Caminos Del Corazón, Antología 2013

62

description

Un legado Artístico Literario para toda la humanidad. Compendio de poesías de del poeta y periodista panameño Arkel Martínez.

Transcript of Caminos Del Corazón, Antología 2013

  • POESAS

    - Antologa -

    ARKEL MARTNEZ

    Panam, 2015

  • P.

    861

    M366 Martnez Diez, Arkel

    Caminos del Corazn Antologa S.XXI

    Arkel Martnez Diez Panam

    Edicin artesanal y domstica del propio autor

    120 P 21 cm

    ISBN 978-9962-694-10-6

    1. LITERATURA PANAMEA Poesa

    2. POESA PANAMEA I. Ttulo

    Caminos del Corazn Antologa

    Autor Arkel Martnez Diez

    Email: [email protected]

    3era Edicin 2013 2014, 500 ejemplares

    Edicin Artesanal y Domstica del propio autor con

    la colaboracin tcnica de amigos y familiares que

    trabajaron en la seleccin del material, correccin,

    levantado de texto, diagramacin, impresin, corte,

    compaginacin y empaste, siguiendo el

    procedimiento que para tal fin se dise en el taller

    del profesor AMD.

    Fotografa de Portada: Luis De La Rosa Photografy

    Dibujos confeccionados por el Autor

    Panam R. Panam 2015

    NDICE

    Eplogo ...7

    Los ltimos Versos del Romanticismo ....9

    La Chicha y el Tamborito ....10

    Por qu .12

    Temor de Amar .14

    Mi Barrio ...15

    Autorretrato ..17

    Volver ....18

    Poema de la Ausencia ...19

    Seguir pensando en ti 20

    Desprecio .....21

    Brindis por un Amor ....22

    Al Instituto Nacional ....24

    No te quiero odiar ...26

    Aquellos Besos ..27

    Amor secreto ..28

    Aquellos dos Amigos .29

    Crepsculo .30

    Y maana .32

    Declaracin de Amor .33

    Huellas de un pasado 35

    Tus Ojos ...37

    Espejismo .39

    Sin Piedad ..40

    La Mujer que es infiel ...41

    No vuelvas a pedir Amor .43

    Siempre dirn despus 44

    5

    mailto:[email protected]

  • Tu Boca ....45

    Seora ....46

    Est Loca...49

    Vendaval ...51

    Juventud ....52

    A mi Viejo ....53

    El Amor de mis amores ...57

    La Tarde triste ..61

    Para Ti ...64

    Rimas ...65

    From Dayton with Love 66

    Nocturno a Eliza ....67

    Dbiles sois 69

    Mi Camisa Bordada .71

    Don Quijote Cabalga en Panam y

    otros poemas al Viento .....73

    Don Quijote Cabalga en Panam ....75

    Poema a la Tercera Edad ..81

    Tormenta ....85

    Furia de Patria ...89

    Panam y Colombia 96

    Neruda y el Ruiseor(el reto es con vino tinto)..99

    Neruda ...101

    El Canto del Ruiseor ....105

    Espinas y Tristezas .109

    Ciberna .112

    Qu es la Vida .....117

    xtasis ....120

    6

    Caminos del Corazn

    Antologa 2013-2014, S. XXI

    Autor Arkel Martnez Diez

    [email protected]

    3era Edicin 500 Ejemplares

    Edicin Artesanal - Taller

    Revisada y corregida por el Autor

    Hechos los Derechos Legales de Autora en el

    Ministerio de Educacin y el correspondiente

    depsito que exige la ley.

    Para facilitar su divulgacin potica y cultural se

    permite su reproduccin parcial o total sin el

    consentimiento del autor, siempre y cuando se

    respete la autora y la misma no sea con fines

    lucrativos sino por amor al arte o como alimento

    para el alma.

    Hecho el depsito de Ley

    Panam R. Panam

    mailto:[email protected]

  • EPLOGO

    Los caminos del corazn son anchos, largos y

    escabrosos, saturados de sueos y algunas veces de

    alegras, pero casi siempre de lgrimas y de tristezas.

    Para confeccionar sta mi antologa, escog tres

    obras poticas que bien representan las ms

    significativas etapas de mi vida con el propsito de

    quitar de mi alma las piedras que me fueron de

    tropiezo y las estrellas que cegaron con su luz mi

    corazn.

    La primera parte la representa una coleccin de

    poesas editadas en el libro Los ltimos Versos del

    Romanticismo, una obra lrica y profunda, llena de

    toda la fuerza y el vigor de una adolescencia

    humana, soadora, ciega y tempestiva que muchas

    veces camin sobre clidos rosales de corazones

    falsos. Esta poca est comprendida entre los aos

    de 1954 a 1980.

    El segundo periodo va de 1980 a 1990, recuerdo

    que escrib a quien sembr de rosas mi camino

    de espinas. El tiempo fue implacable, me devor

    las rosas para mostrarme de nuevo sus espinas,

    7

    9

  • LA CHICA Y EL TAMBORITO

    La montura retumba y se oyen gritos salvajes, donde la mujer istmea con su pollera de encajes baila al son ay que morena! Sedientos todos de amor bailan con mucho fulgor hasta romper el tambor. Y la vieja montuna Juana mandona, prepara la chicha y cocina el tamal suculentos tamales de puerco y gallina tambin preparados por doa Regina. Tambores al aire! gritos salvajes! Se oyen en los cielos hasta que retumban y la tierra tumba al or la cumbia de Manito Chumba. El montaraz baila al son del tamborito acaso celebran el triunfo de los pajaritos? Muchachas y viejas a veces se quejan al ver que los hombres borrachos las dejan. El tpico son del tambor resuena cuando baila airosa la mujer panamea!

    10

    as como dejan las fieras al desnudo, los huesos de las presas que devoran.

    El tercer periodo va de 1990 a 2006, es como el

    eplogo del caminante, que por muchas vueltas que

    d siempre vuelve al mismo punto de partida.

    Por esa y ms razones le devuelvo al mundo lo que

    me dio y cuando cierro por gracia de Dios los

    caminos del recuerdo, reconozco lo tonto que fui; s

    un ciego caminando por las calles oscuras del

    mundo, porque ciegos no son los que no ven las

    luz del da, ciegos son los que caminan por el

    mundo y no han visto a Cristo todava.

    Los caminos del corazn siempre son falsos y el

    brillo de sus ojos engaosos.

    8

  • Cual hojas al viento juegan las polleras y de color de fuego se pone la fiesta. Riqusima chicha, riqusimo pollo y el tambor ardido de furor repica mientras todos bailan y yo saboreo un rico tamal y un pedazo de bollo. (1953)

    11

    Por qu despus del beso en silencio quedamos como lirios dormidos sobre un bello jardn fatal es el deseo que tienen los humanos de saciarse en el fruto prohibido de jazmn. Tambin digo por qu, por qu de la lujuria que tiende sus tentculos a red de la mujer que dbil para el hombre en su incansable furia su cuerpo de pecado castigo por vender. (1954)

    13

  • TEMOR DE AMAR

    No le temo a la nada ni al infierno ni le temo al dolor, menos la muerte, solo temo al amor que tengo interno solo temo mujer... poder quererte. Yo no puedo quererte, si quisiera vivira en lo ms hondo de un abismo, porque solo as me convirtiera en negras noches de terror y de egosmo. Es que no ves que en todo desconfo; de la sombra que me sigue el paso, de tus besos que ya fueron mos y de tu mirar mujer, de tu traicin acaso? (1954)

    14

    POR QU

    Te has preguntado t, Por qu del sueo inerte, por qu la dulce brisa que calma la emocin...? y en singular fragancia el deseo que en s vierte como en la dbil carne cadenas de pasin. Por qu el maldito celo que todo amor destruye, por qu de la ilusin que lejos ha de zarpar y tambin por qu el recuerdo que de la nada huye y tambin por qu del hombre, por qu ha de matar. Por qu digo al amor apasionado y loco por qu el capricho ingrato que tiene que morir por qu el intenso afn de dar siempre muy poco si todo lo que damos no es mucho en el vivir. Por qu el amor tan fuerte igual que la venganza paraso que en infierno se suele convertir todo es un enigma, de negras esperanzas que sin vivir siquiera tenemos que morir. Acaso es la vida, fantasma de la nada que naufragando vamos dejando en este mar, lgrimas de sangre como en la fra almohada cayeron misteriosas querindose ocultar. Acaso puede el mal hundir las almas puras acaso puede el lodo ser limpio como el sol aunque circunde llama al hombre en atadura la soledad es ms cruel que el infierno dolor.

    12

  • MI BARRIO Barrio que llevas podrida las entraas porque enfermas hieden tus calles a licor, donde en cada farol vaga una araa, que sucumbe humillada si el insecto con el ansia perversa y con desprecio paga infame una burla a ese amor. En el oscuro cuarto de una casa enferma de miseria y sufrimientos se ve moldeada cual agriada masa una santa mujer que al hijo abraza, cuando el hombre de aliento corrompido su furia la desata en ese rostro que slo de dolor ha envejecido. Hombres, mujeres penetran al vicio, cuando la mano del dolor y el hambre en sus redes tan crueles le aprisionan con cadenas mortales que ambicionan desatarse feroces en la lucha de los pobres que todos sus quejidos asemejan aquellos alaridos que el viento burln ni los escucha. Perversidad, porque se humilla el hombre y se entrega vencido a sus placeres si el malevo perfume de cantina lleg a enmollecer la inmensidad del viento donde habitan ruidosas golondrinas

    15

    AUTORRETRATO Imaginado prncipe del tesoro de Oriente, que te crees divino por ser como eres, gallardo, robusto y as sonriente conquistas a tu antojo todas las mujeres. T sueas y sueas, total t quien eres pareces en fin un gran Al-Baba t sueas y sueas por ser como eres te crees poeta de este Panam. Prefieres al trono miles de aventuras, gozar a tu antojo todos los placeres, raptarte a tu dama, a tu perla pura y solo por ser as como eres. Miradme a la cara y decidme quin eres, que propagas tu nombre por todo el Oriente quien en un caballo se roba mujeres y cruza su espada con cualquier valiente. En verdad t eres el prncipe errante, que en miles aventuras te juegas la vida ya por una dama, ya por un diamante o ya por jugarte por juego la vida. (1956)

    17

  • VOLVER Este dolor inmenso de saber que te alejas va sembrando en mi alma una angustia tenaz si te vas yo no quiero que se escuche mi queja lamento que nace de una irrealidad. Si me voy es preciso que las cosas pasadas se maticen en ansias que no puedan morir. En esta imposible esperanza soada cuntas cosas al mundo le hemos de rendir. Y pasarn los das, envidia arrepentida, de aquellos que critican y tratan de ofender, sentir se hacen tan fuerte dejndonos heridas, que lentamente al alma la hace padecer. Yo quiero que recuerdes en tus momentos vagos entre las bellas noches que juegan al azar que lo recuerdes todo, cuando junto a tu lado muy ardientemente nos supimos besar. Y aunque pasen los aos y viva todava, por el amor tan grande que un da te jur yo volver a buscarte porque an sers ma y donde t te encuentres..., ah te encontrar. (1956)

    18

    que sumidas quedaron en la lepra por probar el manjar de los burdeles. Cementerio viviente! Cuando el destino en su implacable furia clava con odio criminal su daga para verlo morir tan lentamente si en vez de llevar entre sus venas sangre y de llevar dentro del pecho un alma lleva venenoso mi barrio en sus entraas, la tragedia de ser nada. Y mientras pasan las horas en derroche embrutecido se arrastra a los tinacos el fantstico esqueleto de las noches y la luna le contempla y grita No! cuando devora cual salvaje fiera la carcomida cscara de pltano. As se deja sentir con amargura el moribundo lamento de mi barrio donde se tiene por lecho la basura y como arrullo las dulces oraciones que se agitan en las cuencas de un rosario. (1956)

    16

  • POEMA DE LA AUSENCIA Me ir igual que t y sentir tu ausencia y aunque este poema triste lleva mi despedida tambin lleva un recuerdo de amor de tu inocencia que percat en mis ansias, que dio luz a mi vida. Y ste poema triste, poema de la ausencia el que te entrego entero con todo mi querer y cuando sientas perderme en tu loca impaciencia no te olvides Olguita que te jur volver. Yo volver a buscarte como te dije un da, tal vez despus de un ao, quiz mucho despus, pero que importa el tiempo si siempre sers ma y s que me amars aunque lejos est. Me ir igual que t y sentir tu ausencia, me ir con la esperanza de que me ames mucho ms y este poema triste, poema de la ausencia es para que no me olvides, jams, jams, jams. (1957)

    19

    DESPRECIO Cuntas veces me diste de tu amor el desprecio si ni siquiera supiste conocer la razn y mi amor es tan grande que recibo por precio la ms cara moneda de la decepcin. Cuantas veces soaba con tenerte en mis brazos cuantas veces me hiciste pasar por un necio pero fue ms tu orgullo que me hizo pedazos si pedazos me hicieron tus constantes desprecios. Pero ya nada importa si por amor hoy me queda la ms cara moneda que me dio tu querer y vendrs a implorarme que de nuevo te quiera y de mi amor el veneno te dar a beber. Entonces sabrs lo que son amarguras del insomnio terrible que te hace querer y no hallars en mis brazos ni siquiera ternura ni siquiera otros labios donde puedas beber. Ya vers lo que duele cuando no corresponde el querer que uno ansia en su cara ilusin buscars en las sombras preguntando por donde se ha marchado el que un da te entreg el corazn. No hallars ni aunque vuelva a sangrarme la herida el amor que tu amor una vez puso un precio y llevars para siempre para toda la vida la misma moneda de un amargo desprecio.

    (Nov. 18, 1957

    21

  • BRINDIS POR UN AMOR Puede ser que ya todo lo pasado haya muerto de que ya no te acuerdes de ese ayer juvenil, puede ser que las flores que cubrieron el huerto las hicieron pedazos esos vientos de abril. Pero dime..., es cierto que ya t no me quieres? que ya nada te importa corazn de mi amor que a mis besos son otros los que ardientes prefieres y que todo el pasado se muri como flor. Pues tu sabes que mientes, te lo grito en el alma porque llevas en tus ojos, clavado mi ser y si existen cenizas ellas guardan las llamas de los besos que fueron serenatas de ayer. Y si acaso ya nada remediara el destino ese negro camino donde yo me perd muy sediento mi sangre beber como vino y en el brindis mi copa la alzara por ti. Mirar hacia el abismo de las cosas profundas las palabras sutiles que llegu a pronunciar y aunque todas entonces en un abismo se hundan como sueo que nunca se podr realizar. Buscar en las entraas de esta tierra que inspira buscar en ese cielo de azuloso color buscar en el tormento de la mar que delira buscar en lo imposible para encontrar tu amor.

    22

    SEGUIR PENSANDO EN TI Te llevo en mis recuerdos y en la distancia siempre estas t junto a m. Estas entre las flores en la brisa que viene y en todos los momentos tambin te pienso as. Aunque yo te quiera y sabes que te quiero y aunque nunca, nunca t sers para mi, podrn prohibirme todo tambin que no te quiera, pero nunca, nunca que piense siempre en ti. Te llevar en mi mente toda mi eterna vida y quien sabe si algn da llegues a hablar de mi y entonces de ese beso de la triste partida har un recuerdo eterno para pensar en ti. (1957)

    20

  • Y en el raro espejismo de la vida sufrida tu recuerdo cual sombra llevar por doquier y callar si es preciso el dolor de mi herida pero siempre, "Te Quiero", lo gritar mujer. Con el fuego que nace de mi pecho encendido donde infiernos voraces me torturan de amor brindar como nunca en ese mundo perdido con mi sangre que amarga se convierte en licor. Y mis manos en alto temblarn como locas en el ultimo brindis que dar por tu amor, beber en esa copa cual si fuera tu boca hasta ahogar ya sin fuerzas ese viejo dolor. Ya no importa que entonces el cristal derretido se desplome en mi frente ya marchita y sin luz y arrastrado me vaya hacia un rincn del olvido mientras queda mi tumba solitaria y sin cruz. (1958)

    23

    Yo te corono con todo un pasado con laureles, olivos e ilusiones y de Dios el camino iluminado Olimpo magistral de corazones. Extiende entonces con fervor sus alas alzando vuelo hacia la inmensidad, soberano de la cumbre el guila altivo smbolo de libertad. (1958)

    25

  • NO TE QUIERO ODIAR Me has hecho tanto dao con tu cario loco tal vez porque no sepas que significa amar por eso es que quisiera alejarme de ti un poco, Yo s que t me quieres y que te quiero tanto, que comenc en amarte sin pensarte odiar, que comenc a quererte cuando sent tu llanto y en ese mar tan negro sintiose mi alma ahogar. No estoy arrepentido de haberte amado mucho no digo que tu amor me hizo un infeliz, me voy donde no pueda decirte que te escucho, donde tu bello cielo no sea un infierno en mi. Ser cruel el momento en que de ti me aleje en que ya no pueda volverte acariciar, pero me marcho siempre, aunque dolor te deje me alejo por amarte y no quererte odiar. (Sept. 21, 1958)

    26

    AL INSTITUTO NACIONAL T que forjaste en m febriles sueos y me tendiste sobre un mar de arrullos y me forjaste hombre con empeo floreciendo mi vida cual capullo. As quisiera en el azul del cielo sobre una esfinge galante cabalgar y traer entre en mis manos prisionero el sol divino que me ense a soar. Quiero llevar dentro del alma pura todo el saber Oh, templo que me inspiras! Toda la dicha que t me procuras en ese lecho en que naci mi lira. All recorro pasillos y rincones, miro de cerca el bronce envejecido y a travs del metal los corazones que el tiempo carioso ha encanecido. Oh magno templo! que en tu pecho guardas fuego de patria, risas y dolores mi cielo entero lleno de esmeraldas de mis gratos momentos seductores. En cada rbol grabado mis anhelos que su sombra mi cuerpo cobij, aquellas flores que fueron un velo, que cubrieron huellas que el dolor dej.

    24

  • AQUELLOS BESOS An me acuerdo de aquel domingo bello en que ella amorosa confes su amor su linda sonrisa, sus lindos cabellos eran cual radiantes ptales de flor. Su cuerpo enjuagado de inocencia plena me decan cosas que nunca cre soaba con verla dormida en la arena, deseos de otro amor por el que yo viv. Sus sedientos labios absorb en los mos por el slo hecho de tenerla yo y al volver al cauce de mi turbio ro se march la otra sin decirme adis. Quise detenerla pero ya era tarde ya que por caprichos perd un gran amor y hoy que tengo besos que en cambio no arden como aquellos besos que fueron un sol. (Sept. 23, 1958)

    27

    AQUELLOS DOS AMIGOS Fue en un mes de diciembre te acuerdas vida ma, noche que mi mano la tuya fue a estrechar igual que el mar y el cielo se unieron ese da unimos nuestras almas en inquietante amar. Que gratos los momentos que juntos pasamos aquellos como amigos que nunca olvidar, xtasis de horas en que los dos soamos con cosas que ya nunca tal vez ni soar. Vesta la mar sus notas de bellas melodas y yo junto a tu lado con slo un inters... surgieron bellas frases de amor y de poesas ensueos de agonas que sobre la mar dej. Pero as no puedo dejar en el olvido aquella fresca tarde donde yo te cant, dejando mis labios en los tuyos prendidos los momentos felices que tanto te bes. Hoy que un juramento nos une para siempre, para que ya ms nunca me puedas olvidar amada ma recuerda aquel mes de diciembre en que los dos supimos las manos estrechar. Por eso he llevado escrito en mi memoria momentos que ya nunca tal vez retornarn seremos sombras perdidas en la historia, amigos para siempre, que no volvern.

    (Dic. 10, 1959)

    29

  • CREPSCULO Agonizante el sol en el inmenso cielo siente la queja de la tarde en vano mientras un ave de indeciso vuelo cubre alegrica de muerte el bello ocano. Con rayos de flores en la tumba ardiente el coloso inmortal cede su imperio que de sombras el mundo ms hiriente logr del beso acariciante su misterio. De rojo el funeral de la arrogante esfera cual mudo sueo de la nada incierta araa al corazn que desespera en la horrenda soledad del alma muerta. Porque acaso en el fango de su goce bruto con perfumes e inciensos demacrados clava sus dientes macerando el fruto quien sin entraas y sin alma ha quedado. No ves como arrastra su hipcrita mentira, la luz que ha muerto en su razn proscrita si a una luz una sombra siempre aspira y como sombra es todo amor que mortifica. Amargo manantial donde el doliente beso a ocultas va a llorar todo un pasado que fue tal vez como ramal espeso en la silueta de algn lirio deshojado.

    30

    AMOR SECRETO Yo vivo en la esperanza de que quiz un da cuando tus bellos ojos puedan fijarse en mi tener un dulce sueo, soar que tu eres ma sin importar siquiera lo que en el sueo fui. Tal vez pueda que un da de ardiente primavera cansado de una espera que s que no vendr pases por mi lado cual ilusin viajera igual que una gaviota que deja un mundo atrs. Yo te amar en silencio sin que mi amor te ofenda sin que jams escuches el eco de mi voz y cuando amante des la virginal ofrenda estars en mis brazos amndonos los dos. As cuando llegue fatal la despedida, cuando a lejanos mundos yo tenga que partir me ir en una sombra sin perturbar tu vida amndote en silencio y con el amor morir. (1959)

    28

  • Llanto de amor en la agona del cielo que vencido se marcha a la penumbra, pero nos deja el rubrico consuelo de saber que otro sol maana alumbra. Y as de quimeras tronchados los inviernos y el cielo enlutecido sin estrellas en oscuros caminos nos perdemos como burbujas en la mar profunda y bella. (1960)

    31

    DECLARACIN DE AMOR Perdona, no quisiera ofenderte en estos versos que son como lo s, declaracin de amor. T sabes que deseo de ti tan solo un beso como la brisa besa la ms hermosa flor. Escucha! No quiero que pretendas jugar porque te quiero ni que me digas cosas causante de dolor, olvidas que en nosotros el alma es como un vuelo que tiene por designios vivir por un amor. A ti, te digo cosas que pienso de momentos sin importarme nada, pensar noms en ti, yo no te culpo entonces si dices que yo miento y quieras alejarte para siempre de mi. Espera, no te vayas! An me queda aliento para decirte mucho, si s que en esta vida sufrir es nuestra cruz, dime tan solo ahora, ahora que te escucho a dnde van las almas cuando les falta luz? A dnde irn aquellas sonrisas juveniles, que brotan como lirios en ratos de placer? Tal vez hacia rincones oscuros y febriles que guardan los secretos de nuestro enloquecer. Y bien se que las almas se anidan en las sombras como si no tuvieran la libertad de amar, la brisa placentera que nada de ellos nombra

    33

  • la brisa placentera que nada de ellos nombra los lleva prisioneros hacia el fondo del mar. Y cuntos no quisieron acariciarte un da? Y cuntos no soaron querindote besar, hoy que me siento ebrio de tanta melancola fatal s que sera tenerte que esperar. No tardes ni un instante dicindome que puedo ser dueo de tus labios ser dueo de tu amor, confiesa que me quieres, confieso que me muero, como sin agua muere en el jardn la flor. (Junio 1960)

    34

    Y MAANA T eres el dardo que a mi cuerpo hiere dejando en el fondo de tu amor vaco el dolor de una llama que se muere abrazada de un ala del invierno fro. Porque tus frases de amor marchitas fueron en la incierta ilusin oscurecida, caricias que impdicas murieron asfixiadas disconformes en la vida. Y como aquella remota primavera irresistible se oculta con ardor todo lo dado en la ilusin primera y que te queda para dar en este amor? As de flores y espinas coronadas llevo el secreto de tu amor sagrado, que es angustia, sintiendo ensangrentada una esperanza que es flor en un momento y maana por ser flor ser olvidada. (1960)

    32

  • HUELLAS DE UN PASADO He querido llegar a ti, tan dulcemente como si fuera a acariciar la flor de enero en el leve susurro que amorosamente va escalando la luz de mi lucero. He querido llegar a ti sin decir nada y ocultar en el fondo este pecado esta duda de amor cruel y malvada que a olvidarte sin rencor me ha sentenciado. He querido llegar a ti como la espuma que aprisiona ya sin fuerzas mi pensar y al sentirme prisionero entre la bruma mis lgrimas de amor se van al mar. Decirte adis ahora sera en vano mejor prefiero alejarme como el viento mudo a tus labios y a tu amor profano mudo a la prfida copa de tu aliento. Donde otros labios sus huellas incrustaron que hoy intangibles se agitan borrascosas llamas de angustia que jams soaron herir mi alma que te am dichosa. Cmo quisiera arrancarme esta agona que me tortura sin piedad alguna, dolor que nunca mi corazn senta, pero que muere esclavo en tu laguna.

    35

    TUS OJOS He visto cmo bajan tus ojos amorosos al abismo infinito de tu mirar celoso he visto que son ellos como la noche negra carcelario de la luna, relicario de estrellas. He visto como nadie que mirara a tus ojos que el corazn que tienes no solamente es rojo tienes color de cielo, tan dulce, tan divino el color y el perfume de la rosa y el vino. Tienes, no s si tienes en cada beso tuyo el candoroso elixir de todos los capullos mas tu beso y mi beso se encontrarn un da para encender la luna de nuestra noche fra... Y apagar con mi fuego si otro fuego exista todo sueo imposible que adornara tu va, porque soy solitario como el extrao amante que en tus sueos deseabas y que adorabas antes. Sabes t que sin besos se asesin la vida, que otro beso fantasma la dej confundida, por eso es que tus ojos que ya no son extraos son burbujas del opio, que embriaga y que hace dao. Y si llegado el tiempo tu apasionada frente arde como en tu pecho tu corazn demente... sabrs que son tus besos igual que aquellas olas que juegan en la orilla y no se marchan solas.

    37

  • De all que el mismo cielo confundido en tus ojos abochorn la luna que se fue con enojo y el firmamento entero rindindote homenaje hizo de estrellas una serenata de encajes. Yo fui tambin Oh reina! mi muchachita loca, para darte un regalo que lo guard tu boca, para ofrendarte el alma, porque tus ojos, ellos... son dos diamantes negros, amorosos y bellos. (Sept. 20, 1967)

    38

    Llama de amor inadvertida y loca que el pasado no borra por sus huellas cristal impuro se torn tu boca lirio marchito de la noche aquella. As las huellas de un pasado convertidas en tinieblas de hiel y de amargura destruyen un altar que es en mi vida holocausto de amor y de dulzura. (Julio 1960)

    36

  • ESPEJISMO Quiero que mis versos a tu amor imposible eleven notas tristes al pie de tu balcn, a ti mujer que fuiste la ms inaccesible mi pedazo de cielo mi sublime ilusin. Que pueda solamente como la leve brisa en tenue meloda llegar hasta tu piel y callarme de pronto si acaso tu sonrisa sintiera como gota derramada de miel. Y ser la hoja triste que no te dice nada... nada que no te diga de este infinito amor, que naci para ti como una llamarada ansiosa que tus besos aviven su calor. Y si en ese murmullo del aire que te llega nada puede sentir tu corazn piadoso ser porque yo soy el viento que se aleja... como un loco espejismo de tus ojos hermosos. (Feb. 27, 1969)

    39

    LA MUJER QUE ES INFIEL La mujer que es infiel tiene un raro mirar, un brillo intenso. La mujer que es infiel es como el viento; acaricia, es dulce, tormentosa y cruel, porque el viento besa tambin como mujer. La mujer que es infiel, en la llama del amor es comprensiva, airosa, cariosa y es esquiva, pensativa, lejana y siempre bella y sobre el fuego infernal de sus pisadas no deja ni una sombra de sus huellas. La mujer que es infiel en su llanto da un dolor de carcajada y en sus besos que son besos de misterio clava sus garras de fiera envenenada, sin importarle hijo, madre ni principios se abalanza golosa al precipicio y cae vencida al pie del adulterio. La mujer que es infiel vive de instinto y al no tener rienda su corcel se agarra fcilmente a una ilusin y en su elucubracin y su mentira cruel, finge tener un corazn, para gozar a sus anchas del placer.

    41

  • La mujer que es infiel, nos miente y su mentira parece tan hermosa que es tan dulce que se entrega total y su perfume que brota de su cuerpo de rosa es el opio que esconde las espinas del mal. La mujer que es infiel esquiva el llanto de su hijo amoroso que extiende sus brazos en busca de calor y le niega su seno voluptuoso, para drselo al otro en su noche de amor. Y en el ritual de sus necesidades fatuas cubre de carmn su rostro incierto y esa boca, fra como boca de estatua niega y niega siempre lo que parece cierto. Pero bendito amor, bendito cielo! No hay quien pueda odiar ms el placer, ... que la mujer infiel. (Junio 1972)

    42

    SIN PIEDAD Yo s que mis tristezas se confunden en las noches ocultas de mis ojos... en el yunque fatal de mis enojos el mar y el fuego en su dolor se funden. Al mismo invierno le quit sus galas porque ellas fueron en la infancia ma incienso y mirra, altar de mis poesas que al cielo nunca elevarn sus alas. Y la clida brisa veranera mi sangre fra dobleg una tarde y no sent piedad por el cobarde que fue nido de todas mis quimeras. Que lo bello no exista cuando quiera y que el amor se pierda en la negrura que mi hiel devorando la dulzura encuentre aquella paz cuando me muera. (1971)

    40

  • NO VUELVAS A PEDIR AMOR Cuando todos a tu paso te desprecien cuando no tengas siquiera amor filial y tus hijos de t tambin se alejen a dnde irs tu vida a lamentar? Cuando el oro de esta cumbre que t buscas te muestre el cobre de su fatalidad no digas ingenua que te asustas ni humilles tu vergenza en la piedad. Cuando aquellos que t dices que te quieren que te elogian y brindan su amistad y despus de poseerte te renieguen qu brazos buscarn tu soledad? Cuando no tengas vanidad ni orgullo ni siquiera una boca que besar no me pidas amor que ese fue tuyo y nunca ms , amor te he de brindar. (Julio 30, 1972)

    43

    TU BOCA Tu boca son las rosas violadas del camino, girasoles que turban la mirada al pasar, es el fuego que arde con garras de felino y otras veces agua que llega a refrescar. Hay en el alma momentos casi muertos, donde todo parece congelado en el mar, y solo el calor que sale de tu cuerpo, me dice de tus ansias y ganas de amar. Te busco y me alejo y en cada movimiento tus labios me dicen de tu sensualidad y te abrazo , pero de pronto el viento me despierta y me lleva a la realidad. Tu boca son esas golondrinas queridas, que llegan en los sueos, para luego partir, de mi se van tus besos, porque al besar olvidas, que una boca tambin debe saber rer. (1974)

    45

  • SEORA Por qu el perfume que exhala tu sonrisa llega buscndome en la brisa la dbil fibra de mi corazn. Como una Venus para m te muestras, ms radiante que la virgen puesta en ese pecho que es todo tentacin. Cmo me miras, cmo suspiras cuando tu mano loca tocndome delira dejando que se escape una cancin. Las ondas de tu pelo oro fueron, lgrimas que sin saber llovieron sobre el huerto que fuera tu ilusin. Y de tu tez el mar envidia tuvo cuando quiso tenerte y nunca pudo hacerlo con un beso de emocin. Qu bella te preocupas para m! Cuntos abriles has pasado as, al buscar alguna ensoacin? Oh, cmo pasan las febriles horas sin que nadie detenga las auroras que siempre caen en el mismo rincn.

    46

    SIEMPRE DIRN DESPUS Quise que t fueras el amor de mi vida y tem tantas veces este momento triste. Intil todo ha sido, que sin haber partida, por no tener tu amor comprendo que te fuiste. Te vas como un fantasma, hacia una selva espesa confusa de tener lo que no puede ser y enloquecida entonces te dirn mil promesas y esas golondrinas jams han de volver. Quin no habr que te diga una palabra hermosa, quin no dir que eres Oh Venus inmortal! y entregars tu cliz cual indefensa rosa, pero despus..., ya nada ser igual. Y aunque en arduas conquistas te fustiguen el seno y mil imperios te ofrezcan, siempre dirn despus, primero la caricia, pero ser un veneno, hay mujeres que solo se aman una vez. S que hoy no comprendes mi lucha por amarte esta manera triste que tengo de querer, ya que t me olvidas, tambin sabr olvidarte si para cada olvido existe otra mujer. (Sept. 1972)

    44

  • Apasionada, dira que sois, seora ma Todo un rosal que perfumado el da invita a la quietud de una oracin. Fiebre de tu alma en mis quimeras azotan la nueva primavera que hace latir tu corazn. Por qu mujer mi juventud sofoca ese volcn de amor que fue tu boca en un lago de preocupacin. Qu puedo darte si ya amor tuviste? Bella gaviota que rompiste el nido, para volar solitaria en el olvido. Toma mis horas de estudiante nuevo, toma mi amor, mi juventud, mi ruego, que te hacen sentir como t fuiste. Mas tus horas quedarn vencidas, porque el que ama nunca olvida el primer beso del amante triste. S que los aos como otoos llegan y solo cruces en el rostro dejan, para que un da suee el corazn. Qu puedo darte mujer? mis pocos aos, ellos no alcanzaran los escaos que dejaron atrs tu madurez.

    47

    EST LOCA Porque te vas no pienses que yo muero ni que me hieren tus desprecios vanos, anda!, que detenerte nunca harn mis manos que antes besaste dicindome te quiero. Yo s que t, cual golondrina loca no sabes qu amar ni dnde hacer tu nido, buscas aqu, te vas all, pero el olvido llegar para borrarte de mi boca. Me han dicho que vas de beso en beso saltando al precipicio o a la roca y yo les digo, no teman, est loca de mi se fue. Pero se fue por eso. Y yo la am, Por Dios, estaba loco! Nunca supe lo grande de mi pena, de callar y sufrir esta condena y haber amado a la que fue tan poco. Yo s que me dirn se fue con otro! Que igual se van en el mundo muchas cosas y yo les dir, no teman, est loca si nunca hubo nada entre nosotros. Y ella vendr, lo s, siempre lo hacen, como esas naves que tormenta habitan y para anclar su ruina necesitan la arena que dejaron cuando parten.

    49

  • Yo no s a dnde clavar su quilla ni el mstil de su orgullo doblegado todo es intil, no vuelvas a mi lado, que en pura roca convert mi orilla. Este dolor lo callar mi boca haber amado a la que fue tan poco y saber tambin que un da el otro dejndote dir que fuiste loca. (Mayo 27, 1974)

    50

    Cuanta belleza tu figura tiene y nadie sabe lo oculto que detienes bajo la piel preciosa de tu tez. Y todo lo fue tuyo y todo y nada sentir la dicha de saberte amada como lo-fuiste la primera vez. No importa, deja rebosar la copa para beber sediento de tu boca el ltimo verano que se ve (1974)

    48

  • VENDAVAL Sobre mi lomo pasaron diez aos de vendaval, 27apocalipsis del mal que tus besos me dejaron. Sabor de amargas ternuras y del amor que me diste, falso espejismo triste de tu hipcrita figura. Intil fueron mis luchas, intil todo mi amor mi sacrificio y dolor, que tu egosmo no escuch. Pero habr tambin un da en que cansada de andar sienta que te ha de abrazar la tierra fangosa y fra. Y perdn querrs piadosa a los males que me has hecho y yo abrindome el pecho mi corazn como rosa lo pondr sobre tu lecho. (1974)

    51

    A MI VIEJO

    Viejo T que frunces el ceo y me regaas, que me gritas cuando torpe dejo, por doquier tirado tu sudor. T, mi amado viejo, que batallas sin tregua de maana; me das para vivir el pan con la oculta mermelada de tu amor. Cuantas veces te vi golpear la puerta al salir a trabajar tan de temprano. Mi madre no te hablaba yo te miraba y senta que tu corazn lloraba pidiendo a gritos amor y comprensin. Oh, pobre viejo! Nadie comprende tu sudor nadie es tierno con tus manos rudas ni con tu frente quemada por el sol que el tiempo y el calor llen de arrugas. Oh, viejo! Yo recuerdo aquella noche en que infantil te pregunt lloroso Por qu tomas papi, por qu tomas? Y sin hacerme siquiera algn reproche mordiste el cristal de aquella copa

    53

  • deseando que la copa fuera el ausente licor de nuestras bocas. Te vi gritar a mami y yo sufr, sufr por t, sufr por ella, que perfumada y bella sali dejndonos all, Oh, papi! Mi querido viejo tambin recuerdo lo mucho que re fuiste Garrit, caballo y loco y morisquetas me hacas con un coco y entre risas, carcajadas y juegos muchos besos robaste para ti. Oh, mi viejo, mi querido viejo! hecho del polvo y del calor divino, pues no borran los inviernos tu tesn, toma de tu hijo, este profundo beso y djame baar con mi cario tu siempre noble corazn porque padre como madre solo hay uno y es un padre quien de la salvacin. (Junio 15, 1975)

    54

    JUVENTUD Juventud que ya te vas jams vencida, cansada de batallar sin que nada te haga volver atrs. All mis sueos mis glorias todo el afn de mi pecho, que se apag sin el beso que perturb mi memoria. Porque sueo fue mi historia mi loco afn de ser bueno y en cambio solo veneno me dieron por amistad. Y sin embargo te vas juventud tesoro mo como agua triste del ro que no volver jams. (1974)

    52

  • Recojo este espacio para agradecer a Don Roberto

    Nez(q.e.p.d.) la presentacin de mi libro LOS

    LTIMOS VERSOS DEL ROMANTICISMO con la

    impactante declamacin del varios poemas, as

    mismo al joven Jos Bustamante, artfice del

    evento que se realiz en una biblioteca del Barrio

    de San Felipe. (Agosto 1982)

    55

    EL AMOR DE MIS AMORES Tu amor fue como un cristal opaco y roto que se torn viajero en brazos de otro, cuando nada vali en mi torpe empeo de luchar por tu amor que fue mi sueo. Yo s que hoy buscas sin hallar olvido arrojar de tu vida mi abrazos que el escote de tu pecho hizo pedazos en los aos pasados y floridos. Por qu de otra boca tomaste el corrompido licor que mata y que sofoca si en las noches puras de tu boca sali cual fuente de la dura roca lastimosa y bella la palabra amor. Virgen que el lodo la infam cobarde cuando el lucero se ocult en la tarde para ser el fugitivo beso de la infame traicin de tus excesos. Qu palabras y torpes ilusiones te hicieron padecer esta locura de regar sobre mi amor basura con el opio infernal de tus canciones.

    Fatal mi sino me llev a tus huellas para mostrarme vencido una estrella que fue mi vida, mi lrica dulzura en el oculto mar de la amargura.

    57

  • En el xtasis de la pasin sufrida ya lejos de mis locas ilusiones te vi con el amante envilecida llegar cuando muere la noche de pasiones. El alba fue tu manto en esa hora en que oculto con mi angustia tuve calma y llegu decidido hasta tu cama para matar a quien matara el ltimo amanecer de mis auroras. As crucificada quise verte pero miento, porque amor profeso hirindote a la hora de perderte. Y sabe Dios, porque l lo sabe, que el pual cual bestia vengadora lo hund en mi mano para que mi sangre lavara tiernamente el sueo de tu alma pecadora. Que pudo ms que mis empeos, por brindarte esclavizado mis ternuras que el fcil placer de una aventura que fue locura la pasin y el sueo. Y si otros besos a tus labios muertos lo incitan a placeres conocidos l sabr que los placeres nuestros te traicionan en el clmax del olvido.

    Y querr vengarse en la difcil hora cuando los aos el rostro te marchiten

    58

    56

  • y en un adis recordars la aurora de aquel pual que a mi bondad pusiste. Por qu borrar de mis recuerdos idos el placer de tus besos colegiales la furia de tus senos encendidos que fueron en mi boca naranjales. Oh, rosas por el amor vencidas, me dijiste la noche en que tu vida fue prpura en mis manos encendidas. Cuando tus senos besaba largamente el hilo de tu vida fue corriente en el ertico quejido de tu vientre que tus labios vencidos derramaban cual veneno que bota la serpiente. Y no lo niego amor, cmo te amaba que solo verte callar cuando callabas tus ojos parecan llamaradas en las aguas tranquilas de mi mente. Si fugitivo ya de mi cario quedan tus besos de mi primavera sublime fue sentirte compaera al derramar tu luz sobre mis nios hurfanos hoy tambin de la quimera, que aunque juntos y amantes prodigamos la inmortal belleza de tus manos, tu piel cultivo de inquietud cimera en ellos estar aos tras aos igual que cuando fuiste tu primera.

    59

    LA TARDE TRISTE Fue en una tarde esplendorosa y bella que te dije te quiero y sonriente tu boca la besaba y sobre ella sellbamos amor eternamente. Porque nadie te am tan locamente, tan tenaz y audaz que todava el velo del pudor que te cubra es pauelo de prpura en mi mente. Ah tus ojos, erticos, sensuales sin rumbo de espasmo y de embeleso callaban y gritaban con mis besos en atrevidos placeres pre-nupciales. Porque fue as cuando desnudo el seno vibr de amor la flor de tus pudores y creyndome embriagar con tus humores me beba el cndor de tu veneno. Yo coron en el loto de tu ensueo lo que t nunca soaras amor mo que abrazada a la llama de mi fuego te volviste un tmpano de hielo tan plida y fatal como el esto. Yo aliment la fiebre de tu frente en mis noches de jvenes ternuras cuando soaba an con la ventura de un amor extico y demente.

    61

  • Y se que hoy pago con dolores los momentos de etreas ilusiones las sublimes y lricas pasiones conque abrieron los ptalos tus flores. Oh, que ventura la de amarte tanto y no volver a tener esa quimera de ser el dueo de todos tus encantos de tu risa, de tu amor y de tu llanto que regaron el jardn de mis higueras. Y cuando suelo recordar la tarde en que serena y sin pasin dijiste vete de m porque mi amor no existe mis ojos te miraron y muy triste se alejaron de ti como quisiste. Y luego comprend que t mentas las noches en que sola demorabas y en silencio y sin hablar llegabas ocultando en tu rostro las orgas que en otros brazos msera pasabas. Y aunque quisiste mancillar mi hombra doblegando mi amor ya maldecido yo logre perfumar melancolas botando tus desprecios al olvido donde mueren marchitas rosas mas. Y cuando tus manos piadosas tengan fro all al final de tu jornada triste recordars la tarde en que dijiste "Vete de m porque mi amor no existe"

    62

    Y ahora seora soledad, esto, Sabr que los que viven como yo de amor y flores y otras veces de perdn y olvido llevamos penitente una cadena de lgrimas, tristezas y dolores. (Nov. 14, 1975)

    60

  • y en un lamento dirs, Oh, amor mo solo quiero el amor que t me diste. (Nov. 30, 1975)

    63

    RIMAS Yo corretee auroras blanquecinas en mi corcel de espritu galante y puse un mar de estrellas y diamantes sobre la fresca rosa de tu espina. A m, que amores llenronme de glorias de besos y caricias escondidas tu amor fatal me caus la herida enluteciendo el cielo de mi historia. Fue que ingenua te vi, tan bella y pura que mi amor a tus pies dej vencido en un cataclismo de infantil locura. Oh! maldito amor mandado por el sino por qu celoso de mi amor tan maldecido no la vuelves a cruzar por mi camino?. (Dic. 12, 1975)

    65

  • FROM DAYTON WITH LOVE Desde ese ayer vendr como una estrella para posarme en tus pupilas bellas y escribirte a besos mi dolor profundo si mi amor es el viento vagabundo. Ms no grites... y calla! ocltame la angustia de saberme canalla, pues no miraste el camino que trazaron mis huellas escrita con la luz de una lejana estrella. Y cuando me laceres con esas ansias fieras sentir que tu boca que grita y desespera que ama y que destruye con su queja el ensueo es tan solo un perfume en mis horas de sueo. (Abril 14, 1976)

    66

    PARA TI Te dije no te vayas que me matas si otra vez ha de llegar la primavera y te alejaste fatal tan altanera dejndome sumido en la amargura de un amor que solo fue ternura en clidas tardes pasajeras. Y cuando t pensabas que otros hombres seran ms osados que mi hombra solo oropel engao y fantasa encontraste al renunciar mi nombre. Por qu lo hiciste? No importa mujer yo lo presiento... fue por robar melancolas ignorando que el poder del viento es prisionero de las manos mas. Y cuando quieras hundir ms tu falsa sobre mis carnes que te amaron tanto solo hallars amor y todava un pauelo de perdn para tu llanto. (Dic. 8, 1975)

    64

  • NOCTURNO A ELIZA T eres en mi vida un pedazo de cielo una estrella amorosa que me brinda su luz y sabes que te amo, que te adoro y te quiero, que no s lo que hara si me faltaras t. Cuando a solas, me encuentro slo s que te pienso y pregunto al silencio dnde ests corazn... y me aferro a los brazos fugitivos del viento para que mi cario se convierta en cancin. Hasta cuando esta espera de sentirte a mi lado de saber que eres ma fascinante mujer. Si no rompe tu crcel el amor que te he dado t no temes amada que se pueda perder...? A dnde irn mis besos, mi caricia y mi vida, a dnde todo el ansia que te puedo brindar, el ansia de tenerte pasional y encendida como un candil que el agua no lo puede apagar. No dejes que te aparten de mi cario cierto de mi amor tan inmenso como la misma mar, que es tanto el quererte,que no hay flor en el huerto que te diga lo mucho que te he llegado a amar. O acaso no comprendes que el maana es tardo, que las flores se mueren si no la riegas ya, que estoy solo en la vida, que me muero de fro y la ausencia de un beso no la resisto ms.

    67

    DBILES SOIS Dbiles sois como las rosas, que ostentan desgarrar con sus espinas la mano que el hombre pone encima en frgiles caricias engaosas. Dbiles sois, si al primer beso desnudan los henchidos pechos y dan el nctar del cerezo en ocultos y perdidos lechos. Dbiles sois al ofrecer en noches todo el rubor de vuestro escote De esas noches tan negras y doradas an resuena como una carcajada la cada metlica del broche! Dbiles sois, en el amor y lo sublime, porque quitan silenciosas las espinas... y entonces la rosa se define con su queja ertica y felina. Dbiles! Porque mienten amor, mienten dulzura mienten entrega al entregarlo todo y se beben su copa de amargura cuando el beso que arranca la moneda rompe el sueo, desgarrado como hilo nacarado de una seda.

    69

  • Dbiles, como ptalos de flor, No, Valientes! argentinas! Al quitar las rgidas espinas en nombre del amor.

    70

    Oh, amada! Yo s que te conmueve mi amor enloquecido que hay fuego en tu pecho y en tus labios el bro de perder en el clmax del amor el sentido ms all de la furia y que la quietud del ro. Comprendes que te quiero,comprendes que te adoro y que mi amor atesora el que me quieras ms porque tu alma, reina, ser siempre un tesoro que llevar mi vida toda una eternidad. (Mayo 6, 1976)

    68

  • MI CAMISA BORDADA En cada puntada un pensamiento dej tu mano grabado en mi camisa ella tiene le rojo de tus besos ella tiene el calor de tu sonrisa. Bordaste un rosario en mi camisa con la ingenua puntada de tus besos bella es y fresca cual la brisa que me trae el incienso de tus rezos Mi camisa tiene algo del cielo de tus ojos de tu boca tan bonita. Mi camisa fue bordada con tu pelo que es un hilar divino de colores en el rojo reflejado tus amores tambin lleva en su manga mi camisa. Lleva el verde de esperanza y un azul mstico y divino mi camisa tiene el color del vino que me bebo los tragos de la copa del hilar de tus bordados que son la luz de mi camino. Oh, dulce mujer, amada esposa hilaste con tu sangre mi camisa y ella es linda porque fue una rosa la que bordo mi corazn con su sonrisa. (Julio 4, 1980)

    71

    73

  • Don Quijote Cabalga por Panam

    74

    Prof. Arkel Martnez Diez Poeta Romntico

    (1968/69)

    72

  • DON QUIJOTE CABALGA EN PANAM Bandada de guilas estremecieron la tierra colombina y se lanzaron como lenguas de fuego sobre el herido valle de la Amrica andina. Cmo llegaban, cmo mataban!, parecan lucirnagas de muerte que slo llanto y estupor dejaban. Lluvias de lancetas envenenadas de odio caan desde el cielo sobre los nios pobres esos que desde el vientre conocen el oprobio, de ser para la raza figurillas de cobre. Tambor de montera que la indiada no entiende. La muerte tiene sortilegios de muerte! Por qu corre la gente tan despavorida, llevndose en su mente a la india dormida...? Es mi patria es mi gente es el hermano indio pisoteado mil veces, por el invasor gringo. Yo no s por qu las turbas se levantan heridas, del cieno, del fango, que alimenta sus vidas. Yo no s por qu huyen tan despavoridas, como almas en penas, como almas vencidas.

    75

    sus infantiles prendas; le arrancaron el alma, la raz de sus besos y la tierra le quit la venda, para que el mundo viera su desnudo cuerpo y no lo comprenda. T, que la ultrajaste sin tener conciencia. T, que la ves y lujurioso intentas saciar con vanidad tu hombra. T, que al vencerla con brutal ofensa le robaste su melancola... Cmo te atreves a ocultar su encanto si en ella slo hubieron primaveras. Ella fue rosa perfumada que dicindote frases lisonjeras te lleno de besos y te cuido de nio, te dio amorosa sus senos maternales, te dio su amor, ingrato, su cario! T la mataste, tu llenaste de sangre su corpio!. Y cmo a Mara, a Mara, la espada que le atraves el alma le destrozaba tambin el corazn Pero t, t vers cabalgando sobre el mar la eterna figura de un gigante por Dios, que juro y vivo! Vers a Don Quijote de la Mancha, el caballero andante!

    77

  • Ah viene! Ah llega! con su armadura reluciente de estrellas. Sus ojos son como volcanes de fuego, su casco cuerno de unicornio en celo su boca una ballestas de dardos y cabellos y en su pecho de escudo el corazn ms bello. Pero ah, estaba la arpa! devorando las entraas de mi Amrica india y a picotazos los agrestes pezones de quimeras lindas. Alto, alto al cobarde, alto! Quin dijo alto exclam el buitre devorador de vientres. Yo digo alto, contest Don Quijote y yo quien soy, dijo el gallote T eres un imbcil! y yo soy Don Quijote de la Mancha el vengador de Amrica. El brbaro, enfurecido, con trax de cartn sac sus garras y se lanz sobre el Quijote. Pelea de guilas, de brutos, de pasin!, pero la pica del Manchego se hundi en el alma de la arpa que no tena corazn. De repente! Legiones de demonios cayeron sobre el caballero andante

    78

    Son turbas de fuego, de ese fuego negro con que se viste la muerte esa, la gran prostituta; la que duerme con vivos y se acuesta con muertos. Cuando sus labios se posan sobre los cados del mundo no hay terreno frtil, para sembrar las flores que den tantas espinas y coronar con ellas mis viejas sonatinas. En una gran llanura el amanecer se dibuja. Humeantes cadveres adornan el camino de los conquistadores. Ros de sangre, lagos y mares fecundan el estircol de los invasores. Esos que marchan como legiones romanas sobre los hijos de Cristbal Coln; lampios y lacios de vistosas ruanas pierden en la guerra toda la razn y luego cantan a los mares, que los dioses tienen corazn de len. Mentira, mentira! Ellos no tienen corazn de len. Ellos ahogaron su canto de ngel; quebraron sus lgrimas, le arrebataron sus sueos,

    76

  • Y en una lucha desigual su lanza curtida de sangre la venca el mal. Don Quijote cay como caen los robles Con las ramas extendidas Cubriendo con su ltimo aliento el eco de la vida. OH, Amrica, OH, tierra sufrida! Cmo no llorar al verte cada sobre las llagas de tus propias heridas. Cmo no llorar, llorar... ahogando en la garganta el grito de mi dolor de indio. Cmo no llorar si me duele la vida Esta vida de esclavo que jams la rindo. Todo haba muerto, la desesperanza floreca al viento y yo no quera que el guerrero andante me dejara solo con mis sufrimientos. Quise que su muerte descansara en mis brazos y me arrodill, para levantar con mis manos su cabeza de mundo; sus ojos estaban cerrados como el teln del escenario que guarda en el foro el sueo de Segismundo. Acarici su aguilea barba con paternal cario

    79

    POEMA A LA TERCERA EDAD Los aos son hojas del rbol de la vida que se van de las manos para ya no volver, all se quedan todas para siempre dormidas y solamente en sueos podrn reverdecer. De nio yo miraba lejanas las estrellas y extenda mis manos querindolas traer para hacerlas juguetes, prncipes, doncellas y en un largo camino cantar, saltar, correr. Yo tengo en mis quimeras muchos aos floridos aquellos que de infante jugando los pas recuerdo a mi madre, su risa, sus latidos, palabras amorosas que nunca olvidar. Los aos son hojas que se van de la vida como golondrinas para nunca volver y se llevan del alma las viejas heridas, heridas que ms nunca deben renacer. Ay, aquellos aos cndidos, triunfales!, que llenaron mi pecho de calor escolar y como de agua viva beb esos manantiales que baaron mi vida y todo mi pensar. En esos aos de fuego, de celos de pasin, quin negar que un beso le robara la calma recordando la letra de una vieja cancin.

    81

  • Las madres son pedazos del corazn herido,

    los hijos son las hojas del rbol de la ilusin

    (Cancin de serenata)

    82

    y mis lgrimas rodaron a su boca blanca como el armio. Mi sollozo pareca un naufragio en un mar abismal. Mi sollozo como ptalos de rosa cubran el cuerpo del guerrero inmortal y su mejilla plida fermosa, pareca fresca como un manantial Elev piadoso la mirada al cielo y vi cuando un rayo de luz baj a ponerse en el rostro del manchego. Sonrea y su sonrisa como un collar de diamantes iluminaba el suelo. De pronto, se levant brioso! y montando a Rocinante incontinente sali a batirse con mundos y montaas. Don Quijote es nuestro, Don Quijote es nuestro, gritaba la indiada Americana. Don Quijote es nuestro, Don Quijote es nuestro, su jubilo, su gloria, sus hazaas. Don Quijote es nuestro, Don Quijote es nuestro, nuestro... Pero naci en Espaa!

    80

  • Hoy gritan los hijos, ren los nietos y el viento acaricia mi cabello blanco y como esa nave que llega a su puerto se me va la vida con febril espanto. Vivir, amar, sufrir, la vida es eso es un ciclo de muchas mascaradas, que algunas veces nos regala besos y otras veces nos lanza bofetadas. Los aos son hojas que se van de la vida como golondrinas para nunca volver y se llevan del alma las viejas heridas heridas que ms nunca deben renacer. Vivir, soar, sufrir, la vida es eso es un ciclo de muchas mascaradas, que algunas veces nos regala besos y otras veces nos lanza bofetadas.

    83

    TORMENTA En una noche oscura entr a una cantina bulliciosa, donde el aire despide con agrura el sudor festivo de la gente y el caminar de una hembra voluptuosa. Yo llegaba huyendo de tormentas esas que en la vida se desatan y sin saber que en la copa se fermentan y que poco a poco lgrimas nos sacan. Todo es dolor, todo es amor en tiempo ido, todo parece perder el resplandor, de aquellos aos tan bellos y vividos que hoy son fantasmas en vasos de licor. La msica hace vibrar mi alma. los amigos cantan y lanzan carcajadas mientras otros tocando con sus palmas avivan con fuego la tonada. Otro trago ms, otra botella!; el cantinero goza la emocin, porque esa noche me top con ella y ni siquiera me import su corazn. Porque al beberla, al beberla los vapores de la mar de mis neuralgias

    85

  • me mareaban en la vieja Carabela que navegaba en mares de nostalgias. Echo a la mar, a los puertos y cantinas con borrachos, marinos y arponeros, cruc los mares con viejas celestinas que fueron de mi amor el fogonero. Era mi barco un sucio bar marino, que lleva en sus bodegas prisioneras mujeres sin almas, ninfas sin destino, que el hado le mat sus primaveras. Alcohol, viento, tempestades! Demonios pegados al timn de mi destino me empujan al infierno de sus mares un lago negro sin ningn camino. Viva el capitn tormenta! El Pirata de los sietes mares, el corsario de todas las cantinas. Alcohol, humo y neblina, es la Rosa de los vientos que en cada trago me clava sus espinas. OH, turbio mar de ron! , que las tormentas de tus olas me destrozan el alma, el corazn. Cmo detener la furia de tus brazos, cmo pedirte que tengas compasin de este viejo marino que ha perdido de la nave su rumbo y su timn.

    86

    84

  • Viva el capitn tormenta!, el capitn de esta embarcacin, gritaban borrachos los marinos, arponeros sin Dios ni salvacin. De repente! La vieja tormenta regresaba para matarme el alma; ella era venganza, ella me odiaba no perdon jams mi vida en calma me sumi en terribles borracheras me azoc con furia el huracn que era el espejo de mi alma. Fatal tormenta, que ya naufrago en el mar de los abismos llega la terrible hora de ver la muerte de uno mismo, cuando el cuerpo solitario llora y reconociendo la culpa de su vida implora al Dios del cristianismo Perdn Jess, perdn, salva mi alma pecadora!

    87

    FURIA DE PATRIA Desde la cima del ancn junto a la bandera de la patria veo a la juventud venir con una piedra en la mano y en la otra el corazn. Huelga, huelga, huelga! es el grito de la metralla estudiantil, que a mis odos llegaban insistentes. Libros caan inflamados de coraje sobre el viento herido de la patria ardiente. Pero al llegar la tarde, el mundo de la salsa se encenda, llevando por doquier olor a ron y con el perfume de las prostitutas se apagaba el tambor de la revolucin. Las calles de calidonia tienen su propio pregn! El guardia y el chino, Ins y Mara el maleante y hasta el ms santn desdoblan sus rostros en muecas de gente que retrata la lumbre del viejo fogn. Y por esos zaguanes de humeantes pesares una nia juega con su corazn y en una noche de encarnada luna sus labios torcidos de amor

    89

  • lanzan una queja cuando un llanto de cuna estremece el vientre de la sin fortuna que entrego por hambre su virgen pudor. Concepcin no canta su fiel meloda su raza de negra la mat el licor cuando en las cantinas su cuerpo venda por dlares gringos del gringo opresor. Negro ven, vamos a guerrillaa.! No-man, el negro happy, el negro no quiere problemas, el negro slo quiere salsa man, salsa...! Y sent tanta rabia que quise bajar y acabarlo todo! Pero ah estaba ella, gritando en la puerta, pasen, baratillo! hay ropas baratas, panties, calzoncillos. pasen, pasen, pasen! gritaba el judo, al pobre rebao, al pobre gento de la misma gente de esos caseros. Ven mujer, aqu hay un fusil para tu liberacin! Hay seor! yo lo nico que quiero es trabaj p aliment a mis hijos.

    90

    Portada de una Revista Siete utilizada en mi Tsis

    de Graduacin para optar por el ttulo de Lic. en

    Periodismo y ahora para ilustrar el poema

    Furia de Patria

    88

  • Y casi me espanto de aquel acertijo, de aquellas cadenas Made in Japan, que adornan el cuello de tantas mujeres que vendiendo argollas por el mundo van. Mis ojos heridos buscan el camino de los aguerridos! Ah ta mi compa!. Qu feliz me siento de or su saloma y su duro machete limpiando las lomas, tambin los potreros del estril campo del viejo camino que llen de espanto, de muchas sonrisas y de bellos cantos. Y cuando veo en su frente los soles que cruzan como latigazos de la explotacin, lo llamo y no escucha, compa que lo acaba el patrn! No ves como luchas arando los surcos, sembrando arrozales y cortando tucos, pilando maz o cogiendo frutos y quedndote bruto, pues con tanto trabajo, que vas a estudiar. Tu campo y tu tierra son valles de acero, nada entra, nada sale y como un prisionero te azota la tierra inclemente y salvaje poniendo en tu lomo la maldita carga de su coloniaje.

    91

    Tom sus senos muertos lnguidos sin brillos, ausentes de toda voluptuosidad y quiso exprimirlos clavando sus dientes en el pezn dormido, que callaba el grito de su maternidad. De sus senos no sali leche, vi brotar dos lgrimas de ellos, que rodaron por sus costados hasta la tierra avergonzada y al tomarla el patrn por sus negros cabellos vi abrirse sus ojos, negros, rojos y desorbitados; que deseaban gritar desesperados, cuando aquella bestia ya la posea profiriendo obscenidades a la india que sin saber mora... en la imagen de sus ojos resignados. Quin era yo?, no s salt de mi espanto sobre aquella bestia y lo alc en el aire con furia de len, para que fecundara con su orgasmo su propio corazn. ... y baado de escarcha su fornido cuerpo, lo golpe mil veces y mil veces deseaba, por Dios, verlo muerto. Cuando el pen se abalanz sobre m

    93

  • lo tir hacia un lado y arrancando de la pared el cuadro de un santo se lo estrell en la cara y a puos y a patadas los saqu de all. Corrieron desnudos por el verde campo. Corrieron desnudos llevndose a un santo. Sin comprender aun lo que haba pasado me arrodill para acariciar los cabellos de aquel cuerpo violado... sobre la tumba de una raza llor como jams haba llorado. Indio ven, ven, aqu hay un fusil para tu liberacin! Indio no querer guerra, indio solo quiere paz. Maldita sea! Que fermente el fuego tu ira vencida, que no haya sosiego en tu clida frente hasta que liberes a este continente..., gritaba en la aurora mi fusil demente. Y fue all en la cima del ancn, que sent los pasos, los pasos guerreros de mis propios pasos, buscando el camino de la liberacin.

    94

    Compa, venga, aqu hay un fusil para su liberacin! Ay compa! Yo solo quiero que los campos se pongan verdes y que mis vacas den leche. Con furia salvaje, lanc un grito loco por todo el celaje y mi fusil vomit su coraje en estriles rfagas por todo el paisaje. Cuando los campos duermen de la tierra brota la desesperanza y un quejido de fiera se escucha en el campo y una lgrima ahoga la dormida planta. Yo recuerdo, una noche en un pueblo lejano Si, recuerdo! Viva en una pensin y una noche, sentado en la recepcin vi a un pen traer por los hombros a una india borracha; semi arrastrada la llev a la habitacin, que estaba a un costado mo, luego entro el patrn y dijo: recuerda que es p m. S patrn, respondi el pen. atnito contemplaba, cmo esos dos salvajes desnudaban a la india borracha y cmo el patrn se desnudaba para tirarse sobre ella.

    92

  • 95

    Bolvar llora, cuando el cliz de su gloria cae sobre la dura roca de la historia y corta la ensea libertaria del sueo de una Gran Colombia. Fue su amor y fue su empeo cortar el yugo espaol que apretaba la Garganta de Amrica, un gran crisol. Venezuela, Colombia, Per como el cndor de los andes batieron sus alas de luz, pero rotas las cadenas, igual que tambin se rompen en la vida de los hombres las palabras que avalan la cruz. As se rompi el cntaro, por el odio y la maldad, de los partidos que buscan el oro y la vanidad mientras llenan a sus pueblos de hambres y necesidad. Que cesen los partidos, para que el sepulcro me abra la puerta de la oscuridad y yo descanse en la paz de estos pueblos hermanos. Y con mi grito libertario con mi franqueza y sosiego

    97

  • digo: que la separacin de Panam de la inmarcesible Colombia es un monumento glorioso al amor y a la igualdad, porque todo fue sellado en patria, justicia y libertad.

    98

    PANAM Y COLOMBIA

    -Naciones hermanas-

    (Alocucin al da del Centenario de la separacin de Panam

    de Colombia en una Visin Pstuma de lo que fuera el

    sueo del Libertador Simn Bolvar 1783-1830)

    Separacin de Panam de Colombia 3 de Nov. 1903

    Suena el clarn!, y los caones truenan en el campo de guerra y desde el Chimborazo el General de Amrica hace temblar la tierra. Su espada de acero, templada con el fuego de hidalgos bravos no tuvo descanso al romper cadenas que trajeron de Espaa veloces navos. Sueos de Libertad, sueos de gloria! la gran emancipacin americana! Bolvar con su espada escribi la historia al unir con sus manos naciones hermanas en una Gran Colombia rica y soberana. Boyac, Ayacucho y Junn! aguerridos campos donde se sembraron los inmensos rosales de la libertad. Y en la dolida tierra de los Andes

    96

  • 99

    NERUDA Estaba el inmortal y yo conversando sobre el amor, la naturaleza y el esto. Su pluma un tronco de parra mojada en el vino de su jarra susurraba como el viento del Arauca aire de libertad en la poesa, donde el bardo rosas ofreca, para adornar la gloria de su patria, Chile. Sobre la mesa, la copa llena de recuerdos traan a su mente el pan y el vino, porque en su afn de dar cario fustig con ideas libertarias los furgones que arrollaban a su patria al indio, al hermano, a la mujer, al nio. Neruda puso en el elixir de la parra un bouquet que slo Chile tiene; alegra, valor, hombra pura, un destino de gloria que sostiene sobre el glaciar de la antrtida chilena la aristocracia de su investidura. Cant al Bo Bo su mgica escritura Esculpi en esas aguas su doncella, para beberla y exprimirle la cintura y sacarle de sus pechos dos estrellas que hoy brillan sensuales en los ojos de la mujer chilena, la mujer ms bella.

    101

  • Como el Tacora, me dijo suavemente el maestro enamorado del vrtigo y la altura; poesa es el beso que se desprende de este pozo ardiente y al caer sobre el desierto de Atacama hace que nazcan rosas sin espinas y corran ros en completa calma. Poesa .., poesa.., son lgrimas del alma. Sobre la mesa, naranjas y manzanos, cucharas, vasos de barro, platos, cacerola con guiso de ternera, verduras y tocino. Era la tpica mesa del Mapuche, del artista por natura, el pintor del cielo andino, que alzando su copa, ms alta que la copa de Ojos del Salado, dijo: muchacho, el reto es con vino tinto! Si no estoy en cada piedra del camino, dnde estoy...? Si no soy parte del frvolo destino, de qu soy...? Si no soy cndor de la extrema altura yo que soy...? Si no soy mar, que ms que mar soy fuego, qu yo soy...? Acaso en el tropiezo de la piedra estoy o sobre la piedra gozando del reposo o siguiendo la luz de una mirada o simplemente nada. Y para poder devorar todo lo suyo tuve que mirarla desde el cielo

    102

    100

  • y con mis garras elevarla pura o simplemente la dej en el suelo. Viento y tormenta azotan a mi barco! y mi barco rompe el faro del camino, aqu nos detenemos, no hay destino; sobre la piedra del reposo est la va infinita, absorta, de tristezas llena el camino est dentro del alma en la poesa ma. Y al levantar mi copa no vi a nadie...!, me encontr rodeado por natura, todo era verde, fresco y hermoso, que al divisar la piedra del reposo me sent a caminar por dentro, muy en calma sin encontrar destino ni caminos; porque los caminos son el alma. Salud!

    103

    EL CANTO DEL RUISEOR En una ventana nostlgica de amores un ruiseor canta su pena porque a su amada, cubierta hoy de flores un nio la mat en su inocencia plena. Ella en su agona vio prpuras estrellas reflejadas en los ojos de la muerte loca, que la miraba y se abrazaba a ella ahogando el torrente de su boca. Junto a su amada el Ruiseor cantaba sin lgrimas sin quejas ni lamento. Su amor en el dolor resplandecido era como el sol que en el ocaso se deja devorar por el abrazo del mar enfurecido. Porque la mar jams pudo haber sido ni an reflejando a la preciosa luna tan bello, tan amante, tan sufrido, como el canto de la sin fortuna. Hay veces que slo con mirarte veo este mar inmenso en tus pupilas y de pronto quisiera arrebatarte no la furia ni el fuego de tus besos sino la paz que tu mirar destila. Tu eres llamarada an en lo profundo de este ocano tenebroso y fro;

    105

  • cantaba el ruiseor sin rumbo navegando en las alas del esto. Oh amor, oh amada! cmo te arranca de m la lejana. sin horizonte no hay aurora ni enramada no hay roco ni luna ni posada, donde pueda descansar mi canto, que es el llanto de un alma enamorada. Qu hacer, morir contigo..? dejar que me lleve el sufrimiento al mundo del olvido? morir as es ponerle a un gran amor un gran castigo. Callar, guardar silencio, que nadie sepa ms del canto mo, que alegraba tu nidal en las maanas y te daba calor cuando tenas fro. Olvidar a quienes da a da disfrutaban mi canto a cada hora; al jornalero, a la maestra, a la viejita a los que lleno de melancola saborearon los besos de la aurora en el manjar de la primera cita. Cmo no regresar y con mi canto hacer que el nio que mat a mi amor en vez de piedra maana cuando hombre recoja una flor.

    106

    104

  • Oh mar, oh amada! As como herida la concha en lo profundo no devuelve con odio la mirada, as prefiero dejarte en mis dolores, cual perla en la concha nacarada; deca el Ruiseor mientras cantaba en una ventana nostlgica de amores.

    107

    ESPINAS Y TRISTEZAS A Eli Cuando yo muera no quiero que me tiren flores que en mi vida me regaron los amigos ni digan que fui de los mejores hoy que a la muerte su tormento esquivo. Yo no quiero que mi amada adolorida ponga sobre mi tumba flores ellas sern sal sobre la herida que en vida me dejaron sus rencores. Yo no quiero que su rostro en triste pena lo enjuague en lgrimas piadosas si no corre sangre por mis venas en esta senda oscura y dolorosa por qu llenarme de flores y de llanto si en la muerte hay paz en la vida luto, espanto. Las flores fueron siempre un arma artera que en brebajes cocieron celestinas y aunque en altares se pongan lastimeras el santo piadoso no las toca por qu tienen corazn de espinas. Recuerdas! cuando mi brazo amante buscaba el dorso tuyo, ahogaba los desplantes

    109

  • cuando eras flor, capullo. Por qu flores hoy sin un arrullo? De esas noches, recuerdo irte con otro, de ese otro que vive en las memorias de mujeres que suean con lo ignoto con palacios y riquezas mientras dejan espinas y tristezas y un corazn, herido y roto. Y si en vida me negaste los favores no preocupis hoy por darme flores, porque el mortal que es del mundo ido se lleva a la tumba sus dolores y no regresa a vivir lo que no ha sido su vida, amor, justicia y flores.

    110

    108

  • 111

    ilusin de las discotecas ni de los centros expendedores de brujera. Es el apogeo de la tercera guerra mundial! El mundo contra la juventud irredenta! Mis versos no hablarn ms de su corazn Muerto. Los futuros hombres cantarn mis himnos libertarios y el Cid llevar en sus brazos la humeante bandera sobre el lomo de Babieca. Cuando pienso en los atardeceres y el crepsculo, evoco los encarnados labios de Gloria, su fresca adolescencia, viva y perfumada con aguas de azucenas, siento que mis manos tiemblan, cuando en esa aurora de la vida rodearon sus exquisiteces. Su piel, virginia seda de su angelical figura, palideci la tarde en que mis torpes besos enrojecieron sus dormidos labios, como el lago que se desangra lentamente, as se desbordaron las aguas de mi lira y ella bebi el vino que los demonios dantescos trajeron de lejanos cementerios. Su corazn, tal vez herido en el oprobio de mis incertidumbres

    113

  • no resisti impacientemente la llegada de mis carretas repletas de oro, prefiri arrojarse a los brazos del agnosticismo y soar sobre las nubes de alcaloide el sueo de su propia destruccin. Yo no s cmo podr luchar en el circo de la nueva Roma imperial! Sofisticada de tomos y de computadoras, si ella misma no puede sostener con la ebriedad de sus clamores el trinchante que ha de lanzar sobre mi pecho. Yo construir el espectculo de su derrota. Mi lira sonar en la anunciada hora con el canto de mis versos y mis calgulas dominando el pacifico sonoro anunciarn la llegada de los nuevos conquistadores. Es necesario en las horas del futuro revisar mis huellas paralelas de aquel destino incierto e incinerar en el seol la palidez de su rostro encantador. Sueos de juventud enamorada y loca que arrebat el pudor a tantas rosas e hiri con su lanza de caballero andante el vientre de la paloma tonta. Ella ha sido escultura en mis manos de poeta, la cincel a capricho con mis versos y el mrmol de su figura inerme

    114

    CIBERNA Fui un poeta romntico y mi lira trascendi el umbral de muchos pechos femeninos am a la mujer con el calor de la luna, pero mi corazn encendido como un sol quem mi lrica pasin cuando el cristal de su feminidad se hizo pedazos y arremeti contra nosotros, los hombres en una competencia estril. Seremos gladiadores por la conquista del futuro ella, devorando a su paso los escaos pblicos y las escalinatas de los imperios industriales mientras aparta su seno seco del infante que llora y grita MAMA! desde una cuna hueca dentro de un cuarto perfumado con extraos olores parisienses. Y su grito ahogado en el eco de su soledad inmensa, lo pierde en su mundo fantasma y el beso carioso de una bruja cierra sus hinchados prpados cuando le canta agnicas melodas infernales y los demonios surgen de las tinieblas, para abrazar sus infantiles carnes que comienzan a identificarse con el fuego del infierno. Nadie grita HIJO! nadie grita JUAN! esas frases no pertenecen a la ertica

    112

  • me vomit el placer de su desdicha. Su caminar fue lento ms no incierto ella va sobre nubes de alcaloide sin escuchar mis viejas serenatas que le arrancaron lgrimas de plata. Ella fue sobre todo una ventura en mis sueos escarlatas, ella sobre todo fue locura.., locura por cambiar su piel de ncar por una rara estructura de hojalata.

    115

    QU ES LA VIDA La vida es un juego entre vivos y muertos, porque vivos son aquellos que parecen muertos y muertos los que llevan los ojos abiertos, el alma vaca y en su vida un desierto. La vida es un eco de algn sueo despierto. Es un clido beso en la frente de un muerto. La vida es una lgrima en la llama de amor que nos consume, es la arbrea languidez de Ftima y de la rosa es solo su perfume. La vida es el cofre de las ingratitudes, que nos llena de espanto para hacernos morir y en la muerte no hay llanto ni dolor, ni virtudes en ella solo existe el ansia de vivir.

    117

  • La vida me parece a una estrella muriendo que muere tras un grito de infinito dolor y slo porque muere nos deja en el recuerdo la luz de su fulgor. La vida tan solo fue aquel bello momento en que dijiste amor. Chispa en el naufragio de las sombras eternas, porque despus de todo la muerte galopando llega en el desamor. La vida es la apariencia lujosa de la muerte, la voz de la conciencia, porque la vida es verte sin velo, ni inocencia. Mira.., la vida es ms que eso, ms que un beso y unos labios abiertos; la vida es la mentira que nos cuentan los muertos.

    118

    116

  • 119

    Cmo volver a tu balcn, donde tus besos fueron llamaradas en un cielo de amor y tentacin. Cmo sentir amarte y entregarte el corazn y tenerte entre mis brazos extasiada si me cerraste para siempre tu balcn.

    121

  • EXTASIS Fue en tu balcn, cuando la luz dorma, que te habl de este amor, triste, profundo, pero t mente ausente en franca lejana se llevaba m corazn lejos del mundo. All, envueltos en el ter del divino cielo confi a tus labios mis labios calurosos y mientras te quitaba con pasin el velo de tu pudor, de ese pudor doliente y tan hermoso. T, parecas flotar entre las nubes, como un ngel, un hada, una doncella que dejaba en el mar de las estrellas un concierto de amor en el querube. Oh, amada, cmo volver a tu balcn? que si de pronto el cielo lo quisiera, t bajaras sin ser la quinceaera, la que en el cielo me dio su corazn. Y hoy, prisioneros de la verdad vivida, t me reprochas haberte amado tanto porque no presentiste que al amar dormida navegabas en un mar de llanto. Oh, amada, cmo llegar a t balcn y volver a encender lo que era mo; tu cuerpo, tus besos, tu pasin, que murieron en la mano de mi esto.

    120