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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE Cerámica y Vidrio M U s E I s T I C A ••• Una aproximación al estudio de los «Alabastra» de pasta vitrea- Los ejemplares del Museo Nacional de Artes Decorativas JULIO GONZALEZ ALCALDE Arqueólogo Este trabajo es el resultado de un estudio sobre los Alabastras de pasta vitrea fabricados con la técnica del núcleo de arena. Su presencia es frecuente en el entorno mediterráneo en los siglos VI-1 a.C. formando parte generalmente de los ajuares funerarios orientalizantes, púnicos, griegos e ibéricos. Se propone aquí que estos recipientes pudieron ser utilizados en actividades suntuarias y ceremonias rituales como contenedores de perfumes y ungüentos. La investigación se ha basado en el estudio de su origen, materia, técnica de fabricación y aspectos tipológicos relacionados con la cronología. Asimismo, su importancia en el comercio mediterráneo y significación socio-cultural. Todo ello ha permitido sugerir la existencia de una triple finalidad como perfumarlos de lujo, elementos del ámbito religioso y objetos de uso funerario. Debido a esta multifunción eran muy apreciados por aquellas culturas. Palabras clave: Alabastras, rituales, perfumarios, ungüentarios, Mediterráneo. An approach to the study of the vitreus paste alabastra. Samples in the Museo Nacional de Artes Decorativas This eassy is the result of a study on glass paste Alabastra manufactured following the san-core technique. They are widely present in the Mediterranean area in VI-I B.C., generally forming part of Oriental, Punic, Greek or Iberian funerary furnishings. It is suggested here that these vessels could have been used as ointment and perfume containers ungüentarla in sumptuary activi- ties and ritual cermonies. The research has been based upon the study of their origin, material, manufacturing technique and typo- logical aspects related to cronology. Likewise, they are important in what Mediterranean trade and socio-cultural significance are concerned. All that has permitted to suggest the existence of a triple purpose: as luxurious perfume pans, as elements belonging to the religions world or for funerary purposes. On account of their versatibility, they were very appreciated by those cultures. Key words: Alabastra, rituals, perfume pan, ointment pan, Mediterranean. INTRODUCCIÓN El propósito de este trabajo de investigación ha consistido en realizar una aproximación al estudio de los alabastra de pasta vitrea, con especial incidencia en los ejemplares del Museo Nacional de Artes Decorativas. Partiendo de sus posibles orígenes históricos se ha investiga- do la tipología y adscripción cronológica, así como la materia y técnicas empleadas en su fabricación. Este cometido se ha realizado en el marco de los focos geo- gráficos de dispersión entroncados con el comercio de estos vasos en la cuenca mediterránea. Por último, se hace referencia al contexto sociológico y cultural del que formaban parte. Los alabastras y otros ungüentarlos, como los anforiscos, ari- balos, hidrias, enócoes y ungüentarlos (1) [N.F.l] están realiza- dos en pasta de vidrio policromo, empleando la técnica del núcleo de arena. Su origen es desconocido. Vigil (2) sostiene que los vasos Sargón II de Asirla darían lugar a una tipología de ungüenta- rlos del siglo VII a. C. y a los alabastras posteriores. Sin embar- go, en opinión de Von Kisa (3) y de Fossing (4) su origen sería egipcio. Goldstein sostiene que hay una relación entre los vasos Sargón II de Asirla, las vasijas Nimrud, el alabastra de Corning y los vasos documentados en el Mediterráneo en los siglos VII- VI a. C. (5). Para Feugère (6) los antecedentes de estos vasos se remontan al siglo XVI a. C. en Oriente Medio y al siglo XV a. C. en Egipto. Vives y Escudero (7) mantuvo que las formas eran griegas y sería en Naukratis donde los griegos fabricaban estos produc- tos. Fossing (4) sostiene que estos ungüentarlos realizados desde el siglo VI a. C. son el renacimiento de la industria egip- cia del vidrio. Estaría apoyada por el Faraón Amasis que, al estar muy helenizado, mantenía contactos estrechos con los griegos asentados en Naukratis en el Delta del Nilo en 569 a. C. Los griegos importarían estos productos egipcios que copiaban formas áticas. Pero esta opinión fue rebatida por Vigil (2) argu- mentando que no hubo tal renacimiento de la industria tradi- cional egipcia. La técnica del núcleo de arena era empleada tam- Bol. Soc. Esp. Cerám. Vidrio, 35 [2] 121-126 (1996) 121

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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE

Cerámica y Vidrio M U s E I s T I C A

• • •

Una aproximación al estudio de los «Alabastra» de pasta vitrea-Los ejemplares del Museo Nacional de Artes Decorativas

JULIO GONZALEZ ALCALDE Arqueólogo

Este trabajo es el resultado de un estudio sobre los Alabastras de pasta vitrea fabricados con la técnica del núcleo de arena. Su presencia es frecuente en el entorno mediterráneo en los siglos VI-1 a.C. formando parte generalmente de los ajuares funerarios orientalizantes, púnicos, griegos e ibéricos. Se propone aquí que estos recipientes pudieron ser utilizados en actividades suntuarias y ceremonias rituales como contenedores de perfumes y ungüentos. La investigación se ha basado en el estudio de su origen, materia, técnica de fabricación y aspectos tipológicos relacionados con la cronología. Asimismo, su importancia en el comercio mediterráneo y significación socio-cultural. Todo ello ha permitido sugerir la existencia de una triple finalidad como perfumarlos de lujo, elementos del ámbito religioso y objetos de uso funerario. Debido a esta multifunción eran muy apreciados por aquellas culturas.

Palabras clave: Alabastras, rituales, perfumarios, ungüentarios, Mediterráneo.

An approach to the study of the vitreus paste alabastra. Samples in the Museo Nacional de Artes Decorativas

This eassy is the result of a study on glass paste Alabastra manufactured following the san-core technique. They are widely present in the Mediterranean area in VI-I B.C., generally forming part of Oriental, Punic, Greek or Iberian funerary furnishings. It is suggested here that these vessels could have been used as ointment and perfume containers ungüentarla in sumptuary activi­ties and ritual cermonies. The research has been based upon the study of their origin, material, manufacturing technique and typo­logical aspects related to cronology. Likewise, they are important in what Mediterranean trade and socio-cultural significance are concerned. All that has permitted to suggest the existence of a triple purpose: as luxurious perfume pans, as elements belonging to the religions world or for funerary purposes. On account of their versatibility, they were very appreciated by those cultures.

Key words: Alabastra, rituals, perfume pan, ointment pan, Mediterranean.

INTRODUCCIÓN

El propósito de este trabajo de investigación ha consistido en realizar una aproximación al estudio de los alabastra de pasta vitrea, con especial incidencia en los ejemplares del Museo Nacional de Artes Decorativas.

Partiendo de sus posibles orígenes históricos se ha investiga­do la tipología y adscripción cronológica, así como la materia y técnicas empleadas en su fabricación.

Este cometido se ha realizado en el marco de los focos geo­gráficos de dispersión entroncados con el comercio de estos vasos en la cuenca mediterránea. Por último, se hace referencia al contexto sociológico y cultural del que formaban parte.

Los alabastras y otros ungüentarlos, como los anforiscos, ari-balos, hidrias, enócoes y ungüentarlos (1) [N.F.l] están realiza­dos en pasta de vidrio policromo, empleando la técnica del núcleo de arena.

Su origen es desconocido. Vigil (2) sostiene que los vasos Sargón II de Asirla darían lugar a una tipología de ungüenta­

rlos del siglo VII a. C. y a los alabastras posteriores. Sin embar­go, en opinión de Von Kisa (3) y de Fossing (4) su origen sería egipcio. Goldstein sostiene que hay una relación entre los vasos Sargón II de Asirla, las vasijas Nimrud, el alabastra de Corning y los vasos documentados en el Mediterráneo en los siglos VII-VI a. C. (5). Para Feugère (6) los antecedentes de estos vasos se remontan al siglo XVI a. C. en Oriente Medio y al siglo XV a. C. en Egipto.

Vives y Escudero (7) mantuvo que las formas eran griegas y sería en Naukratis donde los griegos fabricaban estos produc­tos. Fossing (4) sostiene que estos ungüentarlos realizados desde el siglo VI a. C. son el renacimiento de la industria egip­cia del vidrio. Estaría apoyada por el Faraón Amasis que, al estar muy helenizado, mantenía contactos estrechos con los griegos asentados en Naukratis en el Delta del Nilo en 569 a. C. Los griegos importarían estos productos egipcios que copiaban formas áticas. Pero esta opinión fue rebatida por Vigil (2) argu­mentando que no hubo tal renacimiento de la industria tradi­cional egipcia. La técnica del núcleo de arena era empleada tam-

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J. GONZALEZ ALCALDE

bien por otros pueblos. Las formas eran griegas, salvo la de los alabastras, pero los griegos la utilizaban. Aboga por un origen Próximo oriental para estos ungüentarlos (2) y habla de «una pluralidad de focos de producción en el Mediterráneo» (2).

Harden coincide con Vigil al sostener que en Mesopotamia se fabricaban ungüentarlos desde el siglo IX a. C. (8) (9) [N.F.2]. Los vasos hallados en el Delta eran importados. Los centros de producción estarían en Siria, pero también en la Isla de Rodas desde mediados del siglo VI a. C. causa de esas formas griegas en los ungüentarlos. En la Isla de Creta y Grecia en los siglos V-IV a. C. En Fratterina, cerca de Rovigo, en el Noroeste de la Península itálica en los siglos VII-IV a. C. Alejandría empezaría a producir desde el 332., fecha de su fundación. Posteriormente hasta el siglo I a. C. abundan los talleres, en la costa siria, en Chipre, en la Isla de Rodas y en la Península itálica, entre otros (10) [N.F.3]. Harden defiende la simultaneidad de producción de los talleres orientales y occidentales.

Las tipologías de estos ungüentarlos ya están en el Mediterráneo Occidental desde el siglo VI a. C.

Las medidas de los alabastras oscilan de 8 cms. a 13 cms. de altura y unos 3 cms. de diámetro. Presentan una coloración que iría del azul y azul oscuro al blanco, claro, gris y rojo siena. Están decorados con hilos, también de pasta vitrea azul tur­quesa, amarillo, verde, blanco, rojo, violeta, gris y negro. Esta ornamentación rodea el depósito del vaso, formando trazos geométricos en zig-zags, líneas horizontales, espirales e imi­tando plumas.

Se les llamó alabastras porque reproducen las líneas de los recipientes de alabastro utilizados para contener bálsamos. También se les designa como ungüentarlos y perfumarlos. Su finalidad era contener perfumes y ungüentos que se comercia­lizaron en su interior.

Estos vasos de pasta de vidrio se fabricaban a base de arena de sílice. Se conseguía así una tonalidad opaca. Cal con mag­nesio. Abundante sosa para que fuese baja la temperatura de fusión y colorantes (11).

Según la clasificación de Fossing (4) había tres períodos para establecer una secuencia cronológica: Primer período, siglos VI-IV a. C , Segundo período, siglos IV-III a. C. y Tercer perío­do, siglos III-I a. C.

Los alabastras del primer grupo son de paredes curvas. Pueden tener color blanco opaco y decoración en hilos de vidrio oscuro-morado. Los alabastras de color oscuro se deco­ran con hilos de tonalidades claras. Las decoraciones son en zig-zags, líneas horizontales y arcos. También hay alabastras de este período que no tienen decoración. El vaso tiene el cuello corto. La boca tiene forma plana. Los hombros están definidos.

Los del segundo grupo son de hombros pronunciados. La forma se ensancha hacia la base. Las paredes verticales. Los hombros casi no sobresalen del cuerpo del vaso. Tienen color azul, por regla general.

La decoración es a base de hilos claros con gama de colores azul claro, blanco, amarillo y verde. Son zig-zags en el centro del depósito y líneas horizontales enmarcándolas y circundan­do el vaso. En este caso las cintas de vidrio son de diversos colores. También puede decorarse con arcos blancos en toda la pieza. Sobre las asas dos líneas blancas horizontales. La boca plana tiene un filete amarillo.

Otras decoraciones incluirían arcos con la clave hacia arriba y hacia abajo, en espina de pescado y en zig-zags en toda la pieza. En los hombros líneas horizontales marrones. En esta época surge la decoración plumeada.

Los alabastras del tercer grupo presentan en todos los casos

un color oscuro. El cuello es más largo, incluso midiendo la mitad del depósito. Las asas son minúsculas y no llevan perfo­ración. Su decoración es a base de espirales, zig-zags y dibujos imitando plumas que llenan toda la superficie del vaso. La base acaba en punta o es redondeada.

TÉCNICA DE FABRICACIÓN

La procedencia de las técnicas para la fabricación del vidrio parece tener su origen en los alfares (12). También se aplicaban las utilizadas en la obtención de metales y piedras duras, como las técnicas del modelado y tallado. La primera se basaba en introducir vidrio líquido en un molde negativo. También se insertaban fragmentos de vidrio en un molde doble y se colo­caban en el horno para su fundición (2). La técnica del tallado es contemporánea de la anterior. Con ella se trabajaba el vidrio como una piedra dura, tallándole en frío (2).

La técnica empleada para fabricar los alabastras, objeto de este estudio, es la del núcleo de arena. Este sistema fue usado esencialmente para elaborar ungüentarlos de pasta de vidrio hasta el descubrimiento del vidrio soplado entre 331-30 a. C , probablemente en Siria o Egipto (12).

Schüler afirma que no se conocen descripciones de esta téc­nica, aunque con la misma se consiguieron importantes avan­ces técnicos (13) y sostiene que tras dos años de experimentos pudo reproducir estos ungüentarlos por la técnica del núcleo de arena. El sistema que describe, aunque no todos los autores están de acuerdo, sería aproximadamente así:

El núcleo de la vasija queda esculpido al extremo de un cilin­dro de yeso blanco fresco y arena. Cuando está seco se intro­duce en cera caliente.

Alrededor de este se dispone un molde externo, el cilindro se seca y la cera se funde a unos 90- C. Se coloca en el horno a 700-C y se añade vidrio a la cavidad periódicamente elevando la temperatura a 1.000- C. Después el horno se enfría. Al sacarlo hay que rom.per el molde externo y lim.piar la vasija. El núcleo se deja dentro.

La vasija se coloca en una barra y se precalienta a 450- C, se sube la temperatura para alisar la superficie por el fuego y luego se vuelve a 450- C. Para aplicar la decoración a la cuerda seca [N.F.4] y a continuación realizar las asas es necesario imprimir un movimiento de rotación a la vasija. Al girar se le aphcan las cintas de vidrios de colores (14) [N.F.5] alrededor y se hunden con una herramienta de punta afilada. Después de otro calentamiento se hace rodar la vasija sobre una mesa puli­da o se la frota con madera para nivelar los hilos de colores con la superficie. El calentamiento final sirve para pulir la superfi­cie al fuego. Finalmente se enfria lentamente, quizá enterrán­dola en arena caliente en un horno y dejando que el fuego se apagase. Una vez fría el núcleo era retirado y lavada la super­ficie (13).

Los motivos decorativos incluían zig-zags, arcos, imitaciones de plumas (2) y (11) también líneas horizontales, espirales y en espina de pescado. Decoración característica del núcleo de arena.

HALLAZGOS Y DISPERSION

Los alabastra, así como los demás ungüentarlos realizados con la técnica del núcleo de arena aparecen en toda la cuenca mediterránea en los siglos VI-IV a. C. Esta presencia es pro-

122 Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio. Vol. 35 Num. 2 Marzo-Abril 1996

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UNA APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LOS «ALABASTRA» DE PASTA VITREA. LOS EJEMPLARES DEL MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

ducto de la expansión comercial de fenicios, cartagineses, grie­gos y etruscos (2).

Su generalización se explica por la demanda de productos suntuarios. La técnica del núcleo de arena favorecía su produc­ción. La magnífica organización comercial con que contaban los fenicios y griegos y la eficacia de sus navegantes, permitía una distribución eficaz del producto hacia sus factorías y colonias. El ámbito comercial de estos productos se extendió desde el Mar de Azov y el Mar Negro a la Península Ibérica, por todo el Mediterráneo, incluidas zonas muy alejadas de la costa, para lo que utilizaban las cuencas fluviales como sistema de transporte.

Los perfumes y ungüentos que contenían estos vasos eran, junto al vino y el aceite, una de las bases del comercio fenicio y griego (15).

Los fenicios usaban el perfume en los ámbitos religioso, funerario y doméstico. Fueron grandes fabricantes, creadores de esencias e importadores de la mayor parte del incienso y aromas de Arabia y de Asia Tropical (16).

Desde el siglo VIII a. C. los fenicios comercian con los ungüentarlos. Estos se documentan en sus necrópolis y en ente­rramientos no fenicios. Este hecho se explica porque los fenicios realizaban un comercio de elementos de prestigio destinado a los jefes de las poblaciones indígenas situadas en territorios con abundancia de recursos que ellos querían controlar (17).

Sin embargo la caída de Tiro bajo Nabucodonosor y la crisis político-económica, sumada a la decadencia del comercio en la Península Ibérica a fines del siglo VI a. C. provocaron la transi­ción del período fenicio al púnico a mediados del siglo VI a. C. (17). El comercio fenicio deja paso a la hegemonía de Cartago que continuará comercializando y difundiendo estos ungüen­tarlos de vidrio polícromo.

Aunque no todas las piezas eran de importación. Junto a unas muy bien fabricadas hay otras de menor calidad y con imperfecciones notorias, tanto en la pasta como en la decora­ción, lo que indicaría la existencia de talleres locales. En la Península Ibérica hay pruebas de estos talleres. Se encontraron en la necrópolis de Ampurias bloques de pasta vitrea (18). Oliva Prat cita, entre otras piezas con defectos de fabricación, la anforita del Museu de Girona, inacabada, que fue alterada por la mucha temperatura de horno y presenta el molde de arcilla pegado. Además tiene el núcleo de arena solidificado en su interior (14), lo que indica de forma clara que en Ampurias se fabricaban ungüentarlos. En Ibiza también es probable la exis­tencia de talleres. Otro ejemplo de fabricación local es el aryba-lloi del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid. La excesiva temperatura de horno solidificó el núcleo de arena y le dio consistencia cerámica. Esta industria local sería sincróni­ca a la de importación oriental.

Los ungüentarlos de vidrio polícromo tienen una amplia dis­persión geográfica paralela a la nueva expansión de la técnica del núcleo de arena. Su dispersión geográfica en la Península Ibérica es la siguiente:

Primer grupo (siglos VI-IV a. C ) : aparecieron en las NecrópoHs de Ampurias (Girona) (19), Puig des Molins (Ibiza) (7) Y (20), Medellín (Badajoz) (21),[N.F.6] Galera (Granada)(22), Cerro del Berrueco (Medina Sidonia, Cádiz) (23), en los Torviscales (Fuente Tojar, Córdoba) (24).

Segundo grupo (siglos IV-III a. C) : aparecieron en las NecrópoHs de Ampurias (Girona) (19), Puig des Molins (Ibiza) (7) y (20), Villaricos (Almería) (25) [N.F.7].

Tercer grupo (siglos III-I a. C): se documentaron en las NecrópoHs de Ampurias (Girona) (19), Son Favar (Capdepera, Maüorca) (26).

MAPA DE DISPERSION DE YACIMIENTOS CON ALABASTRAS EN LA PENINSULA IBÉRICA: 1: Ampurias (Girona). 2: Son Favar (Capdepera, Mallorca). 3: Puig des Molins (Ibiza). 4: El Cigarralejo (Muía, Murcia). 5: Galera (Granada). 6: Toya (Peal de Becerro, Jaén). 7: Villaricos (Almería). 8: Almería. 9; Cerro del castillo de Soria (Soria). 10: Los Torviscales (Fuente Tojar, Córdoba). 11 Medellín (Badajoz). 12: Cerro del Berrueco (Medina Sidonia, Cádiz). 13: Extramuros de la ciudad de Cádiz (Cádiz). 14: Gaio (Sines, Portugal).

Debido al estado de fragmentación que presentan, a veces, las piezas de pasta vitrea, resulta difícil su descripción tipoló­gica y cronológica. Serían casos como el del fondo de alabastra dudoso de la necrópolis de Gaio (Sines, Portugal), aparecido en un contexto de los siglos VI-IV a. C. (27), de los fragmentos multicolores de la necrópolis de El Cigarralejo (Muía, Murcia), con una cronología de la primera mitad del siglo IV a. C. (28). Las piezas del yacimiento de Toya (Peal de Becerro, Jaén) for­man parte de los materiales inéditos del mismo, depositados en el Museo Arqueológico Nacional y de los que tuvimos noti­cia gracias a D. Antonio Madrigal. Otro fragmento de ungüen­tarlo se encontró en las excavaciones del Cerro del Castillo de Soria (29). En otros casos tenemos noticias de hallazgos de varios alabastras, como en las excavaciones llevadas a cabo en necrópolis a extramuros de la ciudad de Cádiz en contextos púnicos (30).

La gran dispersión geográfica de los alabastras es comple­mentaria de la amplia difusión cultural Se encontraron for­mando parte, al igual que las otras clases de ungüentarlos de ajuares funerarios de tumbas de inhumación y de incineración, en contextos culturales muy diversos: Orientalizante en Medellín (Badajoz), Cerro del Berrueco (Medina Sidonia, Cádiz), y Gaio (Sines, Portugal),griego en Ampurias (Girona),punico en Puig des Molins (Ibiza) ,Villaricos (Almería) y Cádiz, ibérico en Galera (Granada), Toya (Peal de Becerro, Jaén) Los Torviscales (Fuente Tojar, Córdoba), y El Cigarralejo (Muía, Murcia), arévaco en el Cerro del Castillo de Soria y Talayótico en Son Favar (Capdepera, Mallorca) [N.F.8].

Los alabastras han sido encontrados en enterramientos. Las necrópolis son tanto de inhumación como de incineración.

En las necrópolis de Ampurias formaban parte del ajuar del difunto, orientado al Este. Su número solía variar de uno a tres vasos. Se depositaron junto al cuello, cabeza manos y pies del cadáver. Junto a ellos aparecieron cerámica griega, objetos de adorno personal y elementos simbólicos. También había esculturas de terracota que recuerdan las etruscas yacentes. Una de ellas tumbada sobre un lecho. En su mano izquierda

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I- GONZALEZ ALCALDE

una paloma, -símbolo de la Diosa Tanit-. Debajo, apoyada en su cuerpo una serpiente. Se trata de la famosa inhumación Bonjoan, n-. 77, en la que además apareció una figura mascu­lina de barro, vestida de túnica con los brazos pegados al cuerpo (31).

En la necrópolis de Son Favar (Capdepera, Mallorca), los cuatro alabastras fueron encontrados en los espacios entre figu­ras de guerreros de bronce en actitud de blandir una lanza o una espada [N.F.9].

La mayor parte de los alabastras aparecen en enterramientos de personajes importantes, formando parte de ajuares de lujo. Es el caso de la necrópolis de Ampurias (Girona) (32), de las Tumbas Principescas de El Cigarralejo (Muía, Murcia) (28), entre otros.

Posiblemente desempeñarían una triple finalidad como per­fumarlos de lujo, elementos relacionados con lo sacral y una función funeraria.

En su función como perfumarlos de lujo podrían ser llevados como colgantes.(33) También podrían-utilizando un elemento sustentante-formar parte del tocador[N.F.10.]

En acontecimientos deportivos los ungüentarlos se llevaban colgados con cintas de cuero del cuerpo de los atletas, como demuestran algunas escenas de cráteras griegas (34).

Pero no sólo tendrían una función suntuaria. Al ser contene­dores de perfume eran también objetos religiosos. El perfume en la Antigüedad estaba ligado a la Divinidad. En Grecia se asociaba a los Dioses y era una ofrenda. Por ello podrían utili­zarse en los cultos, por la clase sacerdotal, colgados por un sis­tema parecido al que ostentan la Dama de Elche, la Dama de Baza o la Dama de Ibiza por medio de collares escalonados en el pecho (35).

Su aparición formando parte de los ajuares de las necrópolis atestigua probablemente su adscripción a rituales funerarios. El estar asociados en los enterramientos a la paloma, -símbolo de la Diosa Tanit-, refuerza su cercanía a lo sacral. También la relación con los Mars Balearicus indica un objeto de culto (36).

Los perfumes y ungüentos contenidos en los alabastras en las tumbas fenicias y púnicas, -y probablemente también en las griegas e ibéricas-, tendrían una función oferente y destructora de influencias negativas. En las necrópolis de inhumación retrasarían el proceso de descomposición del cadáver por medio de la unción del cuerpo del difunto. También se usaban en las de incineración, en las que parece que los huesos se lava­ban antes de ser enterrados. Podía tener una doble función al ser ofrenda a alguna Divinidad tutelar de los muertos como en Grecia. No podemos descartar que contuvieran otros líquidos, quizá vino, agua, leche o miel (36).

Ramos Sanz sostiene que el vino era considerado una ofren­da a la Divinidad en el Antiguo Testamento, en Troya y en el mundo fenicio y púnico desde mediados del siglo VIII a. C. hasta mediados del siglo II a. C. El agua era fuente de vida en Babilonia y para el mundo semita. Era un elemento purificador en Grecia para lavar al muerto y purificar a los vivos que habí­an tenido contacto con él. La leche fue utilizada como libación en el Antiguo Testamento y en Grecia, y la miel también fue utilizada como libación en Grecia (36).

Los perfumarlos y ungüentarlos eran objetos de lujo y, por lo tanto, elementos de prestigio. Al estar relacionado el perfume con la Divinidad podrían usarse como objetos de culto. Y ade­más formaban parte del ajuar del difunto tras un ritual funera­rio. Cumphrían una multifunción. Eran por ello rentables para ser comercializados debido al gran valor que tenían para aque­llas culturas.

LOS ALABASTRAS DEL MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

Los ejemplares del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, provienen de la colección Artiñano, adquirida por D. José Sánchez Garrigós que, a su vez la ofreció en venta al Estado en 1935 y fue adjudicada al Museo Nacional de Artes Decorativas el 14 de Mayo de 1935.

A continuación la descripción detallada de cada una de las piezas:

1. N-. de inventario 605: Procedencia: Provincia de Almería. Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio de color rojizo siena. Depósito cilindrico irregular con cuello corto y boca plana, base redondeada. Pequeños anillos late­rales forman dos asas anulares. Decoración con hilos en zig-zag en la casi totalidad del depósito. Eilete amarillo en la boca. Altura: 9 cm., diámetro: 3,5 cm. Buena conservación. Boca fragmen­tada e incompleta.

Cronología: S. IV-III a. C. Bibliografía: (2).

2. N^. de inventario 606: Procedencia: Ampurias (Girona). Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio azul con depósito cilindrico, cuello corto y boca plana. Unos pequeños anillos laterales for­man las asas anulares. Decorado con hilos de vidrio amarillo y azul verdoso en zig-zag que cubren la casi totalidad del depósito. Filete amarillo en la boca. Altura: 9 cm., diámetro: 2,5 cm. Buena conservación. Cronología: S. IV-III a. C. Bibliografía: (32).

3. N^. de inventario 607: Procedencia: Ampurias (Girona). Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio de color azul oscu­ro opaco. Depósito cilindrico ensanchado en la base. Los hom­bros no están apenas pronuncia­dos. Cuello corto y asas situadas más abajo respecto a los alabastras del período anterior, estas asas se reducen a un anillo con una reduci­da perforación central. El perímetro de la superficie está levemente lobulado. Decorado con hilos ver­des y amarillos arrollados horizon-talmente en la parte superior e infe­

rior del depósito. En la parte central los hilos están dispuestos en zig-zag o «espinas de pez». Altura: 10 cm., diámetro: 3,5 cm. Buena conservación. Cronología: S. III-I a. C. Bibliografía: (32).

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UNA APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LOS «ALABASTRA» DE PASTA VITREA. LOS EJEMPLARES DEL MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

4. N-. de inventario 608: Procedencia: Ampurias (Girona). Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio de color azul. Depósito cilindrico y base redonde­ada. Las asitas laterales con prolon­gación sobre el cuello. En el resto de la superficie los hilos forman arcos invertidos u ondas muy regu­lares. Un hilo amarillo rodea el perímetro de la boca. Altura: 10 cm., diámetro: 3 cm. Buena conservación. Cronología: S. III-I a. C. Biblio.: (32)

5. N-. de inventario 609: Procedencia: Ampurias (Girona).

Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio azul oscuro opaco. Cuerpo cilindrico de base redonde­ada. Decoración con hilos blancos arrollados al cuello y parte inferior del depósito. Los mismos hilos con­tinúan en la parte central formando ondas y zig-zags irregulares. Dos pequeñas anillas hacen de asas. Altura: 13 cm., diámetro: 3 cm. Buena conservación. Falta un asa. Cronología: S. III-I a. C. Biblio.: (32)

Altura: 12 cm Cronología: S. III-I a. C

6. N-. de inventario 610: Procedencia: Ampurias (Girona).

Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio azul oscuro opaco. Cuerpo cilindrico de base redonde­ada. Pequeños anillos laterales con prolongación sobre el depósito for­man las asas. Boca plana. Decoración de hilos blancos arro­llados en la boca, parte superior e inferior del depósito. En la parte central los hilos blancos y amarillos forman zig-zags irregulares. Perímetro ligeramente lobulado. Filete blanco en la boca,

diámetro: 2,5 cm. Buena conservación. Bibhografía: (32).

7.- N-. de inventario 611: Procedencia: Ampurias (Girona). Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio azul, depósito cilindrico irregular y base redondeada. Unos anillos forman las asas que se pro­longan sobre la superficie del depósi­to. Decoración con hilos de vidrio blanco arrollados en la parte superior e inferior, en el centro los hilos blan­cos y amarillos están formando zig­zags. Perímetro lobulado. Altura: 10 cm., diámetro: 3 cm. Buena conserva­ción. Cronología: S. III-I a. C. Bibliografía: (32)

8.- N- . de inventario 612: Procedencia: Ampurias (Girona). Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio blanco con depósito cilindrico redondeado en su base. Los alabastras de este período tie­nen el cuello corto y la boca for­mando una gran solapa plana. Dos pequeñas asas laterales con prolon­gación sobre el depósito. Decoración con hilos de vidrio marrón colocados horizontalmente en la parte superior e inferior del depósito. En la parte central for­man un zig-zag. Altura: 12 cm., diá­

metro: 3 cm. Buena conservación. Cronología: S. III-I a. C. Bibhografía: (2).

9.- n-. de inventario 613: Procedencia desconocida. Técnica del «núcleo de arena». Pasta de vidrio de color grisáceo. Deco­ración con hilos de vidrio en zig­zag. Cuello cilindrico redondeado en su base. Altura: 8 cm., diámetro: 3 cm. Buena conservación. Incompleto, le falta el cuello y las asas. Cronología: S. II-I a. C. Bibhografía: (2).

AGRADECIMIENTOS

Agradezco al Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, a su Director, D. Alberto Bartolomé Arriaza; a su Subdirectora, Dña. Sofía Rodríguez Bernis; a Dña. Isabel Moiño, Bibliotecaria y al personal del museo, por las facihda-des dadas para acceder a la información; a D. Antonio Madrigal, arqueólogo; a M- Isabel Sanz-Bustillo García, Pilar Oyarzun, María José Mesa Villalba y José Felsinel Vergara por su colaboración, y muy especialmente a Dña. Elena Ramírez, Conservadora de Artes del Fuego, sin cuyo interés, paciencia y accesibilidad no hubiera sido posible la elaboración de este estudio. •

NOTAS FINALES

l.-P. Badenas y R. Olmos (1988), presentaron la nomenclatura de los vasos griegos en castellano.

2.-Según Harden (8) y Fernández Gómez (9), los yacimientos fueron Ur, Nimrud, Nippur, Samarra y Babilonia, entre otros.

3.-Harden (10), citado por Feùgere (6). 4.-Con hilos de vidrio. Anteriormente había técnicas provenientes del m o d e

lado y del tallado. La millefiori,-por ejemplo-, derivaba del segundo. Consistía en realizar la pieza con fragmentos de colores que hacían fusión dentro del molde en el horno. Sin embargo, la técnica decorativa que más nos interesa es la de apli­cación de tiras de vidrio.

5.-Colores muy vivos en una gama que iba del azul cobalto y el azul turquesa al amarillo, verde, blanco, rojo, violeta, gris y negro, según Oliva Prat (14).

6.-E1 alabastra apareció en la Cata Este del Teatro, Estrato VIL 7.-Según M.J. Almagro Gorbea (25), se documentaron en las cámaras hipoge

as 2 y 5. Esta necrópohs se utilizó en época de decadencia púnica. Cartago había perdido la Primera Guerra Púnica. Fines del s. III a. C. Iría decayendo la colonia.

Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio. Vol. 35 Num. 2 Marzo-Abril 1996 125

Page 6: BOLETÍN DE LSOCIEDAA D ESPAÑOLDE A Cerámica y Vidrio …boletines.secv.es/upload/199635121.pdfrecipientes de alabastro utilizados para contener bálsamos. También se les designa

J. GONZALEZ ALCALDE

Los ajuares de la necrópolis van siendo más pobres. Sería en época de Augusto cuando resurgiese.

8.-L0S materiales citados están depositados en los siguientes museos y colec­ciones:

Ampurias: (Museos de Girona, Arqueológico de Barcelona, Episcopal de Vich, Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid y en las colecciones AmatUer y Macaya).

Ibiza: (Museos de Cau Ferrât y Arqueológico de Barcelona). Son Favar (Capdepera, Mallorca): (Museo local de Arta). El Cigarralejo (Muía, Murcia): (Museo Emeterio Cuadrado de Muía, Murcia).

Galera (Granada):(Museo Arqueológico Nacional y colección Federico de Motos)

Villaricos (Almería): (Museo Arqueológico Nacional). Almería: Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid. Cerro del Berrueco (Medina Sidonia, Cádiz): (Museo Arqueológico Provincial

de Cádiz). Extramuros de la ciudad de Cádiz: (Museo Arqueológico Provincial de Cádiz). Los Torviscales (Fuente Tojar, Córdoba): (Museo Provincial de Córdoba). Medellín (Badajoz): (Museo Arqueológico Nacional). Gaio (Sines, Portugal): (Museo Etnológico Leite Vasconcelos). Toya (Peal de Becerro, Jaén): (Museo Arqueológico Nacional). 9.-Según Amorós y García Bellido (26), los guerreros están desnudos sobre

pedestales, tocados con casco de guerra. Uno de ellos lleva un escudo y mide 50 cm. sin pedestal. Los otros dos miden 22 cm. y 20 cm. sin pedestal. En este caso los alabastras están relacionados con figuras de Mars Balearicus. Serían traídas por mercenarios baleáricos del Sur de Italia. Se depositarían después en esta necrópolis que también fue un santuario indígena.

lO.-Artiñano (33), cita un ejemplar posterior realizado en vidrio soplado, pero «idéntico a los fabricados en pasta», que tiene en las asas de vidrio dos anillas de cobre unidas por un asa de bronce. Sin embargo, no hay ejemplares conocidos realizados con la técnica del «núcleo de arena» que tengan estas características.

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