro museo, mientras que del vagn, veinte aos despus de su reconstruccin, slo pudi-mos recuperar los bogies. Tam-bin fueron socios de ASAF los que descubrieron la existencia de tres tranvas bajo un montn de chatarra en las ya desaparecidas cocheras de Tranvas de Sevilla en Triana y gracias a las gestiones de nuestra Asociacin, dos de ellos se reconstruyeron estticamente y estn expuestos en la estacin de autobuses de Plaza de Armas y las cocheras de Tussam respec-tivamente.

    Por ltimo, hay que citar un pa-trimonio histrico ferroviario con-denado a su desaparicin y del que hay que salvar rpidamente lo poco que queda. Se trata de los testimonios de aquellos que vivieron una poca del ferrocarril que ya no volver, que no slo hay que escuchar sino recoger en algn medio susceptible de con-servacin antes de que sea de-masiado tarde, que en muchos casos ya lo es.n

    La Nia Casino de la Exposicin.

    1983

    Las historias de los ferroviarios

    tambin son patrimonio.

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    T res adultos y dos peque-os que corretean por el andn aguardan la llega-da de un tren que, con puntuali-dad de AVE, emerge de la boca del tunel distante apenas cien metros y se detiene en la esta-cin. De l descienden tres via-jeros es un recurso literario, porque el piso del automotor serie 598 queda a la altura del recrecido andn y se abrazan con los que esperaban.

    El edificio de la estacin es de tres cuerpos, con una planta en los extremos y dos alturas en el centro, donde un letrero de azulejos amarillos y letras azules anuncia: Almonaster-Cortegana.

    Uno de los viajeros lo mira sor-prendido por su perfecto estado de conservacin y los cristales tintados de sus puertas que, sin duda, no es lo que cabra esperar de una vieja estacin con ciento veinticinco aos de antiguedad

    y largo tiempo cerrada. Cuando camina con sus familiares hacia el coche estacionado en la parte trasera descubre un letrero dife-rente. En aqul lo que se lee es: Casas Rurales-Antigua Estacin.

    Es un ejemplo de cmo el pa-trimonio histrico ferroviario, en este caso una estacin, de las que hay muchas en ruinas a lo largo de nuestras vas, puede ser recuperado gracias a la iniciativa privada que aqu, aprovechando el atractivo natural, histrico y gastronmico de la zona, lo ha reconvertido en un alojamiento rural de tres viviendas, a las que muy acertadamente han deno-

    minado: La Estacin, Casa del Jefe de Estacin y El Telgrafo, con capacidad de hasta dieciseis personas en la primera de ellas y hasta seis en las otras dos.

    No es algo excepcional en la conversin de edificios ferrovia-rios en alojamientos tursticos, pues ya hay precedentes en las vas verdes creadas aprovechan-do lneas frreas en desuso, pero es menos comn que esto se lleve a cabo en una lnea que si-gue activa, aunque con el escaso trfico de un par de trenes al da. Lteralmente se le puede decir al cliente que tiene el tren a la puer-ta del hotel. n

    Almonaster-CorteganaUn ejemplo de recuperacin y reutilizacin del patrimonio histrico ferroviario.

    Almonaster-Cortegana

    Texto y fotos: A.Montlla

    Letrero en la trasera del edificio.

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    Una verdadera estacin museoCazalla-Constantina, en la lnea Mrida-Los Rosales.

    Texto y fotos: Antonio Gutirrez Ruiz (Salvo mencin expresa)

    E n un pas como Espa-a, y concretamente en la regin andaluza, no ha existido una cultura entre la sociedad en general y entre las administraciones en particular que promuevan la preservacin de elementos de valor relaciona-dos con el patrimonio industrial. De ah el valor de los elementos preservados casi milagrosamen-te en la estacin de Cazalla-Constantina.

    La estacin de Cazalla-Cons-tantina se encuentra en el pun-to kilomtrico 156 de la lnea Mrida-Los Rosales. Es una es-tacin emplazada en un punto intermedio entre las poblacio-nes de Constantina y Cazalla de la Sierra, situadas a 12,4 y 8,7 km respectivamente.

    El ferrocarril Mrida-Sevilla

    La primera concesin para un ferrocarril entre Mrida y Sevi-lla se remonta a abril de 1856, como parte de un proyecto que no prosper y que partiendo de Almansa, pasara por Alczar de San Juan, Ciudad Real, Mrida y Badajoz, partiendo desde Mri-da un ramal hasta Sevilla. El 24 de marzo de 1869 se otorg la concesin de Sevilla a Mrida, a perpetuidad y sin derecho a subvenciones, a Manuel Pas-tor y Landero. Sin embargo, en 1872 se cambiaron los trminos de tal concesin por la de ca-rcter temporal a 99 aos y con derecho a subvencin, as que pronto empezaron las obras de construccin por sus dos extre-

    mos, Mrida y Los Rosales (Toci-na Empalme en aquella poca), distante 35 km de Sevilla.

    En 1878 se produce el primer intento de anexin de la Com-paa del Ferrocarril de Sevilla a Mrida por parte de MZA, aun-que sin resultados positivos, las negociaciones continuaron y en 1880 MZA se anexion la l-nea que esas fechas tena ya en servicio los tramos Los Rosales-Villanueva del Ro y Minas (inau-gurado el 1 de mayo de 1870), Villanueva del Ro y Minas-Pe-droso (23 de junio de 1874), M-rida-Zafra (3 de junio de 1879) y Zafra-Llerena (20 de abril de 1880). Las dificultades econmi-cas por las que pasaba Manuel Pastor y Landero propiciaron que sus acreedores se agrupa-

    La moderna imagen corporativa de Renfe contrasta con el veterano edifcio de la estacin.

  • 13Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    sen en la Sociedad de Ferroca-rriles Extremeos que mantuvo un largo litigio con MZA para invalidar la absorcin de Mrida Sevilla, aunque la deseada nuli-dad nunca lleg. Con los extre-mos de la lnea en servicio, MZA inaugur el ltimo tramo, el ms difcil de la lnea, entre Pedroso y Llerena el da 16 de enero de 1885. En este ltimo tramo se encuentra situada la estacin de Cazalla-Constantina.

    Descripcin de la lnea Mrida-Los Rosales

    El primer tramo de la lnea, en-tre Los Rosales y Villanueva del Ro y Minas cruza el ro Guadalquivir, y su zona de avenidas, mediante una serie de pequeos pontones y un largo viaducto metlico de siete tramos. Tras cruzar el ro, as-ciende 40 m en 6 km hasta llegar a Villanueva del Ro y Minas, tra-mo en el que concurren las esta-ciones de Tocina y Alcolea del Ro. Entre Villanueva del Ro y Minas y Pedroso, uno de los tramos ms duros de la lnea, pues en 24 km se ascienden 320 m. existieron las estaciones de Los Labrados y Ventas Quemadas, y precisamen-te entre estas estaciones, existe un tramo dursimo conocido por el personal de conduccin como El Cerro Guillermo (en homena-je a un veterano maquinista de la poca del vapor) donde la rampa alcanza las 27 milsimas.

    En el tramo entre Pedroso y Ala-ns, donde se sita la estacin de Cazalla-Constantina, se encuen-tran tres tneles que se suman al denominado n 1, ubicado poco despus de pasar la estacin de Guadalcanal y que, adems de ser el punto ms alto de la lnea, con 752m sobre el nivel del mar,

    es la divisoria entre Andaluca y Extremadura.

    Entre las estaciones de Caza-lla-Constantina y Alans existi un ramal, desde Bifurcacin Rio Hueznar a Cerro del Hierro, clau-surado en torno a 1970.

    Hasta entonces, la lnea era as-cendente y, desde este tnel, el perfil comienza a descender ha-cia Extremadura con una suave bajada de 10 km hasta la estacin de Fuente del Arco, donde existi enlace con la lnea de va mtrica de Fuente del Arco-Pearroya-Puertollano. Desde Fuente del Arco el perfil de la lnea es prc-ticamente llano hasta alcanzar Zafra, donde enlaza con las lneas Zafra-Huelva y Zafra-Jerez de los Caballeros y contina con largos tramos rectos hasta Mrida, don-de se encuentra el origen de la l-nea y a la que alcanza tras cruzar la obra de ms calado de toda el recorrido, el impresionante puen-te metlico de 11 tramos con el que se salva el ro Guadiana.

    Trfico

    Desde sus orgenes, el trfico de viajeros de la lnea Mrida-Los Rosales tuvo un carcter meramente regional, con trenes que generalmente unan la capi-

    tal Andaluza con las poblaciones extremeas de Mrida o Bada-joz. Los nicos trenes de largo recorrido que han circulado por Cazalla han sido dos, el mtico Ruta de la Plata que enlazaba Sevilla y Gijn (1969 a 1985), y otro que una Sevilla y Madrid por Cceres (1992 y 1993).

    En la actualidad la estacin de Cazalla-Constantina est servida los das laborables por un servicio diario en cada sen-tido Sevilla-Mrida y un servicio Sevilla-Llerena. Al ser uno de los extremos de la lnea C3 de Cercanas, Santa Justa-Cazalla Constantina, tambin tiene un servicio diario Sevilla-Cazalla en cada sentido, que son dos los sbados, domingos y festivos. La cantidad de viajeros que utiliza la estacin los das laborables es muy baja, prcticamente nula, debido a la lejana de los ncleos de poblacin, sin embardo los sbados y festivos acuden gran cantidad de viajeros para pasar el da en la ribera del ro Hueznar y hacer senderismo por las rutas de la sierra norte sevillana.

    El trfico de mercancas lleg a ser bastante importante hasta finales de los aos 60 y principios de los 70 del siglo pasado, debi-do a que por la lnea circularon productos con origen y destino

    Correo Sevilla-Badajoz remolcado por una 2100, cruzando el puente sobre el Guadalquivir. 14.Mar.1982. Foto:amoluc

    Una verdadera estacin museo

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    en Galicia y Asturias, y que via-jaban hasta Andaluca utilizando la Ruta de la Plata, va Astorga-Zamora-Salamanca-Cceres. A ello se le sumaba el trfico regio-nal de mercancas Extremadura-Andaluca y los trficos locales de mineral que produca el ra-mal de Cerro del Hierro.

    El descenso continuado en los trficos de mercancas en Renfe ha llevado a la situacin actual, en la que solo circula un tren de mercancas, en algunas pocas a diario, que subsiste gracias a la industria metalrgica del Grupo Gallardo, situada en la localidad de Jerez de los Caballeros y que exporta e importa sus produc-tos a travs del puerto de Sevilla.

    Los trenes habitualmente trans-portan chatarra y elaborados del acero, como bobinas de chapa.

    Locomotoras

    Las primeras locomotoras que circularon por la lnea fueron del tipo 120 para viajeros, nume-radas en MZA como 143 a 148 y construidas por Cockerill en 1879 para la compaa origina-ria del Mrida Sevilla. Solo dos de estas locomotoras llegaron a Renfe matriculadas como 120-2071 y 120-2072. Tambin con-t la compaa originaria con 10 locomotoras de mercancas, tipo 040, tambin construidas

    por Cockerill y que en MZA fue-ron numeradas como 537 a 546 y, una vez en Renfe, tomaron la matriculacin 040-2061 a 040-2070. Procedentes del ferrocarril Ciudad Real-Badajoz, MZA man-tuvo circulando por esta lnea otras locomotoras de mercan-cas tipo 040, de la serie 501 a 512 y 526 a 527, posteriormente Renfe 040-2031 a 040-2052.

    Las locomotoras de vapor ms caractersticas de la lnea fueron, sin duda, las de la serie MZA 1101 a 1220, construidas por Henschel entre 1912 y 1921. Con un dime-tro de ruedas motoras de 1.400 mm y disposicin de ejes tipo 240, demostraron ser unas locomoto-ras muy eficaces tanto en el arras-tre de trenes de viajeros como de mercancas por lneas de perfil duro. Debido a que fue una serie numerosa, MZA las destac a sus principales depsitos.

    En Andaluca destacaron por su eficiente trabajo en los puer-tos de Despeaperros y la lnea Mrida-Los Rosales, donde se mantuvieron hasta el final de la traccin vapor en el ao 1968, formando la serie 240-2081 a 240-2200 de Renfe. Otra de las locomotoras de vapor que pu-dieron verse por la estacin de

    Transporte especial de un transformador

    elctrico, remolcado por

    la 321.003. 17.Feb.1990.

    Correo Mrida-Sevilla, remolcado por la 316.001 y la

    321.022. El furgn ya

    luce los colores Estrella.

    17.Feb.1990.

  • 15Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    Cazalla-Constantina fueron las locomotoras MZA 1700, estas poderosas locomotoras de tipo 241, construidas por MTM en 1920, se encargaron del remol-que de principal tren de la l-nea, el correo Sevilla-Mrida. En Renfe recibieron la numeracin 241-2001 a 241-2095.

    Las primeras locomotoras die-sel que circularon por la lnea, las de la serie 1600 de Renfe construidas por Alco entre 1954 y 1956, comenzaron a compartir el remolque de trenes con las lo-comotoras de vapor hasta la lle-gada al depsito de Santa Justa de una importante dotacin de las locomotoras serie Renfe 2100 (construidas por Alco, CAF, Secn y Astilleros Espaoles entre 1964 y 1971) lo que propici la retira-da total de las locomotoras de vapor en 1968, quedndose con el arrastre de todos los trenes de la lnea ambas series de locomo-toras diesel. Entre 1968 y 1972 pudieron verse algunas locomo-toras de la serie Renfe 10801 a 10841 (construidas por Babcock & Wilcox entre 1966 y 1969) que se encargaron fundamentalmente de los trenes de mineral que, des-de el ramal de Cerro del Hierro, se dirigan al puerto de Sevilla.

    En 1990 comenzaron a verse por la lnea de modo espordico algunas locomotoras de la serie Renfe 333 (serie formada por 93 unidades construidas por Macosa entre 1974 y 1976) en cabeza de circulaciones especiales, ms con-cretamente los expresos Madrid-Sevilla/Huelva, que circulaban desviados por Zafra al estar la lnea general de Despeaperros corta-da por alguna contingencia. Pos-teriormente, entre 1991 y 1993, se vieron ms a menudo remolcando trenes de mercancas y algunos de viajeros cuando no haba automo-tores disponibles.

    Las locomotoras de la subse-rie 319.3, (construidas, al igual que las 319.2 y 319.4, por Maco-sa para Renfe tomando elemen-tos de las antiguas locomotoras 319) circularon por esta lnea en cabeza del Rpido Conquista-dores, que una Madrid y Sevi-lla por Cceres. Posteriormente las otras dos subseries, 319.2 y 319.4, sustituyeron totalmente en 1994 a las locomotoras Alco.

    En la actualidad son las loco-motoras diesel del tipo Prima de Alsthom, Renfe serie 333.3, las que se hacen cargo de los escasos trenes de mercancas que recorren la sierra norte se-

    villana aunque, durante el ao 2010, pudieron verse en prue-bas por Cazalla las locomoto-ras que estaban llamadas a ser las protagonistas indiscutibles de la lnea Mrida-Sevilla, las locomotoras duales elctricas/diesel elctricas serie 601, de la empresa Fesur (Ferrocarriles del Suroeste) pertenece al Gru-po Gallardo. Este Grupo tena entre sus planes remolcar con ellas todos los trenes de pro-ductos siderrgicos del grupo, pero la reciente crisis econmi-ca dio al traste con estos pla-nes y las nueve locomotoras que componan la serie se han trasladado a las instalaciones de CAF en Beasan con incierto futuro. Tan solo la 601-002 est alquilada a COMSA-EMTE para transportar carbn entre El Mu-sel y Ponferrada.

    Automotores

    Los primeros automotores que pudieron verse por la sierra fue-ron los de la serie Renfe 9215 a 9226, de origen italiano y cons-truidos por Fiat, que fueron ms conocidos como litorinas y cu-bran el servicio Sevilla-Badajoz.

    Extica composicin, de 333 y coches s.5000 de regionales por no disponer de automotores 592 2.May.1994

    Una verdadera estacin museo

  • 16 TREN

    A principios de los 70 aparecen por Cazalla los omnipresentes Ferrobuses, que cubren la prc-tica totalidad de los servicios de viajeros de la lnea, a excepcin de los trenes correo, pero la du-reza del trazado les provocaba frecuentes y graves averas, por lo que fueron paulatinamente re-levados por material convencio-nal compuesto por locomotoras diesel Alco 1600 o 2100 y coches serie 5000. A principios de la d-cada de 1980 todos los trenes de viajeros estaban ya formados por material convencional.

    Entre 1969 y 1985, los auto-motores TAF, serie Renfe 595, y posteriormente los TER, serie 597, fueron los encargados de asegurar los servicios Ruta de la Plata entre Sevilla y Gijn.

    Los conocidos camellos, auto-motores de las series 592 (de con-cepcin alemana) y 593 (de pro-yecto italiano), irrumpen en esta lnea en 1983 y se hacen cargo de los servicios de viajeros. En un principio circularon los automoto-res 593, sustituidos en 1992 por los de la serie 592, que cubrieron to-dos los servicios de cercanas y re-gionales de la Sierra Norte. El lti-mo camello que se ha podido ver por Cazalla ha sido el 592.060, que ha circulado hasta marzo de este

    mismo ao 2012, siendo tambin el ltimo tren de esta serie que ha circulado en Renfe.

    A principios de 2011 los auto-motores de la serie 598 empie-zan un progresivo relevo de los automotores 592, siendo actual-mente los que se hacen cargo de los servicios Sevilla-Llerena, Sevilla-Mrida y Sevilla-Cazalla, circulando en alguna ocasin en doble composicin por afluen-cia viajeros los fines de semana.

    La estacin de Cazalla-Constantina

    La estacin de Cazalla-Cons-tantina ha sido la nica de la lnea que ha mantenido hasta la actualidad casi todos sus ele-mentos, que son los siguientes:

    - Edificio principal, est com-puesto por tres cuerpos siendo el cuerpo central de dos plantas y los laterales de solo una. Los techos son de tejas y sus muros estn construidos en piedra, enlucidos con cemento. El patio de carruajes se ha mantenido sin asfaltar, tal y como se encontraba en la inaugu-racin de la lnea en el siglo XIX.

    - Depsitos de agua, en la es-tacin de Cazalla pueden verse tres tipos de depsitos de agua,

    tambin conocidos como casti-lletes o cubatos, el ms antiguo solo mantiene su base construi-da en piedra, se ha mantenido como almacn de pequeo material. Otro de los depsitos mantiene su depsito de agua metlico, y su base est construi-da en ladrillos. El ms reciente es ntegramente metlico, con su base construida con perfiles de metal arriostrados entre s.

    - Caseta para bomba de agua, construida en ladrillo rojo y tejado a dos aguas. En su interior se con-serva el que es el elemento ms valioso del conjunto, una caldera con mquina de vapor que mova la bomba de agua para extraer el agua del ro Hueznar para las loco-motoras. Este conjunto se conser-va en relativo buen estado.

    - Muelles para mercancas, dos edificios adosados de distintas pocas. El de menor altura con techo curvo se remonta a los orgenes de la lnea, el segundo es ms alto y tiene techo a dos aguas con voladizo sobre la va. Ambos estn construidos en la-drillo rojo visto y se mantienen en estado aceptable.

    - Muelle para ganado, sta cons-truccin en dos alturas facilitaba el embarque de ganado en los vago-nes jaulas antiguos de dos o tres pisos. Su estado es bastante malo, pero an se puede restaurar.

    - Cantina, este edificio es de poca relativamente reciente, de finales de la dcada de los 70 del ao pasado. No es del mismo esti-lo que el resto de construcciones, construido en ladrillo enlucido y encalado, si mantiene un emble-ma metlico de MZA de la primiti-va cantina, que su constructor qui-so conservar, y que por s solo da valor a la pequea construccin.

    - Retretes, los retretes se en-cuentran en una pequea edifi-

    Automotores 593.031/032 y 593.081/082 que realizaron el ltimo servicio de viajeros de esta serie en Andaluca. 24.Ene.1999

  • 17Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    cacin independiente del edificio principal. Es una pequea pero muy interesante edificacin.

    - Toma de agua, o gra de agua. De las dos con que fue do-tada la estacin solo se conserva la del extremo lado Sevilla. Su estado es aceptable.

    - Bscula para pesaje de va-gones, de las que estaban dota-das la mayora de estaciones de Renfe. Se mantiene en relativo buen estado.

    - Glibo, construido con dos ca-rriles y remates en piezas de fundi-cin, ha perdido las pletinas que medan las cargas de los vagones.

    - Gra manual, con pluma de madera. Es un elemento muy an-tiguo, quizs la nica gra con la pluma de madera que sobreviva en Andaluca. Recientemente le han robado la cadena y el gan-cho de bola de acero.

    - Sealizacin mecnica. Si bien se mantiene en servicio, como en la mayora de las esta-ciones de la lnea, es un elemen-to vivo del siglo XIX de enorme inters histrico. Est compuesto de semforos de brazo y seales avanzadas de pantalla circular.

    Conclusin

    La existencia de todos estos elementos en una misma estacin hace necesario asegurar su preser-vacin. Si se permite que los cha-tarreros ilegales, el paso del tiem-po o alguna modernizacin los eliminen o deterioren, habremos perdido para siempre un conjun-to nico en Andaluca. Reciente-mente Adif retir el proyecto de sustituir el edificio principal por una anodina marquesina, lo que puede parecer un buen sntoma pero no asegura la preservacin del resto de elementos. n

    Patio de carruajes sin asfaltar y al fondo depsito de agua. 16.Nov.2011.

    Mquina de vapor y bomba de agua preservadas en su caseta. 16.Nov.2011

    Glibo, bscula, gra manual y muelles cubiertos.

    Una verdadera estacin museo

  • 18 TREN

    A finales de los sesenta la traccin vapor conclua en la 3 Zona de Renfe y cientos de locomotoras empren-dan su ltimo viaje remolcadas a los puntos de desguace, pero alguin decidi indultar a tres de ellas. En los laterales de sus mar-quesinas y tnderes alguien es-cribi con pintura blanca y letra de plantilla la palabra Museo y fueron resguardadas bajo la cubierta de la rotonda del dep-sito sevillano de San Jernimo. Cuales fueron estas locomoto-ras y que ha sido de ellas?

    La 040-2273

    Form parte con el nmero

    549 de un lote de quince loco-motoras construido por La Ma-quinista Terrestre y Martima en-tre 1900 y 1901 para MZA, que las numer 547 a 561.

    Estas locomotoras de cuatro ejes acoplados y ruedas macizas, fueron las primeras construidas en serie en Espaa y tambin pioneras en el diseo de la mar-quesina, a la que se dot de una ventana y un recorte trasero para mayor proteccin del ma-quinista y fogonero.

    Comenzaron prestando ser-vicios en la zona catalana de la compaa pero pronto fueron distribuidas por la red. Todas llegaron a Renfe, que las nume-r 040-2271 a 2285 y las asign inicialmente a los depsitos de

    Madrid-Atocha, Mrida, Guadix y Crdoba-Cercadilla, en el que en 1954 haba nueve unidades y donde las quinientas, como se las conoca, eran muy aprecia-das por los maquinistas por sus magnficas prestaciones en las fuertes rampas de Cerro Muria-no, en la lnea Crdoba-Almor-chn, solas o en doble traccin con las cuatrocientas de Anda-luces (240-2001/2050).

    Entre ellas estaba la 040-2273, tal como puede verse en el libro Last Steam Locomotives of Spain & Portugal en una magnfica imgen de L. G. Marsall.

    En 1964 se desguaz la 2272 y el resto, dadas de baja entre 1966 y 1967, se desguazaron poste-riormente excepto la 040-2273.

    Historia de tres locomotoras.Salvadas del desguace, su destino fue muy distinto del inicialmente previsto.

    Vista de la placa y rotonda de San Jernimo en 1977. En el centro la 040-2273.

    Texto y fotos: amoluc (Salvo mencin expresa)

  • 19Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    La 141-2001

    Fue la primera de cincuenta y cinco encargadas por la Com-paa del Norte a la Amrican Locomotive Co. ante la incapa-cidad de la industria europea de suministrarlas a causa de la I Guerra Mundial. Desembarca-das en 1917 en Santander, Norte las numer 4501 a 4555.

    Corresponden a un tipo muy comn en los ferrocarriles ame-ricanos y fueron las primeras locomotoras 1-4-1 que circula-ron en Espaa. De aspecto tpi-camente americano, con amplia cabina en la que el maquinista iba sentado y tender con bogies Diamond, sus ruedas de 1.560 mm, sus 1805 CV. de potencia y su velocidad mxima de 90 Km/h. las hizo muy adecuadas para servicios mixtos.

    Dos mquinas fueron destrui-das durante la Guerra Civil y una tercera fue desguazada tras la explosin de su caldera, por lo-que no llegaron a Renfe, donde las restantes fueron numeradas 141-2001 a 2052 y asignadas a distntos depsitos de la red na-cional, como Lrida, Tarragona, Valladolid, Monforte o Len. En 1962 estaban concentradas en Valencia, Vigo, Zaragoza y Sevi-lla.

    Su baja y posterior desguace se inici en 1964 y slo se salvaron la 141-2027 que luego tue tambin desguazada y la 4501 o 141-2001.

    La 240-2081

    Esta Mastodonte fue la pri-mera de una serie de ciento veinte que en sucesivos pedidos sirvi la empresa alemana Hens-chel a MZA entre 1912 y 1921.

    El tamao de su caldera, la ms

    grande construida por Henschel hasta entonces, la altura de su eje a 2.900 mm. y la instalacin de fbrica de un recalentador de vapor, primer caso en mquinas de MZA, llam tanto la atencin que fueron descritas en libros sobre la contruccin de locomo-toras de vapor.

    Su concepcin las haca espe-cialmente aptas para el remol-que de trenes en Despeaperros y, aunque el pequeo diametro de sus ruedas, 1.400 mm., pare-cia predestinarlas al remolque de mercancas, tambin se usaron en trenes expresos y correos.

    MZA las asign en principio a los depsitos de Alcazar, Alicante,

    Zaragoza, Arcos y Crdoba, don-de se encargaron de la traccin de los expresos entre esta pobla-cin y Santa Cruz de Mudela.

    En Renfe fueron numeradas 240-2081 a 2200 y algunas uni-dades se desplazaron a los de-psitos de Ciudad Real, Mrida, Murcia, Madrid Delicias y Sevilla, al que llegaron 24 mquinas y que en aos posteriores lleg a tener hasta 30.

    En 1964 comenz la baja y desguace de estas locomotoras que culmin en 1968 y de las que slo quedaron como mues-tra la 240-2081 y la 240-2135, esta lima en el museo de Villa-nueva y Geltr.

    Historia de tres locomotoras

    141 - 2001 Depsito San Jernimo.

    240 - 2081 Depsito San Jernimo.

  • 20 TREN

    Apartadas en Sevilla

    Estas tres locomotoras fueron apartadas, como ya se ha dicho, en la rotonda del depsito de San Jernimo, junto con el au-tomotor a vapor Sentinel del Fc. de Zafra a Huelva, conocido como el piojo verde y all per-manecieron confinadas durante veinte aos a merced del tiempo y el pillaje que comenz por las placas de numeracin y fabrica-cin y otros elementos de bron-ce como las vlvulas, sigui por las tuberas de cobre y alcanz incluso a las bielas, que haban sido desmontadas para facilitar su movimiento.

    El 8 de septiembre de 1989 en un estado lamentable se trasla-daron a la estacin de San Jer-nimo ante el inminente levanta-miento de la va y para extraer la 240-2081 hubo que cortar una gigantesca higuera que haba crecido delante de ella. En San Jernimo, el abandono aumen-t y el pillaje lleg al extremo de desaparecer la tapa de la caja de humos de la mikado.

    En 1993, el Ayuntamiento de Pozoblanco solicit y obtuvo la cesin de la 040-2273 para co-locarla como monumento en el Parque Aurelio Teno, construido en terrenos que antao fueron del Ferrocarril de Puertollano a

    Fuente del Arco y el 24 de mayo de aquel mismo ao se realiz el traslado por carretera de la loco-motora, dejndo abandonado el tnder y poniendo de relieve el escaso conocimiento sobre te-mas ferroviarios del impulsor del monumento.

    El 25 de febrero de 1995 se realiz un intento de trasladar las otras dos locomotoras y el tnder abandonado hasta la estacin de mercancas de Majarabique, lo que finalmente no se consigui hasta el 11 de marzo con ayuda de la locomotora diesel 2175 y pocos das despus, el 26 del mismo mes, la 240-2081 fue re-molcada con nocturnidad por la 2155 hasta su emplazamiento actual en el culatn del muelle de la estacin de Villanueva del Rio y Minas, segn parece con la intencin de restaurarla esttica-mente para formar parte de una especie de parque minero que el Ayuntamento de aquella locali-dad pensaba crear con los restos de la explotacin de Minas de la Reunin, antigua propiedad de MZA. Nada de aquel proyecto se llev finalmente a cabo y la loco-motora, an ms abandonada y vandalizada si cabe, sigue all condenada a perpetuidad, pues la va en que se encuentra ha sido desconectada de la red.

    Ocho aos llevaba la 141-2001 apartada en la ltima va de Majarabique acompaada del tnder de la 040-2273, cuan-do la creacin de la Va Verde de la Subbtica en lo que fue el tramo cordobs de la lnea Jan-Puente Genil, cerrada en 1984, se convirti en su salvacin. En la restaurada estacin de Cabra se proyect un minimuseo y hasta la localidad egabrense fue llevada la mikado americana por carretera a bordo de un trans-

    Carga de la 141-2001

    para su traslado a Cabra.

    Foto:

    J.J.Romero

    Traslado a la estacin de

    San Jernimo.

    Foto: A. Gutierrez

  • 21Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    Historia de tres locomotoras

    040 - 2273 Pozoblanco.

    240 - 2081 Villanueva del Rio y Minas.

    141 - 2001 Cabra.

    porte especial, para lo que pre-viamente fue remolcada hasta una va de apartadero de la esta-cin de San Jose de la Rincona-da, momento que se aprovech para trasladar tambin el tnder y dejarlo all.

    Ya en Cabra, fue adecentada en la medida de lo posible, que no era mucho, se le construy una tapa para la caja de humos y se pint y, aunque desprovista del bielaje, all se puede obser-var en unin de un vagn J y el tractor diesel 10.103.

    Estas tres locomotoras sin-gulares salvadas del desguace tras largas dcadas de duros servicios con el loable propsito de ser mostradas en un museo, despus de cuarenta aos de ve-jaciones y peregrinar han tenido destinos muy distintos, no slo de aqul para el que fueron pre-servadas, sino entre s.

    La 040-2073 a la que se le construyeron unas bielas simu-ladas, aora en Pozoblanco el acompaamiento de su insepa-rable tnder, que sigue en San Jos de la Rinconada esperando a que alguien se acuerde de l y lo reuna con su compaera.

    La 141-2001, aunque carente de elementos tan caractersticos de una locomotora de vapor como son sus bielas, puede ser contemplada por los viajeros que recorren la via verde en la bonita estacin de Cabra.

    La 240-2081 cuarenta aos despus an no ha terminado su calvario. Abandonada, corroi-da y grafitada, sin posibilidad de un traslado a un nuevo empla-zamiento donde fuese mejor re-cibida, sigue a la espera de que alguien se apiade de ella y la adecente algo, aunque dadas las actuales circunstancias econ-micas parece poco probable. n

  • 22 TREN

    A lmorchn es una esta-cin de la lnea Ciudad Real-Badajoz, de la que precisamente el trayecto com-prendido entre ella y la vecina Castuera fue el ltimo en inau-gurarse el 30 de julio de 1866.

    No hubiera pasado de ser una estacin ms de no ser por-que la orografa de la zona y su proximidad al nico paso en la barrera que forman las sierras de La Rinconada y de Los Tiros la determin como el lugar ms idneo para el enlace de la lnea que la Compaa del Ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz cons-truy con el fin de dar salida a los carbones de la cuenca cordo-besa de Belmez.

    Con la inaguracion de esta l-nea el 1 de abril de 1868, Almor-

    chn se convirti en un impor-tante nudo ferroviario, con gran cantidad de personal necesario para atender el trfico derivado de la nueva lnea.

    Su alejamiento de casi sie-te kilmetros de la poblacin ms prxima, Cabeza de Buey, de la que depende administra-tivamente, hizo conveniente la construccin de viviendas para los empleados alli destinados, as como dependencias para el personal desplazado temporal-mente y para ello, tras incorporar el Ciudad Real-Badajoz a su red en 1879, MZA adquiri terrenos frente a la estacin, separados de ella por la playa vas y el de-psito de locomotoras, con una amplitud tal que an en 1952 permitieron la realizacin de los

    ltimos bloques de viviendas, construidos por RENFE.

    En ellos se inici la construc-cin de un poblado para los empleados perfectamente pla-nificado ya que, a diferencia de otros poblados ferroviarios, no estaba influenciado por la esca-sez de espacio ni la ubicacin de las dependencias ferroviarias y cuyas viviendas se fueron entre-gando en sucesivas fases hasta los aos veinte del pasado siglo.

    Las viviendas de la primera poca eran de una sola altura, unifamiliares, de reducidas di-mensiones, sin abastecimiento de agua ni bao, que ms tarde se le aadira y con las caracte-rsticas tpicas de las viviendas de MZA, como eran sillera en los umbrales y ladrillo visto en las

    Texto y fotos: Mikado

    AlmorchnLos poblados ferroviarios. Un patrimonio en peligro de extincin.

    Vista de la estacin desde el poblado.

  • 23Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    esquinas, jambas y arquivoltas. Las reivindicaciones iniciadas

    en 1912 solicitando viviendas ms espaciosas, confortables e higinicas para mejorar la cali-dad de vida en estos enclaves aislados y el establecimiento en 1919 de la jornada laboral de ocho horas que trajo como con-secuencia el aumento del perso-nal contratado, origin la nece-sidad de nuevas viviendas, para las que se dise un nuevo mo-delo, tambin unifamiliar, pero adosadas en hileras, lo que faci-lit enormemente su construc-cin. Estas viviendas eran ms amplias, con mayor nmero de habitaciones y corral en la parte posterior pero que, no obstan-te, en 1928 an no haban sido dotadas de instalacin de agua corriente y en 1932 todava care-can de alumbrado elctrico.

    El aumento de la poblacin fija llev aparejada tambin la peticin de servicios bsicos para la comunidad, por lo que se construyeron dos escuelas con vivienda para los maestros, una para nios y otra para nias en la que se incluy un altar para ser utilizada tambin como iglesia. Se edific adems un Economa-to para el abastecimiento de la poblacin, servicio del que muy pocos poblados dispusieron y en 1914 se construy un habitculo ad-hoc para el gabinete mdi-co, servicio que hasta entonces se haba dispensado en una vi-vienda particular.

    Para el personal transeunte se construyeron cuartos dormi-torio, uno a principios del siglo XX y posteriormente otro de dos pisos cuyas obras finalizaron en 1931, con un total de cincuen-ta y siete camas distribuidas en diecinueve habitaciones de tres camas cada una y servicios co-

    Viviendas en hilera en la calle principal.

    Local del Economato, ya en desuso.

    Escuela de nias e iglesia

    Almorchn

  • 24 TREN

    munes como retretes, lavabos, bao, comedor y vivienda para la encargada de la limpieza.

    El estallido de la guerra civil en 1936 supuso un duro golpe para Almorchn y sus habitan-tes por su carcter de nudo de comunicaciones y su proximi-dad a la lnea del frente. El cente-nar de familias que lo habitaban fueron evacuadas y distribuidas por otras estaciones de la lnea al tiempo que las instalaciones eran ocupadas por destacamen-tos militares, entre los que algn tiempo estuvo la Comandancia de Trenes Blindados, cuyo con-voy numero 8 empujado por la locomotora diesel 10201, hoy en

    el Museo del Ferrocarril de Ma-drid, realiz algunas incursiones en direccin a Pearroya.

    Finalizada la contienda parte del poblado estaba reducida a escombros y hubo que proceder a su reconstruccin, al tiempo que las antiguas empresas prac-ticaban purgas y comenzaba la depuracin de responsabilida-des polticas entre los antiguos ferroviarios, lo que origin una renovacin e incremento de la plantilla de empleados adscri-tos a los servicios de la estacin empalme, que segn el censo de 1940 ascenda a 659 personas.

    El auge de la minera del car-bn experimentado con motivo

    de la II Guerra Mundial, influy positivamente en el trfico ferro-viario y en la importancia de Al-morchon, que vi como segua aumentando el nmero de sus habitantes hasta el punto que oblig a Renfe a la construccin del ltimo conjunto de vivien-das que fueron entregadas en 1952, formado por seis bloques de dos alturas, con un total de 72 viviendas, contruidos en el extremo oeste de los terrenos adquiridos por MZA.

    En la dcada de los sesenta se alcanz el mximo esplendor en este enclave ferroviario, con un total de 847 personas y 210 viviendas cencensadas, pero el declive de la traccin vapor a principios de los aos setenta y ms concretamente, el cierre de la lnea Crdoba-Almorchn al servicio de viajeros el 1 de abril de 1974 motiv el traslado de muchos empleados a otras de-pendencias de la red y la marcha de sus familias, con lo que la po-blacin disminuy hasta los 250 habitantes a finales de los aos ochenta al tiempo que muchas viviendas quedaron abandona-das igual que las instalaciones del antiguo depsito.

    A partir de esas fechas, la im-portancia Almorchn y el nme-ro de residentes fue decreciendo de forma progresiva, situacin por otro lado comn con el res-to de poblados ferroviarios de la pennsula, y el desmantelamien-to de la conexin con Crdoba con motivo del soterramiento de la red ferroviaria y la cons-truccin de la nueva estacin en 1993, no hizo sino acelerarlo an ms, llegando al ao 2000 con una poblacin de apenas 54 habitantes y 180 viviendas, la mayora de ellas en estado de abandono.

    Cuartos dormitorio

    de 1931.

    Viviendas de Renfe. 1952

  • 25Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    Hoy da Almorchn es una poblacin casi fantasma que ha mantenido prcticamente el mismo nmero de habitantes durante los ltimos diez aos pero cuyas edades alcanzan ya la llamada tercera edad y slo algunos de los cuales viven all de modo permanente, mientras otros lo consideran segunda re-sidencia para los fines de sema-na, fiestas o verano.

    El visitante que pasea por sus calles puede comtemplar. sin solucin de continuidad, sola-res que denuncian el derribo de antiguas construcciones, vivien-das en estado ruinoso junto a otras, muy posiblemente con la misma antigedad, mantenidas cuidadosamente por sus inquili-nos con sus fachadas encaladas y las jambas y arquivoltas de sus puertas y ventanas resaltadas con el tipico color de las anti-guas construcciones de MZA.

    Junto a ellas, y casi ocultos por la maleza, estn los restos de la

    explotacin ferroviaria, como la placa giratoria, ya largos aos inmovil, oxidada y con sus vas provistas de fosos que permitan el reconocimiento de las ya casi olvidadas locomotoras de vapor, los dos cubatos de agua situados sobre esbeltas columnas de hie-rro fundido y la singular aguada, en la va de acceso a la placa, que permita a las locomotoras salir ya del depsito totalmente dispuestas para la marcha.

    Frente a ello, al otro lado de la va que une Ciudad Real con Badajoz, la remozada estacin pintada de verde con ribetes blancos y junto a ella otro cuba-to similar a los de la zona del an-tiguo depsito y a su derecha las ruinas del magnfico edificio de ladrillo rojo construido en 1931 para dormitorio de agentes.

    El servicio de viajeros se redu-ce a tres regionales que unen Ca-beza de Buey con Mrida, Puer-tollano con Zafra y Madrid con Badajoz y aunque la lnea hacia

    Crdoba sigue abierta hasta la Central Trmica de Puente Nue-vo, el trfico por ella es escaso y se reduce a algunos trenes para abastecerla de carbn.

    Este poblado es un patrimo-nio que, aunque slo sea por lo que representa en la memoria de muchas familias, debe ser preservado y protegido como Bien de Inters Cultural, como se ha hecho con Monfrage, antes de que sea demasiado tarde. n

    Aguada junto a la placa giratoria

    Vista del poblado desde la placa giratoria.

    Almorchn

  • 26 TREN

    Recuperacin de una sealIncremento del patrimonio histrico de nuestra Asociacin.

    R ecientemente nuestro patrimonio histrico se ha visto incrementado con la cesin por parte de Renfe de una seal cuadrada. Es esta una interesante pieza empleada por Ferrocarriles Andaluces que protega el ramal a La Carraca, en San Fernando. (Cdiz).

    Olvidada durante muchos aos, permaneca en pie fuera de servicio toda vez que el ramal a La Carraca no se encuentra funcional desde hace dcadas, habiendo sido desmantelada la aguja de acceso al mismo. De este modo, la seal que antes le protega se en-contraba en completo abandono.

    Fue nuestro consocio Juan Jos Romero Rioja quien alert en la asociacin de su existencia en una de sus innumerables visitas

    a la lnea Sevilla-Cdiz, con lo que comenzamos a acariciar la idea de solicitarla para su posterior restau-racin y ubicacin en el acceso a nuestro local social, junto al disco avanzado que ya disponamos, tipo MZA Alicante moderno.

    Gracias a las acertadas gestio-nes de nuestro entonces presiden-te Miguel Cano, fue desmontada de su ubicacin y trada a Santa Justa, quedando depositada pro-visionalmente en el almacn ex-terior de Telecomunicaciones, a la espera de su restauracin. En este sentido, las gestiones llevadas a cabo por nuestro consocio Anto-nio Gutirrez garantizaron su per-manencia en dicho departamento hasta que fue trada a los bajos de nuestro local social.

    La seal nos fue entregada in-

    tacta, salvo por los efectos sufridos por las inclemencias del tiempo y la falta de uso, pudindose valorar su estado como bueno de cara a su restauracin. Especial mencin merece el hecho de que vena in-cluso con su zcalo base de hor-mign, con una medida aproxi-mada de un metro cbico de este material, lo que la haca difcil de manipular. Hubo que optar, pues, por cortar al ras el mstil y realizar una base nueva, a imagen de las que en su momento montaban las tipo Norte.

    Esta seal responde a la tipolo-ga de la mayora de estos apara-tos de va: un mstil soporte reali-zado a partir de un carril Vignoles al que se le han soldado sendos pasadores que sostienen el eje que permite el giro de la pantalla

    Texto y fotos: Mario Fontn (Salvo mencin expresa)

    Situacin original de la seal, abandonada junto al ramal ya casi oculto por la naturaleza. Foto: Juan Jos Romero - 16/06/2007

  • 27Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    90, teniendo el conjunto una al-tura aproximada de cinco metros. Dispone de varillas soldadas en perpendicular al alma del carril a modo de escalerilla de acceso a la parte superior del aparato.

    Su accionamiento era por trasmisin funicular de un solo hilo, gobernada por una palan-ca tipo de arco, disponiendo de un contrapeso de seguridad para cierre en caso de rotura del hilo. Tanto el contrapeso como la palanca de accionamiento han sido imposibles rescatar por haber desaparecido.

    La pantalla, realizada en chapa, dispone de diversos orificios para disminuir la resistencia al viento, siendo la caracterstica ms sig-nificativa no disponer de focal al-guna, toda vez que en su extremo superior, como prolongacin del eje soporte, est preparada para recibir el correspondiente farol para las indicaciones nocturnas. Tambin dispone en su centro un

    segundo anclaje destinado a re-cibir un farol de foco fijo.

    Originariamente la pantalla se encontraba pintada en rojo, con-forme a la reglamentacin de Ferrocarriles Andaluces. Una vez llevada a efecto la unificacin de seales por Renfe recibi el es-quema en damero rojo y blanco, que es el que se ha respetado en su restauracin.

    Los trabajos de restauracin han consistido en dotarla de una nueva base en chapa con sus co-rrespondientes escuadras, una vez separado del zcalo de hor-mign original, siendo posterior-mente limpiada, imprimada y pintada. Los trabajos de herrera y pintura necesarios fueron lle-vados a cabo por Pedro Moreno, profesional del metal al que re-querimos sus servicios, as como nuestros consocios Jos Serrano y Alejandro Garca. Tambin han intervenido Antonio Gutirrez, Juan Jos Romero, Antonio Mar-

    tn, Javier Rebollo, Antonio Ca-rrascosa, Jos Manuel Carmona, Eloy Almeida, Manuel Galn y el autor de estas lneas, en mayor o menor medida, pero todas apor-taciones que han hecho que la empresa se haya llevado a buen trmino y hoy gocemos de una seal para nuestro disfrute y co-nocimiento de las generaciones venideras. A todos los que lo han hecho posible, gracias. n

    Foto de familia, una vez izada la seal en su nueva ubicacin. 9/03/2012

    Labor de afianzamiento del mstil como medida de seguridad. 12/03/2012

    Rcuperacin de una seal

  • 28 TREN

    S i visitamos la hermosa poblacin gaditana de San Fernando, podremos contemplar junto a la estacin Centro, en el paseo Almirante Lobo, una pequea locomotora de vapor situada sobre un pe-destal. Es la SM-27, originaria del ferrocarril Santander-Mediterr-neo cuya historia, hasta llegar a este lugar, vamos a evocar.

    Santander-Mediterrneo

    El primer proyecto para unir por va frrea la meseta caste-llana con la ciudad marinera de Santander tiene su origen a me-diados del siglo XIX, con la crea-cin en 1844 de la Compaa del Ferro-carril de Ysabel II que

    unira Alar del Rey con el puerto montas.

    Posteriormente hubo otros proyectos que trataran de al-canzar el mar desde diversas ciudades. Unos quedaron en el papel, como el Ferrocarril de Me-diterrneo (Madrid-Santander, va Burgos) y otros vieron la luz, como el Ferrocarril de Astillero a Ontaneda en 1902, que fue construido en va mtrica y que pretenda continuar hasta enla-zar con Valencia.

    Este dislate pudo ser corregi-do tras la finalizacin de la I Gue-rra Mundial, cuando por motivos estratgicos el Ministerio de Fo-mento decidi que su construc-cin se llevase a cabo en ancho ibrico.

    Ello oblig en 1920 a modifi-

    car el proyecto original y a trans-ferir la primitiva concesin a una nueva sociedad, creada el 29 de septiembre de 1924, denomi-nada Santander-Mediterrneo (SM), Compaa del Ferrocarril Estratgico Santander-Burgos-Soria-Calatayud, Sociedad An-nima (1).

    Las obras para unir las esta-ciones de Calatayud y Cidad-Dosante (365 km) se iniciaron a principios de 1925 y para ello la Anglo Spanish Construction, empresa encargada de la cons-truccin de la lnea, adquiri siete locomotoras de vapor del tipo 030-ST fabricadas, cuatro de ellas, por Manning Wardle (nmeros de fbrica 1822, 1824, 1825 y 1848) y, las tres restantes por Andrew Barclay (nmeros

    SM-27La lucha para recuperar esta histrica locomotora.

    Texto y fotos: Manuel Galn Eruste (Salvo mencin expresa)

  • 29Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    de fbrica 1872 a 1874) que se encargaran del remolque de los trenes de trabajo. El SM solo in-ventaro en su parque motor dos de las cuatro Manning Wardle, concretamente las 1822 y 1825, que recibieron los numerales 7 y 8 (posteriormente matricula-das como SM-27 y SM-28). De ellas, la SM-28 llegara a formar parte de Renfe con el nmero 030-0214 mientras que las seis restantes fueron vendidas a di-ferentes sociedades azucareras e industriales.

    030 Albarda

    Las cuatro locomotoras Man-ning Wardle, del tipo saddle tank o albarda, fueron adquiridas de segunda mano a la sociedad Buenos Aires Harbour Works aprovechando la similitud del ancho de va argentino con el ibrico. La SM-27, que es la m-quina que nos concierne, tena all el numeral 125 y a la llegada a Espaa recibira el nmero 7. Finalizados los trabajos, tomo la matriculacin SM-27 hasta su venta, antes de la constitucin de Renfe, a la Sociedad General Azucarera de Espaa (SGAE) que la desplaz hasta las instalacio-nes de la antigua Azucarera del Bajo Aragn, cuyas instalacio-nes estaban situadas junto a la estacin de La Puebla de Hjar (Teruel), en la lnea ex MZA de Zaragoza a Reus.

    Posteriormente, tras el cierre de esta planta, pas a trabajar en la de Monzn de Ro Cinca (Huesca), enlazada con las vas de la lnea frrea ex Norte, Lri-da-Zaragoza.

    En la dcada de 1960 se llev a cabo un proceso de concen-tracin industrial que condujo,

    El abandono en las instalaciones azucareras hizo mella en la SM27 (AGAF)

    Taslado desde El Portal a San Fernando. (AGAF)

    Colocacin en el pedestal del Paseo General Lobo (AGAF)

    SM - 27

  • 30 TREN

    en 1969, al traslado de estas ins-talaciones a Jerez de la Frontera (nueva Azucarera del Guadalete) y, con ello, a su personal y ma-quinaria incluyendo a la SM-27 y dos grupos electrgenos a va-por Van der Kerchove construi-dos en Gante (Blgica) en 1920. Estos ltimos fueron traslada-dos a Sevilla para ser expuestos como elemento ornamental en la Exposicin Universal de 1992 siendo uno de ellos desguaza-do posteriormente y el otro fe-lizmente recuperado y ubicado en la Escuela de Ingenieros de Sevilla.

    Monumento

    Nuestra SM-27 trabaj en El Guadalete hasta que su caldera comenz a fallar y su reparacin econmicamente result invia-ble por lo que fue apartada en la playa de vas, a mediados de la dcada de 1970, donde las in-clemencias del tiempo hicieron estragos en su maltrecha chapa. La Asociacin Gaditana de Ami-gos del Ferrocarril (ASAF) hizo diversas gestiones para que le fuese cedida, dado el alto valor patrimonial que tena, pero los

    resultados fueron infructuosos hasta que, un buen da, se le propuso al ayuntamiento de San Fernando y cosas de la pol-tica!, como el regidor municipal en ese momento era del Partido Andalucista, el mismo que el de Jerez de la Frontera, las gestiones ante la SGAE se llevaron a cabo con suma celeridad, logrndose su cesin a principios de 1991.

    La Unidad de Bienestar Social del Ayuntamiento de San Fer-nando se encarg del traslado y ubicacin en La Isla de la SM-27 donde lleg el 28 de noviembre de 1991. Por su parte, la AGAF y el Instituto de Formacin Pro-fesional Sancti Petri, se encar-garon de su restauracin y, una vez reparada su chapa y pinta-da en su color negro original, la Fundacin Municipal de Cultura prepar un extenso programa de actos para su inauguracin, la cual aconteci el 6 de julio de 1992. Sin querer ser presun-tuoso indicaremos que nuestro actual presidente fue uno de los implicados en la salvacin de esta pequea locomotora.

    A da de hoy, la maquina con-tinua en el paseo General Lobo aunque sin recibir los cuidados que se merece pues no luce su

    mejor imagen. Esperemos que los poderes pblicos emerjan de su desidia y no la dejen caer en el olvido pues, todo el esfuerzo realizado en su salvacin habra quedado en saco roto.

    Nota (1)

    Las vicisitudes por las que pas el SM seran muy prolijas para narrarlas en este trabajo. No obstante indicaremos que nunca pudo enlazarse con San-tander, tendindose la va desde Calatayud a Cidad y realizndo-se los trabajos de explanacin, edificios y obras de fbrica en los 63 km que separaban Sante-lices (a 2,5 km de Cidad) de Boo. Las obras se suspendieron defi-nitivamente en 1959 a tenor del Plan de Estabilizacin y desde enero de 1985 lnea est cerrada a todo tipo de servicio. n

    Parte trasera donde se

    aprecia la desidia en su

    conservacin.

    BIBLIOGRAFA

    DIARIO DE CADIZNoviembre 1991 a Julio 1992

    EL FERROCARRILSANTANDER-MEDITERRNEOKenneth M. Dobenson

    LA INDUSTRIA AZUCARERAEN ESPAAAzucarera Ebro Agricols SA

    RAIL90Nmero 10, marzo 1992

    INTERNET

    http://www.manuserran.com

  • 31Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    Huelva, el patrimonio perdido.Abandono. desidia y expolio en la zona con ms patrimonio histrico ferroviario.

    Texto y fotos: amoluc

    Puente de chapa sobre el Odiel. Ramal a Mina Concepcin

    L a riqueza minera de la provincia de Huelva llev a la construccin, en la se-gunda mitad del siglo XIX, de nu-merosos ferrocarriles y ramales de diversos anchos y longitudes, pero todos con un factor comn: su nica finalidad era el transpor-te del mineral.

    Como consecuencia de lo an-terior, la decadencia de la acti-vidad minera supuso el cierre y desmantelamiento de las instala-ciones ferroviarias y poco queda hoy de aquellos ferrocarriles y no digamos de los ramales de acce-so a ellos desde las minas.

    Del ferrocarril de Pea del Hierro construido, tras las des-avenencias surgidas con el Fc. de Riotinto, para dar salida al mi-neral por el puerto de Sevilla en-lazando con el de Minas de Cala

    en El Ronquillo, apenas queda la bella estampa de sus magnficos viaductos de hormign, aunque el ms importante de ellos, el de la Mina Admirable, en Minas del Castillo de las Guardas, se encuentra hoy en la propiedad particular de la reserva de ani-males. Del puente sobre el Rive-ra de Huelva, junto a la estacin empalme, ha desaparecido su tramo central metlico.

    Del ferrocarril de Minas de Cala, parte de cuyo trazado se inund con la construccin de los embal-ses de Zufre y El Gergal, apenas se conserva algun puente, como el del barranco del Burro, cuyo tablero ha desaparecido y por su altura supone notable riesgo cru-zarlo sobre las vigas.

    El ferrocarril de Buitrn fue desmantelado totalmente aun-

    que se conserva la Casa Direccin en Valverde del Camino, conver-tida en museo con algn material que se exhibe junto a la locomo-tora n 2 de la Junta de Obras del Puerto de Huelva, ajena a este ferrocarril.

    El ramal a Mina Concepcin ha sido rehabilitado en parte como va verde y gracias a ello se ha sal-vado el conocido como puente de chapa sobre el Odiel, ya en las proximidades de la citada mina.

    De las locomotoras de vapor de la JOP de Huelva, adems de la ya citada se conservan como monumentos las numero 1 y 4 en Huelva y en el Puerto exterior.

    Adems quedan diseminados por toda la provincia las ruinas de los antiguos cargaderos, como el de Valdelamusa o el del Puerto de la Laja.

    Huelva, el patrimonio perdido

  • 32 TREN

    El ferrocarril de Riotinto

    Es sin duda el ms importante y conocido ferrocarril minero de la provincia de Huelva.

    Cuando se produjo su cierre, su material estaba esparcido por la zona minera. En las naves de los talleres se encontraban las locomotoras diesel que pres-taron servicios en los ltimos tiempos y las ms potentes de vapor, mientas que las pequeas

    de tres ejes estaban esparcidas por el sinfn de vas que unan las distintas dependencias e incluso alguna, la 50, en el interior de un tnel de acceso a Corta Atalaya, en uno de cuyos bancales que-d expuesta.

    En las proximidades de las ruinas de la fbrica de cido, se acumulaban en una va dece-nas de vagones y en la boca del tnel 11 poda verse una de las locomotoras elctricas de trole

    y pantgrafo que daban servicio en su interior.

    La explotacin a cielo abierto de Cerro Colorado gener una gi-gatesca montaa de estriles en la zona contigua al depsito de locomotoras, que tuvo que ser abandonado y mientras la mayor parte del material era desguaza-do, once locomotoras se vende-ron a un chatarrero de Zaragoza, que curisamente las expuso en su chatarreria a modo de museo. El resto fue agrupado en Las Za-randas, donde permaneci du-rante aos a la intemperie y so-metido al pillaje.

    Tras hacerse cargo del patri-monio la Fundacin Rio Tinto, la situacin mejor algo, ya que con la creacin de escuelas taller se procedi a la restauracin y puesta en orden de marcha de dos de las locomotoras de vapor de tres ejes, las numeradas 14 y 51, as como tres de las locomo-toras diesel, las 931, 932 y 933 y

    Locomotoras y vagones

    abandonados. 11 mayo 1978

    Vista del antiguo

    depsito de locomotoras.

    11 mayo 1978

  • 33Boletn de la Asociacin Sevillana de Amigos del Ferrocarril

    con ellas y algunos vagones de viajeros se realizan diariamente viajes tursticos con notable xi-to de pblico desde el apeadero de Talleres Mina, construido al efecto, hasta la estacin de Los Frailes, por el tramo de va recu-perado que corre paralelo al ro.

    Adems se restauraron para su exposicin en el museo del parque minero la locomotora n 106, la loco-grua n 150, la loco-motora elctrica n 1 y el lujoso vagn del Maharajah

    Otras dos locomotoras, con-venientement adecentadas, fue-ron instaladas en monumentos, como la 110 en un parque de la vecina poblacin de El Campillo y la 201, gran locomotora tipo 130 de la serie conocida como Gilda, en una rotonda del mis-mo Riotinto, prxma al Barrio In-gls de Bellavista.

    La Fundacin tiene conserva-do y en espera de restauracin material tan importante como

    las locomotoras 202, 203, 204 y 205 y, sobre todo, la Garrat n 146, pieza nica que merecera su puesta en orden de marcha, aunque por su estado y el eleva-do coste que ello supondra no parece que por ahora se vaya a acometer esta labor.

    El resto del trayecto hasta las Mallas ha sido prcticamente desmantelado, en gran parte por la accin destructiva de de-lincuentes y chatarreros sin es-

    crpulos, como ha quedado pa-tente a lo largo del presente ao 2012 con las detenciones practi-cadas por la Guardia Civil.

    Hay que agradecer a la Fun-dacin Rio Tinto el esfuerzo por mantener vivo, aunque slo sea parcialmente este ferrocarril ni-co y lamentar que, al menos por ahora, no se haya completado el proyecto de extender su recorri-do hasta Las Mallas con lo que sin duda su xito sera total.

    Tren turstico con vapor. Las Zarandas 1 mayo 2000

    Locomotora Garrat 146 Las Zarandas 25 marzo 2007

    Huelva, el patrimonio perdido

  • 34 TREN

    El ferrocarril de Tharsis

    El ferrocarril de Tharsis a Rio Odiel, ha sido el ltimo ferrocarril minero en cesar su actividad en la provincia de Huelva, ya que el l-timo tren circul el 22 de diciem-bre de 1999 y oficialmente se clausur el 1 de enero de 2000.

    A pesar de la experiencia po-sitiva de Riotinto, los tmidos in-tentos de mantener la lnea con fines tursticos no pasaron de eso y poco a poco la propia lnea y el material se fueron degradando, a pesar de lo cual, gran parte del

    mismo se recuper y est expues-to en numerosas rotondas de los pueblos prximos a este ferroca-rril, como Aljaraque o Corrales o en las proximidades de las explo-taciones mineras a las que serva, como La Zarza o el propio Tharsis, donde, adems, se ha habilitado un pequeo museo en el edificio que fue hospital minero.

    Los vecinos de Tharsis nunca perdieron la esperanza de ver circular de nuevo su tren, como lo demuestran las denuncias y los esfuerzos de la Asociacin Amigos de Tharsis Ernesto De-

    ligny, para evitar la desaparicin de este patrimonio, pero parece ser que ya no va a ser posible, porque recientemente ha salido a subasta pblica gran parte del material con el fin, segn se dice, de obtener fondos para rehabili-tar infraestructuras, mquinas y materiales que merezca la pena y han sido desmantelados los restos de las instalaciones ferro-viarias en Tharsis y levantada la va en los tramos que an se con-servaba.

    Resumiendo

    Es lamentable que la provin-cia que contaba con el mayor patrimonio histrico ferroviario, no slo de Andaluca sino in-cluso de Espaa, lo haya dejado perder en su prctica totalidad y esto, que podra entenderse y hasta en cierto modo justificar-se en tiempos pasados, sigue ocurriendo hoy, algo totalmente injustificable a estas alturas del siglo XXI. n

    Locomotoras Alshtom

    abandonadas en los talleres.

    16 febrero 2008

    La Saucita una de las

    locomotoras convertida en monumento.

    Tharsis 16 febrero 2008

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