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Contenido

Resumen de la Estrategia Nacional de Cambio Climático ................................................................................. 3

A. Problemática del cambio climático................................................................................................................ 3

B. Nuevas soluciones para un viejo problema acumulativo ............................................................................... 5

C. El cambio climático desde la perspectiva de un país en desarrollo: El caso de Costa Rica.......................... 8 I. Agenda Nacional ...................................................................................................................................... 9

1) Mitigación............................................................................................................................... 11 2) Adaptación .............................................................................................................................. 17 3) Métricas .................................................................................................................................. 20 4) Creación de capacidad y transferencia tecnológica................................................................. 20 5) Educación, cultura y sensibilización pública .......................................................................... 20 6) Financiamiento........................................................................................................................ 20

II. Agenda Internacional ............................................................................................................................ 20 1) Incidir internacionalmente ...................................................................................................... 21 2) Atracción de recursos externos ............................................................................................... 22 3) Liderazgo ................................................................................................................................ 23 4) Legitimidad ............................................................................................................................. 23 5) Presencia en foros multilaterales y binacionales..................................................................... 24 6) Desarrollo de capacidades internacionales.............................................................................. 24

D. Reflexiones adicionales: Los méritos como mecanismo de atracción de fondos......................................... 25

E. Conclusión ................................................................................................................................................... 26

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Resumen de la Estrategia Nacional de Cambio Climático A. Problemática del cambio climático La contribución del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), creado por la Organización de Naciones Unidas, ha sido fundamental para la evaluación de la problemática del cambio climático que el mundo enfrenta, así como de las causas dominantes. En su IV Informe de Evaluación (publicado en el 2007), el IPCC resume sus hallazgos de la siguiente manera:1

• El calentamiento global es inequívoco. El actual forzamiento radiativo total del sistema climático no tiene precedentes en 600 mil de años, debido a las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) como CO2 (dióxido de carbono), CH4 (metano) y N2O (óxido nitroso).

• Es probable que las actividades humanas desde el siglo XVIII hayan causado un calentamiento global, con efectos sobre la atmósfera evidentes en los últimos 50 años. Un aumento adicional en la temperatura y en el nivel del mar es inevitable, aún con las concentraciones existentes de GEI.

• Un cambio climático no mitigado en el largo plazo probablemente excederá la capacidad adaptativa de los sistemas naturales y humanos.

• Los países pobres y grupos en desventaja económica serán los más vulnerables al calentamiento global, el aumento en el nivel del mar, los cambios en la precipitación y en los fenómenos hidrometeorológicos extremos. La mayoría de los sectores socioeconómicos, los ecosistemas y la salud humana sufrirán sus consecuencias.

• Las medidas de adaptación deben ser identificadas, priorizadas y desarrolladas sistemáticamente.

• Las tecnologías menos intensivas en carbono también están disponibles, pero se necesitan mejores condiciones para alcanzar su potencial en el mercado.

• La solución más efectiva es integrar las políticas de cambio climático en las estrategias nacionales de desarrollo sostenible.

El informe además comenta algunas tendencias inquietantes en las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1970 y el 2030. Desde 1970 hasta la actualidad, las emisiones de GEI han aumentado en un 70 por ciento, mientras que los niveles de dióxido de carbono se han visto elevados en un 80 por ciento. Además, proyecta que del 2000 al 2030, las emisiones de GEI crecerán de un 40 a un 110 por ciento, de mantenerse las políticas actuales. Dos terceras partes de estas emisiones vendrán de los países en desarrollo, pero las emisiones per cápita se mantendrán de tres a cuatro veces mayores en los países desarrollados.

1 Munasinghe, Mohan. “The Way Forward: A Practical Framework to Address Climate Change and Sustainable Development Challenges Together”. Discurso plenario presentado en la Sesión Inaugural de la Reunión de Consejo de Gobierno del PNUMA. Mónaco, 20 de febrero del 2008.

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Aún actuando con políticas de mitigación, las concentraciones de GEI seguirán aumentando durante las próximas décadas. Dependiendo de la trayectoria de emisiones de GEI, el aumento de las temperaturas tendría un rango que oscila entre 1,7ºC y 4.4ºC en su rango medio. El extremo del rango estaría situado en 6.4ºC. El IPCC dibuja varias trayectorias futuras de estabilización y entre otras, señala como meta que las concentraciones de dióxido de carbono equivalente en la atmósfera no rebase los 445-490 (ppmv). Esta es la trayectoria más benigna, en la que los efectos del cambio climático son mínimos pero la reducción requerida en las emisiones es máxima. Bajo esta trayectoria, en el 2050 se deberían reducir las emisiones de un 50 al 85% con respecto al año 2000. Bajo este escenario, la temperatura de equilibrio media (global) sería entre 2 y 2.4ºC mayor que la temperatura de la era preindustrial y el nivel del mar, por equilibrio, aumentaría entre 0.4 y 1.4 metros únicamente por expansión térmica. A continuación se muestra una tabla, publicada por el IPCC en su IV Informe que resume las características de las trayectorias de estabilización.2

Gráficamente, el aumento de la temperatura global para cada una de las proyecciones hasta el año 2100, se observa así:

2 IPCC, 2007: Summary for Policymakers. En: Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of Working Group III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [B. Metz, O.R. Davidson, P.R. Bosch, R. Dave, L.A. Meyer (eds)], Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido y Nueva York, NY, USA. P.15.

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Además se vislumbran impactos irreversibles, como el riesgo de extinción entre un 20 y un 30% de especies, mermas o aumentos de precipitación entre el 20 y el 40%, y muchos otros. Como resultado del cambio climático y la polarización social que viene asociada, se teme, además, que los conflictos, rivalidad y competencia para obtener acceso a los recursos cada vez más limitados pueda superponerse a los esfuerzos orientados a aumentar la resistencia de las comunidades más vulnerables al cambio climático. El IPCC, además, indica que la adaptación debe ser una prioridad en los países en desarrollo más vulnerables y expuestos a los cambios climáticos. Esto debido a que el calentamiento global tendrá un impacto desproporcionado sobre las regiones más pobres, exacerbando las desigualdades en el acceso a los alimentos, la salud, el agua, entre otros. Los impactos económicos serán significativos en la mayoría de los países en desarrollo, pero los impactos serán aún mayores, si no hay una acción social concentrada y amplia; muchas áreas ya son vulnerables a las seguías e inundaciones, y los sistemas económicos de los países en desarrollo también lo son. Así mismo, los países en desarrollo tienen una menor capacidad adaptativa debido a la falta de capacidades financieras, institucionalidad y de tecnologías adecuadas, además de las limitaciones en el acceso al conocimiento. B. Nuevas soluciones para un viejo problema acumulativo El cambio climático es uno de los mayores desafíos con que se haya enfrentado la humanidad, pero todavía no se han tomado las medidas pertinentes. Tenemos que reconocer que, aunque sus causas sean distintas en cada país, sus consecuencias son globales y acumulativas. El tiempo para hacer frente al cambio climático está llegando a su fin. No podemos esperar más. Nadie puede prever las consecuencias del cambio climático con absoluta certeza, pero disponemos ahora de datos científicos suficientes. El cambio climático antrópico ha estado sucediendo desde hace varias décadas y una acción internacional, inmediata y colectiva, será necesaria para lograr una respuesta efectiva y equitativa a la escala requerida por el IPCC. En el 2007, la comunidad científica, a través del IV Informe de Evaluación del IPCC, confirmó su lúgubre pronóstico, pero con más certeza y evidencia científica. Es evidente que el conocimiento de la influencia antropogénica en el sistema climático y su sensibilidad al forzamiento radiativo ha mejorado mucho en los últimos años, lo que lleva a afirmar con un nivel muy alto de confianza que el efecto neto de las actividades humanas desde 1750 ha resultado en un calentamiento global del planeta. Por otra parte, el Informe Stern (2006) aporta a la evaluación y mayor entendimiento de los aspectos económicos de los impactos del cambio climático. Estos informes nos permiten comprender que los beneficios de una acción temprana superan con creces los grandes costos y riesgos de la inacción. En el centro del problema del cambio climático se encuentran una diversidad compleja de afectaciones con implicaciones relacionadas (ambientales, sociales, éticas, políticas, de

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equidad y justicia, entre otros factores), así como la relación entre los países en desarrollo y desarrollados. Debido a la inercia del sistema climático, nuestras acciones (o nuestra inacción) durante los dos próximos decenios tendrán profundas repercusiones en la segunda mitad de este siglo y más allá. Los efectos del cambio climático ya se están empezando a sentir de manera dramática y se van a agravar con el tiempo. Si esperamos obtener resultados, hay que reformar las políticas, tanto en el plano nacional como mundial. No podemos esperar revertir las tendencias actuales con las mismas políticas y mecanismos que las crearon inicialmente. Para obtener resultados diferentes, debemos tomar medidas y concebir instrumentos creativos e innovadores para hacer frente al problema. El continuismo y el status quo no son una alternativa. Nuestros esfuerzos concensuados deberían lograr el compromiso de las economías desarrolladas y en desarrollo por emprender acciones más decididas en consonancia con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países deben buscar estrategias acordes con sus responsabilidades y prioridades. No obstante, la definición de un conjunto equitativo de responsabilidades, la vinculación entre estrategias y la instauración de un sistema eficaz de gobernanza mundial son partes fundamentales de este rompecabezas que todavía no se han podido definir. Debemos aprender a sintonizar las prioridades de nuestros países con la acción climática global.

El sistema de gobernanza mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y sus mecanismos se verán sometidos a dura prueba cuando traten de resolver uno de los mayores desafíos de la historia de la humanidad. Aquellos mecanismos que hicieron posible que se produjera esta crisis climática deben ser sometidos a revisión. No conseguiremos resultados diferentes haciendo lo mismo. Se necesitará una u otra forma de acuerdo ente los diferentes países, en particular entre los principales emisores. El desarrollo de nuevas tecnologías para avanzar hacia una economía con emisiones bajas o limitadas de carbono, para estabilizar el dióxido de carbono en la atmósfera, es una prioridad que debe integrarse en este rompecabezas. El armonizar las estrategias nacionales con la instauración de un nuevo sistema más eficaz de gobernanza mundial, es otro paso necesario para lidiar con el problema del cambio climático. Para salir del actual punto muerto, resultado de las diferencias abismales entre países sobre cómo actuar, se deben dar muestras de capacidad de liderazgo en la creación de un nuevo régimen climático internacional con los objetivos y los calendarios necesarios para avanzar hacia el futuro en forma segura e inteligente. Desde la perspectiva de un país en desarrollo, una política de adaptación será crucial para lidiar con los impactos inevitables y severos del cambio climático. Cabe recordar que los impactos climáticos caerán desproporcionalmente sobre algunos países, en particular aquellos países en desarrollo con menor capacidad y recursos para la adaptación, los cuales, históricamente han contribuido menos al cambio climático. Es por esto que se necesita pronta acción tanto para alentar la reducción de emisiones y estabilizar las concentraciones

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de GEI en la atmósfera a niveles que impidan una influencia peligrosa sobre el sistema climático, así como para aumentar la resistencia contra los efectos adversos de un clima cambiante. La definición de compromisos nuevos y adicionales y la eliminación de una atmósfera de desconfianza y de suspicacia entre los países garantizarán una solución real y sostenible, bajo los principios de precaución y equidad. En diciembre del 2007, tras intensas negociaciones se logró adoptar por consenso universal el Plan de Acción de Bali, con lo que se inició un proceso para construir un nuevo régimen climático internacional post 2012 cuando finaliza el Protocolo de Kioto. El Plan permitirá, en el año 2009 en Copenhagen, durante la XV Conferencia de las Partes de la Convención, la convergencia de dos procesos paralelos de negociación. Uno del Protocolo de Kioto a través del Grupo Ad-Hoc de Trabajo (AWG), sobre los compromisos adicionales para los países industrializados (post-2012). El otro corresponde al Grupo Ad-Hoc de Trabajo sobre la acción cooperativa de largo plazo (AWGLCA) (post-2012) en el ámbito de la Convención, que supone la inclusión de los Estados Unidos, el gran ausente en el Protocolo de Kioto, y a los países en desarrollo. El tema de fondo de las negociaciones que deben concluir en el año 2009 son las metas y los compromisos del régimen climático post-2012. En cuanto a dichos compromisos, los países en desarrollo aceptaron llevar a cabo acciones de mitigación apropiadas en el contexto de un desarrollo sostenible, pero contingente a la transferencia de tecnología, financiamiento y apoyo a la creación de capacidades por parte de países desarrollados. Además, tanto los compromisos como la cooperación deben ser medibles, reportables y verificables. La mayoría de los países coinciden en una meta global de largo plazo, por ejemplo el incremento máximo de la temperatura global de dos grados centígrados, que según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático requerirá una reducción de emisiones en el año 2050 entre un 50 y el 85% de las emisiones del año 2000. Estados Unidos consideró que incluir metas a priori en el Plan era prejuzgar el resultado de dichas negociaciones. Esto queda por definirse en los próximos dos años. Sin embargo, en la decisión del Grupo Ad Hoc de Trabajo (AWG) del Protocolo, se consideró en su preámbulo, una meta de corto plazo de reducción de emisiones al año 2020, entre el 25 y el 40% respecto a las emisiones del año 1990. Otro de los aspectos medulares del Plan fue la inclusión de incentivos de mercado para la Reducción de Emisiones por Deforestación y la Degradación (REDD) de los bosques en los países en desarrollo, así como la conservación y el manejo sostenible de los bosques para aumentar la fijación de carbono. Esta fue una tesis costarricense en Bali. Costa Rica es uno de los pocos países en desarrollo que ha logrado revertir un proceso tan complejo como la deforestación. Por ende, era una necesidad y nuestro interés particular, que se reconocieran nuestras acciones tempranas

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puestas en práctica desde la década de los noventas, y que este reconocimiento se hiciera a través de un mecanismo de mercado. En Adaptación se acordó aumentar los recursos financieros para la valoración de vulnerabilidades y la identificación de estrategias de respuestas orientadas a aumentar resiliencia y reducir vulnerabilidad, así como su integración en los planes nacionales y sectoriales de desarrollo. También, para apoyar la gestión de riesgo y estrategias de reducción de desastres, particularmente en los países más vulnerables. En Transferencia de Tecnología la decisión está orientada a establecer mecanismos efectivos de remoción de barreras, financiamiento y otros incentivos para promover el desarrollo, despliegue, difusión y transferencia de tecnologías menos intensivas en carbono a los países en desarrollo. En cuanto al Financiamiento, se acordó un mayor acceso a recursos nuevos y adicionales, incluyendo fondos oficiales y concesionales, así como la movilización de recursos públicos y privados para la inversión en alternativas tecnológicas menos intensivas en carbono, el desarrollo de capacidades y la ejecución de estrategias nacionales de mitigación y de adaptación. En Bali se reconoció, incluyendo los Estados Unidos, el grado de urgencia de una acción global de largo plazo; este es el gran logro del Plan. Así mismo, los países en desarrollo, en especial las grandes economías emergentes como India, China, Corea, México y Brasil, reconocieron la necesidad de no seguir escudándose en la excusa de las responsabilidades históricas. Con esto se rompió no solo la intransigencia de los Estados Unidos, sino también el viejo debate retórico Norte-Sur, que frenó una respuesta global desde la ratificación por consenso universal de la Convención. Bali es un plan de ruta que nos aleja temporalmente del precipicio y que refleja una nueva ética del bien común para enfrentar la debacle climática. Llegó la hora de arremangarnos y de realizar lo prometido. C. El cambio climático desde la perspectiva de un país en desarrollo: El caso de Costa Rica El mundo se ha rezagado mucho en la lucha contra el cambio climático. No podemos permitir más retrasos. Si bien es cierto que los países desarrollados y las economías de rápido crecimiento de grandes países en desarrollo poseen una responsabilidad importante al dirigirse al tema de cambio climático y deberían actuar lo más pronto posible, esto no es excusa para los países más pequeños. Costa Rica ha decidido actuar de inmediato, declarando unilateralmente su objetivo de evitar las emisiones netas de carbono. Hemos preparado una estrategia integrada de cambio climático para alcanzar la clima neutralidad en la economía, de tal manera que este complejo objetivo pueda reproducirse en otros países con características semejantes.

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Este proceso está situando el clima en el primer plano del programa gubernamental. El Gobierno lo incluyó entre las prioridades de su Plan de desarrollo nacional. Tanto a nivel nacional como internacional, el Gobierno ha anunciado su compromiso de transformar a Costa Rica en un líder en la batalla contra el cambio climático. Algunos segmentos importantes de los sectores privado, académico y de los medios de comunicación han demostrado su apoyo entusiasta, y la sociedad está comenzando a compartir la visión anunciada de que una economía clima neutral (C-Neutral) es también una economía competitiva. La estrategia fue diseñada luego de un cuidadoso análisis de factores económicos, sociales y ambientales y sus complejas interacciones. La Estrategia Nacional de Cambio Climático, integrada en la Estrategia de Desarrollo Sostenible, desarrolla dos agendas complementarias: la Agenda Nacional y la Internacional. Para el apropiado desarrollo de la Estrategia, ambas Agendas deben ir implementándose conjuntamente, de acuerdo con sus ejes estratégicos, tal y como se muestra en las siguientes figuras.

I. Agenda Nacional La estrategia, claramente orientada a la acción, se definió en torno a seis ejes o componentes estratégicos, siendo los principales Mitigación y Adaptación. Los otros cuatro componentes son transversales: Métricas, Desarrollo de capacidades y transferencia tecnológica, Sensibilización pública, educación y cambio cultural, y Financiamiento. Gráficamente, la Agenda Nacional se puede representar de la siguiente manera:

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Cada eje estratégico tiene asociado un objetivo principal. En el caso de la Agenda Nacional, dichos objetivos son los siguientes:

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1) Mitigación La componente estratégica de mitigación es conseguir que el país evite las emisiones netas de carbono, y adopte una visión que compagina complejas cuestiones ambientales, sanitarias, económicas, humanas, sociales, éticas, económicas, morales, culturales, educativas, políticas y de competitividad nacional. La promoción de compañías, regiones y comunidades, y otras partes interesadas, con efectos neutros en el ciclo de carbono ofrecerá incentivos para la acción y un factor adicional de diferenciación en la estrategia competitiva del país. Entre las iniciativas de mitigación se han incluido estos tres elementos principales:

a) Reducción de las emisiones en su origen, lo cual incluye, entre otros, los siguientes sectores: energía, transporte, agricultura, manejo del suelo (incluyendo cambios en el uso de la tierra y reducción en la deforestación), industria, manejo de desechos sólidos y turismo (y el transporte aéreo asociado)

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b) Desarrollo de los sumideros de carbono mediante la reforestación y la regeneración forestal natural, así como la deforestación evitada

c) Fomento de mercados de carbono en los niveles local e internacional

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La Estrategia Nacional para la Neutralidad Climática se define como un balance cero o negativo en el inventario nacional de emisiones por fuentes o absorción por sumideros de todas las actividades antropogénicas de los diferentes sectores considerados por las Guías sobre inventarios de gases de efecto invernadero, de la IPCC. Esta estrategia busca tener cero impacto sobre el clima. Además de asumir nuestra responsabilidad compartida de cambio climático con el mundo, nuestra estrategia busca desarrollar las capacidades necesarias para transformar el riesgo de los objetivos de mitigación en oportunidades de cambio para incrementar nuestro potencial de desarrollo humano sostenible y transformarlas en una realidad para el bienestar de nuestra gente. El programa de prevención de la deforestación (en el que se incluye nuestra participación en la Coalición de las Naciones con Bosques Tropicales –CFrN-) y una nueva campaña de plantación de árboles (“…A que sembrás un árbol”), que está asociada con la campaña de las Naciones Unidas emprendida por Wangari Maathai, forman parte de nuestra estrategia. Para el 2008, la campaña de plantación de árboles tendrá como meta la siembra de 7 millones de árboles. Esta figura representa aproximadamente 1.5 árboles per cápita. Si fuésemos un país con 100 millones de habitantes, estaríamos sembrando aproximadamente 150 millones de árboles en el 2008.

MINAECampaña Nacional de siembra de árboles

CO2

2007: 5 millones de árboles2008: 7 millones de árboles

La experiencia costarricense en reforestación se verá fortalecida a través de esta nueva campaña. En 1986, la cobertura boscosa de Costa Rica conformaba el 21% de su territorio.

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A través de un sistema de diversos mecanismos, incluyendo el pago por servicios ambientales para la protección de los bosques y el refortalecimiento en la recuperación de la cobertura boscosa, el país logró incrementar su cobertura boscosa a un 51% actualmente. Los esfuerzos en la plantación de árboles y en la protección boscosa continuarán a ser enfocados en servicios ambientales de alta calidad (incluyendo, entre otros elementos, a la conservación de la biodiversidad, conservación y protección de los recursos hídricos, protección del suelo, desarrollo de las comunidades locales y la belleza escénica, además de la fijación de carbono). Por otra parte, en la Conferencia de las Partes 13 y la Reunión de las Partes 3 (COP13/MOP3) en Bali (2007), Costa Rica insistió, junto Papúa Nueva Guinea y con varios países africanos y asiáticos, sobre la importancia del tema de la conservación del bosque en el futuro régimen de compensación por reducción de emisiones por deforestación en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). La única forma de garantizar la reducción de emisiones permanentes y de largo plazo, es por medio de la conservación de aquellas áreas con cobertura boscosa. Nexo entre la estrategia de cambio climático y la estrategia competitiva económica en el nuevo contexto emergente en el eje de Mitigación La relación entre el cambio climático y la estrategia de competitividad del país ocupa un lugar importante en nuestro diseño. El cambio climático, junto con su asociada degradación del ambiente y nuestra seguridad energética, salubre y alimentaria, tendrá un efecto significativo en el crecimiento económico y el desarrollo sostenible. El cambiante contexto empresarial, a nivel nacional e internacional, creará condiciones donde el valor y rentabilidad de las compañías, así como su crecimiento, estará asociado, entre otros, a los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático.

a) Riesgos La comunidad empresarial internacional, como reconocen las compañías del Proyecto de Transparencia en Carbono (“Carbon Dislosure Project”)3, acepta que los riesgos económicos, financieros y competitivos del cambio climático son grandes:

• Riesgos competitivos, derivados del desplazamiento futuro en la demanda de

productos y servicios con gran intensidad de carbono a favor de aquellos con emisiones bajas o sin emisiones netas de carbono. Este último grupo de productos y servicios eventualmente crearán una preferencia en los consumidores. La diferenciación de “calidad por carbono” será un factor importante. Los productos, servicios y procesos limpios proveerán en el futuro una ventaja competitiva significativa a través de la diferenciación.

3 Fuente: Carbon Disclosure Project (www.cdproject.net)

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• Riesgos de pérdida de reputación, cuando los consumidores se percaten de la inacción de las compañías en función de su huella de carbono.

• Riesgos reglamentarios, derivados de la exposición a la potencial reglamentación local e internacional en materia delimitación y reducción de GEI.

• Riesgos económicos y financieros, derivados de los impactos en los activos y la infraestructura como consecuencia de los eventos hidrometeorológicos extremos (vulnerabilidad geográfica, entre otros).

b) Oportunidades

Existen también grandes oportunidades asociadas con la innovación, las opiniones y preferencias de los consumidores, las preferencias de los inversores y el rápido cambio tecnológico en los diferentes sectores existentes de la economía, y con el desarrollo de otros nuevos en relación con el cambio climático.

El cambio climático tendrá un impacto profundo en la mayoría de los sectores de la economía y la sociedad en general. La forma en que una nación y sus empresas respondan al cambio climático determinará la sostenibilidad del futuro desarrollo económico, financiero y humano, además del bienestar social y del ambiente. El desarrollo humano sostenible del futuro dependerá de cómo respondamos ante el cambio climático. La estrategia, del lado económico y empresarial, es una estrategia competitiva guiada por el consumidor (“consumer driven”) y basada en las futuras preferencias y percepciones de los consumidores, fundamentada en la evolución de las preocupaciones crecientes sobre el calentamiento global ante el cambio climático y sus consecuencias.

Para tomar provecho de las oportunidades y enfrentar los riesgos, el eje de mitigación ha sido ligado con la estrategia competitiva del país y de las empresas que operan en su territorio. El objetivo central de una estrategia competitiva es la creación sostenida de valor para los clientes meta en el mercado o segmento de interés que resulte superior al valor ofrecido por la competencia.

Las tendencias indican que hacia el futuro muchos consumidores irán prefiriendo productos y servicios que tengan una huella de carbono reducida y preferiblemente de impacto cero en el clima (C-Neutral).

Además de preferir un producto o servicio por sus características de calidad, se adicionará la “calidad climática” como un factor clave que irá incidiendo en las preferencias de los consumidores. La “calidad climática” se va a convertir en un factor importante de diferenciación en el mercado.

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Para lograr una estrategia competitiva, se debe comprender bien los factores que la componen:

• Los factores que determinan la diferenciación (preferencias), entre la empresa y su

competencia, en aquellos elementos que los clientes meta valoran (“calidad climática”, por ejemplo)

• Los factores que determinan la posición de costos entre la empresa y su competencia

MINAE

UNA VEZ DEFINIDO EL MERCADO META, LAS EMPRESAS DEBEN:

DiferenciarDiferenciar los productos y servicios agregando valor en función de su huella de carbono.

Establecer una posiciposicióón de coston de costo apropiada (competitiva) en función de su huella de carbono.

Estrategia Competitiva C-Neutral

“Calidad climática” (impacto cero)

Reducción de costos

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Algunos ejemplos de mejoras en la competitividad a través de la diferenciación se muestran a continuación:

2) Adaptación La adaptación busca reducir la vulnerabilidad al cambio climático del crecimiento económico, progreso social y ecosistemas. El objetivo es identificar el riesgo económico, social y ambiental del cambio climático por zona geográfica y sector. Basadas en esta información, las medidas de adaptación pueden ser priorizadas y un plan de acción desarrollado que reduzca los efectos del cambio climático. Estos incluyen medidas de investigación y monitoreo, sistemas de alerta temprana y desarrollo de capacidades con el fin de mejorar la capacidad adaptativa del país en áreas económica, social, biofísica y ambiental de forma integrada. El desarrollo de capacidades nacionales de adaptación es clave para reducir los impactos y la vulnerabilidad. Los recursos hídricos, la salud, la agricultura y ganadería, la infraestructura, las zonas costeras, la pesca, los ecosistemas y la biodiversidad terrestre y marina son algunos de los principales componentes de la estrategia de adaptación, lo mismo que la gestión de riesgo y la preparación para los desastres, tal y como se muestra en la siguiente figura:

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Los estudios de Adaptación están relacionados con un proceso de monitoreo y seguimiento, el cual permite identificar, definir y priorizar opciones de adaptación y valorar si las actividades propuestas en el Plan de Acción han permitido una mejora de la protección de los diferentes sectores, regiones y comunidades a la vulnerabilidad de los efectos de los eventos extremos y al cambio climático en general. El manejo de riesgos y la protección contra desastres necesita ser revisado para confrontar efectivamente la creciente crisis climática y eventos hidrometeorológicos extremos que crean devastación.

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Un ejemplo específico es el caso de la evaluación del Sector Hídrico en la región noroccidental del Gran Área Metropolitana de Costa Rica, donde se elaboró un estudio para analizar la adaptación de los recursos hídricos ante el cambio climático, bajo el siguiente abordaje metodológico (“Adaptation Policy Framework”):

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3) Métricas Todos los componentes en la estrategia necesitan un sistema de métricas que sea preciso, confiable y verificable con mecanismos incorporados de seguimiento. Cualquier plan necesita un buen sistema de medición (“Si no lo puedes medir, no lo puedes manejar”). 4) Creación de capacidad y transferencia tecnológica Para poder convertirnos en una nación con las capacidades de implementar una estrategia nacional integral para el cambio climático, es necesario desarrollar en todos los niveles de la sociedad las capacidades para responder al cambio climático, medir y mitigar sus causas y aprender (y dar a conocer) las maneras de adaptarse a sus consecuencias en todos los niveles de la sociedad. 5) Educación, cultura y sensibilización pública Por medio de este componente estratégico, la estrategia busca participar, comprometerse con sus habitantes e intervenir en la lucha contra el cambio climático, y establecer un sistema social de toma de decisiones para la aplicación de la estrategia. Los hábitos individuales, las preferencias de los consumidores y las pautas de consumo deben llegar a ser compatibles con los imperativos del cambio climático. El consumo responsable y sostenible es un punto clave de esta estrategia. Queremos ciudadanos informados, conscientes y con conocimientos que les permitan participar de manera más activa y eficaz en las cuestiones del cambio climático y debates. A su vez, ello fomentará su capacidad de influenciar a los tomadores de decisiones para adoptar las medidas necesarias con el fin de conseguir un cambio. 6) Financiamiento El objetivo de este eje es financiar la estrategia por medio de dos enfoques:

• asegurar los recursos que permitirán implementar la Estrategia Nacional, y • garantizar la eficiencia y eficacia en el uso de dichos recursos.

Costa Rica ha establecido un impuesto al carbono con los objetivos mencionados (3,5% del precio de los derivados del petróleo), y ha consolidado este mecanismo de forma eficiente y transparente. Esta estrategia será reforzada por medio del acceso a mercados internacionales de carbono (tanto voluntarios como oficiales), mientras que desarrolla un mercado voluntario nacional de carbono el cual contribuirá a la meta de clima neutralidad. II. Agenda Internacional La estrategia de cambio climático en la Agenda Internacional también fue definida alrededor de seis componentes o ejes principales, siendo los dos principales Incidir internacionalmente y Atracción de recursos externos. Los otros componentes son transversales: Liderazgo, Legitimidad, Presencia en foros multilaterales y binacionales y

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Desarrollo de capacidades internacionales. Gráficamente, la Agenda Internacional de la Estrategia Nacional de Cambio Climático se puede visualizar mejor con ayuda de la figura siguiente:

Los objetivos principales de los ejes son los siguientes:

1) Incidir internacionalmente El cambio climático es un reto global que debe encararse con respuestas globales. Una tonelada de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos en cualquier parte del mundo tendrá un impacto sobre Costa Rica como si hubiera sido emitida directamente en el país. Los esfuerzos internos, por ende, no son suficientes para reducir las consecuencias devastadoras y críticas sobre nuestros diferentes sectores (recursos hídricos, agricultura, salud, etcétera), regiones y comunidades.

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Dada la asimetría en el mundo se requiere un marco de acción más flexible para ajustar los compromisos futuros a las diversas circunstancias nacionales. Esto permitirá un accionar colectivo consistente con el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”. Es nuestra responsabilidad el participar en todos los diálogos, por ejemplo, en los procesos y negociaciones que llevarán eventualmente a un régimen climático internacional posterior al 2012. Nuestra estrategia responde a una visión integrada del cambio climático y procura también ser replicable en otros países con circunstancias nacionales similares. Es un esfuerzo compartido por los diferentes sectores de la sociedad en cuanto a actuar bajo los principios de equidad, urgencia, transparencia y costo efectividad. Se ha podido incidir internacionalmente, de forma exitosa, gracias a que el país ha venido ganando liderazgo y presencia mundial en el tema de cambio climático a través de varias propuestas y participaciones. Por ejemplo, en el 10° período de Sesiones Extraordinarias del PNUMA y Foro Ambiental Mundial a nivel Ministerial (SECdA-10/FAMM), realizado en Mónaco del 20 al 22 de febrero de 2008, se anunció la Red de Neutralidad Climática (Climate Neutral Network)4. La propuesta de esta red fue hecha por Costa Rica. Se trata de una iniciativa para incidir internacionalmente en el intercambio de ideas, experiencias exitosas, mejores prácticas en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y acciones hacia una sociedad con cero emisiones. El objetivo es una auténtica red global de intercambio de información, abierta a todos los sectores de la sociedad. Desde entonces, esta inducción de liderazgo que ha demostrado el país ha permitido que otros países, ciudades, regiones y empresas, se incorporen a la iniciativa, favoreciendo una transición hacia un mundo débil en carbono. Hasta el momento, los países que se han unido a la Red son Costa Rica, Islandia, Noruega y Nueva Zelandia. También, cuatro ciudades han anunciado que se unirán a la Red de Clima Neutralidad. Estas son: Arendal, Noruega; Rizhao, China; Vancouver, Canadá y Växjö, Suecia. Adicionalmente, cinco empresas han sido las primeras en unirse a la Red de Clima Neutralidad. Estas son Servicios Financieros Cooperativos (Co-Operative Financial Services), Reino Unido; Interface Inc., Estados Unidos; Natura, Brasil; Nedbank, Sudáfrica y Senoko Power, Singapur. 2) Atracción de recursos externos Para la implementación de la estrategia se requiere acceso a recursos financieros nuevos y adicionales, incluyendo fondos oficiales, concesiones para los países en desarrollo y los mercados de carbono. Los instrumentos financieros apropiados y los mercados de carbono funcionan como incentivos efectivos para los países en desarrollo. Visualizamos un futuro régimen climático más flexible orientado a expandir y ligar los diferentes mecanismos financieros y mercados de carbono para garantizar su aplicación más eficaz en función de costos y movilización de recursos necesarios, para ofrecer incentivos a los países en desarrollo. Asimismo, el mercado de carbono es una oportunidad

4 www.climateneutral.unep.org

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para establecer un vínculo entre la estrategia de cambio climático y la estrategia de competitividad. Los productos y servicios con una baja huella de carbono y eventualmente neutrales en clima serán competitivos en los diferentes mercados, a causa de la diferenciación y la reducción de costos en función de la huella de carbono (calidad climática). La iniciativa cuenta con apoyo internacional. La Agencia de Cooperación Española le ha donado al MINAE 160.000 euros para realizar la Estrategia Nacional de Cambio Climático y existen muchas posibilidades de otros aportes para el desarrollo del Plan Nacional. 3) Liderazgo Costa Rica, en el marco de la Iniciativa Presidencial “Paz con la Naturaleza”, unilateral y voluntariamente ha tomado la decisión de diseñar e implementar su estrategia nacional de cambio climático, con el fin de converger su desarrollo sostenible con la responsabilidad de inducir acciones colectivas en la arena internacional y procurar que esta iniciativa pueda ser replicada en otros países con circunstancias nacionales parecidas. De acuerdo con este eje de acción internacional, Costa Rica toma posicionamiento ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cuya resolución 2997 establece un Consejo de Administración (CdA) que tiene el mandato de proveer un foro donde la comunidad internacional pueda tratar las cuestiones principales y emergentes de la política ambiental. Por medio del Ministro de Ambiente y Energía (MINAE), en su función de Presidente del CdA, en el 19° período de sesiones del Foro Ambiental Mundial a nivel Ministerial (CdA-19/FAMM), lanza la iniciativa de carbono neutralidad, la cual se acoge con mucho entusiasmo. En la 13ª Conferencia de las Partes/3ª Reunión de las Partes (COP13/MOP3), realizada del 3 al 15 de diciembre de 2007 en Bali, Indonesia, el Secretario General del PNUMA convocó a una Conferencia de Prensa a los Ministros de Ambiente de Nueva Zelanda, Noruega y Costa Rica para anunciar sus compromisos de acciones hacia la carbono neutralidad. Esta actividad fue de gran impacto e importancia internacional. Tomando como referencia esta meta país, otros aspectos relacionados con la carbono neutralidad se tornan muy relevantes y también demuestran liderazgo internacional. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por deforestación era parte crítica de la agenda tratada en Bali. Costa Rica logró que se incluyera en las resoluciones, aspectos relacionados con la reducción de emisiones por deforestación, la degradación de bosques y el aumento de las existencias de carbono provenientes del manejo sostenible del bosque, así como las acciones tempranas. Todas estas acciones demuestran el liderazgo que el país tiene en la temática ambiental. 4) Legitimidad El país está impulsando una estrategia de cambio climático consistente con su responsabilidad local y global. Esta es una iniciativa que persigue responder a la problemática mundial con un enfoque nacional y con amplia participación de los diferentes

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actores y sectores, que permita generar credibilidad y confianza de las reducciones de emisiones por fuentes y absorción por sumideros en el ámbito legal e institucional, y bajo un sistema de métricas preciso, confiable, reportable y verificable. La legitimidad nos permitirá tener mejor capacidad para incidir internacionalmente y atraer recursos externos. Esto significa que el Gobierno implementará los decretos, leyes, incentivos y presupuesto que sean necesarios para que las acciones de protección ambiental en el país sean confiables y verificables por cualquier organismo internacional. En el 10° período de Sesiones Extraordinarias del PNUMA y Foro Ambiental Mundial a nivel Ministerial (SECdA-10/FAMM), Costa Rica reiteró su intensión de ser carbono neutral en el 2021. Los 150 países que conforman la Organización de las Naciones Unidas manifestaron que estarían atentos al progreso de la iniciativa nacional, con miras a replicarla en otras partes del mundo. 5) Presencia en foros multilaterales y binacionales La presencia en estos foros es esencial para lograr una influencia a nivel internacional y atraer recursos, a través del posicionamiento de nuestra estrategia, bajo una visión integrada de cambio climático. El MINAE ha conformado un grupo de trabajo interinstitucional e intersectorial que ha participado en diversos eventos organizados por instituciones del Estado, entidades académicas, empresariales o asociativas con las que se ha estado difundiendo la Estrategia Nacional de Cambio Climático, con el fin de difundir y promover acciones de sensibilización, y un intercambio de buenas prácticas. Lo anterior ha permitido desarrollar un mapa de grupos de interés, para que las incertidumbres y sugerencias sean consideradas y permitir así un diálogo con las partes interesadas. Conscientes de la importancia que la Estrategia Nacional de Cambio Climático tiene en la sociedad, se creyó conveniente dedicar el máximo esfuerzo para divulgarla para crear cauces permanentes de presencia en foros dentro y fuera de nuestras fronteras. Es así como se planteó como una meta unilateral y nacional, llegar a ser carbono neutrales con motivo de los 200 años de independencia de Costa Rica. Hemos aprovechado nuestra presencia en foros internacionales para dar a conocerla; en definitiva, hemos proyectado su divulgación dentro y fuera de nuestro país. 6) Desarrollo de capacidades internacionales La consolidación de un equipo multidisciplinario con habilidades internacionales y de negociación es una parte clave para la implementación de la estrategia nacional de cambio climático. Dicho equipo debe estar concebido para apoyar el desarrollo de capacidades internacionales de negociación en los mercados de carbono y para fomentar la participación de Costa Rica en otras actividades que nos permitan desarrollar una posición competitiva en materia de reducción de emisiones en el país, brindar servicios de alto valor agregado, los cuales deberán estar diseñados para que las industrias y toda actividad comercial,

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utilicen la carbono neutralidad como herramienta de negocios, con mejora de la competitividad, la rentabilidad, la gestión y la calidad de los servicios al cliente. El Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), la Oficina Costarricense de Implementación Conjunta (OCIC) y la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), constituirán una Comunidad Virtual para ofrecer máxima visibilidad a proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), compensación de emisiones o de mercados de carbono, presentación de perfiles de proyectos, sitios web y oportunidades comerciales, gracias a los variados recursos de búsqueda y localización on line en Internet. Esta Comunidad virtual podrá tener, mediante boletines electrónicos, oportunidades de negocios en tiempo real, así como estar al tanto de otras novedades empresariales, capacitaciones e información sobre nuevas tecnologías aplicables a la carbono neutralidad, tanto en Costa Rica como del exterior, alertándolos en forma oportuna y permanente de las oportunidades en su sector. Por otra parte, la red de países carbono neutrales podría facilitar el intercambio de experiencias, buenas prácticas, nuevas tecnologías, entre otros temas, para el desarrollo de programas de capacitación a nivel internacional. D. Reflexiones adicionales: Los méritos como mecanismo de atracción de fondos El alcanzar la meta de neutralidad no se dará sin una combinación de esfuerzos nacionales y apoyo internacional. El acuerdo de Bali reconoce la necesidad de esta combinación en cuanto estipula que las “naciones en desarrollo tomarán acciones apropiadas de mitigación en el contexto del desarrollo sostenible, apoyadas por tecnología, financiamiento y fortalecimiento de capacidades, de una manera medible, reportable y verificable”. Con respecto a las acciones de mitigación que nos lleven a la neutralidad y en base al inventario de emisiones ya efectuado, Costa Rica hará un análisis de los sectores en que podemos competitivamente tomar medidas de reducción (e.g. eficiencia energética, transporte, manejo de desechos sólidos, agropecuario, reducción de la deforestación) así como del potencial de captura neta de carbono a través de la siembra de árboles. Se estimará el potencial volumen de reducción y el costo asociado, con el propósito de definir una estrategia trans-sectorial que permita maximizar el impacto y minimizar los costos. En un esfuerzo mancomunado entre los respectivos Ministerios, Costa Rica lanzará las políticas y medidas que brinden los incentivos que conlleven a iniciar el proceso de reducción de emisiones en cada sector identificado. Estas políticas y medidas nacionales son necesarias pero no bastarán para lograr la reducción en sí. Si bien como resultado de un arduo proceso de concientización y amplia consulta, el país está dispuesto a invertir a nivel público y privado en esta estrategia, también es cierto que la totalidad del costo no podrá ser sufragado domésticamente. Será imprescindible contar con acceso a fondos internacionales que cubran el diferencial entre la inversión nacional y el costo total. En este sentido apoyamos la creación de un Fondo Multilateral para Cambio Climático cuyo propósito es apoyar las medidas de mitigación en

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los países en desarrollo. Las negociaciones internacionales han movilizado el flujo de algunos recursos iniciales de esta naturaleza. Costa Rica nota con preocupación que en su mayoría estos fondos se están dedicando a acciones de mitigación en los países emergentes del Sur. Si bien estos países tienen el potencial de mayor volumen de reducciones, es enteramente posible que, con el apoyo financiero internacional, países más pequeños puedan efectuar reducciones más ágilmente que las economías más grandes, con el beneficio global que conllevan las reducciones tempranas. Además, el dejar a las economías medias y pequeñas por fuera del esfuerzo mundial de transformación hacia un desarrollo bajo en carbono, condena a estas economías al perpetuo uso de tecnologías ya prácticamente obsoletas, consolidando así una posición de continuada pobreza. Costa Rica hace un llamado a que los fondos internacionales que surjan con el propósito de apoyar esfuerzos de mitigación en países en vías de desarrollo operen de acuerdo con los méritos de cada país, premiando a aquellos que hayan puesto en marcha y estén ejecutando un marco regulatorio y un plan amigable con el clima. Es evidente que los desembolsos de estos recursos no se podrán hacer en base a la existencia misma de las normas, sino que se harán una vez el país hubiera medido y reportado las reducciones reales, y estas hayan sido verificadas internacionalmente. Es de esta manera que Costa Rica interpreta el acuerdo de Bali y se declara lista para hacerle frente a su responsabilidad común pero diferenciada con la estrategia descrita en este documento. E. Conclusión Se proyecta que las concentraciones de gases de efecto invernadero globales alcanzarán niveles que podrían tener serios efectos negativos sobre la economía, los sectores sociales, los ecosistemas, el ambiente natural, la seguridad mundial, la seguridad alimentaria, la salud pública y la sociedad en general. Para poder evitar esto, y a su vez satisfacer el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su Protocolo, el cual es estabilizar la concentración de GEI a un nivel que impida una mayor interferencia antropogénica peligrosa sobre el sistema climático. Es urgente establecer un mapa de ruta que oriente las iniciativas globales actuales en el marco de un nuevo régimen climático internacional. Todos los países deben desarrollarse en forma sostenible con una economía baja en carbono y amigable con el clima. Muchas de nuestras decisiones de hoy y en las próximas décadas determinarán las concentraciones de GEI en la atmósfera y sus impactos sobre el clima en el futuro. Por ende, se requiere una acción global y urgente para alcanzar la trayectoria de emisiones recomendadas por el IPCC. El retrasar la acción hoy incrementará el costo y peso del impacto del cambio climático, tal como lo hace evidente el Informe Stern. El tiempo se agota y no podemos posponer acciones. La acción contra el cambio climático no sólo es responsabilidad de las grandes naciones, es responsabilidad de todas las naciones bajo el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”.

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Se necesitará, entre otras cosas, una combinación de acciones y metas a corto, mediano y largo plazo, incluyendo innovación tecnológica, la implementación de políticas y medidas a nivel institucional, al igual que un cambio en los patrones de consumo y producción. Las medidas no pueden ser solo locales; la visión global es requisito. Las acciones donde se aborden estos y otros temas a nivel social y global no se deben tratar de forma aislada, sino deben ser vistas de forma integrada, consistente con las prioridades nacionales de desarrollo y de crecimiento económico y consistentes con las políticas existentes, orientadas hacia otras metas políticas tales como la seguridad alimentaria, la salud, la seguridad energética, la gestión de riesgos por desastres de origen hidrometeorológicos, la competitividad, el cambio en el uso del suelo y el desarrollo sostenible. Es más, los esfuerzos para mitigar y adaptarse al cambio climático deben ser efectuados en el contexto de la necesidad de combatir la pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible. No puede darse una estrategia de lucha contra la pobreza sin una estrategia clara de cambio climático, ya que los sectores más pobres son los que más sufrirán de los impactos del calentamiento global. A pesar de que la adaptación al cambio climático es una tarea costosa, que requiere grandes esfuerzos e inversiones, ésta es necesaria para enfrentar los efectos devastadores que tiene el calentamiento global sobre el quehacer humano y sobre los ecosistemas que sostienen la vida en el planeta. Costa Rica, dentro del marco de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, reconoce a la adaptación como una actividad igualmente prioritaria, la cual debe ir necesariamente de la mano con los esfuerzos de mitigación, como única forma de lograr nuestro objetivo de combatir el calentamiento global. Una respuesta ineficaz ante el cambio climático minimizaría nuestros esfuerzos en ambos frentes. Nos hemos animado a recorrer la ruta que habrá de convertirnos en un país carbono o clima neutral de aquí al bicentenario de nuestra independencia (2021). Somos un país capaz de demostrarle al mundo que no sólo es posible el crecimiento económico en armonía con el ambiente, sino que la ruta para llegar al desarrollo es precisamente la que utiliza los recursos naturales con sabiduría. Hemos logrado posicionarnos internacionalmente, a través del liderazgo y la incidencia, actuando con ejemplos concretos, como un país dispuesto a luchar contra los efectos adversos del cambio climático y buscar su mitigación. Cabe recordar que el establecer opciones que beneficien a todas las partes necesariamente requiere colaboración internacional. Los mercados de carbono e instrumentos financieros apropiados proporcionan incentivos adecuados a los países en desarrollo. Además, los regímenes de intercambio pueden enfatizar el uso y desarrollo de tecnologías, productos y servicios con menor huella de carbono que puedan contribuir con el desarrollo sostenible, y al mismo tiempo reducir las emisiones de carbono y aportar a la estabilización de las concentraciones de GEI. A su vez, la adición de calidad climática a los servicios y productos como factor de diferenciación en una estrategia competitiva, será otro factor importante que nos asistirá en la ruta por recorrer para alcanzar la neutralidad climática.

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Aunque mucha de la ayuda internacional (insuficiente aún) se esté destinando al apoyo de los países emergentes grandes, se debe enfatizar que, con el adecuado apoyo financiero y tecnológico, las economías más pequeñas pueden atacar el problema del cambio climático más ágilmente. Las economías pequeñas y medias no pueden quedar por fuera del esfuerzo mundial; los canales financieros deberían actuar, además, de acuerdo al mérito de cada país. Para poder alcanzar el objetivo de la neutralidad climática, Costa Rica está implementando una estrategia nacional de cambio climático integral y consistente con sus responsabilidades locales y globales. “Menos emisiones y más sumideros” es una estrategia de mitigación apropiada. Ya que el cambio climático es una cruda realidad actualmente y desafortunadamente se seguirá deteriorando hasta que un acuerdo global estabilice los gases de efecto invernadero en la atmósfera, las medidas de adaptación para reducir la vulnerabilidad de los diferentes sectores, regiones, comunidades y ecosistemas también deben ser de la más alta prioridad.