Carta de Beato César de Bus

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Carta de la Abadía San Jose de Clairval, Francia, sobre el Beato César de Bus

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  • Nacido el 3 de febrero de 1544 en Cavaillon, en el con-dado de Venasque (actualmente en la Provenza francesa),Csar, hijo de Juan Bautista de Bus, cnsul de la ciudad, yde Ana de la Marche, es el sptimo de una familia de trecehijos. Al ser bautizado, se le confa al patronazgo de sanCsar de Arles, gran defensor de la fe. La familia es origi-naria de la pequea nobleza romana y cuenta entre susantepasados con santa Francisca Romana, cuyo apellidode nacimiento es Buxis, que haba vivido en Roma el sigloprecedente. Csar recibe su primera educacin en familiay bajo la direccin de un preceptor. El nio manifiestaseales precoces de vocacin sacerdotal, destacando porsu devocin, dulzura de carcter y gran modestia. Siguesus estudios en Avin, en un colegio, y luego enCavaillon. A pesar de su juventud, es admitido en la cofra-da de los Penitentes negros de la ciudad, cuyo objetivoconsiste en imitar a JESUCRISTO, especialmente en los sufri-mientos y humillaciones de su Pasin, mediante proce-siones penitenciales, pero tambin con ejercicios de mor-tificacin personal. Csar ve en ello un medio para preve-nirse de las trampas del demonio. Su ardor le valdr serelegido rector de la cofrada.

    A principios del reinado de Carlos IX, la Provenza espresa de los disturbios ocasionados por las intrigas delos protestantes. En 1562, Csar, que cuenta con diecio-cho aos de edad, se compromete en la defensa de laIglesia y de la fe. La preparacin que considera msurgente es una confesin general de sus pecados, pueslos peligros de los combates son ms temibles para elalma que para el cuerpo ; contempla la campaa comouna cruzada, oye Misa todos los das, reza con fervormaana y noche y se ilustra para el combate. Las burlasde algunos soldados contra la vida virtuosa no le turban.A pesar de estar dolido por los desrdenes que constata

    Abada San Jos de ClairvalCarta del 27 de noviembre de 2015,

    fiesta de Ntra Sra de la Medalla Milagrosa

    Muy estimados Amigos:

    EN 1544 el mundo cristiano est en crisis, una de las crisis ms gravesde su historia ; es una crisis no solamente religiosa y doctrinal, sinotambin una crisis de civilizacin Csar de Bus viene al mundoen esa poca turbulenta, cuando la humanidad se abre progresivamente a lacultura, a las artes y al reinado del placer. l mismo se dejar arrastrardurante la adolescencia y el principio de la edad adulta por la pendiente dela facilidad a la cual le predisponan su condicin y fortuna. Vida ligera, des-preocupada, propia de un ser dotado, brillante en sociedad, poeta en oca-siones, mucho ms sensible al gozo de todo que a las exigencias delEvangelio. La conversin no poda ser sino radical . En estos trminos pre-sentaba el beato Pablo VI, el 27 de abril de 1975, al nuevo beato que ele-vaba a los honores de los altares.

    El beato Csar de Bus Der

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    en el campo catlico, no por ello se erige en censor, demodo que slo su ejemplo habla. Entabla amistad conun gentilhombre de Cavaillon de la misma edad, yambos se dan apoyo mutuo en su deber como soldados.La guerra concluye con el edicto de pacificacin firmadoen Amboise el 19 de marzo de 1563. Una vez desmovi-lizado, Csar retoma sus estudios literarios y artsticos.

    Los atractivos del mundo

    Desde hace algunos aos, su hermano Alejandro,joven oficial, vive en la corte, ganndose la estimadel rey, quien le colma de favores. Alejandro llega a serel jefe de la guardia de Carlos IX. En 1565 invita a Csar,al que ama con especial cario, a reunirse con l, prome-tindole introducirlo en la corte, conseguirle un puestohonorfico as como amigos y fortuna. Csar, halagadopor tan hermosas promesas, se deja deslumbrar y cede,aunque sigue conservando sus hbitos piadosos.

    Llevamos este tesoro en vasos de barro (2 Co 4, 7). A partirde estas palabras de san Pablo a los fieles de Corinto, elPapa Francisco ofreci un comentario instructivo conmotivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud enBrasil : La Iglesia ha sufrido mucho y sigue sufriendomucho cada vez que uno de los llamados a recibir eltesoro en un vaso de arcilla acumula tesoros, consagrn-dose a cambiar la naturaleza de la arcilla. Pues cree ser elmejor, no creyendo ya ser arcilla . Pero los hombres estn hechos de arcilla hasta el final, y nadie puede sal-varlos de ello. JESS los salva a su manera, pero no a lamanera humana que es la del prestigio, de las apariencias,

  • de los puestos importantes prosigue el Papa denun-ciando tambin el arribismo que tanto dao causa a laIglesia (homila de la Misa matinal del 25 de julio de2013, en Sumar Agencia Zenit, 26 de julio de 2013).

    As pues, Csar se dirige hacia la corte no para servir aDios, sino con espritu mundano, de modo que el deseode aparentar, la ambicin y la sensualidad que lo animan,lo conducirn por etapas al naufragio. La cada es pro-funda y lo habra sido an ms si Dios, que quera sal-varlo, no hubiera aadido amarguras a aquellas embria-gadoras dulzuras ; y es que siempre prometen cargos aljoven, pero nunca los recibe. Decepcionado en sus ambi-ciones y desgastado por los remordimientos de concien-cia, fija su residencia en 1570 en la ciudad de Avin,donde seguir llevando todava una vida mundana.

    La cada de ese piadoso joven puede sorprender a pri-mera vista, pero se hace ms comprensible para quienreflexiona sobre la tctica del diablo, tan bien descritapor san Ignacio en sus Ejercicios espirituales. Los demo-nios tientan a los hombres inspirndoles primero eldeseo de las riquezas para conducirlos ms fcilmenteal amor del vano honor del mundo, y de ah a crecidasoberbia. De manera que el primer escaln de la tenta-cin son las riquezas ; el segundo, los honores ; el ter-cero, la soberbia, y de esos tres escalones induce a loshombres a los dems vicios (n. 142, Meditacin de losdos estandartes). Cmo desbaratar esas trampas si no esmediante la humildad y el desprendimiento ? Pues, deigual manera afirma JESS, cualquiera de vosotros que norenuncie en su corazn a todos sus bienes, no puede serdiscpulo mo (Lc 14, 33).

    Dnde vais?

    En 1573, la muerte de su padre y la de su hermanoCarlos, cannigo de la colegiata de Salon-de-Provence, mueven a Csar a la reflexin, regresandoentonces a Cavaillon, donde dos santas y humildes per-sonas le ayudarn en su camino de conversin. Para inci-tarlo a meditar y a rezar, una viuda analfabeta, AntoniaRveillade, pide a Csar que le lea la vida de los santos.Esa mujer que vive unida a Dios y que ayuda a las perso-nas cercanas a discernir su Voluntad, se esfuerza en vanoen desviar al joven de las reuniones mundanas. Dehecho, cuando sale para incorporarse a ellas, ella lereprende : Dnde vais ? A buscar ocasiones para per-derse, como si no se presentaran suficientemente por smismas ? . Una noche de 1574, ella insiste : No hay queburlarse de Dios. l os llama y no le escuchis. No dejade buscaros, pero no paris de huir . Y le suplica que seencomiende a Dios al salir de casa ; Csar acepta y sealeja. Despus de dar unos pasos, exclama : Cun mise-rable soy ! Me encomiendo a Dios en el momento enque me pongo en camino de ofenderlo ! . Entonces, caeal suelo sin conocimiento, como fulminado por la gracia.Cuando vuelve en s, regresa donde Antonia, quien leaconseja que busque a Luis Guyot, sastre y sacristn de lacatedral, hombre de destacada proyeccin. Entonces,Csar emprende un camino de conversin y penitencia

    bajo su direccin. Son muchos los combates interioresque se presentan ; aunque le invade el temor ante la pers-pectiva de caminar por la senda estrecha de la renuncia,comprende sin embargo que se trata del camino de laSalvacin y recuerda que el yugo del Seor es suave y sucarga ligera (Mt 11, 30). Amable penitencia dice, tsers mi tabla de salvacin despus del naufragio .

    Un giro decisivo

    Csar de Bus se retira a Aix-en Provence. Un viejoamigo, el padre Ferrol, le enva al padre PedroPquet, jesuita de Avin, cuya experiencia espiritual,prudencia, discernimiento y firmeza le resultarn de granayuda. Enfrentado a una grave ocasin de pecado, eljoven pasa ante un convento de monjas clarisas que estncantando el oficio de maitines. Al detenerse para escu-charlas, le invade tanta vergenza y confusin que est apunto de perder el conocimiento. Este acontecimientosupone un giro decisivo. Tras algunos das de prepara-cin, confiesa al padre Pquet todos los pecados de suvida. De regreso a Cavaillon, Csar pone orden en susasuntos. Luis Guyot, el sacristn, le pide un da, cuandotodava lleva el penacho de plumas y la espada de gentil-hombre, que acompae llevando un cirio encendido enla mano a un sacerdote que lleva el Santsimo a unenfermo, humilde oficio que normalmente se confa a unmonaguillo. A pesar de las burlas que prev y a las queno escapar, Csar acepta, con el objetivo de enmendarhonrosamente sus pecados. Esa buena accin lo liberadel espritu del mundo. Su vida de oracin se hace cadavez ms intensa, medita con frecuencia sobre el finltimo de las cosas y hace penitencia hasta el punto decaer enfermo ; incluso acaricia en un momento la posibi-lidad de hacerse cartujo. Se aplica igualmente a las obrasde misericordia : limosnas y visitas a los afligidos y enfer-mos, en especial a un leproso en quien ve la imagen deCristo desfigurado por nuestros pecados.

    En 1576, Csar realiza durante tres semanas losEjercicios espirituales bajo la direccin del padre Pquet,con objeto de elegir un estado de vida. Despus de eseretiro, se consagra al estudio con vistas al sacerdocio. Apartir de entonces, su fervor y su conocimiento de lascosas divinas comienzan a ser conocidos. Tras ser nom-brado cannigo de la catedral Saint-Vran de Cavaillonen 1578, cumple con gran dedicacin las obligacionesdel cargo, antes de ser ordenado sacerdote en agosto de1582. Su predicacin sencilla aporta su fruto. En otrotiempo lo admiramos en esta ciudad dicen las gentesde Cavallion, en medio de las compaas ms agrada-bles ; y ahora lo vemos en el plpito condenando lasvanidades que tanto le haban gustado . Asiduo del con-fesionario, dirige numerosas almas. La lectura de unavida de Carlos Borromeo, el santo obispo de Miln falle-cido hace poco tiempo (1584), lo marca profunda-mente. Cumpliendo la peticin de su obispo, trabaja enla reforma del clero y de los religiosos, as como en larefutacin de los errores de los protestantes. Muypronto, sin embargo, a partir de 1587, el amor por la

  • contemplacin y por la soledad le lleva a un santuarioen los montes que dominan Cavaillon, donde se consa-gra a la oracin y a la penitencia.

    La trayectoria espiritual de nuestro heroe consta-taba el beato Pablo VI no careci de dificultades. Hubomomentos de desnimo, de oscuridad y de incertidum-bre. No obstante, nos ha llamado la atencin lo queser, casi desde el principio, una caracterstica de toda suvida Queremos hablar de su espritu de penitencia. Lapenitencia no es para l una palabra vana, pues la llevahasta el extremo, aunque no hasta enfermar gravemente.Debe dominar las pasiones de las que fue esclavo enotro tiempo, lo que resulta ser un combate violento yperpetuo. Aprende de ese modo a buscar y amar el sacri-ficio, pues el sacrificio configura al Cristo sufriente yvencedor. Ofrecerse en libacin, abandonarlo todo enmanos de Dios a costa de las renuncias ms onerosas,se fue su leitmotiv, el perpetuo objetivo de sus esfuer-zos. Y cuando, al final de su vida, paralizado por lasenfermedades y afligido por la ceguera, pueda final-mente disponerse al don supremo, se percatar de hastaqu punto la ascesis le result til para dominar alhombre antiguo. Estar dispuesto a encontrar al Seor, ysu gozo ser perfecto (27 de abril de 1975).

    Transmitir a todos

    En 1590, Csar abandona su soledad. Le sobrecoge laignorancia religiosa de la gente del campo. La lec-tura del Catecismo del Concilio de Trento le da la idea defundar una sociedad de sacerdotes catequistas : quieretrasmitir a los dems su conocimiento ntimo y sabrosode Cristo. Se siente llamado a instituir un nuevo mtodopara ensear las verdades de la fe a todos, en especial alos ignorantes y a los habitantes de los campos descris-tianizados : Es necesario que todo lo que hay en nos-otros pueda catequizar y que nuestra conducta haga denosotros un catecismo viviente Querra que mi cuerpofuera tallado en una infinidad de pequeos trozos, si decada uno de ellos pudiera surgir un catequista . Con elpermiso de su obispo, Csar comienza a recorrer villas ycampos para catequizar a quienes denomina susovejas. Su primo, Juan Bautista Romillon, que se habaconvertido del calvinismo en 1579 y que haba sidoordenado despus sacerdote en 1588, lo acompaa enese apostolado. Muy pronto, nuestros dos apstolescumplen verdaderas misiones en las regiones de los alre-dedores y hasta la cadena montaosa de las Cevenas. Seles unen unos jvenes discpulos.

    El Papa Pablo VI anotaba : La intuicin, el genio podra decirse de Csar de Bus consiste en sealar unanecesidad primordial, presentida con tanta perspicaciapor los Padres del Concilio de Trento junto con el cate-cismo cuya redaccin ordenaron, a fin de que todos lospastores, desde el obispo al prroco de una modestaparroquia, posean un manual de referencia. Sinembargo, el terreno est todava baldo. La indigenciadel pueblo es extrema, y la dedicacin de sus ministros

    no basta por s sola para paliarla. Gracias a su slida einteligente formacin recibida en el seno de la escuelaignaciana mediante los cuidados de su director Pquet,Csar de Bus aprender tambin a conocer la vida, ladoctrina espiritual y la obra de otros maestros pensado-res de la poca : Pedro Canisius, Roberto Belarmino,Felipe Neri y Carlos Borromeo. Sobre todo los dos lti-mos, dejan en l una huella indeleble, de tal modo quese empapa de sus inspiraciones, alimenta su accin conla de ellos y se inflama con el mismo ardor que ellos .

    Su mtodo prosigue Pablo VI es la enseanza de lafe a todas las capas de la poblacin, diferenciando grados,claro est, entre aquellos que son capaces de acogermucho y aquellos para los cuales, en un primermomento, habr que contentarse con un mnimo. Pero loms importante es que todos sean evangelizados, quetodos reciban una enseanza de acuerdo con sus capaci-dades. Las frases son sencillas ; las frmulas, poco nume-rosas, estn bien construidas y son fciles de retener.Alrededor de ese esquema acaba injertndose una predi-cacin amasada de Sagrada Escritura, adaptada tambinpara que los conceptos aprendidos nunca queden sin con-tinuacin y para que se traduzcan en la actitud espiritualy en la manera de actuar ; en una palabra : en la vida .

    El 29 de septiembre de 1592, junto con sus cinco pri-meros compaeros, Csar de Bus funda en Isle-sur-la-Sorgue, en el departamento de Vaucluse, la congregacinde los Padres de la Doctrina Cristiana, con la aprobacinde monseor Bordini, obispo de Cavaillon, y luego, en1598, la del Papa Clemente VIII. Debemos estar con-vencidos les dice de que no predicamos para nosotrosmismos, sino para utilidad de quienes nos escuchan . Elpadre de Bus instituye para la enseanza del catecismoun mtodo gradual consistente en presentar lo esencialde la doctrina en tres cursos sucesivos : la pequea doc-trina va dirigida a aquellos que an no saben nada(aprenden la seal de la Cruz, las principales oraciones,los mandamientos, los sacramentos y los misterios de lafe) ; la mediana doctrina ofrece una explicacinmediante instrucciones familiares, y luego un resumende la Escritura y de los Padres de la Iglesia ; la gran doc-trina se realiza desde el plpito, el domingo y durantelas solemnidades.

    Educar en la fe es hermoso !

    Csar emplea un lenguaje que habla a los sentidos ya la imaginacin, haciendo que las familias partici-pen en el catecismo. Presenta la doctrina a partir de loscentros de inters de la vida de las gentes, compone ycanta textos que ilustran su enseanza ; l mismo pintao manda pintar cuadros sobre temas religiosos, explicn-dolos varios das seguidamente. Csar subraya igual-mente la necesidad de unir enseanza, oracin y com-promiso de vida cristiana.

    Su preocupacin es compartida en nuestros das porel Papa Francisco : La catequesis es una columna para laeducacin de la fe, y se necesitan buenos catequistas !

  • Educar en la fe es bello ! Es quizs la mejor herenciaque podemos dar : la fe ! Educar en la fe, para que stacrezca. Ayudar a los nios, a los muchachos, a los jve-nes, a los adultos a conocer y a amar cada vez ms alSeor, es una de las aventuras educativas ms bellas, seconstruye la Iglesia ! Catequista es una vocacin : sercatequista, esa es la vocacin ; no trabajar como cate-quista. Entiendan bien, no he dicho hacer el cate-quista, sino serlo, porque envuelve la vida. Se gua alencuentro con JESS con las palabras y con la vida, con eltestimonio Ser catequista significa dar testimonio dela fe ; ser coherente con la propia vida. Y esto no es fcil (28 de septiembre de 2013).

    En 1593, se abre una nueva casa en Avin, en el con-vento de Santa Prxedes, y despus en el de San Juan elViejo. Al constatar la ignorancia y la falta de educacin enlos trabajos domsticos de muchas mujeres, el padre Csarde Bus funda, en 1594, el Instituto de las Hijas de laDoctrina Cristiana, destinado a la formacin e instruccinde las jvenes. Los aos que siguen, sin embargo, se vencondicionados por oposiciones y por un cierto desnimoentre los discpulos. Entonces, el padre renuncia a sucanonja para ser ms libre de seguir la llamada de Dios.Con objeto de asegurar la solidez de su obra, consideraadecuado unir a los miembros de la congregacinmediante votos. El padre Romillon se opone desde 1600 aese deseo, provocando dos aos ms tarde una escisinpara unirse al Oratorio de san Felipe Neri. El padre de Buses elegido Superior General de su congregacin, pero, trasverse fuertemente afectado en su salud por enormes sufri-mientos fsicos y morales, debe renunciar muy pronto alcargo. Aquejado finalmente de ceguera, contina sinembargo predicando y confesando, repitiendo con fre-cuencia lo siguiente : Lo que he visto y ledo no son nadaen comparacin con lo que Dios me ha hecho ver desdeque estoy ciego . Cuando habla de Dios y de sus perfec-ciones, su rostro se ilumina. Creo dice, si no me equi-voco, que no hay nada que ame ms en este mundo queel Dios de mi corazn . Pero la enfermedad se agrava pro-gresivamente y muere en Avin el 15 de abril de 1607, a

    los 63 aos de edad, la maana de Pascua, como l mismohaba predicho : Ser para m una doble Pascua, es decir,el paso del Seor y el mo cerca de l . Su cuerpo, sepul-tado en el convento de San Juan el Viejo, fue trasladado enel siglo XIX a la iglesia romana de Santa Mara in Monticelli.Csar de Bus realiz milagros durante su vida, pero toda-va ms despus de su muerte. Sus hijos se dedicaron prin-cipalmente a la enseanza y, durante casi dos siglos, suscolegios fueron testigos de la afluencia de una juventudestudiosa, tanto en Francia como en Italia. En 1789 la con-gregacin contaba con 64 casas, colegios o seminarios. Fuedisuelta en Francia durante la Revolucin. Los intentos derefundacin en Francia fracasaron, pero la rama italianasubsiste an y mantiene misiones en Brasil, as como unapresencia en Espaa, en Suiza y en Cavaillon.

    Una base slida

    La vida de Csar de Bus es una leccin para nuestrotiempo resaltaba Pablo VI con motivo de su beati-ficacin : En una poca en que el mundo, comoantao, est en crisis, en que la mayor parte de los valo-res, incluso los ms sagrados, son irreflexivamente cues-tionados en nombre de la libertad, consideramos quehabra que realizar un esfuerzo suplementario y valientepara ofrecer al pueblo cristiano, que lo espera ms de loque se cree, una base catequtica slida, exacta y fcil deretener. Entendemos que la adhesin a la fe sea difcilhoy en da, especialmente en el caso de los jvenes, queson presa de tantas dudas. Pero al menos tienen derechoa conocer con precisin el mensaje de la Revelacin.En nuestros das, este mensaje nos es propuesto en elCatecismo de la Iglesia Catlica (CEC), en el que podemosprimero leer, incluso aprender de memoria, los resme-nes, pero tambin en el Compendio del CEC o en laProfesin de fe de Pablo VI; todas ellas son referencias uni-versales y seguras, pues emanan de la Iglesia. La lecturapuede realizarse en grupo, en familia o de manera indi-vidual. Para que resulte fecunda, debe suscitar la medita-cin y la memorizacin. La oracin encuentra su ali-mento en ella.

    Para recibir (gratuitamente) la Carta de la Abada San Jos de Clairval, dirigirse a la Abada, cuyas seas aparecen ms abajo. Recibiremos con mucha gratitud cuantas direcciones de posibles lectores quieran mandarnos. Ayudas :

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    Podemos hacer nuestra la oracin del beato Pablo VI : Beato Csar de Bus, t que nos dejaste el ejemplo admi-rable de una vida entregada por entero a Dios, t que ardas en deseos de comunicar la vida de Dios a tus hermanos,intercede ahora por nosotros ante el Seor, para que ese mismo fuego nos consuma y que esa misma caridad nosempuje .