Bullying y Convivencia en La Escuela

215
3 BULL BULL BULL BULL BULLYING YING YING YING YING y Convivencia en la Escuela ASPECTOS CONCEPTUALES, APLICATIVOS Y DE INVESTIGACIÓN Luis Benites, Julio Carozzo, Víctor Horna, Luis Palomino Cecilia Salgado, César Uribe, Luis Zapata

Transcript of Bullying y Convivencia en La Escuela

  • 3PRESENTACIN

    BULLBULLBULLBULLBULLYINGYINGYINGYINGYINGy Convivencia en la Escuela

    ASPECTOS CONCEPTUALES,APLICATIVOS Y DE INVESTIGACIN

    Luis Benites, Julio Carozzo, Vctor Horna, Luis PalominoCecilia Salgado, Csar Uribe, Luis Zapata

  • PRESENTACIN

    4

    Esta es una Publicacin del OBSERVATORIO

    sobre Violencia y Convivencia en la EscuelaTodos los Derechos Reservados.

    Primera Edicin

    Febrero de 2012

    Lima - Per

    * Los artculos que figuran en este volumen son responsabilidad de los autores.

    * Esta obra no podr ser registrada, reproducida, en total o partes, o trasmitida por unsistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma, idioma medio alguno; seamecnico, fotoqumico, magntico, electrnico, electroptico, fotocopia o cualquier otro,sin previa autorizacin escrita de su titular.

    Impreso en:

    Dennis Morzn DelgadoImpresiones & Empastes

    Lima-Per, Febrero de 2012

  • 5PRESENTACIN

    INDICE

    PRESENTACION .................................................................................. 7

    PROLOGO ........................................................................................... 10

    EL BULLYING EN LA ESCUELA:INTERROGANTES Y REFLEXIONES ................................................ 11Julio Csar Carozzo Campos

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS ............................................ 37Luis Alberto Palomino Berros

    LA CONVIVENCIA ESCOLAR:UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING ................. 75Luis Benites Morales

    EDUCACIN EMOCIONAL: ACCIN PARALA CONVIVENCIA EN LA ESCUELA YPREVENCIN DEL BULLYING .......................................................... 105Luis Zapata Ponce

    SER DOCENTE E INTELIGENCIA EMOCIONAL ............................. 117Csar Uribe Neira

    REVISION DE LAS INVESTIGACIONESACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO ......................................................... 127Cecilia Salgado Lvano

  • PRESENTACIN

    6

    UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRECONVIVENCIA ESCOLAR:EL BULLYING DESDELA PERSPECTIVA DE LAS VCTIMAS .............................................. 177Vctor Horna Caldern

    LA LEY ANTIBULLYING:UN POCO DE HISTORIA ................................................................... 193

    AUTORES DE LOS ARTCULOS ....................................................... 209

  • 7PRESENTACIN

    PRESENTACION

    El acoso en la escuela, es preciso reiterarlo, es una prctica tan antigua como lapropia escuela, lo mismo que sus efectos negativos para los tres agentes involucradosen ella. Es una visin errada afirmar que, admitiendo que su prctica es histrica, susefectos nocivos nunca han sido tan brutales como en los aos recientes, aconsecuencia de lo cual se han producido suicidios en nios y adolescentes y nopocos casos de lesiones fsicas irreversibles. Todo lo sealado es inocultable y lanotoriedad que los medios han difundido sobre estos episodios extremos e inditosha influido en la corriente de opinin que ha terminado por admitir el bullying comoun fenmeno de violencia muy daino que es preciso eliminar de los centroseducativos a como de lugar.

    El acoso en la escuela, tambin es preciso resaltarlo una vez ms, es esencialmenteverbal y psicolgica, y los suicidios, homicidios y lesiones fsicas graves que vienenocurriendo son los picos ms agudos de esa violencia cotidiana que impera entodos los centros educativos con una alta dosis de impunidad e indiferenciaproveniente de quienes tenemos la obligacin de advertirla y encararlaprofesionalmente.

    Resulta igualmente necesario establecer de modo concluyente que el acosoescolar o bullying es un fenmeno social y no individual aunque, obviamente, quieneslo instrumentan son personas que responden a un aprendizaje diligentementeimpuesto por la cultura social. La dimensin socio cultural a la que nos referimosest constituida concretamente entre otros contextos naturales por la familia y laescuela, en las que se aprenden estilos relacionales de convivencia, tolerancia,reconocimiento y respeto de la diversidad as como modelos de gestionar y resolverlos conflictos que naturalmente se dan entre los individuos.

    A partir de estas premisas, entonces, se desarrollan los fundamentos que explicanel acoso escolar y de ello se extractan propuestas de actuacin que reconocen dosopciones esenciales: (a) la de intervencin sobre la prevencin, mediante la cual

  • PRESENTACIN

    8

    se recomiendan medidas punitivas contra los agresores y los responsables de susexcesos conductuales (los padres) con la falsa ilusin de erradicar el acoso en laescuela y (b) la prevencin mediante la educacin para la convivencia en la escuela,a travs de la cual la escuela privilegia el desarrollo social y personal de todos losagentes educativos para la construccin de un clima institucional que garantice elpleno auge de la calidad de vida y la calidad educativa.

    La explicable necesidad de querer acabar con el acoso escolar en el menor tiempoposible promueve en las instituciones acciones basadas en el castigo contra losacosadores y es previsible que sus efectos no sean los esperados. La percepcinindividualista del acoso castiga hasta con la expulsin a los agresores lo que da pie adestacar que los educadores y la escuela estn abandonando a su suerte al agresoral condenarlo a un peregrinaje en otras escuelas hasta su eliminacin final de laeducacin escolar: en estos casos concretos la escuela viola el derecho fundamentala la educacin que le asiste a los nios y adolescentes y abdica a su obligacin deeducar para la vida a todos los estudiantes segn sus necesidades educativas. Otroriesgo de la percepcin individualista afinca en que las autoridades se equivocancreyendo que al eliminar al agresor han resuelto el problema del acoso en la escuelay creen que se debe imponer medidas reglamentarias ms duras que disuadan laaparicin de nuevos agresores.

    Las medidas punitivas que se vienen implantando contra los escolares porquees falso que se dirija a los acosadores-, seguirn siendo insuficientes porque el germendel acoso est dado por las malas relaciones interpersonales y de convivencia que sedan en los centros educativos. En otras palabras, no son los individuos losresponsables del acoso en la escuela sino lo son las condiciones de inequidadrelacional, el dominio de una educacin marcadamente individualista y discriminativay la tolerancia a la resolucin de conflictos basado en la violencia del ms fuerte enperjuicio del ms dbil. En buen romance habra que decir que la escuela estcastigando al aprendiz y no al mentor del acoso, entre los que se cuenta la propiaescuela. Lo preocupante en esta lnea de trabajo es que casi toda la sociedad estconvencida de la represin antes que una convivencia saludable y resiliente.

    En trminos breves bstenos precisar que las conductas prepotentes e insensiblesdel agresor son consecuencia de un largo periodo de aprendizaje social (familiar,

  • 9PRESENTACIN

    contextual y escolar) y el proceso de reeducacin que debe impartirse para el iniciode una vida ms satisfactoria no puede ser alcanzado, como se desea, en una limitadoperiodo de tiempo; y ese proceso de reeducacin tiene que basarse en procesospedaggicos dirigidos tanto a los estudiantes como a los docentes, directivos ypadres de familia. Hasta ahora las buenas conciencias se han convencido que laeducacin y no el castigo son las estrategias ms humanas y convenientes que sedeben emplear contra los agresores e invocan a los padres de familia y a los docentesa educar en la convivencia y en la cultura de paz. Esta medida, aparentemente lgicay sensible es tambin otro propsito intil e insuficiente porque sigue ausente elespritu de una convivencia que, lo repetidos una vez ms, debe involucrar a todoscomo actores y aprendices de un estilo de vida indito en la escuela y en la familia.

    La idea de que los estudiantes son discapacitados sociales a nombre de lo cualdebemos seguir decidiendo lo que ms les conviene a ellos es una violencia simblicaque no por sutil deja de ser brutal y propiciadora de un clima social de insatisfaccinque larva otras formas de violencia en la escuela. Este vetusto paradigma de la escueladebe ser revocado totalmente para empezar a institucionalizar una relacin dehorizontalidad relacional y respeto a la diversidad, mediante lo cual asomaramos auna escuela un poco ms democrtica.

    Concordante con estos lineamientos el Observatorio sobre Violencia y Convivenciaen la Escuela ofrece en este libro un conjunto de propuestas e ideas sobre el acosoy la convivencia para que sean debatidas intensamente y esperamos promover conellas la emergencia de nuevas propuestas tericas y programticas para elmejoramiento del clima de los centros educativas y de las actitudes de susprotagonistas.

    Julio Csar Carozzo C.Presidente del Observatorio

  • PRESENTACIN

    10

    P R O L O G O

    La ocurrencia cotidiana de actos de maltrato y hechos de violencia de la que son vctimasnios y adolescentes en nuestro pas, tanto en su medio familiar, social como escolar hanpuesto en tela de juicio no solamente el tipo de relaciones interpersonales que se vive en esoscontextos, sino tambin el modo de convivencia que origina y sostiene ese tipo de relaciones.La violencia es una forma de relacin interpersonal que se mantiene no slo por los efectosperversos de sus consecuencias (sumisin, dao, temor etc.) sino tambin por la justificacin,indiferencia o silencio de los actores involucrados en tales hechos (alumnos, profesores, padresde familia, comunidad). El bullying es sin lugar a dudas una de las formas ms comunes ysofisticadas de violencia en los mbitos educativos, es una manera de mostrar poder asumidoo delegado. Existe el bullying cuando un alumno(a) impone su fuerza en contra de otroalumno(a) generalmente ms dbil, de forma que lo dae, lo maltrate o abuse de l o ella fsicay psicolgicamente, de manera constante y sostenida. La violencia y el maltrato no slo es lacausa de una mala convivencia, sino tambin es el resultado de una mala convivencia, por locual se hace necesario tener en claro cules son los factores que favorecen y obstaculizan unadecuado clima de convivencia en las escuelas, asi como cuales son los elementos que estaportando la cultura y el sistema actual en las formas de actuacin de los miembros de lacomunidad educativa, para poder dar una respuesta a los actos de maltrato y violencia quetienen lugar en los mbitos educativos.

    La mejora de la convivencia en las escuelas es un excelente medio para favorecer unclima democrtico, prosocial y valorativo de relaciones interpersonales que respete losderechos, tolere las diferencias y promueva la solidaridad de los diversos miembros de lacomunidad educativa.

    Es en torno a estas consideraciones que el Observatorio sobre Violencia y Convivencia enla Escuela pone en manos de la comunidad educativa y de todas las personas e institucionespreocupadas en dar respuesta y asumir una actitud de compromiso y afrontamiento a losproblemas de violencia y convivencia escolar, esta publicacin producto del trabajo intelectualy acadmico de nuestros miembros como un aporte de nuestra institucin para la comprensine intervencin del bullying y para la promocin de la mejora de la convivencia en nuestrainstituciones educativas.

    Luis Benites Morales

  • 11

    PRESENTACIN

  • 11

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    EL BULLYING EN LA ESCUELA:INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    Julio Csar Carozzo Campos

    Introduccin

    El bullying es un problema que desde hace ms de dos dcadas viene concitandopreocupacin en crculos acadmico y profesionales interesados en hallar lasexplicaciones que lo distingan como una forma particularmente corrosiva de violenciaen la escuela y, desde luego, proponer acciones administrativas y profesionales quelo erradiquen en forma definitiva de las aulas, asegurando de este modo que losestudiantes se manejen en una relacin de convivencia segura y armoniosa.

    Nos parece, sin embargo, que el primer objetivo est siendo abordado de modoinsuficiente o inadecuado y, en consecuencia, las acciones y medidas que serecomienden a partir de ese enfoque carecern de la eficacia esperada, lo queprovocara un despliegue de dudas y cuestionamientos al valor de la ciencia empleadao a la dudosa calidad de los profesionales que lo implementen, no obstante servirapara ratificar el dominio de una vieja concepcin segn la cual las conductas deviolencia existentes en los individuos son de naturaleza biolgica y que no cabeintervenirla ni enmendarla, sino solo controlarlas y/o regularlas mediante medidasdisciplinarias y sancionadoras que se deben impartir a los responsables de lasagresiones, quienes al final de cuentas seran los nicos responsables del bullying.Por eso la naturalizacin y la normalizacin de los comportamientos violentos en losindividuos es el enclave ideo-cultural ms consistente contra el que hay que enfilartodos los esfuerzos investigativos.

    Como todas las formas de violencia social, la ocurrencia de ellas tiene lugar enlos contextos en donde transcurre la vida social de los individuos y, en el caso delbullying, este se produce en las escuelas y se concretiza bsicamente en el marco de

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    12

    las relaciones interpersonales que se da entre pares en el saln de clases y alrededores.En estas relaciones destaca con notable visibilidad la asimetra de poder entre pares,de all que el elemento ms inmediato en la percepcin de los estudiosos que aspirana su control es el de mejorar las funestas relaciones interpersonales entre estudiantes,esencialmente. De modo que el verdadero mentor de la prctica violentista en lasociedad -el orden social y su cultura-, son desconocidos y ajenos a nuestraintervencin. El enfoque acadmico, vaciado de su esencia sociohistrica, estcondenado a una inutilidad prctica y a una actuacin insuficiente y distractiva queficciona soluciones inviables en el marco de una estructura social violenta y agresivacontra todo lo humano.

    En realidad estamos ms interesados en conocer cmo es el desempeo de losagresores, de las vctimas y de los espectadores, antes que del por qu actan as.Preocupa mucho ms relacionar el contexto familiar que influye en elcomportamiento de los actores del bullying antes que hurgar en el por qu de esascaractersticas dominantes en el contexto familiar; describir el desempeo prcticoque los docentes tienen en el acoso escolar y criticar su indiferencia frente a laviolencia antes que explicarnos el por qu de su pasividad y complicidad y, porltimo, elaborar razones que expliquen cientficamente que la violencia es uncomportamiento natural de los individuos y el bullying es una de esas tantasmanifestaciones humanas, y apartarse de toda relacin que el bullying guarda con elordenamiento social.

    Por todo ello nos parece pertinente formularnos algunas preguntas querespondan a ciertas consideraciones propias del fenmeno social conocido comobullying que ayuden a definir un panorama ms articulado y coherente sobre elacoso escolar y, con el manejo de esa informacin, poder comprender mejor porqu el acoso/bullying en la escuela sigue considerndose un problema estrictamenteescolar sin percatarse que posee una dimensin mucho mayor. La atencin que sele preste al bullying exclusivamente en el mbito escolar es insuficiente y est lejos deser una solucin integral, aunque, desde luego, no se puede pasar por alto todamedida preventiva e interventiva que se proponga en lo inmediato.

  • 13

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    1. Violencia y Sociedad

    Ya entrado el tercer milenio, la humanidad afronta una serie de diversos y gravesproblemas que, de una u otra forma, afectan la calidad de vida, el bienestar e inclusola supervivencia de las personas. No resulta, por ello, sorprendente que su listadodesborde las agendas y las preocupaciones de gobiernos y organismosinternacionales, de estadistas y polticos, de filsofos y cientficos, de investigadoresy religiosos, de personalidades pblicas y del hombre comn y corriente, aun cuandonos encontremos muy distantes de lograr el necesario consenso para su adecuadoencaramiento y correcta solucin.

    En efecto, la permanente agresin contra la bisfera y el incesante deterioromedioambiental, las cada vez ms frecuentes y devastadoras crisis econmicas, laexpansin y la profundizacin de la miseria y el hambre en el mundo, la depredacinde los recursos naturales y el peligro de inminente desaparicin de numerosasespecies animales y vegetales, la elevacin sin freno de las tasas de desempleo a nivelinternacional, la brutal desproteccin en que se encuentran nios y ancianos, elincremento alarmante de consumo y adiccin a estupefacientes en la poblacininfanto-juvenil, la deformacin o prdida de los valores que han orientado lahumanizacin del hombre en el curso de su historia social, la acelerada difusin delSIDA y la creciente incidencia de la depresin psquica en toda la escala de las edades,son, en fin, solo algunos de los flagelos que, como plagas bblicas encabezando unlargo etctera, castigan hoy en mayor o menor grado a todas las sociedades delplaneta.

    Por cierto, tambin la violencia figura en el listado y en no desdeable orden deimportancia. Al fin y al cabo, la virulenta emergencia de nacionalismo fundamentalista,la xenofobia y la limpieza tnica, la carrera armamentista, las guerra locales, lainsurgencia subversiva y la guerra sucia paramilitar que se le opone, la delincuenciay las actividades antisociales ms la institucionalizacin de la corrupcin, constituyenmanifestaciones inocultables e incontrolables de una violencia social que hoy aflorasin remilgos en todos los rincones del mundo. Se trata, por supuesto, de expresionesdirecta y claramente asociadas con tal violencia; en tanto que el conjunto deproblemas antes consignado, casi no es vinculado con ella. No obstante, estemos ono dispuestos a admitirlo, las ciencias sociales han evidenciado de modo irrecusable

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    14

    que tales problemas son tambin la consecuencia de una violencia que se solapa enestructuras y relaciones irracionales y antihumanas; es decir, la violencia estructuralenmascarada por tupidos velos ideolgicos que no solo lo ocultan, sino que ademsla justifican en aras del mantenimiento y reproduccin de estructuras de poder queconsideran a las personas como simples engranajes de una inmensa maquinaria dedominacin global.

    Ocurre que la violencia social es casi tan antigua como la propia sociedad humanay que, como mecanismo, se encuentra en los fundamentos de la configuracin detodas las formas sociales que hasta hoy se han sucedido en la historia del hombre.La implcita violencia estructural y la explcita violencia entre pares, representan losdos aspectos, o como en el dios Jano, las dos caras de un mismo fenmeno histricoy concreto que, contrariamente a cualquier visin metafsica, no hunde sus races enlo ms profundo del alma humana, ni est fatalmente inscrito en nuestro cdigogentico, ni menos an deriva de mecanismos cerebrales innatos que, endeterminado momento, hacen eclosionar de modo irremediable accionesviolentistas. La violencia social es aprendida y cada individuo la va internalizando enel curso de su desarrollo psquico a instancias de un contexto sociohistrico que lanecesita y la utiliza para perpetuarse. Bertolt Brecht lo ha sealado inmejorablementeen un poema:

    Con paso firme se pasea hoy la injusticia.

    Los opresores se disponen a dominar otros diez mil aos.

    La violencia garantiza: Todo seguir igual

    (Loa a la Dialctica)

    Es decir, la violencia existe siempre all donde reina la desigualdad, en cualquiertipo de sociedad en donde conviven los privilegios de unos pocos con las penuriasde la mayora. Y su inevitable aprendizaje, no est referido nicamente a la adquisicinde las formas fsicas en que se expresa, sino, lo que es peor an, abarca tambin lasordidez de sus manifestaciones psicolgicas.

    Sin duda, a la luz de los hechos slidamente establecidos por las ciencias sociales,resultara absurdo negar o, en todo caso, segar la necesidad de un enfoquepluridisciplinario de la violencia social. Pero sin prejuicio de ste, la Psicologa Cientfica

  • 15

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    tiene mucho que decir y mucho que hacer con respecto a tal fenmeno. Desde elmomento en que se admite que la violencia es aprendida, se plantea el problema delos mecanismos de su adquisicin, de las diversas formas en que el individuo lainternaliza y la reproduce a travs de conductas especficas, de las variables queposibilitan su reforzamiento o su atenuacin en el curso del proceso socializador,del modo en que impregna todas y cada una de las actividades psquicas de lapersona y, evidentemente, de las medidas que sera pertinente asumir para su eventualparalizacin, control y desaprendizaje (sin que esto ltimo impliquenecesariamente ubicarse en posturas asistencialistas, ni menos an adjudicararbitrariamente a la psicologa el rol de gran componedora de los problemas sociales).Como en el caso de Terencio, a la psicologa nada de lo humano le es ajeno y suobligacin como ciencia es investigar a todos los procesos y fenmenos que seproducen en la vida y actividad del hombre para conocerlos cada vez ms a fondo,establecer sus determinaciones, descubrir sus leyes y proponer acciones en laperspectiva de su mejoramiento.

    De all, con respecto al problema que nos ocupa, uno de los aspectos importantesque le interesa investigar es la existencia de la asimetra de poder que da lugar a lasacciones de acoso y la actitud de indiferencia y complicidad de la vctima y el entornoinmediato; es decir, la forma en que la familia se encarga de trasmitir pautas violentistasde vida y comportamiento, que forman parte de una determinada culturasociohistrica, para que el individuo las internalice progresivamente y luego lasdevuelva en forma de conductas individuales violentas a la sociedad que se lasproporcion. Para decirlo en otros trminos, la forma en que una sociedad violentaengendra individuos violentos.

    Sin embargo, aqu hay que hacer dos salvedades. La primera es que la familia y laescuela constituyen una suerte de microcosmos que reproducen en su interior notodas, sino las principales contradicciones de la vida de la sociedad en que estincluida; y no lo hace de manera mecnica, sino en atencin a las particularidades ymatices personales de sus integrantes (donde juegan un rol decisivo el carcter, lapersonalidad, el nivel de educacin, los intereses prcticos e intelectuales, etc.). Laotra, es que en una sociedad jerrquicamente estratificada, no existe la familia ola escuela en general, sino que cada familia y cada escuela est estructurada enconsonancia con la normatividad de vida de la clase social de la que forma parte, por

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    16

    lo que los patrones de cohesin, funcionamiento, solidaridad, reciprocidad yproyeccin hacia el exterior no son fijos, sino que presentan una determinadavariabilidad. Estos dos factores y su conjugacin, son los que permiten encararadecuadamente el circuito de violencia escolar y entender porque en una familia elaprendizaje violentista es ms efectivo y duradero que el que se produce en otras.

    En resumen, ni el escenario familiar ni el escolar, en una sociedad como la nuestra,est inmunizada contra la violencia y su aprendizaje. Bien sea en su expresin fsicao en sus modalidades psicolgicas, en formas abiertas y brutales o a travs demecanismos educadamente atenuados, la violencia familiar y la violencia escolarson hechos omnipresentes en el que nos configuramos como personas y en queconformamos a nuestros hijos, en el marco de una sucesin generacional que vareflejando, a su manera, y de acuerdo a las cambiantes circunstancias sociales, laviolencia que emana de las bases mismas de la estructura de la sociedad.

    Esta no es ni pretende ser una visin catastrfica de la forma en que vivimos. Essimplemente la constatacin de hechos que estn objetivamente determinados, sinque su gnesis se encuentre en dependencia de la voluntad o la conciencia de laspersonas. Pero que estamos obligados a ver y a comprender con claridad, porque sibien es verdad que no lo hemos generado, si podemos combatirlos y controlarlos ennuestras vidas, por lo menos individualmente y en la perspectiva de un cambio socialcapaz de crear las condiciones materiales y psicolgicas para su progresivaerradicacin. Esta primera aproximacin al tema de la violencia escolar y del acosoen la escuela, que hoy hacemos, est orientada a fomentar la toma de concienciasobre el problema y a proponer algunas medidas al respecto.

    2. Por qu existe el acoso escolar o bullying?

    Para responder este interrogante se apela a una explicacin por dems obvia: elacoso tiene lugar porque en la escuela existen nios y jvenes que son ms agresivosque otros, o tambin porque los alumnos(as) turbulentos(as) y agresivos(as)provienen de familias disfuncionales en donde la violencia familiar es el pan de cadada. En relacin al influjo familiar se ha destacado la actitud emotiva de los padres,expresada principalmente en la carencia de afecto a los hijos; tambin se alude elgrado de permisividad desmedido de los padres frente a conductas agresivas quemanifiestan los hijos as como los modelos autoritarios que imparten los padres en

  • 17

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    las medidas disciplinarias contra los hijos (Olweus, 1998). Sin duda, todos ellos sonfactores de riesgo indiscutibles a los que debemos remitirnos para la elaboracin deldiagnstico personal y situacional del centro educativo, no obstante, nos pareceque se debe prestar una atencin ms cuidadosa a un factor que inexplicablementese mantiene poco atendido como el que analizaremos a continuacin.

    El acoso escolar tiene lugar por que el centro educativo reproducedisciplinadamente las variadas modalidades de violencia que provienen del sistemasocial, entre las cuales est la referida a las relaciones interpersonales. Los modelosde poder-sumisin y la resolucin de conflictos por medio de la violencia, abrumanla percepcin y los estilos de vida de todos los agentes educativos, con el valoragregado que la relacin exitosa de dominio que tiene el agresor le asegura el podery control sobre el escenario social y sus miembros sin que alguien se atreva aimpedrselo, casi exactamente como ocurre en diversos escenarios sociales del poder.De esta forma necesitamos tener claro que el acoso escolar difcilmente se superarabordndolo nicamente en la escuela, como si fuera un problema exclusivamenteescolar, de los estudiantes y de los agresores.

    El abuso en las relaciones interpersonales lo hallamos en todos los escenarios dela vida social, pero en donde los estudios se han centrado con mayor puntualidadson en los de la familia (violencia familiar), en la escuela (bullying) y en la organizacinlaboral (mobbing). Cuando habitualmente se habla de el problema de la violenciase produce una reduccin del campo, por deslizamiento semntico, que deja en lavisibilidad aquellas formas de violencia que tienen que ver con lo individual y con lofamiliar, y torna invisibles aquellas otras formas que tienen que ver con lo institucionaly con lo instituido socialmente. De este modo, slo es violencia la alteracin delorden existente (Zerbino, 2010).

    Dicho de otro modo, la violencia que se reconoce como tal y a la que es precisocombatir es nicamente aquella que la cultura imperante la califica de ese modo y,en muchos casos, puede llegar a consignarla en una norma legal. La violencia queno est codificada legal y socialmente no existe, y esa es una de las argumentacionesfavoritas de educadores y padres de familia para rehuir responsabilidades sobre elbullying: la conducta de acoso ha existido siempre en la escuela, es parte naturalen la vida social de los escolares y no hay razn para que se pretenda hacer undrama con el fenmeno del bullying, se repite.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    18

    En realidad, el cuestionamiento del bullying es, implcitamente, un cuestionamientoa un estilo de relacin interpersonal abusivo y violento que impera en todos losescenarios de nuestra sociedad y constituye una forma de control social que se hanormalizado de tal forma que todos estamos ms o menos convencidos de defenderla vigencia de esa relacin asimtrica como recurso de conservacin del orden y ladisciplina en los escenarios familiar, escolar y laboral. No debe causar extraeza,entonces, que en cuanto al acoso en la escuela, las medidas ms empleadas para sucontrol son de corte disciplinario y reglamentario, no solo por que el bullying escatalogado como una alteracin del orden y porque los agresores estudiantiles noestn autorizados o facultados para maltratar o agredir a otros estudiantes, sino quese pone en entredicho el autoritario plano inclinado relacional que asegura el ordeny la disciplina en todos los escenarios sociales.

    El poder otorgado a los dominantes es la base de la violencia simblica, que llevaa los propios dominados a ejercer sobre s mismos las relaciones de dominacin, ylo que asegura su existencia es que las ignoran como tales, destaca la teora de laviolencia simblica de Pierre Bourdieu (2000). La escuela es un espacio dereproduccin continua del orden social dominante en donde la violencia simblicadibuja una relacin que contrara la innovacin, la creatividad y la formacin deciudadanos crticos, de suerte que al tratar el bullying y la convivencia escolar, esepoder simblico que es una violencia invisible, est en jaque.

    3. Por qu existe el llamado cdigo del silencio en el bullying?

    La perpetuacin de muchas formas de violencia interpersonal se sustenta en elsilencio de las vctimas, principalmente, ya que muchas de esas formas de violenciasuelen ocurrir entre el agresor y la vctima sin la presencia de testigos. El acosoescolar es una forma de violencia en la que la presencia de los espectadores es unade sus caractersticas sustantivas, lo que le otorga a este tipo de violencia uncomponente adicional de sufrimiento para la vctima y un mensaje a los tercerospara que se sometan sin resistencia a las bravuconadas del abusador.

    Pero, por qu en este caso se produce, adems del silencio de la vctima, la delos espectadores?, Por qu los espectadores no atinan a interrumpir o detener laviolencia contra sus compaeros?, A que responde tal indiferencia e insensibilidad?.Todas estas conductas existen porque el sistema social no tolera ni premia la denuncia

  • 19

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    contra toda forma de relaciones sociales que emane de la entraa misma de suorganizacin, y para asegurarse este tipo de respuestas, histricamente ha sentadouna clara poltica de castigo cuando ellas se han promovido y producido. Lasexcrecencias de la gestin social slo pueden ser subsanadas o sancionadas por lasautoridades y las normas que ellos dispongan, mediante lo cual se infiere que lasestrategias de prevencin a procurarse son descendentes y anulan cualquierparticipacin de las propias vctimas de la violencia.

    En el particular caso del bullying no caben excepciones, pese a que aqu nosencontramos con un hecho histrico que importa puntualizar y que explicara el porqu de la resistencia de las vctimas y de los espectadores a denunciar las accionesde acoso. Como ya se conoce, el bullying es un problema muy antiguo en la escuelay durante ese tiempo los estudiantes han sido instruidos tcitamente en la sumisiny la tolerancia a todo tipo de maltratos que ocurren dentro de la escuela, nico lugaren donde se deben resolver los entuertos de los alumnos. Los trapos sucios selavan en casa, reza una conseja popular que tambin se impuso en el seno de lasfamilias y que se constituy en el baluarte de la violencia familiar en mucho tiempo,de donde proviene otro aditamento para solidificar la postura de silencio e indiferenciade los nios y jvenes: no te metas en problemas que no son tuyos, no metas lasnarices en donde no te llaman, le dicen los padres a sus hijos, con la seguridad deque estn protegindolos de riesgos innecesarios.

    Encontramos entonces que la concertacin de la escuela y la familia, institucionesmoldeadas por la cultura social, son quienes en la prctica descalifican que la vctimase sobreponga al abuso y reclame equidad y solidaridad y que los observadores semantengan ajenos a la violencia que perciben diariamente. El sistema social no alientaque la vctimas directas e indirectas del bullying puedan expresar orgnicamente surechazo a una prctica de violencia que los daa porque le es ms convenientemantener la pasividad y la sumisin de los estudiantes antes que la asuncin de unapostura cuestionadora de sus estilos relacionales y de convivencia. Por eso crea laviolencia simblica en la que se refugian argucias que consagran la normalidad de laviolencia; la normal tendencia a la culpabilizacin en la vctima, que se atribuye asmisma el origen de su condicin de vctima o tambin los denominados perfilesde vctima y agresor que lavan la conciencia de los autnticos responsables delbullying en las escuelas.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    20

    En no pocas oportunidades, padres, educadores y hasta psiclogos incurrenen un efecto denominado error bsico de atribucin por el que van a tender aencontrar en las caractersticas y rasgos de la vctima la evidencia de que lasconductas de hostigamiento tienen alguna base objetiva. El rendimiento acadmicoy la salud de la propia vctima van a estar disminuidos por el acoso, y ello le devuelvea la vctima un tipo de feedback negativo que efectivamente le demuestra quetienen razn aquellos que le acusan de ser tonto, dbil, de no servir para nada,etc. (Castro Santander, 2007).

    Es as como el sistema y la cultura propicia, adems del acoso a las vctimas, susilencio, su pasividad, su indiferencia y su complicidad con el agresor. Aqu est en sumximo esplendor lo que se conoce como la conspiracin o el cdigo del silencio,la que se pretende romper mediante un kase y no, como debera ser, transformandoel estereotipo societario que impone un modelo extrao a la cultura de paz consolidaridad, valores y convivencia saludable.

    Imaginmonos una organizacin (desde el Estado hasta la familia) que practicaconsuetudinariamente la violencia interpersonal contra su entorno social y que,cuando sus dependientes reproducen los estilos de violencia que se les ha enseadoles imponen sanciones por ejercer esas conductas de violencia; y cuando protestanpor la existencia de estilos relacionales violentos y abusivos que afectan sus relacionesde convivencia social, tambin reciben una sancin social, incluso ms drstica, porlo que buena parte de la sociedad que recibe este mensaje opta por mantenersesumiso al abuso o indiferente a su prctica social.

    4. Cules son las causas del bullying?

    El bullying no tiene una causa. Lo ms apropiado es hablar de un conjunto defactores que condicionan su aparicin y le proporciona las peculiaridades que elcontexto social promueve concretamente. En los estudios de los especialistas(Fernndez, 2001; Ortega, 1998) se destacan los factores familiares, los factoresculturales, los factores personales, los medios de comunicacin y los factoresescolares, los que son reconocidos tambin como factores de riesgo para la apariciny conservacin de conductas agresivas e intimidatorias. Segn Avils (2003), .laestructura y dinmica de la familia, los estilos educativos de los padres y las madres,

  • 21

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    las relaciones con los hermanos, etc., son aspectos fundamentales que hay quetener en cuenta ya que pueden convertirse bien en factores protectores o bien enfactores de riesgo para que los nios o nias se conviertan en agresores o vctimasen su relacin con los iguales. La familia, sin embargo, est investida sincrticamentede la cultura dominante del sistema social, y en mayor o menor medida la reproducey la recrea en su seno, y por ello es necesario identificar a las familias en consonanciacon su pertenencia de clase para entender mejor lo que se etiqueta como factoresfamiliares de riesgo en el bullying, ya que de otro modo estaramos asumiendo quetodas las familias, independientemente de su estatus social, son iguales entre s y laficcin impuesta por el derecho sobre la familia nos encasillara a un manejoconceptual y metodolgico que cual anteojeras no nos va a permitir ver el bosquesino slo el rbol en el problema del bullying.

    La familia es el factor de riesgo en el bullying, o lo son los contenidos ideo-culturales que las familias, siempre en funcin a su pertenencia social, han aprendidoen su contexto social concreto?. Me parece que la responsabilidad de la familiacomo factor de riesgo en la conducta intimidatoria de los nios, nias y jvenes, estseriamente mediada por la ideologa y cultura imperante, por las caractersticas de laestructura del sistema. Avils (2003) al referirse a la violencia estructural afirma que lavaloracin del poder, del dinero, del xito, de los bienes de consumo, la glorificacindel machismo con el ensalzamiento de la masculinidad, la violencia comoherramienta de uso corriente en los medios, generan un clima de tensin estructuralque ayuda al mantenimiento de modelos de conductas agresivas.

    No debe pasarse por alto que tanto la familia como la escuela son institucionesdel Estado y en cada una de ellas se expresa en diverso grado la ideologa, la culturay la moral que el Estado promueve para que sea replicada en todas sus institucionesy de ese modo ejercer un control sobre los individuos que la integran. Los factorespersonales, que tambin se invocan como elementos de riesgo en las conductasintimidatorias, son finalmente producto de un condicionamiento socio-cultural,aunque ciertamente las personas disponen de un margen importante de rechazo ycuestionamiento a los contenidos que compulsivamente se imparten en la sociedad.De este modo podemos decir que es el sistema social dominante con sus modelosde relaciones sociales e interpersonales imperantes los autnticos responsables delas relaciones de violencia y abuso que se manifiestan en el escenario escolar. Lo

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    22

    dicho no significa que se deba renunciar a cualquier accin preventiva contra elbullying, lo que es inaplazable, sino que se debe considerar muy claramente la ideade que, en el caso del acoso escolar, no estamos ante un problema puramentepersonal o puramente escolar, sino eminentemente social.

    5. No todos los estudiantes que sufren acoso escolar se sientenvctimas y, por ende, sus padecimientos no son los mismos opodran no darse. Por qu?

    Jaime, un nio de 10 aos que estudia en un colegio particular, dio cuenta a suspadres de la tiranizacin que vena sufriendo en su colegio por parte de otroscompaeros de clase. El padre formul su preocupacin a las autoridades del colegiopara que tomaran las medidas del caso, lo que se hizo sin el debido cuidado, ya quetrascendi entre los agresores la queja de Jaime a sus padres y la de estos a lasautoridades de la escuela. La consecuencia fue que los agresores intensificaron suacoso a Jaime sin que ninguna autoridad lo asistiera y el pnico de Jaime desembocen una segunda queja ante sus padres y autoridades escolares. Despus de lasegunda experiencia y de las consecuencias nefastas que sufra al haber denunciadoa sus agresores, Jaime pidi a sus padres que no fueran ms a la escuela a quejarsede los malos tratos que le infligan sus compaeros y as lo decidieron los padres,dejando al hijo en la ms completa indefensin. Esta es una historia de todos los dasy que, de alguna manera, nos proporciona pistas para entender un poco ms lacomplejidad de la violencia en la escuela.

    Segn la opinin de algunos especialistas cuando han tratado de encontrar unaexplicacin del por qu la vctima del maltrato familiar no decide abandonar a suagresor, han afirmado que entre ellos existe una relacin de naturaleza sado-masoquista. La vctima resulta ser una persona de marcados caracteres masoquistasy por ello se mantiene indefinidamente conviviendo con su torturador.

    En la escuela nos encontramos con una situacin algo parecida porque la vctimano denuncia a su acosador y decide mantener por tiempo prolongado una situacinde sufrimiento. Por qu elige una situacin de sufrimiento sostenido?, Qu loanima a mantenerse indefenso frente al acosador y a los testimonios compasivos delos espectadores?. Nos parece que existen explicaciones menos simplistas que las

  • 23

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    de atribuirle una calificacin patolgica o un carcter de relacin sado-masoquistaa la vctima del acoso, y algo de eso nos proponemos hacer.

    La relacin de poder-sumisin es un modelo acuado por nuestra cultura y quea fuerza de ser omnipresente todos lo percibimos y aceptamos como un estilo normalde nuestras relaciones interpersonales. En las diversas organizaciones, como la familiay la escuela, la relacin de asimetra es considerada como una necesidad para lamejor regulacin de los comportamientos institucionales, considerndose ademsque la relacin autoritaria, y no de autoridad, ayuda a que se marque o fije mspuntualmente las distancias entre quien ostenta el poder y quienes son lossubordinados. Tenemos entonces que la normalidad no solo est en que hay quienesposeen un poder sobre los otros sino que ellos estn facultados a ser intimidantes yagresivos si fuera necesario con tal de garantizar el orden a travs del poder. Estemodelo o patrn de conducta es reconocido en todos los escenarios sociales endonde los individuos actan y llegan a serles familiares y aceptados sin dudas nimurmuraciones por la mayora de los individuos, algunos de ellos con menosresistencia y espritu crtico. Las organizaciones verticales y cerradas son las msproclives a la prctica de la relacin poder-sumisin y la escuela como la familiaestn entre ellas.

    Los que se avienen a este estilo de relaciones desiguales van a desarrollar unamayor tolerancia a las acciones de violencia que se producen en la escuela y lo harntambin con respecto a sus agresores por que han aprendido que esas relacionesde poder-sumisin son convencionales y las percibe en todos los contextos en dondeacta. El estereotipo de masculinidad, que marca por igual a varones y mujeres, lesprovee el conocimiento de que los hombres no son quejosos, no lloran, sabensoportar las situaciones adversas, no son delatores o soplones y que quienes serefugian en los profesores y padres de familia para denunciar a sus agresores sondespreciados por los compaeros que s se comportan como verdaderoshombrecitos. Nada peor que ser un acusete e indisponer a un compaero soloporque es ms fuerte y tiene mayor poder.

    Esta cultura de la sumisin y la tolerancia ante la violencia y el abuso, que formaparte de la intensa socializacin que los nios reciben en su hogar y se extiendeluego al escenario escolar, es uno de los soportes para que muchos nios, nias y

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    24

    jvenes que son acosados sistemticamente no se consideren vctimas, lo que puedellegar a agudizarse en la medida que las vctimas de vayan desensibilizando a laexperiencia de su condicin y con ello se afirme su indefensin. Esta experiencia nosupone, por otro lado, que la situacin de dolor y sufrimiento que padece la vctimadeje de provocar perturbaciones psicolgicas de variada intensidad, o que llegadoel caso rechace enrgicamente el ejercicio de stas prcticas. Como vemos, no setrata de una condicin masoquista de la vctima, sino que, una vez ms, la explicacina estos comportamientos debemos buscarlos fuera del individuo y no en suinterioridad.

    6. Psicopatologizar el bullying?

    El camino ms simple para explicar los fenmenos sociales y los comportamientosde los individuos sigue siendo el socorro reduccionista, y sus patrocinadores estnconvencidos de que le hacen un gran favor a los estudiosos y a la ciencia. Esta vez elturno ha sido para el acoso escolar o bullying que, como ya se le ha definido, consisteen una conjunto de prcticas intencionales de abuso y maltrato (fsico, social ypsicolgico) en perjuicio de estudiantes cuyas caractersticas personales los hacenms vulnerables, y que se suceden en forma sistemtica en el curso del ao escolarpor parte de un(a) estudiante agresor(a) que cuenta con la sociedad de cmplicesy la total indiferencia del resto de compaeros en su prctica de intimidacin.

    En principio nos parece que no puede ser normal que un nio/nia o un(a)joven despliegue una variada gama de comportamientos agresivos de modoinjustificado y sin ms propsito que divertirse o de hacer prevalecer susuperioridad mediante agravios que causan sufrimiento y dolor a las vctimas. Perotampoco nos parece normal que las vctimas sean tan pasivas y clamorosamenteinofensivas ante las provocaciones y maltratos de los matones. Es ms, llegamos apensar que es ms anormal tolerar el abuso y mantener una indefensin total antelas situaciones de acoso, que el ser un agresor. Al menos el sello de nuestra culturanos hace percibir como natural y, por que no, como signo de prestigio social el servaliente y dominante en las relaciones interpersonales.

    El cinismo o la ingenuidad de las personas que alegan contra la impericia de losestudiantes para defenderse han llegado al grado de afirmar que los actos de acoso

  • 25

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    son necesarios e inevitables para una mejor socializacin de los nios, sobre todo enel caso de los varones. Es decir, se hace necesario el abuso y el maltrato para unmejor desarrollo social en los nios(as) y jvenes. Francamente inslito.

    Como quiera que no se considera normal que las personas seandesmedidamente crueles o sumisas, la mejor explicacin para la presencia de estosestilos de comportamiento entre los nios, nias y jvenes en la escuela es que setrata de individuos con problemas psicolgicos y/o psicopatolgicos que requierentratamiento especializado. Los trastornos psicolgicos que caracterizan a losestudiantes involucrados en el acoso escolar como agresores o vctimas se derivanmayormente del perfil individual de riesgo que poseen y del clima de violencia existenteen el hogar de origen. Eso s, siempre sern el hogar o el propio individuo los mayoresresponsables de las conductas de violencia en la escuela, nunca se buscarresponsabilidad en el sistema social y en la pobredumbre de sus ejemplos.

    En estas condiciones hacen su aparicin los infaltables personajes que se declaranas mismos expertos en salud mental y que se harn cargo de desplegar la oportunacoartada encubridora, y blandiendo las ms rancias teoras socio-psicolgicasculminan sus artificios clnicos etiquetando con algn diagnstico psicopatolgicoa los agresores y a las vctimas del acoso escolar o bullying. El bullying existe, entonces,porque existen nios(as) y jvenes con problemas psicopatolgicos o psicolgicos,quienes necesitan una intervencin y atencin especializada. La intervencinprofesional se limita a ser intrapersonal por que son los individuos los depositariosde la crisis

    La propuesta de estas personas es engaosa e irresponsablemente inhumana.Es engaosa porque crea la ficcin de que atendiendo profesionalmente a los sujetoscomprometidos en el bullying (agresores y vctimas), se esta dando inicio a la solucindel problema, lo que no corresponde a la verdad porque el bullying es un problemasocial; y es inhumana porque propicia la exclusin de los nios y jvenes involucradosen el acoso: separando del centro educativo a los agresores y, de seguro tambin alas vctimas, se acabara con el problema de la violencia en la escuela y se le devolverael clima de convivencia deseado, lo que tampoco es cierto.

    El bullying no existe en la escuela porque all habiten nios y jvenes agresoresque atacan a otros que son ms vulnerables, o porque dichos estudiantes viven en

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    26

    situaciones de riesgo social en donde asimilan y replican patrones de conductaagresiva que trasladan a la escuela. Menos an porque existan nios, nias y jvenesque poseen el perfil propicio para ser agredidos. Eso es lo que se percibe a simplevista y representa la forma ms sencilla para explicar el problema del acoso en laescuela, pero no es el fondo del problema.

    Lo que existe en la sociedad, y se reproduce en la escuela, es la existencia derelaciones interpersonales basadas en la inequidad y la asimetra de poder. Relacionesinterpersonales autoritarias y verticales que impulsan formas de resolucin deconflictos basados en la violencia. Estilos de relacin que privilegian el dominio abusivoa cualquier precio y la bsqueda de pleitesa y sumisin de los iguales, la conviccinde que esos estilos son necesarios para la conquista del xito social. En suma, lo queexiste en la escuela es un modelo de relaciones interpersonales no solo desigualsino, esencialmente, atentatorio a los derechos fundamentales de las personas, yaque el acoso en la escuela no es un problema de indisciplina sino de derechoshumanos.

    7. Es la escuela un lugar seguro?

    Nos sorprende la pregunta, sin duda, porque la escuela est catalogada como ellugar en donde todas las personas son educadas para la vida y los aprendizajes queall adquirimos, son de singular utilidad para ser algo o alguien en la vida. Quienes excluido de la escuela lo es tambin de la vida, as de crucial es la estancia en laescuela. Es, entonces, la escuela un lugar seguro? Mucho ms nos sorprenderemosde confirmar que las escuelas no siempre son un lugar seguro y que muchas escuelaslo son menos an, definitivamente.

    La cultura de nuestra sociedad, de fuerte cuo autoritario, ha impuesto un modelode escuela en donde la obediencia -emparentada con la sumisin y la pasividad- esun valor al que hay que aspirar; y obediencia supone permisin de la inequidad, dela asimetra relacional, de la verticalidad, aceptacin silenciosa de reglas de convivenciaimpuestas por una educacin para el control.

    Las escuelas son, en mayor o menor medida, lugares en donde las relacionesinterpersonales entre estudiantes, entre docentes y entre estudiantes y docentes,expresan con especial puntualidad la esencia de inequidad que le marca el sistema

  • 27

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    social, que obviamente est invisibilizado pero jams ausente. Las relacionesinterpersonales, a travs de la cual se intercambian experiencias que tienen losestudiantes y se gestan los acercamientos que determinan la formacin de gruposen el centro escolar y que se convertirn en fuente de aprendizajes mucho msimportante que los que se imparten directivamente, se convierten en una actividadindispensable para el universo social de la escuela. Empero esas relacionesinterpersonales que son el fermento para el crecimiento social entre los nios yjvenes est provista medularmente de una asimetra que tampoco identificamoscorrectamente. No son, entonces, este tipo de relaciones interpersonales basadasen el poder-sumisin las que dan origen a variadas formas de violencia en la escuela,entre ellas el propio bullying, sino por el contrario, los responsables son los estudiantesque emplean indebida y abusivamente su mayor poder en perjuicio de los msvulnerables.

    Lo que hace a la escuela poco segura o menos segura es que los estilos quereproducen los estudiantes en sus relaciones con sus pares, son los mismos queemplean los directivos y los docentes, con el aadido que ellos tienen un poderasignado y los instrumentos administrativos y reglamentarios para una violenciams instrumental y tambin simblica.

    Nuestra vida tiene una forma de existencia indesligable de las relacionesinterpersonales, sin ellas no crecemos social y personalmente. Es ms que obvio,por lo tanto, evaluar cmo son esas relaciones y as aproximarnos al conocimientodel clima imperante y, por ende, de la seguridad o inseguridad reinante en el centroeducativo.

    La escuela aspira a ser una institucin en donde se respete la diversidad, aunquenunca enseen ni practiquen de que trata ello, y en su intento por alcanzar unespacio de obediencia, disciplina y orden, sobre todo y antes que nada la obediencia,su actividad se torna habitualmente vertical y autoritaria, haciendo aicos la reglaesencial del buen trato que es la premisa para conquistar el espritu y la mente de losestudiantes y apuntalar su desarrollo humano primero, y acadmico despus.

    En base a las condiciones que someramente hemos expuesto, queda fuera deduda la enorme inseguridad que encierra la escuela. Esta condicin de riesgo queenvuelve a la poblacin escolar y a los propios docentes, es ms lamentable porque

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    28

    hay el convencimiento que la normatividad y la disciplina son los pilares de unabuena educacin. En una conferencia dictada por Alejandro Castro Santander,investigador del Observatorio Escolar de la Universidad Catlica Argentina, aludi auna pregunta que le hicieron hace ms de 50 aos a Andr Malraux, por entoncesministro francs de educacin, acerca de si en el ao 2000 sera necesaria la escuela.Malraux contest: Si y no. Si la escuela es el lugar que convoca a los nios yadolecentes para inspirarlos y darles datos sobre distintas materias, es probable queen el ao 2000 se haya encontrado un sistema ms eficiente y econmico que laescuela. Pero si la escuela es la prolongacin de la familia, donde los educadoresforman a los nios en los valores que los preparen para la vida y los hagan mspersonas, en el ao 2000, la escuela ser ms necesaria que hoy.

    En alguna lectura recuerdo haber encontrado una explicacin sumamenteoriginal y fulminante sobre la crisis de la educacin. Se deca all que el problemaradica en que tenemos una escuela del siglo XIX, profesores del siglo XX y estudiantesdel siglo XXI. La escuela pretende homogenizar y regimentar a los estudiantes frentea un esquema educativo que deben digerir sin dudas ni murmuraciones y reproducirliteralmente como constancia de sus aprendizajes eficientes. Este modelo es la msgrave manifestacin de violencia contra los estudiantes y los profesores.

    8. Es conveniente el empleo de los denominados perfiles parala vctima y el agresor?, Cmo explicar los cambios de rolesen el bullying, donde el agresor se convierte en vctima y lavctima en agresor?.

    En los diversos estudios que se han efectuado sobre el bullying, es un lugar comnhallar descripciones sobre los perfiles que rene el agresor y la vctima,principalmente, a partir de lo cual se puede llegar a tomar ciertas situaciones ventajosasrespecto al bullying, como por ejemplo inferir cuales son los estudiantes quepotencialmente pueden convertirse en agresores y en vctimas, o peor an, decidirquienes son los agresores o vctimas por el solo hecho de encontrar que ciertosestudiantes renen los perfiles que identifican al matn y a la vctima. Da la impresinque cuando se habla de perfiles estamos aludiendo a personas que poseen un rasgoo estigma natural que lo direcciona inevitablemente a desplegar conductas deagresin o pasividad segn sea el caso, sin que haya mucho que hacer para evitarlo.

  • 29

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    Los estudios de Bandura (1977) reconocan que las conductas de agresin queposean los nios eran aprendidas del entorno social, y que muchas de esas conductasno eran exteriorizadas de inmediato sino que eran inhibidas por los nios y puestasde manifiesto en ocasiones que estimaban oportunas; de lo que cabe interpretarque tales conductas agresivas, que haban sido aprendidas de un modelo social, nonecesariamente se podan llevar a cabo si es que el entorno social posea la capacidadde no propiciarla y desalentarlas con la enseanza de estilos de vida asociados a laconvivencia y la cultura de paz.

    La invocacin de los perfiles que se han desarrollado en los estudios delfenmeno del bullying se torna, por lo dems, bastante rgido y lineal como si suexistencia fuera autnoma a la persona y al contexto social; ajena a la historia delos aprendizajes previos de la persona. Es una especie de gen caracterolgico queexiste en determinadas personas y que los predispone a actuar casi compulsivamentesin tener conciencia de sus acciones. De hecho no creo que esa sea realmente laidea de quienes emplean los perfiles como elementos de identificacin para losagresores y vctimas, pero si me parece que inducen a una suerte de interpretacinrgida de las conductas de los protagonistas que suelen llegar a una estigmatizacindaina que los afecte secundariamente.

    Por otro lado este tratamiento parece perjudicial en el abordamiento del problemadesde un primer momento y nos planteara mas dudas que soluciones en su nterin.Por ejemplo, Cmo se podra explicar que un agresor, que tiene perfil de agresorobviamente, se convierta ms adelante en vctima, sin tener el perfil de vctima?,Cmo una vctima, con perfil de vctima, se convierta en agresor, sin que posea elperfil para serlo?, Cmo muchos nios y nias y jvenes que durante muchos aosno fueron ni vctimas ni agresores porque no reunan los perfiles del caso, seconviertan en una u otra en cualquier momento de su vida escolar?.

    Pero tambin nos parece que un enfoque de esta naturaleza est poniendo elacento del bullying en lo individual, en las personas e induciendo a que el tratamientodel acoso en la escuela es individual, lo cual es una gravsima distorsin terica ymetodolgica del bullying, con severas consecuencias en el trabajo de prevencin eintervencin.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    30

    Lo que existe en el fenmeno del bullying, como se sabe, es un conjunto decaractersticas provenientes del contexto social inmediato y mediato que condicionanen los individuos determinados estilos y tipos de conducta. Claro que el individuo noes un ser que pasivamente interioriza lo que recibe, ya que si ese fuera elprocedimiento de socializacin, la robotizacin del colectivo social sera un hechoconsumado; por el contrario, muchos individuos cuestionan los contenidossocializantes, los rechazan y los combaten, lo que debera ser bueno, como se sabe,pero que el sistema no tolera y castiga de alguna forma.

    La reproduccin de los estilos de vida basados en el abuso y la discriminacin seimponen y dominan el auditorio social porque para ello concurren dos factoresparticularmente decisivos: a) los modelos que promociona el sistema social y culturalse imparten indiscriminadamente y no hay forma de eludirlos. Su perseverancia esde tal grado que llegan a provocar en los receptores comportamientos automatizadosque no revisten el menor espritu analtico sobre sus contenidos, y b) el sistemasocial valora sobre manera el ejercicio puntual de sus modelos y ensea a resistirideas que contraren su modelo.

    Esto quiere decir que quienes emplean los recursos de la inequidad y el abusopara alcanzar sus objetivos tienen mas oportunidades de sentirse realizados, lo queno pasa con quienes reclaman equidad, respeto a la diversidad y deploran laglorificacin de la violencia como recurso de satisfaccin social.

    9. Estn los estudiantes preparados para tolerar cierto tipo demaltrato en la escuela?

    Nuestra cultura promueve la obediencia a quien detenta el poder y consagra elcastigo para quienes se insubordinen y desacaten la autoridad y sus reglas. La culturaa que nos referimos seala, por ejemplo que en el hogar es el padre quien ejerce elpoder y decide las normas de convivencia; y que en el colegio son los directivos ylos docentes quienes hacen uso del poder. El primer ejercicio del poder es la represiny el castigo sobre quienes no guardan obediencia y sumisin, aunque no expresenconductas disonantes y turbulentas.

  • 31

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    La socializacin de estos modelos culturales producen en los nios dos tipos deconducta, las de obediencia y sumisin que es la ms frecuente y signo de ajustesocial; y la de rebelda y rechazo al orden establecido, que es estigmatizada yseveramente castigada porque expresa un peligroso riesgo para el orden deseado.

    De este modo no debe extraarnos que muchos nios, nias y jvenes admitanlas sanciones de los padres, por duras que ellas sean, toda vez que tienen comopropsito buscar que los hijos sean mejores. Hasta ahora la sociedad no pone enduda la importancia de este rol sancionador de los padres, lo aplauden sin reservasy ms bien mascullan crticas contra las enseanzas que los docentes ofrecen a losestudiantes en cuanto a identificar y defender sus derechos. Los nios, a travs de lasocializacin familiar, ya han sido sensibilizados para tolerar las medidassancionadoras que reciben en sus hogares y estn preparados para aceptar las quepuedan darse en el centro educativo aunque estas provengan de sus pares.

    La escuela ya ha dejado de ser un institucin en donde la violencia fsica y losmaltratos de los directivos y profesores se practicaba incluso con la recomendacinde los padres de familia, es cierto, pero an conserva formas de violencia que tiendena reforzar el modelo del poder y la autoridad imperante y, a su vez, desalentar lasconductas e intenciones de desobediencia que se manifiesten, para lo cual cuentancon un reglamento sancionador aplicable solo a los alumnos disruptivos.

    La idea de que los nios y los jvenes deben obedecer ciegamente a la autoridadde turno, aunada a la conviccin de que es degradante para ellos convertirse en unacusete o delator de sus compaeros en lugar de aprender a defenderse por smismos, son dos buenas razones para entender porque muchos nios y jvenesestn ms dispuestos para resistir el acoso como un hecho natural ante el cual nosirven las quejas y denuncias.

    Sin embargo la tolerancia que se tiene a los actos de violencia no alcanza paraevitar que los estados de tensin sostenida en que viven las vctimas los haga msvulnerables y sensibles a presentar enfermedades fsicas y psicolgicas. Este tipo detolerancia es mas bien una forma de mimetizacin y sometimiento a las condicionesdel entorno que impactan contra el desarrollo del propio individuo.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    32

    10. Por qu el agresor acta contra la vctima en presencia delos espectadores, preferentemente?

    Sabemos que muchas acciones de acoso y violencia interpersonal ocurren enlugares aislados y sin la presencia de testigos, pero por lo que se reporta en la mayorade los estudios, el bullying cuenta con tres protagonistas: el agresor, la vctima y losespectadores.

    Nos preguntamos, por qu el acoso escolar debe producirse ante la presenciade otros estudiantes?. Sobre el particular, al menos encontramos dos hechos quenos parece necesario destacar:

    a) la ocurrencia del acoso en presencia de otros compaeros hace ms doloroso yhumillante el maltrato en la vctima porque se hace notorio ante los pares lasujecin pasiva y la indefensin ante la violencia sistemtica del agresor o losagresores, y

    b) el acosador tiene necesidad de que su poder sea visibilizado ante sus compaerospor que de ese modo alcanza un doble objetivo: satisface su necesidad de ejercerdominio mediante el abuso y enva un mensaje de su poder a todos losespectadores, lo cual le provee el reforzamiento suficiente para la continuidad desu prctica.

    La incapacidad para defenderse de las agresiones de otros compaeros es unaexperiencia aciaga para las vctimas porque a su indefensin se suma el temor y lainseguridad para mantener normales relaciones interpersonales con suscompaeros, con lo cual consagra voluntariamente una automarginacin de suncleo social y cae finalmente en la exclusin. Las repetidas experiencias de maltratoque ocurren pblicamente y la falta de empata de los compaeros espectadores,afianzan las muestras de indiferencia, exclusin y conmiseracin hacia las vctimas,haciendo latente el peligro de aparicin de conflicto de variada naturaleza eintensidad.

    Por si fuera poco, el agresor sabe de la impunidad de sus acciones y gracias a elloperpeta la actividad de acoso contra sus pares. La cara opuesta de esta situacin esla de acrecentar la condicin de indefensin en las vctimas que percibenregularmente el desinters del entorno para protegerlos y detener el bullying.

  • 33

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    Son muchos los estudiantes que soportan durante mucho tiempo esta penosasituacin y ante la escasa o nula reaccin de su entorno para asistirlo en su condicinde vctima, terminan culpabilizndose por lo que le ocurre y algunos de ellos,martirizados por largos periodos de tiempo, deciden acabar con su vida. Pero sonmuchsimos mas los estudiantes que pasan largos aos de su vida en extremascondiciones de adversidad y, por ello, es preciso tomar decisiones inmediatas en elsistema educativo.

    11. Por qu la convivencia?

    El inters de quienes estamos inmersos en el estudio del acoso en las escuelas esacabar con el bullying y promover un clima institucional satisfactorio para todos. Nose puede aspirar a la conquista de la primera tarea sino se puja por revocar el climase inequidad que est presente en la escuela y fermenta el clima de violencia casiinstitucionalizado.

    Qu es lo que queremos decir?. Que el acoso en la escuela no podr serdesalentado si se privilegian las responsabilidades individuales sobre las sociales ylas medidas sancionadoras se convierten en el instrumento de pacificacin escolar.De una u otra forma eso es lo que viene siendo el clima que impera en los centroseducativos, y sin caer en exageraciones diramos que el plano inclinado en detrimentode los estudiantes es la norma regular de las relaciones entre estudiantes respecto alos docentes y autoridades.

    Pese a que en la mayora de los centros educativos no se tiene una idea losuficientemente clara de lo que es el bullying, estos buscan que eliminar loscomportamientos de acoso basndose en medidas y acciones de proteccin a lasvctimas y de castigo a los agresores que, cabe decirlo, en algunos casos pasa por laexigencia de que las vctimas aprendan a defenderse de sus abusadores apelando aacciones de igual o mayor violencia. Las medidas sancionadoras estn amparadasen disposiciones reglamentarias acordadas ex profeso para los casos de bullying yse empean en ser lo mas draconianas posibles para conseguir disuadir las prcticasde los alumnos acosadores, lo que es a nuestro juicio un craso error porque tratanlos casos de bullying como una modalidad ms de las formas de violencia existentesen la escuela.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    34

    En estas modalidades de enfrentar el bullying en la escuela destaca su enfoquepersonal e individual del problema, lo que lleva a la escuela a actuar represivamentecontra los acosadores convencidos de que mediante las acciones ejemplificadorasque pongan en prctica se desalentarn las conductas de acoso y se instalar entrelos estudiantes una convivencia deseada, como si la eliminacin del bullyingsignificara por si mismo la emergencia de relaciones de convivencia deseable. Estapropuesta es la que se viene empleando de forma dominante en los escenarioseducativos en donde se ha dispuesto terminar con el bullying en la escuela; ypodramos adelantar, incluso, que sus efectos no fructificarn como se espera porqueel verdadero espritu del trabajo de prevencin e intervencin no est en reprimir nieducar contra el bullying sino en educar para la convivencia saludable.

    Pero, Por qu la convivencia? Las personas vivimos un clima relacional en todomomento y se podra afirmar sin exageracin alguna que esa es la forma normal enque vivimos, vale decir, la convivencia es la nica forma de vivir.

    La escuela asume, como se asume en muchos otros escenarios societarios, queconvivir es el gregarismo simple y llano, el asociarse siempre por la necesidad decontacto, la bsqueda de pertenencia y adscripcin a un grupo o la conveniencia desocializarse. Ninguna de estas modalidades de asociacionismo humano equivale nise aproxima a lo que esencialmente es la convivencia y las implicancias cualitativasque ella tiene para el desarrollo del individuo, tal como lo sentenciara inapelablementeCarlos Marx en la VI Tesis sobre Feuerbach: Pero la esencia humana no es algoabstracto inherente a cada individuo. Es en su realidad, el conjunto de las relacionessociales. Son las relaciones interpersonales y la calidad que ellas alcancen lo quehace posible la humanizacin, no es su sentido biolgico sino en su dimensin bio-psico-social, y son esas mismas relaciones interpersonales las que dotan a losindividuos de los recursos necesarios para la calidad de vida.

    Las relaciones sociales, como llamaba Marx a las relaciones interpersonales, sonoportunidades de socializacin, y socializacin en un proceso mediante el cual losindividuos nos apropiamos de la realidad mediata e inmediata, crecemos para lavida y desarrollamos habilidades para transformar la realidad exterior y hacerla mssatisfactoria y segura para todos, lo cual implica que la convivencia es el vehculomediante el cual los individuos planificamos y consensuamos objetivos de inters yparticipacin colectivos.

  • 35

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

    La escuela es un escenario propicio para el aprendizaje de la convivencia y suinmediata institucionalizacin en la escuela cobra una vigencia crucial para buscarque controlar y erradicar el acoso entre pares, pero no equivoquemos los objetivosque lindan entre estas dos formas de intervencin que sealamos: (a) trabajar laconvivencia para promover relaciones interpersonales de calidad en la escuela yprevenir cualquier forma de violencia o (b) trabajar la convivencia para erradicar losconflictos y el bullying en la escuela.

    Nos parece que es un error trabajar la convivencia en la escuela solo con lapretensin de acabar con el acoso en las escuelas. La promocin de la convivenciaen la escuela reviste una gran complejidad porque mediante ella se est cuestionando,desde la escuela, un estilo de vida fundado en la inequidad y la violencia relacionalque el sistema socio-cultural imparte e impone a travs de todas las instituciones dela sociedad porque esa es la mejor garanta de su perpetuacin. Si no nos atrevemosa hacer algo por la escuela, que es lo mismo que hacer algo por los nios y losadolescentes; por los docentes y los padres de familia, la escuela y sus objetivosperecer, todos moriremos socialmente. Pero existen y tenemos alternativas quepor muy exigentes y tortuosas que sean son viables, como es la educacin para laconvivencia y que mejor que evocar a un gran maestro de la educacin como AntonioGransci que deca: Es mejor avanzar y morir que detenerse y morir.

  • JULIO CSAR CAROZZO CAMPOS

    36

    ReferenciasAvils, J. (2003). Bullying. Intimidacin y maltrato entre el alumnado. STEE-EILAS.

    Bandura, A. & Walters, R. (1977). Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. Madrid:Alianza Editorial

    Beech, J. & Marchesi, A. (s/a). Estar en la escuela. Organizacin de Estados Iberoamericanos-Fundacin SM.

    Benites, L., Carozzo, J., Horna, V., Lamas, H., Zapata, L., Palomino, L. & Raffo, L. (2009). Laviolencia en la escuela: el caso del bullying. Lima: Observatorio sobre la Violencia yConvivencia en la Escuela.

    Bourdieu, P. (2000). Sobre el poder simblico en Intelectuales, poltica y poder, UBA, EUDEBA,pp. 65-73. http://www.armario.cl/aGestdoctorado/biblioteca/autores

    Castro, A. (2007). Violencia silenciosa en la Escuela. Buenos Aires: Bonum

    Carozzo, J. (2010). El bullying en la escuela. Revista de Psicologa de la UCV, Volumen 12, pp.329-346, Trujillo-Per.

    Direccin General de Coordinacin Acadmica de la Consejera de Educacin y Ciencias delPrincipado de Asturias, (2005). Maltrato cero. Orientaciones sobre el acoso escolar.

    Fernndez, I. (2005). Escuela sin violencia: resolucin de conflictos. Lima: Editora El Comercio

    Fernndez, I. & Hernndez, I. (s/a). El maltrato entre escolares. Gua para padre. Defensor delMenor, Comunidad de Madrid.

    Flores, K. (s/a). El dilema del acoso escolar. Fundacin Voces VitalesOlweus, D. (1998). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid: Ediciones Morata.

    Ortega, R. et al. (1998). La convivencia escolar: que es y cmo abordarla. Consejera deEducacin y Ciencia, Junta de Andaluca.

    Rodriguez, M. (2009). Familia Escuela. Resiliencia familiar. Buenos Aires: Dunken.

    Zerbino, M. (2010). 19 Proposiciones para discutir sobre la violencia. http://www.oei.org.ar/edumedia/PDFs/T06

  • 37

    EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES

  • 37

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS

    Luis Alberto Palomino Berrios

    Introduccin

    En los actuales momentos de crisis de social, con la presencia cotidiana deviolencia indiscriminada en diversos contextos sociales y sobre todo en el mbitoescolar, donde los valores, las relaciones interpersonales adecuadas y los lmites decontrol de la conducta se hacen menos evidentes; algunos de los actores principalesde la educacin hacen esfuerzos por asumir una actitud responsable y proponeralternativas de solucin sobre ello, mientras otros, dejan que las cosas ocurran,como si no les importara o no fueran asuntos de su incumbencia. En el marco deesta situacin, nos preocupa a todos los involucrados en la gestin educativa laproblemtica de la convivencia escolar; por ello, se vuelve un tema de actualidadque debemos afrontar de manera directa y responsable.

    Despierta serias inquietudes dentro y fuera de nuestras instituciones tanto lo quea diario vamos apreciando a travs de los medios de comunicacin, como por lasverbalizaciones de las experiencias de los docentes con los que interactuamoscotidianamente, que observan a diario en sus centros laborales, expresiones deviolencia que van desde el juego simple que se manifiesta por insultos, empujones ygolpes, hasta los maltratos, las ofensas graves y lesiones fsicas ocasionadas en losencuentros entre pares.

    Las conductas violentas y agresivas a s como las conductas pacficas y altruistasno estn determinadas genticamente, todas dependen en gran medida de lasinfluencias ambientales, sobre todo familiares (especialmente en los primeros aos)y educativas. Pero esto, que nos hace reflexionar con sano juicio y realismo educativo,tambin nos debe hacer pensar mucho en la responsabilidad que asumimos losprofesionales de la educacin (educadores, psiclogos educativos, psicopedagogos)sobre el tema de la convivencia en la escuela.

  • LUIS ALBERTO PALOMINO BERROS

    38

    La convivencia en la escuela exige el respeto mutuo entre sus miembros y laaceptacin de normas comunes, de opiniones divergentes y de estilos de vidadiferentes; asi como, la resolucin por medios no violentos de los desacuerdos,tensiones y disputas. Implica una coexistencia y tolerancia del otro y de los otros.

    Sera conveniente realizar una serie de cuestionamientos acerca de estaproblemtica: Qu estamos haciendo los profesionales de la educacin parapromover este pilar fundamental de la sociedad que es la convivencia?, Qu estocurriendo en los centros educativos?, Adnde vamos?. Frente a ello, asimismo,debemos preguntarnos: Qu estamos aportando para darle salida a esta encrucijadade violencia cotidiana en las escuelas? .

    Nuestra realidad educativa

    Lo que est sucediendo en las instituciones educativas es que, adems delprogreso creciente de las teoras psicolgicas que aportan a la educacin, deldesarrollo de la psicologa educativa, de la innovacin en los sistemas instruccionales,de los programas de capacitacin docente y de la preparacin metodolgica delprofesorado, y en general en la bsqueda de altos niveles de calidad educativa;encontramos tambin situaciones adversas como: insatisfaccin, desconcierto,desmotivacin (tanto del docente como de los alumnos) y, problemas de indisciplinay de violencia escolar.

    ste nivel de insatisfaccin, que llega hasta ser generalizada por parte de losdocentes, padres e inclusive alumnos, obedece a causas de naturaleza muy diferente,que han hecho perder la ilusin a muchos profesores y especialistas.

    Otro de los aspectos que a nuestro parecer tiene que ver con esta situacin es lasealada por Jos Beltrn Llera, en la Cultura del presentismo (Creencia de quenicamente existe el presente, mientras que futuro y pasado son irreales). Es unacultura que se caracteriza por la bsqueda de lo que a uno le gusta, lo que le interesa,lo que le satisface, y si hay que pasar por encima de algo o de alguien, se pasa. Loque interesa hoy es el logro fcil, el xito rpido, el enriquecimiento inmediato, seobvia la perspectiva del futuro, dndole ms importancia al de tener que al de ser.Evidentemente, ste es un elemento que contribuye, en gran medida, a la ruptura dela convivencia. Esto afecta inevitablemente a la educacin y a las instituciones

  • 39

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS

    educativas. Desde esta perspectiva, es difcil hablar de un proyecto de vida personal,que debera ser uno de los grandes objetivos de la educacin, cuya finalidad debeser la construccin de metas o de una visin personal de vida, tanto en lo que serefiere al mbito de la convivencia, como al de lo estrictamente acadmico.

    Otro factor fundamental es la exacerbacin de la violencia, que desde unos aosatrs se ha venido incrementando, a travs de los medios de comunicacin social,de manera paulatina y silenciosa, generando modelos de conducta de los nios yadolescentes. Aunados a este hecho son los modelos de rebelda a las normas yfiguras de autoridad difundidas en pelculas, series y novelas.

    Los resultados de investigaciones sobre los efectos principales de la exposicin ala violencia sealan:

    1) Que la observacin de la violencia aumenta la conducta violenta, y todava msen los nios pequeos.

    2) La gente, a medida que presencia, observa o est en contacto con la violencia,pierde la sensibilidad hacia la violencia, de manera que cada vez es necesarioelevar ms el grado de esa violencia para que se pueda percibir como tal. Elproblema es que la gente ya no tiene la sensibilidad que antes tena, ni seconmueve ante las situaciones violentas, ahora le parece comn las situacionesviolentas a tal grado que los nios estn expuestos a niveles altos de violencia quelos hacen menos sensibles a ello, pudiendo generar acciones de esta naturalezasin que sientan culpa o se inhiban ante ello.

    3) El temor a ser vctimas de la violencia o que las personas busquen a otros paraque sean sus vctimas. En este sentido la gente tiene el temor de ser sometida asituaciones violentas en cualquier momento, mientras que, por otro lado, losnios y especialmente los adolescentes buscan siempre al dbil para ser abusadoo tomado como centro de sus conductas violentas.

    4) Resulta muy difcil luchar contra el aspecto negativo de la violencia.

    Hargreaves (1994), seala que los mismos rasgos positivos que consideramoscomo valores en esta sociedad que llamamos postmoderna: la globalizacin, laflexibilidad de los sistemas econmicos, o la revolucin tecnolgica, se viven comoproblemas en la comunidad educativa, porque reaviven tensiones de carcter

  • LUIS ALBERTO PALOMINO BERROS

    40

    reivindicativo o amenazan la propia estabilidad, e incluso el futuro del profesorado,lo cual no deja de ser una paradoja bastante curiosa.

    Es ms, los cambios no slo se han dado a nivel de la sociedad peruana, sino quela educacin mundial tambin ha cambiado. Desde los paradigmas de lainstitucionalidad, en el que la toma de decisiones estaba a cargo de las ms altasinstancias del poder, lejos de los verdaderos usuarios de la educacin, pasando porla ideologizacin de la educacin, hasta llegar a los paradigmas instruccionales,centrados en la enseanza y el profesor, donde ste es el protagonista de la escenaeducativa pese a que la teora pedaggica y psicolgica centra su foco atencional enel alumno.

    Desde hace ya algunos aos, segn Beltrn (2003), aparece otro paradigma, eldel aprendizaje, que, no est centrado ni en la enseanza ni en el profesor, sino en elaprendizaje y en el alumno que aprende. Hoy es necesario establecer un nuevoparadigma de educacin centrada en la formacin de habilidades y destrezas, noslo cognitivas y afectivas, sino ms an en un modelo de desarrollo psicosocial,donde el proceso de convivencia sea el fundamental centro de la formacin delnuevo educando.

    Un cambio tan radical como ste no puede por menos que remover los cimientosde la propia institucin escolar. Una cosa parece clara, y es que si el centro de intersde la escuela radica en el aprendizaje y en el estudiante que aprende, los principiosdel aprendizaje deberan inspirar el diseo y la propia accin educadora.

    Para ello deberamos tener en cuenta algunos aspectos a la hora de configurar ladinmica educativa, especialmente en el mbito de la convivencia: que todos losalumnos son diferentes y nicos. Estas diferencias no afectan slo a las estructurasmentales, sino que afectan, sobre todo, a las estructuras emocionales. Asimismo, elaprendizaje funciona adecuadamente cuando hay un mbito de relacionesinterpersonales positivas y cada alumno es aceptado, reconocido, apreciado yvalorado incondicionalmente en su contexto propio.

    Con slo aplicar los principios anteriormente sealados al mbito educativo, sedescubriran, sin duda alguna, posibilidades de indudable inters para construir laconvivencia escolar con garantas de futuro.

  • 41

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS

    Sera necesario analizar las situaciones en los que esa convivencia est quebrada,sera bueno revisar esos principios, y comprobar si estn o no incluidos en nuestrosproyectos educativos y si resultan eficaces en la dinmica escolar.

    Si se siguieran las pautas de un paradigma centrado en el alumno, teniendo encuenta esos principios del aprendizaje, habra una posibilidad de cambio de muchasde las cosas que pensamos debieran cambiar.

    Este anlisis breve nos permite darnos cuenta de la importancia que tiene laconvivencia en la vida de las instituciones como la familia y la escuela, y sobre todode la sociedad misma y del futuro de nuestra cultura.

    El fenmeno del bullying y los problemas de convivencia en lasaulas

    Orte y March (1996-19999), sealan que los conflictos escolares que se relacionancon la violencia pueden ser de distinto tipo: violencia fsica y psicolgica, activa opasiva, personal y material, directa o indirecta, de diferente intensidad y frecuencia,entre distintas personas y grupos, con diversas connotaciones, en diversas situacionesy contextos, en el mismo o en distintos niveles de edad, etc. En sentido estricto, ellossealan que no se dispone de datos exhaustivos que contemplen todo el amplioabanico posible de situaciones y actores. Sealan que hay que tener en cuenta -y ellosin entrar a analizar la influencia del umbral de tolerancia o incluso del nivel decompetencia y habilidad del informante-, el significado de lo que se entiende porviolencia, y sobre todo la valoracin de su importancia: en el contexto escolar, stadifiere segn el informante sea el equipo directivo, el equipo de orientacin, lostutores, los profesores, los padres e incluso los propios alumnos y alumnas. Por otraparte, la enorme cantidad de investigaciones -con pretensin de exhaustividad yprofundizacin-, que se han llevado a cabo acerca de esta cuestin, se han referido,fundamentalmente a la violencia entre alumnos que, por otra parte, es la quepreocupa menos a los miembros de las instituciones educativas, probablementepor su falta de conocimiento (interpretacin y valoracin) de la misma.

    Desde el punto de vista de Beltrn (2003), el nfasis de la investigacin en losalumnos y alumnas parece el adecuado. Los alumnos son los principales sujetos dela accin educativa, y por tanto la poblacin objetivo a quin dirigir la atencin. La

  • LUIS ALBERTO PALOMINO BERROS

    42

    violencia tiene consecuencias muy negativas desde la perspectiva del desarrollopsicolgico, social e intelectual, desde la perspectiva de la socializacin y la insercinsocial para todas las personas implicadas en la misma, sea de forma activa o sea deforma pasiva, sea de forma directa, sea de forma indirecta, tanto para el agresor lavctima, el resto de alumnos, como para la accin educativa en s misma. La accineducativa pierde sentido y se convierte en un contexto en el que es posible el ejerciciodel abuso de poder y se refuerza -por accin u omisin- el miedo y la sumisin. Estetipo de relaciones que manifiestan con tamaa impunidad distorsiona, adems deforma importante, el clima del aula. El nivel de violencia entre iguales en un aula no essino el reflejo del nivel de agresividad que se produce en la misma. Las institucioneseducativas deben ser un lugar seguro en el que los alumnos y alumnas aprendan aser personas en el sentido amplio del trmino; un lugar en el que las conductas deburlas, humillacin, sarcasmo, agresin, violencia no deben tener cabida. Otracuestin diferente son las diferencias de criterio, de intereses, que dan lugar a losconflictos y las formas de abordarlos. El centro educativo y el aula, en particular, sonlos lugares idneos para explorar, para aprender, para reflexionar, para expresar,compartir y sobre todo para desarrollar sus habilidades, caractersticas personales,de socializacin, los sentimientos, en definitiva, para aprender a gestionar lasdiferencias de forma positiva.

    El abuso de poder, la intimidacin, las amenazas, las agresiones, en cualquiera desus formas, que ejercen un o unos alumnos contra otro u otros, forma parte de unproceso que tienen consecuencias negativas desde el punto de vista de la adaptacinindividual, interpersonal y colectiva. Tanto las conductas agresivas de tipo externoque muestra el agresor (agresiones fsicas, aislamiento social a otros, agresin verbal,intimidacin, etc.), como las conductas de tipo interno y en algunos tipos de vctimas,tambin de tipo externo que padece la vctima (prdida de autoestima, problemasde sueo, aislamiento social, ansiedad, conductas depresivas, problemaspsicosomticos, etc.), son sin duda, desviaciones indeseables del objetivo bsico deeducar en sentido amplio que tiene la institucin educativa o colegio, aunque buenaparte de estos procesos se produzcan en el mbito del currculo oculto escapandode esta manera a su control racional.

    Centrndonos en las conductas concretas de violencia, agresin e intimidacinentre alumnos que se dan en la escuela, es necesario indicar que stas forman parte

  • 43

    LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS

    de un proceso lento e insidioso que tiene lugar en un ambiente fsico determinado.As, las aulas, los pasillos, los baos, el patio de recreo, las escaleras, las entradas ysalidas del centro se convierten en lugares comunes y frecuentes de agresin que,adems, van ampliando su espacio a medida que el proceso de victimizacin se vaconsolidando a lo largo de das, semanas e incluso aos.

    Frente a todos estos hechos, debemos poner en relieve que si se trabajara demanera coherente y sistemtica los procesos de comunicacin, interaccin eintegracin pacfica entre los alumnos, desarrollando, desde los primeros grados,las habilidades sociales, lograramos una mejor convivencia. Entonces, la convivenciaescolar consiste en gran medida en interactuar y compartir, y a interactuar y compartirse aprende. A interactuar y compartir tiempos y espacios, logros y dificultades,proyectos y sueos. El aprendizaje de valores y habilidades sociales, as como lasbuenas prcticas de convivencia, son la base del futuro ciudadano. Y ese aprendizajetiene lugar en gran medida en la experiencia escolar.

    Es el proceso diario de interrelacin que se genera entre los diferentes miembrosde una comunidad educativa. No se limita a la relacin entre las personas, sino queincluye las formas de interaccin de los diferentes estamentos que conforman unacomunidad educativa, por lo que constituye una construccin colectiva permanentey es responsabilidad del conjunto de los actores de la comunidad educativa. Lasdistintas dimensiones de la vida cotidiana que tienen lugar en una institucin escolardan cuerpo a aquello que llamamos convivencia escolar.

    En la actualidad, con la creacin de espacios como la tutora, las estrategias detrabajo cooperativo, el desarrollo de conductas colaborativas, las nuevasmetodologas dinmicas y participativas en la que los alumnos y alumnas puedendesenvolverse y desarrollar hbitos tales como el debate respetuoso, el uso deldilogo para resolver discrepancias y la asignacin de responsabilidades paraenfrentar proyectos comunes, establecemos un ambiente propicio, si es que sesabe utilizar, para el desarrollo de la convivencia escolar.

    Por ello, los responsables de la Convivencia Escolar son todos los actoreseducativos: promotores, directores(as), orientadores(as) o tutores(as), auxiliares,profesorado, psiclogos educativos, alumnado, asistentes de la educacin, padres,madres y apoderados. Todas las personas que participan del sistema de interacciones