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CALIDAD DE VIDA Y ACCESO AL ESPACIO PUBLICO EN BOGOTA: UNA REFLEXIÓN SOBRE LA EQUIDAD José Mario Mayorga. Magister en Planeación Urbana, Especialista en Estadística y Especialista en Derecho Urbano. Catedrático de la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de los Andes, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad del Rosario. Correo electrónico: [email protected] Diva Marcela García. Magister en Urbanismo y Máster en Estudios Territoriales y de la Población con especialidad de Demografía. Profesora Pontificia Universidad Javeriana Sede Bogotá. Colaboradora Universidad Jorge Tadeo Lozano. Correo electrónico: [email protected] Introducción Con el tiempo se ha consolidado la idea que la calidad de vida de los individuos está estrechamente relacionada con las condiciones del territorio en que se insertan. De allí que la importancia y función del espacio público hayan ampliado su rango, demostrándose que, al ser un atributo urbano, incide en diferentes aspectos de la calidad de vida de la población (Krier 1984; Glazer and Lilla 1987; Moudon 1992; Sorkin 1992; Tibbalds 1992; Worpole 1992; Madanipour 1992; Calthorpe 1993; Katz 1994; Lofti & Koohsari 2009). Dos de estos aspectos son especialmente relevantes. Por un lado, la disponibilidad de espacio público incide en las condiciones de salud física y mental de los individuos (Jennings & Gaither, 2015), tanto por su provisión de servicios ambientales, como por ser lugares donde se llevan a cabo actividades deportivas, recreativas y culturales. (GilesCorti et al., 2005). Por otra parte, el espacio público incide en la calidad de vida de los individuos al constituirse en un ámbito de sociabilidad informal entre clases diferentes y que necesitan encontrarse para facilitar las condiciones de la movilidad social y para disminuir los efectos de la estigmatización social. (Katzman, 2001) En este contexto, la disponibilidad y acceso a los espacios públicos para todas las capas de la sociedad, implica la posibilidad de establecer contactos cara a cara entre clases en condiciones de desigualdad, que según Katzman, es uno de los determinantes de la posición de los pobres en las estructuras sociales urbanas de la región. El aislamiento urbano imposibilitaría a los pobres el acceso a los beneficios de movilización de recursos diferentes a los circulan en su entorno, reduce la exposición a modelos exitosos de asociación entre esfuerzos y logros y estrecha el conjunto de problemas cuya experiencia y soluciones puedan compartir con otras clases. 1

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CALIDAD DE VIDA Y ACCESO AL ESPACIO PUBLICO EN BOGOTA: UNA REFLEXIÓN SOBRE LA EQUIDAD

José Mario Mayorga. Magister en Planeación Urbana, Especialista en Estadística y Especialista en Derecho Urbano. Catedrático de la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de los Andes, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad del Rosario. Correo electrónico: [email protected] Diva Marcela García. Magister en Urbanismo yMáster en Estudios Territoriales y de la Población con especialidad de Demografía. Profesora Pontificia Universidad Javeriana Sede Bogotá. Colaboradora Universidad Jorge Tadeo Lozano. Correo electrónico: [email protected] Introducción Con el tiempo se ha consolidado la idea que la calidad de vida de los individuos está estrechamente relacionada con las condiciones del territorio en que se insertan. De allí que la importancia y función del espacio público hayan ampliado su rango, demostrándose que, al ser un atributo urbano, incide en diferentes aspectos de la calidad de vida de la población (Krier 1984; Glazer and Lilla 1987; Moudon 1992; Sorkin 1992; Tibbalds 1992; Worpole 1992; Madanipour 1992; Calthorpe 1993; Katz 1994; Lofti & Koohsari 2009). Dos de estos aspectos son especialmente relevantes. Por un lado, la disponibilidad de espacio público incide en las condiciones de salud física y mental de los individuos (Jennings & Gaither, 2015), tanto por su provisión de servicios ambientales, como por ser lugares donde se llevan a cabo actividades deportivas, recreativas y culturales. (Giles­Corti et al., 2005). Por otra parte, el espacio público incide en la calidad de vida de los individuos al constituirse en un ámbito de sociabilidad informal entre clases diferentes y que necesitan encontrarse para facilitar las condiciones de la movilidad social y para disminuir los efectos de la estigmatización social. (Katzman, 2001)

En este contexto, la disponibilidad y acceso a los espacios públicos para todas las capas de la sociedad, implica la posibilidad de establecer contactos cara a cara entre clases en condiciones de desigualdad, que según Katzman, es uno de los determinantes de la posición de los pobres en las estructuras sociales urbanas de la región. El aislamiento urbano imposibilitaría a los pobres el acceso a los beneficios de movilización de recursos diferentes a los circulan en su entorno, reduce la exposición a modelos exitosos de asociación entre esfuerzos y logros y estrecha el conjunto de problemas cuya experiencia y soluciones puedan compartir con otras clases.

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Para el caso de Bogotá , numerosas investigaciones han mostrado la distribución 1

desigual de población según estatus socioeconómico en el territorio bogotano (Delaunay & Dureau, 2004; Rodríguez Vignoli, 2008; Aliaga­Linares & Alvarez­Rivadulla, 2010, entre muchos otros).

De otra parte, según el Departamento Administrativo Distrital de Espacio Público DADEP para el año 2014 la ciudad proveía 3,93 metros cuadrados por habitante de espacio público efectivo con carácter de permanente (DADEP, 2014). Un indicador bajo frente a algunos estándares internacionales que plantean como ideal una relación de 15 metros cuadrados por habitante, e incluso frente a la meta propuesta por el Plan Maestro de Espacio Público (2005), que propone llegar a los 6 metros cuadrados por habitante de espacio público efectivo en 2019.

Sin embargo, poco se ha explorado la relación entre la distribución territorial de la población según estatus socioeconómico y del espacio público.

Indicador de Calidad de Vida por sectores censales

Para calcular un indicador de calidad de vida en una escala territorial más próxima, se procedió a espacializar la información disponible del Censo del año 2005 por sectores censales. En primer lugar, se consultó el modulo del Censo Básico del REDATAM del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), dado que dispone de información para todas las unidades territoriales (Manzana, Sección, Sector, Localidad) y se evaluaron las variables disponibles para construir indicadores de logro que se pudieran sintetizar en un índice de calidad de vida básico.

De acuerdo con dicha disponibilidad y el conocimiento de las variables que tradicionalmente se asocian a la calidad de vida urbana, se seleccionaron siete dimensiones referidas tanto a factores demográficos, como a calidad residencial y capital humano, las cuales, aunque no son exhaustivas, han sido abordadas en diversas metodologías de medición de la calidad de vida.

Con estas dimensiones se construyeron los indicadores que se presentan en la tabla siguiente, los cuales fueron tomados como variables en las pruebas estadísticas.

1 Bogotá es la capital y principal ciudad de Colombia, la cual se emplaza en el centro del país, y hace parte del departamento de Cundinamarca, tiene una extensión aproximada de 33 km de norte a sur y 16 km de oriente a occidente. La ciudad cuenta con un área de 1.775,98 Km2, de los cuales 1.298,15 Km2 son rurales, 307,36 Km2 son urbanos y 170,45 Km2 son suburbanos. Según proyecciones del DANE, la ciudad en el 2015 cuenta con 7’878.783 habitantes, de los cuales 7.862.277 estarían ubicados en el área urbana del municipio y 16.506 en el resto (DANE, 2011). Lo que representa una densidad aproximada de 4.436,30 habitantes por Km2.

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Dimensiones e indicadores/variables a considerar

DIMENSIONES INDICADOR/VARIABLE Hacinamiento no mitigable

Hogares por vivienda

Tamaño del hogar Promedio de personas por hogar

Cobertura de servicios públicos

Tasa de hogares sin servicio de acueducto Tasa de hogares sin servicio de alcantarillado Tasa de hogares sin servicio de energía

Tipología de vivienda Tasa de hogares en viviendas tipo cuarto Actividad desarrollada por los integrantes del hogar

Tasa de dependencia económica Tasa de población mayor de 17 años sin empleo

Grado educativo alcanzado por los integrantes del hogar

Promedio de años de estudio alcanzado Tasa de población mayor de 17 años sin educación

No consumo de alimentos en la última semana

Tasa de personas que no consumieron ninguna de las 3 comidas, algún día de la última semana

Fuente: Elaboración propia

Con estas variables, se procedió a aplicar un Análisis Factorial para producir un Índice Compuesto que contenga el peso de cada variable. El Análisis Factorial es una técnica estadística multivariada cuyo objetivo es la definición de una estructura subyacente en una matriz de datos

Al aplicar el análisis factorial, las 10 variables incluidas se redujeron a tres factores que explican el 77% de la varianza, lo cual permite afirmar que el modelo es válido. 2

2 En el análisis factorial, con las variables seleccionadas, se obtuvo un KMO DE 0.837, el cual puede ser considerado alto y permite una aceptable adecuación muestral. Igualmente se comparó la prueba de esfericidad de Bartlett, con un P valor (0,00) < 0,05 que rechaza la hipótesis nula y acepta la alterna considerando que el modelo es válido.

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Fuente: Elaboración propia

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Se observa que las condiciones más bajas de calidad de vida predominan en la ciudad, encontrándose aproximadamente 50% de los sectores censales (262 de los 564 sectores evaluados). Esta tendencia se presenta con mayor intensidad hacia la zona sur de la ciudad, en donde se encuentran las localidades de San Cristóbal, Usme, Rafael Uribe, Tunjuelito, Ciudad Bolívar y Bosa, en donde las bajas condiciones predominan en el 90% de los sectores que las componen. En estas zonas, se observa la homogeneidad socioeconómica que abarca varias localidades y que definitivamente, supera la escala de “lo caminable” haciéndose evidente la consolidación de un polo de segregación marcada en la ciudad.

Por el contrario, se encuentra una centralidad consolidada de condiciones altas hacia el centro y norte – oriente, en 106 sectores censales que representan solo el 18%, en los sectores evaluados y se encuentran hacia Chapinero, Teusaquillo y Usaquén, con una tendencia predominante de condiciones altas agrupadas hacia los cerros orientales.

Cálculo de un indicador de accesibilidad al espacio público Para abordar la medición del espacio público, se partió de la idea que para que el espacio público influya positivamente en la calidad de vida de la población, la accesibilidad es un factor fundamental (Lofti & Koohsari 2009). Por los beneficios que presenta la accesibilidad al espacio público, es necesario tener en cuenta que es un atributo que permite hacer examen de las cuestiones de equidad espacial (Talen, 1998). En consecuencia, para este trabajo se construyó un indicador espacial que superara las mediciones de metros cuadrados de espacio público disponibles por la población en toda la ciudad o en grandes unidades territoriales como las localidades o las comunas.

Para calcular la oferta se utilizaron los espacios públicos (zonas verdes, plazas, parques y plazoletas) de propiedad pública destinados al uso común para la satisfacción de necesidades colectivas, de uso libre e indiscriminado. La demanda potencial se estimó a través de la espacialización de la información Censal en cada una de las manzanas de Bogotá, según los resultados del Censo del año 2005. Para estimar la relación entre la oferta y la demanda a través de la estimación de costos de tiempo, se diseñó una red peatonal en la que se incluyeron todas las vías de la ciudad. A partir de estos tres elementos, fue posible crear un análisis de red de matriz de costo entre orígenes y destinos. La matriz fue creada teniendo en cuenta los

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centroides de los espacios públicos como destinos y los centroides de las manzanas residenciales como orígenes. Teniendo en cuenta que se limitó el alcance de los espacios públicos a una caminata de 15 minutos, se obtuvo como resultado la cantidad de metros cuadrados que alcanzaría una persona desde su vivienda en 15 minutos de recorrido a pie.

Indicador de espacio público de Bogotá

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Fuente: Elaboración propia

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De acuerdo a este plano, el 31% de la población de Bogotá tiene a su disposición menos de 2m2 de espacio público en un rango igual o inferior a 15 minutos de su vivienda. Mientras el 39% cuenta con entre 2 y 4 m2 por habitante en el mismo rango de tiempo. Estas tendencias de valores bajos se extienden en toda la ciudad, encontrándose con menor intensidad hacia la parte nororiental de la ciudad, en donde predominan los valores medios – altos (entre 6 y 10m2 por habitante), con los cuales cuenta el 10% de la población. Finalmente, solo el 6% de la población cuenta con coberturas superiores a 10m2 de espacio público por habitante, y esta se localiza especialmente en torno a los parques de mayor escala de la ciudad, entre ellos el Parque Nacional, Simón Bolívar, Tunal, Entre Nubes, La Florida, entre otros.

Distribución de población por rango de cobertura

Fuente: Elaboración propia

Análisis de correspondencias entre ICV e indicador de espacio público El Análisis de Correspondencias es una técnica estadística que se aplica al análisis de tablas de contingencia y construye un diagrama cartesiano basado en la asociación entre las variables analizadas. En dicho gráfico se representan conjuntamente las distintas modalidades de la tabla de contingencia, de forma que

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la proximidad entre los puntos representados está relacionada con el nivel de asociación entre dichas modalidades (Figueras, 2003). Se utilizó para medir las relaciones de dependencia e independencia entre las categorías de ICV (Alto, medio y bajo) y los rangos del indicador de espacio público a partir de una tabla de contingencia. Para ello se asoció a cada valor un punto en el espacio, de forma que las relaciones de cercanía/lejanía entre los puntos calculados reflejaran las relaciones de dependencia y semejanza existentes entre ellas (Figueras, 2003).

Correspondencia entre ICV e indicador de espacio público

Al cruzar los indicadores de espacio público por manzana en Bogotá, con la clasificación de sectores según la calidad de vida, se procedió a calcular los indicadores medios según nivel de calidad de vida. Al aplicar la prueba estadística de diferencia de medias, se obtiene una diferencia significativa entre los tres niveles . Mientras que los sectores con calidad de vida 3

baja en promedio tienen 4,1 metros cuadrados por habitante, en los sectores con calidad de vida alta, el promedio supera los 10. En los sectores con calidad de vida media hay un promedio levemente superior al de los sectores con calidad de vida baja.

Promedio de accesibilidad a espacio público por nivel de ICV

3 El anova de un factor, muestra que hay una diferencia entre los grupos. ConunP valor de 1.6*10­8 , hay un nivel de significancia menor a 0.05 y se rechaza la hipótesis nula, aceptandoque los promedios por grupo son diferentes.

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Fuente: Elaboración propia

Al realizar un análisis de correspondencias entre las categorías de calidad de vida (Baja, Media, Alta) con una categorización del indicador de espacio público por rangos (Menos de 2, entre 2 y 4, entre 4 y 6 y más de 6 metros cuadrados por habitante) se obtiene que hay una asociación o dependencia entre las variables a partir de la prueba Chi cuadrado. 4

El Análisis de Correspondencias muestra en el diagrama cartesiano cómo es la asociación entre las categorías de las variables analizadas. Los puntos de asociación indican que la categoría de ICV baja está asociada de manera estrecha con un indicador de accesibilidad a espacio público de menos de 2 metros cuadrados. Por su parte, la categoría de ICV alta, está asociada fuertemente con un indicador de accesibilidad a espacio público superior a los 6 metros cuadrados.

Asociación gráfica entre las categorías

4 La prueba Chi cuadrado, muestra que hay una relación de dependencia entre las variables. Con un P valor 0,000, hay un nivel de significancia menor a 0.05 y se rechaza la hipótesis nula, aceptando que las variables están asociadas.

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Fuente: Elaboración propia

CONCLUSIONES La demostrada relación entre niveles de calidad de vida precarios y baja accesibilidad confirma que en el territorio de Bogotá se manifiestan las asimetrías en la dotación de infraestructura y equipamiento social que los informes de CEPAL (2010) revelan como una tendencia en América Latina. Lo anterior confirma que la producción del espacio en la ciudad ha respondido a lógicas inmobiliarias privadas que han generado condiciones territoriales y ambientales de injusticia, difícilmente revertibles. En este sentido, subraya la necesidad de planear la forma y estructura urbana en función de criterios de equidad en el acceso a los servicios de la ciudad, como una forma de garantizar la sostenibilidad de la ciudad como escenario social y ambiental. Los resultados de este trabajo muestran la urgencia de considerar este tema dentro de las agendas de política pública, al revelar que los pobres tienen significativamente menos posibilidades de acceso al espacio público y que las

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clases medias presentan un comportamiento sólo levemente mejor. Situación que prende las alarmas a fenómenos como el aislamiento social y una evidente polarización territorial, que hace que las clases medias compartan las carencias urbanas de los más pobres, y en consecuencia, sus condiciones de exclusión.

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