Carta británica

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Misión del Reino Unido ante las Naciones Unidas 27 de enero de 2012 S.E. Sr. Ban Ki-Moon Secretario General Naciones Unidas Nueva York Estimado Sr. Secretario General: De acuerdo con las instrucciones recibidas del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, tengo el honor de referirme a la carta fechada el 3 de enero de 2012 que le dirigió el Encargado de Negocios de la Misión Permanente de la Argentina, transmitiendo en un anexo el texto de una gacetilla de prensa sobre las Islas Falkland difundida el 3 de enero de 2012 por el Gobierno de la Argentina. El Gobierno del Reino Unido no tiene dudas acerca de su soberanía sobre las Islas Falkland, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes. Nuestra posición respecto de la soberanía de las Islas Falkland se sustenta en el principio de autodeterminación, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. No puede haber ni habrá negociación sobre soberanía a menos que y hasta que los isleños así lo deseen. El Reino Unido tiene en claro los fundamentos tanto históricos como jurídicos de su soberanía sobre las Islas Falkland. Ninguna población civil fue expulsada de las Islas Falkland el 3 de enero de 1833. Una guarnición militar argentina había sido enviada a las Islas Falkland tres meses antes en un intento por imponer la soberanía argentina sobre territorio soberano británico. El Reino Unido protestó de inmediato y posteriormente expulsó a la guarnición militar argentina con fechal 3 de enero de 2012. La población civil, que previamente había buscado y recibido el permiso británico para residir en las Islas, fue alentada a permanecer. La mayoría decidió hacerlo, por propia voluntad. En 1833, los límites territoriales de la República Argentina no incluían la mitad sur de su actual superficie ni territorio alguno de las Islas Falkland, Antártida, Georgias del Sur o Sándwich del Sur. El territorio que hoy abarca la provincia argentina de Tierra del Fuego, de la cual la República Argentina sostiene que forman parte las Islas Falkland, no pasó ella misma a integrar la República Argentina hasta aproximadamente medio siglo después de 1833, época para la cual ya habían transcurrido y vivido dos generaciones de isleños en las Falkland. La soberanía británica sobre las Islas Falkland se remonta a 1765, años antes de que la República Argentina existiera. Todo lo antedicho demuestra que el reclamo de la República Argentina sobre las Islas, el cual está basado en el principio de la ruptura de su integridad territorial, carece de fundamento, ya que las Islas nunca fueron administradas ni formaron parte legítimamente del territorio soberano de la República Argentina. En mayo de 1850, la República Argentina y el Reino Unido ratificaron la Convención para la resolución de las diferencias existentes y el restablecimiento de la amistad. En los 90 años posteriores a la ratificación de la Convención de 1850, la República Argentina presentó una sola protesta diplomática oficial, en 1888. En 1863, mientras España negociaba un tratado por el cual se reconocía a la República Argentina como Estado soberano, el Gobernador Británico de las islas Falkland recibió oficialmente a una delegación diplomática y científica española en las Islas Falkland Británicas y la Argentina no presentó ninguna protesta. Para 1880, las Falkland ya tenían una segunda generación de habitantes nacidos en las Islas, y estas ya habían sido internacionalmente reconocidas como territorio soberano británico, con representaciones consulares de muchos países

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Misión del Reino Unido ante las Naciones Unidas

27 de enero de 2012

S.E. Sr. Ban Ki-Moon

Secretario General

Naciones Unidas

Nueva York

Estimado Sr. Secretario General:

De acuerdo con las instrucciones recibidas del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, tengo el honor de referirme a la carta fechada el 3 de enero de 2012 que le dirigió el Encargado de Negocios de la Misión Permanente de la Argentina, transmitiendo en un anexo el texto de una gacetilla de prensa sobre las Islas Falkland difundida el 3 de enero de 2012 por el Gobierno de la Argentina.

El Gobierno del Reino Unido no tiene dudas acerca de su soberanía sobre las Islas Falkland, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes. Nuestra posición respecto de la soberanía de las Islas Falkland se sustenta en el principio de autodeterminación, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. No puede haber ni habrá negociación sobre soberanía a menos que y hasta que los isleños así lo deseen.

El Reino Unido tiene en claro los fundamentos tanto históricos como jurídicos de su soberanía sobre las Islas Falkland. Ninguna población civil fue expulsada de las Islas Falkland el 3 de enero de 1833. Una guarnición militar argentina había sido enviada a las Islas Falkland tres meses antes en un intento por imponer la soberanía argentina sobre territorio soberano británico. El Reino Unido protestó de inmediato y posteriormente expulsó a la guarnición militar argentina con fechal 3 de enero de 2012. La población civil, que previamente había buscado y recibido el permiso británico para residir en las Islas, fue alentada a permanecer. La mayoría decidió hacerlo, por propia voluntad. En 1833, los límites territoriales de la República Argentina no incluían la mitad sur de su actual superficie ni territorio alguno de las Islas Falkland, Antártida, Georgias del Sur o Sándwich del Sur. El territorio que hoy abarca la provincia argentina de Tierra del Fuego, de la cual la República Argentina sostiene que forman parte las Islas Falkland, no pasó ella misma a integrar la República Argentina hasta aproximadamente medio siglo después de 1833, época para la cual ya habían transcurrido y vivido dos generaciones de isleños en las Falkland. La soberanía británica sobre las Islas Falkland se remonta a 1765, años antes de que la República Argentina existiera.

Todo lo antedicho demuestra que el reclamo de la República Argentina sobre las Islas, el cual está basado en el principio de la ruptura de su integridad territorial, carece de fundamento, ya que las Islas nunca fueron administradas ni formaron parte legítimamente del territorio soberano de la República Argentina.

En mayo de 1850, la República Argentina y el Reino Unido ratificaron la Convención para la resolución de las diferencias existentes y el restablecimiento de la amistad. En los 90 años posteriores a la ratificación de la Convención de 1850, la República Argentina presentó una sola protesta diplomática oficial, en 1888. En 1863, mientras España negociaba un tratado por el cual se reconocía a la República Argentina como Estado soberano, el Gobernador Británico de las islas Falkland recibió oficialmente a una delegación diplomática y científica española en las Islas Falkland Británicas y la Argentina no presentó ninguna protesta. Para 1880, las Falkland ya tenían una segunda generación de habitantes nacidos en las Islas, y estas ya habían sido internacionalmente reconocidas como territorio soberano británico, con representaciones consulares de muchos países

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en las Islas, incluidos Chile y los Estados Unidos. La República Argentina reanudó sus protestas periódicas sobre la soberanía sólo después del estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939.

Las Islas Falkland no tenían población nativa, y el Reino Unido nunca implantó ninguna población civil. Todos los civiles migraron voluntariamente a las Islas o bien nacieron allí. Los inmigrantes civiles provinieron de una gran variedad de países, tal como ocurrió en el resto del continente americano durante el siglo XIX.

Por otra parte, el status de las islas Falkland no debe depender únicamente de dos siglos de historia, dada la importante evolución del sistema internacional y el derecho internacional registrada desde entonces. Tampoco debe estar sujeta a las agresivas aspiraciones territoriales de otro país. Debe depender y dependerá del pueblo de las Islas. El Reino Unido es una sociedad moderna y democrática que ayudó a muchos ex territorios no autónomos a lograr su independencia mediante el ejercicio de la autodeterminación. Los restantes territorios de ultramar no son colonias; no hay ningún pueblo sojuzgado y el Reino Unido no les quita ningún recurso natural a los pueblos de territorios habitados. La relación de asociación entre el Reino Unido y las Islas Falkland se basa en el mutuo consentimiento. Esto contrasta con el enfoque de la República Argentina, cuya Constitución pretende la soberanía sobre las Islas Falkland sin consideración alguna de los deseos del pueblo de las Islas.

El Reino Unido mantiene con todos los demás Territorios de Ultramar una relación moderna basada en asociación, valores compartidos y el derecho de cada Territorio a determinar si desea o no conservar su vínculo con el Reino Unido. Las Islas Falkland, al igual que otros Territorios de Ultramar, tienen su propia Constitución, y su gobierno democráticamente elegido recibe importantes poderes delegados, mientras que el Reino Unido conserva los poderes necesarios para desempeñar sus responsabilidades derivadas de la soberanía, en particular la defensa y las relaciones exteriores. El Reino Unido no tiene intención de imponer un cambio en este status de soberanía contrariando los deseos del pueblo en cuestión. Si el deseo claro y expresado constitucionalmente del pueblo de las Islas Falkland fuera un cambio en el status de su soberanía, el Reino Unido ayudará a las islas a lograrlo. Mientras el pueblo de las Islas Falkland desee conservar su vínculo con el Reino Unido, el Reino Unido seguirá comprometido con el futuro desarrollo y seguridad permanente de las Islas.

Por las razones mencionadas, el Reino Unido apoya la legítima decisión del Gobierno de las Islas Falkland de explorar en busca de hidrocarburos en las aguas de las Islas Falkland, conforme al derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) y el Artículo 1(2) del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.

El Reino Unido sigue creyendo que existen muchas oportunidades de cooperación en el Atlántico Sur. Sin embargo, en años recientes la República Argentina

- se retiró del esquema de cooperación provisto por la Comisión de Pesca del Atlántico Sur y extendió su temporada de pesca en aguas argentinas, lo que pone en peligro la administración sustentable a largo plazo de las reservas de especies transzonales del Atlántico Sur, en contravención del Artículo 63 de la CONVEMAR.

- Dejó sin efecto la Declaración Conjunta de 1995 sobre Hidrocarburos, que había estipulado la cooperación en un Área de Cooperación Especial que abarcaba tanto aguas argentinas como de las Falkland.

- En 2003 impuso la prohibición del sobrevuelo del espacio aéreo argentino para vuelos chárter a las islas.

- Introdujo legislación interna para penalizar a empresas que desearan hacer negocios en o con las Islas Falkland.

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- Emitió en 2010 un Decreto Presidencial que no respeta la libertad de navegación ni el derecho de paso inocente estipulado por el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

- En septiembre de 2011, amenazó en las Naciones Unidas con retirarse de la Declaración Conjunta Argentino- Británica de 1999. Esta Declaración permitía por primera vez desde el conflicto de 1982 el ingreso a las Islas Falkland de titulares de pasaportes argentinos, y establecía la reanudación del único enlace aerocomercial de las Islas Falkland con América del Sur.

- Pidió a la región del Mercosur en diciembre de 2011 que apoyara una declaración que denegaba el acceso a sus puertos a buques con bandera de las Falkland, intentando explícitamente restringir el comercio y amenazando al pueblo de las Islas Falkland con el aislamiento económico.

Estos preocupantes hechos ponen en tela de juicio el compromiso de la República Argentina con la cooperación pacífica en el Atlántico Sur y su adhesión a las norma vinculantes del derecho internacional. El Reino Unido ha presentado una serie de propuestas sobre diversas formas de cooperación y mantiene su deseo de fomentar una relación constructiva con la Argentina y promover la cooperación concreta en el Atlántico Sur. Dichas propue4stas han sido rechazadas.

El Reino Unido observa que la República Argentina periódicamente hace referencia a declaraciones regionales de apoyo diplomático a la negociación de la soberanía de las Islas Falkland, a resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas, la última de las cuales fue emitida en 1988, y a resoluciones del Comité de Descolonización de la ONU. Sin embargo, ninguna de estas declaraciones regionales ni resoluciones específicas sobre las Islas Falkland refleja plenamente el principio jurídicamente vinculante de la autodeterminación consagrado en la Carta de Naciones Unidas, ni la moderna relación existente entre el Reino Unido y sus Territorios de Ultramar, basada en la autodeterminación. Las declaraciones regionales y las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas no modifican ni diluyen la obligación de las naciones de respetar el derecho de autodeterminación de los isleños, consagrado en la Carta de la ONU. Todos los participantes caribeños del Foro Reino Unido-Caribe reconocieron esto el 22 de enero de 2012, cuando se comprometieron a respetar el derecho de autodeterminación de todos los pueblos, incluido el de las Islas Falkland.

El Reino Unido y la República Argentina no pueden negociar la supresión del derecho de autodeterminación. Es un principio que ambos estamos jurídicamente obligados a respetar y cuyo cumplimiento debemos promover, de acuerdo con la carta de la ONU y el derecho internacional. La República Argentina, así como cualquier país que apoye su deseo de denegarles a los isleños sus derechos, debe recordar su obligación jurídicamente vinculante de respetar el principio y el derechos de autodeterminación para todos los pueblos, como lo establecen respectivamente la Carta de la ONU (Artículo 1(2)), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Artículo común 1). A diferencia de la posición de la República Argentina, la posición de los Gobiernos del Reino Unido y las Islas Falkland está firmemente basada en el fundamental y jurídicamente vinculante principio y derecho de autodeterminación de la ONU. Los Gobiernos del Reino Unido y las Islas Falkland respetan plenamente y aplican todas las normas vinculantes del derecho internacional.

La presencia militar defensiva del Reino Unido en las Islas Falkland existe sólo para defender los derechos y libertades del pueblo de las Islas Falkland para determinar su propio futuro político, social y económico. El Reino Unido realiza ejercicios militares de rutina con misiles de corto alcance aproximadamente cada seis meses en las Islas, y lo hace desde que los misiles fueron desplegados allí en respuesta a la invasión argentina de las islas en 1982. Estos ejercicios no representan ningún cambio en la posición del Reino Unido en el Atlántico Sur en materia de defensa.

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Las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur conforman un territorio británico de ultramar distinto que no se considera bajo la carátula de las Islas Falkland en Naciones Unidas. No tiene una población permanente, por ende no hay un pueblo con derecho de autodeterminación, y no figura como uno de los territorios de la lista del Comité de Descolonización de la ONU. El Reino Unido tomó posesión formal de las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur en 1775 y, con excepción de las seis semanas de ocupación ilegítima en 1982, ha tenido la posesión ininterrumpidamente desde entonces. La República Argentina nunca había protestado contra la soberanía británica de las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur hasta que presentó su reclamo por las Georgias en 1927 y por las Sándwich en 1948. En las décadas de 1940 y 1950 el Reino Unido ofreció derivar la cuestión de la soberanía de las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur a la Corte Internacional de Justicia o a arbitraje internacional para su resolución. Lamentablemente, la República Argentina, sin explicación, rechazó todos estos ofrecimientos y se rehusó a aceptar la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia en este tema.

Le estaría agradecido si pudiera hacer circular el texto de esta carta como documento de la Asamblea General bajo el ítem 45 de la agenda.

Le ruego acepte, Su Excelencia, las seguridades de la mi más alta consideración.

Mark Lyall Grant

Representante Permanente

Misión del Reino Unido ante la ONU