8/18/2019 Bordeau - Algunas Propiedades Sobre Los Campos

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 Algunas propiedades de los campos (1)

Pierre Bourdieu

Los campos se presentan a la aprehensión sincrónica como espacios estructurados deposiciones (o de puestos) cuyas propiedades dependen de su posición en estos espacios, y que

pueden ser analizadas independientemente de las características de sus ocupantes (que en parteestán determinadas por las posiciones). Hay leyes generales de los campos: campos tan diferentescomo el campo de la política, el campo de la filosofía, el campo de !a religión tienen leyes defuncionamiento inariales (es lo que hace que el proyecto de una teoría general no sea insensatoy que, desde ese momento, se pueda utilizar lo que se aprende sore el funcionamiento de cadacampo particular para interrogar e interpretar otros campos, superando así la antinomia mortal de lamonografía idiográfica y la teoría formal y acía). "ada ez que se estudia un campo nueo #ya seael campo de la filología en el siglo $%$, de la moda hoy, o de la religión en la &dad 'edia# sedescuren propiedades específicas, propias de un campo particular, al tiempo que se haceprogresar el conocimiento de los mecanismos uniersales de los campos que se especifican enfunción de ariales secundarias. or eemplo, las ariales nacionales hacen que mecanismos

gen*ricos como la lucha entre los pretendientes los dominantes tomen formas diferentes. erosaemos que en todo campo encontraremos una lucha, cuyas formas específicas hay queinestigar en cada caso, entre el nueo ingresado que trata de hacer saltar los cerroos de la cuotade ingreso y el dominante, que trata de defender el monopolio y de e+cluir la competencia.

n campo, así sea el campo científico, se define entre otras cosas definiendo oetos en uego [enjeux] e intereses específicos, que son irreductiles a los oetos en uego [enjeux] y a losintereses propios de otros campos (no se puede hacer correr a un filósofo tras los oetos en uego[enjeux] de los geógrafos), y que no son perciidos por nadie que no haya sido construido paraentrar en el campo (cada categoría de intereses implica la indiferencia a otros intereses, a otrasinersiones aocados así a ser perciidos como asurdos, insensatos, sulimes, desinteresados).ara que un campo funcione es preciso que haya oetos en uego [enjeux] y personas dispuestasa ugar el uego, dotadas con los haitus que implican el conocimiento y el reconocimiento de lasleyes inmanentes del uego, de los oetos en uego [enjeux], etc.

n haitus de filólogo es, al mismo tiempo, un -oficio, un capital de t*cnicas, dereferencias, un conunto de -creencias # como la propensión a concederle tanta importancia a lasnotas como al te+to#, propiedades que se deen a la historia (nacional e internacional) de ladisciplina, a su posición (intermedia) en la erarquía de las disciplinas, y que son a la ez lacondición del funcionamiento del campo y el producto de este funcionamiento (pero nointegralmente/ un campo puede contentarse con acoger y consagrar un tipo determinado dehaitus que ya está más o menos completamente constituido).

La estructura del campo es un estado de la relación de fuerzas entre los agentes o lasinstituciones implicados en la lucha, o si se prefiere así, de la distriución del capital específico que,acumulado en el curso de las luchas anteriores, orienta las estrategias ulteriores. &sta estructura,que constituye el principio de las estrategias destinadas a transformarla, está ella misma siempreen uego/ las luchas que tienen lugar en el campo tienen por oetio 0enjeu1 el monopolio de laiolencia simólica (autoridad específica) que es característica del campo considerado, es decir, endefinitia, la conseración o la suersión de la estructura de 2a distriución del capital específico.(Halar de capital específico significa decir que el capital ale en relación con un campodeterminado #por tanto, en los límites de ese campo# y que sólo es conertile en otra especie de

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capital en determinadas condiciones. 3asta con pensar, por eemplo, en el fracaso de "ardincuando quiso transferir a la alta cultura un capital acumulado en la alta costura/ el 4ltimo de loscríticos de arte deía afirmar su superioridad estructural como miemro de un campoestructuralmente más legítimo diciendo que todo lo que hacía "ardin en materia de arte legítimoera deleznale e imponi*ndole así a su capital la tasa de conersión más desfaorale).

Los que, en un estado determinado de las relaciones de fuerza, monopolizan (más o menos

completamente) el capital específico, fundamento del poder o de la autoridad específica ca#racterística de un campo, se inclinan por las estrategias de conseración #las que, en los camposde producción de ienes culturales, tienden a la defensa de la ortodoxia-, mientras que los menosproistos de capital (que son tami*n frecuentemente los reci*n llegados y, por tanto,generalmente, los más óenes) se inclinan por las estrategias de suersión #las de la herejía-. &sla hereía, la heterodo+ia, como ruptura crítica #que frecuentemente a unida a la crisis# con lado+a, la que saca a los dominantes de su silencio y les impone producir el discurso defensio de laortodo+ia, pensamiento derecho y de derechas cuyo oetio es restaurar el equialente a la adhe#sión silenciosa de la do+a.

5tra propiedad, *sta menos isile, de un campo/ todas las personas implicadas en un

campo tienen en com4n una serie de intereses fundamentales, a saer, todo lo que a unido a lae+istencia misma del campo/ de aquí deria una complicidad oetia que suyace a todos losantagonismos. 6e olida que la lucha presupone un acuerdo entre los antagonistas sore aquellopor lo que ale la pena luchar #y que es reprimido al estado de eidencia, mantenido en el estadode do+a#, es decir, sore todo lo que conforma el propio campo, el uego, los oetos en uego[enjeux], sore todos los presupuestos que se aceptan tácitamente, incluso sin saerlo, por el merohecho de ugar, de entrar en el uego. Los que participan en la lucha contriuyen a la reproduccióndel uego contriuyendo, más o menos completamente seg4n los campos, a producir la creencia enel alor de los oetos en uego [enjeux]. Los nueos ingresados deen pagar una cuota de ingresoque consiste en el reconocimiento del alor del uego (la selección y la cooptación le concedensiempre mucha atención a los índices de adhesión al uego, de inersión en el uego) y en el

conocimiento (práctico) de los principios de funcionamiento del uego. &stán aocados a lasestrategias de suersión, pero *stas, ao pena de e+clusión, permanecen confinadas en unoslímites determinados. 7, de hecho, las revoluciones parciales que tienen lugar continuamente en loscampos no ponen en cuestión los fundamentos mismos del uego, su a+iomática fundamental, elasamento de creencias 4ltimas en que reposa todo el uego. or el contrario, en los campos deproducción de ienes culturales, religión, literatura, arte, la suersión her*tica se proclama comoretorno a las fuentes, al origen, al espíritu, a la erdad del uego, contra la analización y de#gradación de que ha sido oeto. (no de los factores que protege a los diferentes uegos de lasreoluciones totales #las que no destruyen 4nicamente a los dominantes y a la dominación, sino alpropio uego# es precisamente la importancia de la inersión en tiempo, en esfuerzos, etc., quesupone la entrada en el uego y que, como las prueas de los ritos de paso, contriuye de forma

práctica a hacer impensable la destrucción pura y simple del uego. &s así como sectores enterosde la cultura #ante filólogos, no puedo dear de pensar en la filología8# se salan por el coste quesupone la adquisición de los conocimientos necesarios incluso para destruirlos en las formas).

 9 tra*s del conocimiento práctico de los principios del uego que se e+ige tácitamente a losnueos miemros es toda la historia del uego, todo el pasado del uego, los que están presentesen cada acto del uego. :o es casualidad que uno de los índices más seguros de la constitución deun campo sea, además de la presencia de huellas de la relación oetia (a eces, inclusoconsciente) con las otras oras, pasadas o contemporáneas, la aparición de un cuerpo deconseradores de las idas #los iógrafos# y de las oras #los filólogos, los historiadores del arte y

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de la literatura, que comienzan a archiar los esozos, los ocetos, los manuscritos, a -corregirlos(el derecho de -corrección es la iolencia legítima del filólogo), a descifrarlos, etc.#, otras tantaspersonas que están aliadas con la conseración de lo que se produce en el campo, que tieneninter*s en conserar y en conserarse conserando. 7 otro índice del funcionamiento como campoes la huella de la historia del campo en la ora (e incluso en la ida del productor). Haría queanalizar, en calidad de pruea a contrario, la historia de las relaciones entre un pintor al que se dice-na;f (arry, 9pollinaire o icasso, que uegan (en sentido literal, mediante toda clase de supercheríasmás o menos ondadosas) con el que no sae ugar el uego, con el que sue?a ser un 3ouguereauo un 3onnat en la *poca del futurismo y del cuismo, y que rompe el uego, aunque sea sin querer,y en todo caso sin saerlo, como los perros en misa, de forma completamente inconsciente, alcontrario de personas como @uchamp, o incluso 6atie, que conocen lo suficientemente ien lalógica del campo como para desafiarla y e+plotarla al mismo tiempo. Haría que analizar tami*n lahistoria de la interpretación ulterior de la ora que, gracias a la soreinterpretación, la hace entrar en el rango, es decir, en la historia, y se esfuerza en hacer de este pintor dominguero (los principiosest*ticos de su pintura, como la frontalidad rutal de los retratos, son los mismos que seencuentran en las fotografías de los miemros de clases populares) un reolucionario consciente e

inspirado.

Hay efecto de campo cuando ya no se puede comprender una ora (y el valor, es decir, lacreencia, que se le otorga) sin conocer la historia del campo de producción de la ora #es por loque los e+egetas, comentaristas, int*rpretes, historiadores, semiólogos y otros filólogos se en

 ustificados de e+istir en tanto que 4nicos capaces de e+plicar la ora y el reconocimiento de alorde que es oeto#. La sociología del arte o de la literatura que relaciona directamente las oras conla posición en el espacio social (la clase social) de los productores o de sus clientes, sin considerar su posición en el campo de producción (-reducción que sólo se ustifica, en rigor, con los -na;fs),escamotea todo lo que la ora le dee al campo y a su historia, es decir, precisamente lo que hacede ella una ora de arte, de ciencia o de filosofía. n prolema filosófico Ao científico, etc.) legítimo

es un prolema que los filósofos (o los científicos, etc.) reconocen (en el dole sentido del t*rmino)como tal (porque está inscrito en la lógica de la historia del campo y en sus disposicioneshistóricamente constituidas para y por la pertenencia al campo) y que, por el hecho de la autoridadespecífica que se les reconoce, tiene todas las posiilidades de ser ampliamente reconocido comolegítimo. 9quí tami*n es muy esclarecedor el eemplo de los -na;fs. 6on personas que se hanisto proyectadas, en nomre de una prolemática que ignoraan por completo, al estatuto depintores o escritores (y reolucionarios, por a?adidura)/ las asociaciones erales de >ean#ierre3rissat, sus largas series de ecuaciones de palaras, de aliteraciones y despropósitos, que des#tinaa a las sociedades científicas y a las conferencias acad*micas #por un error de campo quepone de manifiesto su inocencia# harían quedado como elucuraciones de alienado, como se lasconsideró al principio, si la -patafísica de >arry, los retru*canos de 9pollinaire o de @uchamp, o la

escritura automática de los surrealistas no huieran creado la prolemática en referencia a la cualpodían tomar sentido. &stos poetas#oetos, estos pintores#oetos, estos reolucionarios oetios,permiten oserar, en estado aislado, el poder de transmutación del campo. &ste poder no seeerce en menor medida, aunque de manera menos llamatia y más fundamentada, sore las orasde los profesionales que, conociendo el uego, es decir, la historia del uego y su prolemática,saen lo que hacen (lo que no quiere decir en asoluto que sean cínicos), de tal manera que lanecesidad que la lectura sacralizadora descure en ellas no aparece de manera tan eidente comoel producto de un azar oetio (cosa que tami*n es, en la medida en que supone una armoníamilagrosa entre una disposición filosófica y un estado de las posiilidades inscritas en el campo).Heidegger es a menudo 6pengler o >Bnger pasados por la cocina del campo filosófico. Ciene cosas

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muy simples que decir/ la t*cnica es la decadencia de 5ccidenteD desde @escartes todo a de malen peor, etc. &l campo o, más e+actamente, el haitus de profesional austado de antemano a lase+igencias del campo Apor eemplo, a la definición en igor de la prolemática legítima) a afuncionar como un instrumento de traducción/ ser -reolucionario conserador en filosofía esreolucionar la imagen de la filosofía Eantiana mostrando que en la raíz de esta filosofía, que sepresenta como la crítica de la metafísica, hay metafísica. &sta transformación sistemática de losprolemas y los temas no es el producto de una 4squeda consciente (y calculada, cínica), sino un

efecto automático de la pertenencia al campo y del dominio de la historia específica del campo queesa pertenencia implica. 6er filósofo es dominar lo que hay que dominar de la historia de la filosofíapara saer comportarse como filósofo en un campo filosófico.

@eo insistir una ez más en el hecho de que el principio de las estrategias filosóficas (oliterarias, etc.) no es el cálculo cínico, la 4squeda consciente de la ma+imización del eneficioespecífico, sino una relación inconsciente entre un haitus y un campo. Las estrategias de quehalo son acciones oetiamente orientadas hacia fines que pueden no coincidir con los fines quese persigan suetiamente, 7 la teoría del haitus se propone fundamentar la posiilidad de unaciencia de las prácticas que escape a la alternatia del finalismo y el mecanicismo. (La palarainter*s, que he utilizado arias eces, es tami*n muy peligrosa porque corre el riesgo de eocar 

un utilitarismo que es el grado cero de la sociología. @icho esto, la sociología no puede prescindir del a+ioma del inter*s, entendido como la inversión específica en los oetos en uego [enjeux], quees a la ez la condición y el producto de la pertenencia a un campo.) &l haitus, sistema dedisposiciones adquiridas por aprendizae implícito o e+plícito que funciona como un sistema deesquemas sch!mes] generatios, es generador de estrategias que pueden ser oetiamenteconformes con los intereses oetios de sus autores sin haer sido e+presamente conceidas coneste fin. Hay que emprender toda una reeducación para escapar a la alternatia del finalismoingenuo (que haría escriir, por eemplo, que la -reolución que conduce a 9pollinaire a lasaudacias de "undi rue #hristine y demás po*ticas ready made le fue inspirada por la pretensión desituarse a la caeza del moimiento indicado por "endrars, los futuristas o @elaunay) y de lae+plicación de tipo mecanicista (que consideraría esta transformación un efecto simple y directo de

determinaciones sociales). "uando las personas no tienen más que dear actuar a su haitus paraoedecer a la necesidad inmanente del campo y satisfacer las e+igencias en *l inscritas (lo queconstituye en todo campo la definición misma de la e+celencia), no tienen, en asoluto, conscienciade sacrificarse a un deer y mucho menos de uscar la ma+imización del eneficio (específico).@isfrutan así del eneficio suplementario de erse y ser istos como perfectamente desinteresados(F).

NOTAS 

G (&pígrafe del liro #uestiones de $ociología, 2, &ditorial %stmo, 'adrid).

2 onencia leída en la &scuela :ormal 6uperior en noiemre de 2IJ ante un grupo de filólogos e historiadores de la

literatura.< &n franc*s, na;f significa -ingenuo, -simple, -inocenteD en este caso, 3ourdieu hace referencia al moimientoartístico autizado con este nomre, pero tami*n a lo que el propio nomre indica/ un moimiento que no conoce oque parece no conocer las compleidades de las reglas del uego del campo artístico (:. del C.).

% 6e pueden encontrar desarrollos complementarios en . 35=@%&, -Le couturier et sa griffe. "ontriution á uneth*orie de la magie,  &ctes de la recherche en sciences sociales, n4m. 2, 2IK, pp. I#FJD -Lontologie politique de'artin Heidegger, &ctes de la recherche en sciences sociales, n4ms. K#J, 2IK, pp. 2M#2KJ (:. del C./ posteriormentea este artículo pulicó 3ourdieu un liro con el mismo título que está traducido al espa?ol/ "a ontología política de'artín (eidegger, 3arcelona, aidós, 22)D "e sens prati)ue, arís, &ditions de 'inuit, 2NM (:. del C./ hay traducciónespa?ola/ *l sentido pr+ctico, 'adrid, Caurus, 22).

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