Breve reseña de la etapa artística concreta de Tomás Maldonado

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Alejandro Albornoz [email protected] Programa Especial de Titulación: Licenciatura en Artes Visuales, Universidad Mayor Prof. Claudio Cortés Arte Latinoamericano Hoy Santiago de Chile, Agosto 2012 Breve reseña de la etapa artística concreta de Tomás Maldonado Tres zonas y dos circulares, 1953, Óleo sobre tela, 80 x 80 cms. Resumen: Este ensayo es una breve aproximación al trabajo y pensamiento del artista, arquitecto, diseñador, intelectual y docente argentino Tomás Maldonado, centrándose en la época en que es uno de los miembros del movimiento de las vanguardias del país transandino donde pondrá las bases para lo que se dió en conocer como Arte Concreto- Invención, una tentativa teórico práctica que vió la luz a mediados del siglo XX en Argentina. El presente texto pretende dar luces generales sobre el tema en cuestión y ser base para futuras profundizaciones. Palabras clave: Tomás Maldonado, Arte Concreto, Invencionismo, Madí, vanguardia argentina.

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Este ensayo es una breve aproximación al trabajo y pensamiento del artista, arquitecto, diseñador, intelectual y docente argentino Tomás Maldonado, centrándose en la época en que es uno de los miembros del movimiento de las vanguardias del país transandino donde pondrá las bases para lo que se dió en conocer como Arte Concreto-Invención, una tentativa teórico práctica que vió la luz a mediados del siglo XX en Argentina. El presente texto pretende dar luces generales sobre el tema en cuestión y ser base para futuras profundizaciones.

Transcript of Breve reseña de la etapa artística concreta de Tomás Maldonado

Alejandro Albornoz – [email protected]

Programa Especial de Titulación: Licenciatura en Artes Visuales, Universidad Mayor

Prof. Claudio Cortés

Arte Latinoamericano Hoy

Santiago de Chile, Agosto 2012

Breve reseña de la etapa artística concreta de Tomás Maldonado

“Tres zonas y dos circulares”, 1953, Óleo sobre tela, 80 x 80 cms.

Resumen: Este ensayo es una breve aproximación al trabajo y pensamiento del artista,

arquitecto, diseñador, intelectual y docente argentino Tomás Maldonado, centrándose

en la época en que es uno de los miembros del movimiento de las vanguardias del país

transandino donde pondrá las bases para lo que se dió en conocer como Arte Concreto-

Invención, una tentativa teórico práctica que vió la luz a mediados del siglo XX en

Argentina. El presente texto pretende dar luces generales sobre el tema en cuestión y ser

base para futuras profundizaciones.

Palabras clave: Tomás Maldonado, Arte Concreto, Invencionismo, Madí, vanguardia

argentina.

1.- Introducción

El llamado Arte Concreto-Invención (ACI), es un movimiento de vanguardia surgido en

la Argentina en los años cuarenta del siglo XX y que con su aparición instaló un corpus

teórico-práctico bien definido y heredero algunas de las corrientes artísticas, filosóficas

y políticas más representativas del siglo pasado, a saber ideas racionalistas que conjugan

el marxismo, el constructivismo ruso de los años 20, el neo-plasticismo, el denominado

invencionismo y el arte abstracto y concreto proveniente del movimiento holandés “De

Stijl”. En conjunto con lo anterior, en un sustrato conformado por las experiencias del

creacionismo de Vicente Huidobro, el arte-constructivo de Torres-García en Uruguay, el

invencionismo del argentino Edgard Bayley, la continuidad del arte concreto holandés a

través del suizo Max Bill, a comienzos de los 40's, un grupo de jóvenes artistas

argentinos, entre los que se haya Maldonado, toman como valores esenciales de su

trabajo las nociones de invención y arte concreto, queriendo con ello poner en el centro

de la creación artística el trabajo no mimético y referencial (invención y no

representación) y las obras como objetos materiales cuyos valores están en sí mismos

(materialidad abstracta y no figuración realista).

Al respecto, Alejandro Crispiani dice:

La versión teórica del invencionismo más considerada por la crítica de arte

ha sido la de Tomás Maldonado, que está evidentemente muy vinculada al

pensamiento de su hermano Edgard Bayley. Es la versión más militante, a

veces provocadoramente frontal, y también la más precisa en relación con

las fuentes que la informan. En la formulación del invecionismo plástico

también intervinieron otros artistas, desde posiciones no siempre

coincidentes pero tampoco contrarias a la de Maldonado, como Alfredo

Hlito, Raúl Lozza y Manuel Espinoza. Además de los artículos de estos

artistas, el corpus teórico del invencionismo se completa con el Manifiesto

Invencionista y los textos programáticos sin autor que acompañaron los

dos números de la revista de la Asociación Arte Concreto-Invención. (…)

los artistas invencionistas consideraban el ejercicio de la pintura concreta,

o del arte concreto en general, como una práctica revolucionaria precisa,

enmarcada, en teoría, en los lineamientos de acción del partido comunista

y reflejo de la filosofía marxista que lo informaba. (Crispiani: 2011:91)

Es así que a partir de estas ideas que continuán las líneas iniciadas por los

constructivistas sovieticos y las ideas de Theo van Doesburg, el grupo autodenominado

Asociación Arte Concreto-Invención (AACI), conformado por Edgard Bayley, Antonio

Caraduje, Simón Contreras, Manuel Espinoza, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Obdulio

Landi, Raúl Lozza, Rembrandt Van Dick Lozza, Tomás Maldonado, Alberto Molemberg,

Primaldo Mónaco, Oscar Núñez, Lidy Prati, Jorge Souza y Matilde Werbin, formula un

sustento teórico que entronca con el pensamiento político de izquierda en general, el

marxismo en particular y por un período con los lineamientos del Partido Comunista

Argentino. Cómo se da este entroncamiento, cómo surge este grupo, cuál es el rol de

Maldonado en términos de aglutinar iniciativas e impulsar el movimiento, es lo que

describiremos sucintamente en la siguiente sección del texto.

2.- Entrada impetuosa del Arte Concreto-Invención

En 1942 cuatro jóvenes artistas argentinos rompen formalmente relaciones con la

oficialidad artística del Buenos Aires de esos años. Inspirados por los movimientos de

vanguardia de la Europa de la primera mitad del siglo XX, escriben un manifiesto que

lleno de idealismo e irreverencia juvenil irrumpe en forma de panfleto en el corazón del

arte oficial argentino, el Salón Nacional de Artes Plásticas. Daniela Lucena relata:

En la XXXII edición del Salón Nacional de Artes Plásticas del año 1942 un

volante cuelga del marco del cuadro premiado. El texto del panfleto se

titula Manifiesto de cuatro jóvenes y en él se critica la “mediocre”

orientación artística consagrada por la institución oficial La proclama,

firmada por cuatro estudiantes de Bellas Artes -Tomás Maldonado, Alfredo

Hlito, Claudio Girola y Jorge Brito- termina con una contudente frase del

pintor futurista italiano Carlo Carrá: es necesario suprimir a los imbéciles

en el arte”. El Salón Nacional, nacido en nuestro país en 1911, constituye

como un espacio central para la consagración dentro del campo. Ser

aceptados y premiados en el Salón implica para los artistas el

reconocimiento del público, la crítica, el incipiente coleccionismo y las

instituciones de enseñanza, la posibilidad de obtener becas, vender obras e

ingresar en el circuito de exhibición de las galerías de la zona céntrica de

Buenos Aires. Asimismo, a partir de sus aceptaciones y rechazos, el Salón

delimita una estética dominante que es sostenida también por otras

instituciones oficiales como el Museo, la Academia y la Comisión Nacional

de Bellas Artes durante los años 10 y buena parte de la década del 20.

(Lucena: 2011: 3)

La anquilosada visión del arte oficial manifestada en los Salones Nacionales y en las

actitudes de los profesores de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, con

quiénes estos cuatro artistas tendrán una polémica ruptura que los llevará a abandonar

la institución, provocan una desilución en ellos que queda manifiesta en el texto,

desilución y agotamiento por el estancamiento en un realismo decimonónico sin

proyección alguna. Pero a la vez el manifiesto es un gesto de ruptura que busca golpear

al sistema instalado. A pesar de que la estructura oficial del arte argentino en esa época

otorga espacio a ciertas manifestaciones de la nueva figuración, las escuelas, academias

y los salones oficiales, en lo sustancial no son permeables a los movimientos modernos y

se mantienen dentro de los marcos designados por una tradición fija. (Lucena: 2011: 3-

4)

En este entramado, el Manifiesto de Cuatro Jóvenes viene a constituirse en la expresión

de una ruptura con el sistema del arte transandino del momento, una queja virulenta,

pero serán otros textos y trabajos los que configurarán los lineamientos de estas

propuestas al instalar temas de discusión sobre la modernidad en general y sobre

aspectos puntuales, pero sustanciales con el fondo conceptual de estos artistas, como

son la materialidad de la obra como valor esencial y la cuestión del marco recortado

versus el tradicional espacio ortogonal.

Una actitud activa y racional guiará a estos artistas y al grupo mayor que conformará la

AACI, generando no solo textos si no que vehículos para ellos: revistas. En ellos

pondrán en juego todas sus intenciones que aglutinan los referentes teóricos que hemos

mencionado más arriba. Como veremos, es un desprecio por el realismo y el

romanticismo lo que mueve a estos artistas emergentes, pues consideran estas prácticas

y sus implicancias sentimentales, relacionadas con los paradigmas anteriores de

sensibilidad, inspiración de artista y emotividad, como esquemas desprendidos de la

sociedad burguesa que no solo mantienen los valores propios de su estructura de

desigualdad e injusticia, si no que impiden, en una actitud deprimente y exacerbadora

de la individualidad, el surgimiento del nuevo hombre, nacido de la revolución, cuyo

desarrollo llevará a la construcción de la nueva sociedad donde el arte será un eje de su

sustento en base a los valores de racionalidad, claridad, alegría y colectividad. Aquí la

noción de Invención es central: inventar es descubrir gracias al esfuerzo del ingenio

humano, es imaginar; Invención en este contexto es creación pura, el objetivo al que

debe apuntar la humanidad para crear un mundo mejor para todos. (Ver: Nelly Perazzo:

“Tomás Maldonado y los orígenes de la Vanguardia Argentina” en Maldonado: 1997: 20)

3.- Caminos de búsqueda y establecimiento

Luego de abandonar la Escuela Nacional de Bellas Artes, estos jóvenes buscan seguir su

formación en academias y talleres particulares. Tomás Maldonado cruza el río y escoge

el alero de Joaquín Torres García en Montevideo. Torres García es en aquel momento

una figura reconocida en el arte de vanguardia de Sudamérica, pues ha participado de

los grupos del nuevo arte en la Europa misma de entre guerras. Formado en París,

Torres García se vincula con Mondrian, Van Doesburg y funda con el crítico francés

Michel Seuphor el grupo Cercle et Carrè, una agrupación destinada a promover el arte

abstracto y en el cual participaron Piet Mondrian, Jean Arp, Wassily Kandinsky,

Georges Vantongerloo, Friedrich Vandemberge-Gildewart y Antoine Pevsner. Con este

bagaje, el uruguayo construye un corpus artístico-estético que denomina Universalismo

Constructivo, donde mezcla elementos que transfiere desde el cubismo, el

neoplasticismo y el surrealismo, “y combina creativamente la abstracción y la

representación a través de la incorporación de símbolos dentro de las estructuras

geométricas (…) Como puede observarse Maldonado elige el atelier de un artista

respetado y solidamente formado y que cuenta con una importante trayectoria en los

centros artísticos internacionales como miembro de movimientos vanguardistas. En el

taller de Torres García se enseña composición, uso de la sección dorada, se debate sobre

pintura abstracta y constructiva y se leen manifiestos de vanguardia, es decir, se enseña

aquello que las academias oficiales de Buenos Aires ni siquiera se menciona.” (Lucena:

2011: 5-6)

Como se ve, es a través de este maestro que Maldonado profundiza en su acercamiento a

las corrientes de avanzada en el arte mundial de esos años. Aunque de izquierda, Torres

García no es militante comunista y su pensamiento está más cercano a corrientes

místicas como la teosofía que al marxismo, lo que marca una diferencia sustancial con

los paradigmas de Maldonado y que finalmente llevarán a nuestro artista a alejarse del

uruguayo. De hecho, posteriormente se producirá un enfrentamiento ideológico-estético

entre ambos mediante ataques mutuos mediante textos.

En 1944 se edita en Buenos Aires la revista Arturo, editada por Carmelo Arden Quin,

Rhod Rothfuss, Gyula Kosice y Edgard Bayley, todos artistas que adhieren a los nuevos

valores más progresistas del arte rioplatense y están vinculados a las ideas de

invencionismo, abstracción y arte concreto. Maldonado participa en el equipo de

trabajo y de hecho realiza la xilografía que será la portada. En esta revista, que solo se

publica una vez, aparecen tres ejes conceptuales esenciales: la invención, idea que

describimos más arriba, la visión de la historia del arte desde la óptica del materialismo

dialéctico y el recurso del marco recortado, técnica que renuncia al marco ortogonal por

considerarlo sugerente de un espacio virtual que distrae de los elementos concretos de la

composicón plástica, elementos que a su vez son configurados y relacionados por ellos

intrínsicamente con el marco recortado, cuya forma deriva de la estructuración con

estos componentes. Cada uno de los artistas que mencionamos tiene una trayectoria que

puede ser seguida y profundizada, pero aquí nos interesan como marco general donde

podemos apreciar valores comunes hasta cierto momento y que configurarán el

quehacer de Maldonado. Precisamente los gestores de Arturo, comenzarán en este gran

conglomerado donde se comparten las ideas que hemos citado, pero pronto irán

acentuando ciertas aristas que provocarán dos grandes esciciones, aunque no las únicas

derivaciones, a partir del Invencionismo y el Arte Concreto tal como son definidos en la

primera mitad de los 40 por estos intelectuales en Buenos Aires.

En el año 45, Kosice, Arden Quin y Rothfuss hacen dos exposiciones que se consideran

el punto de inflexión en la línea conceptual del gran grupo de artistas que hasta ese

momento compartía, aunque mediante un rico abanico de matices, un gran eje estético

ideológico. En estas exhibiciones están sustancialmente ausentes Maldonado y Bayley,

así como la mujer del primero, la artista Lidi Prati. Es en ese momento en que

Maldonado está perfilando con precisión una directriz que si bien parte de las ideas

antes descritas, profundiza en una especificidad creadora centrada en el racionalismo,

un materialismo estético exclusivamente preocupado de las formas concretas plásticas a

la vez que asume un compromiso político sin vaguedad con el marxismo: ese mismo año

Maldonado y su grupo se afilian oficialmente al Partido Comunista Argentino. En este

proceso es que el argentino conforma la Asociación Arte Concreto-Invención (AACI),

mientras que Arden Quin, Kosice y Rothfuss fundan el movimiento Madí, que por el

contrario se apartan del racionalismo estricto, trabajan con elementos de la fantasía y el

juego, todo en una estética no sistemática como la de la AACI. Uno los posibles

significados de la palabra Madí, según Daniela Lucena, es el de combinar las dos

primeras sílabas de las palabras “materialismo dialéctico”, lo que se condice con que sus

miembros adhieren a esta concepción marxista, sin embargo no es testimonio de su

adhesión militante, lo que marca otra diferencia entre ambos grupos. Señalemos aquí

también que las ideas sustentadoras de la AACI, que comparten con Madí el ámbito del

concretismo y el constructivismo compositivo, tomarán un derrotero que les llevará a

aplicar sus principios en las áreas del diseño y la arquitectura.

4.- Asociación Arte Concreto Invención y la consolidación de un ideario

Como hemos visto, Maldonado toma un rumbo que se define claramente y podemos

catalogar como un humanismo positivista, que busca en un acto polivalente integrar

todos los quehaceres del saber humano para el beneficio de todos, en un idealismo

utópico que hace suyos los valores de la modernidad, entiendo esta última como el

ámbito del pensamiento en que la razón y la fe en la ciencia tienen un espacio

primordial, heredero de la larga línea intelectual que recorre desde la Ilustración, pasa

por el positivismo y llega hasta ciertas corrientes de la filosfía de la ciencia como el

empirismo lógico del Círculo de Viena, lo mismo que la idea de progreso desde un punto

de vista materialista marxista.

Crispiani describe este trasfondo ideológico:

En términos gernerales, el marxismo que va a informar la operación del

invencionismo es lo que diversos autores han denomindado el “marxismo

humanista” o, si se quiere, el período humanista del pensamiento de Marx,

que en general abarca los llamados escritos juveniles, los Manuscritos

económicos y filosóficos de 1844, la Contribución a la crítica a la filosofía

del derecho de Hegel y la Tesis sobre Freuerbach, entre los escritos más

importantes. Evidentemente, no son los únicos textos en los que se basan

los invencionistas, o al menos Tomás Maldonado y Edgard Bayley, pero sí

son los que muestran más cercanía con sus formulaciones y los que se

proveen las principales categorías con que van a llevar adelante su hacer

artístico, a pesar de que las citas directas a textos de Marx son escasas en

todos los autores invencionistas, excepto quizás el caso de Alfredo Hlito

(…) (Crispiani: 2011: 99)

El propio Maldonado dice en una entrevista de 2011:

Desde jóven siempre me ha interesado mucho esta pluralidad de empeños

en la vida cultural y en la vida artística e intelectual. Nunca me ha gustado

encerrarme, siempre me he preguntado, cuando hacía una cosa

determinada, cuales eran los efectos sobre otros ambitos de la reflexión

cultural general, sociológica, filosófica y también política. Naturalmente

los años 40 han sido muy particulares, después de la guerra, nosotros

teníamos esa pasión extraordinaria por un protagonismo diverso, hasta un

cierto utopismo, muy distinto a la situación posterior de gente que hace

arte en función del mercado del arte, en ese momento (lo nuestro) era una

gran aventura de juventud. El concretismo argentino, no solo mío, si no de

Alfredo Hlito, Lidi Prati, de todo ese grupo, representaba una línea muy

intelectualizada, se puede decir (…) (García: 2011: 07”- 1’20”)

“Bonjour Madame Diagonale”, 2000, Acrílico sobre tela, 80 x 80 cms.

A partir de allí, Maldonado construirá una carrera en la que combinará su creación

plástica con la gestión y difusión de las actividades de la AACI, la teroría y la docencia y

el proselitismo político, hasta su expulsión del partido comunista debido a su estética

abstracta del arte concreto, que eliminaba las formas típicas del arte social clásico de los

partidos de izquierda, donde la excepción que marcan sus collages fotográficos para la

revista Orientación, órgano oficial del partido, que trataron de conjugar lo

representativo con un sentido constructivista de la composición, no constituyeron un

corpus que solventara dicha diferencia.

En 1946 se publica el Manifiesto Invencionista, que plasma todas la ideas que hemos

mencionado hasta ahora sobre no representatividad, concretismo, invencionismo,

estética racional y creación colectiva. Este texto, escrito con motivo de la primera

exposición del grupo, aparece en la Revista Arte Concreto – Invención, publicada por la

AACI. Luego, debido a su vocación integradora y humanista, Maldonado comenzará un

largo camino hacia disciplinas que a través de valores estéticos buscan el bienestar

social, como son el diseño y la arquitectura, lo que lo lleva en 1949 a publicar un primer

artículo sobre diseño, donde ve una distancia entre arte y sociedad que debe ser salvada.

Esta vocación da otro paso de consolidación en 1951 cuando funda junto a Hlito la

revista Nueva Visión, dedicada al diseño, la comunicación y la arquitectura. A mediados

de los años 50 abandonará la creación pictórica solo para retomarla hacia el año 2000.

Previamente, en 1948 realiza un viaje a Europa donde se encuentra con “los

representantes europeos del arte concreto, de la arquitectura moderna y del diseño.

Georges Vantongerloo, Van de Velde, Max Bill, Vordemberge-Gildewart, Max Huber,

Richard Paul Lhose. El Bauhaus con sus fundadores y egresados, Carlos Vivarelli y

decenas de otras personalidades (…) Es el momento en que Maldonado comienza a

afianzarse como pintor concreto, como educador y como diseñador”. (Carlos A. Méndez

Mosquera: Introducción en Maldonado: 1997: 11)

Justamente es Max Bill quien lo invita a participar como docente en la Hochschule für

Gestaltung en Ulm, Alemania, donde desarrollará una profunda y profusa carrera

académica que lo consagra en el ámbito del diseño y la teoría. Permanecerá allí hasta el

año 1967, donde llegará a ser el director de la institución. Atrás han quedado los años de

la pintura concreta bonaerense, pero el argentino ha profundizado en la introducción de

temáticas científicas en los estudios de diseño, a la vez que sus publicaciones se

constituyen en referencias sobre materias de diseño, arquitectura, comunicación y

semiótica. De estos escritos teóricos destacan los textos escritos desde 1946 a 1974,

compilados en Vanguardia y Racionalidad. Artículos, ensayos y otros escritos y en

Escritos preulmianos.

Entre 1967 y 1969 preside el Comité Ejecutivo del International Council of Societies of

Industrial Design. En 1971, es nombrado Profesor de Planeamiento Ambiental en la

Universidad de Bologna, Italia, país donde sigue su carrera.

En 1984 visita la Argentina donde promueve la creación de las carreras de Diseño

Gráfico y Diseño Industrial en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la

Universidad de Buenos Aires.

A mediados de los años ochenta es nombrado Profesor Honorario de la Universidad de

Buenos Aires y entre 1992 y 1997 se desempeña como Profesor Consulto y Director del

Departamento de Diseño Industrial del Politécnico de Milán.

Su destacada trayectoria en el diseño y su vuelta a la pintura en el 2000, hacen que se le

dediquen sendas exposiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires en

2007, abarcando precisamente ambas caras de su trabajo: Tomás Maldonado. Un

itinerario, producida por el MNBA y Modelos de Ulm, el diseño de la nueva Alemania /

1953 – 1968, organizada por el Museo de Ulm, dos exposiciones que se efectuaron en el

marco de las celebraciones de los 110 años de esta institución museística trasandina.

5.- Conclusión

La figura significativa de Tomás Maldonado demuestra una permanencia en el tiempo

gracias a sus aportes relevantes en las áreas que le competen, cruzando espacios y

momentos destacados del quehacer artístico e intelectual tanto en Sudamérica como

Europa. Su coherencia conceptual se mantiene a lo largo de su carrera, sin significar un

estancamiento o un estrechamiento de la mirada, pues ha dejado atrás algunas

concepciones para incorporar otros intereses, siempre manteniendo una directriz

general vinculada al trabajo guiado por la inquietud racional y esclarecedora en el

pensamiento.

Rescatamos de esos años del ACI el impulso juvenil, lleno de entusiasmo por lo nuevo,

una prolongación de los valores de las primeras vanguardias europeas del cambio de

siglo del XIX al XX; como dice Robert Hughes: “¿Qué era lo que tenía la vanguardia en

1890 y que ha perdido nuestra cultura en 1980? Ebullición, idealismo, confianza, la

creencia de que había territorio de sobra para explorar y, por encima de todo, la

sensación de que el arte, de la manera más noble y desinteresada, podía encontrar las

metáforas necesarias para explicarles a sus habitantes un cambio radical en la

civilización”. (Hughes: 2000: 9) Justamente el influjo de este espíritu es el que

apreciamos en Maldonado, que en su trabajo demuestra una inquietud constante, un

actitud de búsqueda que lo lleva no solo a transferir elementos plásticos desde el

constructivismo ruso o el Stijl, si no que a configurar un discurso coherente, donde estos

elementos son herramientas para su propio programa, que como hemos visto, abarca la

creación artística y los ámbitos de la teoría, el diseño y la semiótica. Esa voluntad es tal

vez la razón por la que su quehacer posterior a la etapa concretista, revisada

someramente aquí, revela aportes novedosos y significativos en las áreas que aborda,

como por ejemplo su afán por romper la exclusiva atención a los componentes artísticos

del diseño para entregarle a esta rama creativa un carácter que nos es muy actual, a

saber la de una disciplina donde la funcionalidad está a la par con valores puramente

estéticos.

Otro rasgo de esta clara visión son sus lúcidos textos semióticos donde destacamos su

interesante visión respecto de las nuevas tecnologías y los nuevos paradigmas estéticos

que se desprenden de ellas, sabiendo entramarlas con el bagaje de la cultura occidental

en su totalidad, como lo demuestra en Lo real y lo virtual. Este Maldonado, que se para

como faro en el entorno digital y del ciberespacio es el que nos llama a una investigación

futura.

Referencias:

Crispiani, Alejandro. Objetos para transformar el mundo. Santiago de Chile: Ediciones

ARQ, Escuela de Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2011. Medio

impreso.

García, María Amalia. Conversando con Tomás Maldonado. Madrid: Fundación

Cisneros / Colección Patrica Phelps de Cisneros, 2011. Medio audiovisual, link visitado

en Agosto de 2012: http://www.youtube.com/watch?v=Ii0RK1lIBKU

Hughes, Robert. El impacto de lo nuevo. El arte en el siglo XX. Barcelona: Editorial

Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores, 2000. Medio Impreso

Lucena, Daniela. La irrupción del Arte Concreto-Invención en el campo artístico de

Buenos Aires (1942-1948). Artículo publicado en el EUROPEAN REVIEW OF ARTISTIC

STUDIES, 2011, vol.2, n.4, pp. 78-102, 2011. Medio digital, link de descarga visitado en

Agosto de 2012: http://www.eras.utad.pt/docs/Articulo%20Lucena%20ERAS.pdf.

Maldonado, Tomás. Escritos Preulmianos. Buenos Aires: Ediciones Infinito, 1997.

Medio impreso.

Bibliografía complementaria:

Lucena, Daniela. Arte y diseño argentino: vínculos entre la vanguardia concreta y el

constructivismo ruso. Ponencia, Universidad de Buenos Aires, Facultad de

Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Medio digital, link de descarga visitado en Agosto de

2012:

http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/4jornadasjovenes/EJES/Ej

e%204%20Objetos%20culturales%20Arte%20Estetica/Ponencias%20eje%204/LUCEN

A%20DANIELA.pdf

Lucena, Daniela. Arte y revolución: Sobre los montajes olvidados de Tomás

Maldonado. Revista digital www.izquierdas.cl, N°13, agosto 2012, ISSN 0718-5049 pp.

18-28. Medio digital, link de descarga visitado en Agosto de 2012:

http://www.izquierdas.cl/revista/wp-content/uploads/2012/07/Daniela-Lucena2.pdf

Devalle, Verónica. Hacia la síntesis de las artes. El proyecto cultural y artístico de la

revista Nueva Visión. Buenos Aires, Revista Anclajes, XIII.13 (diciembre 2009) ISSN

0329-3807. Medio digital, link de descarga visitado en Agosto de 2012:

http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S185146692009000100004&script=sci_artte

xt

Maldonado, Tomás. Lo real y lo virtual. Barcelona: Editorial Gedisa, 1999. Medio

impreso.