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    AUTOBIOGRAFA DE SAN ANTONIO MARA CARET

    Misionero Apostlico en Catalua:

    Como Claret no haba nacido para permanecer en una sola parroquia, su espritu le empuj hacia horizontes msvastos. En julio de 1841, cuando contaba con 33 aos recibi de Roma el ttulo de Misionero Apostlico. Por finera alguien destinado al servicio de la Palabra, al estilo de los apstoles. Esta clase de misioneros habadesaparecido desde San Juan de Avila. A partir de entonces su trabajo fue misionar. Vic iba a ser su residencia.

    Claret, siempre a pie, con un mapa de hule, su hatillo y su breviario, caminaba por la nieve o en medio de lastormentas, hundido entre barrancos y lodazales. Se juntaba con arrieros y comerciantes y les hablaba del Reinode Dios. Y los converta. Sus huellas quedaron grabadas en todos los caminos. Las catedrales de Solsona, Gerona,Tarragona, Lrida, Barcelona y las iglesias de otras ciudades se abarrotaban de gente cuando hablaba el P. Claret.

    Caminando hacia Golmes le invitaron a detenerse porque sudaba; l responda con humor: "Yo soy como losperros, que sacan la lengua pero nunca se cansan".

    "Padre, confiese a mi borrico" -le dijo un arriero con tono burln. "Quien se ha de confesar eres t -respondiClaret- que llevas 7 aos sin hacerlo y te hace buena falta". Y aquel hombre se confes.

    En otra ocasin sac de apuros a un pobre hombre, contrabandista, convirtiendo en alubias un fardo de tabacoante unos carabineros que les echaron el alto. La mayor sorpresa se la llev el buen hombre cuando, al llegar a sucasa, observ que el fardo de alubias se haba convertido de nuevo en tabaco. Son algunas de las "florecillasclaretianas" de aquella poca.

    Otros hechos prodigiosos se cuentan, pero sobre todo se destacaba su virtud de penetrar las conciencias. Tenaenemigos que le calumniaban y que procuraban impedir su labor misionera teniendo que salir en su defensa elarzobispo de Tarragona. Pero su temple era de acero. Todo lo resista y sala airoso de todas las emboscadas quele tendan.

    Adems de la predicacin, el P. Claret se dedicaba a dar Ejercicios Espirituales al clero y a las religiosas,especialmente en verano. En 1844, por ejemplo, los daba a las Carmelitas de la Caridad de Vic, asistiendo a ellosSanta Joaquina Vedruna.

    Durante este tiempo tambin public numerosos folletos y libros. De entre ellos cabe destacar el "CaminoRecto", publicado en 1843 por primera vez y que sera el libro de piedad ms ledo del siglo XIX. Tena 35 aos. En1847 fundaba junto con su amigo Jos Caixal, futuro obispo de Seu D'Urgel y Antonio Palau la "Librera Religiosa".Ese mismo ao fundaba la Archicofrada del Corazn de Mara y escriba los estatutos de La Hermandad delSantsimo e Inmaculado Corazn de Mara y Amantes de la Humanidad, compuesta por sacerdotes y seglares,hombres y mujeres.

    C A P T U L O I

    Del llamamiento de Dios para ir a predicar o misionar

    113. Desde que me pasaron los deseos de ser Cartujo, que Dios me haba dado para arrancarme del mundo,

    pens, no slo en santificar mi alma, sino tambin discurra continuamente qu hara y cmo lo hara para salvarlas almas de mis prjimos. Al efecto, rogaba a Jess y a Mara y me ofreca de continuo a este mismo objeto. Lasvidas de los santos que leamos en la mesa cada da, las lecturas espirituales, que yo en particular tena, todo meayudaba a esto; pero lo que ms me mova y excitaba era la lectura de la Santa Biblia, a que siempre he sido muyaficionado.

    114. Haba pasajes que me hacan tan fuerte impresin, que me pareca que oa una voz que me deca a m lomismo que lea. Muchos eran estos pasajes, pero singularmente los siguientes: Apprehendi te ab extremis terraeet a longinquis ejus vocavi te et dixi: servus es tu, elegi te et non abjeci te (Isaas, cap. 41, 9): yo te he tomado delos extremos de la tierra y te he llamado de sus lejanas tierras. Con estas palabras conoca cmo el Seor mehaba llamado sin mrito ninguno de parte de patria, padres ni ma. Y te dije: Siervo mo eres t, yo te escog y note desech.

    115. No temas que yo estoy contigo; no declines, porque yo soy tu Dios: te confort y te auxili, y te ampar laderecha de mi justo (ib., 10). Aqu conoc cmo el Seor me sac en bien de todos los apuros que he referido enla primera parte y de los medios de que se vali.

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    116. Conoca los grandes enemigos que tendra, y las terribles y espantosas persecuciones que se levantarancontra m, pero el Seor me deca: He aqu que confundidos y avergonzados sern todos los que pelean contra ti:sern como si no fuesen y perecern los hombres que te contradicen. Porque yo soy el Seor tu Dios, que tetomo por la mano y te digo: No temas que yo te he ayudado (ib., 13).

    117. Yo te puse como un carro nuevo que trilla armado de dientes serradores; trillars los montes y losdesmenuzars y reducirs como a polvo los collados (ib., 15). Por estas palabras el Seor me daba a conocer elefecto que haba de causar la predicacin y la misin que l mismo me confiaba. Los montes quiere decir los

    soberbios, racionalistas, etc., etc., y con nombre de collados quiere que entienda los lujuriosos, collados pordonde todos los pecadores vienen a pasar. Yo les arg_ir y convencer y por esto me dice: Los aventars, y elviento los llevar y los esparcir el torbellino, y t te regocijars en el Seor y te alegrars en el Santo de Israel(ib., 16).

    118. El Seor me dio a conocer que no slo tena que predicar a los pecadores sino tambin a los sencillos de loscampos y aldeas haba de catequizar, predicar, etc., etc., y por esto me dijo aquellas palabras: Los menesterosos ylos pobres buscan aguas y no las hay; la lengua de ellos se sec de sed. Yo el Seor les oir; yo el Dios de Israel noles desamparar (ib., 17). Yo har salir ros en las cumbres de los collados y fuentes en medio de los campos, y losque en el da son ridos desiertos, sern estanques de buenas y saludables aguas (ib., 18).

    Y de un modo muy particular me hizo Dios Nuestro Seor entender aquellas palabras: Spiritus Dominis super me

    et evangelizare pauperibus misit me Dominus et sanare contritos corde (Is. 61, 1).

    119. Lo mismo me suceda al leer el profeta Ezequiel, singularmente el captulo III. Con estas palabras: Hijo delhombre, yo te he puesto por centinela a la casa de Israel; y oirs la palabra de mi boca y se la anunciars de miparte (v. 18).

    Si diciendo yo al impo: de cierto morirs; t no se lo anunciares, ni le hablares para que se aparte del caminoimpo y viva; aquel impo morir en su maldad, ms la sangre de l de tu mano la demandar (v. 18).

    Mas si t apercibieres al impo y l no se convirtiere de su impiedad y de su impo camino, l ciertamente moriren su maldad, mas t salvaste tu alma (v. 19).

    120. En muchas partes de la Santa Biblia senta la voz del Seor que me llamaba para que saliera a predicar. En laoracin me pasaba lo mismo. As es que determin dejar el curato e irme a Roma y presentarme a laCongregacin de Propaganda Fide para que me mandase a cualquier parte del mundo.

    C A P T U L O V I I I

    Del principio de las misiones y de la curacin de enfermedades

    170. Establecido en la Parroquia de Viladrau de regente, cuidaba del mejor [modo] que saba del bien espiritualde aquellas almas. (En) los domingos y fiestas explicaba el Evangelio por la maana en la Misa mayor y por latarde enseaba el catecismo a los chicos y grandes de ambos sexos. Todos los das visitaba a los enfermos, ycomo Viladrau no era pueblo fortificado, as es que cada rato vena uno y otro partido; y como los mdicos, por loregular, son hombre de noticias, de aqu es que fueron perseguidos de todos los partidos, y as qued la

    poblacin sin ningn mdico.

    171. Y as me fue preciso hacer yo de mdico corporal y espiritual, ya que por os conocimientos que tena, ya porlos estudios que haca en los libros de medicina que me procur; y cuando se presentaba algn caso dudoso,miraba los libros, y el Seor de tal manera bendeca los remedios, que de cuantos visit ninguno muri. Y as fuecmo empez a correr la fama que yo curaba, y venan enfermos de diferentes lugares.

    172. En esta Parroquia de Viladrau empec las Misiones el da 15 de agosto del ao 1840, [en] que hice la novenade la Asuncin de la Virgen Mara. Despus hice otra misin en la parroquia de Espinelvas, a una hora larga deViladrau. Luego pas a la parroquia de Seva; sta ya fue ms ruidosa. Fue mucha la gente que concurri y que seconvirti e hizo confesin general. Aqu empec a tomar fama de misionero.

    173. Por noviembre hice el novenario de Animas en Igualada y Santa Coloma de Queralt, con grandsimaaceptacin. Y as estuve en Viladrau ocho mese saliendo y volviendo; pero no fue posible continuar por mstiempo, porque, como he dicho, mientras me hallaba en la poblacin visitaba cada da a todos los enfermos, ytodos sanaban, y slo se moran los que enfermaban en mi ausencia. As es que, cuando volva, se me

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    presentaban los parientes y me decan, como Marta y Mara al Salvador: Domine, si fuisses hic, frater meus nonfuisset mortuus, y como no poda resucitar a los finados como Jess, muertos quedaban. Y eso me afliga muchoal ver las lgrimas de las gentes y al or las razones que alegaban para que no saliese de la Parroquia a predicar.

    174. Y esto me oblig a pedir al Superior que me exonerara del encargo de Regente y me dejase libre de curatos yque [me] contase pronto a su disposicin para ir a predicar a donde quisiese. Y as lo hizo, y me separ deViladrau, con grande sentimiento de toda la gente por las curaciones que Dios N. S. Por m obraba, pues que yoconozco que aquello era ms que natural. Yo no me introduc a curar enfermos para ganar dinero ni otra cosa

    que lo valiera, pues nunca acept cosa alguna; slo lo haca por necesidad y por caridad.

    175. Por el verano haba nios que estaban enfermos, y con slo una vez de aplicarles el remedio, ya quedabansanos. A un joven de 25 aos que ya se hallaba sin sentido y a punto de expirar, visit a la una de la noche, leapliqu un simple remedio, cobr los sentidos y a los dos das ya estaba curado completamente.

    176. En un arrabal de la poblacin de Viladrau haba una mujer casada que padeca dolor reumtico; y sufratanto, que la violencia del mal le haba encogido los nervios, de tal modo que la infeliz se haba vuelto como unapelota. No obstante este lastimoso estado, concibi, pero los trabajos fueron a los nueve meses para el parto.Cabalmente se cumpla este tiempo mientras me hallaba en la parroquia de Seva haciendo un novenario dealmas, y como saban el da que haba de volver, me salieron al encuentro y me dijeron que aquella mujer sehallaba en dolores de parto y sin esperanzas de vida, y, por lo mismo, el Seor Teniente Cura le haba

    administrado los sacramentos de penitencia, vitico y extremauncin y que no faltaba ms que expirar. Pero losde la casa de la enferma y aun la misma e.ferma todos me deseaban ver. Al momento fui a la casa a verla; sinllegar al curato, conoc su crtica situacin y el remedio que se deba aplicar. Pero yo dije a su marido que no lodeba hacer, que era indispensable ir a la poblacin de Taradell a buscar un mdico cirujano. Fueron por l conuna carta ma que le explicaba todo lo que haba, y el mdico, al leer la carta, vio que era tan desesperado elcaso, que se excus y no quiso venir. Me dieron la respuesta, y entonces dije yo a los de la casa que cogieranciertas hervidas, y el resultado fue que pari muy bien, y con el desarrollo aun se cur del reuma y se puso buena,de manera que al cabo de unos pocos das por s misma vino a Misa.

    177. Tambin se cur un joven de diez y seis aos tullido completamente, que ya no hacan remedio ninguno,teniendo por intil cuanto se practicase. Al pasar un da por la calle, le vi a la puerta y pregunt su madre qu

    tena y cunto tiempo haca que se hallaba as, y me contest... Yo le dije: Practicad esto y esto, y a los pocos dasya le vi curado en la Iglesia que oa la Santa Misa.

    178. En aquella poblacin y en sus alrededores hay muchas jvenes de quince a diez y nueve aos que sufren deuna enfermedad que llaman espatlladas o naurella, y es que con los esfuerzos que hacen amasando el pan oyendo por agua, lea u otras cosas fatigosas sobre sus fuerzas, las vegiguitas de la fuerza sufren una cisura , quedespus les da mucho que sentir. Y como el que sufre busca remedio, y no hallndolo en los mdicos se van aciertos curanderos que con sus charlataneras dicen que curan y no es as, les cobran dinero y muy comnmentehacen cosas poco decentes con tales enfermas; yo viendo o sabiendo esto, encomend el negocio a Dios NuestroSeor, y me ocurri el remedio que se haba de aplicar, que consista en un parche y guardar quietud por unospocos das, con cuyo remedio todas sin excepcin curaban; pero como se saba las acciones poco decentes quehacan con el pretexto de curar, por miedo que se creyera que yo haca otro tanto, me val de este remedio.

    Haba en la misma poblacin una viuda anciana muy virtuosa y le dije: Cuando venga alguna joven acompaadade su propia madre que diga que es espatllada, le aplicar un parche de esta y esta manera. Y as todas las que ,acompaadas de sus madres, me venan a suplicar para curar de esta enfermedad, las remita a aquella viuda, yella las aplicaba el parche, y todas curaban, y as yo no me comprometa.

    179. Como aquella poblacin haba sido tan trabajada por la guerra civil, pues que a lo menos haba sidosaqueada trece veces, haba habido sorpresas de unos y otros, fuegos y muertes, de cuyas resultas y de espantos,tristezas y disgustos, haba muchas gentes, y singularmente mujeres, (que tenan) enfermedades histricas quelas hacan sufrir mucho, me vena a hablar. Yo hice tomar aceite comn con algunas cosas que haca hervir endicho aceite, y con l se daban por s mismas cierta uncin, y todas quedaban curadas.

    180. Permaneciendo en Viladrau, todos los enfermos de la poblacin y muchos que de fuera traan, todosquedaban curados. Y como se extendi de aqu la fama, as es que en todas las poblaciones a donde iba se mepresentaban muchsimos enfermos de toda clase de enfermedades; y como eran tantos los enfermos y tandiversos los males y, por otra parte, yo me hallaba tan ocupado en predicar y confesar, no tuve por conveniente

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    en sealar remedios fsicos. Les deca que les encomendara a Dios y entre tanto les haca la seal de la santa cruzy les deca estas palabras: Super aegros manus imponet et bene habebunt. Y decan que quedaban curados.

    181. Yo estoy que curaban por la fe y confianza con que venan, y Dios N. S. Les premiaba su fe con la saludcorporal y espiritual, porque les exhortaba a que se confesasen bien de todos sus pecados, y ellos lo hacan. Yadems, el Seor as lo haca tambin no por mis mritos, que ningunos tena, sino para dar importancia a ladivina palabra que predicaba, pues que, como haba pasado tanto tiempo que no haban odo ms que maldades,blasfemias y herejas, Dios N. S. Les llamaba la atencin con estas cosas corporales. Y, a la verdad, la gente se

    reuna en grandes masas, oa la divina palabra con gran fervor, hacan confesiones generales en la mismapoblacin o en otras, porque muchas (veces) era imposible or en penitencia a cuantos deseaban y pedanconfesin.

    182. Oh Dios mo, cun bueno sois! Os servais de las mismas enfermedades de cuerpo para remediar las delalma. Os valais de este miserable pecador para curar a cuerpos y almas. Evidentemente, se vea entonces lo quedice el Profeta: Domini est salus. S, Seor, vuestra es la salud, y Vos la dbais.

    C A P T U L O X I

    Del fin que me propona cuando iba a una poblacin enviado por el prelado

    199. Cuando iba a una poblacin, nunca me propona ningn fin terreno, sino la mayor glora de Dios y lasalvacin de las almas. No pocas veces me vea precisado a hacerles advertir esta verdad, que conoca era elargumento que ms les convenca a buenos y a malos.

    200. Vosotros sabis que los hombres casi siempre obran por alguno de estos tres fines: 1., por inters o dinero;2., por placer; 3., por honor. Por ninguna de estas tres cosas estoy misionando en esta poblacin. No por dinero,porque no quiero un maraved de nadie, ni nada me llevar. No por placer, porque, qu placer podr tenerestando fatigndome todo el da, desde la maana, y muy de maana, hasta la noche? Si uno de vosotros ha deestar esperando que le d su turno al lado del confesonario para poderse confesar, si ha de aguardar tres ocuatro horas, se cansa, y yo tengo que estar todas las horas de la maana y todas las de la tarde, y en la noche, enlugar de descansar, tengo que predicar, y esto no por un solo da, sino diez y ms das, semanas, meses y aos.Ay, hermanos mos, pensadlo bien!...

    201. Ser quiz el honor? No. Tampoco es el honor. Vosotros lo sabis a cuntas calumnias no est unoexpuesto: quin me alabar, quin dir de m toda especie de disparates, como hacan los judos contra Jess,que ya decan mal de su persona, ya de sus palabras que deca, ya de sus obras que haca, hasta que, finalmente,le prendieron, le azotaron y le quitaron la vida en un suplicio el ms doloroso y bochornoso. Pero yo os digo, conel apstol San Pablo, que ninguna de estas cosas temo, ni aprecio ms mi vida que mi alma, siempre que de estasuerte concluya felizmente mi carrera y cumpla el ministerio que he recibido de Dios N. S. para predicar el SantoEvangelio.

    202. No, os lo repito. No es ningn fin terreno, es un fin ms noble. El fin que me propongo es que Dios seaconocido, amado y servido de todos. Oh quin tuviera todos los corazones de los hombres para amar con todosellos a Dios! Oh Dios mo! No os conocen las gentes! Oh si os conocieran! Serais ms amado. Oh si conocieran

    vuestra sabidura, vuestra omnipotencia, vuestra bondad, vuestra hermosura todos vuestros divinos atributos!Todos seran serafines abrasados en vuestro divino amor. Esto es lo que intento: hacer conocer a Dios para quesea amado y servido de todos.

    203. Tambin me propongo el impedir los pecados que se cometen, las ofensas que se hacen a Dios. Ay! AquelDios que es amado de los serafines, servido de los ngeles, temido de las potestades y adorado de losprincipados, pues este Dios es ofendido de un vil gusano de la sierra, de un hombre! Pasmaos, cielos, sobre esto!Ah! Si un noble caballero viera a una dama inocente y virtuosa injuriada y ultrajada, no podra contenerse,tomara su parte y la defendera. Pues qu no debo hacer yo al ver a Dios ofendido y ultrajado?

    204. Si virais a vuestro padre que le dan de palos y cuchilladas, no correrais a defenderle? Y no sera uncrimen el mirar con indiferenca a su padre en tal situacin? No sera yo el mayor criminal del mundo si no

    procurara impedir los ultrajes que hacen los hombres a Dios, que es mi Padre? Ay, Padre mo! Yo os defender,aunque me haya de costar la vida. Yo me abrazar con Vos y dir a los pecadores: Satis est vulnerum, satis est,como deca San Agustn. Alto, pecadores, alto. No azotis ms a mi Padre; bastantes azotes habis descargado,

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    demasiadas llagas habis abierto. Si no os queris detener, azotadme a m, que bien lo merezco; pero no azotisni maltratis ms a mi Dios, a mi Padre, a mi amor. Ay, amor mo! Ay, mi amor!

    205. Igualmente me obliga a predicar sin parar el ver la multitud de almas que caen [en] los infiernos, pues que esde fe que todos los que mueren en pecado mortal se condenan. Ay! Cada da se mueren ochenta mil personas(segn clculo aproximado), y cuntas se morirn en pecado y cuntas se condenarn! Pues que talis vita, finisita. Tal es la muerte segn ha sido la vida.

    206. Y como veo la manera con que viven las gentes, muchsimas de asiento y habitualmente en pecado mortal,no pasa da que no aumenten el nmero de sus delitos. Cometen la iniquidad con la facilidad con que beben unvaso de agua, como por juguete y por risa obran la iniquidad. Estos desgraciados, por sus propios pies, marchan alos infiernos como ciegos, segn el Profeta Sofonas: Ambulaverunt ut caeci qua Domino peccaverunt.

    207. Si vosotros virais a un ciego que va a caer en un pozo, en un precipicio, no le advertirais? He aqu lo queyo hago y que en concienca debo hacer: advertir a los pecadores y hacerles ver el precipicio del infierno a quevan a caer. Ay de m si no lo hiciera, que (me) tendra por reo de su condenacin!

    208. Quizs me diris que me insultarn, que los deje, que no me meta con ellos. Ay, no, hermanos mos! No lespuedo abandonar; son mis queridos hermanos. Decidme: Si vosotros tuvirais un hermano muy querido enfermo,y que por razn de la enfermedad estuviese en delirio, y en la fuerza de la (fiebre) os insultara, os dijera todas las

    perreras del mundo, le abandonarais? Estoy seguro que no. Por lo mismo, le tendrais ms lstima y haraistodo lo posible para su salud. Este es el caso en que me hallo con los pecadores. Los pobrecitos estn comodelirantes. Por lo mismo, son ms dignos de compasin, no los puedo abandonar, sino trabajar por ellos para quese salven y rogar a Dios por ellos, diciendo con Jesucristo: Padre, perdnalos, que no saben lo que hacen ni lo quedicen.

    209. Cuando vosotros veis a un reo que va al suplicio, os da compasin. Si le pudirais librar, cunto no harais!Ay, hermanos mos! Cuando yo veo a uno que est en pecado mortal, veo a uno que cada paso que va dando, alsuplicio del infierno se va acercando; y yo que veo al reo en tan infeliz estado, conozco el medio de librarle, quees el que se convierta a Dios, que le pida perdn y que haga una buena confesin. Ay de m si no lo hiciera!

    210. Quiz me diris que el pecador no piensa en infierno, ni siquiera cree en infiernos. Tanto peor. Y que por

    ventura pensis que por esto dejara de condenarse? No por cierto; antes bien es una seal ms clara de (su) fatalcondenacin, como dice el Evangelio: Qui non crediderit, condemnabitur. Y, como dice Bossuet, esta verdad esindependiente de su creencia; aunque no crea en el infierno, no dejar por esto de ir, si tiene la desgraca demorir en pecado mortal, aunque no crea ni piense en el infierno.

    211. Os digo con franqueza que yo, al ver a los pecadores, no tengo reposo, no puedo aquietarme, no tengoconsuelo, mi corazn se me va tras ellos, y para que vosotros entendis algn tanto lo que me pasa, me valdr deesta semejanza. Si una madre muy tierna y cariosa viera a un hijo suyo que se cae de una ventana muy alta o secae en una hoguera, no correra, no gritara: hijo mo, hijo mo, mira que te caes? No le cogera y le tirara pordetrs si le pudiera alcanzar? Ay, hermanos mos! Debis saber que ms poderosa y valiente es la gracia que lanaturaleza. Pues si una madre, por el amor natural que tiene a su hijo, corre, grita, y coge a su hijo y le tira y leaparta del precipicio: he aqu, pues, (lo) que hace en m la gracia.

    212. La caridad me urge, me impele, me hace correr de una poblacin a otra, me obliga a gritar: Hijo mo,pecador, mira que te vas a caer en los infiernos! Alto, no pases ms adelante! Ay, cuntas veces pido a Dios loque peda Santa Catalina de Sena. Dadme, Seor, el ponerme por puertas del infierno y poder detener a cuantosvan a entrar all y decir a cada uno. Adnde vas, infeliz? Atrs, anda, haz una buena confesin y salva tu alma yno vengas aqu a perderte por toda la eternidad!

    213. Otro de los motivos que me impelen en predicar y confesar es el deseo que tengo de hacer felices a misprjimos. Oh, qu gozo tan grande es el dar salud al enfermo, libertad al preso, consuelo al afligido y hacer felizal desgraciado! Pues todo esto (y) mucho ms se hace con procurar a mis prjimos la glora del cielo. Espreservarle de todos los males y procurarle y hacer que disfrute de todos los bienes, y por toda la eternidad.

    Ahora no lo entienden los mortales; pero, cuando estarn en la gloria, entonces conocern el bien tan grande quese les ha procurado y han felizmente conseguido. Entonces cantarn las eternas misericordias del Seor y laspersonas misericordiosas sern por ellos bendecidas.

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    C A P T U L O X X I X

    De las virtudes de Jess que me propuse imitar

    428. 1. Humildad, obediencia, mansedumbre y caridad; estas virtudes brillan singularmente en la Cruz y en elSantsimo Sacramento del Altar. Oh Jess mo, haced que os imite!

    429. 2. Vestido.Un sayal en toda su vida, que le hizo su madre, y un manto o capa, y aun se lo quitaron, ymurrio desnudo, descalzo y sin sombrero ni gorro.

    430. 3. Comida.Pan y agua en todos los treinta aos de su vida oculta. En el desierto, al ltimo de los cuarentadas de riguroso ayuno, los ngeles le trajeron pan y agua como a Elas. En los dems aos de [su] vida pblicacoma lo que le daban, y se conformaba. La comida que tomaba con los apstoles era pan de cebada y pecesasados, y aun de esto no tenan siempre, pues que tenan que coger espigas para matar el hambre, y aun de estofueron criticados.

    En la cruz dice que tiene sed, y no le dan de beber sino hiel y vinagre para ms tormento.

    431. 4. Casa no tiene. Las aves tienen nidos; las raposas, madrigueras, y Jess no tiene ni una piedra dondereclinar la cabeza. Para nacer, un pesebre; para morir, una cruz, y para vivir escoge ser desterrado a Egipto; resideen Nazareth y en cualquier parte.

    432. 5. Viajes a pie siempre.Slo un momento monta en un jumento, para entrar en Jerusaln para darcumplimiento a las profecas.

    433. 6. Dinero no tuvo.Para pagar el tributo hace un prodigio sacando de la boca del pez lo necesario. Si lasgentes piadosas dan algunas limosnas, no las guarda l, sino Judas, el nico malo que haba en el apostolado.

    434. 7. De da predicaba y curaba enfermos, y de noche oraba. Et erat pernoctans in oratione Dei.

    435. 8. Jess era amigo de los Nios, de los pobres, de los enfermos y de los pecadores.

    436. 9. No buscaba su propia gloria, sino la de su Padre celestial. Todo lo haca para cumplir con la voluntad de suPadre y para la salvacin de las almas, que son sus queridas ovejas, que, como buen Pastor, di por ellas la vida.

    437. Oh Jess mo! Dadme vuestra santsima gracia para que os imite fielmente en la prctica de todas estasvirtudes. Vos bien sabis que con Vos todo lo puedo, y sin Vos nada absolutamente.