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439 Carlos A. Romero LAS RELACIONES ECONÓMICAS Y COMERCIALES ENTRE VENEZUELA Y ESTADOS UNIDOS (1994-2009): DE SOCIO “CONFIABLE” A SOCIO “NECESARIO” RESUMEN Hasta bien entrada la década de los noventa, Venezuela era un “socio confiable” para EE.UU., un promotor de la democracia representativa y un fiel proveedor de petróleo para ese país. Hoy, por el contrario, estamos en una circunstancia en la cual el Gobierno de Venezuela es tan sólo un “socio nece- sario” de EE.UU. y cuyos actuales di- rigentes cuestionan el liberalismo y mantienen algunas reservas sobre su relación con EE.UU. De igual forma, las relaciones bilaterales tienen ahora un carácter más heterogéneo ya que par- ticipan numerosas agencias guberna- mentales, hay nuevos y activos actores privados, las vinculaciones económi- cas y sobre todo comerciales son más estables que las políticas y en el plano académico, compiten diversas visiones sobre el tema. Palabras clave: Estados Unidos, Venezuela, petróleo, energía, economía, comercio bilateral, cooperación y conflicto. ABSTRACT Venezuela was a «reliable partner» for the U.S. during the nineties, a promoter of representative democracy and a faithful provider of oil to that country. However, we are today in a circums- tance in which the Government of Venezuela is just a “necessary partner” of U.S. and whose current leaders question the liberalism mode of politics and maintain some reservations about his relationship with the U.S. Indeed, bilateral relations are now more heterogeneous and involve many government agencies and new and active private actors. On the other hand, economic and trade links are more stable than the political ones and there are several competing academic views about the issue. Keywords: United States, Venezuela, oil, energy, economy, bilateral trade, cooperation and conflict.

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Carlos A. Romero

LAS RELACIONES ECONÓMICAS Y COMERCIALESENTRE VENEZUELA Y ESTADOS UNIDOS (1994-2009): DESOCIO “CONFIABLE” A SOCIO “NECESARIO”

RESUMEN

Hasta bien entrada la década de losnoventa, Venezuela era un “socioconfiable” para EE.UU., un promotorde la democracia representativa y unfiel proveedor de petróleo para ese país.Hoy, por el contrario, estamos en unacircunstancia en la cual el Gobierno deVenezuela es tan sólo un “socio nece-sario” de EE.UU. y cuyos actuales di-rigentes cuestionan el liberalismo ymantienen algunas reservas sobre surelación con EE.UU. De igual forma, lasrelaciones bilaterales tienen ahora uncarácter más heterogéneo ya que par-ticipan numerosas agencias guberna-mentales, hay nuevos y activos actoresprivados, las vinculaciones económi-cas y sobre todo comerciales son másestables que las políticas y en el planoacadémico, compiten diversas visionessobre el tema.

Palabras clave: Estados Unidos,Venezuela, petróleo, energía, economía,comercio bilateral, cooperación y

conflicto.

ABSTRACT

Venezuela was a «reliable partner» forthe U.S. during the nineties, a promoterof representative democracy and afaithful provider of oil to that country.However, we are today in a circums-tance in which the Government ofVenezuela is just a “necessary partner”of U.S. and whose current leadersquestion the liberalism mode of politicsand maintain some reservations abouthis relationship with the U.S. Indeed,bilateral relations are now moreheterogeneous and involve manygovernment agencies and new andactive private actors. On the otherhand, economic and trade links are morestable than the political ones and thereare several competing academic viewsabout the issue.

Keywords: United States, Venezuela,oil, energy, economy, bilateral trade,cooperation and conflict.

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1.- Introducción

En diversos estudios sobre el intercambio comercial entre América Latina yEstados Unidos es un lugar común encontrarse con la siguiente interrogan-te: ¿por qué el flujo comercial entre Venezuela y Estados Unidos no se havisto afectado por el deterioro de las relaciones diplomáticas entre estospaíses?1

Esto ha sido una constante presente por más de una década en los estudiosde las relaciones bilaterales, razón por la cual nos proponemos en este papelde trabajo analizar las diversas variables que de alguna forma pueden con-testar dicha pregunta.

La literatura sobre el comercio y en general sobre la economía internacionalobserva como casos excepcionales entre dos países, el crecimiento de susrelaciones comerciales bilaterales o algunos cambios significativos positi-vos en volúmenes y cifras, cuando se da un deterioro de las vinculacionespolíticas y la reducción de los contactos diplomáticos.2

Por lo tanto, consideramos como conjetura preliminar que en el caso quenos ocupa no es común y esas relaciones tiene una explicación que estápoco condicionada por la variable política.

Para ir adelantando en nuestro propósito recordemos que hasta bien entradala década de los noventa, Venezuela era un “socio confiable” para EE.UU.,un promotor de la democracia representativa y un fiel proveedor de petróleopara ese país. Hoy, por el contrario, estamos en una circunstancia en la cualel Gobierno de Venezuela es tan sólo un “socio necesario” de EE.UU. ycuyos actuales dirigentes cuestionan el liberalismo y mantienen algunas re-servas sobre su relación con EE.UU.3

1. Cole Blasier, The Hovering Giant: U.S Responses to Revolutionary Change in Latin

America. (Pittsburgh. Pittsburgh University Press. 1976)

2. Dominick Salvatore, Economía Internacional. (México, Prentice Hall. 1998. Sextaedición)

3. Veánse: Steve Ellner, Recent Venezuelan Political Studies: A Return to Third World

Realities. Latin American Research Review. (Volumen 32 (2), 1997); Judith Ewell,Venezuela and the United States. From Monroe’s Hemisphere to Petroleum’s Empire.

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Las relaciones bilaterales llegaron a enmarcarse entre los años de 1958 y1999 dentro de la perspectiva de “unas coincidencias estratégicas y unasdiferencias tácticas”. Es decir, no existían unas diferencias estructurales decarácter bilateral, aunque se registraron algunas fricciones en el plano co-yuntural.

De 1958 hasta 1999, ambos países fundamentaron sus relaciones bajo lossiguientes parámetros: 1) que el caso venezolano era diferente al resto de lospaíses latinoamericanos, dados el peso económico del petróleo y la estabili-dad del sistema político; 2) que Venezuela no calzaba bien dentro de losdiversos intentos de clasificación provenientes de los estudios de políticacomparada sobre América Latina; 3) que nuestro país estaba exento, desdeel año 1963, de graves acontecimientos políticos, como una revolución o unintento de golpe de Estado; 4) que entre Venezuela y EE.UU. existía unarelación amistosa, dado el tradicional papel de Venezuela como suplidor se-guro y estratégico de EE.UU. en materia petrolera.

Sin embargo, muchos de esos parámetros se han visto sometidos a revisióndesde 1999. Venezuela es un país distinto ya que: 1) se experimenta uncambio político y económico; 2) el modelo de democracia representativavenezolano apoyado por EE.UU. es cuestionado reiteradamente por un go-bierno que promueve el modelo de democracia participativa.

La actual política exterior de Venezuela se basa en una visión del mundo decorte anti-occidental. Desde el punto de vista mundial, se busca mantenerrelaciones con todos los países, haciendo énfasis en los aliados no tradicio-nales de Venezuela, tales como los países miembros de la OPEP y paísesprogresistas e incómodos, –de acuerdo a la óptica estadounidense–, comoCuba, China, Irán, Bielorrusia, Libia, Rusia y hasta el año 2002, Irak. Igual-mente, se busca la promoción de una serie de iniciativas para desarrollar unadiplomacia oficiosa y paralela, de apoyo a movimientos, partidos, agrupa-ciones y personalidades ligadas al radicalismo mundial y a los circuitos deizquierda.4

(Athens.The University of Georgia Press, 1996); Janet Kelly; Carlos A. Romero,The United States and Venezuela. Rethinking a Relationship. (New York. RoutledgePress, 2002); Tomás Polanco Alcántara; Simón Alberto Consalvi; y Edgardo MondolfiGudat, Venezuela y Estados Unidos a través de dos siglos. (Caracas. Venamcham,2000);

4. Carlos A. Romero, Jugando con el Globo. La Política Exterior de Hugo Chávez.

(Caracas. Ediciones B, 2006)

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En el plano de las relaciones interamericanas, el gobierno del presidenteChávez ha tenido una postura controversial al oponerse a las posicionesestadounidenses en el seno de la OEA, en referencia al papel de ese organis-mo como garante de la democracia en América Latina y el Caribe; en mate-ria de promoción de la democracia y de los derechos humanos; y al criticarla agenda misma de la OEA y el papel de las misiones observadoras y de lasorganizaciones no gubernamentales en los procesos electorales en la región.Desde Caracas se ha tratado de definir un tipo de democracia participativa,directa y plebiscitaria, diferente a la tesis hemisférica de la democracia re-presentativa.

Al mismo tiempo, surge a la vista la escasa participación de la Fuerza Arma-da Venezolana en el sistema de cooperación militar interamericano (confe-rencias militares, códigos compartidos, labores de la Junta Interamericanade Defensa, participación de oficiales venezolanos en cursos militares yejercicios militares, como Unitas y Red Flag) y la reducción de las comprasmilitares de Venezuela en Estados Unidos. A esto hay que agregar los estre-chos vínculos militares que Venezuela tiene con Rusia, en materia de coope-ración y compra de armamento y en un menor grado con Bielorrusia, Cubay China.

En este marco, destacan diversas controversias entre los dos países, talescomo las críticas venezolanas a la Guerra de Irak, la tardanza en el recono-cimiento de Venezuela al nuevo Gobierno de Irak, la posición venezolana defavorecer una política de precios altos del barril de petróleo a un nivel mun-dial, las críticas del gobierno del presidente Chávez a la creación del ALCA,al Plan Colombia, a la cooperación militar entre Colombia y Estados Unidos,al uso por parte de las fuerzas armadas estadounidenses de bases militarescolombianas y las críticas venezolanas al manejo hemisférico de la crisispolítica en Haití.5

Es en este contexto en donde tratamos de analizar este caso. Para ello sedará en primer lugar, un recuento de las relaciones económicas y comercia-les entre los dos países; posteriormente se analizará con detalle el comercioentre los dos países y otros indicadores económicos durante el año 2009-como una oportunidad de ilustrar nuestras interrogantes- y finalmente sedarán algunas proyecciones y conclusiones.

5. Carlos A. Romero, Venezuela y Estados Unidos. ¿una relación esquizofrénica?.Nueva Sociedad, Nº 206, (noviembre- diciembre, 2006) 79-93.

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2.- Aspectos económicos y comerciales en los últimos quince años.

2.1.- Un largo camino recorrido.

Al compararse las proyecciones de las relaciones bilaterales económico-comerciales entre 1999 y 2010, aquellas proyectan un panorama más opti-mista sobre todo en el área energética, aunque se hayan presentadoimportantes contratiempos coyunturales en los años 1994-1999.

En octubre de 1994, el Departamento de Comercio de EE.UU. amenazó conaplicar la sección 301 de la Ley de Comercio para imponer sanciones co-merciales a Venezuela y a otros productores de banano que habían firmadoun acuerdo marco con la Unión Europea sobre la comercialización de eseproducto. A fines del mes de abril de 1997 se conoció que la OrganizaciónMundial de Comercio (OMC) había desaprobado el sistema de cuotas acor-dado entre la Unión Europea y los países signatarios de ese acuerdo marco.

Posteriormente, en el mes de noviembre de ese mismo año, EE.UU. condi-cionó la entrega de trigo a Venezuela. Dada la investigación anti-dumping

que algunas agencias del Gobierno venezolano llevaron adelante sobre eltrigo estadounidense subsidiado, y dada la prohibición de Venezuela desde1993 de importación de productos avícolas, porcinos y vacunos estadouni-denses, el Departamento de Comercio condicionó la inclusión de Venezuelaen el Programa de Promoción de Exportaciones (EEP) del Departamento deAgricultura de EE.UU.

De igual modo, Venezuela trató de evitar el embargo de los camarones vene-zolanos ante la denuncia del Departamento de Comercio sobre la mortandadde las tortugas. Sobre esto, el Gobierno venezolano, conjuntamente confuncionarios estadounidenses, inspeccionaron las flotas camaroneras quese encontraban en puertos venezolanos, sin detectar irregularidades en laconservación de las tortugas marinas. El 28 de abril de 1995, el Gobierno deEE.UU. extendió a Venezuela la certificación necesaria para seguir exportan-do camarones hasta mayo de 1996. En el 2004 se certificó nuevamente aVenezuela.6

En mayo de 1995, se conoció que Venezuela no fue incluida en la Priority

Wacht List (Lista de Países Prioritarios en Observación) de la Sección Espe-

6. Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, Libro Amarillo. Memoria y Cuenta

del Ministerio de Relaciones Exteriores. 1995 (Caracas. Ministerio de RelacionesExteriores de Venezuela, 1995); Embajada de los Estados Unidos en Caracas, Venezuela.http://embajadausa.org.ve.

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cial 301 de la Ley Ómnibus de Comercio y Competitividad, pero sí en laWacht List, a pesar de la entrada en vigencia de las decisiones 344 y 345 dela Comisión del Acuerdo de Cartagena, referentes a las leyes sobre Propie-dad Industrial y Derechos de Autor. Venezuela continuó dentro de la lista deveinticuatro países en observación desde 1990. Al mismo tiempo, se recal-có que no se había establecido la oficina para atender los casos sobre dere-chos de autor en Venezuela, ni se había revisado el régimen sobre uso depatentes y el reglamento sobre propiedad industrial.7

Por otra parte, Venezuela, en su condición de miembro de la ComisiónInteramericana del Atún Tropical (CIAT), firmó junto con EE.UU. y otrospaíses una declaración de carácter regional en la ciudad de Panamá sobre lanecesidad de reducir progresivamente la mortandad de delfines. Esto seconsideró como un avance para suspender el embargo estadounidense alatún venezolano.8

En los mismos términos, Venezuela confrontó otros problemas comercialescon EE.UU., como la investigación sobre el cumplimiento del Acuerdo deSuspensión de Subsidios a las exportaciones venezolanas de cemento tipoClinker y Portland; al mismo tiempo, se permitió la entrada a EE.UU. de losCarbon Steel Welded Pipe Fittings, producto elaborado en Venezuela a par-tir del hierro, cuya exportación desde Venezuela estaba suspendida, y seaprobó el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) por un período decinco años. Este sistema permitió que productos venezolanos petroquímicosy químicos, el hierro, el cemento y los camarones pudieran ser exportadossin problemas al mercado estadounidense.

El tema que caracterizó las tensiones comerciales entre ambos países du-rante esos años fue el caso de la gasolina reformulada. El problema se origi-nó a fines de 1993, cuando la agencia gubernamental estadounidense, laEnvironment Protection Agency (EPA), reglamentó los “componentes yaditivos para combustibles: pautas para la gasolina reformulada y conven-cional”, lo que significó que ese reglamento afectaría las gasolinasreformuladas y convencionales venezolanas que se exportaban a la costaeste de EE.UU. El reglamento, basado en la Ley estadounidense de Purifica-ción del Ambiente, afectaba un producto que ya había alcanzado sus pro-

7. Economía Hoy, 6 de mayo de 1995, p. 23, y 19 de mayo de 1995, p. 23.

8. Economía Hoy, 12 de octubre de 1995, p. 22.

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pios parámetros de limpieza desde el año 1990, 22% de oleofina, 6,4% deazufre y bajos niveles de benceno.

El Gobierno de Venezuela alertó que el tema de la gasolina reformulada refle-jaba las diferencias existentes entre el Congreso estadounidense, la EPA y elGobierno Federal sobre el comercio con Venezuela, y utilizó como argu-mento a favor, la puesta en marcha de un proyecto de inversión en lasrefinerías de propiedad de Venezuela para mejorar la composición de la ga-solina venezolana.9

En febrero de 1994, Venezuela procuró llegar a un acuerdo con el gobiernodel presidente Clinton y en principio se vio la posibilidad de una solución aldecretarse en abril de ese año una reglamentación transitoria que favorecíaa la gasolina reformulada, a fin de evitar las sanciones al combustible vene-zolano. En septiembre de 1994 se conoció que el Congreso de los EE.UU.había decidido mantener las restricciones aplicadas a la gasolina reformuladay bloquear los fondos para cambiar el reglamento del año 1993, lo que en lapráctica significó sacar del mercado estadounidense de la costa este deEE.UU. a la gasolina venezolana. Desde la óptica estadounidense, la gasolinavenezolana era objetable por la EPA, por alegar que el combustible no cum-plía con los requisitos de protección ambiental al tener niveles altos de oleofina.

Esto motivó a que el Gobierno de Venezuela decidiera plantear el caso juntocon Brasil en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros yComercio (en inglés, “General Agreement on Tariffs and Trade”, GATT). El8 de septiembre de 1994, el Gobierno venezolano denunció la medida exi-giendo un trato igualitario ante lo que se consideraba como una discrimina-ción a los productos de exportación en el marco de “un proteccionismocomercial disfrazado de ambiental”.10

El GATT admitió la demanda de Venezuela el 4 de octubre de ese mismo añoy el gobierno del presidente Caldera amenazó con no comprar más trigoproveniente de EE.UU., en respuesta a la decisión del Congreso estadouni-dense. El 25 de octubre del año 1994, Venezuela y EE.UU. acordaron laconstitución del panel del GATT conformado por tres expertos de HongKong, Nueva Zelanda y Finlandia. Dicho proceso fue suspendido al termi-

9. El Diario de Caracas, 26 de abril de 1994, p. 15.

10. El Diario de Caracas, 7 de septiembre de 1994, p. 3; 15 de septiembre de 1994, p. 3;16 de septiembre de 1994, p. 3; 20 de septiembre de 1994, p. 16; 21 de octubre de1994, p. 29; 7 de diciembre de 1994, p. 4.

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narse la labor del GATT y al comenzar la actuación de la OrganizaciónMundial de Comercio (OMC)

Venezuela y Brasil introdujeron, en marzo de 1995, una denuncia en la OMCsolicitando el establecimiento de un grupo especial para la solución de con-troversias, de acuerdo a las disposiciones de la OMC, al no llegarse a unacuerdo amistoso en el ámbito bilateral. Debe destacarse que esta acción deVenezuela y Brasil fue la primera realizada por dos países miembros ante lanueva organización internacional y se concretó en la constitución de unGrupo Especial formado por los expertos ya escogidos en la etapa final delGATT.11

En el mes de abril de 1996 se dio a conocer el Informe Anual del Departa-mento de Comercio del Gobierno de los EE.UU. al Congreso estadouniden-se, en donde nuevamente se indicaba que Venezuela imponía barrerascomerciales a productos y servicios estadounidenses, al tiempo que se su-brayó que Caracas no había perfeccionado los mecanismos pertinentes paracombatir la piratería comercial. El 29 de abril de ese mismo año, el panel deapelaciones de la OMC afirmó que ciertas normas ambientales de los EE.UU.obstaculizaban la importación de la gasolina proveniente de Venezuela y Bra-sil, en lo que se consideró como una limitación al libre comercio.12

De esta forma, la demanda de Venezuela y Brasil, introducida en marzo de1995 y decretada como procedente por un panel de expertos, fue ratificadapor una instancia superior, ya que la interpretación que hacía el Gobiernoestadounidense de la ley de ese país, la Clean Air Act, era “discriminatoria einjustificable y restringía de manera disfrazada el comercio internacional” Apartir de esa resolución de la OMC se le indicó a EE.UU. que debían infor-mar sobre las medidas necesarias para cambiar las reglas sobre la importa-ción de la gasolina reformulada y reparar los daños comerciales ocasionadosa Venezuela y Brasil. En este orden de cosas, se conoció en el mes de mayode 1997 que el Congreso de EE.UU. no estaría dispuesto a enmendar atiempo la reglamentación de la EPA, de lo cual tenía plazo hasta el 20 deagosto de ese mismo año.13

11. Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, Libro Amarillo. Memoria y Cuenta

del Ministerio de Relaciones Exteriores 1995. (Caracas. Ministerio de RelacionesExteriores de Venezuela, 1995)

12. Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, Libro Amarillo. Memoria y Cuenta

del Ministerio de Relaciones Exteriores, 1995. (Caracas. Ministerio de RelacionesExteriores de Venezuela, 1995)

13. El Nacional, 1º de abril de 1996, p. D/4.

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A fines del mes abril de 1996, la legislatura del estado estadounidense de laFlorida aprobó una resolución vetando la posibilidad de que la Florida Power

and Light Company pudiera refinar lo que entonces se conocía comoorimulsión, lo que produjo la pérdida transitoria de ese mercado y el retrasode la entrada de ese combustible pesado a EE.UU.14

Por otra parte, EE.UU. colocó nuevamente a Venezuela en la lista de obser-vación de países que no protegían adecuadamente los derechos de autor y lapropiedad intelectual (Watch List), según el informe presentado por la Ofici-na del Representante Comercial de ese país. En este sentido, se dice en eseinforme que “”os esfuerzos del Gobierno venezolano siguen siendo modes-tos en lo que respecta a represión de la piratería”, y se expresa que “Vene-zuela no ha aprobado para esa fecha la Ley de Propiedad Intelectual”. Porotra parte se dice que, “se observan diferencias en el sistema de marcas ypatentes, una ausencia de normas contra las importaciones paralelas y laimplementación parcial de las normas contempladas en los TRIPS” (Acuer-do sobre los aspectos de propiedad intelectual relacionados con el comer-cio) consagrados en el Tratado de la OMC).15

En la segunda mitad del año 1996 se conoció el creciente descontento de laAgencia Federal de Aviación (FAA), adscrita al Departamento de Transportedel Gobierno estadounidense, sobre el escaso cumplimiento por parte de laslíneas aéreas venezolanas de las regulaciones federales de aviación estado-unidenses. La FAA ratificó a Venezuela en la categoría 2, amenazó con pa-sarla a la categoría 3, y suspendió por varios días los vuelos comercialesentre Venezuela y EE.UU. en agosto de 1996. Luego de varias negociacio-nes, Venezuela se comprometió a cumplir con las normas de la FAA, y estaagencia estadounidense dio un plazo de 30 días de prueba a las líneas aéreasvenezolanas, a las que se les permitió operar nuevamente, dejándolas en lacategoría 2. Posteriormente, Venezuela pasó en 2006 a la categoría 1, valedecir, las líneas aéreas venezolanas están autorizadas a efectuar operacionesen EE.UU., pero deben someterse a mayores inspecciones y supervisiones.16

A fines de ese año de 1996 se conoció que el Eximbank restituiría los prés-tamos al sector público venezolano, suspendidos desde principios de 1995,

14. El Nacional, 30 de abril de 1996, p. D/4.

15. El Nacional, 24 de mayo de 1996, p. E/5.

16. El Nacional, 7 de julio de 1996, p. E/6; El Nacional, 7 de agosto de 1996, p. A/1; 8 deagosto de 1996, p. E/1; El Nacional, 9 de agosto de 1996, p. E/2; El Nacional, 25 deseptiembre de 1996, p. E/3; El Nacional, 22 de abril de 2006, p. A/12.

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como consecuencia de la nueva política económica de apertura iniciada enel mes de marzo de 1996 por el gobierno del presidente Caldera. En el año2000 se volvió a cerrar esta posibilidad.

En 1996, varios bancos y otros entes financieros estadounidenses como elJ. P. Morgan, Bank of Boston, Citicorp, NBD, Bancorp, First Fidelity, Chase,y Liberty Mutual comenzaron a operar en Venezuela y se asociaron con labanca y otras instituciones financieras venezolanas.

De la misma manera, compañías petroleras estadounidenses, tales comoMobil, Arco, Philips, Conoco, Amoco, la entonces Chevron-Texaco y Exxonparticiparon en convenios operativos, de asociación estratégica y de ganan-cias compartidas, en joint-ventures y en contratos de otra índole, tales comolos convenios de exploración a riesgo, con Pdvsa y sus filiales. Desde el año2007, en el marco de las nuevas compañías mixtas formadas entre Pdvsa yalgunas compañías extranjeras, sólo está participando una de origen estado-unidense, Chevron.17

Este proceso se complementó con la política de Pdvsa de expandir su par-ticipación accionaria en refinerías estadounidenses a fin de asegurarse unmercado seguro para el petróleo pesado venezolano. Así, se ratificó la par-ticipación accionaria de Pdvsa en las compañías petroleras norteamerica-nas, Citgo (con totalidad accionaria venezolana), Champlin y Unoven, y senegoció la compra de algunas refinerías estadounidenses en los estados deTexas, Illinois y Louisiana.18

A raíz de la visita del presidente estadounidense Bill Clinton a Caracas, en elmes de octubre de 1997, el Gobierno venezolano y el Gobierno estadouni-dense llegaron a algunos acuerdos sobre materia comercial. Para esa fechase había superado el bloqueo del Gobierno estadounidense al atún venezola-no; se había suspendido el reclamo estadounidense sobre la presunta prác-tica desleal del alambrón fabricado por Sidor; el Gobierno estadounidensehabía ratificado la permanencia de Venezuela en el Sistema Generalizado dePreferencias, y se habían superado los problemas técnicos y comerciales enreferencia a la gasolina reformulada.

17). El Nacional, 1º de septiembre de 1996, p. E/12; El Nacional, 5 de noviembre de 1996,p. A/4; El Nacional, 30 de diciembre de 1996, p. E/8.

18). El Nacional, 15 de enero de 1997, p. D/17.

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Sin embargo, los obstáculos para la firma de un tratado de promoción yprotección recíproca de inversiones entre Venezuela y EE.UU. han conti-nuado hasta este año de 2010, a pesar de algunas conversaciones dadas enel año 1998 y 2000, la firma entre los dos gobiernos y la existencia de unAcuerdo (Nº CJTI – 175), sobre Incentivos para las Inversiones entre elGobierno de la República de Venezuela y el Gobierno de los Estados Unidosde América, publicado en la Gaceta Oficial Nº 34.511 del 17 de julio de1990.

Desde la óptica de Washington, Venezuela estaba retrasada en relación conla adopción de los cánones internacionales sobre propiedad intelectual. Caberecordar que Venezuela tenía plazo hasta el año 2000 para acogerseintegralmente a los acuerdos sobre derechos de propiedad intelectual rela-cionados con el comercio (Trips) suscritos ante la OMC. En segundo lugar,Venezuela se ha negado a incluir en las negociaciones sobre el tratado, lostemas laboral y ambiental, ya que esto podía perjudicar la posibilidad de laaprobación del Fast-Track en el Congreso para beneficiar el ALCA. En tercerlugar, EE.UU. insistía en relacionar la posibilidad de la firma de un tratado deesta naturaleza con el tema de la propiedad intelectual. En este sentido, Was-hington exigía el cabal funcionamiento del Servicio Autónomo de PropiedadIntelectual del Gobierno de Venezuela, la revisión de la Decisión 344 ante laComisión del Acuerdo de Cartagena e impulsar al poder legislativo de Venezuelapara que sus parlamentarios aprobaran los proyectos de la Ley de PropiedadIntelectual y Ley Orgánica de Aduanas. Por último, el Gobierno estadounidensesostuvo algunas reservas sobre las inversiones de Pdvsa en EE.UU., principal-mente en Citgo y por lo tanto, se congelaron las negociaciones.

En cuanto a la posibilidad de la firma de un tratado de doble tributación, estetampoco se pudo formalizar en ocasión de la visita del presidente Clinton aCaracas, aunque se firmó finalmente en enero de 1999 y se puso en prácticaen enero del año 2000, con la excepción referida al tema de la renta global yla fuente de enriquecimiento.

El acuerdo para evitar la doble tributación entró en vigencia casi en la tota-lidad de sus partes, en referencia al intercambio de información fiscal ytributaria, así como en materia de establecimiento permanente (más de 183días) o temporal, que se impone a empresas de ambos países para quepaguen los impuestos en donde se originó la actividad.

Sin embargo, el tema de pechar la exportación de capitales enviados a EE.UU.fue diferido a fin de evitar la exportación de capitales a un sistema tributariode menor impacto como es el de EE.UU., hasta tanto no se modificara la

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Ley del Impuesto sobre la Renta en Venezuela. Venezuela sostiene la tesis deque la fuente que grava es el lugar en donde se produce el enriquecimiento.Por el contrario, EE.UU. sostienen que debe aplicarse el principio de la rentamundial, que indica que toda empresa norteamericana debe pagar impuestosen EE.UU., sin importar en cuál país se origina el enriquecimiento. En rela-ción con esto último, se estima que hay más de 200 mil millones de dólaresdepositados en EE.UU., propiedad de empresas públicas y privadas y departiculares venezolanos.

En el mes de julio de 1997 se concluyeron las negociaciones del Tratado deAsistencia Mutua en el campo penal entre EE.UU. y Venezuela, firmado porlos presidentes Caldera y Clinton, en ocasión de la visita de este último aVenezuela. Sobre esto, hay que recordar que el Fiscal General de Venezuelaplanteó, en 1995, un convenio de extradición que contemplara los delitosbancarios. El Gobierno estadounidense lo consideró innecesario, ya queambos países habían suscrito un acuerdo multilateral sobre el tema en elmarco de “La Convención Interamericana sobre Ayuda Mutua en Cuestio-nes Penales”, aprobada en 1992. Ya en marzo de 1995, ambos gobiernossuscribieron un Acuerdo de Asistencia Mutua para la administración de jus-ticia, a fin de procesar las detenciones, juicios y extradiciones de ciudada-nos venezolanos residentes en EE.UU. incursos en delitos bancarios yfinancieros.19

Hugo Chávez, en su condición de presidente electo de Venezuela, dispensóuna visita al presidente Clinton y se reunió con varios de sus colaboradoresen enero de 1999. En el mes de junio de ese mismo año, ya como presidenteconstitucional, Hugo Chávez visitó las ciudades de Nueva York y Houston,en donde se reunió con inversionistas y representantes de las finanzas yvisitó la Bolsa de Valores de Nueva York y otras instituciones privadas. Deigual modo lo hizo en el mes de septiembre de ese mismo año, cuando visitónuevamente la ciudad de Nueva York y, por primera vez, la ciudad de Was-hington. En ambas ocasiones el contacto con inversionistas privados fuefundamental.

Durante 1999, los negocios estadounidenses en Venezuela tuvieron una re-ducción en cuanto a la inversión extranjera directa, dada la recesión econó-mica y la desaceleración de la apertura petrolera. En octubre de 1999 se

19. Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, Libro Amarillo. Memoria y Cuenta

del Ministerio de Relaciones Exteriores 1998. (Caracas. Ministerio de RelacionesExteriores de Venezuela, 1995)

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comentó de nuevo sobre la posibilidad de que Venezuela pudiera ingresar algrupo de países que gozan de reducciones arancelarias si se prorrogaba laLey de Preferencias Arancelarias Andinas, posibilidad que se discutió nue-vamente en el año 2000, pero sin resultado alguno, y cuya medida de excluirde Venezuela de esa Ley se ha prolongado hasta este año 2010. Al mismotiempo, en el mes de diciembre de 1999 se conoció que las inversionesestadounidenses en Venezuela habían caído en un 73%, aunque compañíasestadounidenses habían participado en el proceso de privatización de indus-trias estatales como la Electricidad de Caracas EDC y sus filiales, hoy na-cionalizada, como la Compañía Nacional Teléfonos de Venezuela –Cantv-,(nacionalizada nuevamente en el año 2007 por compra del Estado venezola-no al principal accionista, la compañía estadounidense Verizon), en telefoníacelular, en centrales azucareras, en turismo y otras áreas, formando así el40% de las inversiones totales extranjeras en el país para 1999.20

Durante el mes de febrero del año 2000, un grupo de venezolanos residen-ciados en el estado de Florida pidió el apoyo del Gobierno venezolano a finde conseguir que el Gobierno estadounidense les otorgara un “Estatus deProtección Temporal”, una medida administrativa contemplada en la legisla-ción estadounidense para beneficiarse con un permiso para trabajar y obte-ner la seguridad social en EE.UU. por 18 meses. Este estatus se les da a losciudadanos que sufren las consecuencias de desastres naturales o confron-taciones bélicas en sus países de origen. La búsqueda de apoyo por parte deeste grupo de venezolanos constituyó la primera acción colectiva que ha-cían los inmigrantes venezolanos que se encuentran en EE.UU., y reveló elcreciente número de venezolanos que están residenciados en el estado deFlorida y en otros estados de EE.UU., cuya cifra entre “legales e ilegales” secalcula para el año 2010 en unos 250.000 personas.21

Ante el aumento de los precios del petróleo, el gobierno del presidente Clintonexhortó a los países productores de petróleo en el año 2000 a que elevaranla producción de barriles diarios, a fin de disminuir la cotización del crudo lacual había llegado a 30 dólares por barril. En un encuentro en la ciudad deLondres, el secretario de Energía de EE.UU., Bill Richardson, y el entoncesministro de Energía y Minas de Venezuela, Alí Rodríguez, firmaron unadeclaración conjunta en la cual coincidían en que la volatilidad de los precios

20. El Nacional, 16 de diciembre de 1999, p. E/1.

21. El Nacional, 14 de febrero de 2000, p. A/2.

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en los mercados mundiales “era perjudicial para las naciones productoras yconsumidoras”, lo cual se observó como una ratificación del acuerdo ener-gético entre las dos naciones, a pesar de la advertencia del presidente Clintonsobre la posibilidad de usar la reserva estratégica norteamericana.22

Una delegación de parlamentarios estadounidenses y técnicos pertenecien-tes al Comité Ejecutivo del Consejo de Energía de los EE.UU., así como ungrupo de empresarios estadounidenses, visitaron Venezuela en el mes dejunio del año 2000, con el fin de intensificar el intercambio bilateral en ma-teria energética. La visita coincidió con la celebración de un seminario sobreintegración hemisférica energética y la política de promover asociacionesentre empresas venezolanas y estadounidenses en petróleo y gas. Venezuelaestá afiliada al Consejo de Energía estadounidense, una organización de ca-rácter no gubernamental, desde 1997.23

Durante el año 2000, las exportaciones no tradicionales de Venezuela a EE.UU.aumentaron en un 40% con respecto a 1999, el monto fue del orden de los1.760 millones de dólares americanos, siendo los principales productos co-locados en EE.UU. aceites, derivados del petróleo o mineral bituminoso,productos férreos, aleaciones de aluminio, éter, cemento y mariscos.

En cuanto a las importaciones no tradicionales de Venezuela desde EE.UU.,éstas estuvieron en 2000 por el orden de los 4.543 millones de dólares ame-ricanos, un 15,1% menos que en 1999, siendo los productos principalesimportados por Venezuela: aparatos de radiofonía, vehículos automotores ymaquinarias industriales.24

Entre los años 2001 y 2004 se presentaron menos problemas tácticos entreambos países durante esos años. De hecho, las diferencias entre Venezuelay EE.UU. se trasladaron más del plano comercial hacia el plano económico,en cuanto a las diferencias doctrinales en relación con el papel del Estado enla economía y desde luego al plano político.

La repercusión económica del turismo venezolano en el estado de Florida, yespecíficamente en Miami, se estimó en 2003 que estaba por el orden de1.000 millones de dólares. Este nuevo auge de los turistas venezolanos sedebió principalmente a los altos precios internacionales del petróleo, lo que

22. El Universal, 18 de febrero de 2000, p. 2/1; El Nacional, 1º de marzo de 2000, p. D/5.

23. Economía Hoy, 6 de junio de 2000, p. 9.

24. El Universal, 11 de marzo de 2001, p. 2/1.

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generó una mayor circulación de dinero en la economía venezolana, y a suvez estimuló las compras en el exterior, a pesar del control de las divisas queentró en vigencia en Venezuela en febrero de 2003.

Según la Cámara Venezolano-Americana de la Florida, las inversiones priva-das venezolanas repuntaron en el año 2004, principalmente en el área de laconstrucción, así como también las importaciones desde el estado de laFlorida a Venezuela, patrón que se mantuvo hasta el año 2008. Ahora la cosaestá más difícil.25

Por otra parte, la Cámara Venezolano-Americana de Industria y Comercio(Venamcham) afirmó en su balance anual del año 2004 que las exportacio-nes venezolanas no petroleras a EE.UU. crecieron en un 9% los primerosnueve meses de ese año y las inversiones directas de EE.UU. en Venezuelallegaron a alcanzar la cifra de 47 millones en el período enero-septiembre de2004, lo que significó una caída de un 34% en relación con el mismo perío-do en 2003.

El comercio entre Venezuela y los Estados Unidos logró récord en 2005. Labalanza comercial llegó cerca de los 40.000 millones de dólares. Las expor-taciones venezolanas a los Estados Unidos subieron un 26% con respecto a2004, un total de 32.000 millones de dólares. Las importaciones venezola-nas desde los Estados Unidos subieron un 20% con respecto a 2004, lo quesignificó el total de 6.300 millones de dólares.26

En el año 2006, las exportaciones venezolanas a Estados Unidos estuvieronen el orden de los 37.133 millones de dólares y las importaciones de Vene-zuela desde Estados Unidos estuvieron en el orden de los 9.325 millones dedólares.

Al cierre del año 2007, el intercambio comercial entre Venezuela y EstadosUnidos llegó a la suma de 50.096 millones de dólares Ese año, las exporta-ciones de Venezuela hacia EEUU totalizaron 39.897 millones de dólares, loque implicó una variación superior a 7,35%, con respecto al año 2006. Encuanto a las importaciones venezolanas desde EEUU en el año 2007, estassumaron 10.199 millones de dólares.

25. El Universal, 7 de diciembre de 2004, p. 1/14.

26. Reproducido en El Nacional, 17 de diciembre de 2004, p. A/20; Embajada de EstadosUnidos en Caracas, Venezuela, http://embajadausa.org.ve; Edmond Saade, Comercio

Récord de EE.UU. y Venezuela. Declaraciones reproducidas en: Reporte Económico,22-05-06: 11

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Para el año 2008 el comercio total entre los dos países fue de 62.892 millo-nes de dólares, 50.281 en exportaciones y 12.611 en importaciones venezo-lanas.27

Estas cifras confirman un déficit comercial para Estados Unidos y que larelación comercial entre los dos países es asimétrica, un patrón poco vistoen las relaciones de Estados Unidos con los países latinoamericanos ycaribeños.

Dentro de este contexto, se sabe que Pdvsa se encuentra entre las corpora-ciones más importantes en lo que se refiere al negocio de refinación en elmundo, con una red de 24 refinerías: seis complejos petroquímicos en Ve-nezuela, uno en el Caribe, ocho en EE.UU. y nueve en Europa. Citgo proce-sa de manera directa 749.000 barriles diarios. Las refinerías que pertenecena Citgo producen un amplio margen de gasolinas convencionales yreformuladas: 140 millones de barriles diarios de gasolina, 55 millones debarriles diarios de destilados y 30 millones de barriles anuales de fuel paraaeronaves. Los complejos de Citgo en EE.UU. han sido los siguientes: Refi-nería de Lake Charles, Refinería de Corpus Christi, Refinería de Lemont ,Refinería de Lyondell-Citgo (donde vendida la participación venezolana),Refinería de Paulsboro y la Refinería de Savannah (Estas últimas vendidas ala empresa Nustar).

Citgo es una compañía refinadora y de transporte que comercializa com-bustibles, lubricantes y productos petroquímicos, ceras refinadas, asfalto yotros productos industriales, y fue propietaria y concesionaria de 12.300estaciones de gasolina por varios años y hasta principios del año 2008.Ahora en el año 2010 Citgo tiene 7.500 estaciones de servicio en el territorioestadounidense. Citgo va emitir este año una deuda por el orden de los 1.500millones de dólares.28

En el año 2004, Venezuela, una economía orientada hacia el desarrolloendógeno según el Gobierno del presidente Chávez, tuvo un flujo de inver-siones extranjeras directas no-petroleras por el orden de los 492 millones de

27. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors) Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

28. Janet Kelly; Carlos A. Romero, The United States and Venezuela. Rethinking a

Relationship. (New York. Routledge Press, 2002)

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dólares, de los cuales 174 millones fueron aportados por inversiones prove-nientes de EE.UU. Las inversiones extranjeras en Venezuela-no petroleras enel año 2007 estuvieron en el orden de los 400 millones de dólares y en el año2008, estuvieron en el orden de los 349 millones de dólares.29

En el plano hemisférico, tanto económico como comercial, la situación en-tre Venezuela y Estados Unidos es de mayor tensión, ya que ha estado signadapor la negativa de Venezuela de apoyar plenamente el ALCA y los tratados delibre comercio bilaterales promovidos por Washington. Venezuela ha mani-festado serias reservas sobre los temas de acceso a mercados, propiedadintelectual y dumping; en promover el cuestionamiento del papel de los or-ganismos multilaterales de carácter financiero, Fondo Monetario Interna-cional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en la implementación de esquemasneoliberales en las economías nacionales; sobre la ayuda especial en materiaenergética y comercial otorgada a Cuba; y en presentar una alternativa re-gional, creada en el año 2004 como la Alternativa Bolivariana para los Pue-blos de nuestra América (ALBA) y conocida desde el año 2009 como laAlianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América, organización re-gional que va más allá de lo comercial, y que incluya materias políticas,culturales, sociales y de infraestructura.

También está presente en la agenda comercial bilateral el debate sobre elarbitraje en materia de inversiones entre el Estado venezolano, a través dePdvsa y compañías estadounidenses. Aunque no siempre se incluyen cláu-sulas arbítrales en los contratos, las empresas extranjeras pueden demandara Venezuela ante un conflicto de esa naturaleza en el Centro Internacional deArreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), organismo del BancoMundial, siempre y cuando el Estado del cual son nacionales las compañíasextranjeras tengan vigentes acuerdos bilaterales en materia de promoción yprotección de inversiones con el Estado venezolano. En el caso de Venezue-la y Estados Unidos, como se dijo previamente, no está vigente un tratadode esa naturaleza. No obstante, las empresas petroleras de capitalmayoritariamente estadounidenses, Exxon y Conoco solicitaron arbitrajesen contra del Estado venezolano ante el Ciadi. Se invocó en ambos casos elacuerdo bilateral.

29. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors) Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

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suscrito por Venezuela y el Reino de los Países Bajos. Esto fue posible yaque estas compañías involucraron en las actividades que dieron origen a lasdiferencias planteadas, sucursales constituidas en dicho Estado.30

2.2. Un largo camino por recorrer.

Conocidos los resultados electorales presidenciales en EE.UU. de 2008., elMinisterio de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuelaemitió un comunicado, de donde Caracas felicitaba al nuevo gobierno esta-dounidense. Pero la “primavera” entre Washington y Caracas duró pocotiempo.

El Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos publicó duranteel mes de febrero de 2009, dos informes, uno sobre los derechos humanosde 2008, en donde se puntualiza que en Venezuela la “politización del poderjudicial y las amenazas oficiales a la oposición política y los medios de co-municación caracterizaron la situación de los derechos humanos durante elaño 2008”.31

En el informe del año 2008 sobre la estrategia de control internacional denarcóticos del Departamento de Estado, se estima que “Venezuela se man-

tiene como un país importante de tránsito de drogas con altos niveles de

corrupción y un débil sistema judicial. El creciente tránsito de drogas a

través del territorio venezolano se facilita por la carencia en Venezuela de

una cooperación internacional anti- narcóticos”.32

Venezuela reaccionó a estos informes. El Ministerio del Poder Popular para

Relaciones Exteriores emitió un comunicado en donde se expresa que “Elgobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en defensa de la sobera-nía del pueblo venezolano, rechaza de la forma más categórica y firme, lapublicación por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos, de

30. U.S Census Bureau. Foreign Trade Department. Foreign Trade Stadistics. Trade inGoods (Imports, Exports and Trade Balance) with Venezuela. www.census.gov/foreign-trade/balance/c3070.html

31. U.S. Department of State. (2009). Bureau of Democracy, Human Rights and Labor.(2008). 2008. Country Reports on Human Rights Practices. Venezuela. February 25,2009. www.state.gov/

32. U.S. Department OF State. (2009). Bureau of International and Law EnforcementAffairs. Release of the 2008 International Narcotics Control Strategy Report.Washington, DC. February 27, 2009.

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un informe en el cual se pretende evaluar el estado general de los derechoshumanos en diversos países del mundo, entre ellos Venezuela.”.33

El presidente Chávez al hacer un comentario sobre esas posiciones del go-bierno estadounidense sobre Venezuela dijo, “Obama, encárguese de lo suyoque yo me encargo aquí de lo mío… no siga el mismo camino torpe yestúpido del anterior gobierno de Estados Unidos”.34

Durante la Quinta Cumbre Hemisférica realizada en Puerto España, los días17, 18 y 19 de abril de 2009, se dieron unos encuentros casuales entre elpresidente de Estados Unidos y el presidente de Venezuela, manifestándole elpresidente Chávez al presidente Obama que “quería ser su amigo”, en lo que seinterpretó como un relajamiento de las tensiones entre ambos gobiernos.

Posteriormente, los países miembros de la OEA llegaron a un acuerdo en elmes de junio de 2009, para revocar la resolución de 1962 que suspendió aCuba de la organización, en el marco de la XXXIX Asamblea General de laOEA realizada en San Pedro Sula, Honduras. Venezuela y Estados Unidoscoincidieron en votar a favor de esa resolución y se abrió un espacio para elretorno de los embajadores de cada país a sus funciones.

En el mes de junio de 2009, quedaron sin efecto las medidas que pesabansobre los embajadores en Caracas y Washington. El embajador venezolanoBernardo Álvarez retomó posesión de su cargo el 26 de junio de 2009 y elembajador estadounidense regresó a Caracas el 1 de julio de 2009, creándo-se un ambiente positivo para la buena marcha de las relaciones.

Recordemos que a fines de septiembre de 2008, Venezuela declaró al emba-jador estadounidense, Patrick Duddy, persona non grata y le dio un plazo de72 horas para irse del país. El gobierno ofreció dos razones. Primero, acusóa los EE.UU. de participar en unos supuestos intentos de golpe de Estado yen los preparativos de un supuesto magnicidio al presidente Chávez.

En segundo lugar, Caracas justificó la expulsión como acto de solidaridadcon la expulsión ese mismo mes del embajador estadounidense en Boliviapor parte del gobierno del presidente Evo Morales. El gobierno de EstadosUnidos respondió de igual modo, procediendo a declarar persona non grata

33. Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela (2010).www.mre.gov.ve/

34. Venezolana de Televisión. (2010). Página web. www.vtv.gov.ve/noticias-nacionales/30085

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al embajador venezolano Bernardo Álvarez, a quien el presidente Chávez yahabía retirado de su puesto cuando se expulsó al embajador Duddy.35

Pero esta expectativa positiva alcanzada en junio de 2009, se vio afectadapor la crisis originada en Honduras ese mismo mes, dada la abrupta salidadel poder, con la activa participación del ejército hondureño, del presidenteManuel Zelaya y por la intención de Estados Unidos de usar unas instalacio-nes militares colombianas para las labores de cooperación militar con esepaís.

A partir de ese momento, se ha dado una escalada de enfrentamientos diplo-máticos entre los dos países. Por una parte, el gobierno de Estados Unidosha descalificado la labor antinarcóticos del gobierno de Venezuela y las pre-suntas vinculaciones del gobierno de Venezuela con la narcoguerrilla enColombia y en el propio territorio venezolano y por la otra, el gobierno deVenezuela ha vuelto a retomar las acusaciones en contra del “imperio”.36

En el mes de octubre de 2009 salió a la luz pública un informe de de laOficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (U.S.

Government Accountability Office, GAO) en donde se estima una falta decooperación de Venezuela en la lucha antidrogas con ese país.37

El gobierno de Venezuela trata de influir en el desarrollo de la política exte-rior de Washington hacia América Latina y hacia Venezuela sobre la base dedos objetivos: 1) Que el gobierno de Obama no le dé un apoyo especial a laoposición venezolana; 2) que no prospere la política de defensa y la alianzacon Colombia. Sobre esto último, el gobierno de Venezuela ha denunciado laextensión del Plan Colombia y de la presencia estadounidense en AméricaLatina, a través de la puesta en práctica de la tesis ideada en el Comando Sur

35. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors) Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

36. THEIS, Reyes. (2010). Alianza china con Venezuela es comercial y no ideológica».El Universal, www.eluniversal.com, 07-04-2010.

37. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors) Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

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de la “Acción Estratégica integrada” en donde se pone énfasis en las laboressociales de contrainsurgencia y no en las propiamente militares.

Las iniciativas venezolanas en contra de Estados Unidos aspiran a protegera los países de la ALBA, a fin de evitar que se repita una situación como la deHonduras. Venezuela ha doblado su relación ideológica y estra-tégica y sucolaboración económica con Cuba, a fin de presionar para que el gobiernode Raúl Castro no ceda sus posiciones frente a EE.UU., en cuanto a lamateria comercial y el tema migratorio.

En Estados Unidos existen al menos tres grupos que quieren participar enlas decisiones del presidente Obama sobre Venezuela. En primer lugar, estáel grupo de la “seguridad”, que desde el Pentágono y a través de la Secreta-ría de Defensa mantiene una “línea dura” en contra del gobierno venezola-no, apoyando al gobierno de Colombia en su política de seguridaddemocrática, advirtiendo sobre las relaciones de Caracas con Teherán, de-nunciando las supuestas vinculaciones de Venezuela con gruposinsurreccionales y en particular con la guerrilla colombiana y alertando so-bre las crecientes compras militares de Venezuela.

En segundo término está un grupo “diplomático”, que a través del Departa-mento de Estado mantiene la política de “esperar y ver”, en cuanto a mante-ner las relaciones diplomáticas entre los dos países al menos en un mínimoy sostener el flujo comercial y el intercambio energético, pero a la vez pro-moviendo un aislamiento diplomático de Venezuela en el Hemisferio, a tra-vés de la creación de alianzas con gobiernos que se alejen de Venezuela,penetrar aliados del presidente Chávez como Ecuador y presionar a Cubapara que deje sus vinculaciones con Venezuela, si La Habana quisiera man-tener un diálogo con Washington.

Un tercer grupo es partidario de presionar al gobierno de Obama para quetrabaje conjuntamente con algunos gobiernos, a fin de reestablecer un diálo-go bilateral entre Washington y Caracas.

Las recientes conversaciones entre Venezuela y Estado Unidos en el aspectoenergético, las cuales no se daban desde el año 2004, apuntan a que EstadosUnidos, a través de empresas petroleras privadas negocie a futuro con Pdvsauna mayor participación estadounidense en la Faja del Orinoco y para ello,Rafael Ramírez, Presidente de Pdvsa y Ministro de Energía y Petróleo sereunió en el mes de abril de 2010 con el secretario de Energía del gobiernode Obama, Steven Chu, a fin de intercambiar opiniones sobre el tema, co-menzar de nuevo un sistema bilateral de información petrolera y explorar lasposibilidad de nuevas inversiones estadounidenses en Venezuela.

460

En el mes de junio de 2010 se conoció que el Embajador Patrick Duddy ibaa ser reemplazado por el embajador Larry Palmer, diplomático de carreraestadounidense experto en cooperación y “soft power”. En su despedida enel mes de julio de 2010 y en ocasión del aniversario de la independencia desu país, Duddy afirmó que “eran “tiempos difíciles para la relación bilateral”y que le preocupaba que “los lazos comerciales de largos años se debiliten,que el gobierno de Venezuela defina su agenda económica, política y socialen términos de una oposición a los Estados Unidos en vez de buscar unasenda de cooperación”. A pesar de este viento favorable para la relaciones,hubo un incidente diplomático de consideración. El embajador designado,Larry Palmer dijo en ocasión de su comparecencia en la Cámara del Senadodel Congreso estadounidense que la moral de los militares venezolanos era“considerablemente baja, particularmente debido a designaciones orientadaspor lo político”, lo que produjo un comunicado de la Cancillería venezolanaen el cual Ante las declaraciones emitidas por el candidato a embajador deEstados Unidos en Venezuela, el gobierno del presidente Chávez emitió uncomunicado en donde sentenció que: “El Gobierno Revolucionario de Vene-zuela se encuentra evaluando las consecuencias de esta declaración inacep-table, la cual rechaza enérgicamente en todas sus partes, y ha solicitadoexplicaciones al gobierno de los Estados Unidos antes de tomar una decisióndefinitiva sobre este asunto”. El ministerio de la Defensa de Venezuela emitióotro comunicado en donde se plantea con respecto a las declaraciones delembajador Palmer que “Indudablemente, una mente mezquina, perversa yretorcida es la única que podría confundir la colaboración de pueblos her-manos con intromisión, es el caso de la República de Cuba, con la cualhemos alcanzado múltiples acuerdos y convenios en los que se han puestode manifiesto los principios de solidaridad, cooperación, complementariedady reciprocidad, ejes fundamentales de la política exterior del Estado venezo-lano, impulsadas por nuestro Comandante en Jefe Hugo Chávez, la cualtiene como único propósito alcanzar la mayor suma de felicidad posible parael bienestar de los pueblos de la patria grande enmarcados en el más profun-do sentir bolivariano.38

38. En: www. informe21.com/rafael-ramirez/venezuela-eeuu-abordan-posibilidad-restablecer-dialogo-energetico. 2010. Las declaraciones del embajador Duddy estánen: REPORTE. Diario de la Economía. Caracas,1 de julio de 2010, p. 22. Lasdeclaraciones del embajador Palmer y el comunicado del la Cancillería venezolana seencuentran en Informe 21. com: informe21.com/larry-palmer. El comunicado delMinisterio de la Defensa de Venezuela se consigue en: www.radiofeyalegrianoticias.net/

461

En un futuro, son de particular interés para el análisis de las relacionesbilaterales económicas y comerciales, el creciente espacio transnacionalmigratorio de venezolanos en y desde EE.UU., con comportamientos pare-cidos a otras experiencias de igual índole: remesas de dinero,transculturización, ayuda transnacional y flujos migratorios sistemáticos entreVenezuela y EE.UU.

3. Consideraciones sobre el comercio y la economía bilateral en el año

2009.

La crisis de la economía financiera y de la economía real mundial en losaños 2007 y 2008, tuvieron una importante repercusión negativa en la eco-nomía y el comercio de América Latina y el Caribe. La caída del productointerno bruto regional fue de -2%, lo que puso fin al ciclo positivo de creci-miento que caracterizó el período de 2003-2008.

En el año de 2008, el comercio mundial de América Latina estuvo en elorden de los 1.712.238 millones de dólares y en 2009 en el orden de los1.299.857 millones de dólares, lo que significó una reducción del año 2008al año 2009 de un 24 %, un 15% en los precios y un 9% en el volumen, dadala caída de los mercados de bienes y servicios y el deterioro financieromundial. Las exportaciones regionales cayeron de 2008 a 2009 un 31%. Lasimportaciones cayeron en 2009, con respecto al año 2008, en un 17%.39

En el año 2008, el comercio de América Latina y el Caribe, incluyendo aMéxico, con EEUU fue de unos 668.000 millones de dólares, un 39% delcomercio total de América Latina y el Caribe con el mundo y un 15% deltotal del comercio mundial de Estados Unidos. En el año 2009, el comerciode América Latina y el Caribe, (incluyendo a México), con EE.UU. fue deunos 501.784 millones de dólares, un 38% del comercio total de AméricaLatina y el Caribe y un 14% del total del comercio mundial de EstadosUnidos.

Estados Unidos sigue teniendo el mayor porcentaje del comercio de Améri-ca Latina por regiones y países, aunque también cayó en 2009 su comerciocon la región en un 24%. Su participación en el total mundial de AméricaLatina y Estados Unidos se mantuvo casi igual.40

39. Naciones Unidas, CEPAL. (2009). El Comercio Internacional en América Latina yel Caribe en 2009. Crisis y Recuperación. LC/l 3184. Diciembre 2009, Versiónpreliminar actualizada. (Mayo de 2010). www.eclac.org/comercio/

40. Ibídem.

462

Las exportaciones de América Latina y el Caribe hacia Estados Unidos en elaño 2008 estuvieron por el orden de los 376.900 millones, un 57% del totalde la región y un 9% del total del comercio mundial de EE.UU. En 2009 lasexportaciones de América Latina y el Caribe a Estados Unidos fueron de275.812 millones de dólares, un 26% menos que en 2008, un 42.3 % deltotal de la región.

Las importaciones de América Latina y el Caribe desde EE.UU. en 2008fueron de 289.400 millones de dólares, un 43 % del total de ese año de laregión, y en 2009 de 225.973 millones de dólares, un 22% menos que en2008.41

En medio de la crisis, la política comercial del gobierno de Obama ha osci-lado entre el proteccionismo que permita la reactivación de la economíadoméstica y la negligencia de sacar adelante una agenda pro-activa conAmérica Latina y el Caribe.

Esto da lugar a que se de una especie de parálisis en el comercio hemisférico.Hasta la fecha no se han aprobado los Tratados de Libre Comercio conColombia y Panamá, no se han iniciado nuevas negociaciones comerciales,se han reducido las facilidades y estímulos fiscales para exportar a EE.UU.desde la región, se han estancado las negociaciones con México en torno ala cláusula de Nafta para que Estados Unidos importe automóviles de cargade México y se mantiene la disputa en la Organización Mundial de Comercio(OMC) sobre la entrada del algodón brasileño al mercado estadounidense.De igual modo, Estados Unidos, al igual que muchos países en el hemisferioha reglamentado nuevas medidas ambientales aduaneras y fiscales, como elproyecto de ley sobre cambio climático, (proteccionismo verde), alzas aran-celarias, valores aduaneros mínimos, restricción de las licencias de impor-tación automáticas y no automáticas, proliferación de investigaciones ymedidas antidumping, la cláusula “Buy American” y la fijación de cuotas deimportación.42

41. U.S Census Bureau. Foreign Trade Department. Foreign Trade Stadistics. Trade inGoods (Imports, Exports and Trade Balance) with Venezuela. www.census.gov/foreign-trade/balance/c3070.html

42. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors), Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

463

Washington no va a contrariar a los sindicatos y lobbies que favorecen laindustria nacional y va a centrar su política comercial en Asia, lo que colocaa América Latina y el Caribe en un segundo lugar, en cuanto a sus priorida-des. Los programas de la Iniciativa de la Cuenca Caribeña (CBI), el SistemaGeneral de Preferencias (GPS y el ATTPA aunque están renovados encuen-tran algunas dificultades como la no incorporación de Venezuela en el ATTPA,la exclusión de Bolivia en el ATTPA y la presión sobre Brasil en el GPS paraque flexibilice su posiciones en la Ronda de Doha. De igual forma no seterminan de concretar las iniciativas comerciales de Estados Unidos, “Ca-mino la Prosperidad de las Américas” (Pathways to Prosperity iniciative)formada por los países de la región que tienen un TLC con Estados Unidos,más Brasil y Uruguay como observadores (grupo que es conocido como el“mini-ALCA”) y el Acuerdo Transpacífico de Asociación Estratégica (TPP)en donde participan Chile y Perú y eventualmente Colombia y Costa Rica.43

Como puede observarse, el cuadro no favoreció a la economía regional en2009 y esto se vio también en el caso venezolano. En el año 2008, Venezuelatuvo un comercio mundial de alrededor de los 138.600 millones de dólares,de los cuales, 93.500 fueron exportaciones, y 45.100 por importaciones. Enel año 2009, Venezuela tuvo un comercio mundial de alrededor de los 72.424millones de dólares, de los cuales 40.760 fueron por exportaciones, (de ellas38.320 petroleras) y 31.664 por importaciones. Esto significa que en el año2009, Venezuela redujo en cifras su comercio mundial en un -48%, tuvo unabrusca caída en sus exportaciones, sobre un -57% con respecto al año2008 y las importaciones cayeron un -30% con respecto al año 2008.44

El total del comercio bilateral entre Venezuela y Estados Unidos estuvo en elaño 2008 en el orden de los 64.033 millones de dólares, con unas exporta-ciones venezolanas a EEUU de 51.423 millones de dólares y unas importa-ciones de 12.610 millones de dólares.

En el año 2009 el comercio bilateral estuvo en el orden de los 37.454 millo-nes de dólares, 28.094 millones de exportaciones y 9.360 de importaciones,notándose una asimetría a favor de Venezuela de 18.735 millones de dólares,

43. Patrick Duddy. Ambassador of the United States of America in Venezuela, Perspective

of the United States’Trade Policy towards Latin America and the Caribbean. (Caracas.SELASP/SRRRC-EEUU-ALC-PAAO/ Di Nº 3-10. www.sela.org)

44. Naciones Unidas. CEPAL (2009). El Comercio Internacional en América Latina y elCaribe en 2009. Crisis y Recuperación. LC/l 3184. (Diciembre 2009). Versiónpreliminar actualizada. (Mayo de 2010) www.eclac.org/comercio/

464

en cuanto que las exportaciones venezolanas significaron el 75% del totaldel comercio bilateral y las importaciones, el 25% del total del comerciobilateral. Esto significa una caída en dólares del comercio bilateral en 2009en un 42 % con respecto al 2008.

Durante 2009, las exportaciones de petróleo y derivados de Venezuela aEstados Unidos alcanzaron los 27.120 millones de dólares, constituyendo el96.5% del total de las exportaciones venezolanas a EE.UU. y el 66.5% deltotal de las exportaciones venezolanas al mundo.45

En el año 2008 el porcentaje de las exportaciones estadounidenses sobre eltotal de las exportaciones venezolanas fue de un 55%. A su vez el crecimien-to del porcentaje de las exportaciones a Estados Unidos en 2009, fue de un69%, un 14% más que en 2008, comparándolo con el total de exportacionesvenezolanas en ese año. En cuanto a Estados Unidos, el total del comerciocon Venezuela significó en 2009 el 0.8% del total del comercio mundial deEE.UU., las importaciones venezolanas, el 0.4% de las exportaciones totalesde EE.UU. y las exportaciones venezolanas, el 1.5% de sus importacionesmundiales de EE.UU.46

El porcentaje que tienen las exportaciones venezolanas a Estados Unidos,del total de las exportaciones venezolanas por año, estas significaron en2004: 45.2%; en 2005: 61.3%; en 2006: 57.0%; en 2007: 56.4%; en 2008:55.2% y en 2009: 69%, lo que da un promedio entre los años 2004 y 2009de 57.3%.

Las exportaciones venezolanas a Estados Unidos en 2009 se componenfundamentalmente de petróleo crudo, 23.370 millones de dólares; produc-tos de la industria petrolera, 1.437; gases petroleros licuados, 1.306; gaso-lina 958; bauxita y aluminio, 306; fertilizantes, pesticidas y e insecticidas,128; químicos orgánicos, 126,4; carbón, 108,6; productos semielaboradosde la industria del hierro y el acero, 86 y pescados y otros productos alimen-ticios del mar, 54 millones de dólares.47

Las exportaciones de Venezuela a Estados Unidos representaron en el año2009 el 4% de las exportaciones de América Latina y el Caribe a Estados

45. U.S Census Bureau. Foreign Trade Department. Foreign Trade Stadistics. Trade inGoods (Imports, Exports and Trade Balance) with Venezuela. www.census.gov/foreign-trade/balance/c3070.html

46. Ibidem.

47. Ibidem

465

Unidos. (México capta el 55% de las exportaciones de América Latina y elCaribe a Estados Unidos).48

Lo energético es el núcleo central en la materia económica y comercialbilateral. Durante 2009, las exportaciones petroleras de Venezuela a EstadosUnidos alcanzaron los 27.120 millones de dólares, constituyendo el 96.5%del total de las exportaciones venezolanas a EE.UU. y el 66.5% del total delas exportaciones venezolanas al mundo. El 3.47% restante lo constitu-yeron las exportaciones no petroleras, que llegaron a 974 millones.

Venezuela tiene las reservas probadas más grandes de petróleo en el hemis-ferio occidental: 78 billones de barriles de crudo liviano y pudiera llegar atener reservas de 235 millones de crudo pesado y extrapesado, así comotiene 170.9 billones de pies cúbicos de gas asociado o no asociado conyacimientos petrolíferos, lo que la ubica en el noveno lugar en importancia anivel mundial, como país con reservas de gas probadas, y en el segundo anivel hemisférico, después de EE.UU.49

La capacidad actual de producción de Pdvsa es de 2.3 millones de ba-rriles diarios. Esta cifra incluye las asociaciones estratégicas y los acuer-dos operacionales, ahora bajo el esquema de empresas mixtas.

Venezuela tuvo en el año 2004 una producción de 2.7 millones de barrilesdiarios de petróleo, con un valor en promedio anual de 33,61 dólares elbarril, en el año 2005 de 48,37 dólares por barril, en el año 2007 el precio secotizó en casi 65 dólares el barril. En mayo de 2008 se cotizaba en 113dólares el barril venezolano, 53,15 dólares el barril, en mayo de 2009 y aprincipios de junio de 2010, en 64,67 dólares el barril.50

Venezuela pudiera desarrollar aún más el papel como proveedor confiablepara Washington, en el marco de la política de apertura petrolera, gasífera ycarbonífera, lo cual ha permitido la presencia en el país de compañías comoExxon Mobil, hoy retirada del negocio petrolero venezolano desde el año2007. Exxon pidió un arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de

48. Ibidem

49. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors), Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010)

50. Ibidem

466

Diferencias Relativas a la Inversión, CIADI en relación a una compensaciónque la empresa estadounidense exige por parte de Pdvsa por unas inversio-nes preliminares que hizo en el país: el mejorador Cerro Negro en la Faja delOrinoco y le convenio de exploración a riesgo en La Ceiba en el Occidentede Venezuela. Conoco-Phillips (hoy Conoco), retirada en 2007 del negociopetrolero en Venezuela y con un arbitraje en el CIADI. La empresa estado-unidense aspira a una indemnización por la nacionalización de dos proyec-tos en la Faja del Orinoco y dos convenios de exploración a riego en el Golfode Paria.

Chevron si aceptó el esquema de empresas mixtas. Chevron mantiene supresencia en Venezuela y participa en la empresa Chevron Carabobo Hol-dings ApS con un 34% de acciones, con el fin de realizar actividades deexplotación y mejoramiento en de petróleo extrapesado de los bloquesCarabobo 2 Sur, Carabobo 3 Norte y Carabobo5 de la Faja Petrolífera delOrinoco. Chevron también participa en el negocio del gas enviando desdeColombia entre 50 y 200 millones de pies cúbicos de gas a Venezuela. Em-presas estadounidenses pudiera también negociar con el gobierno venezola-no para participar en el esquema de empresa mixta acordado con China,Rusia y otros países, de los cuales las transnacionales públicas, privadas omixtas le pagan por adelantado un aporte financiero a Pdvsa por venta afuturo de petróleo.51

Actualmente se discute también la posibilidad que compañías estadouniden-ses participen en la exploración y futura explotación offshore de gas paraexportar a los EE.UU., a corto plazo en la Plataforma Deltana, en el Golfo deVenezuela y en las costas del estado Falcón, a través de tanqueros transpor-tando gas natural licuado (GNL); y, a mediano plazo, a través de un ga-soducto por Colombia, o uno subterráneo a través del mar Caribe hacia laFlorida, conjuntamente con Trinidad y Tobago.

EE.UU. consume alrededor de 21.1 millones de barriles de petróleo diariosy depende de un 57% de crudo importado y derivados para satisfacer sudemanda de petróleo, unos 11.2 millones de barriles diarios (según cifras delaño 2009). De sus importaciones, Venezuela aporta entre 950.000 y 1,200.000barriles diarios, lo que oscila entre un 10% y un 12% el total del petróleoimportado por EE.UU., lo que la convierte en el cuarto país suplidor de

51. Ibidem. Otras empresas estadounidenses del área de servicios petroleros que solicitaronun arbitraje ante el CIADE son Tidewater y Universal por la expropiación de susactivos en Venezuela.

467

petróleo y derivados a los EE.UU., después de Arabia Saudita, Canadá yMéxico, y a veces en el quinto, cuando es sobrepasado por Nigeria.52

Venezuela envía a EE.UU. el 74% de su producción petrolera exportable,pero los barriles venezolanos significan sólo, como se dijo previamente, el12% de las importaciones estadounidenses de petróleo. Por otra parte, deacuerdo al Departamento de Energía de Estados Unidos, el envío de petró-leo y derivados de Venezuela a Estados Unidos se redujo a 1.140.000 barri-les de petróleo diarios a fines de 2009, por fallas de Venezuela.

Pdvsa plantea enviar este año 2010, unos 900.000 barriles de gasolinareformulada RBOB, una mezcla de de gasolina adecuada a normas ambien-tales estadounidenses.53

En cuanto a las importaciones de Venezuela a Estados Unidos, estas estuvie-ron en el orden de los 9.360 millones de dólares en 2009 y se componenfundamentalmente de derivados, insumos equipos y accesorios relaciona-dos con la industria petrolera y maquinaria aunque de forma menos concen-trada que las exportaciones. Así tenemos que los derivados del petróleoalcanzaron la suma de 700,929 millones de dólares, los repuestos y acceso-rios para la industria automotriz, 544,709; productos químicos orgánicos,482,267; maquinaria industrial, 429,533; bienes para el hogar, 413,552; ac-cesorios para la industria y servicios del área de la computación, 379,239;equipos para las telecomunicaciones, 341, 875 y equipos especializados parala industria petrolera, 318,562 dólares americanos. La suma de estos diezproductos importados es de 3,611 dólares, un 39% del total de las importa-ciones venezolanas desde Estados Unidos. Del resto de las importacionesdestacan la de alimentos, trigo, maíz, alimentos para animales, equipos in-dustriales, generadores eléctricos, materiales plásticos, equipos médicos,alimentos industrializados, otros productos químicos y equipos y armamen-to militar, que están por el orden de los 65 millones de dólares.54

Las importaciones de Venezuela de Estados Unidos representaron en el año2009, el 27% del total del total las importaciones de Venezuela y el 0.9 % del

52. U.S Administration. Energy Information. Oil Market Basics. 2010. www.eia.doe.gov.Petroleum Publications.

53. Ibidem

54. U.S Census Bureau. Foreign Trade Department. Foreign Trade Stadistics. Trade inGoods (Imports, Exports and Trade Balance) with Venezuela. www.census.gov/foreign-trade/balance/c3070.html

468

total de las exportaciones totales de Estados Unidos. Las importaciones ve-nezolanas de Estados Unidos representaron en el año 2009, un 26% menosde lo registrado en 2008.55

En cuanto al porcentaje de las importaciones venezolanas de Estados Uni-dos, del total de las importaciones venezolanas por año, estas significaronen 2004: 33.4%; en 2005: 25.5%; en 2006: 19.2%; en 2007: 19.2 %; en2008: 28.1% y en 2009: 27.0%, lo que da un promedio entre los años 2004y 2009 de 25.4%.

Para fines del primer trimestre de 2010, el intercambio comercial entre Ve-nezuela y Estados Unidos estuvo en un 41.5% superior al primer trimestredel año 2009, totalizándose 10.270 millones de dólares de intercambio co-mercial. Las exportaciones estuvieron en el orden de los 8.092 millones ylas importaciones en 2.178 millones de dólares, dándose así un superávitpara Venezuela de 5.914 millones de dólares. 7.805 millones de dólares co-rrespondieron a la exportación y venta de petróleo y derivados, lo que signi-fica el 96.45% del total de las exportaciones venezolana a EE.UU.56

En el año 2009, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribefue de 76.681 millones de dólares, un 42% menos que el año 2008, queestuvo en el orden de los 131.938 millones de dólares. La inversión de capi-tales estadounidenses en 2009 fue de 28.371 millones, un 37% del total delas IED en la región.57

Esta tendencia se dio de forma dramática en Venezuela. Las inversionesextranjeras totales en Venezuela estuvieron en 2009 un saldo negativo de -3105 millones de dólares, una desinversión y una salida neta originadas porlas nacionalizaciones efectuadas, entre ellas empresas de servicio estado-unidense que trabajaban con Pdvsa, la existencia de un ambiente legal yeconómico no propicio para la iniciativa privada y transferencias de accio-nes de compañías extranjeras privadas al sector público. Las inversionesextranjeras en Venezuela-no petroleras en el año 2009 estuvieron en el ordende los – 3.005 millones de dólares.

55. U.S Census Bureau. Foreign Trade Department. Foreign Trade Stadistics. Trade inGoods (Imports, Exports and Trade Balance) with Venezuela. www.census.gov/foreign-trade/balance/c3070.html

56. Ibidem

57. Naciones Unidas. CEPAL. La inversión extranjera directa en América Latina y elCaribe. 2009. Santiago de Chile. Naciones Unidas. (Santiago de Chile. CEPAL. 2010).www.eclac.org/

469

El monto de las inversiones estadounidenses en Venezuela en el año 2009 seconcentró en la empresa Chevron, empresas de la industria automotriz y detecnología de la información que aun mantienen operaciones en Venezuela yque se sitúan en unos 100 millones de dólares.

Ese mismo año de 2009, Venezuela aumentó un 44% sus inversiones en elexterior, alcanzando unos 1.800 millones de dólares, de las cuales un 98%fueron inversiones estatales-petroleras, fundamentalmente de Pdvsa y susempresas filiales y empresas con participación accionaria de la misma Pdvsao sus filiales.58

4. Conclusiones y proyecciones.

Venezuela tiene unas de las mayores reservas de petróleo y gas natural en elmundo y se encuentra entre los diez primeros productores de petróleo anivel mundial. Venezuela es un importante proveedor de energía de EE.UU.y es considerado, todavía por Washington, como un socio “necesario”.Venezuela es el cuarto socio comercial hemisférico de Estados Unidos, des-pués de Canadá, México y Brasil. Venezuela no figura en ningún plano par-ticular de la estrategia de seguridad estadounidense, salvo en la materiaenergética.

En este marco, la configuración de un espacio no tradicional entre ambospaíses, signado anteriormente por la vinculación petrolera, se proyecta aho-ra como una vinculación energética más amplia, incluyendo la relación te-rrestre por el establecimiento de futuros gasoductos y poliductos.

Esto no resta que en las actuales circunstancias se den algunas diferenciasde carácter internacional que planteen la intensificación de unas diferenciasestratégicas y no tácticas. En términos generales, se puede argumentar queen la medida en que se han dado políticas bilaterales consensúales han baja-do las percepciones negativas; y cuando Washington ha querido imponerpolíticas regionales “Prêt-à-Porter” a Venezuela, han aumentado las per-cepciones negativas. A Venezuela no le conviene que EE.UU.“latinoamericanice” las relaciones, es decir, que Caracas no pierda su condi-ción de socio privilegiado, pero al mismo tiempo, el Gobierno de Venezuelase presenta como una alternativa regional diferente a la política estadouni-dense en América Latina.

58. Ibidem

470

En este marco, sobresalen las diferencias relacionadas con los temas deapertura petrolera, la OPEP, los sobrevuelos de naves norteamericanas so-bre territorio venezolano, las relaciones de Venezuela con gobiernos consi-derados por EE.UU. como países “parias”, la posición venezolana sobre elconflicto colombiano, las relaciones especiales con Cuba, el tipo de vota-ción venezolana en el seno de la ONU, la permanencia de Venezuela en elGrupo de los 21, la crítica venezolana al ALCA y la creación y desarrollo dela ALBA.

La posibilidad de profundizar una visión multipolar de la política exterior deVenezuela por parte del gobierno del presidente Chávez, junto con el acerca-miento venezolano a Cuba, Rusia y China, la promoción de un esquema deseguridad hemisférica sin la participación de EE.UU., la idea de reimpulsar ala OPEP, las supuestas iniciativas del Gobierno estadounidense para derro-car al presidente Chávez en el año 2002 y las reservas venezolanas sobre lapolítica comercial hemisférica, se convierten en los ingredientes de una re-lación cada día más difícil de pronosticar.

No se puede dejar de mencionar que la política sectorial, no energética, quemejor funciona en el marco bilateral, es la política antinarcóticos. Sólo bastadecir que está firmado un acuerdo antinarcóticos, renovado en el año 2004,con un apoyo financiero de 12.5 millones de dólares, y el Gobierno de Vene-zuela se ha convertido en el país andino con más frecuencia de capturas decargamentos de drogas, tanto a nivel de alijos, como a nivel de personas“mulas” en los aeropuertos y puertos del país.59

También, en referencia a este tema, el Departamento de Estado del Gobier-no estadounidense ha mencionado que Venezuela es un país no tan impor-tante en el tráfico de cocaína y coca, pero sí un importante país de tránsitopara la cocaína y la heroína. El lavado de dinero y la corrupción judicial enVenezuela también son objeto de preocupación para Washington.60

Esto ha dado lugar a que se suscite un conjunto de malentendidos entreVenezuela y EE.UU. basado en:

59. Carlos A Romero and Javier Corrales, Relations between the United States and

Venezuela, 2001-2009. A bridge in need of repairs. En: Jorge Dominguez and RafaelFernández de Castro (Editors) Contemporary U.S.-Latin American Relations:

Cooperation or Conflict in the Twenty-First Century? (New York. Routledge Press2010).

60. Ibidem

471

1) Diferentes visiones del mundo. El gobierno del presidente Chávez planteaun mundo multilateral. En EE.UU. se reafirma la idea de la búsqueda desoluciones unilaterales y/o en alianza con otros países occidentales; elpresidente Chávez se opone a la presunta violación del principio de nointervención y EE.UU. refuerza la idea de la intervención por causas hu-manitarias, y para desarrollar acciones colectivas para la protección, de-fensa y promoción de la democracia, así como también para lareconstrucción democrática de países que presenten una crisis interna.

2) Diferentes visiones hemisféricas. El gobierno del presidente Chávez seopone a la participación no regulada, de los observadores internacio-nales en los procesos electorales; Washington las promueve y apoya ladefensa de la democracia representativa. El Gobierno del presidenteChávez insiste en la prioridad de la no intervención y vigencia de lasoberanía; Washington plantea que las amenazas principales a la de-mocracia son de carácter interno, (corrupción, fraude electoral). Ve-nezuela plantea que las amenazas principales son de carácter externo(capitalismo salvaje, mundo unipolar, las acciones del “imperio”).

3) Diferentes visiones sobre las relaciones bilaterales. Para EE.UU., elGobierno del presidente Chávez no ha formulado una respuesta sólidarelativa a los temas de la transparencia electoral, la seguridad jurídicapara los negocios privados y sobre el rol de la empresa privada en eldesarrollo de Venezuela. Para Caracas, en el Gobierno estadounidensehay un grupo de decisores y otras personas con influencia que aspirana sacar al presidente Chávez del poder por cualquier medio.

Por los momentos, EE.UU. transita de una política de “esperar y ver” a unapolítica de “reservas” sobre la actuación internacional y doméstica del go-bierno de Chávez, tratando de evitar que el proceso venezolano se radicalice.Por otra parte, para Caracas, las exportaciones de petróleo venezolanas aEstados Unidos se vuelven vitales para obtener recursos en monedas fuer-tes con los cuales financiar los programas públicos, las importaciones, elservicio de la deuda y la cooperación internacional. En este marco, Venezue-la no depende de las inversiones extranjeras directas ni las inversiones loca-les privadas para obtener recursos. Depende casi exclusivamente de la rentapetrolera.

De hecho, las relaciones entre Venezuela y EE.UU. se mantienen en un nivelestable y las importaciones estadounidenses de petróleo y derivados vene-zolanos fluyen positivamente, a pesar de la actitud, autocalificada de nacio-nalista, anti-imperialista y socialista del gobierno del presidente Chávez y elincremento de percepciones mutuas negativas entre ambos países.

472

Venezuela posee, cada día más, ventajas comparativas en cuanto a los re-cursos energéticos en términos de la seguridad global de EE.UU. De igualforma, la economía venezolana tiene como característica estructural unequilibrio externo dado por la capacidad de cubrir sus importaciones con lasventas de petróleo al Estados Unidos. Para Washington, las reservas y laindustria del petróleo, el gas y el carbón venezolanos tienen un carácterestratégico.

Sin embargo, tal como hemos observado, esto no es una garantía para unasrelaciones óptimas entre ambos países, ya que, por un lado, en Washingtonse tienen serias dudas sobre el carácter democrático del gobierno de Chávez,sobre su política de profundizar la revolución en Venezuela y sobre su deseode exportarla al continente. Por el otro, el Gobierno venezolano mantieneciertas reservas sobre la conducta del Gobierno estadounidense en el He-misferio y sobre su participación en la crisis política de abril de 2002, cuan-do el presidente Chávez salió del poder por unas pocas y difíciles horas.

El Gobierno venezolano ha planteado la discusión sobre la fase socialista dela revolución venezolana, la cual, en términos generales, significaría laprofundización de los esquemas estatistas, comunales y cooperativistas dela economía y la transformación del esquema de las relaciones cívico-mili-tares a favor de la creación y el desarrollo de las reservas militares.

Temas sensibles como el Plan Colombia, el acercamiento de Caracas haciael régimen de Fidel Castro, la actitud venezolana de colaboración limitada ala política de combate al narcotráfico según Washington, las alusiones a lanecesidad de crear un polo de poder latinoamericano y una confederaciónde ejércitos latinoamericanos sin el concurso de EE.UU., las referencias ydefiniciones tercermundistas y antiimperialistas del gobierno de Chávez, másel acercamiento político a los países miembros de la OPEP, a los paísesárabes, Rusia, China e Irán, son apenas algunas de las iniciativas venezola-nas que preocupan a EE.UU.

El gobierno del presidente Chávez ha hecho uso de la política clásica delbrinkmanship, que se aplica en tiempo de crisis para amenazar a un adver-sario, a tal punto que lo obligue a desarrollar un gesto de conciliación. Hastaahora, el gobierno del presidente Chávez ha aplicado esta táctica amenazan-do a EE.UU. de cortar el suministro de petróleo, de profundizar la revolu-ción socialista en Venezuela y de exportarla al resto del continente, en elmarco de la idea de que EE.UU. experimenta su decadencia como superpoder,que está ocupado con los problemas asiáticos y del Medio Oriente y queprefiere negociar.

473

De lo anterior se desprende otra conducta clásica que Venezuela proyecta ensu contexto de seguridad con EE.UU. Se trata de esperar de EE.UU. unaconducta de “apaciguamiento”, vale decir, la táctica de quienes, al estardefendiendo el status quo, se enfrentan a un país que quiere quebrantar elorden.61

¿Estará EE.UU. dispuesto a continuar su política de riesgo calculado enjugar con Venezuela dentro de la conducta del Gobierno del presidente Chávezdel brinkmanship y responder con el apaciguamiento, o se colocará en elmarco de un enfrentamiento inevitable con una potencia revolucionaria?

Frente a este dilema, destacan tres escenarios: 1) que se den las condicionespara reconstruir las relaciones con base en mecanismos generadores de unaconfianza mutua; 2) que se profundicen las diferencias entre ambos paísesy se de una ruptura definitiva entre ambos gobiernos; 3) que la situación semantenga dentro de un plano inestable, pero que no genere necesariamentela ruptura entre los dos países.

En cuanto al primer escenario, las particularidades de los vínculos bilatera-les de Venezuela con EE.UU. generarían la necesidad de una plataforma dediálogo y de compromisos mutuos que, tanto desde el punto de vista bilate-ral como desde el punto de vista hemisférico, sirva de amortiguación frentea cualquier episodio negativo en las relaciones. En este marco, el petróleo yla proyección de sus compromisos internacionales son factores claves paragarantizar el desarrollo de una vinculación estable.

En cuanto al segundo escenario, la puesta en práctica de unas políticasexteriores diferentes y con visones distintas han profundizado las divergen-cias entre los dos países, a la par que se han generado algunos desencuentrosen torno la representación de la situación interna de Venezuela. Estados Uni-dos aspira a proteger sus intereses, garantizando rutas marítimas libres yprocurando una estabilidad regional. En caso contrario, y dada la presenciade una Venezuela radicalizada, eso tendría efectos negativos en el comerciode ese país. Pudiera pensarse entonces a manera de conjetura -si se mantie-ne este escenario– en una crisis definitiva.

61. Graham Evans and R. Newham. The Penguin Dictionary of International Relations.(London. Penguin Books) 1998: 57; Henry Kissinger. Un Mundo Restaurado.(México. Fondo de Cultura Económica, 1973) 13.

474

El tercer escenario, es el más difícil de predecir por su complejidad y faltade precisión, en cuanto se estima que las relaciones se orientan en unaespecie de zig zag hacia un marco de cooperación y a la vez, un marco deenfrentamiento.

Lo cierto es que en este momento éste último es el escenario más factual, elcual está ligado fuertemente a condicionamientos externos e internos, detipo coyuntural, tal como la situación política hemisférica y el proceso políticodoméstico en Venezuela. Para EE.UU., es paradójico reconocer que Venezuelaestá estable bajo el gobierno del presidente Chávez y no se ha interrumpido elsuministro de petróleo venezolano al mercado estadounidense.

En este artículo se han evaluado las relaciones comerciales entre Venezuelay EE.UU. en los últimos años, lo que permite establecer unas condiciones enlas cuales los gobiernos de cada país han establecido unos parámetros decooperación y de conflicto.

En este marco, cabe destacar la observación de que las relaciones bilateraleseconómicas y comerciales se mantienen en un punto de equilibrio, a pesar deldeterioro de las relaciones diplomáticas y políticas entre ambos gobiernos.

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