Carmen .
-
Upload
lennyynhuaroc -
Category
Documents
-
view
223 -
download
5
description
Transcript of Carmen .
El recurso de agravio constitucional (RAC) es un medio impugnatorio que interpone el afectado
con un derecho constitucional ante la denegatoria en segunda instancia de su demanda
constitucional (amparo, cumplimiento, etc.) a fin de que el mismo sea revisado por el Tribunal
Constitucional (TC). Este recurso no tiene requisitos especiales para su interposición, esto significa
que es libre de hacerse en el entendido que los procesos constitucionales hacen primar el fondo a la
forma. No es un recurso de casación que sube a la Corte Suprema, el recurso de agravio
constitucional sube al Tribunal Constitucional. En el presente modelo he tratado de establecer
algunos requisitos, recuerde que sólo se deben de observar los requisitos expresamente previstos en
el Código Procesal Constitucional.
AUTOR: FREDDY SERGIO PILLACA HUACLES
Modelo de recurso de agravio constitucional
Secretario : RxxxExpediente : 22000-12-CI Cuaderno : PRINCIPALEscrito : 05 Sumilla : RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
SEÑOR PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:
XXXXXXXXXXXXXX, en los seguidos contra la MUNICIPALIDAD DE XXXXXXXX, sobreACCIÓN DE CUMPLIMIENTO; a Ud atentamente decimos:
PETITORIO IMPUGNATIVO:
Que, no encontrando arreglada a ley, el auto de vista número 02 de fecha 07 de agosto del 2014, emitida por vuestra sala, notificada a nuestra parte el 01 de setiembre del año en curso, mediante el cual se confirma el auto del a quo que declaró improcedente liminarmente la demanda de cumplimiento interpuesta por nuestra parte; dentro del término legal correspondiente,INTERPONGO RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL, a efectos de que los autos sean elevados al Tribunal Constitucional, esperando que el mismo se pronuncie declarando la nulidad de la indicada resolución y ordene la admisibilidad de la misma o alternativamente emita un pronunciamiento de fondo declarando fundada la demanda en todos sus extremos, en razón de los siguientes fundamentos:
HECHOS:
I. FLAGRANTE INCUMPLIENTO AL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DEL ACCESO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA -ARTICULO 139 NUMERAL 3).
1. La acción de cumplimiento, como todos los procesos de garantía constitucional, tiene como fin esencial garantizar la primacía de la constitución, constituyendo un mecanismo instrumental compuesto por un conjunto de actos jurídicos procesales, a través del cual una o varias pretensiones litigiosas, invocadas por los justiciables, son resueltas por los órganos de la jurisdicción, aplicando el derecho objetivo, con el objeto de restablecer la paz social y la justicia. Como tal, dota a los ciudadanos de un instrumento procesal sumarísimo, ágil y expeditivo, distinto del contencioso administrativo, por tanto posee una naturaleza jurídica propia que obliga a los actores procesales a respetar escrupulosamente el orden jurídico que la regula.
2. A que, el PROCESO CONSTITUCIONAL DE CUMPLIMIENTO ESTA DIRIGIDA A DEFENDER LA EFICACIA DE NORMAS LEGALES y/o actos administrativos con calidad de cosa decidida, que no generan controversia compleja, y sean un mandato cierto y claro, de indubitable y obligatorio cumplimiento.
3. Bajo esta premisa, es necesario identificar que el juez, como defensor del principio constitucional de la tutela jurisdiccional efectiva[1], la legalidad y principal responsable de cautelar el debido proceso[2]. No obstante, declara improcedente mi demanda y es confirma por la sala superior, en evidente infracción del derecho al acceso a la justicia, ya que la causal que invoca para la improcedencia de la acción interpuesta no se encuentra en ningún numeral señalado en el artículo 70 del C.P.Const. ni mucho menos en el precedente vinculante 168-2005-PC/TC.
4. En ese contexto; y a efectos de hacer un correcto cuestionamiento del auto de vista N° 02, se analiza el considerando numeral 2.5 y 2.6, los cuales sirven de sustento del pronunciamiento de la sala superior:
SOBRE EL ARGUMENTO EXPUESTO EN EL CONSIDERANDO NUMERAL 2.5: “ (…) se aprecia que quienes demandan cumplimiento de lo dispuesto en las normas invocadas (segunda disposición complementaria de la LEY N° 27803 de la Quinta Disposición Final del Decreto Supremo N° 14-2002-TR y por consiguiente el pago de lo compensación por Tiempo de Servicios) no son los titular del derecho alegado -PabloXXXXXX-, sino las herederas del titular del derecho, quienes pretenden mediante el proceso de cumplimiento el pago de los beneficios sociales de su causante, cuando tal pretensión deben hacerlo valer en la vía respectiva y no mediante un proceso constitucional de cumplimiento, que su ejercicio se encuentra reservado para el titular del derecho”.
Sobre este argumento, según el razonamiento de la sala superior: i) el único que puede interponer la demanda de cumplimiento es el difunto XXXXXXXXX, y no sus herederos; y ii) existe otra vía para hacer valer dicha pretensión.
Sobre el punto i): no ha tenido en consideración lo señalado el en articulo 67.- Legitimación y representación: “Cualquier persona podrá iniciar el proceso de cumplimiento frente a normas con rango de ley y reglamentos. Si el proceso tiene por objeto hacer efectivo el cumplimiento de un acto administrativo, sólo podrá ser interpuesto por la persona a cuyo favor se expidió el acto o quien invoque interés para el cumplimiento del deber omitido”. En ese sentido, LOS ACTORES HAN ACREDITADO EN LA DEMANDA DE CUMPLIMIENTO TENER UN INTERÉS POR CUANTO SON HEREDEROS DE LOS ACTIVOS Y PASIVOS DE SU DIFUNTO PADRE XXXXXX, Y AL DECLARARSE FUNDADA LA DEMANDA INCOADA SE PROCEDERÁ EN HACER UN NUEVO RECALCULO DE LA COMPENSACIÓN POR TIEMPO DE SERVICIOS DE SU DIFUNTO PADRE, SIENDO LOS BENEFICIARIOS DEL MISMO TODOS LOS SUCESORES DEL CAUSANTE.
Sobre el punto ii): la reiterada línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional ha emitido pronunciamiento sobre esta pretensión determinando que si resulta procedente el proceso de cumplimento por cuanto lo que se exige es el cumplimiento de una norma que se encuentra dentro de los parámetros del precedente vinculante STC 00168-2005-PC/TC. Véase las siguientes sentencias:
EXP. N.° 04440-2011-PC/TC-LIMA. ABRAHAM MARCOS QUISPE HUAMÁN Y OTRO. EXP. N.° 08253-2006-PC/TC-LIMA. VERÓNICA CELINDA ESCUDERO PACHECO. EXP. N.° 00717-2011-PC/TC- LIMA. ELARD VALENCIA CHÁVEZ. EXP. N.° 01566-2010-PC/TC- LIMA. MARICELA MANUELA FERNÁNDEZ ÑÍQUEN. EXP. N.° 04211-2011-PC/TC- UCAYALI. WAGNER PILCO PANDURO.
SOBRE EL ARGUMENTO EXPUESTO EN EL CONSIDERANDO NUMERAL 2.6: “(…) que las recurrentes no han señalado cuales son los derechos fundamentales presuntamente violados o amenazados con el incumplimiento de las normas legales que invocan, esto es, no han precisado cual es la afectación concreta, por consiguiente, carecen de interés y legitimidad para obrar, ya que no tienen la condición de afectadas pues no son titulares de los derechos que exigen su cumplimiento.
5. Sobre este argumento, es preciso señalar que los actores en su calidad de sucesores del señor Pablo Marcas Ichpas están recurriendo vía proceso constitucional de cumplimiento a efectos de defender la eficacia de una norma legal que reconoce derechos a su finado padre (se cumpla con lo dispuesto por la Segunda Disposición Complementaria de la Ley nro. 27803 y de la Quinta Disposición Final del Decreto Supremo nro. 14-2002-TR); debiéndose precisar que la norma cuyo cumplimiento se solicita no está sujeta a controversia compleja, ya que ellas contienen un mandato cierto y claro, de indubitable y obligatorio cumplimiento; de conformidad a las exigencias establecidas en el precedente vinculante STC N° 168-2005-AC/TC.
6. En suma, lo que los accionantes están solicitando en su demanda es que la emplazada cumpla con la norma que dispone que la compensación por tiempo de servicios del causante Pablo, quien se encuentra inscrito en la relación de trabajadores cesados irregularmente (conforme se acredita con los medios probatorios que acompañan a la demanda y la apelación, que don Pablo es uno de los
beneficiarios de esta ley), y por lo cual su CTS debe ser calculado (su compensación por tiempo de servicios) acorde al sustento normativo del D.L. 650 y no con el D.L. nro. 276 (no correspondía la aplicación del D.L. nro 276 al señor Pablo para el cálculo de su compensación por tiempo de servicios, no obstante de ello lo realizó la demandada contraviniendo la normatividad que ahora se pide su estricto cumplimiento). Por ello, los argumentos esgrimidos por el a quo y a quem devienen en nulo por no haber realizado una correcta valoración del petitorio y los fundamentos fácticos en las cuales se amparan los recurrentes.
7. Bajo esta premisa, es necesario identificar que el a quo y a quem deben tener una función principista siendo defensores de la legalidad y principales responsables de cautelar el debido proceso aplicando una debida motivación de los autos y sentencias que expiden, procurando resolver con imparcialidad los conflictos de intereses con relevancia jurídica; respetando escrupulosamente lo peticionado por el actor y valorar concienzudamente las pruebas aportadas.
8. A modo de término, es pertinente señalar que lo pretendido se encuentra dentro del marco normativo desarrollado en el proceso de cumplimiento y de conformidad a lo acreditado con la reitera jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional (que se adjuntó como anexos de la demanda), además, lo peticionado por los actores resulta justo y razonable, ya que como consecuencia de estimarse la presente acción incoada, se cumplirá con un dispositivo normativo que de alguna manera trato de reconocer derechos de los trabajadores que fueron despedidos arbitrariamente en el régimen del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori. Siendo ello así, resultan amparable lo peticionado ya que tiene como finalidad hacer cumplir una normatividad.
9. En consecuencia, de los argumentos precedentes narrados se puede colegir que la resolución de vista fue emitida contrario a derecho, con arbitrariedad, en contravención del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, a fin de impedir el acceso a la justicia y la cual está causando un grave perjuicio al recurrente por la dilación de la presente causa.
II. DE LA CONTRAVENCIÓN AL DEBIDO PROCESO:
Se incurre en error en el punto 2.5 Y 2.6 de los considerandos de la resolución de vista por lo siguiente:
1. Como se puede observar, lejos de verificar la existencia de una vía satisfactoria, se emite un pronunciamiento sobre el fondo, situación que se debió de dar una vez admitida a trámite la demanda, más aún cuando tales argumentos lejos de resolver el contenido de la resolución 01 procedieron a resolver cuestiones que ni siquiera han sido planteadas en el recurso de apelación, afectándose el principio de imparcialidad.
2. El error más evidente lo encontramos cuando se indica “los actores carecen de interés y legitimidad para obrar, existen otros vías (…)”. Como se puede observar para poder hacer el análisis al que se hace referencia se requería de contradictorio (excepcionar), tal como lo establece el penúltimo párrafo del Artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional que indica “Cuando en un proceso constitucional se presente una duda razonable respecto de si el proceso debe declararse concluido, el Juez y el Tribunal Constitucional declararán su continuación”
3. En el presente caso, lejos de aplicarse el principio pro actione se ha tratado en el presente proceso con principios del derecho procesal civil olvidando que nos encontramos en un proceso constitucional.
III. LA CONTRAVENCIÓN DEL PRINCIPIO DE PROHIBICIÓN DE LA REFORMA EN PEOR:
1. El primer error que se verifica es el contenido en los considerando 2.5 y 2.6, por cuanto lejos de revisar sólo lo indicado en la resolución de improcedencia liminar de la demanda, se ha procedido a revisar erradamente: a) la concurrencia del contenido constitucional de la pretensión, b) la legitimidad para obrar e interés de los actores, y c) si esta es la vía idónea para cautelar las alegadas violaciones.
2. En efecto, la resolución que declaró improcedente mi demanda sólo declaró improcedente la demanda por considerar que no cumple con los requisitos establecidos por el precedente vinculante STC N° 168-2005.AC/TC (véase el octavo considerando de la resolución 02)
3. Incluir como análisis de mi recurso de apelación la falta de legitimidad para obrar e interés para obrar, y la concurrencia del contenido constitucional de la pretensión, es contravenir el principio REFORMATIO IN PEIUS, POR CUANTO SE HA PRODUCIDO UNA REFORMA EN PERJUICIO DEL DEMANDANTE.
III. NATURALEZA DEL AGRAVIO:
La resolución de vista N° 02, materia de recurso de agravio constitucional me causa agravio porque al confirmar la improcedente liminar de la demanda de manera irregular (indebida) y con una evidente falta de motivación e incongruencia, se está afectando mi derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso.
IV. SUSTENTO JURÍDICO DE LA PRETENSIÓN IMPUGNATIVO:
Mi pretensión se sustenta principalmente en la siguiente norma legal:
El artículo 18 del Código Procesal Constitucional establece que: “Contra la resolución de
segundo grado que declara infundada o improcedente la demanda, procede recurso de
agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional (…)” De esta manera, interpongo
recurso de agravio constitucional en contra del AUTO DE VISTA N° 02 que desestima por
improcedente mi demanda.
El Principio de la plenitud, como aquel principio que señala que el superior tiene las mismas facultades que el inferior, de tal manera que puede examinar la demanda en todo sus aspectos, analizar nuevamente la prueba y analizar cuestiones no consideradas por el inferior, pues el recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la resolución que le produzca agravio de conformidad con el artículo 364 del Código Procesal Civil. (F. 2).
Falta de motivación interna del razonamiento: tiene una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente el juez en su decisión; y por otro lado, cuando existe incoherencia, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las que apoya la decisión. (STC 03043-2006-PA/TC, F. 4).
Falta de motivación externa: cuando las premisas de las que parte el juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica –problemas en las pruebas o de interpretación de la norma- (STC 00728-2008-PHC/TC, F. 7).
Por tanto:
Señor Presidente, solicito se sirva admitir el presente recurso de agravio constitucional, a fin de que el Tribunal Constitucional lo examine y proceda a revocar y/o anular la resolución de vista.
PRIMER OTROSI DIGO: El presente proceso ha existido dilaciones innecesarias por parte del a quo, quien demoró en exceso la elevación del cuaderno principal al a quem, sin causa que lo justifique y lo cual se pone de conocimiento del Tribunal Constitucional para las recomendaciones correspondientes (inicio del proceso 2012 y recién en el 2014 se eleva el cuaderno de improcedencia liminar a la sala superior).
SEGUNDO OTROSI DIGO: Tenga presente lo dispuesto por el Código Procesal Civil: artículo II último párrafo del Título Preliminar (impulso del proceso), artículo 50º (deberes de los jueces), 124º (plazos máximos para emitir resolución), artículo 145º inc. 3) (falta grave); todos ellos concordados con el artículo 201º de Ley Orgánica del Poder Judicial.
TERCER OTROSI DIGO: Adjunto anexos: i) Sentencia N° 04440-2011-PC/TC (VÉASE FUNDAMENTO 4), ii) Sentencia N° 04168-2011-PC/TC (VEASE FUNDAMENTO 4), y iii) Informe N° 015-2012-MTPE/2/14, expedido por el Ministerio de Trabajo.
Lima, 12 de setiembre de 2014
__________________XXXXXXXXXXXX
DNI N° 09511304
MODELO DE RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
SECRETARIO: ALVAREZ.
EXPEDIENTE: 00104-2010.
CUADERNO: PRINCIPAL.
ESCRITO:
SUMILLA: INTERPONE RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL.
SEÑOR PRESIDENTE DE LA SEGUNDA SALA CIVIL DE AREQUIPA:
DAVID PABLO HIDALGO VILCA, en representación de JUAN MONTOYA FIGUEROA, en el proceso de
Amparo que sigo en contra de la Primera Sala civil, a Usted digo:
Que habiendo recepcionado la Sentencia de Vista (Resolución Nº 39), y al no estar conforme con la
misma es que interpongo Recurso de Agravio Constitucional, a efectos de que sea el Tribunal
Constitucional quien resuelva en última y definitiva instancia la pretensión constitucional incoada.
PETITORIO.- Que Interpongo Recurso de Agravio Constitucional en contra de la Sentencia de Vista
(Resolución Nº 39), que revocó la apelada y reformándola declaró improcedente la demanda de
Amparo que había incoado el recurrente en representación de Juan Montoya Figueroa.
Solicito además que el Tribunal Constitucional revoque esta sentencia de vista, y declare fundada la
acción de Amparo en contra de los jueces superiores que en el 2010 integraban la Primera Sala Civil
de Arequipa, por haber emitido la Sentencia de Vista Nº 94-2010, la misma que ha infringido los
derechos constitucionales al Debido Proceso (Motivación Inadecuada y Arbitraria), a la Seguridad
Social, y al libre acceso a las prestaciones de Salud y Pensiones de mi poderdante, estipulados por la
Constitución en los Artículos 10º y 11º, concordante con el Código Procesal Constitucional en el
Artículo Inc. 19º, y 20º..
FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL.-
PRIMERO.- Que tal como se desprende del escrito de la demanda, luego de que la ONP (Oficina de
Normalización Previsional) denegara la solicitud de mi poderdante –el señor Juan Montoya Figueroa- de
acceder a la jubilación especial conforme a la Ley 25009, se interpuso una demanda contencioso-
administrativa, su fecha 16 de enero del 2008, en contra de esta institución, la misma que fue
admitida a trámite, proceso que se tramitó ante el Noveno Juzgado Civil de Arequipa, Exp. 2008-
00500, Especialista Vilcasa. El petitorio de la demanda era que el órgano jurisdiccional declarara la
ineficacia de la resolución Nº 0000006557-2007-ONP/GO/DL 19990, expedida por la ONP, su fecha 6 de
noviembre del 2007, y en consecuencia se ordene a la citada entidad expedir nueva resolución
reconociendo y otorgando a mi patrocinado pensión de jubilación conforme a la Ley 25009, además
del pago de los devengados.
Que desde el principio los abogados de la ONP se opusieron a la pretensión de mi patrocinado,
afirmando que sólo había aportado dos años al Sistema Nacional de Pensiones. No obstante ello, la
doctora Catherine Rodríguez Torreblanca, titular del 9º Juzgado Civil declaró fundada la pretensión en
primera instancia, argumentando con impecable lógica que el empleador es el responsable del pago
de las aportaciones, incluso cuando no se hubieran efectuado realmente las mismas. Al no estar
conforme con la sentencia del A-Quo, la ONP a través de sus abogados apeló de la misma, apelación
que fue concedida y en consecuencia el caso se elevó a la Primera Sala Civil de Arequipa. Previo a
resolver el Colegiado corrió traslado al Ministerio Público, y así el titular de la Primera Fiscalía Superior,
Doctor Hugo Ramos Hurtado, dictaminó que la sentencia sea confirmada. Y el caso concluye con la
Sentencia de Vista Nº 94-2010, Resolución Nº 20 (SIETE-1SC), de fecha 11 de marzo del 2010, siendo
el Colegiado integrado por los señores: Del Carpio Rodríguez, Fernández Dávila Mercado y Valencia
Dongo Cárdenas. La sentencia de marras revoca la sentencia del A-Quo, y reformándola la declara
Infundada.
SEGUNDO.- Como puede observarse, la sentencia de vista de la Primera Sala Civil hace referencia en
su Tercer Considerando a la sentencia del Tribunal Constitucional correspondiente al Caso Alejandro
Tarazona, en particular a su fundamento 26º, la misma que por disposición del TC tiene calidad de
precedente de cumplimiento obligatorio. Pero sólo el Quinto Considerando podría ser tomado como la
Parte Considerativa, y corresponde a la Valoración. Y precisamente esta valoración adolece de
arbitrariedad, además de muy insuficiente y breve, pues solamente tiene 16 líneas, cuando en casos
en que se resuelvan derechos constitucionales debería ser especialmente y debidamente motivada(1)
(2)
En efecto, tenemos por lo menos tres arbitrariedades en esta sentencia, y que son:
A.- Una Arbitrariedad es cuando el Colegiado demandado dice que se ha presentado copias de
certificado de trabajo (sic), esta afirmación solo demuestra que los jueces superiores no han revisado
el expediente, puesto que mi patrocinado ha presentado los ORIGINALES DE LOS CINCO CERTIFICADOS
DE TRABAJO, tal como consta en el Expediente Administrativo que la ONP acompañó al proceso
contencioso administrativo. Claro, es evidente que si se solo se hubieran presentado copias simples de
los certificados de trabajo, no causaría convicción como concluye el Colegiado, pero se han presentado
los originales de los certificados de trabajo.
B.- El Colegiado no hace mención a las leyes por las cuales ha declarado infundada la demanda, y es
que hubo modificaciones del Decreto Ley en estos últimos años, y además de jurisprudencia del
Tribunal Constitucional referidos al asunto de las aportaciones al IPSS o la ONP. En efecto, el Art. 70
del original Decreto Ley 19990, concluía que se deben considerar aportaciones efectivas, aún cuando
el empleador, o la empresa de propiedad social, cooperativa o similar, no hubiesen efectuado el pago
de las aportaciones. Este artículo fue modificado por la Cuarta Disposición Transitoria y Final de la Ley
28991 del año 2007, la misma que eliminó este párrafo de “aún cuando el empleador o la empresa…”,
esta Ley fue reglamentada a través del Decreto Supremo 063-2007-EF, publicado el 29 de mayo del
2007; normas que deberían haber sido consignados por el Colegiado, pero no lo fueron, y es una de las
razones por la que su sentencia es arbitraria. Al parecer el fallo se basa en el Fundamento 26 de la
STC Nº 04762-2007-PA/TC, de fecha 11 de octubre del 2008, pero este fundamento es precedente
vinculante no para los procesos contencioso administrativos, sino para los Amparos cuya pretensión es
el reconocimiento de tiempo de aportaciones.
C.- Pero tal como asevera el distinguido jurista Jorge Rendón Vásquez, esta Ley, o más bien esta parte
de la Ley 28991, es inconstitucional y debería ser atacada a través de una acción de
inconstitucionalidad o a mediante la aplicación del Control Difuso por parte de los jueces. Y además no
puede tener carácter retroactivo, , y en el caso de autos, las aportaciones de mi poderdante fueron
mucho antes que la vigencia de esta ley.
Pero es el mismo Tribunal Constitucional el que ha establecido en la misma sentencia 04762-2007-
PA/TC (Caso Alejandro Tarazona), en sus fundamentos 13º y 16º que la responsabilidad de la retención
y pago de aportación es del empleador, que actúa como agente de retención, y que la modificatoria
del Art. 70 del Decreto Ley 19990 en nada afecta la responsabilidad de los empleadores por la
retención y pago de las aportaciones al Sistema Nacional Provisional, y por el contrario, las
aportaciones retenidas y no pagadas por los empleadores deben ser consideradas como aportaciones
efectivas. Es decir que para el Tribunal Constitucional, sigue vigente el original Art. 70 del Decreto Ley
19990. Y así lo corrobora en los fundamentos 17º, 18º y 19º.
En consecuencia el Colegiado demandado, se ha apartado sin motivación alguna de un precedente del
TC. , además se debe hacer notar que este Caso Tarazona es similar al de mi patrocinado, y en su
parte resolutiva declara fundado la acción de amparo y ordena a la ONP el pago de pensión de
jubilación.
TERCERO.- Mi poderdante ha cumplido con lo dispuesto por la Ley 25009, es decir ha laborado 20 años
y dos meses, más de diez años en socavón, especialmente en la Empresa Minera San Juan de Lucanas,
del 21 de febrero de 1978 hasta el 31 de diciembre de 1993, es decir más de 15 años en una sola
mina, del que existe en autos no sólo el certificado de trabajo, sino también el CARNET
AUTOGENERADO, emitido el 3 de enero de 1989, el que tampoco ha merituado el Colegiado
demandado.
La ONP sólo reconoce dos años, y el Colegiado corrobora ello, afectando el derecho constitucional a la
seguridad social y a la pensión de mi poderdante, él que ha trabajado en condiciones muy duras para
empresas mineras, que es probable no hayan cumplido con el aporte efectivo al IPSS, pero eso no es
culpa de mi poderdante. Algunas empresas como San Juan de Lucanas, inclusive eran estatales.
Los certificados de trabajo que se han presentado NO HAN SIDO TACHADOS COMO FALSOS, pues la
ONP pudo haberlos tachado en su debida oportunidad, pero no lo hizo, e inclusive en su contestación
afirma que: “…pudo haber laborado en una mina…”, no objeta la veracidad de estos documentos, sólo
hace mención que no se ha podido verificar el aporte efectivo. Y sin no han sido tachados estos
certificados de trabajo, tales conservan su validez y mérito, se trata de un proceso Contencioso
Administrativo, en las que las partes tuvieron su oportunidad para tachar documentos.
CUARTO.- Con respecto a la Sentencia de Vista (Resolución 39) objeto del RAC, en su Considerando
2.1. se hace mención al Art. 4 del Código Procesal Constitucional, que en su primer párrafo dice que el
Amparo procede respecto de resoluciones judiciales firmes, dictadas con manifiesto agravio a la tutela
procesal efectiva, que comprende el acceso a la justicia y el debido proceso. Y también se trae a
colación la STC Nº 05807-2009-PA/TC, Fundamento Cuatro, que indica que “manifiesto agravio”, a
criterio del TC, quiere decir que existen elementos razonables y evidentes que justifiquen el control
constitucional de una resolución judicial y que, sin necesidad de llevar a cabo un análisis constitucional
minucioso, se advierta ya una probable lesión a los derechos fundamentales invocados.
Para su Colegiado lo que el recurrente estaría solicitando en el fondo, es obtener un pronunciamiento
distinto al arribado en el proceso ordinario mediante una nueva valoración de las pruebas. Aspecto
que constituiría una nueva revisión. Pero en verdad no es así, nuestra pretensión es que debe
reponerse la causa al estado de expedirse nuevo pronunciamiento de vista con una debida motivación,
tal como lo había dispuesto la Jueza Civil A Quo del MBJ de Hunter. No pretendemos que el Amparo
contra Resolución Judicial sea una Tercera Instancia, aunque el en virtud del PRINCIPIO DE LA
AUTONOMÍA PROCESAL CONSTITUCIONAL(3), el Tribunal Constitucional puede pronunciarse sobre el
fondo, máxime cuando se trate de una caso en donde está en juego la pensión de jubilación de una
persona que ha trabajado en minas más de 20 años, y la ONP solo le reconoce 2 años, increíble, pero
cierto.
Su Colegiado también dice que solo cabe revisar las decisiones emitidas por la justicia ordinaria,
cuando tales vulneren los principios de razonabilidad y proporcionalidad, afectando con ello de modo
manifiesto y grave cualquier derecho fundamental. Pero eso es precisamente lo que ha ocurrido en la
sentencia de vista objetada.
QUINTO.- En lo referente al Art. 70 del Decreto Ley 19990, debemos indicar que esta norma ha tenido
varias modificaciones. Hubo un tiempo de que personas inescrupulosas presentaban certificados de
trabajo falsos de empresas inexistentes, y así lograban obtener ilegalmente pensión de jubilación; para
cortar con ello se dictó la Ley Nº 28991 del 28 de julio del 2007, que en su Cuarta Disposición
Transitoria y Final modificó el citado Art. 70, de esta forma el solicitante de pensión debía acreditar
haber aportado efectivamente al Sistema Nacional de Pensiones, y no tenían valor los certificados de
trabajo. Esta ley se reglamentó a través del D.S. 063-2007-EF que endureció aún más los requisitos
para obtener pensión. Para paliar en algo esta draconiana ley, el Tribunal Constitucional expidió la STC
Nº 04762-2007-PA/TC o Caso Tarazona, que en sus Fundamentos 13º y 16º(4) ha establecido que la
responsabilidad de la retención y pago de aportaciones es del empleador, que actúa como agente de
retención, y que la modificatoria del Art. 70 del Decreto Ley 19990 en nada afecta la responsabilidad
de los empleadores por la retención y pago de aportaciones al SNP, y por el contrario la aportaciones
retenidas y no pagadas por lo empleadores deben ser considerados como aportaciones efectivas.
Pero la Ley Nº 28991 ha sido modificada por la Ley Nº 29711, que retoma el texto originario del Art. 70
del Decreto Ley 19990, de fecha 16 de junio del 2011(5), y que fue reglamentada por el Decreto
Supremo Nº 092-2012-EF. Esta ley y su reglamento fueron dictadas luego de la sentencia de vista
objeto del Amparo, pero sí existía a la sazón la sentencia del Caso Tarazona.
Ahora bien, en este famoso caso, existe el precedente vinculante contenido en el Fundamento 26,
pero este precedente solo es aplicable para los procesos de Amparo, tal como expresamente lo
establece el Capítulo 5 (Reglas para acreditar periodos de aportaciones en el Proceso de Amparo). Y es
que excepcionalmente se puede solicitar vía Amparo el reconocimiento de aportes, pero mi
poderdante planteó un proceso Contencioso Administrativo, que es un proceso ordinario, con etapa
probatoria. El hecho de que los vocales de la I Sala Civil hayan hecho mención a este precedente, y
aparentemente ha sido la razón para rechazar nuestra demanda es, desde luego UNA ARBITRARIEDAD.
SEXTO.- Tal como lo ha establecido la Jueza A quo del MBJ de Hunter, la sentencia impugnada adolece
de una debida motivación, y para nosotros es además arbitraria. Por ejemplo, no hace mención de si
son copias simples o fedateadas los certificados de trabajo del expediente administrativo presentado
por la ONP, no se ha valorado dicho aspecto. No se hace un análisis suficiente de por qué no causan
convicción los certificados de trabajo y otros documentos adjuntados en la demanda, no se analiza
cómo es que se cumple o no los supuestos de la ley de jubilación minera 25009, y tampoco se analiza
la STC 4762-2007-PA/TC en relación al caso.
SEPTIMO.- Los jueces superiores demandados han argumentado en su defensa que la resolución –
sentencia de vista- no ha quedado firme, y que debería haber interpuesto el recurso de Casación. Pero
el tal recurso es en realidad una opción, el Código Procesal Constitucional no dice que se debe llegar a
la Casación necesariamente, la pluralidad de instancia a que hace referencia el Art. 139 Inciso 6 de la
Constitución Política del Estado se realiza con la Doble Instancia. Por lo demás, la Ley Orgánica del
Poder Judicial, en su Artículo 11 (Instancia Plural), precisa QUE LO RESUELTO EN SEGUNDA INSTANCIA
CONSTITUYE COSA JUZGADA., así que la sentencia de vista impugnada de la I Sala Civil era Cosa
Juzgada. Por lo demás la casación no es una tercera instancia, y solo se pronuncia sobre la forma, no
sobre el fondo.
POR LO EXPUESTO.- Ruego a Usted tramitar la presente.
Arequipa, 12 de noviembre del 2013.
………………………………………
David Pablo Hidalgo Vilca.
Abogado C.A.A. Matr. 2131.
(1) El Tribunal Constitucional, en su Sentencia en el Exp. Nº 05601-2006-PA/TC, ha precisado que el
derecho a la motivación debida constituye una garantía fundamental en los supuestos en que con la
decisión emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas, toda
decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y congruente CONSTITUIRÁ UNA
DECISIÓN ARBITRARIA, y en consecuencia INCONSTITUCIONAL. En el mismo sentido, el TC en el Caso
Guiliana Llamoja a precisado que el derecho a una debida motivación de las resoluciones judiciales es
una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso.
(2) De otra parte, en la STC Nº 3943-2006-PA/TC, se ha delimitado diversos casos de afectación a la
debida motivación de las resoluciones. En el acápite a) se hace referencia a la Inexistencia de
motivación o motivación aparente, en donde no existen las razones mínimas que sustenten una
decisión. Y en el acápite d) se hace referencia a la motivación Insuficiente, cuando tal resulta
manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo. En el caso de autos, de estos supuestos
han adolecido la sentencia de vista de la I Sala Civil.
(3) El mencionado principio fue concebido en la Doctrina Alemana, siendo Peter Haberle su principal
gestor. En el Perú, es en el Caso Anicama (STC Nº 1417-2004-AA/TC) en donde por primera vez se
apela expresamente a este principio, en efecto, en el Fundamento 48 dice que “…éste –el TC- goza de
un margen razonable de flexibilidad en su aplicación-de las reglas procesales-, de manera que toda
formalidad resulta finalmente supeditada a la finalidad de los procesos constitucionales: la efectividad
del principio de la supremacía de la Constitución, y la vigencia de los derechos fundamentales…”.
(4) Según el Fundamento 60 de la STC Exp. Nº 01417-2005-PA/TC (Caso Anicama), las sentencias del
Tribunal Constitucional en materia de pensiones tienen un carácter vinculante.
(5) Esta Ley dice: “…corresponde al empleador cumplir con efectuar la retención y el pago
correspondiente por concepto de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones (SNP) de sus
trabajadores. Sin embargo, es suficiente que el trabajador pruebe adecuadamente su periodo de
labores para considerar dicho lapso como periodo de aportaciones efectivas al SNP. De la misma
forma, las aportaciones retenidas que no hayan sido pagadas al SNP por el empleador son
consideradas por la Oficina de Normalización Previsional (ONP) en el cómputo del total de años de
aportación…son medios probatorios idóneos y suficientes para demostrar periodos de aportación, los
certificados de trabajo, las boletas de pago de remuneraciones…”