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    Captulo I

    La metalurgia en la poca precolombina

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    Metalurgia prehispnica:de los primeros agricultores a los incas

    El desarrollo de la metalurgia en el Nuevo Mundo fue totalmenteindependiente del acaecido en el Viejo Mundo. La primera evi-dencia en los Andes Centrales1 de trabajo con metales data de1500 a. C., fecha comprendida en lo que los arquelogos denomi-nan Perodo Inicial (1800-900 a. C.).2 sta consiste en lminas deoro nativo martilladas, encontradas dentro de un mortero con tresmartillos de piedra y un yunque del mismo material; todo esteconjunto fue hallado en el sitio de Waywaka en Andahuaylas,1 Los Andes se dividen en Andes Septentrionales, que comprenden los territorios

    actuales del sur de Colombia, todo el Ecuador y el extremo norte de Per (desiertode Sechura, las sierras de Ayabaca y Huancabamba en Piura); los Andes Centralescuyo lmite norte son los Andes Septentrionales y por el sur llega hasta el nudo deVilcanota y la regin norte de Arequipa; los Andes Centro-Sur o Circum-Titicacaque se extienden por el extremo sur peruano (valle de Sihuas en Arequipa hastaTacna) y desde el nudo de Vilcanota hasta los altiplanos y valles bolivianos y eldesierto de Atacama, adems de la seccin norte de la puna argentina; por ltimo,los Andes Meridionales comprenden el noroeste argentino y los valles trasversaleschilenos (LUMBRERAS 1981).

    2 Segn John Rowe (1967) quien propone una divisin cronolgica en pocas apartir de estilos cermicos, aquellos perodos en los que un estilo principal sedifunde por todos los Andes Centrales son Horizontes, mientras que los que secaracterizan por la coexistencia de varios estilos diferenciados se denominanPerodos Intermedios. Los Horizontes y los Perodos Intermedios se alternan a lolargo de la cronologa de los Andes Centrales, correspondiendo los tres horizontesa las culturas Chavn, Huari e Inca.

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    sierra sur del Per (GROSSMAN 1972; fig. 1). Aunque un mejor en-tendimiento del fechado de la cermica asociada a las lminas deoro ha sido revisado y sugiere una antigedad no mayor a los1000 a. C. (ALDENDERFER, CRAIG, SPEAKMAN y POPELKA-FILCOFF 2008;SHIMADA 1994a). En investigaciones recientes en el sitio deJiskairumoko en Puno, en la cuenca del Titicaca, sierra sureste delPer, se ha excavado un collar de cuentas tubulares de oro aso-ciadas a un contexto funerario. Este contexto ha sido fechado en2000 a. C., lo que significara que es la pieza de oro trabajada msantigua del rea andina, y por consiguiente de Amrica(ALDENDERFER, CRAIG, SPEAKMAN y POPELKA-FILCOFF 2008).

    Fig. 1. Martillos y yunque de piedra de Waywaka (GROSSMAN 1972).

    Otras evidencias son pequeos objetos de oro excavados enMorro ten, valle de Lambayeque, en la costa norte del pas (ELERA1992). Al final de este perodo corresponden varias piezas de orocon cobre martillado, encontradas en Mina Perdida, en el vallede Lurn (BURGER y GORDON 1998). El Perodo Inicial se caracteri-za por el uso de la tcnica del laminado en metales nativos deoro y cobre, junto con el trabajo de dorado por medio del encha-pado. An no hay evidencias de trabajo en plata.

    En la etapa siguiente, el Horizonte Temprano (900-200 a. C.),los objetos de metal son ms grandes y abundantes; se trabajan

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    principalmente en oro, con tcnicas ms sofisticadas, quedando elcobre un poco rezagado. Las evidencias arqueolgicas son insufi-cientes, pues no explican el curso del proceso entre este perodo yel anterior, ya que ahora se observan piezas ms grandes, finamenteacabadas, elaboradas con diversas tcnicas3 y con una iconografams compleja. Muchas de las piezas de metal que se conocen deeste perodo no provienen de contextos arqueolgicos, salvo algu-nos casos, como aquellas excavadas en Kuntur Wasi, Cajamarca,por Tello entre 1946 y 1947 y luego por la misin japonesa entre1988 y 1997 (ONUKI 1997; Seki 1997) ver fig. 2.

    Fig. 2. Corona de oro de la Tumba 1 del sitio Kuntur Wasi (ONUKI 1997).

    El Intermedio Temprano (200 a. C.-600 d. C.) se caracterizpor el gran desarrollo de la metalurgia. Si bien los vics lograronun trabajo en metal muy desarrollado, los moche los superarn(ALVA 1994; LECHTMAN 1984). Aparecern nuevas tcnicas como elgranulado, la cera perdida, filigrana, incrustaciones de piedras3 Algunas de las tcnicas orfebres son el dorado o plateado, martillado, embutido,

    calado, repujado, unin mecnica y metalrgica, entre otras.

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    semipreciosas y el recopado para la elaboracin de vasos (fig. 3).Asimismo, se elaborarn piezas bimetlicas, como narigueras ocuencos de oro y plata. Una de las grandes innovaciones de losmoche es el trabajo en bronce arsenical,4 generalmente en piezasvaciadas.

    Fig. 3. Orejeras moche (ALVA 1994).

    En el Horizonte Medio (600-900 d. C.), los huari no desarro-llaron aparentemente una tradicin orfebre similar a la de las cul-turas anteriores. La escasez de piezas en oro o plata asignadas aeste perodo no ha permitido mayores estudios. Asimismo, segnlas evidencias arqueolgicas disponibles, los tiahuanaco no tra-bajaron el oro, fueron ms bien grandes expertos en elaborar pie-zas de cobre y bronce estafero con la tcnica del vaciado en mol-des (LECHTMAN 1996, 1997; LECHTMAN y MACFARLANE 2006; fig. 4).

    4 En el Intermedio Temprano aparecen los bronces, tanto el arsenical como elestafero, pero como aleacin no intencional. Ambos bronces tienen las mismaspropiedades de dureza como se ver en la parte correspondiente a las aleaciones.El uso del arsnico en la costa norte y el estao en la sierra sur se explica por laubicacin geogrfica de los yacimientos mineros que contienen estos minerales.La costa norte tiene minas con minerales de arsnico que fueron explotadas enpocas prehispnicas, y en el altiplano peruano-boliviano hay minas de casiterita(xido de estao) que fueron explotadas por los antiguos mineros.

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    Fig. 4. Grapa arquitectnica de bronce estafero(LECHTMAN y MACFARLANE 2006).

    Durante el Intermedio Tardo (900-1450 d. C.), la metalurgiaalcanz un desarrollo formidable; no slo se trabaj el oro, plata,cobre y tumbaga, sino tambin el bronce estafero y arsenical.Este ltimo se lleg a producir en escala industrial en la costa nor-te, utilizando recursos locales, como en la cultura Sicn (fig. 5;BEZR 2003; EPSTEIN y SHIMADA 1983; SHIMADA 1987, 1994a, 1995;SHIMADA, EPSTEIN y CRAIG, 1982; SHIMADA y MERKEL 1991; VETTER1993, 1996;). Por otro lado, loschim destacaron tambin porsu trabajo metalrgico, sobretodo en plata.

    En el Horizonte Tardo(1450-1533 d. C.), los incas im-pusieron la aleacin del cobreestafero o bronce estaferoen todo su territorio, inclusiveen la costa norte donde predo-minaba el uso del broncearsenical. La mayora de las pie-zas fabricadas con esta aleacin

    Fig. 5. Puntas de bronce arsenicalsicn (VETTER 1993).

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    corresponden a la tcnica del vaciado, y consistieron en armas yherramientas. Por el contrario, el oro y la plata fueron usados prin-cipalmente para la elaboracin de piezas suntuarias, las cualeseran utilizadas por las lites para adornar los templos y ofrecer-las a los dioses (BINGHAM 1977).

    La minera

    Explotacin de los yacimientos

    La minera es el proceso por el cual se extraen los minerales ymetales nativos de sus yacimientos. stos pueden ser de dos ti-pos: a) yacimientos primarios o filonianos: cuando el mineral y/oel metal nativo se encuentra concentrado en filones o vetas y seorigina de procesos geolgicos directos, como ejemplo se puedenmencionar las minas y socavones; b) yacimientos secundariosdetrticos o placeres: cuando los granos de metal se desprendende las formaciones de yacimientos primarios debido a la accinde los aluviones que erosionan las vetas o filones, originando queen el transcurso de su transporte fluvial se depositen en el lechode los ros, formando tales yacimientos. El oro que se encuentraen los placeres se conoce tambin como oro de aluvin y las pepi-tas de este metal nativo fueron extradas por medio de bateas,recurso que an se utiliza en nuestros das.

    Los mineros prehispnicos, como sus pares europeos, podandistinguir los diferentes minerales a travs de los sentidos, comoel sabor y el olfato tal es el caso del arsnico, cuyo olor a ajo lohace fcilmente identificable (CHARLES 1985, citado por CRADDOCK1995), as como el tacto (dureza) y la vista (color). Al respecto,lvaro Alonso Barba comenta para el perodo colonial:

    Dn los colores de los cerros indicio no pequeo de si tienen, nominerales en sus entraas, como fe dixo en el primer capitulo deeste Tratado, y se experimenta en quantos hay oy Minas descu-biertas en este Reyno, que son de muy diferente parecer de losdems, aun la vista de los que esta materia entiende menos. Nohay regla infalible, y cierta, para por el color solo de la tierra hacer

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    argumento de la especie de metal en particular, que en ella fe cria,sin que las experiencias, ensayes lo manifiesten. Y asi, aunque eltermino mas ordinario en que se cria el Oro, es colorado, amari-llo retinto, como el ladrillo muy cocido, tambien se hallan sus ve-tas entre calichales blancos, como en Oruro, y Chayanta. Son ru-bios, de color de trigo, los mas de los Minerales, Cerros de Platade estas Provincias, imitacion del primer ejemplar de los delMundo Potos, y el mismo color tiene Seapi, el de Pereyra, y otrosen los Lipes, que producen Cobre, aunque es pardisco, verdoso, ycolorado veces, su mas comun panizo: en el Plomo, y los demspassa lo propio [...]. Suelen ser seales de vetas arboles, matorra-les, yervas, que siendo de un genero se vn como plantadas lahila, haciendo muestra de la Mina que debaxo de ellas corre. Nocrecen tanto, ni tienen el color tan vivo como las dems plantasque se crian sobre vetas de metales. (BARBA 1992: lib. I, cap. XXIV,44-45)

    Algunas de las minas explotadas en poca prehispnica en losAndes Centrales fueron Cerro Blanco, Cerro Barranco Coloradoy Cerro Mellizos en Batn Grande, Lambayeque; y Cerro Morrode ten en Lambayeque (SHIMADA 1994a; fig. 6).

    Fig. 6. Mina Cerro Blanco, Lambayeque (foto: L. Vetter).

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    En los Andes Centro-Sur (en Atacama, norte de Chile),Chuquicamata fue una de las minas ms importantes y continasiendo explotada (BIRD 1975). Petersen (1970, 1998) ha realizado uninteresante estudio sobre minera y metalurgia precolombinas, don-de da cuenta de las minas explotadas en la zona andina. Asimis-mo, Lechtman (1976, 1991, 1996) realiz una extensa investigacinsobre las posibles minas explotadas en pocas prehispnicas, tan-to en la costa norte del Per como en el altiplano andino. Estas mi-nas fueron trabajadas por medio de socavones o tneles que eranmuy pequeos y slo permitan el ingreso de un individuo aga-chado o arrodillado (figs. 7 y 8). Las vetas o filones eran seguidaspor los mineros hasta que se acababan o la falta de ventilacin, ilu-minacin, derrumbes o inundaciones les impeda continuar; estasvetas o filones no llegaban, en muchos casos, ms all de diez me-tros por debajo de la superficie (CRADDOCK 1995).

    Fig. 7. Socavn de mina Cerro Blanco, Lambayeque (foto: L. Vetter).

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    Fig. 8. Minero trabajando en socavn(Museo de Sitio de Puruchuco, foto: C. Ausejo).

    Las evidencias arqueolgicas tambin permiten conocer el tipode instrumental usado para su explotacin, el cual se compona demartillos de piedra con mango de madera, cuernos o astas de ani-males,5 azadas de madera, cestera o bolsas de cuero para extraery transportar el mineral, as como barretas de madera o de metalpara aflojar el mineral de la pared de la mina (figs. 9, 10, 11).

    Fig. 9. Martillo de piedra con cabo de palo para la minera(SALAZAR, JIMNEZ y CORRALES 2001).

    5 Los cuernos o astas de venado que aparecen en la fig. 10 fueron encontrados en ladcada de 1940 por el minero Arturo Lpez y entregados al seor GuillermoMayer en una mina conocida con el nombre de Mina Rica Bandurria, que se

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    Fig. 10. Cuernos o astas de venado para minera (Col. Mayer. Foto: L. Vetter).

    ubica muy cerca de Lomo Largo, en la provincia de Jauja, Junn, en la sierracentral del Per. Un cincel de bronce de unos 40 centmetros de largo estabaasociado a las astas. Estas evidencias sugieren que la mina fue explotada en lapoca prehispnica (comunicacin personal de Enrique Mayer, agosto de 2007).

    Fig. 11. Bolsa de cuero para transportar el mineral(SALAZAR, JIMNEZ y CORRALES 2001).

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    Algunas de estas herramientas fueron halladas en 1899 en lamina Restauradora en Chuquicamata, donde se encontr a un in-dividuo, posiblemente un minero, en buen estado de conserva-cin y cuyo color verdoso pudo ser consecuencia de la impreg-nacin de cobre en el cuerpo, por eso se le conoce como El Hom-bre de Cobre. Este individuo habra fallecido como consecuen-cia de un derrumbe y, segn refiere Bird (1975), fue hallado enuno de los socavones con todas sus herramientas.

    Otro caso es mencionado por Brown y Craig (1994) en la minade Huantajaya, ubicada tambin en el norte de Chile, donde seencontr a dos individuos pertenecientes a la poca inca y quetenan consigo martillos de piedra, barretas de madera y bolsasde cuero de guanaco. Es probable que al momento de su muertehayan estado extrayendo minerales argentferos.

    Pedro Sancho de la Hoz, uno de los primeros cronistas, testi-go excepcional de los primeros aos de la conquista, describe asel trabajo en la mina prehispnica de Chuquiabo, ubicada en elactual territorio boliviano:

    Estn las minas en la caja [sic] de un ro, a la mitad de la altura,hechas a modo de cuevas, a cuya boca entran a escarbar la tierra yla escarban con cuernos de ciervo y la sacan fuera con ciertos cue-ros cosidos en forma de sacos o de odres de pieles de ovejas. Elmodo con que la lavan es que se sacan del mismo ro una seriola deagua, y en la orilla tienen puestas ciertas losas muy lisas, sobre lascuales echan la tierra y echada sacan por una canaleja el agua dela [...] que viene a caer encima y el agua lleva poco a poco la tierra,y se queda el oro en las mismas losas y de esta suerte lo recogen.Las minas entran mucho dentro la tierra, unas diez brazas y otrasveinte; y la mina mayor que se llama Guarnacabo entra cuarentabrazas. No tiene luz ninguna, ni ms anchura para que puedaentrar una persona agachada, y hasta que ste no sale no puedeentrar ningn otro. (SANCHO DE LA HOZ 1938 [1534]: 181).

    El testimonio de Sancho de la Hoz, como bien mencionaPetersen (1970), es sumamente importante, pues presenci la tc-nica prehispnica de extraccin minera, sin intervencin espaolade ningn tipo.

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    Con relacin al trabajo de extraccin de minerales y metalesnativos en los placeres durante el siglo XVII, el padre Bernab Cobocomenta lo siguiente:

    Las minas de oro puro en polvo y pepitas se llaman lavaderos,porque los sacan lavando la tierra en que est revuelto, sin hacelleotro beneficio ms que apartallo della. Esto se hace de dos mane-ras: la ms ordinaria y que se usa en todas las Indias, es que unosmedianos librillos o barreos de madera, que ac llaman bateas yson sin suelo llano, sino puntiagudo, echan la tierra que tiene oro,la cual lavan muchas veces, dando vueltas alrededor con las ba-teas, derramando un agua y echando otra, hasta que, yndose todala tierra con el agua, el oro, como ms pesado, se asienta en elsuelo de las bateas. [] El otro modo de lavar oro es con acequias,y solamente se usa en las provincias de Caravaya, en el Per [].De solos estos dos modos sacaban el oro los indios antiguamente,que nunca supieron beneficiar las minas en que se halla en piedra.(COBO 1964: lib. III, cap. XXXVI: 139-140)

    Esta descripcin es muy interesante porque la tcnica descri-ta sigue en uso hasta nuestros das, lo que denota continuidad.

    Petersen menciona este tipo de trabajo de extraccin de oropor placeres en el sitio de Pampa Blanca, al pie del nevadoAnanea, en Puno, sierra sur:

    La explotacin antigua de los depsitos aurferos detrticos se rea-lizaba, primero: por excavacin de pozos pequeos y poco pro-fundos o de socavones donde era practicable; el material extradose transportaba hacia un curso de agua, concentrndose el oropor medio de una batea; segundo: por ataque directo de un bancoaurfero por medio de un riachuelo o desmoronamiento del mis-mo hacia un canal construido a propsito segn se practicaba enPampa Blanca al pie del Nevado Ananea. Dentro de los canales seestablece un empedrado de piedras de tamao mediano para per-mitir que el oro se acumule en los espacios intersticiales que que-dan entre las piedras. El empedrado puede tener largos de hasta50 100 metros, segn las condiciones locales, se levanta anual-mente para someter el concentrado al lavado por medio de la ba-tea. Una vez bien secado el concentrado final, la separacin del

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    oro de sus minerales pesados acompaantes se hace por medio desoplo de boca o por accin del viento, que dio lugar al trmino:aventadero. (PETERSEN 1970: 48)

    El mismo autor menciona tambin las antiguas minas de oroubicadas a gran altura, como la de Cerro Descuelga en Illimani a5000 metros sobre el nivel del mar, Anccocala a 4600 metros dealtitud, Poto-Ananea a 4750 msnm, etc. (PETERSEN 1970, 1998). Ellasestn ubicadas en la provincia del Collao y eran trabajadas ni-camente durante los meses de la estacin de lluvias, aprovechandoel agua que se concentraba en los riachuelos prximos a los ne-vados, los cuales eran desviados para realizar el lavado de las are-nas aurferas.

    Berthelot (1978) investiga las minas de oro prehispnicas deCarabaya (situadas al noreste del lago Titicaca en Puno, sobre lavertiente oriental de la cordillera, entre 1500 y 2500 metros de al-titud) y de Chuquiabo (situadas en lo que hoy da es La Paz, auna altura promedio de 3600 msnm), y afirma que existieron doscategoras de minas claramente diferenciadas: las del inca y lasde las comunidades. Las primeras se hallaban concentradas encentros mineros bien establecidos y eran explotadas por la pobla-cin de la regin minera, a lo cual se agregaba el trabajo de losmitimaes que haban sido desplazados al lugar. El trabajo de losindgenas en esas minas constitua el tributo que deban al inca.Las minas explotadas por las comunidades, por el contrario, seencontraban dispersas y visiblemente separadas de las del inca.Diferentes comunidades podan compartir los sitios de explota-cin. En este caso, el trabajo de los indgenas formaba parte delas obligaciones tradicionales de reciprocidad de las comunida-des con los curacas; de la misma manera que los metales y los ob-jetos preciosos ofrecidos luego por los caciques al inca entrabanen el sistema de dones y contradones, libres y obligatorios a lavez, que ligaban a ambos personajes (BERTHELOT 1978).

    En Carabaya, las minas que explotaban las comunidades erande aluvin y fueron trabajadas desviando las aguas del ro, reco-giendo las pepitas de oro con bateas. Esta explotacin se realizaba

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    en los meses de verano (julio-septiembre), cuando no haba fae-nas agrcolas. En las minas del inca en esta zona, el oro se encon-traba diseminado en las pendientes o cerros, como por ejemploen los cerros Aporoma y Vilcabamba. Estas minas eran explota-das por medio del sistema de tneles o socavones y la tierraaurfera era lavada a travs de un sistema de acequias. En la zonade Chuquiabo, las minas del inca fueron explotadas igualmentepor tneles, los cuales medan entre 15 y 30 metros de profundi-dad, aunque hay evidencias de que llegaron hasta 65 metros deprofundidad. La tierra aurfera extrada era depositada luego so-bre unas lajas, encima de las cuales se dejaba caer, a travs de unconducto, un chorro de agua proveniente del curso desviado deun ro a travs de un sistema de canales. El chorro de agua quecaa sobre las lajas haca que la tierra fuera arrastrada y que eloro que es ms pesado se quedase en la parte honda de laslajas de donde se recoga; este mtodo es el descrito lneas arribapor Sancho de la Hoz. El principio es igual al de las bateas, peromecnico, ms perfeccionado y con mayor rendimiento. EnChuquiabo, las minas de las comunidades estaban dispersas entoda la regin y consistan en pozos que slo eran explotados has-ta que el minero no poda extraer ms tierra de pie, como comentaSancho de la Hoz:

    Hay otras minas delante de stas, y otras hay esparcidas por toda latierra a manera de pozos profundos como de la altura de un hom-bre, en cuanto puede el de abajo dar la tierra al de arriba; y cuandolos cavan tanto que ya el de arriba no puede alcanzarla, lo dejan asy se van a hacer otros pozos. (SANCHO DE LA HOZ 1938 [1534]: 182)

    En resumen, en Chuquiabo se observan dos tcnicas muy di-ferentes para la extraccin y el lavado, unas ms simples o some-ras (excavaciones y bateas), otras ms perfeccionadas y con unrendimiento superior (tneles, canales, lajas de lavado); las pri-meras correspondan a las empleadas en las minas de las comu-nidades que estaban a cargo de los curacas, y las otras, a las delinca a cargo del poder central. Lo mismo suceda en Carabaya:en las minas de las comunidades se utilizaban tcnicas simples

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    desvo de corrientes de agua, bateas, mientras que las del incaeran explotadas con tcnicas ms complejas tneles y canales(BERTHELOT 1978). Esta diferencia se refleja tambin en el controlejercido sobre la explotacin del oro. En el caso de las minas delinca, las fuentes coloniales nos dan a entender que era l quienfijaba el nmero de trabajadores que deban laborar en sus mi-nas y el control era ejercido mediante un representante (a vecesun noble inca) ubicado en el exterior de cada mina, quien vigila-ba la extraccin del mineral; lo obtenido era enviado al Cusco paraque sea trabajado. En cambio, los yacimientos concedidos por elinca a las comunidades eran explotados libremente, sin interven-cin del poder central. En estas minas, el control de la explota-cin estaba a cargo de las etnias (BERTHELOT 1978).

    La extraccin de los minerales en las minas involucra un pasoms que consiste en separar la mena de la ganga, lo cual se hacaen un batn, al pie de la mina. A este proceso se le denominapallaqueo. Luego de ser seleccionado, el mineral se transportabaa los centros de fundicin a lomo de llama, en cestos o con carga-dores. Por lo general, estos centros estaban ubicados cerca de lasminas (figs. 12 y 13).

    Fig. 12. Separacin de la mena y la ganga: pallaqueo(Museo de Sitio de Puruchuco. Foto: C. Ausejo).

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    Fig. 13. Transporte de la mena a lomo de llama(Museo de Sitio de Puruchuco. Foto: C. Ausejo).

    Metales nativos y minerales

    Los metales nativos son el oro, la plata y el cobre. Entre los mine-rales usados en pocas precolombinas es importante mencionaraquellos aleados con los minerales de cobre (cuprita-xido de co-bre, o malaquita-carbonato de cobre) para producir bronces comola casiterita (xido de estao), de la cual se sacaba el estao paralos bronces estaferos y la arsenopirita (sulfuro de arsnico y hie-rro) para producir los bronces arsenicales (figs. 14, 15, 16 y 17).

    Fig. 14. Plata nativa (foto: L. Vetter).

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    Fig. 15. Malaquita (foto: L. Vetter).

    Fig. 16. Casiterita (foto: L. Vetter).

    Fig. 17. Arsenopirita (foto: L. Vetter).

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    Petersen (1970, 1998) y Lechtman (1976) mencionan tambin ala enargita (sulfoarseniato de cobre), domeykita (arseniuro de co-bre), tenantita (sulfoarseniato de cobre) y la tetrahedrita (sulfoanti-moniuro de cobre), entre otros, como minerales de arsnico que fue-ron usados para este fin. Siguiendo con los minerales, de la galenaargentfera se obtena la plata; y la hematita y magnetita (xidosde hierro), que fueron usados por lo general como fundentes.

    Otro mineral utilizado frecuentemente durante pocasprehispnicas fue el cinabrio (HgS, sulfuro de mercurio, de colorbermelln o rojo sangre), el cual no fue transformado en metal yms bien era usado en polvo o pasta con fines rituales. Las evi-dencias indican que muchas de las piezas arqueolgicas pertene-cientes a diferentes perodos, desde Chavn hasta Inca, fueron cu-biertas con este polvo o pasta de cinabrio. Con ste se pintarontambin otros objetos, en especial de oro y madera; adems, elpolvo de cinabrio se utiliz como ofrenda ritual en las tumbas.Su funcin an se discute, posiblemente se intentaba representarla sangre derramada durante diferentes ritos.

    Entre 1991 y 1992, en el marco del Proyecto ArqueolgicoSicn (PAS) dirigido por Shimada en Batn Grande, Lambayeque,se excavaron dos tumbas de personajes de la lite sicn, una enHuaca Las Ventanas y otra en Huaca Loro. En la segunda tumbase obtuvieron 1,2 toneladas de objetos entre metales, conchas ypiedras semipreciosas. En ella, el individuo enterrado tena en elrostro una mscara metlica decorada con cinabrio, plumas, unaesmeralda, dos redondelas de mbar y adornos metlicos, ascomo evidencia de polvo de cinabrio en el cuerpo; tambin se ha-llaron plumas de aves cubriendo algunas piezas. En la mismatumba, en el nicho 4, se encontr una ofrenda de cinabrio asocia-da a falanges de crvido (SHIMADA 1995; fig. 18).

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    Fig. 18. Tumba Este en Huaca Loro, obsrvese el cinabrioen el anda de madera (VETTER 1996).

    Garcilaso de la Vega (1985) y el padre Acosta (1979) mencio-nan el uso de un elemento en polvo de color carmes (Ichma) opurpreo (Llimpi), proveniente de minerales de azogue. Es muyposible que sean referencias al cinabrio. Este polvo, segnGarcilaso, era usado por las mujeres jvenes de sangre real paraembellecer sus caras. Jos de Acosta comenta al respecto:

    [...] porque los Ingas, reyes del Pir, y los indios naturales de l,labraron gran tiempo las minas del azogue, sin saber del azogueni conocelle, ni pretender otra cosa sino este minio o bermelln,que ellos llaman llimpi, el cual preciaban mucho para el mismoefecto que Plinio ha referido de los romanos y etopes, que es parapintarse o teirse con l, los rostros y cuerpos suyos y de sus do-los (ACOSTA 1979: lib. IV, cap. 11: 161).

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    Segn los cronistas, los incas no permitieron a los indgenasextraer azogue o cinabrio por el peligro que implicaba el venenoque desprenda, pudiendo causar hasta la muerte. Estas creenciassobre el cinabrio y los datos sobre las pinturas utilizadas para pin-tar los rostros indican que hay una gran confusin en las inter-pretaciones. El cinabrio como mineral en polvo tiene dos cua-lidades importantes: su color rojo sangre y su alto grado de toxi-cidad. Cuando es usado como pintura en objetos metlicos, en es-pecial en las mscaras sicn, el polvo se debe mezclar con unagoma orgnica para que lo aglutine y forme una pasta, que debeser ligeramente calentada y as aplicada a la hoja metlica paraque pueda adherirse al objeto. El calor es fundamental porquepermite la formacin de la pasta, de otra manera es muy difcilque el polvo se mantenga en su sitio. Cuando se aplica calor enotros minerales, stos se descomponen o disocian y, por lo tanto,pierden su color original como ocurre con los xidos de hierro,la turquesa pulverizada o la malaquita, mientras que el cinabrioconserva su color. De esta manera se buscaba que la mezcla man-tuviera el color rojo sangre que era parte de la simbologa que ibaa caracterizar la pieza. Cuando se excava una tumba en la que seesparci polvo de cinabrio durante los ritos de enterramiento, lainhalacin del aire resulta tan txica que puede causar el enve-nenamiento de quienes la profanan. Esto nos lleva a preguntar-nos si sta no sera una manera de proteger la tumba de futurossaqueos (CARCEDO y VETTER 1999).

    El carcter txico del polvo de cinabrio lleva a pensar que esmuy difcil que haya podido ser utilizado como pintura facialcomo afirman los cronistas, pues el ms leve contacto con lapiel podra producir cuanto menos una terrible irritacin. Por ellocreemos que el uso del cinabrio se limit a las superficies de di-ferentes objetos. La pintura facial debi ser de color rojo por susimbolismo, pero no habran utilizado el cinabrio sino materialesorgnicos extrados quiz de algn fruto como el achiote. El pa-dre Acosta, a pesar de ser un gran naturalista, y el Inca Garcilasode la Vega no habran sabido distinguir entre los diferentes or-genes de los colorantes cuando manifiestan que durante el inca-

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    nato era costumbre que las esposas legtimas del monarca (coyas),las princesas de sangre real (ustas), las mujeres casadas de san-gre noble (pallas) y los guerreros se pintasen el cuerpo y el rostrocon cinabrio (CARCEDO y VETTER 1999).

    Desde el punto de vista mgico-religioso, el hombre arranca-ba los minerales de las entraas de la tierra, y dentro de los c-nones andinos de reciprocidad y participacin en intercambiosmutuos de dones, el minero estaba obligado a participar de estoscircuitos por medio de ritos que implicaban ofrendas y sacrificios.De esta manera se aseguraba que las divinidades tutelares de lasminas no permitiesen que se agotaran los recursos minerales. Almismo tiempo, el minero se senta protegido de los malos espri-tus durante el trabajo extractivo. Dichas creencias se han conser-vado hasta nuestros das. Bouysse-Cassagne (2005) ha realizadoestudios sobre las divinidades prehispnicas de las minas del cen-tro-sur andino, identificando la coexistencia de cultos prehisp-nicos y europeos durante los siglos XVI y XVII. Segn la investiga-dora, esto pudo deberse a que imper en las minas el inters eco-nmico sobre el religioso. Por su parte, Salazar-Soler (1997) efec-tu estudios sobre este tema pero en pocas contemporneas, in-vestigando un centro minero en la provincia de Angaraes, enHuancavelica. En el estudio referido, Salazar-Soler ha identifica-do en los relatos de los mineros a un personaje denominadoMuqui, el cual hace las veces de guardin y dueo del mine-ral. Los mineros tienen la obligacin de hacerle ofrendas de licor,cigarros, coca e incluso seres humanos, para que no sufran enfer-medades o la muerte al trabajar en la mina. El Muqui no crea losminerales, ms bien los transporta desde la veta madre hasta ellugar donde se encuentran trabajando los mineros, por esta ra-zn tambin se le conoce como Arrierito (SALAZAR-SOLER 1997,2006).

    Estudios arqueolgicos efectuados por el PAS en minasprehispnicas localizadas en Batn Grande revelaron el uso deofrendas rituales como conchas de Spondylus princeps en la entra-da de las minas (SHIMADA 1994a; fig. 19). Estos ritos sern men-cionados ms adelante por los cronistas.

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    Fig. 19. Valvas de Spondylus princeps (foto: L. Vetter).

    La fundicin o metalurgia qumica

    Hornos de fundicin

    La metalurgia qumica es el proceso por el cual el mineral se trans-forma o reduce en metal, y los ltimos se refinan. Este proceso selleva a cabo por medio de la fundicin.

    La primera evidencia documentada sobre el proceso de fun-dicin a gran escala proviene de los trabajos realizados porShimada y su equipo en Cerro de los Cementerios, Batn Grande(SHIMADA y MERKEL 1991). En este lugar se excavaron talleres conhornos de fundicin para producir bronce arsenical. Los talleresestaban ubicados en la cima de los cerros, en lugares abiertos osemitechados, y albergaban cuatro o cinco hornos pequeos y va-rios batanes con sus manos de moler o chunga. Los hornos fue-ron cavados en la tierra, medan 25 centmetros de altura, tenanforma de pera y estaban cubiertos de arcilla refractaria. La cargaconsista en minerales (xido de cobre y sulfuro de arsnico y hie-rro) y fundentes (hematita o limonita), los que una vez reduci-dos se transformaban en metal. Los fundentes ayudaban a estaconversin. El combustible carbn de algarrobo o excremento de

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    llama elevaba y mantena la temperatura hasta alcanzar 1150 C.La inyeccin de aire al horno se haca utilizando la fuerza de lospulmones de tres a cuatro individuos que soplaban a travs deunas caas que tenan en el otro extremo objetos de cermica co-nocidos como toberas. El orificio por donde sala el aire de es-tas toberas meda ocho milmetros. Segn los experimentos reali-zados por el PAS, los individuos eran reemplazados por otro gru-po cada 10 a 15 minutos aproximadamente. El resultado del pro-ceso de fundicin era una masa de escoria en la que se encontra-ban atrapadas las gotas de metal o prills. stas eran separadas dela masa de escoria al ser chancadas en un batn, y luego eran co-locadas en un crisol para una segunda fundicin, es decir, parasu refinamiento, de donde se obtena finalmente la torta metli-ca. ste es el proceso tecnolgico desarrollado por los sicanes (750-1375 d. C.) donde las investigaciones dan cuenta de la capacidadde dicha cultura para elaborar cientos de kilos de piezas de broncearsenical que fueron colocadas como ofrendas en la tumba Estede Huaca Loro (SHIMADA 1994a, 1995; SHIMADA y MERKEL 1991;VETTER 1993; fig. 20).

    Fig. 20. Taller de fundicin(Museo de Sitio de Puruchuco. Foto: C. Ausejo).

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    Otras referencias sobre hornos prehispnicos datan de la pocainca y se refieren a las guayras (viento, en quechua), usadas para fun-dir minerales de plata y plomo. Las guayras se conocen por referen-cias de las crnicas, sin embargo, Boman (1908: 539, citado porGONZLEZ 2004) descubri restos de guayras en el sitio de Cobres enSalta, Argentina, y postula que estos hornos prehispnicos continua-ron usndose hasta el siglo XIX. En la guayra se efectuaban los proce-sos de tostacin, oxidacin, reduccin y fusin. Bargall presenta unadescripcin muy interesante del funcionamiento de una guayra:

    Segn las descripciones de la segunda mitad del siglo XVI era unhorno pequeo porttil, de barro crudo antes del uso, formatroncocnica o troncopiramidal cuadrada, invertidas; alto, una vara(83,59 cm) o poco ms: de media vara el ancho de la base superiorabierta, o boca; y de una tercia, la inferior, paredes del gruesomnimo de un dedo, con orificios redondos repartidos con unifor-midad o predominantes en el pie, a modo de lebrillo se recoge elmetal fundido y la escoria. Su combustible era estircol de llama,con carbn, o slo de carbn; y el fuego era avivado por el vientoque penetraba por los agujeros de sus paredes: guaira, en quechua,significa viento. (BARGALL 1969a: 43)

    Los minerales de plata tenan que ser molidos en la guayra.Para la fundicin se requera de dos tercios de minerales de pla-ta de alta ley y un tercio de mineral de plomo con plata, tambinconocido como soroche, el cual era usado para permitir que laplata pudiese correr. En la parte inferior se colocaba el com-bustible e inmediatamente la mezcla de minerales, siendo el plo-mo el primero en fundirse por ser ms blando, ayudando as a lafundicin de la plata (CONTRERAS 2004; figs. 21 y 22).

    Varios cronistas han relatado cmo los cerros se iluminabande noche por el uso de las guayras, momento en que los indgenasaprovechaban los vientos para fundir las menas de plata. Ciezade Len comenta al respecto: Llaman a estas formas Guayras. Yde noche ay tantas dellas por todos los campos y collados queparecen luminarias. Y en tiempo que haze viento rezio, se sacaplata en cantidad: quando el viento falta, por ninguna manerapueden sacar ninguna (1996: cap. CIX: 291).

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    Fig. 22. Partes de la guayra (GRINBERG y PALACIOS 1992).

    El padre Acosta tambin comenta sobre la iluminacin queproducan estas guayras:

    Haba antiguamente en las laderas de Potos, y por las cumbres ycollados, ms de seis mil guairas, que son aquellos hornillos don-de se derrite el metal, puestos al modo de luminarias, que vellosarder de noche y dar lumbre tan lejos, y estar en s hechos unaascua roja de fuego, era espectculo agradable. (ACOSTA 1979: lib.IV, cap. IX, 158)

    Fig. 21. La guayra segn Barba (1992).

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    Si bien la mayora de cronistas estn de acuerdo en que laguayra fue una invencin indgena, el minero espaol LuisCapoche que vivi en Potos manifiesta lo contrario en sumanuscrito de 1585. Segn el espaol:

    Como los naturales de este reino y todas las naciones occidentalesdel Nuevo Mundo de las Indias sean de su natural de poco inge-nio y faltos de imaginativa para inventar los instrumentos necesa-rios y convenientes a las obras que hacan, y as vivan con unagrande ignorancia de lo que haba en el mundo como si no nacie-ran en l. Y por no tener uso de fuelles para hacer sus fundiciones,usaban estos indios del Per de unos caores de cobre de tres pal-mos de largo que soplaban con la boca con trabajo. Y a las fundi-ciones que era menester ms fuerza, aprovechbanse del mismoviento, haciendo en el campo, en las partes altas, unos hornillosde piedras sueltas, puestas unas sobre otras sin barro, huecas amanera de unas torrecillas, tan altas como dos palmos. Y ponanel metal con estircol de sus ganados y alguna lea, por no tenercarbn; e hiriendo el viento por las aberturas de las piedras sefunda el metal. Y el tiempo que es maestro e inventor de las artes,ense a hacer de barro, por industria de Juan de Marroqu, natu-ral de (blanco), unas formas de barro de la hechura de esta de-mostracin, que llamaron guayrachina o guaira, que hasta hoy con-servan y usan, donde funden los metales con facilidad y sin eltrabajo de las fundiciones con fuelles, que es muy costosa y no tanprovechosa para los metales de aqu como lo es la guaira en eltiempo que corre recio viento, porque no siendo as no es de pro-vecho. (CAPOCHE 1959 [1585]: 109-110)

    Quiz para Capoche el nombre guayra corresponda solamenteal horno que describe como inventado por Marroqu, desconocien-do la denominacin de guayra para los hornos prehispnicos. Peroqu es lo que realmente se entiende por guayra? Bargall (1969a)describe tres tipos de guayras: una elaborada con piedras sueltassin barro, que fuera de origen prehispnico y que Capoche men-ciona tambin en su manuscrito; otra era la guayra ordinaria debarro descrita por Cieza de Len y Barba; y por ltimo, la guayrade piedra y barro que sera probablemente de origen colonial.

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    Capoche presenta algunas observaciones erradas. Segn esteminero, el horno o guayra inventado por Marroqu no pudo serconstruido por los indgenas en pocas precolombinas por no es-tar capacitados en la construccin de hornos de barro. Sin embar-go, hay evidencias arqueolgicas sobre el uso de arcilla refracta-ria para hornos de fundicin y de cermica en la cultura Sicn,alrededor de 900 d. C. Capoche seala tambin que no conocie-ron el fuelle y que usaron ms bien unos canutos para soplar. Sila invencin de las guayras fue del espaol Marroqu como afir-ma Capoche, entonces por qu no invent un horno que usa-ra el fuelle, en vez de restringirse al uso del viento natural cuan-do no es seguro disponer de l en todo momento? Como bien diceCieza de Len en la cita anterior, si no hay viento es imposibleconseguir plata. Adems, como menciona Bargall (1969a), [...]si Marroqu hubiese sido, como afirma Capoche, el inventor dela guaira de barro, su nombre, recordado por los mineros de aquelCerro (Potos), hubiese sido captado por los cronistas y relatores;y ninguno de ellos, a excepcin de Capoche, cita a Marroqu. Estambin pertinente mencionar el uso de la lea porque, segn elminero espaol, el carbn no se conoca y por eso usaban leacomo combustible para los hornos. Una vez ms, las evidenciasarqueolgicas de la cultura Sicn demuestran el uso de carbnvegetal como combustible para los hornos metalrgicos. Todo loanterior indica que Capoche no conoca a fondo la tecnologa me-talrgica prehispnica

    Otro tipo de horno que se conoci desde la poca de los incas,y que fue usado para elaborar plata de alta ley o pacos, fue eltocochimpo. Este horno refinaba los tejuelos de plata-plomo quevenan de la fundicin en las guayras. El proceso de refinacin serealizaba en los poblados, ya no cerca de las minas (GRINBERG yPALACIOS 1992). Barba hace una descripcin de estos hornos en elsiglo XVII, donde ya se menciona el uso del fuelle, instrumento queno conocieron los incas:

    Fndese en ellos por cepillo, metal rico, en poca cantidad y los in-dios los usaban para refinar solamente; es su fbrica de este modo:

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    Hcese un horno redondo, como los de reverberacin; pero apenasde vara de dimetro. Tiene dos puertas, la una pequea, adonde sepuede acomodar el fuelle si se quiere, para abreviar la obra: grandela otra, enfrente de esta, capaz a que por ella se pueda poner dentrodel horno la Mufla, que es como una media olla grande, partidadesde la boca de alto abajo, llena toda de agujeros por donde elfuego del carbn se comunica. El crculo que describe lo redondode esta Mufla, ha de tener ocho o diez dedos de dimetro menosque lo hueco del horno, para que en el espacio, que por todas partessobra, haya lugar para el carbn Por lo alto de la bveda de arri-ba se deja un agujero redondo, por donde se aadir el carbn ne-cesario. (BARBA 1992: lib. IV, cap. VI, 140 fig. 23.)

    Fig. 23. Tocochimpo segn Barba (1992).

    Otro tipo de horno metalrgico que fue usado en la poca incaaparentemente para el proceso de fundicin, y que no ha sido bienestudiado, fue descrito por cronistas del siglo XVI y varios viaje-ros que recorrieron el Per durante el siglo XIX. Estos hornos seencuentran en el sitio inca de Curamba, en Apurmac. Se compo-nen de una batera o conjunto de tres, miden alrededor de 1,2 me-tros de largo y 35 centmetros de ancho, es decir, tienen forma rec-tangular y su boca est orientada al norte, noroeste y noreste. Hansido excavados en la tierra hasta alcanzar 15 centmetros de pro-fundidad, siendo construidos con piedra caliza desbastada y mor-tero de barro. Su forma difiere de los hornos de guayra incas parafundir minerales de plata y de los hornos sicn, ya que las guayras

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    eran transportables y colocadas sobre la superficie, y los de sicneran de arcilla refractaria y en forma de pera. En la colina dondese ubican los hornos de Curamba corre viento muy fuerte, lo queprobablemente fue usado, al igual que en el caso de los otros hor-nos, para avivar el fuego (VETTER y PETRICK 2007; VETTER, PETRICK,HUAYPAR y MAC KAY en prensa fig. 24).

    Fig. 24. Horno de Curamba (VETTER, PETRICK, HUAYPAR y MAC KAY en prensa).

    Al igual que en el caso de la extraccin de minerales, hay evi-dencias de rituales relacionados con los procesos de fundicin.Shimada encontr restos de prcticas mgico-religiosas en Cerrode los Cementerios, consistentes en huesos de llama, fetos comple-tos o neonatos de camlidos, restos orgnicos y de cermica aso-ciados a los hornos de fundicin (SHIMADA, EPSTEIN y CRAIG 1982,SHIMADA 1987).

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    Los cronistas fueron testigos del culto a la minera y la fundi-cin. Entre otros, Antonio de la Calancha dice:

    Usavan los Indios que van a las minas de plata, de oro o de azo-gue, adorar los cerros o minas, pidindoles metal rico, i para estovelan de noche, beviendo i baylando, sacrificio que azen a la ri-queza; a los de oro llaman Coya, i al Dios de las minas de plata i asus metales Mama, i a las piedras de los metales Corpa, adornlasbesando, i lo mesmo al soroche, al azogue i al bermelln del azo-gue, que llaman Ichma, o Linpi, i es muy preciado por diversassupersticiones. (CALANCHA 1977: vol. III, cap. XI, 842)

    El padre Bernab Cobo tambin describe ritos y nombresparecidos:

    Adoraban tambin [...] los cerros que se distinguan en algo de losotros sus vecinos o en la hechura o en la sustancia. Los que iban aminas adoraban los cerros dellas y las propias minas, que llamancoya, pidiendo les diesen de su metal; y para alcanzar lo que pe-dan, velaban de noche, bebiendo y bailando en reverencia de losdichos cerros. As mismo adoraban los metales, que llaman mama,y a las piedras de los dichos metales, llamadas corpas, besbanlas yhacan con ellas otras ceremonias; el metal que dicen soroche; lamisma plata y las guairas o braseros donde se funde; tem, las pepi-tas y granos de oro y el oro en polvo; el bermelln que ellos llamanLlimpi, y era muy preciado para diversas supersticiones; finalmen-te cualquier cosa de la naturaleza que les pareciese notable y dife-renciada de las dems, la adoraban, reconociendo en ella algunaparticular deidad; y esto hacan hasta con las pedrezuelas que ha-llaban relumbrantes y de colores, las cuales guardaban muy brui-das y tenan en grande estimacin. (COBO 1964: lib. XIII, cap. XI, 166)

    En los ritos de adoracin, Calancha designa con el nombre deCoya a los de oro, que puede interpretarse como los cerros ominas de oro o los dioses del oro por la lnea siguiente: [...] y alDios de las minas de plata y a sus metales Mama. Segn Cobo,la misma palabra Coya hace referencia solamente a las minas sinespecificar de qu tipo, y tampoco menciona la palabra dioses.Mientras que para Calancha el trmino Mama hace referencia al

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    dios de las minas de plata y a sus metales, para Cobo slo hacealusin a los metales en general. Es decir, Calancha deja implci-ta la adoracin a diferentes dioses y metales, a diferencia de Coboque habla de adoracin al metal en general, sin especificar qumetales son. Ambos utilizan la palabra Corpa para definir las pie-dras de las que se obtienen metales, es decir, los minerales, lo quehace suponer que el metal en sus diferentes procesos metalrgi-cos y de transformacin reciba distintos nombres, adoracionesy quiz ritos (CARCEDO y VETTER 1999).

    Tambin es interesante la referencia de Cobo en cuanto a laadoracin a las guayras o braseros donde se funda el metal, esdecir, los hornos metalrgicos en donde se efectuaba el procesopirotcnico de transformacin del mineral en metal a travs delcalor (CARCEDO y VETTER 1999).

    Aleaciones

    Los metales ms usados fueron el oro, la plata y el cobre. Con esteltimo se obtuvieron diferentes aleaciones binarias y ternarias,como la tumbaga al alearse con el oro o la plata, al igual que bron-ces arsenicales y estaferos al alearse con arsnico o estao. Apartir del Horizonte Medio se usaron bronces ternarios y cuater-narios, sobre todo en los Andes Centro-Sur.

    Las aleaciones tienen como caracterstica principal bajar elpunto de fusin de los metales empleados, por eso se usan parala fundicin, donde se adquiere mayor tenacidad y uniformidad;asimismo, se usan en la soldadura. Hay otras ventajas, como pro-veer a las piezas ciertas propiedades mecnicas de dureza, resis-tencia y maleabilidad, adems de colores y sonidos.

    El bronce es una aleacin de cobre con otros metales, aunquecomnmente se conoce como cobre con estao. En realidad hayuna mayor cantidad de bronces usados por los metalurgistas in-dgenas en pocas prehispnicas. Lechtman (1991, 1996, 1997) esquien ha estudiado ms esta aleacin en los Andes (desde el Ecua-dor hasta el noroeste argentino) y ha llegado a identificar los si-

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    guientes bronces: cobre-estao, cobre-arsnico, cobre-arsnico-n-quel, cobre-arsnico-estao, cobre-arsnico-zinc, y una aleacincuaternaria de cobre-arsnico-nquel-estao. Gordon y Rutledge(1984) identificaron en las piezas de Machu Picchu la aleacinternaria de cobre-estao-bismuto.

    Los bronces arsenicales y estaferos, que pueden ser llama-dos verdaderos bronces, difieren principalmente en su maleabi-lidad y color. Los bronces arsenicales resultan ser mucho msmaleables y de color plateado cuando su concentracin de ars-nico es alta (HOSLER 1997; LECHTMAN 1996). La dureza la pierdencuando el arsnico sobrepasa el 3%, ya que segn Petersen (1970,1998) se vuelven quebradizos y no se les puede forjar. En cam-bio, los bronces estaferos pueden ser forjables hasta tener comomximo 6% de estao. El color que se obtiene en concentracionesaltas de estao es el dorado, que vara de intensidad segn la can-tidad de estao que se aada a la aleacin (HOSLER 1997).

    Los bronces con alto contenido de arsnico o estao fueronusados para ornamentos como collares, figurinas, sortijas, etc.,mientras que los que contenan menor porcentaje del aleante (es-tao o arsnico) fueron usados para elaborar herramientas comorejas de instrumentos multiusos, cinceles, grapas, entre otras(HOCQUENGHEM 2004; HOCQUENGHEM y VETTER 2005).

    Otro tipo de aleacin donde est involucrado el cobre es aque-lla en la que se alea con el zinc. En este caso no se le conoce comobronce sino como latn. Esta aleacin ha sido estudiada para elperodo transicional, por lo que no se puede asegurar su uso enpocas precolombinas, ya que no hay evidencias arqueolgicasque respalden dicha afirmacin (LECHTMAN 1996, 1997; Vetter2007a; fig. 25).

    Las culturas precolombinas americanas lograron un manejoextraordinario de las aleaciones, consiguiendo crear objetos conapariencia de oro o plata mediante diferentes tcnicas de doradoo plateado.6 Este tipo de aleacin fue conocida como tumbaga,

    6 En la parte de la orfebrera se sealarn cada una de las tcnicas para dorar oplatear una pieza.

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    Fig. 26. Personaje moche elaborado en tumbaga (ALVA 1994).

    la cual puede ser binaria de cobre-oro o cobre-plata, y tambinternaria de cobre-oro-plata. Esta aleacin fue fabricada por pri-mera vez en los Andes Centrales, pero posteriormente los orfebresindgenas la usaron en Amrica Central y Mesoamrica (LECHTMAN1984). Asimismo, este tipo de aleacin ha sido estudiada por va-rios investigadores, entre los que podemos mencionar a Easby(1955, 1965), Petersen (1970, 1998), Bray (1972), Lechtman (1984),Shimada y Griffin (1994), entre otros (fig. 26).

    Fig. 25. Tupus de latn de la poca colonial temprana o transicional.Museo de Arte de Lima (VETTER 2007a).

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    Una de las razones por las que se us esta aleacin fue paradar color dorado o plateado a una pieza cuyo contenido de platau oro era de 50 hasta menos del 20% de la aleacin. Otra raznfue porque proporcionaba dureza y maleabilidad. En el caso dela aleacin ternaria de cobre-oro-plata, la inclusin de este lti-mo metal pudo haber sido intencional (LECHTMAN 1984) o natural(LECHTMAN 1984; PETERSEN 1970, 1998).

    La orfebrera

    Es el proceso por el cual se trabajan los metales a partir de lingotespara elaborar piezas utilitarias o suntuarias.

    La fabricacin de piezas de metal era realizada en talleres porun amplio y variado grupo de expertos orfebres, quienes se ubi-caban en las ciudades o en las plataformas de los centros cere-moniales. Es probable que hayan existido talleres especializadosen las distintas tcnicas y en el trabajo del oro, la plata o el cobre,as como en las aleaciones.

    Ejemplos arqueolgicos de esta actividad orfebre se encuen-tran en las investigaciones de Uceda y Rengifo (2006) en el n-cleo urbano del complejo Huacas de Moche, quienes han presen-tado evidencias de actividad orfebre para la fase estilstica MocheIV de Larco. El Complejo Arquitectnico 27 de Huacas de Moche,ubicado en La Libertad, se compone de tres subconjuntos, de loscuales el primero fue dedicado para actividades de descanso yhabitacin; el segundo fue usado para la preparacin de alimen-tos y chicha; mientras que en el tercero se realizaron las activida-des orfebres, siendo stas el trabajo de repujado y martillado decobre. Otro ejemplo es el de Pampa Grande, sitio Moche V ubi-cado en el valle medio de Lambayeque, excavado por Shimada(1994b), en donde la produccin artesanal era dispersa y se reali-zaba en talleres adyacentes a las reas residenciales/habita-cionales, pero dirigida a la lite mochica. En el sitio de Chan Chan,en La Libertad, Topic (1990) realiz excavaciones y plante quelos artesanos chims prestaron a la produccin orfebre dedica-

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    cin exclusiva, la cual era supervisada por las lites y dirigida paraellas. Este trabajo era realizado principalmente dentro de las uni-dades domsticas. Por ltimo, los estudios de Curay (2003) enPampa de Burros, Lambayeque, han identificado el trabajo de unorfebre sicn especializado en recorte y acabado de piezas de co-bre. El taller estaba ubicado en un sitio cuya funcin es residen-cial. Por qu los talleres artesanales mencionados se localizan ensitios residenciales/habitacionales? Una de las razones posible-mente sea que la orfebrera es una actividad que se puede reali-zar en un espacio pequeo donde es factible separar las reas detrabajo y de alimentacin, como es el caso de Pampa Grande, don-de Shimada identific cuatro reas bien definidas: a) para elrecocido y derretido del metal, b) para cortar y formar lminasde metal, c) almacenamiento y consumo de bebida y comida, yd) preparacin de alimentos (SHIMADA 1994b). Adems, el trabajoorfebre no implica una gran suciedad, como el de la fundicin.

    Para la poca colonial, Benzoni comenta sobre el trabajo or-febre y sus herramientas:

    Esa Provincia de Quito es de aire templado, por lo cual los Reyesdel Cusco vivan all la mayor parte del tiempo, manteniendo enmuchos sitios casas de orfebres, los que sin conocer el uso de nin-gn instrumento de fierro, toscamente labrando hacan cosas ma-ravillosas, procediendo en su trabajo de esta manera. En primerlugar, cuando funden el oro y la plata colocan el metal en un cri-sol largo o redondo, hecho de un pedazo de trapo embadurnadocon tierra mojada y carbn machacado; una vez que el crisol estseco lo ponen al fuego con la cantidad de metal que pueda caberen l, y con cinco o seis canutos de caa, ora ms, ora menos, tantosoplan que ste termina por fundirse y colar; luego, sentados losorfebres en el suelo, con unas piedras negras confeccionadas paraesta clase de labor, ayudndose uno al otro, hacen o por mejordecir hacan en la poca de su prosperidad, lo que se les habamandado confeccionar, esto es, estatuas vacas, vasos, ovejas, jo-yas y, en fin, toda suerte de figuras de los animales que se podanver. (BENZONI 2000 [1572]: 118-119)

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    Actualmente, hay orfebres que continan trabajando en suscasas, en las que se observa una separacin entre la parte de resi-dencia y la del taller (VETTER y CARCEDO 2004).

    Instrumentos

    Los instrumentos usados por los orfebres fueron muy diversos enforma y en tamao, as como en el material empleado. Los hay demetal, piedra, madera, cuero, arcilla, entre otros.

    En los museos y colecciones privadas se encuentra gran di-versidad de cinceles manufacturados con diferentes metales, seaoro, plata, cobre o bronce, dependiendo el trabajo que el orfebrefuese a realizar. En las piezas de oro y plata ciertas tcnicas eranelaboradas con cinceles del mismo metal. Asimismo estn los pun-zones y buriles, y las agujas para el satinado o el grabado. Loshay de metal sin mango o con mango de madera o hueso usadospara cortar y realizar tcnicas decorativas (figs. 27 y 28).

    Los martillos y tases eran elaborados en piedras duras y muypulidas, como el basalto de grano fino, la magnetita o la hematina.La eleccin de las piedras dependa del metal que trabajaran yde la tcnica que emplearan. La forma y el tamao de los marti-llos dependera igualmente de la tcnica que empleara el orfe-bre (SHIMADA y GRIFFIN 1994). Cada artesano construa sus propiosinstrumentos: los martillos eran esculpidos para que su forma seadapte a la mano y poder trabajar con mayor comodidad (CARCEDO1998b fig. 29).

    En las excavaciones arqueolgicas dirigidas por Guerrero enel cementerio inca de Rinconada Alta, La Molina, se encontraroninstrumentos en entierros pertenecientes a orfebres y que han sidoestudiados por Carcedo y Vetter (2002). En este cementerio no slose hallaron buriles, cinceles y punzones, sino tambin moldes dearcilla para el vaciado de metales; dos de ellos tenan la figurade un ave de pico largo parecido a un colibr y uno la figura deun hombre con sus manos extendidas hacia arriba. Lo interesan-te de este ltimo es que se hallaron las dos valvas del molde, lo

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    Fig. 27. Grabador y cincel Fig. 28. Cinceles y punzn (VETTER 2004). (CARCEDO y VETTER 2002).

    Fig. 29. Martillos de piedra (VETTER 2004).

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    que es difcil de encontrar en excavaciones arqueolgicas ya quesuelen ser destruidos (por lo menos una valva) para poder reti-rar la pieza que fue vaciada. Los moldes para el vaciado puedenser de piedra, metal o arcilla. Hay evidencias arqueolgicas demoldes univalvos y bivalvos usados para este fin (CARCEDO yVETTER 2002 figs. 30 y 31).

    Fig. 30. Molde de arcilla (izquierda VETTER 2004).

    Fig. 31. Molde de arcilla bivalvo (CARCEDO y VETTER 2002).

    Dichos instrumentos no eran intercambiados ni vendidos, yaque se pensaba que al recibir los instrumentos de otros, estostraan consigo las maas del antiguo propietario. Incluso en nues-tros das se puede observar esta costumbre en los talleres de

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    orfebres que continan usando las tecnologas de sus antepasa-dos (VETTER y CARCEDO 2004).

    Garcilaso de la Vega realiza una descripcin importante delas dificultades para la elaboracin de las distintas piezas de me-tal, segn la visin europea:

    Y comenzando de los plateros, dezimos que, con haver tanto n-mero dellos y con trabajar perpetuamente en su oficio, no supie-ron hazer yunque de hierro ni de otro metal: devi de ser porqueno supieron sacar el hierro, aunque tuvieron minas dl; en el len-guaje llaman al hierro quillay. Servanse para yunque de unas pie-dras durssimas, de color entre verde y amarillo; aplanavan yalisavan unas con otras; tenanlas en gran estima porque eran muyraras. No supieron hazer martillos con cabo de palo; labravan conunos instrumentos que hazen de cobre y latn, mezclado uno conotro; son de forma de dado, las esquinas muertas; unos son gran-des, cuanto pueden abarcar con la mano para los golpes mayores;otros hay medianos y otros chicos y otros perlongados, para mar-tillar en cncavo; traen aquellos sus martillos en la mano paragolpear con ellos como si fueran guijarros. No supieron hazer li-mas ni buriles; no alcanzaron a hazer fuelles para fundir; fundana poder de soplos con unos cautos de cobre, largos de mediabraza ms o menos, como era la fundicin grande o chica; loscautos cerravan por el un cabo; dexvanle un agujero pequeo,por do el aire saliesse ms recogido y ms rezio; juntvanse ocho,diez y doze, como eran menester para la fundicin. Andavan alderredor del fuego soplando con los cautos, y hoy se estn en lomismo, que no han querido mudar costumbre. Tampoco supie-ron hazer tenazas para sacar el metal del fuego; sacvanlo conunas varas de palo o de cobre, y echvanlo en un montoncillo detierra humedescida que tenan cabe s, para templar el fuego delmetal. All los traan y rebolcavan de un cabo a otro hasta queestava para tomarlo en las manos. Con todas estas inhabilidadeshazan obras maravillosas, principalmente en vaziar unas cosaspor otras dexndolas huecas, sin otras admirables, como adelanteveremos. Tambin alcanzaron, con toda su simplicidad, que elhumo de cualquiera metal era daoso para la salud, y ass hazansus fundiciones, grandes o chicas, al descubierto, en sus patios o

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    corrales, y nunca sotechado. (GARCILASO DE LA VEGA 1985: lib. II,cap. XXVIII, 90-91)

    Cobo es otro de los cronistas que describe las herramientasusadas para la elaboracin de piezas de metal:

    Porque carecan de fragua, y no hacan ms que echar el carbnen el suelo, y en lugar de fuelles, soplaban con unos caones decobre largos tres o cuatro palmos. Carecan asimismo de tenazas,martillos, limas, cinceles, buriles y de los otros instrumentos denuestros plateros, y con solas tres o cuatro suertes de herramien-tas de piedra y cobre labraban todas sus obras. Por ayunques usa-ban de piedras llanas muy duras; el martillo era un pedazo decobre cuadrado tan grueso como el puo, de hechura de un dadocon las esquinas muertas, y no le ponan cabo de palo, sino quegolpeaban con l la plata al modo que cuando con una piedrapartimos o majamos alguna cosa. Destos martillos tenan tres ocuatro diferencias; los mayores eran del tamao dicho, y los otrosmedianos y pequeos. No conocieron el uso del torno, y con todoeso no parece que les haca falta. Finalmente, con tan pocos ins-trumentos y aderezos sacaban piezas de plata y oro muy curiosas.(COBO 1964: lib. XIV, cap. XV, 267)

    Ambos cronistas resaltan las maravillas que podan hacer losplateros indgenas a pesar de los pocos instrumentos con los que,segn ellos, contaban. En ambos casos falt un poco de observa-cin y descripcin de los instrumentos usados por los orfebres in-dgenas, pues por la complejidad de las tcnicas empleadas sa-bemos que fueron muchos y muy variados. Los cronistas slo des-cribieron someramente la tcnica del martillado, pero hay que to-mar en cuenta que sus observaciones se basan en lo que ellos co-nocan de los plateros europeos. Es interesante que ambos men-cionen que no se us para el trabajo orfebre martillos con cabode palo como en otras culturas del mundo antiguo. Lo que hastaahora se conoce por las investigaciones arqueolgicas es que estetipo de martillos con cabo de palo fue utilizado para el trabajoen la mina, mas no en el taller del orfebre.

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    Tcnicas

    Se distinguen dos grupos de tcnicas para trabajar el metal:a) tcnicas de manufactura o construccin: son aquellas con lasque se configura la forma de la pieza. Entre ellas estn el vaciado(cera perdida, granulado, molde), laminado o martillado, embu-tido, recopado, doblez de hoja, uniones mecnicas y metalrgi-cas, dorados y plateados de superficie; b) tcnicas decorativas:son las que se utilizan para imprimir en la lmina algn orna-mento. Entre stas se encuentran: el repujado, el cincelado, el ca-lado, el recortado, pintura en superficies metlicas, adornos deplumas, engastado de piedras o incrustaciones, grabado, satinadoy filigrana.

    Tcnicas de manufactura:El metal llegaba en forma de lingote o de torta metlica a los talle-res de orfebrera. A partir de estos lingotes se elaboraban las piezaspara uso suntuario o utilitario. Una de las tcnicas ms usadas fueel vaciado, donde el orfebre derreta el lingote de metal en un crisolpara luego vaciarlo en forma lquida en moldes univalvos o bivalvoscon formas acabadas. Estos moldes, como se mencion antes, po-dan ser de arcilla, piedra o metal (figs. 32 y 33).

    Una de las formas de elaborar las esferas pequeas usadas enlos tumis sicn fue utilizando el vaciado. El proceso consiste enverter el metal lquido en un molde univalvo de arcilla refracta-ria con pequeas cavidades circulares, las cuales formarn peque-as circunferencias macizas al solidificarse el metal.

    Otra tcnica de vaciado es la cera perdida, muy utilizada so-bre todo en Colombia, aunque tambin hay evidencias de su usoen la cultura Moche en Per. Esta tcnica consiste en elaborar unmolde a partir de un modelo de cera del objeto deseado. Este mo-delo de cera se envuelve con arcilla o algn otro material refracta-rio; una vez que el molde se ha endurecido, se coloca al fuego paraque se derrita y pueda extraerse la cera, luego se vierte el metallquido en la cavidad ocupada originalmente por la cera. sta era

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    obtenida de una variedad de abejas que se encuentra en Colombiay, segn BIRD (1979, citado por CARCEDO 1998a), es la melfera sinaguijn, que pudo haber sido obtenida por los moches por mediode intercambio, ya que no existe ni en los valles desrticos ni enlos fros altiplanos. Al solidificarse el metal, la cubierta de arcillaera destruida para poder obtener la pieza de metal.

    El antiguo orfebre debi tener una mesa de trabajo con todassus herramientas y cerca de ella debi encontrarse el pequeo hor-

    Fig. 32. Crisol de arcilla (foto: L. Vetter).

    Fig. 33. Derritiendo el metal en un crisol (VETTER y CARCEDO 2004).

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    no donde realizaba el recalentamiento o recocido de las piezas queiba trabajando o forjando. Si quera realizar una pieza laminada,el artesano tomaba el lingote y lo martillaba o laminaba, seguidode procesos de recocido que en algunos casos (segn la aleacin)podran llegar a unos 700 C. El recocido se realizaba en peque-os hornos y era necesario para evitar que se produzcan fisurasen la pieza por las tensiones acumuladas en sus granos internosdebido al modelado de la lmina por deformacin plstica o mar-tillado (fig. 34).

    Fig. 34. Grabado de Benzoni donde se muestra a los orfebres laminandoy recalentando las piezas de metal (BENZONI [1572] 2000).

    Luego del laminado, el orfebre proceda a dar forma a la pie-za utilizando diferentes tcnicas. Una de stas poda ser el em-butido mediante el cual se da convexidad a una pieza con marti-llo o cincel, sobre una superficie blanda como brea, madera o sacode arena. Tambin se usaron moldes de madera, piedra o metalpara elaborar diversos diseos y esferas, los cuales fueron muyutilizados en las orejeras o collares moche, como los encontradosen la tumba del Seor de Sipn y en diferentes objetos de metal

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    de la cultura Sicn. Para los diseos de esferas se trabajaba slosobre la parte posterior de la lmina.

    El doblez de hoja de metal es otra tcnica de manufactura quepermite doblar una hoja de metal o lmina con ayuda de una grifao de una piedra con surcos y un instrumento punzante. Esta tc-nica permita dar diferentes formas a las lminas, logrando queel orfebre plasme su diseo de manera tridimensional.

    El recopado fue usado para la elaboracin de vasos de nari-ces aguileas, muy conocidos en la costa central del Per duran-te el Intermedio Tardo (900-1450 d. C.; CARCEDO, VETTER y DIEZCANSECO 2004). Esta tcnica consiste en dar a una lmina la for-ma de copa o vaso por medio del martillado, con ayuda de dosalmas de madera; una de ellas tena la forma de la cara con lanariz aguilea y la otra era plana. En su elaboracin no se utilizningn tipo de unin (figs. 35 y 36).

    Fig. 35. Tcnica del recopado (CARCEDO, VETTER y DIEZ CANSECO 2004).

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    Fig. 36. Vaso de nariz aguilea con los moldes usados para su fabricacin(CARCEDO, VETTER y DIEZ CANSECO 2004).

    Una tcnica que an est en estudio es el dorado o plateadode la superficie de una pieza. Esta tcnica se divide en dos gru-pos: 1) aquellas que aaden una capa de oro o plata a un sustratode metal que slo puede ser cobre; y, 2) depletion gilding (doradopor deplecin o enriquecimiento): aquella que emplea una sus-tancia corrosiva para quitar el cobre de la superficie de un objetometlico que contiene cierto porcentaje de oro y/o plata. Un ejem-plo del primer grupo es el enchapado, tcnica por la cual se colo-can lminas de oro o plata muy delgadas en una superficie de co-bre o de otro material mediante el martillado y el calor (en el casode que la superficie sea de metal). Tambin existe el dorado o pla-teado por fusin que se consigue limpiando el objeto de cobre ycalentndolo a 800 C, luego se sumerge en un bao de aleacinde cobre-oro derretido (983 C), despus se martilla la pieza y bru-e para que la superficie quede limpia de xidos de cobre; la caparesultante no es uniforme. Por ltimo, en este primer grupo estel dorado o plateado por reemplazo electroqumico que consiste

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    en disolver el oro o la plata en un bao acuoso por cinco das.Una vez obtenida esta sustancia acuosa se sumerge el objetode cobre a dorar, luego se caliente la sustancia por cinco minutoscon el objeto de cobre adentro y se deposita bicarbonato de sodiopara neutralizar, a continuacin se da un segundo calentamientoy al final quedar una capa muy fina y pareja de oro o plata en lasuperficie.

    Sobre el proceso de dorar una lmina de metal, Fernndez deOviedo observ lo siguiente en su viaje a Santo Domingo y LasAntillas:

    [...] como los indios saben muy bien dorar las piezas cosas queellos labran de cobre de oro muy baxo. Y tienen en esto tantoprimor y excelencia, y dan tan subido lustre lo que doran, queparesce que es tan buen oro como si fuesse de veynte tres quila-tes mas, segn la color en que queda de sus manos. Esto hacenellos con ciertas hiervas, y es tan grande secreto que qualquierade los plateros de Europa, de otra parte, donde entre chripstianosse usasse supiesse, se ternia por riqussimo hombre, y en brevetiempo lo seria con esa manera de dorar. Este notable no pertenesce esta isla (La Espaola) ni otras de las comarcanas; porque no sehace sino en la Tierra-Firme, all se v mucha cantidad de orobaxo dorado de la manera que he dicho; pero por ser el propssito,quise hacer aqu mencion desta particularidad [...]. Yo he visto lahierva, indios me la han enseado; pero nunca pude por hala-gos, ni de otra forma sacar dellos el secreto, negaban que ellos lohacian, sino otras tierra muy lexos, sealando al Sur o parte meri-dional. (FERNNDEZ DE OVIEDO 1944: 32-33)

    Este cronista quien fue uno de los primeros naturalistas quelleg a Amrica y se interes por la historia natural de sus habi-tantes menciona la segunda forma de dorar y es tal vez el pri-mer espaol que hace referencia a este mtodo del dorado. Lasevidencias sealan que el rea de la actual Colombia y el Perera donde se conoca con precisin esta tcnica, aunque tambinexisten evidencias arqueolgicas que indican que en Mxico, Pa-nam y Costa Rica se conoci esta tcnica (EASBY 1965; LECHTMAN1984).

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    Otra tcnica usada fue la unin de dos o ms piezas, tanto deforma mecnica como metalrgica. La unin mecnica ocurre apartir de juntar dos o ms piezas de metal mediante mtodos me-ramente fsicos: se pueden emplear grapas, clavitos, lengetas ocintas para lograrlo. En cambio, la unin metalrgica de dos o mspiezas de metal se realiza mediante procedimientos que requie-ren calor para hacer la juntura. Esta ltima prctica, como expli-ca Ravines (1978), puede ocurrir de tres formas: a) cuando se fun-de el metal mismo de las piezas: aqu se requiere una combina-cin suficientemente diferente de los metales para lograr el pun-to de fusin ms bajo; b) cuando se usa otro material diferente alas piezas que van a ser soldadas; y, c) cuando dos lminas sonsoldadas martillndolas en caliente (figs. 37 y 38).

    Fig. 37. Unin mecnica por medio de grapas (VETTER 2004).

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    Fig. 38. Orfebre realizando la unin metalrgica (Museo de Sitio dePuruchuco. Foto: C. Ausejo).

    Tcnicas decorativas:Cuando la pieza tena forma definida se proceda a decorarla; paraeste fin se emplearon distintas tcnicas que permitan dar realce ala misma. Cobo se refiere a este tipo de trabajo:

    No alcanzaron muchas de nuestras obras y labores; lo ms quehacan era cincelado, figurando y esculpiendo en sus obras ani-males, flores y otras cosas de imperfecta forma y dibujo. Tampocosupieron dorar las hechuras de plata, ni hacer en ellas relevados ysobrepuestos. No trabajaban en pie, sino sentados en el suelo. (COBO1964: lib. XIV, cap. XV, 267)

    En la cita anterior, Cobo da cuenta de algunas tcnicas deco-rativas, aunque no se ajusta a la realidad al mencionar que no seconocieron tantas como en Europa, ya que los orfebresprehispnicos desarrollaron una serie de tcnicas de decoracinque sorprenden por su finura y belleza. Quiz esta omisin sedeba a que slo se prest atencin a las tcnicas decorativas queeran similares a las europeas.

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    Una de estas tcnicas es el grabado, que consiste en realizardiseos sobre una superficie de metal marcando las lneas con unpunzn o buril (fig. 39).

    Fig. 39. Tcnica del grabado (VETTER 2004).

    El cincelado se us para obtener diseos realizados con burilmuy fino y golpes de martillo. Otro tipo de diseo muy usado enla decoracin de piezas precolombinas era aquel realizado pormedio del punzn y con ayuda de una base suave para elaborarformas circulares. Una tcnica ms era el satinado, que consisteen trazar lneas muy finas entrecruzadas, formando cuadrculaso rombos con un buril o punzn muy fino; se utiliza para lograrcontraste en la superficie.

    El repujado fue otra tcnica usada para la decoracin de laspiezas de metal. En este caso se traza el diseo sobre una lminade grosor homogneo, luego se coloca la pieza sobre una super-ficie suave como cuero grueso, brea mezclada con resina o un sacode arena fina, y se presiona el metal con un cincel realzando lasuperficie en las zonas marcadas; despus se presiona la caraopuesta cincelada y se trabaja en forma alterna las dos caras dela pieza, cincelando el anverso y repujando el reverso.

    En algunas piezas y lminas se muestran diseos internos rea-lizados por calado, que consiste en trazar bosquejos por medio

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    de un punzn sobre una lmina de metal para luego proceder acortar secciones de la lmina formando el diseo previamente tra-zado; para este trabajo se emplea un cincel de corte.

    La filigrana es una tcnica que se usa hasta hoy en la costanorte del Per (Catacaos). Con esta tcnica se realizan diseos so-bre la base de finos alambres que se consiguen despus de esti-rar, torcer y aplanar el metal; el adelgazamiento del hilo de me-tal se realiza por medio de estiramientos continuos hasta lograrel grosor deseado.

    Las piezas no slo eran decoradas con diseos, tambin se lesagregaba distintos materiales. Es el caso de las incrustaciones,muy usadas en las orejeras moche o en los tumis y vasos sicn.Estas incrustaciones eran de otros materiales como conchas y pie-dras semipreciosas, las cuales se pegaban a la pieza usando resi-na vegetal procedente del algarrobo.

    Asimismo se utiliz el cinabrio como pintura, y se colocaba tan-to en el anverso como en el reverso de las piezas. Muchas de lasmscaras sicn an conservan esta pintura roja en la superficie.

    Se usaron, del mismo modo, diminutas plumas de aves ex-ticas, de colores brillantes como amarillo, azul turquesa y verde,que eran colocadas en la superficie de las piezas, sobre todo deoro, con ayuda de resina vegetal; este tipo de decoracin tambinpuede ser observado en las mscaras sicn.

    Objetos suntuarios para la lite y utilitarios para el pueblo

    Tanto el metal como todo lo que implica su obtencin, desde laextraccin del mineral en las minas hasta la pieza acabada, tieneun significado particular dentro de la ideologa religiosa de lospueblos andinos, como ya ha sido descrito.

    El metal, y en especial el oro, fue usado como un medio conel cual expresar una ideologa religiosa, lo que le otorgaba un altovalor simblico. Los orfebres deban de proveer a los mandata-rios vivos y a aquellos que transitaban hacia la muerte, un con-junto de objetos suntuarios cuya funcionalidad quedaba muchasveces supeditada al fin ideolgico.

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    Un aspecto importante de los objetos elaborados en oro y pla-ta era la reaccin que produca en el indgena la contemplacin delos mismos al ser llevados por sus mandatarios. Los sonidos, mo-vimientos y colores que emergan de ellos eran factores que habaque entenderlos dentro de contextos rituales, realizados en vida odespus de la muerte. No interesaba el metal en s mismo, sino loque a travs de l se expresaba a los ojos de quien lo contemplaba(terrenal o sobrenatural), por ello utilizaron otros materiales queayudaron al metal a plasmar sus creencias. As cubrieron las pie-zas metlicas pintndolas con el polvo rojo de cinabrio, a la vezque las llenaron de adornos como diminutas plumas adheridas,conchas y piedras de colores. Para crear sonido y dar movimientoutilizaron la tcnica del laminado que mediante uniones mecni-cas les permita formar piezas movibles de extraordinario tama-o, las mismas que a su vez podan emitir ese sonido y movimien-to tan deseados. Es posible que el indgena buscase relacionar esascaractersticas de los metales con la naturaleza, como imitar el cantode los pjaros, el tintineo del objeto bajo la accin del viento, el mur-mullo del mar o el grito de un animal, es decir, de alguna maneraintent infundir en ellos un sentido cosmolgico (CARCEDO y VETTER1999 fig. 40).

    Como ejemplo de ello encontramos en las culturas Moche ySicn cascabeles y sonajas (chalchacas) que iban cosidos a los trajesceremoniales, as como vasos-sonajas que aunque sean de igualforma y tamao producen sonidos o timbres musicales diferen-tes entre s, de tal modo que era posible identificar el personajeque haca sonar el objeto dentro de una ceremonia ritual (CARCEDOy VETTER 1999).

    Las evidencias arqueolgicas dan cuenta de que el uso del oroy la plata fue exclusivo de la lite, para adornar los templos y paravenerar a las deidades. Los pobladores comunes slo podan ac-ceder a piezas elaboradas de cobre o aleaciones de broncesestaferos y/o arsenicales. As como la mayora de las piezas deoro y plata eran elaboradas con fines rituales o ceremoniales, lasde cobre y bronce fueron fabricadas para uso domstico o utilita-

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    rio. Aunque se han encontrado piezas de cobre o bronce con fi-nes suntuarios, son escasos los ejemplos en comparacin con laspiezas construidas sobre la base de metales preciosos.

    Fig. 40. Tocado del Seor de Sicn de la Tumba Este, Huaca Loro(foto: L. Vetter).