Boletín No.2

“uNio aNiNorum”

uNióN de áNimos

y “uN mismo seNtir”

Calidad educativa, innovación e inclusiónpara el cambio social

Palabras del P. Eduardo Valdés Barria, S.J 1Presentación 2La calidad educativa 3Los puntos de debate 4Ruta hacia la calidad 5

Boletín No.2contenido encuentro eJeGua 2016

Palabras del P. Eduardo Valdés Barría, S.J.Rector de la Universidad Rafael Landívar

Este Pre Congreso educativo que nos reúne hoy, viene sus-tentado en dos frases ignacianas que nos permitirán seguir asu-miendo el reto educativo tanto en nuestras propias institucio-nes como en eJeGua (Educa-ción Jesuita en Guatemala). Las dos frases invitatorias y que pi-den compromiso son: “unio ani-norum” (unión de ánimos) y “un mismo sentir”. Ambas frases se sostienen en un tipo de unidad tanto personal como institucio-nal e interinstitucional.

Como nos han contado, apenas se fundó una obra educativa los primeros jesuitas vieron su im-portancia para la misión de la Compañía y para el futuro de la Iglesia. Por eso, abordaron el trabajo, esta tarea con rigor, se-riedad y de manera sistemática. El fruto de este talante para la misión que se centra en el ser

humano al que se le quiere des-cubrir y guiar para su plenitud cristiana, fue la Ratio Studiorum. En ella vemos un respeto al (a la) estudiante, una búsqueda de su desarrollo integral como perso-na, la aceptación de los límites de cada uno y un tipo de equi-dad en las relaciones.

Es cierto que hoy han cambia-do las motivaciones culturales que impulsaron a la Compañía a asumir tareas educativas en los colegios y universidades. Pero sigue, de manera fundamental, la búsqueda del óptimo posi-ble en el desarrollo integral de cada persona como la utopía de la Compañía de Jesús en un mundo que más bien tiene una visión funcionalista de la perso-na. Al mismo tiempo, ese mun-do establece maneras poco de-mocráticas, incluso desiguales aunque se hable de la equidad.

“Una educación crítica de calida

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camina hacia una sociedad transformada”

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Calidad educativa, innovación e inclusión para el cambio social

Cada institución nuestra ha bus-cado entrar en esta tradición de la Ratio Studiorum para hundir en ella sus raíces e históricamen-te dar los frutos para el bien co-mún de la sociedad. EJEGUA nos recuerda y nos pide que esa unión de ánimo no se quede únicamente como característica de la institución en la que se tra-baja y se convive, sino también entre las diversas instituciones que buscamos el bien de Guate-mala y de la diversidad de pue-blos que la habitan. Esta unión de los ánimos nutren el camino de la inteligencia o, mejor aún, de las inteligencia múltiples.

Pero nos mueve también un respeto profundo ante la perso-na vista en su misterio, imagen de Dios y en el amor predilec-to que Dios le tiene, hijo (a) de Dios. Esto conlleva formar per-sonas que resulten integradas en su dimensión cognitiva, emo-cional, relacional y espiritual al mismo tiempo que ciudadanos responsables, solidarios y mi-sericordiosos. Nuevamente nos sentimos impulsados a desarro-

llar un proceso de aprendizaje y de enseñanza de calidad con una notable identidad institu-cional (también como EJEGUA) ignaciana impulsada por el es-píritu de servicio y la búsqueda del “magis”. Es tener una peda-gogía del corazón, es decir, un mismo sentir que cuaja como desarrollo integral y sostenible de la persona y del país.

La unión de ánimos y un mis-mo sentir es superar fronteras, reconciliar y tender puentes mentales, académicos, relacio-nales, organizativos y éticos que desplieguen, de manera fructí-fera, el quehacer cotidiano de nuestras comunidades educati-vas volcadas, con entusiasmo y compromiso, en su responsabi-lizarse con el saber, la ciencia, el desarrollo humano y la cultura. En lenguaje ignaciano es consti-tuirse en un solo “cuerpo”, con un “mismo espíritu” bajo la ban-dera del Hijo.

Este Pre Congreso es un punto de partida para reflexionar so-bre un espíritu educativo común

que debe animar a las obras educativas jesuíticas o ignacia-nas en los próximos años, en el contexto de Guatemala. Incluye también una reflexión del espí-ritu y modelo educativo con el que formamos a los futuros edu-cadores.

A mediano plazo, EJEGUA as-pira a constituirse en un grupo interinstitucional que aporta al análisis y a la propuesta para mejorar la educación en Guate-mala. Esta educación presenta graves dificultadas que afectan especialmente a las poblacio-nes vulnerables. La URL, desde sus posibilidades, ha puesto al servicio de este proyecto su po-tencial y seriedad investigativa, académica de incidencia, y es-pera seguir haciéndolo.

Sean bienvenidos.

Este informe surge de la necesidad de conceptualizar calidad, in-novación e inclusión educativa según las bases filosóficas, éticas y prácticas de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús. Así, estas definiciones y sus debates, devienen del Pre Congreso interno acontecido el 11 de mayo del 2016.

A continuación presentaremos nuestras convergencias y diferencias en torno a estos tres conceptos y sus interconexiones.

“Una educación crítica de calida

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camina hacia una sociedad transformada”

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La calidad educativaHoy en día, nuestra meta y objetivo educativo tiene que ser la formación de hombres y mujeres para los demás y con los demás.

P. Arrupe (1973)

Para las instituciones educati-vas jesuitas la calidad educativa debe cimentarse en el cambio social. Como cuerpo educativo se aspira a la formación de seres cocreadores de sí mismos, de su sociedad y de su futuro. En otras palabras, la calidad es un proce-so y un medio que permite trans-formar la sociedad a través de personas conscientes, sensibles y comprometidas con su entor-no, que aprenden para servir al bien común.

El reto consiste en alejarse de vi-siones educativas individualistas y funcionalistas que extraen a la persona de su entorno político, y que relacionan de forma mecáni-

ca, armónica y acrítica educación, trabajo y economía. La calidad educativa debe enraizarse en el contexto social, cultural e históri-co de la comunidad educativa.

La finalidad de las institucio-nes educativas de la Compañía de Jesús es alcanzar el Magis, es decir, buscar servir mejor a los demás continuamente. Los maestros deben acompañar a los estudiantes para que con-sigan por sí mismos realizarse como seres conscientes, com-pasivos, competentes y com-prometidos políticamente en la transformación de una sociedad guatemalteca desigual y estruc-turalmente violenta. Este proce-

so de acompañamiento, debe a su vez, transformar y sensibilizar a los maestros. La calidad educa-tiva debe formar integralmente al estudiante en las diversas eta-pas de su desarrollo y esferas de su vida.

Asimismo, calidad educativa se vincula críticamente a innovación (que no debe reducirse a tecnología), a equidad (es decir, a igualdad de oportunidades para acceder a la educación) y a inclusión social (entendida como derecho).

En resumen, algunos componente imprescindibles de la calidad educativa deberían ser su:

a) historicidad,

b) contextualización,

c) lo comunitario,

d) el humanismo,

e) el servicio a los demás

f) una educación crítica

g) la innovación,

h) la equidad

i) la inclusión social o el derecho a la educación.

Contexto social

Contexto histórico

Competente Comprometido

CompasivoConsciente

Magis

Innovación

Equidad

Inclusión social

Valoreshumanistas

Calidad

Esquema del MAGIS

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Los puntos de debate ¿Qué entendemos por el concepto de "innovación"?

La Real Academia define la in-novación como « [la mudanza] o la [alteración] de algo, intro-duciendo novedades». Esta definición muestra que innova-ción hace referencia a cambios, a transformaciones que abren nuevas puertas, nuevos caminos inexplorados.

Una práctica innovadora sería una acción pedagógica de cali-dad para mejorar los aprendiza-jes y los efectos psicosociales de estos aprendizajes. Dicha prác-tica debe enriquecerse del me-dio ambiente en el que se de-sarrolla, pues busca responder a las necesidades educativas, culturales, sociales, económicas y políticas de la comunidad edu-cativa, y no, innovar por innovar. En suma, la innovación debe nutrirse de la creatividad de la comunidad educativa y poner al alumno(a) al centro.

IGER es un buen ejemplo de educación innovadora. Por me-dio de ondas radiales, textos educativos y grupos de estudio, llegan a las zonas excluidas y ol-vidadas del país.

El Proyecto Puente de Belice es innovador a su vez, pues dignifi-ca a los jóvenes de barrios mar-ginados y los motiva a incidir en su comunidad.

Fundación Fe y Alegría, a tra-vés del modelo de cogestión implican a los padres de familia a la toma de decisiones de las

escuelas. Además, sus centros escolares fungen muchas veces como puntos de cohesión para la comunidad.

Estas tres experiencias han aportado cambios al qué hacer educativo tradicional, y estas transformaciones se guían por las necesidades de la comuni-dad educativa.

La innovación se considera un factor clave para construir la escuela del mañana y la comunidad que soñamos.

¿Por qué la inclusión social es necesaria a una educación de calidad?

La inclusión social encuentra su raíz en el latín inclusio onis cuyo significado es «conexión o amis-tad con alguien». En contrapo-sición, el antónimo exclusión viene del latín exclusio, y se en-tiende como acción de excluir,

quitar alguien de un lugar, ne-gándole posibilidades. No hay inclusión cuando no se permite la participación de todos los in-tegrantes de la comunidad. Así, la escuela debe ser un espacio en el que todos se sientan parte y construyan juntos una comuni-dad educativa.

La declaración de la XIII Confe-rencia Iberoamericana de Edu-cación de 2003 concluyó que el ámbito educativo puede tratar

el problema de la exclusión y que “una educación de calidad para todos debe garantizar no solo el acceso y la permanencia de los niño[a]s y jóvenes en la escuela, sino también la igual-dad de oportunidades para un desarrollo humano integral y un aprendizaje pertinente” respe-tando la cultura y los valores de cada comunidad.

Encuentro EJEGUA 2016

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No todas las instituciones edu-cativas de la Compañía de Jesús logran una verdadera inclusión social por sí mismas, pero si las analizamos como una constela-ción donde cooperan entre sí y se complementan, será posible consolidar un núcleo educativo a favor de la inclusión social y el continuum educativo.

En otras palabras, que cualquier joven del Proyecto Educativo Puente Belice pueda formarse en la Universidad Rafael Landí-var, sin sentirse excluido o ex-cluida por los mismos estudian-tes y docentes; pero además, que los jóvenes del Liceo Javier puedan convivir con jóvenes de Centros de Fe y Alegría sin prejuicios o lástima, y aprender mutuamente de sus visiones y experiencias.

El conjunto de las obras educa-tivas viven los retos nacionales más dolorosos: el clasismo, el racismo, el sexismo y el adulto-centrismo. Retos históricos que desde una visión de constela-ción es necesario cuestionar y desaprender para crear caminos alternativos con la comunidad educativa, hacia una inclusión social real.

¿Cuáles son los valores cristia-nos que deseamos inculcar a las nuevas generaciones?

La mayoría de instituciones edu-cativas de la Compañía de Jesús, remarcan la importancia de los valores cristianos en su propues-ta pedagógica. No obstante, existen varias representaciones sobre lo cristiano.

Siendo la transformación social parte medular de la triada calidad inclusión e innovación que hemos expuesto, consideramos que la humanización y politización de la imagen de Jesús pobre pue-de ser un aporte significativo y esencial en nuestras instituciones. En otras palabras, la opción éti-ca y política por los pobres debe mostrarse en la cotidianeidad de nuestras instituciones educativas, más que dogmas de fe que pue-den o no, compartir estudiantes y docentes.

La sociología empezó a interesarse por la juven-tud en el siglo XX, definiéndola como una etapa intermedia entre la infancia y la adultez. En esta fase, la persona cuestiona e intenta crear y des-cubrir su lugar en el mundo. La juventud goza de múltiples caras y parte de diferentes realidades sociales, todo ello enriquece su experiencia y agencia. En otras palabras, su capacidad para en-frentar, cuestionar y dar respuesta a los desafíos sociales.

Inmersos en una sociedad desigual que concentra riquezas, en un Estado que no vela por el bien común y en medio de una democracia en crisis, los jóvenes alzan su voz para reclamar su lugar en el futuro. En el mundo entero los jóvenes in-tentan expresar algo sobre las nuevas orienta-ciones de las sociedades, sobre las políticas que los menosprecian, sobre la mercantilización de la

vida, sobre la educación que desean: desde las revoluciones de las primaveras árabes hasta las movilizaciones en México, Chile, Colombia, Brasil y Guatemala. Basta recordar las marchas de los jóvenes estudiantes de las Escuelas Normales o los movimientos juveniles y estudiantiles del 2015 en torno a la plaza.

La riqueza de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús son las juventudes que las constituyen. Estas provienen de las diversas clases sociales, etnias, géneros, orientaciones sexuales y creencias que conforman Guatemala. Que las juventudes puedan organizarse es clave para un nuevo paradigma socioeducativo, donde sí exista la participación política y la voz de cada alumno de cada institución cuente. Hemos resumido una ruta hacia la calidad, inclusión e innovación en el siguiente cuadro.

Propuestas para una nueva ruta: Apostar por las juventudes de las instituciones educativas

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