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Thamyris, n. s. 4 (2013) 127-165 ISSN: 2254-1799 LOS HELENISMOS EN ESPAÑOL. UNA APROXIMACIÓN CULTURAL PARA LA ASIGNATURA DE CULTURA CLÁSICA Y LOS CURSOS DE BACHILLERATO MANUEL CABALLERO GONZÁLEZ Ludwig-Maximilians-Universität, Múnich [email protected] 1. Introducción El tema del presente artículo 1 es el conjunto de los helenismos en la lengua española. Este argumento suele tratarse en casi todos los materiales didácticos que presentan la civilización griega y romana (Cultura Clásica) o los rudimentos de la lengua ática (cursos de griego de Bachillerato). La novedad consiste en el enfoque que hemos querido dar a este tema, esto es, un planteamiento principalmente cultural. Aunque no hemos desde- ñado, ni mucho menos, la explicación fonética de dichos helenismos, nos 1 En este artículo se recoge parte del material utilizado para la defensa del Máster de Formación del Profesorado de E.S.O., Bachillerato, F.P. y Enseñanza de Idiomas, realiza- do en la U.N.E.D. y dirigido por el Prof. Lucas de Dios. Resumen En el presente artículo se profundiza en un aspecto fundamental de la didáctica de las lenguas clásicas: los helenismos. Su aportación original radica en el interés que se busca despertar en los alumnos de Cultura Clásica o de Griego de Bachillerato por el sugestivo y desconocido mundo cultural de los helenismos en español: desde su signi- ficado en la Antigüedad Clásica hasta el sentido que adquieren en español y en las lenguas modernas de Europa, cada una desde su propia idiosincrasia. Palabras clave Helenismos, latinismos, Cultura Clásica, propuesta didáctica, griego, latín, español.

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  • Thamyris, n. s. 4 (2013) 127-165 ISSN: 2254-1799

    LOS HELENISMOS EN ESPAOL. UNA APROXIMACIN CULTURAL

    PARA LA ASIGNATURA DE CULTURA CLSICA Y LOS CURSOS DE BACHILLERATO

    MANUEL CABALLERO GONZLEZ

    Ludwig-Maximilians-Universitt, Mnich

    [email protected]

    1. Introduccin El tema del presente artculo1 es el conjunto de los helenismos en la

    lengua espaola. Este argumento suele tratarse en casi todos los materiales didcticos que presentan la civilizacin griega y romana (Cultura Clsica) o los rudimentos de la lengua tica (cursos de griego de Bachillerato). La novedad consiste en el enfoque que hemos querido dar a este tema, esto es, un planteamiento principalmente cultural. Aunque no hemos desde-ado, ni mucho menos, la explicacin fontica de dichos helenismos, nos 1 En este artculo se recoge parte del material utilizado para la defensa del Mster de Formacin del Profesorado de E.S.O., Bachillerato, F.P. y Enseanza de Idiomas, realiza-do en la U.N.E.D. y dirigido por el Prof. Lucas de Dios.

    Resumen En el presente artculo se profundiza en un aspecto fundamental de la didctica de las lenguas clsicas: los helenismos. Su aportacin original radica en el inters que se busca despertar en los alumnos de Cultura Clsica o de Griego de Bachillerato por el sugestivo y desconocido mundo cultural de los helenismos en espaol: desde su signi-ficado en la Antigedad Clsica hasta el sentido que adquieren en espaol y en las lenguas modernas de Europa, cada una desde su propia idiosincrasia.

    Palabras clave Helenismos, latinismos, Cultura Clsica, propuesta didctica, griego, latn, espaol.

    mailto:[email protected]

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    hemos centrado en aquellos aspectos culturales que se esconden detrs de cada palabra y que, casi siempre, pasan desapercibidos a ojos del profano. Con la adquisicin de este mbito educativo pretendemos que el estudian-te del mundo antiguo comprenda mejor el griego, nuestra propia lengua, el espaol, y la mentalidad que subyace al fascinante mundo de las pala-bras. La materia nos parece muy interesante y estamos plenamente con-vencidos de que despertar el inters y la atencin del alumnado en gene-ral. La presente investigacin slo es, obviamente, una propuesta didcti-ca; lo que nosotros hemos realizado extensamente con diez palabras, pue-de ser desarrollado con muchas ms.

    El trabajo, que posee un enfoque plenamente didctico, examina por-menorizadamente diez helenismos espaoles desde una perspectiva fon-tica y cultural; de cada uno de ellos se desarrolla una propuesta didctica. Todo este material est dirigido al profesor de Cultura Clsica o de Griego de Bachillerato, para que l escoja los elementos que crea conveniente se-gn la capacidad y el esfuerzo de sus alumnos. Si bien todos los compo-nentes de la parte terica son susceptibles de ser presentados en clase, hemos decidido introducir un pequeo apartado en cada seccin terica que ayude a poner en prctica, de una forma pedaggica, el argumento expuesto de un modo ms culto y tcnico. Nosotros ofrecemos un conte-nido muy concreto; depender de la habilidad del profesor para presentar-lo el que ste sea ms accesible o no al alumnado.

    2. Objetivo del presente artculo

    De todos es conocido el papel fundamental que han desempeado el latn y el griego en el aumento y desarrollo del caudal lxico de las mo-dernas lenguas europeas, en general, y del espaol, en particular. El estu-dio de la influencia de una lengua clsica, como, en este caso pueda ser el griego, en el idioma espaol es tan evidente que parece superfluo todo intento de justificar y de acreditar un trabajo de este cariz.

    Sin embargo, esta motivacin slo halla su esencia en la investigacin rigurosa de la lengua de la Hlade o de la nuestra propia, no as en el campo de la pedagoga y de la didctica. De hecho, como se lee en la pro-pia solapa del libro del Prof. Bergua Cavero, este inters por el mundo de la etimologa y del peso que han ejercido las lenguas clsicas en las que Europa habla actualmente contrasta con un hecho incuestionable en nues-tro sistema educativo: el griego y el latn van perdiendo terreno en el mbito escolar y universitario2. No es de extraar que nuestros alumnos

    2 J. Bergua Cavero, Los helenismos del espaol. Historia y sistema, Gredos, Madrid, 2004, solapa anterior.

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    salgan, desde hace aos, con un dficit lingstico, expresivo y cultural que horroriza por sus consecuencias venideras: adentrarse en el futuro sin haber hecho propio el rico legado del pasado deja a los hombres sin iden-tidad y los convierte en seres vulnerables, irreflexivos e inconscientes.

    El propsito de este trabajo es, en ltima instancia, colaborar con la ca-llada y esforzada labor de tantos profesores de clsicas que se empean en introducir al reducido nmero de alumnos que se han atrevido a escoger Cultura Clsica en el fascinante mundo de la Antigedad griega y romana. Gracias al anlisis de un grupo escogido de helenismos, queremos mostrar al estudiante primerizo e incrdulo de qu manera el conocimiento de la lengua griega y de su influjo en el espaol actual le ayuda a descifrar di-cha lengua clsica, a comprender mejor su propio idioma, a razonar ms cabalmente en todos los mbitos de la vida. Penetrando en los aspectos culturales de los helenismos del espaol se ofrece al alumno una manera distinta y amena de acercarse a la lengua de la Hlade, a la trama del pro-pio espaol y a la urdimbre ms curiosa de nuestra vida social y cultural.

    Por esta razn, el presente trabajo no quiere ser un mero diccionario de helenismos, como es la fabulosa obra de Eseverri Hualde, o un volumen altamente especializado que se dirija a un pblico con un nivel de conoci-miento elevado y tcnico, como lo es el libro de Bergua Cavero; tampoco desea ser una mera recopilacin de prefijos, sufijos y elementos griegos varios que faciliten al alumno la comprensin de un nmero determinado de vocablos como democracia, biblifilo, telfono, etc., tal y como hacen los manuales de Cultura Clsica que existen actualmente en el mercado. No-sotros nos proponemos recoger un nmero muy reducido de voces espa-olas, clasificadas como helenismos, y explicar el trasfondo cultural que poseen: cmo han evolucionado hasta el espaol, cmo lo han hecho en otros idiomas modernos y qu rasgos de la mentalidad de un pueblo se esconden en esta transformacin. A veces la explicacin no puede ir ms all y se limitar a presentar el contenido cultural que posea en Grecia y cmo dicha caracterstica se ha perdido en espaol; o cmo ha nacido un determinado trmino y se ha desvirtuado su sentido hasta llegar al que todos conocemos. En una palabra, aqu pretendemos conceder un peso especial al aspecto cultural de los helenismos en el espaol. 3. Definicin de helenismo

    En primer lugar, hay que definir qu es un helenismo, porque depen-diendo de lo que se entienda, as se dar cabida a unas palabras o no.

    El problema es tan importante y tan complicado que no ha dejado in-diferente a nadie. El escollo principal es distinguir helenismo de latinismo. Bergua Cavero reconoce que es un poco arbitrario separar lo griego de lo

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    latino, hasta tal punto la historia de los helenismos espaoles est incardi-nada dentro del latn3. Eseverri los define como el caudal copioso de vo-cablos derivados del griego4. Fernndez Galiano comienza directamente a hablar de estos trminos en la Enciclopedia Lingstica Hispnica, pero no se detiene a precisar su significado; a tenor de su explicacin parece que en-tiende que los helenismos son los vocablos tomados al griego en prsta-mo5. Sin querer extender ms las fuentes6, se tiene la impresin de que todos apuntan a la comprensin del trmino como cualquier voz que tenga su origen en la lengua griega; as lo vamos a entender tambin nosotros.

    Por esta razn, nos parece una visin demasiado reduccionista la de Corominas en su Diccionario crtico etimolgico de la Lengua Castellana (DCELC) cuando refiere, por ejemplo, en la voz bodega que en Espaa esta palabra es latinismo y no helenismo7. La razn para rechazar esta afir-macin es la siguiente: si nos atuviramos rigurosamente a la va de en-trada de los helenismos, es decir, a los vocablos que el espaol ha incorpo-rado directamente del griego, no se tendra ningn helenismo verdade-ro. Es evidente que la va directa stricto sensu no existe, puesto que cuan-do naci el espaol8 ya no se hablaba el griego clsico, y la provincia de Espaa del Imperio Bizantino termin en el 624, tres siglos antes de las primeras glosas escritas en castellano9; y la va indirecta debe ser cuestio-nada para un sinfn de voces que, creadas como helenismos tcnicos, nos han llegado por mediacin de otros idiomas no europeos, como el rabe, o

    3 J. Bergua Cavero, op. cit., pg. 11. 4 C. Eseverri Hualde, Diccionario etimolgico de helenismos espaoles, Aldecoa, Burgos, 1945, pg. 5. 5 M. Fernndez Galiano, Helenismos, en Enciclopedia Lingstica Hispnica, vol. II (Ele-mentos constitutivos y fuentes), C.S.I.C., Madrid, 1967, 51-77, en pg. 51. 6 La RAE ofrece cuatro acepciones; las tres ltimas son las ms interesantes a este respec-to: 2. m. Giro o modo de hablar propio y privativo de la lengua griega. 3. m. Empleo de tales giros o construcciones en otro idioma. 4. m. Influencia ejercida por la antigua cultura griega en la civilizacin y cultura posteriores (recogemos el artculo enmendado tal y como se puede leer en la pgina de Internet de la propia RAE). 7 J. Corominas, Diccionario crtico etimolgico de la lengua castellana, vols. I-VI, Francke, Berna, 1954, s. u. bodega. 8 Nos atendremos a la denominacin de espaol para indicar tanto el idioma medieval, que bien podra ser llamado castellano, como a la lengua moderna que hablamos en el momento actual. No emplearemos la designacin de castellano para el idioma actual porque se hara omisin, lingsticamente hablando, de la variedad meridional (que es la que habla la mayora de los hispanohablantes) y no recoge, a nuestro juicio, convenien-temente la identidad de Espaa como nacin. 9 Se podra reconocer que ya se estaba gestando de forma oral, pero estudiar los helenis-mos del estado de una lengua que no se conoce es simplemente imposible.

    http://lema.rae.es/drae/?val=helenismo

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    propios de nuestro continente, como es el italiano, el ingls y, en buena medida, el francs. Es ms, el principal idioma que ha ejercido su media-cin en los helenismos espaoles es el propio latn, como se reconoce un-nimemente; es la lengua de Roma la que nos ha donado el cmulo sustan-cial de helenismos.

    La diferencia, por lo tanto, entre un helenismo y un latinismo consiste, en nuestra opinin, en la fuente ltima de este giro o construccin: si el latn lo ha tomado del griego, el vocablo debe ser considerado un helenis-mo a pesar de haber sido incorporado al espaol a travs del latn; si es una voz genuinamente latina, ser contada como latinismo. Por este motivo, la palabra bodega, que procede obviamente de la latina apothca, debe ser considera un helenismo, puesto que el origen ltimo de sta no es la propia lengua latina, sino la griega: . 4. Estratos histricos de los helenismos en espaol

    Tres son los principales estratos histricos, segn Fernndez Galiano, que deben ser considerados a la hora de estudiar los helenismos espaoles:

    a) Primer estrato histrico: Se refiere a los nombres de ciudades, ros o montaas dados por los primitivos colonos griegos a los accidentes geo-grficos de las regiones costeras de nuestras pennsula10. Quedan muy pocos: Ampurias, Rosas, Adra11.

    b) Segundo estrato histrico: Se corresponde con los helenismos tra-dos a Hispania por los romanos que ya empleaban en la metrpoli estos vocablos tomados al griego en prstamo12. La lista es enorme: nombres de instrumentos muy usuales (ac. > ac. lampada > lmpara / lmpa-da); prendas de vestir (ac. pl. > sabna > sbana); vocablos de la construccin o de la ciudad ( > lat. vulg. *platta > plaza), etc.

    c) Tercer estrato histrico: Si bien Fernndez Galiano no lo considera como tal, se podran incluir en este apartado todos los trminos proce-dentes del Imperio Bizantino y venidos al castellano a travs del rabe, generalmente sin intermediario latino13, como arroz, atn, acelga, etc14.

    10 M. Fernndez Galiano, loc. cit., pg. 51. 11 Tambin se podran incluir en este primer estrato los nombres griegos que sirvieron de intermediarios a los originales pnicos: Ibiza, Cdiz. 12 M. Fernndez Galiano, loc. cit., pg. 51. 13 M. Fernndez Galiano, loc. cit., pg. 57. 14 Cabra incluso hablar de un cuarto estrato, a saber, el de las voces que han llegado por influencia de otros idiomas europeos, sobre todo del francs. No abrimos dicho apartado porque Fernndez Galiano es un poco ambiguo en su determinacin.

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    5. Adaptacin de los helenismos a la idiosincrasia del espaol: Reglas generales15

    Sin querer detenernos demasiado en estos puntos, presentaremos sin-tticamente las principales formas en las que las voces griegas se han adaptado a nuestro idioma. Dado el carcter didctico de este trabajo, mostraremos aquellas irregularidades que puedan suscitar en el alumnado una mayor atencin y curiosidad.

    Las palabras que se adoptan de un idioma extranjero con un alfabeto distinto al que posee la lengua receptora pueden ser incorporadas segn cuatro posibilidades:

    a) Traduccin: v. gr. foot-ball > balom-pi. Para el griego, este procedi-miento apenas ha sido utilizado: v. gr. para fillogo hubiese podido ser amalenguas.

    b) Respeto de la grafa original: v. gr. . El problema es que, de es-te modo, nunca ser incorporada realmente a la lengua receptora.

    c) Transliteracin: v. gr. > podrks Achilles. Es un uso demasiado culto que no permite que la palabra sea introducida como tal en la lengua que la acoge.

    d) Transcripcin: v. gr. > fisiologa. Es la forma preferida por las lenguas romances.

    5.1. Sustantivos a) Temas en -a. Dos son los rasgos ms destacables. En primer lugar, los masculinos terminados en - se convierten en -a siguiendo el modelo la-tino: > lat. poeta > poeta. En segundo lugar, los femeninos con alfa larga han seguido dos vas distintas: o bien acaban en -a ( > lat. parabola > palabra; parbola), o bien en -e ( > distole). A veces, se ha escogido esta diferencia para distinguir dos significados de una misma voz derivada: > hiprbole (retrica) / hiprbola (matemtica).

    Los sustantivos que terminan en -o lo es por influjo francs: > fr. omoplate > omplato (u omoplato, segn la voz griega y francesa). b) Temas en -o. Normalmente terminan en -o; las voces que terminan en -a, como estratega (, fr. stratge) o en -e, como Chipre (; fr. Chypre) deben estas vocales a la influencia del francs.

    15 En todos estos apartados tericos nos atendremos en buena medida al libro de J. Bergua Cavero ya citado.

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    Tambin hay vacilacin con respecto a la sigma del nominativo; lo normal es no llevarla (cf. filsofo), pero en algunos casos, s la conserva: Lesbos, Pafos, Cronos; el nico nombre comn que la lleva es cosmos (, fr. cosmos).

    Interesante es que algunos nombres neutros que, por lo tanto, acaba-ban en - en plural se han convertido en femenino singular en -a en espa-ol: > Biblia; > ancdota. c) Temas en oclusiva. Estas palabras deberan terminar en -e, como los te-mas de la tercera declinacin latina16, con el fin de no dejar como ltima letra de la palabra una consonante oclusiva difcil de pronunciar: , , > ac. gigantem > gigante / , -, > ac. chlamydem > clmide. Por influencia, de nuevo, del francs, muchas de estas voces cambiaron la ltima vocal a -a: gida, nereida, olimpiada.

    Curioso es el caso de las voces guturales, que, sin mucho conocimien-to, fueron tomadas directamente del nominativo y no del acusativo, como hace el espaol: > trax (debera haber sido > thorcem > *torace). d) Temas en nasal. Como ocurre con los temas en -n derivados del latn, que sufren apcope (v. gr. cancin, pan), lo mismo sucede en los helenismos espaoles: , - > lat. cannem > canon. Hay algunas excepciones dignas de ser tomadas en cuenta por hipercaracterizacin: sirena, heleno, etc. e) Temas heterclitos neutros. Sealamos estos temas (-, ) porque proporcionan al espaol un gran nmero de palabras terminadas en -a, pero de gnero masculino: tema, fonema, sintagma, etc. Por influencia francesa, algunos nombres pasaron a sustantivos en -o: > fr. gramme, gramo). 5.2. Adjetivos

    Conviene mencionar aquellos adjetivos que terminan en -crata / -pata, como demcrata, aristcrata / psicpata, cardipata. El origen de estas voces se halla en los adjetivos griegos en - / -, como / ; el problema es que dichos adjetivos son muy raros en go17. Es probable que estas formaciones regresivas se deban al francs, lo que explica, adems, la -a espaola. De este modo, se obtiene un campo

    16 Es cierto, no obstante, que muchas voces de la tercera declinacin latina sufrieron ap-cope de la -e durante los siglos XII y XIII (v. gr. mare > mar); este fenmeno no se produjo en aquellas palabras, cuya -e iba precedida de dos o ms consonantes: v. gr. hombre. 17 El griego prefiere a .

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    semntico tripartito que el griego prcticamente no conoca: clase social (aristocracia), adjetivo correspondiente (aristocrtico), persona que pertene-ce a dicha clase social (aristcrata).

    5.3. Verbos

    Lo ms destacable es el sufijo griego -, que en latn pas a -izare (en latn vulgar a -idiare): > baptizare / baptidiare > bautizar / batear. La importancia de este sufijo es que ha sido muy rentable en espaol produ-ciendo un nmero considerable de palabras.

    6. Influencia de la fontica, de la va de entrada

    En este apartado queremos mostrar slo aquellos rasgos ms notables y curiosos en la incorporacin de los helenismos al espaol.

    6.1. Una palabra griega con doble transcripcin espaola

    Es lo que ocurre, por ejemplo, con la consonante doble de la palabra griega 18: paradoja / ortodoxo. La explicacin es la siguiente: en princi-pio, la transcripcin es con {j}, como ocurre en la voz paradoja; existe, sin embargo, cierta refeccin por influjo culto latino y por eso se halla de nue-vo la {x}, como en latn (orthodoxus), ortodoxo.

    6.2. La cuestin de los acentos

    Interesante es considerar una serie de vocablos que, debido a su acen-to, han dado en espaol un conjunto de dobletes cultos y semicultos.

    As tenemos, por ejemplo, que la voz griega pas al latn cl-sico como cathdra, lo que da en espaol, claramente, ctedra. No obstante, en latn vulgar, se debi de producir una alteracin prosdica, cathdra / cathdra, lo que unido a una disimilacin a distancia, da la palabra espao-la cadera (< *cadedra < lat. vulg. cathedra).

    Otro ejemplo es el nombre propio , compuesto de , Isis y , don, es decir, regalo de Isis, la diosa egipcia, muy popular en el Imperio Romano, como se constata por los numerosos templos dedicados

    18 No es el nico caso para esta consonante griega (v. gr. > Jenofonte / - > xenofobia [esta palabra, como tal, no est documentada en lengua clsica]), pero, dado el carcter didctico de este artculo, nos ha parecido conveniente reducir al mxi-mo la complejidad del mismo.

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    a esta deidad en todas las provincias romanas y cuya importancia puede incluso leerse en el divertido libro de El asno de oro; en latn da el nombre Isdrus, con o larga, como en griego, del cual deriva en espaol el nombre de Isidoro. En algn momento, se debi de perder la importancia de esa cantidad voclica y, ya sea por influjo del griego, ya sea por una simple alteracin prosdica, se pas el acento a la segunda i, lo que propici la desaparicin de la o entre las consonantes d-r, dando como resultado el nombre propio del santo de Madrid: Isidro.

    La influencia del francs ha sido tan importante en espaol que, no s-lo su pronunciacin, sino tambin su grafa ha dejado huella en nuestra lengua. As, por ejemplo, (ac. > lat. cathtrem) debera ser aguda en espaol, *cateter, pero por influencia grfica del francs, cuyo acento no es prosdico, sino fonolgico (distingue la e cerrada de la e abierta), cathter, tenemos el espaol catter.

    Por ltimo, todos los compuestos con -fono (gr. ) deberan ser lla-nos, como interfono; por un prurito elitista, se han hecho esdrjulos: tel-fono, alfono, etc.

    7. La terminologa gramatical

    Dado el carcter pedaggico de este trabajo, nos ha parecido interesan-te presentar una lista de palabras griegas con su transcripcin latina, rela-tivas al complejo mundo de la gramtica lingstica, con el fin de com-prender mejor lo que se quiere significar con ellas:

    - > con-sonantes = Deben pronunciarse junto a otra letra. - > ac-centus (< *ad-cantus) = A donde va la entonacin. - > de-clina-tio = Lo que se va doblando. -- > con-juga-tio = Lo que est combinado entre s. - > ad-jectiuum = Lo que est puesto (lat., lanzado) junto (al

    nombre). - > accusa-tiuus = Lo que denota (la causa) de algo. - > plur-alis = Lo que es multitudinario. - > pro-nomen = En lugar del nombre. > articulus = Juntura. - = impera-tiuus = Lo que se prescribe. -- = con-junc-tio = Lo que sirve para encadenar o unir.

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    8. Propuesta didctica 8.1. Breve explicacin de algunos helenismos curiosos

    Sin querer ofrecer un anlisis tan completo como el que propondremos en el captulo siguiente, presentamos a continuacin una serie de palabras cuya explicacin etimolgica y cultural puede resultar muy interesante a nuestros estudiantes. a) Chisme. Su etimologa es bastante dudosa. Segn Corominas, proviene, aunque sin una certeza absoluta, de cimex, chinche, y se querra dar a en-tender que es algo despreciable, una niera. Segn Roberts-Pastor19, se deriva del griego , dividir, pues el que va comentando chismes por ah va sembrando discordia entre unos y otros. Fernndez Galiano (Bergua Cavero no comenta esta palabra) ofrece una etimologa distinta: esta voz proviene de schisma, calco del griego , escisin, que, como cultismo dar, precisamente, cisma; esta palabra proviene de . Intere-sante es la aportacin de la RAE a este respecto. En la actual 22. edicin del Diccionario se propone, slo como hiptesis, la primera de la tres posi-bilidades que acabamos de mencionar; en el artculo enmendado como avance de la 23., en cambio, se opta por la explicacin de Fernndez Ga-liano, que es la que tambin propone Mateos Muoz20 para esta palabra. b) Cosmos. Aparte de haber sido citada esta palabra como nico ejemplo en espaol de un sustantivo comn de la segunda declinacin que conserva la s del nominativo (), este vocablo tiene un significado ulterior al que normalmente se le conoce.

    La RAE propone tres entradas; la ltima es la de una planta que no in-teresa en este trabajo. La primera acepcin identifica el cosmos con el mun-do y explica entre parntesis conjunto de todas las cosas creadas21. La segunda acepcin es la ms habitual: espacio exterior a la Tierra. Pues bien, en griego significa el universo, en efecto, pero un tipo muy concreto de universo: el que est ordenado y es, por esta razn, hermoso. Corresponde por entero a la voz latina mundus (el mundo de la identifica-cin de la RAE), es decir, lo que est limpio, lo puro, lo organizado. Es el mundo in Ordnung, como diran los alemanes; y el orden es armona, equilibrio, belleza. De ah, que esta palabra en griego signifique tambin

    19 Cf. E.A. Roberts & B. Pastor, Diccionario etimolgico indoeuropeo de la lengua espaola, Alianza Editorial, Madrid, 1996. 20 Cf. A. Mateos Muoz, Compendio de Etimologas Grecolatinas del Espaol, Esfinge, Mxico, 2011. 21 Este artculo ser enmendado en la 23. edicin como conjunto de todo lo existente, suponemos que para no herir la sensibilidad de los no creyentes, aunque con ello se mo-leste a la de la mayora de los espaoles e hispanohablantes, que s son creyentes.

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    adorno, aderezo y que haya dado en las lenguas modernas la voz cosm-tica. c) Cuchara. Esta palabra proviene de una antigua voz que indicaba la me-dida de granos, cuchar, que procede del latn cochlare (< coc(h)la, caracol); esta voz latina deriva del vocablo griego , que significa caracol o lo que tenga esa forma Se aplic a este utensilio culinario por la figura que posea. d) Electrn. Esta palabra deriva del latn electrum, que proviene del griego . En el mundo antiguo significaba una aleacin de oro y plata (cf. Od. IV 73)22 y tambin mbar (cf. Od. XV 460). La raz indica brillante (cfr. , el sol radiante). Los griegos se dieron cuenta de la fuerza de atraccin del mbar si se le frotaba contra la ropa; por esta razn William Gibert acu en su obra De Magnete (1600) un trmino nuevo en latn, elec-tricus, para referirse a la propiedad de un objeto que es capaz de atraer otros objetos ms pequeos tras haberlo frotado contra algo.

    La acentuacin espaola se debe a la influencia del francs, que tiende a acentuar en la ltima slaba. e) Encima. Este adverbio es una palabra compuesta: en, que proviene del latn in, dentro de, y cima, que deriva del latn cyma, calco del griego , es decir, lo que est hinchado, ya sea por una fuerza fsica inerte, como la ola del mar o la cima de una montaa, ya sea por una fuerza vital o ges-tante, como el brote de una planta o el propio embrin humano. El verbo significa, de hecho, estar hinchado o encinta. f) poca. Proviene del latn epcha, y ste del griego , que significa suspensin o retencin. Se usaba en distintos contextos, como el filosfi-co (suspensin de juicio, Chrysipp. Stoic. II 39), econmico (suspensin de pagos, BGU 599.3), etc. El que ms relevancia ha tenido ha sido el astro-nmico, que haca referencia a la posicin fija (parada) de una constelacin de astros, en cuyo periodo tenan lugar diversos acontecimientos histri-cos. De hecho, deriva de , sobre, encima, y , tener, sostener, ocurrir. g) Esclavo. Procede del bajo latn sclauus, que deriva del griego bizantino , por regresin de la voz , que significa eslavo; esta voz proviene de slovnin, que es como se llamaba a s mismo el pueblo esla-vo23. El porqu de este trmino se halla en la historia: en el Oriente medie-val, los eslavos eran frecuentemente comercializados como esclavos por ciudadanos del Sacro Imperio Romano-Germnico, que los introducan, a 22 Segn Plin. Hist. Nat. IV 23 (80), la proporcin era cinco partes de oro y cuatro de plata. 23 Este pueblo se asent en las actuales estepas rusas, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Bos-nia, Croacia, Serbia, Bielorrusia, Ucrania.

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    travs de Catalua, en la pennsula ibrica para venderlos, como eunucos, en El-Andalus24. h) Mquina. Esta voz proviene del latn, machna, y ste del griego , pero en su dialecto drico, . Ntese la apofona del griego al latn, que el espaol ha conservado. Si bien puede significar cualquier artificio o artilugio, como , lo normal es que se refiera a la gra del teatro que alzaba a los dioses y los sacaba a escena en un plano superior al de los mortales. De ah que se utilice la expresin latina deus ex machina, que es un calco de la griega . Fjese que la voz mquina denota-ba primariamente aquel medio que produca un efecto sobrenatural y no el que sirve de ayuda para el trabajo de los hombres. i) Lgrima. Esta voz espaola proviene del latn lacrma o lacryma25, que deriva del griego . Lo ms interesante de esta voz es la relacin tan estrecha que existe entre la /d/, oclusiva dental sonora y la /l/, lateral con diferentes alfonos segn la consonante a la que preceda. En realidad, la pas en ciertas ocasiones a una l latina; as se ve, por ejemplo, en , que pasa en latn a ser Ulixes. Este fenmeno ocurre tambin en espaol; de hecho, los que hemos nacido en Madrid, nos llamamos madri-leos y no *madrideos. j) Limosna. Procede del latn lmsyna, y ste del griego , que deriva del verbo , 'tener compasin'. Fonticamente hablando, la caracterstica ms importante es el iotacismo de que se suele fechar en el s. III d.C. entre los helenismos espaoles26. El rasgo ms significativo es que la compasin primera del griego, que es mucho ms amplia, quedar re-ducida en las lenguas modernas a una mera donacin de dinero. k) Norma. Proviene de la voz latina norma, que significa escuadra de un carpintero. Segn Bergua Cavero, derivara del griego del ac. (de ), que, adems de significar esta escuadra, podra denotar al exa-minador o intrprete de algo. Este erudito espaol supone la cada de la consonante inicial, sncopa de la /o/ breve, disimilacin de /n/ en /r/ y me- 24 Recurdese que, en griego, esclavo es , que lo relacionaremos con el trabajo, y en latn, seruus, ya que los emperadores vendan a los cautivos y, por esta razn, los conservaban y no los mataban (cf. Iust. Dig. I 5,4, 2). Es ms probable, sin embargo, que seruus provenga de seruire que de seruare (cf. Ernout-Meillet, s. u. seruus). En latn medieval, el vocablo seruus ya no designaba la persona objeto de compraventa, sino un individuo jurdicamente libre, pero adscrito a una tierra y sometido econmicamente a un seor (este hecho dar lugar al feudalismo). La palabra esclavo, de reciente creacin, llen este vaco semntico. 25 Tambin est atestiguado el vocablo dacruma. 26 Cf. la famosa invocacin litrgica, , (Mt 17, 15), que se suele transcribir como Kyrie eleison.

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    ttesis de /mr/ en /rm/, de donde esp. norma27. El famoso diccionario de latn Lewis-Short, sin embargo, la hace derivar del griego , las co-sas que son conocidas, con prdida de la consonante inicial y apcope de la iota intermedia. En cualquier caso, ambas voces griegas proceden de , conocer. El significado en espaol deriva de la regla que sirve para ajustar las medidas y, metafricamente, la vida misma. l) Obispo. Deriva del latn pscpus, que es un calco del griego , inspector, es decir, el que observa () todo por encima (). En espa-ol, se ha producido cambio de timbre en la vocal inicial, sonorizacin de la oclusiva sorda y cada de la o breve, arrastrando en esta sncopa la con-sonante c al quedar en medio de un contexto de difcil articulacin.

    A este respecto es interesante notar que la voz espaola presbtero pro-cede del griego , a travs del latn presbyter y que en tico es el comparativo de , anciano; es decir, que presbtero significa el ms anciano; de su correspondiente heleno proceden las voces inglesas priest, alemn Priester y francs prtre28. ll) Parclito. La voz griega ha sido introducida en espaol co-mo cultismo para designar el Espritu Santo (Jn 14, 16.26; 15, 26; 17, 7); su significado resulta oscuro al profano. En el mejor de los casos, hay quien puede entender que se trata de un intercesor ante el Padre; el rol que posea en la Antigedad Clsica (cf. Lycurg. Fr. 102) viene olvidado.

    Su calco latino s es ms conocido: aductus; su patronmico en espa-ol es obvio: abogado. En efecto, tanto el vocablo griego como el latino in-dican a aquella persona que uno, indefenso e impotente, llama ( < ) para que venga a su lado () y lo auxilie. El parclito es, por lo tanto, el defensor que, al lado de la vctima o del cliente, lo ampara y lo protege. m) Persona. Deriva del latn persna, que, a travs del etrusco phersu, se remite al griego ; significa la mscara de un actor29. De hecho, la voz griega est formada de la preposicin , delante de, y la voz (ac. ), rostro. Tngase en cuenta que el desarrollo de esta palabra, que pertenece de lleno al mbito teatral, se debi al cristianismo y a la teologa de la Santsima Trinidad: un nico Dios, tres personas.

    Adems del contexto teatral, la palabra persona entr en el campo lxi-co de las leyes con el significado de un sujeto de derecho y obligaciones. En principio, no se refera a la condicin de hombre como ser humano; de ah que todava se hable de persona jurdica para referirse a una socie- 27 J. Bergua Cavero, op. cit., pg. 93. 28 El espaol cura proviene del latn cura, tener cuidado (del alma de los fieles). 29 No est claro que la voz latina deba derivarse de per-sonare, amplificar la voz.

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    dad cualquiera u organismo administrativo. Slo con el tiempo se fue lle-nando este vocablo de humanidad. n) Reloj. Proviene de horologium, y ste del griego , instrumento que dice las horas. Es una palabra curiosa en espaol porque son escassi-mas las palabras que terminan en j. Segn Corominas, entr en espaol a partir del cataln antiguo relotge, que dara en castellano reloje; en plural sera relojes y de ah se form el singular. 8.2. Explicacin cultural y didctica de los helenismos espaoles

    Pasamos a continuacin a explicar un reducido grupo de helenismos espaoles, cuyo aspecto cultural puede suscitar en el alumnado su inters por la Cultura Clsica. El objetivo ltimo es despertar en el estudiante de esta asignatura la curiosidad por el fascinante mundo de las palabras tanto griegas como espaolas.

    8.2.1. ngel

    Esta voz proviene de la palabra latina anglus, que, a su vez, deriva del vocablo griego .

    El trmino griego significa mensajero30, es decir, aquel enviado que transmite a otro una noticia31; es cierto, no obstante, que ya desde Homero se suele utilizar para indicar un enviado divino, como pueda ser Iris. Es evidente que fue el cristianismo el que restringi su uso al concepto que hoy conocemos como ngel, pero tambin se sirvi la filosofa tarda de esta nocin para designar a ciertos seres semidivinos32. Es muy probable que esta voz derive de 33, conducir.

    La voz espaola est ya documentada en el poema de El Mo Cid34. En el presente caso no hay ningn problema respecto al acento porque la voz griega lo lleva al inicio de la palabra, como lo hace tambin el latn ya que 30 Omitimos aqu, por razones obvias, los conceptos latinos de estandarte con la efigie del arcngel S. Miguel o de ttulo que a los sumos pontfices y obispos solan acompaar, as como a un cierto tipo de moneda de oro o a la invocacin de la oracin Angelus Domini. 31 Vase, por ejemplo, la voz (Hdt. I 120). 32 P. Chantraine, Dictionnaire tymologique de la Langue Grecque, vols. I-IV, Klincksieck, Pars, 1968-1977, s.u. . 33 Cf. , rebao. De hecho, el verbo implica un modo muy particular de guiar, a saber, desde atrs, como hace el pastor al rebao (comprese con el que gua (duco) sien-do el primero, el dux, duce o caudillo). 34 Aparece en el v. 406 con el sentido puramente cristiano: El ngel Gabriel a l vino en sueos.

  • 141 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    la vocal e es breve. La grafa griega con doble gamma no representa una consonante geminada, sino la representacin del fonema /n/ ante una oclusiva velar; de aqu que el latn lo haya transcrito como ng. Respecto a la prdida de la vocal o de la palabra espaola, todos los autores sealan que no se cie a la norma regular de la fontica espaola. Dos son las posibles explicaciones: o bien se trata de un provenzalismo de origen francs (introducido por los monjes de Cluny o por los peregrinos de Santiago de Compostela) o bien se trata de una forma apocopada que se impuso definitivamente: el ngel Gabriel o tambin el ngel del Seor35.

    En poca medieval, tal y como indica el Mittellateinisches Wrterbuch, la acepcin que designa a un hombre (normalmente un sacerdote, un obispo, un monje o una persona religiosa en general) es una nocin metafrica de la primera o genrica, esto es, creatura uel nuntius caelestis3637.

    Tambin es interesante mencionar que, en el Mundo Antiguo, el deba realizar, en muchas ocasiones, una misin muy importante, a saber, la de anunciar a una ciudad determinada que una personalidad poderosa e influyente, generalmente un rey, iba a visitarla; el fin ltimo de este anuncio es que los lugareos de dicho emplazamiento engalanaran la poblacin con sus mejores aderezos y recibieran de este modo como era preceptivo visita tan regia.

    Como propuesta didctica, se presentan las siguientes imgenes y se formula esta pregunta: En qu se parece el arcngel san Gabriel, el dios Hermes y el icono de Messenger?

    35 Recurdese, como bien seala J. Bergua Cavero, op. cit., pg. 53, que los helenismos espaoles terminan en s, n y r; la consonante l al final de palabra se debe al apcope de la vocal o (como tambin sucede con apstol), pues el griego no admita esta consonante en final de palabra y el nico tema en l era , , "sal, mar". 36 AA.VV., Mittellateinisches Wrterbuch (bis zum ausgehenden 13. Jahrhundert), vols. I-III, Beck, Mnich, 1967-2007, s.u. angelus. 37 La voz latina nuntius es la equivalente a la griega .

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    La anunciacin a Mara (Botticelli)

    El dios Hermes

    Logotipo del Messenger de Microsoft

    La respuesta es obvia: todos ellos son mensajeros y hacen referencia,

    en ltimo trmino, a la voz . Del apartado terico visto ms arriba se escogen los puntos ms pertinentes.

    La propuesta didctica intenta evocar en el alumno el carcter primi-genio de nuestra voz ngel e intenta vincularla a distintos aspectos cultura-les de nuestra vida cotidiana, como es la impronta cristiana de dicha voz en el anuncio a la Virgen Mara, o el legado mitolgico grecorromano (Mercurio-Hermes) en el mensajero alado por excelencia y en los servicios electrnicos que utilizan a diario.

    8.2.2. Bodega / Botica Estas dos voces son, probablemente, las que ofrecen las mayores posi-

    bilidades para la enseanza de los helenismos espaoles en la asignatura de Cultura Clsica, y con ellas se debera empezar cualquier clase sobre este tema. Vayamos por partes.

    La palabra bodega proviene del vocablo latino pthca y ste, del grie-go , que en griego significa simple y llanamente depsito. Es

  • 143 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    cierto que puede ser un almacn de provisiones, como indica Corominas y se lee en las parbolas del Nuevo Testamento, por poner un ejemplo, pero en Luciano (Ind. 5) es un mero almacn de libros38. La palabra griega deriva de la preposicin , con el significado de alejado, apartado, y , que indica colocar algo; el verbo seala, pues, lo que se coloca aparte como reserva, ya sea para utilizarlo en algn otro momento, ya sea para venderlo39.

    De hecho, el mencionado Mittellateinisches Wrterbuch distingue para apotheca tres significados principales, si bien el ltimo, el que lo entiende como un depsito jurdico, como una hipoteca, lo vamos a dejar de lado por tener pocas fuentes de uso40. Las dos grandes acepciones se refieren, en primer lugar, a un almacn (repositorium; Aufbewahrungsort) o a un recipiente o envase (receptaculum; Behlter), y, en segundo lugar, a un tienda o puesto de venta (taberna; Verkaufsstand). En el primer caso, el almacn puede consistir en las habitaciones de una determinada edificacin que funcionen como depsito o nave de aprovisionamiento (horreum, promptuarium, cellarium; Lagerhaus, Speicher, Vorratskammer)41 o incluso de tesoros (gazophylacium42; Schatzkammer), si, en cambio, se refiere a un recipiente, suele ser para albergar perfumes (unguentarium; Salbegef). En el segundo caso, el ms interesante para nosotros, el de puesto de venta, puede tener un sentido genrico, como un lugar general de compra-venta o con un sentido ms preciso, a saber, para el comercio de hierbas y medicamentos (taberna aromatica uel medicamentaria; Gewrzeladen, Apotheke).

    El primer documento de la palabra bodega en espaol data del ao 1092 con la voz botega, que ya presenta la afresis tpica de esta voz en espaol43 debida a la temprana confusin con el artculo: illam apothecam > (il)la(m) (a)potheca(m) > la *potheka44. No obstante, en espaol se constata una forma abdega45, recogida por Corominas del s. XII46. Las tres consonantes oclu- 38 En otra obra de este mismo autor, concretamente en Luc. Cont. 22, el depsito es de cadveres ( ). 39 Du Cange habla de locus ubi merces aliaeue res asseruantur, et reconduntur, horreum. 40 Una fuente, del ao 1272, la cita dicho diccionario, otra fuente, del ao 1258, Du Cange. 41 ste es el significado que posee hoy en da el trmino en griego moderno. 42 Esta palabra nos tiene reservada otra sorpresa en este trabajo. 43 Tambin lo har en italiano y en francs. Esto mismo ocurre en otra palabra que tiene que ver con el mundo de la farmacia, pcima, que viene del latn apozema y ste, del griego 44 Segn Du Cange incluso en latn se constata una voz potheca. 45 Segn el M. Pfister, Lessico Etimologico Italiano (LEI), vols. I-XII, Reichert, Wiesbaden, 1979-2012, en vol. III, col. 157, dicha voz indicaba una cantina di vini. 46 Ntese la cada de la vocal o situada entre la a y una vocal larga con acento .

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    sivas sordas /p/, /t/, /k/ pasarn en espaol a las respectivas oclusivas sonoras /b/, /d/, /g/, si bien el primer trmino atestiguado en castellano mantiene la sorda dental, como lo har el espaol actual para la voz botica47, que tampoco sonoriza el sonido /k/48. Esta ltima voz, por cierto, s muestra el famoso iotacismo de la 49, sin que esto implique, segn Corominas, que este cambio de timbre se debiera a la influencia de la provincia bizantina del sureste de Espaa entre los aos 554 y 625.

    A nuestro entender, el punto ms interesante de esta investigacin etimolgica es el aspecto cultural que posee esta palabra, para cuyo desarrollo debemos ampliar el horizonte y contemplar la sugerente historia de la voz latina. El trmino apotheca ha originado en las distintas lenguas europeas un variado y nutrido grupo de palabras. En espaol, ya lo hemos visto, tenemos bodega y botica, sin olvidar sus derivados, como puedan ser bodegn y botiqun. En alemn tenemos dos voces, Apotheke, farmacia, y Bude, que puede ser tanto un punto de venta50 como la propia casa o, incluso el cuarto en el que uno vive, acepcin que pertenece de lleno al mbito coloquial. En italiano ha dado bottega, es decir, una tienda donde se vende mercancia muy variada o el taller de un artesano, como pueda ser el de un zapatero51. En francs, tenemos boutique, la tienda de comercio o de un artesano, como en italiano; tambin puede significar, en el lenguaje coloquial, la propia casa o el lugar de trabajo52. En ingls, la voz se halla dentro de la palabra apothecary, que entr en ese idioma gracias al francs; el sentido es el mismo que el del alemn: empleado en un lugar donde venden medicinas.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: En qu se parece Zara, la far-macia ms antigua de Madrid Reina Madre53 y las famosas bodegas Senz de Santamara de La Rioja?

    47 Du Cange fecha su aparicin en el Concilio Palentino del 1388. 48 Tambin est atestiguada, sin embargo, la voz botiga. 49 Este fenmeno ocurre tambin en francs para el derivado de esta palabra, pero no as en italiano ni en alemn. No parece probable, sin embargo, que las formas sin afresis tengan un nico centro de irradiacin (cf. M. Pfister, op. cit., en vol. III.1, col. 158). En cualquier caso, la afresis debe de ser un fenmeno posterior a la de la sonorizacin de la p. 50 Se debera decir con ms propiedad Verkaufsbude, si bien la expresin raya en lo colo-quial. 51 En la Edad Media, se entenda el taller de un artista famoso: la bottega di Giotto. 52 Tambin el italiano poda tener este significado coloquial. 53 Se halla sita en la calle Mayor, 59 y se construy en 1578; posee incluso una receta de un personaje muy famoso: Miguel de Cervantes. Como curiosidad comentaremos que la farmacia ms antigua de Europa de la que se tenga documentacin fiable de su origen

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    Farmacia Reina Madre Bodegas Senz de Santamara (La Rioja)

    La respuesta es fcil: todos estos establecimientos, en diversas lenguas, provienen de una misma palabra griega: . A partir de este punto, se ofrecen las noticias ms pertinentes que se han desarrollado en el apartado terico.

    El valor didctico y cultural de esta palabra, que es el objetivo ltimo de este trabajo, consiste en hacer ver al alumno de qu manera cada pueblo o nacin ha ido apartando en un lugar seguro para su uso o posterior venta lo que consideraba importante para s mismo. Si en francs se ha generalizado como una tienda de venta, tanto del pan cotidiano como de la ropa ms exclusiva, en alemn y en ingls se ha mantenido un sentido farmacutico que no se halla exento de la propia mentalidad espaola con la voz botica. Sin embargo, los espaoles hemos preferido almacenar en ella la panacea contra todos los males, el lquido que alegra de la antigua botica de la turstica ciudad croata de Dubronik (1391) y la conocida co-mo Farmacia de la Plaza Mayor de la capital de Estonia, Tallin (1422) no se tiene nin-gn documento histrico que pruebe fehacientemente la fecha de su apertura se halla en Espaa, concretamente en el municipio de Llivia, provincia de Gerona (como se sabe esta poblacin pertenece a la comarca de la Baja Cerdaa y se halla enclavada en territo-rio francs). Si bien debi de ser fundada en el s. XV, los documentos histricos ms anti-guos datan del 1594; desde 1926 no se utiliza ms como botica y se ha destinado su local a un Museo de la Farmacia.

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    el corazn del hombre, el amigo que nunca engaa si no se abusa de l, el buen vino.

    8.2.3. Cementerio

    Esta voz procede del latn tardo coemtrum, que est tomado del griego y significa dormitorio, como indica el vocablo del que deriva , dormir.

    En espaol esta voz est atestiguada con seguridad en una glosa de Toledo hacia el ao 1400, si bien es probable que ya apareciera en obras anteriores al s. XV. Como es fcil de advertir, ni el griego ni el latn poseen la letra n antes de la t; esta consonante adventicia se halla en algunos dialectos franceses e italianos y en polaco cmentarz, pero no en los idiomas oficiales: ingls, cemetery; francs, cimitire; italiano, cimitero54. Siempre se ha supuesto una falsa etimologa popular que remita esta voz a caementum, es decir, cemento, cimiento. Corominas, sin embargo, menciona la tesis de Schuchardt que infiere una propagacin fontica de la nasalidad. Tambin es interesante mencionar que el sufijo -terio, procedente del griego -, tuvo su origen en la amalgama entre el sufijo - y el sufijo -, y que se aplicaba a nombres de instrumentos, como , incensario, de lugares, como , juzgado, etc.

    Este concepto nace con la fe cristiana, en donde los muertos duermen hasta el da del Juicio Final en el que sern despertados, unos para la vida eterna, otros para la condena sin trmino. En la antigua Roma, si bien al principio se enterraba en la propia casa55, la Ley de las Doce Tablas56 prohibi esta costumbre con el fin de evitar las enfermedades por contagio; de hecho, los muertos siempre deban ser enterrados a las afueras de la ciudad57.

    54 El alemn utiliza el compuesto de camposanto o cortil de paz: Friedhof. Por cierto, es interesante el origen de la voz espaola camposanto. En la ciudad de Pisa, la autori-dad competente orden cerrar definitivamente el cementerio construido en el s. XIII y para ello se decidi cubrir todo el terreno con tierra trada por galeras especiales desde los Santos Lugares de Jerusaln. 55 Cf. Isid. Orig. XV 11: prius quisque in domo sua sepeliebatur. 56 Cf. Cic. De Leg. II 23: homine mortuum, inquit lex in XII, in urbe ne sepelito, neue urito. 57 Aqu cabe hacer al alumno la siguiente precisin: en la Antigedad, eran los muertos los que daban la bienvenida a los vivos en la entrada a las ciudades; los cristianos toma-ron esta misma idea y la aplicaron a la Ciudad de Dios en la tierra, la Iglesia, de ah la costumbre de que en el jardn de numerosos edificios santos se hallen sepulturas que acompaen al creyente hasta la entrada de la Iglesia; su funcin es recordarle que su morada no se halla en este mundo, sino en el Reino de los Cielos consumado.

  • 147 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: En qu se parece el cementerio de la Almudena, una hormigonera y una ciudad dormitorio?

    Ciudad-dormitorio de Las Tablas Cementerio de La Almudena Hormigonera

    La respuesta es que en el primer y tercer caso todos duermen y en el

    segundo se ejemplifica la etimologa popular de cementerio. El objetivo didctico es hacer ver al alumno la posibilidad de buscar

    orgenes falsos e interpretaciones populares en la raz de las palabras.

    8.2.4. Escuela Esta voz proviene del latn schla y ste del griego , que significa

    ocio, tiempo libre, si bien, en un sentido traslaticio, como veremos a continuacin, puede significar tambin estudio.

    En efecto, la palabra griega denota el tiempo que uno posee para s mismo, que no debe emplear en una actividad laboral determinada, que no est ocupado en las obligaciones habituales del trabajo. Este tiempo lo puede dedicar a diversas actividades, como, por ejemplo, a escuchar a una persona. El lapso temporal que se consagra al saber, lo que los latinos llamaban precisamente otum58, es la por excelencia; de ah, se

    58 Ntese que poco ha quedado en espaol del original otium: nadie se imagina hoy en da que el verdadero ocio del hombre es el que se dedica a las letras, ya sea que uno lea, ya sea que uno escriba. En realidad, ste es el verdadero tiempo del hombre, el modo ms

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    ampli este concepto al lugar en donde se estudiaba y se conversaba eruditamente.

    En esta palabra es importante sealar que la aspiracin griega se fue perdiendo hasta convertirse, en latn vulgar, en meras oclusivas sordas: > sc(h)ola > escuela59. A diferencia de lo que ocurre en otros idiomas, el espaol necesita una e prottica para su pronunciacin: e-scuela.

    La voz espaola diptongada se halla en Berceo; sin diptongar (escola) se encuentra en un documento mozrabe del 1192. Interesante es que esta voz aparece cuatro veces en el poema de El Mo Cid60 con la grafa escuellas, error evidente como es tambin el de ciello. Este concepto significa, segn Corominas, squito de un seor o mesnadas que hacen la guerra con l, es decir, una compaa de soldados o de guardias. Esta nocin debi de nacer del acompaamiento que los discpulos prestaban a su maestro, derivando, poco a poco, a un cuerpo especial de carcter militar61.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: En qu se parece la gua de ocio de Madrid, una escuela y un cuerpo de guardia real?

    sano de emplearlo. El trabajo, las actividades pecuniarias slo son una negacin existen-cial de este tiempo libre, un mero neg-otium. 59 Vase tambin el francs cole y el italiano scola; el ingls school y el alemn Schule son ms conservadores en su grafa, si bien la aspiracin tambin se ha perdido en la pronun-ciacin. 60 Cf. vv. 530; 1360; 1362; 2072 61 En el lxico sobre el latn medieval de J. F. Niermeyer, Mediae Latinitatis Lexicon Minus, Brill, Leiden, 1976 se recoge esta acepcin en los tres primeros puntos en los que desarro-lla la voz latina schola. W. v. Wartburg, Franzsisches Etymoologisches Wrterbuch, vol. XI, Zbinden, Basel, 1964, en pg. 302 indica claramente que in dieser bed. [gruppe, kr-perschaft] war sptlt. schola ebenso wie gr. auch auf die kaiserliche leibwache bezogen worden.

  • 149 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    Cambio de guardia en el Palacio Real (Madrid)

    La respuesta es, obviamente, que todo tiene que ver con la palabra griega . El fin didctico es despertar en los alumnos una actitud positiva hacia la escuela, un tiempo privilegiado (slo quien tiene satisfechas sus necesidades primarias y no debe trabajar todo el da para cubrirlas, puede dedicar su tiempo al aprendizaje) del que no todas las personas en este mundo pueden disfrutar. Se har tambin mencin de su evolucin histrica como cuerpo militar.

    8.2.5. Galimatas

    Presentamos esta voz como un ejemplo claro de incerteza en el origen de la palabra y de curiosas explicaciones para dar razn de ella. As se debe presentar al alumnado.

    Segn Corominas, el vocablo procede del francs galimatias, cuyo ori-gen es, con todo, incierto; quizs provenga de Barimata o Galimata, pas extico de donde procedera el personaje evanglico Jos de Arimatea (en latn Joseph ab Arimathia) y luego aplicado a lenguajes incomprensibles, que se creen hablados en pases lejanos62. En francs, aparece en 1580 en Montaigne, que traduce as la sentencia griega: , 63, a quoy faire la science, si lentendement ny est?, lo cual bien podra parafrasearse con nuestro Quod natura non dat, Salmantica non praestat.

    62 J. Corominas, op. cit., s.u. Galimatas. 63 Se atribuye esta mxima a Menandro, Sent. 557 Meineke (Sent. ex Byz. Cod. 865 Jkel).

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    Bergua Cavero y la RAE, sin embargo, se decantan por una explicacin completamente distinta. La RAE ofrece antes de las dos acepciones de este entrada, a saber, lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusin de las ideas o confusin, desorden, lo, ambas expresiones de carcter coloquial, una aclaracin etimolgica del trmino que, contraria-mente a lo que suele ser habitual en estos casos, es bastante larga: Del fr. galimatias, discurso o escrito embrollado, y este del gr. , segn Mateo, por la manera en que este evangelista describe la genealoga que figura al comienzo de su Evangelio64. A esa misma expresin griega de carcter bblico se remite Bergua Cavero para explicar el origen de esta voz, si bien el profesor de la Universidad de Mlaga no introduce este trmino entre los galicismos, sino entre los bizantinismos ms o menos seguros en espaol65. Esta explicacin est en sintona con la que se ofrece en el Tesoro de la Lengua Francesa Informatizado66, segn la cual Kahane cree que se tratara de una expresin humanista originaria de Bizancio con la que se hara alusin al comienzo del Evangelio segn san Mateo (1, 1-17), en donde se narra la genealoga de Jesucristo, cuyo recitado suele ser mondico e ininteligible por la cantidad de nombres hebreos o arameos que contiene. De una voz latina medieval *galimateus debera proceder el vocablo occitano galimatias.

    Esta enciclopedia francesa, sin embargo, dedica a esta palabra otras muchas explicaciones, de entre las cuales resaltamos la siguiente. En el s. XVI a los estudiantes que participaban en cierto tipo de discusiones muy regladas se les designaba con la voz latina gallus, de donde surgira nues-tra voz junto al trmino griego latinizado -mathia por -67. Hay quien68, sin embargo, aporta otra idea al respecto: un joven abogado, defendi el caso de un cliente llamado Matas que porfiaba por la propiedad de un gallo. Sea que el abogado se equivocara y dijera Galli Mathias (el Matas del gallo) en vez de Gallus Mathias (el gallo de Matas), sea que para defender el pleito utilizara un lenguaje tan enrevesado que resultara ininteligible para la mayora de los asistentes, el caso es que, a partir de este pleito, se asoci un discurso poco claro con esta palabra.

    Por ltimo, cabe recordar como Du Cange atribuye a San Isidoro la voz ballimathia (en san Isidoro, Vallematia), diciendo que eran inhonesti

    64 RAE, s. u. Galimatas. 65 J. Bergua Cavero, op. cit., pg. 108. 66 Cf. Trsor de la Langue Franaise Informatis, s.u. Galimatias. 67 W. Meyer-Lbke, Romanisches Etymologisches Wrterbuch, Winters, Heildelberg, 19353, s. u. Gallimathias 68 A. Ortega Morn, Galimatas, en Cpsulas de lengua, 2009, http://capsuladelengua. wordpress.com/2009/03/23/galimatias/ [consultado el 02-05-13].

    http://atilf.atilf.fr/dendien/scripts/tlfiv5/visusel.exe?102;s=3943989630;b=7;r=1;nat=;i=6;;http://capsuladelengua.wordpress.com/2009/03/23/galimatias/http://capsuladelengua.wordpress.com/2009/03/23/galimatias/

  • 151 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    cantationes, et carmina jocaque turpia, que ira en el mismo sentido estudiantil, aunque con un tono bien distinto.

    La primera vez que aparece en espaol es en 1742 en la obra del P. Fei-joo Cartas eruditas y curiosas. El diccionario de 1843 de la RAE seala, no obstante, que dicha voz era de incorporacin reciente. Es ms, la historia de esta palabra en la RAE es muy curiosa. En los diccionarios de 1884 y 1800 se propone como etimologa la voz del bajo latn ballimatia, cmbalo; desde 1914 hasta 1956 se omite cualquier referencia al origen de esta pala-bra; el diccionario de 1956 se decanta por la explicacin estudiantil: del fr. galimatias, invencin jocosa del siglo XVI; de galli, gallo, y el gr. , enseanza), aclaracin que se mantiene hasta el diccionario de 1984, en donde se vuelve a omitir su origen, como se hace tambin en el de 1989. El diccionario de 1992 se remite solamente al origen francs del trmino es-paol, sin profundizar ms en el tema. En la 22. edicin de 2001, como hemos visto, se opta por la explicacin bblica; es probable que el cambio de la RAE en el s. XXI se deba a la informacin que se halla en el Tesoro de la Lengua Francesa.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: Qu relacin guardan el Evan-gelio segn san Mateo, Jos de Arimatea y un gallo?69

    San Mateo Jos de Arimatea

    Se les explica todo lo que se estime oportuno de la parte terica vista. Con esta palabra se quiere hacer hincapi en las diferentes posibilida-

    des que existen a la hora de buscar una explicacin etimolgica de las pa-labras; de muchas de ellas no tenemos una certeza absoluta sobre su posi-

    69 Es posible que aqu s relacionen los tres datos con el relato bblico de Jess, la traicin de Pedro y el descendimiento de Jess por parte de Jos de Arimatea.

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    ble causa y los expertos en la materia proponen diversas explicaciones, que, a menudo, no resultan ni crebles ni probables.

    8.2.6. Gazpacho

    De todos es conocida esta sopa fra tpica del verano andaluz que se compone de pedazos de pan con aceite, vinagre, sal, ajo, cebolla y otros posibles ingredientes. El origen de esta palabra es incierto y dos son las teoras principales para explicarla. Estamos, como en el caso anterior, ante una palabra cuya etimologa no ha sido aclarada todava.

    Corominas cree que hay que relacionar esta voz con un derivado del trmino caspa, a saber, caspicias, cuyo uso familiar en espaol quiere decir restos, sobras que no tienen ningn valor. Este erudito cree que el uso en plural gazpachos, con valor colectivo, tal como dicen Cervantes y Co-varr., sera el originario por alusin a los pedacitos de pan70. Es decir, que gazpacho se relaciona con la familia lxica de caspa entendida como resi-duos o restos sin importancia.

    Distinta es, sin embargo, la explicacin que ofrece Corriente y a la que Bergua Cavero y la misma RAE se remiten. Segn Corriente, el nombre de este alimento procede del rabe hablado en la Pennsula *gazp(el)o, que deriva del latn gazophylacum, que proviene de 71, es decir, el cepillo de la iglesia en donde se echan las monedas, por alusin al conte-nido de dichas cajas para limosnas, a las que iban a parar las ms dispares y peores monedas y hasta mendrugos de pan72. La insistencia de los cl-rigos en reclamar limosnas de los fieles73, moviendo las cajas continua-mente y haciendo que todo se mezclara, sera una imagen del revoltijo de picatostes en la sopa fra andaluza.

    La RAE alude a la transmisin de esta voz griega a travs del rabe hispnico *gazpo y explica la relacin entre ambas palabras por la diver-sidad de su contenido, ya que en l se depositaban como limosna mone-das, mendrugos y otros objetos. Como ya suceda en el trmino galima-tas, la entrada de la RAE ha ido cambiando su explicacin etimolgica con el tiempo. En 1734 se citaba a Covarrubias, que la haca provenir del tos-cano guazzo, si bien en el diccionario de 1780 ya no se explicita dicho ori-gen. As sucede hasta el diccionario de 1884 (tambin aparece en 1889), en 70 J. Corominas, op. cit., s. u. Caspa. 71 Este trmino proviene de dos voces griegas, , tesoro y , guarda. 72 F. Corriente, Diccionario crtico etimolgico de la lengua castellana, vols. I-VI, Francke, Berna, 1954, pg. 332. 73 La causa era la imagen de la pobre viuda, cuya generosidad Jess alaba sin paliativos en el Evangelio (Lc 21, 1-4).

  • 153 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    el que se lee la misma etimologa y se aclara que es un aumentativo des-pectivo. De nuevo vuelve el silencio acadmico hasta la ltima edicin del diccionario.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: Qu relacin guardan el gazpa-cho, la viuda del Evangelio y la caspa del pelo?

    Se explican las dos posibles teoras sobre el origen de este vocablo. Se insiste, de nuevo, en el amplio nmero de palabras, cuyo origen des-

    conocemos, en la importante mediacin de los rabes a la hora de transmitir voces griegas y el origen simblico que muchas palabras tienen, cuyo resul-tado no permite reconocer fcilmente de qu voz pudo derivarse.

    8.2.7. Gobernar

    Esta palabra proviene del latn gbernare, que, a su vez, procede del griego ; obsrvese el conocido proceso de la sonorizacin de la oclusiva sorda griega /k/ en su fonema correspondiente /g/.

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    La palabra helena indica la accin de pilotar una nave y pertenece claramente al vocabulario martimo de esta lengua; la persona encargada de regir la nave, el timonel, se dir en griego y en latn gberntor (> gobernador). El prstamo latino debi de ser muy temprano, alrededor del s. IV a. C.; en realidad, muchas voces del lenguaje marinero pasaron del griego al latn porque los romanos aprendieron muchas tcnicas de navegacin tanto de griegos como de cartagineses.

    La metfora que relaciona el Estado con una nave es muy antigua y se puede encontrar en la Grecia Arcaica74, concretamente en dos fragmentos de Alceo (73; 326 Lobel-Page), que han sido transmitidos por Herclito (Alleg. Hom. 5)75.

    Lo ms interesante, desde el punto de vista de los alumnos, es la recuperacin de los vocablos griegos originales, y para designar al cibernauta y a la ciberntica, como trminos tcnicos relacionados con tcnicas informticas de navegacin por redes76. De hecho, todo el mundo de la electrnica, de Internet, est repleto de voces martimas, como indica el mismo verbo de navegar en (o) por la red, expresin que tomada al pie de la letra es contradictoria en s misma77.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: Qu relacin guardan una nave de pescar, el gobierno de una nacin e Internet? 74 Su uso en la tragedia, comedia, Platn, Aristteles, etc. est muy bien atestiguado. Es falso, como se indica en la pgina de Internet El origen de las palabras, s. u. Gobernar, que es en latn donde, por la metfora frecuente de que un Estado es como "una nave" que hay que pilotar bien, el trmino gobernar va adquiriendo cada vez ms el significado actual de regir y administrar un estado o un territorio. 75 F. R. Adrados, Origen del tema de la nave del estado en un papiro de Arquloco (56 A Diehl), Aegyptus, 35, 2 (1955) 206-210 supone que el origen del tema de la nave se halla en un papiro de Arquloco, concretamente en el 105 West (l habla del 56 A Diehl); este erudito cree en la pg. 210 que toda la problemtica del tema de la nave del Estado arranca de que, nacido en un poema determinado de Arquloco, se ha aplicado luego a otras circunstancias. 76 El origen de las palabras, s. u. Gobernar [consultado el 03-10-2013]. 77 Nosotros hemos sugerido tambin a la RAE una palabra, en consonancia con los tiem-pos modernos, para la mencin de bibliografa hallada por medios informticos: dictiogra-fa. Esperemos que sta y no el engendro webgrafa supere el temporal que se abate en estos escollos y llegue a buen puerto.

    http://etimologias.dechile.net/?gobernarhttp://etimologias.dechile.net/?gobernar

  • 155 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    Se explican los puntos principales de la teora expuesta ms arriba. Con esta palabra se intenta hacer comprender a los alumnos que mu-

    chas denominaciones actuales hunden sus races en el mundo de la Anti-gedad, cuya forma de pensar y de vivir ha inspirado, y sigue an inspi-rando hoy en da, a los hombres de todas las pocas y naciones. Incluso en los medios y ambientes que nos parecen ms alejados del mundo clsico, como pueda ser Internet.

    8.2.8. Policlnica

    Con esta palabra queremos presentar un nuevo tipo de formacin den-tro de los helenismos espaoles (y, en este caso, tambin europeos).

    Esta voz tiene origen alemn y se refera a los establecimientos pbli-cos que aspiraban a servir para toda una ciudad78; de hecho, tanto Dornseiff79 como Kugel80 definen tal palabra como Stadtklinik.

    78 J. Corominas, op. cit., s. u. Clnico. 79 F. Dornseiff, Die grieschischen Wrter im Deutschen, Walter de Gruyter, Berln, 1950. 80 F. Kluge, Etymologisches Wrterbuch der Deutschen Sprache, Walter de Gruyter, Berln, 1967.

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    La segunda parte de la palabra, clnica81, est clara: proviene del latn clince, que est tomado del griego , que procede en ltima instan-cia de , lecho82; la idea general es visitar al que yace en la cama. El problema radica en la primera parte; el sentido original, como indican los diccionarios alemanes mencionados, era el de un servicio sanitario ofreci-do a toda la ciudad (); no tard, sin embargo, en asociarse este pri-mer miembro del compuesto a su homnimo , mucho, que es muy frecuente en los helenismos espaoles, como en polgono, polgamo, etc. y que tambin ofrece una idea totalmente factible: es una clnica atendida por diversos especialistas. Esta acepcin entr muy pronto en Espaa, pues el primer diccionario de la RAE que recoge esta voz (1914) aclara explcitamente que proviene del griego , numeroso. Esta misma acep-cin se ve en los diccionarios desde 1925 hasta 1956 (excepto en los de 1927 y 1950, en los que no se dice nada al respecto). En 1970, la Academia rectifica ligeramente y slo seala en caracteres latinos de poli-; esta pauta la seguir tambin en 1984. A partir de 1985, incluida la ltima edi-cin de 2001, no se ofrece explicacin alguna del origen de esta voz.

    Como propuesta didctica, se pregunta a los alumnos: Una vez estu-diados los prefijos griegos ms frecuentes en espaol, de dnde creen Vds. que procede el moderno compuesto de policlnica? Qu tiene que ver clnica como nuestra declinacin?

    Se explica la parte terica vista anteriormente, haciendo hincapi en las dificultades que presentan muchas homonimias espaolas para quien no est familiarizado con el griego y con el latn.

    Se les explica que la homonimia es un rasgo habitual en las lenguas modernas, si bien los hablantes no se dan cuenta de este fenmeno al estar inmersos en la dinmica conceptual de su propia lengua. As, en espaol, no es lo mismo amo a Juan que decir ha venido el amo Juan. Debido a

    81 El adjetivo clnico, -ca proviene, en cambio, del latn clincus y ste del griego , que a su vez procede de , lecho. 82 Esta voz est tomada de , inclinar, apoyar, con el sentido de reclinarse o tumbarse.

  • 157 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    las reglas de transcripcin al espaol de voces griegas, es inevitable que se den no pocos casos de homonimia. He aqu algunos ejemplos83:

    , vaco > ceno-tafio. , comn > ceno-bio. , reciente > ceno-zoico. , amigo, aficionado > bibli-filo. , tribu, linaje > filo-gnesis. , hoja > filo-xera. , , msculo, ratn > mio-cardio. , cerrar > mi-opa. , menos > mio-ceno. , colon > clico. , bilis > melan-clico. , creacin > cosmo-gona. , ngulo > goni-metro. , casa > eco-noma. , eco > eco-grafa.

    8.2.9. Trabajo

    Si bien esta palabra se suele contar como latinismo, sobre todo desde que el fillogo Paul Meyer ofreciera la etimologa latina (tripalium) de esta voz en un artculo publicado en 1888, nosotros hemos decidido incluir este vocablo como helenismo, porque creemos que la voz latina es un calco del vocablo griego , que significa instrumento de tortura.

    Veamos, en primer lugar, el laborioso proceso seguido por la etimolo-ga de la palabra espaola trabajo84. Durante mucho tiempo, tal y como constata Corominas, se crey que dicha voz provena del trmino latino

    83 J. Bergua Cavero, op. cit., pg. 72. 84 Descartamos por completo la etimologa sugerida por Y. Cortez., Le franais ne vient pas du latin! Essai sur une aberration linguistique, LHarmattan, Pars, 2007, por ser contraria a los datos filolgicos ms evidentes.

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    *trabaculum, a pesar de plantear ciertos problemas fonticos85. El mencio-nado fillogo francs Meyer demostr en 1888, segn Corominas, que la etimologa de este vocablo l se ocupaba, en realidad, de la voz francesa travailler, derivaba del latn *tripalium, del cual naci el verbo *tripaliare, torturar. Du Cange cita un nico testimonio (Huxley86 lo denomina hapax legomenon) para esta voz: el canon 33 del Concilio de Auxerre (s. VI): non licet Presbytero, nec Diacono, ad Trepalium, ubi rei torquentur, stare. El sentido es obvio segn el texto: se trata de un instrumento de tortura87. Segn Blanch, el tripalium consiste en un mecanismo compuesto de tres palos a los que se ata a las personas condenadas a un castigo corporal (normal-mente esclavos infractores de las normas que los dueos han establecido para ellos)88. He aqu una imagen de este instrumento:

    Nosotros hemos optado por incluir esta palabra en este trabajo porque cree-mos que la voz latina es un mero calco de la palabra griega , tal y como afirma Bergua Cavero. De hecho, este calco ya lo haba sugerido Kahane en 1981; segn este autor, la mencionada voz griega, que proviene de -, tres y , palo, fue tomada de la lengua latina within the Christian terminolo-gy89, dando como resultado trepalium o tripalium, es decir, tri-, tres y palus, palo.

    Admitiendo, por consiguiente, el timo tripalium, como origen de la voz espaola trabajo, es evidente que su sentido metafrico es el de su-frimiento, penalidad, fatiga en general. Lejos queda, por lo tanto, el mo-derno concepto de trabajo referido a cualquier tipo de actividad produc- 85 Vase la interesante reflexin de J. Cary Davis, "Trabuculu-Trabajo". The case for and against, Hispania, 60 (1977) 105-108, en pg. 108, que propone una posible confusion or contamination between trebejo-trebelho-trabelho, from whatever source, and trabajo-trabalho from TRIPALIUM (TRABACULUM??), influenced surely by the various deriva-tives from TRABE itself. 86 Cf. A. Huxley, Canned Fish, en Adonis and the alphabet. And other essays, 1956, Chatto & Windus, Londres, 128-135 87 Corominas ofrece tambin el dato de una glosa del s. XI transmitida en un manuscrito de Metz en donde se especifica an ms el tipo de tortura infligida: trepalio uel puteal est locus in quo rei uerberantur. 88 J. M. Blanch Ribas, Trabajo y experiencia social (I). El trabajo asalariado en la modernidad industrial, UOC, Barcelona, 2002, pg. 15. 89 H. & R. Kahane, Byzantiums impact on the West, The linguistic Evidence, Illinois Classical Studies, 6 (1981) 389-415, en pg. 409.

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    tiva o generadora de valor econmico y susceptible de intercambio mer-cantil90. En la antigua Grecia no exista ni el concepto ni, por ende, el tr-mino lingstico que denotara la nocin cotidiana y unificadora de traba-jo; s exista un cmulo de palabras que, distribuidas en un eje bipolar positivo-negativo, indicaban ciertas parcelas de la vida laboral. En griego cabe distinguir cuatro voces:

    Valor negativo Valor positivo

    * = Penalidad, fatiga * = Energa, fuerza, accin

    * = Trabajo manual, vulgar * = Tiempo libre, actividad mental

    En latn, lengua mediadora para los helenismos espaoles, esta fun-

    cin genrica moderna tampoco existe y todo este mbito semntico se concentra en un eje tambin bipolar, que, a pesar de todo, nunca goz de mucha estima, ni siquiera en su versin ms positiva. Por un lado, se tiene la voz labor, que est ntimamente ligada a la actividad desarrollada en el campo y a la fatiga que implica su ejercicio, esto es, las labores propias del campo; de aqu deriva, por ejemplo, la voz labrador. Poco a poco, se fue tiendo dicha voz de aspectos positivos como son la disciplina, el mtodo, el rigor; de ah que surjan voces en espaol como laboriosidad o laboratorio. Por otro lado, existe el sustantivo neutro opus, accin y su plural opera que indica las obras realizadas. El operarius no es, sin embargo, una per-sona que trabaje por gusto, sino que lo hace obligado por sus circunstan-cias personales y econmicas; es decir, que el obrero es el que depende de su trabajo para subsistir.

    La voz que indica trabajo en espaol est cargada, pues, de una heren-cia cultural profundamente negativa que est ligada a la tortura, a la pena-lidad, al dolor, a la necesidad; es una actividad del hombre que debe ser evitada a toda costa. Es una maldicin divina91. Es una concepcin que halla su correlato en todo las zonas del antiguo Imperio Romano e incluso fuera de l o de lenguas que utilizan otras voces no derivadas o transmiti-das por el latn. As, se ve en la voz rumana munc, que proviene del hn-garo munka, cuya ltima referencia es el trmino monka del antiguo eslavo *monka, que significa tortura. O tambin en el vocablo del chino arcaico lao, que indica fatiga, faena, molestia.

    Es importante, no obstante, distinguir, sobre todo en el caso espaol, que es el que nos ocupa, el sentido de fatiga y calamidad de la nocin de oficio o quehacer laboral. El significado ms antiguo en castellano 90 J. M. Blanch Ribas, op. cit., pg. 14. 91 As es como viene interpretado, errneamente, por cierto, Gn 3, 17-19.

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    de trabajo estaba vinculado al primero y no al segundo, como ocurre hoy en da92. De hecho, en la popular novela cervantina titulada Los trabajos de Persiles y Segismunda, el concepto trabajo se refiere, obviamente, a todos los sufrimientos y penalidades que ambos personajes sufren a lo largo de la trama y esto es muy importante, como veremos a continuacin a to-das las aventuras y lances que les suceden en sus andanzas y viajes.

    Interesante es notar la evolucin del propio diccionario de la RAE a lo largo del tiempo para explicar dicha voz. En 1739 se explica en dicha en-trada que viene del Latino baxo Trepalium, que significa lugar de tormen-to. Desde 1780 hasta 1869 se ofrecen numerosas acepciones de esta voz y se liga a un gran nmero de palabras latinas, sobre todo labor y opera; tre-palium no aparece por ningn lado. En 1869 desaparece toda referencia etimolgica. En 1884 se produce un cambio sustancial: trabajo se deriva de trabajar y ste del gtico dreiban, que significa impeler, ejercitar. En 1899 se mantiene esta etimologa para trabajar, pero se omite cualquier vincula-cin con trabajo. En 1914 se cambia de nuevo todo: trabajo queda hurfano de padre y madre y trabajar viene relacionado con el italiano travagliare y con el francs travailler; as aparece tambin el diccionario de 1925. Ambas referencias desaparecen en 1927, aunque vuelven a presentarse en 1936 hasta 1950. Slo en 1956 se deriva trabajo de la voz latina *tripalium, descri-to como aparato para sujetar las caballeras, de triplis, de tres palos; como se ve, no se hace referencia a la acepcin del Concilio de Auxerre de 578. Esta etimologa dura hasta 1985, en el que se vuelve a omitir cualquier referencia sobre su origen. En 1992 no se ofrece el origen de trabajo, pero s de trabajar: del lat. *tripalire, de tripalum. sta es la forma que se man-tiene en el diccionario de 2001.

    En cuanto a los vocablos derivados de trepalium93 en las lengua euro-peas, tenemos, obviamente, el espaol trabajar, el francs travail y el portu-gus trabalho. En italiano, la palabra que indica trabajo es lavoro, aunque en los dialectos del sur tambin se usa la voz travaglio. En todos ellos, exis-te, de una manera ms o menos larvada, un sentido negativo de penalidad y de sufrimiento asociado al mundo laboral: es la fatiga de ganarse el pan de cada da94. En italiano encontramos, sin embargo, otra acepcin de pe- 92 Como bien se indica en la pgina de Internet sobre las etimologas del espaol, Orgenes de las palabras, el sentido de penalidad ha quedado reducido a la novena acepcin del Diccionario de la RAE en su 22. edicin, que, adems, recomienda su uso en plural, como hace Cervantes. El primer sentido es el de ser algo producido, algo que produce el es-fuerzo humano o el lugar donde se trabaja. El adverbio trabajosamente denota, no obstan-te, este padecimiento o esfuerzo y no el trabajo mercantil o remunerado. 93 El Forcellini slo recoge la voz tripalis. 94 Tngase en cuenta que este valor negativo asociado al trabajo se ve tambin en el griego moderno, que utiliza las voces y , que en la lengua clsica estaban rela-

  • 161 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    nalidad: travagliare indica todos los tormentos que la mujer sufre cuando va a dar a luz un hijo, es decir, son los dolores de parto. Por ltimo, y en referencia a la mencionada obra de Miguel de Cervantes, no slo se pena y se fatiga en la labor de cada da o en el parto de una nueva criatura, sino en las largas jornadas de los antiguos viajes a pie; aparte del peligro cons-tante a ser atracado, apaleado o asesinado, las duras condiciones de viaje en la Antigedad generaban un sinfn de padecimientos en los viajeros de entonces; de ah, que en ingls, se derive de la voz *tripalium a travs del francs travail, la voz travel, que, en un principio, significaba aquel viaje especialmente duro y fatigoso y que luego se generaliz a todo tipo de desplazamiento.

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen debajo y se hace la siguiente pregunta: Qu relacin guardan el pues-to de trabajo, el momento del parto y un viaje desde el Reino Unido? O por qu se dice que, mientras los franceses trabajan, los ingleses viajan?

    cionadas con la esclavitud. A este respecto, es interesante traer a colacin la raz del tr-mino Arbeit, que proviene del indoeuropeo *orbho-, germnico *arb-, relacionado con la nocin de orfandad: debo realizar penosas labores porque soy hurfano. Esto se rela-ciona con el checo rob, que significa esclavo y de donde procede la palabra espaola robot.

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    Se explican los puntos ms relevantes de la teora vista anteriormente. En este punto se trata de que los alumnos comprendan la relacin cul-

    tural que existe entre la penalidad y el trabajo, si bien, en otros pases, co-mo en Italia, este sufrimiento se ha vinculado especialmente a los dolores de parto, y en el Reino Unido, a las dificultades de los viajes. Lo ms im-portante es que se comprenda que el trabajo, en espaol, posee siempre un valor cultural negativo, elemento que no sucede en todas las naciones, aunque s suele ser habitual (vase el caso de la Grecia moderna). Hay pueblos que poseen una visin positiva del trabajo y de la laboriosidad y, de aqu, que se den expresiones que un espaol no puede comprender de ninguna manera. En italiano, es natural, por ejemplo, desearle a alguien buon lavoro!, es decir, que se le d bien el trabajo que deba hacer y que disfrute de ello; es una relacin positiva con su oficio; no slo se mira el resultado final y se desea que todo salga bien, sino que uno se sienta a gusto con el trabajo que vaya a realizar. En espaol, se puede desear el xito en una empresa (espero que todo salga bien) o que a alguien se le d bien un acontecimiento determinado (te deseo mucha suerte); de un trabajo terminado, se puede afirmar que es un buen trabajo, pero la asercin se refiere a una obra, no al proceso en s. Nadie puede desear a nadie un buen trabajo, es decir, un proceso laboral lleno de satisfaccin por el mero hecho de ser realizado; en todo caso, un buen trabajo es el que le permite a uno no trabajar demasiado y ganar mucho dinero. Un espaol nunca le desea a otro buon lavoro!, sino Que te sea leve!, es decir, que la tortura del trabajo sea ligera y se acabe cuanto antes.

    8.2.10. Trofeo

    Esta palabra proviene del bajo latn trphaeum, derivado del latn trpaeum, que a su vez est tomado del griego y posee una refe-rencia cultural muy importante e interesante.

    95 era el monumento que se eriga con los despojos abando-nados del enemigo justo en el lugar, dice Corominas, donde haba empe-zado la derrota de ste, pues, aclara este erudito, la voz griega proviene de otro vocablo heleno, que significa retirada. En realidad, hay que ir un poco ms all, dado que significa giro, vuelta y est relaciona-da con , girarse; es decir, que tiene que ver, como bien seala Isi-doro de Sevilla (Orig. XVIII 3), con la huida del enemigo al darse la vuelta: Trophaeum dictum , id est, conuersione hostium et fuga. El sen-

    95 Como se ve, en griego no hay aspiracin alguna que justifique, como bien seala Force-llini, la grafa latina trophaeum.

  • 163 Los helenismos del espaol. Una aproximacin cultural

    tido exacto de la palabra viene aclarado gracias a la historia militar de Grecia (y Roma).

    En la Antigedad clsica se luchaba, es cierto, con espada y con escu-do, pero tambin, por no decir, sobre todo, con lanzas y jabalinas. Dos ejrcitos enemigos se enfrentaban cara a cara y los soldados moran por las heridas infligidas por el enemigo, ya fuera en la cabeza, ya fuera en el t-rax. Un ejrcito, sin embargo, empezaba a vencer cuando el enemigo co-menzaba a huir, es decir, cuando abandonaba el campo de batalla, se giraba y hua despavoridamente. Cmo se poda saber el lugar exacto en el que las huestes enemigas haban comenzado la desbandada? Era muy fcil: all donde se encontrase el primer soldado rival muerto con una lanza clavada en la espalda, porque slo poda morir de esta manera si ya se encontraba huyendo. En ese lugar, donde haba comenzado la victoria del ejrcito perseguidor, se alzaba un monumento conmemorativo de tal xito.

    En cualquier caso, no se debe confundir trofeo con triunfo, que proviene de otra raz muy distinta, a saber, triumphum, que probablemente est to-mado, a travs del etrusco (sin aspiracin, por consiguiente) de , la procesin solemne, festiva y alegre en honor de Baco (cf. Isid. Orig. XVIII, 3).

    Como propuesta didctica, se presentan las tres fotografas que apare-cen abajo y se hace la siguiente pregunta: Qu relacin guardan el trofeo de la Liga de Campeones, las lanzas de los ejrcitos antiguos y Baco?

    Copa de Liga de Campeones La procesin triunfal de Baco (Van Heemslerk)

    Se explica la teora expuesta antes.

  • MANUEL CABALLERO GONZLEZ 164

    Se intenta hacer ver al alumno de qu manera todos los aspectos de nuestra vida social estn impregnados del mundo clsico, incluso sin dar-se cuenta de esta relacin.

    9. Conclusiones

    En el presente artculo hemos desarrollado una propuesta didctica sobre los helenismos espaoles. Nuestro objetivo ha sido presentar, de una manera amena e interesante, a la vez que novedosa, un aspecto de este importante tema del legado de Grecia que, a menudo, se descuida en la enseanza de las lenguas clsicas: el aspecto cultural de dichos helenis-mos.

    Hemos ofrecido, en primer lugar, un marco terico bastante simple pensando en los alumnos de Cultura Clsica y de Bachillerato, para que se den cuenta de numerosos fenmenos que, en la vida diaria, pasan desa-percibidos y que guardan una relacin muy estrecha con el mundo griego. A continuacin se han realizado dos propuestas culturales para exponer los helenismos; en un primer momento, hemos visto quince palabras de modo breve, como complemento a las lecciones de gramtica de Bachille-rat