Carta de Compartir 1

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Familia Astudillo Aguilera Quilicura Amados hermanos: Les saludamos cordialmente en el amor del Señor, deseando que Dios les esté prosperando y ben- diciendo ricamente. Escribimos agradecidos del Señor por lo bueno y fiel que ha sido con nosotros durante este tiem- po desde que nos trasladamos para servir en la Iglesia Monte de Dios en Quilicura, y estamos deseosos de compartir también con ustedes estas bendiciones. Durante el año pasado oramos constantemente para que el Señor nos indicara el momento y nos proveyera de los medios para trasladarnos a la comuna de Quilicura, y así trabajar activamente en la Igle- sia, junto a nuestros amados hermanos haitianos y chilenos. En el mes de enero de este año, en vista a la inminente operación del Pastor Abelardo, tomamos la decisión de mudarnos los primeros días de marzo; para dar este paso sólo contábamos con la convicción de que era el deseo de nuestro Dios, pues no había- mos encontrado ni casa ni trabajos en Quilicura. Llegando la fecha que nos habíamos propuesto, por la fe, renunciamos a nuestros trabajos y entregamos la casa que arrendábamos en la Florida. Esperamos en el Señor, y en una semana Dios había provisto de una casa para nosotros, y unos pocos días después tam- bién proveyó de trabajo. Jesús nunca falla. Ha pasado casi un mes desde que llegamos. Estamos muy contentos con la recepción que la iglesia nos ha dado. Valió la pena haber estado visitando la iglesia durante el año pasado, pues ahora nos senti- mos como en casa y hemos podido participar activamente, visitando a hermanos en sus casas, invitando a otros a la nuestra, asistiendo a las reuniones de oración y enseñando la Palabra. Bárbara se integró como maestra de la escuela dominical y el próximo sábado comenzaremos con el ministerio de jóvenes, del cual estaremos en cargados este año. Una actividad que quisiéramos destacar, fue la realización de la primera vigilia de oración de este año, que se llevó acabo el día jueves pasado. Asistieron la mayoría de los hermanos, lo cual fue de mucho gozo. El propósito de esta vigilia fue el pedir a Dios que pusiera en nuestro corazón más pasión por las almas perdidas. Fue un tiempo de especial intimidad; cantamos, oramos, se dieron testimonios y tuvimos hermosos tiempos con la palabra. Sabemos que estamos en la voluntad de Dios y por eso podemos dar pasos de confianza, ya que estas son las obras que el Señor tenía preparadas de antemano para que anduviéramos en ellas, no hay me- rito alguno en nosotros. Por esto también les animamos a ustedes, a aceptar los desafíos de fe que el Se- ñor vaya poniendo en el camino, pues el que desafía es quien asegura la victoria también. Claro está, hay cosas a las que vamos a tener que renunciar para hacer la voluntad de nuestro Dios; nosotros hemos re- nunciado a la cercanía a nuestras familias y aun a ustedes, que los amamos profundamente, pero este sacri- ficio es plenamente recompensado porque sabemos que estamos aquí para salvación y crecimiento de mu- chos. Nuestros frutos serán también los suyos, en especial para aquellos que nos acompañan en oración. Carta de Compartir Mes de Marzo, 2013.

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Astudillo Marzo 2013

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Page 1: Carta de Compartir 1

Familia Astudillo Aguilera

Quilicura

Amados hermanos:

Les saludamos cordialmente en el amor del Señor, deseando que Dios les esté prosperando y ben-

diciendo ricamente.

Escribimos agradecidos del Señor por lo bueno y fiel que ha sido con nosotros durante este tiem-

po desde que nos trasladamos para servir en la Iglesia Monte de Dios en Quilicura, y estamos deseosos

de compartir también con ustedes estas bendiciones.

Durante el año pasado oramos constantemente para que el Señor nos indicara el momento y nos

proveyera de los medios para trasladarnos a la comuna de Quilicura, y así trabajar activamente en la Igle-

sia, junto a nuestros amados hermanos haitianos y chilenos. En el mes de enero de este año, en vista a la

inminente operación del Pastor Abelardo, tomamos la decisión de mudarnos los primeros días de marzo;

para dar este paso sólo contábamos con la convicción de que era el deseo de nuestro Dios, pues no había-

mos encontrado ni casa ni trabajos en Quilicura. Llegando la fecha que nos habíamos propuesto, por la fe,

renunciamos a nuestros trabajos y entregamos la casa que arrendábamos en la Florida. Esperamos en el

Señor, y en una semana Dios había provisto de una casa para nosotros, y unos pocos días después tam-

bién proveyó de trabajo. Jesús nunca falla.

Ha pasado casi un mes desde que llegamos. Estamos muy contentos con la recepción que la iglesia

nos ha dado. Valió la pena haber estado visitando la iglesia durante el año pasado, pues ahora nos senti-

mos como en casa y hemos podido participar activamente, visitando a hermanos en sus casas, invitando a

otros a la nuestra, asistiendo a las reuniones de oración y enseñando la Palabra. Bárbara se integró como

maestra de la escuela dominical y el próximo sábado comenzaremos con el ministerio de jóvenes, del cual

estaremos en cargados este año.

Una actividad que quisiéramos destacar, fue la realización de la primera vigilia de oración de este

año, que se llevó acabo el día jueves pasado. Asistieron la mayoría de los hermanos, lo cual fue de mucho

gozo. El propósito de esta vigilia fue el pedir a Dios que pusiera en nuestro corazón más pasión por las

almas perdidas. Fue un tiempo de especial intimidad; cantamos, oramos, se dieron testimonios y tuvimos

hermosos tiempos con la palabra.

Sabemos que estamos en la voluntad de Dios y por eso podemos dar pasos de confianza, ya que

estas son las obras que el Señor tenía preparadas de antemano para que anduviéramos en ellas, no hay me-

rito alguno en nosotros. Por esto también les animamos a ustedes, a aceptar los desafíos de fe que el Se-

ñor vaya poniendo en el camino, pues el que desafía es quien asegura la victoria también. Claro está, hay

cosas a las que vamos a tener que renunciar para hacer la voluntad de nuestro Dios; nosotros hemos re-

nunciado a la cercanía a nuestras familias y aun a ustedes, que los amamos profundamente, pero este sacri-

ficio es plenamente recompensado porque sabemos que estamos aquí para salvación y crecimiento de mu-

chos. Nuestros frutos serán también los suyos, en especial para aquellos que nos acompañan en oración.

Carta de Compartir

Mes de Marzo, 2013.

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Motivos de Oración

Nuestra vida espiritual, y relación matrimonial.

Ministerio con Jóvenes

Nuestra salud y fuerzas físicas

Ministerios de enseñanza y discipulado que realizamos

Salud del Pastor Abelardo , y su esposa María.

Provisión de Dios para pronto poder servir a tiempo completo