CALIDAD DEL AIRE - La U Verde de Colombia

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CALIDAD DEL AIRE - Protección y control. Autoridades competentes / MEDIO AMBIENTE SANO - Protección y control de la calidad del aire El decreto 948 de 1995 contiene el reglamento de protección y control de la calidad del aire, de alcance general y aplicable en todo el territorio nacional, mediante el cual se establecen entre otros, las normas y principios generales para la protección atmosférica, las directrices y competencias para la fijación de las normas de calidad del aire o niveles de inmisión, las normas básicas para la fijación de los estándares de emisión y descarga de contaminantes a la atmósfera, las de emisión de olores ofensivos, el otorgamiento de permisos de emisión, los instrumentos y medios de control y vigilancia y la participación ciudadana en el control de la contaminación atmosférica (art. 1). Indica las funciones del Ministerio del Medio Ambiente y de las Corporaciones Autónomas Regionales en lo relativo a la calidad y el control de la contaminación del aire. Entre las funciones correspondientes al Ministerio señaló las siguientes: definir la política nacional de prevención y control de la contaminación del aire; fijar la norma nacional de calidad del aire; establecer las normas ambientales mínimas y los estándares de emisiones máximas permisible, provenientes de toda clase de fuentes contaminantes del aire; declarar, en defecto de la autoridad ambiental competente en el área afectada, los niveles de prevención, alerta y emergencia y adoptar las medidas que en tal caso correspondan y establecer las normas de prevención y control de la contaminación atmosférica proveniente de actividades mineras, industriales y de transporte, y en general, de la ocasionada por toda actividad o servicio, público o privado (art. 65 literales a, b, c, f y j). Respecto a las funciones que le conciernen a las CAR, el decreto en mención, señaló, entre otras, las de otorgar permisos de emisión de contaminantes al aire; declarar los niveles de prevención, alerta y emergencia en el área de donde ocurran eventos de concentración de contaminantes que así lo ameriten, conforme a las normas establecidas para cada nivel por el Ministerio del Medio Ambiente, y tomar todas las medidas necesarias para la mitigación de sus efectos y para la restauración de las condiciones propias del nivel normal; restringir en el área afectada por la declaración de los niveles de prevención, alerta o emergencia, los límites permisibles de emisión de contaminantes a la atmósfera, con el fin de restablecer el equilibrio ambiental local; realizar la observación y seguimiento constantes, medición, evaluación y control de los fenómenos de contaminación del aire y definir los programas regionales de prevención y control; adelantar programas de prevención y control de contaminación atmosférica en asocio con las autoridades de salud y con la participación de las comunidades afectadas o especialmente expuestas e imponer las medidas preventivas y sanciones que correspondan por la comisión de infracciones a las normas sobre emisión y contaminación atmosférica (art. 66 literales a, b, c, d, i, j). El mismo decreto dispuso que las corporaciones autónomas regionales y los grandes centros urbanos, los departamentos, los municipios y distritos, en su orden, en su condición de autoridades ambientales, podrán adoptar normas específicas de calidad del aire, de emisión de contaminantes más restrictivas que las establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente; lo anterior de acuerdo a ciertas consideraciones (art. 70). Los artículos 72 y 73 explican lo relativo al permiso de emisión atmosférica y los casos en los que se necesita entre los cuales se encuentran las descargas de humos, gases, vapores, polvos o partículas por ductos o chimeneas de establecimientos industriales, comerciales o de servicio. ACCION COMUNAL - Legitimación en la causa por activa en la acción popular

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CALIDAD DEL AIRE - Protección y control. Autoridades competentes /

MEDIO AMBIENTE SANO - Protección y control de la calidad del aire El decreto 948 de 1995 contiene el reglamento de protección y control de la calidad del aire, de alcance general y aplicable en todo el territorio nacional, mediante el cual se establecen entre otros, las normas y principios generales para la protección atmosférica, las directrices y competencias para la fijación de las normas de calidad del aire o niveles de inmisión, las normas básicas para la fijación de los estándares de emisión y descarga de contaminantes a la atmósfera, las de emisión de olores ofensivos, el otorgamiento de permisos de emisión, los instrumentos y medios de control y vigilancia y la participación ciudadana en el control de la contaminación atmosférica (art. 1). Indica las funciones del Ministerio del Medio Ambiente y de las Corporaciones Autónomas Regionales en lo relativo a la calidad y el control de la contaminación del aire. Entre las funciones correspondientes al Ministerio señaló las siguientes: definir la política nacional de prevención y control de la contaminación del aire; fijar la norma nacional de calidad del aire; establecer las normas ambientales mínimas y los estándares de emisiones máximas permisible, provenientes de toda clase de fuentes contaminantes del aire; declarar, en defecto de la autoridad ambiental competente en el área afectada, los niveles de prevención, alerta y emergencia y adoptar las medidas que en tal caso correspondan y establecer las normas de prevención y control de la contaminación atmosférica proveniente de actividades mineras, industriales y de transporte, y en general, de la ocasionada por toda actividad o servicio, público o privado (art. 65 literales a, b, c, f y j). Respecto a las funciones que le conciernen a las CAR, el decreto en mención, señaló, entre otras, las de otorgar permisos de emisión de contaminantes al aire; declarar los niveles de prevención, alerta y emergencia en el área de donde ocurran eventos de concentración de contaminantes que así lo ameriten, conforme a las normas establecidas para cada nivel por el Ministerio del Medio Ambiente, y tomar todas las medidas necesarias para la mitigación de sus efectos y para la restauración de las condiciones propias del nivel normal; restringir en el área afectada por la declaración de los niveles de prevención, alerta o emergencia, los límites permisibles de emisión de contaminantes a la atmósfera, con el fin de restablecer el equilibrio ambiental local; realizar la observación y seguimiento constantes, medición, evaluación y control de los fenómenos de contaminación del aire y definir los programas regionales de prevención y control; adelantar programas de prevención y control de contaminación atmosférica en asocio con las autoridades de salud y con la participación de las comunidades afectadas o especialmente expuestas e imponer las medidas preventivas y sanciones que correspondan por la comisión de infracciones a las normas sobre emisión y contaminación atmosférica (art. 66 literales a, b, c, d, i, j). El mismo decreto dispuso que las corporaciones autónomas regionales y los grandes centros urbanos, los departamentos, los municipios y distritos, en su orden, en su condición de autoridades ambientales, podrán adoptar normas específicas de calidad del aire, de emisión de contaminantes más restrictivas que las establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente; lo anterior de acuerdo a ciertas consideraciones (art. 70). Los artículos 72 y 73 explican lo relativo al permiso de emisión atmosférica y los casos en los que se necesita entre los cuales se encuentran las descargas de humos, gases, vapores, polvos o partículas por ductos o chimeneas de establecimientos industriales, comerciales o de servicio.

ACCION COMUNAL - Legitimación en la causa por activa en la acción

popular

El artículo 1° del decreto reglamentario 1.930 de 1979, por el cual se reglamentó parcialmente el artículo 1º literal f del decreto ley 126 de 1976, las define así:“Junta de acción comunal es una corporación cívica sin ánimo de lucro compuesta por vecinos del lugar que aúnan esfuerzos y recursos para procurar la solución de las necesidades más sentidas de la comunidad”. Sobre esas Juntas la jurisprudencia de la Sección Primera de esta Corporación ha dicho que "Las Juntas de Acción Comunal, tal como se definen al tenor del artículo 1° del decreto 1930 de 1979, son personas jurídicas particulares, bajo la forma de "corporación cívica sin ánimo de lucro, compuesta por los vecinos de un lugar", quienes en su calidad de socios vienen a constituir uno de sus órganos, cual es el de la asamblea de socios. Su carácter de corporación privada se da no obstante encontrarse sujetas a la regulación, control y vigilancia del Estado, como lo están muchos entes de carácter privado, precisamente por sus fines enteramente cívicos". Y la doctrina señala que "la Acción Comunal es un organismo para - estatal que colabora con la Administración y puede contratar con ella, posee personería jurídica y por lo tanto tiene representante legal". Partiendo de la naturaleza que el ordenamiento jurídico les otorga a esas Juntas, corporaciones sin animo de lucro, están ubicadas dentro de la gran clasificación de personas jurídicas de derecho privado. El Código Civil enseña que las personas jurídicas son “de dos especies: corporaciones y fundaciones de beneficencia pública” (art. 633 C.C.). Por lo tanto es titular de la acción popular y por tanto está legitimada (ley 472 de 1998, art. 12 num 1º).

MEDIO AMBIENTE SANO - La inexistencia de parámetros legales para la

medición del impacto ambiental no implica desprotección del derecho /

DERECHO AL GOCE DE UN AMBIENTE SANO - Responsabilidad de

saneamiento ambiental es del Estado

Desde el punto de vista objetivo la Constitución de 1991 responsabilizó al Estado en el saneamiento ambiental, por lo tanto le impuso una carga de diligencia frente a las situaciones que generar el daño ambiental, precisamente porque todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. Por eso el legislador señaló, entre otros, en el Código de Recursos Naturales renovables y del Medio Ambiente que el gobierno debe mantener la atmósfera en condiciones que no cause molestias o daños o interfieran el desarrollo normal de la vida humana, animal o vegetal y de los recursos naturales renovables. Igualmente le indicó que para prevenir la contaminación atmosférica debe dictar normas sobre: *) calidad del aire como elemento indispensable para la salud humana, animal o vegetal; *) grado permisible de concentración de sustancias aisladas o en combinación, capaces de causar perjuicios o deterioro en los bienes, en la salud humana, animal y vegetal; *) métodos apropiados para impedir y combatir la contaminación atmosférica; *) empleo de métodos adecuados para reducir las emisiones a niveles permisibles; *) establecimiento de estaciones o redes de muestreo para localizar las fuentes de contaminación atmosférica y detectar su peligro actual o potencial (art. 73 y 75 literales a, b, c, g y h). En la actualidad, el Gobierno no ha dictado normas sobre materias relativas a los niveles de sulfuro de hidrógeno y amoníaco en el aire. Y, de otra parte, la Sala advierte que las normas internacionales incorporadas al derecho interno colombiano sobre el medio ambiente no atañen tampoco sobre regulaciones sobre “niveles de sulfuro de hidrógeno y amoníaco”. En efecto: Mediante las leyes Nos. 29 de 1992 y 99 de 1993 el legislador incorporó al sistema normativo de la República, respectivamente: -El Protocolo de Montreal mediante el cual se fijaron plazos máximos para la eliminación de la producción y el consumo de las principales

sustancias agotadoras de la capa de ozono, que entró en vigor el 1º de enero de 1989. La Declaración de la Conferencia de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, llevada a cabo en Río de Janeiro, en junio de 1992, referente al conjunto de principios sin fuerza jurídicamente vinculante; busca reafirmar y desarrollar la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972); su principal objetivo es el de alcanzar el desarrollo sostenible, reconociendo el derecho de los seres humanos a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza, así como el derecho soberano de los Estados para aprovechar sus recursos naturales. Como se advierte de esas normas internacionales, incorporadas al Derecho de Colombia, no refieren a los niveles en el aire de las sustancias químicas indicadas. Para la Sala, tal situación de vacío normativo no implica que el Estado deba tolerar - en el evento de que se dé - daño al interés o al derecho colectivo por la ausencia de fijación legal de mínimos y máximos de tolerancia de impacto ambiental, porque la Constitución sentó un principio de responsabilidad del Estado sobre el saneamiento, también ambiental, el cual supone que cuando se demuestre el daño al interés o al derecho colectivo así no exista parámetro legal de medición, los hechos dañinos corroborados deben ser causa para la dinámica en la acción del Estado para el saneamiento. En el caso concreto, si bien para el momento de demandar y actualmente subsisten algunos olores mínimos producidos en los galpones de la Sociedad, tal circunstancia no representa ni amenaza ni vulneración al derecho o interés colectivo del medio ambiente sano, porque el impacto negativo mínimo del olor es circunstancia que el Estado tolera como consecuencia de la modernidad en la producción de las actividades económicas que no lesionan ni la vida del hombre ni del medio natural que lo rodea. La Sala encuentra que la sentencia recurrida en su motivación razonó bien cuando concluyó que no pueden prosperar las pretensiones de “revocatoria” y de cancelación de la licencia ambiental de la Sociedad Latinoamericana S.A porque no se probaron las imputaciones fácticas y jurídicas indicadas en la demanda contra la C.R.C.. Nota de Relatoría: Se reitera la sentencia AP-1339 del 12 de julio de 2001

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

Consejera ponente: MARIA ELENA GIRALDO GOMEZ

Bogotá D.C., quince (15) de noviembre de dos mil uno (2001)

Radicación número: 19001-23-31-000-2000-3555-01(AP-230)

Actor: JUNTA DE ACCION COMUNAL DE LA ARROBLEDA (CAUCA)

Demandado: CORPORACION REGIONAL DEL CAUCA

Referencia: ACCION POPULAR

I. Corresponde a la Sala decidir la impugnación presentada por la C. R. C.

“C.R.C” y por la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A., demandado y

tercero afectado respectivamente, contra la sentencia proferida el día 10 de

agosto de 2001, por el Tribunal Administrativo del Cauca, mediante la cual se

resolvió:

“PRIMERO: No se declara probada la excepción de FALTA DE LEGITIMACIÓN POR PASIVA propuesta por el Ministerio del Medio Ambiente, por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: Ordénase al Ministerio del Medio Ambiente en el cumplimiento de las previsiones contenidas en el Decreto 948 de 1995 artículo 65 literal c) determinar al menos para el caso concreto de la operatividad de la SOCIEDAD AGROPECUARIA LATINOAMERICANA los estándares de CALIDAD DE AIRE Y DE EMISIÓN DE GASES PARA FUENTE FIJA para dos parámetros concretos: AMONÍACO (NH3) Y SULFURO DE HIDRÓGENO (H2S), dentro de un término prudencial MÁXIMO de seis meses.

TERCERO: Ordénase a la CORPORACIÓN REGIONAL AUTONOMA DEL CAUCA EXIGIR a la SOCIEDAD AGROPECUARIA LATINOAMERICANA la presentación de manuales de operación y mantenimiento de las unidades que actualmente operan en el tratamiento de gases de la planta de compostaje.

CUARTO: Ordénase a la CORPORACIÓN REGIONAL AUTONOMA DEL CAUCA exigir a la sociedad AGROPECUARIA LATINOAMERICANA aproximar el NH3 y el H2S al estándar Suizo, hasta tanto el Ministerio del Medio Ambiente fije los estándares de Emisión de Gases y de calidad de aire en general o para el caso concreto de fuente fija, dentro de los parámetros del AMONIACO Y EL SULFURO DE HIDRÓGENO, exigencia que la citada sociedad ha de cumplir efectivamente en un plazo no superior a tres meses.

QUINTO: Ordénase a la Corporación Regional autónoma del Cauca, exigir a la sociedad AGROPECUARIA LATINOAMERICANA, subir la eficiencia del sistema de aspiración de la chimenea a un 50% dentro de los tres meses siguientes y en el término de un año, el sistema deberá estar por encima del 75%, aspectos que naturalmente determinarán la ampliación de la planta conforme la propuesta inicial. SEXTO: El Tribunal fija el monto del incentivo por el ejercicio de la presente acción popular, atendiendo las previsiones del artículo 39 de la ley 472 de 1.998, en la cantidad de 10 salarios mínimos legales mensuales, los que serán cancelados por el MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE y la CORPORACIÓN REGIONAL AUTONOMA DEL CAUCA , por partes iguales.

SÉPTIMO: La CORPORACIÓN REGIONAL AUTONOMA DEL CAUCA vigilará el cumplimiento de lo dispuesto en la presente providencia, y dará cuenta periódica a esta Corporación sobre el cumplimiento de su gestión” (fols. 219 a 244 c.1).

II. ANTECEDENTES

A. Demanda:

La presentó, el 21 de julio de 2000, la Junta de Acción Comunal de la Arrobleda

de Santander de Quilichao (Departamento del Cauca) y se dirigió contra la C. R. C

“Corporación Regional del Cauca” (fols. 1 a 15 c.2).

B. Pretensiones :

“Ordenen a la Corporación Regional del Cauca –CRC- en cumplimiento de la Resolución No. 0373 de Julio 1 de 1999 Artículo Décimo Primero, REVOQUE DICHA RESOLUCIÓN Y ORDENE EL CIERRE DE LA SOCIEDAD AGROPECUARIA LATINOAMERICANA S.A.” (fol. 14 c.2).

C. Hechos:

1. La Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. radicó ante la C. R. C.

una solicitud de licencia ambiental para el proyecto de construcción de un

establecimiento avícola localizado en la Hacienda Egipto, vereda La Arrobleda

(municipio de Caloto).

2. La misma sociedad, mediante oficio No. 1103 del 17 de marzo de 1998

pidió al Ministerio del Medio Ambiente información sobre si en el norte del Cauca

existen comunidades negras susceptibles de consulta previa de acuerdo con la ley

70 de 1993.

3. Ese Ministerio conceptuó lo siguiente al peticionario, por medio del oficio

No. 01570 del 13 de abril de 1998: “Opera la consulta previa a las comunidades

negras cuando se solicita otorgamiento de Licencia Ambiental para un proyecto

obra o actividad, cuando el área en el cual se pretende adelantar el proyecto, obra

o actividad corresponda a una en donde se encuentre asentada y sea susceptible

de adjudicación colectiva por el Estado, una comunidad negra de características

prevista en la Ley 70 de 1993”.

4. El representante legal de la sociedad mencionada informó a la C. R C. , en

diciembre de 1998, que asume la responsabilidad del trámite de la licencia y del

Plan de Manejo Ambiental de las Obras Civiles Anticipadas; anexó el original del

certificado de existencia y representación legal y la copia de la solicitud de

información sobre la existencia de comunidades negras e indígenas en la zona de

influencia del proyecto.

5. El Subdirector de Gestión Ambiental de la C.R.C solicitó a la referida

Sociedad allegar la información del Plan de Manejo de Obras Civiles anticipadas

para poder tomar una decisión al respecto. El 30 de diciembre de 1998, el

interesado le presentó la información.

6. Posteriormente, la C.R.C. expidió el auto de iniciación de trámite mediante

el cual avocó el conocimiento de la mencionada solicitud por encontrarla ajustada

a derecho, la cual fue notificada personalmente y publicada; el 14 de enero de

1999 la C.R.C. remitió al interesado los términos de referencia del proyecto.

7. La Dirección General de la C.R.C. expidió la resolución No. 0082 del 22 de

febrero de 1999 por la cual aprobó el plan de manejo ambiental de obras civiles

anticipadas del proyecto mencionado; dicho acto administrativo fue notificado

personalmente a la apoderada de la sociedad.

8. La Sociedad presentó el estudio de impacto ambiental el cual fue recibido

en la C.R.C. el 7 de abril de 1999. El responsable del Programa de Licencias

Ambientales de la C.R.C. expidió el auto de evaluación del Estudio de Impacto

Ambiental el 15 de abril de 1999. Ese auto fue complementado por la Sociedad el

7 de mayo de 1999.

9. El 29 de septiembre de 1998 el gobernador del Cauca solicitó al director de

la C.R.C. en ejercicio de la facultad que confiere el artículo 72 de la ley 99 de

1993 convocar a audiencia pública por tratarse de un caso de solicitud de licencia

ambiental. Afirmó que hizo la solicitud porque ha constatado que en el norte del

Cauca continúan construyéndose obras importantes sin ningún compromiso social

en la zona en la cual deben darse acuerdos entre la comunidad y los

sociedadrios.

10. El Director de la C.R.C. convocó a la audiencia pública ambiental del

proyecto de Agropecuaria Latinoamericana S.A. a celebrarse el 25 de mayo de

1999; la convocatoria fue publicada en el diario “El Tiempo” el 14 de mayo de

1999, invitándose a las autoridades civiles, administrativas y políticas.

11. El día señalado se realizó la audiencia pública ambiental con la presencia

de la C.R.C. como autoridad ambiental convocante, autoridades invitadas, el

propietario del proyecto y la comunidad interesada, especialmente los habitantes

del área de influencia del proyecto.

12. El 21 de junio de 1999 la Sociedad presentó al Subdirector de Gestión

Ambiental el concepto técnico del proyecto en el cual se describe y se afirma que

los residuos sólidos generados en el proceso son básicamente gallinaza, cáscaras

de huevo, plumas, e.t.c. los cuales son reutilizados en la producción de compost;

explicó que “este proceso está basado en el principio de fermentación aeróbica de

un producto orgánico con una buena relación de carbono nitrógeno donde el

proceso en sí, genera incrementos de temperatura (auto combustión), de compost

obligándolo a perder humedad por evaporación (...) “Durante el proceso por efecto

de autocalentamiento y la acción de las bacterias aeróbicas se libera humedad

como vapor de agua y otros gases que se mezclan con el aire, igualmente

generan cambios químicos dentro del material ocasionando la estabilidad del

producto final y su óptima concentración de nutrientes para ser utilizados como

fertilizantes. El proceso de compost está diseñado para operar en forma continua

durante 24 horas cuando la cantidad de producto así lo amerite (...) “El alimento

es entregado y suministrado automáticamente por medio de silos y transportados

en carros a cada una de las jaulas, las heces (gallinaza) caen en una banda

transportadora localizada debajo de cada piso de jaulas y es recogida, accionando

la banda todos los días en trailers (volcos) especiales los cuales son llevados por

tracción hasta la planta de compost”.

13. Es curioso que en una parte la resolución No. 0373 de julio 1 de 1999, la

C.R.C. diga textualmente que “el proceso productivo no genera ningún tipo de

emisiones atmosféricas” mientras en otro de sus apartes dice que “la acción de

las bacterias aeróbicas se libera humedad como vapor de agua y otros gases que

se mezclan con el aire...”

En el concepto técnico No. 301-0754 de 21 de junio de 1999 de la C.R.C. se

afirmó que si se presentaban olores y gases en la atmósfera que no hayan sido

contemplados, el beneficiario de la Licencia Ambiental debe inmediatamente dar

solución a esto, implementando las medidas para prevenir o mitigar este impacto

no declarado; que el beneficiario debe informar a la C.R.C. para obtener el aval a

la solución adoptada; que con la condición anterior quedaba solucionado lo

relacionado con los olores producto del proceso de compostaje si estos se

presentaban.

De todas maneras sí se presentó el problema relativo a los olores; no fue algo

imprevisible porque desde antes la Agropecuaria Latinoamericana informó que

sucedería.

Además en la planta que tiene la Sociedad en Bucaramanga se presentan malos

olores; cosa distinta es que en esta ciudad no existen asentamientos humanos

que se puedan ver afectados y los vientos van de abajo hacia arriba debido a la

topografía, haciendo que los olores se dispersen más rápidamente.

En cambio en este caso, el del juicio, es diferente porque la planta está ubicada

en una región con gran cantidad de población a sus alrededores y la geografía es

diferente, lo que amerita la toma de medidas inmediatas, como lo señaló la

mencionada resolución.

14. La C. R. C. a pesar de referirse al grado de contaminación que puede

causar el proyecto y las dudas que quedaron al hacer el estudio de impacto

ambiental resolvió en el artículo 1 de la resolución No. 0373 de 1999 otorgar

licencia ambiental a la sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A.

15. La resolución mencionada se refiere a que en caso de incumplirse el Plan

de Manejo Ambiental y sus anexos así como cualquier obligación, se anulará el

concepto y es causal para cancelar la licencia ambiental.

En vista de que la C.R.C. ha hecho caso omiso del problema, el Comité socio -

ecológico citó a una reunión a la comunidad de la Arrobleda, a los presidentes de

las Juntas de Acción Comunal de la Cienagahonda, Crucero de Gualí, Bodega,

San Jacinto, La Dominga, Palestina, San Rafael, a las autoridades

administrativas, a los alcaldes de los municipios del área de influencia y a los

representantes de la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana; dicha reunión se

convocó con el fin de que la comunidad tomara decisiones con respecto a la

problemática que ha generado el establecimiento de la Sociedad referida.

Esa reunión se llevó a cabo el 12 de febrero de 2000;, en ella se leyó el resumen

del sentir de la comunidad sobre el problema de la emisión de olores

nauseabundos.

16. En tal reunión, la Sociedad solicitó se le diese más plazo para adelantar las

obras tendientes a mejorar la situación; por lo tanto, la comunidad se negó a darle

más plazo.

17. Mediante resolución No. 0206 de 24 de febrero de 2000 la C.R.C.

reconoció que después de que sus funcionarios visitaron las instalaciones de la

Sociedad, el 10 de noviembre de 1999, encontraron que no se han cumplido las

obligaciones establecidas en la Licencia Ambiental y, por lo tanto, se requirió al

representante de la Sociedad, mediante oficio No. 300-10537 de acuerdo con lo

previsto en el artículo 33 del decreto 1.753 de 1994 que se refiere a la suspensión

o revocatoria de licencias ambientales.

Posteriormente, la C.R.C. afirmó que la Sociedad está generando olores y gases a

la atmósfera que no fueron contemplados en el estudio de Impacto Ambiental y

está incumpliendo una de las cláusulas establecidas en la resolución que otorgó la

licencia; en su artículo dice: “La Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A.

deberá en caso de detectarse durante el tiempo de ejecución de las obras u

operación del proyecto efectos ambientales no previstos, suspender los trabajos e

informar de manera inmediata a la C.R.C., para que determine y exija la adopción

de las medidas correctivas que considere necesarias, sin perjuicio de las medidas

que deba tomar el beneficiario de la misma para impedir la degradación del medio

ambiente”.

La C.R.C. resolvió en la resolución 0206 de 2000 (artículo 1) ordenar a la

Sociedad que suspendiera en forma provisional e inmediata toda clase de obras

civiles y actividades relacionadas con la construcción y ampliación de galpones o

con el desarrollo del proyecto, incremento del número de aves y la instalación de

equipos para la operación del proyecto. Adicionalmente, determinó que las

medidas de seguridad impuestas son de inmediata ejecución, tienen carácter

preventivo y transitorio y se levantarán cuando se compruebe, mediante visita y

elaboración de acta, que ha desaparecido la causa que las originó, sin perjuicio de

que continúe la investigación administrativa o penal si fuese necesaria y la

imposición de las sanciones por incumplimiento, que establecen los artículos 86

de la ley 99 de 1993 y/o el artículo 62 ibídem. En otros apartes de la resolución, la

C.R.C. otorgó plazos a la Sociedad que se prolongaron porque a ésta no se le

notificó personalmente sino por edicto ese acto administrativo. De tal manera la

sociedad trató de ganar tiempo y de adelantar las obras civiles que, según ellos,

acabarían con los olores.

18. Luego, una comisión del Comité Socio Ecológico visitó las instalaciones de

la Sociedad y observó que las obras prácticamente estaban terminadas y que

definitivamente los olores no había mermado; sólo habían cambiado de horario

pues parece que los trabajos en el PIC para el manejo del compost lo están

realizando a las horas de la madrugada sin descartar que durante el día el galpón

huele apestosamente.

19. En los primeros días del mes de mayo de 2000 se presentó una falla

técnica en un galpón en el cual, según información de la gerente de la Sociedad,

murieron 62.000 aves que fueron sepultadas en la Hacienda Egipto en la cual

funciona la misma sociedad, sin tener en cuenta la contaminación que ello trae a

nivel freático y en las vertientes de agua que corren por debajo de la tierra

contaminando así los aljibes de los cuales se provee del agua que consume la

comunidad.

La resolución 0206 de 2000 de la C.R.C no solucionó el problema; en la

actualidad existen 360.000 gallinas que siguen causando una gran contaminación.

El Comité Socio Ecológico de la vereda citó de nuevo a la comunidad el día 8 de

mayo de 2000, en la cual se avaló la decisión de instaurar acción popular contra la

C.R.C. con el fin de que ésta revoque la licencia ambiental; la gerente de la

sociedad afirmó en la reunión que no se puede garantizar que haya cero olores.

Se citó a otra reunión para el 9 de julio del mismo año con el fin de que la

comunidad de la Arrobleda se pronuncie sobre el problema de la contaminación y

de la aparición de moscas que ha provocado que las personas y los animales de

la región se llenen de nuches (fols. 2 a 14 c.2).

El día 1 de septiembre de 2000 se adicionó la demanda; solicitó el actor

ordenar a costa suya un peritazgo con el fin de medir el grado de contaminación

ambiental y el daño que está causando la Sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A. (fol. 133 c.2)

D. Derecho colectivo que se indicó como vulnerado:

El goce a un ambiente sano (artículo 4, ley 472 de 1998) está siendo vulnerado

por la C.R.C., de un lado, por ser permisiva en el desarrollo de conductas del

beneficiario de la licencia, concedida mediante la resolución 0373 de 1999, las

cuales lesionan el derecho colectivo indicado y, de otro lado, porque a pesar de

las múltiples quejas comunitarias y de haber suspendido la licencia, mediante la

resolución No. 0206 de 2000, para que el beneficiario de la licencia se adecuara a

las exigencias legales aún sigue causando daño al derecho colectivo mencionado

(fol. 1 c.2).

E. Actuación procesal:

1. El día 27 de julio de 2000, el Tribunal admitió la demanda; ordenó, de una

parte, notificar al demandado (C.R.C), a la sociedad Latinoamericana S.A. como

tercero afectado con las resultas del proceso, al Ministerio del Medio Ambiente y

al Procurador Judicial en Asuntos Administrativos; y de otra parte ordenó informar

a la comunidad de la vereda “La Arrobleda” y enviar copia del auto admisorio a la

Defensoría del Pueblo de Popayán (fols. 75 a 77 c. 2).

2. En la oportunidad legal, mediante apoderados el demandado y el Ministerio

del Medio Ambiente contestaron la demanda, en los siguientes términos:

a. C. R. C. Se refirió a los hechos en términos semejantes a los de la

demanda. Manifestó que en ejercicio de sus potestades normativas y como

autoridad ambiental del departamento del Cauca inició las labores de seguimiento

y monitoreo ambiental para controlar y asegurar el cumplimiento de las

obligaciones impuestas en la licencia ambiental otorgada a la Sociedad Agrícola

Latinoamericana S.A.; que para tal fin se expidió la resolución 0206 de 24 de

febrero de 2000 ya mencionada; que ante el riesgo latente, la C.R.C. ha exhortado

al beneficiario de la licencia a que cumpla las obligaciones impuestas para

prevenir la ocurrencia de impactos ambientales imponiéndole un Plan de Manejo

Ambiental que se ha evaluado periódicamente. Señaló que considera que ha

cumplido y sigue cumpliendo eficientemente con su deber legal de autoridad

ambiental del departamento al hacer uso de las facultades que le otorga la ley y la

licencia ambiental que, entre otros, autorizó a la Sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A. para realizar el seguimiento y monitoreo ambiental con

miras a controlar y asegurar el cumplimiento de las obligaciones impuestas; que

en cumplimiento del parágrafo del artículo 33 del decreto 1.753 de 1994 se

produjo un requerimiento el 12 de noviembre de 1999 a la sociedad con el fin de

exhorta al cumplimiento de algunas obligaciones adquiridas en la licencia

ambiental, al haberse constatado su incumplimiento; que dicha sociedad viene

cumpliendo con lo ordenado pues si no lo hace puede hacerse acreedora a las

sanciones previstas en la ley, entre las cuales se encuentra la suspensión o

revocatoria de la licencia ambiental; que es improcedente revocar un acto

administrativo que se ha ceñido a las exigencias legales para su expedición y

ejecución; que el Tribunal no debe acceder a las pretensiones de la demanda

hasta que no sea legalmente factible que la C.R.C. imponga las sanciones como

consecuencia de la renuencia del beneficiario de la licencia ambiental a cumplir

con las obligaciones ambientales respectivas (fols. 98 a 104 c.2).

b. El Ministerio del Medio Ambiente. Adujo que no le constan y que

corresponderá a las entidades competentes impugnar las apreciaciones del actor,

demostrar las acciones adelantadas al respecto e informar los programas que

tengan para recuperar la zona; indicó las normas relacionadas con sus funciones,

objetivos y naturaleza jurídica y con las Corporaciones Autónomas Regionales y

concluyó que él, de acuerdo a la ley 99 de 1993, es un organismo rector de la

gestión ambiental y no ejecutor; que para el caso particular, la competencia en

materia ambiental corresponde a la C. R. C. (art. 33 ley 99 de 1993).

Se opuso en cuanto a las pretensiones por cuanto el Ministerio no tiene

competencia en ninguno de los hechos, actos u omisiones de la presente acción.

Propuso a título de excepciones las siguientes: inexistencia del demandado por

falta de legitimación por pasiva y las demás procedentes para la acción popular

de acuerdo con lo previsto en el artículo 23 de la ley 472 de 1998 (fols. 121 a 123

c.2).

3. La Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. contestó

extemporáneamente (fols. 146 a 162 c.2).

4. El Tribunal decidió admitir la adición de la demanda, el día 6 de septiembre

de 2000 y ordenó notificar a todos los sujetos procesales (fol. 175 c.2).

5. Luego, el 26 de septiembre de 2000 se citó a audiencia especial de pacto

de cumplimiento a la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana, al Ministerio del

Medio Ambiente y al Agente del Ministerio Público (fol. 207 c.2).

6. El 12 de octubre de 2000 se aplazó la referida audiencia; el 18 de octubre

de 2000 se ordenó adelantar la misma (fols. 226 y 238 c.2).

A la audiencia de pacto de cumplimiento asistieron los apoderados de las partes,

el Ministerio del Medio Ambiente, la Defensoría del Pueblo, el agente del

Ministerio Público, la C.R.C. y el presidente de la Sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A.; Dentro de la diligencia, entre otros:

. La parte actora se reafirmó en los hechos y pretensiones de la demanda y

expresó que después de ser conocidos los intereses de los actores no es

viable llegar a un pacto de cumplimiento;

. El tercero afectado retomó los planteamientos de hecho y de derecho

expuestos en la contestación de la demanda y entre ellos reiteró la existencia

de la veeduría; resaltó que el Plan de Manejo Ambiental es de carácter público

habiéndose invitado a la comunidad a participar; que no comparte la

indiferencia de la comunidad frente al referido Plan; que se han implementado

planes de contingencia tales como el estudio de calidad del aire en la zona de

influencia de la sociedad. Presentó algunos documentos sobre el cumplimiento

de los planes de contingencia y otros en los que se apoya la continuidad de la

sociedad por razones de carácter social y económico.

. La entidad demandada reiteró lo planteado en la contestación de la

demanda y resaltó la actividad reglada a la que debe someterse la C.R.C. con

base en la ley 99 de 1993 y el decreto 1.793 de 1994; explicó las actuaciones

de la C.R.C. como autoridad ambiental en lo relacionado con la licencia

ambiental objeto de la controversia, entre ellas, la exigencia de una auditoria

permanente de carácter ambiental para el manejo del proyecto.

. El Ministerio del Medio Ambiente propuso falta de legitimación en la causa

por pasiva; explicó que el manejo ambiental está en manos de la C.R.C. y que

se acoge a los planteamientos que la última haya hecho.

. El agente del Ministerio Público estimó que es difícil llegar a un pacto de

cumplimiento y que considera que se debe continuar con el proceso.

. La Defensoría del Pueblo indicó que en la visita que practicó a las

instalaciones de la Sociedad encontró orden, limpieza y alta tecnología,

trabajadores que declararon en Asamblea General que la sociedad les cambió

la vida personal y familiar, los ha capacitado, ha brindado posibilidades de

empleo para todos los habitantes del lugar, perspectivas de desarrollo

comunitario por la inversión en proyectos productivos de la comunidad y la

existencia de una conciencia clara de las directivas de su responsabilidad en el

manejo ambiental frente al Estado y a los habitantes de la zona. Señaló que sí

existieron olores los cuales con posterioridad fueron técnicamente

controlados; que en la parte interna de las máquinas robotizadas que producen

gallinaza es el único lugar donde se percibe un fuerte olor semejante al del

amoníaco. Sugirió que se replantee la posición de la comunidad frente a

Agropecuaria Latinoamericana y que puede ayudar a construir nuevos

escenarios de diálogo para lograr el bienestar de las partes en conflicto.

El Tribunal declaró, finalmente, fallida la audiencia de pacto de cumplimiento

(fols. 245 a 249 c.2) .

7. El Tribunal ordenó mantener el expediente en Secretaría, mediante auto

del 31 de octubre de 2000, por el término de cinco días, a disposición del

demandante para los fines previstos en el artículo 399 del C.P.C. (fol. 360 c.2).

8. El día 15 de noviembre de 2000 se abrió el proceso a pruebas (fols. 365 a

367 c.2).

9. Practicadas las pruebas, se corrió traslado a las partes para alegar de

conclusión.

La Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. Con base en pruebas afirmó su

idoneidad; que las emisiones producidas por el proceso de compostación no

representan riesgo potencial a la salud de las personas que viven dentro de la

comunidad; que las concentraciones medidas de amoníaco y sulfuro de hidrógeno

están dentro del umbral de olor y se detectan al interior de la comunidad como

olores de tipo ofensivo; que los aspectos explicados en la “evaluación en el

sistema de tratamiento de gases” son de fácil solución; que cumple con los

parámetros legales y que no existe vulneración o amenaza al derecho a un medio

ambiente sano; que por no existir prueba de amenaza o vulneración al derecho

colectivo las pretensiones procesales no deben prosperar (fols. 603 a 608 c.1).

El demandante, por el contrario expresó que la C.R.C. está incumpliendo con las

funciones que debe ejercer de acuerdo a la ley 99 de 1993; reiteró en un todo su

posición procesal anterior y concluyó que el dictamen pericial contradice la

realidad de la región toda vez que los olores y la presencia de moscos es

insoportable (fols. 609 a 611 c.1).

La C. R C. se ratificó en que las súplicas de la demanda no deben prosperar, que

ella ha cumplido con los requisitos legales de expedición de la licencia, con la

vigilancia y control del beneficiario de la licencia; que le cerró provisionalmente la

obra para que el beneficiario se adecuara a las exigencias normativas y que éste

respondió adecuadamente (fols. 612 a 616 c.1).

F. Sentencia impugnada:

En la parte motiva indicó que no hay lugar ni la revocatoria del acto que concedió

la licencia ni a la cancelación de ésta. En la parte resolutiva declaró no probada la

excepción de falta de legitimación por pasiva propuesta por el Ministerio del Medio

Ambiente; y a pesar que en la motiva indicó que no prosperarían las pretensiones

de la demanda ordenó al demandado C. R. C y al Ministerio del Medio Ambiente

la ejecución de algunas conductas activas y además fijó para el demandante el

incentivo.

Respecto a la falta de legitimación mencionada consideró que no es cierta porque

se probó en el juicio un hecho que tiene relación con el cumplimiento de una

obligación legal que está a cargo de ese Ministerio, cual es la contenida en el

decreto 948 de 1995 (art. 65, literal c) que se refiere al establecimiento de normas

ambientales mínimas y a los estándares de emisiones máximas permisibles

provenientes de toda clase de fuentes contaminantes del aire, que tienen relación

con esas funciones generales; que estas funciones el Ministerio las reconoce

como de su competencia.

Después de analizar las pruebas y referir a todos los hechos ocurridos desde el

otorgamiento de licencia por la CRC para funcionamiento de la avícola y además

hasta el momento actual, en el cual la avícola cumple con todas las exigencias,

indicó con base en el dictamen pericial que Agropecuaria Latinoamericana S.A. ha

venido mejorando sus procesos productivos y que los olores ofensivos son

menores en la medida en que se han implementado los correctivos; que cualquier

correctivo al proceso de compostación y al sistema de tratamiento de gases debe

hacerse sobre la marcha, esto es, sin interrupción de la actividad productiva; que

algunos aspectos detallados en la “Evaluación del sistema tratamiento de gases”

son de fácil solución y que al normalizar el proceso de compostaje buena parte de

ellos quedarían solucionados, sin requerir necesariamente hermeticidad del

galpón.

Señaló que la aclaración del dictamen incluye aspectos de importancia para la

decisión como que en la región existen otros factores de riesgo potencial al medio

ambiente: los humedales, el alto flujo vehicular, los pozos sépticos de más de diez

años de operación y otras actividades agroindustriales; que no se puede atribuir

todo el problema a la Agropecuaria; que Colombia no presenta normativa para

calidad de aires de gases como el amoníaco y el sulfuro de hidrógeno ni para la

emisión de los mismos; que a falta de normativas, se deben revisar los problemas

asociados a la salud (informaciones toxicológicas) y que estas informaciones

dejan que se presenten valores límites permisibles de acuerdo al tiempo de

exposición de un trabajador; que no se pueden tomar como referencia las normas

internacionales a falta de normativa para Colombia ya que cualquier normativa de

emisión o inmisión estará por debajo de la concentración a la cual se empieza a

tener efectos adversos en la salud; que para el caso del amoníaco tanto las

concentraciones de emisión (chimenea) como de inmisión (calidad de aire – aire

respirable) registradas durante el peritaje están dentro del umbral de olor lo que

no presenta efectos adversos a la salud por exposición continua y permanente;

que las concentraciones de inmisión para el amoníaco son menores a los límites

para ambientes de trabajo (valores TWA y STEL) y aún en ambientes cerrados no

presentan daño a la salud; que el proceso de compostación no es peligroso para

la salud. También analizó los testimonios.

Adujo que el peritaje es prueba fundamental porque está sólidamente apoyado en

elementos técnicos y científicos que han permitido establecer unas conclusiones y

que no fueron desvirtuadas; que se concluye que no hay lugar a ordenar el

cierre de la sociedad; que sin embargo, el hedor puede constituir violación al

derecho fundamental a la intimidad; que los olores pueden ser mitigados a un

nivel tolerable; que a través del informe pericial han podido determinarse falencias

corregibles en el proceso que se adelanta; que el Ministerio del Medio Ambiente

omitió establecer los estándares de emisiones máximas permisibles provenientes

de fuentes contaminantes del aire respecto de las cuales la autoridad ambiental

regional debe hacer exigencias precisas a la sociedad; que la C.R.C. omitió

requerir al Ministerio para obtener la fijación de estándares de emisión de gases

en fuentes fijas y calidad de aire; que la C.R.C. tampoco ha revisado el Plan de

Manejo Ambiental propuesto por la sociedad en donde se especifiquen manuales

de operación y mantenimiento de la planta de compostaje (fols. 619 a 644 c.1).

G. Impugnación:

La Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. (tercero afectado) y la C.R.C.

recurrieron el fallo de primera instancia.

La Sociedad impugnó el numeral 4º de la sentencia que refiere a la orden que se

dio a la C.R.C. para que le exija la aproximación del NH3 y el H2S al estándar

suizo, hasta tanto el Ministerio del Medio Ambiente fije los estándares de Emisión

de Gases y de calidad de aire en general o para el caso concreto de fuente fija,

dentro de los parámetros del AMONÍACO Y EL SULFURO DE HIDRÓGENO y el

cumplimiento efectivo en un plazo no superior a tres meses; solicitó aclaración y

complementación del punto relativo al incentivo para que se cumpla el

compromiso de pagar a la sociedad el 50% del pago del peritaje.

Al sustentar el recurso ante el Consejo de Estado expresó que es imposible

cumplir lo ordenado por el fallo en su aparte recurrido, dentro del término

perentorio de tres meses, por cuanto ello conduciría al detrimento social y

económico de la comunidad y de la sociedad. Citó normas ambientales

referentes a la creación, objetivos y funciones del Ministerio del Medio Ambiente

(ley 99 de 1993), al Sistema Nacional Ambiental (SINA), a la protección de la

atmósfera (decreto 2811 de 1974 – Código de Recursos Naturales), a los

principios generales ambientales (ley 23 de 1973), a las funciones del Ministerio

del Medio Ambiente y de las Corporaciones Autónomas Regionales en relación

con la protección y control de la calidad del aire (decreto 948/95). Del análisis de

las normas concluyó que al Ministerio le corresponde, como ente regulador del

Estado en lo atinente a los bienes del medio ambiente (aire, suelo, agua), regular

las emisiones permisibles de NH3, amoníaco y H2S, sulfuro de hidrógeno al aire,

para el caso concreto relativo al punto impugnado; que a la C.R.C. le corresponde

establecer las mediciones para hacer cumplir esos estándares regulados por el

Ministerio del Medio Ambiente. Adujo que al no poder cumplir a tiempo lo

ordenado, el tribunal exigiría la revocatoria de la licencia ambiental y el cierre de la

sociedad, lo que como ya se afirmó traería graves consecuencias para la

comunidad y la sociedad; que la aplicación de estándares depende de la situación

geográfica concreta, es decir, el ecosistema de Suiza es diferente al de Colombia;

que la emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno tiene un comportamiento

diferente en los dos países debido a los factores climáticos; que en la vereda la

Arrobleda (Caloto – Cauca) situada en el trópico y en donde impera el clima cálido

hay una constante evolución de la materia orgánica y por tanto, la disolución

atmosférica de los gases es más rápida o difusa. Explicó el procedimiento técnico

que sigue el Ministerio para estandarizar una norma. Como corolario de lo

expuesto, solicitó revocar el aparte cuarto resolutivo del fallo de primera instancia

(fols.649 y 650; 670 a 676 c.1).

La C. R. C. cuando sustentó el recurso indicó que no corresponde a las

Corporaciones Autónomas Regionales velar porque el Ministerio del Medio

Ambiente cumpla con las funciones que la ley le otorga; que la autonomía de las

corporaciones no está ligada con poder jerárquico con el Ministerio y viceversa;

que no obstante el Ministerio indicado remitió a algunas corporaciones regionales

los proyectos de resolución de normas sobre la calidad del aire y de las

emisiones de chimenea; que la C.R.C. sí exigió a la sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A. desde noviembre de 2000, la presentación de los manuales

de operación y de mantenimiento de la planta de compostaje.

Indicó que a partir de la queja inicial de la comunidad manejó el aspecto de los

olores originados por la Sociedad; que muestra de esto es que ordenó su cierre

provisional, mientras solucionaba el problema de la muerte de algunas aves; que

a partir del levantamiento de la sanción se realizaron una serie de compromisos

destinados a dar una solución progresiva a las emisiones de olores; que la

Sociedad ha implementado tecnología y que ella ha venido evaluando

progresivamente;; que es casi imposible para ella solucionar el problema de los

olores ofensivos pues aquellos no provienen en forma permanente y significativa

de la Sociedad sino de factores externos, de origen natural provocados por la

acción de los habitantes y de origen geográfico; que no puede acoger o exigir

normas bajo las cuales no exista un aval o autorización del Ministerio pues aún si

fuera posible tendría que acogerse al principio de Rigor Subsidiario (art. 70

decreto 948 de 5 de junio de 1995) conforme al cual las corporaciones autónomas

regionales y grandes centros urbanos (departamentos, municipios y distritos), en

su condición de autoridades ambientales podrán adoptar normas específicas de

calidad del aire y de emisión de contaminantes, más restrictivas que las

establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente; que deben mediar estudios de

meteorología y de calidad del aire pormenorizados en donde aparezcan

muestreos de más de un año lo que hace contraproducente lo ordenado por el

tribunal; que con el requerimiento que hizo la C.R.C. a la sociedad en noviembre

del año pasado, se cumplió anticipadamente con la primera exigencia del tribunal

a la C.R.C. Finalmente, pidió que se revoque la sentencia del a quo o en su

defecto se tengan en cuenta la posición de la C.R.C. al respecto (fols. 653 a 657

c.1).

H. Actuación procesal posterior a la sentencia de primera instancia:

El tribunal determinó respecto de la solicitud de aclaración de la sentencia hecha

por la Sociedad avícola, mediante auto del 28 de agosto de 2001, que al juez no

le es dable ordenar el destino que los beneficiarios del incentivo deben darle a

éste porque los arreglos que las partes hagan extrajudicialmente respecto del

mismo, sólo le corresponde a ellas cumplirlos, en aras de la palabra empeñada;

que es deseable que se destine el incentivo al reintegro del valor adeudado a la

sociedad; que no accede al pedimento de aclaración de la sentencia en este

sentido (fol. 659 c.1).

Después del reparto del asunto en el Consejo de Estado, el ponente corrió

traslado a los recurrentes, mediante auto del 26 de septiembre de 2001 (fols. 667

y 668 c.1).

Como no se observa causal de nulidad que invalide lo actuado se procede a

resolver previas las siguientes,

III. CONSIDERACIONES:

Corresponde a la Sala decidir sobre las impugnaciones presentadas por la C. R.

C. y por la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. contra la sentencia

proferida el 10 de agosto de 2001 por el Tribunal Administrativo del Cauca.

A. Acción popular.

Generalidades.

Tiene por objeto la protección y defensa de los derechos e intereses colectivos

relacionados con el goce a un ambiente sano, el patrimonio, el espacio, la

seguridad y la salubridad pública, entre otros, y procede contra toda acción u

omisión de las autoridades públicas o de los particulares que “hayan violado o

amenacen violar” los derechos e intereses colectivos (arts. 88 C. N., y 2, 9 ley

472 1998).

La jurisdicción de lo Contencioso Administrativo es la competente para conocer de

las conductas provenientes de acciones u omisiones de las entidades públicas y

de las personas privadas que desempeñen funciones administrativas, por regla

general (art. 15 ley 472 1998).

La mencionada acción tiene como finalidad o evitar el daño contingente, o hacer

cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravios sobre estos derechos e

intereses colectivos y/o restituir las cosas a su estado anterior, cuando fuere

posible (art. 2).

Por lo tanto la prosperidad de las pretensiones en la acción popular está ligada

con la existencia real de los siguientes elementos, que para el momento de fallar

deben estar establecidos:

• La acción u omisión del demandado - autoridad pública o particular en ejercicio

de función administrativa o por fuero de atracción con aquella - y

• La amenaza o la violación a derechos e intereses colectivos

B. Panorama legislativo.

Antes de hacer referencia a los antecedentes fácticos la Sala se detendrá en las

previsiones normativas sobre el medio ambiente y actividades sobre el impacto

del mismo, las licencias y la calidad de aire.

1. La Constitución Nacional de 1991 responsabiliza al Estado y a las personas

de proteger las riquezas culturales y naturales del país; establece la

responsabilidad del Estado en el saneamiento ambiental; indica que todas las

personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano; protege la diversidad e

integridad del ambiente y facilita la participación de las comunidades en las

decisiones que puedan afectarla; prescribe que el Estado planificará el manejo y

explotación de los recursos naturales y controlará los factores de deterioro

ambiental (arts 8, 40, 79, 80 y 81).

2. El decreto ley 2.811 de 1974 (Código Nacional de Recursos Naturales

Renovables y Medio Ambiente) y la ley 9ª de 1973 (Código Sanitario Nacional)

vinculan los efectos sobre el medio ambiente con la salud humana y los aspectos

sanitarios. El decreto mencionado, en lo relativo a la contaminación atmosférica,

enseña que el gobierno debe mantener la atmósfera en condiciones que no

cause molestias o daños o interfieran el desarrollo normal de la vida

humana, animal o vegetal y de los recursos naturales renovables y que para

prevenir la contaminación atmosférica se deben dictar, entre otras disposiciones

las concernientes a las siguientes materias:

• calidad del aire como elemento indispensable para la salud humana, animal o

vegetal;

• grado permisible de concentración de sustancias aisladas o en combinación,

capaces de causar perjuicios o deterioro en los bienes, en la salud humana,

animal y vegetal;

• métodos apropiados para impedir y combatir la contaminación atmosférica;

• empleo de métodos adecuados para reducir las emisiones a niveles

permisibles;

• establecimiento de estaciones o redes de muestreo para localizar las fuentes

de contaminación atmosférica y detectar su peligro actual o potencial (art. 73 y 75

literales a, b, c, g y h).

3. La ley 99 de 1993, por medio de la cual se creó el Ministerio del Medio

Ambiente y varias Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), organizó el

Sistema Nacional Ambiental y fijó el requisito de la licencia ambiental previa para

el desarrollo de proyectos, obras o actividades que generen un efecto grave sobre

el medio ambiente, establece especialmente:

“Artículo 49. De la obligatoriedad de la licencia ambiental. La ejecución de obras, el establecimiento de industrias o el desarrollo de cualquier actividad, que de acuerdo con la ley y los reglamentos, pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje requerirán de una licencia ambiental”.

4. El decreto reglamentario 1.753 de 1994, “Por el cual se reglamentan

parcialmente los títulos octavo y doce de la ley 99 de 1993, sobre licencias

ambientales”, define qué se entiende por “Plan de Manejo Ambiental”; dice que

el establece de manera detallada “las acciones que se requieren para prevenir,

mitigar, controlar, compensar y corregir los posibles efectos o impactos

ambientales negativos causados por un proyecto, obra o actividad”; también

define los siguientes conceptos:

Proyecto, Obra o Actividad” es el que incluye la planeación, ejecución, emplazamiento, instalación, construcción, montaje, ensamble, mantenimiento, operación, funcionamiento, modificación, y desmantelamiento, abandono, terminación, del conjunto de todas las acciones, usos del espacio, actividades e infraestructura relacionadas y asociadas con su desarrollo.

Análisis de riesgo” es el estudio o evaluación de las circunstancias, eventualidades o contingencias que en desarrollo de un proyecto, obra o actividad puede generar peligro de daño a la salud humana, al medio ambiente y a los recursos naturales (art. 1º).

La Licencia Ambiental” es la autorización que otorga la autoridad ambiental competente, mediante acto administrativo, a una persona, para la ejecución de un proyecto, obra o actividad que conforme a la ley y a los reglamentos, puede producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje, y en la que se establecen los requisitos, obligaciones y condiciones que el beneficiario de la Licencia Ambiental debe cumplir para prevenir, mitigar, corregir, compensar y manejar los efectos ambientales del proyecto, obra o actividad autorizada” (art. 2).

Competencia del Ministerio del Medio Ambiente: “(...) En los proyectos, obras o actividades que pretenda adelantar el Gobierno mediante el sistema de concesión, el pronunciamiento del Ministerio del Medio Ambiente sobre el Diagnóstico Ambiental de Alternativas será condición previa para el otorgamiento de dicha concesión” (Parágrafo 3º, art. 7).

Acerca de los estudios de impacto ambiental: el artículo 27 ibídem ordena que estos no se deben aprobar sino que se deben hacer conceptos técnicos, con base en los cuales la autoridad ambiental decide sobre el otorgamiento o no de Licencia Ambiental.

Suspensión o revocatoria de la licencia ambiental: La licencia ambiental podrá ser suspendida o revocada mediante resolución motivada sustentada, por la misma autoridad ambiental que la otorgó o por el Ministerio del Medio Ambiente, cuando el beneficiario de la licencia ambiental haya incumplido cualquiera de los términos, condiciones, obligaciones o exigencias inherentes a ella consagrados en la ley, los reglamentos o en el mismo acto de otorgamiento.

Parágrafo. Antes de proceder a la revocatoria o suspensión de la licencia ambiental se requerirá por una sola vez al beneficiario de ésta, para que corrija el incumplimiento en el cual ha incurrido o presente las explicaciones que considere necesarias sobre las causas de su incumplimiento. En el mismo acto de requerimiento, la autoridad ambiental competente fijará el plazo para corregir el incumplimiento, de acuerdo con la naturaleza del asunto (art. 33).

5. El decreto 948 de 1995 (1) contiene el reglamento de protección y control de

la calidad del aire, de alcance general y aplicable en todo el territorio nacional,

mediante el cual se establecen entre otros, las normas y principios generales para

la protección atmosférica, las directrices y competencias para la fijación de las

normas de calidad del aire o niveles de inmisión, las normas básicas para la

fijación de los estándares de emisión y descarga de contaminantes a la atmósfera,

las de emisión de olores ofensivos, el otorgamiento de permisos de emisión, los

1 Reglamentario parcial de la ley 23 de 1973, de los artículos 33, 73, 74, 75 y 76 decreto ley 2811 de 1974, de los artículos 41, 41, 43, 44, 45, 48 y 49 ley 9ª de 1979 y de la ley 99 de 1993 en lo relativo a la prevención de la contaminación atmosférica y la protección de la calidad del aire.

instrumentos y medios de control y vigilancia y la participación ciudadana en el

control de la contaminación atmosférica (art. 1).

Indica las funciones del Ministerio del Medio Ambiente y de las Corporaciones

Autónomas Regionales en lo relativo a la calidad y el control de la contaminación

del aire.

Entre las funciones correspondientes al Ministerio señaló las siguientes: definir la

política nacional de prevención y control de la contaminación del aire; fijar la

norma nacional de calidad del aire; establecer las normas ambientales mínimas y

los estándares de emisiones máximas permisible, provenientes de toda clase de

fuentes contaminantes del aire; declarar, en defecto de la autoridad ambiental

competente en el área afectada, los niveles de prevención, alerta y emergencia y

adoptar las medidas que en tal caso correspondan y establecer las normas de

prevención y control de la contaminación atmosférica proveniente de actividades

mineras, industriales y de transporte, y en general, de la ocasionada por toda

actividad o servicio, público o privado (art. 65 literales a, b, c, f y j).

Respecto a las funciones que le conciernen a las CAR, el decreto en mención,

señaló, entre otras, las de otorgar permisos de emisión de contaminantes al aire;

declarar los niveles de prevención, alerta y emergencia en el área de donde

ocurran eventos de concentración de contaminantes que así lo ameriten,

conforme a las normas establecidas para cada nivel por el Ministerio del Medio

Ambiente, y tomar todas las medidas necesarias para la mitigación de sus efectos

y para la restauración de las condiciones propias del nivel normal; restringir en el

área afectada por la declaración de los niveles de prevención, alerta o

emergencia, los límites permisibles de emisión de contaminantes a la atmósfera,

con el fin de restablecer el equilibrio ambiental local; realizar la observación y

seguimiento constantes, medición, evaluación y control de los fenómenos de

contaminación del aire y definir los programas regionales de prevención y control;

adelantar programas de prevención y control de contaminación atmosférica en

asocio con las autoridades de salud y con la participación de las comunidades

afectadas o especialmente expuestas e imponer las medidas preventivas y

sanciones que correspondan por la comisión de infracciones a las normas sobre

emisión y contaminación atmosférica (art. 66 literales a, b, c, d, i, j).

El mismo decreto dispuso que las corporaciones autónomas regionales y los

grandes centros urbanos, los departamentos, los municipios y distritos, en su

orden, en su condición de autoridades ambientales, podrán adoptar normas

específicas de calidad del aire, de emisión de contaminantes más restrictivas que

las establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente; lo anterior de acuerdo a

ciertas consideraciones (art. 70).

Los artículos 72 y 73 explican lo relativo al permiso de emisión atmosférica y los

casos en los que se necesita entre los cuales se encuentran las descargas de

humos, gases, vapores, polvos o partículas por ductos o chimeneas de

establecimientos industriales, comerciales o de servicio.

El principio de legalidad visto servirá una vez se analicen los antecedentes

fácticos establecidos para concluir si el fallo apelado debe mantenerse o debe

revocarse como lo piden los recurrentes.

B. Caso concreto.

1. Legitimación del actor procesal y de la Autoridad del Medio Ambiente

citada.

a. El demandante es una Junta de la Acción Comunal. Por lo tanto se

examinará que naturaleza jurídica tiene y además si en términos de la ley 472 de

1998 está o no legitimada para promover la demanda.

El artículo 1° del decreto reglamentario 1.930 de 1979, por el cual se reglamentó

parcialmente el artículo 1º literal f del decreto ley 126 de 1976, las define

así:“Junta de acción comunal es una corporación cívica sin ánimo de lucro

compuesta por vecinos del lugar que aúnan esfuerzos y recursos para procurar

la solución de las necesidades más sentidas de la comunidad”.

Sobre esas Juntas la jurisprudencia de la Sección Primera de esta Corporación ha

dicho que "Las Juntas de Acción Comunal, tal como se definen al tenor del artículo

1° del decreto 1930 de 1979, son personas jurídicas particulares, bajo la forma de

"corporación cívica sin ánimo de lucro, compuesta por los vecinos de un lugar",

quienes en su calidad de socios vienen a constituir uno de sus órganos, cual es el

de la asamblea de socios. Su carácter de corporación privada se da no obstante

encontrarse sujetas a la regulación, control y vigilancia del Estado, como lo están

muchos entes de carácter privado, precisamente por sus fines enteramente cívicos"

(2).

Y la doctrina señala que "la Acción Comunal es un organismo para - estatal que

colabora con la Administración y puede contratar con ella, posee personería jurídica

y por lo tanto tiene representante legal" (3)

Partiendo de la naturaleza que el ordenamiento jurídico les otorga a esas Juntas,

corporaciones sin animo de lucro, están ubicadas dentro de la gran clasificación de

personas jurídicas de derecho privado. El Código Civil enseña que las personas

jurídicas son “de dos especies: corporaciones y fundaciones de beneficencia

pública” (art. 633 C.C.) (4).

Particularmente, la Junta de Acción Comunal de “La Arrobleda” obtuvo

reconocimiento de su personería jurídica el día 3 de octubre de 1963, mediante la

resolución 062 proferida por la Gobernación del Cauca (Documento público en

original; fol. 652 c.1). Por lo tanto es titular de la acción popular y por tanto está

legitimada (ley 472 de 1998, art. 12 num 1º).

2. El Ministerio del Medio Ambiente, autoridad que fue citada por el Tribunal,

está legitimado para actuar en el proceso debido a que la ley citada dispuso que el

auto admisorio de la demanda se “le comunicará a la entidad administrativa

encargada de proteger el derecho o el interés colectivo afectado” (ultimo inciso art.

21 ibídem). Se analiza lo anterior porque el mismo Ministerio al contestar la

demanda negó legitimación para ser citado y en consecuencia propuso a título de

excepción, su ilegitimación. Dicha norma sirve para concluir al igual que el

Tribunal que el Ministerio indicado sí tiene legitimación en el proceso. El Consejo

de Estado advierte que el hecho propuesto como excepción no tiene ese calidad y

2 Expediente No. 5463; M.P.: Dr. JUAN ALBERTO POLO FIGUEROA. 3 Londoño de Botero, Beatriz; "Las Juntas Administradoras Locales", 3a edición, Concejo de Medellín - Biblioteca Jurídica Diké, 1990. 4 Véase en el mismo sentido sentencia proferida el día 23 de agosto de 2001. Sección Tercera. Expediente AC 1.408. Actor: Humberto Rodríguez Rangel.

por tanto no es objeto de declaración en la parte resolutiva del fallo; se reitera la

posición jurisprudencial de la Sala 5

2. Interpretación de la demanda.

La mencionada Junta solicitó a esta justicia “la revocación de la licencia

ambiental” que la C.R.C. otorgó a la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A.

El Consejo de Estado interpreta, del contenido integral de la demanda, que lo que

la actora realmente solicita es que se libre orden de cancelación de ese acto

administrativo; y se comprende por lo siguiente:

▪ En la demanda se alude a que la C.R.C a pesar de que la Sociedad

beneficiaria de la licencia no cumplió con las condiciones impuestas por la

misma, debió proceder, ante los incumplimientos de la beneficiaria en el

respeto del derecho colectivo del medio ambiente, a cancelar la licencia

como así se previo dentro de la misma. Y,

▪ La Constitución obliga a que prevalezca el derecho sustancial sobre el

formal; y como los antecedentes fácticos del juicio dicen de situaciones que

de ser ciertas podrían generar la cancelación del acto y con éste la pérdida

de su fuerza ejecutoria, concluye que la declaración judicial que se ruega

es que se libre la orden de hacer, de cancelación. Además, finalmente, es

necesario recordar que la revocación de actos administrativos es materia que

está reservada por la ley, generalmente, al autor del acto. Y

▪ En el juicio de acción popular las decisiones del juez, en términos del artículo

34 inciso 1º de la ley 472 de 1998, pueden consistir en librar o “una orden de

hacer o de no hacer, condenar al pago de perjuicios cuando se haya

causado daño a un derecho o interés colectivo a favor de la entidad pública

no culpable que los tenga a su cargo, y exigir la realización de conductas

necesarias para volver las cosas al estado anterior a la vulneración del

derecho o del interés colectivo, cuando fuere físicamente posible ( )” .

5 Sentencia proferida el día 17 de mayo de 2001. Radicación número: 12.956. Actor: Hernando

Teniendo en cuenta el marco de competencia en el fallo del juzgador de la acción

popular se examinarán las pruebas para determinar, si las conductas imputadas a

la C.R.C. amenazan o vulneran el derecho colectivo del medio ambiente.

3. Verificación de las imputaciones hechas contra la C.R.C:

Como el demandado C.R.C. solicitó en el recurso de apelación contra el fallo de

primera instancia el estudio del juicio es abierto. Ahora, para entrar en materia,

recuérdese que la demanda se presentó el día 21 de julio de 2000. Tomando en

cuenta esta fecha se observa que las pruebas recepcionadas, unas son anteriores

a la presentación de la demanda y otras fueron practicadas después de la

presentación de la misma.

a. Hechos acaecidos antes de demandar y pruebas tomadas en esa

época:

a.1. El día 30 de octubre de 1998, mediante escritura pública No. 3597 de la

Notaría Segunda de Bucaramanga, se constituyó la sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A.; el día 3 de noviembre de 1998 se inscribió en la Cámara de

Comercio (fols. 111 a 119 c.2).

a.2. El día 1 de julio de 1999, la C. R. C. mediante la resolución No. 0373:

. otorgó licencia ambiental a la Sociedad mencionada para el

proyecto, construcción y operación de una planta cuyo objeto es la cría,

levante de pollitas y compra de pollas levantadas con destino a la producción

de huevos para el consumo humano destinado a la venta y/o

comercialización, la producción de alimento y compost para la venta,

localizado en la Hacienda Egipto, Vereda La Arrobleda, Municipio de Caloto,

Departamento del Cauca;

Palacios Aroca y otros.Demandado: Nación (Ministerio de Defensa Nacional - Policía Nacional).

. determinó que la licencia está sujeta al cumplimiento por parte del

beneficiario de ciertas obligaciones contenidas en los documentos

presentados y a las obligaciones indicadas en los conceptos técnicos de

junio 21 y 28 de 1999. En el primero de éstos se dice que la industria no

produce emisiones de partículas en suspensión y gases a la atmósfera y que

por tanto, no requiere de permiso para emisiones atmosféricas de acuerdo a

lo expresado en el Estudio de Impacto Ambiental; que si se presentan olores

y gases a la atmósfera que no hayan sido contemplados en el E.I.A. (estudio

de impacto ambiental) el beneficiario debe inmediatamente dar solución,

implementando las medidas para prevenir o mitigar este impacto no

declarado; que debe informar a la C.R.C. para obtener el aval a la solución

adoptada; que para el funcionamiento de la planta, la referida Sociedad debe

contratar una auditoria ambiental que debe rendir informes y hacer el

seguimiento del Plan de Manejo Ambiental durante la fase de construcción y

operación de la industria; que el incumplimiento del Plan de Manejo

Ambiental y sus anexos como de cualquiera de las obligaciones anteriores

anula el concepto y es causal para cancelar la licencia ambiental.

. Indicó que lo dispuesto en ella no exime a la sociedad del

cumplimiento de los requerimientos y obligaciones que las demás

autoridades le formulen en los asuntos de sus competencias; que la licencia

ambiental que se otorga no ampara ningún tipo de obras o actividades

diferentes a las descritas en los planos y documentos presentados y

aprobados por la Corporación; que la C.R.C. en coordinación con las

autoridades competentes respectivas ejercerá las labores de seguimiento y

monitoreo ambiental para controlar y asegurar el cumplimiento de las

obligaciones impuestas; que el beneficiario de la licencia será responsable

por cualquier deterioro o daño ambiental causado por él o sus trabajadores y

deberá realizar las actividades necesarias para corregir los efectos

causados; que igualmente será responsable de los daños y perjuicios que

cause a terceros en el desarrollo del proyecto; que la Sociedad deberá en

caso de detectarse durante el tiempo de ejecución de las obras u operación

del proyecto, suspender los trabajos e informar de manera inmediata a la

C.R.C. para que determine y exija la adopción de las medidas correctivas

que considere necesarias, sin perjuicio de las medidas que deba tomar el

beneficiario de la misma para impedir la degradación del medio ambiente;

que si el beneficiario incumple esas obligaciones se le impondrán las

sanciones del artículo 85 de la ley 99 de 1993; entre estas se incluye la

revocatoria de licencia (Documento público en copia simple; fols. 30 a 57

c.2).

a.3. Entre septiembre y octubre de 1999, CODINSA (Compañía de

Ingeniería Sanitaria), como interventora, realizó una visita de auditoria ambiental

No. 1 a la Sociedad y rindió informe bimestral; entre las conclusiones y las

recomendaciones indicó que la Sociedad respecto del adelanto de las obras las

lleva en forma adecuada y de acuerdo con el Plan de Manejo Ambiental; que las

observaciones – sobre emisión de gases - que le ha hecho a la Sociedad se han

tenido en cuenta y, por tanto, se han corregido con prontitud (Documento privado

en copia simple; fol. 7 anexo 5).

a.4. El día 5 de octubre de 1999, se presentaron al Director de la C.R.C.

varias firmas de personas de la Vereda La Arrobleda con el fin de que se tomen

medidas tendientes a corregir la contaminación derivada de los olores producida

por la mencionada sociedad (Documento privado en original, fol. 61 c.2).

a.5. El día 12 de noviembre de 1999 se reunieron ingenieros, el Comité

Socioecológico y la comunidad, ambos de la Arrobleda, con el fin de buscar

alternativas para solucionar el problema de la emisión de olores; la Sociedad

indicó las actividades que seguirá con el fin de mitigarlos (Documento privado en

copia simple; fols. 21 a 23 c.2).

a.6. Entre noviembre de 1999 y enero de 2000, CODINSA realizó otro

informe, el trimestral, de la visita de auditoria ambiental a la sociedad (durante

operación); entre las conclusiones y las recomendaciones incluyó la de que los

sistemas de ventilación instalados en los galpones de postura, los cuales han

causado la dispersión de plumas en el área de construcción y vías, puede estar

asociados a la presencia de olores propios del funcionamiento interno del galpón,

en las comunidades cercanas; que por esta razón se debe estudiar la posibilidad

de depurar y conducir estas corrientes de aire para su mejor dispersión; que por

parte de la interventoría se ha percibido el olor característico de una avícola hasta

unos 100 metros de los mismos en diferentes direcciones y a 150 metros en

dirección de los extractores; que esta situación está ligada básicamente con la

dirección predominante de los vientos; que ante el requerimiento inmediato de

disminuir y dar solución definitiva a la generación de olores en el área de galpones

de compostaje, la Sociedad planteó como medida inicial la disminución de la

humedad del material secante por medio de la construcción de un galpón para el

almacenamiento y acondicionamiento del material, al igual que adelantar la

arborización; que estas medidas se realizaron de manera parcial debido a

inconvenientes climáticos; que la Sociedad propuso otras medidas para el manejo

de los olores en la planta de compostaje las cuales se establecieron a través de

un cronograma de trabajo a corto y mediano plazo (Documento privado en copia

simple; fols. 10, 11 y 12).

a.7. El día 18 de enero de 2000 se reunió la comunidad de la Arrobleda;

aquella afirmó que antes de que se estableciera la sociedad, gozaba de un

ambiente sano el cual se ha alterado hasta el punto que el olor se ha vuelto

insoportable; que piden a la C.R.C. que haga cumplir los numerales de la

resolución que otorgó la licencia, relativos a los permisos y obligaciones

(Documento privado en copia simple; fols. 24 a 28 c.2).

a.8. El día 24 de febrero de 2000, la C. R. C. mediante resolución No.

0206 le ordenó a la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A. que: a)

suspenda en forma provisional e inmediata toda clase de obras civiles y

actividades relacionadas con la construcción o ampliación de galpones o con el

desarrollo del proyecto, incremento del número de aves y la instalación de equipos

para la operación del proyecto; b) la presentación a la C.R.C. de un Plan de

Manejo Ambiental para prevenir, mitigar, corregir, compensar y manejar los

efectos ambientales causados por las obras o actividades ya autorizadas,

relacionadas con la generación de olores y gases los cuales no fueron

contemplados en el Estudio de Impacto Ambiental y c) determinó que si no se

cumple lo ordenado se impondrán sanciones como multas sucesivas, el cierre

temporal o definitiva de la sociedad y la revocatoria de la Licencia Ambiental

(Documento público en copia simple; fols. 16 a 20 c.2).

a.9. Entre febrero y abril de 2000, CODINSA realizó el informe trimestral

de la visita de auditoria ambiental No. 3 a la sociedad (fase operativa); explicó que

de acuerdo con los requerimientos realizados por la C.R.C. para dar solución

definitiva a la generación de olores en el área de galpones de compostaje se

cerraron, entre otros, las estructuras de galpones de compostaje para evitar salida

de gases como CO2 Y NH3; se cuenta con la asesoría técnica de la Universidad

de Antioquia en la que se determinarán los parámetros óptimos de operación del

proceso de tal forma que se controlen olores, proliferación de vectores,

seguimiento constante del proceso de maduración del compost y por consiguiente

se minimicen los impactos producidos en esta etapa; que en relación con la

muerte de animales ocurrida el 25 de abril la sociedad adelantó un plan de

contingencia de acuerdo con las recomendaciones realizadas por la Dirección de

Gestión Ambiental de la C.R.C. (Documento privado en copia simple; fols. 12 y 13

anexo 7).

a.10. El día 29 de marzo de 2000, la Sociedad presentó el escrito de Plan

de Manejo Ambiental en cumplimiento al artículo 3 de la resolución 0206 de 24 de

febrero de 2000 de la C.R.C. (Documento público en copia simple; fol. 1 anexo 4);

determinó la implementación de unas medidas a corto, mediano y largo plazo con

el fin de mitigar y corregir los efectos ambientales causados por la operación de la

avícola; explicó que ese plan debe ir acompañado de una auditoria permanente

por parte de la C.R.C.; anexó una propuesta para el manejo del proceso de

compostación de la Universidad de Antioquia y un plano de la máquina

transportadora de compost (fols. 4 a 7 anexo 4).

a.11. En mayo de 2000, personas de la vereda manifestaron, con su firma,

su apoyo a presentar la demanda en ejercicio de la acción popular iniciada en

contra de la Sociedad Latinoamericana S.A. (Documento privado en original; fols.

62 a 70 c.2).

a.12. En el mismo mes, personas de las comunidades San Jacinto,

Bodega Arriba, Ciénaga Honda, Crucero de Gualí, Guasimo, Arrobleda y

Guachene expresaron su apoyo a la sociedad; afirmaron que en un principio

existía un mal olor pero que a partir de febrero de 2000 ha disminuido

notoriamente el olor por el tratamiento aplicado al compost; que por esa razón no

desean que desaparezca la sociedad (Documento privado en copia simple; fols.

250 a 264 c.2).

a.13. Entre mayo y julio de 2000, CODINSA LTDA presentó el informe

trimestral del Programa de Interventoría y monitoreo ambiental a la sociedad

Agropecuaria Latinoamericana; entre las conclusiones y recomendaciones incluyó

las relativas al seguimiento del Plan de Contingencia presentado por la sociedad

de acuerdo con la resolución 0206 de 24 de febrero de 2000, así:

“Se ha planteado un sistema para succionar los gases retenidos en el galpón de compostaje a través de tubería perforada ubicada en la parte superior del balcón. Los gases se conducen hacia una torre y pasan por una cortina húmeda (solución de cloro) donde deben ser removidos. Las correspondientes fichas técnicas, planos y diagramas del sistema serán presentados en los informes posteriores para un mejor entendimiento de su funcionamiento (...)”

En el anexo 3, de panorama de riesgos, recomendó que la parte posterior de los

silos donde se encuentra la banda que transporta la gallinaza debe tener un

mayor orden y limpieza para evitar olores y presencia de moscas; observó que

entre los riesgos más relevantes y que tienen mayor grado de peligrosidad está el

químico (polvo, amoníaco); precisó que el amoníaco se encuentra

específicamente en el área compost.

En el anexo 4, en el registro fotográfico, indicó que se debe utilizar una malla más

fina en la trampa de cáscaras para evitar obstrucción del filtro anaeróbico; observó

la panorámica del sistema de extracción de gases en la zona de compostaje y las

líneas internas de succión al interior del galpón.

En el anexo 5, referente al acta de visita de la Comisión de Seguimiento de la

C.R.C a la finca de Agropecuaria Latinoamericana, señaló que con relación a

visitas anteriores se han realizado las siguientes acciones para mitigación de

olores:

• Encerramiento de los galpones de ponedoras. • Encerramiento de galpón del proceso compost. • Instalación de tubería para aireación de piscinas de compostaje. • Instalación de tubería y planta purificadora para disminución de olores

(filtros).

• Instalación de chimenea más o menos de 12 metros de altura para quema de residuos olorosos - combustibles.

• Siembra de especies vegetales, nativas, ornamentales y frutales como barreras naturales .

• Construcciones de aguas residuales domésticas. • Rellenos para manejo de charcos y humedales alrededor de los galpones

de ponedoras y en de compostaje (Documento privado en copia simple y en original; fols. 300, 331, 347, 349, 351, 352 c.2).

a. 14. El día 13 de mayo de 2000, la Sociedad Agropecuaria

Latinoamericana S.A. invitó al Comité socio ecológico de la vereda La Arrobleda a

la participación activa en la implementación y funcionamiento del Plan de Manejo

Ambiental presentado a la C.R.C. para mitigar el impacto ambiental generado por

la actividad de la sociedad (Documento privado en copia simple; fol.186 c.2).

a.15. El día 18 de mayo de 2000, el Grupo Interdisciplinario de Estudios

Moleculares del departamento de Química de la Universidad de Antioquia explicó

que en términos de volumen se debe formular una proporción Gallinaza: Aserrín

(1 : 5 respectivamente), es decir, se pasa de una proporción 1 : 2 a 1 : 5 con el fin

de mejorar la relación Carbono / Nitrógeno inicial y disminuir los riesgos de olores

ofensivos; que sin embargo, es importante recordar que al aumentar los niveles de

carbono, necesariamente el proceso se torna más lento pues los microorganismos

requieren más tiempo para degradar todo el material (Documento público en copia

simple; fols. 169 a 173 c.2).

La Sala:

De los documentos públicos vistos aprecia, para la fecha de la última prueba

indicada, que la C.R.C para la época en que se presentó la demanda no estaba

incursa en omisión administrativa, pues una vez conoció del impacto negativo de

olores causados por la actividad de la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana

adoptó la medida prevista en el mismo acto en el cual le otorgó la licencia a dicha

Empresa y procedió a la suspensión de la licencia. En este nuevo acto, de

suspensión, le indicó a la Sociedad las medidas que debía adoptar para evitar el

efecto negativo. En tal sentido la Sociedad adoptó los planes y medidas

necesarias. Luego CODINSA - como auditor - concluyó en dos informes que las

medidas adoptadas por la Sociedad fueron efectivas y realizadas de acuerdo con

lo exigido por la C.R.C.

Sin embargo la Sala aprecia que la conclusión administrativa referente a que la

Sociedad sí está cumpliendo ahora lo exigido por ella, es punto que el

demandante controvierte. Por ello se pidieron y se decretaron pruebas, las que a

continuación se examinarán con el objeto de determinar si existe o no amenaza o

vulneración al derecho colectivo indicado. Lo anterior porque la ley 472 de 1998

enseña que la promoción de la acción popular pende de la subsistencia “de la

amenaza o peligro al derecho o interés colectivo” (art. 11).

b. Medios probatorios recepcionados después de iniciado este

proceso.

b.1. El día 13 de septiembre de 2000, algunos trabajadores de la

sociedad expresaron al Defensor del Pueblo, regional Popayán, que están

amenazados sus trabajos debido a la presentación de la acción popular; que la

sociedad está legalmente constituida y cuenta con la respectiva licencia

ambiental; que hasta la fecha la sociedad ha vinculado 220 trabajadores que viven

en el área de influencia del proyecto que carecen de mínimas posibilidades de

empleo por no tener suficiente capacitación; que la sociedad los ha capacitado en

las diferentes labores avícolas; que la avicultura se ha desarrollado desde hace

muchos años sin ocasionar ningún problema contra la salud de los trabajadores y

la comunidad (Documento privado en copia simple; fols. 265 a 270 c.2).

b.2. El día 20 de septiembre de 2000, los trabajadores de la sociedad le

manifestaron lo mismo al gobernador del Cauca (Documento privado en copia

simple; fol. 271 y 273 a 277 c.2).

b.3. El día 21 de septiembre de 2000, un número considerable de

habitantes de las veredas del área de influencia del proyecto manifestaron su

apoyo a la sociedad en su proceso industrial y sus beneficios para la zona

(documento privado en copia simple; fols. 187 a 205 c.2).

b.4. El día 10 de octubre de 2000, los representantes del Comité de

Trabajadores de la sociedad manifestaron su desacuerdo con la presentación de

la acción popular porque los hechos que originaron el proceso existieron pero en

la actualidad se corrigieron, mitigando el olor (Documento privado en original; fol.

218 c.2).

b.5. El día 3 de noviembre de 2000, la Subdirección de Gestión

Ambiental de la C.R.C. emitió concepto de la visita a la sociedad; encontró que la

gallinaza se recoge en bandas transportadoras; que el tiempo de permanencia en

el sitio de almacenamiento temporal es poco y no alcanza a descomponerse;

que de allí se transporta en volquetas hasta la productora de compost y esto se

hace varias veces en el día; que los galpones cuentan con sistema de extracción

de aire y los olores producidos en esta área son mínimos; que los huevos que

se quiebran son recogidos e incorporados al proceso de compostificación, no así

las aves que se mueren por asfixia las cuales son sepultadas; que el sistema de

producción de compost es aerobio y se produce aireación para que no se

generen gases; que en este proceso hay una alta producción de amoníaco por lo

que es necesario disponer de caretas o máscaras antigases; que esta área está

completamente cerrada con muros hasta la altura del tejado de tal forma que

se impida que los olores generados al interior de la edificación sean

transportados por el viento hasta la comunidad vecina y causen problemas;

que se ha instalado una tubería aérea que captura las emisiones de gases y los

transporta hasta un filtro en la parte externa; que este filtro está conectado a una

chimenea que en su parte superior tiene un quemador que funciona

automáticamente cuando se producen gases inflamables; que alrededor de esta

zona se están sembrando especies vegetales como eucalipto y glutinosa

para que sirvan de barrera rompe vientos; que en el momento de la visita se

aprecia un mejor manejo de los olores generados en la avícola,

específicamente, en la producción del compost que originó conflictos con la

comunidad de la Arrobleda por lo que se deduce que los proyectos realizados

en el Plan de Manejo han servido para mitigar los problemas causados

(Documento público en copia simple; fols. 402 a 405 c.1).

b.6. En diciembre de 2000, Análisis Ambiental Ltda. realizó un estudio de

calidad de aire. Afirmó que los resultados de partículas en suspensión se

encuentran por debajo de la concentración estipulada como norma local de

calidad del aire establecida en el artículo 31 del decreto 02 de 1982 del

Ministerio de Salud para este parámetro, en los tres puntos de monitoreo; que

en la legislación ambiental de Colombia no existen normas de calidad del aire

para Sulfuro de Hidrógeno y Amoníaco; que por tal razón se tomaron normas

internacionales como puntos de referencia; que las concentraciones de Sulfuro

de Hidrógeno medidas en los tres puntos estudiados se encuentran por

debajo del umbral de olor (estándar de la EPA: 5.0 ppm); que los valores

obtenidos de Amoníaco están por debajo del límite para 24 horas de exposición

del Estándar de la República Checa que es de 0.14 ppm para un tiempo de

exposición de 24 horas; que las concentraciones de amoníaco están por debajo

del límite para 24 horas de exposición del estándar de referencia de la República

Checa que es de 0.14 ppm para un tiempo de exposición de 24 horas,

considerando esta referencia la emisión generada en la planta de compostaje no

representa un riesgo por inhalación a la salud de la comunidad; que no hay

que descartar que el olor que percibe la comunidad puede provenir de otra fuente

de generación de olor diferente al sulfuro de hidrógeno y amoníaco; que se

recomienda mantener el área del procesamiento del compost completamente

cerrada lo que evita la emisión sin tratamiento del amoníaco y evita la discusión

en torno a la procedencia del olor de acuerdo a su composición química; (fols.

425, 426, 428, 429 c.1).

b.7. El día 5 de diciembre de 2000, el tribunal recepcionó las siguientes

declaraciones:

. De Francisco Campos Gómez, quien fue presidente de la Junta de

Acción Comunal de La Arrobleda. Manifestó que desde que se instaló el gallinero

se comenzaron a percibir olores que no se sentían antes en la comunidad, olores

fétidos producto de la descomposición de la materia orgánica producida por estos

animales; que las viviendas están ubicadas aproximadamente a unos 200 o 250

metros del lugar donde están instalados los galpones y donde se lleva el proceso

de descomposición de la materia orgánica; que la escuela más próxima a la

sociedad se encuentra a quinientos metros; que con respecto a los parámetros

que debió cumplir la sociedad para la obtención de la licencia ambiental no sabe

con certeza toda vez que supo de la instalación de galpones que funcionaban en

otro lugar por unos videos acerca de la producción de huevos en los que

afirmaban que no se generaba ningún tipo de olores; que como presidente de la

Junta de Acción Comunal no asistió a la audiencia pública en la que se dan a

conocer los resultados de un estudio de impacto ambiental (E.I.A.) y que debe

desarrollar la sociedad dueña del proyecto; que en la mencionada audiencia se

determinaron los beneficios de la instalación de la sociedad y se reiteró la no

existencia de olores por lo que la comunidad aceptó a la sociedad; que con

respecto al plan de manejo ambiental conoció los documentos previos y las

acciones que se emprenderían para que en lo posible no hubiera olores; que no

sabe exactamente en qué momento inició funciones la sociedad; que él tuvo la

iniciativa de presentar la acción popular por causa de los malos olores pero sin

basarse en elementos técnicos a los que a la comunidad se le dificulta acceder;

que la autoridad ambiental idónea para orientar a la comunidad es la C.R.C.; que

él considera que son los responsables del manejo ambiental los que deben buscar

a la comunidad para tratar los problemas que surjan de la ejecución de la licencia

y que hasta ahora no ha tenido ningún llamado por parte de ellos.

Afirmó que no sabe si se consultó con la comunidad el hecho de continuar con los

galpones; que visitó las instalaciones y conoció el proceso que llevan para la

obtención de la materia orgánica producto de la gallinaza y que es cierto también

que hay épocas en que el olor era mucho más fuerte o duraba más; que debe

tener razón la apoderada de la sociedad al afirmar que se dio un hecho fortuito

que consistió en que el proceso de compost se desdobló, es decir, pasó de

aeróbico a anaeróbico lo que significa que el producto secante con el cual se

mezcla la gallinaza guardó un alto índice de humedad en un momento dado por el

factor climático y esto hizo que el olor en un momento dado aumentara

fortuitamente; que al momento de la declaración, no se percibe el olor todo el día

pero que hay intervalos del día o la noche en los que el olor es insoportable; que

la sociedad ha realizado algunos trabajos para tratar de mitigar los olores pero

que no se han dejado de percibir los olores; que considera que debía haber

medidores que determinarán el olor permisible por las autoridades ambientales;

que sabe que la sociedad ha hecho inversiones técnicas para garantizar a la

comunidad la calidad del aire en lo relativo a los gases que emite pero que no se

ha podido llegar a un punto de equilibrio; que es representante de la mayoría de la

comunidad; que saben que es imposible garantizar cero olores; que se llegue a un

nivel de olor aceptable para la convivencia; que no está en contra de la sociedad

porque genera empleos; que pide a la sociedad que implemente la tecnología

adecuada para manejar los olores; que lo que realmente desea la comunidad es

que no haya olores o haya un olor permisible (fols. 14 a 18 c.3).

. Declaración de Néstor Raúl Monsalve Hazbon, ingeniero conocedor

del tema del compost; indicó que este proceso es de transformación de un

material orgánico inestable a un material orgánico cien por ciento estable; el

resultado debe ser del compostaje debe ser asimilable completamente por la tierra

sin dejar residuos químicos; que existen dos tipos de compostaje: aeróbico y

anaeróbico; el primero requiere de aire para que se dé el proceso y el segundo

proceso, anaeróbico, no requiere de aire y se da por descomposición de los

materiales orgánicos.

Afirmó que la sociedad debe realizar el compost debido al gran número de aves

que se planea tener, para procesar su estiércol, para que los productos de la

granja sean altamente rentables y para que las aves no se enfermen; que el

compost como producto terminado es un material orgánico en su totalidad que se

consigue después de un proceso de pasteurización al ser calentado a 60 grados

centígrados durante 45 días y al final de ese proceso se obtiene un abono cien

por ciento orgánico rico en nitrógeno, potasio, fósforo y ácidos únmicos y

fúnmicos, que son los encargados de llevar los nutrientes a las plantas. También

es un material totalmente estable que no lleva larvas ni semillas indeseables ya

que en el proceso de compostaje los posibles materiales indeseables se eliminan

al durar tanto tiempo a una temperatura tan alta; que como resultado del proceso

se obtiene un abono que ha sido el único aceptado para cultivos de productos de

exportación como el banano y el plátano, por la Comunidad Europea; que es el

único abono cien por ciento orgánico que a los cultivadores nacionales les permite

obtener el sello verde lo que quiere decir que es libre de químicos para entrar a

los mercados de Europa y Estados Unidos; que el carbono y el oxígeno

mezclados con el estiércol de las aves son capaces de generar el cambio de

material inestable a estable; que el beneficio que se da para quienes trabajan en

estas plantas es un ambiente no nocivo, libre de moscas, libre de contacto con

productos químicos que pudiera afectar el manejo del compost y a las aves les

permite vivir en un ambiente sano porque todos los días se trata su estiércol.

Explicó el proceso implementado por la sociedad para la optimización y mitigación

de olores; en resumen, dijo que la gallinaza se transporta a la planta de

compostaje; que dicha planta es completamente cerrada, con un ambiente

controlado; que la gallinaza se oxigena durante 45 días; que hay un ventilador que

captura los gases que emanan del proceso de compostaje; que los posibles gases

que no fueron condensados se queman; que inicialmente el proceso no contaba

con el remolque mezclador ni con la torre de condensación lo que hizo que se

generaran los gases que la comunidad detectó; que ahora si se tienen esos

aparatos por lo que se está solucionando el problema; que cuando no hay oxígeno

dentro del material de aporte, el proceso deja de ser aeróbico y se convierte en

anaeróbico; que este último genera metano, anhídridos y otros gases de mal olor;

que el proceso recupera nuevamente su calidad de aeróbico en el momento en

que los equipos retiran la humedad adicional.

Señaló que debido a la ley Páez tuvieron que facturar a los tres meses de que se

estableció la sociedad por lo que no contaban con toda la infraestructura para la

mitigación de olores; que después vino un fuerte invierno que no permitió construir

rápidamente toda la planta de compostaje; que a la fecha de la declaración, el

proceso es óptimo y se ha desarrollado dentro del plan de manejo de mitigación

propuesto; que se siguen implementando más equipos para el manejo del

compost para que en el futuro la sociedad pueda seguir creciendo; que la

sociedad ha cumplido con la licencia, el plan de manejo ambiental, el plan social y

que además, cuentan con la vigilancia que hace CODINSA (sociedad de Auditoria

Ambiental) la cual reporta mes a mes a la C.R.C. todo el funcionamiento de la

sociedad desde el punto de vista ambiental para que se cumpla con lo dispuesto

en los planes de manejo y disposición de la granja. El ingeniero anexó unos

planos en los que se encuentran el sistema de aspiración y eliminación de olores y

el galpón de compost (fols. 19 a 23, 26, 30 c.3).

b.8. El día 11 de enero de 2001, el Subdirector de Gestión Ambiental (E)

de la C.R.C. le comunicó al gerente de la sociedad que ha mejorado en la

mitigación de los olores producidos por el manejo de la gallinaza, situación actual

que atenúa los conflictos generados con la comunidad y que demuestra la

voluntad de la sociedad para solucionar los problemas generados en su operación

(Documento público en copia simple; fol. 402 c.1).

b.9. El mismo día, la Subdirección afirmó, de acuerdo a algunas fotos,

que el proceso de mezclado y aireado permite un tratamiento aeróbico del

compost; que en el proceso de compostaje no se incluye la mortandad la cual se

maneja con un incinerador; que las líneas de compostaje son ventiladas por el

suelo utilizando estas turbinas para garantizar que el proceso sea aeróbico con lo

cual se reduce la humedad del material y se evitan lixiviados; que durante la

producción del compost, la materia orgánica desprende gases como amoníaco,

metanos y otros, los cuales son colectados por ductos extractores hacia la planta

de extracción y de tratamiento ubicada por fuera de la bodega; que en la parte

inferior de la cumbrera están las tuberías recolectoras de los gases; que los gases

producidos en el proceso de compostaje son extraídos mediante este equipo tipo

ciclón que pasa los gases por un medio húmedo para filtrarlos y finalmente, se

expiden por la chimenea; que el sistema de tratamiento los gases se localizó

buscando el sitio adecuado de acuerdo a la rosa de los vientos, opuesta a esta

barrera (Documento público en original; fols. 413 a 418 c.1).

b.10. El día 16 de mayo de 2001 los peritos de este juicio presentaron el

documento original y copia del informe de peritaje.

El objeto de tal prueba fue el siguiente:

“Grado de contaminación ambiental y el daño que está causando la sociedad Latinoamericana S.A. ubicada en el Km. 4 vía Villarrica-Caloto y así mismo verificar la certeza y eficacia de los sistemas de aspiración, filtración y condensación de gases de la planta de Compostaje, la implementación de un sistema desecante de material de enmienda, la instalación de un filtro en el quemador de la torre de condensación” (Documento público en original, fol. 565 c.1).

El dictamen concluyó:

• que la sociedad cuenta con sistemas de tratamiento para los residuos líquidos

generados, un sistema de tratamiento para emisiones de gases en su proceso

productivo; que se ha instalado dentro del galpón de compostaje un sistema de

tratamiento para gases;

• que las concentraciones de óxidos de azufre, nitrógeno y carbono se

encuentran dentro de la norma de calidad de aire local dada por la legislación

ambiental vigente para la comunidad de La Arrobleda; que la concentración de

partículas de las estaciones de muestreo se encuentra por encima de la norma

de calidad de aire local (promedio geométrico de muestras recolectadas por 24

horas) dadas por la legislación ambiental vigente para la comunidad de La

Arrobleda; que las concentraciones diarias se encuentran por debajo de la

norma de concentración máxima permitida para esta comunidad; que sin

embargo, estas concentraciones pueden influir en problemas de tipo

respiratorio para la salud de la comunidad; que las emisiones de chimenea no

aportan contaminantes como óxidos de azufre, nitrógeno y carbono a la

atmósfera y por tanto la sociedad no representa un riesgo potencial a la salud

por emisiones de este tipo; que las emisiones de partículas en suspensión de

la chimenea se encuentran dentro de la norma de emisión y no representan un

aporte significativo a la contaminación del aire local; que las dos razones

expuestas (quemas abiertas y tráfico vehicular) son las mayores aportantes de

contaminación local, las emisiones producidas por la chimenea (parámetros

estipulados por la legislación ambiental vigente) no pueden ser asociadas con

la existencia de problemas respiratorios en caso de haberlos; que de igual

forma se infiere que los contaminantes procedentes por óxidos de carbono,

nitrógeno y azufre presentes en la calidad de aire local provienen de fuentes

externas ajenas al proceso de compostación; que el amoníaco y el sulfuro de

hidrógeno son considerados por la legislación ambiental como sustancias de

olores ofensivos; que de acuerdo a las normas de salud ocupacional, las

concentraciones encontradas se encuentran dentro del umbral de olor pero no

representan ningún riesgo a la salud; que durante las visitas de inspección se

determinó que el compost (producto final) no presenta ningún olor

desagradable ni de tipo ofensivo;

• que la sociedad ha ido mejorando sus procesos productivos y los olores

ofensivos que son menores en la medida en que se han implementado los

correctivos; que cualquier correctivo al proceso de compostación y al sistema

de tratamiento de gases debe hacerse sobre la marcha, sin interrupción de la

actividad productiva;

• que la calidad de aire de la comunidad presenta riesgo a la salud por

altas concentraciones de partículas en suspensión pero estas no

corresponden a aportes significativos de emisiones de la Sociedad

Agropecuaria Latinoamericana S.A.;

• que la firma D.B.O. Ingeniería Sanitaria realizó un estudio de calidad de aire y

evaluación de emisiones atmosféricas en la zona de influencia de la sociedad,

que se anexó al peritaje, en el cual determinó que las concentraciones de

partículas en la zona sobrepasan la norma de calidad local de aire

calculada para la zona; que este parámetro como ya se mencionó es de

origen heterogéneo, siendo fuente principal el flujo vehicular y la quema

de combustibles de todo tipo; que se considera a la sociedad un

aportante de partículas pero no se debe desconocer el aporte de fuentes

aledañas como es la vía que atraviesa la población.

En el anexo 5 del dictamen aparece un informe enviado a la sociedad que

determina que los análisis del compost indican que el proceso de humidificación

aún no ha terminado o que el material que se está usando en mezcla con la

gallinaza no está siendo transformado debidamente. De otra parte el alto PH

obtenido en el compost no es adecuado (Documento público en original; fol. 12,

14, 26, 34, 35 del dictamen pericial; fol. 18 anexo 3).

El dictamen fue aclarado el día 6 de junio de 2001, sobre el factor de riesgo

potencial al medio ambiente: los humedales, el alto flujo vehicular, los pozos

sépticos que pueden tener más de 10 años de operación y pueden estar en

el límite de saturación y otras actividades agroindustriales pero en ningún

momento se mencionan como contribuyentes totales y significativos del

problema; que es necesario hacer estas consideraciones porque existe una

fijación mental en la comunidad de atribuir todo el problema a la existencia de la

Agropecuaria sin considerar que ellos mismos son generadores del problema; que

las concentraciones permitidas según las normas internacionales garantizan una

razonable seguridad al operador para desempeñar sus labores en una jornada

normal de trabajo sin sufrir molestias o daños en la salud; que se puede apreciar

que los estándares de cualquier país estarán para el caso del amoníaco por

debajo de la concentración adversa a la salud (97 ppm), y que las

concentraciones dentro de un lugar de trabajo siempre estarán por debajo del

umbral de incomodidad; que cualquier normativa de emisión o inmisión estará por

debajo de la concentración a la cual se empieza a tener efectos adversos en la

salud; que para el caso del amoníaco tanto las concentraciones de emisión

(chimenea) como de inmisión (calidad de aire- aire respirable) registradas

durante el peritaje en el área en cuestión están dentro del umbral de olor y

no presenta efectos adversos a la salud por exposición continua y

permanente; que se aprecia que las concentraciones de inmisión para el

amoníaco son menores a los límites para ambientes de trabajo (valores TWA y

STEL) y por tanto aún en ambientes cerrados no presentaría daño o efecto

adverso a la salud; que tomar una normativa internacional de emisión o inmisión

sería incurrir en una posición parcializada y se prestaría para acomodarse a

intereses particulares; que el proceso de compostación no es peligroso para la

salud pues la conversión biológica no emite concentraciones de gases que

puedan afectar a la salud las personas de la comunidad; que todos los valores se

encuentran dentro de la norma local, la cual es más restrictiva que la norma

regional.

Determinó que tan solo se registraron valores para gases de amoníaco, sulfuro de

hidrógeno y partículas en suspensión y que este último está muy por debajo de la

norma local; que se ratifica el hecho de que hay otras actividades

antropogénicas o aportes naturales los que pueden estar contribuyendo al

deterioro del ambiente atmosférico de la localidad; que no se solicitó estudiar

la calidad de aire local sino determinar el daño ambiental de la sociedad hacia la

comunidad y por ello de acuerdo con lo que se vio “existe en la zona alto fluido

vehicular y se realizan a diario quemas a campo abierto después de las 18 horas

dentro de la comunidad y que no poseen un servicio de recolección de residuos

sólidos”; que se verificó la existencia de unidades que tratan los gases, se

determinó su eficiencia, se constató la presencia o ausencia de componentes

propuestos en el diseño inicial y que no corresponde a los peritos cuestionar por

qué no funciona el quemador o por qué no se ha implementado un filtro; que lo

que la ingeniería ambiental ha pretendido es que de acuerdo con las necesidades

y tipo de emisiones se conforme a partir de unidades simples un sistema que

tenga la mayor eficiencia de remoción y que pueda cumplir con estándares

ambientales; que el problema de la emisión de gases a la atmósfera no está en el

número de unidades componentes del sistema sino en las deficiencias en la

optimización del proceso de compostación (más exactamente entre el balance de

carbono aportado al proceso con respecto a la concentración de nitrógeno

proveniente de la gallinaza); que en las conclusiones del informe se mencionan

otras condiciones que deben tenerse en cuenta para minimizar las emisiones

fugitivas; que el hecho de no haber presentado un formato donde se registren los

tiempos de duración de eventos ni ubicación de lugares no significa que las

actividades no se hayan realizado; que en varias ocasiones en presencia de

miembros de la comunidad y la sociedad se hicieron las determinaciones

organolépticas (olores); que la constancia de permanencia firmada por un

funcionario administrativo de la sociedad y por la apoderada de la demandante

confirman que el cronograma se llevó a cabo (Documento público en original; fols.

4, 6, 7, 8, 9, 10, 11 aclaración dictamen pericial).

Teniendo en cuenta los anteriores medios de prueba la Sala entrará a concluir si

hay lugar o no la revocatoria de la sentencia impugnada.

c. Análisis del caso.

1. Desde el punto de vista objetivo la Constitución de 1991 responsabilizó al

Estado en el saneamiento ambiental, por lo tanto le impuso una carga de

diligencia frente a las situaciones que generar el daño ambiental, precisamente

porque todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano.

2. Por eso el legislador señaló, entre otros, en el Código de Recursos

Naturales renovables y del Medio Ambiente que el gobierno debe mantener la

atmósfera en condiciones que no cause molestias o daños o interfieran el

desarrollo normal de la vida humana, animal o vegetal y de los recursos naturales

renovables. Igualmente le indicó que para prevenir la contaminación atmosférica

debe dictar normas sobre: *) calidad del aire como elemento indispensable para la

salud humana, animal o vegetal; *) grado permisible de concentración de

sustancias aisladas o en combinación, capaces de causar perjuicios o deterioro

en los bienes, en la salud humana, animal y vegetal; *) métodos apropiados para

impedir y combatir la contaminación atmosférica; *) empleo de métodos

adecuados para reducir las emisiones a niveles permisibles; *) establecimiento de

estaciones o redes de muestreo para localizar las fuentes de contaminación

atmosférica y detectar su peligro actual o potencial (art. 73 y 75 literales a, b, c, g

y h).

2. La ley 472 de 1998, sobre acciones populares y de grupo, es muy clara en

indicar que frente a los derechos e intereses colectivos se aplicará la regulación

legal y la posterior que se expida (art. 4º). Tal indicación alude a la normatividad

que habrá de regir esos derechos e intereses, lo cual no se puede confundir con

las normas reguladoras de cada situación real en cada momento, pues de

conformidad con la Constitución Política la aplicable a todo caso debe ser

preexistente al hecho que se imputa.

Sobre la interpretación de los derechos protegidos el artículo 7º de la ley

mencionada dispone que en las acciones populares como en las de grupo se

observarán y aplicarán de acuerdo “a como están definidos y regulados en la

Constitución, en las leyes y los tratados internacionales que vinculen a Colombia”

(art. 7º).

En la actualidad, de una parte y como lo señaló en su intervención el Ministerio del

Medio Ambiente, el Gobierno no ha dictado normas sobre materias relativas a los

niveles de sulfuro de hidrógeno y amoníaco en el aire. Y, de otra parte, la Sala

advierte que las normas internacionales incorporadas al derecho interno

colombiano sobre el medio ambiente no atañen tampoco sobre regulaciones

sobre “niveles de sulfuro de hidrógeno y amoníaco”. En efecto: Mediante las leyes

Nos. 29 de 1992 y 99 de 1993 el legislador incorporó al sistema normativo de la

República, respectivamente:

▪ El Protocolo de Montreal mediante el cual se fijaron plazos máximos para la

eliminación de la producción y el consumo de las principales sustancias

agotadoras de la capa de ozono, que entró en vigor el 1º de enero de 1989.

▪ La Declaración de la Conferencia de Río sobre el Medio Ambiente y el

Desarrollo, llevada a cabo en Río de Janeiro, en junio de 1992, referente al

conjunto de principios sin fuerza jurídicamente vinculante; busca reafirmar y

desarrollar la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el

Medio Humano (Estocolmo, 1972); su principal objetivo es el de alcanzar el

desarrollo sostenible, reconociendo el derecho de los seres humanos a una vida

saludable y productiva en armonía con la naturaleza, así como el derecho

soberano de los Estados para aprovechar sus recursos naturales.

Como se advierte de esas normas internacionales, incorporadas al Derecho de

Colombia, no refieren a los niveles en el aire de las sustancias químicas

indicadas.

Para la Sala, tal situación de vacío normativo no implica que el Estado deba

tolerar - en el evento de que se dé - daño al interés o al derecho colectivo por la

ausencia de fijación legal de mínimos y máximos de tolerancia de impacto

ambiental, porque la Constitución sentó un principio de responsabilidad del Estado

sobre el saneamiento, también ambiental, el cual supone que cuando se

demuestre el daño al interés o al derecho colectivo así no exista parámetro legal

de medición, los hechos dañinos corroborados deben ser causa para la dinámica

en la acción del Estado para el saneamiento.

3. Desde el punto de vista particular del caso concreto se concluyen los

siguientes puntos:

a. Que la C.R.C., como lo sostuvo el a quo, no ha incurrido en omisión

administrativa respecto de sus deberes de vigilancia sobre la Sociedad

Agropecuaria Latinoamericana (beneficiaria de la licencia). Recuérdese que

cuando le otorgó la licencia a esta Empresa en el mismo acto, resolución 0373 de

1º de julio de 1999 le indicó fundamentalmente que la licencia está sujeta al

cumplimiento de ciertas obligaciones contenidas en los documentos del

beneficiario e indicadas en los conceptos técnicos; que lo dispuesto en la licencia

no exime a la sociedad del cumplimiento de los requerimientos y obligaciones que

las demás autoridades le formulen en los asuntos de sus competencias etc..; que

si el beneficiario incumple esas obligaciones se le impondrán las sanciones

del artículo 85 de la ley 99 de 1993; entre estas se incluye la revocatoria de

licencia.

b. Que el artículo 33 decreto 1.753 de 1994 reglamentario, en parte, de la ley

99 de 1993 dispuso que la licencia ambiental podrá ser suspendida o revocada

mediante resolución motivada sustentada por la misma autoridad ambiental que la

otorgó o por el Ministerio del Medio Ambiente, cuando el beneficiario haya

incumplido cualquiera de los términos, condiciones, obligaciones o exigencias

inherentes a ella consagrados en la ley, los reglamentos o en el mismo acto de

otorgamiento.

En uso de tal facultad, la C.R.C actuó conforme con lo indicado en dicho

parágrafo, el cual enseña que antes de proceder a la revocatoria o suspensión de

la licencia ambiental se requerirá por una sola vez al beneficiario de ésta, para

que corrija el incumplimiento en el cual ha incurrido y presente las explicaciones

que considere necesarias sobre las causas de su incumplimiento.

La C.R.C. en virtud de tal disposición le suspendió la licencia a la Sociedad

mencionada y le hizo indicaciones para su ajustamiento; esa sociedad cumplió

con las exigencias del plan de manejo ambiental; el auditor – CODINSA –

después de practicadas tres visitas - concluyó en cada una de ellas que la

Sociedad satisfizo razonablemente todos los requerimientos estatales. Precisó

además que los daños que la comunidad de “La Arrobleda” dice padecer, se

causan en hechos ajenos a la actividad de la Sociedad, cuales son: los

humedales, el alto flujo vehicular, los pozos sépticos de más de diez años de

operación y otras actividades agroindustriales.

a.3. Que para cuando se presentó la demanda no había subsistencia

de los hechos amenazadores ni vulneradores ni por parte de la C.R.C ni de la

Sociedad, respectivamente, porque la Autoridad administrativa cumplió sus

deberes de protección al medio ambiente – al suspenderle la licencia a la

Sociedad y comprobar posteriormente la mejoría de las actividades de ésta – y la

Sociedad satisfizo los requerimientos de la misma autoridad.

a.4. Que si bien para el momento de demandar y actualmente subsisten

algunos olores mínimos producidos en los galpones de la Sociedad, tal

circunstancia no representa ni amenaza ni vulneración al derecho o interés

colectivo del medio ambiente sano, porque el impacto negativo mínimo del olor es

circunstancia que el Estado tolera como consecuencia de la modernidad en la

producción de las actividades económicas que no lesionan ni la vida del hombre ni

del medio natural que lo rodea. La Sala reitera lo dicho en sentencia proferida 12

de julio de 2001:

“ ( ) el constituyente como el legislador son conocedores de la realidad de los hechos sociales y de su impacto sobre el medio ambiente; del reflejo que la industrialización, las actividades modernas traen sobre aquel y de la consecuencia que sobre el mismo apareja el desarrollo de esas situaciones y el efecto que dejan algunas actuaciones diarias del hombre.

En ese principio de legalidad se incluyen entonces normas que permiten, bajo ciertas condiciones, que el medio ambiente debe soportar. Por ello el Estado el titular original de la función legislativa y de la función administrativa ha tomado en sus decisiones, político – constitucionales – ejecutivas, medidas programáticas de adecuación para que los hechos de impacto ambiental que puedan ocurrir sacrifiquen a lo menos, negativamente, la naturaleza y con esas medidas, se prevengan o se castiguen, la amenaza y/o vulneración de los derechos e intereses colectivos relacionados, entre otros, con el medio ambiente sano.

A lo anterior se explica:

• Que entre otras muchas disposiciones constitucionales, se diga que el

Estado controlará los factores de deterioro ambiental (art. 80);

• Que la ley 99 de 1993 haya instituido el mecanismo previo de la Licencia

Ambiental para el desarrollo de proyectos, obras o actividades que generen

un efecto grave sobre el medio ambiente (art. 49); queda pues a manos de la autoridad administrativa competente definir si hay lugar o no al otorgamiento de la licencia, cuando la ejecución de obras, el establecimiento de industrias o el desarrollo de cualquier actividad pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje;

• Que el decreto reglamentario 1.753 de 1994 también señale políticas administrativas que se requieren para prevenir, mitigar, controlar, compensar y corregir los posibles efectos o impactos ambientales negativos causados

por un proyecto, obra o actividad; le imponga a la autoridad administrativa competente el estudio de “análisis de riesgo” para evaluar las eventualidades o contingencias que en desarrollo de un proyecto, obra o actividad puede generar peligro de daño a la salud humana, al medio ambiente y a los recursos naturales; que en el otorgamiento de la licencia ambiental el Estado

reconoce que en la ejecución de una actividad se “puede producir deterioro grave “ y como obligación al beneficiario de la misma se le condiciona el ejercicio de la licencia a la realización de ciertas

conductas que tiendan a mitigar, corregir y manejar los efectos ambientales” (6).

Del análisis anterior se encuentra que la sentencia recurrida en su motivación

razonó bien cuando concluyó que no pueden prosperar las pretensiones de

“revocatoria” y de cancelación de la licencia ambiental de la Sociedad

Latinoamericana S.A porque no se probaron las imputaciones fácticas y jurídicas

indicadas en la demanda contra la C.R.C..

Sin embargo, el Consejo de Estado encuentra que la motivación del fallo no es

armónico con su parte resolutiva. Dejando de lado la precisión que se hizo antes

sobre el hecho de ilegitimación en la causa, el cual no es objeto de declaración en

la parte resolutiva, se advierte que si como lo indicó muy bien el Tribunal respecto

a que no se probó omisión o acción del demandado, C. R. C., de amenaza o

quebranto al derecho o interés colectivo, el a quo debió denegar las pretensiones

de la demanda al a quo le correspondía denegar las pretensiones de la demanda.

En las acciones populares la ley 472 de 1998 prevé que sólo cuando proceden

las pretensiones, el juez podrá en el fallo de acuerdo con el artículo 34 (inc. 1º)

librar “una orden de hacer o de no hacer, condenar al pago de perjuicios cuando

se haya causado daño a un derecho o interés colectivo en favor de la entidad

pública no culpable que los tenga a su cargo, y exigir la realización de conductas

necesarias para volver a las cosas al estado anterior a la vulneración del derecho

o del interés colectivo, cuando fuere físicamente posible”.

Por consiguiente sí las pretensiones debían denegarse, y así lo afirmó el a quo en

la parte motiva de la sentencia, su parte resolutiva debió ser desestimatoria; no

debió ni dar órdenes para el demandado, el tercero interesado (Sociedad

Agropecuaria Latinoamerica S.A.) y la Autoridad Ambiental citada por mandato

legal (Ministerio del Medio Ambiente) ni fijar incentivo a favor del demandante.

Se resalta que el artículo en mención da claridad al punto cuando alude a que en

la orden de hacer o de no hacer debe definir de manera precisa la conducta a

cumplir con el fin de proteger el derecho o el interés colectivo amenazado o

6 Sección Tercera del Consejo de Estado. Expediente No. A P 1.339. Actor: Personería Municipal

vulnerado y prevenir que se vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que

dieron mérito para acceder a las pretensiones del demandante. Ese contenido

normativo hace visible que las órdenes en el fallo de acción popular están

dirigidas a proteger el derecho o interés colectivo respecto del cual se probó o la

amenaza o la vulneración. Tal regulación objetiva orienta, sin ninguna duda, del

condicionamiento de órdenes en la sentencia a la previa y comprobada lesión a

derechos o intereses de esa clase.

Igualmente se observa que el Tribunal se adentró en el análisis de hechos que

conoció dentro del juicio pero que no fueron causa de éste y por lo tanto no eran

materia del litigio. La sentencia de primera instancia indicó: 1) Respecto del

Ministerio del Medio Ambiente que omitió establecer los estándares de emisiones

máximas permisibles provenientes de fuentes contaminantes del aire respecto de

las cuales la autoridad ambiental regional debe hacer exigencias precisas a la

sociedad y 2) En lo que atañe con la C.R.C. que omitió requerir al Ministerio para

obtener la fijación de estándares de emisión de gases en fuentes fijas y calidad de

aire; que la C.R.C. tampoco ha revisado el Plan de Manejo Ambiental propuesto

por la sociedad en donde se especifiquen manuales de operación y

mantenimiento de la planta de compostaje.

Todo lo anterior da lugar a que prospere la petición de revocatoria de la sentencia

propuesta por la C.R.C., en su recurso de apelación y a que no prospere el

argumento de la Sociedad Agropecuaria Latinoamericana S.A en lo que concierne

a que el demandante debe cubrir con el incentivo parte del gasto que ella tuvo que

asumir en las expensas que se le erogaron por concepto de la práctica del

dictamen pericial. Para la Sala es claro que si entre esas dos personas acordaron,

dentro del juicio, que la asunción de costos de la experticia se condicionaba a la

fijación del incentivo, no hay lugar porque las pretensiones se denegarán, como ya

se explicó.

Cabe indicar que si bien el Consejo de Estado comparte la mayoría de análisis

que el Tribunal efectuó en la parte motiva del fallo no ocurre lo mismo con la parte

resolutiva. Por lo tanto lo revocará y en consecuencia denegará las súplicas de la

demanda.

de Coello (Departamento del Tolima).

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso

Administrativo, Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la

República y por autoridad de la Ley,

FALLA:

PRIMERO. REVÓCASE la sentencia proferida el día 10 de agosto de 2001 por

el Tribunal Administrativo del Cauca.

SEGUNDO. DENIÉGANSE las súplicas de la demanda.

Cópiese, notifíquese y devuélvase al tribunal de origen.

Alier Hernández Enríquez

Presidente de la Sala

Jesús María Carrillo Ballesteros María Elena Giraldo Gómez

Ricardo Hoyos Duque Germán Rodríguez Villamizar