Bourdieu Pierre Que Significa Hablar

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Maquera: RAGReservados todoslosderechos, Deacuerdoa 10dispuesro enel arr. 270del CodigoPenal, podranser casrigados conpenasdernulta y privacion delibenad quienesreproduzcan0 plagien,ento doaenparte, una obra literaria, artfsticaa cientifica fijadaencualquier tipodesoporte sinlaprecepriva autorizacion.PIERRE BOURDIEUGQUE SIGNIFICAHABLAR?1.' edicion: 19852.' edicion: 19993.' edicion- 2001Ediciones Akal, S.A., 1999: 2001Sector Foresta, 128760 Tres CantosMadrid -EspanaTel.: 91 8061996Fax: 91 804 40 28ISBN: 84-7600-050-2Deposito legal: M-40.574-2001ImprcsoenMaterprinr, S.L.Colmenar Viejo(Madrid).j-.;::i"* \j}-,,5>165448INDlCEINTRODUCCION 61. ECONOMIA DELOSINTERCAMBIOS LINGDISTl-COS 91. La produccion y reproduccion de la lengua legitima 172. La formaci6n de precios y la prevision de beneficios. 40II. LENGUAJEYPODER SIMB6LICo 631. Ellenguaje autorizado: las condiciones socia1esde laeficacia del discursoritual 672. Los ritos de instituci6n 783. La fuerzadelarepresentaci6n 874. Describir Yprescribir: las condiciones de posibilidadyloslimitesde 1a eficaciapolitica 96III. ANAuSISDEDlSCURSoS 1051. Censura y formalizaci6n 1092. El discurso importante: algunas reflexiones socio-logicas sobre Algunas observaciones criticas en tor-noa "Leerel Capital" 1343. Laretorica del cientifismo:contribuci6n a unanali-sis del efecto Montesquieu 1525INTRODUCCIONEn. el ensayo. para. introducir en Filoso/fa el concepto de magnitudnegativa, Kant imagma unhombre de diez grados de avaricia queseesfuerza en doce grados en amar a su projimo mientras que otro, avarode tresgrados, y capaz de una intencion similar de siete grados, pro-duce una accion generosa ?e cuatro grados;para concluir queel pri-mero es moralmente supenor al segundo aunque.snedido por el acto-dos, gradoscontra cuatro-,seaindiscutiblemente inferior. Quiza?ebenamosun,a?aIisis aritrnetico semejante los meritos parajuzgar los trabajos cientificos... Lasciencias sociales, sin lugar a du-das, estanal ladedel avarodediezgrados y seguramente se tendriauna apreciacion mas justa de sus meritos si se supiera tomar en cuen-ta, como Kant, lasfuerzassociales sobre lasque deben triunfar. Lo nuncatan.cierto como cuando se trata del objeto de esadisci-plina cuyo impeno se ejerce sobre el conjunto de las ciencias socialesesa lengua una e indivisible, fundada, segun Saussure en la exclusionde social 0, segun Chomsk;, sobre el privi-legio concedidoa las propiedadesformalesdelagramatica endetri-mentodelas coerciones funcionales.Porhaberemprendido, unpocoantesdel acme delamoda untrabajo acadernico-queafortunadamente no llego a publicarsenunca-donde me apoyaba enuna lectura rnetodica delcurso delingiiisticaparafundar una teoria general de la cul-tura,quizas mas sensible que otros a los efectos masvisiblesd.el ejercido esa disciplina soberana, tratese de transcrip-clones literales de escntos teoricos, de transrnisiones mecanicas de con-ceptostornadosensuvalor parcial 0desimplesimitacionesque, alelopusoperatumdel modus operandi, conducenareinter-pretaciones mesperadas, a veces estrafalarias. Pero esta resistencia alas no nada quever con una negativa que pue-da largnorancia: siempre he creido quela obra de Saussu-re, y, postenormente, cuando para mi resulto manifiesta la insuficien-6cia delmodelo de la palabra (y de la practica) como ejecucion, ladeChomsky, quereconoce un determinado ranga a las disposiciones ge-neradoras, plantean alaSociologia cuestionesfundamentales.Loquenoes obice para que todas esascuestiones soloalcancensus maximas potencialidades a condicion de salir de los limites inscri-tos en la propia intencion de la linguistica estructural como teoria pu-ra. Enefecto, todo el destine dela linguistica moderna se decide enel acto de fuerza inaugural par el cual Saussure separa la linguisticaexterna de la lingiiistica interna, y, reservando a esta ultima el ti-tulo de linguistica, excluye de esta disciplina todas las investigacionesquerelacionan la lengua con la etnologia, excluyela historia politicade los que la hablan 0incluso la geografla del ambito en que se habla,yaquenoaportaria nada al conocimientodelalengua consideradaensi rnisma. Nacida de la autonomizacion de lalengua conrelaciona sus condiciones socialesdeproduccion, de reproduccion y deutili-zacion, la lingiiistica estructural, al convertirse en la ciencia dominanteen las ciencias sociaIes, necesariamente tenia que ejercer un efecto ideo-logico, dando apariencias de cientificidad a la naturalizacion de esosproductosdelahistoriaquesonlosobjetossimbolicos: latransmi-sion del modele fonologico fuera del campo de la linguistica tieneporefecto generalizar al conjunto de los productos simbolicos, taxinomiasdeparentesco, sistemas miticos u obras dearte, esaoperacion inau-gural que ha hecho de esta ciencia la mas natural de las ciencias socia-les separandoelinstrumentolinguisticodesuscondicionessocialesdeproduccionydeutilizacion,Es obvio que las diferentes ciencias estaban desigualmente predis-puesta a recibir este caballo de Troya. Larelacion particular que uneal etn6logo con suobjeto, laneutralidad deespectadorimparcialque confiere el estatuto de observador ajeno, convertian a la etnolo-giaenvictima elegida. Porsupuesto, conlatradiciondelahistoriadel arte0 de la literatura: en este caso, la importacion deunmetodode analisisqueimplica la neutralizacion de las funciones no hacia masquesancionarel mododeaprehensiondelaobradearte quedesdesiempre vieneexigiendo el experto,es decir, ladisposicionpura- ypuramente interna can exclusion de toda referencia reductora a10externo: asi como el oficio religioso, perc en otro ambito, la se-miologialiteraria ha elevadoel cultodelaobradearteaungradoderacionalidad superiorsinmodificarsusfunciones. En todocaso]lapuesta entreparentesis de 10 social quepermite tratarlalengua uotro objeto simbolico como finalidad sin fin, ha contribuido nopocoalexitodelalingiiisticaestructuralista, otorgandoel encantodeunjuego intrascendente a los ejercicios puros de unanalisis puramen-teinternoyformal.Partanto, el hecho -tall cuidadosamente rechazadoparloslin-guistas y sus imitadores- de que la naturaleza social de lalenguasea uno desus caracteres internos, y dequelaheterogeneidadseainseparable de ella, es algode 10 quedebemos sacar todas sus conse-cuencias con perfecta conciencia de los riesgosquesemejante empre-7~ ~ ~ . - ~ ~ .. ~ - ~---------IONOMIADELOS INTERCAMBIOSBe LINOufsTICOSsa entrana, entre otros esaapariencia detosquedadqueafecta alosmas sutilcsy rigurosos analisiscapaces -y culpables_ de laborar POtIa vueltade10 reprimido, peligrnquenoesprecisamenteel meno-de todos:en suma, hay que escoger el pagarpor Ia verdadun preciomaselevadocan unbeneficiadedistincionmaspequefio*. La.segunda pane de este libro recoge en forma mas 0menos profundamente modi.ficada diversos textos aparecidos ya: para el capituloI, EI Lenguaje Autorizado. Notasobrelas condicionessociales de la eficaciadel discurso ritual,Acresdela rechercheensciencessGciales 5, 6, noviembrede/975, pags. 183-190; para eI capitulo2, Losritos de institucion, Actes de ta recherche en sciences sociates, 43, juniode /982, pags,58-63 (transcripcion deunacomunicacion presentada en eI coloquiosobrelosritosde paso hoy, de Neuchiitel en Octubre de /981); para el capitula 4, Describir y prescri.bir, Acres delarechercheensciencessociales, 28 demayode198/, pags. 69.74.La tercera parte recoge los siguiente: para el capitulo 2, la lectura de Marx: algunasobservaciones crlticas respeczna Algunas observaciones criticas en rorno a leer el Ca-pita">, Ac/es defa rechercheensciencessociales, 5-6, noviembre /975, pags. 65-79;parael capitulo3, EJ nortey cl Mediodia. Contribucion a un analisis dcl efecto Mon-resquieu, Acres defa recherche en sciencies soc/ales, 35, noviembre1980, pags, 21-25.8IIILaSociologfa s610 puedeliberarsede lasformasdedominaci6nque la Iingiiistica y sus conceptos ejercen todavia hoy sobrelas cien-cias socialesa condiciondehacer patentes lasoperacionesdecons-truccion del objeto en que esta ciencia se ha fundado, y las condicio-nes sociales de produccion y circulaci6n de sus conceptos fundamen-tales. Si el modelo linguistico se ha transportado tan facilmente al te-rreno de la etnologia y de la sociologia, ella se ha debido a una consi-deracion esencialista de la linguistica, es decir, a la filosoftaintelec-tualistaquehacedel lenguaje, masqueuninstrumento deacci6nyde poder,un objeto de inteleccion, Aceptar el modele saussuriano ysus presupuestos, es tratarel mundo socialcomoun universe dein-tercambios simbolicosy reducir la acciona un acto de comunieaci6nque, como la palabra de Saussure, esta destinado a ser descifrado parmediodeuna cifra0 deuncodigo, lengua0 cultura1.Para romper conestafilosofiasocial, hayquemostrarque, porIegitimo que sea tratar las relacionessociales -y las propias relacio-nes de dominaci6n- como interacciones simbolicas, es decir, comorelacionesdecomunicacion queimplicanel conocimientoyel reco-nOcimiento, nohay que olvidar que esas relacionesde comunicacionpor excelencia que son los intereambios lingiiisticos son tambien reia-ciones de poder simbolico donde se actualizan las relacionesa de fuer-za entre los locutores y sus respectivosgrupos. En suma, hay que su- ,perarla alternativa corriente entreel eeonomismo y el culturalismo,para intentar elaborar una economia de los intercambios simbolicos,Todoactodepalabra y, masgeneralmente, todaaccion, es una,lEn otro librohe intentado analizar el inconsciente epistemol6gicodel estructu-r a h s ~ o , es decir, los presupuestos tan lucidamente introducidospor Saussure en la cons-truccI6n del objeto propio de la lingiiistica, pero que han sido olvidados0rechazadosp ~ r los utilizadoresposteriores del modelosaussuriano (ver P. Bourdieu, Le sens pra-tIque, Paris, Editions deMinuit, 1980, Paris, PP. 51 y siguientes),11coyuntura,un encuentro de series causales independientes: por un la-do,las disposiciones, socialmente modeladas, del habitus Iingtiistico,que implican una cierta propension a hablar y decirdeterminadas co-sas (interes expresivo) y una cierta capacidad de hablar definida a lavezcomo capacidad lingiiistica deinfinita creacion dediscursos gra-maticalmente semejantesy como capacidad social quepermite utili-zar adecuadamente estacompetencia enunadeterminada situacion;por otro, las estructuras del mercado lingiiistico; por otro, las estruc-turas del mercado linguistico, que se imponen como un sistema de san-ciones ycensurasespecificas.Este modelo simplede produccion y de circulacion lingiiistico co-mo relacion entre los habitus lingiiistico y los mercados en que se ofre-cen sus productos no tienecomo objeto ni recusar ni sustituir el ana-lisis propiamente linguistico del codigo; pero permite comprender loserroresyfracasosaquelalingiiisticasecondenacuando, apartirde unosolode los factores en juego, la competencia propiamente lin-guistica, que se define en abstracto al margen de todo 10que esta com-petencia debeasuscondicionessociales deproduccion, intentadarrazon del discurso en su singularidad coyuntural. Enefecto, en tantoencuanto ignoren ellimite que es constitutivo desuciencia, loslin-giiistasno tienen otra eleccion quebuscar desesperadamente en la len-gua10 que se inscribe en las relaciones sociales donde funciona, 0dehacer sociologia sin ellos saberlo, es decir, con el peligro de descubrirenlagrarnaticamisma 10 quelasociologia espontaneodel linguistahaimportadoinconscientemente.Lagramatica solodefine muy parcialmente el sentido,y la deter-minacioncompletadelasignificacion del discursoseproduce enlarelacion conun mercado. Una parte de las determinaciones que cons-tituyenladefinicionpractica delsentido, y nolamenor, se produce,renel discursoautomaticamentey desdefuera. EI origen del sentido, objetivo que se engendra en la circulacion lingiiistica hayquebuscar-10enprimer lugar enel valor distintivoresultantedelarelacionac-tuada por los locutores, consciente0inconscientemente, entre el pro-'l' ducto lingiiistico ofrecido por un locutor social caracterizado y los pro-, ductos simultaneamente propuestos en un determinado espaciosocial.Sucede tarnbien queel producto lingiiistico solose realiza cornpleta-mente comomensaje cuandoes tratadocomotal, esdecir, cuandofCes descifrado. Asimismo, losesquemasdeinterpretacion que losre-ceptoresponen enpractica ensu apropiacion creadora del producto\ propuesto pueden estar mas0menos alejados de los quehan orienta-Ldolaproduccion. Atravesdeesosefectos, inevitables, el mercadocontribuye a crear nosoloel valor simbolico sinotambien el sentidodel discurso.Lacuestion del estilo se podria considerar desdeestaperspectiva:esaseparacion individualconrespectoa lanormalinguistica, esaelaboraci6nparticular quetiendeaconferir al discurso propiedadesdistintivas, es unser percibido quesolo existeen relacion con sujetospercibientes, dotadosdeesasdisposicionesdiacriticasque permiten12, . jormas de decir diferentes, entre artes de hacerse deduce queel estilo, tratesela poesiablar dlstmtlvOS. De d ladicciondeunaelase(social, sexualcomparada conlaprosadO ceonladeotra c1ase soloexisteenrela-. I) eompara a ' . .,ogeneraClOnadosdeesquemasdepercepci6n de cionaagentes dota '1 omo conjunto de diferenclas slsremaucas.it constituu' 0c I' .., .quepermlen h did Lo que circula en el mercado inguisu-, . nte apre en 1 as. . dsincretICame . discursosestilisticamente caractenza os,conoes Ialengua,ma la vez dellado de la produccion, en ladiscursos que rse haceunidiolecto conlalengua dida enqueca a ocu. en la medida en que cada receptor contn-y dellado derecepcion, uepercibe introduciendo enel todo10buyea pr?dUClr elsingular Ycolectiva. Loqueenprinci-que su discurso poetico es decir, su cualidad -cuandopio solo sed 1 ar al grado la posibilidad de provo-estasegun los diferentes individuos, seria exten-card discurso A diferencia de la denotacion. que ,sible a cualquier tipobl com'unatodosloslocutores 2, lacon- "\la partf a ufaridad de las experiencias individuales, 10 Inotacronse constituyeenunarelacion\quequiere ndelosreceptoresponenenjuegoladlversldadde "caractenzadado . ., rmbouca La paradoja de la comu-vsus instrumen!os de aproplaclOnSl imlica'unmediocomun, soloseenel. casolimite ques.eirata deemociones como suele ocurrrr la P?esIa, SUSCI-tando resucitando experiencias singulares, es decir, ca- Producto de la neutralizacionlaspracucasen ue funciona, la palabra de los diccionarios no nmguna eXIS-social: en la practica, solo existe sumergldael puntodequeel nucleodesentidoquese mantlenere anvamen einvariante a traves de la diversidadde los mercadosinadvertido3. Comoobservaba Vendryes, si reci siempre todosu sentido a lavez, el discursounjuegode palabras; massi, como en el casode alquilar -locare Y" ' , ecede de A vez- vousIiChari, Pa-2 Ver G. Mounin, LacommUniCatIOnpoet/que, prris, Gallimard, 1969, PP, 21-26, , id de una pa-3 La aptitud para captar simultaneamentc los os a ortiori la apti-labra (aptitud que suelen medirlos testllamados de,fi ifi : 'n ordi-, , ' (por ej I reactIvando a slgm Icaclotudpara manipularlospractIcamente porejemp0, I file fos) constituyen unanariade las palabras corrientes, comoles gustaa os I. OSO , , romer la rela-buena medida de la aptitud tipicamente culta de salirse de la SItUaC,IOdnYI P 0de sus, , " al b t topractice encerran 0a en unCIOn practica que uneuna para a un conex , d ' Ilugar, , ' ' si misma es eCIr, como esentidos, para considerar la palabra en Sl y pr "0otros tantosgeometrico de todas las posibles relaciones con snuaciones ariedadescasos particulares de 10posible, Si esta aptitud para I v asdesi-linguisticas, sucesiva y sobretodosimultaneamente, es sindUd?fa una e a,sdmadesII'n-, "Id .' de las 1 erentes vanegualmenterepartIdas, eso qUlere declr que e ' 'I denadquirirsegiiisticas y sobretodolarelacionconel lenguajequeImphcaso0 pue13. s arcial0 totalmente diferentes: es decir, evi-tes dotadosde ante todo de la lucha politica Iegitima, pe.rodentemente, en e . es y en lasinteracciones de la vida cotidia-. , en las transaclOn . d d I' lesotamblen.', entreclases(0 enlassocie a esco oma eLcomumcaclOn ' . . , lticana. a. t etnias) representa siempre una situacion ensemicolomales,da cualquiera queesta sea. En efecto, tiende apara la lenguaalmasabiertamente cargado de conno-cuando se pronuncia la palabra campestno ante al-SOCiaba de abandonar el campo, nunca se sabe como esa per-guien que aca I Consideradasasi lascosas, nohayyapalabrasva a tornar 0. . I enteEteefectoobjetivodedesvelamlentorompe aapar uaje corriente. Cada palabra, cada locucion re-unidad eantag6nicossegunlamanera enel ermsoryvestirdosse a tomarla. La 16gica de los autornatismosel receptordvayannte acompanan a la lengua en su utilizacion cornen-que solapa arne ifi . atodos los valores y prejuicios apegados a este traICO, ro permanente de la metedura de pata,. capaz de volatilizarenPun fnstante un consenso sensatamente mantenido a costa de preca-idasestrategidasreciprocas. . . ,. IVI Pero nose comprenderia cabalmente eficacia simbolica de oslenguajespoliticos 0 religiosossi se la redujera al efecto de malenten-did producidos por individuostotalmente opuestosareconocersemismomensaje. Laeficacia de los discursos dela oculta correspondencia entre ladel espacio en quese producen -campo politico, campo religioso, campo0 cam-o filosOfico- y la estructura del campo de las clases socialesen quesinian los receptores y conrelacion ainterpreta el mensaje.La hornologia entre las oposiciones constitunvas de los camp?s espe-cializados y el campodelasclasessocialesuna. anflb,?loglaesencial que puede verse especialmente cuando, al difundirse delcampolimitado, los discursos esotericos experimentan una especie deuniversalizaci6nautomatica y dejandeserexcluslvamentede dominantes 0 de dominados en el interior de un campo especfficopara convertirse en palabras validas para todos los.0 to-doslos dominados. Loquenoobsta para quela cienciadeba tomarnota de la autonomia de la lengua, de su logica especifica, de sus re-glas propias de funcionamiento. En particular no se pueden compren-derlos efectos simbolicos del lenguajesin tener en cuenta el hecho,mil veces atestiguado, de que el lenguaje es el primer mecanismo for-mal cuyas capacidades generativas no tienen limites.No hayquenopueda decirsey puede decirsela nada. Enlalengua, es decir, enlos lirnites de la gramaticalidad, se puedeFregesabemos quelas palabras pueden tener unsentido sin refenrse ana-da. Loquees tanto como decirqueel rigorformalpuede ocultar :1despeguesemdntico. Todas las teologiasreligiosasy todaslas .teodl-ceaspoliticashansacadopartidodel hechodequelas generativas de la lengua puedan excederloslimitesde la intuicion 0de la verificacion empirica para producir discursos formalmente co-15\,165446bar -lauda:e-,tod?slos quepudiera recibir fuerancom- juegodepalabras(enparticu-larlos ideologicos)resultana irnposible 4. Losdiferentessentidosdeunase ell relacion entre el nucleo invariante y la logi,caespecificadelosdiferentesmercados, estesobjetivamentesitua-dosconrelacion al mercado enquese define el sentido mascomun,S610 existen simultaneamente por la conciencia culta que les hace surgirrompiendo la solidaridad organica entre la competencia y el mercado.Los mayores efectos ideologicos de la religion y la politica se deri-vande lasposibilidades queencierra lapolisemia inherente a laubi-cuidad socialde la lengua legitirna. En una sociedad diferenciada, losnombres llamados comunes, trabajo, familia, madre, amor, recibenen realidad diferentes significaciones, significaciones incluso antago.nicas, debido a que los miembros de la misma comunidad lingiiisti-cautilizan, mejor 0 peor, la misma lengua y novarias lenguas dife-rentes -la unificacion del mercado linguistico es asi causa de que ca-davez haya massignificaciones para los mismos signos5. Bakhatinerecuerda que, en las situaciones revolucionarias, las palabras corrien-tesrecibensentidos opuestos. De hecho, nohaypalabras neutras:lainvestigacion, muestra, por ejemplo, que los adjetivos mas corriente-mente utilizados para expresar los gustos suelen revestir sentidos di-ferentes,incluso opuestos, segun las diferentes clases:la palabra es- elegida por los pequefios burgueses, se ve rechazada por losmtelectuales para quienes, justamente, utilizar esa palabra resulta pe-quefioburgues, pobre, mezquino. La polisemia dellenguaje religiosoy el ideologico de unificacion delos contrarios 0 de negacionde las divisiones queproduce s610 se mantiene a costa de las reinter-pretaciones queimplican laproduccion y recepci6n dellenguaje co- por locutores que ocupan posiciones diferentes en el espacio so-cial, locutores, por tanto, conintenciones e intereses diferentes. Su-cede asi que ese lenguaje pueda hablar a todos los grupos y quetodoslospuedan hablarle, contrariamente a 10que ocurre con ellen-guaje matematico ques610 puede asegurar el caracter univocode lapalabrala homogeneidad del grupode los maternaticos. Las religiones que llamamos universales no 10sonenelmismosentidoyenlas mismascondicionesquelaciencia.El recursoaunlenguajeneutralizadose imponesiemprequesetrate de establecer un consenso practice entre agentes 0 grupos de agen-14en, ciertascondiciones de existencia capacesde autorizar unarelacionseparada y gra- en P. Bourdieu y J. C. Passeron, Rapport pedagogique y com- el analisis d.elas segun el origen sodal de la amplitud del regis-1:0es decir, en que grado son dominadas las diferentes variedadeshngUlstlcas).4 J. Vendryes, Le langage. Introduction linguistique al'Histoire. Paris AlbinMi-chel, 1950, P. 208. '. 5 Losde la produccion, e inclusode la dorninacion, imponen unmi-rumo entrelas clases y,portanto, el acceso de los mas desprovistos(por eiernplo, losinmigrados]aunaespeciedeminimovital Iingiiistico.rrectos, pewsernanticarnente vacios. Los ritualesrepresentanhastaellimite extrema todas las situaciones de imposicion en las que, a tra-ves delejercicio deunacompetencia tecnicaquepuedesermuyim-perfecta, se ejerce una competencia social, la del locutor legitimo,auto-rizado parahablar, y para hablar conm autoridad: Benveniste haciaque, en las lenguas indoeuropeas, las palabras que sirven paraenunciar el derecho se vinculan a la raizdecir. El biendecir, formal-mente correcto, pretende por eso mismo,y conposibilidades de exitonodesdenables, expresar el derecho, es decir, el deber ser. Quienes,MaxWebe.r, han opuesto alderechomagico0 carismatico delruramemo colectivo0 de la ordaIia, underecho racionalfundadoencalculabilidad y la previsibilidad, olvidan quehasta el derecho masnsurosamenreracionalizadoessolo un actoconseguidode magiaSOCIal.El disc.urso juridicoescreadora, queconfierevidaa10queenuncia. Es el extremo hacia el quepretenden todos los enuncia-dosperformativos,bendiciones, maldiciones, ordenes,votos0insul-tos;la palabra divina, la palabra de derecho divino que, co-mo la IntUlt.US que Kant atribuida aDios y contrariamentea los denvados0 comprobativos, simples registros de undat? danexistencia a aqueIIoqueenuncian. Nose de-beria olvicar nunca quela lengua, por su infinita capacidad generati-va, tambienoriginaria enelsentidodeKant, originalidadqueI: poder de producir existencia produciendo su representa-CIOn colectivarnenre reconocida, y asi realizada, es sin duda el sopor-teporexcelenciadel suefiodel poderabsoluto.16CAPITULOIPRODUCCIONYLAREP,RODUCCIONDELALA LENGUALEGITIMAU td 10ha dicho, caballero. Deberiamos tener leyespara pro- s e irider los conocimientos adquiri os.tegveamos, por ejemplo, eI caso de uno de nuestrosalum-d to diligente que desde sus clases de gramatica ha co-nos, moes , '. .menzado a rellenar su cuadermllo de.Un alumno que, durante veinte anos de los labios desus profesores, ha acabado por una especie de pequeno pecu-lio intelectual: l.acaso este peculiono Iepertenececomo Iepertene-cia, una casa0 el dinero?P. Claudel, el Zapatade satenRespecto a las riquezas que implicanposesion simultdnea sinexperimentar ninguna alteracion, el lenguaje crea unaplena comunidad en la que todos, aprovechandose te-sorouniversal, colaboran espontaneamente en su '.describir la apropiacion simbolica como una especie de partrcipacionmisticauniversal y uniformementeaccesible, quepor tantola desposesion, Augusto Comte brinda una expreslOn ejemplar deilusion del comunismo lingiiistico que ha obsesionado ala teonalingiiistica. Asi, Saussure resuelvela cuestion de laseco-nomicasy sociales delaapropiaciondelalenguasin aplan-tearsela nunca recurriendo,como Augusto Comte, ala metafora deltesoro,aplicada por el a la 0 al habla de untesoro interior de un tesoro depositado par la practica de la pala-bra enlossujetosquepertenecenalamisma comunidad, deunasuma detesorosindividualesdelengua0 incluso deunasuma deacerdos depositados en el cerebro. Chomsky tieneel mer itode atri-buir explicitamente al sujeto hablante en su universalidad la perfecta, competencia que la tradicion saussuriana Ie atribuia en forma la teoria lingiiistica se ocupa fundamentalmente de un locutor-audlto!ideal, insertoen una comunidad linguistica completamente homoge-nea, queconoce sulengua perfectamente yal abrigodelos:fect?sgramaticalmente no pertinentes como Iimitaciones de la memona,tracciones, deslizamientos de atencion0err ores de resultado en la apli-caciondesuconocimientodelalengua. Tal fue, enmi opinion, laposicion de los fundadares de la Iingiiistica general moderna, y no hayninguna razon convincente para modificarla 2. Ensuma, desde esteI A Cornte, Systemede politique positive, T. II, Estadistica social, 5. a ed. Paris,Sede delaSociedadPositivista, 1929, P. 254 (subrayadopor el autor).2 N. Chomsky, Aspects of thetheoryof Syntax, Cambridge,M.LT.1965,P. 3; O. tambienN. Chomski y M. Halle, Principes de phonologie generative, trad.de P. Encreve, Paris, Ie Seuil, 1973, P. 25 (subrayadopor e1autor).17\punto de vista, la competencia Chomskiana no es mas que otro nom-bredelalengua saussuriana3, A lalengua concebida comotesorouniversal, poseida en propiedad indivisa por todo el grupo, corres-ponde la competencia lingiiistica en tanto que deposito en cada in-dividuodeestetesoro0 comoparticipacionde cada miembrodela comunidad lingiiistica en ese bienpublico. El cambio de lenguaoculta lafictio juris por mediode la cualChomsky,convirtiendo lasleyes inmanentesdel discurso legitimo en normas universales de la prac-tica lingiiistica correcta, escamotea la cuestion de las condiciones eco-nornicasy socialesdela adquisicion de lacompetencia legitima y dela constitucion del mercado donde se establece e impone esta defini-cionde10 legitimoy de10 ilegitimo4.LENGUAOFICIALY UNlOADPOLlTICAParaquese comprendahasta quepuntaloslingiiistasnohacenmasqueincorporar a la teoriaunobjetopre-construido cuyasleyessocialesdeconstruccionolvidany cuyagenesissocial entodocasoenmascaran, nohay mejor ejemplo que los parrafos del curso de lin-guistica general en que Saussure discute las relaciones entre la lenguay el espacio5. Queriendoprobarquenoes el espacio10 quedefinelalengua, sinolalengua10 quedefine su espacio, Saussure observaquenilosdialectosnilaslenguasconoceniimitesnaturales, puestoque las innovaciones foneticas, la sustitucion, por ejemplo, de la s porla c latina, determinan el espaciode difusion por la fuerza intrinsecade su logica autonorna, a traves del conjunto de sujetos parlantes queaceptan hacerse sus portadores. Esta filosofia de la historia que hacedeladinamica interna delalengua el unicoprincipiodeloslimites3 EI propioChomsky halIevadoa cabo explicitamente esta identificacion, al me-nos en tanto en cuanto la competencia es conocirniento de la grarnatica (N, Chomskyy M. Halle, Loc. Cit.) 0 grarnatica generativainteriorizada(N. Chomsky, CurrentIssuesinLinguisticTheory, London, The Hague, Mouton, 1964, P. 10).4 Cuando Habermas consigue librarse del efecto ideologicode la absolutizacion de10 relativoinscritoenlos silencios delateoria chomskiana delacompetencia (1, Ha-bermas, TowardaTheory of Communicative Competence enH.P. Dritzel RecenteSociology, 2, 1970, PP.114-150), no se debea que corone su teoria pura de la cornpe-tencia comunicativa, ami/isis esencial de la situacion de cornunicacion, conunadecla-raciondeintencionesrespectoalosgradosderepresiony al gradodedesarrollodelasfuerzasproductivas, Aunquefuera decisoria provisional, y destinada soIamente ahacer posible el estudio de las de formaciones de la pura intersubjetividad, Ia idea-iizacion (perfectamente visible en el recurso a nociones tales como dominio de los uni-versosconstitutivos deldialogo0 situacion depalabra, determinada por lasubjeti-vidad pura) tiene por efecto evacuar practicamente de las relaciones de comunicacionlas relaciones de fuerzas que se realizan alii en unaforma transfigurada: prueba de elloes la utilizaci6n no critica de conceptos como eI de illocutionary forcequetiende a co-locar la fuerza de las palabras en elias mismas -yno en las condiciones institucionalesdesuutilizaci6n.5 F. deSaussure, Cours de Linguistique generale,Parisy Lausanne, Payot 1916,5.' ed. 1960, PP. 275-280,18-propiamente politico de unificacionde su difusion,conjunto de parlantesal terrnino del enteaaceptarlalenguaoficial. ,estaobligadoese codigo a la vez legislativo Yc?munIca-La lenguamargen de sus utilizadores ((se 1edecla(en frances) que noCIOn completamente soc'ol'e rances), en deunadefini-de pasadaque 1 I ?glcade la competencla Imgiiistica Vas estrateglas db" d l' . emosvas, tanto en materia de 1 e su verSIOnas jerarquiasobjeti-chas posibilidades de ser ;omo en ll?atednade cultura, tiene mu-dasaquienes estan10b mien estrateglas e condescencia reserva_quiasobjetivas como astantesegurosdeSU posici6n en las jerarparezca que las igno para poder sin correr el riesgo de qu -cias, Si un dia el 0 que SO? mcapacesde satisfacer sus blarse en las ocasionescnoll?, en otrOSlugares) llegaraa ha-tores de la lengua do ' ICla es, sena por un actode fuerza de locumidadlingiiistica(al10 bastan,te provistos de titulos deno puedan resultar s nosantesus mterloctltores) comopara Ueafaltadeotra de recurrir a Ja lenguaLasrelacionesde fuerzasqueaparecen eneJ mercado lingiiisticops variaciones determinan las variaciones del precio queun mis-ypuede recibir en diferentes mercados se manifiestan y rea-len cuanto que ciertosagentesno estan en condiciones de aplicar productospor ellos mismos0 los de-a I, los criterios de apreciacion mas favorables para sus propios pro-m;:;os, Este efecto de imposicion de legitimidad es tanto mayor -yt leyes del mercado tanto mas favorable a los productos propuestosaSr los detentadores de la mayor competencia lingiiistica- cuanto conpOas fuerzase imponga el usode la lengua legitima. Es decir, cuanto oficialsea la situacion -y,por tanto, masfavorableaquienesestan mas 0 menosoficialmente acreditados para hablar- y cuantomas totalsea el reconocimiento (aunque relativamente independientede su conocimientodeestalengua)quelosconsumidoresconcedena la lenguaYalacompetencialegitimas.Dicho conotras palabras, el mercado es tanto mas oficial, es de-cir, practicamente de acuerdo conlasnormasde lalengua legitima,cuantomasdominado estapor los dominantes, es decir, por losde-tentadores de la competencia Iegitima, autorizados a hablar con auto-ridad. La competencia lingiiistica no es unasimple capacidad tecnicasino unacapacidadestatutariaquesuelevenir acompafiadadeunacapacidadtecnica, aunque s610sea porque esta capacidad tecnica de-pende de la asignaci6n estatutaria (enobleza obliga), ala inversa de10 que se suele creercornunmente, entendiendo la capacidad tecnicacomo el fundamentode la capacidad estatutaria. La competencia le-gitima es la capacidad estatutariamente reconocida a una persona auto-rizada, a una autoridad, para emplear en las ocasiones oficiales lalengua legitima, es decir, oficial (formals, lengua autorizada que creaautoridad, palabra acreditada y digna de credito 0 Performativa, quepretende (con las mayores posibilidades de exito) producir efecto. Unavez definida asi esa competencia legitima que implica la eficacia reco-nocida a 10 performativo, se comprendequeciertasexperienciasdepsicologiasocial hayanpodidoestablecerquelaeficaciadeundis-curso, el poder de convicci6n quese Ie reconoce, depende de la pro-nunciacion (y secundariamente del vocabulario) de quienla pronun-cia, es decir, depende de la autoridad del locutor, a traves de ese indi-ce particularmente segurodelacompetencia estatutaria. Laevalua-ci6n practica de la relaci6n de fuerza simb61ica que determina los cri-teriosde valoraci6n en vigorenunmercado determinado s610 tomaen cuenta las propiedades propiamente lingiiisticasdel discurso en lamedida en que anuncian la autoridad y la competencia sociales de quie-nes las pronuncian, Lo mismopuede decirse de otras propiedades nolingiiisticascomo la posici6n de la voz (la nasalizaci6n 0 la faringeli-zaci6n), disposoci6n duradera delaparato vocal queconstituye unode losmaspoderosossignossociales, y detodaslas cualidadesmasabiertamente sociales, como los titulos nobiliarios 0 escolares, el ves-tido y especialmente losuniformesy vestimenteas oficiales, los atri-butosinstitucionales, el ptilpitodel sacerdote, elestradodel profe-sor, la tribuna y el microdel orador,que colocan allocutor legitimo43II'!en ",pOSICIOneminentetructura del es acio y la intera "grupo dentro cque imponen y, en fin laa trawsde laebTtSdi, lacaboe,ldel,I I a es de funcion ISrca dominante ' ,ticocapaz deen un mercado posi-a sus productos y de /aley deformaci onde capital lingut.mas oficial s p ncn,'" el correspondie pecios '!'"favorabsde imponer por sfla situacion. Es decir ute simbolicado de expresion dorni rna el reconocimientocapazseamenos alnivelde mante.. convirtiendo laegitimidaddel mo-,ignm,a;,:orncoacion) qne lafaciitativas(.oficiales) y cuantose dice delas ves/n zanen reglasimpe-producciones lingtiis/ dispuestos se ,en las comidasla coercion dela si a conocer y recono as estmatarios desuspresion.Dicho deoficial, la margen mismo denan esasdiferentes cuanto mas e este modo deex-mente concecidos aclondIClOnes enunmayor grado, se reu- alii rna, productos lingiiistico," los valores practica-en la hipotesisd imos estaran al valor teoquerealmente se con-CIOn enel sistema e unmercadounificado ncoque se lesatribui-que de 10'estiloslin' funcionde su posi-bio y el grado en qut el grade de A la inversa azados, la ley de formesta dominado' a situacion de c';"ble a pmducto, dacwn deprecios tiende a poclocntores autodladefmiciondeIa refhabitus lingtiisticosmenos favora-cado puedeSel- ob' aClOn defuerzasimb T ommados. Cierto quetoslimites, puede Jetode ?na negociaci6n 0Ica constitutiva del mer-bre las condicio ser por un y que,elmercado, encier-plo, de las del que versa so-bra demasiado l'b que slrven para intr d' al es el caso poreJ' em-n I re0choc 0 UClr0ea esta expresion ante(, el discursocientifico se ponede nuevoa fun-cionar en larealidad de esas luchas de clasificacion: estacondenadoa aparecer comocrftico0 comocomplice segun larelacion compliceo critica que ellector mantenga con la realidad escrita. Asi, el simplehecho de mostrar puedefuncionar comouna manera de mostrar conel dedo, de poner en el indice, de acusar (Kategoresthai) 0, ala inver-sa, comouna manera de hacer ver y de hacer valer. Lo que vale tantopara la clasificacion en clases socialescomopara la clasificacion enregiones0 etnias. De ahi la necesidad de explicitar completamentelarelacion entrelas luchas por el principiode divisionlegitimaquese desarrollan en el campo cientifico y las quese sinian en el camposocial(y que, par su logicaespecifica, conceden unlugar preponde-rante a los intelectuales). Toda toma de posicion que pretenda ser ob-jetiva sobrela existencia actual y potencial, real 0previsible de unaregion, de unaetnia0 de una clase social y, al mismotiempo, sobrela pretension a /a institucion que se afirma en las representaciones rni-litantes, constituye una patente de rea/ismo 0 unveredictodeuto-pismo que contribuye a determinar las posibilidades objetivas que talentidadsocialtienede accederasu existencia9. El efecto simbolico9 Soloasi puedecomprendersetantasafirmacionescompulsivassobrelapreten-sion a la auctoritas magicadel censor dumeziliano inscrita en la ambicion del sociolo-go, las obligadas recitaciones de los textoscanonicossobrelas c1ases sociales (ritual-menteenfrentadas al census estadistico) 0, en un grade de ambicion superior y en unestilo menos clasico, las profecias anunciadoras de las nuevas c1asesy de las nuevasIU,chas (0 del inevitable declive de las antiguas c1asesy de las viejas luchas), dosgeneros queocupanungranlugar en laproduccionHamadasociologica,92que el discurso cientifico ejerce sancionando con el un estado de divi-siones Yde la vision de esas divisiones, es tanto mas inevitable cuantoque, en las luchassimbolicas por el conocimiento y el reconocimien-to los criterios llamadosobjetivos, los criterios mismosqueasu- los estamentos cultos, sonutilizados comoarmas: designan losrasgos en que se puede fundar accion siI?bolica de paraproducir la unidad0laen la (tanto en el.mtenor delpropio grupo. como losque:al fmal.,,y ena yes de las acetones de imposicion y de inculcacion de identidad legiti-ma(comolasquese ejercenen la escuela0 en el ejercito), tiende aengendrar la unidad real. Ensuma,los veredictosmasneutros dela ciencia contribuyen a modificar el objeto de la ciencia: a partir delmomento en quela cuestion regional 0 nacional se plantea objetiva-mente en la realidad social, aunque solo sea por una minoria actuan-te (minoria que puede sacarpartido de su debilidad inclusomediantela estrategia propiamente simbolica de la provocacion y del testimo-niopara arrancar respuestas, simbolicas 0 no, que impliquen unre-conocimiento), todo enunciado sobre la region funciona comoun ar-gumento que contribuye a favorecer0desfavorecer el acceso de la re-gion al reconocimiento y, a traves de ese reconocimiento, a laexistencia.Nadaes menos inocentequelacuestion, cuestionquedividealmundoculto, desaber si deberianintroducirseen el sistemadeloscriterios pertinentes no solo las propiedades llamadas objetivas (co-mo la ascendencia,el territorio, la lengua, la religion, la actividad eco-nomica,etc.), sino tambien las propiedades llamadas subjetivas (co-mo el sentimiento de pertenencia, etc.), es decir, las representacionesque los agentes sociales se hacen de las divisiones de la realidad y quecontribuyen a la realidad de las divisiones 10. A partir del momentoenquelos investigadoresquieren instaurarseen juecesdetodoslosjuiciosy en criticosde todos los criterios,algo a10 que se sientenin-clinados por su forrnacion y sus intereses especificos, quedan imposi-bilitadospara captarlalogicapropia deuna luchadondelafuerzasocial de las representaciones no es necesariamente proporcional a suvalorde verdad (medida porel grado en que se expresan el estado derelacion de las fuerzas materiales en el momento considerado):en efec-10Las razones de la repugnanciaespontanea de los cultos hacia los criterios sub-jetivos merecerian un largo analisis: hay el realismoingenue que 1,Ieva a ignorar todo10que no puede mostrarse 0 tocarse con los dedos; hay el econormsmoquea n?reconocerotros determinantes de la accion social que los que estan visiblemente mscn-tos en las condiciones materiales de existencia; hay los intereses vinculados a lasriencias de la neutralidad axiologicaque,en mas de un case, instituyen la diferenciaentre el culto y el militantey prohiben la introduccion en el discurso culto ,detiones y nocionescontrarias al decoro; y, en fin, hay sobre todoeIpundoner cientificoque lleva a los observadores -e indudablemente con tanta fuerzacuanto menos segu-rosestande su ciencia y de su rango- amuItiplicar los signos de la ruptura lasrepresentaciones del sentido cormin que les condena a un objetivismo reductcr, nguro-samente incapaz de integrar la realidad de las representaclones comunes en la represen-tacioncientificadelarealidad.93to, en tanto que pre-visiones, esas mitologias cientificas pueden pro-ducir supropia verificacion siempre y cuando consigan imponerse ala creencia colectiva y crear, por su virtud movilizadora, las condicio-nes de su pro piarealizacion. Pero no otra cosahacen esos investiga-dorescuando, abdicandodeladistancia del observador, reintegranlas representaciones de los agentes en un discurso que, como nopue-deproveersedelosmediosdedecribir el juego enel queestarepre-sentacion y la creencia quela fundase producen, noes masqueunacontribucion entre otras a la produccion de la creencia cuyosfunda-mentosy efectossociales se tratariadedescribir.Cabe admitir que, mientras no sometan su practica a la crftica so-ciologica, las orientaciones de los sociologos se determinan hacia unou otro polo, objetivista0 subjetivista, del universo de las posiblesre-laciones con el objeto, por factores sociales tales como la posicion enla jerarquia social de su disciplina (es decir, su nivel de competenciaestatutaria, nivel que, en un espacio geografico socialmente jerarqui-zado, suele coincidir consuposicion central 0 local, factorparticu-larme?te importante cuandose trata deregion 0 deregionalismo)yen la jerarquia tecnica:asi, estrategias epistemologicas tan opues-tascomo el dogmatismo delosguardianesde laortodoxia teoricayel espontaneismo de los apostoles de la participacion en el movimien-topodriantenerencomunelhechodequeambasconstituyenunamanera de escapar a las exigencias del trabajo cientfficosin renunciaralapretensiondelaauctoritas. Algoqueresultafuncional cuandonose puede0 no se quieresatisfacer esas exigencias, siquiera las masaparentesde elIas, es decir, lasmasacademicas (comolafrecuenta-cionde los textos canonicos). Pero dado queaceptan la problematiaobjetiva, es decir, la propia estructura del campo de lucha en que es-tan en juego la regi6n y el regionalismo, esos sociologos pueden tam-bien oscilar, segunla relaci6n directamente experimentada con el ob-jeto,el objetivismo y el subjetivismo, la censura y el elogio, lacomplicidad mistificada y mistificadora y la desmitificaci6n reducto-ra: Y. ello P?rque en!ran en el debate respecto a los criterios queper- decir el sentidodel movimiento regionalista0predecir su por-verur sinpreguntarse sobre la logicadeuna lucha querecaeprecisa-mente enladeterminaci6n delsentidodelmovimiento(searegionalonacional, progresivo0 regresivo, dederecha0 deizquierda, etc.)ysobreloscriterioscapacesdedeterminaresesentido..En suma, aqui comoen otros casos, se trata de escapar a la alter-nativa entre desmitificacion y mitificacion: la desmitificacion delos criterios objetivos y la ratificaci6n mitificada y mitificadora de lasrepresentaciones y de las voluntades. Para ello hayque considerar enconjunto10 que en la realidad se produce inseparablemente: las clasi-ficaciones objetivas, es decir, incorporadas u objetivadas,a veces enf?rma de institucion (como las fronteras juridicas), y la relacion prac-nca, actuada0 representadda, con esas clasificaciones, particularmentelas estrategias individuales0colectivas (como las reivindicaciones re-gionalistas) mediante las cualeslos agentespretenden ponerlas al ser-94",'I 'vicio de sus intereses, materiales0simb6licos,0transformarlas y con-servarlas; 0incluso las relaciones de fuerza objetivas, materiales y sim-b6licas, y los esquemas practices (es decir, implicitos, confusos y maso menoscontradictorios) mediante los cualeslos agentesclasifican alos otros agentes y aprecian tanto su posicion en esas relaciones obje-tivas como las estrategias simbolicas de presentaci6n y representaciondesi mismos quese oponenalasclasificacionesy representaciones(deellosmismos) quelosotrosles imponen II,Endefinitiva, soloa condicion de exorcizar el sueno de la cien-ciarealinvestida del derechoregalianoderegere finesy deregeresacra, del poder nomotetico de decretar la uniony la separacion, puedela ciencia objetivar el juego mismo en que se disputa el poder de regirlasfronterassagradas, es decir, elpodercasi divinosobrelavisiondel mundo y donde no hay otra elecci6n, para quien pretenda ejercer-10 (y nosufrido), quelademitificar 0 desmitificar.11Las investigacionesmarxistassobrela cuestionnacional 0 regional se hanvistobloqueadas, y sin dudadesde el principio, por el efecto conjugado del utopismo inter-nacionalista (apoyadopor uningenueevolucionismo)y del economismo, sinhablardelosefectos delaspreocupacionesestrategicasdel momentoquehamenudohanpredeterminado los veredictosde unacienciainclinada haciala practica (y despro-vista de unaciencia verdadera y de la ciencia y de las relacionesentrelapractica y laciencia). Indudablemente la eficacia del conjunto de esos factoresaparece particular-mente clara en la tesis tipicamente performativa, sin embargo tanfrecuentemente des-mentida porlos hechos, del primado de las solidaridades de clase sobrelas solidarida-des etnicas0 nacionales. Perola incapacidad de historizar este problema (que, porlamismarazonqueelproblemadelaprimaciadelasrelaciones espaciales 0 delasrelaciones sociales y genealogicas, se ha palnteado y zanjado en la historia) y la preten-sion teoricista, constantemente afirmada, de designarlas naciones viables0de pro-ducir los criterios cientificamente validos de identidad nacional (ver G. Haupt, M. Lowy,C. Weill, Les marxistes et la question nationale, Paris, Maspero, 1974) parecen depen-der directamentede enquemedidala intenci6nregalistaderegiry dirigirorienta laciencia real de las fronteras y de los limites: no es una casualidad que Stalin sea el autordeladefinicionmasdogmaticay masesencialistadelanaci6n.95CAPITULOIVDESCRIBIRY PRESCRIBIR: LASCONDICIONESDEPOSIBILIDADY LOSLfMITESDELAEFICACIApOLfTICALa accion propiamente politica es posible porque los agentes, queformanparte delmundo social, tienenunconocimiento (mas 0 me-nosadecuado) de ese mundo y saben quese puede actuar sobre el ac-tuando sobre el conocimiento que de el se tiene.Esta accion pretendeproducir e imponerrepresentaciones(mentales, verbales, graficas 0teatrales) del mundo social capaces de actuar sobre el aotuando sobrela representacion que de el se hacen los agentes. 0, mas concretamen-te, pretendehacer 0 deshacer los grupos -y,al mismotiempo, lasacciones colectivas que esos grupos puedan emprender para transfor-mar el x,nundo social de acuerdo con sus intereses-, produciendo, re-produciendo0destruyendo las representaciones quecorporeizan esosgruposy leshacenvisiblesparalos demas.Objeto deconocimiento para los agentesque10 habitan, el mun-doeconomicoy socialejerce unaaccion querevistelaformanodeuna determinacion mecanica, sinodeunefecto deconocimiento. Esclaro que, al menos en el caso de los dominados, este efecto no tiendealaaccionpolitica, Yaes sabido, enefecto, queel ordensocial debe enparte su permanencia a laimposicion deesquemas declasificacion que, ajustadosa lasclasificaciones objetivas, producenuna forma de reconocimiento de este orden, forma que implica el des-delaarbitrariedad desusfundamentos: lacorrespon-dencia entre las divisiones objetivas y los esquemas clasificatorios, entrelasestructuras objetivas y las estructuras mentales constituye el fun-damentode una especie deadhesion originaria alorden establecido.Hablando propiamente, la politica comienza con la'denuncia de estecontrato tacitedeadhesional ordenestablecidoquedefineladoxaoriginaria; dicho de otra forma, la subversion politica presupone unasubversioncognitiva, unareconversiondelavisiondel mundo.. . Pero la ruptura heretica conel orden establecido y con las dispo-siciones y representaciones queese orden engendra entre los agentesmodelados segun susestructuras supone ensi misma una coinciden-96cia entre el discurso critico y una crisisobjetiva, capaz deromperlaconcordanciainmediataentrelasestructurasincorporadasylases-tructuras objetivas de las que esas disposiciones y representaciones sonproductoseinstituirunaespeciedeepochepractice, desuspensiontemporal delaadhesionoriginal al ordenestablecido.Lasubversion heretica explota la posibilidad de cambiar el mun-dosocial cambiando larepresentacion deese mundoquecontribuyea su realidad 0, masconcretamente, oponiendouna pre-vision para-dojica, utopia, proyecto0 programa a la vision ordinaria, queapre-hendeelmundosocial comounmundonatural: enunciado perfor-mativo, la pre-vision politica es, en si misma, una pre-diccion quepre-tende el acaecimiento de 10 que enuncia. Asi, contribuye practicamentealarealidadde10queenuncia porelhechodeanunciarla, depre-verlay dehacerla pre-ver, dehacerla concebible y, sobre todo, crei-bley creardeestaformalarepresentaciony lavoluntadcolectivasquepueden contribuir aproducirla. Toda teoria, lapalabra10 dice,es unprograma depercepcion; nuncaes tancierto comoenel casode las teorias del mundo social. Pocos casoscomo este, sin duda, enque el poder estructurante de las palabras, su capacidad de prescribirbajo laapariencia dedescribir 0 dedenunciarbajolaapariencia deenunciar, sean tan indiscutibles. Haynumerososdebates deideasque resultan menos idealistas de 10 que podria parecer cuando se sabeen que medida pueden modificar la realidad social modificando la re-presentacion quese hacen de esa realidad sus agentes.La realidad so-cial, por ejemplo, deuna practica como el alcoholismo (y10 mismopodria decirse del aborto, del consumo de la droga0de la eutanasia)es muydistinta segun seapercibida y pensada como una tara heredi-taria, unadecadenciamoral, una tradicioncultural 0 unaconductade compensacion. Una palabra como la de paterna/ismo causa verda-deros estragos introduciendo en todo 10 queseducela sospecha de re-lacion, de dominacion por una impugnacion permanente del calculo.Como ocurre con las relaciones jerarquicas organizadas bajo ese mo-delo de relaciones de fascinacion cuyo espacio por excelencia es el gru-podornestico, todas las formas de capital sirnbolico, prestigio, caris-rna, encanto,y todas las relaciones de cambio mediante las cualesseacumula ese capital, intercambio de servicios, dones, atenciones, cui-dados,sonparticularmente vulnerables ala accion destructura de laspalabras quedesvelan y desencantan.Masel poder constituyente dellenguaje(religioso0 politico) y delosesquemas depercepciony depensamientoqueprocura nuncaestan tanclaros comoenlassitua-cionesdecrisis: esassituaciones paradojicas extra-ordinarias, recu-rren a undiscurso extra-ordinario, capaz de elevar al nivel de princi-piosexplicitos, generadores de respuestas (casi sistematicas, los prin-cipiospracticesdel ethosy deexpresartodo10quepuedatenerdeinaudito, de inefablelasituacioncreadaporlacrisis.El discurso heretico nosolodebecontribuir a romper la adhesional mundo del sentido comun profesando publicamente la ruptura conel orden ordinario, sinoque debe tambien producir unnuevo sentido97I,comuneintegrarenel, investidosconlalegitimidadqueconfierenla manifestacionpublica y el reconocimiento colectivo, laspracticasy experienciashast aese momentotacitas0rechazadaspor todoungrupo. Enefecto, dadoquetodolenguaje quese hace e s ~ u c h a r porun grupo es un lenguaje autorizado, investido de la autondad de esegrupo, autoriza 10quedesigna al mismo tiempo que 10expresa, fun-dando sulegitimidad en el grupo sobre el cual ejerce suautondad yal que contribuye a producir como tal ofreciendole una expresion uni-taria desusexperiencias. Laeficacia deldiscursohereticoresidenoen la magia de una fuerzainmanente allenguaje, tal como la illocu-tionary force de Austin, 0 en la persona de su autor, como el carismadeWeber -dos conceptos pantallas queimpidenpreguntarse sobrelasrazonesdeunosefectosquenohacenmasquedesignarsinoenla dialectica entre el lenguaje autorizante y autorizadoy las disposi-cionesde grupo quele autoriza y se autoriza autorizandole. Encadaunodelosagentesconcernidos, yenprimerlugar, enelproductordel discursoheretico, eseprocesodialecticoserealizaenel trabajode enunciacion necesario para exteriorizar la interioridad, para nom-brar 10 innombrable, paradar a disposiciones pre-verbalesypre-reflexivas y aexperienciasinefables0 inobservablesunprincipiodeobjetivacionenpalabrasque, porsunaturaleza, leshacenalavezcomunes y comunicables, porconsiguiente, sensatas y socialmente san-cionadas. Loquepuede tambien suceder en la dramatizacion, parti-cularmentevisibleenlaprofecia ejemplar, unicoprocedimientoca-paz de desacreditar las evidencias de la doxa, y en la transgresion in-dispensable para nombrar 10 innombrable, para forzarlascensuras,institucionalizadas 0interiorizadas, queprohiben la vuelta de 10 re-chazado, enprimerlugar, enel propioheresiaco.Pero es en la constitucion de los grupos donde mejor puede verselaeficaciadelasrepresentacionesy, enparticular, delaspalabras,de las consignas, de las teorias quecontribuyen a constituir el ordensocial imponiendo en el los principios de di-vision y, mas ampliamen-te, el poder simbolico de todo el teatro politico querealiza y oficiali-za las visiones del mundo y las divisiones politicas. El trabajo politicode representacion (en palabras 0 en teorias, perotambien en manifes-taciones, ceremonias 0 cualquier otra forma desirnbolizacion delasdivisiones 0 de las oposiciones) eleva a la objetividad de discurso pu-blico0 depractica ejemplaruna manera de very devivirel mundosocial hasta ese momentarelegada al estadodedisposicionpracticaode experiencia tacita y a menudo confusa (malestar, revuelta, etc.);y permite asi que los agentesdescubran sus propiedades comunes masalla de la diversidad de las situaciones particulares que aislan, divideny desmovilizan, y construyansuidentidadsocial enbase arasgos0experienciasque parecerianincomparablessinelprincipiodeperti-nenciapropioparaconstituirloscomoindices depertenenciaaunamismaclase,El paso del estado de grupo practice al estado de grupo instituido(clase, nacion, etc.) supone la construccion del principia de clasifica-98ci6n capaz de producir el conjunto de propiedades distintivas carac-teristicasdelconjuntodelosmiembrosdeese grupoy deanularalmismotiempo el conjunto de las propiedades nopertinentes queunaparte 0 la totalidad de sus miembros posee pOT otras razones (por ejem-plo, laspropiedadesdenacionalidad, deedad0desexo)y quepo-drian servirde baseaotras condiciones. Asi pues, la lucha se fundaen la construccion de la clase (social, etnica, sexual, etc.): no hay gru-poquenosea campo deuna lucha para laimposici6n del principiolegitimode constituci6n de los gruposy nohaydistribuci6n de PIo-piedades, tratese del sexo 0 de la edad, de la instrucci6n 0 de la rique-za, quenopuedaservir debaseadivisionesy aluchapropiamentepoliticas. Laconstrucci6n de grupos dominados sobrelabasede talo cual diferencia es inseparable de la de construcci6n de grupos esta-blecidosenbasea propiedades 0 cualidades generic as (loshombres,los viejos, losfranceses, los parisinos, los ciudadanos, los patriotas,etc.)que, en otro estado de las relaciones de fuerza simbolicas, defi-nian la identidad social, a veces incluso la identidad legal, de los agentesconcernidos. Enefecto, toda tentativa para instituir una nueva divi-si6n tiene que contar con la resistencia de quienes, ocupando la posi-ci6ndominante en el espacio asi dividido,tienen interesen la perpe-tuaci6n de una relaci6n d6xica con el mundo socialque lleva a acep-tar como naturales las divisiones establecidas 0 a negarlas simbolica-mentepor laafirmacion deuna unidad(nacional, familiar, etc.) demayor rangoI. Dichoconotras palabras, los dominantes se unenen-tre si con el consenso, acuerdo fundamental sobre el sentido del mun-do social convertido asi en mundo natural, doxico fundado en el acuer-dosobrelosprincipiosdedivision,Altrabajomotor de la criticahereticaresponde el trabajoresis-tente de la ortodoxia. Los dominados forman parte del discurso y laconciencia, incluso de la ciencia, puesto que s610 pueden constituirseen grupo separado, movilizarse y movilizar la fuerza que detentan enestado potencial a condici6n de poner en telade juicio las categoriasde percepcion del orden social que, siendoproducto de ese orden, lesimponen una actitud de reconocimiento hacia el, es decir, la sumision.Los dominados son tanto menos aptos para llevar a cabo la revolucionsimbolica que constituyela condicionde la reapropiacionde la identidad so-cial de que se lesdesposee -desposesion incluso subjetivaa travesde la acep-tacion de las taxinomiasdominantes- cuanto mas reducidasea la fuerza desubversion y la competencia critica acumulada durante las luchas anterioresYmas debil, por tanto, la conciencia de las propiedadespositivas 0, mas pro-bablemente, negativas, que les definen: desposeidos de las condiciones eco-nomicasy culturalesde la toma de conciencia de su propia desposesion yen-cerrados en los limites del conocimiento permitido por sus instrumentos de1Asi se explicantodasesas condenas de la politica, identificada con la lucha departidos y de facciones, que los conservadores han lanzado constantemente, a todo10largodela historia, desdeNapoleonIII aPetain (verM. Marcel, Inventario de .losapoliticismos en Francia, en: Asociacionfrances ade cienciapolitica, ;.La depolisa-tion, mytheourealite?Paris, Armande Colin, 1962, pp, 49-51).99conocimiento, los sub-proletarios y los campesinos proletarizados introdu-cen frecuentemente en los discursos y las acciones destinadas a subvertir elorden de que son victimas los principios de division logica que fundaneseordenmismo (ver las guerras de religion).Por el contrario, los dominantes,al nopoder rest aurar el si/enciode fa doxa, se esfuerzan en producir a traves de un discurso puramen-tereacional lasuplencia detodo 10 queesta amenazado por laexis-tencia misma deldiscurso heretico. Alnoencontrar nada quevolveradecirsobreel mundosocial tal comoesemundoes, seesfuerzanporimponeruniversalmente, pormediodeundiscursoimpregnadodelasimplicidadydelatransparenciadel sentidocormin, elsenti-miento de evidencia y de necesidad queese mundo les impone; intere-sados enel dejad-hacer, hacen todo 10 posible por anular lapoliticaenun discurso politico despolitizado, producto de un trabajo de neu-tralizacion 0, masexactamente, de impugnacion quepretende restau-rar el estado de inocencia originario de la doxa y que, orientado haciala naturalizacion del orden social, se apodera siempre dellenguaje delanaturaleza.Este lenguaje politico no marcadopoliticamente se caracteriza porunaretorica de la imparcialidad, a su vez marcadaporlos efectos de simetria,equilibrio, terrnino medio y apoyada en un ethos de la conveniencia y de ladecencia atestiguado por la prevencionde las formas mas violentas de la po-lernica, por la discrecion, el respeto exhibido por el adversario, en suma, to-do10 que manifiesta el rechazo de la lucha politica en tantoque lucha. Estaestrategia de la neutralidad (etica) halla su realizacion natural en la retoricade la cientificidad.Esta nostalgia de la protodoxa se expresa con la maxima ingenui-daden el culto detodoslosconservadurismos por el buen pueblo(generalmente encarnado por el campesino) cuya propiedad esencial,lasumisional orden establecido, se manifiesta atravesdeloseufe-mismosdel dicursoortodoxo(clasgentes simples, lasgentesmo-destas), De hecho, la lucha entre laortodoxia y laheterodoxia quese desarrolla en el campo politico disimula laoposicion entre el con-junto de las tesispoliticas (ortodoxas y heterodoxas),es decir,el uni-verso de 10que puede enunciarse politicamente en el campo politico,y todo 10queesta fuera de discusion. Es decir, todo 10queesta fueradelaaceptaciondel discurso, to doaquelloque, relegadoal estadode doxa, se ad mite sin discusion ni examen por aquellos mismos queseenfrentanal nivel delas opcionespoliticasdeclaradas.Laluchaque se ventilaenelconocimientodel mundosocialnotendria objeto si cada agente encontrara ensi mismoel principio deunconocimiento infalible de laverdad desucondicion y desuposi-cion en el espacio socialy si los mismos agentes nopudieran recono-cerse en discursos y clasificaciones diferentes (segun la clase, la etnia,lareligion,el sexo, etc.)0 en valoraciones opuestas de losproductosdelos mismos principios de clasificacion; perc losefectos de est a lu-charesultariantotalmenteimprevisiblessi nohubieraningunlimitealaalodoxia, alerror depercepcion y sobre tododeexpresion, y silapropension areconocerse enlosdiferentes discursos y enlasdife-100rentesclasificacionespropuestasfueraigual paratodoslosagentes,cualesquiera quesea su posicion en el espacio social -por tanto, susdisposiciones- y laestructura de ese espacio, laforma delasdistri-buciones y la naturaleza de las divisiones segun las cuales se organizareal mentetal espacio.El efectodepre-vision0 deteo ria(entendidocomoel efectode[mposicion de principios de division querealiza toda explicitacion) ac-tua en el margen de incertidumbre resultante de la discontinuidad en-trelas evidencias silenciosas delethos y lasmanifestaciones publicasdel logos:gracias a la alodoxia,quehace posible undistanciamientoentre el orden delapractica y el orden del discurso, iguales disposi-cionespueden reconocerse en tomas de posicion muy diferentes, a ve-ces opuestas. Loquequiere decir quela ciencia esta destinada a ejer-cerunefecto deteoria, perc en una forma muy particular: manifes-tando enundiscurso coherente y empiricamente valido 10 que hastaese momenta se ignoraba, es decir, segun los casos, implicito0inhi-bido, laciencia transformalarepresentaciondel mundosocial y almismo tiempo el propio mundo social, en la medida en queal menoshace posiblespracticas deacuerdocon est arepresentacion transfor-mada. Asi, si es cierto quelas primeras manifestaciones historicas dela lucha de clases e incluso las primeras expresiones mas0menos ela-boradas de una teoria de esta lucha puede hacerse remontar practi-camente tan lejos como se quiera (en la logica de losprecursores),no 10es menos quesolo despues de Marx e incluso despues de la cons-titucion de partidos capaces de imponer (a gran escala) una vision delmundosocial organizada segun la teo ria delalucha declasespuedehablarse en rigor de clases y de lucha de esas clases. Lo queno imp ideque quienes, ennombredel marxismo, buscanlasclasesylaluchadeclases ensociedadesprecapitalistasypremarxistascomentenunerrorhistoricotipicodeesacombinacion derealismocientificista yde economismo que siempre ha inducido a la tradicion marxista a bus-car las clasesen la realidad misma del mundo social, frecuentementereducido a su dimension economica 2: paradojicamente, la teoriamarxista, queha ejercido un efecto teo ricosin paralelo en la historia,no concede ningun lugar al efecto de teoria en su teo ria de la historia,ydelaclase. Realidady voluntad, laclase(0laluchadeclases) esrealidad en la medida en que e ~ voluntad y voluntad en la medida enquees realidad: laspracticasy representaciones politicas(y particu-larmente lasrepresentaciones deladivision enclases)tal como pue-denobservarse y medirse enunmomenta dadodeltiempo y enunasociedad permanentemente expuesta a lateoria delalucha declasessonparcialmente producto del efecto de teoria. Queda subentendido2 Laconstante tension enlos escritos delosteoricos marxistas entre el cientifismosociologista y el voluntarismo espontaneista sedebe sinduda a que -segun suposi-cion enla division del trabajo deproduccion cultural, y segun el estado enquesepre-sentan lasclases sociales- los teoricos hacen hincapie sobre todoenlaclase como con-dicion 0 en la clase como voluntad.101queesteefecto debe parte de su eficacia simbolica a q.ue la d.ela lucha declases, objetivamente, se fundaba enpropledades objeti-vas e incorporadas, y contaba asi conlacomplicidad delasdISPOSI-cionesdel sentido politico. Lascategorias conarreglo a las 7uales ungrupo se piensa y segun las cuales sesuoreahdad co.n-tribuyen a la realidad de ese grupo. Lo9uesignifica que toda la his-toria del movimiento obrero y de las teonas a traves de las70ns-truye la realidad social esta presente en lade ese movlmlen,toconsideradoen unmomenta determinado del tiempo..Lascategonasde percepcion del mundo social y de los grupos construidos segun esascategorias3 seconstruyenasuvezenlasluchasqueconstituyenlahistoriadel mundosocial. . .,Ladescripcion cientifica masmostrativa siem-pre expuesta a funcionar como prescripcion capaz de contribuir a supropia verificacion ejerciendo un 7fecto de teor.la aptoel acaecimiento de 10 quepronostica. Por la rmsma razon quela for-mula laciencia estaabierta, latesis, haydos clasespuedeen-tenderse tambiencomounenunciado constatativo 0 comounenun-ciadoperformativo. Loquehacetodasaquellastesispoliticasque, como .Ia afirmacion0lanegaciondelaexistencia de clases, regiones 0 naciones, toman unapo-sicionsobre la realidad de diferentes representaciones de la realidad,o sobre su poder de construir la realidad. Logicamente, la quepueda verse tentada a zanjar en estosdando un3: ob-jetiva del grado derealismo de las posiciones en solopue-dedescribir el espacio delasluchas dondese ventila, entresas, la representacion de las fuerzas cornprometidas y de sus posibili-dades de exito. Y todo ellasin ignorar que cualquier valoracion .ob-jetiva deesosaspectosdelarealidadqueenla se ventilanes apto para ejercer efectos completamente noenefecto, quelaprevisionnosolopuede funclOnar. com?desu autor, sinotambien en la realidad de su devemr SOCIal,bien self-fulfilling prophecy, representacionperformativa, capaz deeJ.er-cerunefectopropiamentepoliticodesancion del orden(tanto mas potente cuanto masreconocido es), bien exorclsr,nocapaz de suscitar las acciones idoneas para desmentirla?ComobienhademostradoGunnarMyrdal, laspalabrasclavesdel d.elaeconomia, no solamenteterminos comoprincipio, equilibrio,productividad, ajuste, funcion, sinotambienconceptosmascentraleseinevitablescomoutilidad, valor, costos reales0subjetivos, sinhablardenocionestalescomo e;onomico, tural, equitativo (a 10queque afiadir racional), son siem-prealavezdescriptivasypreceptivas 4).3 Loque convienela historia(yen particular la histo.r.ia de las categ.orias desamiento) en unade las condicionesde la tornade posesion del pensamiento politicopor el misrno. .4 G. Myrdal, The Political Element in the Development of Economic Theory, Nue-vaYork, SimonandShuster, 1964, spct. pp. 10-21.102Por neutra quesea, la ciencia ejerceefectos queno10 sonen ab-soluto:asi, por el solohechode establecer y de publicar el valor quetoma la funcion de probabilidad de un acontecimiento -es decir, co-moindica Popper, lafuerza de propensionqueesteacontecimientovaaproducir, propiedadobjetivainherentealanaturalezadelascosas- puede contribuirse a reforzar lapretension deexistir, co-mo decia Leibniz, de tal acontecimiento, determinando entonces a losagentes a que se preparen y se sometan a el 0, por el contrario, puedetambien incitarles a movilizarse para contrarestarle utilizando el co-nocimiento de 10probable para hacer mas dificil, si noimposible, suaparicion. Delamisma manera, nobasta consustituir laoposicionacademica entre dos maneras de concebir la diferenciacion social, co-mo conjunto de estratos jerarquizados0como conjunto de clases an-tagonicas, por lacuestion, capital para toda estrategia revoluciona-ria, de saber si,en el momento dado,las clasesdominadas constitu-yen 0 no unpoder antagonista capaz de definir su propios objetivos,en suma, una clase movilizada 0, por el contrario,un estrato situadoen el punta masbajo deunespacio jerarquico y definido por su dis-tancia conlosvalores dominantes;0, dicho conotraspalabras, si lalucha entrelasclaseses una lucharevolucionaria, quepretende de-rrocar el orden establecido, 0una lucha competitiva, una especie decarrera enlacual losdominadosse esfuerzan porapropiarsedelaspropiedades de los dominantes. Nada estaria masexpuesto al mentisde 10real, y nada, por tanto, seriamenos cientifico, que una respues-taa estacuestion fundada exclusivamente en laspracticas y disposi-ciones delosagentes enelmomentadadoquenotuviera encuentalaexistencia 0noexistencia deagentesuorganizacionescapacesdeelaborar con vistasa confirmar0desmentir una u otra vision en baseaprevisionesmas0menosrealistasdelaspropiedadesobjetivasdeunau otra posibilidad. Previsiones y posibilidades susceptibles tam-biende verse afectadas por el conocimiento cientifico de larealidad.Todo per mite suponer que el efecto de teoria, que puede ejercerseen lapropia realidadpor agentesy organizaciones capaces de impo-ner un principio de di-vision 0, si se quiere, de producir 0 de reforzarsimbolicamente la propension sistematica a privilegiar determinadosaspectosde10 real ignorandootros, es tantomas poderosoy sobretodomasduraderocuanto masfundadasaparezcan laexplicitaciony objetivacion en la realidad y cuanto mas exactamente las divisionespensadas correspondan a divisiones reales. Dicho con otras palabras:cuanto mayor sea el grado en que las propiedades c/asijicatorias a tra-yes de las cualesse caracteriza explicitamente un grupo y en las cualesse reconoce encubran las propiedades conquelos agentes constituti-vos del grupo estan dotados (y que definen su posicion en la distribu-cion de los instrumentos de apropiacion del producto socialacumula-do), mayor es la fuerza potencial movilizada por la constitucionsimbolica,La ciencia de los mecanismos sociales, que, como los mecanismosde herencia cultural vinculados al funcionamiento del sistema acade-103mico0 los mecanismos de dominacion simbolica correlativos ala uni-ficaci6n del mercado de bienes economicos y culturales, tienden a ase-gurar lareproduccion del orden establecido, puedeponerse al servi-cio de un dejad-hacer oportunista,aplicado a racionalizar (en el do-ble sentido de la palabra) el funcionamiento de esos mecanismos. Pe-ro puede tambien fundar una politica orientada hacia fines totalmen-teopuestos, una politica que, rompiendo tanto conel voluntarismode la ignorancia0de la desesperanza como con el dejad-hacer, se equi-pe con el conocimiento de esos mecanismos para intentar neutralizar-losy busque en el conocimientode10 probablenouna incitacionala dimision fatalista0 al utopismo irresponsable, sinoe1 fundamentodeunanegativade10 probablefundadoen el dominio cientificodelasleyes deproducciondelaeventualidadrechazada.104IIIANALISISDEDISCURSOSNo hay ciencia del discurso considerado en si mismo y por si mis-mo; las propiedadesformalesde lasobrassoloentreganun sentidosi se fa relaciona, por unaparte, conlascondicionessocialesdesuproduccion(es decir, conlasposiciones queocupansusauto res enel campo de produccion) y, por otra, con el mercado en el que se hanproducido(quenopuedeserotroqueel propiocampodeproduc-cion), y,llegadoel caso, conlos mercadossucesivos en las quehansidorecibidas. Aunque haya habidoinmensosprecursores, comoelPascal delos provinciales, el Nietzschedel Anticristo0 el Marxdela Ideologia alemana, la ciencia de los discursoscomo pragmatica so-ciologicaocupa hoyun lugar vacio;esta ciencia, en efecto,se aplicaadescubrir en las propiedades mastipicamenteformales de los dis-cursoslos efectosde las condiciones sociales de su produccion y cir-culacion, Es la institucion 10que aparece en una cierta retorica de eta-blissement y los procedimientos formales revelanlas intenciones ob-jetivamente inscritasen las coacciones y necesidades de una posicionsocial. El analista capta al mismo tiempo las propiedades sociales delestilo y las propiedades sociales del autor: detrasde los efectos retori-cos, Marxdescubrela Escuelaquelos haproducido produciendo laposicion y las disposiciones de su productor; en tal0cual otro efecto,Marxy Nietzsche descubren invariantes de las estrategias sacerdota-les. Como las mismas causasproducen los mismosefectos, no es deextrafiar que en la polemica de Marx contra Stirner aparezcan anali-sis que puedan aplicarse hoypalabra porpalabra a las lecturasfran-cesas de Marx. 0que los procedimientos mas tipicos del discurso im-portanteconfluyanconlos defilosofos tanalejadosenel espacioteorico comoAlthusser y Heidegger, ya que ambos tienenen comunel sentido de la altura teorica constitutivo del estatuto de filosofo. Nadade sorprendente tampoco que el analisis de las estrategias reto-ricas de Montesquieu vincula los exteriores de la ciencia a unamitologiasemiprivadacon supuestos procedimientos que conflui-107danespontaneamente entodaslas falsas cienciasdeayer y dehoy.Pero, para afirmar completamente el metodo afinandolo, habriaque multiplicar los estudios de casosI e ir asi desgajando poco a po-colosprincipiosdeuna verdaderapragmatica sociologica.I Siguiendo esta logica, podriamos recoger aquiel caso de la Education sentimen-tale, dondeel trabajo de formalizaci6n se aplica a unaforma, la estructura de la clasedirigente(0 la imposibleposici6nde Flaubert en estaestructura, recreada asi en unaforma redefinida de acuerdo conlas leyes del campoIiterario(ver. P. Bourdieu, LaInvenci6nde la vida de artista, Actes de la recherche en sciences sociales, 2 de marzode1975, pp. 67-94). 0,tambien el analisisde la Critiquede la faculte de juger, quemuestra hasta que punto la coherencia del discursopatente oculta las briznas dispersasde un discursorechazado, y objetivamente coherente, sobre el mundo social (P. Bour-dieu, La distincion, critiquesocialedu jugement, Paris, Ed. de Minuit, 1981,pp. 565-585).108ICAPITULOICENSURAY FORMALIZACIONEquivoco. Gramaticalmente esta palabra significa algo que alprincipio parece indicarun sentido y que acaba por indicar otro com-pletamente diferente. Se dice sobre todo de las frases cuya cons-truccion tiene un cierto aspecto anfibiologico, muy perjudicial pa-ra la perspicuidadde la elocucion. As! pues, 10 que hace equivocauna frase procede de la particular disposici6n de las palabras quela componen, cuando estas palabras en un primer momento pare-cen guardar una determinada relaci6n, aunque realmente esa rela-cionseaotra muydiferente: asi, laspersonas equivocas parecen miraren una direccion, mientras que realmente miranen otra. (M. Beau-zee, Enciclopediametodica, gramdtica y literaria, torno2).Como todo discurso,las lenguas especialesquelos cuerpos espe-cialistas producen y reproducen mediante una alteracion sistematicade la lengua comun, sonasu vez producto de uncompromiso entreuninteres expresivo y una censura constituida por la estructura mis-rnadel campoenelqueesediscursose construyey circula. Mas 0menos conseguido segun la competencia especfjica de cada produc-tor, esta formacion decomprorniso, para hablar conpalabrasdeFreud, es el producto de estrategias de eufemizacion, estrategias queconsisten endarformayenintroducirformas, casasambasqueseproducen inseparablemente: esas estrategias tienden a asegurar la sa-tisfaccion del interes expresivo, pulsion biologica 0interes politico (enel sentidoampliodeltermino), enlos limites dela estructura de lasposibilidades de beneficio material 0simbolico que las diferentes for-mas de discurso pueden procurar a los diferentes productores en fun-cion de la posicion que ocupan, es decir, en funcion dellugar que ocu-pan en laestructura de ladistribuciondel capital especifico queestaenjuego1.La metafora de la censura nodebeinducir a engafio: es la propiaI 5610si el modelo freudiano se percibe como un caso particular de un modeJo masgeneral que conviertetodaexpresi6nen el producto de una transaci6n entreel interesexpresivo y la necesidad estructural de un campoque actuaen formade censura, po-drianrepatriarse al terreno de lapolitica, en el quefrecuentemente se hanformado,los conceptos elaboradosporel psicoanalisis. Larepresionsocialquese ejerce enelseno de la unidad domestica comocampo de relaciones de fuerzade un tipoparticular(variables, en su estructura, segun las condiciones sociales) es completamente particu-lar en su forma (la de la exhortaci6n tacita y la de la sugesti6n)y se aplica a una claseabsolutamente particular de intereses, las pulsiones sexuales: perc el analisis freudianode la sintaxis del sueno y de todas las ideologias de uso privadoproporciona los instru-mentos necesariospara comprender el trabajo deeufemizaci6nyformalizacionquese lIeva a cabo siempre que unapulsi6n biol6gica 0 social debe contemporizar con unacensurasocial.109'1112 Con10 cual porsupuesto, nadacontribuye tanto como el estatuto de filosoforeconocido a su autor y los signos e insignias -titulos universitarios, editorial 0, sim-plernente, nombre propio- en que se reconocesu posicionen lajerarquia filosofica,Para sentir este efecto, basta pensar 10 que seria la lectura de la pagma s?brelaelectricay el viejopuentedel Rhin(verM. Heidegger, Essais et conferences, Gallimard, 1973, pp. 21-22) queIe valioasu autorser consagradoc,omo el teorico de laluchaecologicapor unode sus comentadores(R. Heidegger,Paris,Seghers, 1973, p. 5), si hubiera sidofirmada conel nombre. d.el. hderdel movi-mientoecologico0de unministro de la calidadde vida0 con las. iniciales de pusculode a1umnos de instituto izquierdistas (es obvioque esas diferentes atribucio-nesnoresultarian completamente verosimi1es de noveniracompanadasde a1gunasmodificacionesdela forma}.malistas desean arrebatar a los determinismos sociales- e, insepara-blemente, el contenido, indisociable de su expresion, y, por tanto, im-pensable (en el sentido verdadero del terrnino) fuera de formas nocidasy de las normas reconocidas. La censura determma tambienla forma de recepcion: producir un discurso filosofico en debida for-ma es decir, adornarlo con el conjunto de los signos convenidos (unasin;axis, un lexico, referencias, etc.) en los queun discurso filosoficose reconocey a traves deloscualesse hacereconocer como tal 2, esproducir unproducto queexige serrecibido de acuerdo conlasfor-mas, es decir, de acuerdo conel respeto por lasformas .que ese pro-ductosehadado0, comopuedeverseclaramenteenhteratura, entantoque forma. Lasobraslegitimas ejercenunaque. lasprotege de la violencia necesaria para aprehender el un interes ques610expresan bajo una forma que 10mega: la historiadel arte, la historia de la literatura 0 de la filosofia testimonian la efi-cacia de esas estrategias de forrnalizacion a traves de las cuales las obrasconsagradas imponen las normas de su propia percepci6n; y.n?.cabeveruna excepcionaestoenunmetodoque, comoel analisis es-tructural 0semiologico, pretendeestudiarlasestructurasconinde-pendenciadelasfunciones. .Lo que quiere decirque la obra se vincula a un campo determina-dotanto por su forma como por su contenido: imaginar quedeggerhabria dichobajo otra forma, por ejemplo, la del discurso fi-losofico quese practicaba en Alemania en1890, 0 la delarticulo deciencias politicas tal como se practica hoy en Yale 0 en Harvard 0 ba-jo cualquier otra forma, es imaginar un Heidegger imposibtetooi ejem-plo, errante0emigrado en 1933) 0 un campo de pr.oducclOnnonos imposible en lei Alemania de la epoca en que. Helde.gger produciasu obra. La forma a travesde la cuallas producciones simbolicaspar-ticipanmas directamentedelascondiciones deproducci?Il.es tambien el instrumento a traves del cual se ejercesu efecto socialmasespecifico, laviolenciapropiamentesirnbolica, ques610 puedeserejercidapor quienlaejerceysufridaporquienlao sufreen forma tal quesea desconocida en tanto quetal, es decir, reconocidacomolegitima."'l

estructura del campo encuestion laquerigelaexpresion rigiendoala vez el acceso ala expresi6n y a la forma de expresion, y no ningunainstancia juridica especialmentepreparada para designary reprimirla transgresion de una especiede codigo Iingiiistico. Esta censura es-tructural se ejerce atraves delassancionesdedichocampofuncio-nando como un mercado donde se constituyen los precios de las dife-rentes modalidades de expresi6n;asi, se impone a cualquier produc-tor de bienessimbolicos, incluido el portavoz autorizado cuyapala-bra de autoridad,masqueninguna otra, estasometida a las normasdel decoro oficial, y condena a los ocupantes de las posiciones domi-nadas a la alternativa del silencio 0 del hablar llano escandaloso. Cuan-tomas capaces seanlos mecanismos encargados de la distribucion delos agentes entre las diferentes posiciones (mecanismos que se borranporel exitomismodesusefectos)deasegurarquetales posicionesesten ocupadas por agentes aptos e inclinados a mantener un discurso(0aguardar el silencio) compatible conladefinicionobjetiva delaposicion(10queexplicael lugarquelosprocedimientosdecoapta-cionconceden siempre a los indicesaparentemente insignificantes dela disposicion para introducir formas), menos necesidad tiene de rna-nifestarse esa censura enformade prohibiciones explicitas, impues-tas y sancionadasporunaautoridadinstitucionalizada. Lacensurano es nunca tan perfecta e invisible como cuando los agentesno dicenmasqueaquello queobjetivamente estan autorizados a decir, en es-tos casos, el agente ni siquiera tiene por que ser su propio censor, pues-toque, a travesde las formasde percepcion y expresion quehe inte-riorizado y quese imponen 0 queimponen su formaa todas sus ex-presiones, enalgunamedidaestayacensurado.Entre las censuras mas eficacesy disimuladas, pueden incluirsetodas aquellasqueconsistenenexcluiradeterminadosagentesdelacomunicacion exclu-yendoles de los grupos que hablan0de los lugares don de se habla con autori-dad. Para comprender 10que puede y no puede decirse en un grupo, hay queteneren cuentano solo las relacionesde fuerzasimbolicasque se establecenen ese grupo y que impiden a ciertos individuos hablar (por ejemplo a las mu-jeres) 0 les obligana conquistar por la fuerzasu derechoa la palabra, sinotambien las leyes mismasde forrnaciondel grupo (par ejemplo, la logicadela expulsion consciente a inconsciente) que funcionacomo una censura previa.Asi, pues, las producciones simbolicas deben sus propiedades masespecificas a las condiciones sociales de su producci6n y, mas concre-tamente, a la posicion del productor en el campo de produccion quedetermina a la vez, por mediacionesdiferentes, el interesexpresivo,laforma y la fuerzade la censura quese le impone y la competenciaque permitesatisfacerese interesenloslimites detalescoerciones.Larelacion dialectica quese establece entre el interes expresivo y lacensura impide distinguir en el opus operatumla forma y el conteni-do, 10que se dice y la manera de decirlo 0 incluso la manera de enten-derlo.Al imponer la formalizaci6n,la censura ejercida por la estruc-tura del campo encuestion determina laforma -que todoslosfor-110LARET6RICADELARUPTURALa lengua especial se distingue dellenguaje cientifico en que aquellaencubrelaheteronomia bajolasaparienciasdelaautonomia: inca-paz de funcionar sin la asistencia dellenguaje corriente, debe produ-cir la ilusion de independencia mediante estrategias de ruptura implan-tando diferentesprocedimientos segun los campos de quese trate y,en cada campo, segun las posicionesy los momentos. Asi,por ejem-plo, puede imitar la propiedad fundamental de todo lenguaje cientifi-co, la determinacion del elementoporsu pertenencia al sistema 3. Laspalabras que la ciencia rigurosa toma dellenguaje normal cobran to-dosu sentido desde el sistema construido; y el hecho(a menudo ine-vitable)de recurrir a unapalabra comun antesquea unneologismoo a unpuro simbolo arbitrario, desde un punta de vista metodologi-co correcto, solo puede inspirarse en el deseo de utilizar la capacidadde manifestar relacionesinsospechadas que a veces posee ellenguajeen tanto que deposito de un trabajo colectivo4 0 Lapalabra grupodelos matematicos es un simboloperfectamente autosuficiente en tantoqueesta totalmente definido por las operaciones y las relaciones quedefinen propiamente su estructura y que son fundamento de sus pro-piedades. Por el contrario, lamayorparte delosusosespeciales deesa palabra querecogenlos diccionarios -por ejemplo,en pintura,reunion de variospersonajesqueconstituyen unaunidadorganicay unaobra de arte0, en economia, conjuntode empresas unidasporvinculosdiversossolotienenunaautonomiamuypequefiaenrelacion al sentido original y resultarian inintelegibles para quiennotuviera el dominiopractice de ese sentido. Sonincontables las pala-brasheidegerianas tomadas dellenguaje comun;peroestaspalabrasaparecen transfiguradas porun trabajo de forrnalizacion que produ-ce la apariencia de la autonomia de la lengua filosofica insertandolas,mediante la acentuacion sistematica de semejanzas formales, en unared de relaciones manifestadas en la forma sensible dellenguaje y queinducen as! a la creenciade quecada elemento del discurso depende3 Enel fondo cadasistemas610 conoce sus propiasformasprimitivas y nopo-driahablar de otra cosa(1. Nicod, La geometrie dans Ie monde sensible, Paris, PUF,nueva ed., 1962, p. 15). En el mismo sentido Bachelard observa que ellenguaje cienti-fico pone comillas para subrayar que las palabras dellenguaje corriente 0 dellenguajecientifico anterior que conservason completamente redefinidas y cobran todosu senti-do a traves del sistema de relaciones teoricasen que se insertan (G. Bacherlard, Le ma-terialismerationnel, Paris, PUF, 1953, pp. 216-217).4 El problema dellenguaje se plantea en las ciencias sociales~ unamanera parti-cular, al menossi se admite que estas ciencias debentender a la mas extensadifusi6nde los resultados, condicion de la desfetichizacion de las relacionessociales y de lareapropiacion del mundo social: el empleo de palabras dellenguaje corriente impli-ca evidentemente el peligrode la regresi6nal sentidonormal, correlativo a la perdidade senti doimpuesta por la inserci6nen el sistemade relaciones cientificas; el recursoaneologismos 0 asimbolos abstractos, mejor aunquelas simplescornillas, mani-fiestala ruptura con relaci6n al sentido cormin, pero puedeproducir tambien unarup-turaenlacomunicacionde lavisioncientifica delmundosocial.112Ide los otros a la vez en tanto que significante y en tanto que significa-do. Asi, una palabra tannormal como Fursorge, asistencia,aparecevinculada en forma sensible, por su forma misma, a todo un conjun-todepalabras delamismafamilia, Sorge, cuidado, Sorgfalt, aten-cion, solicitud, Sorglosigkeit, incuria, despreocupacion, Sorgenvoll,deseoso, besorgt, preocupado, Lebenssorge, preocupado por la vida,Selbstsorge, preocupadoporsi mismo. Eljuegoconpalabrasde lamismaraiz, muy frecuenteen todo tipode refranes y proverbios, noes mas que uno de los medios formales, aunque probablemente el masseguro,de producir el sentimiento de larelacionnecesaria entre dossignificados. Laasociacion por aliteracion0 por asonancia queins-taura relaciones casi materiales de similitud de forma y de sonido puedetambien producir asociaciones formalmentenecesariasidoneas pararevelar una relacion escondida entre los significados 0, mas frecuen-temente, puededade existenciapor el solo juegode lasformas: asi,porejemplo, los juegosfilosoficos de palabras del segundoHeideg-ger, Denken = Daken, pensar = agradecer, 0 los encadenamientosde retruecanos sobreSorge als besorgende Fursorge, el cuidado entanto que pro-curacion cuidandose de, que harian poner el gritoenel cielo si los rasgos de las alusionesmorfologicas y de las remisionesetimologicas no produjeran la ilusionde una coherencia globalde laforma, por tanto del sentido, y, por eso mismo, la ilusionde la nece-sidaddel discurso: Die Entschlossenheit aber ist nur die in der SorgeGesorgte und als Sorge Mogliche Eigentlichkeit dieser selbst (la reso-lucien no es sino la autenticidad del propio cuidado quese cuida enel cuidadoy posibleen tantoquecuidado5.Se implantan todoslosrecursos potencialesdela lengua corminpara queparezca queexiste un vinculonecesarioentretodos los sig-nificantesy quelarelacionentrelossignificantesy lossignificadossolo se establece a traves del sistema de los conceptos filosoficos,pa-labrastecnicasqueconstituyenformas ennoblecidasdelaspala-brascomunes (Entdeckung, descubrimiento, y Entdeckheit, el ser aldescubierto), nocionestradicionales(Dasein, palabra comunaHei-degger, Jaspers y algunosotros) peroempleadas con un ligero desfa-se, destinado a subrayar una separacion alegorica (ontologica, meta-fisica, etc.), neologismos de nuevocuriopara constituir distincionespretendidamenteimpensadasy paraproducirentodocasoel senti-miento de superacion radical (existencial y existenciario; temporal, Zei-tlich, y temporal, oposicion que por 10 demas no desempefia un papelefectivoenSeinund Zeit).Laforrnalizacionproduce siempreparalelamente la ilusion de lasistematicidad y, a travesde esta y de la ruptura entreellenguaje es-pecializado y ellenguaje cormin que lleva a cabo, la ilusion de la auto-5 M. Heidegger, Sein und Zeit, Tubingen,Niemeyer (primera ed. 1927), 1963, pp.300-301. A medida que su autoridad aumentaba, Heidegger iria cadavez mas lejos eneste sentido, se sentiria mas autorizado al verbalismo perentorio que constituye el limi-tedetododiscursodeautoridad.1137 M. Heidegger, op. cit., pp. 126-127(trad. fr., R. Boehm y A. Waelhens, Paris,Gallimard, 1964, pp. 159-160). A partir de ahora la primera cifra remitiraa la edicionalemana, y la segundaalatraduccionfrancesacuandoexista.nificarlos, significando, por la manera de significar, queno los signi-fica. S610 puede enunciarlos bajo una forma que les desfigura puestoquela expresion nopuede reconocerse como expresion queles enun-cia. Sometida a lasnormas tacitas 0explicitas deuncampoparticu-lar, la sustancia primitiva se disuelve -si puede hablarse asi en la for-ma; formalizandose,introduciendo las formas, se haceforma mismay resultaria imitil buscar el centro de ese circulo que esta en todas partesy en ninguna parte, en unconjunto de palabras claves 0 de imagenes.Esta formalizacion es, al tiempo, e inseparablemente, transformaciony transustanciacion: lasustancia significada es laformasignificanteenlacualesasustanciaserealiza.Laformalizacion convierte a la vez en justo e injustificado reducirlanegaciona10 queestaniega, al fantasmasocial originario.Por esta Aufhebung del rechazo, como dice Freud conpalabrashegelianas, la forrnalizacion niega yconservaa la vezel rechazoy 10rechazado, permite acaparar todos los beneficios, el beneficio dedecir y el beneficio de desmentir 10que se dice por la manera de decir-10. Es claro que la oposicion entre la Eigentlichkeit, es decir, la auten-ticidad, ylaUneigentlichkeit, lainautenticidad, formascardi-nales del ser ahi, comodiceHeidegger, yalrededordelascuales,desde el punta de vista mismo de los lectores mas estrictamente inter-nos, se organiza toda la obra, es s610 una forma particular y particu-larmente sutil delaoposicion comun entre laelite y lasrnasas.Tiranico(el discurso. Mas a