Cap. 9 El Saber y El Hacer de La Comunicaci n

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Ensayo General sobre la Comunicación Capítulo 9 9. Diseño para organizar el saber y el hacer de la comunicación Hoy sabemos ya que en todas las épocas históricas –y aún en aquellas que denominamos “prehistóricas”- los colectivos humanos han desarrollado rutinas, pautas, habilidades, etc., por medio de las cuales se crea y reproduce un capital cognitivo que, sostenido por prácticas comunicativas y transmitido de generación en generación, garantiza la confianza o la seguridad sobre las actuaciones que la sociedad prescribe llevar a cabo para su reproducción, y ello hasta el punto de que la reproducción biológica de nuestra especie terminó por supeditarse a la reproducción social de los grupos humanos, sin la cual aquélla resulta ya poco viable. En los capítulos precedentes hemos ido contemplando, precisamente, cómo la comunicación permite a los seres vivos, en primer lugar, ir configurando un dominio de existencia propio, al que se incorporan de forma recíproca y dialéctica las habilidades de la especie y las oportunidades que les brinda el entorno; cómo, en segundo lugar, en la conducta humana la comunicación llega a ser un comportamiento específico determinante en la evolución del individuo (en su maduración personal y social) pero también en la construcción de identidades, hábitos, escenarios e imaginarios sociales sin los cuales ni el conocimiento compartido, ni las relaciones humanas en sociedad se pueden reproducir; cómo, en tercer lugar, la comunicación es el universo respecto al cual adquieren vida y vigencia las reglas del lenguaje, las normas de la lengua y los discursos expresivos pero que, recíprocamente también, reglas, normas y discursos contribuyen a enriquecer y reproducir el universo de la comunicación; cómo, en cuarto lugar, la escritura y su evolución histórica muestra esa dialéctica entre comunicación y lenguaje, promoviendo la reproducción del conocimiento socialmente vigente, de generación en generación; cómo, en quinto lugar, con la experiencia de la escritura llega el titubeo sobre la mejor adecuación entre expresiones y representaciones, y que estas dudas aparecen tanto si se considera el desarrollo del individuo, como la evolución de las culturas, y están en el origen de los discursos que socialmente se imponen para 1. Experiencia Conciencia Aprendizaje Saberes 2. Organismos Autonomía Acoplamiento Autopoiesis 3. Comportamiento Acción Interacción Expresión 4. Lenguaje Lógicas Códigos Ritualización 5. Escritura Extra-corporalidad Oficios y copias Industrialización 6. Pensamiento Sujeto y verdad Verdad y discursos Discursos y sociedad 7. Historia Tiempo y sujetos Acontecer y relato Historias de la Historia 8. Orden Conciencia y armonía Orden y naturaleza Orden y sociedad REDES DE INTERACCIÓN DISCURSOS CONOCIMIENTO CULTURA CAPITAL BIOLÓGICO CAPITAL SOCIAL DISCURSO CIENTÍFICO SER VIVO COMUNICACIÓN 135

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  • Ensayo General sobre la Comunicacin Captulo 9

    9. Diseo para organizar el saber y el hacer de la comunicacin

    Hoy sabemos ya que en todas las pocas histricas y an en aquellas que denominamos prehistricas- los colectivos humanos han desarrollado rutinas, pautas, habilidades, etc., por medio de las cuales se crea y reproduce un capital cognitivo que, sostenido por prcticas comunicativas y transmitido de generacin en generacin, garantiza la confianza o la seguridad sobre las actuaciones que la sociedad prescribe llevar a cabo para su reproduccin, y ello hasta el punto de que la reproduccin biolgica de nuestra especie termin por supeditarse a la reproduccin social de los grupos humanos, sin la cual aqulla resulta ya poco viable. En los captulos precedentes hemos ido contemplando, precisamente, cmo la comunicacin permite a los seres vivos, en primer lugar, ir configurando un dominio de existencia propio, al que se incorporan de forma recproca y dialctica las habilidades de la especie y las oportunidades que les brinda el entorno; cmo, en segundo lugar, en la conducta humana la comunicacin llega a ser un comportamiento especfico determinante en la evolucin del individuo (en su maduracin personal y social) pero tambin en la construccin de identidades, hbitos, escenarios e imaginarios sociales sin los cuales ni el conocimiento compartido, ni las relaciones humanas en sociedad se pueden reproducir; cmo, en tercer lugar, la comunicacin es el universo respecto al cual adquieren vida y vigencia las reglas del lenguaje, las normas de la lengua y los discursos expresivos pero que, recprocamente tambin, reglas, normas y discursos contribuyen a enriquecer y reproducir el universo de la comunicacin; cmo, en cuarto lugar, la escritura y su evolucin histrica muestra esa dialctica entre comunicacin y lenguaje, promoviendo la reproduccin del conocimiento socialmente vigente, de generacin en generacin; cmo, en quinto lugar, con la experiencia de la escritura llega el titubeo sobre la mejor adecuacin entre expresiones y representaciones, y que estas dudas aparecen tanto si se considera el desarrollo del individuo, como la evolucin de las culturas, y estn en el origen de los discursos que socialmente se imponen para

    1. Experiencia Conciencia

    Aprendizaje Saberes

    2. Organismos Autonoma Acoplamiento Autopoiesis

    3. Comportamiento Accin

    Interaccin Expresin

    4. Lenguaje Lgicas Cdigos Ritualizacin

    5. Escritura Extra-corporalidad Oficios y copias Industrializacin

    6. Pensamiento Sujeto y verdad Verdad y discursos Discursos y sociedad

    7. Historia Tiempo y sujetos Acontecer y relato Historias de la Historia

    8. Orden Conciencia y armona

    Orden y naturaleza Orden y sociedad

    REDES DE INTERACCIN

    DISCURSOS

    CONOCIMIENTO

    CULTURA

    CA

    PITA

    L B

    IOL

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    ICO

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    CIA

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    DISCURSO CIENTFICO

    SER VIVO

    COMUNICACIN

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    garantizar el conocimiento seguro (con sus criterios de verdad, tanto mticos como cientficos); cmo, en sexto lugar, van cambiando histricamente estos criterios de verdad cuando se aplican al propio discurso histrico, el cual proporciona las claves para ubicar en el tiempo y el espacio el acontecer de la comunidad propia y de las ajenas; y, en fin, cmo, en sptimo lugar, la reflexin cientfica sobre la comunicacin como objeto de estudio, ha llevado a repensar el orden natural y el orden social desde la propia prctica social de la comunicacin. Nuestro discurso ha sido un reto: organizar el saber a propsito de la comunicacin. Organizar, en este caso, es sobre todo un empeo epistemolgico. Dice el diccionario de la RAE en su primera acepcin que organizar es establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados. Pues bien, hasta ahora todos los grandes pensadores han aportado muy ricas experiencias sobre la actividad comunicativa, y muchas ciencias, y muy diversas stas entre s, han producido saberes muy importantes a propsito de la actividad comunicativa. Tambin, hasta fechas muy recientes, el caudal de experiencias aportado por pensadores y cientficos, y el capital cognitivo acumulado sobre la comunicacin, por las diversas ciencias, se ha manifestado, unas veces incompleto, otras demasiado parcelado, y frecuentemente mal organizado debido a la disparidad de criterios tericos y epistemolgicos. Nuestro reto epistemolgico tena que enfrentarse, primero, a la excesiva acumulacin de saberes que ataen a la comunicacin como objeto material de estudio; despus a los cometidos de completar, unificar y re-organizar estos saberes de manera que pudisemos tomar en consideracin tanto las aportaciones de los grandes pensadores, como el capital cognitivo que ponen a nuestra disposicin las ciencias. Y evidentemente este empeo nos obligaba a establecer o reformular una perspectiva terica novedosa que facilitara, primero, repasar los saberes que actualmente la biologa, la psicologa, la lingstica, la filosofa, la historia y la sociologa aportan al estudio de la comunicacin animal, de la comunicacin humana y de la comunicacin social; segundo, examinar estas aportaciones procurando completarlas en inters de nuestro objeto formal de estudio: la comunicacin; tercero, este empeo nos obligaba tambin a des-parcelar estos saberes sobre la comunicacin, tratando de eliminar las divisiones excesivas que las ciencias y cada teora imponan en nuestro universo de estudio; y, finalmente, este empeo nos comprometa a proponer un nuevo enfoque capaz de integrarlos y reorganizarlos. Un enfoque cientfico capaz de lograr objetivos como los propuestos anteriormente se convierte en una Teora. Como se sabe, una teora cientfica aplicada a un objeto de estudio, consistentemente delimitado y definido, tiene el valor de poder poner a prueba el conocimiento y la prctica; es decir, una teora cientfica se sostiene en la medida en que el saber que proporciona pueda mejorar el hacer diseado por su aplicacin y en la medida en que, mientras va facilitando el xito de la praxis, enriquece y revisa los saberes inicialmente formulados. La epistemologa dialctica tiene una ancha tradicin en el pensamiento occidental, y en este sentido el enfoque dialctico que nosotros hemos adoptado para revisar los contenidos de las ciencias relacionados con la actividad comunicativa, en los seres vivos y en las sociedades humanas, no es nuevo; y adems el lector ya lo habr podido detectar tras la lectura de los captulos precedentes. Ahora proseguiremos nuestra reflexin enfrentando esta visin dialctica utilizada hasta ahora, con las visiones procedentes de la epistemologa, cuando sta se ha propuesto examinar las condiciones de verdad de aquello que puede ser dicho y verificado a propsito del propio conocimiento (Teora de la Ciencia), a propsito del conocimiento sociolgico (Teora Social) y a propsito del conocimiento de la comunicacin (Teora de la Comunicacin).

    9.1 La alternativa entre acumular u organizar el saber de comunicacin En la prctica de la investigacin cientfica y en el discurso que posteriormente da cuenta de ella y permite a los dems cientficos reproducirla, los procesos de trabajo, nunca desorganizados, pueden orientarse alternativamente a dos objetivos diferentes: uno, a coleccionar datos que confirmen un saber previamente formulado, o que permitan ampliar el repertorio de detalles que describen a un objeto de estudio o que puedan acercarlos a menores distancias de observacin; el otro objetivo suele consistir en organizar los datos que sirven para describir un objeto de estudio, revisndolo: ya sea en su descripcin, ya sea en su consistencia epistemolgica, o en su relacin con otros objetos de estudio prximos. El saber acumulado sobre la comunicacin como objeto de estudio en el capital cognitivo que brindan las ciencias se puede exponer, explicar y comentar acudiendo al cajn de cada una de ellas y revisando su contenido a la bsqueda de aquellos captulos y apartados relacionados con la actividad comunicativa de los seres vivos (Biologa), con la actividad comunicativa del Homo Sapiens (Antropologa) o

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    relacionados con la conducta y el comportamiento humanos (Psicologa), o relacionados con el lenguaje y la escritura (Lingstica), o relacionados con los vestigios culturales y los discursos a travs de los cuales conocer el devenir de la historia y del pensamiento humanos (Historia y Filosofa), o, en fin, a la bsqueda de aquellos captulos y apartados de la epistemologa moderna que, tanto desde los saberes sobre la Naturaleza, como desde los saberes sobre la Cultura, han pretendido revisar y reorganizar las visiones hasta ahora parciales de las diferentes ciencias, proponiendo reunificarlas desde paradigmas formales nuevos, y uno de ellos ha sido el paradigma de la Comunicacin. Obviamente si slo nos hubisemos conformado con exponer, explicar y comentar acudiendo al cajn de cada ciencia, los saberes que ellas han acumulado sobre la actividad comunicativa, los rtulos con los que hemos titulado los captulos precedentes habran sido otros (por ejemplo, La Comunicacin y la Biologa, La Comunicacin y la Psicologa, etc.); pero nuestro discurso tambin se habra terminado aqu, despus de haber expuesto, explicado y comentado lo que estas ciencias han aportado al saber a propsito de la Comunicacin. Sin embargo, nuestro discurso no ha sido este. Hemos asumido previamente un enfoque dialctico y en nuestra recmara cognitiva disponemos de una Teora de la mediacin dialctica de la Comunicacin. Este modelo terico es el que nos ha permitido acudir a los saberes sobre la comunicacin acumulados por las ciencias, y organizarlos desde una perspectiva que considera a la comunicacin como una interaccin mediadora y mediada en los procesos (biolgicos, psicolgicos, sociales y culturales) por los cuales los seres vivos, los seres humanos, las sociedades y las culturas construyen sus propios dominios de existencia. Y este modelo terico es el que justifica que ahora, sacndolo de nuestra recmara cognitiva, continuemos nuestro discurso con el objetivo de examinar sus precedentes epistemolgicos. Una enciclopedia (del griego , en, , crculo, y , enseanza) brinda siempre el acceso concntrico y ordenado en torno al proceso circular de cada ciencia- sobre sus saberes. Este acceso, unas veces, es brindado alfabticamente, de manera que para cada entrada alfabtica del diccionario (entonces llamado enciclopdico) se ofrecen apartados correspondientes a los saberes que cada ciencia aporta; otras veces, es brindado temticamente, de forma que cada captulo temtico se corresponde con aquellos saberes correspondientes a cada ciencia. Una enciclopedia, por consiguiente, no organiza los saberes desde una nica perspectiva del conocimiento, sino desde muchas: tantas como entradas tenga un diccionario, o tantas como temas (autores, pocas, descubrimientos, tcnicas o en general clasificaciones de todo tipo) se propongan para organizar las parcelas (ms o menos especializadas o generales) del saber. Diccionarios y Enciclopedias temticas sobre la Comunicacin no abundan y, de hecho, uno de los autores de la obra que el lector tiene en sus manos, tiene larga experiencia biogrfica y bibliogrfica en la produccin de enciclopedias y diccionarios, entre los cuales destaca el Diccionario Tcnico de Comunicacin que se integra en la obra de WESTFALEN, M. H. y PIUEL, J. L. La Direccin de Comunicacin, (Ed. Del Prado, Madrid, 1993). Teorizar en comunicacin no es por consiguiente hacer una enciclopedia de la comunicacin. Proponer una teora de la comunicacin exige en primer lugar definir con la suficiente consistencia epistemolgica qu se entiende por Comunicacin, y a partir de ah, proponer un diseo epistemolgico y metodolgico capaz de formular problemas y vas de solucin tanto para mejor conocer todos los aspectos que sean relevantes respecto a ese objeto de estudio (planteando sus relaciones: temporales, causales, etc.), como para mejor aplicar ese conocimiento a las prcticas humanas en las que la comunicacin se hace presente, facilitando con ello que el conocimiento y la prctica de la comunicacin recprocamente se puedan enriquecer, progresar y reproducirse.

    9.2 El valor de una teora: dialctica entre saber y hacer en el conocimiento cientfico.

    El valor de una teora cientfica deriva de su capacidad para poner a prueba el conocimiento compartido sobre un objeto al que la teora representa formulando consistentemente sus dimensiones, aspectos, relaciones, etc. y de su aptitud para proyectar este conocimiento en las actuaciones aplicadas a ese objeto. Poner a prueba el conocimiento y la prctica requiere de antemano establecer en qu consiste el conocimiento y en qu consiste la prctica. Pues si uno se conforma con suponer simplemente que la representaciones cognitivas son una forma de conocimiento de la que se sirve el sujeto para actuar o para el mero hecho de existir, el problema se sita simplemente en comprobar cmo el sujeto se hace sus representaciones y cmo el sujeto acta o simplemente existe, sirvindose de sus representaciones. Pero

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    en cualquier caso la relacin entre conocimiento y praxis que se establezca, plantea un nuevo problema de conocimiento, tanto para el sujeto en cuestin, como para cualquier otro sujeto que quiera conocerlo, y este es el problema que, como hemos explicado en el Captulo 6 La comunicacin y el pensamiento, se debate cuando se descubren alternativas para las representaciones y las actuaciones, alternativas de superior importancia cuando unas y otras se postulan con carcter general tanto para cualquier sujeto que pueda elaborar representaciones y construir actuaciones, como para cualquier objeto que sea representado y/o construido o transformado. Este es el problema que siempre atae a las cuestiones formuladas sobre la validez de los conocimientos y sobre el xito de sus aplicaciones prcticas. La validez del conocimiento cientfico, por consiguiente, slo se puede postular cuando se plantean alternativas tanto para las expresiones susceptibles de representar un objeto (por medio de la abstraccin), como para las propias representaciones elegidas (contrastadas con la experiencia). Pero siempre el planteamiento de tales alternativas deber decidir qu sujetos (individuales o colectivos) y qu objetos (supuestamente de la realidad) se toman en consideracin. Plantear alternativas para las expresiones susceptibles de representar a un mismo objeto, no es lo mismo que plantear alternativas susceptibles de elegir expresiones consistentes para representar cualquier objeto. En el primer caso es necesario haber elegido antes una representacin del objeto y luego elegir entre las alternativas de las expresiones disponibles (decidiendo la adecuacin de las expresiones para representar materialmente al objeto, es decir, las expresiones materialmente verdaderas). En el segundo caso es necesario conocer las alternativas disponibles para construir expresiones, de forma que se pueda decidir qu expresiones sirven para representar objetos cualquier objeto-, cules sirven para conectar unas expresiones con otras que no tienen significado por s mismas- y cules reglas permiten construir unas y otras expresiones con sentido, de modo que formalmente puedan decidirse si son aptas para ser verdaderas o no, con independencia de lo que representen. En definitiva, decidir en ambos casos la mejor adecuacin entre expresiones y representaciones es el problema con el que se ha debatido siempre la epistemologa; si la mejor adecuacin epistemolgica atae a la eleccin de representaciones de un objeto, entre expresiones disponibles para representarlo, se trata de la epistemologa de la expresin material; si la mejor adecuacin epistemolgica atae al manejo de expresiones para cualquiera que puedan ser los objetos a representar, se trata de la epistemologa de la expresin formal. Dicho de otra manera, las teoras que problematizan la eleccin de representaciones vlidas (desde el punto de vista del conocimiento verdadero) para ser expresadas consistentemente, son las teoras que conocemos en las ciencias inductivas, todas en general ya sean aplicadas a objetos de la naturaleza o a objetos de la experiencia humana; las teoras que problematizan la elaboracin de expresiones consistentes por s mismas, cualquiera que sean los objetos a ser representados, son las teoras formales que conocemos en las ciencias deductivas: la lgica y las matemticas. Ahora bien, an quedara por plantearse si la mejor adecuacin entre expresiones y representaciones cognitivas atae a un sujeto individual en una praxis individual (y por lo tanto, un sujeto irrepetible, en una circunstancia tambin irrepetible, es decir, a un sujeto contingente que se representa y acta sobre objetos tambin contingentes), o si la mejor adecuacin entre expresiones y representaciones cognitivas se plantea con carcter general para cualquier sujeto en cualquier circunstancia, y para los objetos que en cada caso trate una ciencia, ms all de las contingencias o circunstancias particulares; en este ltimo caso lo trascendente es el conocimiento mismo (la capacidad que con carcter general tienen los sujetos para representarse de forma verdadera un objeto) y lo contingente es la forma de conocer que adopte un sujeto en circunstancias transitorias y superables, es decir, pudiendo cometer errores. Concete a ti mismo! Esta era la consigna que en el templo de Delfos resuma brillantemente el reto inicitico en la filosofa griega y que desde entonces apela a la tarea ms ardua que se le puede encomendar al conocimiento. Tambin la tarea ineludible, si se le confa al propio conocimiento la garanta del saber y del hacer, la garanta del control de la realidad. El conocimiento deviene objeto del conocimiento slo si se aspira a saber discernir el conocimiento verdadero del conocimiento falso; dicho de otra manera, slo si se admite la posibilidad de un conocer falso -o de un falso conocer- surge el problema de cmo conocer al conocimiento, y la posibilidad de que se acepte la existencia del falso conocer surge de la experiencia del error, es decir, del conocer contingente; el error, para la historia de la ciencia, es la imagen de la contingencia del conocimiento, mientras que la falsedad, como la verdad, supone aceptar la negacin de la contingencia, supone atribuirle al conocimiento una trascendencia que constituye virtualmente la capacidad de superar los errores y construir las categoras epistmicas de la verdad y de la falsedad. Verdad y falsedad, para los epistemlogos (cientficos del conocimiento), slo son imputables entonces a las teoras, mientras que el error nicamente es imputable a las tcnicas; por su

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    parte, los mtodos son los responsables de decidir la correccin o incorreccin en el procedimiento de acoplar teoras que postulan las representaciones cognitivas ms verdaderas de los objetos, y tcnicas que sirvan para proporcionarle datos fiables a las teoras. Es sabido que mientras la atribucin de trascendencia al conocimiento (capacidad de superar los errores y decidir los criterios de verdad y de falsedad) no la pruebe el propio conocimiento, no hay epistemologa cientfica, sino slo teologa, o anlisis semitico, alternativamente. Con otras palabras, la experiencia del error, como experiencia de conocimiento contingente, puede conducir a la confianza en la expresin religiosa (los relatos mticos en los que se cree), o puede conducir a la confianza en las virtualidades del lenguaje como fundamento de toda significacin y sentido para una cultura; en uno y otro caso se le confa a la expresin la produccin cognitiva de la realidad, ya sea a la expresin divina en la que se cree, o a la expresin dotada de confianza social, cuya coherencia merece examinarse. Para que la atribucin de trascendencia pueda probarla el propio conocimiento, resulta necesario dar por supuesta la realidad del sujeto cognoscente y la realidad del objeto conocido, as como la realidad de la propia actividad recproca de ambos: el sujeto, elaborando representaciones, y el objeto puesto a su alcance.

    9.2.1 Las alternativas de la epistemologa moderna La afirmacin de la realidad del sujeto y de la realidad del objeto se salda, en la historia de la epistemologa (es decir, en la historia sobre la problematizacin del conocimiento cientfico) de dos maneras: o concedindole la primaca al sujeto, o concedindole la primaca al objeto, al iniciarse aquella actividad recproca entre ambos; de igual modo, la confianza por la que se establece la verdad del conocimiento se ha efectuado o concedindole la primaca al pensamiento (abstraccin) en la revisin de las representaciones, o concedindole la primaca a los sentidos (experiencia) en la prueba que contrasta las representaciones. Al tomar como problema general el propio conocimiento, se estara definiendo un Idealismo dialctico, cuyo principal exponente fue Hegel, si se oponen trascendencia y contingencia como se muestra en el Cuadro 1; o dicho en trminos de lenguaje ordinario, para Hegel, el conocimiento es trascendente si la pauta cognitiva se le atribuye sujeto y la revisin de las representaciones (revisin veritativa) es de la abstraccin; mientras que el conocimiento es contingente si la pauta cognitiva se le atribuye al objeto (porque se muestra) y la revisin veritativa se le confa a la experiencia sensorial. O sea, si la iniciativa cognitiva es del sujeto y la revisin veritativa es de la abstraccin, se supera la contingencia epistemolgica, la cual radica en atribuirle la pauta al objeto y la revisin a la experiencia de los sentidos. Cuadro 1: Idealismo dialctico Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva se le atribuye al Sujeto La pauta cognitiva se le atribuye al Objeto

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora

    La prueba se le confa a la abstraccin La prueba se le confa a la experiencia de los sentidos

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO Pero si se oponen trascendencia y contingencia de la forma que se muestra en el Cuadro 2, se formulara un Idealismo fenomenolgico, cuyo principal antecedente es Kant -recurdense los juicios sintticos a priori- y cuyo exponente fundamental fue Husserl. Es decir, para Husserl el conocimiento es trascendente si la iniciativa operativa es del objeto (porque se muestra, y sin objeto no puede haber representaciones) y la revisin veritativa es de la abstraccin (porque el sujeto examina su propia representacin elaborada); mientras que el conocimiento es contingente si la iniciativa operativa es del sujeto (haya o no objetos en los que pensar) y la revisin veritativa se le confa a la experiencia sensorial (porque sta da slo apariciones fenmenos- o apariencias de los objetos). Brevemente, si la pauta cognitiva se le atribuye al objeto (la realidad se pone a disposicin) y la revisin la efecta la abstraccin, se supera la contingencia epistemolgica, la cual radica en atribuirle la iniciativa siempre al sujeto (con independencia de las ocasiones de la realidad) y la revisin veritativa se le confa a la experiencia de los sentidos.

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    Cuadro 2: Idealismo fenomenolgico . Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva se le atribuye al Objeto La pauta cognitiva se le atribuye al Sujeto

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora

    La prueba se le confa a la abstraccin La prueba se le confa a la experiencia de los sentidos

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO Si se sostiene la oposicin entre trascendencia y contingencia del conocimiento como se muestra en el Cuadro 3, se establecera un Empirismo nominalista, como el que dio lugar al positivismo del Crculo de Viena y cuyas races modernas se encuentran en Locke. En efecto, para Locke (simtricamente opuesto a Kant y Husserl) el conocimiento es trascendente si la iniciativa operativa es del sujeto (porque procede siempre por dar nombre a las cosas) y la revisin veritativa se le confa a la experiencia sensorial, nica fuente para proporcionar pruebas fuera del sujeto; mientras que el conocimiento es contingente si la pauta cognitiva se le atribuye al objeto y la revisin veritativa se le confa a la abstraccin, que no puede probar nada fuera de s misma. O sea, si la iniciativa operativa se le atribuye al sujeto y la revisin veritativa de las pruebas se le confa a la experiencia sensorial, se supera la contingencia epistemolgica, la cual radica en atribuirle la pauta cognitiva al objeto (como si pudiese mostrarse a s mismo) y la revisin veritativa a la abstraccin, desligndose de la experiencia. Cuadro 3: Empirismo nominalista Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva se le atribuye al Sujeto La pauta cognitiva se le atribuye al Objeto

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora

    La prueba se le confa a la experiencia de los sentidos

    La prueba se le confa a la abstraccin

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO Finalmente, si se oponen trascendencia y contingencia del conocimiento como se muestra en el Cuadro 4, se acabara por sostener un Empirismo materialista, cuyo representante acrrimo sera Hume y que es la postura simtricamente opuesta a la de Hegel. O sea, si la pauta representativa procede del objeto (que materialmente se muestra) y si la revisin veritativa de las pruebas se ubica en la experiencia sensorial, se supera la contingencia epistemolgica, la cual radica en atribuirle la pauta operativa al sujeto (como si pudiese haber conocimiento sin objeto) y en atribuirle la revisin veritativa de las pruebas a la abstraccin, desligndose tambin de la experiencia. Cuadro 4: Empirismo materialista Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva se le atribuye al Objeto La pauta cognitiva se le atribuye al Sujeto

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora

    La prueba se le confa a la experiencia de los sentidos

    La prueba se le confa a la abstraccin

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO Ahora bien, la manera en que empirismos e idealismos postulan las diferencias entre contingencia y trascendencia del conocimiento coinciden en atribuirle igual naturaleza al conocimiento psicolgico individual y al conocimiento social de la ciencia, el primero sometido a errores por falta de mtodo, y el segundo libre de ellos si se ajusta a mtodo. En efecto, empirismo e idealismo coinciden en suponer: 1 Si existe un conocimiento cientfico, provisionalmente verdadero, entonces es posible el conocimiento verdadero. 2 Si existe un conocimiento cientfico que pruebe una falsedad, entonces es posible el conocimiento falso. 3 O existe conocimiento verdadero o existe conocimiento falso. 4 Si 3, entonces existe proceso de conocimiento y prueba del conocimiento. Las diferencias aparecen cuando los idealismos y los empirismos de la filosofa moderna atribuyen la iniciativa del proceso y la prueba epistmica de la verificacin/falsacin, ya sea, respectivamente, a los

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    sujetos/objetos o a la abstraccin/experiencia. De hecho, para la filosofa moderna inaugurada por Descartes, el problema no es tanto resolver la posibilidad de la verdad o de la falsedad como resolver si al menos existe una verdad que sea indudable para cualquier sujeto y proceder entonces a una buena cadena de deducciones. O sea, pasar de la posibilidad de la verdad a la existencia concreta de sta para el conocimiento de cualquier sujeto, cualquiera que fuera el objeto al que el conocimiento deductivo se aplicase. Con Descartes naci la Epistemologa moderna, mientras que para la filosofa medieval y aun para la filosofa clsica, plantear la posibilidad de la verdad era lo mismo que plantear la posibilidad del conocimiento. La alternativa no era conocer falso versus conocer verdadero, sino el dilema ms radical de conocer/no-conocer, ligado en paralelo a aquel otro dilema ontolgico del ser/no-ser expresado mediante la oposicin realidad/apariencia. El clculo, desde los pitagricos, era ontologa porque, salvo para la lgica estoica y en buena medida para la lgica aristotlica, el conocimiento contingente no era conocimiento; de serlo, se dara la posibilidad de conocer el no-ser. Ahora bien, si la actividad operativa del conocimiento y su consiguiente contingencia haba sido defendida por Aristteles al argumentar sobre la abstraccin, y en particular sobre la induccin (v.g. silogismo paradigmtico. Analticos, pr. 8, 23 ss.), la contingencia de la verificacin o de la falsacin result siempre una necedad. Esta es la contingencia que introdujo la filosofa moderna, a nuestro juicio, como consecuencia de la provisionalidad del error introducido por la tecnologa experimental mediada por sistemas alternativos de medida. Recurdese al efecto la proximidad que en la mente de Descartes hubieron de ocupar el clculo infinitesimal -del que fue su inventor- y la nueva concepcin de la contingencia del conocimiento.

    9.2.2 La inversin epistemolgica de Marx Si la filosofa moderna se plante la contingencia de la verificacin/falsacin, sin conseguir resolverla, es porque la remiti alternativamente a los mismos procedimientos (abstraccin/experiencia) que de manera irreductible plante Descartes, para quien en ltima instancia res cogitans (aquella cosa que hace el sujeto pensante) y res extensa (aquella cosa que hace el objeto material) son irreductibles. La novedad surge con la inversin marxiana del idealismo hegeliano, que no fue una inversin en los procedimientos, sino en la consideracin del propio conocimiento, el cual no fue examinado como una actividad que empieza en la teora y que termina cuando se somete a una revisin veritativa para probarla, sino como proceso inverso y en curso permanente de cambio: la articulacin de representaciones y expresiones tienen siempre su origen en la praxis del sujeto (con sus necesidades y aspiraciones materiales) enfrentado a un objeto (que puede o no satisfacerlas); y la teora es siempre una propuesta de revisin de esa actividad, o de revisin de la praxis, y que, como se muestra en el Cuadro 5, tiene su trasunto en el cambio histrico del conocimiento que producen las revoluciones cientficas y sociales, cuya trascendencia/contingencia atae a la distincin entre sujeto social (trascendente) y sujeto individual (contingente). Cuadro 5: Inversin marxiana de la epistemologa Sujeto social Sujeto individual Praxis: Articula representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva la impone el Sujeto La pauta cognitiva se atribuye al Objeto

    Teora: revisin de la Praxis La revisin se le confa a la abstraccin

    La revisin se le confa a la experiencia de los sentidos

    CAMBIO DE CONOCIMIENTO TRASCENDENCIA: HISTORIA CONTINGENCIA: PRESENTE INMEDIATO Es decir, que si la articulacin de expresiones y representaciones es producto de la praxis social del sujeto (a partir de un conocimiento compartido que no ha elaborado el sujeto individual, sino la sociedad) y si la revisin de la praxis social (teora) se le confa a la abstraccin (para descubrir contradicciones), se puede superar la contingencia epistemolgica que consiste en asignarle a los objetos la produccin de representaciones y en asignarle a los sentidos una revisin que ellos no pueden hacer si se desligan del pensamiento. Esto obliga a concebir la trascendencia como Historia y la contingencia como presente inmediato; de ello, se sigue que para la epistemologa inherente al Materialismo dialctico, el sujeto trascendente es un sujeto social -no aislado-, al que le corresponde una operacionalidad formal y compartida, colectivamente asumida por el proceso social de produccin de conocimientos que es la Ciencia; mientras que individualmente la praxis del conocimiento se resuelve atribuyndole la confianza a la realidad inmediata de los objetos, y su revisin a la experiencia sensorial. Se podr argir que tambin para Hegel el sujeto es un sujeto social, y que la trascendencia es Historia; sin embargo, sera violentar el pensamiento de Hegel negar que atribuyese la revisin veritativa a otra cosa que no fuese la abstraccin lgica. Es precisamente por esta atribucin de la revisin de la verdad, en Hegel, por lo que el Estado -en tanto que sujeto histrico objetivo- termina siendo hipostasiado ontolgicamente como operador, y la

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    Lgica, como realidad metafsica. Para Hegel, la contingencia es, como para los filsofos clsicos, un no-conocimiento, una apariencia, una extraacin del sujeto, dialcticamente opuesta a la Historia. Es sabido que la inversin marxiana del idealismo hegeliano mantiene una oposicin no excluyente, sino necesaria, entre trascendencia y contingencia, entre sujeto social y sujeto individual, y por tanto entre Historia y Presente, y que un cambio de la praxis histrica del sujeto social ser el fundamento de un cambio de la verdad: la abstraccin podr mostrar la contradiccin, pero no la genera. Que la Historia la hacen los hombres (los sujetos) y no la abstraccin (como en Hegel) es el postulado fundamental del materialismo dialctico. Entonces, cmo contemplar aquel cambio de la verdad y del conocimiento? Para la filosofa de la ciencia, la contingencia del conocimiento queda negada por la trascendencia de la verdad y/o falsedad conocidas; entonces el conocimiento cientfico ser verdadero o ser falso (falsado dira Popper) slo si no es contingente. Esto no puede ser cierto ante la experiencia de falsaciones aplicadas histricamente a las teoras cientficas; entonces el conocimiento contingente, y por consiguiente el conocimiento no-cientfico, ser aquel no susceptible de verificacin y/o falsacin, es decir, impedido de poder alcanzar la trascendencia. O sea, verificacin y/o falsacin distinguen al conocimiento cientfico, y lo que se verifica y/o falsea no es el conocimiento, sino la teora cientfica; entonces el conocimiento cientfico resulta curiosamente contingente por la teora (que puede ser falsada) y trascendente por la praxis (sometimiento a prueba). Sera como decir que la teora es lo provisional y que el mtodo es lo permanente; entonces, el conocimiento se trasciende a s mismo por el mtodo y no por la teora. Convertida la Teora del conocimiento, respecto a la Ciencia, en Metodologa del conocimiento cientfico, el problema se desplaza entonces razonablemente hacia la cuestin de las pruebas basadas en la abstraccin, o basadas en la experiencia. Para Marx, abstraccin (del sujeto social) y experiencia (del sujeto individual) no son pruebas antagnicas, sino evaluaciones opuestas y complementarias para revisar la praxis, no la teora, y le reprocha a Hegel haber separado el pensamiento del sujeto (Manuscritos, III, XXXII, 205). As, a propsito de la idea absoluta de Hegel, Marx escribe: ... toda esta idea que se comporta de forma tan extraa y barroca y ha ocasionado a los hegelianos increbles dolores de cabeza, no es, a fin de cuentas, sino la abstraccin, es decir, el pensador abstracto () La idea abstracta () no es en realidad otra cosa que el pensamiento abstracto que renuncia a s mismo y se resuelve en la contemplacin, es decir, se desliga del sujeto real que piensa. (Manuscritos III, XXXII, 204). De manera semejante, para Marx la experiencia tampoco es prueba sino igualmente evaluacin de la praxis cuando afirma: Todos (los) sentidos y cualidades se han hecho humanos, tanto en sentido objetivo como subjetivo. El ojo se ha hecho un ojo humano, as como su objeto se ha hecho un objeto social, humano, creado por el hombre para el hombre. Los sentidos se han hecho as inmediatamente tericos en su prctica (Manuscritos III, VIII, 148). Y llega a afirmar ms adelante: La formacin de los cinco sentidos es un trabajo de toda la Historia universal hasta nuestros das. () La objetivacin de la esencia humana, tanto en sentido terico como en sentido prctico, es necesaria tanto para hacer humano el sentido del hombre como para crear el sentido humano correspondiente a la riqueza plena de la esencia humana y natural esencia que Marx entiende como la encarnacin de los proyectos humanos en el tiempo-. Concluye finalmente Marx, unos prrafos ms adelante (el subrayado es nuestro): ... solamente en el estado social, subjetivismo y objetivismo, espiritualismo y materialismo, actividad y pasividad, dejan de ser contrarios y se pierde con ello su existencia como tales contrarios; se ve cmo la solucin de las mismas oposiciones tericas slo es posible de modo prctico, slo es posible mediante la energa prctica del hombre y que, por ello, esta solucin no es, en modo alguno, tarea exclusiva del conocimiento, sino una verdadera tarea vital que la filosofa no pudo resolver precisamente porque la entenda nicamente como tarea terica (Manuscritos III, VIII, 151). De esta manera la oposicin trascendencia/contingencia del conocer deviene una oposicin dialctica que se realiza en el tiempo, y no slo atae al producto del conocimiento, sino a toda la vida en curso, tanto del sujeto como del objeto. Dar una base a la vida y otra a la ciencia es, pues, de antemano una mentira, dice Marx en IX del III Manuscrito. La ciencia, por tanto, queda subsumida para Marx en la prctica social mediante la cual el objeto se hace humano y el ser humano -el sujeto- deviene un ser genrico, un ser social, de modo que, como conciencia genrica afirma el hombre su real vida social y no hace ms que repetir en el pensamiento su existencia real, as como a la inversa, el ser genrico se afirma en la conciencia genrica y es para s, en su generalidad, como ser pensante (Manuscritos III, VI, 147). Llegados a este punto, conviene advertir que la metodologa del conocimiento cientfico resultar diametralmente opuesta a la derivada de la filosofa moderna; as, si para la filosofa moderna slo el conocimiento cientfico admite una praxis trascendente, para la epistemologa marxiana, slo si la ciencia es tomada como proceso abstracto de produccin de conocimientos, se ver impedida de poder someterse

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    a prueba. Dicho en otros trminos, si son los conocimientos -por la praxis social- los que producen al sujeto humano, y viceversa, si es el sujeto humano -por la praxis terica no slo del pensamiento, sino tambin de los sentidos- el que produce al objeto como objeto humano, es el modo por el que las relaciones sujetos/objetos se configuran, el que determina tanto la(s) teora(s) de la ciencia como la(s) teora(s) del conocimiento. La inversin epistemolgica efectuada por Marx conduce, pues, al problema de conocer los cambios de las prcticas sociales frente al entorno (gnesis del conocimiento), en lugar de conformarse con conocer sus pruebas o verificaciones. Es sabido (aunque quiz no suficientemente recordado) que Marx establece la diferenciacin entre sujeto individual y sujeto genrico (o ser social) al analizar las relaciones sujetos/objetos a partir de la phila o disfrute humano de las cosas, el cual implica que slo puedo relacionarme en la prctica de un modo humano con la cosa, cuando la cosa se relaciona humanamente con el hombre, que dice Marx en una nota propia al comentar el amor de la cosa al que se refiere en Manuscritos, III, VII (Pg. 148). La phila, pues, y en otros muchos pasajes el goce (Genuss, de las ediciones Mega de Dietz y en la de Hillman), o su contrario, el sufrimiento humano, permiten interpretar el concepto de sujeto en Marx, en sus relaciones con el objeto. De acuerdo con stas, podra decirse que la diferenciacin sujeto individual/ser genrico es puramente lgica: por la abstraccin (teora) de la cosa (al revisar la praxis), el sujeto es genrico, as como por la experiencia del goce, del disfrute humano (praxis que le da origen a la articulacin de expresiones y representaciones), la cosa deviene genrica, humana. Por consiguiente, la naturaleza del sujeto, para Marx, es individual (en la Praxis), slo si la naturaleza del objeto es genrica, humana (pues los sentidos ya se han hecho tericos); y viceversa, la naturaleza del sujeto es genrica, social, slo si revisa su praxis social haciendo abstraccin de la naturaleza del objeto. Adems, por la abstraccin de los particulares se genera el conocimiento cientfico, y el sujeto de este conocimiento no puede ser sino un ser social; mientras que por el uso o prctica a que se someten las cosas, los objetos, stos devienen objetos finalizados y el sujeto de uso, el sujeto que finaliza, no puede ser sino un ser individual, concreto. La gnesis del conocimiento, por lo tanto, no puede ser planteada independientemente del cambio del sujeto y del objeto, es decir, del cambio histrico del conocimiento que fue diversamente interpretado, posteriormente, por los marxismos (Engels y Lenin, el freudomarxismo, el existencialismo sartreano), y que no los vamos a considerar aqu, en este texto; si el lector tiene inters en consultarlos, puede acudir a Piuel Raigada, J. L. y Gaitn Moya, J. A., Metodologa General. Conocimiento cientfico e investigacin en la comunicacin social. Madrid, Sntesis, 1995, Captulo 6. Pgs. 392 y ss. Pero cmo se genera el sujeto genrico que parece ser el sujeto de la ciencia, y cmo se genera el sujeto individual, que es el sujeto particular del conocimiento? Este problema se hace ms complejo si se plantea la ciencia social, que es el conocimiento que el sujeto genrico secreta a propsito de s mismo.

    9.3 El valor de una teora: dialctica entre saber y hacer en las ciencias sociales.

    La Sociedad es el objeto de estudio que aspira a ser conocido cientficamente por la Sociologa. Pero tambin es la realidad de la prctica colectiva y que es objeto de la conciencia social. Ciencia y Conciencia son productos sociales del conocimiento humano de la prctica social. Y esta prctica social, que incluye a la Sociologa como ciencia, es la responsable de haber separado -ya desde Durkheim- el hecho de conocer o representarse al sujeto social que conoce su entorno (con sus criterios de verdadero/falso), y el hecho de hacerse con el entorno o satisfacerse (con sus criterios de bueno/malo), como referentes ltimos del conocimiento sobre la sociedad. La ciencia social es el producto del conocimiento que aspira a trascender lo que la sociedad conoce de s misma por la conciencia de su prctica; pues bien, la fsica, como practica cientfica, tena en el siglo XIX una tradicin de ms de doscientos aos, y cualquier proceso de conocimiento que aspirase al estatuto de la ciencia habra de encontrar en aqulla su modelo de superar las apariencias de la percepcin sensible. A diferencia del mundo fsico, la dinmica social presenta al observador una categora de fuerzas que residen, entonces, en la voluntad (querer, aspirar) de los individuos; por ello, la superacin de la conciencia social no slo habra de constituir un problema para la validez del conocimiento -criterio de verdad-, sino tambin un problema para la voluntad en aquello que merece ser deseado -criterio de bien-. Y en el panorama histrico de la sociologa, estos problemas se saldan con dos alternativas propuestas tanto para la Teora como para la Praxis. Para la Teora, la contingencia de la articulacin de expresiones y de representaciones individuales del placer o de la felicidad, es superada por la trascendencia con que la ciencia social se representa las normas o las prescripciones; y para la Praxis, que revisa la verdad de la

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    articulacin de expresiones y representaciones sobre todo aquello que se propone como un Bien, la contingencia de las experiencias individuales (que prueban el xito), es superada por el conocimiento trascendente que procura la ciencia social apoyndose en las leyes estadsticas, es decir, apoyadas por la abstraccin de la ley cientfico-sociolgica.

    9.3.1 El panorama sociolgico al margen de Marx En trminos generales del panorama sociolgico, al conocimiento o teora del Bien le correspondera una formulacin segn la cual el bien lo decide la sociedad, o lo decide el individuo; si lo decide la sociedad, aquello que representa lo que es el Bien son las normas sociales (Bien = Norma); si lo decide el individuo, aquello que representa lo que es el Bien depende del placer o la felicidad que se obtiene (Bien = Placer o felicidad). Y la revisin de la verdad postulada por esta teora del bien, vendra alternativamente expresada en el panorama sociolgico al margen de Marx, o por el dato estadstico de la conjuncin entre xito individual y normas sociales (Verdad = Ley estadstica), o por la prueba de la aspiracin permanente de los individuos al xito o al disfrute, frente a las normas sociales (Verdad = experiencia del disfrute o del xito). De acuerdo con esto, pueden establecerse tambin oposiciones entre Ciencia social y Conciencia social, la primera de las cuales es la oposicin entre Ciencia y Conciencia Social, propia de Durkheim y los funcionalistas en Teora social (ver Cuadro 6), para quienes el origen de las articulaciones de expresiones y representaciones de lo que es bueno procede de la Norma social, y la revisin de la verdad de la teora corresponde a la idea de hecho social descubierto por la Ley abstracta o estadstica, si se considera la Ciencia Social; mientras que si se considera la Conciencia Social, a la representacin del bien como bsqueda del placer, le corresponde la prueba emprica del xito o disfrute obtenido. Cuadro 6. El funcionalismo sociolgico. Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de expresiones y representaciones de lo que es Bueno

    El origen es la Norma El origen es la bsqueda del Placer

    Praxis: revisin de la verdad del conocimiento de lo que es Bueno

    La prueba se le confa a la abstraccin: ley estadstica

    La prueba se le confa a la experiencia del xito o disfrute social

    CONOCIMIENTO CIENCIA SOCIAL CONCIENCIA SOCIAL El funcionalismo sociolgico, en efecto, propone una oposicin entre Ciencia y Conciencia sociales, que no puede permanecer en la neutralidad tica; el bien de la Norma y la regularidad abstracta de la Ley estadstica, opuestos respectivamente al bien del placer y a la aleatoriedad de las experiencias concretas, perderan todo fundamento de verificacin salvo si, buscando el placer, el individuo cumple la norma, y si, actuando libremente, contribuye a confirmar la probabilidad estadstica. Sobre esta salvedad forzosamente termina apoyndose toda continuidad posible, en el plano de la teora, de un sistema social. La nica continuidad posible, en el plano de la teora, se convierte as en requisito de supervivencia en el plano de la praxis social. Por ejemplo, Durkheim, al estudiar el suicidio, renuncia a considerarlo desde la perspectiva del suicida (movido por sus frustraciones personales que en su conciencia son vistas como obstculos insuperables en la bsqueda de la felicidad) y opta por estudiarlo como hecho social negativamente sancionado que, sin embargo, aparece estadsticamente con una regularidad independiente. Para Weber y el organicismo en Teora Social (ver Cuadro 7), la Ciencia Social asume el problema de construir una racionalidad puramente emprica basada en tipologas, y metodolgicamente las normas prescritas y su contraste con la experiencia de xitos sociales, se adecuan mejor al objetivo tipolgico que las aspiraciones individuales y las leyes abstractas de probabilidad, las cuales la conciencia social propone continuamente al quehacer poltico, y slo contienen subjetividad idealista. Cuadro 7. El organicismo sociolgico. Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de expresiones y representaciones de lo que es Bueno

    El origen es la Norma El origen es la bsqueda del Placer

    Praxis: revisin de la verdad del conocimiento de lo que es Bueno

    La prueba se le confa a contrastar la experiencia del xito social

    La prueba se le confa a la abstraccin: ley estadstica

    CONOCIMIENTO CIENCIA SOCIAL CONCIENCIA SOCIAL

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    Por ejemplo, al estudiar tanto la evolucin de las sociedades occidentales, como el contraste entre stas y las sociedades orientales, Weber fij su atencin en la importancia de las religiones, las cuales prescriben siempre las normas a seguir en las relaciones sociales y promueven la movilidad social de sus fieles: xito comprobado que los creyentes consiguen en sus relaciones personales. Weber termina defendiendo que la evolucin de las sociedades y el contraste de sus diferencias se corresponden con los tipos de relacin que cada sociedad establece entre las normas prescritas por las instituciones de mayor vigencia en ellas, y la movilidad social que las instituciones promueven entre los individuos que acatan sus normas. Por el contrario, para el neopositivismo y el estructuralismo sociolgico de Lvi-Strauss (ver Cuadro 8), la Ciencia Social tiene su raz en Hegel a travs de la va de Husserl; la Fenomenologa Trascendental de Husserl abri el camino para concebir la existencia de una racionalidad oculta, una lgica, a la que se someten los fenmenos homeostticos (equilibracin) entre las aspiraciones humanas por superar las contingencias negativas del entorno (muerte y dolor), y alcanzar el placer; esta equilibracin homeosttica fue buscada por Lvi-Strauss ms all de las diversidades aparentes en las culturas ms dispares. El observador estructuralista, entonces, debe descubrir aquella lgica oculta, despojando de su observacin la conciencia de la norma manifiesta y de la praxis que la predica, porque esta es una apariencia que revela la conciencia social, siempre contingente. Por eso en Lvi-Strauss la revisin de la ley, como para Hegel, es la lgica; pero, a diferencia de Hegel, el sujeto de Lvi-Strauss opera materialmente buscando el placer y sin conciencia de la estructura inconsciente, que slo el cientfico puede descubrir comparando lgicamente las diferencias culturales (esta estructura lgica la considerara un cdigo comunicativo inconsciente, aplicado a cualquier proceso de intercambio). Y su verificacin no es histrica, como para Hegel, sino pura idea trascendental a la historia, como para Husserl: es decir una reduccin eidtica de lo observado a la observacin racional, de lo aparente, a lo trascendente formal. Cuadro 8. El estructuralismo sociolgico. Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de expresiones y representaciones de lo que es Bueno

    El origen es la bsqueda del Placer El origen es la Norma

    Praxis: revisin de la verdad del conocimiento de lo que es Bueno

    La prueba se le confa a la abstraccin: la lgica La prueba se le confa a contrastar la experiencia del disfrute o xito social

    CONOCIMIENTO CIENCIA SOCIAL CONCIENCIA SOCIAL Estos son tres de los grandes paradigmas de la Teora Social, cada uno de los cuales se constituye por la atribucin de la contingencia a lo que cada uno de ellos entiende por conciencia social, y por la atribucin de ciencia, a lo que cada uno comprende como la trascendencia alternativa al mundo de las apariencias. Queda finalmente por citar el paradigma racionalista de la mal llamada izquierda hegeliana, de Tnnies a Marcuse, cuyo crdito epistemolgico es, sin embargo, Locke. As, para esta corriente, el sometimiento a la Norma buscando el Placer y la revisin veritativa de esa representacin sirvindose de la abstraccin pura, es una alienacin ideolgica o una falsa conciencia que, como en el caso de la sexualidad, sociolgicamente estudiada por estos autores, lleva a los individuos a una alienacin permanente. La trascendencia, conforme al materialismo histrico de la izquierda hegeliana, tiene su trasunto en la vida material, como en el caso del deseo sexual, y en este sentido, los autores de la izquierda hegeliana le niegan a Hegel, a quien ven como fundamento de todos los fascismos, que la Lgica pueda servir como el operador objetivo de la historia; sin embargo, permanecen en el racionalismo hegeliano y no en el materialismo dialctico, en la medida que atribuyen la revisin veritativa del conocimiento del bien, a la historia, como razn objetiva, y no a la ciencia que, como la conciencia social, es tambin contingente; en esto, los autores de la llamada izquierda hegeliana derivan hacia el evolucionismo o darwinismo social y su crdito epistemolgico se aproxima ms a Locke que a Hegel Cuadro 9. Izquierda hegeliana. Trascendencia Contingencia Teora: Articulacin de expresiones y representaciones de lo que es Bueno

    El origen es la bsqueda del Placer El origen es la Norma

    Praxis: revisin de la verdad del conocimiento de lo que es Bueno

    La prueba se le confa al contraste con la experiencia del xito

    La prueba se le confa a la abstraccin: la lgica

    CONOCIMIENTO VIDA MATERIAL: HISTORIA CIENCIA Y CONCIENCIA SOCIALES: IDEOLOGA

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    Puede advertirse que estos paradigmas representan la aplicacin en Sociologa de los empirismos e idealismos de la filosofa moderna, brevemente definidos antes. En efecto, tomemos los trminos sobre los que la filosofa moderna establece la oposicin entre Teora y Praxis correspondientes a la trascendencia y contingencia del conocimiento: respectivamente el sujeto y el objeto como motores de la articulacin de expresiones y representaciones del conocimiento (Teora), y la abstraccin y la experiencia sensorial, como procedimientos probatorios para la revisin verificadora de la Praxis cognitiva. Entonces, si en la Filosofa moderna, la controversia apuntaba a las cuestiones vinculadas a los criterios de Verdad, tanto para el conocimiento como para las pruebas verificadoras, para la Sociologa la controversia apunta a las cuestiones vinculadas a la formulacin del Bien que, sin embargo, solo puede ser verdadero segn lo pruebe alternativamente, o la ley abstracta, o la experiencia del xito.

    9.3.2 El paradigma sociolgico en Marx Ahora examinemos la inversin establecida por Marx, comprobando las correspondencias paradigmticas de su sociologa. Como es sabido, la utopa cientfica, a la que Marx dedic sus mayores esfuerzos intelectuales, radica en la praxis del sujeto genrico movido por su permanente aspiracin a la felicidad; pero tambin la permanente revisin de esta praxis, que descubre las contradicciones histricas, permite superar, segn Marx, las contingencias vinculadas a las praxis del sujeto individual cuando ste est sometido a la imposicin de normas emanadas del poder social y resulta alienado si confa la revisin de su praxis a la grosera utilidad del xito inmediato. Segn Marx, las clases sociales, han sido siempre una manifestacin de la praxis del sujeto social (genrico) enfrentada por sus diferentes oportunidades de lograr el placer o la felicidad; y la transformacin histrica de los cambios ha sido posible por la lucha que protagonizan las clases sociales al descubrir las contradicciones inherentes e irreconciliables entre ellas. Y esto slo es posible si se rebasa la contingencia (superable) que concierne al sujeto individual, que resulta alienado por la aceptacin de la Norma social que la clase en el poder le impone para que, sirvindose de la ideologa, confe en el xito cumpliendo las normas impuestas. (Ver Cuadro 10). Para la sociologa marxiana, pues, la Teora social es producto de una gnesis social paralela a la gnesis del conocimiento, y su desenvolvimiento histrico tiene su trasunto en el Cambio social. Cuadro 10: La inversin marxiana en Sociologa Teora del Conocimiento Teora Social

    Sujeto social Sujeto individual

    Praxis: Articula representaciones y expresiones

    La pauta cognitiva la impone el Sujeto

    La pauta cognitiva se atribuye al Objeto

    Teora: revisin de la Praxis

    La revisin se le confa a la abstraccin

    La revisin se le confa a experiencia de los sentidos

    Cambio de Conocimiento

    Trascendencia: Historia

    Contingencia: Presente inmediato

    Sujeto Social Sujeto individual

    Praxis: Articula expresiones y representaciones de lo que es Bueno

    El origen es la bsqueda del Placer o Felicidad

    La pauta es impuesta por la Norma

    Teora: revisin de la Praxis de lo que es Bueno

    La revisin se le confa a la abstraccin para descubrir contradicciones

    La revisin se le confa al contraste con la experiencia del xito

    Cambio Social Trascendencia: tensin Utopa / Historia

    Contingencia : Alienacin / Ideologa

    9.4 El valor de la teora en comunicacin: mediacin comunicativa del saber y el hacer.

    Como se ha expuesto en los apartados precedentes, tanto la gnesis social del conocimiento, como la gnesis de la trasformaciones sociales, se convierten en gnesis histricas por obra de las praxis y sus revisiones tericas, que las generan y reproducen. Pues bien, el repaso epistemolgico efectuado y expuesto nos ha permitido, por una parte, mostrar las cartas sobre cules son los crditos filosficos de que disponemos; y por otra parte, permitir comprender el arranque de nuestra revisin terica del objeto de estudio que planteamos: la Comunicacin.

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    El estudio de la comunicacin, que como objeto cientfico de conocimiento ha surgido en la ltima mitad del siglo XX, confirma aquel postulado ya reiterado de que lo que genticamente es primero en la prctica cognitiva del sujeto, deviene el ltimo objeto de su conocimiento analtico. As, la comunicacin, como objeto cientfico de estudio, es algo nuevo; como prctica, sin embargo, contribuye genticamente a producir al ser social y al propio objeto social de conocimiento. Por el anlisis epistemolgico de la comunicacin, se pueden despejar las incgnitas a que han llegado la teora del conocimiento y la epistemologa social, disciplinas que histricamente, y por este orden, la han precedido. En poco ms de cincuenta aos, la Teora de la Comunicacin ha sido primero una teora fsica cuyos autores fueron Shannon y Weaver. Luego una teora social, unas veces aplicada a los procesos de produccin de significados lingsticos aprovechando la obra de Saussure, y otras una teora social aplicada a la antropologa cognitiva, como en el caso de Lvi-Strauss. Ms tarde, una teora psicolgica, con base en la percepcin, caso de Moles, y con base en la interaccin, caso de los autores de la Escuela de Palo Alto como Bateson y Watzlawick. En todos estos casos la comunicacin se constituye en objeto de anlisis susceptible de poseer una explicacin: fsica, lingstica, cognitiva, psicolgica, etc.; y casi siempre que el objeto de estudio no es la comunicacin en general, sino la comunicacin de masas en particular, la comunicacin propiamente dicha no es ningn problema a ser planteado (pues se la supone), sino a ser considerado para la explicacin de otro objeto distinto: la conducta o la estabilidad social, como en los positivismos y funcionalismos en psicologa y sociologa de los Mass Media; incluso para los autores de la Escuela de Frankfurt, la comunicacin es slo manifestacin de otra cosa: la cultura como epifenmeno de la sociedad.

    9.4.1 Los paradigmas de la Teora de la comunicacin y sus criterios epistemolgicos. La Teora de la Comunicacin se ha enfrentado tambin con dos nociones epistmicas para su objeto de estudio: la comunicacin como intercambio, transmisin de mensajes; y la comunicacin como conducta interactiva, como interaccin; y a cada una de estas nociones tericas (es decir, acotaciones, o definiciones) le habra de corresponder una revisin veritativa (es decir, una praxis cientfica de verificacin): la de orden, probabilidad, complejidad o informacin, por una parte, (lo que remite epistemolgicamente a la nocin de ley formal sobre la base de la abstraccin); y, por otra, la revisin veritativa de carcter no formal, sino material, que se deriva de tomar en cuenta el uso humano de la expresin (o sea, el significado o el contenido). Como teora cientfica, la teora de la comunicacin se ve obligada a resolver epistemolgicamente el problema de la verdad para el conocimiento de la comunicacin; y como teora a propsito de objetos humanos intencionales, finalizados, se ve obligada a tomar en cuenta, como la teora social, los fines. Para el fisicismo comunicacional (Ver Cuadro 11), el conocimiento seguro a que aspira una Ciencia de la comunicacin epistemolgicamente trascendente, reside en acotar tericamente la articulacin de expresiones y representaciones fijando la atencin en un objeto general la transmisin de mensajes-, y no en los usos que los sujetos particulares hagan de esa transmisin; y para esa acotacin terica, la praxis veritativa de la Ciencia de la Comunicacin debe tomar como pauta la medida de la probabilidad o Informacin (H)- de la transmisin fsica de los mensajes, desdeando los significados particulares que los usuarios puedan asignarles (Ver Captulo 8: La comunicacin y el orden natural y social). Para Shannon y Weaver, por tanto, la Teora de la comunicacin se valida al verificar la informacin de los flujos de mensajes, tomando en cuenta que el fin de cualquier transmisin de modulaciones energticas no es otro que el de la fidelidad de la transmisin; ser pues vana la propuesta cientfica que se plantee la verificacin de una representacin significados- tomando en cuenta el fin de una interaccin uso de los mensajes-, pues ste no puede ser un objeto del anlisis que aspira al diseo de un sistema fsico general de transmisin de seales, con independencia de cules sean la seales elegidas y su uso, segn palabras del propio Shannon (Shannon-Weaver 1948, -ver. esp., 1981-, 48). Cuadro 11: Fisicismo comunicacional (Shannon-Weaver) Trascendencia:

    Ciencia de la Comunicacin Contingencia: Conciencia de la Comunicacin

    Teora: Articulacin de representaciones y expresiones sobre la Comunicacin

    Se fija la atencin en un objeto general de estudio: la transmisin de mensajes

    Se fija la atencin en la accin del sujeto: interaccin a travs de mensajes

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora sobre la Comunicacin

    Se toma como pauta la medida de la probabilidad (Informacin) de la transmisin fsica de los mensajes

    Se toman como pauta los significados particulares que los usuarios puedan asignar a los mensajes

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO

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    Tambin se ha planteado que el conocimiento seguro a que aspira una Ciencia de la comunicacin epistemolgicamente trascendente, reside, primero, en acotar tericamente la articulacin de expresiones y representaciones fijando la atencin en la interaccin que el intercambio de mensajes facilita a los sujetos, y no en la transmisin de modulaciones energticas; y que para esa acotacin terica, la praxis veritativa de la Ciencia de la Comunicacin debe tomar como pauta, en segundo lugar, la medida de la complejidad lgica o Informacin (H)- que las interacciones encierran ms all de la conciencia de los sujetos, desdeando los significados particulares que los usuarios puedan manifestar. Este es el caso de la entropologa estructuralista reivindicada para la Antropologa Social por Lvi-Strauss, y que Moles aplica a la dinmica de la percepcin de mensajes del entorno, para la Psicologa Social (Ver Cuadro 12). Cuadro 12: Paradigma estructuralista de la Comunicacin Trascendencia:

    Ciencia de la Comunicacin Contingencia: Conciencia de la Comunicacin

    Teora: Articulacin de representaciones y expresiones sobre la Comunicacin

    Se fija la atencin en la interaccin de los sujetos a travs de mensajes

    Se fija la atencin en un objeto particular de estudio: sea la transmisin de mensajes u otra cosa

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora sobre la Comunicacin

    Se toma como pauta el cdigo lgico (Informacin) oculto tras la interaccin a travs de mensajes

    Se toman como pauta los significados particulares que los usuarios puedan manifestar

    CONOCIMIENTO SEGURO INSEGURO En efecto, Lvi-Strauss gustaba de denominar entropologa a su Antropologa Estructural, pues su pretensin cientfica era verificar un orden, una estructura lgica, desvelndole un sentido oculto a la interaccin humana, con independencia de cules pudiesen ser las representaciones de los interactuantes a propsito de los objetos de la interaccin: intercambio de bienes (economa), intercambio de mujeres (parentesco) e intercambio de smbolos (lenguajes); si tales intercambios, para Lvi-Strauss, verifican una estructura lgica similar, este orden vendr a confirmar que el sentido oculto de toda interaccin es reducir la aleatoriedad del acontecer, es crear una informacin, es producir una negentropa como base de toda organizacin social, de toda hominizacin. Lvi-Strauss eleva as la ciencia de la comunicacin a paradigma epistemolgico de todas las ciencias sociales, convirtiendo al operador informacional en ley universal de la interaccin humana. Moles hace otro tanto al proponer que el sentido de toda percepcin del entorno, de toda forma (Gestalt), es una reduccin de la aleatoriedad, una entropa negativa, un orden informacional (ver Captulo 8: La comunicacin y el orden natural y social). Desde otro punto de vista, caracterstico de los enfoques de la escuela de Palo Alto (Watzlawick, Bateson, Beavin, Jackson), comunicacin e informacin son dos caras de la misma moneda: la conducta humana, que es su objeto de estudio, como se ha dicho anteriormente (Ver Cuadro 13). En efecto, para estos autores, hay dos perspectivas de observacin en la conducta humana: el de la representacin de los sujetos en funcin de lo que se expresa o se transmite, y el del orden (estructura, informacin) en funcin de las relaciones que es establecen desde el momento en que hay contacto, presencia, interaccin, o bien desde el momento en que sta se interrumpe. Planteado entonces como objeto de estudio la conducta humana, el conocimiento seguro a que se puede aspirar en Teora de comunicacin, no puede desentenderse epistemolgicamente de contemplar tambin una Teora de la Informacin. En consecuencia, si se considera la Comunicacin, se acota tericamente la articulacin de expresiones y representaciones fijando la atencin en la transmisin de mensajes, y para esa acotacin terica, la praxis veritativa de la Ciencia de la Comunicacin toma como pauta los significados particulares que los usuarios puedan manifestar; mientras que si se considera la Informacin, se acota tericamente la articulacin de expresiones y representaciones fijando la atencin en la interaccin que el intercambio de mensajes facilita a los sujetos, y para esa acotacin terica, la praxis veritativa de la Ciencia de la Informacin, toma como pauta la complejidad o lgica- que las interacciones encierran ms all de la conciencia de los sujetos. Puede darse informacin sin comunicacin, pero no viceversa, de manera que los cortes y las contradicciones que se pueden observar y verificar entre el sentido de la transmisin (lo que se expresa o no) y el sentido de la interaccin (lo que se hace) es una va para el anlisis de las conductas patolgicas; fueron estos autores precisamente quienes ms han contribuido a difundir el anlisis de la esquizofrenia en trminos comunicativos.

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    Cuadro 13: Paradigma de la Escuela de Palo Alto Conducta Humana Lo que se expresa o no: Lo que se hace: Teora: Articulacin de representaciones y expresiones sobre la Comunicacin/Informacin

    Se fija la atencin en un objeto particular de estudio: la transmisin de mensajes

    Se fija la atencin en la interaccin entre sujetos.

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora sobre la Comunicacin/Informacin

    Se toman como pauta los significados particulares que los usuarios puedan manifestar

    Se toma como pauta el cdigo lgico (Informacin) oculto tras la interaccin a travs de mensajes

    CONOCIMIENTO COMUNICACIN INFORMACIN Tambin se han planteado los problemas de la comunicacin social como objeto particular en el mbito de otro objeto terico ms general, concretamente la sociedad o la cultura. As lo hicieron los funcionalismos sociolgicos del siglo pasado a una y otra parte del Atlntico. Para ellos (Ver Cuadro 14), se construye sin contradiccin epistemolgica, lo mismo las teoras del consenso social (Merton, Parsons) que las teoras de la dependencia cultural (Mattelart, Schiller, Enzensberger). Esto es posible confrontando, por una parte, mediante el Anlisis de Contenido, el significado de los mensajes que se intercambian socialmente; y por otra, analizando las condiciones materiales de la distribucin de los Medios utilizados, anlisis sociolgico que en el caso de Mattelart, Schiller, Enzensberger, se vuelca en la propiedad tecnolgica. Cuadro 14: Paradigma del Funcionalismo en Comunicacin Consenso y/o Reproduccin Sociales

    Comunicacin Social Tecnologa de la Comunicacin

    Teora: Articulacin de representaciones y expresiones sobre la Comunicacin/Informacin

    Se fija la atencin en la interaccin entre sujetos

    Se fija la atencin en un objeto particular de estudio: la transmisin de mensajes

    Praxis: revisin de la verdad de la Teora sobre la Comunicacin/Informacin

    Se toma como pauta el Anlisis de Contenido de significados particulares que los usuarios puedan manifestar

    Se toma como pauta el Anlisis Social de la probabilidad (Informacin) de la transmisin de mensajes

    CONOCIMIENTO ACCIN SOCIAL CONDICIONES DE LA ACCIN SOCIAL A nuestro juicio, y en lnea con la epistemologa marxiana de la ciencia, una teora de la comunicacin debera postular la inversin siguiente (Cuadro 15, en la pgina siguiente) Segn el Cuadro 15, el cambio por la tensin histrica entre Devenir/Realidad y Conciencia/abstraccin, se origina dialcticamente por la oposicin entre significado o uso de la expresin y su complejidad informativa (oposicin objetos/abstraccin), y su revisin veritativa concierne a los sujetos enfrentados a una interaccin mediante un trabajo de transmisin de seales (oposicin sujetos/objetos). Cuadro 15: Paradigma marxiano en Comunicacin Sujeto Genrico Sujetos particulares Praxis: Articulacin de representaciones y expresiones sobre la Comunicacin

    La pauta es originada por las significaciones de los mensajes en circulacin

    La contingencia es impuesta por condiciones cognitivas de la informacin

    Teora: revisin de la verdad de la Praxis sobre la Comunicacin

    La revisin se efecta sobre las interacciones sociales promovidas entre sujetos

    La revisin se le confa a las condiciones materiales de la transmisin

    CAMBIO DE LA COMUNICACIN DEVENIR / REALIDAD CONCIENCIA / ABSTRACCIN As, si la interpretacin que se propone es correcta, resulta que en la epistemologa marxiana, la revisin veritativa de las Praxis, se convierte ahora, para el anlisis de la comunicacin, siguiendo sus postulados tericos, expresada de esta forma (Cuadro 16): Cuadro 16: Correspondencias entre Epistemologa, Sociologa y Comunicologa marxianas A propsito de: Oposiciones dialcticas entre: Praxis: Articulacin de expresiones y representaciones

    El Conocimiento Abstraccin / Experiencia La Sociedad Placer / Norma La Comunicacin Significados / Complejidad (o Informacin)

    Teora: Revisin de la verdad de las Praxis

    Epistemologa Sujetos / Objetos Sociologa xito social / Ley estadstica o lgica formal Comunicologa Interaccin / Transmisin

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    O dicho de otra manera: en lnea con la epistemologa del materialismo dialctico,

    1. Si la Praxis cognitiva (a propsito de la verdad) remite a la actividad de la abstraccin compartida frente a la experiencia sensorial individual, entonces, las revisiones de validez (Teora) destacan el predominio del sujeto genrico frente al objeto o realidad material a que se enfrenta el sujeto individual, y de este modo el individuo no queda a merced del objeto.

    2. Si la Praxis axiolgica (a propsito del bien en la sociedad) remite a la produccin o logro del placer frente a la norma o prescripcin social, entonces las revisiones de validez (Teora) sobreponen el goce (Genuss) por el disfrute social de las cosas, frente a la abstraccin del beneficio ligado al clculo por los modos de produccin (lo contrario de la alienacin del sujeto individual explotado).

    3. Y si la Praxis comunicacional (a propsito el uso de los mensajes) remite al uso humano de la expresin (significado compartido) frente a su complejidad o informacin, entonces las revisiones de validez (Teora) ponen en primer plano la interaccin (oposicin sujeto/sujeto por el intercambio de mensajes), frente a la transmisin de simples impulsos energticos (que es lo propio de las mquinas).

    De este modo, la teora dialctica del cambio histrico (tanto del conocimiento, como de la sociedad y la comunicacin) postula la superacin de las contingencias o vicisitudes propias de los individuos y de los objetos particulares, por la praxis trascendente del Sujeto Genrico y la teora trascendente del Objeto Genrico en continuo cambio histrico. Ver cuadro 17. Cuadro 17: Cambio dialctico del conocimiento, la sociedad y la comunicacin Procesos de subjetivacin de contingencias

    particulares por trascendencias genricas Procesos de objetivacin de contingencias particulares por trascendencias genricas

    Conocimiento De los sujetos cognoscentes por:

    La abstraccin compartida

    De los objetos concretos por:

    La experiencia humana sensorial

    Sociedad De los placeres aislados por:

    Disfrute compartido de las cosas

    De los datos estadsticos por:

    La prescripcin o norma social

    Comunicacin De los significados personales por:

    La interaccin social De las transmisiones de seales por:

    La complejidad informacional

    CAMBIO Devenir de sujetos individuales

    Praxis del Sujeto Genrico

    Conciencia de los objetos particulares

    Teora del Objeto Genrico

    HISTORIA: CAMBIO DIALCTICO

    9.5 Requerimientos para desarrollar una nueva teora de la comunicacin El cambio histrico por el que a lo largo del tiempo los sujetos y objetos particulares construyen al Sujeto Genrico y al Objeto Genrico al practicar y revisar el conocimiento, las relaciones sociales y la comunicacin, como se acaba de exponer, implica una nueva Teora de la Comunicacin capaz de tomarlo en cuenta. As pues, una nueva Teora de la Comunicacin acorde con estos postulados, debe arrancar del anlisis de los procedimientos de interaccin respecto a los cuales la transmisin de seales se especifica marcando un cambio cualitativo en la reproduccin del conocimiento y de la organizacin social; de lo contrario, no podra diferenciarse como teora respecto al conocimiento y respecto a la sociedad. Dicho de otro modo, si la comunicacin no contribuyese a una subjetivacin/objetivacin cualitativamente distinta a la del conocimiento y la interaccin social, la Teora de la Comunicacin no podra justificarse al mismo nivel que lo han sido la Teora del Conocimiento y la Teora Social. Esta nueva Teora de la Comunicacin, si ha de sostenerse en competencia y complementariedad junto a una teora dialctica del conocimiento y junto a una teora tambin dialctica del cambio social, debe, en primer lugar, hacer una distincin neta de las dimensiones que le son propias a la interaccin comunicativa como objeto de estudio, frente a las dimensiones que le son propias a la interaccin humana desde la perspectiva de las relaciones sociales, y frente a las dimensiones que le son propias al comportamiento humano desde la perspectiva de la actividad cognitiva. Dicho en otros trminos: esta nueva Teora de la Comunicacin debe afrontar la respuesta ms cabal a los problemas siguientes:

    puede desarrollarse la actividad cognitiva sin recurrir a la comunicacin?; puede, inversamente, desarrollarse la actividad comunicativa sin recursos cognitivos?; pueden darse relaciones sociales prescindiendo de interacciones comunicativas?; puede, inversamente, haber interacciones comunicativas que no se encuentren comprometidas

    por relaciones sociales?; puede haber un capital cognitivo socialmente compartido sin relaciones sociales?;

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    y finalmente puede haber relaciones sociales sin un capital cognitivo compartido? Ms an:

    puede reproducirse la interaccin comunicativa sin capital cognitivo compartido y comprometido por relaciones sociales?;

    puede reproducirse capital cognitivo compartido y comprometido por relaciones sociales, sin interaccin comunicativa?;

    pueden reproducirse relaciones sociales sin capital cognitivo compartido y sin interaccin comunicativa?

    La formulacin de las preguntas precedentes responde obviamente a la consideracin de que Conocimiento, Sociedad y Comunicacin son objetos de estudio formal y materialmente distintos, pero que no pueden darse, ni formal ni materialmente, por separado, y que la actividad cognitiva, las relaciones sociales y las interacciones comunicativas se condicionan entre s. Pero, cmo se condicionan? Esta propuesta terica deber asumir que el condicionamiento entre Conocimiento, Sociedad y Comunicacin es recproco, pero tambin que es secuencial; es decir, que si un estado del conocimiento compartido en un momento dado, influye sobre el curso que hayan de tomar despus las relaciones sociales y las interacciones comunicativas, tambin aqul estado del conocimiento compartido se ha producido por la concurrencia secuencialmente previa de determinadas relaciones sociales y de determinadas interacciones comunicativas. Por ejemplo, una vez que lleg a formar parte del capital cognitivo compartido la existencia de la reproduccin in Vitro, las relaciones familiares adquieren nuevas alternativas de convivencia, pero tambin los hbitos de prcticas comunicativas diferencia a las parejas que son capaces de plantearse esas alternativas principalmente conocidas por la comunicacin social; y a la inversa, no se habra llegado al desarrollo cientfico de la reproduccin in Vitro, sin el cambio previo de las relaciones sociales vinculadas a la convivencia familiar (matrimonio por amor, familias monoparentales, divorcio, etc.) y sin que la comunicacin entre los cientficos les hubiera permitido progresar en los ensayos al respecto. Igualmente una configuracin determinada de interacciones comunicativas (v.g., las redes virtuales de Internet) influye sobre el curso que toma despus el capital cognitivo compartido (v.g. las destrezas informticas) y sobre las relaciones sociales (v.g., el tele-trabajo), pero tambin Internet ha sido posible por los avances previos en el capital cognitivo referido a la ciberntica y por su rendimiento militar y econmico en los procesos de produccin. Finalmente, una configuracin determinada de interacciones sociales (v.g., legalizacin de las parejas de hecho) influye sobre el curso del capital cognitivo referido a la sexualidad y sobre la frecuencia con que se acude rituales sociales de boda; pero tambin la legalizacin de las parejas de hecho fue posible por la presin de la libertad sexual y de los debates mediticos generadores de corrientes de opinin. La nocin de Mediacin histrica es la que permite estudiar estos condicionamientos recprocos y secuenciales; y esta nocin implica el considerar al capital cognitivo compartido en cada poca, mediador de las relaciones sociales y comunicativas, y mediado por stas; implica tambin considerar a las relaciones sociales, en cada poca, mediadoras del capital cognitivo y de las interacciones comunicativas, as como tambin considerar las relaciones sociales mediadas, a su vez, por el capital cognitivo y por las interacciones comunicativas; finalmente, la nocin de Mediacin histrica implica considerar a las interacciones comunicativas, en cada poca, mediadoras del capital cognitivo compartido y de las relaciones sociales, y a su vez considerar dichas interacciones comunicativas mediadas por el capital cognitivo compartido y por las relaciones sociales. En rigor, este proyecto terico obligar a acotar, por una parte, las constantes que hayan de ser consideradas en aquello que respecta a cada uno de los objetos materiales de estudio: el capital cognitivo compartido, las relaciones sociales y las interacciones comunicativas; por otra parte, este proyecto terico obliga tambin a acotar secuencialmente los estados sucesivos en lo que respecta a los momentos histricos del conocimiento, de la sociedad y de la comunicacin. Acotar las constantes que hayan de interesar en el estudio del conocimiento, de la sociedad y de la comunicacin requiere discernir cules son los elementos sin los cuales es imposible la existencia de un estado de conocimiento, de un estado de organizacin social y de un estado de interacciones comunicativas. Acotar secuencialmente los estados sucesivos requiere discernir tericamente criterios en virtud de los cuales ponerle lmites espacio-temporales a aquellos estados; no es lo mismo referirse, por ejemplo, al cambio del conocimiento, de las relaciones sociales o de la comunicacin a la escala espacio-temporal del devenir biogrfico de una pareja familiar, que al cambio del conocimiento, de las relaciones

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    sociales o de la comunicacin, a la escala espacio-temporal del devenir histrico de una formacin social dada, ya sea a pequea escala (por ejemplo, una comunidad, una empresa o un colectivo religioso) ya sea a gran escala (por ejemplo, una poca histrica o una cultura). Una tcnica heurstica para representar aquellas constantes referidas a los elementos que integran los procesos y estados de la reproduccin del conocimiento, de la reproduccin de las relaciones sociales y de la reproduccin comunicativa es la representacin de estos objetos de estudio mediante esquemas capaces de sistematizarlos en sus componentes y relaciones efectivas y temporales. Y una tcnica heurstica para representar los lmites espacio-temporales de los procesos y estados cuyo cambio se aspira a conocer, es recurrir a establecer estos lmites mediante contornos convencionales que contengan simultneamente los componentes y relaciones referidos a una misma escala, para cada sistema de conocimiento, de organizacin social y de comunicacin considerados. Esto obliga a delimitar siempre un entorno determinado dentro del cual unos mismos individuos, unos mismos recursos materiales, unos mismos productos y unas mismas reglas de orden, sean considerados a la vez desde las correspondientes perspectivas cognitivas, sociales y comunicativas, proponindose despus el examen de las respectivas mediaciones entre ellas. Por ejemplo, a pequea escala podemos imaginar una situacin en que un padre regaa a su hijo; pues bien, esta situacin remite directamente a considerar que se trata de una interaccin comunicativa, ya que difcilmente se puede regaar sin servirse de expresiones verbales y no verbales susceptibles de ser comprendidas por el nio; pero sera tambin imposible que esta comunicacin produjese ningn efecto cognitivo (v.g. asociar la regaina con el recuerdo de una actuacin propia del nio) ni efecto social (v.g. compromiso de obediencia o de respeto en el hijo), si previamente ambos interlocutores (emisor y receptor) no se identificasen respectivamente por los papeles sociales que a cada uno le comprometen dentro del grupo familiar (padre e hijo) y gracias a un capital cognitivo compartido que les permite reconocerse socialmente, pero tambin reconocer el significado de los mensajes y su vinculacin con recuerdos personales y expectativas de futuro.

    9.5.1 Distinguir lo que es comunicacin de lo que no es comunicacin para saber en qu tableros se juega.

    Todos los modelos de la comunicacin consideran la transmisin de mensajes como su rasgo especfico, de forma que sobre este objeto material de estudio cada teora o cada perspectiva formal ha elegido su punto de vista: por ejemplo, la fidelidad o reproduccin fiel en destino de los mensajes emitidos en origen, para Shannon y Weaver; o una forma de conducta en los seres vivos y/o de comportamientos sociales, para otras muchas de las alternativas habidas para explicar la comunicacin. A partir de este rasgo especfico, por consiguiente, aparecen los diversos enfoques que hacen de la transmisin de mensajes un problema que debe resolver o bien la fsica (para disear la fidelidad de las transmisiones), o bien la biologa y la psicologa (para explicar las conductas interactivas de los seres vivos), o bien la lingstica (para dar respuestas al uso de significados y discursos), o bien la filosofa (para asignar criterios de verdad a las expresiones), o bien la historiografa (para asignarle criterios de interpretacin a los relatos del acontecer), o bien la sociologa (para atribuirle a los mensajes que circulan entre los grupos humanos consecuencias propias de la accin social). Pues bien, la transmisin de mensajes es el rasgo ineludible de la comunicacin. A partir de esta constatacin, los diferentes enfoques han considerado la transmisin de mensajes teniendo que especificar qu se entiende por mensaje, qu se entiende por transmisin y con qu criterios evaluarla. Por ejemplo, si por mensaje se entiende un flujo de seales (modulaciones energticas) que se transmiten entre dos puntos diferentes del universo fsico, el problema es superar las distorsiones sufridas durante la transmisin y la respuesta tiene que ver con el clculo de su fidelidad; pero si por mensaje se entiende un estmulo de tele-accin (o de interaccin a distancia) el problema se vincula con las nociones disponibles para distinguir qu son estmulos de conducta, a qu reacciones se vinculan estos estmulos y qu diferencias habra entre estmulos comunicativos y no comunicativos, as como entre reacciones comunicativas y no comunicativas, etc.; y si por mensaje se entiende expresin, o texto, o discurso, o relato, o escenificacin etc., entonces los problemas que se plantean desbordan los tableros especficos de la simple transmisin de mensajes y se sitan en aquellos otros tableros donde lo que se juega es el anlisis del lenguaje, del pensamiento, de la accin social o de la cultura. Hemos visto que la transmisin de mensajes se hace presente en la conducta de muchos seres vivos y que es un recurso imprescindible en la reproduccin social de los grupos humanos y de las sociedades histricas; no se puede prescindir, por consiguiente, de considerar todas aquellas dimensiones ligadas al uso de los mensajes y su transmisin entre los seres vivos y en el seno de los grupos humanos. Ahora bien, muchas de estas dimensiones preceden a la transmisin de mensajes, otras la acompaan y otras la siguen, pero no forman parte del juego especfico en el que se compromete la propia transmisin. Para distinguir, pues, cmo la

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    comunicacin es posible y qu es debido al juego de la comunicacin, ser necesario discernir entre las piezas indispensables en el tablero de la comunicacin y aquellas otras que forman parte de otros tableros donde lo que se juega no es la comunicacin, sino el comportamiento, o la interaccin social, pero que cambian o se reproducen segn sea el juego de la comunicacin que se practique. Y en el tablero de la comunicacin, siempre y cuando la transmisin de mensajes haya de afectar a cualquier otra dimensin no comunicativa, ser necesario distinguir quienes son los ejecutantes de esa transmisin, y qu dimensiones o aspectos condicionan su actividad; igualmente convendr distinguir cules son los medios o recursos disponibles para que su transmisin sea efectuada y qu otros aspectos no comunicativos la condicionan; ser necesario tambin tomar en consideracin, finalmente, qu reglas se imponen en el propio juego de la transmisin de mensajes y qu reglas no comunicativas la condicionan o cambian por el juego de la comunicacin. Ver Cuadro 18. Cuadro 18. Constantes de interaccin y variables de sus dimensiones comunicativas, ecolgicas y sociales

    Situaciones de Interaccin

    Sistema Comunicacin [SC]

    Sistema Ecolgico [SE] Sistema Social [SS]

    Ejecutantes Actores Emisores Receptores

    Sujetos Ego Alter

    Agentes Productores Distribuidores Consumidores

    Herramientas Instrumentos Productores de seales Distribuidores de seales Receptores de seales

    tiles Asimilacin Acomodacin

    Medios Capital Trabajo

    Producciones Expresiones (Mensajes) Materias Expresivas Configuraciones expresivas

    Objetos Perceptibles Abstractos

    Productos Mercancas Bienes Servicios

    Orden Lenguajes (o Cdigos) Patrones expresivos Cdigos de significacin

    Epistemes Lgicas Categoras

    Sanciones Roles/Status Valores/Normas

    Nuestra propuesta es distinguir que hay aspectos o dimensiones que condicionan, en primer lugar, el juego de los Actores de la comunicacin: o son emisores o son receptores; estos aspectos proceden de cul sea la naturaleza de la transmisin de mens