BRAUL I ARENAS - Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile

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1 BRAUL I ARENAS PEQUENA MEDITACION AL ATARDECER EN UN CEMENTER10 JUNTO AL MAR

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1 BRAUL I ARENAS PEQUENA MEDITACION AL ATARDECER

EN UN CEMENTER10 JUNTO AL MAR

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EDICIONES OKFEO

DIRECCION

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A

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OBRAS DE BRAULIO ARENAS

ELMUNDOYSUDOBLE poemas (1940).

LA MUJER MNEMOTECNICA poemas (1941). LUZ ADJUNTA elegia (1950).

LA SIMPLE VISTA poema (1951).

E L OCEAN0 DE NADIE relato (1951).

LA GRAN VlDA poemas (1952).

E L PENSAMIENTO TRANSMITIDO poemas (1 952).

DISCURSO DEL-GRAN PODER poema c.1952).

poemas (1 956). ELCERROCARACOL

cuentos (1959). POEMAS

(Premio Municipal) (1959). ADIOS A LA FAMILIA

bosquejo (1961). LA CASA FANTASMA

poemas (1962).

ANCUD, CASTRO Y ACHAO poemas (1963).

VISIONES DEL PAIS DE LAS MARAVILLAS (1 966).

ADIOS A LA FAMILIA novela (1966).

VERSION DEFINITIVA

P E Q U E ~ A MEDITACION poema (1966).

Por publicar: E L CASTLLLO DE PERTH

novela POEMAS 1929 - 19bb

an to 1 ogi a

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ORFEO

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El sol paga en si mismo ( ipaga en si mismo, dices?, iquihn paga?, no t e escucho,

jel sol dices que muere?) la culpa de s u tarde

s

Se sorprende a1 saber el veredicto. Imagen de si mismo, se sorprende

fhnix e n ese lago de su sangre, en ese fuego que es s u vida y muerte.

iCijmo!, se dice, ies hste ya el final?

Y entonces paga. Paga con carne y hueso.

Paga con f ies ta y hambre. Paga con noche y dia.

Paga con alma.

Y 61, que es la m i s m a luz, se reconoce culpable de la noche.

Sin embargo, a1 final, en e l ocaso, a1 otro lado de s u muerte roja,

tiende s u mano herida y acaricia con iiltima piedad a1 cielo inmijvil.

Paga s u ocaso, su iiurea cabellera. ( iRecuerdas que era el mar? ,

i que a so la s contempkbamos la caida del so l en un horno de sombras?)

Paga de prisa su frivol0 ademiin de trigo eterno,

. su odio a l a nieve blanca.

Paga s u huella de salud. El arc0 ir is lo paga con s u sombra ahora.

Un arc0 i r i s pleno, tenso, con todos 10s colores has ta e l blanco y el negro,

con toda la vigencia de la rosa.

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Paga, gota por gota, su deslieamiento en la cascada como quien teje e n una rueca un cuento. Paga s i n murmurar su odio a la noche negra ( ipor qu6, por qu6 tan negra, tan obsidiana noche y desgarrada?) Paga ya con amor s u odio por siempre negro.

Todo lo paga el sol. No muere s in pagar. ( i D e qu6 color tu traje aquel verano en que - no estoy seguro - portabas una rosa de color amarillo sobre tu hombro para cerrarlo a1 pecho?)

- _

( i D e qu6 color, decimos, no e ra el color petrijleo?) No muere s in pagar, s in desangrarse, no muere s in vivir s u iiltima gota de agua de’mar sa lada , s in extender el debe y el haber de la existencia.

Paga con sangre, dicen (yo m e espanto), con sangre anochecida.

El paga con s u muerte, con centavos de luz (i qui6n llama?, idijnde est&?), ,con nubes en que posa s u herida mano por un breve espacio. (iDijnde est& y qui6n llama a la puerta con tan herida mano?)

Paga con las ove jas de una historia que escuchh casi en suefios, casi muerto, casi nifio en un casi paraiso.

,

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Paga con las pastoras extasiadas, con nubes que recuerdan

s u triinsito de sangre y lo comentan a1 mundo que estii en sombras.

( j Y despuhs?) Despu6s nada..

( j P o r qu6, por qu6 t e has ido?) Carece de memoria

porqueaes un s o l s in piirpados. ( j Por qu6, por qu6 no vuelves?)

Su memoria solar 61 la ha perdido. La ha jugado a las car tas

con un tahur fantasma segundos an te s del amanecer.

(iVen, te ruego!)

Carece de memoria. La ha perdido (iven, t e ruego!)

de tanto mantenerse ( j n o es temprano?)

en s u igual mediodia.

E s t 6 como cegado por s u propio recuerdo, y aunque es sol anda a t ientas ,

apoyando s u s manos en la sombra ( j volveriis algiin dia?)

para saber s u luz.

E s t 6 como cegado por s u propio recuerdo ( jes t i i s muerta en la noche?),

por la luz l isonjera que brota d e - s u muerte creando la ilusi6n de una vida posible.

Estii como extasiado por luces que en s u tiempo (en el tiempo s in piirpados

de aquella juventud ya tan lejana), dilapid6 en las calles

(joh ciega juventud tan luminosa!) de una ciudad por siempre oscurecida.

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E s e s t e mar vencido el m i s m o triunfador que vimos griego.

Estii dormido, insomne, abierto, alerta, y manando afroditas por s u frente (jvolveriis e s t a noche?), de costado y aullando para crear la trampa del naufragio.

Aqui estamos, inermes y dormidos, despiertos, mesurando el tiempo esquivo, memorialistas de la sal que escurre su vida en el hocico de e s t e ochano,

Estamos (jtk t e acuerdas?, mujer muerta, j t e acuerdas?), estamos, secretarios de l ochano, relatando el color ( ide qu6 color hablamos? jSe trata del color posado e n una rosa que cerraba un vestido de muchacha en un verano de Valparaiso?)

Volvamos a decirlo: por un lado el color afuera de la forma, como el ray0 de luz afuera de su faro.

Por un lado las olas en sordina, no muchas - en verdad - para llenar el piano de alegres notas blancas. Per0 si suficientes para dar en negrura el nombre de esa calle que hace tanto perdimos, el color de un vestido, el de una rosa, el recuerdo inspirado de esa joven que v a corriendo ahora, en m i s recuerdos, por un bosque de prisa, para llegar a tiempo has ta la aurora, a punto de embarcarse,

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para decirme: iadiiis, adiiis por siempre,

adiiis, porque es muy tarde!

\> -% - No, no es muy tarde a h - $ _r

es apenas la infami$? -

(si no m e detuviera a1 afirmarL ~ -

y creo que podriamo2 , - 2 - m

v

l a visible presencia de la muert“, I ..- que en e s t e dormitorio se ha incrustado)”J i. ~ .

L-c decir que aun es temprano, que es posible el amor,

la rosa en el vestido, las o l a s en el mar,

hay sol en las bardas. y c,

Aqui estiin las baiiistas ( jpor fin, por fin, me escuchas?,

j n o est& en ese grupo nuevamente?, di, i m e escuchas?,

jes cierto que has partido dejando a tu s espa ldas un reguero

de hojas de calendario como puertas por si em pre infranqueables?)

Aqui es thn las baiiistas, vest idas de petrijleo,

y s u s cuerpos desnudos ( j ciirno ofvidarte, dime?)

arden siibitamente como el fijsforo blanco.

Y miis all6 observamos a viajeros que suben a marmiireos trasatliinticos,

nunca para viajar (in0 m e abandones, nunca me- abandones ,

mujer, deja que zarpe el cementerio entero con s u s c ruces ,

y s u s mhrmoles rotos, y s u s flores tan inermes, las pobres, como lhgrimas!),

nunca para partir, nunca para cruzar m a r e s abiertos,

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nunca para llegar, sino para abarcar mejor el cielo un cielo de zodiaco, para observar la luna que es el epigrafe de l a poesia.

Y de tan derruido observatorio podemos contemplar en la dis tancia - calcinada en la bruma - una ciudad de casas increibles, hace ya tanto vivas y ahora desplomadas.

Se ven a la distancia, desde nuestro marmbreo trasatliintico, las casas increibles, las casas que perdimos ( i t e recuerdas?)

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(iNo m e recuerdo ya! jPor qui5 t e obst inas en golpear esa puerta que no exis te?

j P o r quh t e obst inas en reclutar las casas de la infancia?)

_ . \b- 2- . -- Las casas increibleyy ---

gritando: i incendio, incendid (Dime, j t e a c u e r d a e v .> - -

Conthstame, por fin. Creo que nunca- \’/ volverk a interrogarte, pero, dime. -,

Dime, querida muerta, > _ -

jqub gritaron las casas?)

(Nada gritaron. Por lo menos

no gritaron las casas de esa forma, sin0 s u s gritos eran:

jamor, amor, amor, y buenas noches!)

Esas casas no existen ( j t e recuerdas?)

(iNo m e recuerdo de ellas! i Todo quiero olvidar!)

Minimas, arrugadas, detenidas, .

como ancianas tejiendo la paciencia, se estiin las casas por dias y semanas,

por meses y por s iglos , salidas hacia fuera, derrengadas,

esperando has ta tarde el regreso del hijo

q u e desde tantos aiios viaja en ese marmiire0 trasatliintico A s i logr6 yo ver las en m i s sueiios

y tambihn en 10s tuyos ( j no e s pbsible?)

El mar e s t6 presente, no es ahora

la ciudad de las casas derruidas, es la pradera

donde ejercen s u rito las o v e j a s , y a1 fondo, a1 fondo, la inmortal pastora.

*

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El mar estii presente( ( iNo lo has visto? iNo lo has creido a1 verlo? iNo t e dijo s u nombre cuando tii le mostraste la sal que e ra s u ser?) Disociado. Aqui mismo. De soslayo. De costado y aullando. perrotado, el m i s m o triunfador que vimos griego.

la llamada de auxilio de s u s niiufragos y esparciendo s u s gritos ,

como un eco de amor sobre la arena.

Nada miis sabio entonces, miis equitativo, nada miis ejemplar, ( i y por qu6 lloras?), que el mar que distribuye un puiiado de amor por una parte, y por otra, el naufragio.

Y es en e s t e presente, en este ochano, en e s t e mar de piiginas e n blanco (ilas hojeas?), que se hace necesario que el hombre anote cuidadosamente en el debe y haber de s u exis tencia (con un pie en el estribo, y en el tiempo que el sol se hunde e n s u muerte), que el hombre - exclamo - anote la suma del amor y del naufragio.

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