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CALIFORNIA CHRISTIAN

UNIVERSITY

ESTUDIOS DE TEOLOGIA BIBLICA

PROFETAS MAYORES

SEGUNDA PARTE Autor: Dr. Santiago Ramos S. Ph. D.

Manual para los cursos de Teología.

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Curso: Los Profetas Mayores

Profesor Responsable: Santiago Ramos S. Ph. D.

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PROPOSITO DEL CURSO:

1. El alumno comprenderá que los propósitos de Dios para el día de hoy, así como su plan para

el futuro, precisa de la clara comprensión del mensaje que nos entregan Los Profetas

Mayores.

2. El estudiante llegará a la conclusión que nadie puede entender completamente el Nuevo

Testamento, si no tiene un claro conocimiento del mensaje profético.

3. Llegará a estar completamente consciente que el mensaje de los profetas mayores se

refieren a Dios, al Hijo y al Espíritu Santo. Además, de la escatología.

4. Al término del curso el alumno encontrará que el mensaje profético mantiene una unidad

sorprendente y vigente para nuestra época contemporánea.

5. En su análisis crítico encontrará que la persona y ministerio de Jesús, se encuentra en Los

Profetas Mayores.

REQUISITOS PARA EL CURSO:

1. Responder a los cuestionarios del libro.

2. Preparar el examen del curso.

3. Realizar las lecturas asignadas.

4. Presentar y disertar sus trabajos de investigación.

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JEREMIAS “Jehová Levanta”.

Profeta del Padre.

INTRODUCCION

El profeta Jeremías era hijo de un sacerdote llamado Helcías, de Anatot, territorio de

Benjamín, ubicado muy cerca al norte de Jerusalén (Jer. 1:1). Desde su infancia demuestra su

honestidad y humildad. Fue llamado al ministerio profético mediante una visión de Jehová. Siendo

muy joven recibe este llamado estando consciente de su inmadurez y falta de experiencia y poca

elocuencia para proclamar el mensaje profético. Es el mismo Señor quien extiende su mano, tocando

la boca de Jeremías, y dándole palabras divinas. Recibió el poder del Espíritu sobre las naciones y

reinos, para arrancar y destruir y derribar, pero también para edificar y plantar. Siempre estamos

descubriendo que cuando Dios llama al ministerio, capacita, perfecciona y orienta. El Señor le

informó que lo tratarían con violencia oposición por parte de los jefes, de los sacerdotes, del pueblo,

pero que estos adversarios no prevalecerían sobre él (Jer. 1:4-10). Comenzó a profetizar en el año

decimotercero del reinado de Josías, y siguió haciéndolo hasta la captura de Jerusalén, en el mes

quinto del año undécimo de Sedecías (vv. 2, 3). Así su ministerio público bajo Josías fue de 18 años,

tres meses bajo Joacaz, 11 años bajo Joacin, tres meses bajo Joaquín, 11 años y 5 meses bajo

Sedecías, con un total de 41 años de arduo y difícil ministerio profético.

Los habitantes de Anatot, su ciudad natal, fueron sus primeros adversarios. Lo amenazan con

la muerte si continúa proclamando el mensaje profético. Jeremías continua fiel a su llamado a pesar

de las amenazas y persecuciones, pero el sufrimiento fue inmenso por la oposición al mensaje del

Señor de parte de su propio pueblo elegido. Esta hostilidad, iniciada en su ciudad, se generalizó, y el

profeta nuevamente debe recurrir al juicio de Dios (18:18-23; 20:12).

Es muy interesante observar la fidelidad de Jeremías, a pesar de las calumnias y

persecuciones. Jeremías tenía prohibido entrar al Templo. Por tanto, dio orden a Baruc, su secretario,

que fuera con el rollo a la casa de Dios, y que leyera allí las profecías ante las personas que acudían

con ocasión de ayuno. Al final el rollo llegó a las manos del rey, quien ordenó que le leyeran algunas

columnas, se levanta y rasgó el rollo con una cortapluma, y lo arrojó al fuego.

El Señor ordenó a Jeremías que al instante dictara a su secretario un segundo rollo semejante

al primero, pero con adiciones (vv. 27-32).

Un enemigo de Jeremías, el sacerdote Pasur, que era gobernador del Templo, hizo azotar a

Jeremías y ponerlo en el cepo, pero al día siguiente lo puso en libertad (20:1-3). Durante el sitio de

Jerusalén, las profecías de Jeremías anunciaron el triunfo de los caldeos y la cautividad de Judá; las

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autoridades judías pretendieron no considerarlas desde punto de vista religioso, sino desde el punto

de vista político y militar.

MINISTERIO DE JEREMIAS

Jeremías fue uno de los hombres más eminentes del siglo séptimo a. C., como lo fue Isaías en

el siglo anterior. Jeremías fue llamado al ministerio profético en el décimo tercero año del reinado de

Josías (628 a. C.), era la época cuando el joven rey comenzó sus reformas. Al principio Jeremías trató

de declinar el llamado, con el pretexto de ser muy joven; pero Jehová renovó el llamamiento y le

alentó poniendo su mano en la visión, y diciendo al tocar la boca del joven:

“He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

Mira que te he puesto en este día sobre naciones

y reinos, para arrancar y para destruir,

para arruinar y para derribar,

para edificar y para plantar”

Jer. 1:9, 10.

En este pasaje encontramos cuatro palabras destructiva y solo dos de obra constructiva; con lo

cual parece indicarnos que la labor principal del profeta Jeremías sería destruir falsas esperanzas; y

que solo entonces podría edificar sobre fundamente sólido.

A Jeremías se le dice por adelantado que a él se opondrían príncipes, sacerdotes, y aun el

pueblo; pero Jehová estaría con él siempre, para sostenerlo y animarlo. Y se promete al sensitivo

joven profeta todo el auxilio que pueda necesitar.

Los primeros discursos de Jeremías revelan la existencia de un estado de apostasía religiosa y

degeneración moral de Judá. Aun los paganos se apegan a sus dioses; pero Israel ha cambiado al Dios

viviente por ídolos inútiles. Jehová dice:

“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva,

y cavaron para sí cisternas rotas que no tienen agua” Jer. 2:13

En el transcurso del tiempo el pueblo de Jehová reconocerá su terrible error:

“Tu maldad te castigará, y tus rebeliones te condenarán; sabe, pues, y ve cuan malo y amargo es

el haber dejado tu a Jehová tú Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos”.

Jer. 2:19.

Dios no acepta la superficialidad, ni la apariencia en la vida de los cristianos. Dios no quiere

reformas sino transformación en la vida de los creyentes.

“Aunque te laves con lejía y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu

pecado permanecerá aun delante de mí, dijo Jehová el Señor. Jer. 2:22.

Cada ciudad de Judá tenía su dios. Por eso el mensaje dice:

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“¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán librar en el

tiempo

de tu aflicción: porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses”. Jer. 2:28.

Jeremías miró bajo la superficie de la reforma de Josías, y vio que el corazón del pueblo no

estaba en ella:

Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí

de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová” Jer. 3:10.

Jeremías anuncia la proximidad de un invasor, probablemente la irrupción de las hordas

escitas del norte. El profeta está sumido en el dolor y la tristeza.

¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro

de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra”( 4:19).

El pueblo huye a las espesuras del bosque y subieron a los peñascos; tratan de fabricar

escondites pero los perseguidores los alcanzan Jer. 4:27-31.

Jehová promete perdonar a Jerusalén si se puede encontrar en ella un solo hombre justo y leal.

(Jer. 5:1). El profeta señala la desesperada situación de Judá de la siguiente manera:

“Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes

dirigían por manos de ellos; mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?”.

Después de otras advertencias, avisos y llamamiento, el profeta termina por creer que la

nación se halla condenada:

“Se quemó el fuelle, por el fuego se ha consumido el plomo; en vano fundió el fundidor,

pues la escoria no se ha arrancado. Plata desechada los llamarán, porque Jehová los

desechó”. Jer. 6:29, 30.

En el año 610 a. C. Josías cayó en la batalla de Mejido; y Jeremías compuso una lamentación

por la muerte del piadoso rey. Joacaz gobernó por espacio de tres meses, después de los cuales fue

depuesto por Faraón Necao, subiendo Joaquín al trono en su lugar. Este fue el más traidor y cruel de

los reyes que gobernaron Judá después de Josías.

MINISTERIO DE JEREMIAS DURANTE EL REINADO DE JOAQUIN

Al comienzo del reinado de Joacim Jehová mandó a Jeremías a ponerse de pie en el atrio del

templo y anunciar al pueblo que su hermoso santuario pronto sería una desolación semejante a Silo.

Este admirable discurso se encuentra en Jeremías 7:1 al 8:3. Este mensaje indignó a los líderes

religiosos que echaron mano sobre el profeta para llevarlo a la muerte. Jeremías fue juzgado ante los

príncipes, siendo los sacerdotes y profetas los principales acusadores. El profeta responde a las

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acusaciones diciendo que Jehová le había mandado a proclamar lo que había dicho. Y que lo que

debían hacer era enmendar sus caminos y sus hechos. Si le llevan a la muerte echarán la sangre

inocente sobre sus propias cabezas, porque Jehová verdaderamente le mandó a proclamar las palabras

dichas delante de todo el pueblo, Jeremías 26:1-16.

Los gobernantes civiles fueron mejores que los profetas y sacerdotes, y citan el caso de

Miqueas y su severa predicación contra Sion como un precedente para poner en libertad a Jeremías

(Jer. 26:17-19). La situación se empeoró con el profeta Urías, que habló palabras semejantes a las de

Jeremías, quien murió a manos de Joaquín. (Jer. 26:20-24)

El sermón de Jeremías en los capítulos 7:1 al 8:3-6, es un buen modelo de la predicación

sincera y valerosa.

La tristeza de Jeremías se hace más intensa a medida que va descubriendo que la idolatría de

Judá es incurable. Anhela la confortación en el dolor; y algunas veces desea que sus ojos fuesen

fuentes de lágrimas. Desearía abandonar a su pueblo e irse a vivir en una cabaña en el desierto. (Jr.

8:18-9:6).

Una de las mayores pruebas de Jeremías consistió en saber que sus oraciones a favor de Judá

no podían ser oídas. Jehová le prohibió orar por el pueblo que se había entregado a la despótica

rebelión. (Jer. 7:16-18; 11:14; 14:11). Pero el profeta no puede dejar de orar por su pueblo; el

ministerio de intercesión lo domina y suplica persistentemente a Jehová que no odie a su pueblo (Jer.

14:19-22). Jehová responde:

“Me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría

mi voluntad con este pueblo, échalos de mi presencia, y salgan”. Jer. 15:1.

La oración no puede salvar a Judá del cautiverio.

Además de la lucha que se libraba en la tierna alma del profeta en esta ocasión, en el exterior

se conspiraba contra él; porque los hombres de Anatot, su pueblo natal, estaban formando complots

contra su vida, Jer. 11:18:23. Aun los propios parientes de Jeremías se hallaban en la conspiración,

Jer. 12:5, 6. Difíciles problemas con respecto al gobierno divino pesaban sobre el corazón de

Jeremías, tal como pesaron también sobre su contemporáneo Habacuc (Jer. 12:1, 2).

Los falsos profetas continuamente estaban contradiciendo a Jeremías y le llamaban

refunfuñador y traidor (Jer. 14:13 -18). Parecía que al sensitivo profeta todos lo estaban maldiciendo

Jer. 15-10). El abre su corazón a Dios y le habla de su desaliento por causa de su infructífero

ministerio (Jer.15: 10-21).

La soledad de Jeremías fue también una dura prueba. Isaías tenía una esposa que simpatizaba

con él en su obra; pero a Jeremías le estaba prohibido casarse (Jer. 16: 1-4). Odiado y maldecido por

su pueblo en cuyo beneficio estuvo orando, escasamente tenía un alma a quien volverse en busca de

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simpatía y consejos. Su única dependencia estaba en Jehová, al cual suplicó: “No me seas tú por

espanto, pues mi refugio eres tú en el día malo” Jer. 17:17.

Jehová hizo revelación de su disposición de cambiar su actitud de acuerdo con el cambio de

actitud de la nación (Jer. 18:112). Este es uno de los capítulos más importantes de todo el libro de

Jeremías. Los hombres a menudo han creído que pueden arrinconar a Dios y obligarle a hacer lo que

ellos desean aunque fuese cosa indigna de Dios. Pero esto no es así, dice la palabrea de Dios por

conducto de Jeremías porque Dios es libre de adaptarse a las condiciones cambiadas. A menudo

predice el mal a fin de que pueda ser evitado por medio del arrepentimiento de aquellos sobre quienes

de esta manera hubiese venido. Dios predice también bendiciones; pero nadie puede tener

pretensiones sobre las promesas de Dios y exigir las bendiciones, si está viviendo una vida indigna.

Al final Jeremías fue aprehendido, azotado y puesto en el cepo por Pasur el sacerdote.

A medida que las persecuciones se hacían más severas, el alma del profeta sufre en gran manera.

Parece que trató de dejar de profetizar. “Entonces dije: No me acordare más de él, ni hablaré mas

en su nombre; traté de sufrirlo y no pude”. En medio de esta desesperación el profeta maldijo el

día de su nacimiento. (Jer. 20:145-18).

En el cuarto año de Joacim (605 a. C.) Jehová mandó a Jeremías que tomara un rollo y

escribiera en él todas las palabras que le había hablado para que las dijera a Israel y Judá y en su

contra. Jeremías llamó a Baruc hijo de Neria y le dictó la sustancia de los mensajes que había dirigido

a Judá desde el año 628 al 605 a.C. Después Baruc leyó este rollo en el templo, a oídos del pueblo.

En el siguiente año (604 a.C., Baruc nuevamente leyó el rollo ante la presencia del pueblo de

Judá en el día de ayuno. Cuando Miqueas informó a los príncipes de la esencia del libro, entonces

enviaron a buscar a Baruc para que leyera el libro ante su presencia. Les pareció importante que el

rey Joaquín conociera el contenido del libro; y aconsejaron a Baruc que se escondiese e hiciera que

Jeremías también se escondiera, no fuera a resultar que Joaquín los quisiera matar.

Cuando los príncipes informaron a Joacím con respecto al libro, lo mandó a buscar, y después

de oír tres o cuatro columnas, lo tomó violentamente, lo rasgo y echo sus pedazos al fuego del

brasero. También quiso matar a Jeremías y a Baruc; “pero los escondió Jehová” Jer. 36:1-26).

Al mandamiento de Jehová, Jeremías reprodujo todas las palabras que se hallaban en el rollo

que Joaquín había destruido en el fuego: “y además les fueron añadidas sobre ellas muchas otras

palabras semejantes” (Jer. 36:27-22).

Durante el reinado de Joacím, Jeremías estuvo en peligro de perder la vida. Después vino el

muy breve reinado de Joaquín. Nabucodonosor llevó al joven rey cautivo a Babilonia, dejando a

Sedequías en el trono de Judá (2 Reyes 24:8-17).

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MINISTERIO DE JEREMIAS EN EL REINADO DE SEDEQUIAS

Sedequías, el último rey de Judá, se sintió inclinado a tratar a Jeremías con bondad; pero era

hombre débil, sin la suficiente personalidad, ni energía, ni valor para hacer lo que se sabía que era

justo. Desde el cuarto año de Joaquín (605 a.C.), Nabucodonosor derrotó a los egipcios en

Carquemis, Jeremías predicó la sumisión al rey de Babilonia (Jer. 25:11) A través de todo el reinado

de Sedequías (597-587) a. C.) Jeremías estuvo enseñando que Jehová había entregado a Judá y las

otras naciones en manos de Nabucodonosor. Consideró al gran conquistador babilónico como un

siervo de Jehová (Jer. 27:6); e instó a Sedequías y al pueblo que sirvieran fielmente a Nabucodonosor

(Jer. 27:12). Denunció a los falsos profetas que alentaban al pueblo a esperar que les sería devueltos

los vasos del templo que habían sido llevados por los babilonios en el año 605 y 594 a. C. (Jer. 27:14-

22).

En el cuarto año de Sedequías (594 a. C.), el profeta Hananías predijo que dentro de dos años

sería roto el yugo de Nabucodonosor, y Joacím y los otros cautivos regresarían a Jerusalén. Hananías

dio énfasis a esta predicción quitando la vara del cuello de Jeremías y rompiéndola. Pocos días

después Jeremías predijo la muerte de Hananías, como castigo por hacer creer a Judá una mentira

(Cap. 28)

Jeremías también tuvo que contender por escrito, con los falsos profetas que se hallaban entre

los cautivos en Babilonia (Cap. 29). Predijo que al fin de setenta años el pueblo en cautiverio oraría a

Dios y serían devueltos a su tierra natal (Jer. 29:10-14).

Alentado por los profetas y por el prometido auxilio de Egipto, Sedequías al fin se rebeló

contra Nabucodonosor. Jeremías predicó la sumisión desde el principio de la invasión babilónica

hasta la captura de Jerusalén (caps. 21, 34, 37 y 38). Al principio Jeremías no fue molestado, aunque

debió ser grandemente impopular. Bajo la presión del miedo, Sedequías y su pueblo hicieron un

convenio para liberar a todos los esclavos hebreos; pero cuando los caldeos levantaron el sitio de

Jerusalén a fin de hacer frente al ejercito de Faraón Hofra, el pueblo volvió a esclavizar a sus antiguos

siervos (cap. 24). Jeremías predijo que los caldeos regresarían y arrasarían a Jerusalén a fuego (Jer.

37:1-10).

El profeta creyó oportuno salir de Jerusalén cuando los caldeos estaban ocupados en otro

lugar, así es que se dirigió a Anatot; pero un oficial le aprehendió cuando se encontraba en la puerta

de la ciudad, y le acusó de ser desertor para unirse a los caldeos. Los príncipes lo azotaron y le

pusieron en la cárcel, en la casa de Jonatán el escriba (Jer. 37:11-15).

Los caldeos derrotaron al ejército egipcio y regresaron a Jerusalén. Sedequías envió a buscar a

Jeremías para averiguar si había alguna revelación de Jehová; y el profeta le dijo que sería entregado

en manos del rey de Babilonia, suplicando al rey no lo volviese a mandar a la mazmorra. Entonces

fue llevado al cuerpo de guardia donde diariamente recibía una porción de pan, hasta que consumió

todo el pan que había en la ciudad (Jer. 37:16-21).

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Como Jeremías continuaba predicando la sumisión a los caldeos, los príncipes pidieron a

Sedequías que le diese muerte por traidor. Entonces el profeta fue echado en el cieno de una

mazmorra en el cuerpo de guardia. Un etíope intercedió por Jeremías, y obtuvo permiso para sacarlo

del cieno, permaneciendo prisionero en el cuerpo de guardia hasta que la ciudad fue tomada (cap. 38).

ULTIMOS DIAS DE JEREMIAS

Jeremías no fue llevado cautivo a Babilonia con Sedequías y los otros prisioneros, sino que

pudo quedarse con los que habían de continuar en Judá. Se quedó, pues, con el nuevo gobernador

Gedalías. Después del asesinato de Gedalías, Jeremías fue con Johanan a Belén (cap. 40 y 41).

El anciano profeta fue llevado a la fuerza a Egipto, donde predijo la venida de Nabucodonosor

al Valle del Nilo (caps. 42 y 43). En su ancianidad Jeremías hizo un vehemente llamado a los judíos

que estaban en Egipto para que abandonaran la idolatría; pero ellos se negaron a hacerlo, afirmando

que se encontraban mucho mejor cuando adoraban a la reina del cielo (cap. 44).

La tradición judía dice que Jeremías fue apedreado hasta la muerte.

El ministerio de Jeremías, aunque de larga duración y fidelidad, aparentemente fue un fracaso

completo. Siendo un gran patriota fue tenido por traidor; deseando intensamente que su pueblo

volviese de la idolatría y que regresara del cautiverio, constantemente anuncio la certeza de la

cautividad; amante de la paz, pasó su vida guerreando contra la idolatría.

LA VIDA DE JEREMIAS NO FUE UN FRACASO

Jeremías ayudó al pueblo de Dios a pasar las tentaciones del cautiverio sin naufragio para su

fe. Demostró que en la caída de Judea estaba la mano de Jehová; y designó a Nabucodonosor como

siervo de Dios. Los dioses de babilonia nada tenían que ver con los éxitos de Nabucodonosor.

Dos doctrinas enseñadas por Jeremías contribuyeron a efectuar la transición a un plano más

elevado en el pensamiento y vida religiosos.

1. La doctrina del individualismo. Ataca el proverbio por medio del cual los cautivos

trataban de excusarse:

“En aquellos días no dirán más; los padres comieron uvas agrias y los hijos tienen

dentera, sino que cada cual morirá por su maldad; los dientes de todo hombre que

comiere uvas agrias, tendrá la dentera”. Jer. 31:29, 30.

2. La doctrina de Jeremías sobre el Nuevo Convenio. Esta doctrina marca la transición del

convenio escrito en tablas de piedras a un convenio escrito en el corazón. Reflexiones

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sobre esto leyendo Hebreos 8:7-13. La religión del Nuevo Testamento hace un gran

énfasis en el individualismo y en la espiritualidad. Dios trata con cada hombre

individualmente; y requiere del amor, fe y compañerismo.

A continuación incluiremos una síntesis bosquejada de las principales enseñanzas del profeta

Jeremías. Esto le servirá para su reflexión y aplicación personal.

VIDA PERSONAL DE JEREMIAS

1. Era hijo de un sacerdote (Jer. 1:1)

2. Se le ordeno que permaneciera soltero (16:2)

3. Se resistió al principio al llamado de Dios, alegó como excusa que era muy joven (1:6)

4. Dios le aseguró que lo había elegido antes que naciera (1:5)

5. Intentó encontrar un hombre honrado en Jerusalén (5:1-5)

6. Razonó con Judá para que volviera a Dios (3:12-14)

7. Denunció sin temor el pecado de Judá y por ello fue perseguido por:

7.1 Su familia (12:6)

7.2 La gente del pueblo (11:21)

7.3 Los líderes religiosos (20:1-3; 26:7-9; 37:11-16)

8. Hizo una lista de los pecados de Judá:

8.1 Su adoración a la “reina del cielo” (7:18; 44:17)

8.2 El sacrificio de sus propios hijos a dioses paganos (8:31; 9:15)

8.3 El asesinato de los propios profetas de Judá (2:30)

9. Les advirtió acerca de la cautividad babilónica que se avecinaba:

9.1 Jerusalén seria cercada y asediada (4:17; 6:3-5)

9.2 Sus propios árboles serían usados contra ella (6:6)

9.3 El templo sería destruido (7:14)

9.4 Los cadáveres servirían para comida de los animales (7:32; 9:22; 12:8, 9)

9.5 Serían desterrados por setenta años (7:15; 25:11; 29:10)

10. Lloró por esta cautividad (4:19-21; 8:18, 21; 9:1, 2, 10; 13:17; 14:17)

11. Su manuscrito original fue quemado por el rey Joacim (36:21-23)

12. Amenazó con dejar el ministerio (20:7-9, 14-18)

13. Se le ordenó cuando estaba en la cárcel que comprara un campo como un acto de prueba

(32:6-15).

14. Fue liberado por Nabucodonosor (40:1-6; 39:14)

15. Ayudó al gobernador Gedalías (40:6).

16. Aconsejó a Johanan cuando Gedalías había muerto (42:1-5)

17. Fue forzado por Johanan a marchar a Egipto (43:1-7).

18. Continuó predicando en contra del pecado (43—44)

19. Murió al ser apedreado, posiblemente en Egipto.

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ALGUNOS PASAJES CLASICOS DE JEREMIAS

“Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (6:14.)

¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi

nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová” (7:11).

“Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Quebrantado estoy por

el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado,

¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para

la hija de mi pueblo?” (8:20-22).

¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre

todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. El que hizo la

tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su

sabiduría” (10:7; 12)

“¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros

hacer el bien, estando habituados a hacer el mal?” (13:23).

“No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová, que hizo

subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino; Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de

Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a

su tierra, la cual di a sus padres” (16:14, 15).

“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y

su corazón se aparta de Jehová. Será como retama en el desierto, y no verá cuando viene el

bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como árbol

plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene

el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar

fruto. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿Quién lo conocerá? Yo

Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su

camino, según el fruto de sus obras” (17:5-10).

“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí

te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la

rueda. Y la vasija de barro que él hacia se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra

vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mi palabra de Jehová, diciendo: ¿No

podré hacer yo de vosotros como el alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que

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como el barro en mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel” (18:1-

6).

“Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de

vida y camino de muerte” (21:8).

¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con brazo

extendido, ni hay nada que sea difícil para ti. He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne;

¿habrá algo que sea difícil para mí?” (32:17, 27).

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces.

Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así

multiplicaré la descendencia de David mi siervo, y los levitas que me sirven” (33:3; 22).

CONCLUSION:

Jeremías no tuvo la experiencia de ser deportado con su pueblo a Babilonia, pero su

ministerio profético no tuvo término porque él se constituyó en un verdadero padre para el

reducido y desamparado grupo que había quedado en Jerusalén.

Finalmente, siendo anciano de días, es llevado a Egipto donde terminaron con su vida;

según la tradición judía fue lapidado hasta morir.

No cabe duda que hemos tenido la oportunidad de conocer, parte de la revelación de

Dios, por medio de este gran profeta del Señor, pero esto no es todo, porque aún tenemos

mucho que aprender de sus enseñanzas y aprehender de los principios y valores para

aplicarlos a nuestra vida y ministerio, porque Jeremías supo depositar su fe en Dios como un

padre bueno, desde su juventud.

EL CAUTIVERIO

INTRODUCCION

El cautiverio fue un proceso más bien que un acontecimiento. Los asirios estuvieron

ocupados, desde el año 737 al 722 a. C., con sus repetidas invasiones, en el territorio ocupado por las

Diez Tribus. Varias compañías de cautivos fueron llevados al este. Generalmente se cree que el

cautiverio asirio se efectuó en el año 722 a. C., porque Samaria cayó ese año y sus habitantes fueron

transportados al país de los medas; pero Tiglat- pileser ya había llevado cautivo al pueblo al este del

Jordán y de Galilea.

El mismo proceso se repitió en el cautiverio babilónico. En el año 605 a. C., Daniel y otras

personas fueron llevadas de Jerusalén a Babilonia; en el año 598 a. C., el rey Joaquín y muchos de

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sus súbditos fueron llevados a Babilonia; pero el mayor número de cautivos fue llevado el año 587

por los caldeos, cuando Sedequías y la mayor parte del pueblo fueron conducidos a Babilonia.

EFECTOS DEL CAUTIVERIO

Una de las experiencias tristes para el pueblo judío fue cuando fueron reunidos por sus

capturadores para comenzar el largo viaje desde su tierra natal a un país extraño. El templo ha sido

quemado y el reino de Juda destruido completamente, es posible que algunos de ellos pensaran y

creyeron que Jehová no tenía tanto poder como los dioses de Babilonia. Algunos abandonaron su fe

religiosa y se identificaron con los gentiles; otros dieron oídos a los falsos profetas, quienes dijeron

que Jehová muy pronto restauraría al pueblo a su tierra natal. Jeremías y Ezequiel enseñaron a su

pueblo que el cautiverio había sido traído por el mismo Dios de Israel como castigo por la idolatría y

falta de identidad de su pueblo, que por su pecado de inmoralidad decía una cosa y actuaba de manera

diferente. El cautiverio fue una escuela de la disciplina de Jehová para con su pueblo rebelde. Tan

pronto como obtuviera el resultado de llevar a Juda a una elevada vida religiosa y moral, Jehová

libertaría a su pueblo de manos de sus cautivadores.

No hay prueba alguna que los sufrimientos de los judíos en Babilonia fueron excesivamente

grandes. Se les permitió situarse en Babilonia e iniciar una vida de comerciantes; y los artesanos

encontraron empleo en su nuevo hogar. Al parecer el pueblo judío no fue perseguido por sus

opiniones y vida religiosa.

Por supuesto, el ritual de adoración en el templo terminó con la destrucción del templo de

Jerusalén. Los judíos estrictos como Daniel y sus tres compañeros guardaron los principios religiosos

y las leyes dietéticas que eran propias de los judíos, y las almas piadosas oraban y ayunaban y vivían

una vida pura entre los gentiles. Los más patriotas y piadosos entre los judíos observaban las leyes de

sus padres y anhelaban el regreso a la Tierra Santa. Estos manifestaron su intenso odio a la idolatría.

La disciplina del cautiverio produjo fruto en el carácter de la nobleza judía; los que recibieron

grandes alientos de las promesas hechas por mediación de Jeremías y Ezequiel.

LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

1. El Salmo 137 analiza el inicio de este periodo y el Salmo 126 nos relata el final.

2. Israel parece ser que se sana de la idolatría mientras está en la ciudad de la idolatría.

3. Dos testigos oculares escriben sobre esta etapa. Uno era jefe de gobierno y el otro un

sacerdote.

4. Este período histórico incluye:

4.1 Tres hombres que no se doblegaron ni ante el riesgo de ser quemados (Dn. 3).

4.2 Un examen del rey más grande de Babilonia (Nabucodonosor, Dn. 1—4) y una

anticipación del que sería el más grande de los reyes de Grecia (Alejandro Magno, Dn,

Dn.7:6; 8:5-8, 21, 22; 11:3, 4).

14

4.3 Una pelea entre un carnero persa y un macho cabrío griego (Dn. 8).

4.4 Una mano (de Dios) que escribe y un valle de huesos (de hombre) que reviven y caminan

(Dn. 5; Ez. 37).

4.5 La única descripción de Dios el Padre en la Biblia (Dn. 7:9-14).

4.6 Grandes profecías son reveladas mediante la caída de una piedra (Dn. 2). Y el derribo de

un árbol (Dn. 4).

4.7 El segundo de tres intentos de consolidar la religión alrededor de una imagen:

1) Génesis 11.

2) Daniel 3.

3) Apocalipsis 13.

4.8 La historia real de cuando el oso aparece sobre los montes (Ez. 39—39).

4.9 El futuro y último templo terrenal (Ez. 40—48).

5. Dios bendice una dieta básica y maldice una fiesta blasfema (Dn. 1, 5).

6. Los arcángeles Gabriel y Miguel son mencionados en este período (Dn. 8, 12).

7. En esta etapa aprendemos más acerca del ministerio de querubines que en ningún otro período

(Ez. 1, 10).

8. Se habla de la actividad diabólica del Anticristo (Dn. 7, 8, 9, 11).

9. Ezequiel denuncia a la ciudad de Tiro por su materialismo (cap. 26) y describe a la ciudad

santa de Dios (cap. 48).

10. Ezequiel inicia mostrando la gloria de Dios (Ez. 10:18), y termina prediciendo el retorno de la

gloria de Dios (Ez. 43:2).

15

EZEQUIEL Dios Fortalecerá

Profeta del Espíritu Santo

VISION Y LLAMAMIENTO DE EZEQUIEL

Ezequiel fue sacerdote antes de ser profeta. Fue llevado cautivo con el rey Joaquín en el año

598 a. C., siendo llamado al ministerio profético cinco años después. Profetizó a los cautivos junto al

río Cebar, en la baja Babilonia, desde el año 593 hasta 571 a. C. Ezequiel, como un artista, pinta sus

cuadros dando gran atención a los detalles. Isaías prefería dar unos cuantos brochazos que hicieron un

llamamiento a la imaginación. La primera visión de Ezequiel, no obstante ser tan compleja e

intrincada, tiene una incomparable grandeza. Fue sumamente importante que Ezequiel fuese hasta la

revelación del trono de Jehová, por encima del firmamento. Fue esta visión la que hizo que Ezequiel

cayera sobre su rostro (Ez, 1).

Entonces salió muna voz del trono llamando a Ezequiel para enviarle como profeta a los hijos

de Israel. Ezequiel no debe tener temor del rebelde pueblo al que es enviado, aunque vaya entre

zarzas y espinas y tenga que habitar entre escorpiones. Jehová le dice:

“Les hablarás, pues, mis palabras,

escuchen o dejen de escuchar;

porque son muy rebeldes” (Ez. 2:7).

El profeta vio en visión un rollo de un libro que fue extendido y le vino el mandamiento:

“Más tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde

como la casa rebelde; abre tu boca y come lo que yo te doy.

Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella

había un rollo de libro. Y lo extendió delante de mí, y

estaba escrito por delante y por detrás; y había

escritas en él endechas y lamentaciones y ayes”.

El profeta agrega su testimonio: “Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus

entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel”. (Ez.2:8; 3:3).

¿Por qué el libro fue dulce si el contenido del mensaje era amargo? Se debió a que aquel rollo era la

Palabra de Dios, y no a que los mensajes fuesen agradables ni alegres. Se dice al profeta que Dios le

daría fortaleza para hablar sus palabras con claridad a su pueblo rebelde (Ez. 3:12-15).

16

EL PROFETA COMO ATALAYA

Aquí se presenta la responsabilidad que el profeta tiene en su ministerio, “Te he puesto por

atalaya”; eres un vigía, un centinela de las almas de individuos de toda la nación. Esta es la

responsabilidad de todo líder, mostrar el camino, la verdad y la vida, y preparar a los hombres para

ingresar al camino de Dios. Si no lo hacemos, nosotros somos responsables de su perdición.

La tremenda responsabilidad del atalaya como profeta, le ha sido revelada a Ezequiel al

hacerse cargo de su ministerio, de su misión profética. Cada pastor, líder y maestro cristiano debe leer

las terribles palabras de Jehová que se encuentran en Ezequiel 3:16-21.

EL MINISTERIO DE EZEQUIEL ANTES DE LA CAIDA DE JERUSALEN

Mientras Jerusalén estuvo en la posesión de Judá y se practicaba la adoración en el templo, las

esperanzas de los judíos patriotas, tanto la de los que se encontraban en la Tierra Santa como la de los

que vivían en Babilonia, se encontraban en la Santa Ciudad. Ellos no podían creer que Jehová

permitiese que los gentiles destruyeran su santuario. Jeremías en Jerusalén y Ezequiel en Babilonia,

predicaban al pueblo la cercana destrucción de Jerusalén y el completo derrumbe del reino. Desde el

año 593 a. C., el mensaje de Ezequiel fue de amonestación y advertencia. El trató de destruir las

falsas esperanzas de un pronto regreso a la Tierra Santa. Jerusalén, por causa de su incomparable

maldad, ha de ser entregada al hombre y a la espada. El decreto de cautiverio ha sido ya dado por

Jehová. “Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de

violencia”, Ezequiel 7:23. (Lea los capítulos 4 al 7).

Estando Ezequiel sentado en su casa, en medio de los ancianos de Judá, de pronto la mano de

Jehová cayó sobre él. La forma de una mano le cogió por una guedeja de su cabello, y le elevó entre

el cielo y la tierra, y le llevó a Jerusalén. En visión Dios le mostró los pecados y crímenes cometidos

por el pueblo que aun permanecía en Jerusalén, (Ez. Caps. 8 al 11).

Ezequiel era muy amigo de los símbolos. Se ha dicho muy bien que él pensaba en figuras.

Realizó muchas acciones simbólicas que señalaban a la captura y destrucción de Jerusalén (cap. 12).

Jehová dice a Ezequiel que ni aun la presencia de Noé, Daniel y Job en Jerusalén seria razón para que

liberara la ciudad (cap. 14). Jerusalén es como un pámpano inútil y casi destruido (cap. 15). Era como

una malvada mujerzuela, que será humillada en presencia de sus amantes (cap. 16). Sedequías el

violador del convenio, no escapará (cap. 17). Jehová se entenderá con cada individuo en particular, y

no con la nación como tal. Cada cual ha de sufrir particularmente por sus pecados (cap. 18). El

profeta continúa sus denuncias sobre la maldad existente en Jerusalén, y repite sus anuncios de la

venida de la espada en manos del rey de Babilonia. Samaria y Jerusalén son ambas viles mujerzuelas

(caps. 19 al 23).

17

En el año 589 a. C., al acercarse el rey de Babilonia a sitiar Jerusalén, se mandó a Ezequiel a

escribir el nombre del día. El Espíritu de Dios le dio conocimiento de un acontecimiento que tenía

efectividad a una distancia de centenares de millas. Los judíos después aprendieron que era el mismo

día nombrado por el profeta, cuando los babilonios sitiaron a Jerusalén (Ez. 24:1-14).

Un día el profeta recibió una visión que debe haberle causado gran dolor: “Vino a mi palabra

de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deleite de tus ojos; no

endeches ni llores, ni corran tus lágrimas. Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu

turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras el reboso, ni comas pan de enlutados”.

En una sola oración cuenta el profeta la triste historia. “Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde

murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado” (Ez. 24:18). El profeta tenía que

explicar al pueblo su extraña conducta, conducta que pronto tendría el pueblo porque tendrá una

experiencia semejante (Ez. 24:19-27). Dios le ordenó al profeta no hacer lamento ni luto por la

muerte de su mujer. De la misma manera el Señor, no hará duelo por la muerte de Jerusalén.

FIN DEL MINISTERIO DE ESPERANZA Y ALIENTO DE EZEQUIEL

Como un preliminar a la enseñanza de esperanza concerniente a la restauración de Israel al

favor divino en su propia tierra, el profeta describe el castigo que ha de sobrevenir a las orgullosas

naciones que han oprimido a Israel (cap. 25 al 32). Después describe la restauración de Israel y su

feliz futuro (caps. 33 al 48).

Los falsos pastores han de huir ante el Segundo David (cap. 34). En 34:15 Jehová dice: “Yo

apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor”, pero en el cap. 34:23 dice

claramente que el Mesías ha de ser el pastor que se hará cargo de su rebaño: “Y levantaré sobre ellas

a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor”.

JESUCRISTO, PASTOR DIVINO

Ezequiel nos presenta al Pastor Divino en el capítulo 34.

1. Los falsos profetas.

1.1 Se cuidan a sí mismos en vez de apacentar el rebaño. (vv. 2,3)

1.2 No ayudaron a los débiles, ni curaron a las enfermas, ni vendaron a las que tenían

algún hueso roto, ni buscaron a las extraviadas (v. 4).

1.3 Andaban dispersas por falta de pastor (v. 5).

1.4 Eran presa fácil de todo animal salvaje (v. 5).

1.5 Por tanto, los pastores serian castigados (v. 9):

Se les quitará de su posición de pastores (v. 10

No serán alimentados por el gran Pastor (vv. 9, 10).

El Señor los juzgará y destruirá (v. 16).

18

2. El único pastor verdadero (Sal. 23; Jn. 10:11; He. 13:20; 1 P. 5:4).

2.1 Buscará a las ovejas perdidas (34:11)

2.2 Las librará de sus enemigos (v. 12).

2.3 Las recogerá de todas las naciones (v. 13).

2.4 Las apacentará sobre los montes de Israel (v. 14).

2.5 Las llevará a descansar a verdes prados (v. 15)

2.6 Vendará a la perniquebrada (v.16).

2.7 Curará a las heridas y enfermas (v. 16).

2.8 Pondrá a David a cargo del rebaño, como su pastor de confianza (v. 23).

2.9 Hará con ellas un pacto eterno (v. 25).

2.10 Garantizará su seguridad y las pondrá en un paraíso perfecto (vv. 25-28).

DOCTRINA DEL INDIVIDUALISMO EN EZEQUIEL

Ezequiel sigue a Jeremías al hacer en énfasis en la libertad y responsabilidad de cada

individuo en particular. Ataca aún más valientemente que Jeremías el proverbio por medio del cual la

generación cautiva se excusaba echando la culpa a sus antepasados.

“Qué pensáis vosotros, usáis este refrán sobre la tierra de Israel,

que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes

de los hijos tienen dentera?

El profeta presenta un principio universal de la situación moral del hombre cuando dice:

“El alma que pecare, esa morirá, el hijo no llevará el pecado del padre,

ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él,

y la impiedad del impío será sobre él” (Ez. 18:2, 20).

La enseñanza de Ezequiel en los capítulos 18 y 33, con respecto a la libertad y

responsabilidad individual, puede resumirse de la siguiente manera:

1. Ningún hombre está necesariamente bajo el dominio de la conducta de sus antecesores. Al

contrario, está en libertad de elegir por sí mismo; puede separarse del pecado de su padre,

como también puede huir de su vida injusta. Así que un padre justo puede tener un hijo

perverso; y un padre perverso puede tener un hijo justo. Jehová juzgará al hijo como

individuo, separadamente del padre. La herencia no es una barrera insuperable para el que

elige ser distinto a su padre.

2. Ningún hombre se halla necesariamente bajo el dominio de su conducta pasada. No puede

confiar en su pasada conducta; ni debe desalentarse por causa de los pecados de su vida

pasada. Está en libertad de abandonar el pasado. El hábito, no obstante todo su poder, no

puede atar y esclavizar al hombre que quiere cambiar.

19

UN NUEVO CORAZON

El profeta suplica a su pueblo que abandone sus pecados y adquiera para si un corazón nuevo

y un nuevo espíritu (Ez. 18:31). En tan noble propósito puede confiar en la ayuda de Jehová, porque

Él no se complace en la muerte del pecador.

“Diles: vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío,

sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos

de vuestros malos caminos; ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel?

Ezequiel 33:11.

Nuestro Dios renueva la naturaleza de todo el que quiere verse libre del dominio del pecado.

Ezequiel alienta a sus hermanos de cautiverio con la promesa de un nuevo corazón:

‘Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré

el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne

para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan,

y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios”. Ez. 11:19-20.

EZEQUIEL EL PROFETA DE LA ESPERANZA

Ezequiel describe las maravillas de la gracia de Jehová. Su pueblo, cuyos huesos se encuentran

esparcidos en el valle, son restaurados a la vida por el poder de Dios; e Israel y Judá son

reunidos bajo el Rey Mesías (Ez. 37).

Una visión gloriosa de esperanza se ofrece con la siguiente promesa;

“Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis

preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi

siervo Jacob, en la cual habitarán vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de

sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos

pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré, mi

santuario entre ellos para siempre. Ez. 36: 24-26.

Los enemigos del pueblo de Jehová pueden reunir sus fuerzas; pero les aguarda una final

derrota. Jehová protegerá a su pueblo (caps. 38-39). Uno de los pasajes que brinda mayor esperanza

en toda la Biblia es la descripción de la transformación de las Aguas de fuego y del Mar Muerto por

el vivificante arroyo que nace junto al altar de Jehová y corre desde allí en un siempre creciente

volumen hasta que convierte al mar de la muerte en cuadro de vida y prosperidad. (Ez. 47: 1-12).

20

A MANERA DE CONCLUSION

El Espíritu de Dios derramara de su poder sobre su pueblo. Así sucederá porque Dios lo ha

revelado. Con esta seguridad combatió la idolatría, la corrupción y las malas costumbres

El manantial vivificante finalmente transformará todo el pensamiento y la desolación de la

muerte en este mundo pecador en una escena de vida, prosperidad y paz. Aquí hemos encontrado

la esencia de su mensaje, porque la obra del Espíritu Santo la encontramos en todo el Nuevo

Testamento.

21

DANIEL “Dios es mi juez”

INTRODUCCION

Daniel es uno de los personajes más interesantes del Antiguo Testamento. A este profeta

siempre lo hemos presentado como el modelo de santidad y sabiduría que Dios otorga a sus siervos.

Vivió como Ezequiel, en Babilonia, en el cautiverio. Su ministerio fue de excelencia en el palacio del

rey Nabucodonosor. No hubo otro que pudiera desempeñar esta labor política, administrativa y ética,

como Daniel.

Esta es una historia que fija un parámetro para nuestra juventud. Un joven que nunca transó sus

valores y convicciones adquiridos en su hogar. Para empezar a investigar su ministerio, veamos una

apretada síntesis que tienen relación con su vida y ministerio.

1. Daniel era un joven adolescente llevado en cautiverio por Nabucodonosor durante el primer

sitio de Jerusalén en el año 605 a. C.

2. Era de sangre real.

3. Mientras estuvo en cautiverio sirvió fielmente bajo tres reyes: Nabucodonosor, Belsasar y

Darío, sin comprometer en absoluto su fe en Dios.

4. Fue ministrado por Gabriel y Miguel, los dos únicos arcángeles conocidos (9:21; 10:13).

5. Nos dice muchas cosas acerca del futuro del Anticristo que cualquier otro escritor del

Antiguo Testamento.

6. Ezequiel, uno de sus contemporáneos, se refiere a:

6.1 La justicia de Daniel, comparándola con Noé y Job (Ez. 14:14).

6.2 La sabiduría de Daniel (Ez. 28:3)

7. Jesús citó a Daniel durante su discurso en el monte de los Olivos (Mt. 24:15).

8. Otro aspecto interesante de este libro es que Daniel escribió la parte central en lengua

aramea (2:4—7:28).

9. Puede ser comparado con José, porque ambos tenían el don de interpretar sueños (Gn. 37:5,

9; 40:8; 41:25 con Dn. 2:24; 4:19).

10. Su libro está considerado como el tercero de los cinco grandes períodos de milagros en la

Biblia.

11. Estos períodos son:

10.1 El tiempo de Moisés y Josué.

10.2 El tiempo del ministerio de Elías y Eliseo.

10.3 La época de Daniel.

10.4 El tiempo de Cristo y sus discípulos.

10.5 El tiempo del ministerio de Pedro y Pablo.

12. Daniel puede ser considerado por su vida de propósito, oración y profecía.

22

LA CONVICCION DE DANIEL

1. La resolución de Daniel (1:1-8). Nabucodonosor había seleccionado a algunos jóvenes

hebreos distinguidos para entrenarlos en la cultura babilónica. Daniel y sus tres compañeros

eran de este grupo de estudiantes (v.4).

2. Estos jóvenes tenían asignadas raciones de lo mejor de la comida y bebida del rey (1:5)

3. El lavado de cerebro empezó cuando el jefe del servicio de palacio les cambio los nombres

(v.7).

3.1 Ananías (Dios es misericordia) recibió el nombre de Sadrac (iluminado por el dios sol).

3.2 Misael (¿Quién es como Dios?) fue llamado Mesac (Quién como Istar).

3.3 Azarías (El Señor es mi ayuda) fue cambiado por Abed-nego (esclavo de Nabu). Nabu

era el dios babilónico de la sabiduría y la educación.

4. Daniel se sometió al cambio de nombre, pero se propuso no aceptar la comida del rey (1:8)

4.1 Tres factores pudieron influir en su decisión:

4.2 La carne y el vino habían sido ofrecidos en sacrificio a los ídolos.

4.3 Aquellos alimentos podrían haber estado prohibidos por la ley de Moisés (Lv. 11:44-

47.

4.4. Él podía haber hecho con antelación el voto nazareno (Nm. 6:3).

Daniel fue llevado al cautiverio en el año 605 a. C., cuando Nabucodonosor por primera vez

invadió a Siria y la Palestina. Junto con sus tres amigos hebreos fue educado en el mejor centro

educativo de babilonia. Era educado para el servicio del rey. El joven judío determinó vivir de acuerdo

con la ley de Jehová en Babilonia, según lo había hecho en Judá. Se nos dice que: “Daniel propuso en

su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que el bebía; pidió

por tanto, al jefe de los eunucos que no se les obligase a contaminarse”. Daniel 1:8.

No era fácil obtener la aprobación de ser alimentado solamente con vegetales; pero después de

a efectuarse la prueba, se vio que él y sus tres amigos estaban en mejores condiciones físicas que los

jóvenes que se alimentaban con los manjares del rey. Además, hicieron tal progreso en sus estudios,

que se adelantaron sobre sus compañeros en conocimientos y sabiduría, siendo por tanto nombrados

para permanecer ante la presencia del rey.

DANIEL FAMOSO POR SU SABIDURIA

Dada sus visiones proféticas, se le considera a Daniel como profeta; pero en su época era

famoso por su sabiduría, Ezequiel 28:3; Daniel 1:20; 2:48; 4:9; 5:10-12. Era no solo intérprete de

sueños, sino también un sabio estadista y gobernador. No era solamente un estudiante de libros e

investigador de los misterios del mundo, sino un hombre entre los hombres, un guía en la obra del

23

mundo. Su influencia se dejó sentir al lado de la justicia y la bondad. En los hombres buscó siempre lo

mejor. Su proceder fue tal que no pudieron encontrar falta alguna en su administración

La sabiduría de Daniel no era del todo resultado del estudio. Por medio de él, Jehová reveló lo

que había de suceder en los siglos futuros. El mismo Daniel atribuye a Dios la sabiduría con que el

interpretó sueños y predijo acontecimientos futuros. (Daniel 2: 28).

El rey Nabucodonosor tiene un sueño. Llaman al profeta para su interpretación y dice: “Pero

hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey…Y a mí me ha sido

revelado este misterio, no porque en mi haya más sabiduría que en todos los vivientes…” (2:28).

La interpretación de Daniel 2:30-45.

La cronología del sueño ¿Qué es lo que vio el rey? (2:31-35).

1. Vio la imagen grande y poderosa de un hombre, compuesta de varios metales.

1.1 La cabeza era de oro.

1.2 El pecho y los brazos eran de plata.

1.3 El vientre y los muslos eran de bronce.

1.4 Las piernas eran de hierro y sus pies parte hierro y parte de barro.

Esta estatua fue después destruida, convirtiéndose en polvo, por una piedra especial que cayó

sobre ella cortada en forma sobrenatural de un monte.

La piedra después se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.

2. La teología del sueño. ¿Qué significa? (2:36-45). La estatua representaba cuatro poderes

gentiles mundiales.

2.1 La cabeza de oro era Babilonia.

2.2 El pecho y los brazos de plata era Persia.

2.3 El vientre y los muslos de bronce era Grecia.

2.4 Las piernas de hierro y los pies en parte de hierro y en parte de barro era Roma.

2.5 En el último tiempo de estos poderes mundiales, el Dios del cielo va a hacer añicos todos

los reinos del mundo por medio de la piedra angular, Jesucristo, y establecerá un reino

eterno (2:44, 45).

El último poder mundial gentil (Roma) será revivido en el tiempo de la tribulación, y consistirá

de diez naciones. Esto se sobre entiende porque las grandes profecías concernientes al cuarto

poder no fueron cumplidas en la historia de la antigua Roma. La Piedra demoledora no

desmenuzó a aquellos reinos terrenales. Por el contrario, él fue llevado a la muerte por la

sentencia de un magistrado del Cuarto Imperio. Durante su discurso del monte de los Olivos,

nuestro Señor pronunció las siguientes palabras acerca de Jerusalén. Su mensaje era tanto

histórico como profético en su alcance. El proclamó:

24

“…y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se

cumplan” (Lc. 21:24).

Estos mismos imperios sobre los que Nabucodonosor soñó fueron luego representados

en la profecía de Daniel (7:1-27), como cuatro bestias.

1. Babilonia era el león alado.

2. Persia era un oso.

3. Grecia era un leopardo alado.

4. Roma era una bestia espantosa y terrible.

Esto nos indica que Dios ve al hombre de una manera diferente de como el hombre se ve a sí

mismo. “El que tiene oídos para oír, oiga”.

MILAGROS DE PROTECCION

El libro de Daniel contiene el relato de algunas de las liberaciones de individuos más

maravillosas de toda la Biblia. Ellas son tan familiares para los ancianos y los jóvenes que basta con

solo mencionarlas.

Primero: viene la preservación de los tres jóvenes hebreos en el horno de fuego (Cap.3). La

orden del rey proclamaba que todos los líderes tenían que ponerse de rodillas y rendir adoración a la

estatua de 90 pies de alto. En qué consistía la causa de final de esta obra? Solamente ensalzar la

persona del rey y consolidar su imperio.

Segundo: la locura y restauración de Nabucodonosor (Cap. 4). Daniel sostiene que “conviene”

que sepamos lo que ha sucedido. El rey ha tenido un sueño: ve un árbol grande y frondoso que crecía

hasta llegar al cielo y era visto por todos. Los animales del campo se protegían bajo su sombra y las

aves de los cielos anidaban en sus ramas, y todos hallaban el alimento que necesitaban.

Repentinamente apareció una figura angelical que ordenó que cortaran el árbol y esparcieran su

fruto.

La explicación de Daniel. Le dice a Nabucodonosor que el árbol representa a un hombre y que

ese hombre es Nabucodonosor 4:22. El visitante celestial es un ángel que pronuncio sentencia sobre el

árbol. La cepa es que el rey no sería del todo destruido, porque Dios tenía aun algo para él. Sin

embargo, el rey tendría 7 años de demencia a causa de su orgullo. Su enfermedad fue la zoantropía.

Hombre-animal. El rey sintió como animal y vivió como tal, cumpliéndose así la profecía.

Finalmente: la historia de Daniel en el foso de los leones (Cap.6).

No podemos explicar la manera de proceder de Dios con todos los hombres; pero es bien claro

que el cautiverio fue un período crítico en la historia de la redención. El mundo gentil parecía triunfar

sobre Jehová y su pueblo. Esta era la época apropiada para que Jehová, el Dios de Israel efectuara

maravillas a favor de sus cautivos.

25

El FUTURO REVELADO

La mayor parte del trabajo de Daniel como profeta lo realizó en el campo de la predicación.

El no predicó como lo hicieron Amós e Isaías y Jeremías. Fue un consejero de reyes y administrador

más bien que profeta. Pero Daniel hizo muchas predicciones. Sus escritos son apocalípticos o

revelaciones del futuro.

Dos de las mayores predicciones las encontramos en Daniel 2:44 y 7:13-14. El Reino de Jehová

permanecerá para siempre.

Daniel describe los efectos físicos de las grandes revelaciones que fueron hechas (Daniel 7:15;

8:15-18; 10:7-11). Muchas veces sintió una pesada carga y también se sintió debilitado por lo que vio.

PREMIOS PARA LOS GANADORES DE ALMAS

Algunos estudiosos de la personalidad de Daniel sostienen que él mismo no comprendió

completamente las visiones que describe. El tiempo ha aclarado el significado de algunas de ellas,

mientras que otras son interpretadas de diferentes maneras por diferentes pensadores. Pero la gran

promesa a los ganadores de almas es inteligible a todos. Esta promesa se funda en la resurrección.

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,

Unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento;

y los que enseñan la justicia a la multitud, como estrellas a perpetua

eternidad. Daniel 12: 2-3.

Aquí se enseña claramente la doctrina de la resurrección. Las Escrituras enseñan que todos los

que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, completando así la revelación fragmentaria y

progresiva de los profetas del Antiguo Testamento. Los ganadores de almas hacen bien en ser celosos

y pacientes; porque les espera galardón por toda la eternidad.

A MANERA DE CONCLUSION

Hemos mostrado en síntesis la profecía y ministerio extraordinario del profeta Daniel. No cabe

duda que este profeta y sus profecías están vigentes. Todas las enseñanzas escatológicas de

Apocalipsis, son una fiel interpretación de Daniel. Hace énfasis en la evangelización, que es el único

medio de extender el reino de Dios. Es posible que exista reconocimiento, ni honores en esta misión,

pero Dios premiara a los suyos. La vida, enseñanza y ministerio de Daniel son dignos de escucharse,

asimilarse y ponerlas en prácticas para evitar el orgullo y ostentación en la vida humana.

No existe la glorificación sin la cruz, dolor y sufrimiento. Porque nos espera una resurrección

para vida y gozo eterno con Dios.

26

SALMOS DEL CAUTIVERIO

Los Salmos 74 y 79 parecen referirse al incendio de la ciudad y del templo por los caldeos.

Ellos demuestran la tristeza que sintieron los judíos piadosos y patriotas por la destrucción del

santuario.

El Salmo 137 expresa la apasionada devoción que sentía uno de los cautivos hacia Jerusalén

y su culto. Ora porque sus terribles enemigos sean pagados con la misma moneda por su

crueldad.

El Salmo 102 es la oración de un alma afligida en la víspera de su regreso del cautiverio.

“Cuando los pueblos y los reinos se congreguen

en uno para servir a Jehová”

El Salterio probablemente contiene otras oraciones e himnos compuestos durante el

cautiverio. Los historiadores y filósofos también laboraban entre los cautivos.

El conocimiento de la religión de Jehová se esparció grandemente en el imperio babilónico.

La gloria de Jehová como el Dios de la fidelidad, amor y santidad ya comenzaba a brillar en las

mentes privilegiadas del mundo. El cautiverio colocó a los adoradores de Jehová en medio de

los gentiles; y Dios hizo que de este contacto resultara una bendición tanto para los judíos como

para los gentiles.

Dejemos como conclusión del Salmo 126. La larga noche del cautiverio está a su fin. Las

promesas que Dios había hecho por medio de Isaías, Jeremías y Ezequiel, ya estaban por

cumplirse.

“Así ha dicho Ciro rey de Persia; Jehová el Dios de los cielos me ha dado los reinos de la

tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya

entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique

la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén. Y a todo el que haya

quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro,

bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en

Jerusalén”. Esdras 1:2-4. ¡Amen!

27

BIBLIOGRAFIA

Cómo comprender la Biblia, John R. W. Stott; Ediciones Certeza.

Conozca Los Profetas Mayores, Ralph Earle; Casa Nazarena.

Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, Samuel Vila Ventura; Editorial Clie.

Diccionario Ilustrado de la Biblia, Wilton M. Nelson; Editorial Caribe.

Estudios sobre el Antiguo Testamento, J. R. Sampey; Casa Bautista de Publicaciones.

Comentario Bíblico Moody, Antiguo Testamento, Charles F. Pfeiffer; Editorial Portavoz.

Comentario Bíblico Moody Nuevo Testamento, Everett F. Harrison; Editorial Portavoz.

Auxiliar Bíblico Portavoz, Harold L. Willmington; Editorial Portavoz.

Biblia Reina Valera, Revisión 1960.

Biblia de Las Américas, Editorial Fundación 1986.

Diccionario Larousse, Ramón García - Pelayo y Gross.

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