QUALITY SPORT

NOS GUSTA EL DEPORTE

4NÚMERO

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“Valerón es un grande y morirá grande”. (Pep Guardiola)

Juan Carlos ValerónLA SONRISA DE UN MAGO

SUMARIOABRIL2012

Juan Carlos Valerón posa en las gradas de Riazor (página 14)Foto: Álvaro Pérez.

CULTURA

ENTREVISTAS

FOTOGRAFÍA

12. MANU SAINZ ‘La magia de Arguineguín’.

102. MIGUEL SERRANO ’La madurez de Márquez’.

94. JUANITO 20 años sin el primer ‘7’ blanco.

96. LA HUELLA DEL TIEMPO Calcutta Cup.

100. NUEVO PERIODISMO Aires nuevos en los medios de comunicación.

REPORTAJES

24. CIENFUEGOS Un volcán en nuestro círculo.

52. CÁSTOR FANTOBA Amor desmedido a la aviación.

70. Amaya ValdemoroLa princesa del baloncesto español

PERFILES

76 Juanma LilloEl inventor del 4-2-3-1. El padrino de Guardiola nos explica por qué el fútbol se terminó en los 90

30.Marc MárquezEmpieza el Mundial de motociclismo y el piloto catalán vuelve a aspirar a lo más alto del podio

91. Dennis Rodman, el suicidio del ángel caídoRepasamos los incidentes protagonizados por el díscolo jugador de la NBA

48. CARLOS MOYÁ Rey de reyes en el circuíto senior.

39. Bienvenidos al NorteLas clásicas de primavera desvelan el infierno belga

OPINIÓN

ENPORTADA

14. Juan Carlos ValerónHablamos con el eterno ‘21’ del Deportivo de La Coruña. El capitán del regreso a la gloria

60. FotoperiodismoJavier Morenatti: Él estuvo allí. Fotografía y deporte van de la mano

6. RADAR La previa más visual del deporte nacional.

32. ESTRUCTURAS El Allianz Arena. Escenario de la final de la Champions.

98. VUELO 751 El accidente que pudo terminar con la vida de Svensson.

46. HISTORIAS DEL TOUR El día que Armstrong se hizo el muerto.

84. SURCANDO LAS OLAS Berta Betanzos navega hacia Londres 2012.

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JUAN CARLOSVALERON´

TEXTOADRIÁN CALVIÑO

FOTOGRAFÍASÁLVARO PÉREZ

“EL DESCENSO ME HIZOSENTIR PEOR QUE LAS

LESIONES.CUANDO TE ROMPES

SOLO SUFRES TÚ, MIENTRASQUE CUANDO BAJAS TERMINA

INFLUYENDO ENMUCHA GENTE”

JUAN CARLOS VALERÓN 5

R E P O R T A J E

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CIENFUEGOS, Un volcán en nuestro círculo

TEXTO ANDRÉS ARMERO

FOTOGRAFÍAS BEATRIZ MORENO

EL ATLETA QUE QUIERE LANZAR EL MARTILLO MÁS ALLÁ DE SUS SUEÑOS

UN VOLCÁN EN NUESTRO CÍRCULO 7

E S T R U C T U R A S

Allianz Arena

El Allianz Arena, que acogerá el próximo 19 de mayo la final de la 57ª edición de la Champions League, está compuesto por 2.874 paneles romboidales metálicos de copolímero de etileno-tetrafluoretileno en el exterior. Cada panel puede iluminarse de manera independente de color blanco, rojo o azul. Para su construcción se utilizaron 120.000 m³ de hormigón y 22.000 toneladas de acero. Las proporciones del recinto deportivo son de 258 metros de largo, 227 de ancho, y 50 de alto. Las proporciones de su césped son de 105 x 68 metros.

Su construcción se decidió por referéndum en Baviera, con un apoyo del 66% de los votos. Los 341 millones de euros fueron financiados por los dos clubes que hacen uso del estadio, el TSV 1860 Múnich y el FC Bayern Múnich, aunque el principal socio es la firma de seguros alemana Allianz, que pagó para que el estadio llevara su nombre los próximos 30 años. Sin embargo, durante el Mundial de 2006 pasó a llamarse Estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Múnich porque la FIFA no permite ningún tipo de publicidad en el nombre de los estadios. La misma restricción impone la UEFA y en los encuentros de Champions pasa a llamarse Múnich Arena. La propia UEFA lo reconoce como estadio de máxima categoría (categoría 4).

Capacidad: 69.901 personasInauguración: 30 de mayo de 2005Diseño: Herzog & MeuronCoste: 341 millones de euros

AllianzArena

M Ú N I C H

El día quE armstrong sE hizo El muErto

Carlos zÚmEr

Alpe D’Huez encendió los petardos del Tour 2001. Era una etapa de enjundia con La Madelaine y El Glandon de por medio y con la montaña de los holandeses como final en

alto. El Tour empuñaba armas después de su semana de asueto y se llegaba a los Alpes con las hostilidades por comenzar. Todo el mundo esperaba una actuación relámpago de Lance Armstrong, tal y como le gustaba hacer al corredor tejano en el primer gran día de mon-taña. En su libreto figuraba escrito claramente: primer final en alto, primer golpe de efecto, con el amarillo como botín ideal. Fue su estilo ganador durante años y el modus operandi por el que pasó a cuchillo a todos sus rivales, una verdadera Blitzkrieg de dominación ciclista. Pero aquel 17 de Julio de 2001 parecía ocurrir algo inesperado, algo tan habitual en ciclismo como impensable en Lance Armstrong: el vigente bicampeón del Tour tenía un mal día.

Rodaba al final del pelotón arropado por sus compa-ñeros. Afrontó las larguísimas subidas a la Madelaine y al Glandon enganchado al vagón de cola, muy escon-dido en la grupeta entre camisas azules. Contra toda costumbre reciente, el Telekom de Ullrich marcaba el paso. Armstrong desplegaba un buen repertorio de muecas, gestos y otros guiños de flaqueza. No agoniza-ba, pero verle rodar tan atrás y a su equipo dejando hacer -el tatcheriano US Postal de Bruyneel- eran circunstancias muy extrañas. Todos los aspirantes lo miraban de reojo y se relamían. Los directores fundie-ron los pinganillos informando de la ganga aunque los propios corredores pudieran verlo por ellos mismos. Mutaron las estrategias, se afilaron las tácticas. Todo el mundo caló la bayoneta pero nadie, sin embargo, se atrevió a moverse de momento.

podía haber sino sorpresa y fatalidad. El hombre Co-fidis Andrei Kivilev se agarraba con méritos mientras el resto escalaba a la zaga buscando establecer con-tacto. Entonces, cuando apenas había dado tiempo a asentar nada, Armstrong cabeceó hacia atrás, de pie, miró todas las caras, expectantes, ya genuflexas, y se lanzó hacia delante en solitario. Arrancó la moto y puso a girar el molinillo, 26 revoluciones de turbina norteamericana. Continuó sin piedad un órdago que Rubiera aún pudo ver, a lo lejos, culminarse, mientras se dejaba caer con el deber cumplido. Nadie pudo seguirle, ni siquiera Jan Ullrich, a cada crepúsculo con más cara de Poulidor. Aquella era una canción conocida pero con preparación insólita, la asonada de costumbre cocinada de forma diferente. Treinta minutos después Lance coronaba y ganaba la etapa, sacando más de dos minutos a unos rivales que gestionaron la subida minimizando la pérdida y ata-cándose entre ellos. Otra vez les había ganado lo más importante: la iniciativa. Por descontado Armstrong ganó ese Tour, también por amplio margen, como siempre haría salvo en el año 2003.

“Sabíamos que actualmente todos los equipos llevan una televisión en el coche…”

Demostró no sólo ser el más fuerte sino también el más listo. Dominaba tan bien los resortes de carrera que hasta se atrevía a jugar de farol, aunque aquello no casara mucho con su naturaleza depredadora. En adelante ni lo volvió a hacer ni falta que le hizo. Arm-strong iba tan sobrado que hasta le alcanzaba para jugar y hacerse el muerto, tal era su vanguardia y su dominio. A él y a Johan Bruyneel nunca se les escapó que la tecnología y la organización jugaban un rol cla-ve en el ciclismo moderno, el ciclismo de la táctica y la

A faldas de Alpe D’Huez Telekom tensó el ritmo hasta que las primeras rampas descubrieron la co-media. Se produjo el hachazo de Chechu Rubiera, de súbito, que hundió pedales con Armstrong a rueda olisqueando sangre. El ataque enfiló a un pelotón atónito. Las casacas rosas del Telekom se desvanecieron de un plu-mazo y sólo unos pocos aguantaron el arreón. Ullrich, Beloki, Kivilev y Sevilla sufrían para no perder comba. Rubiera

estrategia, el del bloque de 9 autómatas y el co-che del director como ínsula, el ciclismo del

hotel como cuartel general de campaña, el del autocar como torre de marfil im-penetrable, el del equipo como única patria durante la carrera. El US Postal de los siete Tour consecutivos era

poco menos que la Tercera de Beetho-ven con un tejano tuitero –también

fue por delante en esto- en lugar de un

se vació por tiempo de un minuto y Armstrong que-dó solo al frente con el destrozo a medio hacer entre las manos. El tiempo se detuvo un momento. Ullrich estaba a su rueda, ceñudo, pedaleando sentado y enfundado en el maillot de campeón de Alemania. Detrás de su gesto tosco y de sus gafas blancas no

corso advenedizo. Nunca hicieron amigos: ganaban, cenaban, dormían; ganaban, cenaban, dormían. Arrasaron con la moral de todos y además vencieron. En Alpe D’Huez, Armstrong se apoderó de un Tour 2001 que luego simplemente ganaría en París. Y aún lo haría cuatro veces más hasta sumar siete

AMAYA VALDEMORO

TEXTO JAVIER BRIZUELAFOTOGRAFÍAS DAVID GUTIÉRREZ

“EL BALONCESTO SIEMPRE HA

INTERFERIDO EN MIS RELACIONES

PERSONALES”

AMAYA VALDEMORO 13

14 QUALITY SPORT � MARZO 2012

JUANMA LILLO 15

Juanma Lillo no es un entrenador al uso. Su personalidad tampoco es convencional. Y su oratoria mucho menos. Hombre de pensamiento profundo, concreta sus elu-

cubraciones de modo conciso o con una exposición extensa. Lo de menos es la forma, porque fondo hay de sobra. A sus 46 años, el preparador vasco sos-tiene sobre sus espaldas una amplia carrera en los banquillos. Ha llovido bastante desde sus inicios en el Tolosa (el equipo de su pueblo), el Mirandés y la Cultural Leonesa. Su posterior etapa en el Salaman-ca incluyó dos ascensos consecutivos. Partió de Se-gunda B y llegó a Primera División como el técnico más joven en debutar en la categoría (29 años).

Esta plusmarca de precocidad no pasó desaper-cibida. Oviedo, Tenerife y Zaragoza fueron las si-guientes estaciones en una ruta que estuvo a punto de llevarle al Camp Nou. La candidatura a la presi-dencia del FC Barcelona de Luis Bassat, en 2003, incluía a Pep Guardiola en el puesto de director deportivo. El actual míster culé, fiel amigo y ad-mirador de Lillo desde hacía tiempo, propuso su nombre para el banquillo del Barcelona en caso de que el reputado publicista ganase las elecciones. Al final, Laporta fue el vencedor de aquellos comicios y Juanma no pudo dirigir al Barça.

Su tránsito por Ciudad de Murcia y Terrassa, ambos en Segunda División, ejerció como preludio de una de las experiencias que el tolosarra evoca con más cariño: su paso por el Dorados de Sinaloa mexicano. Solo estuvo una temporada (2005-2006), tiempo suficiente para que el fútbol de Dorados impactase a los aficionados del país azteca. La Real

JUANMA LILLO, UN EJERCICIO DE DISPERSIÓN CONSCIENTETEXTO NACHO LABARGA & JAVIER BRIZUELA

Sociedad, el equipo de su corazón, y el Almería han sido los últimos conjuntos a los que ha entrenado. Lleva desde noviembre de 2010 sin pisar un ban-quillo, pero sus inquietudes intelectuales le alejan del tedio o la monotonía. Mientras tanto, ha calma-do su ansiedad futbolística con sus comentarios en Gol Televisión, cadena con la que dejó de colaborar hace unos meses.

Considerado el inventor del 4-2-3-1 y el juego po-sicional, a Lillo no solo le avalan sus sistemas tácti-cos. Los futbolistas que ha tenido a su cargo no du-dan en alabar su carácter y métodos (Paulo Bento, Oli, Makaay o Xavi Aguado son algunos ejemplos). Incluso ha contado con el apoyo explícito de las plantillas a su cargo en momentos complicados, como sus destituciones en Salamanca y Zaragoza. Pero los currículos tienen una importancia relati-va. La hoja de servicios se completa conociendo a la persona y su contexto, vocablo muy del gusto de Juanma.

La primera toma de contacto fue algo fría, pero la confianza que emana de toda conversación cordial derriba barreras, también la suya. Con una comida en el restaurante Sula de por medio, Quality Sport departió durante un par de horas con el técnico de Tolosa, incapaz de dejar indiferente a nadie. Sus re-covecos dialécticos le llevan a hablar con el mismo interés de Schopenhauer, Borges o Roberto Baggio. Y de sus queridos Guardiola e Iniesta, claro está. Sus reflexiones parecen dispersas, pero después del caos llega el orden. Para comprobarlo, basta con en-trar en su juego, o al menos intentarlo. Sin especu-lar, como le gusta a Lillo.

FOTOGRAFÍAS JUAN FLOR

16 QUALITY SPORT � ABRIL 2012

R E P O R T A J E

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Surcando las olasBERTA BETANZOS NAVEGA HACIA LONDRES 2012

DANI MARTÍEZ - ANTÓN

EDUARDO FERNÁNDEZ ABASCAL

CHAPIFOTO

TEXTO

FOTOGRAFÍAS