Carlos Sluzki en la revista Psicopatología y salud mental

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La revista Psicopatología y salud mental de la Fundació Orienta en su nº19 (2012) hace una recensión del libro de Carlos Sluzki "La presencia de la ausencia".

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directamente relacionadas con ella. Otro elemento que viene a ampliar lo que se ofrece en cada caso son las tablas, que aportan informaciones sobre lo que sucede en la entrevista, algo así como “aquello que no debe-mos olvidar, que debe tenerse en cuenta, que hay que repasar en relación a lo que sucede en la entrevista”.

A pesar de que anteriormente hablaba de la importan-cia de tener el tiempo necesario, puede llamar la atención al lector, no solo la capacidad y finura de los profesiona-les que llevan los casos, como la riqueza de recursos ex-ternos, especialmente el lujo de tiempo con que cuentan estos profesionales para realizar su función, cosa nada habitual. En la práctica diaria los profesionales no sue-len disponer de tan buenas condiciones. Claro que los casos, en este libro, son llamados “orientativos” y, en este sentido, es evidente que orientan hacia una práctica muy correcta a través de estas actuaciones modélicas.

Los capítulos 4 y 5, los dos últimos del libro, vienen a ser como un repaso y una ampliación de los temas tratados hasta aquí. En el cuarto hallamos un resumen de las recomendaciones del PAPPS para la promoción de la salud mental de los pacientes. Como puede imagi-narse, estos resúmenes, recomendaciones, indicadores, signos de alerta, etc. que se ofrecen a lo largo del libro y que aportan muchísimo para una asistencia amplia, sin limitaciones en el uso de recursos y sin contraindicacio-nes por así decir, no se leen con la fluidez y la cercanía con que se leen los casos clínicos, pero se complemen-tan de un modo muy válido. En síntesis, se trata de un libro con un amplio enfoque, creativo, que presenta a unos profesionales comprometidos, interesados por sus pacientes, que aprovechan todos los recursos al al-cance de la mano para la prevención y el tratamiento.

Eulàlia Torras de Beà

Sluzki, Carlos E. La presencia de la ausencia. Terapia con familias y fantasmas. Gedisa, Colección Terapia familiar, 2011, 174 páginas.

A menudo en nuestra práctica, los profesionales de la salud mental, tenemos que vérnoslas cara a cara con los duelos de las pérdidas, más o menos elaboradas, que desasosiegan a nuestros pacientes y a sus familias, de-safiando sus capacidades de desarrollo y crecimiento personal y social.

Las personas se aferran a veces a las “ilusiones” para mantener intacta la presencia del ser querido y para no traicionar su recuerdo con el olvido. Estas ilusiones mantienen la esperanza idealizada de totalidad y conti-nuidad subjetiva, en una suerte de mezcla entre fanta-sía y realidad, entre alucinación y presencia, impidien-do que los muertos transiten hacia el inframundo ante el riesgo de sentir la “traición culposa de no haberlos tenido presentes en su ausencia” (Sluzki, 2011).

El recorrido normativo de los duelos hace que len-tamente los fantasmas se desvanezcan para alojarse en el mundo de los recuerdos, no sin su carga de saudade, significante que Sluzki toma de la lengua portuguesa para aludir a esa mezcla de nostalgia y fatalidad que se aloja en el corazón de los vivos. Pero cuando los seres queridos han muerto de manera violenta o sin seguir la natural secuencia generacional, han “desapa-recido” sin poderse certificar su muerte, o bien su alma se ha ausentado antes que el cuerpo (tal es el caso de la enfermedad mental o los procesos de demencia), en lugar del recuerdo, las pérdidas pueden adquirir carac-terísticas fantasmales.

En este libro, el autor nos propone cuatro historias en las que su intervención terapéutica ayudó a sendas familias detenidas en procesos de duelo a liberarse de sus “fantasmas”, desestabilizando las narrativas fami-liares que los mantenían atrapados entre el pasado y el presente, entre los vivos y los muertos, incapaces de expresar los sentimientos de pérdida más que a tra-vés de los síntomas. El propio Sluzki hace su personal recorrido de duelos a través de su narración: evoca al inicio la fatalidad de la muerte de unos de sus pacien-tes, que se suicidó al sentirse desposeído del delirio que le daba sentido a su vida. Recuerda asimismo la “pre-sencia ilusoria” de su gato, en la nostalgia de sentirse privado de su compañía y, finalmente, analiza el impac-to que produjo en él y en la mayoría de los asistentes a una de sus conferencias, la historia de una familia sacudida por la “política del terror” que instauró la dic-tadura argentina a finales de los 70, acumulando una larga lista de “desaparecidos” entre parientes, amigos y colegas de profesión.

Todo ello, intercalado entre las historias de las fa-milias e individuos a los que da vida con la emotiva trascripción de los contenidos de las sesiones, sin dejar de lado las alusiones a la técnica y al modelo sistémico. Del mismo modo, el lector encontrará en estas pági-nas valiosos aportes sobre la teoría del self o sobre las

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Reseñas bibliográficas

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funciones del terapeuta, aderezados con interesantes reflexiones en torno a temas de candente actualidad, como el estatuto subjetivo de las ideas delirantes en la esquizofrenia, la aculturación pública y privada de las familias inmigrantes o la situación de pérdida ambigua en la que se encuentran las familias que han “perdido” a unos de sus miembros en guerras, conflictos políti-cos o secuestros.

Pero sobre todo, Sluzki nos advierte de los riesgos de centrar la atención en los síntomas en lugar de los contextos en los que éstos aparecen, así como de que-rer introducir más cambios de los que el paciente y su familia desean y pueden tolerar. Y nos hace partícipes de lo que él aprendió de estas experiencias: que lo real-mente importante es contribuir a la construcción del sentido de la vida de las personas a las que pretende-mos ayudar.

Olga Moreno Aranda

Rius, M; Beà, N; Ontiveros, C; Ruiz, Mª J; Torras, E: Adopción e identidades. Cultura y raza en la integración fami-liar y social. Barcelona, Editorial Octaedro, 2011, 159 páginas.

Las autoras del libro son profesionales que ejercen su trabajo en la Fundación Eulalia Torras de Beà. To-das ellas poseen una larga trayectoria en el campo del trabajo social, la psicología y la psiquiatría de niños y adolescentes y la pediatría. En relación a la adopción acumulan una larga experiencia ya que forman parte de uno de los equipos que se iniciaron en el proceso de formación y valoración de solicitantes, que el go-bierno de Cataluña puso en marcha en 1997, siendo reconocidos desde entonces como ICIF (Institución Colaboradora en Integración Familiar).

Las autoras se centran en un eje primordial que van desarrollando y matizando a través de los distintos ca-pítulos: la necesidad esencial que tiene el niño adopta-do de reconstruir y remodelar su identidad, manifies-tamente fragmentada y debilitada por las experiencias previas a la adopción y por el rotundo cambio que ésta representa en su vida, para que pueda desarro-llarse como una persona sana y completa. Subrayan que, para esta tarea, el niño adoptado va a necesitar de forma imprescindible de la capacidad reparadora de

sus padres, de su comprensión, empatía y capacidad de contención, para que le ayuden a modular los senti-mientos complejos y dolorosos que inevitablemente va a sentir al ir tomando conciencia del significado de su adopción. Nos hablan de cómo a lo largo de su creci-miento y desarrollo, en el tránsito por las distintas eta-pas de su vida, incluida la vida adulta, deberá afrontar conflictos internos para poder integrar su pertenencia doble, a una familia de origen, conocida o no, y a su familia adoptiva. El papel de los padres adoptivos a su lado va a ser determinante para el éxito o el fracaso de este proceso en el que está en juego la salud mental, no solo del niño/adulto adoptado, sino de toda la familia en la que se ha integrado.

Desde mi punto de vista el libro tiene un hilo con-ductor que va mostrando de forma clara e ilustrativa la importancia de la función de rêverie de los padres, capaces de sentir y pensar aquello que el niño no pue-de y que expresa, a menudo de forma caótica, a través de sus distintas y variadas manifestaciones y formas de relación, para devolvérselo de forma elaborada, dando significado emocional a lo que el niño vive y relacionándose con él en consecuencia. Muestra como precisamente, cuando los padres pueden ejercer esta función se va construyendo y tejiendo el vínculo con el niño, a través del cual va a poder irse conociendo, pensar, diferenciar e ir integrando su adopción.

El contenido consta de una introducción y de cuatro capítulos. En la introducción se expone el concepto de identidad, los cambios y reorganizaciones que va teniendo a lo largo de la vida a partir de la integración de las experiencias vividas y de las pérdidas, duelos, que cada etapa de la vida conllevan. Muestra como la identidad está sujeta a aspectos personales y también sociales y del entorno, culturales, que van a determinar la interiorización de unas u otras vivencias. Se plantean entonces los interrogantes de cómo los cambios de en-torno, rupturas, carencias, que vive el niño adoptado van a afectar en la construcción de su identidad.

En el primer capítulo se repasa la evolución de la consideración social de la adopción a lo largo de la his-toria humana, durante muchos años pensada desde el punto de vista de los adultos, hasta su cristalización en las legislaciones actuales en las que se pone el acento en las necesidades del menor y se usa como recurso de protección a la infancia. Se muestra también las bases en la que se asienta la parentalidad adoptiva y sus di-ferencias con la biológica, con el añadido de dificultad

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