CANTOS DE BODEGA
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CANTOS DE BODEGAANTONIO BELTRAN MARTINEZ
Los cantos de bodega de la provincia de Zaragoza son inseparablesde los turo lenses y, espec ialmente ,de los de la zona de Alcañiz donde sehan registrado los que parecen másantiguos (1). No depende su aparición o existencia de que la comarcasea productora o no de vino y han detener estrechas vinculaciones con losritos que han rodeado al vino y suconsumo desde su invención que sesubraya en todas las mitologías quesubrayan la personalidad de los primeros que lograron hacer fermentarel mosto; concretamente hay quebuscar las relaciones con los cantosde bebedores y de taberna de la EdadMedia e, inmediatamente, con las romanas del tipo de las que se reflejancínica y hasta desvergonzadamenteen los vasos o cubiletes usados parabeber con inscripciones tales comobibe dum vivas de un cubilete de Tréveris del siglo 11 o el vivet qui me plenet en un recipiente del 111 de Maguncia. Está fuera de lugar cualquierampliación de estas referencias quepueden verse en la abundante bibliografía sobre uno de los alimentos básicos de la humanidad desde el Neolítico: con pan y vino se anda elcamino. Podríamos citar una ampliabibliografía iniciada cronológicamente con Andrea Bacci, De naturalivinorum historiae, de vinis Italiae et deconviviis Antiquorum (1596) y cerrarse con Stanislaw Mrozek, Prim etrémuneration dans I'Occident romain(Gdansk, 1975) y André Tchernia, Levin de l'Italie romaine (Roman, 1986)o el clásico R. Billiard, La vigne dansI'Antiquité (Lyon, 1913) y otro tantopodría alegarse para los tiempos medios y modernos en la larga serie deobras sobre el vino y sus bebedores (2) que , no es del caso aduc iraquí. No nos resistimos, no obstante,a anotar la conocida frase hasta verteJesús mio, usada en Aragón comosinónimo de apurar las heces de undolor o la consunción de un trabajo,nacida de la costumbre germánica deincluir una medalla con el busto deJesús en la parte inferior de las vasijas o epokales, de buen tamaño. cuyocont enido había que apurar de unbuen trago hasta ver el fondo.
Falta un estudio de conjunto deestos cantos de bodega, a los queMingote sólo dedica unas pocas líneas y no mucho más Arnaudas,
quien pudorosamente se avergonzaba de incluir en su Cancionero turolense tales cancioncillas en términos que nos parece curioso ysaludable reproducir: «Cantos de lasbodegas. Ya queda dicho que la faltade cultura suele notarse bastante envarias costumbres populares en queinterviene el canto , y aunque he podido apreciar un poco la certeza deesta afirmación al conocerse ciertosdetalles propios de la ejecución de lasalbadas , la necesidad de incluir enesta Colección los canto s de todaclase que he pod ido recoger, meobliga , siquiera sea con mi sent imiento de hacer resalta r algo dichaincultura, a mencionar también una delas costumbres en que a ellos se dagran intervención». Después de estadiscu lpa del buen presbítero quemuestra no entender bien el sentidojocoso de muchas manifestacionesde la vida popular, añade: «En variospueblos del Bajo Aragén y sobre tododel partido de Alcañiz, acostumbranlos hombres a reunirse con frecuencia por la noche. y a veces tambiénpor el día. en alguna bodega, paracome r y beber alegremente . lo cualsuelen hacer hasta no poder más;bien se comprenderá. pues. que enesas ocasiones y sobre todo cuandoa las cabezas de los concurrentes vafaltando ya el ordinario despejo , elcanto ha de ser parte muy obligada.Por esto, si bien entonces salen a relucir cantos de todas clases y de todas partes , se ejecutan asimismo ycon preferencia, muchos que son exclusivos de dichos actos. Entre estosúltimos, hay algunos en que a unamelodía bastante inocente, se une suforma vulgarísima, por lo cual, apenas si ofrecen algo de particular;otros . vienen a estar calcados decanciones de la Jot a, aunque concierta libertad en su forma. lo cual lesda relativo interés, y otros, por último, son en su totalidad cantos de lamisma Jota. con melodía más o menos interesante; pero , de cualqu iermodo que ellos sean, las coplas o letrillas con que se ejecutan suelen sercuriosas y algunas tan peculiares yadecuadas que , en verdad , hacentambién aparecer a los cantos comomuy propios para ser ejecutados tansólo en dichos lugares y en talesocasiones». Dejando aparte las ideasde «inocencia» o de «interés» o «te-
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ner algo de particular» aplicadas pormosén Arnaudas a letras o músicases necesario advertir que las deformaciones o atrevimientos que aparecen en las letras no son fruto delalcohol, sino que se cantan tal como
.fueron compuestos cuando los autores estaban sobrios y se repitenidénticamente en cada ocasión, incluso fingiendo una embriaguez inexistente y la conduc ta de un borra cho. Es muy importante elcomponente lúdico y ritual de estasreuniones y de los cantos interpretados.
Los cantos aragoneses de bodegano tienen otra cosa en común que laocasión y lugar de su interpretación,variando letras y músicas que no sesometen a ninguna regla general.Naturalmente se juega con la circunstanc ia de la embriaguez, real ofingida, se introducen palabras ininteligibles como corresponde a la supuesta pérdida de conciencia de loscantores, no pocas veces parrafadasen latín macarrónico con remedo burlesco de los cantos de iglesia, comola muletilla domine y se someten auna mecánica en la que el bebedortiene que seguir bebiendo mientrascantan sus compañeros hasta quedan aviso con una palabra convencional , como «rulé» en Castelserás(Teruel) o Paniza (Zaragoza), «pum»como onomatopeya de un cañonazoen «el artillero», etc. Es curioso que seacuda a paráfrasis de cantos funerarios en la forma como aparecen esqueletos en los citados vasos de Tréveris y en otros romanos. Sin que seanecesario que lo exijan fechas señaladas los hombres se reúnen en lasbodegas a comer y beber, cantandocoplas que animan a continuar el trasiego, sumamente ingenuas, pero llenas de alegría. Por descontado quenada tienen que ver con la jota o concualesquiera otras composicionesmusicales estereot ipadamente aragonesas como las atoadas , acusándose en todas las letras los deseosde lograr efectos cómicos.
Aparte de ello existen ritos de bedega, como el «espirallar» o abrir lascubas para probar , que en algunoslugares se realizaba el jueves santo,cubriéndose después el orificio concera o los del «vino nuevo» de introducción moderna en localides comoCariñena (3), nada tienen que ver estos cantos, en concreto , con el hecho de que el vino sea en Aragón,como en todas partes un vínculo dereunión y el modo de obsequiar apresentes y ausentes. El obsequio deuna botella de «vino de la casa»es fineza est imada, quizá por la pocaconfianza en el que despachaban lostaberneros denostados, por ejemplo,
en las acerbas críticas de los rabadanes del dance que los acusabande«bautizarlo»; y el fingir obsequio quetenía como finalidad el embriagar alos forasteros era divertimento bastante frecuente. Celebrarel buen vinode Aragón quizá esté en relación conla opinión de Braulio Foz, puesta enboca de Pedro Saputo , quien al alabar los productos de la tierra, incluida el agua, excluye al vino por decidir que los aragoneses tenían lavirtud de hacer mal vino con buenasuvas.
No obstante, alguna vinculacióncon sacralizaciones del acto como lacitada de Alquézar (Huesca) al «espirallar», parece deducirse también decantos como el de Paniza donde seinvoca a la Virgen y a San Gabriel, aquien se pide que «traiga al infante»,es decir, al Niño Jesús, antes de pasar a las desenfadadas estrofas debebedores . En Atea los mozos sereunían el 18 de marzo en una bodega aporta ndo unos dos kilos debacalao, veinte litros de vino y algunos panes y se designaba a dos deellos para «mandar» en la fiesta,quienes como primer acto del ejercicio de su jurisdicción partían y repartían entre todos el bacalao (4), dandoentonces acceso al lugar a los «catecúmenos» o entrantes que debíanhaber cumplido los diecisiete años,quienes asumían el papel de coperos(como los jóvenes del mundo clásico), escanciando y repart iendo elvino en cazuelas de barro. La bodega era el lugar canónicamente designado para una reunión importantey el bacalao o las almendras tostadas eran los comestibles escogidospara provoca r la sed si es que losreunidos necesitaban de estímulosexteriores complementarios. Tras elrito nombrado se decidía mediantesubasta quien proporcionaría la leñapara la hoguera y el encargado dedisparar los morteros de pólvora, enuna clara referencia a las fiestas deprimavera y ambas actividades consideradas como un honor. El día 2 demayo los entrantes volteaban lascampanas, se disparaban los cohetes y los morteros y se hacía pasacalle con músicas, por la noche seencendía la hoguera y se rondaba alas mozas; el día 3, en «la piedra delrefresco», al subir en romería a SantaElena, se merendaba con huevos duros, pan y vino como ingredientes,obsequio del ayuntamiento, se detenían todos en la ermita de San Lamberto , se tendían manteles o epedazas» se repartía vino y al regresar laprocesión al pueblo se ofrecía anís ybizcochos y los «mandones» repartían el pan bendito en la misa. Análogas libaciones casi rituales tenían
lugar en todo Aragón en la «casa delgasto» cuando los mozos organizaban las fiestas y en los velatorios.
El rulé de Paniza es el más característico canto de bodega de la provincia de Zaragoza; fue recogido pormosén Domingo Agudo , cura delpueblo y nacido en él y divulgado porMingote (5) y no es fácil decidir si depende de otra canción análoga deTorrecilla de Alcañiz y ambas de un«cantar de borrachos de Murcia» o ala inversa. De cualquier forma la letrade Paniza es del mayor interés:
Dicen que la Virgen esmás hermosa que ninguna.que lleva el sol a sus piesy a las espaldas la luna.iAy. San Gabriel. San Gabriel!tráigame al infantetráigalo al instanteque lo quiero ver.iOlé!
Mientras unos cantantes repitenesta estrofa otros corean iAh! i vet ,iolé! y al terminar repiten lo ya cantado y añaden:
Ahí tiene usté al niñoy tráigalo ustéy dígale usté algoy ¿qué le diré...?Rulé. rulé. ruléAl índigo. al índigo. al índigo.al índigo. al índigo al in di. al in di...Bebe vino compañeroque si no te mataréAl ton de la arena arenaal ton de la arena aréNo me mates compañeroque yo vino beberéMientras tú te lo bebesyo te cantaré un rulé. rulé. rulé...
y el aludido debe seguir bebiendomientras sin tomar resuello siguencantando rulé los compañeros defrancachela (6).
Es muy probable que el canto dePaniza se originase en los de la comarca de Alcañiz y concretamente enel «rulé» de La Codoñera (7), puesaquí el estribillo con repetición de lapalabra que ordena al bebedor noparar en el trasiego se termina con elrulé , el rulé ... que pum, pum, lo queparece más congruente y completocon la idea que preside el canto , iniciado con Sale, sale galuchón / me tidito en una cueva / con la botita en lamano / que a su compañero entrega,describiendo el que la bota pase demano en mano, bebiendo uno mientras los demás cantan. Tampoco esfácil señalar fecha original para estoscantos alcañizanos, aunque algunasletras Ya no quiere mi madre / queme vaya a Madrid son semejantes alas de boleros del siglo XIX. Lo propiopuede decirse de las difundidas «novena del vino» de La Codoñera y «eltío Tereté» o cel artillero»de la misma
localidad, éste propio de la plega delas olivas, en los sábados, debiendobeber Mientras el artillero / no digabomba va / mientras que no dispare/ ninguno beberá / que beba quebeba / la Virgen de la Cueva / los pajaricos cantan / las nubes se levantan / que beba, que beba / que pum...parafraseando el canto infantil conocasión de lluvia y terminando conuna divertida estrofa y lenguaje inventado entre el «chapurriau» y eldisparate: Oy que bo es lo vi, compairé / me I'hay bebido toto / y no meha feto mali / I'agua fa mali / lo vinofa cantari / esta es la reg la / que porten los amics (8).
Aún podría aducirse el «pum» deCastelserás y otro de Torrecilla deAlcañiz en el que el estribillo es Y esofic io noble / el de borrachón, leré,leré, / y usted cabal/ero, leré, leré / mealargue el porrón, teté. leré .
No se ha realizado la recogida deotros cantos de taberna y bodega enla provincia de Zaragoza donde existen algunos que, con cómica solemnidad, celebran las reuniones que seaniman bebiendo vino, quizá por lafuerza que tienen cancioncillas navarras o vascas muy difundidas. En VilIanueva de Gállego y en otros pueblos hemos recogido una copla quese interpreta a varias voces:
veremunco se fue por el mundoterén, tetensí señor...Su padre y su madrese fueron por élLo encontraron en una tabernater én. tetenborracho perdido de tanto beber
que en realidad nada tiene que vercon los cantos de bodega.
De cualquier modo el ru lé de Paniza es una muestra interesantísimade lo que permanece en forma anecdótica de viejos ritos conservados enla invocación religiosa con que se inicia, sin que conozcamos más delfondo de estas composiciones.
NOTAS
(1) ARNAUDAS. Miguel: Colección decantos populares de la província de Teruet, Zaragoza. 1927.(2) BELTRA N. Antonio: «El vino en laantigüedad•• en cursos de la Academia deCultura Valenciana. Gandía. 1988.(3) BELTRAN. Antonio: «La fiesta de lavend imia en Cariñenas. Revis ta Za ragoza. 1961 y La cocina aragonesa,2.' ed.. Zaragoza. 1989. pág. 123.(4) Hay una frase que demues tra queesta costumbre estaba generalizada. la de«partir el bacalao» como sinónimo de prepotencia o mando .(5) MINGOTE. Angel: Cancionero musical de la provincia de Zaragoza. 2.' ed.•
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Zaragoza. 1967, con introducción de A.Beltrán, págs. 28 y 132.(6) La música de este rulé de Paniza hasido arreg lada e interpretada por diversos grupos musicales y grabada en disco.(7) BELTRAN, A.: Introducción al folk lorearagonés, 11, Zaragoza , 1980 . págs . 7075.(8) En una amplia zona desde la Riba-
garza al Bajo Araq ón, incluyendo las localidades zaragozanas de Fabara y Maeua, se habla un aragonés antiguo.perteneciente al tronco común de las lenguas de la Corona como decía Pedro IV,al pedir el libro de Eximenis, diciendo l eque me duguen lo IIibre qque me va emprestar lo rei de Frnca para ferio trauir aiximateix a I'aragonés...».