capacidad de molienda, se cambió el motor original por otro...
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capacidad de molienda, se cambió el motor original por otro de
manufactura inglesa con más potencia, el cual permitió incre-
mentar los niveles de producción. Sin embargo, la década de los
treinta empieza a marcar el declive de la empresa a consecuen-
cia de la crisis económica que afectaba a todo el país.9
1937, nombrado en el estado de Sinaloa como el "año
del hambre", marcó una época de carencias que obligó a los Al-
iñada a regalar los platanares que poseían en la localidad de La
Sinaloa, para que sus habitantes mitigaran su apetito.10
Para ese año, los hermanos Almada pioneros cedieron
sus propiedades a sus hijos, mientras que la Sinaloa Land River
Company sucumbió a causa de la Reforma Agraria.
Como consecuencia del reparto agrario llevado a cabo
por el Gral. Lázaro Cárdenas durante su gestión presidencial, las
tierras de la hacienda La Primavera fueron entregadas a los peo-
nes de la finca y a los obreros de la fábrica, pero la propiedad de
la compañía azucarera continuó en poder de los Almada.
En la década de los cuarenta la empresa sufrió serios
altibajos económicos. Entre 1951 y 1953 fue intervenida por la
Financiera Nacional Azucarera, y años más tarde por la paraes-
tatal Operadora Nacional de Ingenios, creada durante la presiden-
cia de Luis Echeverría Alvarez, para asumir el control de la mayor
parte de las plantaciones de caña de azúcar."
De ahí a la fecha, La Primavera ha resistido, cambiando
de manos pero permaneciendo como una fuente de trabajo.
La Sinaloa: Origen de un Ejido
El 13 de agosto de 1935, los vecinos del poblado La Sinaloa, en-
cabezados por los señores José Vargas, Casimiro Urbina, Marce-
* Cfr., Avttez, Leopoldo. Navoiato, Apuntes para la Historia. México, Universidad Autónoma de Sinaloa, 1966.
" Ibid. " Ibid.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
lino Vega, Benigno Zazueta, Indalecio López
Camacho y Ramón Flores, solicitaron la do-
tación de tierras por escrito "por carecer de las
indispensables para satisfacer sus necesida-
des económicas".12 Dicha petición lúe publi-
cada en el Periódico Oficial del Estado el día
22 de ese mismo mes y año.
Campesinos del poblado La Toma-
tera, según consta en acta levantada el 13 de
noviembre de 1935, demandaron ser inclui-
dos en el padrón de dotación de La Sinaloa,
con base en lo dispuesto en el código agrario
en vigor en ese tiempo.
Así, y con la intervención de funcio-
narios de la Comisión Agraria Mixta, se le-
vantó el censo de ambos pueblos, habiéndose
enlistado a 605 habitantes, de los cuales 122 eran jefes de fami-
lia y 191 tenían derecho a dotación.
El 14 de febrero de 1937, de acuerdo con la Resolución
Presidencial correspondiente, sendos poblados conformaron el
ejido La Sinaloa, con un total de 2,256 hectáreas, de las cuales
"... 92 son de agostadero y 624 de temporal, formando 231 par-
celas de cuatro u ocho hectáreas cada una, para 191 dotables... y
la parcela escolar".13 Tal superficie pasó a manos de los benefi-
ciados con todos sus usos, accesos, costumbres y servidumbres.
Al mes siguiente, el día 20, en la escuela de La Sinaloa
se reunieron el Ing. Roberto Serrano, perito del Departamento
Agrario, y los ej¡datados con objeto de proceder al deslinde de
tierras.
El núcleo ejidal, ubicado a 17 kilómetros de la ciudad de
Navolato, colinda con otros ejidos: Cofradía, Laguna y Alamito,
Yebavito, y Sataya y Anexos, así como con la propiedad priva-
da Tribulet. Además, cuenta con tres asentamientos humanos:
12 Secretaría de la Reforma Agraria. Expediente del ejido La Sinaloa. Archivo de la Delegación Estatal Sinaloa.
« Ibid.
Sr. Casimiro Urbina, de los
fundadores del ejido La Sinaloa.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Campo Balbuena, La Sinaloa y Lo de Jesús o La
Tomatera. Su clima es cálido y su régimen de llu-
vias es regular.
Los moradores del ejido disponen de di-
versos servicios: agua potable, energía eléctrica,
calles empedradas, caseta telefónica y transporte
público; además, cuentan con un vehículo esco-
lar para enviar a sus hijos a estudiar a la ciudad
de Culiacán, la cual se localiza a 15 minutos del
núcleo ejidal.
Sus habitantes se organizaron a fin de po-
nerle el nombre de los fundadores del ejido a las
calles del poblado La Sinaloa. por lo cual la calle
principal se llama José Vargas.
En La Sinaloa viven 3,242 personas; de
ellas. 196 son sujetos de derechos agrarios, quie-
nes siembran 1.960 hectáreas.
Los ejidatarios se dedican a labrar sus par-
celas, aunque La Primavera ha coadyuvado en la
economía del ejido, pues representa una fuente
alternativa de trabajo. Sus cultivos principales
son el tomate, garbanzo, pepino y caña de azúcar.
Certificado de derechos
agrarios de 1943; acredita al
Sr. Casimiro Urbina como
usufructuario de su parcela.
Area parcelada del ejido.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Para las labores agrícolas utilizan tractores y en ocasio-
nes rentan trilladoras y otros implementos; asimismo, emplean
distintos fertilizantes: urea, amoníaco y agrosul, entre otros.
Hoy día, algunos miembros de la comunidad conservan
costumbres de la tribu tahue, por ejemplo, el trabajo colectivo
y el uso de fertilizantes naturales.
El PROCEDE en el Núcleo Ejidal
Inicialmente, el Programa de Certificación de Derechos Ej¡da-
les y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE) llegó a oídos
de los ejidatarios de La Sinaloa a través de los medios masi-
vos de comunicación. El 19 de septiembre de 1993, durante la
Asamblea de Información y Anuencia, el núcleo ejidal decidió
por unanimidad incorporarse al Programa. En ese acto se contó
con la participación de personal de la Procuraduría Agraria (PA)
y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI), quienes explicaron a los ejidatarios las funciones de-
sempeñadas por estas dependencias públicas en el marco de los
trabajos del PROCEDE. Ahí mismo se formó la Comisión Auxiliar,
la cual estuvo integrada por los señores José Iñiguez Medina,
Jesús Guadalupe Medina Jiménez y Marcelino Urbina Martí-
nez, entre otros, quienes fueron capacitados el 19 de enero de
1994 sobre las actividades que el Programa de Certificación
de Derechos Ejidales llevaría a cabo en La Sinaloa.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
A fin de elaborar el croquis del ejido a mano alzada,
el Ing. Rene Valdez García, Subcoordinador Operativo de la
Coordinación Estatal del INEG1 (CEI) en Sinaloa comisionó
a una brigada de fotoidentificación para que iniciara, en compa-
ñía de los miembros de la Comisión mencionada, las labores de
recorrido y premarcaje. Esta etapa del Procedimiento General
Operativo comenzó el 14 de febrero y terminó el día 24 del mis-
mo mes, fase en la cual se recabó la lista preliminar de los
sujetos de derecho y se integraron los expedientes ejidales.
En la Asamblea de Informe de la Comisión Auxiliar,
efectuada la primera semana de marzo, se aprobó el croquis a
mano alzada y se establecieron acuerdos sobre límites interparce-
larios. En esa ocasión se conformó la Comisión Vecinal, siendo
constituida tanto por ejidatarios como por avecindados.
Por parte de la PA estuvo presente el Ing. Francisco
Javier Sandoval Vega; por el INEGI asistieron el Ing. José Gua-
dalupe Cárdenas López, del Area de Fotogrametría; así como
los licenciados Daisy María Gaxiola Ortiz y Ramón Ernesto
Zúñiga Angulo, Jefe y Técnico Estatal de Comunicación y Do-
cumentación, respectivamente.
La medición de La Sinaloa, llevada a cabo con el método
geodésico-topográfico, empezó el 10 de marzo y concluyó el
Integrante de la Brigada del INEGI durante los trabajos
de levantamiento.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
22 de mayo. Los trabajos de levantamiento corrieron a cargo
de una Brigada de la CEI-Sinaloa integrada por el Ing. Jesús Ra-
món Soberanes Amézquita, Responsable; el Ing. Ricardo Arroyo
Guerrero, Auxiliar; y los ingenieros Ernesto Tapia Beltrán, Carlos
Hernández Angulo y María Isabel Macías Rivera, Brigadistas.
Este núcleo ejidal cuenta con dos polígonos de cuatro
zonas en el área parcelada y de una zona en el asentamiento hu-
mano. Para medir La Sitialoa se utilizó poligonación con doble
radiación en las parcelas y radiación en los solares. El prome-
dio de vértices radiados por día fue de 60. Con base en los resul-
tados del levantamiento, el ejido tiene 2,199-68-17 hectáreas.
Debido a que el núcleo ejidal se encuentra muy cerca de
la ciudad de Culiacán, la brigada prefería pasar la noche en la
capital del estado para estar a muy temprana hora en el lugar de
trabajo. La jornada iniciaba a las 5:30 horas y finalizaba a las
19:30 horas.
No obstante, las actividades en campo
no estuvieron exentas de ciertos problemas, entre
ellos el hecho de que algunos ejidatarios no par-
ticiparon activamente cuando se iban a medir
las parcelas; en otras ocasiones, los levantamien-
tos se suspendieron pues los colindantes no se
ponían de acuerdo sobre sus límites. Para rever-
tir esta situación, personal del Instituto reforzó
las labores de sensibilización con los ejidatarios,
recordándoles lo importante de su colaboración
a fin de ejecutar eficiente y oportunamente las ac-
ciones que demanda el PROCEDE.
El ing. Jesús Ramón Soberanes
Amézquita, Responsable de
Brigada, localizando un vértice.
Después de concluida la medición, el Centro
de Cartografía Automatizada del INEGI, a cargo
de la Lic. Sandra Luz Bojórquez Izabal, generó los
productos cartográficos de La Sina-loa, en el
período comprendido del 24 de mayo al 20 de
junio.
El 9 de julio de 1994 tuvo verificativo la
Asamblea de Delimitación, Destino y Asigna-
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
ción de Tierras Ej ¡dales. Para el efecto se dieron cita los ej i da-
tarlos, posesionarlos y avecindados, encabezados por Hum-
berto Camacho Ramírez, Nicolás Osuna López y Martha Ruiz
Martínez, Presidente, Secretario y Tesorera del Comisariado
Ejidal, respectivamente. En representación de la PA acudió el
Lic. Rodolfo Al varado Astorga y del INEGI los ingenieros
Jesús Ramón Soberanes y Severo González Moreno, del Area
de Medición, y la Lic. América Pérez Angulo, Técnica Estatal de
Comunicación y Documentación. Para dar fe de los hechos es-
tuvo presente el Notario Público Núm. 121 del estado, Lic. Jesús
Ernesto Aragón, de la ciudad de Navolato.
Con anterioridad a la celebración de la asamblea se exhi-
bieron los planos del ejido: dos generales, dos internos, dos de
tierras de uso común, tres del área del asentamiento humano, 220
parcelarios individuales y 560 de solares urbanos.
La cartografía fue aprobada por unanimidad y firmada
por los beneficiados, tras ocho horas de duración de la asamblea.
Pasados 22 días, en uno de los asentamientos humanos
de La Sinaloa, en Campo Balbuena, se efectuó un acto agrario de
entrega de documentos del PROCEDE, presidido por el Go-
bernador Renato Vega Alvarado, el Sr.
Juan Antonio Beltrán López, Presidente
Municipal de Navolato y por el Lic. Raúl
Chávez Morán, Coordinador Estatal
del INEGI en Sinaloa. En este evento,
36 ejidos de 11 ayuntamientos sina-
loenses fueron beneficiados con un to-
tal de 5,465 documentos agrarios. En
particular, los campesinos de La Sina-
loa recibieron 220 certificados de de-
rechos parcelarios, 118 certificados de
derechos sobre tierras de uso común y
560 títulos de solares urbanos.
En el acto, el Comisariado Ejidal
de La Sinaloa, Don Humberto Cama-
cho Ramírez, tomó la palabra para resaltar lo siguiente: "...el
certificado y el título, en realidad, vienen a darnos más vida, ya
ERARIOS. PARlflfcjos
.AREWmm
J
El Gobernador del estado encabezó el acto
de entrega de documentos agrarios del
PROCEDE.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
que ahora sí los ejidatarios y avecindados contamos con los
documentos que son de vital Importancia para nosotros".
Siendo un ejido bien organizado. La Sinaloa pertenece a la
tierra, la cual responde a quien la trabaja; los frutos de ese es-
fuerzo son logros tangibles que siguen consolidando el empeño
de los campesinos de este núcleo ejidal lleno de prosperidad.
Pensando en el Futuro
Con el propósito de conocer algunos puntos de vista de los su-
jetos de derechos agrarios sobre el PROCEDE y sus implicacio-
nes, personal de la Jefatura de Comunicación y Documentación
de la CEI-Sinaloa entrevistó a varios de ellos entre el 16 y el 18
de agosto de 1994, en el propio ejido.
En primera instancia, destaca la opinión gene-
ralizada de los ejidatarios de que la implementación
del Programa de Certificación de Derechos Ejidales
es un gran acierto del gobierno federal, pues les ofre-
ce alternativas para desarrollarse agrícolamente. En
ese sentido, resaltan la posibilidad de obtener cré-
ditos con mayor facilidad, ya que los certificados
constituyen garantía de préstamo ante las institucio-
nes financieras.
Los ejidatarios de La Sinaloa expresan tam-
bién su amor por la tierra, por el campo; más aún,
descartan vender su parcela y piensan seguir cul-
tivándola con dedicación y mucha entrega.
Motivados y alertas ante los retos implíci-
tos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos
de Norteamérica y Canadá, manifiestan la urgente ne-
cesidad de conformar sociedades mercantiles con in-
versionistas privados y/o con otros ejidatarios.
Ahora, con la certificación de sus derechos ejidales los
campesinos de este núcleo ejidal no sólo esperan el futuro sino
que se preparan día con día para enfrentarlo con mayor éxito.
Sr. Humberto Camacho,
Presidente del Comisariado
Ejidal.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
San Luis,
un Ejido Diferente
INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Presentación
La búsqueda de nuevas opciones de trabajo para
mejorar su nivel de vida, ha impulsado a campesinos
sonorenses a involucrarse en el desarrollo industrial de
la entidad. Tal es el caso de los ejidatarios de San Luis,
quienes ahora tienen un futuro promisorio al haberse
asociado, a principios de esta década, con inversionistas
privados, a fin de echar a andar un proyecto de parque
industrial internacional en la frontera con los Estados
Unidos de América.
La formación de esta sociedad mercantil se ha
facilitado gracias al nuevo marco legal agrario y a los
trabajos realizados por el Programa de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos
(PROCEDE) en dicho núcleo ejidal.
En ese sentido, es importante destacar que a
nivel nacional, San Luis fue el primer ejido medido
por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI), y fue también el primero en recibir
los productos cartográficos correspondientes, los cuales
fueron: elaborados por el Instituto.
En este contexto, la presente publicación tiene
por objeto mostrar un acercamiento a un ejido singular
del norte de México: San Luis. Para tal efecto, la
exposición se centra en la revisión del origen y
desarrollo de ese núcleo ejidal, así como de su
situación actual y sus perspectivas.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
San Luis, un Ejido Diferente
Antecedentes
Enclavada en la zona noroeste del estado de Sonora, la ciudad de
San Luis Río Colorado se ubica dentro del desierto de Altar, en
una vasta región localizada sobre el área circundante al punto
geográfico definido por el meridiano de 114° 47" de longitud
oeste, y 32° 29" de longitud norte, abarcando en su extensión
municipal 8,412.75 kilómetros cuadrados.
EJIDO SAN LUIS
Parqvc hdmürW 4f Sm l4é Ufo
Cob*»
ejido La MU* ■' EJkJo
"Dotación NOHHooof"
El surgimiento de este oasis en el desierto se debe, quizás,
al igual que muchos otros casos de pueblos fronterizos, a diver-
sos acontecimientos. Si bien es cierto que la ciudad nace a prin-
cipios del presente siglo, cuando grupos de pioneros y militares
se situaron en las orillas de la línea divisoria, con el fin de de-
dicarse a la agricultura y a la ganadería, a la vez que protegían
nuestra soberanía, existen antecedentes importantes en la histo-
ria que bien vale la pena señalar.
Las primeras noticias de pobladores de la región co-
rresponden a los Cocapáh, indios aborígenes asentados en el bajo
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Colorado, generalmente dispersos en el delta y en ambas bandas
aledañas al gran río. Al parecer el primer registro pertenece al
español Francisco de Ulloa, por allá del año de 1539. Posterior-
mente, los misioneros Francisco Ensebio Kino y Francisco Car-
ees tendrían importantes encuentros con ellos.1
La etapa misional rápidamente descubrió la importancia
estratégica del río Colorado y su cruce con el río Gila, así como
las infinitas veredas de tránsito indígena, por donde fácilmente se
podía llegar a pie desde sitios distantes. Esos caminos sirvieron
de conducto a decenas de gambusinos y aventureros durante el
delirio de la "fiebre del oro", llegando muchos pobladores de la
Sonora de aquel entonces hasta la Alta California.
Al paso del tiempo, la "fiebre del oro" amainó y con ello
la ilusión de tantos hombres que de repente se vieron otra vez
en la necesidad de volver a Sonora. Al llegar al cruce del río Yu-
ma, los mexicanos repatriados encontraron una nueva frontera.
Eran las consecuencias de las fuertes presiones expansionistas
de los Estados Unidos, quienes desde antes de la guerra de 1848
-en donde México, con el tratado de Guadalupe Hidalgo, perdió
casi la mitad de su territorio- trataban de llegar hasta el golfo
de California. Unos cuantos años después, la historia lo confir-
lglesi&s. Federico. Monumento 204, San Luis Rio Cobrado. Apuntes sobre la Frontera. México, Editado por el Ayuntamiento de San Luis Río Colorado, Sonora, 1992, p. 1.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
maría con Antonio López de Santa Anna y sus polémicos trata-
dos de La Mesilla, en 1853, compra-venta que enajenó del terreno
mexicano 109,574 kilómetros cuadrados.2
Corría la segunda mitad del siglo XIX, y México necesitaba
más que nunca de familias que en calidad de colonos ocuparan la
porción norte y noroeste de nuestro territorio. Los presidentes
Sebastián Lerdo de Tejada y Manuel González, en 1875 y 1883,
respectivamente, decretaron leyes de colonización con el objeto
de ceder tierras a través de concesiones, para proteger los terre-
nos baldíos del norte del país de los ánimos anexionistas de los
norteamericanos, aventureros y filibusteros; al mismo tiempo el
gobierno obtendría beneficios económicos para combatir la cons-
tante crisis producto de la guerra. Fue así como empresarios con
visión comercial, tanto nacionales como extranjeros, se perca-
taron del gran futuro económico del lugar y de inmediato se cons-
tituyeron en sociedades con el fin de explotar el potencial agrícola
y ganadero del incipiente San Luis.
La Concesión Andrade
En enero de 1874, un grupo
de 15 capitalistas mexica-
nos unidos bajo el nombre
de Compañía Mexicana,
Agrícola, Industrial y Co-
lonizadora de Terrenos del
Colorado, elaboró el primer
proyecto serio de explota-
ción para la región. Al fren-
te estaba como principal ac-
cionista y promotor el Gral.
Guillermo Andrade (1830-
1905).3
Primer kiosko en la incipiente población de San Luis.
Cfr„ Procuraduría Agraria. San Luis Río Colorado, Sonora. Colonización de la Frontera. México, Procuraduría Agraria, Colección Crónicas del PROCEDE, 1994, p. 32. Cfr., Flores, Hermes. Recopilación Histórica-Regional de San Ijtis Río Colorado. Biografía de Don Guillermo Andrade. México, Comisión de Estudios Históricos de San Luis Río Colorado, 1990, p. 72.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Esta compañía tuvo como propósito fundamental la ad-
quisición de los títulos de propiedad de la vasta extensión del
delta del río Colorado, los valles de Mexicali, San Luis, las islas
Tiburón, Angel de la Guarda y San Esteban, para la explotación
del cáñamo silvestre, abundante en esa área, mismo que tenía
gran demanda comercial en la industria de fibras. En 1872 y 1873
se realiza el primer convenio o contrato de terreno concesionado
con el Gobierno de México, adquiriendo una amplia extensión
de tierra en Baja California y Sonora. A cambio de esta conce-
sión, Andrade y Compañía se comprometía a establecer 150 ó
200 familias de colonos mexicanos para que se asentaran en esa
zona fronteriza, facilitándoles para su manutención una parcela
en préstamo o arrendamiento.
Otro de los compromisos importantes adquiridos por la
empresa fue "la construcción de un camino carretero desde San
Felipe Baja California (sitio donde comenzaba la comarca An-
drade) hasta Real del Castillo, población minera en pujanza
que fue capital del partido o territorio de Baja California, de 1887
a 1892".4 Este proyecto puede dar una idea del enorme interés
prevaleciente en aquel entonces por eticientizar la comunica-
ción entre los principales centros comerciales, pues existían
aproximadamente 135 millas de difícil acceso en el cañón de
San Matías, localizado justo en medio entre un punto y otro.
Tiempo después, la Concesión Andrade (como se le llamaría en
lo sucesivo) proyectó la construcción de otro tramo carretero:
desde la costa del golfo de California, en Sonora, hasta el Fuerte
de Yuma, Arizona, ubicándolo por la margen izquierda del río
Colorado. Cabe aclarar que ninguno de los dos caminos, hasta
donde se sabe, fue construido en su totalidad.
Existen fuentes que señalan el asentamiento de colonias
agrícolas en los márgenes del río Colorado, tal y como fue una
"muy próspera, asentada en la mesa arenosa del desierto de
Altar, en la margen izquierda de ese río".5
La "Colonia Lerdo", como se le llamó en honor de don
Sebastián Lerdo de Tejada, quien era Presidente de México en
4 Ibid, p. 72. 5 Procuraduría Agraria. Op. cit., p. 13.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
el tiempo de la concesión, lucía "como una hermosa villa de
blanco caserío en las lomas meganosas de Andrade (hoy noroes-
te del poblado Luis Encinas Johnson). Dos filas de eucaliptos
marcaban las cortas calles desde el pequeño embarcadero (el río
Colorado era navegable) y subían serpenteando por la falda
arenosa hasta llegar a una colina que remataba con una gran cruz,
al lado de una capilla, abrigándola a su pie; abajo, un pequeño
viejo cementerio...".6
Aunque las fuentes no coinciden en cuanto al número de
familias que albergó esta población, al parecer en los tiempos
de auge logró extenderse por el valle con rancherías dispersas,
Las pangas fueron medios de transporte fluvial que se utilizaron
para cruzar el río Colorado cuando no existía puente.
llegando a contar para 1887 con una población de 700 habitantes,
dedicados fundamentalmente al comercio, a la siembra de cáñamo,
algodón, maíz, trigo y tabaco, así como a la ganadería menor y a
la cría de animales domésticos.
Iglesias, Federico. Op. cit., p. 10.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
Con el paso del tiempo, el poderío económico de don
Guillermo Andrade alcanzó los niveles de la diplomacia, llegando
a acumular más de medio millón de hectáreas. Un año antes de
morir, en 1904, Andrade vendió casi todos sus derechos sobre las
concesiones (sólo reservó para su familia poco más de 50,000
hectáreas) a la Colorado River Land Company, empresa que se
dedicó por más de treinta años a rentar la tierra a productores
norteamericanos, japoneses, chinos y, en última instancia y me-
nor escala, a los mexicanos, basándose en el argumento de que
"los mexicanos se quedaban con la tierra". De esta manera, los
planes de colonización del Gobierno mexicano y las cláusulas de
nuestra legislación en cuanto a la lotificación y enajenación de los
terrenos se vinieron abajo.
La mayor parte de los colonos "se retiró entre 1910 y 1915
hacia otros lugares de promisión como la Alta y Baja Californias
y Arizona"7, haciendo de nuevo que el campesino anduviera
errante en pos de la tenencia de la tierra. Es importante mencionar
que en realidad la primera concesión sobre estos terrenos no fue
la de Andrade, sino la de Iturbide, otorgada en reconocimiento
al General mexicano por su valiosa participación en la guerra de
Independencia. Este reconocimiento constaba de un millón
de pesos (de aquéllos), así como una propiedad, a escoger, de
20 leguas cuadradas de terreno en el estado de Texas. Como para
esos años (1853) ya los tratados de La Mesilla estaban negociados,
los herederos de Iturbide aceptaron 30 leguas bal-días en Sonora
y Baja California, logrando titularlas en 1860, amparando sus
terrenos dentro de las inmediaciones de la desembocadura del río
Colorado.8
Los Orígenes del Ejido San Luis
El poblamiento de lo que hoy se conoce como ejido San Luis
ocurre a principios de siglo, después de la Revolución de 1910 y
sus secuelas de pugnas por el poder. Durante el curso de estas
luchas, "la región fronteriza, tanto de Estados Unidos como de
México, había tenido una gran importancia política, económica
Procuraduría Agraria. Op. cif., p. 33. C/r., Iglesias, Federico. Panorama Histórico de Baja California. Los Primeros Intentos de Apo- derarse del Valle. México, UNAM-UABC, 1983, p. 6.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
y logística, además de diplomática...".9 Es por esto que el go-
bierno federal, encabezado por Adolfo de la Huerta, decide "re-
forzar" la presencia mexicana en el tan ansiado punto fronterizo,
ordenando la creación de un poblado en esa zona.
En el año de 1917 arribó a las costas del golfo de Baja Ca-
lifornia "una embarcación que dentro de aquella inmensa sole-
dad parecía más bien un bergantín al garete en medio del océano.
Era el barco 'Guerrero', que días antes había partido desde el
puerto de Guaymas con el firme propósito de fundar en esta re-
gión una colonia agrícola-militar, para detener el afán expan-
sionista de los norteamericanos..."10; al frente de la expedición
se encontraba el Cap. Carlos G. Calles.
Con 15,581.69 hectáreas fue dotado el ejido San Luis.
El dinamismo en el desarrollo de la región fue evidente.
Inmediatamente se abrieron las tierra al cultivo, expropiándose
los latifundios a las compañías deslindadoras para ser entrega-
dos a los mexicanos repatriados. Se construyeron canales de rie-
go y sistemas de represo y drenado, llegando a contar para 1929
con autoridad civil; ya para entonces, y desde 1917 que se había
promulgado la Constitución, los derechos sociales se habían con-
sagrado, figurando de manera importante el artículo 27.
® Procuraduría Agraria. Op. cit., p. 14. Flores. Hermes. Op. cit., p. 79.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000
El 20 de junio de 1924. los campesinos que desde hacía
años habían mantenido en posesión informal y pacífica las tierras
de San Luis, decidieron hacer valer sus derechos, solicitando par-
te de las tierras de la Concesión Andrade al Gobernador Alejo
Bay. Se comisionó al Ing. José Luis Ruiz para que realizara una
inspección por el lugar, con el objetivo de verificar la proceden-
cia de la petición. El resultado de estos trabajos fue una propues-
ta de dotación de 1,731.69 hectáreas (1,697.89 de la Concesión
Andrade, 8.40 de la Concesión Martínez del Río y 25.40 de te-
rrenos nacionales).
Sin embargo, el Gobernador solamente los dotó con mil
hectáreas de terrenos nacionales ubicados sobre la mesa areno-
sa, no aptos ni siquiera para el floreamiento del pasto silvestre.
Los solicitantes se negaron a recibirlas, turnándose el caso a la
Comisión Nacional Agraria. Después de estudiar la solicitud,
la dependencia declinó otorgar la dotación por no haber tierras
idóneas para cubrirla, pues la Concesión Andrade aún permanecía
vigente, aunque próxima a caducar.
La esperanza no murió entre aquellos campesinos, y en
febrero de 1929, siendo Presidente de la República Emilio Portes
Gil, consiguieron que se firmara una resolución que respondiera
a los derechos de los pobladores; 86 solicitantes recibieron
1,731.69 hectáreas para los jefes de familia o varones mayores
de 18 años. El fundo legal para la urbanización quedó delimita-
do con 100 hectáreas de terrenos altos, no aptos para el cultivo.
Posteriormente, la recesión estadounidense devolvió
más mexicanos hacia este territorio sonorense, y al poco tiempo
éstos también se sumaron al reclamo de un pedazo de tierra.
Fue hasta el año de 1937, el 11 de agosto, cuando el Presidente
Lázaro Cárdenas del Río cumplió sus demandas, dotándolos
con 14,900 hectáreas a repartir entre 148 peticionarios según
resolución, al mismo tiempo que unificaba en calidad de ej¡da-
tados a los primeros beneficiados de 1929. No fue el Gral. Cár-
denas quien ejecutó la dotación de tierra, sino el Presidente
sucesor, Manuel Avila Camacho, quien por fin en 1942 realizó
una entrega de 13,850 hectáreas, que sumadas a la primera
dotación arrojaban un total de 15,581.69.
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INEGI. Historia de una trayectoria : el INEGI en el PROCEDE. 2000