CAMINEM JUNTS 1

N . º 8 1 • M AYO / J U N I O 2 0 0 7 PA R RO QU I A S A N TA M A R Í A . X ÀT I VA

Un Congreso que ha dado vida

CAMINEM JUNTS 2

S U M A R I OPág. 3

El Abad

Panorama parroquial

Pág. 4

Instituto de Ciencias Religiosas

Pág. 4

Congreso de Vida Parroquial

Pág. 13

Nuevo libro del Abad

Pág. 20

Confi rmandos

Pág. 20

Catequesis

Pág. 21

Imágenes

Pág. 22

Semana Santa en sant Francesc

La Llum de les Imatges: brilla

como el sol en Xàtiva

Pág. 24

Visita del Sr. Arzobispo

Pág. 26

El acto de la inauguración

Pág. 35

Joan Aliaga, Ximo Company, Vicente

Pons, Comisarios de la exposición

Pág. 28

Fe, arte y cultura

El Corpus: Cristo, verdadero Pan

de vida

Pág. 42

Homilía del Papa Benedicto XVI

Pág. 45

Homilía del Arzobispo

Pág. 49

Homilía del Abad

C A M I N E M J U N T SE D I T A

Consejo Parroquial

de Pastoral de la Seu

Calixto III, 6- 46800 Xàtiva

Portada:

El Salvador eucarístico. Vicente López.

Llum de les Imatges.

Lux Mundi Xàtiva 2007.

Contraportada:

La Santa Cena. Mestre de Borbotó.

Llum de les Imatges.

Lux Mundi Xàtiva 2007.

FOTOS:

Levante-EMV, Archivo Colegial,

A. Climent, Rafa Gil (E. Fotográfi co

Federico).

Vida Parroquial

I M P R I M E

MATÉU impresores, s.l.- XÀTIVA

E J E M P L A R E S

2.000

D E P Ó S I T O L E G A L

V - 3 0 7 2 - 1 9 9 2

MISAS

Laborables. Mañana: 10 h. Misa

Conventual.

Tarde: Lunes a viernes, 19.30 h.

Sábados y víspera de fi esta: 20 h.

Domingos y festivos.

Mañana: 10.30 h. Conventual.

13 h. En valenciano.

Tarde: 20 h.

OFICIO DIVINO

Laudes. Laborables: 9.50 h.

Domingos y festivos: 10.05 h.

Vísperas. Domingos y festivos:

19.30 h.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Lunes a viernes: 19 h.

REZO DEL SANTO ROSARIO

Todos los días excepto jueves, do-

mingos y festivos: 19 h.

CONFESIONES

Todos los días, de 10.30 a 11 h. y

de 19 a 19.30 h.

CELEBRACIÓN BAUTISMAL

Primer domingo, a las 12 h. y

tercero, a las 18.30 h.

OFICINAS PARROQUIALES

Martes y miércoles, de 20 a 21 h.

LA FRASEBenedicto XVI

Hemos de motivar a los cristianos

para que participen en la Eucaristía

dominical activamente y, si es posible,

mejor con la familia. La asistencia de

los padres con sus hijos a la celebración

eucarística dominical es una pedagogía

efi caz para comunicar la fe.

Verano: desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre

CELEBRACIONES HABITUALES EN LA IGLESIA DE SANT FRANCESC

CAMINEM JUNTS 3

EL ABAD

Durante este curso que ahora concluye hemos trabajado con enorme interés e ilusión en el Congreso de Vida Parroquial. Han sido unos meses de lujo. Los congresistas, que en un principio mostraron sorpresa ante este acontecimiento parroquial, han par-ticipado cada jueves aportando interés, trabajo, ideas y vivencias. El Congreso ha sido una auténtica gozada; así lo expresan en las conclusiones fi nales que publicamos en esta Revista.

¡Atrévete a ser cristiano! Era el lema propuesto. Diversos y va-riados han sido los ponentes que han dado de sí lo mejor para enriquecernos. ¡Qué bien lo han hecho y cuánta doctrina nos han ofrecido!

La Parroquia se ha renovado con la savia fresca del Congreso. Han participado los que han querido. Desde el primer día se in-vitó a toda la feligresía, han participado una media de sesenta cada semana. ¡Mucho para Xàtiva! Y ¡han sido constantes, han perseverado! Que eso también es de elogiar. Total: que ha sido una experiencia muy agradable, de tal manera que en la última sesión han manifestado la idea de seguir el próximo curso 2007-2008, idea que inmediatamente ha sido aceptada y aplaudida por mi. Claro que no será Congreso, pero sí será algo que motive, re-nueve, forme a los feligreses que lo deseen, a los que este curso han participado y a los nuevos que quieran unirse.

Por otra parte, también estamos a punto de fi nalizar el segun-do curso del Instituto de Ciencias Religiosas del Arzobispado de Valencia con Sede en Xàtiva, en el Palau del Ardiaca. Este año se ha impartido un nuevo cliclo de Fe y Cultura y Cristología, Ecle-siología y Sacramentos. Cincuenta han sido los alumnos que han asistido todos los lunes; casi todos son de Xàtiva y muchísimos de la Seu. ¡Demos gracias a Dios!

Espero que todo este trabajo produzca fruto abundante en nuestra Comunidad Parroquial y nos ayude a recuperar el coraje de la fe y dar testimonio de Cristo en medio del mundo.

Un Congreso que ha dado vida

CAMINEM JUNTS 4

Panorama parroquial

Ser Iglesia y hacer Iglesia

INSTITUTO DE CIENCIAS RELIGIOSAS ARZOBISPADO DE VALENCIA: SEDE DE XÀTIVA

El 18 de junio terminan las

clases del Instituto de Ciencias Religiosas que el Arzobispado tiene establecido en Xàtiva en el Palau del Ardiaca. Es el se-gundo año del tronco común. Cincuenta alumnos, la inmensa mayoría de Xàtiva.

En este curso se ha impartido “Cristología, eclesiología y Sacramentos”. Y también el segundo ciclo de “Fe-Cultura”.

Al igual que el curso pasado resulta una experiencia muy agradable y es meritoria la asisten-cia de estos 50 alumnos de todas las edades que participan en las clases atendiendo con interés y realizando sus trabajos de teología, logrando notas muy elevadas.

CONGRESO DE VIDA PARROQUIAL: ¡ATRÉVETE A SER CRISTIANO!

Otra experiencia muy favorable para la Parroquia ha sido el Congreso de Vida Parroquial.Ha asistido una media de 60 congresistas y lo han hecho con enorme interés como tantas

veces lo han manifestado.Diversos y variados han sido los ponentes y los temas tratados.Todos los congresistas han aportado su pensamiento, sus ideas, sus inquietudes como Iglesia

que son y quieren ser, trabajando por lograr una Iglesia viva y comprometida, feliz, alegre y misionera.

El Congreso ha servido para empujar a este gran grupo de católicos de la Seu para que lo sean cada día más y mejor, con un compromiso serio y fi rme en medio de la sociedad.

CAMINEM JUNTS 5

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Trabajo fi nal de todos los grupos y conclusiones

1. COMO IGLESIA QUE SOY, CUÁL ES MI COMPROMISO?

Grupo 1

Ser testimonio de cristiano creyente, primero el compromiso es con Dios, luego con el mundo que me rodea, dando un ejemplo de persona cristiana, ayudando a los demás a formar una iglesia unida, sin rencillas de ningún tipo. Amar al prójimo como queremos que a nosotros nos quieran.

Grupo 2

Comprometernos totalmente a defender nuestra Fe, sin miedo al qué dirán, en cada momento de nuestra vida.

Estar bien preparados mediante los cursos de Teología, e instruyéndonos todo lo que podamos para saber defender bien nuestros principios religiosos. Y tener las ideas muy claras para poder exponerlas.

Evangelizar y dar buenos ejemplos a familiares, amigos, conocidos, y a todo el mundo con quien nos relacionamos, bien en el trabajo o bien en nuestra vida cotidiana o familiar.

Sentirnos católicos fervientes y alegres de serlo y contagiarlo a los demás.Defender a la Iglesia católica y a los sacerdotes cuando se les ataca, porque son algo muy

querido nuestro y se merecen nuestro cariño, admiración y respeto.En resumen, comprometernos activamente con la Iglesia y con todo lo que ella conlleva.

Grupo 3Nuestro compromiso como cristianos que somos es:1º. Transmitir la Fe con la palabra y el ejemplo a la gente más próxima a nosotros.2º. Los católicos debemos prestar ayuda a la parroquia en sus necesidades, tanto económicas

como de apostolado.3º. Estar atento a las necesidades ajenas ayudando sobretodo a los más desvalidos y despro-

tegidos.4º. Ser consecuentes con nuestros principios morales, humanos y religiosos.

Grupo 4 y 5Ser constante en nuestras intervenciones. Comunicar nuestras vivencias a los demás. Tener

conciencia de lo que somos como cristianos y hacer partícipe de nuestras inquietudes a nuestro entorno. Dar testimonio de nuestra fe en Jesucristo de palabra y de obra, defendiendo y difun-diendo nuestras creencias.

Grupo 6

–––

CAMINEM JUNTS 6

Colaboración de una familia

¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!

Panorama parroquialGrupo 7

Progresar en la formación y la oración. Leer diariamente la Biblia. Deseos de crecer en la fe y la caridad. Ser católicos valientes y estar presentes en la sociedad en su punto justo, con soli-dez, seguridad, seriedad y preparación, en una palabra: ser testigos de Dios vivo.

Grupo 8

Nuestro compromiso, es seguir fi elmente las enseñanzas que nos transmite la Iglesia y como parte integrante de la misma difundirlas cuanto nos sea posible dentro del círculo familiar, entre nuestras amistades y en el entorno en que nos movemos cotidianamente. Al mismo tiempo, debe-mos colaborar en los trabajos de la Parroquia en todo lo que nos sea posible, con el fi n de me-jorar el funcionamiento de nuestra comunidad cristiana.

2. ¿EN QUÉ ASPECTOS DE MI VIDA CRISTIANA ME HA AYUDADO EL CONGRESO DE VIDA PARROQUIAL?

Grupo 1

Estar más fuerte en mi vida para dar testimonio de Cristo, necesidad de buscar más a Cristo, estar más comprometida, más decidida, más valiente para defender mi convicción y defender mi posición de verdadera cristiana, ver la fe con más luz, menos dudas, más ayuda en nuestras noches oscuras.

Grupo 2

El Congreso nos ha ayudado en nuestra vida personal, espiritual e intelectual.Nos hemos sentido útiles, acompañados y queridos. Y esto ha hecho que nosotros correspon-

damos del mismo modo hacia los demás.Hemos aprendido y nos hemos formado más como católicos de cuerpo entero que queremos ser.Hemos visto los fallos que tenemos y todo lo que hay que rectifi car de nuestra vida.En resumen, nuestra misión como Iglesia, es anunciar el Evangelio, el mensaje de salvación a

todos. Y la participación nuestra como católicos en la vida social y pública forma también parte esencial de la misión de anunciar el Evangelio.

Grupo 3

Nos ha unido en convivencia cristiana afi anzando nuestra Fe.Hemos comprobado desde dentro, los tiempos difíciles que atraviesa nuestra religión y a sen-

tirnos responsables de su defensa.Hemos comprendido que la iglesia es una comunidad viva y hemos compartido con personas

de la parroquia la alegría de la Fe.Nos ha animado a ejercitar parte de nuestra actividad cristiana que últimamente la teníamos

descuidada.Ha estimulado nuestra Fe recordando lo aprendido, sirviéndonos para actualizar, mandamien-

tos, virtudes, oración, vida de Jesús y unión con la iglesia.Resumiendo: ha despertado en nosotros inquietudes cristianas.

CAMINEM JUNTS 7

Grupo 4 y 5A tratar de ser mejor y más comunicativo sin pecar de egoísmo abriendo nuestros sentimientos

y potenciando nuestras acciones de forma más caritativa.

Grupo 6Nos ha permitido conocer y compartir las experiencias de fe, y redescubrir la comunidad a

la que pertenecemos (La Seu) y darnos cuenta de que no estamos solos ante la búsqueda y dis-frute de lo hallado.

Grupo 7

En refl exionar y profundizar en lo que signifi ca pertenecer a una comunidad viva que ofrece frutos de paz y fraternidad siendo testimonio de ello, superando la comodidad y todas las infl uen-cias negativas que nos rodean y que hacen tambalear nuestros buenos propósitos.

Tomar conciencia de nuestro ser Iglesia y no tener miedo al compromiso que ello signifi ca.

Grupo 8Mucho, puesto que hemos aprendido a renovar nuestras actitudes con respecto a nuestra forma

de vivir la Fe Cristiana. Hemos aprendido otra forma de enfocar nuestras posiciones dentro de la gran familia que es la Iglesia logrando ver la luz en muchos aspectos en los que no éramos capa-ces de verla y así comprender que muchas de nuestras acciones y pensamientos eran fruto de la soberbia y del egoísmo y por lo tanto impropios de un verdadero católico. Gracias a estas reunio-nes hemos llegado a conocernos todos los componentes de este Congreso, hemos cambiado im-presiones y hemos llegado a conclusiones a las que solos tal vez nunca hubiéramos llegado.

3. COMO CATÓLICO, ¿QUÉ PUEDO APORTAR A LA SOCIEDAD ACTUAL Y QUÉ DEBO HACER EN ESTOS MOMENTOS TAN CRÍTICOS?

Grupo 1

El cristiano tiene que aportar su buen hacer en cuanto a su vida, sencillez, humildad, honra-dez, tener un vocabulario correcto. Saber transmitir la fe sin miedo, respetando a los demás pero que los demás también nos oigan, que no nos hagan callar, luchar por nuestros principios y creencias.

Grupo 2

No podemos mostrarnos indiferentes ante una sociedad tan laicista, como la que nos ro-dea.

Debemos crecer como cristianos, madurar y demostrar nuestras convicciones de fe católica a todos cuantos nos rodean.

Debemos formar a otros cristianos más alejados.Si el Señor con doce amigos evangelizó el mundo, ¿cómo nosotros que somos tantos no po-

demos?

CAMINEM JUNTS 8

Panorama parroquialDebemos ofrecernos voluntarios para todo, servir, apoyar, aportar nuestro tiempo y energías,

nuestros conocimientos y oraciones, para aumentar la efectividad del testimonio y de la obra de la Iglesia.

Procurar siempre vivir en reconciliación, con todo el mundo, sembrar la paz y concordia entre todos.

Grupo 3

Lo consideraremos bajo dos aspectos:Individual y colectivoEn el momento actual, limitarnos a cumplir los mandamientos es un conformismo cobarde.Nuestra religión está siendo atacada y maltratada, se requiere por lo tanto vivir la Fe con

valentía y no amilanarse ante actitudes provocadoras de los que pretenden eliminar de la socie-dad la visión cristiana de la vida. Cada uno con más o menos efectividad pero todos con el mismo coraje.

No hay que tener miedo de ser llamados cristianos y debemos presumir con orgullo y agrade-cimiento por ser católicos.

En el aspecto colectivo:1º. La búsqueda de la verdad y la justicia, defendiendo sobretodo la formación religiosa para

escolares.2º. Formar parte activa de esta gran familia y demostrarlo cuantas veces haga falta.3º. Podemos aportar también a la sociedad el trabajo bien hecho vivido con mayor alegría y

paz.Una actitud serena y cristiana en lo personal, es ahora más importante que nunca.

Grupo 4 y 5Como católicos debemos aportar nuestras ideas a la sociedad que nos rodea siendo conse-

cuentes con nuestras creencias y exigir de la sociedad actual que respete nuestro derecho a vivir nuestro cristianismo y que nuestros hijos puedan recibir una educación católica según el sagrado derecho que asiste a sus padres.

Grupo 6

Vivir de acuerdo con estas creencias, ser coherentes en el actuar, manifestar nuestra opinión ante los acontecimientos, opinión formada por las refl exiones de la Palabra, lecturas y documen-tos que la Iglesia nos aporta, sin miedo y sin vergüenza.

Grupo 7

La valentía de manifestar y predicar los valores esenciales de la religión católica. Ser coheren-tes en la vida personal y social con los valores del evangelio, ser incansables en tomar el com-promiso acertado para que triunfe la defensa de estos valores que son de gran benefi cio para la sociedad. Imitar la disponibilidad de los mártires con la fe y la palabra. Compartir plenamen-te el mandamiento del AMOR.

CAMINEM JUNTS 9

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Grupo 8Como católicos, podemos y debemos aportar a nuestra sociedad actual, desgraciadamente

tan laicista nuestro testimonio cristiano, acompañado de verdaderos gestos, en los que afl oren el amor y la caridad. Igualmente a través de la palabra o de nuestros escritos debemos luchar para derribar la falsedad y la hipocresía que acompañan los manifi estos que emplean algunos políti-cos e individuos que se autoproclaman intelectuales progresistas. Por eso, a nivel social, en los momentos en que debamos votar a las personas que deberán dirigir políticamente nuestras ciu-dades, comunidad o nación debemos ser consecuentes con nuestras creencias y votar las opcio-nes políticas que como mínimo respeten nuestro derecho a ser cristianos y a que nuestros hijos puedan recibir clases de religión en cualquier centro educativo.

4. CONCLUSIONES Y PROYECTOS DEL CONGRESO

Grupo 1

CONCLUSIONES

Enriquecerme de la palabra que me han explicado y he llevado a la práctica cuando ha sido necesario,

De todas hemos sacado alguna enseñanza y el trabajo del equipo ha sido bueno para cono-cer las opiniones de los contertulios, a tener más conocimiento para saber llevar una vida me-jor.

PROYECTOS

Deberíamos reunirnos un par de veces al año, llevando dudas, alegrías o logros y transmitirlo a los demás. ¡No deberíamos relajarnos! Tenemos que trabajar y poner en práctica todo lo que hemos aprendido, y animar a la gente de nuestro alrededor a que sean cristianos y que la gente lo note, “Atrevernos a ser cristianos”.

Por el amor de Dios y al prójimo transmitir el evangelio.Apoyar a la parroquia en sus necesidades sin que se note, ¡hay tantas cosas! personas mayo-

res, juventud, infancia y todo lo que sale cada día.Retomar los grupos de oración por las intenciones de todas y de nuestro prójimo, etc…

Grupo 2CONCLUSIONES Y PROYECTOS

Tenemos que impulsar la presencia y la intervención de cristianos bien preparados en la vida social, ya que los cristianos, somos plenamente miembros de la sociedad en que vivimos y lleva-mos dentro la sensibilidad del momento presente.

Luchar contra la imagen que se está imponiendo de vivir al margen de Dios.Advertir a los jóvenes de la vida tan materialista y tan de consumo que están inculcando a la

juventud de hoy, especialmente en los medios de comunicación.Están faltos de convicciones. Debemos ayudarles en su formación moral y religiosa con nuestro

ejemplo.

CAMINEM JUNTS 10

Colaboración empresa

A tan grande Sacramentodémosle adoración.

Tenemos que presentarles la dimensión sobrenatural de la vida humana.

Debemos intentar que haya más responsabilidad en la gente que dice ser cristiana.

Evitar la agresividad, la in-tolerancia,…, que tanto daño hace.

Ser portadores de paz y valores morales.

Hay que hablar mucho del respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte.

Darle toda la valoración al matrimonio y a la familia.

El respeto de los hijos hacia los padres y viceversa.

Ser justo y honestos con todo el mundo como nos gus-taría que fuesen con nosotros.

Intentar reunirnos con otros padres para hablar de temas religiosos y de la problemática de la juventud, para tratar de entender y resolver los proble-mas.

Ser positivos, no indiferen-tes hacia todo.

Los cristianos estamos lla-mados a superar la desespe-ranza, no podemos sumarnos al lamento de los tristes que todo lo ven mal. La providen-cia de Dios saca para sus hi-jos bienes, incluso de los ma-les.

Grupo 3

CONCLUSIONES

Ha sido una experiencia muy positiva para todos nosotros.

Panorama parroquial

Palau del Ardiaca

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Nos ha abierto una ventana a cosas que no sabíamos o que, conociendo, no las teníamos tan claras como ahora.

Hemos escuchado a conferenciantes con un nivel humano y teológico extraordinario, nos han avivado la alegría de ser cristianos.

Todo elogio es poco para ellos y nos agradaría que esta experiencia nuestra se repitiera en cuantas más personas mejor.

Agradecemos a todos ellos y en especial al Sr. Abad que nos hayan fortalecido en nuestra vida espiritual y motivado en el amor y la unión a todos.

PROYECTOS

Nuestro grupo espera el momento de poder ser útiles a la parroquia y poder así ayudar a los demás.

También queremos reunirnos periódicamente y visitar algún centro como el asilo, residencia 3ª edad, hospital, etc.

Grupo 4 y 5CONCLUSIONES

Nos ha hecho mucho bien puesto que nos ha ayudado a vivir y encauzar mejor nuestra fe cristiana.

PROYECTOS

Continuamos: que el Congreso no termina, sino que debemos continuar nuestro propio Con-greso siendo ejemplo y haciendo posible lo que en él hemos aprendido, vislumbrado y asimila-do.

Grupo 6

Sabiéndonos pertenecientes a la Iglesia, y que formamos una comunidad. Con estas premisas, y sabiéndonos acogidos, entrar en todos los ámbitos sociales sin distinción de ningún tipo, aso-ciaciones, sindicatos etc, para manifestar nuestros puntos comunes y colaborar, pero también mostrar las divergencias que son base de nuestra fe.

Serle fi el y trabajar en ella con gratuidad. Darla a conocer como comunidad de creyentes que caminan hacia el mismo fi n. Compartir la alegría de pertenecer a ella.

CONCLUSIONES

Alegría por haber podido realizarlo. Renovación de nuestro actuar, descubrir a las personas que han participado, compartir con ellas nuestras vivencias, aprender, y modestamente mostrar. Ha sido una gran suerte y gracia.

PROYECTOS

Compromiso generoso de llevar adelante todas las ilusiones que hemos manifestado, nuestra disposición al trabajo, cada uno según su propio carisma.

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CAMINEM JUNTS 12

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Grupo 7CONCLUSIONES

- Ha servido para conocer la realidad parroquial a través de distintos puntos de vista.- A aumentar la conciencia de pertenecer a la Iglesia como pueblo de Dios.- Recordar lo que es ser discípulo de Cristo y lo importante que es el papel del laico bien

preparado dentro de la Iglesia.- Se ha manifestado con claridad la campaña laicista que existe para acabar con el hecho

religioso en España para que obremos en consecuencia.Valoramos positivamente el Congreso mismo. PROYECTOS

- Permanencia del Instituto de Ciencias Religiosas y promocionar nuevos grupos que sigan esta línea de formación.

- Promocionar la pastoral familiar animando a los matrimonios jóvenes.- Promover dinámicas que ilusionen y animen a los feligreses a ser más participativos en la

parroquia: asambleas, excursiones, convivencias...- Dar más protagonismo a juniors y jóvenes en algunas celebraciones eucarísticas: Pascua,

Navidad, día de la Parroquia, día del Junior, Pañoletas...- Dar a conocer cómo funciona la actividad caritativa de la Iglesia en la actualidad: lo que

más se conoce de Cáritas es que sirve par dar y recoger.- Realizar anualmente actos externos bien organizados y que sean signos de evangelización

en Xàtiva.- Animar la unidad de las parroquias de nuestra ciudad.

Grupo 8CONCLUSIONES

Creemos que nos ha hecho mucho bien y por ello nos atenemos a las manifestaciones que exponemos en la segunda respuesta.

PROYECTOS

Nuestros proyectos son en principio asimilar cuanto hemos aprendido durante el Congreso, perseverar en todo lo que hemos aprendido y procurar que nuestra vida, a partir de ahora, se desenvuelva más de acuerdo con nuestra Fe y ser conscientes de que debemos mejorar día a día con coraje de cristiano.

Panorama parroquial

CAMINEM JUNTS 13

Nuevo libro del Abad

FORN DE PLÁPANADERIABOLLERIA

PASTELERIA

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XÀTIVA

“Recuperar el coraje de la fe” es el título del último libro del Sr. Abad. Fue presentado dentro de los actos del Congreso de Vida Parroquial el pasado 24 de mayo por el Rvdo. D. Lisardo Castelló, Párroco de la Font de la Figuera. Con palabras muy hermosas supo admirar a los oyentes sin que perdieran el interés, a la vez que iba mostrando el contenido de la obra.

Ofrecemos el texto de don Lisardo.

CAMINEM JUNTS 14

Panorama parroquial

Anteayer le comentaba yo al Sr. Abad que me encontraba en Londres. Y no es que lo estu-viera realmente, sino que la nie-bla en La Font era tan intensa que parecía eso: Londres.

Algunos pensamos que via-jar es tan caro como complica-do. Sin embargo, cuando se tiene un poco de imaginación no hay nada más fácil y más barato.

Viajar, en el sentido de salir de uno mismo, de transportar-se a otros mundos, a otras vi-das, a otras realidades.

En ocasiones, el billete cues-ta sólo el precio de un libro.

Presentación del libro “Recuperar el coraje de la fe”

DE ARTURO CLIMENT BONAFÉ • 24 DE MAYO DE 2007

CAMINEM JUNTS 15

A mí me acaba de ocurrir. Vengo de un viaje precioso por un país extraordinario, que no imaginario. Llevado sobre la al-fombra voladora de las expe-riencias, las expresiones y el buen hacer de este trabajador infatigable que es el Sr. Abad.

Dicen que Santo Tomás es-cribía, a veces, cuatro libros al mismo tiempo. Todas las com-paraciones son odiosas y ésta puede ser, incluso, irrespetuosa dado el talante y la santidad del mentado personaje. Pero éste contaba con personas que plas-maban por escrito sus dictados y D. Arturo, aparte de producir de una forma tan abundante lo hace poniendo él mismo cada dedo en una tecla del ordena-dor y cada instante en un as-pecto de Dios y de su Iglesia.

Les decía que vengo de un viaje apasionante.

He descubierto en esta obra que les estoy presentando el lenguaje de un guerrero. Sí, no me han oído mal, un guerrero, un luchador o un batallador, como ustedes prefi eran nom-brarlo.

Y no podía ser menos, tra-tando el tema de “RECUPE-RAR EL CORAJE DE LA FE”.

Y tampoco podía ser más, puesto que no es un Libro de Caballerías. ¿O sí?

Dicen que una buena pre-sentación es la que habla de

algo, en este caso de este libro, pero con la sutileza de no des-velar su fi nal ni su intriga. Una buena presentación, digo yo, será aquella en la que el presen-tador suscite, sencillamente, el interés, en los presentes, de leer lo presentado.

Bueno, pues eso es lo que me dispongo a hacer.

De vueltas ya de mi viaje, apasionado por las experiencias compartidas, embriagado por el diálogo de mi vida con la que aquí se expresa, entre los ren-glones de estas páginas que pa-san sin pesadez, me dispongo a compartir con ustedes el botín de esta aventura en los términos que les ido comentando.

Si la vida es, toda ella, un viaje por un país extraño, que es este mundo…

Si el personaje central de nuestra historia personal e irre-petible somos nosotros mis-mos…

Si nuestras experiencias son proezas, grandes o pequeñas, y con un carácter de salvación personal defi nitivo…

Si el vivir mismo es una aventura con un principio, una meta, unos métodos y un fi nal victorioso…

Si los días son batallas, y la lucha contra el mal es más defi -nitiva que la Tercera Guerra Mundial para cada uno de no-sotros porque nos jugamos la felicidad cuerpo a cuerpo…

Si los dones son corceles que nos llevan a lomos para llegar a cumplir nuestra hazaña y con-seguir la felicidad, el tesoro o la recompensa…

Si existir es tan apasionante que sin existencia no hay pa-sión, me permitirán que presen-te este libro de la siguiente ma-nera:

Todos los grandes caballeros recurren a un manuscrito secre-to que sólo ellos saben interpre-tar con la inteligencia propia del que se juega la vida en ello.

En mi viaje el manuscrito está incrustado en una caracola marina de aquellas que uno se pone en la oreja y entiende que el mar está dentro porque intu-ye su oleaje.

En mi viaje, esta caracola es dulcemente prestada por al-guien importante, alguien que podría ser un padre empeñado en ayudar a su hijo en la trave-sía de la vida.

En mi viaje, la riqueza son lingotes de oro. Pero, éstos, en lugar de ser materiales precio-sos pesados, son frases o conse-jos tan preciados como el oro.

Así que, para que puedan re-correrlo conmigo, les diré que en mi viaje lo que se oye en la caracola no es el oleaje del mar, sino el preciado sonar de unas frases que valen su peso en oro.

Frases que, aunque las hayan oído en otras ocasiones, tienen

CAMINEM JUNTS 16

la frescura de la primera vez que fueron pronunciadas por-que las situaciones de una vida que avanza siempre son nue-vas.

Y en este país extraño en el que me he adentrado, tengo la misión, a vida o muerte, de re-correr, a lomos de mi corcel, el camino de los grandes guerre-ros, en este libro llamados san-tos o mártires: Madre Teresa, Juan Pablo II, Benedicto, Pa-blo, Andrés, Juan, Pedro, Jacin-to Castañeda, etc.

La meta es llegar a la gruta misteriosa donde se esconde el espejo de las maravillas y los tres cofres, cada uno de ellos con un contenido misterioso.

La caracola servirá para guiarme porque cada vez que me la acerque oiré la voz del sa-bio que me dará, en cada oca-sión u obstáculo, la pista para que yo pueda seguir en el cami-no de los guerreros, tan real como fantástico.

Un camino que sólo pueden recorrer los que lo hacen con el coraje de la fe.

Inicio mi andadura ante un cruce de senderos sin saber qué dirección tomar. Es la primera vez que me atrevo a escuchar la voz en la caracola y como un lingote de oro espiritual adivi-no la primera frase:

1. Escoge el sendero de “los que van rápidamente a darlo todo” (pág. 14).

Entiendo que las abreviatu-ras que hay al pie responden al nombre de una de las grandes amazonas del coraje de la fe, Madre Teresa de Calcuta, y es-cojo el sendero que ella escogió, uno que está indicado por un beso, porque la caracola, ante mi indecisión, ha vuelto a ha-blar lanzando su segundo orá-culo:

2. “El poder sobrecogedor se humilla ante nosotros y sólo podemos arrodillar-nos y besar el suelo”. El mundo es bello (pág. 11).

Sacudo los lomos de mi cor-cel con decisión y salgo galo-pando por el sendero indicado y, nada más iniciarme en la aventura la caracola vuelve a re-querir mi atención:

3. “Se te mostrará como una luz que sólo perciben los sencillos, los humildes y los limpios de corazón” (pág. 15).

Me vi sacudido por la incer-tidumbre una vez más. Yo no me sentía humilde. Me entris-tecí y estuve a punto de acabar con mi aventura a poco de ha-berla iniciado. Sin embargo, la humildad se refugia en los co-razones de aquellos que sienten que tienen que aprender. Y yo quería aprender, por eso leí este libro.

Y al momento mi tristeza se convirtió en alegría, una alegría

que contrastaba en mi camino con la profunda penumbra de aquellos rostros que me encon-tré al principio de mi andadura. Es la tristeza más triste que pueda existir y que, por desgra-cia, existe.

En los múltiples poblados con chozas, que había antes de la frontera del país del espejo de las maravillas, sonaban muchas voces, una gran algarabía. To-das ellas parecían prometer algo y ese algo parecía la felicidad. Pero todo parecía y desaparecía en medio de las tinieblas y de lo lúgubre.

Entendí que muchos se ha-bían quedado en el intento, que muchos no habían podido atra-vesar aquella frontera. Y, una vez más, la tercera, la voz de la caracola me reclamó:

4. “Los instrumentos de guerra deben ser destrui-dos, quemados, enterra-dos para siempre”(p. 16).

Cuando me disponía a ale-jarla la volví a oír:

5. “Que nadie se atreva a manosear la conciencia de los niños ni a ensuciar su corazón” (p. 17).

Al instante se desplomaron sobre el suelo mi espada, mi ar-madura y mi escudo y me per-treché de nuevo. Cambié lo in-útil y pesado por la sinceridad y la fe y, cómo no, continué el camino guardando celosamente mi caracola.

Panorama parroquial

CAMINEM JUNTS 17

Su próxima celebración

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Atravesé la frontera y pronto me vi perseguido y acosado por sombras peligrosas que inten-tan torturar a todos los guerre-ros y que se encuentran al prin-cipio de todas las buenas deci-siones.

Galopé sin descanso durante días y noches y no se desvane-cían. Golpeaban mi alma y a punto estuvieron de derribarme de mi caballo. Recurrí a la ca-racola y escuche su voz una vez más:

6. “Defi ende sin complejos la verdad y la belleza”,

“proclama a los cuatro vientos tu fe” (pág. 19).

Entonces detuve mi mon-tura y empezó a hacerla girar sobre si misma, al tiempo que gritaba a ple-no pulmón y sin comple-jos esta consigna. Estuve al borde del desfalleci-miento. Las sombras se disiparon y después de esta terrible y acuciante tempestad vino la calma.

Para no alargarme con esta iniciada singladura abreviaré sin renunciar a decirles que tuve

que pasar un pantano cenago-so, un desierto sin sol y un bos-que oscuro y tenebroso.

Pero la caracola seguía cum-pliendo fi elmente su misión y arremetía contra todos los obs-táculos con frases como las que siguen:

7. “No te avergüences de lo que eres, vive a pleno pul-món” (p. 24).

8. “No tengas miedo a lo que viene después” (p. 28).

9. “Para cambiar el corazón tienes que tener las rodi-

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de la Seucolabora en la publicación del

CAMINEM JUNTS

llas dobladas y la cabeza inclinada; así recuperarás la vida que buscas y no encuentras” (p. 31).

Todas estas frases seguro pertenecen al ritual de los gran-des guerreros.

Y éstas otras:10. “Hay que provocar el

rearme por la paz” (p. 34), y

11. “para ello no tengas miedo, estoy a tu lado, sólo es necesaria mi gra-cia y tu valor”.

12. Para seguir en el cami-no de los intrépidos es imprescindible que “ha-bles con autoridad, res-paldando tus palabras con tus hechos” (p. 35).

13. Los grandes guerreros, “los grandes mártires vi-vían lo que creían y de-rramaron su sangre”. “No te acobardes”(p. 37).

Agotado me detuve a beber

en un pozo. Hacía mucho ca-lor. Los habitantes de aquellos pueblos acudían allí a por agua. Y oí una conversación entre un joven y una mujer en lo que pa-recía

14. “Un encuentro sin pro-grama, sin guión previo, con todos los prejuicios rotos” y entendí que la verdadera sed la padece solo el alma y sólo se sacia con la verdad. (p,39).

Volví a emprender mi viaje. La caracola seguía refrescando mi alma con esa sabiduría que llena la vida:

15. “Nadie puede borrar tu fe” (p,44).

16. “Lo que digas hazlo, lo que creas practícalo” (p. 46).

17. “La verdadera transfor-mación se hace desde dentro” (p. 49).

Entendí que el más grande de los guerreros, un tal Jesús de Nazaret, también había recorri-do este camino fi el a esta con-signa y me sentí alentado.

La presencia del gran guerre-ro se hizo cada vez más eviden-te, hasta el punto de que me sentía acompañado por Él.

No obstante, yo era quien tenía que tomar mis propias de-cisiones y, aunque cada vez es-taba más cerca de mi meta, nunca me vi privado de la liber-tad de desandar lo andado o de seguir otro camino.

Pero este camino era el de aquel Jesús y sólo se recorre bien cuando uno entiende que

18. “Ante Dios no hay mo-nopolios, ni tiene cabida la pretensión de manipu-lar la libertad” (p. 53).

Ya no me quedaban bienes, ni víveres. La aventura parecía interminable y, sobre todo, ago-tadora. Se me consumía la vida. Volví a escuchar la caracola:

19. “Tus bienes espirituales

no se consumirán si tú, si tu decisión es inquebran-table y te mantienes fi el hasta el fi nal” (p 55-56).

Animado por estas palabras volví a emprender la marcha determinado plenamente a en-contrar ese fi nal.

Pero me fl aqueaban las fuer-zas.

Ya no encontraba forma hu-mana de continuar.

Fue entonces cuando escu-ché la voz del gran guerrero. Su presencia ya no era una simple sensación.

Era evidente y clara.De sus labios oí una frase

que, para mí, fue tan determi-nante que recuerdo la hora exacta: “Ven conmigo”, y le se-guí. “Eran las cuatro de la tar-de” (p. 112).

En aquel momento cambió mi vida y todo cobró un valor diferente.

Sentí que20. “Dios está con nosotros.

Dios quiere ser para no-sotros el camino la verdad y la vida” (p. 59).

Y, con asombro, recibí de sus manos un alimento que no pe-rece.

Al instante me vi reconstrui-do, reparado, aliviado. Vivo otra vez.

De su mano, llegué a la gru-ta donde se guardaba el espejo de las maravillas. Éste era el objetivo de mi viaje,

Panorama parroquial

CAMINEM JUNTS 19

La Cofradía de la Mare de Déu

colabora en esta revista

21. “el valor supremo, los demás valores son penúltimos, son secundarios” (p. 65).

Entré totalmente sobrecogido por la gravedad del momento que tanto tiempo había esperado y en-contré lo que buscaba: mi corazón.

Él era el espejo donde Dios se refl eja y donde se produce el milagro de la vida.

Y los tres cofres forman par-te de él.

Uno llevaba la humildad, otro la fe y otro la confi anza absoluta.

Y descubrí que éste no era el fi nal sino el principio del cami-no (p. 79).

¡Les advierto! Cuando lean este libro déjense sorprender.

No encontrarán ni guerre-ros, ni espejos, ni cofres, ni pantanos cenagosos. Cada uno lo recorre con su historia para

enriquecerla con nuevos hallaz-gos y tesoros nuevos.

Un libro siempre es una aventura porque es la preciada vida de otra persona hablando por escrito.

De momento y para acabar les voy a revelar un secreto:

(Enseño el libro). ÉSTA ES MI CARACOLA.

Muchas gracias.

CAMINEM JUNTS 20

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CONFIRMANDOS El Sr. Abad confi rió el sacramento de la Confi rmación a seis jóvenes de la Parroquia en el día de

Pentecostés. Toda la Comunidad acompañó a estos jóvenes y les felicitó por la valentía de recibir este Sacramento.

Éstos son los jóvenes confi rmandos: María Amparo García Micó, Andrea García-Chamón Brígi-do, Almudena García Nieto, Tomás Ferrer Montell, Alberto Moncho Llana y Paco García Vidal.

FINAL DE CURSO DE LA CATEQUESIS

Este año ha sido en la iglesia

de sant Francesc donde, en el marco de un acto mariano, he-mos clausurado el presente cur-so de catequesis. Asistieron al acto los niños de los tres curso y ante la Virgen de los Desam-parados ofrecieron su oración y un beso de gratitud por la fe y el amor que cada día reciben de Dios

Panorama parroquial

Confesión de los niños de Primera Comunión Jóvenes que han terminado Primero de Confi rmación

Grupo de niños de Primera Comunión

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IMAGEN NUEVA DE SANTA GEMA

El Sr. Abad, el domingo 13 de mayo, bendijo la nueva imagen de santa Gema Galgana, Patro-na de los estudiantes. Esta imagen se quedará en la iglesia de sant Francesc para la veneración de los fi eles.

LAS NUEVAS CORONAS DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS

Los Orfebres Piró de Valencia han cincelado las nuevas coronas de plata para la Virgen de los Desamparados, el Niño Jesús y los santos Ino-centes, que ya luce la imagen de la Mare de Déu. Esta imagen fue regalada hace muchos años por el matrimonio Dauder Pellicer.

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Panorama parroquial

SEMANA SANTA EN SANT FRANCESC

Este año los actos de la Semana Santa se han celebrado en la iglesia de sant Francesc. La asistencia, la participación, el silencio y el fervor han llamado la atención. Las foto-grafías muestran la bendición de los Ramos y Palmas del Domingo de Ramos.

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EL ACTO DE LA INAUGURACIÓN

El Lunes Santo, 2 de abril, se inauguró la gran exposición la Llum de les Imatges. Luz Mundi. Xàtiva 2007.

Asistieron el Sr. Arzobispo y el Sr. Obispo auxiliar don Esteban Escudero, el Sr. Obispo de Segorbe Castellón, el Sr. Abad de la Colegiata, el Sr. Presidente de la Generalitat y varios Consellers, el Sr. Alcal-de y el Pleno del Ayuntamiento, los Comisarios y muchísimas personas: fue una fi esta.

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Las Camareras de la Virgen

colaboran en esta revista

No se puede construir el futuro prescindiendo del pasado. Con estas palabras, y con ocasión del centena-rio de la muerte de san Gregorio Magno, recordaba Juan Pablo II el 27 de octubre de 2003, la necesidad de valorar las ricas raíces cristianas de Europa. Esta Europa nue-va lleva consigo los valores que durante dos milenios han fecundado un modo de pensar y vivir, de los que el mundo entero se ha bene-fi ciado. Entre estos valo-res, el Cristianismo tiene un papel clave, en la medi-da en que ha dado lugar a un humanismo que ha im-pregnado su historia y sus instituciones. Una Europa que renegara de su pasado, que negara el hecho religio-so y que no tuviera dimen-sión espiritual alguna, que-daría desguarnecida ante el ambicioso proyecto que moviliza sus energías.1

Tampoco puede olvidarse la aportación posi-tiva que supone la valoración de los bienes cultu-

rales de la Iglesia. En efecto, éstos pue-den ser un factor peculiar que ayude a suscitar nuevamente un humanis-mo de inspiración cristiana. Los cris-

tianos en Europa no pueden renunciar a su Historia. Tam-

poco Europa puede renun-ciar a sus orígenes cristia-nos, que han dejado su

impronta en el arte, la lite-ratura, el pensamiento y la cultura. Pero, esta herencia no pertenece solamente al

pasado, es un proyecto para el porvenir que se ha de transmitir a las genera-

ciones futuras.2

En nuestro mundo secu-larizado, el arte permanece

como una de las pocas formas de Evangelización

que penetra también en am-bientes cerrados a cualquier otro modo de anunció. Así

iniciaba su tercera y última predicación de Cuaresma el

P. Raniero Cantalamessa en la capilla Redemptoris Mater. El arte cristiano puede y quiere seguir ilu-minando al mundo no sólo por su belleza y su

Joan Aliaga, Ximo Company, Vicente Pons,

Comisarios de la exposición

Retablo de la Inmaculada. Juan de Juanes e hijo, Vicent Juanes

.

CAMINEM JUNTS 36

valor histórico-patrimonial, sino también por los valores que encierra. No son sólo imágenes para Ver, sino también un libro en el que Leer y un mensaje que Escuchar. En este sentido, en su re-ciente mensaje del Papa Benedicto XVI a los miembros del Consejo Pontifi cio de las Comuni-caciones Sociales, hacía una llamada a educar en la belleza, la verdad y la bondad, especialmente a los niños y a los jóvenes: “la belleza de los clásicos de la literatura, la música selecta y las bellas artes. La belleza –señalaba el Santo Padre–, que es como un espejo de lo divino, e inspira y vivifi ca los co-razones y mentes jóvenes”.

La luz de las Imágenes. Lux Mundi. Xàtiva 2007 pretende iluminar al visitante no sólo con la belleza del Arte Cristiano en si, sino con los valores de aquel que es Luz del Mundo: Jesucris-to, nuestro Señor.

“Nadie enciende una luz para esconderla en un lugar oculto o la pone bajo la cama. Al con-trario, la coloca bien alta, para que los que entren vean la luz y la claridad”. Este texto, que recogen los evangelios de san Lucas y san Marcos, refl eja muy bien el principal objetivo de las exposiciones que La luz de las Imágenes ha ido celebrando en Valencia, Segorbe, Orihuela, San Mateo, Alican-te y ahora en Xàtiva, y recoge la voluntad que la Iglesia tiene, especialmente tras el Concilio, de utilizar su patrimonio, no como una lámpara a ocultar, sino como una luz a mostrar, capaz de iluminar la sociedad actual. Ahora más que nun-ca, se ve el patrimonio eclesiástico no como un fondo a esconder, sino como una herencia a mos-trar, testimonio de un pasado común y valioso para toda la sociedad, pero también como testigo de una fe y religiosidad capaz de manifestarse en multitud de formas y realidades culturales.

Este protagonismo de las imágenes que ilumi-nan a los cristianos queda patente en textos como el de san Juan Damasceno: “lo que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los

que no leen. Lo que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las imáge-nes son el catecismo de los que no leen”. La luz está vinculada a las imágenes y éstas son el testi-monio y la enseñanza de la Iglesia. El Verbo es la luz, que se hizo carne en Jesucristo, luz del Mun-do, la misma Palabra que ilumina el Arte y con-vierte las Imágenes en la luz de las gentes. Esta idea se mantiene durante toda la Edad Media y vuelve a tomar fuerza con el concilio de Trento y la teología de la contrarreforma, frente a la Sola Fides, sola Scriptura del pensamiento protestante. La misma Leyenda Aurea de Jacobus de Voragine al referirse a la Dedicación de una iglesia señala:

Virgen de Gracia. Paolo de San Leocadio. Enguera

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“E nós avem III memorials de la Passió de Jesuchrist. Lo primer és lo Crucifi x, lo qual tenim sobre l’altar en memòria de la seua santa Passió; e assò és quasi com a libre dels homens lechs. Lo segon memorial de la Passió és en Paraula, çó és, en quant la Passió de Jesuchrist és preïcada; e allò ha a fer quant a hoir. Lo terç memorial es lo sant Sagrament en lo qual se conté lo cors e la sanch de Nos-tre Senyor Jesuchrist, en en aquest memorial se manifesta com gran ajustament e fraterni-tat d’amor devem tots aver a Jesuchrist, qui es frare nostre. E aquest senyal fa a fer quant al testament. Donchs, si nostre ata-lantament és en la Passió de Jesuchrist, qui és a nós depinta e preuada, molt pus fortment nos deu infl amar lo sagrament de l’altar en què és verament expressada”.3

Las imágenes del Calvario, del crucifi cado, de la institución de la Eucaristía, y los principa-les momentos de la vida de Jesús, desde la Anun-ciación hasta su Ascensión, son por tanto las pri-meras en plasmarse y en ocupar los lugares más importantes de retablos e iglesias. El arte cristia-no es un arte Cristológico, donde la Cruz ocupa el lugar más alto, y donde estas escenas son tra-tadas por pintores, escultores, iluminadores y orfebres con singular maestría.

La exhortación apostólica Ecclesia in Europa señala la importancia de valorar los bienes cultu-rales de la Iglesia, del diálogo asiduo con quienes se dedican al Arte, su adecuada conservación y uso inteligente, así como su aportación a la Cul-tura y su invitación constante a descubrir el sen-tido del Misterio: el arte, la literatura, la música, la pintura, la escultura y la arquitectura deben

hacer perceptible, más aún, fascinante en lo po-sible, el mundo del Espíritu, de lo invisible, de Dios.4

Un primer sentido que encierra la exposición La luz de las Imágenes. Xàtiva 2007, con el lema Lux Mundi, es seguir mostrando el Patrimonio de la Iglesia de Valencia, recuperarlo, estudiarlo y darlo a conocer como una forma de iluminar a toda la sociedad. Esto se intenta hacer desde la luz del Arte y su dimensión sagrada, en expre-sión de A. Tapies, y desde los diferentes estilos y maestros valencianos que han tenido su origen y su presencia en Xàtiva y su área de infl uencia, comparando estos modelos con otros de ámbitos geográfi cos más amplios. Todo ello, desde sus orígenes paleocristianos y los tiempos de la con-quista cristiana del s. xiii, representados especial-mente en la ermita de sant Feliu, hasta la actua-lidad, sin olvidar el momento especial del s. xv, época de los Borja, originarios de esta ciudad de Xàtiva, que no ha perdido su perfi l y memoria histórica, manifestada en una ciudad patrimo-nio, llena de edifi cios religiosos, que testifi can la riqueza y variedad del arte cristiano.

Milagro del Santo Ángel. Ayora. Vicente López

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La relación luz-arte no estriba sólo, por tanto, en el tratamiento de la luz, magistral en algunos autores como José de Ribera, nacido en Xàtiva, sino también en la necesidad que la Iglesia tiene del Arte y el Arte de la Iglesia, especialmente si se tiene como punto de mira al hombre, el ser más perfecto de la Creación: la imagen del hom-bre, la verdad del hombre, el Ecce Homo, el Cris-to, el nuevo Adán, que manifi esta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la subli-midad de su vocación.5 La fi gura de Jesucristo, lux mundi, resulta así atrayente, luminosa y sin-cera para el Arte, que la convierte en el mejor escenario para acercarse al rostro humano de Dios.6 La obra Cristo y el Pintor de Marc Chagall, conservada en los Museos Vaticanos, es un refe-rente de esta relación.

El tema de la luz envuelve, así, con su fascina-ción y su misterio, todo el conjunto de textos bíblicos y todo el arte religioso en general. La luz es el primer nombre de Dios y en medio de la luz es donde se realiza su primera revelación. La mis-ma Creación es el triunfo de la luz sobre la oscu-ridad de las tinieblas, imagen de la victoria de Dios sobre las fuerzas del caos y de la muerte.7 La segunda revelación que Dios hace de si mis-mo está también marcada por la luz. Es la reve-lación de su nombre a Moisés, en el marco del fuego de la zarza, o en la columna de fuego que acompaña al pueblo de Israel hasta la Tierra Pro-metida.8

También Isaías9, Tobías10 o los Salmos11 se re-fi eren a Dios y a su Palabra como luz de las gen-tes que ilumina a las naciones, términos que re-tomaran los textos de Lucas en el Nuevo Testa-mento.12 Entre los restos de la antigua capilla de Santa Ana de la colegiata, mandada construir por Alfonso de Borja-Calixto III y conservados en la actualidad en el Museo de l’Almodí de Xà-tiva, destaca un personaje portando una antor-cha que algunos han identifi cado como Aeneas o

Mercurio, pero que sin duda no es otro que Moi-sés, que conduce al pueblo de Israel a la tierra prometida, de la esclavitud a la libertad.

Caminar en la luz es el programa que san Juan y san Pablo proponen al cristiano de todos los tiempos. Al mismo Pablo se le aparece Jesús en el camino de Damasco como una luz venida del cielo.13 La celda de los apóstoles apresados se llenó de luz y quedaron libres.14 El cristiano es hijo de la luz15 y san Juan recuerda que los segui-dores de Cristo están llamados a ser sal y luz en medio del mundo16, hijos de la luz frente a los hijos de la oscuridad.

Transfi guración. Mestre de Bonastre

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Juan es el evangelista de la Luz: la última y defi nitiva revelación que Dios hace de si mismo es en su mismo Hijo Jesucristo.17 Él se decla-ra entonces como lux mundi,18 titulo que la misma liturgia cristiana se-guirá aplicando a Jesucristo, y lo ratifi ca por medio de un sig-no bien elocuente: la curación de un ciego de nacimiento, magistralmente tallado en el retablo del s. xvii de la cate-dral de Chartres. Cada cre-yente es iluminado interior-mente por Cristo, como lo fue exteriormente aquel cie-go. Así aparece escrito en griego en la lámpara de ce-rámica del s. vi, conservada en el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén: “La luz de Cristo ilumina a todos”. Incluso el sufri-miento, la muerte y la re-surrección de Cristo, irán acompañados de la presencia

de la Luz, la única que puede iluminar la vida, los sufrimientos y la muerte de los hombres.

Luz en el Nuevo Testamento es sinónimo de salvación, verdad, fe, vida, resurrección,

Evangelio y Pascua. Los primeros cristianos emplearon el término iluminación para el bautismo y la iniciación a la vida cristiana.

Una imagen, la de Cristo en majestad portador del libro sa-grado abierto con el texto Ego sum lux mundi, con el alfa y la omega, se repite en portadas, pinturas y retablos especialmen-te durante la alta edad media, es la imagen del Pantocrátor de San Feliu de Taüll, conservada en el Museo de Arte de Cata-luña, es la imagen que se can-ta cada vigilia Pascual en el Pregón: “Alégrese la tierra inundada por la nueva luz, el esplendor del rey destruyó las tinieblas, las tinieblas del

mundo”.

1 Discurso de S.S. Juan Pablo II al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (13-enero-2003).2 Exhortación apostòlica Ecclesia in Europa (28 junio 2003). Cap. 3.3 y 6.2.3 VORAGINE, Jaume de., Llegenda Àuria. (a cura de Nolasc Rebull).Olot 1976, p. 929.4 Cfr. PETSCHEN, S., Europa, Iglesia y Patrimonio Cultural. Madrid: BAC, 1996.5 Discurso de S.S. Juan Pablo II a los artistas (Munich. 19-noviembre de 1980)6 Cfr. PLAZAOLA, J., Historia y sentido del Arte Cristiano. Madrid: BAC Mayor, 1996.7 Gen 1,3-5; 1, 14-19.8 Ex 3, 2.14; 199 Is 49, 6; 51, 4.10 Tob 3, 16-1711 Sal 27, 1; 119, 105; 36, 10.12 Lc 1, 78; 2, 8-13; Hech 13, 44-47.13 Hech 22, 6-11.14 Hech 12, 6-1115 Rom 13, 8-1016 Jn 5, 13-16 y Mt 5, 11-1217 Heb 1, 12.18 Jn 8, 12. Vid también 1a Jn 1, 4-7 y 2, 8-10.

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Queridos hermanos y hermanas: En la víspera de su Pasión, durante la Cena pas-

cual, el Señor tomó el pan en sus manos –como acabamos de escuchar en el Evangelio– y, después de pronunciar la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: “Tomad, éste es mi cuerpo”. Después tomó el cáliz, dio gracias, se lo dio y todos bebie-ron de él. Y dijo: “Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos” (Mc 14, 22-24). Toda la historia de Dios con los hombres se resu-me en estas palabras. No sólo recuerdan e inter-pretan el pasado, sino que también anticipan el futuro, la venida del reino de Dios al mundo. Jesús no sólo pronuncia palabras. Lo que dice es un acontecimiento, el acontecimiento central de la historia del mundo y de nuestra vida personal.

Estas palabras son inagotables. En este momen-to quisiera meditar con vosotros sólo en un aspec-to. Jesús, como signo de su presencia, escogió pan y vino. Con cada uno de estos dos signos se entre-ga totalmente, no sólo una parte de sí mismo. El Resucitado no está dividido. Él es una persona que, a través de los signos, se acerca y se une a no-sotros.

Ahora bien, cada uno de los signos representa, a su modo, un aspecto particular de su misterio y, con su manera típica de manifestarse, nos quieren hablar para que aprendamos a comprender algo más del misterio de Jesucristo. Durante la proce-

sión y en la adoración, contemplamos la Hostia consagrada, la forma más simple de pan y de ali-mento, hecho sólo con un poco de harina y agua.

Así se ofrece como el alimento de los pobres, a los que el Señor destinó en primer lugar su cercanía.

HOMILÍA DEL PAPA BENEDICTO XVI DURANTE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

EN LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

Basílica de San Juan de Letrán, Jueves 15 de junio de 2006

Admirable Sacramento: la Eucaristía

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La oración con la que la Iglesia, durante la li-turgia de la misa, entrega este pan al Señor lo pre-senta como fruto de la tierra y del trabajo del hom-bre. En él queda recogido el esfuerzo humano, el trabajo cotidiano de quien cultiva la tierra, de quien siembra, cosecha y fi nalmente prepara el pan. Sin embargo, el pan no es sólo producto nuestro, algo hecho por nosotros; es fruto de la tierra y, por tanto, también don, pues el hecho de que la tierra dé fruto no es mérito nuestro; sólo el Creador podía darle la fertilidad.

Ahora podemos también ampliar un poco más esta oración de la Iglesia, diciendo: el pan es fruto de la tierra y a la vez del cielo. Presupo-ne la sinergia de las fuerzas de la tierra y de los dones de lo alto, es decir, del sol y de la lluvia. Tampoco podemos producir nosotros el agua, que necesitamos para preparar el pan. En un pe-ríodo en el que se habla de la desertización y en el que se sigue denunciando el peligro de que los hombres y los animales mueran de sed en las regiones que carecen de agua, somos cada vez más conscientes de la grandeza del don del agua y de que no podemos proporcionárnoslo por no-sotros mismos.

Entonces, al contemplar más de cerca este pe-queño trozo de Hostia blanca, este pan de los po-bres, se nos presenta como una síntesis de la crea-ción. Concurren el cielo y la tierra, así como la actividad y el espíritu del hombre. La sinergia de las fuerzas que hace posible en nuestro pobre pla-neta el misterio de la vida y la existencia del hom-bre nos sale al paso en toda su maravillosa grande-za. De este modo, comenzamos a comprender por qué el Señor escoge este trozo de pan como su sig-no. La creación con todos sus dones aspira, más allá de sí misma, hacia algo todavía más grande. Más allá de la síntesis de las propias fuerzas, y más allá de la síntesis de la naturaleza y el espíritu que en cierto modo experimentamos en ese trozo de pan, la creación está orientada hacia la diviniza-

ción, hacia las santas bodas, hacia la unifi cación con el Creador mismo.

Pero todavía no hemos explicado plenamente el mensaje de este signo del pan. El Señor hizo refe-rencia a su misterio más profundo en el domingo de Ramos, cuando le presentaron la petición de unos griegos que querían encontrarse con él. En su respuesta a esa pregunta, se encuentra la frase: “En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 24). El pan, hecho de granos molidos, encierra el misterio de la Pasión. La harina, el grano molido, implica que el grano ha muerto y resucitado. Al ser molido y cocido manifi esta una vez más el misterio mismo de la Pasión. Sólo a través de la muerte llega la resurrec-ción, el fruto y la nueva vida.

Las culturas del Mediterráneo, en los siglos an-teriores a Cristo, habían intuido profundamente este misterio. Basándose en la experiencia de este morir y resucitar, concibieron mitos de divinidades que, muriendo y resucitando, daban nueva vida. El ciclo de la naturaleza les parecía como una pro-mesa divina en medio de las tinieblas del sufri-miento y de la muerte que se nos imponen. En estos mitos, el alma de los hombres, en cierto modo, se orientaba hacia el Dios que se hizo hom-bre, se humilló hasta la muerte en la cruz y así abrió para todos nosotros la puerta de la vida.

En el pan y en su devenir los hombres descu-brieron una especie de expectativa de la naturaleza, una especie de promesa de la naturaleza de que tendría que existir un Dios que muere y así nos lleva a la vida. Lo que en los mitos era una expec-tativa y lo que el mismo grano esconde como signo de la esperanza de la creación, ha sucedido real-mente en Cristo. A través de su sufrimiento y de su muerte voluntaria, se convirtió en pan para todos nosotros y, de este modo, en esperanza viva y creí-ble: nos acompaña en todos nuestros sufrimientos hasta la muerte. Los caminos que recorre con no-

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sotros, y a través de los cuales nos conduce a la vida, son caminos de esperanza.

Cuando, en adoración, contemplamos la Hostia consagrada, nos habla el signo de la creación. En-tonces reconocemos la grandeza de su don; pero reconocemos también la pasión, la cruz de Jesús y su resurrección. Mediante esta contemplación en adoración, él nos atrae hacia sí, nos hace penetrar en su misterio, por medio del cual quiere transfor-marnos, como transformó la Hostia.

La Iglesia primitiva también encontró en el pan otro simbolismo. La “Doctrina de los Doce Após-toles”, un libro escrito en torno al año 100, refi ere en sus oraciones la afi rmación: “Como este frag-mento de pan estaba disperso sobre los montes y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confi nes de la tierra en tu reino” (IX, 4: Padres Apostólicos, BAC, Madrid 1993, p. 86). El pan, hecho de muchos granos de trigo, encierra tam-bién un acontecimiento de unión: el proceso por el cual muchos granos molidos se convierten en pan es un proceso de unifi cación. Como nos dice san Pablo (cf. 1 Co 10, 17), nosotros mismos, que so-mos muchos, debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo. Así, el signo del pan se convierte a la vez en esperanza y tarea.

De modo semejante nos habla también el signo del vino. Ahora bien, mientras el pan hace referen-cia a la vida diaria, a la sencillez y a la peregrina-ción, el vino expresa la exquisitez de la creación: la fi esta de alegría que Dios quiere ofrecernos al fi nal de los tiempos y que ya ahora anticipa una vez más como indicio mediante este signo. Pero el vino ha-bla también de la Pasión: la vid debe podarse mu-chas veces para que sea purifi cada; la uva tiene que madurar con el sol y la lluvia, y tiene que ser pisa-da: sólo a través de esta pasión se produce un vino de calidad.

En la fi esta del Corpus Christi contemplamos sobre todo el signo del pan. Nos recuerda también la peregrinación de Israel durante los cuarenta años

en el desierto. La Hostia es nuestro maná; con él el Señor nos alimenta; es verdaderamente el pan del cielo, con el que él se entrega a sí mismo. En la procesión, seguimos este signo y así lo seguimos a él mismo. Y le pedimos: Guíanos por los caminos de nuestra historia. Sigue mostrando a la Iglesia y a sus pastores el camino recto. Mira a la humani-dad que sufre, que vaga insegura entre tantos inte-rrogantes. Mira el hambre física y psíquica que la atormenta. Da a los hombres el pan para el cuerpo y para el alma. Dales trabajo. Dales luz.

Dales a ti mismo. Purifícanos y santifícanos a todos. Haznos comprender que nuestra vida sólo puede madurar y alcanzar su auténtica realización mediante la participación en tu pasión, mediante el “sí” a la cruz, a la renuncia, a las purifi caciones que tú nos impones. Reúnenos desde todos los confi nes de la tierra. Une a tu Iglesia; une a la hu-manidad herida. Danos tu salvación. Amén.

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1. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros, como yo os he amado –dice el Señor.

Iniciamos el Triduo pascual, centro del Año li-túrgico.

Ayudados por los ritos sagrados, revivimos el misterio de la pasión, de la muerte y de la resurrec-ción, en la Misa de la Cena del Señor, en los Ofi cios del Viernes santo y en la solemne Vigilia Pascual.

Éstos son días adecuados para recuperar en nues-tro corazón un vivo deseo de identifi carnos con Cristo.

Son una invitación para seguirlo más de cerca, conscientes de que Él nos ha amado hasta dar su vida por nosotros.

2. Saludo al Cabildo Metropolitano y a los sacer-dotes concelebrantes: hoy la Iglesia conmemora también la institución del sacerdocio ministerial, lla-mado a prolongar en el tiempo la triple misión de enseñar, santifi car y servir al Pueblo de Dios.

Saludo igualmente con afecto a las religiosas y a los fi eles cristianos laicos que deseáis celebrar los misterios de la Pasión, muerte y resurrección del Se-ñor para alcanzar la gracia y la bendición de una vida santa.

Queridos hermanos: Os invito a celebrar el Triduo pascual acogiendo la exhortación de San Agustín: “Considera atentamente los tres días san-tos de la crucifi xión, de la sepultura y de la resu-rrección del Señor. De estos tres misterios realiza-mos en la vida presente aquello de lo que es símbo-lo la cruz; mientras que, por medio de la fe y de la esperanza, aguardamos aquello de lo que es sím-bolo la sepultura y la resurrección” (Epístola 55, 14,24).

Hoy contemplamos la ofrenda total que Cristo ha hecho de sí mismo a la humanidad en el sacra-mento de la Eucaristía.

En la noche en que fue entregado, nos recuerda la Escritura, Cristo nos dejó el “mandato nuevo” del amor fraterno, llevando a término el gesto expresivo del lavatorio de los pies, que evoca el humilde servi-cio de los esclavos.

3. La primera lectura que hemos escuchado nos re-cuerda las disposiciones dadas por Dios al pueblo he-breo para celebrar la Pascua, en la salida de Egipto.

HOMILÍA DEL ARZOBISPO EN LA MISA “IN COENA DOMINI”

S.I. Catedral Metropolitana (Valencia), 13 de abril de 2006

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La Pascua fue un acontecimiento decisivo en la vida del pueblo hebreo. Los hebreos estaban sometidos a la esclavitud de los egipcios. Esclavitud, maltrato, opre-sión y muerte: los primogénitos de los hebreos eran asesinados nada más nacer. Eran gentes sin futuro.

Dios interviene y da órdenes a Moisés y a Aarón para preparar la Pascua, el Paso del Señor. La libera-ción de la esclavitud. Es la Antigua Alianza.

Así comienza la historia del pueblo hebreo, la his-toria del Éxodo, del camino hacia la tierra prometi-da.

Cada año este acontecimiento es recordado por cada familia judía con el rito de la Pascua.

También Jesús celebra la Pascua con sus discípu-los y la prepara con cuidado.

4. San Pablo, en la segunda lectura, nos recuerda que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entre-garlo, tomó un pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros...” Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Éste cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre, haced esto... en me-moria mía”.

Ésta es la Pascua cristiana: un paso también dra-mático y renovador.

Con estos gestos y con estas palabras Jesús trans-forma la realidad:

La realidad es dramática. Jesús sabe que va a ser traicionado por uno de sus discípulos. Los otros le abandonarán. Conoce que va a ser arrestado, como si fuese un malhechor; lo someterán a un proceso inicuo; le condenarán de modo injusto; va a ser tor-turado y sometido a muerte con el suplicio reservado para los esclavos: la cruz.

Jesús sabe que carga sobre sus hombros nuestros pecados, el mal de todo el mundo.

La tarde del Jueves santo, Jesús toma todos estos sucesos dramáticos y, de modo anticipado, los hace presentes en el pan partido y en el vino, y los trans-forma en entrega generosa, en amor por nosotros, por nuestra salvación.

No es posible una transformación más radical: acontecimientos crueles se convierten en amor, en entrega, en fuente de salvación. Y se funda así una Nueva Alianza. Una nueva relación con Dios que nos permite vivir.

Jesús va hacia la muerte. Quiere que sus discípu-los lo sepan, pero quiere también que no olviden que sólo pueden vivir en la Nueva Alianza: Haced esto en memoría mía. Resuenan aquí también aquellas palabras del Evangelio:

“Sin mi nada podéis hacer” (Jn 15, 5).“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene

vida en mí y yo en él” (Jn 6, 56).“El pan que yo daré es mi carne para la vida del

mundo” (6, 51).Ésta es la Nueva y Eterna Alianza que produce

una vida nueva. El amor vence al odio, la misericor-dia a la culpa, el perdón a la venganza, la entrega al egoísmo, la luz a la oscuridad y la rectitud a las ma-quinaciones.

El sacramento de la Nueva y Eterna Alianza es la Eucaristía, alimento para la vida presente, prenda de la vida futura, garantía de la vida eterna.

5. La vida nueva de su Presencia en nosotros se manifi esta en el servicio, en el amor, en la caridad.

En el Evangelio de San Juan, que acabamos de escuchar, contemplamos a Cristo: se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavar-les los pies a los discípulos.

Queridos hermanos: Jesús presta en la Última Cena el servicio que corresponde a los esclavos y se humilla ante sus discípulos. Y nos dice:

Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.

Nuestra tendencia natural nos inclina a ocupar-nos de nosotros, de nuestras cosas, de nuestros inte-reses, virtudes y pecados. De lo que nos falta y nos preocupa...

El Señor nos enseña hoy que sólo debe preocu-parnos una cosa: recibir su amor, para nuestra felici-

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dad, para gloria de Dios y bien de todas las personas que viven junto a nosotros.

Recibir a Cristo para vivir eternamente.Hoy Jesús alcanza el extremo del amor: Habien-

do amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Por amor se hace siervo, derrama su sangre, da su vida, toma sobre sí todos nuestros sufrimientos y pe-cados. Por amor extremo se convierte en alimento y se hace una sola cosa con nosotros.

Hoy la liturgia nos invita a acoger este amor de Cristo con sencillez, con fe sincera.

Queridos hermanos: Muchas veces andamos por la vida detrás de cosas vanas, vacías... y no pueden darnos el gozo y la paz. Quien busca la felicidad al margen de Cristo se equivoca.

Otras veces, vivimos pensando cómo ofrecer bue-nas obras a Dios, cómo hacer cosas por Él... es la actitud de Pedro. El primero de los apóstoles no pue-de comprender que el Señor preste a sus discípulos el servicio de un esclavo: No me lavarás los pies ja-más...

¡No quiere recibir el amor del Señor! Piensa que lo más grande ha de ser dar cualquier cosa a Jesús, dar incluso su vida por Jesús...

Y este fue su error.Pedro pretendía dar la vida por Cristo y le aca-

bó negando tres veces ante la pregunta de una criada.

No había comprendido que lo primero es recibir el amor del Señor. Solamente después será capaz de seguirle, hasta la entrega total de su vida.

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Palau del Ardiaca

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Pidamos hoy la gracia de estar atentos al amor que el Señor nos ofrece, de comprender que hemos de dirigir nuestra mirada a Cristo y no a nosotros mismos.

Aceptemos el amor del Señor que nos purifi ca, que nos perdona, de modo particular en el sacra-mento de la penitencia. Acojamos el deseo de Dios que hace bella nuestra alma y la santifi ca.

Cristo inunda nuestra vida con su amor.Nuestra vocación es el amor: Dios nos ha creado

para comunicarnos su amor y para hacernos capaces de vivir en la caridad.

Pero el amor sin el servicio es un amor vacío. No es un amor auténtico.

Servicio y amor están unidos. Son inseparables. La celebración del jueves santo nos invita a ser servi-dores, cada uno en el lugar en el que vive.

Amar y servir. Ésa es la vocación, el camino, el mejor signo de la presencia de Cristo: el signo de la cruz.

Con ellos se transforma el mundo. Amor y servi-cio: éste es el secreto para obtener la paz, la justicia y la libertad.

Resulta signifi cativo que en la llamada sociedad del bienestar sea creciente el número de los que hu-yen del compromiso y del esfuerzo.

“Complicarse la vida” fundando una familia, lu-chando por sacarla adelante, y venciendo los obstá-culos supone un gran esfuerzo, pero también una gran recompensa.

Amar de verdad es “complicarse” la vida. “Com-plicarse la vida por el otro”, eso es amor. Frente a los que propugnan las relaciones inestables, esporádicas y superfi ciales, los cristianos apostamos por el amor verdadero y duradero.

Queridos hermanos: Concluyo mis palabras.Esta jornada singular, que evoca grandes miste-

rios, se cierra con la Adoración eucarística, en re-cuerdo de la agonía del Señor en el huerto de Getse-maní.

Envuelto de una gran angustia, –narra el Evan-

gelio–, Jesús pidió a los suyos que velasen con él: Quedaos aquí y velad conmigo (Mt 26, 38), pero los discípulos se durmieron.

También hoy el Señor nos pide: Quedaos aquí y velad conmigo. Y también nosotros, discípulos de hoy, nos quedamos, con frecuencia, dormidos.

Aquella fue para Jesús la hora del abandono, de la soledad, a la que siguió, en el corazón de la noche, el arresto y el inicio del camino doloroso hacia el Cal-vario.

Os invito de corazón a permanecer despiertos, y a meditar la Pasión de Cristo. Así recibiremos el amor de Dios y podremos hacer lo que él hizo con nosotros: servir hasta el extremo.

Transformar el mundo por el amor.Que así sea.

Pelícano, símbolo de la Eucaristía. Siglo XVIII

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Celebramos la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, de la humanidad de Cristo inmolada por nuestra salvación y que se hace real y sacramen-talmente presente en la Eucaristía.

Al atardecer del primer día de los Ácimos, cuando se sacrifi caba el cordero pascual, Jesús, como el cabeza de familia, celebra con sus Após-toles la Cena Pascual que se convierte en la pri-mera Eucaristía cristiana. Al instituir Cristo la Eucaristía en el contexto de la cena pascual he-brea, que conmemoraba la liberación de la escla-vitud de Egipto, adquiere la Eucaristía el carácter de nueva pascua, sustituyendo a la antigua.

Además, por la relación directa de la institu-ción eucarística con la inmediata pasión y muer-te sacrifi cial de Jesús en la Cruz, la Eucaristía se convierte en el sacrifi cio de la Nueva Alianza. La Sangre preciosa de Cristo reemplaza a la Anti-gua, concluida en el Sinaí con la aspersión de la sangre de los animales inmolados sobre el pue-blo, que se compromete a guardar los Manda-mientos que Dios ha entregado a Moisés. Así lo acaba de recordar la primera lectura de la Misa de hoy.

La Cena Pascual judía y la Alianza del Sinaí eran fi gura de realidades futuras y cumplieron como signo; pero ahora son relevadas por el Sa-crifi cio de Jesucristo. Él es el nuevo Cordero Pas-cual, el nuevo mediador y sumo sacerdote, cuya preciosa Sangre, derramada en la Cruz en el Cal-

vario de Jerusalén, logra la salvación de todos los hombres.

La frase clave del Evangelio de hoy, y que en labios de Jesús contiene una profecía de inmedia-to cumplimiento es: Ésta es mi Sangre, Sangre

HOMILÍA DEL ABAD EN LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS

Insigne Iglesia Colegial Basílica de Xàtiva, 2006

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Altísimo Señor

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que será derramada por vosotros, Sangre de la Alianza nueva y eterna.

Jesús es el nuevo Cordero Pascual cuya San-gre expía no sólo los pecados de Israel, sino el pecado de toda la Humanidad.

“¡Por vuestra sangre preciosa, dadnos, Jesús, vuestro amor!”

Celebramos la fi esta del Corpus. La fi esta de la Eucaristía.

La Eucaristía es el sacramento de nuestra fe, por lo cual debemos recordar una verdad bien sabida, verdad que muchos mártires han sellado con su propia sangre y que Padres y Doctores de la Iglesia han enseñado: que la Eucaristía es un

altísimo misterio, misterio de fe, sólo en él se contienen con singular riqueza la variedad de milagros, todas las realidades sobrenaturales: Cristo en persona, el misterio de la salvación.

Santo Tomás de Aquino afi rma: en un vene-rable himno que cantamos muchas veces (Adoro-te devote): En ti se engaña la vista, el tacto, el gusto; solamente se cree al oído con certeza: creo lo que ha dicho el Hijo de Dios, pues no hay nada más verdadero que esta Palabra de la ver-dad.

Y Jesús nos dice en el Evangelio:“Yo soy el Pan de vida. Yo soy el Pan bajado

del cielo. Vuestros padres comieron el maná en

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el desierto y murieron; el que coma de este Pan vivirá para siempre. El Pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Si no coméis de este Pan, no tendréis vida en vosotros”.

Jesucristo se hizo Pan para ser nuestro alimen-to, nuestra fuerza, nuestra vida, nuestra felicidad. En el Seminario cantábamos este motete tan emotivo:

¡Pan divino y gracioso: sacrosanto!Manjar que da sustento al alma mía.Dichoso fue aquel día,Punto y hora.Que en tales dos especies:Cristo mora.Y si el alma está dura,Aquí se ablandaráCon tal dulzura. Éste es el Pan que santifi ca al hom-

bre, llena el corazón de gracia, es pren-da de salvación y de gloria.

Hermanos y hermanas, acerquémo-nos a él y nuestra vida vibrará, sentire-mos dentro de nuestra alma la fuerza que supera el pecado, la miseria, el des-ánimo.

“Cantemos al Amor de los amores, cantemos al Señor. ¡Dios está aquí! Ve-nid adoradores, adoremos, a Cristo Re-dentor”.

Y la fi esta del Corpus nos ilumina la realidad del hombre necesitado de amor y ayuda:

Día Nacional de caridad.No podemos adorar a Cristo, Dios

amor, sin socorrer a nuestros hermanos necesitados. Hoy se nos pide ayuda eco-nómica para que Cáritas diocesana re-medie necesidades, promueva la digni-dad del hombre, enseñe a los hombres cómo vivir trabajando.

No se trata de dar limosna a la puerta de la iglesia. Eso no ayuda, fomenta la mendicidad y daña la dignidad de la persona y aquí, favorece la mafi a organizada, de la que son objeto las infeli-ces mujeres que piden a la puerta de nuestra Co-legiata.

¡Eso hay que cortarlo de raíz! Desde Cáritas queremos, y con la ayuda de todos podremos, ayudar a estas personas de la manera más efi -caz.

Seamos generosos en la colecta de hoy.Que nuestros labios digan lo que nuestro co-

razón siente: Alabado sea el Santísimo Sacra-mento del Altar.

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Himnos eucarísticosPange Lingua

Canta, lengua, el misterio del cuerpo glo-

rioso y de la sangre preciosa que el Rey de las naciones, fruto de un vientre generoso, derra-mó como rescate del mundo.

Nos fue dado, nos nació de una Virgen sin mancilla; y después de pasar su vida en el mundo, una vez esparcida la semilla de su pa-labra, terminó el tiempo de su destierro dando una admirable disposición.

En la noche de la última cena, recostado a la mesa con los hermanos, después de observar plenamente la ley sobre la comida legal, se da con sus propias manos como alimento para los Doce.

El Verbo hecho carne convierte con su pa-labra el pan verdadero con su carne, y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo. Y aunque fallan los sentidos, basta la sola fe para confi rmar al corazón recto en esa verdad.

Veneremos, pues, inclinados tan gran Sa-cramento; y la antigua fi gura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.

Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y júbilo, salud, honor, poder y bendición; una gloria igual sea dada al que de uno y de otro procede. Amén.

Pange, língua, gloriósi Córporis mystérium. Sanguinísque pretiósi, quem in mundi prétium, fructus ventris generósi Rex effúdit géntium.

Nobis datus, nobis natus ex intácta Vírgine, et in mundo conversátus, sparso verbi sémine, sui moras incolátus miro cláusit órdine.

In suprémæ nocte cœnæ, recumbens cum frátri-bus, observáta lege plene, cibis in legálibus, cibum turbæ duodénæ se dat suis mánibus.

Verbum caro, panem verum, Verbo carnem éffi -

cit, fi tque sanguis Christi merum, et si sensus défi -cit, ad fi rmándum cor sincérum sola fi des súffi cit.

Tantum ergo Sacraméntum venerémur cérnui;

et antíquum documéntum novo cedat rítui; præstet fi des supplementum sénsuum deféctui.

Genitóri, Genitóque laus et iubilátio; salus, ho-nor, virtus quoque sit et benedíctio; procedénti ab utróque compar sit laudátio. Amen.

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Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tac-to, el gusto, pero basta con el oído para creer con fi rmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta pala-bra de verdad.

En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confi eso ambas cosas, y pido lo que pi-dió el ladrón arrepentido.

Adóro te, devóte, latens déitas, quæ sub his fi gú-ris vere latitas. Tibi se cor meum totum súbiicit, quia te contémplans totum défi cit.

Visus, tactus, gustus in te fállitur, sed audítu solo tuto créditur; credo quidquid dixit Dei Fílius: nil hoc verbo veritátis vérius.

In Cruce latébat sola déitas, at hic latet simul et humánitas; ambo tamen credens atque cónfi tens, peto quod petívit latro pœnitens.

Plagas, sicut Thómas, non intúeor, Deum ta-men meum te confíteor; fac me tibi semper magis crédere, in te spem habére, te dilígere.

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No veo las llagas como las vio Tomás, pero confi eso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.

¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpia-me, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los críme-nes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo escondido, te rue-go que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz vien-do tu gloria. Amén.

O memoriále mortis Dómini! Panis vivus, vi-tam præstans hómini; præsta meæ menti de te víve-re, et te illi semper dulce sápere.

Pie pellicáne, Iesu Dómine, me immúndum munda tuo sánguine: cuius una stilla salvum fáce-re totum mundum quit ab omni sælere.

Iesu, quem velátum nunc aspício, oro, fi at illud quod tam sítio; ut te reveláta cernens fácie, visu sim beátus tuæ gloriæ Amen.

Tan sublime Sacramento adoremos en ver-dad, que los ritos ya pasados den al nuevo su lugar.

Que la fe preste a los ojos la visión con que mirar.

Bendición y gloria eterna a Dios Padre creador, a su Hijo Jesucristo, y al Espíritu de Amor, demos siempre igual gloria, alabanza y honor. Amen.

Tantum ergo

Tantum ergo SacramentumVeneremur cernui:Et antiquam documentumNovo cedat ritui:Praestet fi des supplementumSensuum defectui.Genitori, GenitoqueLaus et iubilatio,Salus, honor, virtus quoqueSit et benedictio:Procedenti ab utroqueCompar sit laudatio.Amen.

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Cantemos al Amor de los amores

Laudáte (Salmo 116)

Alabad al Señor todas las naciones, alabadle todos los pueblos. Porque su misericordia ha sido confi rmada sobre nosotros y la verdad del Señor permanece para siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siem-pre por los siglos de los siglos. Amén.

Cantemos al Amor de los amores,cantemos al Señor:¡Dios está aquí! ¡Venid adoradores:adoremos a Cristo Redentor!¡Gloria a Cristo Jesús! Cielos y tierrabendecid al Señor.¡Honor y gloria a Tí, Rey de la Gloria,amor por siempre a Tí, Dios del amor!Unamos nuestra voz a los cantaresdel coro celestial:¡Dios está aquí! Al Dios de los altaresalabemos, con gozo angelical.¡Gloria a Cristo...Cantemos al Amor de los amores,cantemos sin cesar:¡Dios está aquí! ¡Venid adoradores!Adoremos a Cristo en el altar.¡Gloria a Cristo...

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