CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

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Revista cultural del Grupo de Promoción del Folklore Extremeño CARAMANCHO de Don Benito (Badajoz)

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SUMARIO

sumario

01.- PRESENTACIÓN.Desde El Grupo. Autor: Caramancho.Desde el Ayto. Autor: Mª Josefa Valadés Pulido

02.- RECONOCIMIENTO. A D. Diego Sánchez Cordero. Fotófgrafo. Por Ángel Valadés.

03.- LA VIDA DE CARAMANCHO.

MEMORIA DE ACTIVIDADES. Autores: M. Muñoz - M. Valadés - N. González - M. García - N. Lozano.MUCHO POR DECIR. Autora: Mª Ángeles Parejo Velarde.SEMBLANZA A LA MADRE. Autor: José Javier Soto Ruiz.NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO. Autor: Fco. José Rincón Gálvez.MEDALLA DE ORO. CIUDAD DE DON BENITO. Autor: José Mª Mena González.QUE HABLEN LOS NIÑOS. Autores: Alumnos de las Escuelas de Folklore.FAMILIA CARAMANCHO. Autor: Pedro Carreño Jiménez.FESTIVAL FOLKOLOR. FRANCIA. Autoras: Esther Donoso y Marta Muñoz.PARTITURAS Y CANCIONES. Autora: Raquel Valadés Gil.ARTÍCULOS DE PRENSA. Autor: Pedro García Barroso y Silvia Martín-Mora Ruiz.EL 2013 EN IMÁGENES 04.- ACERCA DE DON BENITO.

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE DON BENITO (V). Equipo de Investigación. DON BENITO. COMERCIOS CON HISTORIA. Autor: Daniel Cortés González.EL ROMANCE DE INÉS MARÍA. Autor: David Martínez Vilches.TRES PUNTALES DE UN CARAMANCHO. Autora: Rosario Pinto García-Mora.TU VIDA EN UN NEGATIVO. A DIEGO SÁNCHEZ CORDERO. Autor: Eduardo Viera Hurtado.CARAMANCHO, CARAMANCHO. Autor: Ramón Gallego Dávila.BEATA MATILDE DEL SAGRADO CORAZÓN. Autor: Daniel Fernández Herrera.

05.- INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE.

INDUMENTARIA TRADICIONAL. Autor: Libro Ruth Matilda Anderson.LA SECCIÓN FEMENINA: EL LEGADO MUSICAL (II). Autora: Juana A. Alonso Medina.LA MÚSICA EN EXTREMADURA. Autores: Sebastián Díaz Iglesias y Rosario Guerra Iglesias. BOMBAS, REQUIEBROS Y JOTAS. Autores: Mª Luisa Gallego y Pedro Quirós.

06.- OFICIOS ANTIGUOS y JUEGOS TRADICIONALES.

EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES (II). Autor: Agustín Aparicio Cerrato.EL ESQUILEO EN GUADALUPE. Autor: Enrique Cordero Cordero.ARTESANÍA DE LA JUNCIA. Autor: Juan Sánchez Huertas.JUEGOS TRADICIONALES (II). Autor: Dirk Nasser.JUEGOS TRADICIONALES. Autor: José Isidoro Ruiz 07.- GASTRONOMÍA TRADICIONAL.

LIBRO DE COCINA. Cesión: Eduardo Gómez Valadés.COMER CALIENTE DE CUCHARA (II). Autor: Guillermo Paniagua Parejo. LA VIEJA, EL HIJO Y LA DESPENSA. Autora: Inés Gibaja Hombre.LA TAPA. Autor: José A. Gutiérrez Ortiz. 08.- RETAZOS DE EXTREMADURA.

MOTES Y APODOS DE PEÑALSORDO. Autor: Alejandro García Galán.EL HIJO DE LA JUANA. Autor: Basilio Fernández Crespo.EL BRASERO. Autor: Ángel Díaz Morcillo.GUADALUPE - TOLEDO - ESPAÑA. Autor:Zacarías de la Cruz Escudero.FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO (IV). Autora: Raquel Valadés Gil.

09.- ARTICULOS VARIOS.

ROMANCE DE MIGUEL DE TENA. Autor: José Miguel Santiago Castelo. LA MEDALLA. Autor: Tomás Chiscano Andújar.AGRADECIMIENTO. Autora: Aurora Morán.LOS REFRANES. Autor: Ángel Díaz Morcillo.A MI PADRE. Autor: Manuel Sánchez Molina.

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Caramancho no se responsabiliza de las opiniones vertidas por los articulistas en esta publicación.

Edita: Dirección: Pedro García Barroso.

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”. C/. Ancha, 154 (Escuela Municipal de Danza y Artes Escénicas)

Apdo. de Correos 276. 06400 Don Benito (Badajoz) Tlfnos. 924 81 37 19 / 680 557 362 / 630 718 003

[email protected] / www.caramancho.com ISSN: 1577-5259 * Depósito Legal: BA-45-2001

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A lo largo de toda mi vida he mantenido una estrecha relación con la música, el teatro, la literatura y el folclore, entre otras cosas.

Tanto en el magisterio como en esta nueva tarea encomendada no me reconozco sin ellas.

Cuando “Caramancho” me solicitó escribir en su re-vista, pensé sobre el tema o reflexión que sería más con-veniente. De entre las distintas opciones elegí la impor-tancia del folclore para nuestros pueblos no sólo como diversión o entretenimiento, sino como fuente de cono-cimiento de nuestras raíces, investigación y conservación de nuestra esencia y manifestación cultural.

Al hilo de ello, me vino a la mente una reflexión ver-tida por la antropóloga estadounidense Rhut Benedit que en su tesis publicada en 1934 “Patrones en la Cultura”, re-salta que “la cultura de cada pueblo es única y sólo puede ser comprendida desde sus propios términos”.

Es totalmente cierto que los herederos de cada cultu-ra, conformamos una manera peculiar de ser, de sentir, de creer, de mirar la vida…. que nos diferencia de otros.

Conocer nuestras raíces y el sentimiento que las al-bergan, nos hace ser portadores de unas potencialidades específicas y únicas, y de un ideal cultural que nos dife-rencia “per se” de otras personas.

En Don Benito, el grupo de promoción del Folclore Extremeño, Caramacho, desde su fundación ha cogido el testigo de la cultura del pueblo y entre sus trabajos des-tacan canciones, rondas, jotas… que relatan y reflejan las vivencias de nuestros pueblos. Nos vais desgranando el sentir de nuestras gentes, unas veces de forma jocosa,

otras con canciones de amor y de ronda, otras mostrando tradiciones, indumenta- ria…..

Son muchos años de gira, de recopilación de parti-turas y letras, de investigación del patrimonio musical y cultural de La Serena, La Siberia, El Folclore Rayano, las Vegas del Guadiana…

Son muchos años de indagación en oficios antiguos, juegos tradicionales, gastronomía tradicional, indumen-taria…

Son muchos años de dedicación para conocer, com-prender y extender el sentimiento de un pueblo.

Como premio a ese trabajo, a la difusión de la cultura y artes por todo el mundo, contáis con el reconocimiento de toda nuestra ciudad.

Hecho que se hizo más patente aún el pasado día 25 de Octubre, en el que el Excmo. Ayuntamiento de Don Benito, en un pleno extraordinario multitudinario cele-brado en el Teatro Imperial os otorgó junto a otros 3 colectivos la Medalla de la Ciudad.

Felicidades a todos. Enhorabuena por tantos premios y porque esta XIV revista haya salido a la luz. Todavía queda camino por recorrer y vuestra labor es fundamen-tal para hacernos conocer mejor nuestra cultura y com-prometernos en un futuro en el que el legado cultural nos permita ser mejores personas.

Y, como decía D. José Ortega y Gasset: “¡Educación, cultura! Ahí está todo. Esa es la reforma sustancial”.

PRESENTACIÓN

Pres

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ción Recopilar el legado Medalla de la Ciudad,

orgullo del pueblo

Desde que en 1999 comen-záramos con la publicación de nuestra revista “CARA-MANCHOS” siempre nos hemos planteado el reto de

divulgar, promocionar y acercar a todos los dombenitenses las actividades anuales de nuestro grupo, además de nuestras tradicio-nes y costumbres.

Cada año cuando comenzamos a re-coger los artículos que formarán parte de nuestra revista, nos sorprende la variedad, cantidad y calidad de curiosidades, trabajos de investigación, gastronomía, oficios anti-guos que aportan nuestros articulistas. Per-sonas que desinteresadamente trabajan con nuestro grupo año tras año con el único ob-jetivo de que la revista “CARAMANCHOS” vea la luz, a pesar de los momentos duros que vivimos en nuestro país que afectan al trabajo, a la educación, a la cultura… aún así somos optimistas, y como ganas de tra-bajar no nos falta, seguiremos luchando por todo en lo que creemos.

Este año que llega a su fin, ha sido un año importantísimo en la vida del grupo “CARAMANCHO”. Hemos estado inmer-sos en un montón de actividades, actuacio-nes y viajes que nos han llenado plenamen-te. Seguimos trabajando con las escuelas de folklore, con los grupos infantil y juvenil, enseñándoles y trasmitiéndoles valores que absorben con mucha facilidad. Nos senti-mos muy orgullosos de ellos.

Las actuaciones regionales nos han apor-tado la ayuda económica necesaria para se-guir subsistiendo, las nacionales (Urretxu y Santander) a promover y divulgar nuestro folklore fuera de nuestra comunidad, y la actuación internacional (Montrejeau, Fran-cia) la convivencia entre nosotros y con los demás países participantes, varios días lejos

de nuestros hogares, el esfuerzo y trabajo compartido entre todos y el orgullo de llevar el nombre de Don Benito fuera de nuestras fronteras, mas la emoción que suponía en cada actuación oír grupo CARAMANCHO, Don Benito, Extremadura, España.

Si todo esto no era suficiente nos desper-tamos un día con la noticia de que nuestro ayuntamiento concedía la medalla de oro de nuestra ciudad al GRUPO CARAMAN-CHO junto con otros tres colectivos: Aso-ciación Amigos de la Cultura Extremeña, Coral y Banda Municipal.

Para todos los que formamos esta gran familia ha sido un orgullo recibir esta me-dalla, máximo galardón que otorga nuestra ciudad. Para nosotros es el reconocimiento a todo el trabajo desarrollado por CARA-MANCHO desde su fundación en 1977 has-ta nuestros días.

Felicitar desde estas líneas a todos las personas que son y se sienten CARAMAN-CHO porque esta medalla es de todos, los que estuvieron, los que estamos actual-mente y las futuras generaciones tendrán la responsabilidad de mantener el nombre de nuestro grupo.

Agradecer a la Corporación Municipal la distinción que se nos ha otorgado, igual-mente a todos los colectivos y particulares que se han sumado a esta petición. Felicitar a la Concejalía de Cultura por su buen hacer en la organización del acto de entrega de la medalla.

Finalmente dar las gracias a los articulis-tas y casas colaboradoras por seguir confian-do en nuestra revista.

Genari Moreno CasadoGrupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

M. Josefa Valadés PulidoConcejal de Educación y Turismo. Don Benito

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PRESENTACIÓN 3

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RECONOCIMIENTO

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o Reconocimiento al fotógrafo Diego Sánchez Cordero

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Una delicia escribir sobre mi ami-go Diego que como persona es ejemplo cabal de supe-ración sin cuento y como profesional romántico fue

un cronista excepcional que plasmó con rigor crítico la vida de Don Benito desde los años 60 del pasado siglo hasta nuestros días. D. S. Cordero –esa era su firma profesional- es único. Y felicidades a Caramancho por esa Medalla de Oro y por reconocer a Diego.

Como humano sobre-pasó sus circunstancias y las ajenas. Nacido en un modesto hogar en la comarca de Tentudía, en Fuente de Cantos, paisano de los ilustres pintores Zurbarán y Mejía, Diego nunca tuvo una vida fácil. De niño trabajó en Ahillones, en lo que salía, en el campo. Ni pudo ir a la escuela. A los 16 años buscó una salida del aguje-ro yendo voluntario al Ejército.

EN LA GUERRA DE IFNI UN MORTERO PUDO MATARLE

Ingresó en el Rgto. Infantería Soria, 9, en Sevilla, y, carne de ca-ñón, fue trasladado a África, a Sidi Ifni, a una guerra con el moro de la que nadie informó. Nues-tros soldaditos morían allá por centenares y en España

la inmensa mayoría vivíamos ajenos a la tragedia. Fue en febrero de 1,958 en dictadura, claro.

Un día a Diego le alcanzó una granada de mortero. Los sacos terreros del parapeto de la trinchera le salvaron la vida, aunque no evita-ron los daños graves que el mortero causaron al joven fontanés, que quedó desquiciado con un desarreglo del sistema nervioso evidente. La

enfermedad se llama ataxia que según el insigne Marañón es “un trastorno caracterizado por

la disminución de la capacidad de coor-dinar los movimientos”. Voz y visión incluídos. Y Diego lo superó…

Tras ser hospitalizado en Sidi Ifni, fue trasladado a Las Palmas. Dormía sobre una colchoneta, en el suelo, y nadie, jamás, le dijo qué lesiones tenía. Le hablaron de parkinson pero… Le lleva-ron a Sevilla; luego fue tras-ladado a Madrid, al Gómez Ulla. Dos años rodando por hospitales militares. Horror. Un día acabó su plazo como voluntario y fue licencia-

do sin más, aún siendo un inútil, casi, un herido de guerra con secuelas gravísimas. Ni indemni-zación ni medalla. Nada.

Aunque de algo le sirvió ir al Ejército adonde aprendió a leer y a escribir, las cuen-tas…Y, al cabo, durante años, en Fuente de Cantos, ganó su pan enseñando a

leer y escribir a las esposas de los emigrantes para que estas leyeran las cartas del mari-do currante en Alemania, en Suiza…

DESDE 1962, UN CALABAZÓN MÁSEn 1.962 llegó a Don Benito, sobreviviendo dando clases

de máquina, que era novedoso. Ya jamás cambió de ciudad. Aquí se asentaron él e Isabel Molina Méndez y aquí le nacie-ron sus hijos Lino y Manuel. Y se hizo un calabazón más. Al comienzo vivió en El Barrial y yo le traté cuando vivió en el edificio PROCASA, zona de Las Albercas, afueras, cercano a un basurero que humeaba mierda a simple vista… ¡Y en el último piso, un cuarto que Diego bajaba y subía varias veces cada jornada!... Al fin ingresó en la ONCE, una luz, siendo delegado mi amigo Pepe Nieto Gallego, otro ejemplo de superación que se hizo bachiller casi con 60 años. Diego hasta su jubilación en 2005 vendió cupones por la zona de la Plaza de Abastos. Jamás dio un premio. Irónico, comenta: “Fui muy rentable a la ONCE: no pagué ni un solo premio de entidad”.

D.S CORDERO, CRONISTAUn buen día se hizo fotógrafo vocacional. También hubo

zancadillas, denuncias de avariciosos, que superó, pudiendo colaborar con el diario HOY durante un cuarto de siglo. Tra-bajamos juntos durante años con su producción fantástica, increíble. Las fotos de D. S. Cordero iluminaban cada cró-nica mía. No era yo el inductor: él hacía fotos, me las mos-traba y daba pie a mi crónica, a mi denuncia, en tiempos de riesgos…

De su afán –a cambio de nada o muy poco- podrían ha-blar otros colegas como E. Gª Calderón, Inma M. Pérez, An-garilla, Berna Calle, Barquilla, Pablo Sánchez… y la tesorería

RECONOCIMIENTO 5

Plasmó la vida dombenitense de casi

la mitad del siglo XX y parte del XXI en fotos,

testigo mudo y riguroso de su historia

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del HOY. ”Tuve que dejarlo porque no podía más”, me dijo. Pero su obra ahí está. Posee 40,000 nega-tivos dedicados a nuestro Don Benito y sus gen-tes. Ha hecho exposiciones varias, incluso una en Santa Amalia en 2010, que presenté. Un año an-tes, enero de 2009, el concejal de Cultura, Manuel Núñez, apoyó una idea mía de mostrar parte de su obra. Viajé algunos días a Don Benito, a su casa de Ciudad Jardín (desde donde se divisan lindos parajes del viejo Parque que debiera llamarse José Manzano, ay, y de una urbe que palpita a más…) y pergeñamos aquel repaso fotográfico a los años 70 y también una comparativa con fotos actuales en sitios concretos, cuyos textos y presentación realicé. Fue un gran éxito y, de alguna manera, Diego salió del armario de silencios… Merece más, mucho más. Prometimos publicar un libro, “Don Benito en blanco y negro”, y el alcalde dio luz verde; más aquella noche de

la presentación, por mostrar Plaza y fuente, mi pueblo, a ami-gas amalienes, sin ropa de abrigo, cogí una neumonía que derivó en endocarditis, por virus, y estuve hospitalizado varios meses en el Hospital de Mérida, hasta junio… Se nos fue el momento. Ahora intento retomar el compromiso pues lo estimo necesario para nuestra ciudad y por Diego, mas él se halla muy disminuido: pactando alguna visita y diálogos hubimos de dejar de hablar por-que “Amigo Ángel es que ni puedo sostener el teléfono”…me dijo suspirando… Lo superará.

Lo confieso aquí para que el alcalde y quienes escucharon el compromiso sepan que no incumplimos, sino que no parece po-sible, hoy. La obra de Diego está hecha a machimartillo, un mi-lagro de su arte y de su olímpica voluntad pues ese maldito tem-bleque le impedía laborar. Me alegro que Caramancho reconozca a mi amigo en quien siempre hallé, durante muchos años, aún hoy y pese a todo, arte del grande, cronista fiable y riguroso y una bonhomía, sentido común, compañerismo y amistad inequívocas de las que escasean hoy. Nadie regaló algo al bueno de Diego aun-que sí le eligieron los periodistas locales, generosos y justos, “Ca-labazón del Año”, lo más grande. De alguna manera todos somos deudores de Diego, un hombre bueno que jamás supo de rencores y superó cualesquiera circunstancia por nefasta que fuera. Un ejemplo para la ciudadanía. ¡Va por ti, Maestro!

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La vida deCARAMANCHO

Ángel Valadés

la obra deDiego está hechaa machamartillopues ese maldito

tembleque le impedia

laborar

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Tras este año tan emotivo, en el cual el grupo CARAMANCHO cumplía su 35 aniversa-rio, los bailes y actividades siguen su curso para regocijo de nuestra asociación. El año 2012 terminó con nuestros grupos infantil

y juvenil como principales protagonistas participando en el programa ``CONOCE TU REGIÓN´´ con el cual visitaron el museo del turrón de Castuera. Como todos los años actuaron en el Festival de Villancicos organiza-do por la Asociación de Amigos de la Cultura de Don Benito, llevando también estos cánticos navideños a la Iglesia de Santa María y posteriormente amenizaron las navidades a nuestros mayores en el Asilo Madre Teresa Jornet de Don Benito y en el Hospital San Antonio, cul-minando el año con una merecida fiesta de navidad.

Como recompensa de este año tan importante para el grupo, el día 28 de diciembre compartimos todos jun-tos en familia nuestra deseada cena navideña, donde cogimos fuerza, pues el último día del año CARAMAN-CHO participó por primera vez en la San silvestre Don-benitense finalizando así nuestro aniversario.

Recién entrado el año, el día 5 de Enero, participa-mos en la Cabalgata de los Reyes Magos con la carroza llamada `` El Carrusel´´. En este mismo mes, más con-cretamente el día 19, nuestros niños infantiles y juveniles actuaron en la caseta del barrio de San Sebastián como ya es costumbre desde hace unos años.

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2013 en la vida de Caramancho

LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES8

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El día 9 de febrero con motivo de los carnavales celebrados en nuestra localidad, las escuelas y la sección infantil del grupo realizaron un desfile junto a la comparsa Achikitú, con el lema de Carnaval Veneciano. Días después cerrábamos este mes con una magnífica convivencia de padres, madres y niños por el trabajo realizado con nuestra carroza de reyes, esta reunión tuvo lugar en la finca de Doña Blanca propiedad del ayuntamiento. Realmente fue un día ameno en buena compañía y donde todo el mundo dis-frutó de un día de campo.

Ya en el mes de Marzo, el día 2, se celebró en nuestra ciudad la II Feria Gastronómica en FEVAL donde los presentes tuvieron la oportunidad de ver a nuestros infantiles y juveniles en acción.

El día 16 de Marzo, tuvo lugar la Asamblea General de la Fe-deración Extremeña de Folklore, dicho acontecimiento se celebró en nuestra Casa de Cultura. En este mismo lugar y para coincidir con la asamblea se expuso unos carteles acerca de los instrumentos tradicionales en Extremadura. Más avanzado el mes, el día 23, se pasaba de la Asamblea General de la FEF a la Asamblea General

Ordinaria y Extraordinaria del Grupo Caramancho. En dicho acto únicamente se renovó el cargo de secretario que fue ocupado por Vicente Pérez Rubio.

La fiesta de convivencia organiza-da por la FEF este año se celebró en la ciudad de Plasencia el día 27 de Abril. Fue un día donde nos reunimos todos los grupos que componen esta federa-ción. Como es normal en estas reunio-nes lo que más se hizo a lo largo del día fue ¡BAILAR Y CANTAR! que es lo que mejor sabemos hacer, además de realizar concursos de tortilla y como no dispo-ner de un buen avituallamiento de comi-da y bebida para pasar el día.

Cómo cada año llegó el primer fin de semana de mayo y con él nuestro festival del Día de la Madre, el más emotivo, por-que es el que va dedicado a todas ellas. Don Javier Soto Ruiz fue el encargado de realizar la tradicional semblanza. Este año fue especial porque actuaron los veteranos, ese grupito de antiguos com-ponentes que siguen en contacto con el folklore por lo mucho que les gusta este mundo. Este día tuvieron la oportuni-dad de bailar de nuevo ante un público, y pudieron volver a sentir esos nervios antes de subir al escenario como anti-guamente.

Los grupos infantil y juvenil disfru-taron de su convivencia en las instala-ciones de Doña Blanca el día 18 de este mismo mes.

Llegamos a nuestra temporada es-tival cargada de diversas actuaciones, comenzando en junio con dos misas extremeñas y dándose el día 15 la cita anual de la Clausura de las Escuelas de Folklore, con un Ave María repleto de público orgulloso de nuestros pequeños bailarines. El día 26 nos trasladamos al municipio de Casas de Don Pedro para participar en el Programa de los Escena-

rios Móviles de la Junta de Extremadura.En el mes de Julio iniciamos nuestras salidas a nivel nacional

donde tuvimos el honor de formar parte del Festival Foklórico de Cartes (Cantabria), haciendo así un hito histórico en nuestra anda-dura por llevar nuestro folklore a todos los puntos de la geografía española.

Nuestra ciudad acogió en un mismo día el XV Festival Na-cional de Folklore ``CIUDAD DE DON BENITO´´ y el Festival Folklórico de los Pueblos del Mundo, como todos los años cele-brados a principios de Agosto. Tanto el grupo anfitrión como los grupos invitados (Grupo de Coros y Danzas ``Torreón de Cartes´´ de Cantabria y la Compañía de Danzas ``Camagua´´ de Cuba) hi-cieron disfrutar a los asistentes de una velada cargada de diversi-dad cultural sobre el escenario.

Al día siguiente los infantiles se desplazaron a nuestro pueblo vecino donde mostraron su talento en el VI Encuentro de la Villa de La Haba. Siguiendo nuestro recorrido por los municipios ex-tremeños fuimos hasta la provincia de Cáceres para actuar en el

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Recién llegados de Francia y sin tiempo para descansar continuamos las actuaciones por nuestra región, es el turno de la Coronada donde otro año más fuimos invitados para parti-cipar en su festival. Tras esta actuación fuimos a Villarta de los Montes dando por finalizado el Programa de los Esce-narios Móviles de la Junta.

Por segundo año consecutivo he-mos podido disfrutar del Festival Au-tonómico de Folklore Bonifacio Gil en el auditorio de Feval con la parti-cipación de las agrupaciones “Chispa” (Plasencia), “La Besana” (San Vicente de Alcantara), “La Dehesilla” (Miaja-das) y el grupo titular de Caramancho.

Finalizando el mes de septiembre llegó el momento de nuestro segundo viaje a nivel nacional, teniendo lugar en el municipio de Urretxu (Guipúz-coa). Allí nos alojábamos en un encla-ve natural maravilloso el cual pudimos compartir con el grupo de Colombia y con el grupo anfitrión, terminando de esta manera tan especial nuestras sali-das fuera de la región.

El día 11 de Octubre llegamos a nuestra tradicional noche “La Velá”, la fiesta más popular y más esperada para la localidad, pues es donde rendimos homenaje a nuestra patrona “La Vir-gen de las Cruces”. Este día empieza desde por la tarde con la ofrenda floral de los niños, posteriormente se canta una misa extremeña para dar fin a la novena y se culmina con la actuación de todas las secciones ante nuestra ma-dre.

Días antes de “La Velá” los niños de los infantiles actuaron con motivo de las Jornadas Calabazonas en el Salón de Plenos.

Después del año tan especial que vivimos en nuestro 35 aniversario, el 2013 vino cargado de una gran sorpre-sa como ha sido la concesión de la me-dalla de oro de la ciudad de Don Beni-to. Este acto ha sido muy significativo para nuestra agrupación pues es una manera de reconocer ante la sociedad la labor incansable en defensa de nues-tras raíces a través del folklore. Igual-mente desde Caramancho queremos felicitar a la agrupación de Amigos de la Cultura, a la Banda municipal y a la coral de Don Benito por también ha-ber sido premiados.

Las últimas actividades del año lle-garon en noviembre con la convivencia de todas nuestras categorías en la finca de La Serrezuela de Don Benito y cul-

FFPPM de Casatejada compartiendo escenario con Senegal.Y tras varios años de espera por fin llegó el tan ansiado

viaje al extranjero, cinco días llenos de convivencias, nuevas y gratas experiencias, amistades y unión de culturas. CARA-MANCHO tuvo el honor de representar por primera vez a nuestra región en la 54 Edición del Festival Mundial Folko-lor, del 14 al 19 de Agosto, en la localidad de Montrejeau (Francia) junto a los grupos de Polonia, Chipre, Benin, In-dia, Hungría, Francia y Bolivia.

El haber contado con la buena acogida que tuvimos en un festival de dicha índole supone un orgullo y un aliciente para seguir trabajando duro por este grupo, al igual que una satisfacción personal.

A pesar de ser un viaje cargado de multitud de activida-des (actuaciones, desfiles, juegos tradicionales…), sin ape-nas tiempo de descanso, fue una experiencia gratificante a la vez que inolvidable y que sin duda volveríamos a repetir.

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES12 13

Marta MuñozMaría Valadés

Nieves GonzálezMaría García

Noelia Lozano

minando con las jornadas de la FEF los días 23 y 24 en la Ciudad de Cáceres donde hubo un intercambio de cono-cimientos de danzas y bailes de las di-ferentes localidades extremeñas.

En resumen, el balance de este año ha sido muy positivo por la cantidad de actividades y experiencias vividas. Podemos asegurar que tras estos 36 años Caramancho sigue teniendo las mismas fuerzas y ganas para continuar con su andadura, y seguir llevando nuestro folklore allá por donde vaya-mos.

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LA VIDA DE CARAMANCHO MUCHO POR DECIR14

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ecir Sin partituras,

“sacaba las canciones de oído”

Me gustaría co-menzar este breve relato en agradecimiento al grupo “CA-

RAMANCHO”, por acordarse de mí y que sigan llevando el folklore por toda España y el mundo con esa ilusión de siempre.

Mi experiencia en el grupo empezó por el año 1977. Cuando comencé en el grupo trabajaba en Cofares donde conocí a Joaquín Rodríguez, él me conocía de cuan-do yo era pequeña porque estaba en la rondalla del colegio Francisco Valdés donde tocaba el laúd.

En aquel año de 1977, Joaquín, Pedro y otros más, tenían ganas de hacer un grupo de baile porque ellos habían estado en la Sección Femenina y empezamos a reunir-nos en la calle del Pilar en una casa de la parroquia de San Sebastián. Íbamos casi todos los días a ensa-yar. En la rondalla sólo estábamos Carlitos y yo, y unas cuantas voces, dos o tres y Ramón Gallego nos ayudaba. No teníamos partituras de música, las canciones tenía que sacarlas yo de oído de unas cintas de radio casete o cuando Pedro las cantaba.

Así estuvimos unos pocos de años hasta que comenzó a venir gente, una de las primeras fue Marisa “la de la acordeón” como comúnmente la llamo, ella sí que sabía de música.

Fue una experiencia muy bue-na en mi vida, una etapa muy fe-liz, éramos como una familia. Al principio se pasaba mal, ya que en las actuaciones no había escena-rio para bailar, ni micrófonos para

cantar, pasábamos frío en invierno y calor en verano, hambre cuando nos quedábamos hasta las tantas de la madrugada, pero muchas ve-ces nos íbamos después de los en-sayos y conciertos a las discotecas, donde conocíamos a gente de los pueblos. Nos lo pasábamos muy bien pero no nos acordábamos que al día siguiente había que ir a tra-bajar y todo por el folklore.

Unos de mis recuerdos es de cuando viajamos por primera vez al extranjero, Alemania, Holanda, Bélgica y Francia, fuimos en au-tobús unos 15 días. Actuábamos en algunos hogares extremeños o en teatros de algunas ciudades. Y como anécdota en Francia tuvi-mos que dormir en el autobús al lado del arco del triunfo porque no nos gustaba el hotel ya que había gente no muy agradable. En Ho-landa la gente extremeña y no ex-tremeña nos ofrecía sus casas para pasar las noches, eran personas amables y cariñosas, en fin que voy a decir sólo cosas buenas.

Tuve que dejar el grupo por la edad y al crear una familia no po-demos estar todo el día viajando de un lado para otro, pero siempre el grupo Caramancho y la gente que he conocido estarán en mi cora-zón.

Doy ánimo a las generaciones que han estado y están, que sigan con el folklore y con el grupo CA-RAMANCHO ya que nos costó mucho sacarlo para adelante sien-do jóvenes como vosotros.

¡ARRIBA CARAMANCHO!

El 15 de Febrero de este año 2013 , en el Colegio de Abo-gados de Badajoz, Joaquín, Eduardo, Carlos y Diego Soto, estuvieron con noso-

tros.Hacia en esa fecha dos años de la

muerte de mi padre, y lo recordamos desde el cariño estando juntos en la presentación de un libro sobre derecho y discapacidad en su memoria, editado por la Fundación Derecho y Discapa-cidad que el había impulsado.

Era un dia entre una fecha en la que cada año se llenaba nuestra casa del aroma de flores de mimosa que mi padre siempre regalaba a mi madre en su aniversario de boda, el 12 de Febre-ro, y el 17 de Febrero que desde ese año 2011sembró en nosotros el árbol de la tristeza que crece fuerte con el agua del paso de los días.

Fue un momento sencillo, como todos en los que el ha estado, lleno de personas llenas de cariño y de respe-to, compartiendo su presencia y su re-cuerdo. No como si estuviera, porque estaba, en mis hermanas, emociona-das, en mi madre, en sus nietos, sus amigos, nuestros.

Quería, dulcemente y con firmeza, está en frutos que permanecen, de aro-mas suaves de magnolios y mimosas, de cielos azules,caminos compartidos.

Allí estábamos, hablando de el, como si de un paseo se tratara en el que vamos un poco más adelante por-que el esta escuchando a su nieto ha-blarle, junto a Angela, emocionada, emocionante apretando la mano de mi madre.

Allí escuchamos a Rafael de Loren-zo recordar la fortaleza en su sencillez, en palabras como estas :

“José Soto García-Camacho con máxima voluntad, visión certera y desvelado empeño, hizo desbocado el camino, de complicaciones presentes

y futuras, se adelantó a muchos de sus colegas incorporando de forma más explícita la preocupación por los dere-chos de las personas con discapacidad a otras mas conocidas de su quehacer como notario. Ello no resultaba del todo novedoso, ya que el interés por temas humanos,estaba incluido en sus reflexiones personales que compartía generosamente con familia y amigos de su tan querida Extremadura de la que fue hijo benemérito.

Precisamente en estas tierras abrió un periodo de inusitado empuje a los asuntos relacionados con la discapaci-dad: figuras como la del Defensor de los derechos de las personas con discapa-cidad, asuntos como la accesibilidad, el patrimonio protegido, los poderes pre-ventivos, o temas tan espinosos como la capacidad jurídica, fueron asumidos por D. José con una visión innovado-ra y acertada. Desde su labor notarial fue un ferviente impulsor de aquellos mecanismos e instituciones civiles que pudiesen ser útiles para favorecer y ayudar a la situación de las personas con discapacidad. Alargo tal empeño a su larga pericia pedagógica, aquella impartida en el Colegio de Abogados de Badajoz y la Escuela de Práctica Ju-ridica, en las que promovió a ultranza los derechos de las personas con disca-pacidad, consiguiendo la implantación de un específico Turno de Oficio para el ejercicio de los derechos de esta po-blación, convirtiendo a Extremadura en precursora de tal servicio .”

Allí se habló de Don Benito, de Ventana Abierta, de la Asociacion de Amigos de la Cultura Extremeña.

Allí estuvieron sus amigos, nues-tros queridos Joaquin, Eduardo, Car-los y Diego, emocionados escuchando a mi hijo José hablando de su abuelo.

Joaquín me propuso volver a ver-nos pronto, en Mayo, en el dia de la madre, que hiciera el pregón del dia de la madre de este año 2013.

Como me propuso hace más de veinte años, hacer el pregón en la Se-mana Santa de 1992, en la Parroquia de Santiago, como hizo tantas veces como siempre desde el cariño, desde las ganas de estar juntos,de reunirnos.

Tenía razón, era un buen momento para dar cariño a mi madre,en el dia de la madre.

Al mismo tiempo un momento extraño. No por la distancia. Es cierto que cuando uno se va duele volver, pa-sar por la que fue tu casa, desconcierta, extraña pensar que ya no puedes en-trar, como hacías siempre, pensar que es real lo que ha sido muchas veces pe-sadilla. Y te alejas, para evitarlo. Pero el tiempo pasa, y al volver los sitios se van llenando de sentido, y las casas se desdibujan y las calles se reconocen por lo vivido, por los saludos, las son-

risas. Y entonces volver reconforta vol-ver al sitio donde vivimos.

La vida pasa, de prisa, cambian lugares, paisajes. Y lo que de verdad desconcierta es mirar, y no encon-trar la mirada de mi padre, la mirada serena,la mirada que busco todos los días, que echo en falta, que necesito.

Desconcierta mirar y no ver como siempre a mi padre al lado de mi ma-dre, confunde, como si tuviera la vista nublada, como si debiera frotarme los ojos para ver bien, para encontrar su mirada como siempre.

El tiempo no quita el vacío, el do-lor, la necesidad de que esté.

Quizá sea este momento de silen-cio más que de palabras, de lágrimas contenidas mas que de abrazos. Quizá sea este momento de recuerdos en si-lencio en vez de expresarlos.

Y sin embargo este momento es una excusa, sencilla, que nace del ca-riño de los amigos de siempre, de esos que soñaban juntos, excusa para dis-frutar de recuerdos que llegan a toda una vida.

En todos ellos, vosotros, juntos, nuestros padres, uniendo imágenes que nos llevan a sentir, a estar felices. Que nos hacen abrir los ojos y ver son-risas y cariño.

Y para decir, en un dia como este, de la madre, que es pronto todavía, que aún te necesitamos, que tienes que contarles a tus nietos, a los siete, nues-tra historia, que te necesitan.

En tus manos guardas sus manos, y, juntas, los días azules, las risas, guar-dan nuestros nombres, nuestra histo-ria.

Tus manos estan llenas de vida, de una vida felizmente vivida.

Están esperándote. Esperando la caricia de esos momentos, necesitando abrir los ojos y sorprenderse.

Esos ojos, de tus nietos, te esperan, esperan sus manos pequeñas. Tienes que cogerlas, llevarlas entre las viñas hacia el río Ortigas, a las uvas de fresa, a las risas, sonrisas, al cariño.

Por eso me froto los ojos y os veo como siempre juntos, como siempre has estado, a su lado, felices, emocio-nados. Está a tu lado, cogiendo de la manos a los niños, paseando en un día claro, como siempre atento, sonrien-do. Y tu con él, como siempre ha sido, como es.

Las lágrimas hacen ver. Frotar-se los ojos y veros como ahora, como siempre, juntos sonriendo. Como aho-ra esta, a tu lado, como estáis ahora, con nosotros. Como siempre estás, y has estado.

Mª ÁngelesParejo Velarde (Chiqui)

LA VIDA DE CARAMANCHO SEMBLANZA A LA MADRE 15

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Semblanza a la madre

José JavierSoto Ruiz

Page 10: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

La fecha del 25 de octubre de 2013 está grabada con letras de oro en la historia del Grupo Caramancho. Ese día, junto con otras tres asociaciones locales, el Grupo Caramancho recibió la Medalla de Oro de la ciudad, concedida por el Ayuntamiento en pleno

extraordinario celebrado al efecto en el Cine Teatro Imperial, en presencia de un pueblo entregado que lo abarrotaba. Tuve la suer-te de asistir como ex componente y expresidente del Grupo. Fue un acto emotivo, rebosante de emoción. Cuando la actual presi-denta, Genari Moreno subió al estrado a recibir el galardón, la emoción me embargaba a raudales. La presidenta no lucía un tra-je cualquiera, sino el traje de gala de Don Benito, idóneo para la ocasión. Su semblante reflejaba la emoción que flotaba en el am-biente y de la que todos éramos partícipes. Fue un acto lleno de simbolismo (la vestimenta, el discurso, el momento, la emoción contenida…), fruto del esfuerzo y la dedicación de cuantos han pasado por el Grupo durante estos casi cuarenta años, aportando granos de arena que han hecho una montaña.

Cientos de recuerdos se agolpaban en mi cabeza desde que un buen día del año 1979 aprendí mis primeros pasos en el centro parroquial de San Sebastián en la actual avenida del Pilar. Joaquín Rodríguez Valadés nos enseñaba los primeros pasos de una jota llamada “Ave María”. Lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo. Han pasado casi cuarenta años y el Grupo Cara-mancho se ha incardinado en Don Benito, formando parte de su historia. Y forma parte también de la vida de los muchos que hemos pasado por él. En mi caso particular, casi la mitad de mi vida. Y no puedo por menos que estar agradecido: sin él, mi vida no habría sido la misma.

LA VIDA DE CARAMANCHO MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD 17

Med

alla

de la

Ciu

dad

Medalla de Oro de la Ciudad de DonBenitoHola, buenas.

Uno de Ore-llana a la “pluma”.

En las líneas siguientes les rela-

taré mi llegada al grupo, así como las experiencias vividas en el mis-mo a modo de presenta-ción para todo aquél que aún no me conozca.

Mi nombre es Fran-cisco José y soy un chico de 21 años, de Orellana la Vieja y estudiante del Gra-do en Educación Primaria, vamos, lo que antes era Magisterio, más o menos. Algunos se preguntarán,… y este, ¿qué hace aquí? Pues bien, les cuento…

Mi llegada al grupo vino de la mano de Fran-cisco Martínez otro com-ponente de Caramancho y también de mi mismo pueblo. Allí participamos anualmente desde hace bastantes años en la repre-sentación teatral de “La Pasión de Cristo” y en el “Retablo de la Navidad” en la sección musical, sobre todo.

En uno de los ensayos de ‘la Pasión’ de 2012 me comentó que aquí en Caramancho siempre solía hacer falta alguna que otra gui-tarra, sobre todo, para los viajes largos, pues, por compromisos de trabajo, los demás no siempre podían asistir, que si estaba intere-sado en incorporarme. Y, sin pen-sármelo mucho me lancé a esta aventura.

Desde siempre me ha gustado el folklore, aunque hasta ahora “no haya formado parte de él”. Este en-trecomillado viene porque, como muchos me habrán oído alguna vez, siempre digo: “El folklore es del pueblo; y, el pueblo, somos to-

dos. Por tanto, el folklore es nues-tro”.

Tanto en la plaza de Orellana en el Festival de los Pueblos del Mundo, por ejemplo, o el día de la Romería de Piedraescrita, en Campanario (pueblo natal de mi madre) siempre he disfrutado de toda representación folklórica que se prestase, ya sea tarareando sus canciones o buscando letras y au-

dios después, aunque, eso sí, siem-pre de espectador.

Desde mi estreno en el Festival del Día de la Madre de 2012 hasta la última actuación para la entre-ga de la Medalla, he de decir que, a pesar del título de esta pequeña

aportación, Otro candil de casa ajena, -expresión que tomo prestada, pues es a Francisco a quién le han llegado a decir que parece un “candil de casa ajena”- no he echado nunca en fal-ta el estar “como en casa”, pues así me encuentro desde el primer momen-to en que pisé el suelo del antiguo matadero (Sede y lugar de ensayo del grupo), pues no dejo de estar en casa y con la familia.

Como habrán podido leer, solo hay palabras de agradecimiento y espero que así sea durante mucho tiempo para este grupo de personas, porque, aunque seamos unos “frikis” del folklore –como me han llamado a mí, esto sí- no somos raros, ni hacemos actos satánicos ni na’ ni na’,

algunos podemos disimularlo y parecer normales.

Sin más, muchas gracias y en-horabuena a todo el grupo, tanto a los que pasaron como a los que ahora están en él por ese mereci-dísimo reconocimiento a la labor que han venido desarrollando con la Medalla de Oro de la Ciudad de Don Benito. ¡Felicidades!

LA VIDA DE CARAMANCHO NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO16

Otro candil de casa ajenaNu

estra

s viv

encia

s

Fco. José Rincón Gálvez

José Mª Mena González

Los cinco presidentes de Caramancho

Momento de la Entrega de la Medalla de Oro

Page 11: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

En el mundo del Folklore se suele decir que los Grupos somos como una gran familia con nuestras alegrías, nuestras penas, nues-tras dificultades, nuestras satisfacciones... También es por todos sabido, que el Folklo-

re se ha caracterizado siempre por la adaptación a los tiempos, preservando ese carácter cultural tradicional del pueblo del que procede, lo que llamamos RAÍCES...

“Caramancho”, igual que muchos grupos folklóricos de nuestra geografía, está compuesto por familiares di-rectos, que llevan el folklore como una forma de vida, y por miembros que no somos familia directa de ningún otro componente, pero que el paso del tiempo y todas las vivencias han hecho que si podamos considerarnos así.

En todas las familias, y más en estos tiempos, se está sufriendo una serie de dificultades de una forma más o menos directa. En el caso de nuestro grupo no es menos. Somos varios los componentes, que por unas circuns-tancias u otras nos encontramos fuera de nuestro país para intentar buscarnos un futuro profesional, que por diversos motivos, a los cuales no voy entrar, en mi país no podemos tener.

Es precisamente esa distancia la que hace que los que nos encontramos fuera de nuestra ciudad, vivamos ahora el folklore de nuestro grupo de una forma diferente.

Ya hace casi un año que crucé las fronteras de nuestro país con la maleta cargada de ilusiones. Lo que no sabía hasta ese día es que en ella iba también el sentimiento de añoran-za, de recuerdo y, en par-te, un poco de envidia, de lo que en el grupo se iba a vivir a partir de ese momento. Hasta el día de hoy he visto desde la distancia, aunque hoy gracias a las nue-vas tecnologías esa distancia se acorta bastante, como el grupo “Caramancho”, mi grupo, viajaba a Cantabria y País Vasco; organizaban nuestro Festival de Folklore, como cada verano; pasaba las fronteras para dar a cono-cer nuestra cultura en Francia, disfrutaban, reían, baila-ban o se relacionaban con gente de otros países, dando, como hacen siempre, lo mejor de cada uno; le bailaban a nuestra Patrona, como tradicionalmente hacen siempre

el 11 de Octubre por la noche. Son momen-tos que los que no pode-mos vivirlos directamen-te, recorda-mos siempre con nostalgia.

Como en una fa- m i -lia cuando tomamos la deci- sión de irnos, dejamos atrás a esa gente que nos quiere, con la que reí-mos y con la que vivimos día a día. Por eso no quiero que estas palabras se tomen con pena, sino como una alegría, ya que todos estos sentimientos, que son los que me han hecho escribir esto, han sido el fruto de ese tra-bajo de tantos años en el folklore. Eso que no se sube a un escenario o que el público puede ver desde sus asien-tos, sino que sólo podemos vivir aquellos que nos subi-

mos a las tablas. Por todo ello,

dar las gracias a todos los compa-ñeros y compañe-ras, que forman o han formado parte de esta fami-lia, porque desde la distancia aún notamos, cuando hablamos por dife-rentes medios, que lo que en la calle Ancha se vive, traspasa fronteras.

LA VIDA DE CARAMANCHO QUE HABLEN LOS NIÑOS18

Que

habl

en lo

s ni

ños Nuestro futuro

Argumentos de niños de las Escuelas de Folklore de Cara-mancho, que expresan su sentir en el grupo y sus experiencias.

Hola, soy Daniel Sánchez-Miranda Moreno, tengo ocho años y llevo bailando tres años, me gusta estar aquí porque me divierto mucho con mis compañeros también juga-mos. La profe es buena aunque algunas veces se enfada si no bailamos bien.Yo os animo a que probéis y os apuntéis.                                                                                   DANIEL.

LA VIDA DE CARAMANCHO FAMILIA CARAMANCHO 19

Desd

e la

dist

ancia

FamiliaCaramancho

...lo que en la calle Ancha

se vive,traspasa

fronteras.

Pedro Carreño Jiménez

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LA VIDA DE CARAMANCHO FESTIVAL FOLKOLOR EN FRANCIA 21LA VIDA DE CARAMANCHO FESTIVAL FOLKOLOR EN FRANCIA20

Folko

lor Francia. Folkolor

Un encuentro de músicas y culturas

Tanto tiempo espe-rando para salir al extranjero... Tan le-jano nos parecía ese momento y casi sin

darnos cuenta, llegó la tarde del 14 de agosto, entre nervios y ajetreos, baúles y maletas (estudiando la mejor forma de colocarlos, pues el mínimo hueco libre era aprove-chado) y prisas por coger el mejor sitio en el autobús, pusimos rum-bo a Montrejeau (Francia).

Tras 15 horas de viaje, Ca-ramancho llega a su destino: un pequeño y bonito pueblo francés situado entre los Pirineos. Nuestro lugar de residencia fue un colegio, el cual compartíamos con el resto de grupos participantes en el fes-tival. Una vez allí, nos recibieron dos guías francesas que serían nuestras acompañantes durante el resto de días. Después de repartir habitaciones, nos pusimos a des-

hacer equipajes y a colocar los trajes, pues dentro de unas horas tendríamos nuestra primera ac-tuación.

Tuvimos que habituarnos al horario francés (a las 12:30h la co-mida y a las 19:30h la cena) y aun-que siempre comíamos con ganas,

no podían faltar nuestras comi-das “a la española”: meriendas y segundas cenas (pasteles, embu-tidos, etc.) para reponer fuerzas después de bailar.

Era la hora de la siesta en Espa-ña (15:00h) pero nosotros estába-mos vestidos de gala, preparados

para desfilar y presentar nuestra primera actuación. Esa fue la primera vez en la que sentimos la esencia del Festival Mun-dial Folkolor, grupos de 7 países distintos con sus trajes e instrumentos tradiciona-les, llenando la plaza de Montrejeau de una fusión de colores, música y danzas que nos acompañaría todo el festival.

Con la actuación de esa noche pusi-mos final a un largo día. Nos fuimos a dormir cansados pero con un buen sabor de boca, pues todo estaba saliendo como esperábamos.

Al día siguiente volvimos a la infan-cia: tuvo lugar una convivencia entre los

grupos cuya temática eran los juegos tradicionales y populares, en la que cada grupo mostró una serie de juegos en la que todos participábamos. Aunque la mayoría no hablábamos el mismo idio-ma, resultaba asombroso como nos en-tendíamos y colaborábamos como si nos conociéramos de toda la vida y no nos separaran miles de kilómetros.

Esa tarde nuestro público fueron los mayores, nos trasladamos hasta una re-sidencia de ancianos donde nos recibie-ron con alegría y entusiasmo, pues con nuestros bailes les desplazamos en un pequeño viaje por la cultura extremeña,

sacándoles así de su rutina diaria y agra-deciéndonoslo con su cariño.

Acabando de cenar y esperando la hora de la actuación, una tormenta hizo que se suspendiera la programación de esa noche. La organización del festival acondicionó el comedor para que los grupos nos pudiéramos reunir de mane-ra informal y pasar la noche de tormenta de la mejor forma que sabemos hacer: bailando.

El sábado día 17 de agosto no podía faltar en un festival de categoría y pres-tigio, como es el Festival Mundial de Folkolor, la recepción del alcalde para

Page 13: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

darnos la bienvenida a todos los grupos participantes y agradecernos el esfuerzo y dedicación al festival, intercambiando regalos como sím-bolo de unión entre las distintas cultu-ras.

Hasta la noche no volvíamos a actuar, por lo que aprovechamos la tarde para descan-sar, conocer el pue-blo o simplemente pasando el rato con los compañe-ros, donde las risas, juegos y anécdotas iban sumando mo-mentos para recordar.

Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al último día del festival. Por la mañana

participamos en una procesión y en la posterior misa que se celebró para los grupos y el público en general que qui-

so asistir, intervi-niendo cada grupo en una parte de la misa. Con la última actuación del día pusimos el broche final al festival, lle-nando el escenario de colorido y ale-gría. Notamos por los aplausos y ova-ciones del público así como por las felicitaciones de la Organización, que Caramancho había

superado las expectativas de tan presti-gioso festival, dejando en la mejor posi-ción a Extremadura y España.

No podríamos acabar sin dar las gra-cias a la organización del Festival Mun-dial Folkolor de Montrejeau, ya que en todo momento estuvieron pendientes de nosotros, para que no nos faltara de nada y nos sintiéramos lo más cómodos po-sible, mencionando la calidad tanto del alojamiento como de la comida.

Estamos muy orgullosos de que Cara-mancho haya formado parte de este festi-val, pues todos los grupos que participan tienen un alto nivel y son estudiados por la Organización antes de ser aceptados.

Fuimos a Francia para actuar, pero de allí nos hemos traído experiencias, amis-tades y recuerdos que nos han hecho cre-cer como personas y como grupo, por lo que esperamos poder repetir muy pronto.

Esther DonosoMarta Muñoz

Nos hemos traído

experiencias,amistades

y recuerdos...

LA VIDA DE CARAMANCHO FESTIVAL FOLKOLOR EN FRANCIA 23LA VIDA DE CARAMANCHO FESTIVAL FOLKOLOR EN FRANCIA22

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES24 LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES 25

Jota de Cuentas

• INSTRUMENTAL.

He de contar al revés las piedras de la columna,he de contar al revés:dieciséis, quince, catorce, trece, doce, once y diez. (bis)

• INSTRUMENTAL.

Por ver si me marro alguna las he de seguir contando, por ver si me marro alguna: nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, una. (bis)

• INSTRUMENTAL.

Jotas las hay más de una en el pueblo de Orellana,jotas las hay más de una,pero como la de Cuentas “pa” bailarla no hay ninguna. (bis)

• INSTRUMENTAL.

Parti

tura

s y

Canc

ione

s

Esta jota popular de Orellana la Vieja, era interpretada en los bailes públicos de la localidad cuando, al llegar la autoridad, “La Justicia”, a comprobar que todo estaba “como era menester”, se suspendía la música (generalmente una rondalla formada por laúdes, bandurrias, guitarras, cantantes y en ocasio-nes acordeón) y, se alejaban todas las personas que bailaban de la pista y, “en honor a La Justicia, se tocaba, se cantaba y, las mejores parejas del baile bailaban, LA JOTA DE CUENTAS”.

Rondeña de Casillas de Coria

Para buenas mozas Coria, para buenas mozas Coria, para salero en Casillas,para saltar y brincar,las mozas de Cachorrilla,para saltar y brincar,las mozas de Cachorrilla

Lloraba tu madre un día,por un beso que te dí,lloraba tu madre un día,ven pa cá tu y dame un ciento,pa ver si llora la mía,ven pa cá tu y dame un ciento,pa ver si llora la mía.

No te la quisiera dar,la despedida te doy,no te la quisiera dar,con lágrimas en los ojos,quedo regao el umbral,con lágrimas en los ojos,quedo regao el umbral

Esta elegante danza que se bailaba en las fiestas del Tálamo y en honor a su Patrón San Ramón, aún permanece viva en la memoria de algunos mayo-res de Casillas de Coria.

Page 15: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES LA VIDA DE CARAMANCHO ARTÍCULOS DE PRENSA26 27

Ande, ande, ande la marimorenaande los turrones de la Nochegüenay si los turrones no nos quieren dá,dadnos pesetillas que nos gustan mah.

Esta noch’eh Nochegüena y mañana cañamone;ha parío la estanqueraun celemín de ratone.

En el portal de Beléngitanillas han entrao,y al Niño, qu’está en la cunaloh pañueloh l’han quitao

Pícarah gitana,carah de panadero,que al Rey de loh Reyehl’han quedao en cuero

En el portal de Belénhay un hombre haciendo migas,se le cayó la sartény acudieron las hormigas.

Gitanillas han entraoPa

rtitu

ras

y Ca

ncio

nes

Raquel Valadés

Pren

sa

Artículos de prensa 2013

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSALA VIDA DE CARAMANCHO ARTÍCULOS DE PRENSA28 29

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES 31

El 2

013

en im

ágen

esLA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES30

Cena de Navidad Carnaval Veneciano

Carroza de Reyes

Actuación en Asilos Cartes (Cantabria)

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES32 LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2013 EN IMÁGENES 33

Festival de Villancicos

Clausura Escuelas de Folklore

Clausura Escuelas de Folklore

Convivencia en Doña Blanca

Page 19: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES34 LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2013 EN IMÁGENES 35

Festival Bonifacio Gil Día de la Madre

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES36 LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2013 EN IMÁGENES 37

Festival Nacional e Internacional

Visita al Museo del Turrón de Castuera

Jornadas Calabazonas

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES38

Herri Arteko Folklore Jaialdia de URREXTU (Guipúzcoa)

LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2013 EN IMÁGENES 39

Folkolor. Francia

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Acerca deDon Benito

La Velá

Entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad

LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2013 EN IMÁGENES40

Page 23: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

Curiosidades de la historiade Don Benito (V)

Desde siempre hemos tenido visitas rele-vantes, como es la de Alfonso XIII, que venía a cazar a la -finca de los Ventosos, cuyo dueño fue Don Eduardo Olea. A dicha finca llegaron tam-

bién los mejores y famosos toreros de la época a las tientas, pues la ganadería era de solera, todos invitados por el dueño de caldereteas.

También Salmerón, famoso político republicano, visitaba frecuentemente nuestra ciu-dad, hospedándose en la casa de su amigo Don Florencio Aguacil Carrasco.

Don Eduardo Olea, el Con-de de Campo de Orellana y Don Diego de la Cámara, fue-ron los dueños de los tres prime-ros coches que circularon por Don Benito.

Se sabe que “La Fornarina”, famosa cupletista y actriz de teatro, fue “la favorita” tanto del Rey como del Sr. Olea... y hablando de Roma, en el pueblo casi

todos los señoritos, porque eso vestía mucho, tenían a sus “preferidas”, por la zona del Arenal y Carchenilla principalmente, donde se concentraban la mayoría:

“La Curra”, “La Chata”, “La Lola”, “La Amadora”, “La Magacela”, “La Rosario”, “La María la

Seca”,. “La Emi1ia” vivían en casitas humildes y eran muy visitadas por

los mozos. Ahora, que el que más las “jodió”, fue el de los

40 años, cerrando todas las casas. Sórdidas rinconadas en donde los mozos rijo-sos cogían las enferme-dades repugnantes según decía Francisca Valdés y comenzaban a odiar el trabajo.

El Doctor Emilio Ortiz y Fernández, que se especiali-

zó en el Hospital San Juan de Dios de Madrid, era uno de los

mejores especialistas en enferme-dades venéreas, como sífilis muy co-

mún de la época al igual que el paludismo y la viruela por las que morían muchas personas.

El puritanismo fue muy relevante y no me extraña que fueran muy visitadas esas casas por tantos reprimi-dos, que se iban a la estación a ver a las mozas de subir al tren, para poder verlas los tobillos o se escondían

ACERCA DE DON BENITO. SOBRE NUESTRO PUEBLO 43

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ACERCA DE DON BENITO. SOBRE NUESTRO PUEBLO42

entre las higueras en el badén, cuando las zonas de baños estaban limitadas a solo mujeres u hombres, aunque los miembros fueran de la misma familia.

Gran culpa de ello la tenían las jóvenes distinguidas y honro-sas labriegas que confesaban semanalmente y estimaban impúdico bañarse, besarse, tocarse, mirarse... todo era ruborizante.

Cuando el paseo se encontraba en pleno apogeo, sentada la gente en los veladores que había alrededor de los seis kioscos de bebidas, y del templete metálico donde to-caban los músicos, ya de noche en la esquina del Ayuntamiento viejo “El colaó”, como se le llamaba al altavoz, daba las novedades de las vergüenzas del pueblo, para los curiosos que aguardaban el momento de las noticias. “Se ha encontrado a fulanita con fulanito a ciertas horas por el guarda tal, en la -finca cual, cometiendo actos impuros”, (haciendo el nananiana).

En los bailes, las mozas se ponían perdi-gones de plomo en las bastillas para que en las vueltas no se le-

vantarán las faldas. Esas mozas frescachonas, que como cosmética utilizaban el ajo de calabaza muy caliente con el que le subían los colores naturales, y con esos mantones y vestiduras varias, sacados de los arcones con olor a membrillo.

Cuando llegaba la Fiesta de San Sebastián, (el barrio más an-tiguo y popular de Don Benito) donde vivían principalmente los pastores, “Los Martireños”, preparaban los pestiños y ga-ñotes y engalanaban meticulosamente las casas, sobre todo el zaguán, enjalbegando los rol1itos de piedras y los laterales unta-dos con aceite para darles brillo, eran tan exagerados que por no deshacer las camas de colchones de lana, dormían encima de los arcones y al anochecer cuando regresa-ban del campo, entraban las caballerías en brazo hasta las cuadras para no manchar la casa.

Equipo de Investigación (1989)

las jóvenes distinguidas

estimaban impúdico bañarse, besarse,

tocarse, mirarse....

Page 24: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

ACERCA DE DON BENITO. COMERCIOS CON HISTORIA44

Qué sería un pueblo sin comercios? ¿Qué sería de una Ciudad sin industrias?. Pues bien, a lo largo de su vida, la Ciudad de Don Benito ha poseído co-mercios e industrias con historia propia; una his-toria que a lo largo de los años se ha ido olvidando

y por ende, perdiendo.Son muchas las horas que paso buceando entre las pá-

ginas de antiguos periódicos, buscando noticias y sucesos sobre nuestra Ciudad. En una de estas sumersiones perio-dísticas, he podido hallar parte de la historia de nuestra Ciudad, concretamente a la parte relacionada con la in-dustria y los comercios que han existido en Don Benito.

A continuación, transcribo algunos de los textos que he hallado.

Fábrica de Curtidos “Viuda de Patricio Cerrato”Este importante centro fabril que por modo extraor-

dinario honra a nuestra población, se remonta en sus co-

mienzos al año 1840, siendo en aquel año fundado por el padre político de la respetable señora viuda de Patricio Cerrato, que ha dado justo renombre en los confines de España.

Modestamente, como solía ser entonces el ambiente y las aspiraciones de los industriales de Don Benito, se co-menzó a construir en él, solo calzado basto para personas agrícolas. Pero como el talento y la actividad fue desarro-llándose y el crédito del establecimiento se acrecentaran y en poder del honorable varón, Patricio Cerrato se ensan-chó a la esfera del calzado fino, viendo la clientela que, si para la obra basta eran idóneos los gerentes y operarios de la casa, para la obra fina eran también competentísimos.

Y ahora se echa de ver el temperamento industrial y la actividad indeclinable de la señora a cuyo nombre aparece rotulado el establecimiento. Muerto el esposo, inteligente y bueno, y quedándole seis hijos de corta edad, el mayor, Manuel, no pasaba de trece años, concierta sus energías, estudia y alcanza voluntades, vigila y alienta los trabajos, y pone la fabricación en grande escala de calzados de todo género y la de curtidos y llega a conseguir una amplitud de la mano de obra y un crédito para su casa, que no conoce otro rival, no solo en Don Benito, sino tal vez en muchas provincias de España. Porque no se contrae la exportación de los productos de su fábrica a la casi totalidad de las pro-vincias peninsulares, sino que pasa a Marruecos y se dilata por otros horizontes.

Hoy ya cuenta con la ayuda poderosa de sus cuatro hi-jos varones, Manuel, Francisco, Alonso y José, que al frente de las varias secciones regentan el establecimiento.

El amor grande que tenemos por nuestro pueblo, se

ACERCA DE DON BENITO. COMERCIOS CON HISTORIA 45

Inve

stig

ació

n Don Benito, Comercios con historia

siente altamente halago al contemplar industrias de esta índole, en el más completo y perfecto desarrollo y con vitalidad y pujanza ex-traordinaria.

Inteligencia, método, voluntad perseverante, atención delica-da y honradez sin tacha, que son las cualidades triunfadoras en el mundo, aplicadas a un asunto cualquiera, se hayan reunidas en las personas de los que constituyen el elemento dirigente y operarios de esta casa. Por eso triunfó la señora viuda de Patricio Cerrato y por eso seguirán conquistando éxitos sus hijos en los negocios.

Fábrica de Sombreros “F. Pedrosa”Una prueba de que la perseverancia es la madre de los éxitos,

está en Francisco Pedrosa, dedicado hace unos treinta años a la fa-bricación de sombreros para caballero y el frente del despacho al detalle establecido en la calle de Pérez Galdós, número 10.

En los primeros tiempos de su actividad industrial, habíase ins-talado en la calle del Mirador, consiguiendo en corto espacio de tiempo colocarse a la cabeza de los industriales de este importante ramo, y atrayendo hacia su fábrica la atención de todos los pueblos

comarcales, que desde aquellos tiempos hubieron de surtirse de ella, porque a la baratura de los precios, unía siempre la excelente presentación de los objetos fabricados y la calidad insuperable de los mismos.

El establecimiento actual lo abrió en la calle de Pérez Galdós, 10, hace próximamente veinte años. La especialidad de la fábrica de sombreros de Pedrosa, es el plano, ya hoy decaído, y la venta de todos los modelos importados de las principales casas productoras de España y de Italia, así como la gorra de todas las calidades y mo-delos, y el balandrán sacerdotal confeccionado a la medida.

La venta la tiene montada al por mayor y al detalle y dirige per-sonalmente el taller, inspirando todos los trabajos de sus operarios.

Confitería y Pastelería “La Favorita”Coincide con la feria la inauguración de este establecimiento de

Confitería y Pastelería que, Don Miguel Sarrión, ha sabido orga-nizar teniendo en cuenta las más exigentes demandas que el ramo impone. El local, calle de Groizard 23, ha sido acondicionado debi-damente para responder a los gustos de cada cliente. Inmediata al despacho ha dispuesto una dependencia con veladores, para mayor comodidad de sus favorecedores.

Cuenta con un inmenso surtido en estuches fantasía, propios para regalos. La especialidad del nuevo establecimiento son los pas-teles y dulces finos. Capacitado el señor Sarrión para esta especia-lidad, se dispone a ofrecer los más exquisitos géneros, haciendo el milagro de abaratar el artículo, para satisfacer a todos.

Por la prosperidad del nuevo establecimiento hacemos todos, bien que el solo nombre y la justa fama de Don Miguel Sarrión, son garantías más firmes del rotundo triunfo.

Central Eléctrica de Don Benito y Villanueva de la Serena S.A.La vida económica de una pobla-

ción solamente es apreciable en plena actividad productora; de la leyenda gris de nuestros pueblos, calmosos, heridos acaso por la fortaleza misma de su sol poderoso, inactivos porque gozan en la contemplación de las quietudes natura-les, hemos salido a plena luz de la bata-lla, vibrantes de energías. A simple vista se confunde el viajero pensando en una situación de estos pueblos (por su quie-tud) vecinos de la abulia, y, sin embargo, frente a esta maravillosa actividad de “Central Eléctrica de Don Benito y Villa-nueva de la Serena, S.A.”, suministradora de energía eléctrica para Don Benito e igualmente elaboradora de harinas y de pan, con un radio de acción amplísimo, es preciso meditar más serenamente y descubrir, en toda su intensidad, la labo-riosidad de unos hombres fundidos en el crisol de las voluntades.

Porque la razón social que encabeza estas líneas, regentada des-de 1º de agosto de 1926, por los señores Don Fabián Lozano Reyes, presidente del Consejo de Administración, y por Don Luis Ducasse Lozano como gerente (nervio central de esta industria), ha realiza-do en el transcurso de unos años, una labor tan intensa y a la vez tan fructífera, que se puede afirmar en forma categórica, que ni es posible obtener mayor partido de la voluntad de progreso ni es fácil encontrar en Extremadura una organización industrial tan intere-sante, por la perfección de sus medios de trabajo y por el alcance

El amor grande quetenemos por nuestro

pueblo, se sientealtamente halago al

contemplar industrias de esta índole...

Cuenta con un inmenso

surtidoen estuches

fantasía, propiospara regalos.

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que se ha dado a su radio de acción, como decimos anteriormente; consecuencia, na-tural, todo ello, de esa superabundancia de elementos que es la característica, industrial de “Central Eléctrica de Don Benito y Villa-nueva de la Serena, S.A.”, en forma que en ocasiones se le hace difícil, ante la excesi-

va demanda, complacer todos los requeri-mientos.

Preside esta actividad una forma de tra-bajo productora del éxito: la sinceridad, y por ella todo el camino es llano, hasta el ex-tremo de hacerse insustituible su consejo, el informe concienzudo, para la formación de juicios en los momentos culminantes para la producción y para el consumo.

Creada en febrero del año 1897, sólo acrecienta su vitalidad desde que los seño-res Lozano y Conejo la toman en arrenda-miento, encomendando la dirección técnica a Don Luis Ducasse. Pero el periodo esplen-doroso de “Central Eléctrica de Don Benito y Villanueva de la Serena S.A.”, surge al fun-cionar íntegramente la entidad matriz bajo la presidencia de Don Fabián Lozano y la gerencia de Don Luis Ducasse.

Su radio de acción, como panificadora, alcanza a principales pueblos de los parti-dos judiciales de Don Benito, Villanueva de la Serena y Castuera, con una capacidad de producción superior a 25.000 kilogramos de trigo duro y 30.000 de tierno, en cada vein-ticuatro horas. Puede alcanzar estas canti-dades en la producción, por la perfección de su maquinaria sistema Daverio, movida por electricidad que suministra la misma fábrica, junta con el alumbrado público de Don Benito. En cuanto a la parte harinera,

concurren a ella las regiones de Andalucía, Cataluña, Levante y otras.

Hemos hecho una visita a la fábrica de Don Benito - Villanueva de la Serena, si-tuada en el pintoresco lugar conocido por Arroyo del Campo, amplia edificación que contiene todos los materiales precisos para

movilizar tanta energía, y así como en el más mínimo detalle puede ser descubierto el temperamento humano, es fácil observar allí el orden, la rigurosa organización, que es, como decimos anteriormente, la carac-terística fundamental de esta poderosa in-dustria que habla de modo tan elocuente, de

los progresos de la tierra extremeña, al que contribuyen, con energía merecedora de aplauso, estas férreas voluntades directrices, de los señores Lozano y Ducasse.

La vida interna se rige por procedimien-tos modernísimos, bien que la inteligente compresión del señor Ducasse ha sabido in-troducir variantes en los ficheros america-nos y en los archivadores, puestas en forma que respondan a las prescripciones de nues-tro Código de Comercio.

La solidez de su prestigio, no se ha podi-do resentir, ni en los momentos más difíci-les porque ha atravesado, y en general, sigue atravesando, la industria española.

Es así como se hace Patria, como se lle-na de prestigio el solar regional; este trabajo inteligente, es para los pueblos extremeños, como el sacudimiento de una pereza preté-rita que hace vibrar toda la energía formida-ble de sus fuentes de riqueza.

Por ello merecen bien de todos, los se-ñores Lozano y Ducasse, y gratitud especial del pueblo de Don Benito que ha visto en un corto espacio de tiempo, transformarse sus antiguos procedimientos, y en general, su vida toda.

La Moda Elegante. Honorino Moreno Cuesta

Ocupando el chaflán de la Plaza de Groizard, vértice interesantísimo de princi-pales vías de Don Benito, se estableció Don Honorino M. Cuesta, excelente conocedor de los resortes de su negocio de Paquetería, Mercería y Novedades, dando preferencia en el ramo a los géneros de punto. Desde su fundación, “La Moda Elegante”, ha sido

el lugar de más poderosa atracción para cuantos llegan a la ciudad de Don Benito e interesan artícu-los de última novedad.

Un sentido moderno de la actividad comercial, ha impulsado la obra del señor Moreno Cuesta, en forma tal que ni hay co-lección más completa en los más variados artículos ni pueden ser encontra-dos precios más equitati-vos en toda la ciudad.

La Moda Elegante, establecida en la Plaza de Groizard, 25, tiene los más extensos surtidos en pañolería, seda, hilo y al-godón, cintas, tiras bor-dadas, encajes, guantes, corsés, paraguas, sombri-llas, bastones y abanicos,

perfumería y bisutería.

Antonio Vallejo FernándezCon once pesetas en el bolsillo, una ju-

ventud decidida y un optimismo franco, hacía su entrada en Don Benito, allá por el año 1876, un mozalbete que mostraba aspi-raciones sanas. Era Antonio Vallejo Fernán-dez. Esas once pesetas, como él dice, se han convertido hoy en veintidós… Nada más.

He ahí veintidós pesetas rindiendo toda la potencialidad de vida del magnífico esta-blecimiento de tejidos que posee en la ac-tualidad, situado en la Plaza de la Constitu-ción. Ya en 1890 lograba emprender por su cuenta el negocio de ferretería.

Tenacidad, firmeza en los compromi-sos, rectitud siempre en la conducta, hicie-ron que de día en día el prestigio se fuese acrecentando, hasta llegar a ser la de Don Antonio Vallejo Fernández, una de las prin-cipales y solidísimas formas de Don Benito.

La razón social “Córdoba Hermanos”, le hizo traspaso del negocio que abarca en la actualidad toda la actividad del señor Vallejo. De día en día pudieron apreciarse los sensibles progresos que lograba aque-lla laboriosidad del hombre que unos años antes llegaba a la población afanoso de en-

cauzar su vida por los difíciles derroteros del negocio. Logró luego la propiedad del inmueble en que estaba establecido, y como excelente espíritu emprendedor, sentía la necesidad de dar forma definitiva a sus anhelos, acometió la reforma del local, dis-poniendo una instalación adecuada a cada dependencia. Asoció a su hermano en 1908, hasta el año 1921, en que una enfermedad le privara de su concurso.

Hoy regenta el negocio con habilidad y aciertos indiscutibles su sobrino Ricardo Terrova Vallejo, investido del cargo de apo-derado general. El movimiento de oficina lo lleva personalmente el señor Vallejo con el concurso entusiasta de sus sobrinitas, Ana y Antonia.

Su prestigio es algo tan arraigado que ha merecido la distinción de ser nombra-do representante en aquella localidad, de la Cámara de Comercio de la provincia de Badajoz. Alejado de la política, hace suyos con sinceridad honrada, todos los proble-mas de Don Benito y presta su cooperación a las ideas sanas que inspiran en el progreso local.

Don Manuel OlivenzaTiene el comercio de Don Benito firmes

voluntades que han dado tal solidez a sus orientaciones y a sus créditos respectivos, que sin duda de ninguna clase, se puede lle-gar a sentar la afirmación de que una exube-rancia de vida ha ido a la ciudad por el tesón de esos hombres, maestros de energía.

Tal es la característica de Don Manuel Olivenza, hombre asaz dispuesto para la lucha áspera de su negocio, que apartado siempre de los vaivenes de la política, hizo de su comercio un culto, perseverando a través de los años del natural batallar, en el deseo de intensificar por sus propios me-dios, la vida del negocio, y manteniendo firmes relaciones con las principales casas productoras de España y del Extranjero.

La casa de que es hoy propietario, fue fundada por Don Guillermo Nicolau, en 1850. Pasó más tarde a la razón social “Es-trada Núñez y Ruiz”; luego a “Núñez Her-manos”, “Estrada y Olivenza”, y finalmente, ya en el año 1918 queda reducida la influen-cia del negocio a “Núñez Hermanos y Oli-venza”.

En todo ese tiempo, Manuel Olivenza es el motor productor de energía en los esta-blecimientos de la razón social, Plaza de la Constitución, 2 y Mesones, 1, dedicados a tejidos en general. Lleva la dirección de los negocios, concierta los contratos, y en fin, es, en una palabra, el fundamento de una potencia comercial de primera categoría solidísima, como lo atestigua la prosperidad en que hoy encontramos ambos estableci-mientos.

Y cuando fallecen sus parientes y conso-cios los señores Don Ramón y Don Grego-rio Núñez, queda constituida la razón social exclusivamente (Julio de 1927) por Manuel Olivenza, incorporando a su hermano Do-mingo Olivenza, que tiene a su cargo la re-gencia de la sección instalada en el local de la Plaza de la Constitución; son dos volunta-des igualmente fuertes, estimuladas por un noble afán de progreso, y el negocio vive en sus manos la vida próspera que impone el desvelo y la labor inteligente.

El prestigio es tal, que vienen de los pue-blos comarcales a surtirse de sus artículos. Los lunes, día de mercado, la afluencia es enorme. Tiene especial demanda el tejido de lana y el de algodón, y también los hilados que dan luego lugar a numerosas pequeñas industrias caseras, antaño prósperas como especializadas en la producción de tejidos especiales para la fabricación del vestuario usado por el tipo castizamente extremeño.

ACERCA DE DON BENITO. COMERCIOS CON HISTORIA46

DanielCortés González

ACERCA DE DON BENITO. COMERCIOS CON HISTORIA 47

Fuente:Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. * Correo extremeño: Año XXV Número 7469 – 21/02/1928 – Página 7. * Correo extremeño: Año XXV Número 7469 – 21/02/1928 – Página 10.* Revista “Tierra Extremeña”. Año 1921. Biblioteca Pública “Francisco Valdés”.

Con once pesetashacía su entrada en Don Benitoun joven con

aspiraciones sanas,Antonio Vallejo...

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ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA48 ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA 49

cumple.En cuanto a la rima, encontramos más dificultades. En pri-

mer lugar, porque a primera vista no se encuentra en los versos pares, sino en los impares. No obstante, esto se debe a que los dos primeros versos son iguales, esto es, se produce una repeti-ción, propia de estas composiciones de carácter popular, y esos dos versos iniciales de cada estrofa los podemos contabilizar como uno sólo. Por esta razón, en realidad riman los versos pa-res (excepto en una estrofa como ahora veremos), como ocurre en un romance. Pero la rima asonante no se cumple de forma continua a lo largo de toda la composición, sino que las distintas estrofas tienen distinta rima, aunque a veces se mantiene en es-trofas contiguas: la tercera y la cuarta, con la rima á (dar, bofetá, pagá, puñalá); la quinta, la sexta y la séptima, con la rima é-a (puerta, contesta, pega, herramienta, puerta, cabeza); y la novena y la décima, con la rima í-o (padrino, asesino, padrino). Caso excepcional es la estrofa número once, cuya rima í-a está en los versos impares (María, vecina), y continúa en la duodécima en los versos pares (parida, María).

Respecto al tercer punto, como ya hemos adelantado, las es-trofas son aparentemente de cinco versos, pero como los dos primeros se repiten, los podemos considerar de cuatro (cuarte-tas). Sin embargo, al tener distinta rima, no se cumple la estruc-tura del romance. Por ello, concluimos que esta composición se puede clasificar, no como un romance en sentido estricto, sino como una sucesión de cuartetas asonantadas. No obstante, como por romance también podemos entender cualquier com-posición poética en lengua romance (esto es, heredera del latín, como en nuestro caso el castellano) de carácter popular, de aquí en adelante seguiremos utilizando este término.

Por el contenido, el “Romance de Inés María” se enmarca en el grupo de los romances de crímenes, de los que hablaremos más adelante. Señalemos ahora algunas de sus características. El tratamiento de la víctima busca que el lector se compadezca de ella, por lo que son frecuentes las idealizaciones (“Inés María tenía, / unos ojos muy bonitos, / y tenía medio encantado, / al pueblo de Don Benito”). En cambio, se subraya la cobardía de los

malhechores, como cuando Inés María pide socorro a Ramón Martín de Castejón, quien le contesta: “yo no te puedo fiar, / ni puedo ser tu padrino, / porque me ha dicho Paredes / que conmigo haría lo mismo”.

Respecto a la historia de los romances de crímenes, podemos situar su origen entre los siglos XVI y XVII; ya en este último aparecen composiciones en pliegos con títulos totalmente ex-plícitos, como, por ejemplo, la “Relacion verdadera en que se describen la prision, muerte, delitos, etc., de Pedro Nauarro… que se ajusticia en Sepúlveda, año de 1673. Compuesta por Pe-dro Gutierrez, médico de dicha villa”, que aparece en Valladolid ese mismo año, o el “Romance famoso de la vida, prisión, sen-tencia y muerte de Pedro Andres” de 16945. Este tipo de roman-ces solían ser compuestos, recitados y distribuidos por ciegos; generalmente se denominan pliegos de cordel porque a la hora

el tratamientode la víctima

busca queel lector se

compadezca

Nuestro breve estudio se dirige a ana-lizar en su forma y contenido el “Romance de Inés María”1, que re-lata el crimen cometido en 1902 que conmovió no sólo a Don Benito y a

Extremadura, sino también a toda España. También es nuestro objetivo, para llegar a una mayor com-prensión del mismo, tomar algunos fragmentos de la prensa de la época que relatan el suceso: no sólo informan sobre el crimen, también reflejan el estado

de la sociedad en el que se perpetró. Vaya por delante que este escrito es un homenaje a nuestro pueblo, y especialmente a los vecinos dombenitenses de aque-lla época, quienes se movilizaron y presionaron para ganar una batalla al caciquismo, como escribió el propio Sr. Teixeira: “el poder y la influencia cayeron vencidos a tus pies”.

Lo primero que podemos constatar de la lectura del romance en cuestión es que, curiosamente, no es un romance. Este tipo de composición se define por tres características: 1) la utilización de versos octo-sílabos (aunque hay variantes con versos más cortos como el romancillo, y más largos como el romance heroico); 2) la rima asonante en los versos pares du-rante toda la composición; y 3) la libre extensión sin formar estrofas (aunque a veces se agrupan los versos en estrofas de cuatro, pero todas manteniendo la mis-ma rima asonante)2. Pasemos ahora a analizar estos tres puntos.

Respecto a la métrica, de los 65 versos, hay nueve que no son octosílabos: uno es más corto, de siete sí-labas (v. 44), y ocho más largos, de nueve (v. 4, v. 9, vv. 11-12, v. 39, v. 45., v. 50, v. 55). A pesar de ello, estos versos se pueden recitar como octosílabos forzando su musicalidad. Por ejemplo3: “que me viene a matar” (v. 44), de siete sílabas (que-me-vie-ne_a-ma-tar)4, se puede pronunciar con ocho sílabas deshaciendo la sinalefa entre las palabras viene y matar. En los ver-sos largos encontramos situaciones análogas: “y tenía medio encantado” (v. 4), de nueve (y-te-ní-a-me-dio_en-can-ta-do), se puede recitar como octosílabo deshaciendo el hiato de la palabra tenía, desplazando el acento a la a final, lo que resulta ciertamente ex-traño. En cualquier caso, concluimos en este punto que, aunque de una forma heterodoxa, la métrica se

El Romance de Inés Maríadel folclore al suceso

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ance

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Inés

Mar

ía

1 Lo reproducimos tal como lo recoge Gallego Arias, R., Cancionero popular de Don Benito, Badajoz, Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña, 1984 (la obra no está paginada). También existen otros romances que tratan el mismo asunto.2 Baehr, R., Manual de versificación española, Madrid, Gredos, 1997, pág. 206.3 Utilizamos estos símbolos: guión alto (-) para separar las sílabas; guión bajo (_) mara marcar las sinalefas, que enlazan sílabas de distintas palabras cuando una acaba en vocal y la otra empieza en vocal (también con h muda).4 En este caso, al terminar el verso en una palabra aguda, se suma una sílaba más, por eso resulta un verso de siete sílabas.

5 Ambos están recogidos en el catálogo de pliegos sueltos de Durán, A., Romancero General ó Colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII, Madrid, Imprenta de la publicidad, á cargo de D. M. Rivadeneyra, 1849, vol. I, pág. LXXXIV.

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ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA50 ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA 51

de venderlos se colocaban colgados de bramantes. Incluso en 1748 consiguieron que un decreto les permitiese disponer de los extractos de las causas de los reos ejecutados para hacer una composición en verso “para que los hermanos ciegos, como es uso y costumbre, la puedan vender en público para que sirva de universal escarmiento”6.

Los romances de crímenes gozaron de tal popularidad que incluso se leían en las escuelas, lo que el espíritu ilustrado del Conde de Campomanes rechazaba con estas palabras: “No de-berán leerse en las escuelas romances de ajusticiados; porque pro-ducen en los rudos semilla de delinquir, y de hacerse baladrones, pintando como actos gloriosos las muertes, robos, y otros delitos, que los guiaron al suplicio”7. A medida que avanza el siglo XIX, el romance de crímenes incorpora un lenguaje periodístico y

una afición por el detalle, en detrimento del estilo literario8, algo en lo que reparara el folclorista e historiador Julio Caro Baroja: “[…] he aquí que en un momento dado surge, monda y lironda, la relación de un crimen o de una serie de ellos sin adobos novelescos y como género especial, género que va adquiriendo cada vez más aficionados desde el siglo XVIII mismo a bien entrado el XX, si bien es verdad que sus manifestaciones últimas son deplorables en la forma: apenas hay relato de crimen de hacia 1925 que pueda mantener una versificación en romance mala o aun malísima. El ciego de esta época pasa a la prosa, o lo que sea, como pueda: pero el tema del crimen obsesiona en sí mismo” 9.

Pasemos ahora a analizar el “horrible crimen” (como aparece en los titulares de la prensa de la época) perpetrado en la noche del 18 al 19 de junio10. A las seis de la mañana del 19 de junio, la lechera Juana Gallego entró en la casa de Catalina Barragán y encontró una escena dantesca: la mujer yacía en un charco de sangre, que también salpicaba las paredes. Rápidamente salió de la casa aterrada por las imágenes, y se dirigió a la Guardia Civil para avisar de lo que había visto. Pero cuando las autoridades se personaron en el domicilio de la calle Padre Cortés, también hallaron en uno de los dormitorios el cadáver de la hija de doña Catalina, la joven de 18 años Inés María Calderón, con veintiuna puñaladas que acabaron con su vida. Aunque el crimen descon-cierta en un principio a la Guardia Civil, la presencia del maletín del médico oculista de Villanueva de la Serena Carlos Suárez, que pasaba en Don Benito consulta dos veces por semana y por eso tenía alquilado un despacho en la casa de Catalina Barragán y su hija, lo convierte en principal sospechoso y es detenido. Todo apunta a que la precipitación con la que actuó la Guardia Civil al efectuar su detención se debía a la gran conmoción que había agitado a los dombenitenses.

Sin embargo, por las calles se dice que el culpable sigue li-

bre: se apunta a Carlos García de Pare-des, “Don Carlos”, un cacique de 32 años, cuyos lazos familiares lo vinculan con el apellido Donoso Cortés, de marcada in-fluencia en Extremadura, y nieto de una azafata de la reina Isabel II. ¿Por qué esta acusación? El pueblo sabía las fechorías de Paredes: agredió a su hermano y a su madre, violó a una tía suya que era defi-ciente mental, y tenía afición por la vida nocturna y licenciosa. Hacía tiempo que Paredes acosaba a Inés María, que tenía gran temor de él hasta el punto que la joven tenía que dormir en la misma cama que su madre por el miedo. Además, muchos habían visto al médico oculista en el casino de Villanueva de la Serena hasta las doce de la noche; incluso en la no-che del crimen, los vecinos del mé-dico en Villanueva lo oyeron toser varias veces. A pesar de su inocen-cia, Carlos Suárez estaría preso cua-renta y seis días, hasta el 4 de agos-to, después de que el joven Tomás Alonso Camacho declarara ante la Guardia Civil que la noche del 18 al 19 de junio él había presenciado los hechos. El 3 de julio sería finalmente detenido Paredes, que confesó (aun-que luego lo negaría), y se halló ropa manchada de sangre en su casa. Además, por la declaración de Paredes detuvieron a Saturio Guzmán, escribiente del ayun-tamiento y músico de la banda municipal (que finalmente sería puesto en libertad), y Ramón Martín de Castejón, amigo de Paredes. Pedro Cidoncha, el sereno, fue detenido, puesto en libertad y finalmente otra vez detenido. El criado de Paredes, Juan Rando, también fue detenido por

haber intentado limpiar las manchas de sangre de la ropa de Paredes.

Fueron días de movilización en Don Benito. El día 21 de julio comenzó a cir-cular el rumor de que uno de los acusa-dos iba a ser trasladado a Mérida, por lo que se formaron algunos grupos que rondaban la cárcel para impedir cualquier traslado. Al día siguiente, cuando los acu-sados fueron llevados al escenario del cri-

men, se creó alrededor un nutrido grupo de dombenitenses que pedían a gritos justicia, y a los que el juez se dirigió para tranquilizarlos. Después, algunos de los manifestantes se personaron en el domi-cilio del jefe del partido liberal del distri-to, Donoso Cortés, pidiéndole la prome-sa, que les dio, de que no intervendría a favor de los culpables. También fueron a casa del sacerdote que confesó a Paredes

para que hiciera pública la confesión, a lo que el religioso aseguró que le era imposi-ble sin previa autorización.

El 18 de noviembre de 1903 comenzó el juicio, seguido con gran expectación por medios tanto regionales como na-cionales, así como por habitantes de Don Benito y de las zonas cercanas. Ante la excitación que surgió con la llegada del juicio, las autoridades provinciales des-

tinaron ochenta guardias civiles y una sección de caballería. El proce-so acabaría el primero de diciembre con las condenas a muerte de Pare-des y Castejón, y de 46 años de cár-cel del sereno Cidoncha, así como una indemnización mancomunada de 12.000 pesetas a la familia de las víctimas. El criado de Paredes, Juan Rando, quedó en libertad sin cargos.

El testigo clave fue el joven la-briego Tomás Alonso Camacho, que compareció el 19 de noviembre a las doce y media. Recogemos aquí fragmentos de su declaración: “Salí aquella noche […] y al pasar por la calle del Padre Cortés, ví á dos in-dividuos que al parecer trataban de ocultarse. Esto me picó la curiosidad […] y me quedé á observar […] El se-reno llamó en una casa varias veces,

y poco después oí claramente una voz que decía:

– He dicho que no abro, y no abro.Entonces el sereno insistió:– Abra usted, doña Catalina, que soy el

sereno, y eso es muy urgente.La señora que contestaba bajó y abrió

la puerta, entregó un bulto al sereno, sin duda lo que él pedía con tanta urgencia, y cuando lo tenía en la mano pidió un vaso

El proceso acabó con dos condenas a muerte

y una de 46 años de prisión y multa de 12.000 pesetas a la

familia de las víctimas

6 Citado en Ribalta Delgado, J., “Un romance popular del siglo XX: el crimen de Níjar”, Revista de Humanidades y Ciencias Sociales del IEA (Instituto de Estudios Almerienses), núm. 17, 1999-2000, págs. 197-218; cita en pág. 200.7 Rodríguez Campomanes, P., Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su fomento, Madrid, Imprenta de D. Antonio de Sancha, 1775, pág. 153.8 Segura Soriano, I., Romances horrorosos: selección de romances de ciego que dan cuenta de crímenes verídicos, atrocidades y otras miserias humanas, Barcelona, Alta Fulla, 1984, pág. X.9 Caro Baroja, J., Ensayo sobre la Literatura de Cordel, Madrid, Istmo, 1990, pág. 183.10 Para el conocimiento de los hechos, se han consultado las siguientes fuentes hemerográficas, durante el período comprendido entre el crimen (1902) y el ajusticiamiento de los condenados (1905): ABC, El Dardo de Plasencia, El Imparcial, El Liberal, El País, Gedeón, La Vanguardia, (algunas de estaspublicaciones se pueden consultar fácilmente desde la Hemeroteca Digital del sitio web de la Biblioteca Nacional). Véase también, sobre el tratamiento del crimen de Don Benito por la prensa de la época, Ait-Bachir, N., “Resonancia y tratamiento del suceso al principio del siglo XX. Un ejemplo: el crimen deDon Benito o el juicio del caciquismo”, in Chaput, M.-C. y Peloille, M. (eds.), Sucesos, guerras, atentados: la escritura de la violencia y sus representaciones, París, PILAR y Université Paris Ouest Nanterre La Défense, 2009, págs. 11-26.

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ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA52 ACERCA DE DON BENITO. EL ROMANCE DE INÉS MARÍA 53

Inés María tenía,Inés María tenía,unos ojos muy bonitos,y tenía medio encantado,al pueblo de Don Benito. 5

Inés María fué al baile,Inés María fué al baile,Carlos Paredes decía,ya está aquí la mía gachona,ya es para mí todo el día. 10

Al salir de misa de once,al salir de misa de once,un beso la quiso dar,y élla en vez de darle un beso,le soltó una bofetá. 15

Por la guantá que me has dao,por la guantá que me has dao,me la tienes que pagá,mira si se la pagó,que la dió una puñalá. 20

A la una de la noche,a la una de la noche,pegó el sereno a la puerta,de la pobre Inés Maríay su madre le contesta. 25

Que se le ofrece al sereno,que se le ofrece al sereno,que tanto a la puerta pega,se me ha ofrecido esta noche,la caja de la herramienta. 30

Al tiempo de abrir la puerta,al tiempo de abrir la puerta,le han soltado un fuerte hachazo,le han soltado un fuerte hachazo,le han partío la cabeza. 35

Criminales asesinos,criminales asesinos,con que a mi madre maltratatas,contigo voy a hacer lo mismo,cuando a mí me dé la gana. 40

Don Ramón fiéme usted,Don Ramón fiéme usted,y sea usted mi padrino,que me viene a matar,este criminal asesino. 45

Yo no te puedo fiar,yo no te puedo fiar,ni puedo ser tu padrino,porque me ha dicho Paredes,que conmigo haría lo mismo. 50

Los gritos de Inés María,los gritos de Inés María,se clavan en las paredes,por ver si alguna vecina,la podía favorecer. 55

La una estaba de parto,la una estaba de parto,la otra recién parida,y ninguna oyó los gritosde la pobre Inés María. 60

Su madre iba delantesu madre iba delante,Inés María detrás,y el criminal de Paredes,detrás de la caja vá. 65

de agua. La señora se retiró para traer el agua al sereno, y éste avisó entonces á los dos sujetos […] y penetraron todos en el portal; pero el sereno volvió á salir, cerró la puerta, dejando á los otros dentro, y se marchó”11. A pesar de los intentos de la defensa para que el joven cayese en alguna contradicción, el testigo reafirmó su de-claración e identificó a los tres acusados.

El punto humorístico del juicio lo en-contramos en una de las crónicas de El Imparcial: “La mayoría de los testigos que han compareci-do esta mañana ante el tribunal, pertenecen á la clase de celestinas y mozas del partido; con ellas han alternado en las declaraciones, cu-chilleros, mozos de casino, concu-rrentes á tabernas y lupanares […] Mañana continuará el examen de los testigos propuestos por el fiscal. Creo que ya no comparecerán más mujeres alegres […]”12. Estas pa-labras, introducidas con una en-tradilla que reza “Libertinaje y es-cándalo”, inspiraron la divertida declaración ficticia de una testigo en la obra de Patricio Chamizo: “Bueno, es que yo no sé hablar fino, ya me entiende, ¿sabe usted? Soy analfabeta. Si digo alguna burra-da, usted me corta, ¿sabe usted? A ver si se lo sé explicar. Mire usted. A los hombres de aquí, con cinco minutos les sobra para… bueno, para eso, ya me entiende usted. ¿O no? Para correrse, vamos, con perdón. Pero el señorito don Carlos, entre que si ponte bien y estate quieta, se pasaba el tío una hora larga con una. Y claro, entre nosotras, ya tuvimos que hacer un acuerdo; a la que eligiera don Carlos, las otras la tenían que indemnizar, porque mientras don Carlos estaba con una, dale que te pego, intentan-do que se le pusiera tiesa, con perdón, las otras se habían cepillado a seis o siete tíos. Y una trabaja para ganarse la vida hon-radamente, sin robar ni matar a nadie, y claro…”. Cuando el defensor pregunta la causa de esa lentitud del acusado, la testigo responde: “¡Ya se lo he dicho! ¿O no? No, no se lo he dicho. Es el que el tío, a lo mejor, estaba harto de follar con otras, o estaba

como una cuba, y no se le empinaba…”13.La Iglesia, algunos medios de la pren-

sa y algunas autoridades pidieron el per-dón de los condenados. El 25 de marzo de 1905 la madre de Paredes y la hija de Castejón solicitaban el indulto para sus respectivos familiares en el Ministerio de Gracia y Justicia, pero el ministro Ugarte “se negó a recibirlas, rogando que lo hiciera el subsecretario”14; parece que el ministro

no quería implicarse. Incluso el Sr. Teixei-ra, el acusador privado, escribió una car-ta a los vecinos dombenitenses para que perdonasen a los dos reos, que publicaron diarios extremeños y de Madrid: “Pueblo de Don Benito. Va a cumplirse la terrible sentencia. Dentro de pocas horas dos hom-bres van a morir. En estos supremos instan-tes yo quiero hablarte, pueblo; yo quiero hablarte porque me lo manda el corazón, y porque de ti, que eres noble y bueno, siem-pre este acto mío merecería disculpa […] Ya sé que tienes derecho a quejarte […] pero precisamente por eso, es por lo que yo te hablo y llego hasta ti […] Lo has conse-guido todo, todo; quisiste justicia, justicia se hizo; necesitaste ofrendar en su altar la

vida de dos hombres y la vida de dos hom-bres se te dio; trabajó a favor de ellos, el poder, la influencia, y el poder y la influen-cia cayeron vencidos a tus pies; y lo que yo quiero para ti, pueblo querido, es el reco-nocimiento de tu augusta, tu completa so-beranía. La has tenido en la justicia, tenla en el perdón. Son tuyos estos hombres que dentro de poco van a morir. Rechazados por todos, desamparados de todos, ahora sí

que es hermoso que los recojas tú… Perdóname pueblo, si en esta invencible explosión de pie-dad que surge de mí, te ofendo al arrodillarme a tus pies: per-dóname, porque el cariño que siento por ti es el que me anima a ello; porque quiero demostrar a España entera que tú eres tan grande y tan noble, que si sabes hacer justicia, saber hacer cle-mencia, y del mismo modo que sabes destrozar al fuerte, sabes levantar al caído […] Pueblo de Don Benito: ¡Perdón para ellos! ¡Desamparados de todos, van a morir! ¡Tú puedes salvarlos! ¡Sálvalos tú!”15. Las comisiones que pedían el indulto incluso intentaron que Fernando Cal-derón, hijo y hermano de las víctimas, se inclinara a su favor, pero éste permaneció la noche anterior de la ejecución ence-rrado en su casa para no reci-birlas. Finalmente la sentencia

se cumplió.A las ocho y media del 5 de abril de

1905, tras haber pasado la noche en la capilla, Paredes y Castejón fueron condu-cidos al patíbulo; ambos acabaron en el garrote vil con la misma actitud que man-tuvieron desde el final del juicio: el prime-ro abatido, y el segundo con una impasible tranquilidad. El verdugo, traído de Cáce-res, ejecutó a Paredes en primer lugar y a Castejón después. Parece que la muerte de este último, debido al bocio que padecía y a dificultades con el aparato, fue terrible-mente lenta; el diario Gedeón comparaba la lamentable labor del verdugo con la del Gobierno: “[…] el Gobierno es nuestro verdugo. Pero sus manos son tan torpes,

tan inhábiles, tan ignorantes, que tardan en dar cima al cumplimiento de su misión […]”16. Tras la ejecución, una multitud de dombenitenses, temiendo que todo hu-biera sido una simulación y que el crimen quedara impune, salieron a las calles para pedir que se enseñaran los cadáveres, a lo que las autoridades accedieron. Por otro lado, Cidoncha fue conducido en la ma-drugada del día 6 a la estación de Mede-llín con destino a la cárcel de Badajoz. El pueblo de Don Benito había vencido al caciquismo.

En conclusión, presentamos este ro-mance como un ejemplo de romance de crimen de principios del siglo XX, que se

ajusta a las características señaladas por Julio Caro Baroja, anteriormente citado: descuido de la forma, con una versifi-cación a todas luces deficiente; frente al interés por el hecho criminal, del que se intenta dar una descripción detallada con un lenguaje prosaico. Al margen de estas anotaciones, tengamos en cuenta la im-portancia de este y de otros romances que tratan el crimen de Don Benito al reflejar la formación de una conciencia colectiva que culpa a un cacique de un asesinato. Como fuente, su valor histórico no es ba-ladí: el pueblo –entendiendo este término, según la definición de Pierre Vilar, como “la parte menos dirigente, la más humilde,

la que más sufre de la sociedad”17– se mo-viliza a comienzos del pasado siglo para condenar a un sujeto que forma parte de la oligarquía que controla el marco de las relaciones sociales. Por ello concluimos subrayando la importancia del folclore, que no sólo se formula en tradiciones y costumbres, sino que es también la expre-sión de una voz popular que en el pasa-do ha sido silenciada reiteradamente por aquellos que ejercían la dominación.

11 El Liberal, 20 de noviembre de 1903, pág. 3.12 El Imparcial, 23 de noviembre de 1903, pág. 2.13 Fragmentos extraídos de la obra de Chamizo, P., Don Benito: el crimen de Inés María, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2000, págs. 79-80. En red: http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/don-benito-el-crimen-de-ines-maria--0/ [Consulta: 10 de mayo de 2013].14 La Vanguardia, 25 de marzo de 1905, pág. 6.15 Citado en Ait-Bachir, N., op. cit; cita en pág. 14.

16 Gedeón, 13 de abril de 1905, pág. 6.17 Vilar, P., «Recuerdos y reflexiones sobre el oficio de un historiador», en Pensar la historia, México, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2001, pág. 107.

IMÁGENES COGIDAS DE http://felixmaocho.wordpress.com/2012/04/18/hemeroteca-el-crimen-de-don-benito/

DavidMartínez Vilches

Romance de Inés María

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ACERCA DE DON BENITO. TRES PUNTALES DE UN CARAMANCHO 55ACERCA DE DON BENITO. TRES PUNTALES DE UN CARAMANCHO54

Aquel caramancho conservaba toda la dignidad del gran árbol que fue y flanqueaba la entrada del chozo con su tronco, ya seco, despuntado en tres partes que, desafiando con orgullo al

aire, se dejaba a modo de percha, colgar de cada una de ellas el bastón, el sombrero y la chambra de nues-tros pastores…

…Pasan los años. Se pronuncia la palabra cara-mancho y su nombre sigue evocándonos aires de pastores, olores a chambras y ruidos de calderos. Y

si es así, es porque un grupo de personas amantes de sus tradiciones, no permitieron que, las costumbres, la música, la indumentaria, las fiestas y los bailes de nuestros antepasados, quedaran en el olvido.

¡Con qué pasión se dedicaron a investigar y a pro-mocionar el folklore extremeño y con qué orgullo lle-varon, y llevan, el nombre de CARAMANCHO!

Y así, CARAMANCHO, habiendo nacido aquí, ya no se ciñe sólo a Don Benito, ni a Extremadura, ni tan siquiera a España. CARAMANCHO se pasea dignamente por el mundo, habiendo sido embajador de nuestro folklore, multitud de veces, fuera de nues-tras fronteras.

Pero hoy vuelvo la vista a aquella imagen, tan leja-na y tan cercana a la vez, del viejo tronco con sus tres ramas secas y despuntadas, de donde pendían aquel bastón, aquella chambra, aquel sombrero…

Y pienso en Don Benito y lo asocio a CARA-MANCHO. Y pienso en esas tres ramas y me evocan CARAMANCHO. Porque pienso en tres fiestas en-trañables, ya tradicionales e imprescindibles en nues-tro pueblo, y siento a CARAMANCHO.

PRIMER PUNTALMadre, recoge la chambraque está oreándose ahí fuera.La colgué del caramanchopara que el sudor no oliera.Aunque sé que con tus manosde madre y de lavanderahasta la flor de la jaratener su blanco quisiera.

A este amor incondicional de madre, nuestro Grupo, nunca permaneció aje-no y encontró la manera más hermosa de homenajear a todas esas madres, que amando siempre, sin pedir nada, se lo merecen todo.

Cada primer sábado del mes de mayo, y ya de forma tradicional, ellos nos convocan en el Teatro Imperial, sa-ludando a la entrada a cada madre con el detalle de una flor. Preámbulo de otras hermosísimas flores que nos ofrecerán más tarde. Una de las más bellas es “La Semblanza de la Madre”, que cada año tiene el privilegio y el honor de hacer este manifiesto, una persona invitada para tal fin. (Tuve la suerte y el inmenso placer de ser una de las pregoneras, en su día).

Todo esto intercalado con el mejor ramillete de flores que podamos imaginar: Los can-tos y los bailes de nuestro querido GRUPO CARA-MANCHO, en su modalidad de infantiles, juveniles y titulares. Todos ellos, con el corazón dispuesto a entregarlo en cada uno de sus pasos, llegan a emo-cionarnos, alegrarnos y hacernos pasar una de esas veladas inolvidables, que siempre consiguen con su buen hacer.

SEGUNDO PUNTALTengo colgado el sombreroen el caramancho mío.Él me resguarda del sol,y a veces, lo hace del frío.Se averigua por su formaque soy pastor extremeñoy aunque me siento orgulloso,también respeto otros pueblos .

Tampoco CARAMANCHO es ajeno a este sentir.El respeto, el conocimiento y acercamiento a otras culturas, nos lleva a entender y amar otros pueblos.

Y así, y ya formando también parte de la tradición, cada ve-rano en pleno mes de agosto y bajo las estrellas, arropados por el magnífico pórtico de la iglesia de Santiago, nuestro Grupo nos hace llegar de otras tierras, las canciones, los bailes, la in-dumentaria, las costumbres, en una palabra el folklore de otros pueblos con los que nos sentimos hermanados por ese lenguaje universal que es la música.

Una vez más, CARAMANCHO, nos ofrece con este “Festi-val Folklórico de los Pueblos del Mundo”, una magnífica oca-sión para disfrutar, junto a ellos, de una velada cultural colo-rista, diferente y llena de hermandad muy digna de agradecer.

TERCER PUNTALDe mañanita tempranorecojo el bastón del tronco.Me he de ir con mis ovejasa pastar cerca del pozo.Soy su pastor y me quierenobedeciendo al cayado.Y cuando escuchan mi voz,¡presto! ya están a mi lado.

Cuánto saben nuestros amigos de una Mujer humilde, que al igual que una sencilla pastora, vigila desde su montículo todo su rebaño. ¿Esa pastora? Nuestra Madre la Stma. Virgen de las Cruces. ¿Su rebaño? Nosotros, todos los dombenitenses. ¿Ese cayado? El bastón que de forma simbólica se le hace entrega cuando, procedente de su ermita el último domingo de sep-tiembre, llega a su querido pueblo. Bajo su mando, en el trans-curso de su estancia entre nosotros, y siempre, Ella hará que nos sintamos más hermanos al amparo de su protección de Madre.

Días de octubre sintiendo tan cercana su presencia. Nueve días durante su novena, honrándola y entregándole nuestro co-razón. Y el último de ellos, 11 de octubre, CARAMANCHO con su voces, rezan y cantan en la Santa Misa para después, una vez que la Virgen es sacada a hombros al pórtico de la iglesia

de Santiago y le es cantado el Himno por su fiel Don Benito, nuestro Grupo le ofrece con sus cantos y bailes, lo mejor de sí mismos.

Y ha permanecido como una de las más bellas y multitudi-narias tradiciones, esa primera Jota bailada por CARAMAN-CHO a su Virgen de las Cruces, la noche de La Velá .

Pues bien, para finalizar este relato, quede reflejado el de-seo de que estos tres puntales de este particular caramancho, se mantengan en pie, por muchos, muchos años.

¡¡CARAMANCHO, muchas gracias!!

Tres puntalesde un caramancho

Tres

pun

tale

s

Rosario Pinto García-Mora

una Mujer humilde,que al igual que una

humilde pastora, vigila desde su montículo todo

su rebaño...

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ACERCA DE DON BENITO. TU VIDA EN UN NEGATIVO56

Te conocí cuando tenía quince años; te había llamado para que me hicieses unas fotogra-fías en mi casa, quería

mandárselas a mis padres, que vivían en Alburquerque; me vestí con la ropa de guardia civil de mi hermano, quizás un poco movido por los celos de un adolescente que veía como mis viejos se ensimismaban viendo las fotografías que él les mandaba por carta; ni siquiera me importó verme con ropa de “picoleto” y melena de “hypi”, lo cierto es que la composi-ción quedo un poco surrealista.

El otro día viendo un viejo álbum de fotos, me encontré con esas es-tampas amarillentas por el paso del tiempo, cubiertas por un fino celofán sobre un cartón engominado que había envejecido hacia un color cre-ma, al cerrar el álbum mire por la ventana un tanto ta-citurno, casi melancólico la plaza de las Albercas y me dije, cuantos rincones estarían ahora en el olvido si tú no los hubieras plasmado en numerosos fotogramas, cuantos momentos inolvidales lo son aún más por el hecho de estar grabados en blanco y negro. Gracias a tu curiosidad, tu gatillo fácil y forma periodística de ver la vida, hoy podemos ver como casi desde una ven-tana, las viejas calles adoquinadas o en tierras de nues-tro Don Benito, de sus personajes singulares, algunos ya desaparecidos, de nuestras fiestas y nuestros duelos.

Mientras el repiqueteo de las gotas de lluvia me vuelven a la realidad y observo como van cayendo des-pacio al principio y mas deprisa a medida que se van uniendo entre ellas. Vuelvo a abrir el álbum y me fijo en detalles del entorno y no en los sujetos, una cala-baza en una ventana del doblao, un Seat 850 aparcado tras nosotros, un carro tirado por mulos que va a la romería, y todo ello en un segundo plano, como si no tuvieran valor, evidentemente casi para nadie esos se-gundos planos tenían importancia, tú con tu réflex si sabías lo importante de todos esos momentos, lugares o situaciones, como el reportero curtido capturabas con tu objetivo cada momento, lo paralizabas con la velocidad excepcional de obturación y lo encuadrabas con la agilidad intuitiva de un fotógrafo especial.

Don Benito se engrandece con tu obra y toma una tercera dimensión, la del pasado estampado con la visión de un reportero único, primado por el mismo espíritu del narrador que describe en palabras los lu-gares, ambientes, pensamientos y hechos para el dis-frute del observador o el lector, tu con tus instantáneas le das en blanco y negro a Don Benito lo que Benito Pérez Galdos le dio a España con los Episodios Nacio-

nales, y lo que Goya en sus lienzos le regalo a toda la sociedad. Nuestra ciudad vuela con tus retratos hacia un pasado ya histórico que de una manera magistral nos has donado a todos los calabazones. Ya quisieran otros pueblos de España tener documentada su his-toria de una manera tan extensa y plásticamente tan hermosa como es nuestro caso. De este pueblo que tan bien retratásteis, sólo espero que te sepa corresponder como mereces.

Tu vida en un negativo... a D. Diego Sánchez Cordero

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Eduardo Viera Hurtado

Ramón Gallego Dávila

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ACERCA DE DON BENITO. CARAMANCHO, CARAMANCHO 57

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ACERCA DE DON BENITO. BEATA MATILDE DEL SAGRADO CORAZÓN58

Un año mas me asomo a la ventana de este nuevo número de la revista “Caraman-cho” agradeciendo la oportunidad que se me brinda para darle su sitio a una “Glo-ria de Don Benito”, en este Año de la Fe

que se termina. Nos puede pasar desapercibido, pero sin duda, debe formar parte del conocimiento de esas devociones silenciosas, a veces, incluso dormidas que no por ser menos populares son merecedoras de menor importancia. Es por ello que está en nuestro debe, como protectores de la cultura, el ensalzar aquello que forma parte de nuestra historia como pueblo. De ahí que quiera llamar la atención sobre quien está destinada a ser una Santa, y cuyos restos reposan en nuestra ciudad; porque hay una religio- sidad profunda, llena de sensibilidades casi intangibles, de rezos callados que ungen corazones y calles, de humildad y sacrificio, de paciencia...

Matilde Té- llez Robles nace en Ro- bledillo de

la Vera (Cáce-

res - Es-

paña) el 30 de mayo de 1841, en un día de plenitud primaveral inundado por la luz de la solemnidad litúrgica de Pentecostés. Recibe las aguas bautismales en la iglesia parroquial al día siguiente de su nacimiento. Era la segun-da de los cuatro hijos de Félix Téllez Gómez y de su espo-sa Basilea Robles Ruiz. En noviembre de 1841, el padre, por su profesión de notario, se establece con su familia en Béjar (Salamanca), ciudad notable por su industria textil.

En esta ciudad va creciendo la pequeña Matilde; re-cibe una formación cultural básica, propia de su clase social media, y una esmerada formación religiosa, inicia-da en el ambiente profundamente cristiano de su hogar. Guiada por su madre, ya desde pequeña comienza a amar intensamente al Señor y a ejercitarse en la práctica de la oración y en las virtudes, con una tierna devoción a la Virgen y una gran compasión por los necesitados y los pecadores.

Todavía muy joven, cuando todo en la vida le sonríe, Matilde hace su opción radical y definitiva por Cristo, decidiendo entregarse de lleno a Él y a buscar corazones que le amen. Su madre la apoyará siempre en este empe-ño, pero su padre, que ambiciona un porvenir halagüeño para su hija en el matrimonio, la obliga a alternar en la vida de sociedad, limitándole además el tiempo que pasa en la iglesia. Ella, obediente, se adorna y alterna luciendo su gracia juvenil. Pero aún así, su inclinación por las cosas de Dios es manifiesta, y, al fin, D. Félix, vencido por la constancia de su hija, la deja en libertad para que siga el camino por ella elegido.

Matilde continúa intensificando su vida espiritual; su devoción a la Virgen la lleva a una profunda inti-midad con Jesús Eucaristía, a quien ama apasionada-mente. Aun «¡en medio del invierno ardía al acercar-me a un sagrario!», nos dice en sus escritos.

A los 23 años es elegida presidenta de la asocia-ción de Hijas de María, recién establecida en Béjar, y poco después la nombran enfermera investiga-dora de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Ella, en su ardiente deseo de ganar corazones para Jesús, exclama ante el sagrario: «¡Mi dueño, Jesús

amante! El mundo está lleno de necesidades. Todos tienen corazón. Yo voy a por los que pueda. Yo te los

traeré».Conjugando la contemplación con la acción, Ma-

tilde se lanza por largos años a una intensa actividad apostólica con niñas y jóvenes, pobres y enfermos; tra-baja con las Hijas de María, da catequesis, atiende la escuela dominical, prepara para el matrimonio cris-tiano y acompaña a jóvenes vocacionadas; recorre alegre la ciudad en todas las direcciones para llevar consuelo y ayuda a cualquier enfermo o necesitado, «visitando a su amante Jesús en la persona de sus pobres».

Siempre contemplativa en la acción, la Eucaristía

es su fuerza, el sagrario su refugio durante prolongadas horas de oración, y la Virgen su guía, su maestra y compañera inseparable.

Desde joven siente la llamada a la vida religiosa y ya entonces recibe ante el sagrario la inspiración de fundar un Instituto religioso. Así se lo comuni-ca al Papa Pío IX en carta del 4 de mayo de 1874.

Pero su padre vuelve a probar a su hija impidiéndole realizar su vo-cación, a causa del clima político anticlerical de aquella época en Es-paña. Matilde entre tanto sufre en si-lencio, ora y espera, alentada por su director espiritual, D. Manuel de la Oliva, sacerdote filipense, hasta que por fin su padre le concede la ansia-da autorización.

Ella exulta de gozo en acción de gracias a Dios y rápidamente lo pre-para todo para iniciar la fundación con siete jóvenes de las hijas de Ma-ría, que se han comprometido a se-guirla en la vida religiosa.

El 19 de marzo de 1875, solemni-dad de San José, deben reunirse to-das para la celebración eucarística en la Pa-rroquia de Santa María y desde allí marchar a la casa preparada para iniciar la vida reli-giosa. Pero de las siete jóvenes comprome-

tidas sólo una se presenta: María Briz. Ante esta gran prueba, Matilde no se desalienta. Fortalecidas con el pan de la Eucaristía, ella y su única compañera se dirigen gozosas,

con heroica intrepidez, a la «casita de Naza-ret», como Matilde la denomina.

En esta casa tratan de imitar a la Sagra-da Familia de Nazaret, viviendo con mucho

amor y alegría en recogimiento y oración, en humildad y pobreza, sin contar con nada y plenamente confiadas en la Providencia. En la casa no tienen todavía sagrario, pero

las acompaña una imagen de la Vir-gen ante la que oran y a quien se lo consultan todo.

Pocos días después, conjugan-do siempre la contemplación y la acción, reciben un grupo de niñas huérfanas en casa, dan clase a niñas pobres y atienden a los enfermos en sus domicilios. Su testimonio evan-gélico va atrayendo a algunas jóvenes a unirse a ellas, a pesar de las críticas de quienes consideran la fundación como una locura.

El 23 de abril de 1876, el obispo de Plasencia, D. Pedro Casas y Souto, autoriza provisionalmente la Obra con el título de «Amantes de Jesús e Hijas de María Inmaculada»; y el 20 de enero de 1878 Matilde y María visten el hábito religioso en Plasen-cia.

A últimos de marzo de 1879 la comunidad se traslada de Béjar a

Don Benito (Badajoz), donde instalan el noviciado, acogen niñas huérfanas, ponen clase diaria y dominical, atienden a los en-fermos en sus casas y ayudan a los pobres.

Beata Matilde del Sagrado CorazónGloria de Don Benito

Glor

ia de

Don

Ben

itoACERCA DE DON BENITO. BEATA MATILDE DEL SAGRADO CORAZÓN 59

Pero su padrevuelve a probar

a su hija impidiéndole

realizar su vocación

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Investigación de Folklore

ACERCA DE DON BENITO. BEATA MATILDE DEL SAGRADO CORAZÓN60

En la comunidad se respira el espíritu de Nazaret y toda la vida de la casa gira en tor-no al sagrario, ante el cual, turnándose, las Hermanas pasan varias horas todos los días. También la Virgen recibe un culto especial.

El 19 de marzo de 1884, el mismo obispo erige canónicamente la Obra como Instituto religioso de derecho diocesano, y el 29 de junio, la Fundadora con otras Hermanas emiten la profesión religiosa. Al año si-guiente se declara una terrible epidemia de cólera en la ciudad. La M. Matilde y todas las Hermanas se entregan heroicamente al cuidado amoroso de los apestados, despertando gran admiración en el pueblo su exquisita caridad evan-gélica. Muere contagiada Sor María Briz, y la Madre abre en su memoria un Hospital para los pobres.

En 1889 comienza la expansión del Instituto, con una fundación en Cáceres, y continúa en los años si-guientes con otras fundaciones en Trujillo, Béjar, Villanueva de Cór-doba, Almendralejo, Los Santos de Maimona y Villaverde de Burguillos. De cada una de ellas se podría escri-bir una hermosa historia de amor; amor apasionado a Jesús Eucaristía, amor a María, amor al hermano ne-cesitado: enfermos, pobres, niñas huérfanas, etc. Siempre con total desinterés económico, pero la Provi-dencia nunca falla.

No faltan las pruebas y dificulta-des de toda clase, pero no importa: Matilde con Jesús ¡siempre adelante!, siem-pre haciendo vida el lema que ha dado a su Instituto: «Oración, acción, sacrificio»; siempre sacando fuerza de sus prolongados tiempos de oración ante el sagrario y de la mano de María.

De su fuerte experiencia eucarística bro-ta su ardor evangelizador y la ardiente cari-dad que todos admiran. «¡Sea toda la vida un acto de amor!», repite a sus Hermanas. Y así lo ven en ella: es una vida llena de Dios, en continua oración y volcada a la vez en los hermanos. Multiplica sus atenciones ma-ternales con las nuevas comunidades, es la animadora de la Obra, la Regla viviente. Su sencillez, su prudencia, su bondad e inalte-rable alegría atraen a todos. Pobres y ricos se acercan confiados a ella, pues para todos tiene una atención, un consejo y una son-risa.

Aunque sólo cuenta 61 años, su organis-mo está ya muy agotado, a causa de los su-frimientos, del intenso trabajo, de las enfer-medades, y presiente gozosa que se acerca la hora de su unión definitiva con el Señor. En efecto, al salir temprano de viaje, el 15 de

diciembre de 1902, sufre un fuerte ataque de apoplejía, y en las primeras horas del día 17, rodeada de sus hijas, en medio de una gran paz, vuela a la casa del Padre.

Todo el pueblo, principalmente los po-bres, la lloran como a una madre, procla-mando a la vez su gran caridad y sus mu-chas virtudes.

El 23 de abril de 2002, el Papa Juan Pablo II reconocía oficialmente las Virtudes He-roicas de la Sierva de Dios Matilde Téllez, y al año siguiente, el 12 de abril, se promulga-ba el Decreto sobre el milagro obrado por su

intercesión, dando así el paso decisivo a su Beatificación: el 21 de marzo de 2004.

 El Instituto de la Madre Matilde, fiel a la herencia recibida de su fundadora, con-tinúa viviendo su carisma, que tiene como centro la Eucaristía y a María como Madre y Maestra, para que Ella forme su corazón para el Evangelio y las guíe hacia la Euca-ristía. Según consta en las Constituciones actuales, de la Eucaristía nace en ellas una viva respuesta de amor a Jesucristo y, en Él y con Él, a todo el mundo, llevando la buena nueva del amor del Padre, con preferencia y de una manera integral, a los pobres, a los pequeños y a los que sufren.

Actualmente las Hijas de María Madre de la Iglesia (así se llaman desde 1965) rea-lizan su labor evangelizadora en España, Portugal, Italia, Venezuela, Colombia, Perú y Méjico, a través de: hogares - internados como acogida a la niñez y juventud margi-nada; escuelas y colegios abiertos a todas las familias sin exclusiones; comunidades sani-tarias dedicadas a la atención de enfermos, ancianos desatendidos, transeúntes, alco-hólicos, etc., comunidades orantes, casas de

acogida, y comunidades de Pastoral rural y de colaboración en Parroquias.

Todas las Hermanas del Instituto piden a su Fundadora que las ayude a hacer, como ella, de su vida un continuo acto de amor y una «eucaristía perenne», para la mayor gloria de Dios y la salvación del mundo.

El 8 de mayo de 2004 se hizo una Pro-cesión con las reliquias de la Beata desde su Capilla hasta la Parroquia de Santiago, donde se celebró la Eucaristía de Acción de Gracias por su Beatificación. Su festividad quedó establecida para el día 30 de mayo.

En diciembre de 2012, queda inau-gurado el nuevo mausoleo-capilla, mas funcional, que está situado en el Colegio del Sagrado Corazón de Don Benito, conocido popularmente como “las azules”.

Hay que destacar que la Beata Madre Matilde Téllez es cotitular de la Hermandad Parroquial del San-tísimo Cristo de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, ubicada en la Iglesia de la Sagrada Familia de Don Benito, adscrita a la Parroquia de Santa María de esta ciudad.

Este hecho, insólito en Don Beni-to, da pie a la primera Cofradía que alberga el doble carácter Penitencial y de Gloria, tan poco entendido, e incluso criticado en algunos foros cofrades. Para esta nueva corpora-ción del Lunes Santo, es un honor y un privilegio, poder rendir culto a

la Beata Madre Matilde, como así figura en sus reglas fundacionales, siendo su deseo el poder mostrar a Don Benito, la importancia de su labor pastoral y asistencial, con con-gregaciones no solo en nuestra ciudad sino fuera de ella.

Hoy la imagen de Madre Matilde, de sencilla factura, es objeto de culto no solo en el Colegio del Sagrado Corazón, sino también en la Iglesia de Santa María del Consuelo de Don Benito, desde donde ha partido a visitar a los enfermos del hospital de San Antonio de manera muy emotiva; ha sido expuesta en Besamanos extraordinario por el año de la Fe, y ha presidido un Triduo en su honor; organizado todo ello de forma periódica, por esta Hermandad de la Ora-ción en el Huerto.

Pongamos pues el acento en reconocer la vida y el ejemplo de Madre Matilde, y sea-mos conscientes del sitio que debe ocupar no solo en Don Benito, en su Capilla, sino también en nuestras oraciones.

Daniel Fernández Herrera

Hoy, la imagen de Madre Matilde

es objeto de cultono solo en el Colegio del Sagrado Corazón

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Spanish Costume: Costumes of Caceres Province North of the Tajo

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 63

PLASENCIA se asienta en una suave colina soleada dentro de una curva del río Jerte al emerger de las últimas estribaciones de la Cordillera Central y girar hacia el oeste para perderse en el Alagón. La ciudad as-

ciende en bloques y cilindros – casas de color rojo, rosa y amarillo, la muralla con su color marrón apagado acentuado por el blanco del Palacio Episcopal y el verde de un gran árbol de eucalipto – hacia el ático oscuro

y los pináculos sombríos del gótico tardío de la cate-dral. No hay torres, sólo espadañas lo suficientemente amplias para que aniden las cigüeñas, ya que la cate-dral nunca se terminó. En contraste con sus paredes macizas, presentando una fachada vacía cuando se ve

desde el otro lado del Puente de Trujillo (Fig. 35 ), el Palacio Episcopal parece un ejercicio de frivolidad sos-tenida, un préstamo feliz del gusto barroco de Portugal, del cual el Ayuntamiento una vez mostró la influencia. Ahora, este último ha sido formalizado con una im-pronta gris y gótica más propia de los Reyes Católicos.

Aunque había palacios en Plasencia que ejemplifi-can la tradición española, el sabor local de la construc-

ción podía ser más apreciada expresamente en los amplios lugares de parada (paradores) para los carreteros y ganade-ros que se quedaban fuera de las murallas de la ciudad. La planta baja se dejaba para los establos, a excepción de un vestíbulo de donde par-tía una escalera de granito al segundo piso. Grandes arcos abiertos en las parti-ciones sostenían el techo. Estos paradores indicaban la importancia de Plasencia como centro comercial y de la popularidad de sus mer-cados, dos por semana y uno al mes. Cada domingo por la mañana se veían cerdos con-gregados para su venta al fi-nal del puente de Trujillo, tal y como Sorolla los pintó en 1917 (Frontispicio).

Los propietarios apaci-guaban el estado de ánimo un tanto inquieto de los cer-dos echándoles bellotas para comer. Se dice que los cerdos extremeños tienen un gusto discriminatorio: prefieren la variedad de la encina al fruto amargo del alcorno-que, se comen uno y dejan el otro sin importar cuán há-bilmente se mezclen los dos. En esta preferencia muestran un espíritu cooperativo por-que se cree que la encina los engorda más rápidamente, reafirma la piel y da un sa-bor superior. Las bellotas de

alcornoque, disponibles por una temporada más larga, se las tienen que comer los que quedan elegidos para continuar con la piara, después de la matanza general de noviembre o diciembre.

Inve

stig

ació

nINVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES62

El primer lunes de cada mes se llevaba a cabo un mercado de ganado (Fig. 36 ), aguas arriba del puente de Trujillo en un campo parecido a un parque cubierto de tierra verdosa y amarillenta con álamos y charcos de poca profundidad. Las vaquillas, los potros, negros y rojos sobre todo, se agitaban inquietos en notable contraste con la placidez de los rumiantes rubios que se alineaban en un bosque de robles en Santiago de Galicia. Se dice que el ganado extremeño, como el andaluz, comparten el tempera-mento nervioso de las razas de lidia.

Más allá del ganado en movimiento y los somnolientos caballos y mu-los atados indiferentemente entre ellos, se levantaban pardas y sólidas las torres de la muralla de la ciudad, su redondez audazmente modelada por la luz de la mañana. Cuando fueron construidas, se refugiaban en ellas el ganado y los caballos de las incursiones que recorrían la tierra. Plasencia - fundada en 1178, perdida a los moros en 1196 y retomada en 1198- aseguraba las llanuras de Salamanca y Ávila y se asomaba con valentía al incierto sur. Las hogueras en las colinas que la rodean ardían como una señal ominosa que los vigilantes remitían a los campaneros en las igle-sias, “¡Moros en la frontera!” Los cristianos hicieron incursiones rápidas para recuperar bienes robados o, mejor aún, robar a los enemigos. Esta práctica no murió cuando las hordas moriscas se retiraron más allá de su alcance, ya que entonces Coria se llevaba el ganado de Plasencia y Mal-partida, y Plasencia lo recuperaba, haciendo prisioneros además. Parece natural que la palabra española para “ganado” sea idéntica al participio “ganado” del verbo ganar.

Unas figuras im-presionantes entre los ganaderos son los pastores de to-ros de lidia que van montados a caballo. Los que se ven en Plasencia deben ha-ber venido con unas cuantas cabezas del ganado más dócil que se guarda en un rancho de bravos. Portando largas picas y montados en altos caballos, cabalgaban con altivez y sabien-do bien que la distan-cia total del caballero al peón los separaba del paisano polvoriento que había ido andando al mercado y más ligeramente del jinete que venía montado en un peque-ño pony o una mula con una gruesa albarda sin importancia. Dos ( Fig. 37 ) de una ganadería en la Dehesilla , cerca de Plasencia, llevaban un sombrero andaluz, el sombrero cordobés de fieltro gris plano, alto con amplia ala y corona tiesa, atado con una banda de tela gris. Colocado de manera recta o con una ligera inclinación, este sombrero es uno de los más favorecedores en el mundo para una figura esbelta. Hay que verlo en la feria de Sevilla para apreciar toda la gama de sus posibilidades, ya que allí mujeres jinetes lo usan también.

El mayoral (Fig. 38) tenía además una chaqueta andaluza, una cha-quetilla corta de tela de lana gris hecha con solapas anchas y angulares y con un cuello vuelto de cuero marrón. En los frontales, cortados vertical-mente para admitir un bolsillo, llevaba un solo botón en el derecho y sin duda en el izquierdo también, ya que por costumbre estas chaquetas no se abrochan. Cinco botones más pequeños sobre un pliegue de piel que

Unas figuras impresionantes entre los

ganaderos son los pastores de toro de

lidia que van montados a caballo

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES64

llega hasta la muñeca adornan cada manga. El chaleco estaba cortado lo suficientemen-te bajo como para revelar una longitud ge-nerosa de la bufanda de seda que daba una vuelta a la camisa sin cuello. Desaparecien-do a la altura de la cintura en los pliegues ajustados de una faja de lana negra, los pan-talones de pana marrones en la pantorrilla sólo cubren la parte superior de las botas altas de cuero.

Los paisanos que ofrecían su propio ga-nado parecían almas pacíficas, poco dadas a la arrogancia o a la ostentación. Uno ( Fig. 40) , vestido con una blusa de rayas guinga azules y blancas colgando sobre un chaleco de pana de color castaño y sobre una faja negra, tenía una bufanda de lana al cuello; con esa parte caliente el hombre al parecer estaba contento. Tenía pantalones de pana y una gorra con visera de tela, engrasada o de goma. Por encima de su hombro llevaba una alforja tejida de algodón, la tira para llevarla a la espalda era de un tono pálido, los frontales de los bolsillos brillaban inten-samente con color. Sobre los bolsillos había como un panel vívidamente estampado con rayas en rojo, azul, negro, amarillo y blan-co. Unos cordones con borlas pendiendo de las costuras se podían utilizar para atar hacia abajo el panel, cerrando efectivamen-te las aberturas de los bolsillos. El paisano estaba hablando con una persona cuya ropa se abultaba angularmente como con documentos, así como rotundamente con su persona. Un comprador de ganado, muy probablemente, se diferenciaba de su com-patriota llevando un sombrero de fieltro negro, una chaqueta de pana y pantalones de terciopelo negro sobre el que tenía abro-chado unos leggings de cuero liso.

Este hombre de negocios, sin duda, lle-gó al mercado montado en un caballo alto bien ensillado, como la de un comprador de ovejas observado en la Dehesa de Esco-bero, mientras que la montura del paisano, si tuviera una, sería una mula o un caba-llo, enjaezado con una cabezada sin freno y una albarda de lona y cuero rellena de paja, como Sorolla ha indicado (Frontispicio).

Nos topamos con una mula negra que llevaba a una pareja, el hombre iba mon-tado a horcajadas y la mujer sentada de lado detrás de él. Su albarda estaba anclada en dos direcciones: verticalmente con una cincha de cuero apretada y horizontalmen-te con una correa de cuero y una grupera alrededor de los cuartos traseros un poco inadecuados de la mula. Mientras viajaban, los jinetes mantenían el dorso liso de la cu-

bierta de la silla de montar expuesta al sol y al polvo, pero al ser detenidos de buena gana desmontaron para darle la vuelta y mostrar su brillante anverso con rayas de color morado, amarillo, negro, azul, rojo, y verde ( fig. 39 ) . De la franja roja, la mitad delantera era más corta que la posterior, con el fin, dijeron, de no interferir con los estribos, una precaución superflua ya que las albardas rara vez van así equipadas .

Una alforja (Fig. 41) que llevaba un hombre de Malpartida de Plasencia había formado parte del ajuar de su suegra en 1907. Estaba tejida con trapos de lana en color rojo, blanco y rayas horizontales azu-les y con tres verticales estrechas de color verde. Al otro lado de la cara de cada bol-

sillo estaban bordadas en rojo las iniciales “ JG “ y en verde una lluvia de hojas. Un borde de friso rojo cortado en un patrón de flores - claveles quizá – a lo largo de un borde ondulado perforado con ranuras dia-gonales recorría los bolsillos, lados y parte superior, y los bordes de la parte central. Un cordón liso de lana verde remataba los bordes laterales, y una trenza tejida a mano de color rojo y azul el borde del bolsillo.

Ruth Matilda AnderssonTradución págs. 34 a 40

Fco. Miguel García Barroso

Actividades culturales en las Escuelas Hogar de la Sección Femenina

El desarrollo de unos ciclos de activi-dades podía tener lugar en cualquier tur-

no de Servicio Social, bien fuese de bachiller, de pro-ductoras, etc. El plan que a continuación detallamos marcaba una línea general a seguir y dejaba un margen para posibles modificaciones o complementos según el tipo de jóvenes a quien fuera dirigido, lugar en que se realizase o medios de los que se dispusieran.

Podemos considerar que existieron dos fines fun-damentales en el desarrollo de estas actividades: uno próximo y otro remoto. El primero consistió en pro-porcionar una formación completa y total a las jóvenes que realizaran el Servicio Social. De hecho, no se po-dían obviar una serie de temas y facetas de la vida diaria, que ellas necesitaban conocer y que, en la mayoría de los casos, no habían contado con nadie que les pudiera orientar o les enseñase a captar todo lo formativo que se les podía propor-cionar, por ejemplo en cine, teatro, poesía, etc.

La participación activa de las jóvenes en cada una de las ac-tividades del ciclo, de-bía no sólo aumentar su interés sino tam-bién mostrarles que ante actividades de este tipo no deberían permanecer pasivas, como simples espec-tadoras.

El fin remoto de estas actividades estuvo en la po-sibilidad de crear y mantener pequeños núcleos cultu-rales, con suficientes intereses e inquietud renovadora, de los que tan necesitados estuvieron la mayoría de las ciudades y pueblos de España.

Personas que se podían encargar del Ciclo 7En primer lugar, fue el mismo profesorado de la

Escuela Hogar quien se encargó de estas actividades, pues las dificultades del montaje y dirección fueron mínimas. En las ciudades donde existían Universida-des se consideró conveniente acudir a la Regiduría de la Sección Femenina del S.E.U., para que proporciona-

sen a las universitarias la posibilidad de llevar a cabo estos ciclos, bien de un modo voluntario o bien cum-pliendo el Servicio Social. Con ello se posibilitó una doble labor formativa: la de las universitarias, dando y orientando, y la de las cumplidoras de la Escuela Ho-gar, recibiendo y participando.

Se aconsejaba que parte del Ciclo fuera dirigido por chicos universitarios o mandos de la Delegación de Juventudes acostumbrados a hacer algo semejante.

El S.E.U. estuvo siempre dispuesto a colaborar. Cuando la Escuela Hogar estuviese situada en una ciu-dad o pueblo en los que no fuera posible la colabora-ción del universitario, sería bueno pedirla a personas destacadas por su cargo o por su actividad cultural.

Como consecuencia de todo lo anterior, se puso de manifiesto la necesidad de introducir una serie de temas relevantes, además de implicar en el Servicio So-

cial a personas de recono-cido prestigio profesional que pudieran hacer más completa la formación social que se pretendía lograr.

Medios necesariosSe realizó un plan de

Ciclos suponiendo que la Escuela Hogar contase con muy pocos medios económicos propios. Por tanto, el material preciso para el funcionamien-to del Ciclo era algo que normalmente poseía las Delegaciones Provincia-les y Locales de la Sección Femenina, Delegaciones de Juventudes o S.E.U. Las sesiones de cine fue-ron las que más gastos ocasionaron. Las máqui-nas de 6 mm, que se nece-

sitaban para esta actividad, eran difíciles de encontrar, salvo en alguna de las organizaciones antes citadas. El alquiler de películas oscilaba entre 300 y 400 ptas. Las sesiones musicales necesitaban de gramófono y discos que eran más asequibles. Las lecturas teatrales, por su parte, exigían un libreto para cada dos personajes de la obra; cartulinas en caso de que se hicieran decorados, y unos cuantos flexos. Las obras de teatro, y los libros ne-cesarios para las lecturas poéticas, podían encontrarse en su totalidad en la colección “Austral” serie Violeta.

Sistema de exposiciónEn cada actividad se invertían unas dos horas. En

primer lugar, si se trataba de una lectura, proyección

La Sección Femenina:Legado musical (II)

7 Los estatutos del Sindicato Español Universitario fueron aprobados por D. del 21 de noviembre de 1937 y fueron objeto de numerosas modificaciones. El Decreto 18 de septiembre de 1961, núm. 1727/61 (Mando Nacional del Movimiento, B.O. 22 septiembre) lo reorganiza y lo define en su artículo 1 como: “la corporación de los estudiantes de los Centros de enseñanza Superior, a través de la cual éstos participan colectivamente en la actividad de la Universidad española, defienden y desarrollan sus intereses profesionales, son representados en los Órganos del Estado cuyas decisiones les afectan y se insertan en el orden orgánico de la sociedad española”.

parte del Cicloera dirigido por

chicos universitarioso mandos de la Delegación deJuventudes...

INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. SECCIÓN FEMENINA 65

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Page 35: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. SECCIÓN FEMENINA66

de cine o sesión poética, se hacía una pequeña presentación y am-bientación y se razonaba el porqué del tema que se iba a exponer a continuación, así mismo, se informaba a las jóvenes de la labor que deberían realizar, bien fuera participar en el coloquio o bien hacer un trabajo posterior.

Esta primera parte estaba a cargo exclusivamente de la directo-ra, responsable de la buena preparación y exposición. Esto era muy importante ya que de ello dependía el interés de las jóvenes para intervenir de forma activa a lo largo de la sesión.

Realizada la actividad -se tendría cuidado de hacerla con el de-bido ritmo, a ser posible sin interrupción ni cortes para no distraer la atención- se pasaba a la tercera parte. Se mantenían unos mi-nutos de coloquio dirigido. Es decir, volvía a entrar en función la persona encargada de la dirección: tenía un pequeño guión de los puntos fundamentales a plantear para orientar el coloquio, y, una vez expresadas las opiniones de las jóvenes, marcaba el criterio ver-dadero ante las diferentes cuestiones. No debía dar su opinión has-ta el final, pues el hacerlo antes cohibía y acortaba las ideas de las chicas. Se podía pedir, en caso de creerse oportuno, un comentario escrito o hacer un pequeño test para pulsar el nivel, el interés, etc.

Programa del Ciclo por materiasA lo largo de los seis meses de Servicio Social en la Escuela

Hogar se podían dar sesiones del Ciclo cada quince días, es decir, unas doce en total. Cuando los turnos eran más breves, se dejaba a juicio de la Jefe de Escuela la elección de las sesiones. Era frecuen-te, también, ir alternando las diferentes actividades y para a ello seguían un plan (Cuadro III):

Creemos interesante describir brevemente en qué consistía cada una de estas actividades, ya que de la documentación encon-trada pueden extraerse no sólo los fines de cada una de ellas, sino también el material que debía emplearse y, lo que es más signifi-cativo, las sugerencias didácticas para conseguir el objetivo fun-

damental para las que fueron diseñadas: la formación cultural y social de las alumnas.

Lectura teatralFin: El marcado con el pequeño estudio sobre teatro leído que

se adjuntaba.Obras: Podían utilizarse las editadas por el S.E.U. y por la Regi-

duría de la Sección Femenina del S.E.U. destinadas especialmente para ser leídas. Se aconsejaba, dentro de la colección Austral, sobre todo las de teatro clásico, por considerarlas muy buenas e intere-santes.

Guión para el coloquio:a) Estudio sobre los diferentes personajes.b) Destacar y descubrir los temas que se plantean en la obra.c) Ver si el autor soluciona lo planteado, cómo y si es acertado.

Lectura poéticaFin: Despertar el gusto y la sensibilidad hacia la poesía.Obras: Se proponía hacer una lectura muy cuidada de diferen-

tes poemas de autores de diversas épocas para que la joven acos-tumbrara el oído a un ritmo y contenido, la mayoría de las veces velado. Se recomendaba hacer un recorrido por unos cuantos li-bros de Austral, de la poesía de Gonzalo de Berceo, Quevedo, Épo-ca Romántica, Generación del 98 hasta nuestros días.

Guión para el coloquio:a) Tema central del poema.b) ¿Qué ha querido decir el autor con el poema?c) ¿Qué se sabe de la época en que vivió el autor? Relacionarlo

con el tema y fondo de su obra.

Sesión de cineFin: Despertar un juicio crítico ante lo positivo y negativo de

cada película.Películas:a) Documentales y Nodos: valoración de las enseñanzas que se

reciben por medio de audio-visuales.b) Películas de argumento. Se adjuntaba un catálogo de las dis-

ponibles.Guión del coloquio:a) ¿Qué han sacado de la película: positivo-negativo?b) Opinión sobre los actores-personajes.c) Opinión sobre el diálogo, el ritmo, (ágil o aburrido), la foto-

grafía, la música, etc.

Audición MusicalSe adjuntaban los temas y guión-coloquio.

CharlasExisten ejemplos de guiones, ya que el contenido de las charlas

estaba determinado por el momento histórico en que se llevaban a cabo.

Juana Argimira Alonso MedinaUniversidad de Las Palmas de Gran Canaria

Ha visto recientemente la luz una pu-blicación con este título tan sugerente en la que tiene una densa presencia el folklore musical extremeño. Se trata de una obra coeditada por la Universidad

de Extremadura, la Asociación Musical Cacereña, la Unión Cultural y Centro de Documentación Amigos del Flamenco de Extremadura, la Federación Extreme-ña de Folklore y la Biblio-teca del IES El Brocense de Cáceres

Los autores de este libro, Rosario Guerra y Sebastián Díaz, estamos convencidos de que Ex-tremadura es muy rica en música. Ciertamente, la música que se ha hecho y se hace en nuestra región es mucha y buena, aunque su repercusión mediática y educativa no se correspon-da con esta cantidad y esta calidad. Este libro, que no es el libro de la música en Extremadura sino uno de los muchos que sobre esta música se pueden escribir, no tiene mayor pretensión que contribuir al conoci-miento de dicha música, en sus diferentes géneros, des-de el folklore a la música histórica, desde el flamen-co al rock, desde la copla a la música de cantautor… siempre desde una pers-pectiva introductoria, porque de cualquiera de estos géneros y de su presencia en Extremadura podría es-cribirse no uno, sino varios libros.

Hay que señalar que el material impreso sobre la Música en Extremadura es sólo una de las partes de una obra más extensa, que cuenta en su apartado di-

gital con un bloque de sugerencias didácticas para el trabajo de cada género musical cultivado en Extrema-dura en contextos educativos, y con otro de discogra-fía y webgrafía sobre los músicos y grupos musicales extremeños.

El apartado que en este libro se dedica al folklore musical extremeño, como se señala en la introducción, es más amplio que el dedicado a otras parcelas musica-

les. Así, mientras los conte-nidos de éste se recogen en dos capítulos, los corres-pondientes al flamenco, a la música histórica o clásica y a la música moderna apa-recen en un capítulo cada uno.

Son concretamente los dos primeros capítulos los dedicados a nuestro folklo-re musical. Así, sin salirnos de la tradición extreme-ña, en el primero se habla de las músicas del ciclo de la vida, de las músicas del ciclo del año y del roman-cero; estando dedicado el segundo a las danzas, los bailes y los instrumentos.

Los autores de este li-bro queremos aprovechar estas páginas para agrade-cer a los grupos de folklo-re extremeño (entre ellos a Caramancho), así como a la gente vinculada con éste, el apoyo que nos han brindado para obtener in-

formación, así como para conseguir fotografías. Todo lo bueno que sobre nuestra música tradicional aparez-ca en el libro se debe en gran medida a ellos. También nuestro agradecimiento, muy especial, a la Federación Extremeña de Folklore. Sebastián Díaz Iglesias

Rosario Guerra Iglesias

La Música en ExtremaduraTeoría y Didáctica musical

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. LA MÚSICA EN EXTREMADURA 67

Teor

ía y

Didá

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Page 36: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. BOMBAS, REQUIEBROS Y JOTAS68

Bombas, Requiebros y Jotas

BOMBAS

Con un pie en la sepultura, y otro en la “mismita” vera, yo te tengo que querer, aunque tú a mi no me quieras.

Mírala por dónde viene, toda llena de alegría, aunque es morena de cara, la quiero más que a mi vida.

No te quiero por bonita, que bonita no lo eres, te quiero por salada, y por la gracia que tienes.

El día que tú naciste, nacieron todas las flores, y en la pila de bautismo, cantaban los ruiseñores.

Eres chiquita y bonita como grano de “graná”, lo que tienes de chiquita, lo tienes de “resalá”.

Dices que me quieres mucho, y que te mueres por mi, muérete que yo te vea, y entonces diré que sí.

JOTA DEL CASORIO(Recogida en Castuera a Piedad Roso Núñez del grupo ARRIERO)

El día que tú te cases, el día que tú te cases morena mía y olé, ese día muero yo, se juntarán en la iglesia, morena mía y olé, mi entierro y tu velación.

EstribilloUna moza en un baile era torera, se le cayó la liga y era de seda, y era de seda al estilo, se le cayó la otra y era lo mismo.

El día que tu te cases, el día que tú te cases morena mía y olé, ojalá que no aparezca, ni el cura, ni el sacristán morena mía y olé, ni las llaves de la iglesia.

EstribilloUna moza en un baile era torera, se le cayó la liga y era de seda, y era de seda al estilo, se le cayó la otra y era lo mismo.

Estrofa tocada+estribillo

El día que tú te cases, el día que tú cases morena mía y olé, he de pedir al Eterno, una ventana en las nubes morena mía y olé, para verte desde el cielo.

Mª Luisa GallegoPedro Quirós

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Oficios ANTIGUOS

JuegosTRADICIONALES

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OFICIOS ANTIGUOS. EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES 71

El mecánico de automóviles (II)

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Tal y como terminé en mi anterior, en este capítulo voy referirme a los distintos ve-hículos, tanto particulares como públi-cos, talleres de reparación, personas a quienes pertenecieron estos vehículos,

anécdotas sucedidas y todo detalle que pueda tener algún interés.

Lógicamente la infraestructura del automóvil en todos sus aspectos no existía, la compra se realizaba casi siempre en un viaje a Madrid. El servicio y man-tenimiento era toda una aventura utilizando para ello los únicos talleres existentes en Don Benito, uno de D. Ernesto Quirós.

Era (D. Ernesto Quirós), aparte de una persona generosa, un hombre muy inquieto y trabajador. Fun-dó un taller mecánico, el Hispano-Alemán, que dio muchos puestos de trabajo. Estuvo destinado a la re-paración de máquinas y de automóviles, estos últimos, bajo la dirección de un mecánico alemán llamado Herman Enslin. Este, en un viaje a Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, fue alistado en el ejército germano y murió en una batalla.

En los años 20, poquísimos coches circulaban, por aquella plaza de Don Benito. Llenaban el depósito de gasolina de la gasolinera de Santamaría, ubicada fren-te a su bazar. Los dos primeros automóviles que aquí

existieron fueron, al parecer, los del señor Santamaría y el de un alemán llamado Hermann, que tuvo su garaje a continuación de la calle Palacio. El señor Hermann parece que vivió en Don Benito desde la primera Gue-rra Mundial. Después, al comenzar la segunda Guerra Mundial, se marchó a Alemania, muriendo como con-secuencia de ella. Creo que también existía en aquel tiempo un automóvil que pertenecía al señor Campo de Orellana (DEL LIBRO: UN PASEO POR DON BENI-TO JUNTO A DON ANTONIO SÁNCHEZ. DE D. GUILLERMO PANIAGUA)

Según mis recuerdos y aun con el riesgo de no asociar alguna marca a alguna persona quiero citar los distintos modelos de Ford (taxis) de D. Antonio y de D. Santos Aparicio, los utilitarios Fiat Balilla que per-tenecieron uno a D. José María Álvarez otro igual a D. Julio Hidalgo Barquero, también El Ford Anglia del ginecólogo D. Tomás Zuloaga además del Ford mo-delo T de Lorenzo Aparicio (también mi tío).También el camión de D. Delfín Quirós, la conocida como la María Amparo perteneciente a la familia casillas, fu-nerarios de toda la vida, también creo que era Ford, que cambiándole la caja se convertía de coche fúnebre, -me impresionaba siendo un crío, las cuatro colum-nas de las esquinas y los colgantes de trapos negros moviéndose con el aire o al paso por las empedradas calles, con el féretro al exterior- en camión según se

Ford modelo T de los años 40

OFICIOS ANTIGUOS. EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES70

necesitaba. El camión de D, Francisco Martín de Prado Ruiz, con los faros de acetileno, con el generador ubicado en el estribo, me-diante un tubo se conducía este gas hasta los faros encendiéndo-los con una cerilla, el efecto lumínico era algo más que el de una vela, otra anécdota en este vehículo sufrió un accidente perdien-do D. Francisco su mano izquierda de ahí la prótesis que utilizó gran parte de su vida.

Otro de infausto recuerdo el Plymouth que perteneció a Fran-cisco Sánchez Sosa reparado en talleres Aparicio y adquirido por D. Santiago Escobar Rebollo sufrió un accidente un día uno de mayo, muriendo tres miembros de la misma familia (hermanos) una de las fallecidas la novia de D. Santiago.

Otro taller de D. Eduardo Ezquer Gabaldón ubicado en la calle Espronceda regentado por mi tío Juan Aparicio Martín. Otro al que en homenaje a sus fundadores no me resisto a mencionar, “TALLERES ELECTROMECÁNICOS PEDROSA Y APARICIO.” Tras este rimbomban-te nombre estaban dos personas pio-neros también en la reparación del automóvil, Eugenio Pedrosa Mayo-ral y Francisco Aparicio Martín (mi padre) empleados el primero de “dis-tribuidora eléctrica” y el segundo de “electro harinera y panificadora Sán-chez y Sánchez porro.” Mas talleres de por entonces y que no quiero dejar en el olvido; Manolo García en la calle Pilar, parece ser que su herramienta preferida era el martillo, Francisco Aliseda en calle Canalejas, José Ruiz en avenida de la constitución. Evi-dentemente estos talleres con solo el automóvil era imposible subsistir aun dentro de la precariedad de entonces. Estos talleres tenían que reparar además todo rela-cionado con la agricultura y la industria, motores, cañoneras de carros, bicicletas etc.

Posteriormente fueron apareciendo en Don Benito otras marcas, solo quiero citarlas el Renault 4-4 los Citroën 11 y 15 lige-ros Volkswagen sobre todo el modelo escarabajo, Opel Capitán, Vauxhall también de la casa Opel, los Morris, principalmente el Mini. El mítico Seat 600 además de los modelos 1400 A y B, 1500, que es donde considero el final de la época histórica del automó-vil y el inicio de una nueva era en nuestra ciudad. Esto dio lugar a la creación de otros talleres ya más especializados y adaptándose a la lógica evolución del automóvil, patrocinados por las distintas marcas, paralelos a estos se crearon talleres independientes, pero con un cierto grado de especialización. El estudio de estos posi-blemente dentro de 50 o 60 años pueda ser recordado, esto se lo dejo a las generaciones futuras.

Mas talleres fueron evolucionando a medida que las ne-cesidades aumentaban, algunos mas enfocados en principio al mantenimiento de su propio parque móvil sobre todo a la acti-vidad del Taxi, tales como el taller de D. Antonio Mera Amarilla ubicado en la calle de Ayala llega a Don Benito desde Miajadas en 1930 y se emplea de chofer de D. Enrique el Comandante, hombre

emprendedor se percata de que el taxi es una necesidad en Don Benito, solo existían los de Santos Aparicio y Luis “el Jabonero” un poco antiguos,- y crea una flota de vehículos más actuales, pero también muy usados, por lo que monta un taller en princi-pio para mantenimiento de éstos y también para trabajos al públi-co. Esta actividad del taxi aparece pareja al taller de reparación. Al no haber tanto coche particular como hoy, el taxi era impres-cindible para viajes no regulares, existiendo proporcionalmente más vehículos de S.P. que en la actualidad, como ejemplo D. An-tonio Mera llegó a tener 5 de estos vehículos y D. Santos Aparicio 3. Medios de comunicación regulares por supuesto además del ferrocarril (que se aparta del tema que nos ocupa) era el autobús, llamado la “Tallesa” una deformación fonética de la primitiva em-presa de transporte operante en Don Benito “La Estellesa”, por el nombre debía de ser vasca. Una desgraciada anécdota de ésta

fue la muerte de un amigo mio de la infancia. Estos vehículos disponían de una escalera que arrancando de la parte baja de atrás subía hasta el techo para elevar los bultos y a veces hasta las personas, pues bien, como cosa de críos y a que la velocidad lo permitía, corríamos a subirnos en esta, con tan mala fortuna que al subirse se cayó de espalda desnucándose y murien-do en el acto. Esto sucedió en lo que hoy sería la rotonda donde confluyen las calle Ayala, Canalejas, Primero de mayo, Vapor y Camino del cemente-rio. Creo que era hijo del pregonero, quiero recordar que su nombre era el Sr. Castuera. Otro autobús hacia el servicio Estación de Ferrocarril, hasta Plaza de España, este de Luis Carmona.

Tal cual también dice D. Guillermo Paniagua en su men-cionado libro mi recuerdo del primer automóvil de Don Benito fue de D. Francisco Santamaría y amplio los datos: era un auto-móvil de la marca Amílcar, descapotable y con forma de barco y era la atracción por donde quiera que pasara.

A pesar de lo escaso del parque se necesitaba una infraes-

tructura de servicio tales como tiendas de repuesto, la principal, Empresa Fernández ubicada en lo que hoy es el edificio Capítol, surtidores de gasolina y petróleo (este último más popular por el precio) como el de Don Francisco Santamaría en la plaza de España, donde hoy se ubica la Vinatería Candela y el de un señor llamado Bartolomé en la salida de los cuatro caminos.

Mención merece las vías de comunicación y las calles, nor-malmente se encontraban empedradas, o en tierra, a excepción de la plaza de España y aledaños que se encontraban adoquina-das, con el consiguiente contratiempo para los vehículos.

Fue mi intención al empezar con este oficio del mecánico de automóviles exponer la forma de reparar y los distintos tipos de reparación, ante la recopilación de datos, he optado por recordar algo de la historia del automóvil en Don Benito, dejando para el próximo lo que es la reparación en sí.

Agustín Aparicio Cerrato

al no habertanto coche como

hay hoy, el taxi era imprescindible

para viajes no regulares...

Page 38: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

La artesanía de la juncia ha sido muy popular en la Serena, sobre todo entre pastores. Hoy se ha perdido en casi todos los pueblos porque ya ha cambiado la función que tenían los utensilios  que se hacían con dicha planta. Sin embargo, Campanario ha teni-do la suerte de conservar esta tradición milenaria. Todavía una

veintena de hombres mayores se entretiene en hacer  preciosos trabajos, aunque ya la mayor parte de éstos se hacen  con fines decorativos.

La juncia (en Campanario se llama enjuncia) es una planta her-bácea (Cyperus longus), perenne, de tallos finos y muy flexibles,

de tres caras, que crece en terrenos húmedos a orillas de arroyos y ríos, y florece de junio a agosto. Para hacer trabajos con ella

hay que segarla verde, pero sazonada, limpiarla bien y po-nerla a secar al sol el tiempo que sea necesario hasta que esté blanca y uniforme. Después se almacena en lugar seco

y cuando se quiere elaborar algún objeto hay que humede-cerla para que esté flexible. Se ha utilizado para diversos usos:

para colgaderos de melones, para atar las escobas de mijo, para cubrir las calles el día del Corpus y hacer el típico perigallo (lá-tigo) y, sobre todo, para hacer variados trabajos de artesanía que se utilizaban en la vida diaria.

Para la confección de  algunos objetos (aguaderas, sen-tones…) se hacen trenzas (de tres o cinco ramales) y carne-

OFICIOS ANTIGUOS. ARTESANÍA DE LA JUNCIA 73

Artesanía de la Juncia

Oficio

s de

ent

once

sEl esquileo, pela o esquila era un trabajo o faena del campo que consiste en esquilar, esquilmar, pelar o quitar la lana de las ovejas para su apro-vechamiento y, a su vez, para aliviar del peso y el calor que la misma produce al animal. La pala-

bra esquileo proviene de esquila, que es una especie de cen-cerro con forma de campana que suelen poner a las ovejas los pastores, y que sirve para avisarnos de su presencia y en caso de pérdida, para localizarlas. Las personas encargadas de esquilar o pelar las ovejas se llaman esquiladores y, en tiempos de grandes esquilmas y terrenos de gran número de reses, constituían un gremio importante dentro de las distintas faenas del campo, pues eran necesarios para este duro trabajo y muy solicitados por los distintos dueños del ganado.

En Guadalupe existían varias familias dedicadas a esta faena y una de ellas, la familia Regadera, es la que me ha aportado datos sobre la misma. El esquileo en Guadalupe se solía hacer después de celebrar la romería de la Santa Cruz, el 3 de mayo, y esta familia, en concreto, pelaba o esquila-ba en la calle Sevilla, pues los dueños del ganado, en este caso la familia Leza, así se lo había solicitado, por poner un ejemplo.

La faena consistía básicamente en lo siguiente: Lo primero que se necesitaba era reunir o juntar una serie de hombres pelaores o esquiladores, lo que se llamaba juntar una cuadrilla. Se reunían hasta catorce pelaores dirigidos por un manijero o capataz de la cuadrilla, que a su vez determinaba cuándo descansar o «echar un cigarro». Si se repartía vino, corría por cuenta del amo o dueño del ganado. Esta cuadrilla, siempre formada exclusivamente por hombres, se ponía en una refilera o formación en línea para pelar, y nunca un esquilador ocupaba el sitio de otro compañero.

Normalmente se comenzaba a las seis de la mañana, desayunaban a las nueve, se descansaba al mediodía y se finalizaba muchas veces dependiendo del número de ovejas del dueño. Las mujeres de los esquiladores les traían la me-rienda o almuerzo en el descanso.

Para esquilar se necesitaban una tijeras (tijeras de esqui-lar). Las más famosas se hacían en la Coronada (Badajoz) y eran de la marca Gallo, por el símbolo de este animal que aparecía en una de las hojas de las mismas. Con las tije-ras, que a veces había que afilar con un asperón o piedra de arenisca, se empezaba la pela o esquilma. Las partes de las tijeras eran: las hojas propiamente dichas, los anillos o aros para introducir los dedos (el anillo de la izquierda para el

pulgar y el otro para los dedos índice, corazón y anular), un trozo de madera para apoyar los dedos de la mano izquierda a modo de puente en una de las hojas y un clavillo para unir las hojas. Una era la hoja macho y otra la hembra. El dedo pulgar era el que más trabajaba pues guiaba la pela. La tijera tenía toques a punto ancho (abrir toda la tijera) y a punto estrecho (cerrarla todo lo posible). El corte que producía la tijera hacía una especie de camino o carrón y se solían ha-cer dibujos en la piel del animal con la misma (cuadrados, círculos, figuras humanas, etc.).

Al esquilador, una vez legado o atado el animal por los pastores del ganado con una legaera o trozo de cáscara de mimbre o un junco de río, le daban la oveja y éste apoyán-dola en la pierna izquierda comenzaba a cortarle la lana. Se empezaba por la coronilla, después el cuello, la paletilla de un lado y después del otro. En la paletilla y en las par-tes más delicadas (como las ubres), se procu-r a b a ir haciendo una entrada con la tijera sua- ve para no cortarle la carne. Si ocurría

esto y para curar la herida producida por el corte se decía: «¡Moreno!», y acudía el

morenero (un niño o zagal y, a veces, una mujer), que en una lata contenía el moreno,

producto consistente en hollín de fragua que se echaba en la herida de la oveja

para que se secara cuanto antes y cicatrizara. Si el esquilador

creía que había pelado bien, le soltaba un sopapo en el lomo y decía: «¡Ahí va ésa!» A veces se pelaban a destajo hasta cuarenta ovejas.

La lana esquilada, se llamaba rastrojo y el con-junto de todo el rastrojo que el esquilador reunía tras la pela era el vellón. Después, todos los vello-

nes de lana se juntaban para su venta y aprovecha-miento.

Para hacer más llevadero tan duro trabajo se cantaban canciones como ésta, que recogí a Antonio Aguado, tam-bién esquilador:

«Mayoral de mi vida,/ échame un trago,/ que se me van secando,/ un poco los labios. Porque no me den vino,/ yo no me enojo,/ según se porte el amo, /irá el rastrojo. Moreno, echa en la borra,/ que la he cortado,/ con las tijeras nuevas,/ que hemos comprado. Con el permiso del amo/ y del manije-ro/ voy a pintar una dama,/ en este carnero. Con el permiso del amo/ y de la cuadrilla/ voy a pintar una dama,/ y en esta borrilla. Ya se van mis amores/ y a pelal fuera,/ quién fueran los anillos,/ de sus tijeras».

OFICIOS ANTIGUOS. ESQUILEO EN GUADALUPE72

El esquileo en Guadalupe

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Enrique Cordero Cordero

Dedicado a mi padre, Cordero manso y bueno

Page 39: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

En una serie de artículos realizaremos una re-copilación de diferentes juegos populares que tuvieron lugar en la España del movimiento. El autor realiza una labor de investigación en profundidad sobre los diferentes juegos que

pasaron de generación en generación y que hoy los pre-senta de manera esquemática y sencilla, convencidos de que el lector recordará cómo jugaban en las calles de su pueblo.

Nombre del juego: “La Billarda” (versión recreativa)

Clasificación del juego: Juego de lanzamiento de precisión. Descripción del juego: la “billarda” tiene que ser golpeada con el “mocho”, a fin de enviarla al campo contrario sin tocar el suelo. El equipo contrario trata de evitarlo con sus palas.

Reglas del juego:- La “Billarda” solamente puede ser golpeada con el “mo-cho”, tanto en el ataque como en la defensa.- Los jugadores no puede superar la línea de su propio campo (circunferencia), mientras que la “billarda” está en juego.- La primera tirada se puede decidir por un lanzamiento previo entre ambos equipos según la distancia consegui-da. También se inicia el juego mediante un juego de azar. - Se juega de forma alternativa haya puntuado el equipo o no. - Rotación entre los jugadores de cada equipo. - 3 intentos para conseguir que la “billarda” salga de nues-tro campo.

Jugadores: entre 1 y 4 jugadores por cada equipo.

Puntuación: - 3 puntos son anotados por el equipo que defiende en caso de que la “billarda” se devuelva al campo del equipo que ataca.- 2 puntos son anotados por el equipo atacante si la “bi-llarda” entra en el interior del campo del equipo que re-cibe. También si la “billarda” es tocada con el cuerpo por cualquiera de los jugadores del equipo que recibe.- 1 punto es anotado por el equipo que ataca si la”billarda” toca el campo contrario y, a continuación, sale de él.

Material de juego:“Billarda”: pieza cilíndrica de madera de 2 centímetros de grosor y 8-10 cm de longitud, afilado en los dos extremos.“Mocho”: tabla de madera aproximadamente de 80 centí-metros de largo utilizada para golpear la “billarda”. Cada jugador debe tener un “mocho”.

Terreno de juego: Rectángulo de unos 20 x 10 metros, y dentro de este rec-tángulo hacer dos circunferencias de 2 metros de diáme-tro separados por 8 metros. Cada circunferencia será el campo de cada equipo.

Medidas de seguridad/ comentarios / conclusiones: Normalmente, la idea original del juego es golpear lo más lejos en la medida de lo posible. Esto causaría problemas de seguridad en el público durante la celebración de un festival. Esa es la razón por la cual se modifica el juego original a un juego de precisión para que sea seguro. Aho-ra el objetivo es golpear de forma controlada y coordina-da hacia el interior de la circunferencia contraria. Otro posible problema es evitar que los niños no pongan sus cabezas sobre el pedazo de madera (Billarda), ya que podrían hacerse daño. La solución es que los jugadores deben golpear con el brazo extendido para mantener la distancia entre la madera y la cabeza (ver la foto).

JUEGOS TRADICIONALES. EN ESPAÑA 75

Juegos tradicionales en la España del movimiento (II)

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Dirk Nasser

OFICIOS ANTIGUOS. ARTESANIA DE LA JUNCIA74

jas (de cinco o siete ramales) que son parecidas a la trenzas  pero más anchas y de menor grosor, y se van cosiendo con cordelillos de dos ramales. Otros modelos (corchos, horteras…) se hacen cosiendo directamente un grupo de hebras con otra hebra que las va enlazando.

Son muchos los trabajos que se hacen con juncia:  sopli-llos  para avivar el brasero de picón;  posijos  cilíndricos que se utilizan para sentarse;  esteras y sentones, a modo de alfom-bras;  corchos  o hueveras para trasladar los huevos que se co-gen en el gallinero; horteras para llevar la comida; cestos y ces-tas de diferentes formas según el uso que se les diera; esportones y esportillas  para guardar provisiones o transportar algunos productos; sobrenjalmas para proteger el aparejo de las caballe-rías; aguaderas para llevar cántaros de agua, leche o aceite y otros enseres; alforjas, que se ponen sobre el lomo de las caballerías para transportar variados objetos y  llevar el barril del agua y la talega con las viandas; salvamanteles redondos con huecos y bo-nitas filigranas; boqueras (bozales) que se ponen a los animales de trabajo cuando no se desea que coman. También con carne-jas de juncia cosidas se forran garrafas y se hacen asientos a las sillas. Y es típico hacer chocitos para el belén de Navidad.

Algunos artesanos más creativos hacen trabajos que se apar-tan de los modelos tradicionales: sombreros, jarrones, reviste-ros…

Como ya he comentado, cada vez hay menos hombres que hacen esta artesanía (es curioso que las mujeres han trabajado el esparto pero no la juncia). La mayoría lo hacen por entretenerse y para regalar a familia y amigos, pero si alguien de fuera tiene interés en adquirir  alguno de los objetos citados puede venir a Campanario y comprarlo directamente  a estos artesanos.

Se debería promover la realización de talleres donde los jó-venes aprendan las técnicas de elaboración de estos tejidos para que no desaparezca esta artesanía tan tradicional  que es un bien patrimonial de nuestra zona.

Juan Sánchez Huertas

Page 40: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

JUEGOS TRADICIONALES. DE TODA LA VIDA76

Los juegos que vamos a desarrollar en esta oca-sión, son juegos que no necesitan prácticamente ningún elemento para su realización, y si lo ne-cesitaran son tan elementales como una cuerda.No es necesaria la sofisticación ni la tecnología

para que los niños y niñas puedan disfrutar de su tiempo libre, siempre y cuando los niños lo posean (clases de inglés, refuerzo, consen/atorio, consola, ordenador, etc.).Otro obstáculo importante es la falta de espacios dónde po-der desarrollar este tipo de juegos; antes la calle nos ofrecía un lugar apropiado para realizar estas actividades; hoy la

calle es un lugar peligroso e inapropiado para que los niños puedan desenvolverse y desarrollar las aptitudes y valores que tanto echa de menos la sociedad. No obstante sería in-teresante, por un lado, para rescatarlos y por otro, para el desarrollo de la infancia, que plazas y parques se pudieran convertir en lugares dónde practicar y poner en valor todo este tipo de actividades, que contribuyen sobremanera al desarrollo intelectual, afectivo y social de niños y adoles-centes.

El cochecito Leré

Al cochecito, leréme dijo anoche, leréque si quería, lerémontar en coche, leréy yo le dije, lerécon gran salero, lereno quiero coche, leréque me mareo, leréEl nombre de Mariaque cinco letras tiene,

La MLa ALa RLa ILa A¡MA-RÍ-A!

El juego consiste en hacer un arco con la cuerda y sal-tarlo al ritmo de las canciones, que en la mayoría de los casos se repiten una y otra vez y que por lo general son más breves que en otros juegos.

Al pasar la barca

Al pasar la barcame dijo el barquero,las niñas bonitasno pagan dinero.

Yo no soy bonitani lo quiero ser,tome usted el dineroy me embarcaré

LA COMBATambién conocida como la cuerda, la soga, el saltador ...Su número de participantes es varia-ble. Se jugaba en el exterior y según la climatología. El único elemento que es necesario es la cuerda, que debe de

ser de una longitud y una consistencia que la hagan manejable para moverla, y será sostenida por una niña o niño en cada uno de sus extremos, aunque en ocasiones también puede ser una niña o niño solo, haciendo uso de un saltador, que es una cuerda más corta

con una empuñadura de madera o de plástico.Suele ir acompañado de canciones como las siguientes:

Juegos de toda la vida: la comba (I)

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Gastronomía TRADICIONAL

José Isidoro Ruiz

Page 41: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

Libro de Cocina (Don Benito, 1877)

CALABAZA EN CONSERVA

Se mondan, y ponen a cocer y es-tando tierna se saca, y se pesa, y a cada libra dos de azúcar: se cla-rifica, y se pone en punto alto, se

tiene la calabaza majada, se pone en pun-to, se echa en almíbar y se le dan pun-tos como a otra cualquiera conserva, se aparta y se le echa el agrio al gusto, y se vuelve a poner en el almíbar, que dé dos o tres hervores.

SALMIN (sic) DEDE GALLINETAS

Se parten a pedazos las gallinetas, se fríen en manteca unas rebana-ditas de pan mucho, se saca y fríe la cabeza la higadilla y tripa seca y

después se echa la gallineta; así que está do-rada se echa un poco de perejil ajos picados pimienta clavo y canela, se le da una vuelta con todo eso a la gallineta, se le echa me-dio cuartillo de vino blanco, y así que lo ha consumido se le echa caldo en blanco, con lo que ha de cocer hasta quedar tierna, que entonces se le maja todo lo que se fríe con los sesos, todo bien majado, se deslíe con la misma salsa; después se deja a fuego lento hasta que se va a comer que se pone en la fuente; que se le pone unas rebanaditas de pan fritas quitándole la corteza, y bien cor-tadas para que haga buena vista con los pi-chones se hace lo mismo, pero no se pone o fríen las tripas ni la cabeza.

Recetas recopiladas por: Eduardo Gómez-Valadés

Textos extraídos del “Libro de cocina” de Dª Josefa Mejías Diaz de la Cortina, Don Benito, 1877

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. LIBRO DE COCINA78 GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA 79

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En este capítulo conti-nuaré escribiendo sobre otros platos gastronómi-cos, en los cuales la cu-chara es la protagonista

de algunas comidas caliente. Dejaré para otra ocasión, el año próximo venidero, si es posible, la narración de otros platos que pueda incluir en este capítulo, como son los potajes, los estofados de patatas, los cardos, etc.

Sobre el cocido, ya escribí un ca-pítulo aparte. Lo merecía.

FREIJONESSon unas legum-

bres que a todos gustan y muchos las temen, unas veces por indi-gestas, si se comen en demasía; otras, por ensombrecer reunio-nes sociales. Así pues, en no pocas personas, comer freijones pue-den ocasionar ciertos problemas de acom-plejamientos por la sordidez de los gases intestinales que pro-ducen y su evacuación extemporánea e in-oportuna, sobre todo cuando el individuo no se encuentra en su en-torno habitual. Recelan, sí, pero aceptan comer-los. Los inoportunos gases intestinales son los riesgos que tienen que padecer aquellos que quieren deleitarse con unos buenos frei-jones.

En parte, aquellas personas recelosas tie-nen razón, pues hemos hechos de las ventosi-dades intestinales un comportamiento gro-sero entre las relaciones personales, y de pésima conducta cívica y so-cial. Quizás, en nuestra sociedad, se vea como

más civilizado y de buen gusto social el robo o la corrupción. Esos gases pueden dañar, momentáneamente, a la pituitaria y provocar una basca controlable; lo segundo puede cau-sar serios perjuicios duraderos.

Si los gases son uno de los efec-tos secundarios que acomplejan a ciertas personas para degustar un buen plato de freijones, poca esti-ma les tienen, existiendo medios de buena educación y urbanidad para desembarazarnos de tales perturba-ciones: están los escusados, que bas-ta tirar en el momento de la descar-ga gaseosa de la cadena del inodoro

para que los ruidos se confundan; existe también el pretexto de salir a la calle para comprar algo que se haya supuestamente olvidado o para fumar un cigarrillo, etc… Que, a pesar de los buenos cuidados, se es-capa uno…, pues un buen perdón a tiempo, por parte del ejecutor, y con una caritativa tolerancia, por parte del oidor y oledor, se puede sopor-tar todo. El escrúpulo y la petulancia social no son pretexto para que nos aparten del plato de freijones y no los jateemos.

Que quiere evitarse el follón del excusado, de la cadena de la cis-

terna, de la salida a la calle, del perdón…, existen otros métodos que pueden aliviar el desconsuelo que con-lleva el mayor o menor grado fermentativo y flatulento de estas le-gumbres. Dicen los en-tendidos que para ello basta añadir agua fría a la olla que contienen los freijones, cuando estos están hirviendo. Otros recomiendan yerbas carminativas. Entre estas últimas, de buen uso son el comi-

no, el cinojo o los ani-ses, también añadidos al caldo mientras cuecen. Igualmente es válido un poquito de tomillo o de estragón. Todos ellos contribuyen, aparte de ejercer un efecto seda-tivo sobre las tripas, a enriquecer, como yer-bas aromáticas que son, los sabores. Si a pesar de todo, la flatulencia es un mal frecuente para aquellos que las comen, pueden ser convertidos los freijones en un sim-ple puré, pues con ello se quitan los hollejos; o se puede añadir algu-nas verduras (mejor las acelgas que las espina-

Comer caliente de cuchara (II)

son unas legumbres que a todos gustan

y muchos temen por esombrecer

reuniones sociales

Page 42: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA80 81

cas; estás son más “fuertes”). Como apreciará, querido

lector, medios y métodos hay para evitar los desafortunados complejos, y, al mismo tiempo, templar los disgustos por una indigestión o atracón de freijo-nes. Cada uno puede optar por hacer lo que quiera, pero dejar de comer unos freijones…

Los freijones envuelven sus decencias con trajes de diver-sos colores: unos se visten con trajes de lunares; otros, con vestimentas enlutadas; otros, lo usan de color rojizos; algu-nos jóvenes, de color verdoso; los más, de color blanco. Las variedades entre ellos son casi tan desemejantes en su com-postura e imagen como países o regiones existen. En España, aunque traídas de la Américas en el siglo XVI, fueron adquiriendo distintas ascendencias, y así te-nemos: los judiones del Barco de Ávila o los de la Granja, grandes y aplanados, que uno solo de ellos llena la boca de plenitud de sabor; los freijones de León, alargaditos; los negritos de Tudela; las pintas de La Rioja; las fabes asturianas, cremosas y arriñonadas; las po-chas, de textura fina y juvenil y, sobre todo, aquellos que habi-tualmente comemos por nuestra tierra, ni grandes ni pequeños, arriñonados, blancos nacarados y que, cuando están cocinados y los degustamos, decimos que nues-tras bocas se llenan de pura manteca.

Los freijones, en todas sus distin-tas variedades, son legumbres ricas en minerales, y saludables para evi-tar los estancamientos intestinales, beneficiando a los que padecen de estreñimiento. Además, ricos en sapo-ninas, ayudan a reducir el colesterol, sin recurrir a productos comerciales de supermercados, tan caros para co-merlos a diario. Aunque también son ricos en hidratos de carbono, sin em-bargo, contienen muchas fibras que impide absorber algunos azucares y beneficiar, así, al diabético. Dicen los médicos especialista en nutrición que muchas mujeres pueden beneficiarse de ellos por los componentes estro-génicos que contienen, disminuyendo los riesgos cardiovasculares y descal-cificación de los huesos.

Pero quienes más se benefician de los freijones, indudablemente, son

aquellas personas que los co-men, que los degustan con pla-cidez, cuando su sabor mante-coso se desparrama por cada rincón de la boca, obsequian-do, con lo que absorbe durante la cocción (estas legumbres son insaciables, todo lo beben y todo lo guardan en sus arriño-nados cuerpecitos): las grasas y los sabores de todos los ingre-dientes que se hayan añadido. Y se beneficiarán de su cremo-sidad, aún más, si añadimos la sal al final, cuando todo haya concluido junto al fuego lento.

Los freijones a nada ni a nadie hacen mohines desagra-dables; son casaderos con todo lo que se le añada. Para ellos

son bienvenidas las verduras, los garbanzos, el bacalao (tan suyo en los días cuaresmales), las pa-tatas (cortadas a tallo, ayudan a su mejor digestión y a espesar el caldo), el chorizo (¿qué serían de ellos sin este embutido?), la oreja, la geta… y, como a otras legum-bres, no les viene mal añadirles un trozo de cebollas y unos ajos rajados, como tampoco una o dos hojitas de aurel para animar más el espelde del caldo. ¡Ah!, un chorreoncillo de aceite, cuando se ponga la olla para que todo cueza, le viene bien.

Los freijones nacen duros (como se dice vulgarmente: “así no hay quien le hinque el diente”), y necesitan ser reblandecidos an-

tes de la cocción. Para ello, deben per-manecer al mojo unas 12 horas. Este sublime momento del remojón suele comenzar la noche anterior, y conti-núa mientras dormimos. Y ellos solos, en el silencio de la noche se vuelven como niños fofos, gordos, y se reblan-decen. Después, para que sean guisa-dos, deben permanecer, cubiertos de agua, de 1 a 3 horas, mientras son co-cidos a fuego lento y durante un tiem-po que dependerá según la variedad y la calidad de dicha legumbre, para poder degustarlos.

Si alegres y amatorios son los dis-tintos modelos de maridajes, tres de ellos no puedo dejar de pasar por alto, sobre todo cuando Paqui nos loS pre-para con su buen saber: freijones con perdices, freijones con manitas de cerdo y habichelos con morros y ore-jas de cerdo, aparte de unos simples freijones con chorizo.

Pero antes de relatar estos esquistos platos, quiero evocar mi niñez, recordando aquellas freijones negros con pecas pintadas en rojo que orlaban un color blanquecino a cada peca (no sé cómo llamarlas), de piel más que dura, durísima, que se entretenían en la boca hasta ser deglutidos; de sabor algo áspero, y que, nadando en mucha agua y en poco aceite, eran acompañados por un cacho cho-rizo de posguerra, embutido en una tripa que no era tal, sino una especie de badana plastificada; y un poco de tocino rancio. Este pla-to lo comíamos en la comida del mediodía en el colegio donde yo estudiaba. Alimentaban, eso sí. No era que yo quiera ridiculizar al colegio, es que era lo que había, y, a pesar de todo, me los comía, y yo tenía 9 años de edad. Eran así aquellos años de mediado de los 50. ¿Qué no se come a esa edad, cuan-do el jabrear llama a la puerta del estomago? La verdad es que la ganas de correr y jugar no se nos quitaba.

Bien, pasemos a la degustación de freijones que Pa-qui, mi esposa, y mi madre me han preparado, y que Pa-qui aún me prepara.

Con respecto a los primeros, los freijones con per-dices, reconozco que no soy cazador y las perdices que comemos en casas son gracias a la benevolencia y aga-sajos que algunos amigos cazadores tienen con noso-tros. Ellas, las perdices, son guardadas y reservadas en nuestro arcón, y siempre esperando la ocasión oportuna para comerlas, que suele coincidir con la llegada de al-gún familiar cercano que vive lejano a nosotros, o aquel conocido que viene a visitarnos y a pasar unos días en casa. Y de esta manera, nuestros queridos familiares y amigos no solamente se llevan nuestro cariño, sino que también se llevan los sabores de alguna parte de nuestra tierra, pues la perdiz guarda entre sus carnes los aromas que se esparcen por las dehesas y trigales de la Serena, de la Siberia o de otra cualquier zona de Extremadura. Las perdices, que pasan su vida en el campo, se llenan de las yerbas aromáticas que a su alrededor crecen, o picotean cualquier tipo de simiente que encuentran; y todo ello es válido para acicalar y aromar su gentil cuerpo.

Como más arriba escribí, los freijones todo lo absor-ben mientras cuecen. Son como aquellas sanguijuelas que colocaban nuestros arcaicos médicos a los enfermos que padecían hidropesía para hacerles la correspondiente sangría. Pues bien, ellos, los freijones, se encargan de sa-car a las perdices todo el jugue que guardan entre sus car-nes. Hasta el aroma del aurel que añadimos a la cocción lo esconden dentro de sí mismo. Son tan devoradores y absorben tanto estas legumbres que al final convierten a la perdiz en una pieza de carnes secas y fibrosas. Y, a pe-sar de esto, nada se ha perdido, pues el sabor campestre de la perdiz permanece desparramado por el caldo, que siempre debería quedar un poco espeso y metido hasta el miajón de cada unos de los freijones, donde se entre-mezcla con su “manteca”. También es agradable fatear este guiso no solo cuando se va haciendo, sino también comiendo

Y después, con la carne de la perdiz, ¿qué? Si quiere, puede rechupetearla con los huesos y comerla, salvando el gaznate con un buen vino pitarrero (tinto, a ser posible) para que pasen bien las carnosidades fibrosas; o bien, esas piezas sobrante de carne pueden ser reservadas, como hacían hasta no hace mucho tiempo nuestras cocineras, para preparar unas ricas croquetas, “deshacien-do” la carne y refriéndola con unos pequeños taquitos de jamón, antes de mezclarlo con la bechamel y dorarlas en la sartén con acei-te hirviendo. Pero en la actualidad las prisas son malas consejeras

para realizar estas exquisiteces. ¡Cómo aprovechaban todo nuestras madres y esposas, para no desperdiciar nada!

Si exquisito es el anterior manjar gastronómico, excelente son también los freijones con manitas de cerdo, con el que no hace mu-cho tiempo me obsequio Paqui. Al sabor ya conocido, mantecoso, de esta legumbre, se une a ella, como si de un traje de pieles se tra-tara, la suave gelatina que desprenden las manitas de cerdo. Todo ello es suave y ligero para comer, pegadizo entre las papilas y sereno su paso por el garguero. Si se desea que el cerdo esté más presente, se añade un embutido convertido en chorizo. Al terminar de co-

merlo se puede decir, como antiguamente se decía: plato único y día sin postre. ¿Qué más necesita para ser feliz ese día? Tal vez, que la tarde sea serena, y no trabajar después; tampoco amodorrarse en demasía en una siesta. El vino pitarrero tinto sigue siendo un buen acompañante.

Si se prefiere, pueden ser sustituidas las manitas de cerdos por rabos de cerdos, si tiene la fortuna de encontrarlos

Pero hay que comprender que, en el día a día, lo más socorridos

Pero hay que comprender que,en el día a día, lo

más socorrido son los freijones con

chorizo

Después,para que sean

guisados, deben permanecer,

cubiertos en agua, de 1 a 3 horas

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA82 83

son los freijones con chorizo. Es lo que más se tiene a mano. Y nada desdeñable son. Así, el plato gastronómico de freijones se convierte en un alimento bello y hermoso donde los haya, teñido de color rojizo, ba-ñado por el zumo grasiento del chorizo y con la alegría que sienten al notar la caricias de las gotas de grasas perladas choriceras que sobrenadan en el jugue y que, a la vez, dulci-fican el sabor. A buen chorizo, mejor sabor para los freijones.

No quisiera terminar este apartado de freijones sin ha-cer mención a los freijones con morros y orejas de cerdo. Aunque sencillo y simple el plato, no es nada desdeñable. Aquí no sucede como en los platos anteriores. Al comienzo no se casan los protagonistas: los freijones no se unen con los morros ni con las orejas. Nece-sitan un tiempo para estar pre-parados para ese casorio. Antes de la unión, cada uno de ellos caminarán por su lado, aunque se miren de reojo: los freijones, en una cazuela con un poco de aceite, el chorizo, aurel, ajo y cenoria, cuecen con el agua ne-cesaria, por un lado; por otro lado, aparte, en otra olla, las orejas y morros, una vez bien limpios de lo apercochao y ras-padas de pelusillas, cuecen jun-to con otra hoja de aurel y una gotas de aceite de una almaza-ra extremeña, que no está de más para suavizar la textura de aquellos. Cuando los primeros lleven hirviendo unos 40 mi-nutos, se les añaden las orejas y los morros, que deberán estar blandos. Quien quiera espesar-lo un poco más, no estaría de más añadir unas patatas.

COLES CON COSTILLAS O CON ESPINAZO

Ya expresé, cuando escribí sobre las lentejas, que las coles, al igual que algunas legumbres y cereales, ya eran conocidas en la prehistoria. Cuidadas y cultivadas sus se-millas por las mujeres de los distintos clanes de entonces, sirvieron, y mucho, para aten-der las necesidades alimenticias de aquellos años tan difíciles. Tampoco los romanos las desaprovecharon; mucho menos, aque-llos labradores de los siglos XVII y XVIII cuando, después de llegar a sus casas, tras una dura jornada de labranza (casi siempre después de la puesta del sol), se sentaban a

comer en la cocinilla, junto al calor del fo-gón, el plato fuerte del día: una olla de co-les o de nabos cocidos junto al aliño de un tocino más o menos rancio que suavizaba el alimento y el galguillo, mientras que un chorrito de vino del porrón o de la bota, ali-geraba y arrempujaba el paso por el mismo.

Hay que reconocer que las coles no han sido nunca bien vistas ni apreciadas en el entorno de la alta sociedad, aunque sí bien estimadas por la plebe que, a falta de per-dices, capones, corderos, cerdos, pichones, etc., lo que más interesaba era proveer y mantener lleno el exigente y buen bandul, y de esta forma serenar el jabrear, pues el ja-brear nunca ha aconsejado bien.

Tal vez, en la alta sociedad o alta bur-guesía o aristocracia de otrora despreciaran a la col por su bajeza y falta de nobleza a causa de un supuesto mal gusto y el fuerte olor desagradable, para algunos, que produ-cía la cocción (¡Cómo tendrían que llorar y sufrir los hijodalgo de entonces, cuando te-niendo oportunidad de comer una col no lo hicieran por salvar el honor, como si el falso

honor tranquilizara el hambre!). A pesar de ese desprecio social hacia las coles, lo que no se les puede privar es de su riqueza en azu-fre, causante de ese olor desagradable que queda en la cocina, al ser cocidas en ella, o en la escalera del piso, cuando la vecina nos obsequia el aroma al abrir la puerta de su

casa para orearla de “las coles” y nos hace participar si no de la comida, sí de su fragancia; tampoco podemos privarla de la celulosa que contienen. Am-bos, azufre y celulosas, son los culpables del bandarrio que se pueda sufrir. Pero ellas son así; despojarlas de lo que nos dis-gusta seria convertirlas en unas coles sin coles. Con referencia al olor, he oído decir a mi espo-sa que cocer en demasía las co-les hace que se desprenda más olor azufrado; con un escaldón, apenas se aprecia.

Si alguien quiere probar coles-coles, de esas que llenan desde la cocina a cada rincón de la casa a olor azufrado del averno, nada mejor, como di-cen la gente de Don Benito, que las coles de la tierra, coles de nuestro terruño, coles cui-dadas con el esmero y el buen hacer de nuestros eficientes y competentes hortelanos, como son esos hortelanos del cerca-no pueblo de Magacela. Estos grandes horticultores parecen vivir todavía, pero mejorados por los años, del conocimien-to que adquirieron de sus an-tepasados, los moriscos, que dejaron como regalo la buena enseñanza sobre el cultivo y el trabajo de las huertas en aque-lla zona y en Hornachos, hasta

que fue decretada la expulsión de ellos, en el año 1609, por el rey Felipe III, de los te-rritorios que tantos años pisaron. No quiero olvidar desde esta paginas al que fue mi ve-cino, el señor Delfín Cantero, un excelente hortelano calabazón, hombre bueno y gene-roso entre todos, que hasta cercano a los 90 años de edad supo sacar el mejor jugue a la tierra de su huerta, que él tanto amó y res-petó. Fue para mí el mejor hortelano que he conocido; no desaprovecharon sus clases ni su hijo Antonio ni su yerno Alejandro.

Esas buenas coles que los hortelanos de Magacela, que en la actualidad cuidan con tanto celo profesional, junto con sus ceno-rias de color rojizo o amoratado o azulón y de sabor dulce y algo amargoso, al terminar de comerlas crudas (¡qué maravilla de con-

trastes sabrosos!), bien cocidas por el buen hacer y experiencia de mi esposa, como si fuera un escaldón prolongado, quedándolas al dente, son verdaderas exquisiteces para degustarlas con ligereza.

Reconozco que Paqui, mi querida y ado-rada Paqui, es un pozo profundo no sólo en el buen arte de la cocina, sino también en el gran corazón para amar. De su amor, ya he escrito en otras ocasiones y en otros lugares, pero, si de cocina estoy escribiendo, siga-mos con ella. Pues bien, de ese pozo profun-do, sin secretos, que es su inteligencia, brota su gran sabiduría para cocinar y transfor-mar los productos de huertas en guisos de lujos para cualquier mesa de personas con gustos exquisitos en el buen yantar. Improvisar, aprovechar e innovar es, como buena cocinera extremeña, su gran cualidad gastronómica, y, encima, con todo ello, contri-buye a deleitar.

Unas buenas coles –las de Magacela–, de hojas com-pactas, que parecen abrazarse entre sí con verdadero cari-ño, ternura y pasión, y cuyas hojas son difíciles de separar, como esos niños que perma-necen abrazados a sus madres, bien troceaditas, junto a unas rodajas de aquellas cenorias rojizas o azuladas o moradas, que parecen ser como narices infernales con pelos de brujas malignas (que nada tienen que ver con su ricura), sin haber pasado por el refinamiento ni por lugares de invernade-ros, se colocarán en una olla, quedando dispuestas para ser cocidas con el agua que corresponda. Pero no solas; hay que añadirles la compañía de una cebolla, unas patatas cortadas a tallo y unos buenos trozos de costillas de cordero. De esta manera tendremos: Coles con costi-llas. Las costillas no deben estar demasiado rebañadas de carne por el carnicero (si tene-mos confianza con él, se puede conseguir); tienen que dejar asomar, además, por sus re-bordes una poquita de grasa. Y ya reunidas coles y costillas, se le añade sal al gusto y se regará todo ello con aceite de almazara ex-tremeña, con la cantidad que corresponda; también, si se prefiere, puede agregarse un poco de comino. Y así, con el comino, las coles pueden resultar menos flatulentas. Si alguien desea innovar algo más el plato, y es aficionado al picante, puede añadir un poco de pimentón agridulce de la Vera, de tan delicado saborcillo picante, pues resulta un buen estimulante y favorecedor del apetito.

¡A fe, es una gozada! Basta añadir una punta de navaja de dicho pimentón para saciar el deseo.

Y aún es mayor el placer de comer este plato caliente, si una vez terminado el guiso y dispuestos ya para comerlo chafamos las patatas con el tenedor en el plato; de esta forma se le da mayor consistencia al caldo. De esta manera, para degustar bien el guiso, en lugar de usar la cuchara, usemos prime-ro el tenedor para ir saboreando la verdura junto a las patatas chafadas y, entre bocado y bocado de ellas, intentar roer la carne de la costilla. De este modo, mezclemos los sa-bores en la boca y degustémoslo sin rubor.

Al final, con la cuchara, tomemos el espeso caldo sobrante en el plato: nos limpiará bien el galguillo, y quedará nuestro paladar más impregnado de sabor y, si algo de cerote nos queda, desaparecerá.

En Castuera, cuando yo vivía en aquel bonito y añorado pueblo, mi madre, si-guiendo algunas costumbres gastronómicas castoreñas, nos preparaba también un plato parecido al anterior: Coles con espinazo.

Castuera, aunque gozaba de buena fama por sus corderos, el cerdo no tenia desper-dicio; a veces, incluso mejor que el corde-ro. Este último se marchaba a lugares más ricos de España, donde era mejor pagado. Pues bien, un buen espinazo de cerdo y, al ser posible, con su rabo pegado a él, era lo que usaba mi madre como actor principal para este plato culinario. En una cacerola de aluminio colocaba troceado el espinazo con el rabo, una buena morcilla de lustre de

Casa Chicha (vecino de mis padres y famo-so carnicero y charcutero de Castuera por la morcilla patatera y de lustre), pinchadita para que no estalle y a la vez suelte su jugue, y tocino fresco, a ser posible, entrevetao, y que se parezca a la camiseta del Atlético de Madrid. Todos ellos, cubiertos con agua, los dejaba cocer a fuego muy lento. Una vez que la carne pegada al hueso estaba tierna, le añadía las coles troceadas. Con el mismo fuego lento las dejaba cocer hasta que las coles estaban al dente, habiendo previamen-te añadido la sal al gusto. También al gusto se puede añadir una mijina de guindilla pi-cante, si es que le gusta el picante a quien

degusta este guiso. Desde lue-go el picante, siendo suave, no lo desmerece; además, puede domar un poco el fuerte sabor de la col.

Un buen vaso de vino tin-to durante la comida hace más agradable la digestión y la in-gesta.

Algunas veces, como al principio escribía, la col es desechada en algunos hogares por el olor fuerte que despren-de al ser cocinada, impregnan-do cada rincón de los mismos; como el olor de las sardinas fritas. Y al igual que estas tie-nen sus trucos para que la casa no huela, también los tienen la coles. A alguien he oído decir que ese olor fuerte y picante que despide puede ser atenua-do si se le añade al agua donde se está cociendo la col una mi-jina de leche. No sé si es cierto o no, no lo he probado; lo he oído. Pero a mí, aunque pueda

resultar desagradable su olor sulfuroso y pe-netrante, me llena y me gusta.

Una buena comida a base de coles pue-de ser un buen remedio para mejorar la salud y prevenir algunas enfermedades. Con ellas, parece que mejora la función del tiroides; ayuda a controlar la tensión arte-rial y la cifra de glucemia (sobre todo, en el diabético); aumenta las defensas de nuestro organismo, por la gran cantidad de vitami-na C que contienen; alivia las molestias del reuma y… hasta dicen que dan fortaleza a las personas frente ante el cáncer, sobre todo frente al cáncer de colon, por las fibras que contienen.

¡Buen provecho!

GuillermoPaniagua Parejo

(De mi libro: Paquitas, ¿qué como hoy?)

Una buena comida a base de coles

puede ser un buen remedio para

mejorar la saludy prevenir

enfermedades.

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Al fin triunfó LA TAPA en cada región y rincón de España. La TAPA siempre es la reina o la in-vitada de honor en cada evento festivo, bien sea de carácter po-

pular, literario, social o de cualquier compro-miso humano. Si en cualquier acto no hay Ta-pas, no habrá asistentes, esto se lo aseguro yo a ustedes. LA TAPA es la representación gastro-nómica de la región donde se ha elaborado; sus mismos componentes inequívocamente prego-nan en qué región de España nos encontramos.

Todas estas peculiaridades de la tapa ya las venía pregonando el gran escritor periodista Néctor Luján, nacido en Mataró. En sus múl-tiples publicaciones gastronómicas, se ha con-vertido en algo así como: “el profeta del resur-gir de la tapa”, él las ha reunido y clasificado, dándonos toda clase de información histórica sobre las mismas. En una de sus últimas pu-blicaciones, cuyo título es: “EL RITUAL DEL APERITIVO”, deja muy claro cómo este manjar de La tapa, no sólo triunfa en España, sino que también se va abriendo camino por todas las naciones centro europeas.

Ya La Real Academia de la Lengua Españo-la, en el año 1970, incluye en su diccionario la aceptación de la palabra TAPA que, significa: Rodajas de embutidos o lonchas finas de jamón que se sirven en bares o similares para acompa-ñar a un chato de vino o una rubia y espumosa caña de cerveza.

Y yo, como calabazón que soy, permítanme que les relate la época gloriosa de la tapa que yo viví en Don Benito. En nuestra ciudad. Aquí la tapa se convirtió en un pequeño manjar gui-sado con la receta de las abuelas. Lógicamente en nuestra posguerra bajó mucho el consumo del aperitivo por la penuria económica familiar y por la escasez de los productos de la tierra. Esto, poco a poco se fue superando y por lo tanto, gracias a varias circunstancias, y a Dios, la vida de los dombenitenses volvió a coger su ritmo habitual. Volvió la “hora del vaso”, la hora del aperitivo. Pues, quién de ustedes no recuer-da aquellas ancas de ranas enhuevadas que nos ponía como tapas la Señora Genara, en su quiosquito del Paseo. Y de los pajarillos en salsa con su guindilla picante que nos ponían tanto MARCELINO como el gran Francisquito el del Rincón Pío. Recuerdo en estos momen-tos los rabitos de cordero en escabeche que nos ponía Emilio Acero en la calle del Furriél (hoy, San Andrés) que eran ni más ni menos que tronchos de acelgas cocidos y rebozados en

La vieja, el hijo y la despensa

¡Joder, que frío hace!. Va a empezar a nevar de un momento a otro; el viento es cortante, te penetra hasta el fondo del alma, y por si fuera poco, la llamadita del niño: “Que mañana vamos a verte. Prepáranos esas cosas tan ricas que has hecho en

la matanza”.

Pero eso sí, estos cabroncetes nunca vienen a ayu-darme con la matanza del chon. ¡Si no fuera por los vecinos!. Pero claro, mañana viene con la mujer y los dos niños a llevarse más de la mitad de los chorizos, de la carne y de todo lo que pilla en la despensa: que si unas judías, que si unas patatas, el tomate en conserva, las mer-meladas ..y ese orujo tan bueno que hacemos en la aldea. ¿A cambio de qué?. Pues a cambio de comer un día conmigo, preguntarme qué tal es-toy y llenar el maletero del coche hasta arriba; que hasta tengo que es-conder las gallinas por-que si no también se las llevan. ¡Buena despensa van a tener para el in-vierno!.

Y claro, encima el “niño” me dice que les prepare un buen coci-do, porque hace mucho frío. ¡Pues que venga en verano!. Pero no, en verano se van a la playa, y a mí ni me dicen nada. Eso sí, me llama una vez al mes y con eso todo solucionado.

Ya empieza a nevar. Espero que el tío Luis aún no haya cerrado la tienda, tengo que comprar algunas cosas que me faltan para hacer el cocido. Sólo faltaba que con este frío ya hubiese cerrado y marchado a su casa. Pues da igual: se hace con lo que tenga en casa. Si no hay vino, pues agua del manantial, que aclara la vista.

¡Qué frío!, menos mal que me he ido aprovisionan-do de leña durante el buen tiempo. ¡Es que soy como una hormiga!. Trabajo, trabajo ¿y para qué?, para que se lo lleven todo: interesa más el verme o el llevarse las cosas de la matanza, más bien pienso esto último.

Por fin, menos mal que la tienda está abierta. Com-pro garbanzos, fideos y vino. Aprovecho para comprar también un poco de chocolate para los nietos y café para ellos, porque claro, los muy elegantes no pueden tomar un té de tomillo como tomo yo ¡y bien sana que estoy!.

Ahora de vuelta a casa, y bien apoyadita a la pared porque esto se está poniendo muy mal y me escurro. Ya

sólo faltaba que rodase por el suelo y me partiese la ca-dera.

Poco a poco estoy llegando a casa. Menos mal que estará calentita, me tengo que cambiar de ropa porque encima del frío, al ir sujetándome por las paredes, me cayó el doble de nieve, de lo que va escurriendo de los tejados. No, si al final cogeré un buen catarro, de esos que te llevas a la cama con un buen vaso de leche calien-te con un chorro de coñac. Cuando empiece a ver doble y a sudar, el catarro desaparecerá, porque no está la eco-nomía como para regalar dos pollos al médico.

Por fin he llega-do. Me he cambiado y ahora estoy entrando en calor. Pongo el kilo de garbanzos en agua templada con sal para que mañana, a buena hora, comience a hacer el cocido en el puchero grande que tengo en la cocina. Y ahora a cenar y a dormir, porque con el viento se ha estropea-do el repetidor de la tele y no la podemos ver. Menos mal que tengo la “arradio” que me hace compañía; pero antes de ir a la cama, una buena copita de orujo, que con la bolsa de agua calien-te hace que no pase frío por la noche.

Ya me he levantado, he tomado un buen tazón de le-che de cabra que me ha “recompuesto” el cuerpo y ahora a poner en el puchero los garbanzos, dos buenas puntas del hueso de jamón del chon matado el año pasado, un cuarto de gallina y un trozo de carne de cordero, porque no tengo carne de vaca; cuatro chorizos de la matanza, dos zanahorias y tres o cuatro patatas y ya está. Luego en un cazo aparte un poco de repollo. Todo que se vaya haciendo poco a poco, porque como decimos por aquí: “No será de alimento, pero calienta el cuerpo”. Sólo me queda probarlo de vez en cuando y añadir sal si lo pre-cisase y luego pues nada, a preparar con parte del caldo y los fideos una buena sopa y a esperar a que vengan los señores a desvalijar la despensa. Ahora voy a dar una vuelta por el establo y a dar de comer a los animales, porque con tanta nieve no puedo sacarlos.

¿Será que pueden venir con las carreteras en ese es-tado?. San Judas, por favor ¡qué nieve, que nieve mucho, y que no puedan venir a vaciarme la despensa!. Amén.

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. LA VIEJA, EL HIJO Y LA DESPENSA84

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abriendo camino por toda Europa

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La Tapa(Gran Señora del Aperitivo)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. LA TAPA 85

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Retazos de EXTREMADURA

escabeche.O la pardillita preñada y el bordallo su-

perior que nos ponía en su quiosco el Sr. Galillo con la peculiaridad de que los po-nía en escabeche y aún estaban rechinosos al comerlos. Y los colmillos fritos al igual que los chanquetes. Además de sus ajos de peces que tampoco hemos de olvidar. Re-cordemos también las famosas bogas asa-das de Julián, o Julián el de las bogas. Tanto monta.

Cuántos y cuántos jóvenes habíamos visitado “La Cueva” de Sebastián. Sitio ya histórico que, al bajar los escalones para entrar en ella, nos daba la sensación que estaba allí sonriente el dios Baco con su cara beoda y su eterna jarra de vino en la mano. Buen frescor en los días calurosos para tomar en La Cueva una fría jarra de vino.

Y la taberna de “LAS TECLITAS” don-de, al medio día, se servían los cepelines de vino con altramuces o garbanzos tostaos. Y donde el maestro albañil Sr. Caballero, mu-chas veces hacía leer un pasaje del Quijote a cualquier paisano que en ese momento estuviera en la taberna. Y nadie se enojaba por tal causa.

Quién no recuerda esas patatas fritas que ponían en la taberna de “La PATA-TERA” con una botella de a litro de vino blanco y un solo vaso para que en él be-bieran los cinco o seis mozalbetes que, a escote, abrían y pagaban la botella. Siempre a uno le tocaba echar el vino en el vaso para los demás, por eso decíamos: “El Echaó , que súe, el echaó que súe”. (El echador que sude). Esto me trae a la memoria la anécdo-

ta siguiente: Por el año del hambre al medio día se encontraban en el campo un grupo de treinta segadores sentados alrededor de una enorme cuenca de gazpacho y tan sólo tenían una sola cuchara para comer. Pasó un caminante, les dio los buenos días y ninguno pudo contestarle, porque todos tenían la boca llena de gazpacho… ¡Qué tiempos aquellos!

Era admirable el ver cómo en las ta-bernas de Don Benito ponían de aperitivo un “bacalao al resmillón” combinados con esos tomates de culo gordo del terruño. De-cían que eran las tapas más preferidas de los zapateros. Parecía ser que cada taberna tenía su zapatero y cada zapatero su taber-na. ¡Y eran muchos!

También bastantes jóvenes, y no tan jó-venes, visitábamos “EL CALAÑÉ”, donde a precios moderados, nos servían un hermo-so pestorejo a la brasa con morcilla reven-tona. Por invierno nos ponían de aperitivo platillos ovalados repletos de nuestro “je-rimoje matancero”. Para nosotros era una delicia el probar aquellos manjares.

Y donde el bueno de Luis Sardina, en su taberna de la calle Velasco asaba unas sardinas que hasta el chiringuito que puso en Las Cruces, llegaba su olor. O las tapas de lomo en orzar que nos ponía “El More-no” en el Bar Taurino de la calle La Virgen.

Y las tapas que guisaban las laboriosas “Hermanas Cabecitas” en el sótano del cine Rialto que, a todo el que pasaba por allí a la hora der comer, se le encendían los jugos gástricos de lo bien que olían sus guisos.

Durante las décadas de los años cin-cuenta a la del ochenta, esta fue, más o me-

nos, la época de la tapa en Don Benito. Por mi parte, honor y respeto para los dueños y dueñas de aquellos bares, quioscos y taber-nas, que supieron alagar nuestros exigentes paladares.

Hoy la vida sigue y, lógicamente, las ilu-siones se van renovando, por ello un nu-trido grupo intenta vivificar LAS TAPA EN DON BENITO. Este grupo es la Asociación de Vecinos del Barrio de Santiago Apóstol que comenzaron por crear “LA RUTA DE LA TAPA O DEL APERITIVO” hace muy pocos años en sus fiestas patronales.

Esta idea fue muy bien acogida en prin-cipio por parte de los vecinos y de los due-ños de los bares. Aunque al ver los primeros resultados, parte del vecindario, se molestó al contemplar las escenas y el comporta-miento de los jóvenes y “jóvenas” tirados en la vía pública a causa de la desmedida ingestión de bebidas alcohólicas.

Hoy en día, me consta que todos los participantes en estas rutas del aperitivo y la tapa se han moderado en el consumo de tapas y licores. Con ello han consegui-do que estas rutas de la tapa y el aperitivo, de verdad, vuelvan a resurgir en nuestra ciudad. Así disfrutaremos todos de estas exquisiteces. Por lo tanto, al igual que un castizo, yo me despido con estos deseos: ¡VIVA LA TAPA / VIVA LA FIESTA / VIVA ER VINILLO / Y LA SERVESA. . . ¡HE DICHO!

GASTRONOMIA TRADICIONAL. LA TAPA86

José A. Gutierrez Ortíz

A los Caramanchos, por su merecida Medalla de Oro de la Ciudad.

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miembros formado por hijos, nietos, biznietos y tataranietos. Pues bien, el mote aludido que recibió directamente mi abuelo, al que no conocí desgraciadamente -y bien que lo siento-, fue el de “Arrecío”. Y ¿por qué este apodo, se preguntarán algunos? Voy a ejercer una señalada, al menos para mí y mi familia, clara lección de historia familiar, porque historia es todo lo que ha sucedido en el pasado y no referido tan solo a lo que les sucedió a papas, duques, reyes y emperadores. Todos somos per-sonas y todos tenemos nuestra particular historia que contar, no por ello menos importante para uno mismo. Animo, pues, a que otros paisanos hagan igual-mente lo que yo estoy haciendo en este momento -aquél que lo sepa-, y lo publique en algún medio, para conocimiento de todos y una posible “Historia de los motes de Peñalsordo”, que más tarde se podría editar en pa-pel, por ejemplo. Y entro ya en el desarrollo del mote del abuelo que lo recibió a la vuelta como “soldado ejemplar” -eso sí- de la guerra de Cuba, y de donde lle-gó hasta su pueblo con lo puesto y una enfermedad crónica a sus espaldas, la entonces temible malaria.

El abuelo Leandro o Alean-dro -como se le conoció siem-pre-, García Sánchez-Mora na-ció en Peñalsordo el 13 de marzo de 1871, por lo cual no pudo ser inscrito en el registro civil que, a pesar de ser creado por entonces a nivel nacional, en el pueblo el primer niño registrado en ese registro es del 6 de julio de 1873. Entonces, ¿de dónde sacamos su fecha de nacimiento? Pues de la partida de bautismo. También desaparecen todas las partidas de bautismo y otras ceremonias eclesiásticas en la vida del pueblo en la nominada guerra civil del 36-39. Pero mira por dónde, se guarda una copia en el Archivo General Militar de Segovia, y de ahí la he-mos tomado, junto a parte de su expediente militar.

Hagamos antes historia de una vida “normal” pero con pro-fundas carencias.

El abuelo Leandro, como tantas criaturas por entonces, se

quedó huérfano de padre y madre desde muy niño. Le acompa-ñaban otros dos hermanos, José -casado ya mayor y que moriría sin descendencia- y Víctor, con familia en el pueblo y Madrid. A los tres los crió, con hartas dificultades, una tía, hermana de su madre. Y también parece ser que tenían otra hermana del padre, Antonio García Nieto, de un matrimonio anterior; por tanto ma-

yor que ellos y que anduvo viviendo siempre por Capilla, de donde de-bían proceder los antepasados del abuelo Aleandro. Lo cierto es que en aquellas penosas circunstancias, el abuelo, sin medios económicos y sin familia directa, de oficio jor-nalero, optó cuando alcanzó los 19 años por enrolarse en las filas del Ejército como soldado voluntario en el Arma de Artillería. Para ello marcha hasta Villanueva de la Sere-na, donde estaba la Caja, y de aquí pasará a Sevilla, Cádiz y finalmente La Habana. Pero vayamos por par-tes.

Cuando le hacen la primera filiación en Peñalsordo, encontra-mos algunos datos apuntados con anterioridad; también otros que me llamaron poderosamente la aten-ción. Así, además de conocer que era un joven castaño de pelo y ce-jas del mismo color, ojos melados, nariz, boca y frente normales, de escasa barba y color claro, tenía un aire, “bueno”. Sabemos asimismo que era un real mozo para su épo-ca, ya que medía 1,71 m. a la salida del pueblo y después alcanzará los 1,75 ya incorporado en el Ejército y suponemos que por el abundante ejercicio físico, y como nota carac-terística, se escribe que tenía “una

raya azul en la oreja izquierda”. Debería tratarse de una vena bas-tante pronunciada en esa oreja, que como bien se sabe son azules aunque la sangre sea roja. Fue filiado como “quinto por el cupo de Peñalsordo con el número 604”. Llama la atención sin duda un nú-mero tan elevado para un pueblo de escasa población; creemos que podría tratarse de todos los afiliados de la villa desde años o tal vez siglos atrás. Ah, y sabe leer y escribir, en una época de tantos anal-fabetos. (Somos conscientes de que el abuelo estaba en posesión de una muy hermosa caligrafía como se desprende del reverso de una fotografía tirada más adelante en la ciudad de Santa Clara en la

RETAZOS DE EXTREMADURA. MOTES Y APODOS DE PEÑALSORDORETAZOS DE EXTREMADURA. MOTES Y APODOS DE PEÑALSORDO88 89

Hasta muy avanzado el siglo XIX y prin-cipios del XX, en Peñalsordo no se produce una mezcla de sangre entre los naturales del pueblo y gente venida de fuera; y esto sucede especialmente

con los llamados artistas, que no eran si no los arte-sanos llegados con sus distintos oficios e ilusiones: herreros, carpinteros, barberos, guardas de monte, co-merciantes de tejidos, hojalateros, mineros, algunos al-bañiles, taberneros y carniceros…, aparte de personas venidas con diferentes carreras. Éste será por tanto el momento en que las jóvenes peñalsordenses comen-zarán a casarse con otros jóvenes de distintos puntos geográficos de España y así se mezclarán, además de la sangre, los apellidos. Con harta frecuencia a es-tos últimos, los de fuera, se les recordará posterior-mente, aparte de su oficio, por sus propios apellidos, aún prevalecientes en el día de hoy: Egea, Águila, Molina, Llerena, Osorio, Fraga, López, Madrid, Ba-yón, Tapia y otros; mien-tras que los nacidos en el pueblo de ascendencia lo-cal de siglos y siglos, pre-valecerá en ellos el mote, apodo o alias heredado de ellos mismos o de sus pro-genitores.

Y es que todo en la

vida tiene una explicación. Los peñalsordenses, peñal-sordeños o peñalsorderos -como ustedes gusten- de abolengo, desde la creación del pueblo allá por el siglo XIV hasta el XIX, estuvieron muy unidos entre sí por matrimonios endogámicos; por eso los apellidos eran muy repetitivos entre los naturales de la población, y por tanto, había necesidad de diferenciar a sus veci-nos con un sobrenombre para poderse distinguir; de ahí los motes o apodos, abundantísimos, con los que se les conoce aún hoy día a nuestros paisanos. Estos

sobrenombres, evidentemente, siempre tenían un ori-gen y un motivo, a veces lógico; en ocasiones, un tanto curioso. Lo expuesto hasta aquí para Peñalsordo, evi-dentemente, se puede aplicar a los pueblos rurales de la España profunda por siglos y siglos; por tanto, no somos originales. Como igualmente no lo seríamos cuando llegó la gran revolución industrial y con ello el desarrollismo de nuestro país a partir de los años cincuenta del siglo XX y con ello la elevada emigra-ción de nuestras gentes hacia los grandes polos de la economía española. Y ahora sí, nuestros jóvenes salen de sus casas para recalar en las grandes ciudades y así muchos matrimoniar con población de diferentes cul-

turas y conocimientos, al-canzando la consiguiente mezcla de sangre y ape-llidos. Ahora, los motes o apodos de años o siglos se quedarán para el pueblo.

Tras esta breve intro-ducción aclaratoria, quie-ro referirme en este artí-culo a un caso concreto y muy personal referido a mí mismo para no indagar en ningún otro ejemplo y así eliminar susceptibi-lidades. El mote o apodo que heredé desde mi más primigenia infancia, fue el que recibió mi abuelo paterno, Leandro Gar-cía Sánchez-Mora, y que después, junto al apellido,

muy común por cierto en el pueblo, España y América, heredamos toda la familia; por otro lado, una amplia familia suficientemente desperdigada con los años por los más variados rincones de España, y que en princi-pio estuvo formada además de él mismo, por su mujer, Juana María García Torres y los 6 hijos de ambos: Vi-cente, Ángel -mi padre-, Francisca, Amalia, Antonio -muerto soltero en Ceuta tras la guerra civil del 36-39- y Jacinto. Hoy, descendientes directos del matrimonio García-García abarcan un número elevadísimo de

Motes, apodos... y apellidos en Peñalsordo

Mot

es y

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dos..

.

en los nacidosen el pueblo de

ascendencia localde siglos y siglos,

prevalece en ellos el mote, apodo o alias

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isla de Cuba, que conservo en mi casa con una dedicatoria: “a mi querido hermano Víctor”). Firma como soldado por cuatro años y lo hacen asimismo las autoridades locales del momento. El Secretario, Jeróni-mo Molina; el Síndico, Cayetano Milara; y el Alcalde, Indalecio Molina. Todo con un sello que dice Alcaldía Constitucional de Peñalsordo.

EMBARqUE hACIA CUBA y AñOS DE ESTANCIA EN LA ISLA.En la Caja de Villanueva permanecerá como mozo 2 meses y 23 días, como arti-llero 2º en Sevilla permanecerá 8 meses y 25 días, como soldado voluntario de Infan-tería estará 10 meses en Cádiz; mientras, ha superado todos los reconocimientos médicos, declarándosele útil para el Ejér-cito. Durante un breve espacio de tiempo permanecerá en la isla de San Fernando o isla de León, haciendo prácticas militares propias del Cuerpo al que pertenece. Más tarde, el día 10 de diciembre de 1891 em-barca en Cádiz rumbo a La Habana en el Vapor Correo Ciudad de Santander y llega a la isla de Cuba, al puerto de La Habana, el 24 del mismo mes. De inmediato recala en el Batallón Cazadores de Bailén, nume-ro 23, de La Habana, Batallón que cambia-rá su nombre poco después en 1er. Batallón del Regimiento de Infantería Isabel la Ca-tólica, número 75, 1er Batallón, lª Compa-ñía. En septiembre de 1892, el abuelo va a solicitar pasar del Cuerpo de Infantería, al de Artillería, en el que había servido por un breve tiempo en la Península, antes de su partida hacia América. El Capitán General de la Isla, dado el buen comportamiento del soldado, acepta tal petición y desde ese instante pasará a formar parte del Arma de Artillería; será en diciembre de 1892. Como es bien sabido, el último recrudeci-miento bélico en Cuba estalla en 1895 y el desenlace final con la pérdida de las últimas colonias españolas, Cuba, junto a Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam, en el Pací-fico, se lleva a efecto con la firma del Tra-tado de París de 31 de diciembre de 1898. Los peninsulares comienzan el regreso y ahí viene Leandro García Sánchez-Mora,

enfermo, pero con el deber cumplido de haber servido a su Patria, parece que con gran sentido de su responsabilidad, según podemos leer en su expediente militar de artillero.

REGRESO A PEñALSORDO y FALLECIMIENTOY regresa a su pueblo -el pueblo donde ha-bía nacido-, todavía joven, alrededor de 30 años. Los muertos peninsulares en aquella

guerra fratricida en combate directo sólo fue del 5%, el resto, hasta el 95%, lo sería por enfermedades contraídas. Él fue uno de los que se salvó de la muerte, pero enfermo como hemos señalado. Incluso enfermo, en su pueblo va a conocer a una chica bastante más joven que él, Juana María, y se enamo-ran. Se casan y conciben, ya lo dijimos, 6 hijos –cuatro varones y dos hembras-, que harán su felicidad. El abuelo ahora se hará labrador, pero sigue enfermo con la malaria contraída en aquellos fangos cubanos, que se hace patente y crónica en un cuerpo de-licado. El enfermo manifiesta con relativa frecuencia frío y tiritones, y en pleno vera-no se le verá arropado con una manta. La gente lo observa, se ríe y se burla de él, aun sin saber qué le pasa. Y entonces se le apo-da con el mote que apuntamos más arriba, “Arrecío”, que toda la familia, hijos y nietos, heredó más tarde. Murió no mayor, el 22 de

diciembre de 1933, dejándonos como he-rencia sus genes, su apellido y su apodo. El abuelo Aleandro al que nunca conocí, por motivos obvios, y al que me hubiese gus-tado hacerlo para haber podido conversar con él de modo largo y tendido; sin duda, me hubiese contado con pasión las cosas curiosas de Cuba y de su terrible guerra, como son todas las guerras civiles, pues los cubanos entonces también eran españoles. Poco sé de la isla por la tradición oral de mi familia y sí mucho por estudios. Tan sólo alguna mínima referencia que escu-ché a mi padre de niño y que él había oído al suyo: Que Cuba era una isla muy rica, y que los cerdos y gallinas andaban suel-tos por las calles, Y que casi siempre hacía calor; poco más lamentablemente, escuché de los labios de mi progenitor que le hubie-se contado el suyo. Qué se le va a hacer…

MI PRIMO VICENTE GARCíA, GENERALEl abuelo, primero artillero, después sol-dado de Infantería y más tarde otra vez de Artillería, como hemos apuntado, nunca pudo conocer que un nieto suyo llamado Vicente García (1940), del mismo nombre que su hijo mayor, también ha sido arti-llero; pero éste salido brillantemente de la

Academia General Militar de Zaragoza y de la específica de Artillería de Segovia, y que más tarde llegaría a ser uno de los generales más jóvenes de España, y que con el tiem-po, por los años 90, fue nombrado Director de la propia Academia Militar de Artillería segoviana. El abuelo, añadimos nosotros, no pudo jamás saberlo, pero se hubiese sentido orgulloso. Eran muchos ya los años transcurridos desde su fallecimiento en la villa que lo vio nacer, donde sus restos re-posan en una ignota sepultura o quizás en el osario común del camposanto. Sirvan estas líneas de despedida para recordarte y homenajearte como te mereces, querido abuelo Aleandro. Donde estés, descansa en paz.

AlejandroGarcía Galán

Cronista Oficialde la Villa de Peñalsordo

RETAZOS DE EXTREMADURA. EL HIJO DE LA JUANARETAZOS DE EXTREMADURA. MOTES Y APODOS DE PEÑALSORDO90 91

Basilio Fernández Crespo

Que Cubaera una isla muy rica,

y que los cerdos y gallinas andaban

sueltos por las calles

El hijo de la Juana

La n

acen

cia

De vez en cuando, para que voy a men-tir, mas bien de tarde en tarde, pero aun así leo a menudo La Nacencia, una de las obras maestras de Luis Chamizo, cuando la estoy leyendo, me

imagino casi que me la se de memoria, pero la neuro-na que se encarga de este menester o debe de estar de vacaciones o está un poco majara, ya que es sólo en ese momento, luego ya no me acuerdo casi de nada, así que sigo leyendo.

Me he imaginado muchas veces al marido de La Juana de rodillas en medio del campo, mirando al cielo, intentando recordar alguna oración de las que oía cuando era pequeño, ¡como iba a recordar rezos con lo que tenía delante! menuda papeleta: La Juana que paría, el dichoso mochuelo mirándole fijamente, el silencio sepulcral en el campo, la caprichosa burra mirando descarada, y las ranas que ni se atrevían a salir del agua.

De entre tanto pavor, abrazado a La Juana, le salió la más bonita de oraciones, una oración de verdad, de esas que salen de lo profundo del corazón sin que na-die te las enseñe, de esas oraciones que los que dicen ser ateos rezan fervorosamente cuando están en ver-daderos apuros, aunque luego lo nieguen.

Y al final ¡no podía ser menos!, nació el chaval, lo lavó con la mejor agua del mundo, la de un riachuelo de agua llovida que corría entre canchales y miró al

cielo dando gracias, como hacen los hombres honra-dos.

Hasta aquí la maravillosa historia que Chamizo nos relata en La Nacencia, ¿Pero que pasó después cuando llegaron los tres al pueblo?

Yo puedo jurar que no estaba allí, pero alguien me lo contó con pelos y señales, me ha dicho mi infor-mador que en la casa de La Abuela de La Juana, una mujer de las de antes, sufrida, pero alegre, generosa, divertida, ocurrente y jovial a pesar de sus años y dis-puesta para hacer placentera la convivencia con la ve-cindad, organizó una fiesta para celebrar la nacencia de su biznieto, y lo que pasó en esa fiesta es tan impor-tante hoy como el hecho de la nacencia.

Resulta que como la gandaya no era muy abun-dante, y los comensales eran jonditos, organizó entre los más nuevos un baile, que la jarca aceptó encantada y se armó la gran chirrichofla.

Y también me cuentan que entre los más bailaores había una pareja recién casada que pronto tuvieron una niña, y por una de esas casolidades de la vida, se emparejó con el hijo de La Juana, que tras casarse se fueron a vivir a un pueblo cercano que era algo mayor que el suyo, donde había mas medios de vida, y de la descendencia de esta pareja, viene la ascendencia de un grupo de bailones que desde hace mucho tiempo se vienen llamando “Los Caramanchos”.

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RETAZOS DE EXTREMADURA. GUADALUPE-TOLEDO-ESPAÑARETAZOS DE EXTREMADURA. EL BRASERO92 93

Fue la calefacción de mu-chas casas después de la Guerra Civil.

Los elementos princi-pales eran, el brasero, pie-

za de hierro u otros metales con una abolladura en el centro de unos cinco o seis centímetros de profundidad y dos asas para cogerlo y transportarlo de un sitio a otro; la badila, otra pieza de hierro con un círculo en un extre-mo y el brazo normalmente decora-do; el soplillo de esparto para ventear y avivar el fuego; la alambrera una pieza de alambres unidas a un cír-culo de hojalata, en forma de bóveda de mucha utilidad; la caja del braseo, pieza de madera circular con un hue-co en el centro también circular para meter el brasero y la saya. Algunas mesas de camilla llevaba incorpora-da, el hueco del brasero.

El calor lo daba el picón, carbón muy fino, procedente de las ramas fi-nas de las encinas, olivos, “gabejones”, sarmientos de las cepas, u otras plan-tas salvajes del campo.

El picón se obtenía de las plantas que he mencionado.

Se hacían montones de ramas finas y quemándolas en el campo y cuando estaban ardiendo y se forma-ba el rescolzo, se apagaban con tierra o agua echándola poco a poco, ob-teniéndose el picón para los braseros.

Cuando comenzaban los prime-ros fríos del otoño, allá a finales de Octubre y primeros de Noviembre, las señoras comenzaban a llenar los recipientes del picón, para tener un resguardo al comenzar el frío.

Habían unos señores que eran los piconeros, como Ja-cinto Carmona y su hijo Julián, personas muy agradables y chistosas que te hacían reir, que pasaban por las calles y ven-dían los sacos.

También los carboneros, como el Sr. Julio, Ignacio, Pepe, pasaban con sus burros y con las aguaderas llenas de carbón y dos sacos de picón cruzados en la carga, y carbonillas para que durara más el fuego y una medida de lata, que las señoras le pedían una, dos, tres latas según las necesidades y del frío que hacía ese día. Al día siguiente volvían a pasar los carbo-neros y seguía la rutina

En las carbonerías, también en invierno, vendían picón, además del carbón, carbonilla y troncos de leña seca. Había muchas, repartidas por el pueblo. Vendían el picón en latas grandes y la carbonilla en latas pequeñas.

Los braseros estaban todo el día encendido en las ca-sas. Por las mañanas las abuelas los llenaban de picón y car-bonilla, para que durara más con un trozo de papel y unos palitos finos y secos hacían fuego y con el soplillo, avivaban las brasas, las cubrían de ceniza y le quedaban en un rin-cón del corral por si aparecía algún tufo, picón mal hecho; que desprendía un gas de anhídrido carbónico que muchas veces había producido la muerte de algunas personas, ade-más del mal olor de las casas. Yo tenía una gran habilidad para percibir el olor del tufo. Yo, cuando entraba en una casa

percibía el olor y enseguida avisaba a los dueños que había tufo y efecti-vamente sacaban el braseo al corral y se veía como un pequeñito volcán que salía de las ceniza y comenzaba a desprender el humo negro. La ba-dila se usaba para mover las brasas para que el calor subiera y calentara las piernas de los comensales. A al-gunas personas le salían “cabrillas”, eran como unos dibujos raros de color rojo producidos por el calor del brasero, debido a que cuando te-nían mucho frío se le ponían entre las piernas.

En las casas de los ricos también utilizaban este tipo de calefacción. Las criadas encendían el braseo y cuando había pasado el peligro le ponían en las habitaciones, salas de estar y comedores en unas cajas de brasero o mesas, muy bien vestidas con faldas y tapetes muy elegantes.

Al atardecer, era un buen mo-mento para sentarse en la camilla y hablar, contar las cosas que habían pasado en el pueblo, leer alguna no-vela de entrega, que repartían por las casas, etc. etc. Me acuerdo que en mi casa se reunían varias vecinas y la Srª Micaela leía esas novelas que eran un dramazo y de vez en cuan-do alguna decía, para un poquito, otra decía echa una firma al brasero, para mover las brasas y con la badila se movía y se calentaban. Recuerdo que comentaban y lloraban al recor-dar lo que había leído la Srª Micaela.

El brasero tenía muchas apli-caciones, se aprovecha para hacer

unas tostadas de pan duro para luego ponerle, aceite con sal, manteca con azúcar, mollejas, manteca guisada y tenían la cena.

Otras veces se aprovechaba para coger un nudo o dos de chorizo fresco, se envolvía en un papel de estraza humedeci-do y se metía en las cenizas y cuando era la hora de cenar, era una comida estupenda. También se ponían patatas envueltas y boniatos, castañas rajadas y se hacían, solos.

Si en una familia había niños pequeños muchas veces se lavaba la ropa y la que no se había secado se ponía enci-ma de la alambrera y se secaba para poderla volver a utilizar, teniendo cuidado que no se quemara. Las mujeres también usaban la alambrera en caso de apuros para secar sus ropas, cuando hacía mal tiempo o llovía.

El brasero eléctrico llegó allá por los finales de la década de los 50 que empezaron a aparecer y la gente se modernizó y cambiaron el de picón por la electricidad. El resultado no era el mismo.

Como anécdota voy a contaros que tengo un amigo en El Vendrel que es de Villagonzalo y es vendedor de la ONCE, mi amigo Juan Donoso, me contaba que su padre que tiene 94 años, cada año compraba más de veinte sacos de picón, a un piconero de la Oliva de Mérida para que no se le acabara, porque según él tenía que vivir hasta los 104 años. Su padre se llama Fructuoso Donoso.

El braseroCo

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Ángel Díaz Morcillo

Guadalupe - Toledo - España

Guad

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Desde hace muchos años a esta parte, la sociedad extremeña, los cristianos de a pie y personas más o menos indiferentes ante estos temas religiosos e incluso

los agnósticos, hemos venido manifestándonos en pro de un sentimiento muy arraigado en el fondo de nuestro ser, además de considerarlo un agravio comparativo. Me refiero a la Virgen de Guadalupe, Extremadura y la archidiócesis de Toledo.

No todo el mundo tenía claro, ni muchos lo tienen todavía, qué es lo que pasa con este tema. Les resulta incomprensible que siendo Guada-lupe, como es, extremeña y siendo la Virgen la Patrona de Extremadura, dependa de la archi-diócesis de Toledo y no de la Provincia Eclesiás-tica Extremeña. Es como si, por ejemplo, la Virgen del Rocío dependiera de la jerarquía eclesiástica de Badajoz, la Virgen de Monserrat de Valencia o la del Sagrario, pa-trona de Toledo, dependiera eclesiásticamente de Cáce-res... o en fin, como si la Virgen de las Cruces, patrona de Don Benito, dependiera de la parroquia de mi pueblo desde los tiempos de la conquista.

El tema de la territorialidad es un tema que la Igle-sia Española tiene pendiente. La división territorial de España en diócesis, data de la Edad Media y la división civil de España, data del siglo XIX. He aquí la cuestión.

Dicho esto, uno se pregunta si la Iglesia quiere dar solución a estas divisiones que, hoy por hoy, son fuentes de discordia y, sí, la Iglesia está en ello desde el Concilio Vaticano II (que ya ha llovido) y mucho antes, incluso,

como veremos al final; pero, como siempre, actúa con la lentitud que le caracteriza. Sabemos que el tema estuvo a punto de solucionarse no hace muchos años, pero se paralizó, ¿por qué? Respóndase cada uno porque no hay respuesta oficial.

Vengamos a la historia de nuestro caso. Como conse-cuencia del resultado de la Reconquista dependía del ar-zobispado de Toledo -digámoslo en frase popular- “me-dia España”; porque sus arzobispos, sobre todo Jiménez de Rada acumularon por conquista, gran cantidad de territorios y los que no, como el caso del territorio extre-meño, el arzobispo lo compró. Y lo compró en 1222 a D.

Alfonso Téllez de Meneses que lo había con-quistado des-pués de la bata-lla de Las Navas de Tolosa.

Po s t e r i or-mente los reyes de Castilla mi-maron a Guada-lupe y todos los reinos de Espa-ña tuvieron allí su monasterio como lugar de peregrinación. En un principio fue regido por clero secular de Toledo, unos cincuenta años , hasta que lle-garon los frailes

jerónimos (1389) que elevaron el nombre de la Virgen de Guadalupe a sus más altas cimas de “devoción, es-plendor y arte”, incluyendo también su organización económica.

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RETAZOS DE EXTREMADURA. INTERÉS TURÍSTICO REGIONALRETAZOS DE EXTREMADURA. GUADALUPE - TOLEDO - ESPAÑA94 95

En época de los Reyes Católicos aumentó sin cesar la devoción popu-lar y Guadalupe es lugar de cita de Grandes del Reino, de hombres de letras y de Iglesia, y de misioneros que llevaron la devoción de San-ta María de Guadalupe al Nuevo Mundo. Fue el lugar de devoción por antonoma-sia de Isabel, la reina Católi-ca.

Pasó el tiempo. Llega-ron otros aires. Vinieron las Cortes de Cádiz y se suprimieron los Señoríos jurisdiccionales. Vinieron gobiernos liberales, se de-cretaron exclaustraciones, se suprimieron conventos y se confiscaron sus bienes. En una palabra, se abolió el feudalismo. Los gobiernos liberales dan una vuelta total al siste-ma. Llegó la desamortización. Los Jerónimos son expulsados y el Monasterio estuvo a punto de desaparecer...

Por esta época (1833), España es dividida civilmente en pro-vincias y aquí empieza el lío de las diócesis y provincias. Se crean provincias nuevas y otras se mantienen. Hay trasiego de tierras. A partir de 1835, el Santuario quedó convertido en parroquia se-cular dependiendo del arzobispado de Toledo, y así se mantie-ne hasta la actualidad. (Antes, había sido, en la práctica, “nullíus diócesis”, esto es, territorio que no depende de ningún obispo ni arzobispo.)

Si en la antigüedad un obispo de Plasencia, Don Sancho (1344-1355), asaltó el monasterio por sus derechos de Ordinario del lugar y se llevó sus caudales, poco claros debían estar los dere-chos jurisdiccionales cuando se atrevió a eso en contra del propio rey. Después, a partir del último tercio del siglo XIX comienza un nuevo movimiento reivindicativo, aunque no aparezca expresado así. Se hace una llamada a la conciencia extremeña y se inicia una Campaña Pro Restauración del Monasterio.

De esta campaña salió la idea de la Gran Peregrinación Regio-nal celebrada en 1906.

Al año siguiente, el día 20 de marzo de 1907, Pio X declara a la Virgen Patrona principal de toda la región de Extremadura y, en 1908, se hace entrega del Monasterio a la Orden Franciscana. Después de la gran labor de los franciscanos para extender hasta el último rincón la devoción a la Virgen, el día 12 de Octubre de 1928, la Patrona de Extremadura, Santa María de Guadalupe, es coronada canónicamente como Reina de las Españas.

Pasan los años. Llega la posguerra..., peregrinaciones, devo-ción, promesas. El dolor siempre aumenta más la devoción. El día 1 de diciembre de 1947 una imagen peregrina de la Virgen de Guadalupe hace su entrada en Don Benito. Va camino de Mede-llín para la celebración del IV centenario de la muerte de Hernán Cortés. Dicen las crónicas que aquella noche llovía a chuzos, pero que el sacar la imagen de la carroza “escampó y no cayó gota has-ta que llegaron a la iglesia pasadas las once de la noche”. Fue una noche de vela entre cantos y rezos. Hacia las nueve de la mañana del día 2 de diciembre, llevaron la imagen a hombros unos ki-

lómetros camino de Medellín.Los años pasan inexora-

blemente y llegamos al 1978. Extremadura sabe que Ntra. Sra. de Guadalupe es su patro-na, pero la mayoría desconoce los entresijos y ordenamientos jurídicos de la organización de la Iglesia. El 1 de mayo de ese año se celebra en Guadalupe una Asamblea Eclesial Extre-meña, presidida por los tres obispos de la Región, en la que se pide la erección de una pro-vincia Eclesiástica en Extre-madura y se trata también el tema Guadalupe - Toledo. Se consiguió la Provincia Ecle-siástica, pero de Guadalupe... ¡Nada de nada! “Los papeles están en Roma” se nos dice una y otra vez.

Vuelven a pasar los años. En Madrid un grupo de emigrantes crea la Asociación Cívica Extremeña, GUADALUPEX, para reivindicar -diré breve-mente- que el Real Monasterio de Guadalupe y el resto de parro-quias extremeñas que pertenecen a Toledo, pasen a la Provincia Eclesiástica de Extremadura. Estamos ya en el 2006. Esta Asocia-ción no tiene dependencia política, ni tampoco eclesiástica. Es fruto del entusiasmo de un grupo de personas y de todos aquellos que se quieran afiliar. Como socio que soy, te invito a conocer mejor la asociación; para hacerlo entra en www.guadalupex.org

Antes de terminar quisiera informar a los lectores que de la archidiócesis de Toledo han sido segregados los siguientes terri-torios que desde la Edad Media pertenecieron a Toledo: Ciudad Real en 1875, para hacerlo Priorato de las suprimidas Órdenes Militares; Madrid- Alcalá en 1885; Los territorios que la archidió-cesis tenía de la provincia de Albacete, pasaron a esta provincia en 1965; Los seis pueblos del arciprestazgo de Huéscar (Granada) pasan a la diócesis granadina de Guadix-Baza; los nueve pueblos del Adelantamiento de Cazorla, pasaron al obispado de Jaén, su provincia, en 1954 y, por último los territorios que la archidióce-sis de Toledo tenía de la provincia de Guadalajara todos fueron segregados el año 1959, pasando a la diócesis Sigüenza-Guada-lajara.

Me pregunto: Si estos territorios que dependían del arzobispa-do de Toledo desde siglos atrás han sido segregados, ¿qué razones existen para que los territorios extremeños no lo sean? Además: ¿Por qué nuestra Patrona sigue dependiendo de la archidiócesis de Toledo si hace ya más de cien años que fue declarada Patrona principal de toda la región de Extremadura? ¿Por qué este “dilata” que estamos padeciendo? Estoy convencido de que la solución solo vendrá cuando se pongan de acuerdo nuestros obispos y ac-túen con generosidad y humildad, pues es bien sabido que “De Roma viene lo que a Roma va”.

Zacarías de la Cruz Escudero

Continuando con las conmemo-raciones cristianas de la  Pa-sión, Muerte y Resurrección de Je-sús de Nazaret en Extremadura, otras “Semana Santa” declaradas

en su conjunto festividad de interés turístico re-gional son las de Jerez de los Caballeros, y la de la capital extremeña.

SEMANA SANTA EMERITENSE.

La  Semana Santa de  Mérida, además del título a nivel regional, ostenta desde 2010, la declaración fiesta de  Interés Turístico Nacio-nal, por ser uno de los más importantes acon-tecimientos religiosos y culturales de la ciudad, capaz de atraer cada año a miles de visitantes a la capital de  Extremadura para contemplar el paso de las distintas hermandades y cofradías por las calles del casco histórico, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Esta declaración es el reconocimiento a una de las fiestas de Semana Santa más antiguas de España, cuyo origen se remonta a los multitudi-narios desfiles procesionales emeritenses de los siglos VI y VII Después de Cristo. Desfiles que, venían recogidos por diversas fuentes históricas y que sólo, fueron interrumpidos en el periodo de dominación musulmana, según los mismos.

La semana de pasión emeritense “tiene una personalidad propia” con la presencia de nue-ve hermandades procesionales que realizan un recorrido por la ciudad, algunas centenarias y otras heredadas de las antiguas cofradías peni-tenciales de la época medieval y moderna. En total, dispone de 16 desfiles procesionales y 30 pasos, destacando además, la presencia del Vía Crucis en el Anfiteatro Romano, que se celebra desde 1993.

Al igual que en muchas ciudades extreme-ñas y españolas, la Semana Santa en Mérida se inicia el Domingo de Ramos, con la salida en procesión de la popular “borriquita”, que desde la Concatedral de Santa María, en plena Plaza de España, busca las calles de los barrios cercanos,

Fiestas de Interés Turístico Regional en Extremadura (VI)

La Semana Santa Extremeña (Parte II)

Inte

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Ostenta desde 2010 la declaración de

Fiesta de Interés

Turístico Nacional

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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO96

teniendo como uno de los lugares más atractivos para contemplarla el paso por de-bajo del majestuoso Arco ro-mano de Trajano, lugar por donde, durante la Semana de Pasión, otras muchas proce-siones cruzan, como sucede en el majestuoso Templo de Diana. Este día también se realiza la procesión de la “Sa-grada Cena”.

El Lunes Santo, toman salida las tallas de Jesús de Medinaceli, Santísimo Cristo de las Injurias y Nuestra Se-ñora del Rosario, de mano de la conocida Real Hermandad Infantil.

El Martes, dos desfiles con horarios de salidas si-milares, el de La Virgen de Las Lágrimas y el Santísimo Cristo del Calvario, llenan de nuevo las calles del cen-tro histórico de la localidad, que en el Miércoles Santo, serán testigos de la conocida procesión de las Tres Caídas (la representación de cada una de ellas es, el lugar idóneo para disfrutar del desfile), así como de las de Nuestra Sra. Del Mayor Do-lor, y la del Santísimo Cristo de la O, en la madrugada del miércoles al Jueves Santo, la más conocida y espectacular de toda la Se-mana Santa.

Esta emocionante procesión comien-za con el traslado por parte de únicamente ocho nazarenos, de esta talla del Medievo desde la  Concatedral de Santa María  hasta el Anfiteatro Romano, donde se lleva a cabo el famoso vía crucis todo ello bajo la luz de antorchas y un silencio sublime sólo roto en la lecturas de cada una de las estaciones del mismo. Sin duda alguna, éste, es el hecho más significativo de esta fiesta litúrgica eme-ritense.

La tarde y la noche del Jueves Santo, son un no parar de imágenes, nazarenos, desfiles y devotos, destacando el del Cristo de la Vera Cruz, un ejemplo de tradición, pues dicha cofradía tiene sus orígenes en 1535.

Iniciando el Viernes Santo, en torno a la 1:00 de la madrugada, El Santísimo Cristo del Calvario saldrá en procesión en solitario, acompañándose de “La Do-lorosa” en otro nuevo desfi-le que tendrá lugar a media tarde. Pero no son éstas las únicas imágenes que pue-den verse por las calles de Mérida en este día, porque durante la mañana, tendrá su aparición la Virgen de las Angustias y Ntra. Sra. De la Esperanza y en la media no-che, como es habitual, en la mayoría de las localidades que celebren esta festividad, llega el turno de Nuestra Sra. De la Soledad, en una sobria procesión, carente de su palio en esta ocasión y de la habitual música de cornetas y tambores que acompañan a la mayoría de los pasos.

Finalizando la festi-vidad, llegamos a la ma-

drugada del Sábado Santo y Domingo de Resurrección, donde las tallas de San Juan Evangelista, Nuestra Sra. Del Gran Dolor, sin palio y vestida de blanco y, por supuesto el Jesús Resucitado; procesionan en un desfile precedido por una colección de fuegos arti-ficiales.

La Clausura real de toda esta semana, se llevará a cabo en la Concatedral con la so-lemne y pontificial Eucaristía de Pascua del Domingo de Resurrección.

A modo de resumen decir que, para los creyentes que no pueden ir a Jerusalén, la Semana Santa de Mérida es una buena opor-tunidad que deja comprobar que la historia se cumplió, y para todo aquel que admire madera y piedra, talla y cantera, conjugará aquí su deseo de ver, de este modo, la Pasión de una Fe que pervive y de una civilización como la romana que, aún después de muerta, no deja de perpetuarse.

Raquel Valadés Artículos VARIOS

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ARTÍCULOS VARIOS. YA ES COSTUMBRE98

Todos los años ya es una costumbre que, el laureado poeta granjeño, D. José Miguel Santiago Castelo, le agrada so-bre manera el darse un relajante pa-seo literario por las páginas de nuestra

REVISTA FOLKLÓRICA CARAMANCHO.

En esta ocasión, de su último libro “ESTA LUZ SIN CONTORNO”, nos regala el poema que ha hecho al cantaó Miguel de Tena y dedicado a Juan Morcillo (Presidente de la Peña flamenca, por su buen hacer).

Y a nosotros, CARAMANCHOS, como todos los años, sólo nos queda el decirte:

¡Gracias, José Miguel!

ROMANCE DE MIGUEL DE TENANoche de verano en luna.Cal y tejas.De pronto una voz se alejaentre el aire de un jazmín.Desgarro de soleares.¿Quién hizo a la pena así?¿Quién desbordó la nostalgia?Martinete.Que el suspiro sea estileteclavado sobre una estrella,sólo quede la fraguay el labio quemado en ella.Petenera. Desmayo de enredaderaEn el eco del verano.Un padrenuestro quebradoY al fondo una seguidilla.Soleariya.Y esa cuchilla afiladacortando la luz del grito.Que se muera el infinito.que el sol no salga mañana,que esa voz siga cercana Marcando tango y taranta.Carcelera.Que se pare esa gargantacon su lágrima de ceraY un fandango hecho penaque le pregone a la nocheque llora Miguel de Tena

Siempre están en el trabajo,

nunca te suelen faltar,

y si surge algún problema,

ellos no suelen fallar.

Han recobrado el folklore

de aquellos años pasados,

años que estaban perdidos

y han sido recuperados.

Su trabajo es tan brillante,

tan importante y bonito,

que es uno de los valores

que resalta a Don Benito.

Porque son tan buenas gentes

y siempre han dado la talla,

han sido condecorados

con una justa medalla.

¿Qué de qué estamos hablando?

Midan el lado más ancho

del folklore en Don Benito.

¡Es el Grupo CARAMANCHO!

                 

(Al Grupo CARAMANCHO, porque se lo merecen)

Ya es costumbreRo

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ARTÍCULOS VARIOS. POEMARIO 99

Poem

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La Medalla

D. José Miguel Santiago Castelo

José A. Gutierrez Ortíz

Tomás Chiscano Andújar

Page 52: CARAMANCHOS - Nº 14 (2013)

ARTÍCULOS VARIOS. AGRADECIMIENTO100

Agradecimiento por todos estos años de ayuda

Agra

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o

Con motivo de mi próxima jubila-ción, quiero dedicar estas líneas al grupo Caramancho en agrade-cimiento por estos años de ayuda y amistad que me han brindado.

Yo llegué con 25 años a Don Benito allá por el 74, todavía no se había creado el grupo, pero no tar-dó en hacerlo y al cual, ví en numerosas ocasiones de actuar. Sin embargo, entablé relación con ellos ya transcurridos varios años, exactamente fue cuando empecé a trabajar como conserje en las escuelas de danzas y artes escénicas de Don Benito, donde ellos tienen su sede.

Esta relación, sobre todo surgió con las dos mo-nitoras de los más pequeños, Genari y Conchi, am-bas me han ayudado en todo lo que he necesitado, al igual que yo a ellas en todo lo que he podido. De verdad que me llevo muchos momentos buenos con-migo de todos estos años compartidos y sobre todo amistades que siempre recordaré.

También sé de la labor que desempeñan en pro del folklore extremeño y del gran trabajo que realizan Genari y Conchi con los niños para que nuestros bai-les, canciones y costumbres perduren evitando que queden en el olvido.

Por todo ello quiero darles las gracias y desearles toda la suerte del mundo para que sigan muchos años más. Por supuesto deciros que aunque no siga tra-bajando allí... ¡aquí me tenéis para lo que necesitéis!

Nunca os olvidaré.

Aurora Morán

ARTÍCULOS VARIOS. REFRANERO ANTIGUO 101

CIEGOS A sordos y a ciegos, hacen testigos el dinero.Abrazo de ciego, golpe seguro.Afición, ciega razón.Al ojo por ojo y al final todos ciegos.Cuando guían los ciegos, guay de los que van con éllos.CIELOAl cielo, no se va en coche.Angelitos al cielo y a la panza los buñuelos.Bajo la capa del cielo, todos cabemos.Cielo a corderos, agua a calderos.Cielo aborregado, suelo mojado.COCHINOAl peor cochino, la mejor bellota.Cochino matado, invierno solucionado.Cochino que en la mesa chilla, ya está oliendo a morcilla.Cochino que mucho gruñe, su fin presume.Con ayuda el vecino, mi padre mató un cochino.COCINAEl que no se arriesga no cocina.Gástalo en la cocina y no en medicina.La mejor medicina, la cocina.Si no te gusta el calor no entres en la cocina.Todo lo que se quema en la cocina amarga. COCINERO/ASA la mejor cocinera se le va una cebolla entera.A la mejor cocinera, se le ahuma la olla.Al mal cocinero le estorban hasta las cucharas.Antes de cocinero, fui fraile.Como más bruto es el cocinero, más gordo es el amo.COJOSA ningún cojo se le olvida las muletas.Antes se alcanza a un mentiroso que a un cojo.Cae más rápido un mentiroso que un cojo.Cojo con miedo, corre ligero.Cuando las ranas crien pelo, serán los cojos buenos. COLESCada día col, el caldo amarga.Coles con tocino añejo, hacen mozo al viejo.Coles y nabos, comida de aldeanos.El que quiere la col, quiere a las hojas que hay alrededor.Entre col y col, lechuga, así planta el hortelano.COMER A buen andar o mal andar, comer y guardar.A buen bocado, buen grito.A buen comedor, quitárselo de delante.A buen comer o mal comer, tres veces beber.A cada uno le toca escoger, la cuchara con la que ha de comer.COMIDASA pancha llena no le entres penas.A poca comida poca ganancia.Atún de ijada, comida regalada.Comida de aldeano, sin manteles, pero mucho y sano.Comida fría y bebida caliente, no hacen buen vientre.COMOComo el pez en el agua.Como el sano, tocaste la flauta por casualidad.Como es el pago, así es el trabajo.

Como la canela, que voy en rama y vengo molida.Como me tratan trato.COMPARACIONESAtrás vendrán que bueno te harán.Como de la noche al día, el pesar a la alegría.Como me tratan trato.Como midas, serás medido.Como no son tuyos los zapatos, tiras por el barro.COMPRAR Y VENDEREl cariño, ni se compra ni se vende.Compra caro y vende barato, y harás un buen trato.Compra de quien heredó y no compres de quien compró.El que vende es porque nada entiende.Comprar en feria y vender en casa, ganancia segura.CONCon buena escoba, bien se barre.Con chatos, poco o ningún trato.Con cultura y buenas maneras, se abren las puertas de cual-quiera.Con el conocimiento llega el poder.Con el ingrato no tengas trato.CONEJOS A veces cuesta más el salmorejo que el conejo.Al conejo y al villano, despedazrlos con las manos.Al conejo, ajo, pimienta i vinagreta.Algo quiere la coneja, cuando mueve las orejas.Después de irse el conejo, palos a la madriguera.CONFIANZA LALa confianza da asco.La confianza da gusto.La confianza mata al hombre.La confianza puede matarte. La confianza es algo complicado.CONFORMISMOCamino comenzado, medio andado.Camino largo y penoso, más meritorio y glorioso.Carga que a gusto se lleva, nada pesa.Carga que pace, bien se trae.Con el tiempo y una caña larga, todo se alcanza.CONOCERConocer el problema, es saber la mitad de la solución.Conocer por la pinta.Conócete a ti mismo.Conozco al viajero, por las maletas.El que no te conozca que te compre.CONSEJOSA consejo ido, consejo venido. A quien da consejo, no le duele la cabeza.A quien da muchos consejos, no le duela la cabeza.Acude el sabio al consejo y al rico para el remedio.Aprende el consejo de los sabios y de los viejos.CONTARCuenta el milagro, pero no digas el santo.Cuenta errada, no vale nada.Cuenta errada, sea enmendada.Cuenta tus faltas y dejas las ajenas.Cuentas claras, conservan amistades. Re

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Los refranes de Ángel Díaz (IV)

Ángel Díaz Morcillo

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ARTÍCULOS VARIOS. DIEGO SÁNCHEZ102

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re Diego Sánchez

Nació en aquellos años difíciles donde comer cada día era el objetivo princi-pal, en esa España

donde no había casi de nada.Extremeño nacido en Aillones el 25 de octubre de 1940.Paso de niño a adulto en un abrir y cerrar de ojos siendo el mayor de tres hermanos a los que tenía bajo su protección. Con tan solo 17 años, allá por el 1957, marchó al ejército como vo-luntario que le pro-porcionaba sueldo y alimento para sobre-vivir aquellos años duros. Luchó en la guerra olvidada de Sidi Ifni, secuelas del combate hacen que se altere su sistema nervioso para siem-pre. Ingresó en los hospitales militares de la época que poco pudieron hacer por mejorar su situación de enfermedad. Pero nada le para.Aventurero, soñador, paseó por Europa en busca de fortuna. Allá por el año 1962, un mes de Agosto, aterrizó en Don Benito. Se estableció en la ciudad como fotó-grafo y vendedor de la ONCE.Fotógrafo, su gran pasión, durante mas de 40 años, a cuantos ha ca-sado, cuantas comuniones, cuan-tos actos sociales, participando en fiestas en muchas de vuestras casas. Pero le inquietaba la fotografía viva, real, social.

Manifestaciones, reyes, actos públi-cos e institucionales, políticos, fut-bolistas, cultura….todos pasaron a través del objetivo de su cámara du-rante varias décadas, incluídos vo-sotros los Caramanchos que ahora le dais este homenaje, vosotros que continuáis en la brecha de la cultura y la tradición popular.Durante muchos años Diego se con-virtió en el notario gráfico de la ciu-

dad, dejando plasmada en imágenes la vida cotidiana de Don Benito. El periódico Hoy de aquel momento publicaba diariamente instantáneas de D.S.Cordero rúbrica que adopta en los pie de foto de prensa.Tras jubilarse después de pasar toda la vida luchando para seguir adelan-te, nos sorprende de nuevo. Se adap-ta a las nuevas tecnologías a pesar de las dificultades que para él esto representa, y crea “CACHOS DE

VIDA” el blog que hará que todos los calabazones tengamos recuer-dos, historia viva de Don Benito, políticos, personajes, asociaciones, sucesos…todo lo que sucedía en aquellos años 60,70,80.Cachos de vida es su ventana al ex-terior. Os animo a visitar la página, os gustará mucho.Ahora Diego observa desde su “des-capotable” diariamente como se va

transformando la ciudad, como cambia todo, y le lle-gan a la memoria imágenes del pasado, que él mismo plasmo en fotos años atrás. ¡Cómo hemos cambiado!.Diego Sánchez Cordero, ejemplo de superación dia-ria, extremeño y calabazón de adopción de otra época, donde los hombres sellaban acuerdos con un apretón de mano, honesto, honrado y devorador de libros. Su cabeza es un mundo de co-nocimientos y cultura por explorar.Hombre de espíritu libre, so-ñador, curioso y sobre todo muy humano. No dejes de soñar. Muy preocupado por todo lo que pasa en la actua-lidad, hombre de principios

y convicciones firmes. Hombre que tiene una gran mujer detrás, Isabel, su esposa.Quiero en su nombre agradecer este reconocimiento.“Papá, se que el tiempo se escapa de las manos, pero los que te queremos estaremos dispuestos siempre a que toques el cielo”.

Hombre de espíritu libre, soñador,curioso y sobre todo

muy humano.No dejes de soñar.

Manuel Sánchez Molina

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