caso petrussi

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FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO TRABAJO ENCARGADO DERECHO PENAL ESPECIAL PARTE II TEMA: Corte Interamericana de Derechos Humanos Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú Sentencia de 4 de septiembre de 1998 Presentado por: Lope Chuctaya, Wilson Frhis. urgilino Docente: Abog. Guadalupe Manzaneda Peralta SEMESTRE: IV AÑO: 2012 PUNO – PERU

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FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICASESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO ENCARGADO DERECHO PENAL ESPECIAL PARTE II TEMA: Corte Interamericana de Derechos Humanos Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Per Sentencia de 4 de septiembre de 1998 Presentado por: Lope Chuctaya, Wilson Frhis. urgilino Docente: Abog. Guadalupe Manzaneda PeraltaSEMESTRE: IV AO: 2012

PUNO PERU

Primera parte

Presentacin de Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Per

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Per Sentencia de 4 de septiembre de 1998 (Excepciones Preliminares)

En el caso Castillo Petruzzi y otros, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la Corte, la Corte 1 Interamericana o el Tribunal) integrada por los siguientes jueces; Hernn Salgado Pesantes, Presidente Antnio A. Canado Trindade, Vicepresidente Mximo Pacheco Gmez, Juez Oliver Jackman, Juez Sergio Garca Ramrez, Juez Carlos Vicente de Roux Rengifo, Juez Fernando Vidal Ramrez, Juez ad hoc; presentes, adems, Manuel E. Ventura Robles, Secretario y Vctor M. Rodrguez Rescia, Secretario adjunto a.i., de acuerdo con el artculo 36.6 del Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante el Reglamento), dicta la siguiente sentencia sobre las excepciones preliminares interpuestas por el Estado del Per (en adelante el Estado o el Per ). I INTRODUCCIN DE LA CAUSA 1. Este caso fue sometido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la Comisin o la Comisin Interamericana) el 22 de julio de 1997. Se origin en la denuncia No. 11.319, recibida en la Secretara de la Comisin el 28 de enero de 1994.

II HECHOS EXPUESTOS EN LA DEMANDA1 El Juez Alirio Abreu Burelli inform a la Corte que por motivos de fuerza mayor no podr estar presente en la deliberacin final y firma de esta sentencia.

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2. De acuerdo con la demanda, el Per viol el derecho a la nacionalidad de los seores Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez, Lautaro Enrique Mellado Saavedra y Alejandro Astorga Valds, al juzgarlos y condenarlos por el delito de traicin a la patria, de conformidad con el Decreto-Ley No. 25.659, aunque el Per no es su patria. Asimismo, la Comisin asever que dichas personas no fueron juzgadas por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, con violacin de las garantas judiciales, pues todos fueron procesados y condenados a cadena perpetua por un tribunal sin rostro, perteneciente a la justicia militar. Para tal afirmacin la Comisin se basa, entre otros, en los siguientes hechos: a. El 15 de octubre de 1993 las supuestas vctimas fueron detenidas por personal de la Direccin Nacional contra el Terrorismo. b. El 20 de noviembre de 1993 el juez instructor resolvi abrir la instruccin contra las supuestas vctimas. c. El 7 de enero de 1994, el Juez Instructor Militar Especial de la Fuerza Area del Per fall que declaraba infundada la excepcin de declinatoria de jurisdiccin deducida por los acusados Jaime Castillo Petruzzi, Mara Pincheira Sez, y Lautaro Mellado Saavedra; y declarando fundada la excepcin de declinatoria de jurisdiccin deducida por el inculpado Alejandro Astorga Valdez. En el caso de los tres primeros se les conden como autores del Delito de Traicin a la Patria, a la pena de Cadena Perpetua, con la accesoria de inhabilitacin absoluta y perpetua, el aislamiento celular y continuo durante el primer ao de la decisin y luego con trabajo obligatorio. En cuanto al caso del seor Astorga Valds se seal que este Juzgado deviene incompetente para pronunciarse sobre [su] conducta criminal. d. El 14 de marzo de 1994 la segunda instancia militar confirm la sentencia de 7 de enero de 1994, dictada por el Tribunal Militar Especial de la Fuerza Area del Per. e. El 3 de mayo de 1994 el Tribunal Supremo Militar Especial declar no haber lugar a la nulidad de la resolucin de 14 de marzo de 1994, que confirma la sentencia de primera instancia de 7 de enero del mismo ao, declarando infundada la excepcin de declinatoria de jurisdiccin promovida por los seores Castillo Petruzzi, Pincheira Sez y Mellado Saavedra. Adems declar haber nulidad en la parte que declara fundada la excepcin de declinatoria de jurisdiccin deducida por Alejandro Luis Astorga Valdez y se inhibi del conocimiento de la causa por encontrarlo responsable deldelito de terrorismo [...] por lo que revocando la de vista y modificando la de Primera Instancia [declar] infundada la excepcin de declinatoria de jurisdiccin deducida por Alejandro Luis Astorga Valdez y lo [conden] a la pena privativa de libertad de cadena perpetua como autor del delito de traicin a la patria.

III PROCEDIMIENTO ANTE LA COMISIN 3. El 28 de enero de 1994 la seora Vernica Reyna, Jefa del Departamento Jurdico de la organizacin chilena Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (en adelante FASIC) present la primera denuncia correspondiente a este caso. El 29

3 de junio de 1994 la Comisin transmiti al Estado las partes pertinentes de la denuncia y le solicit que suministrara informacin sobre los hechos materia de dicha comunicacin, dentro de un plazo de dos meses; adems, le pidi que enviase informacin referente al agotamiento de los recursos internos. 4. El 26 de agosto de 1994 un segundo grupo de denunciantes aport nuevos antecedentes relacionados con el caso y el 18 de noviembre de 1994 incluy el caso del seor Alejandro Astorga Valds. En la primera comunicacin citada se seal que el 6 de enero de 1994 los defensores de las presuntas vctimas fueron notificados de que disponan de dos horas para consultar el expediente de la causa y preparar la defensa, y que el da siguiente se ley la sentencia condenatoria. El 29 de septiembre de 1994 este grupo de peticionarios reiter su denuncia. El 22 de noviembre de 1994 la Secretara de la Comisin inform telefnicamente al mismo grupo que necesitaba contar con un poder o una autorizacin de los primeros peticionarios para poder ser incluido como copeticionario del caso. 5. El 14 de septiembre de 1994 el Estado present informacin, acompaando copia del oficio No. 534-S-CSJM del Consejo Superior de Justicia Militar del 1 de septiembre de 1994. En dicho informe se consign quese sigui Causa No. 078-TP-93-L, [contra Castillo Petruzzi, Pincheira Sez y Mellado Saavedra] ante el Juzgado Militar de la Fuerza Area del Per, por el delito de Traicin a la Patria habindoseles impuesto pena privativa de libertad de Cadena Perpetua al haber quedado acreditada su responsabilidad en la comisin del indicado ilcito penal.

Adems agreg el Estado que los tribunales peruanos son competentes para conocer los delitos que se cometen dentro del territorio nacional[,] como expresin de su soberana, y que la ley penal del Per es aplicable independientemente de la nacionalidad del autor del delito y de su domicilio. El Estado seal adems que el tipo penal consignado como traicin a la patria en el Decreto-Ley No. 25.659 identifica una figura de terrorismo agravado, el cual por su naturaleza y la forma como se ejecuta requiere de Tribunales con las garantas de seguridad necesarias. Finalmente, el Estado manifest que en todos los procesos que se tramitan ante los tribunales militares se observan las normas del debido proceso, la instancia plural (tres instancias), la tutela jurisdiccional, motivacin de las resoluciones, inaplicabilidad por analoga de la Ley Penal [,] se informa de la causa de su detencin, y se provee asistencia legal al detenido. El 23 de septiembre de 1994 la Comisin transmiti a los peticionarios copia de la respuesta del Per. 6. El 8 de noviembre de 1994 los peticionarios originales presentaron sus observaciones a la respuesta del Estado. En ellas solicitaron que se tuviera por ampliada [la] denuncia de [e]nero pasado, en favor de Alejandro Astorga Valdez, quien no figuraba como vctima en la denuncia original. En cuanto a su caso establecieron que[e]n el fallo de Primera Instancia, el Juez Militar declar fundada la excepcin (sic) de declinatoria de jurisdiccin, presentada por su defensa. El Fiscal Superior Militar emite dictamen pronuncindose por la confirmacin del fallo, incluyendo la excepcin de Astorga Valdez. En el fallo de Segunda Instancia el Tribunal Especial Militar de la FAP confirma el fallo de Primera Instancia disponiendo que la documentacin

4con respecto a Astorga Valdez sea remitida al fuero comn. Sin embargo, al interponerse recurso de nulidad por parte de los otros condenados a cadena perpetua, el expediente es elevado al Consejo Supremo de la Justicia Militar. Este Consejo modifica la sentencia de Primera Instancia condenando a Astorga Valdez a la pena de cadena perpetua, como autor del delito de Traicin a la Patria en agravio del Estado Peruano.

La Comisin accedi a esta solicitud, de acuerdo con el artculo 30 de su Reglamento. 7. El 14 de diciembre de 1994 los segundos peticionarios presentaron un poder notarial otorgado por los familiares de las supuestas vctimas al Presidente de la Comisin Chilena de Derechos Humanos, seor Jaime Castillo Velasco y al seor Carlos Margotta Trincado. 8. El 31 de enero de 1995 la Comisin recibi de los peticionarios, un informe de la Comisin de Derechos Humanos de los Partidos de la Concertacin Democrtica de Chile (en adelante la delegacin chilena), en el que mencionaba que esta ltima Comisin intent hacer una visita in loco a los ciudadanos chilenos recluidos en el Per. Segn se afirm en dicho informe, el Gobierno peruano prohibi a la [d]elegacin [c]hilena entrevistarse con los reclusos [c]hilenos, esto a pesar de que la delegacin pudo visitar el Penal de Yanamayo [...], donde se encuentran actualmente encarcelados los peticionarios. Este informe fue transmitido al Estado el 20 de marzo de 1995. 9. El 8 de marzo de 1995 la Comisin recibi informacin adicional enviada por el Per sobre el estado jurdico del caso de Jaime Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez y Lautaro Mellado Saavedra a travs del cual establece que[m]ediante oficio Nro. 09-FG/CSJM, de fecha 15.02.95, el Fiscal General del Consejo Supremo de Justicia Militar, Mayor Gral. FAP Enrique Quiroga Carmona, comunica que [Jaime Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez y Lautaro Mellado Saavedra] fueron sentenciados a cadena perpetua, sealando [con respecto al primero que] a travs de su abogado Dr. Grimaldo Achaui Loayza, present un recurso de casacin contra la ejecutoria que lo condenaba, la misma que fue declarada improcedente por resolucin del Tribunal Supremo Militar Especial de fecha 14.09.94.

Esta informacin fue transmitida a los peticionarios el 16 de marzo de 1995. 10. Por nota del 6 de junio de 1995, el Per inform, mediante oficio No. 316-95 de 2 de junio de 1995, sobre el estado de salud y la situacin jurdica de tres de las presuntas vctimas. El Per afirm que[s]e solicit al Fiscal Superior Decano de Puno, mediante [oficio No.] 22395 MP-FN-FEDPDH-DH-V, de fecha 18.04.95, disponga la verificacin del estado de salud de [Jaime Castillo Petruzzi y Lautaro Mellado Saavedra], as como se informe sobre su situacin jurdica actual. Mediante [oficio No.] 09-FG-CSJM, de fecha 15.02.95, el Fiscal General del Consejo Supremo de Justicia Militar comunica que los mismos haban sido sentenciados a Cadena Perpetua[.]

Agreg adems que

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[m]ediante [oficio No.] 222-95-MP-FN-FEDPDH-DH-V, de fecha 18.04.95, se solicit al Director del Establecimiento Penal de Mxima Seguridad para Mujeres-Chorrillos, informacin sobre la situacin jurdica y verificacin del estado de salud de las referidas internas [entre quienes estaba Mara Concepcin Pincheira Sez. Se asegur que esta informacin no fue obtenida en esa oportunidad].

Esta informacin fue ampliada el 7 de noviembre de 1995 estableciendo que Mara Concepcin Pincheira Sez haba sido sentenciada a cadena perpetua por el delito de traicin a la patria y que fue asesorada por el Dr. Castaeda, durante todo el proceso. Refiere problemas de salud y hostigamiento [por] parte de las internas. Dicha informacin fue enviada a los peticionarios el 30 de los mismos mes y ao. 11. El 14 de junio de 1996 los peticionarios solicitaron a la Comisin que adoptara medidas cautelares en favor de las supuestas vctimas, debido a la posibilidad de que stas fueran trasladadas a un centro de reclusin inhabitable. La Comisin solicit informacin sobre este asunto al Estado, que mediante nota de 16 de julio de 1996 inform que no exista disposicin alguna para trasladar a los internos de nacionalidad chilena a otro centro penitenciario, de conformidad con la ejecutoria del Tribunal Supremo Militar Especial, el cual dispuso que la condena de cadena perpetua debera ser cumplida en el Penal de Yanamayo, en Puno. 12. El 19 de noviembre de 1996 la Comisin inform al Estado que en su 93 Perodo de Sesiones consider admisible el caso No. 11.319 y se puso a disposicin de las partes para llegar a una solucin amistosa. El 6 de febrero de 1997 el Per rechaz la propuesta de solucin amistosa, basndose en que las supuestas vctimas fueron procesad[a]s, sentenciad[a]s y condenad[a]s de conformidad con las disposiciones contenidas en el Decreto Ley No. 25659 y el Decreto Ley No. 25708, que regulan el delito de traicin a la patria y el procedimiento correspondiente. Adems, seal que se haban observado las normas del debido proceso y el principio de territorialidad establecido en el artculo 1 del Cdigo Penal peruano. 13. El 17 de diciembre de 1996 la Comisin recibi un informe del Consejo Supremo de Justicia Militar del Per, en el que se sealaba que los tribunales peruanos son competentes para conocer los casos seguidos contra las supuestas vctimas, ya que los delitos imputados a stas se cometieron en la jurisdiccin peruana, y en virtud de que la territorialidad de la ley penal es independiente de la nacionalidad del autor. Adems, el Estado seal que en dichos casos se observ el debido proceso, la instancia plural, la tutela jurisdiccional y la motivacin de las resoluciones. 14. El 18 de diciembre de 1996 los peticionarios solicitaron a la Comisin que adoptara medidas cautelares para resguardar la integridad fsica de las supuestas vctimas, tomando en cuenta las circunstancias derivadas del secuestro efectuado en la Embajada del Japn en el Per por miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), con el que aqullas haban sido relacionadas. 15. El 11 de marzo de 1997 la Comisin aprob el Informe 17/97, en cuya parte final seal[...] 86. Que el Estado del Per, al haber condenado a Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Saz, Lautaro Enrique Mellado Saavedra y Alejandro Astorga Vldez, conforme a los Decretos

6Ley No. 25.475 y No. 25.659, ha violado las garantas judiciales que establece el artculo 8, prrafo 1 as como los derechos a la nacionalidad y a la proteccin judicial reconocidos respectivamente en los artculos 20 y 25 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos [en adelante la Convencin o la Convencin Americana], en conexin con el artculo 1.1. de la misma. 87. Que el delito de traicin a la patria que regula el ordenamiento jurdico del Per, viola principios de derecho internacional universalmente aceptados, de legalidad, debido proceso, garantas judiciales, derecho a la defensa y derecho a ser odo por tribunales imparciales e independientes; y en consecuencia, Acuerda [recomendar] al Estado del Per que: 88. Declare la nulidad de los procedimientos seguidos en el Fuero Privativo Militar por Traicin a la Patria en contra de Jaime Castillo Petruzzi, Lautaro Mellado Saavedra, Mara Concepcin Pincheira Sez y Alejandro Astorga Vldez y disponga que el juzgamiento de estas personas se lleve a cabo en un nuevo juicio ante el Fuero Comn y, con plena observancia de las normas del debido proceso legal, y 89. La Comisin con base al artculo 50 de la Convencin, solicita al Estado peruano que en un plazo de 2 meses informe a la Comisin sobre las medidas que hubiese adoptado en cumplimiento de las recomendaciones que se formulan en el presente informe, el cual tiene carcter reservado y no debe darse a publicidad.

16. El 24 de abril de 1997 el Informe 17/97 fue transmitido al Per, con la solicitud de que hiciera saber a la Comisin, dentro de un plazo de dos meses, las medidas adoptadas al respecto. 17. Tras haber solicitado y recibido una prrroga hasta el 8 de julio de 1997, el Estado present un informe, en el que rebati las conclusiones de la Comisin y afirm la legitimidad de sus actuaciones. 18. El 27 de junio de 1997 la Comisin tom la decisin de enviar este caso a la Corte. IV PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE 19. Al presentar la demanda a la Corte el 22 de julio de 1997, la Comisin invoc el artculo 51.1 de la Convencin Americana y solicit a la Corte que decidiera si hubo violacin de los artculos 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8 (Garantas Judiciales), 20 (Derecho a la Nacionalidad), 29 (Normas de Interpretacin) en relacin con la Convencin de Viena sobre Relaciones Consulares; y 1.1 (Obligacin de respetar los derechos) y 51.2, todos ellos de la Convencin Americana. 20. La Comisin Interamericana design como delegados a los seores Oscar Lujn Fappiano, Carlos Ayala Corao y Claudio Grossman; como abogada a la seora Christina M. Cerna, y como asistentes a los seores Vernica Reyna, Nelson Caucota, Jaime Castillo Velasco y Enrique Correa. De acuerdo con el artculo 22.2 del Reglamento, inform tambin a la Corte que los dos primeros asistentes actuaran como

7 denunciantes originales y los dos ltimos, como representantes de las supuestas vctimas. 21. Por nota de 31 de julio de 1997, luego del examen preliminar de la demanda realizado por el Presidente de la Corte (en adelante el Presidente), la Secretara de la Corte (en adelante la Secretara) notific aqulla al Estado y le inform que dispona de los siguientes plazos: cuatro meses para presentar su contestacin, un mes para nombrar agente y agente alterno y dos meses para oponer excepciones preliminares. Estos plazos correran a partir de la notificacin de la demanda. Por comunicacin de la misma fecha, se invit al Per a designar juez ad hoc. 22. Mediante comunicaciones de fechas 26 y 28 de agosto de 1997 la Comisin present una versin corregida del texto en espaol de la demanda, y seal que aqulla contena correcciones de errores menores, sobre todo de estilo [y] debera reemplazar la versin anterior que fuera sometida a la Corte el 22 de julio de 1997. Dicha versin corregida fue transmitida al Estado el 2 de septiembre de 1997. 23. El 3 de septiembre de 1997 el Per comunic a la Corte la designacin del seor Fernando Vidal Ramrez como juez ad hoc. 24. El 5 de septiembre de 1997 el Per design agente al seor Mario Cavagnaro Basile y agente alterno al seor Walter Palomino Cabezas. 25. El 22 de septiembre de 1997 el Estado solicit que la Corte precisara si deba tenerse como vlida la nueva versin de la demanda (supra 22) o si, por el contrario, se mantena la de 22 de julio del mismo ao. 26. El 24 de septiembre de 1997 la Secretara, siguiendo instrucciones del Presidente, inform al Per que en vista de la solicitud de aclaracin del Estado y para asegurar la transparencia del proceso, el propio Presidente haba decidido suspender el curso de los plazos para contestar la demanda y oponer excepciones preliminares, hasta que la Comisin presentara las aclaraciones referentes a las correcciones hechas al texto original de la demanda. 27. El 1 de octubre de 1997 el Per present un escrito, en el que hizo valer las siguientes excepciones preliminares: Primera Excepcinfalta de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per al tiempo en que la Comisin Interamericana de Derechos Humanos admiti a trmite conforme al artculo 37 de su Reglamento, el reclamo a favor de los ciudadanos chilenos Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez, Lautaro Enrique Mellado Saavedra y Alejandro Astorga Valds.

Segunda Excepcinfalta de competencia de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para conocer, la primera, la denuncia interpuesta por la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) en relacin con los citados ciudadanos chilenos; y la segunda, de tramitar esta demanda al haberse interpuesto la denuncia original sin que se hubiese acreditado el agotamiento de la jurisdiccin interna del Per.

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Tercera Excepcinfalta de reclamacin previa y de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per [con respecto a] la presunta violacin [del artculo 29 de la Convencin en relacin con] la Convencin de Viena sobre Relaciones Consulares.

Cuarta Excepcinfalta de reclamacin previa y de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per con relacin a la pretensin expuesta en el punto 6) del escrito de demanda, para que la Corte ordene al Estado peruano la inmediata libertad de Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez, Lautaro Enrique Mellada (sic) Saavedra y Alejandro Astorga Valds y que los indemnice.

Quinta Excepcinfalta de personera de quien a nombre de la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) present la denuncia No. 11.319 contra el Estado peruano ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos y de la falta de legitimidad para obrar de la citada fundacin.

Sexta Excepcinfalta de legitimidad para obrar de la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas y de los que la Comisin refiere en los puntos 13) y 14) del escrito de demanda como otro grupo de denunciantes o segundo grupo de peticionarios [y soberana].

Sptima Excepcinprematura decisin de la Honorable Comisin de enviar el presente caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Octava Excepcinambigedad en el modo de proponer la demanda.

Novena Excepcincaducidad de la demanda.

Dcima Excepcindesconocimiento de los principios de] soberana y jurisdiccin.

En cuanto a las excepciones primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y octava, el Estado solicit que la Corte las declarara fundadas o reservara el pronunciamiento correspondiente para la resolucin sobre el fondo del asunto. En cuanto a las excepciones sptima, novena y dcima, solicit que se declararan fundadas y se archivara la demanda. 28. El 6 de octubre de 1997 la Comisin present a la Corte una comunicacin, a la que agreg una lista de correcciones efectuadas [...] a la demanda de 22 de julio de 1997 (supra 26). El da siguiente la Secretara, por instrucciones del Presidente,

9 solicit al Per que presentara, a ms tardar el 13 de octubre del mismo ao, sus observaciones a las aclaraciones efectuadas por la Comisin. Dichas observaciones no fueron recibidas. 29. Por resolucin de 15 de octubre de 1997 el Presidente decidi1. Aclarar que el texto original de [la] demanda presentado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 22 de julio de 1997 por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en este caso, es el documento que las partes deben tener como vlido para preparar su defensa y alegatos. 2. Incorporar al texto original de la demanda nicamente las correcciones presentadas por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en su escrito de 6 de octubre de 1997. 3. Declarar improcedente la solicitud de la Comisin de que se reemplace el texto original de la demanda con el texto presentado a la Corte el 26 y 28 de agosto de 1997. 4. Continuar con la tramitacin del presente caso y reanudar el plazo para contestar la demanda, el cual vencer el 27 de diciembre de 1997. 5. Reanudar el plazo para interponer excepciones preliminares, el cual vencer el 27 de octubre de 1997 y solicitar al Estado que indique si ratifica el contenido de su escrito de 1 de octubre de 1997.

30. El 17 de octubre de 1997 el Estado ratific su escrito de excepciones preliminares, presentado el 1 de los mismos mes y ao (supra 27). 31. El 22 de octubre de 1997 la Secretara recibi copia del expediente original tramitado ante la Comisin. 32. El 21 de noviembre de 1997 la Comisin present sus alegatos escritos sobre las excepciones preliminares interpuestas por el Per y solicit a la Corte que las declarara infundadas. 33. El 12 de diciembre de 1997 el Per solicit una prrroga hasta el 5 de enero de 1998 para la presentacin de su escrito de contestacin de la demanda. El 15 de diciembre de 1997, la Secretara, siguiendo instrucciones del Presidente, inform al Estado queel plazo de presentacin de la contestacin de la demanda es improrrogable. No obstante, la Corte permanecer cerrada a partir del medio da del 24 de diciembre del presente ao y abrir de nuevo el da 5 de enero de 1998, razn por la cual el Ilustrado Estado del Per podra presentar hasta esa fecha dicha contestacin.

34. El 5 de enero de 1998 el Estado present la contestacin de la demanda, en la cual solicit que la Corte declarase aqulla infundada en todas sus partes. 35. El 19 de enero de 1998 el Estado solicit [...] tener por impugnado el instrumento que la Comisin anex a sus alegatos sobre las excepciones preliminares, por medio del cual se hace constar la personera jurdica de FASIC, a la que en esa comunicacin se alude como la Fundacin de Ayuda Social de Fieles de las Iglesias Cristianas.

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36. El 22 de enero de 1998 la Comisin remiti copia de documentacin que le haba sido enviada por FASIC, relacionada con la personalidad jurdica de sta. 37. El 17 de febrero de 1998, de acuerdo con una solicitud hecha por la Comisin el 11 del mismo mes, la Secretara solicit al Estado el envo de diversos folios relativos a los medios probatorios aportados con la contestacin de la demanda. El Estado cumpli dicho requerimiento el 23 de marzo del ao citado. 38. Por resolucin de 9 de marzo de 1998 el Presidente convoc a la Comisin Interamericana y al Per a una audiencia pblica que se celebrara en la sede de la Corte el 8 de junio siguiente, para conocer sus puntos de vista sobre las excepciones preliminares interpuestas. 39. Mediante escrito de 17 de marzo de 1998 el Estado manifest que los documentos presentados por la Comisin el 22 de enero de 1998 (supra 36) no hacan ms que confirmar sus cuestionamientos sobre la personera de la fundacin peticionaria e impugn uno de ellos. 40. El 19 de marzo de 1998 la Secretara, siguiendo instrucciones del Presidente, inform al Estado que las partes pertinentes del expediente tramitado ante la Comisin fueron aportadas por sta oportunamente y se encuentran en poder de la Corte, en razn de que el Per haba requerido tanto en su escrito de excepciones preliminares como en su contestacin de la demanda que la Comisin exhibiera todo lo actuado en este caso. 41. El 19 de marzo de 1998 la Secretara, siguiendo instrucciones del Presidente, solicit al Estado copia autenticada de las leyes y disposiciones reglamentarias aplicadas en los procesos tramitados ante la jurisdiccin peruana contra las supuestas vctimas en este caso, as como de los expedientes judiciales completos de dichos procesos. 42. El 14 de abril de 1998 el Estado inform a la Corte que las disposiciones legales solicitadas haban sido presentadas como parte del acervo probatorio en el caso Loayza Tamayo, y pidi que se indicara qu piezas del expediente judicial relativo a las supuestas vctimas en este caso sera necesario presentar, ya que aqul [constituye] un voluminoso conjunto de documentos que involucran tambin a numerosas personas distintas a las que se refiere esta demanda. 43. El 27 de abril de 1998 la Comisin reiter su solicitud sobre la presentacin de las leyes y dems disposiciones reglamentarias aplicadas en los procesos realizados por la jurisdiccin peruana contra Jaime Francisco Castillo Petruzzi y [o]tros, as como de todas aquellas partes pertinentes de los expedientes judiciales referentes a estos casos. Adems, la Comisin se opuso a la utilizacin de los mismos documentos que contienen las leyes y disposiciones presentadas en el caso Loayza Tamayo, argumentando que se trata de expedientes distintos. El 7 de julio de 1998, la Secretara, siguiendo instrucciones de la Corte, solicit al Estado la presentacin de las partes pertinentes del expediente judicial del proceso seguido en el Per contra Jaime Francisco Castillo Petruzzi y otros, e inform a ambas partes que se integraran al expediente las disposiciones legales consignadas en el caso Loayza Tamayo. 44. La audiencia pblica tuvo lugar en la sede de la Corte el 8 de junio de 1998.

11 Comparecieron por el Estado del Per: Walter Palomino Cabezas, agente alterno, Ana Retegui Napur, asesora, y Jennie Vizcarra Alvizuri, asesora; por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos: Oscar Lujn Fappiano, delegado, Christina Cerna, abogada, Vernica Reyna, asistente, y Nelson Caucota, asistente. 45. El 14 de julio de 1998 la Secretara, siguiendo instrucciones de la Corte, solicit a la Comisin que remitiera el acta de la sesin en la que acord enviar el presente caso a la Corte, as como de cualquier documento en el que se hiciese constar que las supuestas vctimas conocan de las gestiones hechas en su favor ante la Comisin, independientemente de que los gestores contaran o no con poderes expedidos por sus familiares. El 29 de julio de 1998 la Comisin envi los documentos solicitados. 46. El 14 de julio y el 3 de agosto de 1998 la Secretara, siguiendo instrucciones de la Corte, solicit al Estado el envo del oficio nmero 521-DIVICOTE-DINCOTE, de 19 de octubre de 1993. El Estado remiti a la Corte la documentacin solicitada, la cual fue recibida en la Secretara de la Corte el 7 de agosto de 1998. 47. El 24 de agosto de 1998 el Estado objet la minuta de la Comisin (supra 45), porque estaba redactada en idioma ingls y solicit que se aportara en espaol. El 25 de agosto de 1998, la Secretara, siguiendo instrucciones del Presidente, envi al Estado y a la Comisin una traduccin para que stos conocieran el contenido del documento mencionado. El plazo otorgado para este efecto expir el 28 de agosto de 1998 sin que se recibiesen en la Secretara observaciones de las partes. 48. El 1 de septiembre de 1998 el Estado inform sobre algunas cuestiones relacionadas con la asistencia consular de Chile en el Per. Esta comunicacin fue transmitida el 3 de septiembre a la Comisin, con la solicitud de que hiciera llegar a la Corte cualquier observacin que estimara pertinente dentro de las 24 horas siguientes. V COMPETENCIA 49. El Per es Estado Parte en la Convencin Americana desde el 28 de julio de 1978 y acept la competencia contenciosa de la Corte el 21 de enero de 1981. En consecuencia, la Corte es competente, en los trminos del artculo 62.3 de la Convencin, para conocer las excepciones preliminares presentadas por el Estado.

VI CONSIDERACIONES PREVIAS

12 50. Las excepciones planteadas por el Per se refieren, fundamentalmente, a los siguientes asuntos procesales: agotamiento de los recursos internos (cfr. primera, segunda, tercera y cuarta excepciones), personalidad jurdica y legitimacin (cfr. quinta y sexta excepciones), prematura decisin de envo del caso a la Corte (cfr. sptima excepcin), ambigedad en el modo de proponer la demanda (cfr. octava excepcin), caducidad de la demanda (cfr. novena excepcin) y soberana y jurisdiccin (cfr. dcima excepcin). Se examinarn en seguida dichas excepciones bajo rubros generales en que se indica el tema fundamental que estas excepciones abordan, sin perjuicio de hacer los reenvos pertinentes, para evitar reiteraciones innecesarias, y de que en cada caso se analicen, adems, otros asuntos mencionados por el Per en su explicacin de las respectivas excepciones. VII AGOTAMIENTO DE LOS RECURSOS INTERNOS Primera excepcin 51. La primera excepcin interpuesta por el Estado se refiere a lafalta de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per al tiempo en que la Comisin Interamericana de Derechos Humanos admiti a trmite conforme al artculo 37 de su Reglamento, el reclamo a favor de los ciudadanos chilenos Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira Sez, Lautaro Enrique Mellado Saavedra y Alejandro Astorga Valds.

52. La Corte resume en los siguientes trminos los alegatos del Estado y de la Comisin en lo que respecta a esa excepcin: a. El Estado seal que la Comisin Interamericana recibi e inici la tramitacin de la denuncia el 28 de enero de 1994, cuando estaba pendiente un proceso en el Per contra las supuestas vctimas. El 3 de mayo de 1994 el Tribunal Supremo Militar Especial del Consejo Supremo de Justicia Militar conden a aqullas por la comisin del aludido ilcito penal. La denuncia presentada por Vernica Reyna, Jefa del Departamento Jurdico de FASIC, se refera a tres de las supuestas vctimas; la presunta cuarta vctima, Alejandro Astorga Valds, fue agregada posteriormente. En la audiencia pblica el Per seal que la Comisin le comunic la denuncia el 29 de junio de 1994. El Estado manifest que la Comisin incumpli lo estipulado en los artculos 46.1.a) y 47.a) de la Convencin, el artculo 37 de su Reglamento y los artculos 18 y 19 a) de su Estatuto. b. La Comisin seal que la denuncia fue transmitida al Per el 29 de junio del mismo ao, despus de que el Consejo Supremo de Justicia Militar emitiera la sentencia condenatoria, de 3 de mayo de ese ao. Agreg que, en su concepto, ni siquiera hubiera sido necesario agotar los recursos internos, dado que los Decretos-Ley nmero 25.659 y 25.708 sobre el delito de traicin a la patria y las correspondientes normas procesales, as como su aplicacin al caso concreto, no se ajustan a las garantas fundamentales del debido proceso. Durante la audiencia pblica, la Comisin advirti que su planteamiento se sustenta en la excepcin a la regla de agotamiento de recursos internos (artculo 46.2 de la Convencin) y seal que este punto no fue invocado oportunamente ante ella.

13 53. En lo que respecta a esta primera excepcin propuesta por el Estado, la Corte no considerar las calificaciones de ambas partes sobre la naturaleza del proceso seguido en contra de las supuestas vctimas, por lo que toca a su conformidad con los principios del debido proceso legal recogido en la Convencin. En efecto, tomando en cuenta el carcter de este asunto, el Tribunal estima que el anlisis correspondiente debe reservarse para el pronunciamiento de fondo sobre la controversia planteada. 54. La Corte advierte que si bien la Comisin recibi la denuncia acerca de este caso cuando el procedimiento penal se hallaba pendiente de resolucin definitiva en ltima instancia, ante la justicia militar, la mera presentacin de aqulla no motiv que la Comisin iniciara el trmite del asunto. En rigor, no debiera confundirse el recibo de una denuncia, que deriva de un acto del denunciante, con la admisin y tramitacin de aqulla, que se concreta en actos especficos de la propia Comisin, como lo es la resolucin que admite la denuncia, en su caso, y la notificacin al Estado acerca de sta. 55. Es necesario observar que en este caso el trmite comenz varios meses despus de la presentacin de la denuncia, cuando ya exista sentencia definitiva del rgano de justicia militar de ltima instancia. Fue precisamente entonces cuando la Comisin hizo saber al Per, mediante notificacin de 29 de junio de 1994, la denuncia presentada y requiri sus observaciones sobre ella, para que el Estado pudiera aducir en su defensa lo que creyese pertinente. 56. Tambin seala que el Estado no aleg ante la Comisin la falta de agotamiento de los recursos de jurisdiccin interna. Al no hacerlo, prescindi de un medio de defensa que la Convencin establece en su favor e incurri en admisin tcita de la inexistencia de dichos recursos o el oportuno agotamiento de stos, como se ha sealado en procedimientos ante rganos de la jurisdiccin internacional (as, la Corte Europea ha sostenido que las excepciones de inadmisibilidad deben ser presentadas al iniciarse el trmite ante la Comisin, salvo que el Estado no hubiese podido invocarlas oportunamente, por razones no imputables a l (cfr. Eur. Court H. R., Artico judgment of 13 May 1980, Series A No. 37, prrs. 24 y ss.; Eur. Court H. R., judgment of Foti and others of 10 December 1982, Series A No. 56, prrs. 46 y ss.; Eur. Court H. R., Corigliano judgment of 10 December 1982, Series A No. 57, prrs. 31 y ss.; Eur. Court H.R., Bozano judgment of 18 December 1986, Series A No. 111, prr. 44; Eur. Court H. R., Ciulla case, decision of 23 March 1988, Series A No. 148, prrs. 28 y ss. y Eur. Court H. R., de Jong, Baljet and van den Brick judgment of 22 May 1984, Series A No. 77, prrs. 35 y ss.) y lo ha sostenido esta Corte en anteriores decisiones (Asunto de Viviana Gallardo y otras. No. G 101/81. Serie A, prr. 26; Caso Velsquez Rodrguez, Excepciones Preliminares, Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 1, prrs. 88, 89; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, Excepciones Preliminares, Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2, prrs. 87, 88; Caso Godnez Cruz, Excepciones Preliminares, Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 3, prrs. 90, 91; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, Sentencia del 15 de marzo de 1989. Serie C No. 6, prr. 109; Caso Neira Alegra y Otros, Excepciones Preliminares, Sentencia de 11 de diciembre de 1991. Serie C No. 13, prr. 30; Caso Gangaram Panday, Sentencia de 21 de enero de 1994. Serie C No. 16, prrs. 38 y 40; Caso Castillo Pez, Excepciones Preliminares, Sentencia de 30 de enero de 1996. Serie C No. 24, prr. 40; Caso Loayza Tamayo, Excepciones Preliminares, Sentencia de 31 de enero de 1996. Serie C No. 25, prr. 40; complementariamente a los fallos anteriores, en cuanto a la oportunidad para presentar defensas, la Corte se ha pronunciado en el Caso Caballero Delgado y Santana, Excepciones Preliminares, Sentencia de 21 de enero de 1994. Serie C No. 17, prr. 60)).

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57.

Por consiguiente, la Corte estima que esta excepcin preliminar es inadmisible. Segunda excepcin

58.

La segunda excepcin interpuesta por el Estado se refiere a lafalta de competencia de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para conocer, la primera, la denuncia interpuesta por la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) en relacin con los citados ciudadanos chilenos; y la segunda, de tramitar esta demanda al haberse interpuesto la denuncia original sin que se hubiese acreditado el agotamiento de la jurisdiccin interna del Per.

59. La Corte resume de la siguiente manera las posiciones del Estado y de la Comisin al respecto: a. El Estado seal que la Comisin recibi e inici la tramitacin de la denuncia cuando todava estaba en curso la accin penal contra las supuestas vctimas, y afirm que aqulla est facultada para conocer un asunto cuando se han agotado los recursos internos y que el incumplimiento de esta norma acarrea la incompetencia de la Comisin y [...] determina que la Corte carezca igualmente de competencia para asumir jurisdiccin y emitir un pronunciamiento vlido sobre el fondo de la cuestin controvertida. El Estado resalt que las supuestas vctimas o sus abogados pudieron interponer las acciones de hbeas corpus o de amparo y no lo hicieron. b. La Comisin apunt que esta segunda excepcin slo repite la primera. Observ que en octubre de 1993, por las circunstancias del proceso y por ser aplicable el artculo 6 del Decreto-Ley No. 25.659, se les prohibi [a las supuestas vctimas la posibilidad de] la interposicin de la accin de [h]beas corpus o de amparo. Adems, la Comisin afirm que pese a que el 25 de noviembre de 1993 se modific el Decreto-Ley citado a travs del Decreto-Ley No. 26.248, permitiendo la interposicin del recurso de hbeas corpus en casos de traicin a la patria, esta modificacin legal se produjo con mucha posterioridad a la sentencia definitiva, firme y ejecutoriada dictada por el fuero privativo militar; lo que hace que el recurso result[e] ineficaz por inoportuno. Asimismo, advirti que no poda interponerse este recurso, ya que se refera a los mismos hechos por los que se haba juzgado a los detenidos. Igualmente, la Comisin subray que el Estado no haba demostrado la efectividad de dicho recurso para la liberacin de personas juzgadas por un tribunal militar sin rostro. 60. El principal asunto que se aborda en esta segunda excepcin, la falta de agotamiento oportuno de los recursos de jurisdiccin interna, ha sido analizado a propsito de la primera excepcin (supra 53 a 56), y por ello la Corte no estima necesario volver sobre las consideraciones que ya ha formulado. 61. En el desarrollo de la segunda excepcin esgrimida por el Estado se alude especficamente a los recursos de hbeas corpus y amparo. En previas resoluciones, la Corte ha sostenido que el hbeas corpus es, en efecto, el recurso idneo para combatir violaciones al derecho a la libertad personal (El hbeas corpus bajo suspensin de garantas (arts. 27.2, 25.1 y 7.6 Convencin Americana sobre Derechos Humanos), Opinin Consultiva OC-8/87 de 30 de enero de 1987. Serie A No. 8, prrs. 35 y 42).

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62. En este orden de cosas, conviene recordar que el artculo 6.4 del Decreto-Ley No. 26.248, de 12 de noviembre de 1993, que modific en este punto al Decreto-Ley No. 25.659, aplicado a las presuntas vctimas, dispone que no son admisibles las acciones de hbeas corpus sustentadas en los mismos hechos o causales, materia de un procedimiento en trmite, o ya resuelto. En cuanto al amparo, el Decreto-Ley 25.659 exclua el acceso a esa garanta, y no se ha probado que se hubiera producido una modificacin a dicho ordenamiento para autorizar el empleo de ese recurso. Es pertinente recordar que en el caso Loayza Tamayo esta Corte consider que las personas acusadas y procesadas, de acuerdo con lo dispuesto en el referido DecretoLey No. 25.659, no tenan acceso al derecho de peticin relacionado con las salvaguardas del derecho de libertad personal (Caso Loayza Tamayo, Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C No. 33, prr. 52). 63. Por lo dems, al proponer la excepcin que ahora se analiza, el Estado no explor la aplicabilidad del hbeas corpus y del amparo a este caso, ni demostr, en general, la eficacia de esos recursos en asuntos como el presente, es decir, que los mismos fuesen adecuados y operasen en la realidad. Es evidente, y as lo ha resuelto la Corte, que corresponde al Estado acreditar la efectividad de los recursos internos cuya aplicabilidad sostiene (Asunto de Viviana Gallardo y otras, supra 56; Caso Velsquez Rodrguez, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Godnez Cruz, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Velsquez Rodrguez, Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, prr. 64; Caso Godnez Cruz, Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5, prr. 67; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, supra 56; Caso Neira Alegra y Otros, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Gangaram Panday, supra 56; Caso Caballero Delgado y Santana, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Castillo Pez, Excepciones Preliminares, supra 56; Caso Loayza Tamayo, Excepciones Preliminares, supra 56). 64. En razn de lo anterior, la Corte considera que esta excepcin preliminar es inadmisible. Tercera excepcin 65. La tercera excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la falta de reclamacin previa y de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per respecto a la presunta violacin del artculo 29 de la Convencin Americana, en relacin con la Convencin de Viena sobre Relaciones Consulares. 66. La Corte resume como sigue los alegatos del Estado y de la Comisin sobre este punto: a. El Estado afirm que ha brindado todas las facilidades a los funcionarios consulares de Chile para que visiten a las personas de su nacionalidad detenidas. Manifest que el Informe 17/97, no contiene recomendacin alguna sobre la supuesta violacin del artculo 29 de la Convencin Americana, en combinacin con la Convencin de Viena sobre Relaciones Consulares, y que al no haber sido agotada la jurisdiccin interna peruana en lo que se refiere a esta cuestin, la Corte debi rechazar este extremo de la demanda. En la audiencia pblica, el Estado mencion que el informe de la visita de la delegacin chilena, no fue materia de debate y discusin a nivel de la Comisin Interamericana, [ni] materia del informe confidencial.

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b. La Comisin afirm que ni la Convencin Americana ni el Reglamento establecen que la demanda deba ser una rplica exacta del informe previsto en el artculo 50 de la Convencin. Aadi que en el Informe 17/97 se manifest que la delegacin chilena, a la que se prohibi visitar a las supuestas vctimas, remiti un informe al Estado el 20 de marzo de 1995, en el que seal que el artculo 20 del Decreto-Ley No. 25.475 contraviene las normas de la Convencin de Viena sobre Relaciones Consulares, ya que autoriza la incomunicacin total de los reos. El 6 de junio de 1995 el Estado envi sus observaciones a dicho informe y no aludi a la suspensin de visitas. Durante la audiencia pblica ante la Corte, la Comisin indic que no haba incluido en su informe lo relativo a la visita consular, en virtud de que los detenidos ya haban sido condenados y por ello no haba posibilidad de reparacin porque el dao era ya inferido e irrevocable. 67. El punto que aqu se aborda pudiera ser examinado a la luz de diversos hechos y consideraciones, como son: la comunicacin de 19 de octubre de 1993 que el Estado manifiesta haber dirigido a la representacin consular de Chile en el Per sobre la detencin de las presuntas vctimas y acerca de la cual exhibe copia en la que figura el sello de recibo en la oficina consular correspondiente el 20 del mismo mes y ao; las caractersticas de la comisin de la delegacin chilena que intent entrevistarse con las supuestas vctimas en el reclusorio de Yanamayo, comisin que estaba integrada por miembros del Poder Legislativo de Chile y las constancias que existen en el expediente acerca de la realizacin de visitas consulares a Mara Concepcin Pincheira Sez. La Corte no analizar estos extremos, que corresponderan al fondo del caso. 68. En cambio, el Tribunal considera pertinente sealar que la Comisin no plante este punto en su Informe 17/97. Si bien es cierto que la demanda no ha de ser, necesariamente, una simple reiteracin del informe rendido por la Comisin, tambin lo es que no debiera contener conceptos de violacin que el Estado no conoci durante la etapa del procedimiento que se sigue ante la propia Comisin, y que por eso mismo no pudo desvirtuar oportunamente. No sobra recordar que en esa etapa el Estado dispone de la posibilidad de admitir los hechos aducidos por los denunciantes, rechazarlos motivadamente o procurar una solucin amistosa que evite la remisin del asunto a la Corte. Si el Estado no conoce ciertos hechos o determinadas afirmaciones que luego se presentarn en la demanda, no puede hacer uso de los derechos que le asisten en aquella etapa procesal. Es preciso observar que en este caso no se trata de alguna de las obligaciones generales instituidas en la Convencin Americana (artculos 1.1 y 2), cuyo cumplimiento debe examinar de oficio la Corte (cfr. Caso Cantoral Benavides, Sentencia de excepciones preliminares, Sentencia de 3 de septiembre de 1998. Serie C No. 40, prr. 46). 69. Por lo expuesto anteriormente, la Corte estima que esta excepcin preliminar es admisible. Cuarta excepcin 70. La cuarta excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la falta de reclamacin previa y de agotamiento de la jurisdiccin interna del Per con relacin a la pretensin expuesta en el punto 6) del escrito de demanda, para que la Corte ordene al Estado peruano la inmediata libertad de Jaime Francisco Castillo Petruzzi, Mara Concepcin Pincheira

17 Sez, Lautaro Enrique Mellad[o] Saavedra y Alejandro Astorga Valds y que los indemnice. 71. La Corte resume de la siguiente manera los alegatos del Estado y de la Comisin en torno a esa excepcin: a. El Estado seal que en el Informe 17/97 la Comisin se limit a solicitar la nulidad de los procedimientos seguidos en el fuero privativo militar contra las presuntas vctimas, a fin de que stas fueran juzgadas nuevamente ante el fuero comn. Sobre esta base, el Estado argument que ni la Comisin ni los peticionarios agotaron la jurisdiccin interna del Per y que las peticiones contenidas en la demanda deban referirse a los puntos establecidos en las conclusiones y recomendaciones del Informe. Durante la audiencia pblica, el Per agreg que el Estado se haba visto recortado en su derecho a alegar y tiene que hacerlo valer a modo de excepcin cuanto tambin se tratar en el fondo del asunto. b. La Comisin manifest que ni la Convencin ni el Reglamento se refieren a la supuesta necesidad de duplicar en la demanda ante la Corte, el mismo petitorio de las conclusiones y recomendaciones del informe [del] artculo 50. Seal, adems, que, por nota de 8 de julio de 1997, el Per present sus observaciones al Informe 17/97, y en ellas no se refiri a las medidas adoptadas para cumplir las recomendaciones recogidas en aqul. De conformidad con el principio non bis in idem, el Per no podra juzgar ante la jurisdiccin civil a las supuestas vctimas por los mismos hechos de los que haba conocido la justicia militar, por lo cual la Comisin solicit la nulidad de lo actuado. 72. La Corte se remite a las consideraciones formuladas con respecto a la falta de agotamiento de recursos de jurisdiccin interna, que examin a propsito de la primera excepcin (supra 53 a 56) y a las que aludi, asimismo, al referirse a la segunda excepcin propuesta por el Estado (supra 60). 73. Por otra parte, es pertinente mencionar el argumento del Estado sobre cierta incongruencia en la posicin que sustenta la Comisin, tomando en cuenta el conjunto de los planteamientos de sta. El Estado consider que la Comisin solicit, por una parte, la nulidad del proceso seguido en contra de las supuestas vctimas, que culmin en sentencia definitiva de condena y, por otra, requiri la inmediata libertad de aqullas. Aun cuando el planteamiento de estas peticiones pudo formularse en trminos ms rigurosos para evitar confusiones, la Corte estima que tal incongruencia es ms aparente que real. La anulacin de un proceso en el que ha recaido sentencia firme de condena no implica la apertura de uno nuevo contra la misma persona y por los mismos hechos porque se incurrira en una flagrante violacin del principio non bis in idem, sino que conlleva la inmediata y absoluta libertad del inculpado. La Corte, al analizar las expresiones de la Comisin, puede establecer el posible alcance de ellas, que se identifican en un doble objetivo: la nulidad del proceso, de un lado, y la libertad del inculpado, del otro, como natural efecto jurdico de aquella nulidad. 74. Por tales motivos, la Corte considera que esta excepcin preliminar es inadmisible. VIII

18 PERSONALIDAD JURDICA Y LEGITIMACIN Quinta excepcin 75. La quinta excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la falta de personera de quien a nombre de la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) present la denuncia No. 11.319 contra el Estado peruano ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos y de la falta de legitimidad para obrar de la citada fundacin. 76. A este respecto, la Corte resume los alegatos del Estado y de la Comisin como se indica en seguida: a. El Estado manifest que quien acta en nombre o en representacin de una persona jurdica tiene que estar debidamente autorizado por los estatutos de sta o contar con poder expreso. Ni la seora Vernica Reyna ni FASIC fueron acreditadas como representantes y como entidad no gubernamental reconocida en Chile, respectivamente. Durante la audiencia pblica, el Estado aadi que no estaba cuestionando la existencia de esa fundacin, sino la personera de quien present la denuncia en su nombre. b. La Comisin replic que no solicit a la fundacin que acreditara su personera jurdica cuando present la denuncia en este caso porque es una entidad conocida por la Comisin, que aparece en la Gua de Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos, publicada en 1991 por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos de San Jos, Costa Rica. Durante la audiencia pblica, la Comisin seal que siempre ha interpretado con criterio amplio este artculo 44 del que no se desprende la exigencia de que existan un mandato o una representacin especfica; basta con que acte un grupo de personas. 77. Con respecto a esta excepcin, la Corte hace notar que independientemente del examen que pudiera hacerse, si fuera indispensable, acerca de la existencia y las facultades de FASIC y de las personas que manifiestan actuar en su nombre, es claro que el artculo 44 de la Convencin permite que cualquier grupo de personas formule denuncias o quejas por violacin de los derechos consagrados por la Convencin. Esta amplia facultad de denuncia es un rasgo caracterstico del sistema de proteccin internacional de los derechos humanos. En el caso que nos ocupa, los promoventes son un grupo de personas, y por lo tanto, satisfacen una de las hiptesis previstas, para fines de legitimacin, en el citado artculo 44. La evidente acreditacin de esta circunstancia hace innecesario analizar el registro de FASIC y la relacin que con dicha fundacin guardan o dicen guardar quienes se ostentan como sus representantes. Esta consideracin se fortalece si se recuerda que, como ha manifestado la Corte en otras ocasiones, las formalidades caractersticas de ciertas ramas del derecho interno no rigen en el derecho internacional de los derechos humanos, cuyo principal y determinante cuidado es la debida y completa proteccin de esos derechos. En otras palabras, la inobservancia de ciertas formalidades no siempre es relevante, pues lo esencial es que se preserven las condiciones necesarias para que los derechos procesales de las partes no sean disminuidos o desequilibrados y para que se alcancen los fines para los cuales han sido diseados los distintos procedimientos (Caso Velsquez Rodrguez, Excepciones Preliminares, supra 56, prrs. 33 y 34; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, Excepciones Preliminares, supra 56, prrs. 38 y 39; Caso

19 Godnez Cruz, Excepciones Preliminares, supra 56, prrs. 36 y 37; Caso Paniagua Morales y Otros, Excepciones Preliminares, Sentencia de 25 de enero de 1996. Serie C No. 23, prr. 42 y Caso Caballero Delgado y Santana, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 44). En este mismo sentido se ha pronunciado la Corte Internacional de Justicia, cuando dice que sta al ejercer una jurisdiccin internacional, no est llamada a atribuir a las consideraciones de forma la misma importancia que ellas podran tener en el derecho interno (Mavrommatis Palestine Concessions, Judgment No. 2, 1924, P.C.I.J., Series A, No. 2, pg. 34; Legal Status of Eastern Greenland, Judgment, 1933, P.C.I.J., Series A/B, No. 53, pg. 71; Aegean Sea Continental Shelf, Judgment, I.C.J. Reports 1978, prr. 42). 78. La Corte ha agregado que pueden ser dispensadas ciertas formalidades a condicin de que exista equilibrio entre la justicia y la seguridad jurdica (Caso Cayara, Excepciones Preliminares, Sentencia de 3 de febrero de 1993. Serie C No. 14, prr. 42; Caso Paniagua Morales y Otros, Excepciones Preliminares, supra 77, prr. 38; Caso Castillo Pez, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 34 y Caso Loayza Tamayo, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 33). En el ejercicio de sus atribuciones para valorar el debido proceso ante la Corte (Caso Velsquez Rodrguez, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 34; Caso Fairn Garbi y Sols Corrales, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 39 y Caso Godnez Cruz, Excepciones Preliminares, supra 56, prr. 37), sta considera que en el presente caso se han respetado las cuestiones esenciales implcitas en las reglas de procedimiento de la Convencin. 79. Por lo anterior, la Corte estima que esta excepcin preliminar no es admisible. Sexta excepcin 80. La sexta excepcin interpuesta por el Estado se refiere a lafalta de legitimidad para obrar de la Fundacin de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas y de los que la Comisin refiere en los puntos 13) y 14) del escrito de demanda como otro grupo de denunciantes o segundo grupo de peticionarios [y a la soberana].

81. La Corte resume de la siguiente manera los alegatos del Estado y de la Comisin en lo que concierne a esta excepcin: a. El Estado advirti que las personas mencionadas anteriormente carecen de legitimidad, segn lo establecido en el artculo 44 de la Convencin, para plantear un cuestionamiento [sobre] actos soberanos realizados por las autoridades peruanas. Las presuntas vctimas ingresaron subrepticiamente al [Per] y se dedicaron a subvertir el orden establecido, asocindose con una organizacin terrorista. El cuestionamiento de los actos soberanos del Per se hace por una supuesta persona jurdica de derecho privado no peruana y/o terceras personas no identificadas o cuya identidad no es conocida por el Estado Peruano y que presuntamente tampoco tienen la nacionalidad peruana. Se trata de terroristas profesionales internacionales, como los han calificado las propias autoridades chilenas. Las presuntas vctimas desconocieron lo estipulado en el artculo 32 de la Convencin y lo establecido en la Constitucin peruana entonces vigente. Durante la audiencia pblica el Per advirti que esta excepcin toca aspectos que debern ventilarse en el fondo del asunto, por lo que [se] reserv[] el derecho en cuanto a sustentar[la].

20 b. La Comisin seal que [e]l paso de una cuestin de la esfera domstica a la internacional se hace en virtud de la existencia de un tratado u otra norma de derecho internacional, que impone una obligacin. Adems, seal que tal como se dijo al analizar la excepcin anterior, FASIC cuenta con personera jurdica para presentar una denuncia contra el Per. Advirti que tanto la Comisin como la Corte son competentes para examinar el presente caso, ya que el Per ratific la Convencin y acept la competencia de la Corte. Afirm que los inculpados, independientemente de que se trate de terroristas, mercenarios o delincuentes comunes, tienen los derechos consagrados en el artculo 8 de la Convencin. Frente a la reserva hecha por el Estado durante la audiencia pblica, la Comisin asegur que si las excepciones se oponen ahora, ahora hay que fundarlas. 82. Sobre esta excepcin, la Corte se atiene a las consideraciones que formul al examinar la legitimacin de FASIC y de sus representantes (supra 77). En cuanto a las manifestaciones acerca del principio de soberana y sus implicaciones en el presente caso, se remite al examen de la dcima excepcin (infra 101 a 102). 83. Por lo que toca a la materia exclusiva de esta sexta excepcin, la Corte subraya que no puede ni debe discutir o juzgar la naturaleza de los delitos atribuidos a las supuestas vctimas, ciertamente muy graves, que se halla reservada al juicio penal correspondiente. La Corte slo est llamada a pronunciarse acerca de violaciones concretas a las disposiciones de la Convencin, en relacin con cualesquiera personas e independientemente de la situacin jurdica que stas guarden y de la licitud o ilicitud de su conducta desde la perspectiva de las normas penales que pudieran resultar aplicables conforme a la legislacin nacional. 84. Una conducta de riesgo o lesin para los bienes jurdicos mencionados en el artculo 32 de la Convencin, invocado por el Per, determinara la intervencin de la justicia ordinaria para la determinacin de la responsabilidad que corresponda a quienes incurrieron en ella, pero no suprimira los derechos humanos de los inculpados ni les privara, por lo tanto, de la posibilidad de acceder a los rganos de la jurisdiccin internacional en esta materia. En otra oportunidad, la Corte se ha referido a la gravedad de los delitos real o supuestamente cometidos por la vctima, estimando que aqulla no conoce de la inocencia o culpabilidad del imputado, y que un pronunciamiento de esa naturaleza compete al tribunal penal interno (cfr. Caso Surez Rosero, Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35, prr. 37). 85. Por consiguiente, la Corte estima que esta excepcin preliminar es inadmisible. IX PREMATURA DECISIN DE ENVO DEL CASO A LA CORTE Sptima excepcin 86. La sptima excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la prematura decisin de la Honorable Comisin de enviar el presente caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 87. La Corte resume como sigue las posiciones del Estado y de la Comisin a este respecto:

21 a. El Estado aleg que la Comisin aprob en su 95 Perodo de Sesiones el Informe 17/97, que fue remitido al Estado el 24 de abril de 1997. El 5 de junio del mismo ao, se concedi al Per una prrroga para pronunciarse sobre ese Informe, que concluira el 8 de julio siguiente. A pesar de que estaba corriendo el plazo adicional, el 27 de junio de 1997 la Comisin decidi enviar el caso a la Corte. Segn el Estado, dicha decisin fue prematura y constituy un adelanto de opinin que invalid[] el accionar de la Comisin y vici[] de nulidad la interposicin de la demanda por infringir una garanta elemental relacionada con el derecho al debido proceso. b. La Comisin manifest que de acuerdo con el artculo 51 de la Convencin, poda enviar el caso a la Corte a ms tardar el 24 de julio de 1997. El 27 de junio de 1997 decidi hacerlo as, sujeto al eventual cumplimiento de las recomendaciones por parte del Per. El Per, mediante nota de 8 de julio de 1997, recibida por la Comisin el da 10, rechaz las recomendaciones contenidas en el Informe, por lo que sta aleg que no fue necesario reconsiderar la decisin adoptada. Adems, hizo notar que el Per no haba indicado en qu medida fue perjudicado por la decisin controvertida. Finalmente, durante la audiencia pblica la Comisin aadi que se vio en la necesidad de tomar esta decisin en virtud de que no funciona permanentemente. 88. En lo que concierne a esta excepcin, la Corte seala que la decisin adoptada por la Comisin sobre el envo del caso ante la Corte, decisin que aqulla explica en funcin de su sistema de trabajo y del calendario que rige sus sesiones, no se tradujo en la remisin inmediata de la demanda a la Corte. A este respecto, para ilustrar las consideraciones precedentes, es til recordar la sucesin de fechas relevantes en el examen de esta excepcin. La ampliacin de plazo solicitada por el Per y concedida por la Comisin conclua el 8 de julio de 1997. La decisin de esta ltima en el sentido de enviar el caso a la Corte se produjo el 27 de junio, sujetndose al eventual cumplimiento de las recomendaciones contenidas en el Informe, segn sostiene la Comisin. El Per hizo llegar sus observaciones el 10 de julio, y en ellas rechaz las recomendaciones de la Comisin. Finalmente, sta present la demanda el 22 de julio, es decir, casi un mes despus de haber resuelto hacerlo y dos semanas despus de que concluy la ampliacin del plazo inicial y de que el Estado se neg a atender las recomendaciones de la Comisin. Esta circunstancia demuestra que el Per no se vio afectado por una interrupcin de facto del plazo que tena a su favor, y fortalece el dicho de la Comisin en el sentido de que la ejecucin de su acuerdo de 27 de junio se hallaba supeditada a la respuesta que suministrara el Estado. Es manifiesto que la simple determinacin adoptada por la Comisin ese 27 de junio no caus perjuicio alguno al Estado. 89. Por todo lo anterior, la Corte considera que esta excepcin preliminar es inadmisible.

X AMBIGEDAD EN EL MODO DE PROPONER LA DEMANDA Octava excepcin

22

90. La octava excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la ambigedad en el modo de proponer la demanda. 91. La Corte resume de la siguiente manera los alegatos del Estado y de la Comisin: a. El Estado aleg que no hay coincidencia entre el objeto de la demanda y la peticin que en sta se formula, ya que al referirse al objeto la Comisin solicit a la Corte la libertad de los detenidos y la reparacin de los presuntos daos materiales y morales causados a stos, mientras que en la peticin requiri que el Estado anulara los procedimientos seguidos en el fuero militar contra dichas personas e iniciara un nuevo procedimiento, respetando el debido proceso y acordando las consecuentes reparaciones por las violaciones causadas en los procesos militares. b. La Comisin consider que esta excepcin reitera los argumentos presentados bajo el rubro de la Cuarta Excepcin; que su posicin es la expuesta en el procedimiento ante la Corte y no la contenida en el Informe 17/97; que[la] falta de identidad del Informe [del] artculo 50 y el Informe [del] artculo 51 o una demanda ante la Corte, tiene que ver con la conducta asumida por el Estado, como la Corte ha sealado en su Opinin Consultiva - 13. [...] Si el Estado peruano hubiera tomado las medidas para implementar las recomendaciones del Informe [del] artculo 50, no habra necesidad de elaborar una demanda para la Corte. Tampoco se requerira escuchar a los peticionarios por la Corte para decidir sobre la reparacin.

Durante la audiencia pblica, la Comisin aadi que la oscuridad del libelo a lo sumo, si es que existe, puede representar decirle al demandante que aclare los trminos de su demanda, pero de ninguna manera el rechazo in limine. 92. En cuanto a esta octava excepcin propuesta por el Estado, la Corte estima que son aplicables las consideraciones que formul al examinar la cuarta excepcin (supra 73). Desde luego, debiera haber congruencia entre lo que se manifiesta en el cuerpo de la demanda y lo que, en tal virtud, se pretende en los puntos petitorios de dicho documento, tomando en cuenta la continuidad natural que lgicamente existe entre aqulla y stos. En todo caso, el Tribunal puede y debe, conforme al principio iura novit curia, examinar el acto en su conjunto y precisar la naturaleza y el sentido de las peticiones que formula el demandante, para apreciarlas debidamente y resolver lo que corresponda (Caso Velsquez Rodrguez, supra 63, prr. 163 y Caso Godnez Cruz, supra 73, prr. 173). La Corte no entra en el examen de otras apreciaciones expuestas a propsito de esta excepcin interpuesta por el Estado y que no son propiamente materia de excepcin preliminar, cuyo anlisis se reserva para el momento de la sentencia respectiva. 93. En consecuencia, la Corte estima que esta excepcin preliminar es inadmisible. XI CADUCIDAD DE LA DEMANDA

23 Novena excepcin 94. La novena excepcin interpuesta por el Estado se refiere a la caducidad de la demanda. 95. La Corte resume as los alegatos del Estado y de la Comisin: a. El Estado se refiri a la presentacin de una versin corregida de la demanda, por parte de la Comisin, el 26 y 28 de agosto de 1997. Seal que la presentacin de la demanda, su admisin a trmite y seguidamente su notificacin a la contraparte, hizo precluir todo derecho de quien acciona para modificar o variar su pretensin en todo o en parte. La presentacin de la demanda, su admisin y la notificacin a la parte contraria, son actos nicos e invariables que no pueden ser modificados y mucho menos de manera unilateral. Aceptar como definitivo el segundo texto presentado por la Comisin, equivaldra a admitir que la demanda fue interpuesta cuando ya haban transcurrido los tres meses a que se refiere el artculo 51.1 de la Convencin Americana en concordancia con los artculos 19.a y 23 del Estatuto de la Comisin y 47.2 de su Reglamento. b. La Comisin manifest que el 26 de agosto de 1997 solicit a la Corte que reemplazara la demanda por la versin corregida del texto en espaol presentada ese mismo da. En dicho texto, la Comisin expres que [lo] que se corrigi fueron meros errores ortogrficos, de estilo o mecanogrficos en la redaccin de la demanda en su versin en castellano. Indic que el asunto fue resuelto el 15 de octubre de 1997 por el Presidente de la Corte, y observ, finalmente, que el Estado no haba sealado qu perjuicio causaba a su defensa una modificacin de esa naturaleza. 96. Sobre esta excepcin, la Corte reconoce que no puede existir ms de un texto de demanda, tomando en cuenta las caractersticas y consecuencias de este acto procesal, pero al mismo tiempo observa que en este caso el demandante incorpor correcciones o rectificaciones puramente formales, para mejorar la presentacin del documento, sin modificar ninguna de las pretensiones que en ste se hicieron valer oportunamente, ni afectar, por lo mismo, la defensa procesal del Estado. 97. En todo caso, es preciso indicar que este asunto qued ya examinado y atendido por el Presidente de la Corte, en su resolucin de 15 de octubre de 1997 (supra 29). Efectivamente, en sta se estableci el texto que tendra valor como demanda en el presente proceso, con exclusin de cualquier otro. La decisin del Presidente fue notificada a la Comisin y al Estado, el 15 y el 17 de octubre de 1997 respectivamente, y aqullos no la objetaron ni pidieron aclaraciones o precisiones al respecto. 98. En razn de lo expuesto, la Corte considera que esta excepcin preliminar es inadmisible.

XII SOBERANA Y JURISDICCIN

24 Dcima excepcin 99. El Estado identifica la dcima excepcin como soberana y jurisdiccin.

100. La Corte resume como se indica a continuacin los planteamientos del Estado y de la Comisin en torno a este punto: a. El Estado afirm que si bien no entrara a examinar la ambigedad de la demanda, s analizara que existen aspectos inherentes a la soberana de los Estados y de los individuos que la componen o conforman que no pueden renunciarse sin afectar el orden pblico. Sobre esta base, el Per afirm que es una Repblica soberana y con pleno derecho de dictar las leyes necesarias para reprimir los delitos cometidos en su territorio por nacionales o extranjeros; que la condena de las presuntas vctimas se realiz conforme a lo establecido en los Decretos-Ley Nos. 25.659, 25.708 y 25.744, as como en la Constitucin de 1993, vigente en ese momento, y que la decisin soberana de cualquier organismo jurisdiccional del Per no puede ser modificada y menos an dejada sin efecto por ninguna autoridad nacional, extranjera o supranacional. Finalmente, seal que los ilcitos penales que cometan los nacionales y extranjeros en el territorio peruano, son sancionados por los tribunales competentes del pas y lo que stos resuelven es definitivo. b. La Comisin manifest que la dcima excepcin es una mezcla de las [e]xcepciones ya presentadas y consideradas anteriormente, y reiter los argumentos expresados a propsito de la sexta excepcin. Advirti que tanto ella misma como la Corte son competentes para examinar y decidir este caso, pues el Per acept la competencia de los rganos del sistema interamericano con respecto a los actos que violen los derechos humanos consagrados en la Convencin Americana. 101. En lo que respecta a la dcima y ltima excepcin planteada por el Estado, la Corte debe recordar que el Per suscribi y ratific la Convencin Americana sobre Derechos Humanos. En consecuencia, acept las obligaciones convencionales consagradas en sta en relacin con todas las personas bajo su jurisdiccin, sin discriminacin alguna. No sobra decir que el Per, al igual que los dems Estados Parte en la Convencin, acept sta precisamente en el ejercicio de su soberana. 102. Al constituirse como Estado Parte en la Convencin, el Per admiti la competencia de los rganos del sistema interamericano de proteccin de los derechos humanos, y por ende se oblig, tambin en ejercicio de su soberana, a participar en los procedimientos ante la Comisin y la Corte y asumir las obligaciones que derivan de stos y, en general, de la aplicacin de la Convencin. 103. Si las presuntas vctimas hubiesen actuado, como lo afirma el Per, en forma inconsecuente con las disposiciones de la Convencin y de la ley nacional a la que deben sujetarse, como lo manifiesta el Per, puede acarrear consecuencias penales conforme a las infracciones cometidas, en su caso, pero no releva al Estado de cumplir las obligaciones que ste asumi como Estado Parte en la Convencin mencionada. 104. Por consiguiente, la Corte estima que esta excepcin preliminar es inadmisible. XIII

25 105. Por tanto,

LA CORTE, DECIDE por cinco votos contra dos, 1. Desestimar las excepciones preliminares primera, segunda, cuarta, quinta, sexta, sptima, octava, novena y dcima opuestas por el Estado Peruano. Disienten los Jueces de Roux Rengifo y Vidal Ramrez. por unanimidad, 2. Admitir la tercera excepcin presentada por el Estado Peruano.

por unanimidad, 3. Continuar con la tramitacin del fondo del caso, salvo en lo que respecta a la tercera excepcin. El Juez Canado Trindade hizo conocer a la Corte su Voto Concurrente; el Juez de Roux Rengifo, su Voto parcialmente Disidente y el Juez Vidal Ramrez, su Voto Disidente, los cuales acompaan esta sentencia. Redactada en espaol y en ingls, haciendo fe el texto en espaol, en San Jos, Costa Rica, el da 4 de septiembre de 1998.

Hernn Salgado Pesantes Presidente Antnio A. Canado Trindade Oliver Jackman Carlos Vicente de Roux Rengifo Manuel E. Ventura Robles Secretario Comunquese y ejectese, Hernn Salgado Pesantes Presidente Manuel E. Ventura Robles Mximo Pacheco Gmez Sergio Garca Ramrez Fernando Vidal Ramrez

Segunda parte

Anlisis y comentario

Corte Interamericana de Derechos Humanos Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Per Sentencia de 4 de septiembre de 1998

FUNDAMENTOS JURIDICOS DEL ESTADO PERUANO RESPECTO A LA INCONGRUENCIA DEL FALLO DE LA CORTE EN EL CASO CASTILLO PETRUZZI Y OTROS, CON LA CONVENCION AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS El Consejo Supremo de Justicia Militar se ha visto obligado a declarar de imposible cumplimiento la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitida en el caso Castillo Petruzzi y otros, de fecha 30 de mayo de 1999, debido a que en su fallo la Corte cuestiona y pretende invalidar normas constitucionales y legales puestas en vigencia por el Estado peruano como correlato de una situacin de guerra interna emprendida por organizaciones subversivas, terroristas y genocidas, en un contexto de grave alteracin de la paz de la Repblica. Tal situacin slo pudo superarse, en beneficio de la pacificacin y de la vigencia de los derechos humanos, teniendo como base a la legislacin interna que estableci procedimientos y mtodos que son, precisamente, los que ahora viene cuestionando e intentando deslegitimar la Corte. La Corte en este fallo ordena al Estado peruano la modificacin de varias normas de su derecho interno, incluyendo una de rango constitucional. Textualmente la Corte "...ordena al Estado peruano adoptar las medidas apropiadas para reformar las normas que han sido declaradas violatorias de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos en la presente sentencia y asegurar el goce de los derechos consagrados en la Convencin Americana sobre Derechos Humanos a todas las personas que se encuentran bajo su jurisdiccin sin excepcin". La Convencin Americana ni expresa ni tcitamente ha conferido a la Corte tal competencia, puesto que de la ms elemental lectura de sus artculos 63.1 y 64.2 se desprende que: (i) la Corte puede pronunciarse sobre casos contenciosos, disponiendo la reparacin en el goce de los derechos agraviados, la reparacin de las consecuencias de la medida o situacin que ha configurado la vulneracin de esos derechos y la indemnizacin de manera justa a las supuestas vctimas; (ii) paralelamente, en cuerda separada y en virtud de un proceso de naturaleza obviamente distinta, la Corte puede emitir opiniones consultivas, tan slo a solicitud de los Estados, respecto de la compatibilidad de su legislacin interna con la Convencin Americana. De ello resulta bastante claro que, en el ejercicio de la primera de las mencionadas facultades, la Corte no puede emitir disposiciones que, con carcter vinculante, ordenen la modificacin de normas legales, ni menos constitucionales. En este tema, la Corte ha incurrido en total incompetencia comparable a que, por ejemplo, se hubiese amparado la denuncia de una persona jurdica que considerara que sus derechos han sido violados. El marco de competencia de los tribunales judiciales -y de esta regla no escapan los internacionales-, se define de manera expresa y positiva. En otras palabras, las competencias deben ser postuladas y no pueden ser inferidas. No es juridicamente valido el ejercicio de competencias no atribuidas. No puede ejercerse por va indirecta lo que la Convencin Americana impide hacer directamente. Los nuevos juicios que la Corte ha dispuesto que se sigan contra los terroristas en el fuero ordinario, tendran que sujetarse a las mismas normas que la Corte declara invlidas, es decir, a las de la Justicia Militar, habida cuenta que la Corte carece de competencia para disponer su modificacin o derogacin Qu ocurrira si el Estado peruano aceptase iniciar nuevos juicios con las mismas normas vigentes en los casos

en que no hubiesen sido objeto de derogacin o modificacin?. Simple y llanamente, los nuevos juicios podran ser otra vez declarados nulos, lo que conducira a que se decida la libertad de las supuestas vctimas. Y qu ocurrira despus?. Que podra llegarse a decretar la libertad de otros terroristas, cuyos casos estn siendo objeto de atencin en el mbito de la Comisin o de la Corte Internacional de Derechos Humanos. Entre stos se encuentran los de Vctor Polay Campos -cabecilla principal del MRTA-, Peter Crdenas Schulte, Lori Berenson y Nancy Gilvonio Conde, la conviviente de Nstor Cerpa Cartolini, ste ltimo cabecilla del asalto a la residencia del Embajador del Japn en Lima, situacin que en su oportunidad due enrgicamente condenada por los Estados miembros de la OEA. Debe tenerse en cuenta que la toma de rehenes en la Embajada del Japn tuvo precisamente por objetivo, la liberacin, entre otros, de Nancy Gilvonio. En otras palabras los terroristas, responsables de crmenes y actos genocidas, tendran las puertas abiertas para reclamar su libertad, amparados en fallos de la Corte Interamericana. Esta "orden" de la Corte de modificar nuestro derecho interno es simplemente inaceptable, no slo porque no se encuentra prevista en la Convencin Americana, sino porque estara afectando de manera severa la soberana del Estado peruano. La "orden" de modificar normas constitucionales y legales, implica "ordenar" a los Congresistas de la Repblica a votar en un determinado sentido. De acuerdo al artculo 93 de la Constitucin Poltica del Per los Congresistas representan a la Nacin, constituyen un Poder del Estado y no estn sujetos a mandato imperativo, por lo que ni la Corte Interamericana ni otro poder del Estado peruano, pueden ordenarles la materia ni el sentido en que deben emitir sus votos, ya que ello atentara contra la esencia democrtica, cuya salvaguarda es principio fundamental consagrado en la Carta de la OEA (inciso d. Del artculo 3).Por lo dems, la Constitucin Poltica fue aprobada mediante referendum, de tal manera que la "orden" estara dirigida tambin a todos los peuranos para que voten en un determinado sentido. Con respecto a los casos que podran presentarse en el futuro, es importante precisar que el plazo de caducidad de seis meses establecido en el artculo 46.1.b de la Convencin, no se aplicara de acuerdo al artculo 46.2.a del mismo instrumento, debido a que la sentencia de la Corte acusa de falta de vigencia del debido proceso en el juzgamiento de los delitos de traicin a la patria y terrorismo en el Fuero Privativo Militar, con lo cual abre la gravsima posibilidad de que cabecillas de Sendero Luminoso y del MRTA utilicen esta va para iniciar nuevos procesos. Asimismo cabra la consiguiente manipulacin de la informacin, que es un instrumento esencial que el terrorismo utiliza (agitacin y propaganda) para tener vigencia en la sociedad.No se trata por cierto de negar la posibilidad de que los encuasados ante el Consejo Supremo de Justicia Militar, que cuenten con pruebas que acrediten su inocencia, tengan el derecho de interponer un recurso extraordinario de revisin ante dicho Consejo, contemplado en nuestra legislacin. En este fallo, la Corte revela inconsistencia con otros fallos contra el Per, as como con otra jurisprudencia de la misma Corte. Efectivamente: (i) mientras que en el caso Loayza Tamayo la Corte se bas en un fallo supuestamente absolutorio de un Tribunal Militar para enervarla validez de un juicio posterior ante el fuero ordinario, en el caso Castillo Petruzzi se ha basado en la invalidez per se de los juicios militares seguidos contra civiles para disponer un nuevo enjuiciamiento en el fuero ordinario. En otras palabras, el juicio contra civiles en el fuero militares vlido si resulta en un fallo "absolutorio" pero no lo es si resulta en un fallo condenatorio; (ii) mientras que en el caso Genie Lacayo contra Nicaragua, la Corte dispuso que los enjuiciamientos militares per se no contravenan la Convencin Americana, en el caso Castillo Petruzzi ha dispuesto que los enjuiciamientos militares contra civiles per se contravienen la Convencin Americana; (iii) mientras que en el mismo caso de Genie Lacayo contra Nicaragua la Corte dispuso que no era jurdicamenteposible confrontar en abstracto la legislacin interna del Estado con las normas de la Convencin Americana, en el caso

Castillo Petruzzi la Corte ha ordenado al Estado peruano, sobre la base de considerar que existe incompatibilidad per se , que este ltimo modifique o derogue dicha legislacin. Ya se ha sealado anteriormente repetirlo con el propsito de demostrar el tratamiento desigual, incoherente y contradictorio que la Corte a prestado a este caso.Estamos, pues, frente a una situacin que infringe el precepto jurdico clsico que establece que a igual razn debe haber igual derecho. Con respecto al juzgamiento en el fuero militar de los mencionados Castillo Petruzzi y otros, debemos mencionar que tales procesos se llevaron a cabo conforme a lo establecido en el Decreto Ley N 25659, que tipifica y sanciona el delito de traicin a la patria y el Decreto Ley N 25475 y sus normas complementarias, que tipifican el delito de terrorismo, sus penas y el procedimiento para la tramitacin de este ilcito penal. La validez de dichos dispositivos, fue ratificada por el Congreso Constituyente Democrtico y los mismo fueron posteriormente incorporados en el artculo 173 de la Constitucin Poltica del Per, que reconoce la jurisdiccin militar para el juzgamiento de civiles por los delitos de traicin a la patria y terrorismo. Es decir, el juzgamiento se ha llevado a cabo en cumplimiento de un mandato constitucional y legal expreso, respetndose escrupulosamente los derechos fundamentales de los entonces encausados. La Corte, desconociendo normas elementales del debido proceso invocables en un proceso conducido a nivel interamericano, en el cual ninguna de las partes debiera ser supuestamente beneficiada por ventajas ilegtimas: (i) ha admitido que la demanda formulada por la CIDH contra el Estado peruano en este caso abarque extremos no contenidos en el Informe a que se refiere el artculo 50 de la Convencin Americana.En este informe se recomend la realizacin de un nuevo juicio mientras que en la demanda se solicita la libertad; (ii) la Corte se ha pronunciado en la sentencia sobre extremos no demandados por la CIDH, invocando de manera tergiversada el precepto del jura novit curia, precepto que, por lo dems, no slo no se encuentra contemplado por la mencionada Convencin, sino que no resulta aplicable en la medida que el pronunciamiento correspondiente comprenda extremos no contenidos de la demanda; y, (iii) la Corte se ha pronunciado en la sentencia sobre pretenciones invocadas por la CIDH recin en los alegatos finales, imposibilitando de esta manera que el Estado peruano pudiera preparar adecuadamente su defensa en tales extremos, dentro del respeto a las normas del debido proceso y de un tratamiento equitativo a las partes; es decir, en este extremo se ha recortado el derecho de defensa y no se ha respetado el principio del debido proceso en perjuicio del Estado peruano.

Comentario: Por otro lado, la Corte, en el caso Castillo Petruzzi y otros vs Per. Per en su sentencia de fondo estableci que Per haba violado la Convencin als suspender las garantas de debido proceso durante un estado de excepcin. En la referida sentencia, la Corte, en el pargrafo 19, dijo: En este caso, la detencin ocurri en el contexto de una gran alteracin de la paz pblica, intensificada en los aos 1992-1993, debida a actos de terrorismo que arrojaron numerosas vctimas. Ante estos acontecimientos, el Estado adopt medidas de emergencia, entre las que figur la posibilidad de detener sin orden judicial previa a presuntos responsables de traicin a la patria. Ahora bien, en cuanto a la alegacin del Per en el sentido de que el estado de emergencia decretado implic la suspensin del artculo 7 de la Convencin, la Corte ha sealado reiteradamente que la suspensin de garantas no debe exceder la medida de lo estrictamente necesario y que resulta ilegal toda actuacin de los poderes pblicos que desborde aquellos lmites que deben estar precisamente sealados en las disposiciones que decretan el estado de excepcin . Las limitaciones que se imponen a la actuacin del Estado responden a la necesidad genrica de que en todo estado de excepcin subsistan medios idneos para el control de las disposiciones que se dicten, a fin de que ellas se adecuen razonablemente a las necesidades de la situacin y no excedan de los lmites estrictos impuestos por la Convencin o derivados de ella .