Catequesis Familiar

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PRESENTACIÓN “O educamos en la fe, poniendo realmente en con- tacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora” (DA 287) Uno de los desafíos más grandes de la Iglesia Católica hoy, es hacer que todas las personas que reciben los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, sean ni- ños o catecúmenos, tengan un encuentro vivo y personal con Jesucristo junto con una preparación idónea; y para ello se requiere de materiales catequéticos cada vez más adecuados a las necesidades pastorales de nuestra realidad. En mis visitas pastorales en la Diócesis de Chosica, encuentro con mayor frecuencia a niños en edad escolar que ni siquiera han recibido el sacramento del Bautismo; y, lamentablemente, esta misma realidad es cada día más común en las diferentes Diócesis del Perú. Por eso, el llamado de los Obispos en Aparecida debe resonar con mayor sentido en nuestros oídos, para que todos nosotros, como Igle- sia, asumamos debidamente la iniciación cristiana, ya que ésta “renueva la vida co- munitaria y despierta el carácter misionero” (DA 291). En la Iglesia Católica, pastoralmente, se han intentado múltiples formas de organizar la catequesis sacramental; sin embargo, vemos en un sector importante de catequistas una cierta insatisfacción por no llegar a la meta deseada. Por eso, hemos emprendido el reto de elaborar estos materiales para la catequesis de los Sacramentos de Iniciación, de manera que sirva de subsidio práctico en la variopinta realidad religiosa actual de nuestro país. No buscamos reeditar antiguos ´Catecismos Escolares´ basados en la memoria más que en la vivencia, sino una guía didáctica que acerque a los niños en edad escolar a Dios. Asimismo, buscamos integrar la formación religiosa que se brinda en los colegios a la labor pastoral de las Parroquias, ya que este es el lugar de comunión por excelencia de donde debe par- tir toda catequesis sacramental (Cfr. DA 293). El presente material, Al encuentro con Jesús, consta de 2 libros con un contenido complementario: uno para el Catequista y el otro para el Participante de la catequesis sacramental, y han sido elaborados por un grupo de especialistas en ca- tequesis y pedagogía religiosa, que han buscado la mejor manera de brindar a los catequistas una alternativa funcional a las múltiples necesidades de la pastoral sa- cramental. En los 2 libros, como se podrá apreciar, se abordan a través de 30 Uni- dades Temáticas, los 3 Sacramentos de la Iniciación Cristiana: Bautismo, Eucaristía y Confirmación, más el sacramento de la Reconciliación, para que cada catequista, de acuerdo a la necesidad de los participantes, pueda tratar en profundidad los te- mas que más crea conveniente. Otro punto importante es que este material se ha previsto para ser usado tanto en la catequesis parroquial como en la escolar, y está pensado para niños que ya están bautizados como para los niños que van a recibir el bautismo poco antes de su Primera Comunión. También contiene una parte dedi- cada a los Padres de familia, en el caso de que ellos también participen de la prepa-

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“O educamos en la fe, poniendo realmente en con-tacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora”

(DA 287)

Uno de los desafíos más grandes de la Iglesia Católica hoy, es hacer que todas las personas que reciben los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, sean ni-ños o catecúmenos, tengan un encuentro vivo y personal con Jesucristo junto con una preparación idónea; y para ello se requiere de materiales catequéticos cada vez más adecuados a las necesidades pastorales de nuestra realidad.

En mis visitas pastorales en la Diócesis de Chosica, encuentro con mayor frecuencia a niños en edad escolar que ni siquiera han recibido el sacramento del Bautismo; y, lamentablemente, esta misma realidad es cada día más común en las diferentes Diócesis del Perú. Por eso, el llamado de los Obispos en Aparecida debe resonar con mayor sentido en nuestros oídos, para que todos nosotros, como Igle-sia, asumamos debidamente la iniciación cristiana, ya que ésta “renueva la vida co-munitaria y despierta el carácter misionero” (DA 291).

En la Iglesia Católica, pastoralmente, se han intentado múltiples formas de organizar la catequesis sacramental; sin embargo, vemos en un sector importante de catequistas una cierta insatisfacción por no llegar a la meta deseada. Por eso, hemos emprendido el reto de elaborar estos materiales para la catequesis de los Sacramentos de Iniciación, de manera que sirva de subsidio práctico en la variopinta realidad religiosa actual de nuestro país. No buscamos reeditar antiguos ´Catecismos Escolares´ basados en la memoria más que en la vivencia, sino una guía didáctica que acerque a los niños en edad escolar a Dios. Asimismo, buscamos integrar la formación religiosa que se brinda en los colegios a la labor pastoral de las Parroquias, ya que este es el lugar de comunión por excelencia de donde debe par-tir toda catequesis sacramental (Cfr. DA 293).

El presente material, Al encuentro con Jesús , consta de 2 libros con un contenido complementario: uno para el Catequista y el otro para el Participante de la catequesis sacramental, y han sido elaborados por un grupo de especialistas en ca-tequesis y pedagogía religiosa, que han buscado la mejor manera de brindar a los catequistas una alternativa funcional a las múltiples necesidades de la pastoral sa-cramental. En los 2 libros, como se podrá apreciar, se abordan a través de 30 Uni-dades Temáticas, los 3 Sacramentos de la Iniciación Cristiana: Bautismo, Eucaristía y Confirmación, más el sacramento de la Reconciliación, para que cada catequista, de acuerdo a la necesidad de los participantes, pueda tratar en profundidad los te-mas que más crea conveniente. Otro punto importante es que este material se ha previsto para ser usado tanto en la catequesis parroquial como en la escolar, y está pensado para niños que ya están bautizados como para los niños que van a recibir el bautismo poco antes de su Primera Comunión. También contiene una parte dedi-cada a los Padres de familia, en el caso de que ellos también participen de la prepa-

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ración sacramental, que sería lo ideal. Es indudable que el compromiso de los pa-dres en toda preparación sacramental de niños es de suma importancia, por eso, di-cho trabajo con los padres tiene que estar bien insertado en su realidad, sensibilidad y disponibilidad.

¿Cómo usar este material? Recomendaciones para el C atequista

Estimado Catequista, tanto en la preparación como en la puesta en práctica de la catequesis, debe tener los dos libros a la mano: Al Encuentro con Jesús para el Catequista y para el Participante. Asimismo, le recomendamos siempre dar un vis-tazo, tanto al índice general del libro como al esquema concreto de cada Unidad Temática, para tener una visión global del contenido y cumplir con los objetivos de este material.

A lo largo de las 30 Unidades de estos dos libros desarrollamos ampliamen-te los 4 Sacramentos antes indicados: los 3 Sacramentos de la Iniciación Cristiana y el Sacramento de la Reconciliación, expuestos de la siguiente manera.

1. BAUTISMO (Unidades: 1 -8)

2. RECONCILIACIÓN (Unidades: 9-15)

3. EUCARISTÍA (Unidades: 16-25)

4. CONFIRMACIÓN (Unidades: 26-30)

Como verá, en los dos Libros se desarrollan estos mismos temas, con la di-ferencia de que el Libro del Catequista sirve de guía y complemento a los temas que se desarrollan en el Libro del Participante, y tiene el siguiente esquema:

1. Objetivo

2. Animación

3. Miramos nuestra realidad

4. Iluminación bíblica

5. Reflexión

6. Comprobación

7. Compromiso

8. Celebración

Además, el Libro del Catequista tiene una sección adicional para los padres de los participantes, que se llama: “Padres y Madres catequistas”, que intenta com-prometer a la familia en el proceso de formación de sus hijos, tal como ya indicamos. Y, a partir del segundo tema, se incluye la sección “Recordamos”, al inicio de cada Unidad. En este libro encontrará el contenido temático de lo que usted va a desarro-llar en cada Unidad, y sugerencias prácticas para poder llevar adelante un sesión de catequesis que lleve a los niños, verdaderamente, Al Encuentro con Jesús, que es el objetivo de este material.

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El Libro del Participante es mucho más sencillo y está pensado en los ni-ños que ya tienen edad de recibir la Primera Comunión. Así mismo, es a la vez un texto de enseñanza y un cuaderno de trabajo personal, en donde el participante podrá desarrollar las tareas de estudio y poner sus propias anotaciones y comenta-rios. Este libro tiene el siguiente esquema:

1. Miramos nuestra realidad

2. Y la iluminamos con la Palabra de Dios

3. Para conservarlo en nuestro corazón

4. ¿Comprendí o no?

5. Compromiso semanal

6. Celebramos nuestra fe

Como verá, este libro busca que los niños que participan de la catequesis sacra-mental intervengan activamente en el desarrollo de cada Encuentro con Jesús, con activi-dades que él mismo tiene que realizar. En este sentido, depende de usted, mi estimado catequista, que este material pueda ser asumido por los niños de forma entusiasta e inter-activa. Para ello, le recomendamos que complemente con dinámicas, cantos y representa-ciones, las actividades sugeridas en este material.

Finalmente, espero de todo corazón que Al Encuentro con Jesús , tanto del Cate-quista como del Participante, sirva como un aporte al llamado de nuestros Obispos reunidos en la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: “Es necesario asumir la dinámica catequética de la iniciación cristiana… Esto requiere nuevas actitudes pastorales de parte de los obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas y agentes de pasto-ral” (DA 291).

Que la Virgen María, en la advocación de Aparecida, nos fortalezca en la fe, para ser auténticos discípulos-misioneros de Jesucristo.

Mons. Norberto Strotmann Primer Obispo de Chosica

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11111111 ........ SSSSSSSSOOOOOOOOMMMMMMMMOOOOOOOOSSSSSSSS FFFFFFFFAAAAAAAAMMMMMMMMIIIIIIII LLLLLLLL IIIIIIIIAAAAAAAA 1. OBJETIVO Reconocer que nos debemos ayudar recíprocamente porque nuestra vida está ligada a la de muchas personas y —por eso— dependemos unos de otros.

2. ANIMACIÓN

2.1. Ambientación Colocar alguna banderola o afiche para dar la bienvenida a los niños que inician su preparación parea la Primera Comunión.

2.2. Canto

“Qué bien todos unidos”

2.3. Dinámica

Los niños formarán círculos (grupos de 10 a 12). Participarán en una dinámica de presentación para que se co-nozcan por sus nombres entre compañeros. Cada uno dirá su nombre acompañado por el nombre de una fruta que empieza por la misma letra: por ej., “me llamo Mario y me gustan las manzanas”, “me llamo Diana y me gus-tan los duraznos”... Los niños deben recordar lo que han dicho los anteriores; repiten lo que dijeron ellos y agre-ga su nombre y fruta. Así, hasta retornar al primero.

¿Quién más se llama así en su familia?

3. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los niños pondrán por escrito los nombres de sus padres y de sus abuelos, así como el de sus hermanos y hermanas.

Luego en grupos de tres conversarán sobre estas preguntas:

• ¿Quiénes forman su familia? ¿Con quiénes viven? ¿Cómo se sienten en su casa?

• ¿Con qué familiar sienten más confianza?

• ¿Qué les gustaría ser cuando sean grandes? ¿Qué ayuda esperan de su familia para lograrlo?

4. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Vamos a leer el pasaje que nos narra la ocasión en la que el niño Jesús fue hallado en el templo de Jerusalén (Lucas 2,41-52). Respondemos a las preguntas:

• ¿Quiénes forman la familia de Jesús? Además de Él, la Virgen María y San José.

• En el pasaje que hemos leído, ¿qué problema familiar ocurrió? Al regresar del Templo, Jesús se quedó allí mientras sus padres regresaban a casa... hasta que se dieron cuenta que Jesús no estaba con ellos.

• ¿Cuál fue la respuesta de Jesús cuando lo hallaron en el Templo? «No sabían ustedes que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre»

• ¿Qué quiso decir Jesús con esa respuesta? Además de una familia como la nuestra, Él tiene como Padre a Dios.

• A pesar de esta diferencia, ¿cómo se comportaba Jesús con sus padres terrenales? Permaneció con ellos, obede-ciéndolos en todo.

5. REFLEXIÓN

Premisa

Téngase en cuenta que la familia es (o debe ser) nuestra primera experiencia de comunión humana. La iniciación de nuestra vida de comunión eucarística está vinculada a esta primera comunidad donde también se inicia la vida de fe; ésta se alimen-ta en el hogar y luego se celebra cultualmente en la familia grande que es la comunidad eclesial. Por lo tanto, desde el inicio de la preparación se cuidará superar el lamentable divorcio entre fe y vida.

5.1. Pertenencia y pertinencia

• La familia (de “famulus”, sirviente) es una comunidad de servidores. Todos sus miembros están mutuamente al ser-vicio de la vida común y de la de cada uno de ellos. En la familia se dan estas dos principales características:

• Pertenencia: por el vínculo de sangre cada miembro de la familia es parte de los otros.

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• Pertinencia: los lazos afectivos hacen que lo que ocurre con cada miembro alegra, preocupa o duele a los de-más miembros de la familia.

• Las características mencionadas se expresan como interés por el bienestar de todos los miembros de la familia.

5.2. Nacer y crecer

• Todos hemos nacido de una mujer que se convirtió en madre al mismo tiempo que un varón se convirtió en padre con ella. Todos nacemos de la relación entre ambos.

• Los seres humanos se reproducen —desde el punto biológico— de la misma manera como se reproducen los de-más mamíferos. Pero, al nacer, ninguno es tan débil y necesitado de protección como nuestros bebés.

• Además, el bebé humano necesita mucho tiempo para llegar a ser adulto. Durante ese largo proceso de madura-ción deben ser acompañados por los adultos que le dieron vida.

• El entorno humano que rodea a los hijos —la familia— hace posible que éstos se humanicen, que maduren como personas hasta el punto que ellos lleguen a ser padres de sí mismos.

• El logro de esta maduración —que los hijos lleguen a ser responsable de su propio crecimiento— es el criterio más claro para evaluar cómo papá y mamá han desempeñado su misión.

5.3. Nuestro servicio a la vida

• Es muy fácil comprender que nadie se da vida a sí mismo. La vida la hemos recibido de otros, por eso nuestro vivir es verdaderamente humano al convivir, al compartir la responsabilidad de seguir dándonos vida recíprocamente.

• Dios es quien nos ha llamado a la vida. Esta es nuestra primera vocación. La llamada tiene su correspondiente mi-sión: hemos sido llamados a la vida para que seamos dadores de vida (dar a otros ganas de vivir, razones para se-guir viviendo, etc.)

• La sociedad —y en particular la familia— es el “lugar” propio (hábitat) para el desarrollo de la especie humana. Sin contacto humano nuestras capacidades quedan bloqueadas: los demás hacen posible nuestro desarrollo personal.

• En la familia todos tenemos la oportunidad de ser dadores de vida. No sólo los padres al engendrar, cuidar y educar a sus hijos. También los hijos deben formarse en la solidaridad, servicialidad, generosidad, fraternidad, gratitud, re-conciliación, etc.

• Desde pequeños, todos debemos aprender a pensar en el bien de los demás y cómo colaborar para mejorar las re-laciones familiares.

6. COMPROBACIÓN

Los niños reflexionan sobre las siguientes situaciones que se dan en las familias. Marcan lo que consideran correcto en el cuadrito correspondiente:

� Los hijos e hijas debemos reconocer con gratitud el esfuerzo de nuestros padres.

� Confiamos en el amor de nuestros padres, por eso los obedecemos cuando nos mandan hacer o nos prohíben algo.

� Los niños pueden jugar porque sólo las niñas tienen obligaciones para arreglar la casa.

� Papá y mamá solo deben dar cariño a las mujercitas.

� En casa, todos debemos poner en su lugar las cosas cuando terminamos de usarlas

� Nuestros padres están obligados a darnos todo lo que les pedimos.

� Si algún día no me gusta la comida, igualmente la como sin protestar.

� Cuando hago alguna travesura no debo mentir echándole la culpa a otro.

� Si en casa alguien me hace daño yo también le hago algo que le duela.

� Cuando mis hermano/as no pueden terminar sus tareas de casa, les ofrezco mi ayuda.

� Porque somos niño/as podemos hacer bulla sin respetar el descanso de nuestros padres.

� Yo soy el/la responsable de realizar en casa las tareas que me dejan en el colegio.

� Es normal que en la familia existan hijos o hijas preferido/as.

� Si es que alguna vez no tenemos ganas de ir al Colegio, nuestros padres no deben obligarnos a asistir.

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� Cuando nuestros padres se apenan porque no pueden darnos lo que les pedimos, nosotros/as los acariciamos y les mostramos comprensión.

7. COMPROMISO

• Los niños completarán el “árbol genealógico” que aparece en la portada de la ficha del Tema.

• Pondrán por escrito tareas domésticas que asumen de modo especial esta semana.

8. CELEBRARACIÓN

Para resumir el tema de hoy, el catequista provoca un ambiente de silencio. Primero se lee el final del texto evangélico em-pleado para la reflexión (Lc 2,51-52); luego se hace el resumen sobre la importancia y necesidad de la vida en familia. Termi-namos rezando:

Lector: Dios y Padre nuestro, te damos gracias por habernos llamado a la vida mediante el amor de papá y mamá.

Todos: Gracias, Padre, bendícenos con tu Espíritu Santo para amarte siempre.

Lector: Padre Dios, Tú nos has colocado en una familia que no hemos elegido.

Todos: Padre amoroso, llénanos de tu amor para poder amarnos cada día mejor.

Lector: Señor Jesús, Tú creciste obedeciendo a la Virgen María y a San José.

Todos: Derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo para que obedezcamos a nuestros padres.

PADRESPADRESPADRESPADRES Y MADRES CATEQUISTASY MADRES CATEQUISTASY MADRES CATEQUISTASY MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Compartan con sus hijos quiénes son sus abuelos, bisabuelos... Compartan con ellos sobre sus lugares de procedencia (costumbres, fiestas, etc.)

☺ Asimismo, conversen con ellos cómo nació en ustedes el amor de pareja que los llevó a unir sus vidas y a engendrar sus hijos.

☺ Compartan algunas anécdotas de la propia infancia y de la de sus hijos.

☺ Díganles cuánto los quieren y lo que esperan de ellos cuando sean grandes.

☺ Ubiquen todo esto en el contexto de la fe: cómo han sentido la presencia (o ausencia) de Dios en algunos momentos significativos de sus vidas.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos indicados en esta guía... Que sus hijos logren captar lo central del Tema: Jesús, aunque era Dios Hijo, supo obedecer a sus padres terrenos (María y José).

� Motívenlos para que logren reconocer cuál es la mayor dificultad que tienen para obedecer en lo referente al cuidado y orden de la casa.

� Reflexionen con ellos sobre lo que significa “ser familia”: es algo así como eso de “to-dos para uno y uno para todos” que decían Los Tres Mosqueteros.

� Anímelos a realizar en silencio el cuestionario de comprobación (n. 6) y el compromiso semanal (n.7). Para esto último pueden hacerle sugerencias de orden práctico.

� Oren con ellos pidiendo que el Espíritu Santo les renueve en el amor para que todos se puedan amar como Dios manda.

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22222222 ........ DDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOOSSSSSSSS FFFFFFFFOOOOOOOORRRRRRRRMMMMMMMMAAAAAAAA SSSSSSSSUUUUUUUU PPPPPPPPUUUUUUUUEEEEEEEEBBBBBBBBLLLLLLLLOOOOOOOO

1. RECORDAMOS

En el Tema anterior vimos que todos hemos llegado a la vida porque Dios hizo posible que papá y mamá se conocieran: hemos nacido del amor de los dos. Dios nos ha colocado en una familia para que fuéramos amados y así aprendiéramos a amar. Por eso en casa todos nos tenemos que preocupar por el bienestar de todos («uno para todos y todos para uno»).

2. OBJETIVO

Ahora queremos comprender cómo es que Dios en su plan siempre tuvo como meta su comunión con los hombres a la par de la comunión fraterna entre todos los seres humanos.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar alguna banderola o afiche con un lema alusivo (por ejemplo: “Somos el Pueblo del Señor”) y fotografías de gentes de todas las razas que pueblan nuestro país.

3.2. Canto

“Somos tu Pueblo, Señor”

3.3. Dinámica

Puede emplearse la dinámica del cartero. Los niños se ubican en un gran círculo. En privado, se va dando a ca-da niño una región de origen (costa, sierra, selva). El catequista dice: “ha llegado carta para los niños nacidos en la costa...”; los niños “de la costa” se desplazan intercambiando sus lugares. Después se menciona una y otra región (puede repetirse)... Cuando se dice “ha llegado carta para todos los peruanos”, todos los niños intercam-bian sus lugares. Después de varias movidas, los niños comparten con el que tienen a su derecha:

¿Dónde nacieron ellos? ¿Dónde nacieron sus padres y sus abuelos?

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Todo pueblo —además de estar formado por una multitud de personas— tiene estas características:

1. Una tradición o pasado común.

2. Costumbres que comparte la mayoría (fiestas, alimentos, música, etc.)

3. Leyes que obligan a todos para lograr el bien común.

4. Un proyecto de futuro que requiere la participación de todos.

Guiados por sus catequistas, los niños dedicarán un momento para pensar en nuestro país, en lo que sienten por el hecho de ser peruanos. Responderán por escrito las preguntas relacionadas con las características señaladas:

• ¿Qué acontecimientos de la historia del Perú te parecen más interesantes? ¿Qué personajes de nuestra historia ad-miras?

• ¿Qué fiestas religiosas se celebran en los pueblos de tus padres? ¿Cuál es la comida típica que más te agrada?

• Menciona algunas leyes o mandatos que conoces.

• ¿Cómo te gustaría que sea el Perú cuando tú seas grande?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión: es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios Uno y Trino.

Desde siempre, Dios Comunión quiso hacer comunión con lo que no existía aún. Y porque quería hacer comunión dio exis-tencia a todo. Dios creó para hacer comunión.

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5.1. El Patriarca Abraham

Por eso, después de muchísimo tiempo de haber creado el mundo, llegado el momento previsto por Él, Dios intervino en la historia y llamó a un anciano sin hijos —Abram, después Abraham— para iniciar la formación de su pueblo.

Leer Génesis 12,1-7 y responder:

• En ese momento, ¿qué edad tenía Abram? Tenía setenta y cinco años.

• ¿Qué prometió Dios a Abram? Dios le prometió que con sus descendientes formaría un gran pueblo; que lo bende-ciría para hacerlo famoso, y que por medio de él bendeciría a todos los pueblos del mundo.

• ¿Cuál fue la respuesta de Abraham? No dijo nada, pero hizo lo que Dios le pidió: dejó la tierra de sus antepasados y se dirigió hacia la tierra prometida por Dios.

5.2. Los descendientes de Abraham en Egipto Abraham y su mujer Sara engendraron a Isaac; el hijo de éste fue Jacob (después llamado Israel). Hubo una gran escasez de alimentos en aquella tierra; por necesidad todos los descendientes de Abraham terminaron viviendo en Egipto.

Leer Génesis 46,1-7.27 y responder:

• ¿A qué tenía miedo Jacob (Israel)? Tenía miedo de viajar con todo sus parientes a Egipto.

• ¿Cuál fue la promesa de Dios? Le prometió que en Egipto haría de sus descendientes una gran nación y que des-pués todo el pueblo saldría de allí.

• ¿En total cuántos fueron los familiares de que llegaron con Jacob a Egipto? Setenta.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios se ha manifestado en la historia. Ha intervenido en la historia de una nación que ha conservado por escrito la experien-cia de su encuentro con Dios. Así, Israel es el Pueblo de la Biblia.

En la Biblia queda clara la iniciativa de Dios. Es Él quien siempre da el primer paso y espera la respuesta del hombre. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob es el Dios de la promesas, de las promesas siempre cumplidas: suyas son la iniciativa y la fideli-dad.

6.1. Creación y Comunión

• La Biblia comienza narrando la creación del mundo y de los hombres. Es también el inicio del orden temporal: des-de entonces hay antes, ahora y después. Todo comienza en el tiempo. Todo lo que cambia es temporal. Sólo Dios es eterno porque es el mismo siempre.

• Todos relacionamos el fin (propósito) con los medios necesarios para alcanzarlo. Siempre nos proponemos primero el fin; después comenzamos a poner los medios adecuados.

• Dios también tiene un plan que empieza proponiéndose el fin: hacer comunión con lo que aún no existe.

• El primer medio para alcanzar ese fin fue crear, dar inicio a todo lo que es distinto a Dios. Desde entonces todo es-taría orientado hacia el fin propuesto: la comunión del Creador con sus criaturas, con el pueblo que Él formaría.

• Para darnos una idea de la paciencia de Dios tengamos presente que: desde la creación del mundo hasta la llama-da a Abraham pasaron unos doce mil setecientos millones de años.

6.2. La fe del Pueblo

• La historia de Israel está como tejida por la relación entre la fidelidad de Dios a lo que les promete y la respuesta de Abraham y sus descendientes. La respuesta a la propuesta de Dios es la fe, y ésta se expresa como fidelidad a lo que Dios espera de su Pueblo.

• Abraham es nuestro padre en la fe. La fe es nuestra respuesta personal a Dios. Pero la fe no es algo que se reduce a la intimidad de cada uno: Dios nos llama a formar parte de una comunidad de creyentes. Dios nos llama desde la comunidad y para enriquecer a la misma.

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• Apenas mil ochocientos años antes del nacimiento de Jesús, Dios hizo la promesa a Abraham que sus descendien-tes formarían un gran pueblo (a pesar de su avanza edad y de la esterilidad de Sara, su esposa). La iniciativa de Dios supera la naturaleza creada por Él.

• Dios se inserta o interviene en la en la historia concreta. Los descendientes de Abraham llegaron a Egipto cuando este país estaba bajo el dominio de extranjeros, racialmente emparentados con ellos (los hicsos).

• Esto favoreció la inmigración de Jacob y los suyos (aprox. 1700 a.C.). Uno de sus hijos, José, llegó a ser el segun-do en el reino egipcio... hasta que las cosas cambiaron cuando los egipcios retomaron el gobierno (aprox. 1150 a.C.)

• Con los nuevos gobernantes comenzó una nueva situación para los israelitas: fueron reducidos a la esclavitud... hasta que Dios llamó a Moisés (como veremos en el próximo Tema).

7. COMPROBACIÓN

• A partir de los datos que aparecen en Éxodo 1,1-5, los niños escribirán los nombres de los hijos de Jacob .

• Marcarán en el mapa de los lugares del Antiguo Testamento la ruta de los Patriarcas (Ur, Jarán, Hebrón, Egipto).

8. COMPROMISO

• Los niños conversarán con sus padres para conocer algunas anécdotas sobre sus antepasados (bisabuelos, abue-los, tíos, etc.)

• Pondrán por escrito lo que han descubierto sobre su origen relacionado con esos familiares.

9. CELEBRACIÓN

El catequista provoca un ambiente de silencio. Primero se lee Génesis 12,1-7; luego se hace el resumen: Dios que nos llamó a formar parte de su pueblo mediante nuestros antepasados y, en particular, mediante nuestros padres. Terminamos leyendo —a dos coros— esta oración de agradecimiento:

Gracias, Yahvé, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, porque nos has creado para que formemos parte de tu pueblo.

Gracias, Dios Único, el Creador de todos los hombres, porque quieres que todos vivamos unidos fraternalmente en el amor.

Gracias te damos a Ti, nuestro Padre, que nos has regalado una mamá y un papá; te pedimos por ellos, te pedimos que los bendigas y los conserves sanos.

Sí, Padre Santo, te damos gracias porque ellos son los mediadores de tu amor; bendícenos para que respondamos con amor el amor que Tú nos tienes.

Que todo lo que hagamos esta semana, lo hagamos muy bien, para honra y gloria de tu Santo Nombre. Amén.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Compartan con sus hijos algunas anécdotas acerca de sus abuelos, sus padres o parientes, para que sus hijos se conecten con el pasado de la familia.

☺ Díganles cuáles son actualmente sus sentimientos acerca de su pueblo de origen.

☺ Compartan con ellos cuáles son las dificultades y proyectos que existen en su pueblo.

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B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos indicados en esta guía... Que sus hijos logren captar lo central del Tema: La fe de Abraham; él, siendo estéril, se fió de Dios que le prometió que sería pa-dre de un gran pueblo.

� Motívenlos para que logren reconocer que también nosotros somos llamados a formar parte de un pueblo o nación mediante los familiares que nos antecedieron.

� Más adelante veremos que Dios nos hace formar parte de su pueblo (Iglesia) mediante los cristianos que nos precedieron en la fe.

� Guíenlos en las dos tareas de comprobación de la comprensión (n.7).

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n.9).

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33333333 ........ LLLLLLLL IIIIIIIIBBBBBBBBRRRRRRRREEEEEEEESSSSSSSS PPPPPPPPAAAAAAAARRRRRRRRAAAAAAAA SSSSSSSSEEEEEEEERRRRRRRR HHHHHHHHEEEEEEEERRRRRRRRMMMMMMMMAAAAAAAANNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS 1. RECORDAMOS

En el Tema anterior vimos que Dios nos ha llamado a la vida para que la compartamos con los demás, formando un pueblo. El pueblo formado a partir de los descendientes de Abraham fue el inicio del proyecto de Dios de hacer comunión con todos los hombres.

2. OBJETIVO

Vamos a reconocer en la liberación de los israelitas (éxodo) que Dios nos ha creado libres para que nos conservemos libres sin esclavizar a los demás.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar alguna bandera peruana con un afiche con este lema: “Somos libres, seámoslo siempre”) y fotografías que muestran personas que están actuando libremente.

3.2. Canto

“Libre, Tú me hiciste libre, Señor”

3.3. Dinámica

Emplearemos la dinámica de los círculos: los participantes se sitúan en dos círculos concéntricos. Los del círculo interior se colocan mirando hacia fuera, de manera que tengan enfrente su pareja del círculo exterior. El direc-tor/a del juego irá leyendo unas frases (“mi mejor amigo/a es...”; “para mí, ser libre es...”; etc.) que serán el tema de conversación con su respectiva pareja, cuando el animador/a diga “¡ya!”, comienza a girar el círculo exterior un lugar, si anteriormente habló solamente el del circulo exterior, ahora sólo hablará el del círculo interior igual-mente hasta que el director/a del juego diga “¡ya!”. Tras varias tandas se puede cortar el juego.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Todos queremos ser libres. Todos queremos ser felices. No queremos sufrir ni ser dominados por nadie... al menos es lo que decimos. Veamos qué idea de libertad tienen nuestros niños.

Los catequistas recordarán el inicio del Himno Nacional: «Somos libres, seámoslo siempre... ». Guiados por ellos, los niños revisarán su experiencia sobre la relación obediencia-libertad y responderán por escrito las siguientes preguntas:

• ¿Qué es ser libre según lo que escuchaste a tus compañero/as durante la dinámica?

• ¿Qué dicen sobre la libertad otros chicos y chicas que conoces?

• ¿Qué es lo que consideras que no te deja ser libre?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión: es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios —Uno y Trino— creó para hacer comunión. Pero la comunión entre personas es mucho más que un simple conjunto de personas. No basta que estén juntas, es necesario que estén unidas.

5.1. Los israelitas esclavos en Egipto

Los setenta descendientes de Abraham se multiplicaron en Egipto y después de cuatro siglos eran muchísimos. Al comienzo fueron bien recibidos en Egipto, pero después las cosas cambiaron. Leer Éxodo 1,8-14 y responder:

• ¿Qué temía el nuevo rey de Egipto? Temía que los israelitas se multiplicaran tanto que llegaran a ser más numero-sos que los egipcios.

• ¿Qué ordenó para mantener sometidos a los israelitas? Les impusieron capataces para obligarlos a trabajar muy duro para el rey de Egipto.

• ¿Cuál fue el resultado de esa opresión? «cuanto más les oprimían, tanto más crecía y se multiplicaban.».

5.2. Dios escucha el clamor de los oprimidos Dios no es ajeno al dolor de sus hijos. Escucha su clamor y acude a resolver la situación de opresión a la que están sometidos. Llama a Moisés para enviarlo a liderar la liberación de la esclavitud.

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Leer Éxodo 3,7-12 y responder:

• ¿Dios es indiferente ante el sufrimiento de los israelitas? De ninguna manera. Dios se acerca a ellos para liberarlos de las manos de los egipcios.

• Además ¿qué promete Dios? Promete que los israelitas irán a una tierra buena y espaciosa, una “tierra que mana leche y miel”.

• ¿Cómo responde Dios ante el temor de Moisés? «Yo estaré contigo».

5.3. Moisés lidera la liberación de los israelitas Dios, por medio de Moisés, superó la dureza de corazón del Faraón, que al final se rinde y deja salir a los israelitas. Cuando éstos se vieron acorralados por los egipcios frente al Mar Rojo, nuevamente interviene Dios abriendo prodigiosamente las aguas del mar para que los israelitas pudieran pasar.

Leer Éxodo 14,21-31 y responder:

• ¿Cómo se abrieron las aguas del mar? Moisés extendió su mano y Dios hizo soplar toda la noche un fuerte viento que secó el fondo del mar.

• ¿Qué hicieron los israelitas? Mientras las aguas estuvieron separadas pasaron a pie hacia el otro lado del mar..

• ¿Qué pasó con los egipcios? Entraron a perseguir a los israelitas, se enredaron y tropezaron entre sí, y los cubrió el agua cuando Moisés extendió su mano sobre el mar.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios se manifestó en la historia del pueblo israelita; lo liberó de la esclavitud egipcia para poder hacer alianza con él. Solo las perso-nas libres pueden asumir compromisos, hacer pactos o alianzas.

Dios nos creó libremente para que nosotros fuéramos siempre libres, es decir, capaces de asumir responsablemente nuestro propio desarrollo personal. Dios quiere que todos formemos un pueblo de gente libre que vivan como hermanos.

6.1. Felicidad y libertad

• Todos queremos ser felices. La felicidad no es sólo comodidad o bienestar. La felicidad es sinónimo de máxima realización personal, en la que se incluyen nuestros ideales y sueños logrados.

• Por lo tanto, felicidad no es sinónimo de placer, como “ser bueno” no es sinónimo de “estar bien” o de sentirse a gusto.

• La libertad es la capacidad que nos ha dado Dios para que podamos decidir ser buenos haciendo el bien. Nadie llega a ser bueno por obligación; solo se puede ser bueno si libremente decidimos serlo.

• Somos buenos haciendo el bien, el mejor bien posible. La libertad es para elegir y realizar el mejor bien posible en cada situación concreta.

6.2. Libertad y fraternidad

• Todos queremos ser felices, pero no podemos ser felices a como dé lugar, incluso haciendo infelices a los demás. Tampoco podemos ser libres haciendo esclavos a los demás ni dejándonos esclavizar por las cosas.

• Dios no tolera el mal que nos podemos hacer unos a otros empleando mal nuestra libertad. Pero Dios no evitará el mal que hacemos quitándonos la libertad, convirtiéndonos en una especie de robots o autómatas.

• La liberación de los israelitas es una lección para todos los humanos: nada de esclavizar unos a otros. Más bien, todos debemos cuidar que nuestro prójimo no sea nunca tratado como esclavo, sin permitirle su autodeterminación.

• Por lo tanto, solo en la libertad brota el amor verdadero, esto es, la decisión de hacer felices a los demás. Este es el amor de los hermanos, la fraternidad para la que Dios nos ha creado.

7. COMPROBACIÓN

Los niño/as leerán las siguientes frases y marcarán aquellas que consideren que expresan el correcto ejercicio de la libertad:

� Saludamos solamente a los compañero/as que nos caen bien.

� Estudio con tesón porque quiero saber más para ayudar mejor a los demás.

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� En casa, todos ponemos en su lugar las cosas cuando terminamos de usarlas

� Me encanta mucho la tele y por eso a veces no realizo mis tareas escolares.

� Cuando mis padres no me exigen, dejo de lado lo que debo estudiar.

� Cuando hago alguna travesura no miento echándole la culpa a otro.

� Si en el colegio alguien me hace daño yo también le hago algo que le duela.

� Si algo me gusta, me lo como sin importarme si los demás también quieren comer.

� Cuando mis hermano/as no pueden terminar sus tareas de casa, les ofrezco mi ayuda.

� Supero mi enfado con los demás y los sigo tratando con cariño.

� Hago las cosas de casa siempre y cuando tenga ganas de hacerlas.

� Yo soy el/la responsable de realizar en casa las tareas que me dejan en el colegio.

� Si yo no le hecho daño a alguien, no tengo ninguna obligación de ayudarlo.

� Si tengo que decidir entre la obligación y la diversión, prefiero divertirme.

� Aunque estoy cansado/a me ofrezco ayudar a mamá en las tareas de la casa.

8. COMPROMISO

• Los niños conversarán con sus padres sobre qué piensan de la realidad política del país: ¿somos de verdad libres?

• Pondrán por escrito una acción que se comprometen a realizar a favor de alguna persona necesitada (sea su fami-liar o no).

9. CELEBRACIÓN

El catequista anima el recogimiento de los niño/s para comenzar la oración. Recitaremos a dos coros el himno que entonó Moisés al terminar el paso de la esclavitud a la libertad (Éxodo 15)

Cantaré a Yahvé, que se hizo famoso; arrojó en el mar al caballo y su jinete. ¡Yahvé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el Dios de mi padre, lo ensalzaré.

Tu diestra, Yahvé, de tremendo poder, tu diestra, Yahvé, aplasta al enemigo. Tu Gloria derriba a tus adversarios, despachas tu furor y los devora como paja.

Al soplo de tus narices retroceden las aguas, las olas se paran como murallas; los torbellinos cuajan en medio del mar.

Dijo el enemigo: "Los perseguiré y los alcanzaré, los tendré a merced, llevaré sus despojos; sacaré mi espada y mi mano los matará."

Mandaste tu soplo y el mar los cubrió, y se hundieron como plomo en las aguas majestuosas.

¿Quién como Tú, Yahvé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas? ¡Extiendes tu mano y se los traga la tierra!

Guiaste con amor al pueblo que rescataste, lo llevaste con poder a tu santa morada. Tú lo llevarás y lo plantarás en el monte que es tuyo, el lugar en que habitas, oh Yahvé;

El Santuario del Señor, obra de sus manos. ¡Que Yahvé reine eternamente!"

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PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Dialoguen sobre las diversas maneras de entender la libertad por parte de la gente que us-tedes conocen.

☺ Compartan con sus hijos algunas noticias del periódico sobre la realidad nacional, destacan-do el correcto y el abusivo uso de la libertad

☺ Conversen sobre la experiencia que tenemos en cuanto a las obligaciones y el deseo de mantenernos libres.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos indicados en esta guía... Que sus hijos logren captar lo central del Tema: Dios no es indiferente frente al sufrimiento de sus hijos, por eso sale en defen-sa de los pobres y afligidos.

� Motívenlos para que comprendan que Dios actúa a favor del pueblo mediante las personas que elige, así como fue el caso de Moisés.

� Reflexionen con ellos para llegar a entender que la libertad no consiste en hacer lo que nos da la gana, sino en hacer el mejor bien posible.

� Guíenlos en las respuesta en la tarea de comprobación de la comprensión (n.7).

� Igualmente, oriéntelos para que precisen qué acción concreta pueden realizar a favor de alguna persona. (n.8)

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n.9).

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44444444 ........ LLLLLLLLAAAAAAAASSSSSSSS LLLLLLLLEEEEEEEEYYYYYYYYEEEEEEEESSSSSSSS DDDDDDDDEEEEEEEE LLLLLLLLAAAAAAAA HHHHHHHHEEEEEEEERRRRRRRRMMMMMMMMAAAAAAAANNNNNNNNDDDDDDDDAAAAAAAADDDDDDDD 1. RECORDAMOS

Hemos visto anteriormente que Dios liberó a los descendientes de Abraham. Los sacó de la esclavitud en Egipto para formar un pueblo de personas libres que vivan como hermanos en la tierra a los que los conduciría al final del camino por el desierto.

2. OBJETIVO

Aceptar los Mandamientos como expresión de la voluntad de Dios para que nos mantengamos libres y sin esclavizar a los demás.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Puede emplearse la ambientación que se indicó en el Tema anterior.

3.2. Canto

“Cristo rompe las cadenas”

3.3. Dinámica

Sugerimos la siguiente dinámica: “Sigamos al líder”. Los niños forman grupos de a diez y se forman en línea, tomándose de la cintura. El primero de la línea lidera al grupo; cuando levanta su brazo derecho, todos los niños deben dar un salto hacia la derecha; igualmente, hacia la izquierda cuando levanta este brazo. Cuando levanta los dos brazos, todos dan un salto en el lugar, sin desplazarse. Todo esto se va realizando caminando y de ma-nera aleatoria, buscando que el grupo logre sintonizar con el líder. El catequista determinará cuando dar por fina-lizada esta experiencia.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Como vimos en el Tema anterior, todos queremos ser libres. Todos queremos ser felices. No queremos sufrir ni ser domina-dos por nadie... al menos es lo que decimos.

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas:

• ¿Qué normas han establecido nuestros padres en casa?

• ¿Qué normas existen en nuestros colegios?

• ¿Qué es lo que te resulta más difícil obedecer, ya sea en casa o en el colegio?

• ¿Consideras que una persona libre no tiene obligaciones que cumplir? ¿por qué?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión: es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es Comunión y quiere que en su pueblo que está formando todos sean personas libres que vivan unidos como hermanos. Para lograr esto, después de sacarlos de la esclavitud y llevarlos por el desierto hará una alianza, un pacto de amor con su pueblo.

5.1. Al pie del monte Sinaí

Moisés lideró a los israelitas que salieron de Egipto. Junto con ellos salieron también otros esclavos que trabajaban para los faraones. Ahora, libres, se dirigen todos hacia el lugar señalado por Dios.

Leer Éxodo 19,1-8 y responder:

• ¿Cuánto tiempo demoraron los israelitas para llegar al Sinaí? Tres meses exactos.

• ¿Para qué Dios llevó los israelitas a ese lugar? Para hacer una alianza con ellos.

• ¿Cuál fue la respuesta de los israelitas a la propuesta de Dios? «Nosotros haremos todo lo que el Señor te ha di-cho».

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LOS DIEZ MANDAMIENTOS

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.

2. No tomarás el nombre de Dios en vano.

3. Santificarás las fiestas.

4. Honrarás a tu padre y a tu madre.

5. No matarás.

6. No cometerás actos impuros.

7. No robarás.

8. No darás falso testimonio ni mentirás.

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

10. No codiciarás los bienes ajenos.

5.2. Los Mandamientos de la Ley de Dios

Un pueblo no es sólo una multitud de personas. Ellas necesitan vivir en armonía, de manera que todos y cada uno de los miembros del pueblo pueda realizar sus sueños, sus ideales de vida. Todo pueblo necesita una Constitución, una Ley que canalice las relaciones entre todos.

Leer Éxodo 20,2-11 y responder:

• Estos primeros mandamientos señalan nuestras obligaciones con Dios .

• ¿Cómo debe ser nuestra relación con Dios? Amarlo por encima de cualquier otra persona debe ser lo más impor-tante para nosotros.

• ¿Cómo serían nuestras relaciones si Dios no es el “número 1” en nuestras vidas? Nos tratamos mal, no como de-ben amarse los hermanos o los amigos...

Leer Éxodo 20,12-17 y responder:

• En cambio, estos otros mandamientos señalan las obligaciones con nuestro prójimo.

• Dios nos llamó a la vida por medio de nuestros padres. Por eso, el cuarto mandamiento es: « Honra a tu padre y a tu madre »

• Sigamos. Si Dios nos ha llamado a la vida, ¿qué obligación tenemos con la vida ajena? « No matarás » Esto signi-fica que debemos cuidar la vida de todas las personas, debemos ayudar a quien está herido, enfermo o tiene hambre...

• Muchas cosas son necesarias para vivir como personas, otra son. Podemos tenerlas o no... pero a veces tenemos muchísimas ganas de tenerlas. Por eso Dios nos dice que no debemos dejarnos llevar por la codicia, la ambición...

• Tampoco debemos robar las cosas ajenas, ni decir falso testimonio contra mi prójimo.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión y nos ha creado para integrarnos como un pueblo de gente libre que viva como hermanos. Por eso se puso como centro de la vida de su pueblo. Hizo un pacto o alianza

Dios nos creó libremente para que nosotros fuéramos siempre libres, es decir, capaces de asumir responsablemente nuestro propio desarrollo personal. Dios quiere que todos formemos un pueblo de gente libre que vivan como hermanos.

6.1. Los Mandamientos: “señales de tránsito”

• Dios quiere que seamos verdaderamente libres. Dios nos ha creado para que seamos libres y vivamos en comunión fraterna. Cuando esclavizamos a otros o nos dejamos esclavizar por las cosas, por nuestros senti-mientos o por los demás... no es posible la fraternidad.

• Dios nos da los mandamientos como “señales de tránsito” para guiarnos por el camino de la vida. Si al-guien pensara que las señales de tránsito le quitan li-bertad y por eso no las respeta, nunca llegaría a don-de hubiera querido llegar... se estrellaría con otro o se saldría de la pista.

• Dios nos conoce mejor que nadie porque nos ha crea-do; nos ama más que cualquier otro porque nos salva, por eso si nos manda algo es porque sabe que pode-mos hacerlo y que nos conviene hacerlo.

• Así como todos padre, Dios también quiere nuestro bien. Por eso nos exige, nos corrige, nos da nuevas oportunidades para seguir creciendo, para mejorar como persona cada día.

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6.2. Amar a Dios más que a ninguna otra persona

• Dios no necesita nada de nosotros: no necesita ni nuestro amor ni nuestra alabanza. Si Él nos exige que le ame-mos más que a nadie es para que no caigamos en la tentación de esclavizar o dejarnos esclavizar (ni por nuestros deseos, ni por las cosas ni por los demás).

• Dios nos ha creado para que seamos libres y lo seguiremos siendo en la medida que Él sea el centro de nuestras relaciones humanas. Esto es lo que debemos subrayar a los niños.

• Si ponemos en el centro de nuestra vida las cosa materiales y el dinero, los demás ya no serán tratados como her-manos, sino como cosas útiles para conseguir más dinero: los explotamos, los utilizamos y marginamos cunando ya no nos son útiles.

• Cuando el nuestro interés está centrado en alcanzar el poder, mentimos a los demás para lograrlo. Son considera-dos un “número” más (voto). Después de alcanzar el poder, si nos reclaman lo prometido: comienza la represión.

• Si nuestro dios es el placer, buscaremos disfrutar la vida a como de lugar. Los demás serán utilizados para ello y después dejados para seguir buscando a otros como “objetos de placer”.

• Necesitamos, pues, que nuestro Creador sea el centro de nuestras relaciones interpersonales para seguir tratán-donos como personas libres y seguir viviendo como hermanos.

7. COMPROBACIÓN

Los niño/as leerán las siguientes frases y marcarán a qué Mandamiento de la Ley de Dios hace referencia. Colocarán el número correspondiente entre los paréntesis iniciales:

( 7 ) Si encuentro un objeto perdido en mi salón, busco entregarlo a quien pertenece.

( 5 ) Cuando alguien molesta y me busca pleito no me dejo llevar por la cólera.

( 8 ) Si cometo alguna falta no le echo la culpa a otro para defenderme.

( 4 ) Siempre obedezco a mis padres

( 3 ) Asisto puntualmente a la Misa dominical para agradecer a Dios por todo lo que me ha dado durante la semana.

( 9 ) Cuando me vienen malos pensamientos a la cabeza pongo mi atención en otra cosa.

( 1 ) Tengo presente a Dios en todo lo que hago y continuamente le digo que lo amo.

( 8 ) Si cometo alguna falta no le echo la culpa a otro para defenderme

(10 ) Me alegro cuando mis amigos consiguen algo que también a mí me gusta, pero que todavía no lo tengo.

( 6 ) No manoseo mi cuerpo, ni dejo que otros lo hagan.

( 2 ) Cuando prometo algo lo cumplo: me basta decir sí, si es sí...

( 4 ) Me ofrezco voluntariamente a mi mamá para ayudarla en las tareas de la casa.

( 7 ) Cuando me prestan alguna cosa, siempre las devuelvo a su dueño.

( 5 )Si un pobre tiene hambre y yo tengo algo de comer, se lo ofrezco.

8. COMPROMISO

• Los niños reconocerán cuál son los dos deseos o sentimientos que más les cuesta vencer (pereza, rencor, deseo de venganza, desobediencia, gula, etc.) de modo que con facilidad no actúan según los Mandamientos de la Ley de Dios.

• Pondrán por escrito dos acciones que se comprometen a realizar durante la semana: acciones en las que superen los sentimientos o deseos que han reconocido.

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9. CELEBRACIÓN

El catequista promueve el ambiente propicio para la oración comunitaria.

Lector: Dios, Señor de la Vida, te damos gracias por el gran amor que nos tienes pues Tú nos llamas a formar parte de tu Pueblo.

Todos: Gracias, Padre, bendícenos con tu Espíritu Santo para obedecerte siempre.

Lector: Padre Dios, Tú nos das los Mandamientos de tu Ley para guiarnos en el camino de la vida, para que podamos ser mejores cada día.

Todos: Padre Santo, ilumínanos y fortalécenos con tu Espíritu para serte siempre fieles.

Lector: Padre amoroso, Tú nos conoces porque nos has creado y nos amas porque nos has salvado, llénanos de tu amor para aceptar con gratitud tus Mandamientos.

Todos: Sí, Padre, derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo para que nos dejemos esclavizar por nuestros deseos o senti-mientos.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior relacionando libertad y obediencia.

☺ Compartan con sus hijos la importancia que tienen las normas de convivencia de la propia familia. ¿Cómo se sienten ello/as al respecto?

☺ Conversen igualmente sobre las leyes que conducen la vida de la sociedad de modo que todos puedan realizar sus sueños.

☺ Imaginen juntos cómo sería un país sin leyes o con leyes que nadie quiere obedecer.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Te-ma: Dios quiere nuestro bien, que formemos un pueblo de personas libres que se amen como hermanos.

� Ayúdenlo/as a comprender los Mandamientos como “señales de tránsito”: sirven para que lleguemos a nuestra meta, es decir, a realizarnos como personas en comunidad.

� Reflexionen con ello/as para que comprendan que cuando Dios nos manda algo es porque sa-be que lo podemos hacer, porque Él nos ha creado. Nos manda hacer algo para nuestro bien porque nos ama puesto que nos ha salvado.

� Guíenlos en las respuesta en la tarea de comprobación de la comprensión (n.7).

� Igualmente, ayúdenlos para que logren reconocer sus deseos o sentimientos contrarios a la fraternidad, y para que precisen qué acciones concretas realizarán en sentido opuesto esta semana (n.8)

� Oren con ello/as recitando alternadamente la oración propuesta (n.9).

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55555555 ........ CCCCCCCCRRRRRRRRIIIIIIII SSSSSSSSTTTTTTTTOOOOOOOO EEEEEEEESSSSSSSS EEEEEEEELLLLLLLL SSSSSSSSAAAAAAAACCCCCCCCRRRRRRRRAAAAAAAAMMMMMMMMEEEEEEEENNNNNNNNTTTTTTTTOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL PPPPPPPPAAAAAAAADDDDDDDDRRRRRRRREEEEEEEE

1. RECORDAMOS

Dios liberó a los israelitas de la esclavitud y los llevó al Sinaí para hacer una Alianza con ellos. Allí recibieron los Mandamien-tos, “señales de tránsito”, en cuyo centro está el amor a Dios: sólo amándolo por encima de todo podemos mantenernos libres para amarnos como hermanos.

2. OBJETIVO

Reconocer a Jesús como el Enviado del Padre para llevar a pleno cumplimiento la comunión que se había propuesto desde siempre.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar una imagen de Jesús con el lema: “Nuestro amigo que nunca falla”.

3.2. Canto

“Yo tengo un amigo que me ama”

3.3. Dinámica

Emplearemos una sencilla dinámica como introducción al tema de los símbolos. Para tal efecto, el catequista empleará algunos carteles, p.ej. con un árbol, una bandera peruana, un dígito, un animal, etc.

Dirá a los niños: «¿qué es lo que ven?». Los niños muy probablemente responderán: un árbol, una bandera pe-ruana, tal número, tal animal...

El catequista les dirá que no es así: «ustedes están viendo símbolos que representan lo que ustedes dicen haber visto» (no vemos un árbol tal como es, sino un dibujo o una foto)

Los invitará a formar pequeños grupos: deben reconocer otros símbolos que empleamos a menudo... Veamos cual es el grupo que reconoce un mayor número de símbolos.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

La realidad es simbólica: vemos un aspecto que nos hace pensar en otra cosa: vemos humo y pensamos en el fuego; perci-bimos un olor característico y pensamos en un escape de gas, etc. Nuestra naturaleza racional es adecuada para interpretar los símbolos.

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas:

• ¿Qué símbolos acabamos de reconocer en nuestro grupo? (hacer una lista)

• ¿Qué gestos de afecto podemos considerar que son símbolos de amor? Abrazos, besos, miradas, regalos... lo que hacemos cuando procuramos el bien de los demás.

• ¿Qué cosa guardas con cariño porque te recuerda un bello momento o una persona querida?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión: es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es Comunión y quiere que en su pueblo que está formando todos sean personas libres que vivan unidos como hermanos. Para lograr esto, después de sacarlos de la esclavitud y llevarlos por el desierto hizo un pacto de amor con su pueblo, pero el pueblo no fue fiel. Dios hará una nueva y definitiva alianza por medio de su Hijo.

5.1. Las señales del Reino

Jesús es el Enviado del Padre para anunciar al pueblo elegido que ya ha comenzado el Reino (reinado) de Dios. Esto signifi-ca que se restaura el camino que conduce a la plena comunión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. Los judíos le dijeron a Jesús: «¿Qué haces tú como señal para que veamos y te creamos?» (Jn 6,30) En el Consejo de Ancianos se decían: «¿Qué hacemos? Este hombre está realizando muchos signos» (Jn 11,47).

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• Leer los textos y completar el cuadro:

Texto Señal Significado

Mt 12,28 Expulsión de los demonios Ha llegado el Reino de Dios

Mc 2,1-12 Curación del paralítico Jesús tiene poder de perdonar los pecados

Lc 19,1-10 Jesús entra en casa de Zaqueo La salvación ha llegado para Zaqueo

Jn 11,31-36 Jesús llora ante la tumba de Lázaro Quería mucho a Lázaro

5.2. El Sacramento del Padre

Los discípulos habían escuchado a Jesús que les hablaba con mucho cariño de su Padre: cumplir su voluntad era un verdadero alimento para Él (Jn 4,34).

Momentos previos al inicio de su pasión —que lo llevará a la muerte en cruz— Jesús anuncia a los Apóstoles que pronto regresará donde su Padre. En ese momento se dio el diálogo siguiente

Leer Juan 14,5-9 y responder:

• Respondiendo a Tomás, Jesús dice que Él es el Camino , la Verdad y la Vida

• ¿Qué nos enseña Jesús al decir “Yo soy el Camino”? Jesús enseña que es Él quien nos conduce hacia el encuen-tro con nuestro Padre Dios, el Padre de Jesús.

• ¿Quién le pidió a Jesús que les mostrara al Padre? Felipe Apóstol

• ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? «El que me ha visto a mi, ha visto al Padre».

Leer Juan 1,18 y responder:

• ¿Quién ha visto a Dios Padre? Ningún ser humano ha visto jamás a Dios.

• ¿Por qué Jesús nos pudo mostrar al Padre? Porque vive en íntima comunión con el Padre.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión. Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre. Como hombre compartió la vida con sus compatriotas (Jn 1,14) sin dejar de estar en íntima comunión con su Padre Dios. Jesús es el Enviado del Padre para restaurar el camino hacia la comunión querida por Dios desde siempre.

Jesús anunció el inicio del reinado de Dios. Pero no fue un anuncio solo con la palabra, sino con hechos. Los milagros fueron los signos que acompañaban sus palabras. Pero, sobre todo, Él mismo —con sus palabras y gestos— es el signo más claro del amor de Dios. Por eso es “sacramento”, signo sensible y eficaz de la presencia salvadora de Dios.

6.1. Nadie ha visto a Dios

• Dios está siempre en medio de los hombres. No es un dios lejano y ajeno a lo que pasa con sus criaturas. Menos aún, un dios caprichoso que cambia de planes. No, el Dios que se nos revela en Jesús es el Dios fiel a sus planes y promesas.

• Dios no cambia de planes: desde siempre quiso hacer comunión, por eso nos creó teniendo presente como centro de la historia al modelo de la máxima comunión posible: Dios Hijo hecho criatura (Jesús de Nazaret)

• Durante todo el tiempo anterior a Jesús, Dios se manifestó por medio de muchas personas: los Patriarcas, los re-yes, los profetas... pero ninguno vio a Dios “cara a cara”.

• El único que conoce al Padre es el Hijo; puesto que también es Dios, Jesús es el único que conoce al Padre.

6.2. Quien ve a Jesús está viendo a Dios Padre

• Jesús es el Enviado del Padre para hacernos conocer cuánto nos ama y se preocupa por nuestra felicidad.

• No vemos al Padre, pero todas las palabras y obras de Jesús nos revelan (manifiestan) el amor que Dios nos tiene.

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• Por ser Dios Hijo hecho hombre, Jesús conoce al Padre y nos lo da a conocer. Por ser hombre semejante a noso-tros, nos da a conocer también cómo nosotros debemos amar a Dios.

• Así Jesús es un “doble signo” del amor: expresa el amor del Padre a sus hijos y el amor de los hijos a su Padre.

6.3. Dichosos los que sin ver creen

• Los primeros cristianos no vieron al Padre, sino a Jesús. Se fiaron de sus palabras y creyeron que Jesús era el Hijo de Dios, el Mesías y Salvador... Nosotros no hemos visto ni a Jesús, menos a Dios Padre.

• Nosotros hemos llegado a creer en Jesús gracias a los cristianos que nos precedieron (que tampoco vieron a Jesús)... Es así como se cumple lo que —el domingo después de haber resucitado— Jesús dijo a Tomás: «Dicho-sos los que han creído sin haber visto» (Jn 20,29)

• Más tarde, Pedro escribió: «Todavía no lo han visto (a Jesucristo) y lo aman; sin verlo creen en él...» (1Pe 1,8). Lo mismo sucede con nosotros: vimos a unos creyentes y llegamos a creer en Aquel a quien no vemos... así es la fe.

• Nuestros actos manifiestan nuestro interior. Nuestra vida es el “sacramento” de nuestra fe.

7. COMPROBACIÓN

Tenemos una serie de elementos en dos columnas: signos y significados. Se trata de conectar ambas, partiendo de la prime-ra. Para ello se debe colocar en la columna sombreada la letra que corresponde con el significado correspondiente:

Signo ���� Significado

A Una persona triste y llorosa C El Padre los ama y les ofrece su perdón

B El olor a mi comida favorita F Dijeron: «¡Cómo lo quería!»

C Jesús come con los pecadores K «No hay amor más grande que dar la vida»

D El semáforo cambia a luz roja M Mis padres me aman, me hacen sentir bien

E Mosquitos volando sobre la fruta Ñ Debemos poner todo en sus manos

F El manzano ha floreado J Soy yo mismo/a que he seguido creciendo

G El cielo está oscuro y muy nublado B Mi mamá me ha preparado lo que me gusta

H Jesús expulsa a los “demonios” L Está amaneciendo

I Jesús llora por la muerte de Lázaro F Pronto tendremos nuevas frutas

J Mi fotografía de bebito/a E Alguna fruta se está malogrando

K Jesús muere clavado en la cruz N Me aman y quieren que yo sea mejor

L Los gallos comienzan a cantar G Posiblemente llueva hoy

M Las caricias de mamá y papá... A Algo doloroso le ha pasado a esa persona

N ...también me corrigen y castigan D Debemos detener la marcha del automóvil

Ñ Jesús multiplica los panes y peces H El Reino de Dios ha llegado

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8. COMPROMISO

• Nuestro comportamiento (actitudes, hábitos, gestos, etc.) es el “sacramento” o signo de lo que tenemos dentro. Por eso, los niño/as reconocerán qué aspectos de su comportamiento no corresponden a la vida de un discípulo que ama a Jesús, su Maestro.

• Pondrán por escrito dos acciones que se comprometen a realizar durante la semana: serán acciones que muestren amor a las personas que han molestado con su comportamiento anterior.

9. CELEBRACIÓN

Para que nuestra vida corresponda a nuestra fe necesitamos la ayuda de Dios. Debemos pedirle continuamente que nos envíe su Santo Espíritu:

Lector: Padre amado, Tú nos enviado a tu Hijo para que comprendamos cuán grande es el amor que tienes por nosotros.

Todos:.

Lector: Padre Santo, por medio de Jesucristo nos has enseñado que Tú quieres que te amemos amando a nuestro prójimo.

Todos: Ilumínanos y fortalécenos con tu Espíritu para que siempre seamos fieles a tu voluntad.

Lector: Padre amoroso, Tú nos pides que nuestro comportamiento sea cada vez más parecido al de tu Hijo Jesús.

Todos: Derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo para que cada día seamos mejores hijos tuyos.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Revisen con sus hijo/as el cumplimiento del compromiso de la semana pasada ☺ Conversen con ellos sobre la importancia de los símbolos: vemos algo que nos hace pensar

en otra cosa. La conexión entre el signo y lo significado puede ser natural (humo-algo que se quema) o artificial (bandera blanquirroja-Perú).

☺ Vean que lo mismo sucede con el lenguaje: vemos u oímos el signo (palabra) y pensamos en la cosa designada por la palabra... Toda la realidad está llena de símbolos.

☺ Ayúdenles a comprender que nuestro cuerpo y nuestros actos son los signos que indican nuestro yo interior, así como nuestros estados de ánimo.

☺ Compartan los gestos o actitudes más significativos de los que viven en casa... Cómo nos reconocemos por la voz, por el sonido de las pisadas, etc. B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Te-ma: Dios invisible a nuestros ojos, pero Él ha querido hacerse presente en medio de la humanidad enviando a su Hijo, que es tan Dios como el Padre, pero que se hizo como uno de nosotros al nacer de la Virgen María.

� Ayúdenlos a comprender cómo las palabras y los milagros que hacía Jesús ayudaron a sus discípulos a comprender cómo era el Padre: al experimentar la misericordia de Jesús cono-cieron que Dios es un Padre misericordioso.

� A partir de lo anterior, que se vayan formando la idea de lo que es todo “sacramento”: un signo sensible y eficaz de la presencia salvadora de Dios.

� Guíenlos en la respuesta en la tarea de comprobación de la comprensión (n.7). Lean una fra-se de la columna “signo” y lean todas las de la otra columna para encontrar el “significado” que mejor corresponda.

� Igualmente, ayúdenlos a reconocer sus modos de comportarse no corresponden a verdade-ros discípulos de Jesús; que precisen qué acciones concretas realizarán en sentido opuesto esta semana (n.8)

� Oren con ello/as recitando alternadamente la oración propuesta (n.9).

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66666666 ........ LLLLLLLL IIIIIIIIBBBBBBBBRRRRRRRREEEEEEEESSSSSSSS PPPPPPPPAAAAAAAARRRRRRRRAAAAAAAA AAAAAAAAMMMMMMMMAAAAAAAARRRRRRRR DDDDDDDDEEEEEEEE VVVVVVVVEEEEEEEERRRRRRRRDDDDDDDDAAAAAAAADDDDDDDD 1. RECORDAMOS

A Dios nadie puede ver. Pero Él quiso hacernos conocer su amor mediante su Hijo hecho hombre: Jesús de Nazaret es el “sacramento” del Padre, es decir, el sino sensible y eficaz de la presencia salvadora de Dios. Toda la realidad es simbólica; nuestro comportamiento es el “sacramento” de lo que nos pasa por dentro (pensamientos, sentimientos, deseos, emociones, etc.)

2. OBJETIVO

Comprender el sentido cristiano de la libertad en su relación con el amor y reconocer las situaciones de opresión debidas al mal uso de la libertad.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar una imagen de Jesús con el lema: “Jesús nos hace verdaderamente libres”.

3.2. Canto

“Cristo nos da la libertad”

3.3. Dinámica

Esta semana la dinámica formará parte de nuestra “mirada a la realidad”.

El catequista debe proporcionar recortes de periódicos con noticias negativas, consecuencia del abuso de la li-bertad. Un recorte para cada tres niño/as. Ellos deberán discutir de qué manera el mal uso de la libertad hace daño a los demás y también a uno mismo.

El catequista animará la puesta en común de lo que discutió cada grupo. Luego le ofrecerá una síntesis del apor-te de todos los grupos, y una breve relación con los Temas 3 y 4.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Todos queremos ser libres. Esto es así porque Dios nos ha creado para que lo seamos... pero libres de verdad. Ya hemos visto lo que ocurre cuando empleamos mal este precioso don de Dios.

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas a partir de los recortes:

• Según las noticias revisadas, ¿qué males ocasiona el mal uso de la libertad ? (hacer una lista)

• ¿Qué obras buenas se hacen en la sociedad cuando se emplea bien la libertad?

• ¿Cómo te sientes cuando tú haces buen uso de tu libertad?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión y quiere los que forman su pueblo sean verdaderamente libres para que se amen como hermanos. Sin libertad no es posible la comunión porque no es posible el amor.

5.1. La Verdad nos hace libres

Dios nos ha creado para que seamos libres y asumamos responsablemente nuestra vida, para que hagamos de ella lo mejor posible. Había liberado a los israelitas que vivían esclavizados en Egipto; hizo una Alianza con ellos... pero no apreciaron el don de Dios: lo dejaron de lado, volvieron a los ídolos y dejaron de vivir como hermanos. Jesús fue enviado por el Padre para que la humanidad pueda volver hacia el camino que lleva a la comunión fraterna, para que todos nos amemos en libertad.

Leer Juan 8,31-36 y responder:

• ¿A quiénes está hablando Jesús? A los judíos que habían creído en él.

• ¿Quiénes son los verdaderos discípulos de Jesús? Los que obedecen fielmente su palabra.

• ¿Quién nos hace verdaderamente libres? El Hijo de Dios (Jesús) es el que nos hace libres.

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• ¿De qué esclavitud nos libera Jesús? Jesús nos libera de la esclavitud del pecado.

Según Jn 10,18 y Jn 15,13:

• ¿Cómo se manifiesta la libertad de Jesús? Por amor entrega su vida para salvarnos.

5.2. Jesús ha liberado nuestra libertad

San Pablo conecta la libertad de Jesús al dar la vida con el fruto de su entrega: nuestra redención (volver al camino que nos lleva a la plena realización humana)

Leer Gálatas 5,1.13-15 y responder:

• Cristo nos dio libertad para que seamos verdaderamente libres . Por lo tanto, debemos mantenernos libres para

no volver a la esclavitud del pecado .

• ¿Para qué se nos ha dado libertad? Para que nos sirvamos unos a otros por amor.

• Entonces, ¿cómo se relaciona el amor con la libertad? La libertad es para elegir el mejor bien posible; el amor es

para buscar el mejor bien de la persona querida por nosotros.

6. REFLEXIÓN

Premisa

La comunión fraterna es posible solo si somos libres para amar. Cuando nos dejamos esclavizar o esclavizamos a otros no podemos vivir como hermanos. Por eso Jesús nos amó para que fuéramos verdaderamente libres para que amemos de verdad: eso consiste la redención.

6.1. Libertad para decidir ser buenos

• La libertad no es lo mismo que la espontaneidad. No es hacer lo que de buenas a primeras se nos ocurre hacer porque nos vienen las ganas de hacerlo. Esta sería una pobre idea de lo que es la libertad.

• A diferencia de los demás seres vivos, los seres humanos no estamos “programados” para seguir los impulsos o instintos propios de una especie; debemos pensar y elegir qué hacer o qué no hacer para que nuestra vida resulte lo mejor posible.

• Por eso nosotros nuestro comportamiento es diferente de individuo a individuo. En cambio, los animales siguen el comportamiento propio de su especie; siempre hacen lo mismo... Si fuéramos como ellos nunca hubiéramos llega-do a la luna.

• La libertad es la capacidad de decidir. Decidimos hacer esto o no hacerlo, o hacer otra cosa. Siempre estamos de-cidiendo; no podemos decidir no decidir... Pero lo más importante es decidir-ser una persona a todo dar, decidir ser una buena persona, decidir ser bueno, honrado, servicial, solidario, generoso, etc. Nada de esto se debe a la espontaneidad ni a los instintos.

6.2. Libres para amar

• La libertad es la capacidad de elegir, de decidir, de autodeterminarse puesto que no tenemos instintos que nos go-biernen. Por eso la libertad va unida a la razón: nos damos cuenta que tenemos que dar cuenta de lo que hacemos o dejamos de hacer.

• Ser libre no es elegir entre el bien y el mal, sino entre bienes y bienes. La libertad nos permite elegir entre las cosas buenas cuál es la mejor, la que conviene en este momento... pero no “lo mejor” a secas, sino “lo mejor posible, aquí y ahora”.

• ¿Qué es amar? También es preferir, y preferir tiene que ver con elegir y decidir... Uno ama de veras cuando procu-ra el bien de la persona amada. Amar no es sentirse bien con otra persona, es hacerle el bien a esa persona.

• Si por la libertad tomo decisiones que llevo a la práctica, solo desde la libertad puedo amar porque decido hacer fe-liz a otra persona. También podría ser obligado por la fuerza a que haga algo bueno por otro, pero no lo estaría amando.

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6.3. Amar para ser libres

• No somos libres para ser libres: somos libres para amar. A la vez, cuando procuramos el bien ajeno por amor va-mos liberándonos de nuestro egoísmo, vamos siendo más libres... y más libres para amar mejor.

• Jesús nos hace verdaderamente libres porque con su amor nos ayuda a vencer nuestro egoísmo. De no ser así, podríamos seguir haciendo mal uso de nuestra libertad, es decir, no teniendo en cuenta el bien de los demás.

• La libertad es fruto de la obediencia a la enseñanza de Jesús. Por eso san Pablo nos dice que debemos hacernos «esclavos unos de otros por amor», esto es, estar atentos a las necesidades de los demás para acudir por amor a servirlos.

7. COMPROBACIÓN

Ser libre es decidirse por lo mejor posible. Amar es procurar para otro el mejor bien posible.

Las situaciones planteadas a continuación tienen tres alternativas; lo/as niño/as deberán marcar cuál es, a su juicio, la mejor:

A. Me encantan los chocolates, y mis hermanos también. Mamá trajo a casa una bolsa grande de chocolates y yo vi donde los guardó. Ahora tengo ganas de probar esos chocolates... � Como nadie me está viendo, busco la llave para sacar algunos chocolates. � Pienso en mis hermanos: debo ser justo y recibir los chocolates cuando los reparta mamá. � Llamo a mis hermanos y todos metemos la mano a los chocolates.

B. Mañana tenemos que presentar una tarea de Ciencias, aún no la he terminado y necesito varias horas para ello. Es la hora de mi programa en la tele... � No pasa nada. Después de ver mi programa volveré a ocuparme de la tarea. � Voy a ver la tele. Si no logro terminar la tarea le digo a la profesora que estuve enfermo/a � Me aseguro de terminarla ahora; quizá con el cansancio no logre terminarla a tiempo.

C. Juana es mi compañera de colegio y mi vecina de barrio. Es muy molestosa y me fastidia su cercanía. Estuvo en-ferma varios días y ahora está al teléfono, ha contestado mi hermana; llama para que le preste lo que hemos avanzado en clase y así ponerse al día... � Es una ocasión para superar la antipatía por ella y le presto mis apuntes de clase. � Que mi hermana que le devuelva la llamada diciéndole que no me encuentro en casa. � No es mi problema; que vuelva al colegio y le pida ayuda a cualquier otro compañero.

D. Mi papá está enfermo; se ha quedado en casa y mamá nos pedido que guardemos silencio para que él se pueda recuperar de su enfermedad. Han llegado mis amigos del colegio; uno de ellos trajo su nuevo play station y quiere que juguemos en mi sala... � Papá debe estar bien dormido y no se despertará si hacemos bulla a jugar en mi casa. � Hago caso a mamá. Le digo a mis amigos que en otra oportunidad podremos jugar. � Como ya terminé mis tareas, le pido permiso a mamá y vamos a jugar a casa de mi amigo.

E. Me estoy preparando para el futuro: cuando sea grande yo quisiera ser considerado/a por los demás como una persona... � Astuta para los negocios; que sabe sacar el máximo provecho en toda ocasión. � Honesta en todas sus actividades y solidaria con los más necesitados. � Muy inteligente, excelente profesional.

8. COMPROMISO

• El catequista motiva a los niños para que ubiquen mentalmente una persona (del barrio o del colegio) necesitada de ayuda que ellos podrían ofrecerle.

• Pondrán por escrito la ayuda que cada uno se compromete a realizar durante la semana.

9. CELEBRACIÓN

El catequista promueve el ambiente propicio para la oración a dos coros:

Somos libres, Padre Santo, porque somos el fruto de tu amor creador. Tú nos has llamado a la vida para que vivamos como personas libres que se tratan como hermanos.

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Gracias, Padre porque nos has creado responsables de nuestro propio crecimiento, de nuestra propia felicidad en compañía de los demás. Queremos ser verdaderamente libres Padre, por eso te pedimos que nos ayudes a ser fieles discípulos de tu Hijo Jesucristo.

Sí, Padre, en nombre de Jesús te pedimos que nos envíes tu Santo Espíritu para que seamos libres de verdad obedeciendo tus mandamientos.

Señor Jesús, Maestro y Amigo, queremos ser libres como Tú, queremos estar atentos a las necesidades de los demás para acudir en su ayuda.

Sí, Señor, fortalécenos con tu Santo Espíritu para que superemos nuestro egoísmo para ser verdaderamente libres para amar.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior remarcando que nuestro comportamiento es la expre-sión (el signo) de nuestra vida interior.

☺ Compartan con sus hijos lo valioso que es el don de la libertad: a diferencia de los animales, los seres humanos somos responsables de nuestro propio crecimiento personal.

☺ Conversen sobre los males que ocurren en la sociedad cuando se abusa de la libertad pen-sando que ser libre es hacer lo que a uno le da la gana.

☺ Imaginen juntos cómo sería un país en el que todos emplean bien su libertad.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: somos libres para amar y somos más libres cuando amamos.

� Reflexionen con ellos para que comprendan que la libertad consiste en la capacidad de elegir, no «entre el bien y el mal», .sino elegir —entre varias cosa buenas— el me-jor bien posible.

� Ayúdenlos a comprender que Jesús, el Enviado del Padre, es el único que nos puede hacer verdaderamente libres porque nos libera de nuestro egoísmo.

� Ayúdenlos a reflexionar sobre las alternativas para realizar la tarea de comprobación de la comprensión (n.7).

� Igualmente, ayúdenlos para que logren reconocer a qué persona —fuera de la fami-lia— pueden ayudar esta semana (n.8)

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n.9).

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77777777 ........ SSSSSSSSOOOOOOOOMMMMMMMMOOOOOOOOSSSSSSSS HHHHHHHHIIIIIIII JJJJJJJJOOOOOOOOSSSSSSSS DDDDDDDDEEEEEEEE DDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOOSSSSSSSS

1. RECORDAMOS

Dios es Comunión y no ha creado para que vivamos en comunión. El amor sólo es posible en la libertad, y somos libres para amar como Dios quiere que nos amemos. Por eso Jesús ha liberado nuestra libertad al liberarnos del egoísmo. Nos mante-nemos libres obedeciendo a Jesús, siguiendo su ejemplo y sus enseñanzas.

2. OBJETIVO

Acoger con gratitud el principal fruto del Bautismo: haber nacido hijos adoptivos de Dios.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar algunos globos y guirnaldas... como para una fiesta de cumpleaños (si es posible: una piñata y música de fondo).

3.2. Dinámica

Una breve fiesta de cumpleaños (cantamos la canción acostumbrada, si es posible con los nombres de cada uno de los niños). En un pliego grande de papel se van anotando los nombres y las fechas de cumpleaños. Termina este momento con el siguiente canto (con la melodía del empleado en el Tema 5).

3.3. Canto

“Yo tengo un Padre que me ama”

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas sobre el bautismo de los niños:

• ¿Cuál es tu primera fiesta de cumpleaños que recuerdas?

• ¿Cuál ha sido tu mejor fiesta de cumpleaños hasta el momento? ¿Por qué?

• ¿Cuándo fuiste bautizado/a? ¿Alguna vez has celebrado el aniversario de tu Bautismo?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre. Dios Padre lo envió para restaurar nuestra comunión con Él, pero de manera nueva e insuperable: haciéndonos nacer como hijos adoptivos suyos.

5.1. Un nuevo nacimiento, de lo alto. Todos tenemos un papá y una mamá que nos engendraron y nos siguen dando vida con su cuidado amoroso. Esa es la vida natural, pero Dios —el autor de esa vida— quiere compartir con nosotros una vida nueva, su misma vida divina.

Leer Juan 3,1-8 y responder:

• Según Nicodemo ¿qué es lo que confirmaba las enseñanzas de Jesús? Los milagros que hacía.

• ¿Para qué es necesario «nacer de nuevo»? Para poder ver el reino de Dios.

• ¿Cómo es posible «nacer de nuevo»? Nacemos de nuevo por medio del agua y del Espíritu.

• Copia aquí el v.6: «Lo que nace de padres humanos es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu.»

• Entonces ¿por qué mencionó el agua? En el bautismo, el agua es solo símbolo del Espíritu.

Según 1Jn 3,1-3:

• ¿Cómo se manifiesta en nosotros el amor de Dios Padre? Se nos puede llamar “hijos de Dios” porque de verdad lo somos.

• ¿Qué nos pasará cuando aparezca Jesucristo? Seremos transformados para ser como Él y así le veremos tal como es.

5.2. Unidos a Cristo en el Bautismo

San Pablo enseña que al ser bautizados Jesús nos une a su muerte y resurrección (Pascua).

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Leer Romanos 6,3-4 y responder:

• ¿De qué muerte se trata? Es morir al egoísmo, a todo lo que nos aparte de Dios (pecado).

• ¿y de qué resurrección? Los bautizados resucitamos para vivir una vida nueva, vida de verdadera libertad para

amar a Dios y a los demás.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión: por eso hizo una alianza con los descendientes de Abrahán y por la misma razón nos envió a su Hijo Único, nacido hombre del vientre de María. Jesús (Dios hecho carne, Verbo encarnado, Creador hecho criatura) es la máxi-ma posibilidad de la comunión entre Dios y los hombres. El Bautismo es el fruto de esa decisión divina: el Hijo de Dios se hace hombre para que el hombre sea hijo de Dios.

6.1. Agua y Espíritu

• «...el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» Jesús ha dejado en claro cómo se ingresa al reino, pero sin decirnos explícitamente cual la relación entre el signo (agua) y el significado (Espíritu).

• Sin lugar a dudas, quien obrará los efectos del Bautismo es el Espíritu Santo y no el agua. ¿Por qué habrá escogi-do Jesús este signo? Por sí misma, el agua tiene dos funciones principales: alimentación y limpieza, ambas rela-cionadas con la vida natural.

• Jesús eligió el agua (signo natural, sensible) para indicarnos lo que haría el Espíritu (presencia inmaterial) en el bautizado: iniciarlo en una vida nueva. Es decir, en el sacramento del Bautismo, el signo de la vida natural tiene el significado de la vida sobrenatural.

• En el Bautismo reconocemos la estructura de todos los sacramentos: son signos sensibles y eficaces de la presen-cia salvadora de Dios. La eficacia —realizar lo que significa— proviene de la obra de Jesucristo que los instituyó.

6.2. Sacramento pascual

• Todos los sacramentos se vinculan con la pascua de Cristo. Por su muerte y resurrección nos ha salvado; por me-dio de los sacramentos se distribuye su gracia redentora.

• El domingo de la Pascua, Cristo confirió su Espíritu a la Iglesia. Es lo que leemos en Jn 20,22 y que ya estaba anunciado en Jn 7,39: «...Jesús quería decir que los que creyeran en él recibirían el Espíritu; y es que todavía no había sido dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.»

• Pablo nos enseña que por el bautismo nos hemos unido a la muerte de Cristo para resucitar con Él. Esto tiene que ver con el antiguo rito de la inmersión (de allí el nombre de este sacramento): el bautizando era sumergido tres ve-ces en la poza bautismal. Estar bajo el agua simboliza la muerte; salir del agua, volver a la vida...

• Esta secuencia (entrar-salir del agua) es el signo sacramental que va acompañado de las palabras: «N.N., yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.»

6.3. Una nueva vida

• Dios cumple siempre sus promesas... y cuando las cumple hay sorpresas.

• Dios había hecho una alianza con los israelitas: «Yo seré tu Dios y ustedes serán mi pueblo.» A pesar de las mu-chas infidelidades del pueblo elegido, Dios siguió amándolos y les prometió hacer con ellos una nueva alianza.

• Pero nadie esperaba que en esa nueva alianza, los que se dejaran amar por Dios serían sus hijos adoptivos. En-tonces, quienes creían en Jesús recibían el bautismo en señal de su aceptación como Señor y Mesías (=Cristo) y, de parte de la comunidad, en señal de acogida como un nuevo hermano.

• Nadie nace como hijo de Dios por mérito propio: es la razón más profunda de la dignidad humana. Los bautizados somos hijos de Dios para siempre... Es el fruto del amor gratuito de Dios que, por la obediencia libre de Cristo, ha restaurado el camino que nos conduce a la plena comunión con Dios y con los demás.

• Por eso, la nueva vida como hijo de Dios va acompañada de la purificación de todo lo que nos impide amar como Dios quiere que amemos: nos “limpia” de las consecuencias del pecado original.

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7. COMPROBACIÓN

Los niños marcarán las frases que consideren incorrectas:

� En todo sacramento van juntos unas palabras y algunas acciones (gestos)

� No todos los bautizados son iguales: por eso el Papa es más hijo de Dios que nosotros.

� Se bautiza solo con agua limpia porque significa vida y limpieza.

� Si un bautizado se convierte en asesino pierde su dignidad de hijo de Dios.

� Los santos llegaron a ser hijos de Dios porque fueron personas muy buenas.

� El agua es signo natural de vida porque si nos faltara dejaríamos de vivir.

� Todos los sacramentos han sido creados por la Iglesia en memoria de Jesucristo que murió y resucitó para sal-varnos.

� Por el bautismo no nacemos de nuevo sino de un modo nuevo.

� Dios cumple sus promesas sólo si los hombres cumplen las suyas.

� Podemos ser mejores hijos de Dios si cumplimos lo que Él nos manda.

� El agua sirve para limpiar y lavar, por eso en el bautismo significa el perdón del pecado.

En esta segunda parte, completarán las siguientes frases:

• No solamente nos llamamos hijos de Dios: verdaderamente lo somos .

• Jesús es el Hijo Único de Dios; por el bautismo nosotros somos hijos adoptivos de Dios.

• El sacramento es “signo eficaz” porque realiza lo que significa...

• ... por eso, en el bautismo el agua significa vida y realiza nuestro nuevo nacimiento .

• Por el bautismo nos unimos a la muerte de Cristo para participar en su resurrección .

• ¿Cómo te sientes al saber que eres hijo/a de Dios?

• ¿Algún día podremos dejar de ser hijos de Dios? Nunca .

8. COMPROMISO

• El catequista motiva a los niños para que se preocupen de averiguar con sus padres: cuándo lo llevaron a bautizar, dónde lo bautizaron y quiénes fueron sus padrinos.

• Con sus nombres y esos datos confeccionarán una tarjeta (vertical, tamaño A5) titulada: “Soy hijo de Dios.” Deben hacerle un agujero al centro, en la parte superior, y colocarle una cinta o cuerda delgada. Traerla la próxima sema-na.

• Los niños que se están preparando para el bautismo pondrán sus datos en tiempo futuro: “Seré hijo de Dios...”

• Todos preguntarán a sus padres y familiares en casa: «Para ti ¿qué es la Iglesia?» Prepararán un resumen de las respuestas y lo traerán la próxima semana.

9. CELEBRACIÓN

El catequista anima a los niños a que escriban una oración personal dirigida a Dios Padre para agradecerle el inmenso regalo de haber nacido hijos suyos por el bautismo.

Luego, según el tiempo disponible, algunos niños leerán la oración que han compuesto. Todos se unirán diciendo “amén” al finalizar la lectura de cada oración. Al final, tomados de la mano, recitarán el Padrenuestro.

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PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: Dios nos ha dado la libertad para que asumamos responsablemente nuestra vida, para hacer de ella lo mejor posible.

☺ Compartan sus preocupaciones previas al nacimiento de sus hijos y la alegría que sin-tieron cuando ellos llegaron al mundo. Igualmente, cuénteles algunos detalles de sus primeros años de infancia.

☺ Admiren con sus hijos qué grande es el amor de Dios y lo hermoso que es ser hijos suyos. Esta es la raíz más profundad de la dignidad que nos iguala a todos.

☺ Reconozcan —si es el caso— su omisión como padres al no haberles hecho conocer anteriormente la importancia del bautismo.

☺ Compartan con sus hijos cómo les gustaría celebrar el aniversario de su bautismo.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: gratuitamente hemos nacido como hijos de Dios el día de nuestro bautis-mo.

� Ayúdenlos a comprender la estructura sacramental: un signo sensible y eficaz de la presencia salvadora de Dios. Explíquenle la relación entre el signo natural (agua) y su significado sobre natural (nacer a nueva vida y limpiar los efectos del pecado origi-nal).

� Reflexionen con ellos para que comprendan que no hay “título” de mayor honor que ser hijos de Dios.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan correctamente la tarea de comprensión (n. 7).

� Ofrézcanle los datos necesarios para que puedan crear su tarjeta (n. 8)

� Motívenlos a escribir su oración de gratitud al Padre. Oren con ellos recitando la ora-ción que acaban de componer (n. 9).

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88888888 ........ CCCCCCCCRRRRRRRRIIIIIIII SSSSSSSSTTTTTTTTOOOOOOOO NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS UUUUUUUUNNNNNNNNEEEEEEEE EEEEEEEENNNNNNNN SSSSSSSSUUUUUUUU IIIIIIIIGGGGGGGGLLLLLLLLEEEEEEEESSSSSSSSIIIIIIIIAAAAAAAA 1. RECORDAMOS

Dios nos ha llamado a una vida nueva. Ha compartido con nosotros su misma vida haciéndonos nacer como hijos adoptivos suyos mediante el sacramento del bautismo. Por este sacramento nos hemos unidos a la muerte de Cristo para participar de su resurrección. Somos hijos de Dios para siempre; nada nos hará perder esta dignidad.

2. OBJETIVO

Tomar conciencia de las exigencias de las exigencias que comporta el bautismo al introducirnos al Cuerpo de Cristo que es su Iglesia.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Conviene preparar un panel con fotografías y recortes en los que se muestren los diversos miembros de la Igle-sia y las actividades que realizan. Lema: “Somos Iglesia”.

3.2. Canto

“Yo Iglesia soy”

3.3. Dinámica

Emplearemos las tarjetas elaboradas durante la semana. Se la colocarán al cuello, sobre su pecho. Caminarán entre los demás miembros del grupo con la finalidad de que todos lean las tarjetas de todos. Después, ordenar-los según las fechas de aniversario del bautismo... Entonar la canción señalándose cada uno a sí mismo y a sus compañeros.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas sobre cómo se entiende a la Iglesia:

• Según tu parecer ¿qué es la Iglesia?

• Resume lo que piensan tus familiares sobre la Iglesia:

• ¿Para qué sirve la Iglesia? ¿Cuál es su misión?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Durante los tres últimos años de su vida, Jesús predicaba anunciando el reinado de Dios; su anuncio lo confirmaba mediante las acciones prodigiosas que realizaba... Muchos escuchaban a Jesús; poco a poco le fueron siguiendo quienes creían en Él.

5.1. Jesús formó una comunidad de discípulos Algunos le seguían porque acogían su mensaje; a éstos Jesús les da un trato especial para formar con ellos una comunidad.

Leer los textos evangélicos señalados y completar la frase a partir de lo que leyeron:

Mt 13,10-17 A todos les hablaba en parábolas, pero solo a sus discípulos se las explicaba en privado .

Jn 15,12-15 A todos les recuerda que deben que amar a su prójimo como a uno mismo (Lc 10,25-28), pero sus discípulos debemos amarnos como Jesús nos ama .

Mc 3,13-19 Jesús quería una comunidad, no una masa desorganizada: por eso eligió a los Doce Apóstoles.

Mt 18,20 Jesús está en medio de sus discípulos cuando dos o tres se reúnen en su nombre.

Mt 18,21-22 Los discípulos de Jesús debemos perdonarnos siempre.

5.2. Jesús fundó una Iglesia

Jesús ha preguntado a sus discípulos acerca de la opinión sobre Él que tiene la gente.

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Leer Mateo 16,13-18 y responder:

• ¿De qué manera se llama Jesús a sí mismo? El Hijo del hombre.

• ¿Con quiénes identificaba la gente a Jesús? Con Juan Bautista, Elías, Jeremías o alguno de los profetas.

• ¿Cómo respondió Simón Pedro? Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

• ¿Qué prometió Jesús? Edificará su Iglesia sobre Pedro.

5.3. La Iglesia, Cuerpo de Cristo

Pablo no conoció personalmente a Jesús, pero después se convirtió en discípulo y apóstol. En la siguiente carta se di-rige a nuevos cristianos que antes habían adorado a los ídolos.

Leer 1ª Corintios 12,12-13.27 y responder:

• En la naturaleza, por más que sean muchos los miembros, todos forman un solo cuerpo.

• Por el bautismo recibimos un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, la Iglesia, cuya cabeza es Cristo.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión: nos envió a su Hijo para reconciliarnos a nosotros con Él. Jesús anunció el reino de Dios y convocó a los que lo acogieron. Con ellos formó la comunidad de sus discípulos; a esta comunidad se agregan todos los que —a lo largo del tiempo y en todas las naciones—por el bautismo reciben el don del Espíritu para formar este único Cuerpo de Cristo, su Iglesia.

6.1. Comunidad de fe

• La fe es un asunto muy personal: nadie nos puede obligar a creer. Creemos en la medida que nos fiamos en la pa-labra de Dios. En primer lugar, creemos que nos ama (ver 1Jn 4,16).

• Somos discípulos de Jesús en la medida que confiamos en Él y lo aceptamos como salvador. Confiar en Jesús es confiar en su palabra porque su palabra es eficaz: no solo es cierto lo que dice, sino que sucede lo que él anuncia.

• Si compartimos la misma fe y celebramos lo que creemos es porque antes que nosotros hubieron muchos otros cristianos que nos compartieron su experiencia de Jesús. Así, no solo compartimos la fe con los actuales discípu-los, sino también con los que ya no viven.

6.2. Comunidad de amor

• La fe no es un asunto intelectual. Es una relación personal con Quien nos quiere más que cualquier persona. Por eso, la Iglesia también es una comunidad de discípulos unidos en el amor del Señor.

• Jesús nos enseñó esto durante su predicación. Quienes querían seguirlo tenían que seguir también a los que ya lo venían siguiendo. En otras palabras: ser amigo de Jesús exige ser amigo de los amigos de Jesús.

• Jesús fue formándolos en el amor: les enseñaba a ser humildes y serviciales, que sepan compartir lo que tenían y, especialmente, que sepan perdonarse mutuamente.

• Jesús formó su comunidad de discípulos para que sean testimonio viviente de lo que hace el amor de Dios en el corazón de los hombres: los libera de su egoísmo para que libremente se amen como verdaderos hermanos.

• Jesús no quiso una masa de seguidores sino una comunidad organizada. Puso al frente de su Iglesia a los Doce Apóstoles, que después fueron sucedidos por los obispos con el Papa a la cabeza de ellos.

6.3. Comunidad de esperanza

• Dios es Comunión y nos ha creado para que vivamos en comunión fraterna. Jesús ha restaurado el camino de la fraternidad, camino hacia la plena comunión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.

• Esa meta de la plena comunión es el término de la esperanza. A pesar del egoísmo y de las injusticias, del odio y de las guerras, de las enfermedades y de la muerte, etc., a pesar de todo lo negativo esperamos «más allá de lo humanamente esperable».

• Esperamos la victoria definitiva del amor de Dios sobre nuestros egoísmos. Esto es lo que como Iglesia tenemos

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que seguir anunciando a una humanidad que ha perdido el horizonte de la esperanza y se hunde en la búsqueda de sustitutos de la verdadera felicidad que, para nosotros los creyentes, equivale al «reino de Dios y sus exigen-cias... y todo lo demás caerá por su cuenta» (ver Lc 12,31)

6.4. Comunidad de culto

• La comunidad de creyentes es también una comunidad litúrgica. La fe se celebra en el culto: así, se fortalece la es-peranza, a la vez que se expresa la caridad y la alimenta.

• Jesús, el Sacramento del Padre, ha constituido a la Iglesia «como un sacramento, esto es, signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano.» (Lumen Gentium 1). Para que la Iglesia sea sa-cramento de Cristo. Él le ha confiado la celebración de los siete sacramentos.

7. COMPROBACIÓN

V F Marca “verdadero” o “falso” según como consideres las frases siguientes:

���� Uno puede ser amigo de Jesús aunque no quiera ser amigo de otros que creen en Jesús

���� En este siglo, los cristianos creemos en lo mismo que creían los que conocieron a Jesús.

���� Los Apóstoles no tuvieron que ser bautizados para pertenecer a su Iglesia.

���� Formaré parte de la Iglesia cuando reciba el sacramento de la Confirmación.

���� La fe consiste principalmente en aceptar las verdades enseñadas por la Iglesia.

���� Cristo formó una comunidad para que anunciaran la salvación a todo el mundo.

���� Jesús enseñó que nunca todos los hombres llegarían a vivir fraternalmente.

���� Todos los bautizados formamos el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

���� Los sacerdotes, los obispos y el Papa forman la mayor parte de la Iglesia.

���� El Papa es el sucesor de San Pedro.

���� La Virgen María no fue bautizada pero también es miembro de la Iglesia.

���� Los únicos que pueden anunciar el evangelio son los sacerdotes y los obispos.

���� Jesús quiere que sus discípulos nos amemos como Él nos ama.

���� Los templos son las construcciones hechas para acoger a la iglesia cuando se reúne.

���� La fe se manifiesta en la vida y se celebra en el culto.

���� La Iglesia es como un sacramento porque celebra los siete sacramentos.

���� Los bautizados formamos el pueblo de la nueva alianza.

���� Solamente los bautizados reciben el amor de Dios que los salva.

8. COMPROMISO

El catequista motiva a los niños para que se preocupen de averiguar durante la semana algunos datos de nuestra Parroquia y completar el siguiente cuadro:

Nombre de la Parroquia

Fecha de fundación

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Primer Párroco

Párroco actual

Sacerdotes vicarios

Total de bautizados hasta la fecha

9. CELEBRACIÓN

El catequista promueve el silencio adecuado para compartir el momento de oración. Se recitará a dos coros:

Padre amado, Señor del Universo y de la historia desde la eternidad determinaste llamarnos a formar parte de tu familia haciéndonos hijos en tu Hijo, Jesús.

Te alabamos, Padre, porque tu Espíritu Santo nos congrega en tu amor a todos los que por el bautismo has incorporado como miembros de tu gran familia.

Te damos gracias, Señor, porque tu amor nos ayuda a superar el egoísmo que nos aísla a unos de otros, y nos hace capaces de vivir en comunión.

Gracias, Santísima Trinidad de Dios, gracias por la comunión en la Iglesia; gracias por confiar en nosotros pa-ra que sigamos anunciando tu Reino.

Bendito y alabado seas, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: Dios nos ha hecho por el Bautismo hijos adopti-vos suyos para siempre. Esta es la razón más profunda de la dignidad humana.

☺ Cuéntenles sus primeras experiencias religiosas (quiénes les enseñaron a reza, los primeros elementos de la doctrina católica, su participación en la parroquia, etc.)

☺ Compartan con sus hijos qué pensaban antes acerca de la Iglesia, y lo que piensa aún mucha gente (es la jerarquía o el templo o...)

☺ Reflexionen juntos sobre la importancia del presente tema antes de celebrar la Pri-mera Comunión.

☺ Compartan con sus hijos cómo les gustaría que fuera su Parroquia (relaciones con los sacerdotes, relación con los demás fieles, las celebraciones, etc.)

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: por el bautismo somos incorporados al Cuerpo de Cristo, la Iglesia.

� Reflexionen con ellos sobre la actividad de Jesús: anunciaba el reino de Dios y convo-caba a los que querían seguirle. Formó una comunidad de discípulos en la que « los amigos de Jesús tiene que ser amigos de los amigos de Jesús »

� Ayúdenles a entender la Iglesia como comunidad de fe, caridad, esperanza y culto.. � Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7). � Compartan los datos que tienen o acompáñenlos a conseguirlos para que puedan com-

pletar el cuadro (n. 8) � Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9).

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99999999 ........ EEEEEEEELLLLLLLL MMMMMMMMAAAAAAAANNNNNNNNDDDDDDDDAAAAAAAAMMMMMMMMIIIIIIIIEEEEEEEENNNNNNNNTTTTTTTTOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL AAAAAAAAMMMMMMMMOOOOOOOORRRRRRRR 1. RECORDAMOS

Dios es Comunión y quiere que vivamos en comunión fraterna siendo Él el centro de nuestras relaciones interpersonales. Cristo, Hijo de Dios hecho hombre, formó una comunidad de discípulos para que descubrieran cómo es el Dios verdadero y para que anuncien el reinado de Dios a todas las naciones. Esa comunidad es la Iglesia, a la que pertenecemos desde el bautismo.

2. OBJETIVO

Aceptar el “doble mandamiento del amor” como la ley fundamental de la comunidad cristiana.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Se puede repetir la ambientación anterior cambiando de lema: “Dios es Amor”.

3.2. Canto

“Dios es amor, la Biblia lo dice”

3.3. Dinámica

Los niños del grupo se sientan formando un círculo. Por orden y de uno en uno, le dice cada uno de los integran-tes del grupo al niño que está sentado a su derecha y en voz alta: “¿sabes lo que es un abrazo?”. La persona que está sentada a la derecha de quién realiza la pregunta contesta: “no, no lo sé”. Entonces se dan un abrazo, y el niño que ha contestado se dirige a la persona anterior y le contesta: “no lo he entendido,¿ me das otro?”. En-tonces se vuelven a dar otro abrazo. El niño que fue abrazado hace la misma pregunta a su compañero de la de-recha, realizando la misma operación que habían realizando anteriormente con el/ella. Así sucesivamente hasta que todos los integrantes del grupo hayan sido abrazados y hayan abrazado.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivarán la respuesta a estas preguntas sobre la experiencia de amar y ser amado: • ¿Cómo es que los demás pueden hacerte sentir que verdaderamente te aman? • ¿Por quiénes te sientes realmente amado? • ¿Cuáles son las personas a las que más amas?

• ¿Cómo les manifiestas tu amor?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús formó una comunidad de discípulos y le ofreció el ejemplo de su propia vida, dedicada a mostrarnos el amor del Padre. Para que sus discípulos lo imitaran les dejó un mandamiento nuevo.

5.1. El amor de Jesús

El amor se manifiesta de diversos modos. Jesús también mostró de muchas maneras que amaba a la gente... Leer los textos indicados y colocar en la columna sombreada la letra correspondiente para unir el texto con la expresión del amor de Jesús: D Jesús lloró ante la tumba de su amigo Lázaro

F Dios Padre nos ha mostrado su gran amor enviándonos a su Hijo

B Jesús ama a los niños, pide que se acerquen a Él y los bendice

E Trata con respeto a la mujer adúltera y la perdona

A A pesar de la crítica de los “buenos”, Jesús (Hijo del hombre) se junta gente de mala fama

C «Me amó y se entregó a la muerte por mí»

A. Lucas 7,14 B. Mateo 19,13-15 C. Gálatas 2,20

D. Juan 11,33-36 E. Juan 8,11 F. Juan 3,16

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5.2. El doble mandamiento

Jesús anuncia el reinado del amor gratuito de su Padre. En sentido contrario, los fariseos piensan que uno merece el amor de Dios si cumple con todas las ordenanzas de la ley judía.

Leer Lucas 10,25-28 y responder: • ¿Con qué intención el maestro de la ley preguntó a Jesús? Quiso ponerlo a prueba.

• ¿Qué significa “heredar la vida eterna”? Salvarse, ganar el cielo, estar para siempre con Dios...

• ¿Cómo respondió Simón Pedro? Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

• ¿Qué es lo que enseña la Ley de Dios? Debemos amar a Dios y a nuestro prójimo.

• ¿Podríamos amar a Dios sin amar al prójimo? No, sería una ilusión. No es lo que Jesús enseña a sus discípulos.

5.3. El mandamiento nuevo

Antes de ser tomado preso y se inicie así su pasión, el Señor Jesús nos dejó este mandamiento:

Leer Juan 15,12-17 y responder:

• ¿Qué diferencia encuentras entre el “antiguo” y el “nuevo” mandamiento del amor al prójimo? Según el antiguo de-bemos amar al prójimo “como a uno mismo”; según el nuevo, “como Cristo nos ama”.

• ¿Cuál es el amor más grande? Dar la vida por las personas que amamos.

• Entonces, ¿qué significa «como yo los he amado»? Jesús nos amó dando su vida por nosotros para salvarnos de

nuestro egoísmo.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Juan Apóstol, habiendo sido amado por Jesús, escribió: «Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.» (1Jn 4,16). Los discípulos de Jesús podemos amarnos con el mismo amor de Dios porque Él ha derramado sobre nosotros su Espíritu Santo (Rom 5,5)

6.1. Amar es dar vida

• El amor es algo muy personal. Nos vamos personalizando en la medida que amamos. Nadie puede obligarnos a amar. Amamos porque Dios nos ha creado libres, libres para amar. Puesto que la libertad es la capacidad de deci-sión frente a los bienes, el amor es una decisión.

• Sí, el amor es una decisión y no un sentimiento. Si bien hay un sentimiento amoroso (cariño, ternura, “sentirse bien” con alguien, etc.), amar al prójimo es procurar su bien, que él esté bien aunque uno mismo no se sienta bien por-que le cuesta, supone esfuerzo o tener que renunciar a algo (bienes, comodidad)

• Pero no solo debemos amar al prójimo, cada uno debe amarse a sí mismo. Quien no se ama no podrá amar a los demás. La autoestima personal es fundamental para poder formar una comunidad auténtica.

• Ambas vertientes de nuestro amor se manifiestan como preocupación por el bien que personaliza, que nos ayuda a crecer como personas, que nos estimula a ser personas más buenas; en una frase: el amor “da vida” (levanta el ánimo, da ganas de vivir, etc.).

• El amor a sí mismo no tiene que ver nada con el egoísmo, que destruye a las personas.

6.2. El amor más grande: dar la vida

• El egoísmo, el odio, la venganza, el rencor, la indiferencia, etc. son actitudes contrarias al amor porque “quitan vida” a quien las tiene y —si se llega a la acción— también se “quita vida” a la persona que es maltratada.

• Jesús nos enseñó lo contrario: para dar vida hay que gastar la propia vida: «El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará.» (Mt 16,25)

• Damos porque tenemos y tenemos porque hemos recibido. Amamos porque hemos sido amados. Dice un refrán: «Nadie es tan rico que no necesite recibir de los demás, ni hay nadie tan pobre que no pueda darles algo.»

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• Necesitamos bienes para vivir: alimento, hogar, afecto, estudios, salud, diversión... Todo eso tiene su “precio”, le cuesta la vida a alguien (a nuestros padres en primer lugar)

• Y cuando nos cueste a nosotros, aunque no tengamos nada aún tendremos la vida. Dar la vida para que otro viva es lo máximo del amor... Jesús entregó su vida para salvarnos.

6.3. Amar como Jesús amaba

• Jesús es el Maestro de la comunidad de discípulos que han empezado a dejarse amar por Dios. Pero Jesús es un maestro que enseña más con el ejemplo que con las palabras.

• En primer lugar, amar es ponerse al servicio de los demás para darles vida: «el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.» (Mt 20,28). El gesto de lavar los pies a sus discípulos en la última cena anticipa su entrega total.

• Amar a nuestro prójimo como Jesús nos ama nos lleva al extremo de amar a nuestros enemigos (Mt 5,43-48; Lc 6,27-36). No se trata de sentir cariño por aquél que nos ha hecho daño, sino de hacerle el bien y no vengarnos: Jesús perdonó a los que lo crucificaban (Lc 23,35-36)

• El apóstol Juan entendió muy bien esta exigencia y escribió con precisión: «Todo el que aborrece a su hermano es un asesino.» (1Jn 3,15). «Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.» (1Jn 4,20)

7. COMPROBACIÓN

El amor no es un sentimiento sino una decisión: Cuando amamos, muchas veces tenemos actuar en sentido contrario a lo que sentimos.

Los niños se “ubicarán” en las circunstancias descritas a continuación y escribirán qué decidirían hacer por amor:

� Jugando en el recreo nos peleamos un grupo de compañero/as de clase. Alguno/as de ellos no me dirigen la palabra ni me contestan el saludo, entonces yo decido...

� A veces no me gusta la comida que me dan en mi casa, me molesto y protesto; pero, pensándolo bien, yo decidiría...

� No estudié lo suficiente para el examen; como no sabía la respuesta le pedí a un compañero que me “soplara”, pero no me hizo caso. Hace varios días que no le hablo, pienso que decidiría...

� Me gusta estudiar, pero sobre todo me gusta ocupar el primer lugar en el orden de méritos de la clase; muchas veces mis compañero/as me solicitan que les explique algún tema, pero eso me hace perder tiempo. Sin embargo, pienso que yo decidiría...

� Cuando alguien me hace algo malo me da rabia, entonces yo decido...

� Desde pequeño/a he escuchado decir a mis padres: «No te metas, no es tu problema. Deja que cada gato se defienda con sus propias uñas.» Creo que Jesús no acepta nuestra indiferencia ante los problemas ajenos; por eso, cuando me encuentre frente a uno, yo decido...

� Esa serie de la televisión es mi favorita; justo ahora está por empezar pero mi mamá me está mandando a comprar medicinas para mi hermanito que está muy enfermo... me voy a perder el capítulo de hoy. Pero si amo a mi hermano, yo decido...

� Cuando me cuentan la falta de un amigo me vienen ganas de ir con el chisme a los demás; pero yo decido...

� Cuando me comparo con mis amigo/as siento desagrado por mi figura... no me gusta mi forma de cuerpo ni el color de mi piel, por eso a veces me quedo en casa porque tengo envida de los demás. Si entendiera bien eso del “amor a uno mismo”, yo decidiría...

� Si cometo alguna falta temo el castigo, entonces yo decido...

8. COMPROMISO

En relación a lo reflexionado sobre el amor, el catequista motiva el compromiso: los niños deciden realizar una tarea domésti-ca cada uno de los días de la semana. Las escriben en su ficha.

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9. CELEBRACIÓN

El catequista promueve el silencio para compartir el momento de oración:

Lector: Gracias, Padre de Jesús y Padre nuestro, por el inmenso amor que nos tienes, porque sin mérito nuestro nos llamas a formar parte de tu gran familia, la Iglesia.

Todos: Infúndenos tu Espíritu, Padre, para amarnos como verdaderos hermanos.

Lector: Dios Comunión de Amor, haz que te alabemos con nuestra unidad en el amor fraterno y así todos re-conozca a tu Hijo Jesucristo como Salvador de la humanidad.

Todos: Infúndenos tu Espíritu, Padre, para amarnos como verdaderos hermanos.

Lector: Padre Santo, Tú nos conoces porque nos creado, Tú sabes lo que nos cuesta dejar a un lado el egoísmo para amarnos como Tú quieres.

Todos: Infúndenos tu Espíritu, Padre, para amarnos como verdaderos hermanos.

Lector: Creemos que Tú nos amas como nadie puede amarnos; Tú nos invitas a participar para siempre en tu Comunión Trinitaria.

Todos: Infúndenos tu Espíritu, Padre, para amarnos como verdaderos hermanos.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: Por el Bautismo Dios nos ha introducido en la co-munidad de los discípulos de su Hijo, la Iglesia.

☺ Cuéntenles sus recuerdos de infancia: cómo se sintieron amados o no; qué persona recuerdan como la que más los quiso...

☺ Anímenlos a que ellos les digan por quiénes se sienten más queridos y por quienes sienten alguna antipatía (familiares, compañeros o vecinos)

☺ Reflexionen juntos sobre cómo se presenta el amor en las películas , en las telenove-las, etc. para captar la diferencia entre el sentimiento y la decisión.

☺ Compartan con sus hijos cómo les gustaría que fuera la propia familia.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: los que hemos sido bautizados tenemos que amarnos unos a otros como Jesús nos ama.

� Reflexionen con ellos sobre la relación entre “dar vida” y “dar la vida”, de modo que logren comprender las exigencias del amor fraterno.

� Ayúdenles a asumir un proceso de cambio personal en vistas a superar actitudes con-trarias al amor fraterno, para disponerse mejor al inicio de su comunión eucarística.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Acompáñelos a precisar las tareas domésticas que se comprometen a realizar duran-te la semana (n. 8). Revisen con ellos el compromiso asumido.

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9).

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1111111100000000 ........ ¿¿¿¿¿¿¿¿QQQQQQQQUUUUUUUUIIIIIIII ÉÉÉÉÉÉÉÉNNNNNNNN EEEEEEEESSSSSSSS MMMMMMMMIIIIIIII PPPPPPPPRRRRRRRRÓÓÓÓÓÓÓÓJJJJJJJJ IIIIIIIIMMMMMMMMOOOOOOOO???????? 1. RECORDAMOS

Dios es Amor: nos ha amado como nadie mediante su Hijo único, Jesús. Él dejó a sus discípulos un mandamiento nuevo: que se amaran unos a otros como él mismo los había amado... y los amó hasta dar la vida por ellos. El amor consiste en dar vida, en procurar el bien (lo que nos ayuda a ser mejores) tanto para uno mismo como para los demás. No amamos de veras a Dios, a quien no vemos, si no amamos a nuestros hermanos, a quienes sí vemos.

2. OBJETIVO

Reconocer la persona necesitada como el prójimo a quien Jesús nos pide que nos acerquemos para ayudarlo.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Sugerimos preparar un panel con recortes referentes a diversos problemas sociales y situaciones de personas que necesitan ayuda.

3.2. Canto

“Cristo te necesita para amar”

3.3. Dinámica

Puede emplearse una dramatización inspirada en la parábola del buen samaritano. El catequista narrará la es-cena mientras los niños la pondrán en acción (ensayar brevemente con los que sean necesarios para la esceni-ficación).

«Al salir del estadio, después de un partido de Universitario-Alianza Lima, se produce una pelea entre las barras. Un muchacho cae herido y todos se dispersan rápidamente, dejándolo tirado en la calle. Varias personas que también salen del estadio lo ven, pero no quieren complicarse la vida y siguen de largo... Hasta que —montado en su moto— llega un hincha del equipo contrario, ve al herido y siente compasión por él. Lo carga, y en su moto lo lleva hasta el puesto de salud. Se queda con él hasta que terminen de realizarle los primeros auxilios.»

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

A partir de la dramatización anterior, los catequistas motivan la respuesta a estas preguntas:

• ¿Alguna vez te has encontrado en una situación similar? Descríbela brevemente.

• Generalmente, ¿cómo actúa la gente que conoces cuando hay un problema parecido?

• ¿Tus familiares son solidarios y ayudan a los vecinos cuando están en problemas?

• ¿Prestas tu ayuda a quien la necesita, aunque no te la pida?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios liberó a los israelitas para que formaran un pueblo de personas libres que se aman como hermanos. No siempre es fácil amarnos unos a otros, pero es más difícil amar a un desconocido.

5.1. Prójimo: el paisano

Leer Levítico 19,17-18; 1Sam 15,28 y responder:

• ¿A quién se considera prójimo? “Prójimo” es todo israelita, todo “paisano” o compatriota.

5.2. Los samaritanos

Después de la muerte de Salomón, sus hijos se dividieron el reino. Más tarde, el reino del norte (capital: Samaría) fue invadido por los asirios; los israelitas fueron deportados y una población extranjera ocupó su territorio, de modo que los “samaritanos” ya no serían verdaderos miembros del Pueblo de la Alianza... por lo que serían rechazados por los judíos fieles.

Leer 2Re 5-6.24-29 y responder:

• ¿Qué hizo el rey de Asiria a los israelitas? Los sacó de su tierra; los llevó lejos de allí.

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• ¿Quiénes ocuparon Samaría? El rey de Asiria llevó gente extranjera para repoblar el territorio de los israelitas.

• Los nuevos samaritanos ¿dieron culto al Dios de Israel? No, ellos prefirieron dar culto a sus propios dioses (ídolos).

5.3. Haz tú lo mismo

Esta vez continuaremos con el texto evangélico de la semana anterior: el maestro de la ley preguntó a Jesús; después de responderle con una parábola, Jesús le preguntará al letrado...

Leer Lucas 10,29-37 y responder:

• ¿Qué nacionalidad tienen el sacerdote y el levita que pasan de largo luego de haber visto al herido? Ambos son judíos.

• ¿Qué sintió el samaritano al ver al herido? Sintió lástima (compasión)..

• Después, ¿qué hizo? Le dio los primeros auxilios, lo llevó a una posada y lo cuidó. Después pagó al encargado pa-

ra que lo siguiera cuidando.

• En justicia, ¿estaba el samaritano obligado a hacer todo eso? No, porque él no lo había herido.

• Entonces, ¿por qué lo hizo? Sólo por caridad, por amor al que está necesitando ayuda.

• Al final, ¿qué le dijo Jesús al que le había preguntado? «Vete y haz tú lo mismo.»

6. REFLEXIÓN

Premisa

El amor no es un sentimiento: es una decisión a favor del bien de la persona amada. Quien hace el bien no mira los méritos del otro, sino la necesidad que está pasando en un determinado momento. El amor incluso va más allá de la reciprocidad: te amo porque me amas (o porque quiero que me ames).

6.1. Méritos: el bien que tiene el otro

• Como hemos visto en el Tema anterior, el amor no es un sentimiento, es decir, una reacción emocional que me provoca las cualidades de alguna persona (belleza, virtudes, habilidades)

• Podemos decir que todo lo bueno que adorna a una persona son sus “méritos”. Entonces, merece respeto, consi-deración, buen trato... en pocas palabras, merece ser amado.

• Nos atrae el bien y por eso nos atraen las personas buenas. Si no hay envidia en nuestro corazón, sabemos reco-nocer la bondad de los demás y la apreciamos. Esas personas nos hacen sentir bien... y pensamos que “merecen” ser amadas. Es verdad, hay que amarlas.

• Pero, ¿habrá personas que no tengan defectos? La respuesta es sencilla: no, no las hay. Quien más, quien menos, todos tenemos nuestros propios defectos y limitaciones, no somos la perfección en persona que todos tendrían que amar inevitablemente.

• Preguntémonos: si los demás conocen nuestros defectos, y si no los amamos como deberíamos amarlos, ¿por qué nos siguen queriendo?

6.2. Necesidad: el bien que le falta al otro

• El amor auténtico mira la necesidad de los demás antes que el mérito que puedan tener.

• En la parábola de hoy, tanto el sacerdote como el levita se preocupan de lo que necesitaban en ese momento; no se preocupan por las necesidades del prójimo herido.

• Jesús enseña quién es el prójimo presentando un contraste: suponiendo que el hombre herido es un judío, quien se acerca a ayudarlo es un samaritano... no un “paisano-cercano”, sino uno que es rechazado por los judíos.

• El samaritano se acerca, se aproxima (se hace próximo). Al ver la necesidad del herido, siente compasión, pero no se queda en el sentimiento: pasa a la acción.

• El amor del samaritano va más allá de los sentimientos. Tiene en cuenta la necesidad y no los méritos de ese heri-do desconocido. Su amor se expresa en el bien que hace al curar al herido; pero lo hace gastando sus propios bie-nes... que es la única forma de amar.

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6.3. ¿Quién actuó como prójimo?

• El maestro de la ley, queriendo poner una trampa, había preguntado a Jesús sobre lo que debía hacer para obtener la vida eterna. Jesús le contestó con otra pregunta, que fue bien respondida: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

• Hubiera sido muy extraño que no acertara. Por eso, para no hacer evidente su primera intención de ponerle una trampa, pregunta a Jesús «¿y quién es mi prójimo?» ¿es sólo otro de mi pueblo? ¿otro que piensa como yo pien-so? ¿otro que busca lo mismo que yo?...

• La “projimidad” no se funda en la cercanía física, étnica, religiosa, o de intereses comunes.

• La “projimidad” se funda en la dignidad humana que todos compartimos. Podemos decir que todo ser humano —conocido o extraño— es nuestro prójimo. No podemos ser indiferentes ante la necesidad ajena.

• Por eso, al terminar la parábola, Jesús plantea una pregunta en sentido contrario de la que le había hecho el maes-tro de la ley: «¿Quién de los tres te parece que fue prójimo del que cayó en mano de los asaltantes?»

• Así, pasamos de ¿quién es mi prójimo? a la pregunta clave: ¿cómo me hago prójimo del que me necesita? (¿cómo me “aproximo” para hacerle el bien que necesita?), porque Jesús nos estará diciendo a cada uno: «Vete y haz tú lo mismo.»

• Dios nos ama gratuitamente; no nos ama porque somos buenos sino para que lleguemos a ser buenos. Él conoce nuestras limitaciones, por eso nos envía su Espíritu para que amemos con el amor que Él nos tiene. Más allá del personaje de la parábola, Jesús es realmente el Buen Samaritano.

7. COMPROBACIÓN

El amor no es un sentimiento sino una decisión que mira más a la necesidad que a los méritos de los demás. Como el sama-ritano de la parábola, Jesús quiere que sus discípulos seamos solidarios con todo aquel que está pasando un mal momento.

En el siguiente cuadro tenemos una columna de situaciones en las que puede encontrarse alguno/a y otra columna donde se ubicarán las acciones correspondientes para superarlas. En esa segunda columna los niños escribirán lo que harían para ayudar en las circunstancias descritas.

Situación Acción

Los chicos de al lado se han quedado sin ropa porque entraron ladrones a su casa...

...................................................................................................................................

..................................................................................................................................

En la calle me encuentro una anciana que está pidiendo limos-na...

.................................................................................................................................

..................................................................................................................................

Dos compañeras de la clase no se hablan hace días después que se pelearan por un chico...

..................................................................................................................................

..................................................................................................................................

La viejita de enfrente vive sola y ahora que está enferma no tiene quien limpie su casa...

................................................................................................................................

Encuentro en el patio del colegio a una alumna sin lonchera; su mamá está hospitalizada...

...............................................................................................................................

...............................................................................................................................

Regresando a casa, yo estoy sentado y sube al microbús una señora embarazada...

...............................................................................................................................

.............................................................................................................................

Un compañero de la clase está muy triste porque ha fallecido su mamá...

.............................................................................................................................

............................................................................................................................

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8. COMPROMISO

Los catequistas organizarán a los niños en equipos de trabajo (3 ò 4 por grupo) y les orientarán para realizar alguna tarea en bien de alguien de la comunidad (local o parroquial). Anotarán quiénes conforman el equipo, qué tarea asumen, cuándo y cómo la realizaron.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: amar al prójimo es atender sus necesidades. Esto lo tendremos presente en la oración franciscana por la paz:

• ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!

• Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón;

• donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad;

• donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

• donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría.

• ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar;

• ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar.

• Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra;

• Perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: El amor no es un sentimiento sino una decisión a favor del bien de los demás. Amar es dar vida gastando la propia vida.

☺ Compartan con ellos algunas situaciones penosas que pasa la gente de la comunidad y cómo son ayudadas por los vecinos.

☺ También pueden comentar situaciones similares que vienen en los diarios o en la tele-visión. A partir de ello explíquenles lo que es la solidaridad: hacerse un solo corazón con los que sufren o pasan una necesidad, y ayudarlos a superarla.

☺ Reflexionen juntos sobre el dicho popular: «Deja que cada gato se defienda con sus propias uñas.»

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: amar es hacerse prójimo (aproximarse) de todo el que necesita nuestra ayuda.

� Reflexionen con ellos sobre la relación entre “mérito” y “necesidad”, de modo que lo-gren comprender la gratuidad del amor de Dios, y a Jesús como el verdadero Buen Samaritano que dio su vida para salvarnos de nuestro egoísmo.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Motiven su compromiso semanal de ayudar a alguna persona necesitada (n. 8). Revisen con ellos el compromiso asumido.

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9).

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1111111111111111 ........ NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS AAAAAAAALLLLLLLLEEEEEEEEJJJJJJJJAAAAAAAAMMMMMMMMOOOOOOOOSSSSSSSS DDDDDDDDEEEEEEEE DDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOOSSSSSSSS 1. RECORDAMOS

Jesús es el verdadero Buen Samaritano que nos ha revelado el amor gratuito de Dios. Amar es procurar el bien de la persona que se encuentra en alguna necesidad. Amar es poner en primer lugar la necesidad ajena por encima de los méritos que pueda tener. Jesús nos enseña a hacernos prójimo (aproximarnos) de todo aquel que pase por un mal momento.

2. OBJETIVO

Reconocer en nuestras vidas la realidad del pecado por el que nos apartamos de Dios que nos ama.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Sugerimos emplear un panel preparado en base a recortes periodísticos sobre accidentes de tránsito. Colocar como lema: “Cuida tu vida, respeta las normas de tránsito”.

3.2. Canto

“Vaso nuevo”

3.3. Dinámica

Para aproximarnos a este Tema puede emplearse uno o varios juegos que exijan tener puntería: dardos, arco y flechas, baloncesto, palitroques (bowling), etc. No emplear más de 10 minutos, cuidando que todos los niños par-ticipen al menos en alguno de los juegos.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

A partir de los juegos empleados, los catequistas motivan la respuesta a estas preguntas:

• ¿Cuántas veces probaste tu puntería hoy? .......... ¿Cuántos aciertos tuviste? ............

• ¿Cómo te sentiste cada vez que fallaste?

• ¿Cómo te sientes cuando queriendo portarte bien terminas portándote mal?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Amor, es la fuente del amor: no necesita ser amado, merece ser amado más que nadie. Nosotros sí necesitamos ser amados para poder amar... necesitamos estar en comunión amorosa con Dios para amar como Él quiere que nos amemos, a nosotros mismos y unos a otros.

5.1. Querer ser “dioses”... pero sin Dios

El relato del pecado original es el relato de la “originalidad” de todo pecado: repetimos los mismos pasos de Adán y Eva.

Leer Génesis 2,16-17 y 3,1-7. Completar las siguientes frases:

• La tentación se inicia con una mentira porque Dios solo les había prohibido comer el “fruto del árbol” del cono-cimiento del bien y del mal .

• Entonces, no era alguna especie botánica, sino un símbolo de la voluntad de Dios para probar la obediencia de Adán.

• Siguiendo con sus mentiras, la “serpiente” les dice que en el momento que coman ese fruto se les abrirán los ojos y serán como Dios porque serán conocedores del bien y del mal.

• Después de caer en el engaño sobre la mandato de Dios, a Eva el “árbol ” le pareció bueno para comer, hermoso a la vista y deseable para adquirir sabiduría.

• Consecuencia inmediata: Adán y Eva se dan cuenta que estaban desnudos : querían ser como Dios y por desobe-decerlo perdieron todo.

5.2. Todos somos pecadores

Solo uno puede ser el primero, los demás no podrán serlo aunque hagan lo mismo.

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Leer 1Juan 1,8-10 y 2,1-6. Completar:

• Si decimos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos.

• ¿Qué nos sucede cuando reconocemos que hemos desobedecido a Dios? Dios nos perdona.

• ¿Quién nuestro abogado ante Dios Padre? Jesucristo (el Justo).

• “Conocemos” o tenemos experiencia de Dios si cumplimos sus mandamientos.

• Estamos en comunión con Jesús si vivimos como vivió Él.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión y nos ha creado para que vivamos en comunión con Él, con los demás, con la naturaleza y... con uno mismo!!! El pecado es la acción destructora de la múltiple comunión. Al alejarnos de la voluntad de Dios contrariamos su plan centrado en el amor.

6.1. Nos alejamos de Dios

• Desde los primeros seres humanos, todos queremos ser felices: tenemos un hambre insaciable de bienestar, de crecimiento, de realización personal, etc.

• Los primeros quisieron llegar a la meta sin hacer esfuerzo, menos aún esperar que su esfuerzo diera fruto... ¡¡¡de un solo salto llegar al final!!!

• La tentación no estuvo en la meta sino el camino para llegar a ella. Ser “como dios” es la meta a la que Dios nos ha llamado, pues nos creó para compartir con nosotros su propia divinidad.

• “Adán y Eva” no acertaron con el camino adecuado... se desviaron y no dieron en el blanco. Cayeron en la trampa del Mentiroso y le hicieron caso: ser como dioses sin tener que obedecer a Dios. Esta es la “originalidad” de todo pecado.

• El relato del Génesis continúa diciéndonos que «el hombre y la mujer se escondieron de la vista de Dios entre los árboles del huerto» (3,8); «tuve miedo y me escondí porque estaba desnudo.» (3,10)

• No solo no acertó y por eso no alcanzó su máximo bien, sino que perdió todo lo que tenía: se quedó “desnudo”. La desnudez simboliza la radicalidad de las consecuencias del pecado.

6.2. Nos alejamos de los demás

• El pecado nos aleja de Dios porque lo desobedecemos (recordar el Tema 4)... a la par nos alejamos de los demás porque no cumplimos las leyes de la fraternidad.

• En el relato de la originalidad de todo pecado encontramos detalles muy significativos. Así, al ser preguntado por Dios si había comido el fruto prohibido, Adán respondió: «la mujer que me diste por compañera me ofreció el fruto del árbol y comí.» (3,12)

• A su turno, la mujer se disculpa: «la serpiente me engaño y comí.» (3,13)

• Inmadurez: no sabemos asumir la responsabilidad de nuestros actos; señalamos a otros como los culpables... Esto nos separa más unos de otros. (El relato de Caín y Abel se ubica en esta línea; Gen 4)

6.3. Alteramos la naturaleza

• Aunque “desnudo”, el hombre no dejó de aspirar al máximo bien posible. Pero alejado de Dios cada vez más “sus tiros” eran desviados, no daban en el blanco... y el mal se fue extendiendo por toda la Tierra (Gen 6-8: Diluvio uni-versal; Gen 11:Babel)

• Buscando su bienestar a espaldas de Dios y de los demás seres humanos, los hombres acapararon los bienes de la Tierra, los usufructuaron al máximo, depredaron especies, contaminaron el ambiente, alteraron el clima... un ver-dadero desastre ecológico.

6.4. Nos desgarramos por dentro

• Volviendo a nuestra realidad personal: nosotros nos desviamos del camino que nos lleva a la plena realización por-que empleamos mal el don de la libertad.

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• Dios nos señala el camino y nos ofrece “señales de ruta”. Los demás pueden ayudarnos o estorbarnos cuando de-bemos decidirnos frente a la diversidad de bienes... somos libres y debemos actuar consciente y libremente para responsabilizarnos de nuestros actos y de sus consecuencias.

• Pecamos de veras cuando a sabiendas —conociendo y queriendo— realizamos algo contrario al querer de Dios, que quiere nuestro verdadero bien. No podemos pecar “sin darnos cuenta”, aunque a veces, por nuestras limitacio-nes personales, hagamos involuntariamente el mal.

• Consecuencia del pecado de origen es esta especie de desajuste interior entre lo que “queremos porque debemos” y lo que “hacemos sin querer”: «... el querer el bien está a mi alcance, pero el hacerlo no; pues no hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco.» (Rom 7,18s)

• Es necesario, pues, distinguir la tentación del pecado. Ambas realidades se tocan, pero no se confunden, como no es lo mismo sentir que consentir. Lo primero es una reacción, los segundo es una decisión.

6.5. Dios remedia nuestra “desnudez”

• Al nacer, todos llegamos con las consecuencias del pecado de origen: incapacitados para amar como Dios quiere que amemos. (ver Tema 7)

• “Adán y Eva” desobedecieron a Dios; están “desnudos” al separarse de Él...

• Pero Dios no cambia sus planes: el ser humano sigue invitado a participar de la vida divina. El relato del pecado de origen nos ofrece el signo contrario a la desnudez: «El Señor Dios hizo para Adán y su mujer unas túnicas de piel, y los vistió.» (Gen 3,21)

• El amor de Dios seguirá siendo nuestro remedio para superar el pecado y sus consecuencias.

7. COMPROBACIÓN

El pecado es la consciente y deliberada trasgresión de la voluntad de Dios. Pero a veces esa trasgresión no es voluntaria, sino consecuencia de nuestra fragilidad humana. Es importante reconocer la diferencia para evaluar la propia responsabili-dad.

Los niños deben “ubicarse” en las siguientes situaciones y determinar si se comete pecado o no. Marcarán las situaciones en las que se actúa deliberadamente:

� Cuando me gusta algo ajeno, me las ingenio para apropiármelo.

� Me pongo rabioso cuando me contradicen mis amigos.

� Tuve una horrible pesadilla y me desperté gritando... mi grito despertó a mis padres y esa noche ya no pudieron quedarse dormidos.

� Tengo tareas escolares pendientes. Mi mamá me recuerda que las termine antes de ver la televisión... no le hago caso, y me voy a ver mis programas favoritas sin terminar mis tareas.

� Me enfado cuando me corrige mi mamá, por eso busco echarle la culpa a mis hermanos cuando hago algo que contradice sus órdenes.

� Siento envidia por mi compañero que es el primero de la clase.

� Me gusta la cartuchera que le han comprado a mi compañera; busco una manera de quitársela sin que se de cuenta; lo he intentado varias veces pero aún no lo he logrado...

� Estornudé fuertemente y con lo que salió ensucié el cuaderno de mi amigo.

� Soy muy distraída... estaba ayudando a mamá en el arreglo de la mesa y dejé caer dos tazas, y una se rompió. Mi mamá me volvió a regañar.

� No me preparé bien para el examen, pero me preparé un hojita con las posibles respuestas y la usé sin que se diera cuenta la profesora... así aprobé.

� Cuando mi mamá prepara alguna comida que no me gusta, aparento que la estoy comiendo pero después la tiro a la basura.

� Los domingos que estoy enferma no puedo participar en la Misa dominical.

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� Si algún compañero del colegio no me cae bien, lo molesto con el propósito de llevarlo a pelear a la salida... para eso soy el mejor.

� Mis papás me despiertan temprano para que llegue a tiempo a la Misa. Salgo de mi casa pero me voy al “pínbol” con mis amigos del barrio.

� Cuando como frijoles no puedo controlar los gases que se forman en mis intestinos.

� Me considero buena compañera, pero solo ayudo a mis amigas a preparar el examen... no las ayudo cuando es-tamos rindiendo la prueba.

� Me da mucha rabia porque mi papá me castiga por algo que yo no hice, lo hizo el menor de mis hermanos... lle-no de cólera le grito que ya no lo quiero.

8. COMPROMISO

Los niños están preparándose para celebrar su “`primera confesión”. Desde el Tema presente empezarán a formular su examen de conciencia.

Durante la semana, al término de cada día, los niños irán anotando las acciones —conscientes y libres— que han realizado que son contrarias a las “leyes de la hermandad” (ver Tema 4).

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: el pecado nos aleja de Dios y de los hermanos, pero Dios está siempre dispuestos a perdonarnos. Elevemos nuestra oración (a dos coros):

Señor, Tú conoces nuestras debilidades y tentaciones.

• Ilumínanos y haznos fuertes con tu Santo Espíritu.

Padre amoroso, Tú mereces todo nuestro amor y obediencia.

• Derrama tu amor sobre nosotros para amarte por encima de todo.

Señor Jesucristo, Tú nos amaste hasta el extremo de dar la vida por salvarnos.

• Fortalécenos con tu Espíritu para no caer en la tentación.

Dios Padre, rico en misericordia, Tú nos ofreces siempre el perdón por nuestras faltas.

• Bendícenos para aprovechar el don de tu amor que nos perdona.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: Nuestro prójimo es toda persona necesitada. Nos hacemos su prójimo en la medida que nos acercamos para darle nuestra ayuda.

☺ Compartan con ellos algunas situaciones penosas que pasa la gente de la comunidad por la dureza de corazón o la indiferencia de los demás.

☺ Procuren hacer algo de la dinámica propuesta para el presente Tema. Conversen sobre sus sentimientos cuando se equivocan o fallan y no hacen lo que se habían propuesto.

☺ Comenten sus propias dificultades o lo que les cuesta obedecer, cumplir reglas... cuáles son los sentimientos que brotan espontáneamente.

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B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Te-ma: el relato del “pecado original” es el relato de la originalidad de todo pecado: primero discutimos las reglas y al final desobedecemos a Dios.

� Reflexionen con ellos sobre la diferencia entre “sentir” y “consentir”, de modo que logren comprender la gratuidad del pecado: éste se da solo cuando —consciente y libremente— hacemos caso a nuestros sentimientos y pasamos a la acción (o, por lo menos, planeamos cómo llegar a ella).

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Motiven su compromiso semanal de ir preparando su “examen de conciencia” (n. 8). Eviten señalarle qué es lo que deben escribir: ellos mismos deben reconocer cuándo han actuado consciente y libremente.

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9).

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1111111122222222 ........ EEEEEEEELLLLLLLL PPPPPPPPEEEEEEEECCCCCCCCAAAAAAAADDDDDDDDOOOOOOOO EEEEEEEESSSSSSSS IIIIIIIINNNNNNNNJJJJJJJJUUUUUUUUSSSSSSSSTTTTTTTT IIIIIIIICCCCCCCCIIIIIIIIAAAAAAAA 1. RECORDAMOS

El pecado es la desobediencia —consciente y libre— de la voluntad de Dios. Cuando pecamos nos alejamos de Dios y de los demás, y nos hacemos daño a nosotros mismos a pesar de hacer lo que teníamos ganas de hacer. Como en el relato del “pecado original”, cuando empezamos por discutir lo que Dios nos manda abrimos la puerta al pecado.

2. OBJETIVO

Comprender el pecado como una injusticia contra los demás al privarlos de algún bien y, especialmente, de nuestro amor.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Sugerimos emplear un panel similar al preparado para el Tema 10.

3.2. Canto

Nuevamente cantaremos “Cristo te necesita para amar”.

3.3. Dinámica

Emplearemos la dinámica “El lazarillo”. Los niños se forman en parejas; a uno de los dos le vendaremos los ojos y hará el papel de ciego, su compañero hará de lazarillo. Las parejas salen a caminar; cada lazarillo, sin tocar a su ciego, lo va guiando solo por medio de indicaciones verbales. Pasados los primeros cinco minutos de recorri-do, se intercambian los roles y se repite lo anterior... Reunidos los grupos, durante un minuto los niños compar-ten cómo se sintieron.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

A partir de lo experimentado en la dinámica, los catequistas motivan la respuesta a estas preguntas:

• ¿Te resultó fácil fiarte de lo que decía tu compañero? .......... ¿por qué?

• Cuando estás por cruzar una pista, ¿te fías que los chóferes cumplirán las reglas? ¿por qué?

• ¿Qué sucede en la sociedad cuando cada uno busca solamente lo que le conviene?

• Según tu parecer, ¿en qué consiste la “justicia”? ¿cuál es la mayor injusticia en la sociedad?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Amor, es Comunión y nos ha creado para vivir en comunión... No podemos estar en comunión con Él (a quien no vemos) si no estamos en comunión con los demás (a quienes sí vemos). El pecado rompe la comunión con Dios y con el prójimo.

5.1. El pecado de injusticia

La Alianza con Dios es contraria a cualquier idolatría; cuando se idolatra el dinero, el poder, el placer, etc. cometemos una serie de injusticias contra el prójimo.

Colocar en la columna sombreada la letra del texto bíblico que corresponde:

C Es injusto no pagar el salario correspondiente

E Maquinan la injusticia, traman el mal

B El malvado se entretiene con la injusticia

A La injusticia lleva a la muerte

F El injusto muere por la injusticia que cometió

D Dios sólo encuentra robos y atropellos

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A. Tob 14,11 B. Pro 19,38 C. Jer 22,13

D. Hab 1,3 E. Miq 2,1 F. Ez 28,26

5.2. La injusticia del pecado

Puesto que la justicia consiste en “dar a cada uno lo que le corresponde” todo pecado es una injusticia porque a los demás les privamos del amor que les debemos dar.

En el siguiente cuadro, leemos cada texto y en la columna de la derecha escribimos qué injusticia cometemos (qué bien le quitamos al prójimo) cuando no somos fieles a Dios:

Dt 5,16 La obediencia, el respeto (honor)

Ex 21,37 Sus propios bienes

Mt 6,14-15 La reconciliación por el perdón

Mc 10,43-45 Nuestro servicio fraterno

Lc 6,37-38 El respeto a las decisiones de la conciencia ajena

Rom 12,9-10 El afecto sincero, el aprecio, la estima recíproca

Ef 4,25 La verdad (a quien corresponda decírsela)

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión y nos ha creado para que vivamos en comunión. El eje de la comunión humana es la justicia, y ésta se basa en la reciprocidad. Pero la Nueva Alianza iniciada por Jesús inauguró una nueva dimensión de las relaciones humanas: la caridad.

6.1. Reciprocidad y justicia

• Todos deseamos ser felices. No solo nosotros, también los otros, todos tenemos un hambre insaciable de bienes-tar, de crecimiento, de realización personal, etc.

• Pero, a la par de este deseo universal, la realidad nos muestra que hay muchísima gente infeliz... ¿Por qué este desajuste entre el deseo y la realidad?

• Una mirada rápida nos permite darnos cuenta de esto: en nuestra búsqueda de la felicidad no tenemos en cuenta la felicidad de los demás. Una de dos: o nos aprovechamos de ellos para lograr la nuestra, o somos indiferentes an-te su infelicidad.

• La reciprocidad busca superar ese desajuste. La forma más primitiva de reciprocidad fue «Ojo por ojo, diente por diente.» Una persona justa no podía cobrar venganza más allá del daño sufrido... si alguien le cortó un dedo, en re-ciprocidad sólo podía cortarle un dedo al otro.

• Más tarde, la cosa fue mejorando: «No hagas a otro lo que tú no quieres que hagan contigo» leemos en Tobías 4,15. No es justo que yo exija que no me molesten si yo no dejo de molestar a los demás.

• Jesús lleva la reciprocidad a su máximo nivel: «Traten a los demás como ustedes quieren que ellos los traten». Si yo quiero encontrar limpio el baño, es justo que yo lo deje limpio al usarlo.

6.2. Justicia y caridad

• El sentido de reciprocidad, entonces, me hace relacionar mi bien con el bien ajeno. De allí surge la idea elemental de justicia: «dar a cada uno lo que le corresponde»

• Es fácil comprender que en una relación recíproca, así como le doy al otro lo suyo, éste —a su vez— me dará lo que me corresponde... y los dos quedamos contentos.

• Pero, la última expresión de la reciprocidad nos permite ir más allá de este “ajuste” entre mi derecho y el ajeno. Nos lleva al terreno de la gratuidad: me preocupo de la necesidad ajena no porque yo haya provocado su malestar (ver la parábola del buen samaritano), sino porque talvez algún día yo me encuentre en una situación similar.

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• Entonces, si la justicia mira el mínimo al cual tengo derecho (por eso reclamo), la caridad va más allá de ese límite y lo supera gratuitamente (charis=gratis).

• Por amor al prójimo, los discípulos de Jesús nos empeñamos en lograr una mejor justicia para todos... Si espera-mos ser amados gratuitamente, gratuitamente debemos amar.

6.3. La injusticia del pecado

• Es injusto privar a alguien del bien que necesita para realizarse humanamente. Entendemos por “bien” todo lo que aspiramos como medio para lograr la felicidad. Pueden ser bienes físicos (alimento, ropa, casa, etc.) o psicológicos (afecto, estima, respeto, etc.)

• Como hemos visto anteriormente, el pecado es un acto deliberado contrario al querer de Dios que quiere que viva-mos en comunión con Él y con nuestro prójimo. En otra palabras, el pecado rompe la comunión.

• La idolatría es el pecado directo contra Dios: lo dejamos de lado porque lo sustituimos por el afán de riquezas, el ansia de poder o las ganas locas de gozar el placer...

• Dejando de lado a Dios se deja de tratar a los demás como hermanos: se les priva de su dignidad y se les trata como esclavos o piezas de una maquinaria para lograr más riqueza. Se les roba la vida con salarios miserables...

• Se les engaña con falsas promesas y se emplea el poder para reprimirlos si reclaman; se les niega el afecto y la es-tima cuando se les usa buscando el placer que pueden sacarles...

• Idolatría e injusticia son las dos caras de una misma moneda, el pecado.

• Quizá no pretendamos deliberadamente dejar de lado a Dios y olvidarnos de Él, pero cada pecado siempre arranca algo a los demás, incluso se les priva de algo a lo que también tienen derecho: el ejemplo de vidas realizadas en el amor a Dios y a los demás.

7. COMPROBACIÓN

La caridad está por encima de la justicia, pero la supone; no se da la caridad cuando no se empieza por la justicia... Los niños deben reflexionar sobre las siguientes situaciones y determinar si se implica en ellas la justicia o la caridad. Marcarán las situaciones con la inicial de esas dos palabras:

J La vendedora del mercado se equivoca al dar el vuelto; quien compra se da cuenta y le devuelve la diferencia que sobraba.

C En el mercado, un niño pide dinero para comprarse un pan; le doy unas monedas.

J Juana no estudió para el examen. Le pide a una compañera que le pase la respuesta a una pregunta. Ésta le hace señas para que se calle y no le da la respuesta.

J Pedro contrató un pintor. Después que éste terminó de pintar la casa y la dejó limpia, le canceló la cantidad que habían acordado.

J Elsa se encontró una cartuchera olvidada en un rincón de su salón. Como era ya la hora de salida, se la llevó y se quedó con ella. Nunca la llevó al salón de clase.

C Otra compañera había perdido su lapicero en el patio de recreo. Como yo tenía dos, le regalé uno pensando que sus padres no podrían comprarle otro lapicero.

C Hoy le toca lavar los platos a mi hermana. Pero la tarea del colegio aún no la ha terminado porque es bastante difícil, por eso me ofrecí y yo lavaré los platos.

J Mi hermano menor se la pasa de vivo pues cada vez que debe realizar su tarea doméstica “desaparece”... sale de casa y no sé donde se va.

C Falleció la abuelita de una compañera del colegio, y en su barrio inmediatamente organizaron una colecta para ayudar a pagar los gastos del sepelio.

J Carlos siempre pide prestado dinero a sus compañeros, pero nunca les devuelve.

C Estuve enferma y falté varios días al colegio. Una compañera que vive cerca de mi casa diariamente me prestaba sus cuadernos para ponerme al día con las clases.

J La vecina organizó una pollada para que su hijito pueda ser operado... pero una pandilla de muchachos llegó en la noche y le robaron todo lo que había recaudado.

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J Me han contado que algunos policías, sin que haya una infracción, detienen los vehículos y asustan a los chóferes para pedirles dinero.

C Nuestra vecina acaba de dar a luz una bebita. El domingo iremos a visitarla llevándole un paquete de pakales.

C Lleva paquetes de galletas en su carro para regalarlos a los niños que le piden dinero.

8. COMPROMISO Los niños siguen preparándose para celebrar su “`primera confesión” y en este Tema presente tienen material para su acto de contrición.

Durante la semana, escribirán una oración con tres puntos: reconocer que a veces ha actuado mal, pedir perdón al Señor y su ayuda para portarse mejor cada día.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: el pecado es una injusticia porque no damos a Dios el merecido homenaje de nuestra obediencia y porque privamos a los demás del bien que necesitan.

Para comprender cómo pueden cumplir con el compromiso de crear su propio acto de contrición, a dos coros rezaremos el más empleado en la Iglesia:

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Repasen con ellos el Tema anterior: Pecamos cuando deliberadamente desobedece-mos a Dios. Así nos alejamos de Él, rompemos con los hermanos y nos hacemos daño a nosotros mismos.

☺ Compartan con ellos cómo sería nuestro país si cada uno buscara a su manera sólo lo que le conviene.

☺ Reflexionen sobre la importancia de la “reciprocidad” como base de la justicia. ☺ Conversen sobre la relación y diferencia entre “justicia” y “caridad”. Ofrézcanle va-

rios ejemplos (no los que aparecen en el n.7) ☺ Reflexionen juntos sobre las peores injusticias que ocurren en nuestro país.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: todo pecado es una injusticia porque privamos al prójimo del bien que nece-sita.

� Reflexionen con ellos sobre la relación entre “justicia” y “caridad” para profundizar sobre la gratuidad del amor de Dios, y cómo debe ser nuestro amor al prójimo si so-mos buenos discípulos de Jesús.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7). � Motiven su compromiso semanal de crear su propio “acto de contrición” (n. 8).

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9).

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1111111133333333 ........ DDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOOSSSSSSSS NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS EEEEEEEESSSSSSSSPPPPPPPPEEEEEEEERRRRRRRRAAAAAAAA SSSSSSSSIIIIIIII EEEEEEEEMMMMMMMMPPPPPPPPRRRRRRRREEEEEEEE 1. RECORDAMOS

El pecado es la desobediencia deliberada de la voluntad de Dios, quiere que vivamos en comunión fraterna. Cuando peca-mos dejamos de honrar a Dios y privamos a los demás de algún bien que le es necesario para su realización personal: por eso decimos que es una injusticia.

2. OBJETIVO Reconocer la misericordia de nuestro Padre Dios, siempre dispuesto a perdonarnos. 3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación Colocar una banderola con la inscripción igual al título de este Tema.

3.1. Canto “Una vez más rezaré”.

3.2. Dinámica

Esta semana la dinámica nos permite revisar los compromisos asumidos al final del Tema anterior. Agrupar a los niños en tríos: compartirán las oraciones creadas por ellos y elegirán la que consideren mejor. Si es posible, promover el silencio para escuchar la grabación del canto “Nadie te ama como yo”... Después se leerán todas las elegidas, al final se entona el:

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Dirigimos nuestra atención a la realidad de la violencia que nos rodea.

Odiar es lo contrario a amar. Cuando alguien odia, quiere que el otro desaparezca, por eso busca destruirlo.

• Cuando un niño/a es abusado/a por un adulto mañoso ¿cómo reaccionan sus padres y la demás gente? (quieren lin-char al abusador, piden la pena de muerte...)

• ¿Qué sucedería en la sociedad si todos se hicieran justicia con la propia mano?

• ¿Te resulta fácil perdonar a quien te hace daño? ....... ¿por qué?........

• ¿Te has sentido perdonado/a alguna vez? ........ ¿cuándo? .................

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

«La grandeza del amor se mide con la anchura de los brazos abiertos, dispuestos a perdonar» . Cristo crucificado nos dice que vale la pena perdonar porque se restaura la comunión rota por la falta.

Colocar en la columna sombreada la letra del texto bíblico que corresponde:

A. Mt 6,12.14-15 C Cuando pecaron los primeros ser humanos, Dios les anunció que de la descenden-cia humana saldría el vencedor del Maligno.

B. 2Co 5,18-21 E Dios corrige a sus hijos como lo hace todo buen padre, porque quieren el bien de sus hijos.

C. Gn 3,14-15 G Aunque el pueblo de Israel fue muchas veces infiel a la Alianza, Dios le siguió ofreciendo su perdón.

D. Jn 3,116-17 D Dios hace efectiva su promesa de perdón enviándonos a su propio Hijo como nues-tro Salvador.

E. Hb 12,9-10 B Mediante la obediencia de su Hijo Jesucristo, Dios nos ha reconciliado consigo mismo.

F. Lam 3,21-33 A Jesús nos enseña a pedir continuamente perdón al Padre, así como nosotros per-donamos a los demás.

G. Os 14,2-6 F Debemos confiar siempre en el perdón de Dios

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6. REFLEXIÓN

Premisa

El pecado es contrario al amor: nos aleja de Dios y de los demás, y nos destruye a nosotros mismos. Solo el amor puede superar las consecuencias del desamor, reconciliando al que ofende con el ofendido, al que comete la injusticia y al que sufre por la misma...

6.1. El amor nos hace vulnerables

• Si buscamos una nota que caracterice nuestra condición humana, esta es el amor. Pues por el amor nos manifes-tamos como personas y, al amar, nos vamos enriqueciendo como tales.

• Pero, si es amor es nuestra “fortaleza”, también es nuestra “debilidad”. Amamos y somos amados; más claro aún, solo podemos amar en la medida que hemos sido amados. El único que no necesita ser amado es Dios, la fuente del amor: «Dios es Amor» (1Jn 4 16)

• Así como amamos en la medida que hemos sido amados, esperamos que nuestro amor sea correspondido. Cuan-do no recibimos la respuesta esperada nos sentimos defraudados, dolidos, desconcertados... en una palabra, heri-dos.

• Esto es más claro cuando hay un vínculo afectivo: no esperamos que el cobrador del microbús nos despida afec-tuosamente, en cambio, nos duele que una persona querida salga de nuestra casa tirándonos un portazo en la ca-ra.

• El amor nos hace vulnerables, es decir, sensibles ante el desamor que experimentamos.

6.2. Heridas y sanación

• Si el desamor nos hiere, ¿por dónde o cómo empezar a sanar la herida?, ¿quién debe dar el primer paso, el ofen-sor o el ofendido?

• La persona herida pensará que no tiene la culpa, que el otro sí la tiene y que, por lo tanto, él debe dar el primer pa-so y pedirle perdón... Mientras tanto, el ofendido guarda distancia y no da cara al ofensor: la relación está rota y así no se avanza hacia la reconciliación.

• Jesús es el Camino, Él nos enseña el camino del perdón: la herida causada por el ofensor sólo puede curarla el ofendido. Pedir perdón es bueno y necesario, pero mucho más importante y causa de reconciliación es el dar perdón.

• Si el ofendido no se dispone interiormente a perdonar porque considera más importante la relación que la falta que uno cometió, no es posible la reconciliación... y la herida seguirá abierta.

6.3. El perdón que sana

• Cuando perdono no lo hago porque me considero mejor que el otro que me ha herido, como si yo fuera “el bueno” y el otro, “el malo”. Más bien pienso: «en una ocasión similar quizá yo también podría fallar.» Hoy perdono yo, pero otro día tendré que pedir perdón.

• Perdonar no es lo mismo que disculpar... Cuando rompo una cosa, me da pena y presento mis disculpas; pero cuando “rompo el corazón” o “quito vida a alguien”, debo pedir perdón.

• ¿Se trata de disimular, o de “dorar la píldora”? De ninguna manera. Lo que estuvo mal no lo puedo hacer bueno por puro amor. No, el otro debe entender qué y cómo me ha herido.

• ¿Se trata de olvidar? Tampoco. La memoria no es la voluntad, y el amor es una decisión de nuestra voluntad para poner en primer lugar el valor de nuestra relación interpersonal...

• Si continuamente “tocamos la herida” evocando el momento que se produjo, no llegaré a perdonar. Pero si alguna vez viene a mí el recuerdo y no hay rencor ni amargura, entonces habré perdonado realmente.

• Visto así el asunto, perdonar es “lo más divino del amor humano”: consiste en hacer el bien a quien nos hizo un mal.

6.4. El perdón de Dios

• Si hablamos de ofensas o heridas habrá que entender que —aunque conscientemente no lo pretendamos— la ofensa es máxima cuando ofendemos a Dios. Nuestra desobediencia (pecado) es algo así como decirle que nos tiene sin cuidado lo que Él quiere y espera de nosotros, que ya estamos grandecitos como para vivir a nuestra ma-nera, etc.

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• Afortunadamente Dios conoce nuestras limitaciones y tiene misericordia de nosotros.

• Dios no nos ama porque somos buenos. La gratuidad de su amor resplandece porque nos ama siendo pecadores. Nos ama para que podamos crecer en el bien y realicemos nuestra vida de la mejor manera posible.

• Para Dios, su comunión con nosotros es muchísimo más importante que ser ofendido por la gravedad de nuestras faltas. Por eso, en el centro de la historia nos ha reconciliado por medio de su Hijo único nacido en carne humana, Jesús de Nazaret.

• Nadie nos ha amado, nos ama o nos amará como Dios, que en Cristo nos hay mostrado la grandeza de su amor que perdona, sana y reconcilia.

• El amor de Dios no es una cosa del pasado, es una realidad presente y permanentemente ofrecido a los hombres porque lo necesitamos continuamente. Dios siempre nos espera; porque respeta nuestra libertad, espera que nos dejemos amar por Él.

7. COMPROBACIÓN

Los niños leerán las siguientes frases. Marcarán las que consideren incorrectas: � Para no tener que perdonar, mejor es disimular y fingir que “no pasó nada”.

� Dios es un Padre bueno que nos corrige porque quiere que seamos buenos.

� Dios nos creó porque necesita ser amado por nosotros.

� Perdono a quien hizo dañó porque soy superior a él.

� Nos duele haber causado dolor a otra persona, por eso nos arrepentimos.

� Si nos portamos mal Dios deja de querernos.

� Desde el pecado original Dios estuvo ofreciendo su salvación a los pecadores.

� Dios es rico en misericordia y está siempre dispuesto a perdonarnos.

� Si ofendo gravemente a una persona, no estoy ofendiendo a Dios.

� No podemos fiarnos mucho de la misericordia de Dios: quizá no nos perdone.

� Si no quiero perdonar a quien me ofendió, de todas maneras Dios me perdonará.

� Dios ama a quien se porta bien.

� Si vuelve a mi memoria el daño que recibí, entonces no he perdonado a quien me dañó.

� Debo perdonar porque yo también necesitaré ser perdonado algún día.

� Estoy tranquilo/a no importa el mal que yo haga, Dios es tan bueno que me perdonará.

� Si en mí permanece el rencor, es señal que no perdoné como Dios quiere.

� Hemos perdonado de veras si hacemos el bien a quien nos ofendió.

� Dios solo ama al que se porta bien.

� Dios no perdona a los que matan a sus hijos, aunque se arrepientan de corazón.

� No tengo miedo cuando me porto mal y estoy solo/a, porque nadie me ve.

� Nadie me ama como Dios: me ha perdonado mediante la obediencia amorosa de Jesús.

8. COMPROMISO

Los niños siguen preparándose para celebrar su “`primera confesión” . Por eso, reconocerán un modo de comportarse por la que sus padres siempre le llaman la atención para que se corrijan.

Pondrán por escrito la falta reconocida y, en casa, prometerán a sus padres que se esforzarán para cambiar de conducta.

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9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Dios es Amor. Nadie nos ama como Él, y la mayor prueba de su gran amor es haberse reconciliado a todos los hombres mediante su Hijo Jesús.

Le damos gracias recitando a coro esta oración:

• Señor y Padre nuestro, nunca has dejado de amarnos a pesar de que somos pecadores.

• Gracias, por el inmenso amor que nos tienes.

• Tú, Señor, nos has reconciliado mediante la entrega obediente de tu Hijos Jesús.

• Gracias, porque tu amor nos hace capaces de amarnos como hermanos.

• Padre amoroso, Tú sigues llamándonos para que nos dejemos amar por Ti.

• Gracias, por el inmenso amor que nos tienes.

• Tu amor, Padre Santo, cambia nuestros corazones.

• Gracias, porque tu amor nos hace capaces de amarnos como hermanos.

• Padre nuestro amoroso, Tú nos bendices para que anunciemos el reinado de tu amor.

• Gracias, por el inmenso amor que nos tienes.

• Padre, por el don de tu Espíritu Santo nos iluminas y conduces por la senda del bien

• Gracias, porque tu amor nos hace capaces de amarnos como hermanos.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Todo pecado es una injusticia porque privamos al otro de lo que es suyo: no alabamos a Dios, no amamos al prójimo.

☺ Compartan con ellos algunas noticias que refieren la situación de violencia en que vivimos (“calles peligrosas”, abusos de menores...)

☺ Conversen cómo la gente se indigna y se llena de odio cuando suceden esas cosas y quieren hacer justicia con sus manos... ¿cómo sería nuestro país si cada uno buscara la justicia a su manera?.

☺ Reflexionen sobre la diferencia entre “perdonar” y “disculpar”. Ofrézcanle varios ejemplos ☺ Compartan sus propias dificultades para arrepentirnos, pedir perdón y perdonar.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos propuestos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Te-ma: desde el “pecado original”, a lo largo de toda la historia de salvación, Dios ha ofrecido a la humanidad su amor para reconciliarnos con Él.

� Reflexionen con ellos sobre los distintos aspectos del amor que perdona, partiendo de la frase: «la grandeza del amor se mide con la anchura de los brazos abiertos dispuestos a perdonar.»

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7). � Motiven su compromiso semanal de reconocer qué aspecto de su comportamiento debe ser

corregido (n. 8). � Oren con ellos recitando alternadamente la oración propuesta (n. 9)

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1111111144444444 ........ CCCCCCCCOOOOOOOONNNNNNNNVVVVVVVVEEEEEEEERRRRRRRRSSSSSSSSIIIIIIIIÓÓÓÓÓÓÓÓNNNNNNNN YYYYYYYY PPPPPPPPEEEEEEEERRRRRRRRSSSSSSSSEEEEEEEEVVVVVVVVEEEEEEEERRRRRRRRAAAAAAAANNNNNNNNCCCCCCCCIIIIIIIIAAAAAAAA 1. RECORDAMOS

Dios ha mostrado la inmensidad del amor gratuito que nos tiene porque nos ha reconciliado mediante la obediencia amorosa de Jesús. También nosotros debemos perdonarnos unos a otros: es la condición para seguir recibiendo el perdón de Dios. Lo divino del amor humano es el perdón. El perdón no es cosa de la memoria, sino del corazón; mejor, de la voluntad que decide hacer el bien a quien nos hizo un mal.

2. OBJETIVO

Reconocer que necesitamos la ayuda de Jesús para perseverar en la obediencia a la voluntad de nuestro Padre Dios.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar una banderola que diga “Volveré donde mi Padre”.

3.3. Canto

“Yo tengo un Padre que me ama” (con la melodía de “Yo tengo un amigo que me ama”)

3.2. Dinámica Los catequistas organizarán una escenificación basada en la Parábola del Hijo Pródigo: «Un padre tenía dos hijos (aparecen tres niños). El menor de ellos le pidió a su padre que le diera la parte de la herencia que le correspondía, y el padre se la dio (mímica). Plata en mano, el hijo se fue de la casa y gastó su plata divirtiéndose muchísimo, hasta que se quedó sin dinero (mímica). Buscaba trabajo, se moría de hambre y volvió a pensar en su padre: “Qué bien estaba en la casa con mi papá, nunca me faltó la comida. Ahora me estoy muriendo de hambre... Ya sé lo que haré. Volveré donde mi padre y le diré ‘¿Padre, perdóname, he pecado contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como uno de tus traba-jadores’. Esto lo fue repitiendo para sí mismo, como para no olvidarlo al momento de encontrarse con su padre. Mientras tanto, su padre estaba en la azotea de la casa mirando el camino, esperando que su hijo regresara en cualquier momento (mímica: un niño parado sobre una silla) El padre lo vio, sintió compasión y corrió a su encuentro; lo besó y abrazó fuertemente de manera que no es-cuchó las palabras que había preparado su hijo para pedirle perdón. Llamó a sus servidores para que le trajeran ropa nueva y lo vistieran (mímica) También mandó a sus criados que mataran el ternero más gordo. Entonces, dijo: “¡Vamos a celebrar eso con un banquete! Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado. Y comenzaron la fiesta.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivarán la reflexión sobre la dinámica empleada y de allí pasar a la realidad:

• El hijo que dejó la casa paterna, ¿qué es lo que puso en el primer lugar? ¿los bienes materiales o la relación con su padre? Para él más importante era el dinero (y lo que podría comprar) que la relación con su padre.

• En tu vida, ¿alguna vez has considerado más importantes las cosas que tu relación familiar? ....... Explica: ............

• ¿Qué es lo que más aprecias en tu casa?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

En la dinámica solo hemos presentado la mitad de la parábola. Leámosla completa y directamente del evangelio según Lucas 10,11-31 para comprender lo que es la conversión:

• ¿Qué movió al “hijo pródigo” para regresar a su casa? Quería saciar el hambre que tenía.

• ¿Qué reproche hizo el hijo mayor, a su padre? A pesar que se había quedado en casa, el padre no le había dado ni un cabrito para comerlo con sus amigos.

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• ¿Qué tienen en común el comportamiento de ambos hermanos? Ninguno de los dos valoró como más importante la relación con su padre (preferían las cosas materiales).

• En cambio, ¿qué es lo más importante para el padre? Para él lo más importante es la relación con sus hijos (por eso hizo fiesta cuando el menor volvió).

• ¿Qué es la “conversión”? Es cambiar de vida poniendo nuevamente a Dios en el centro de todo (“volver a la casa pa-terna”)

No basta volver, hay que permanecer... Jesús nos habla de la perseverancia. Leer y reflexionar sobre los textos indicados y escribir en la última línea qué entendemos por “perseverancia”:

Mt 24,13 Mc 13,13 Lc 21,19

«Pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará.»

«Pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará.»

«Manténganse firmes y se salvarán.»

Perseverar es mantenerse siempre fiel a la voluntad de Dios en medio de las dificultades.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Jesús anunció el inicio del reinado de Dios. La conversión se inicia por el cambio en nuestra manera de entender el amor de Dios: del amor merecido al amor gratuito. Dios tiene en cuenta nuestra necesidad más que nuestros méritos. La fe es la acogida del amor gratuito; quien se deja amar por Dios cambia su comportamiento, pero debe mantenerse siempre fiel a la voluntad de Dios.

6.1. La gratuidad del amor de Dios

• Jesús anunció el inicio del reinado de Dios. Anunció que el amor de Dios es gratuito: Dios no nos ama porque so-mos buenos, sino para que seamos buenos.

• Los fariseos contemporáneos de Jesús creían que el amor de Dios era merecido por los que cumplían todos los mandatos de la ley. Puesto que Dios es justo, debe reconocer el correcto comportamiento humano y recompensar-lo con la vida eterna.

• En su predicación, Jesús se dirigió a los pecadores, no a los “justos”. Con los hechos fue corroborando su anuncio de la gratuidad del amor de Dios: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal... Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.» (Mt 9,12-13)

6.2. Conversión

• «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.» (Mc 1,15) Con estas palabras Jesús comenzó su predicación.

• El primer paso de la conversión es el cambio de mentalidad; luego sigue el cambio del comportamiento. Es decir, necesitamos tener razones para iniciar un proceso de cambio de vida.

• Cuando encontramos un bien que apreciamos mucho, hacemos lo posible por no perderlo. Es lo que nos enseña Jesús mediante dos parábolas: el reinado de Dios es como un tesoro escondido y una perla preciosa (Mt 13,44-46).

• La buena noticia es que ese tesoro-perla es el regalo que Dios nos ofrece: compartir su propia vida, vivir para siempre en comunión de amor con Él, y en su amor vivir en comunión con todos los que aceptan ser amados por Él.

• Para participar del reino debemos ser como niños (Mt 18,2-3): sin méritos propios debemos cogernos de las manos de nuestro Padre Dios y dejarnos conducir por su amor.

• El amor de Dios es un regalo, pero no es un “regalo barato”, esto es, algo que se recibe de paso, sin mayor interés, solo porque es gratis...

• Es aquí donde entra el segundo momento de la conversión: cambiar nuestro modo de comportarnos, de modo que nuestra vida sea coherente con el bien recibido. Si hemos aceptado el amor gratuito de nuestro Padre Dios, enton-ces debemos vivir como verdaderos hijos suyos.

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6.3. Perseverancia

• Convertirnos a una vida coherente no es cosa sencilla. Nuestras propias limitaciones y debilidades son nuestra cruz que debemos cargar cada día (Mt 10,38; 16,24), superándola y no contentarnos diciendo: “yo soy así, pues”.

• Pero, además de nuestra propia cruz —fuente de tentaciones— existe la otra que nos viene de fuera —tribulaciones—. Jesús habla de maltratos y persecuciones, hasta de perder la vida por ser discípulos suyos (Lc 21,12; Jn 15,18-21).

• En medio de tales rechazos, los discípulos de Jesús deben perseverar en la fe y en la vida coherente... Coherencia permanente, eso es perseverancia.

• Sin la ayuda de Jesús no podemos mantenernos fieles a sus enseñanzas: «Una rama no puede dar fruto por sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no están unidos a mí.» (Jn 15,4)

7. COMPROBACIÓN

Los niños deben identificar las situaciones siguientes y marcar si corresponden a la conversión o a la perseverancia:

P Mis amigos del barrio se burlan de mí cuando voy hacia la Misa dominical... no les hago caso y sigo camino.

C Me encontré un lapicero en el salón, me hubiera gustado quedarme con él... pero se lo entregué a su dueño.

C Tengo ganas de hacerle algo que le duela a mi compañera porque me hizo quedar mal en el grupo... supero este momento ayudándola en sus tareas.

P Mis amigos me dicen que soy un tonto si devuelvo el exceso en el vuelto... lo pienso bien y no les hago caso y de-vuelvo el dinero.

P Los compañeros de trabajo de mi papá se molestan con él porque no los quiere acompañar en sus malos manejos económicos en la empresa.

C La vecina de en frente es bien molestosa, mi mamá le tiene cólera; pero cuando su hijo estuvo en el hospital, dejó de lado su cólera y la ayudó atendiendo a sus otros hijos.

C Mi hermanita es muy fastidiosa, a veces me da ganas de pegarle; reacciono y considero su edad, entonces busco calmarme hasta que se me pase el fastidio.

P Juan es policía y quiere ser fiel al Señor. En su trabajo hay ocasiones que le ofrecen coimas y sobornos, pero siem-pre las rechaza y cumple con su deber.

P Manuel fue amenazado por varios compañeros diciéndole que le pegarían si no les soplaba en el examen final. No se asustó y dio correctamente su examen.

C Corina tiene unas amigas que a veces no asisten al colegio. La han invitado a unirse a ellas. Le gustaría una pequeña aventura, pero supera su deseo y no les hace caso

P La misma Corina debe dinero a otras compañeras que roban en las tiendas. Ahora la obliga a acompañarla a robar para que pueda pagarles. Corina se resiste y no va...

C Cada vez que me encuentro con mi primo Beto me acuerdo que rompió mi play sation y me siento mucha cólera... me tranquilizo y no pasa nada.

P En el barrio nos toman el pelo porque todos participamos en nuestra Parroquia; lejos de desanimarnos, invitamos a los vecinos a las actividades parroquiales.

C Julia quiere amistar con su vecina; se pelearon por una tontería... Ambas superan sus sentimientos y consideran que más valiosa es la amistad entre ellas.

8. COMPROMISO

Los niños revisarán su comportamiento en la escuela y se proponen un cambio en su manera de comportarse, para expresar mejor su fidelidad a la voluntad de Dios.

Pondrán por escrito su compromiso.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: La conversión se inicia cuando nos dejamos amar por Dios; con su amor

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podemos cambiar nuestro modo de comportarnos y permanecer fieles a Él, pase lo que pase.

Agradecemos su amor recitando a coro esta bonita oración: • No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

• Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

• Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

• No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Dios perdona siempre; nos ha mostrado el gran amor que nos tiene al reconciliarnos consigo mismo mediante la obediencia de Jesús.

☺ Compartan con ellos que a todos nos cuesta cambiar porque tenemos muchas limitaciones y defectos... pero que tenemos que seguir esforzándonos por ser mejores.

☺ Conversen con ellos la experiencia de su “primera confesión”, animándolos a perder el miedo y confiar en la misericordia de Dios.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos evangélicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: el día de su resurrección Jesús derramó su Espíritu Santo sobre los Apóstoles y de esta manera les dio el poder de perdonar los pecados a quienes los confesaran.

� Reflexionen con ellos sobre el papel del sacerdote como mediador del amor de Dios. El sa-cerdote no nos perdona por su bondad perdona; si fuera un mal hombre, igualmente Dios nos perdona por medio de ese sacerdote.

� Igualmente, que puedan abrirse a la confianza respecto al “sigilo sacramental”: nadie se en-terará de lo que confesaron al sacerdote.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Motiven su compromiso semanal de escribir una oración para agradecerle a Dios el perdón que nos ofrece mediante el Sacramento de la Reconciliación (n. 8).

� Oren con ellos recitando alternadamente la oración se Santa Teresa (n. 9).

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1111111155555555 ........ DDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOOSSSSSSSS NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS PPPPPPPPEEEEEEEERRRRRRRRDDDDDDDDOOOOOOOONNNNNNNNAAAAAAAA PPPPPPPPOOOOOOOORRRRRRRR MMMMMMMMEEEEEEEEDDDDDDDDIIIIIIIIOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL SSSSSSSSAAAAAAAACCCCCCCCEEEEEEEERRRRRRRRDDDDDDDDOOOOOOOOTTTTTTTTEEEEEEEE 1. RECORDAMOS

La conversión se inicia cambiando nuestra manera de comprender el amor de Dios: amor gratuito que aceptamos por la fe. Cuando nos dejamos amar por Dios; con su amor podemos cambiar nuestro modo de comportarnos superando nuestra propia cruz (debilidades, limitaciones... tentaciones) y permanecer fieles a Él, pase lo que pase, superando la cruz que pro-viene de los demás (amenazas, burlas... tribulaciones)

2. OBJETIVO

Comprender y aceptar la mediación sacramental del sacerdote que nos perdona en nombre de Jesús.

3. ANIMACIÓN 3.1. Ambientación

Colocar la banderola empleada para el Tema 13 3.2. Canto

“Cristo nos da la libertad”. 3.3. Dinámica

Los niños harán una breve experiencia de “revisión de vida”. La materia en revisión es el compromiso asumido a raíz del penúltimo Tema: compartirán en dúos qué aspecto de su comportamiento se comprometieron a cambiar y qué avance y dificultades al respecto tuvieron en la semana. Luego, en el grupo habitual, cada niño comuni-cará a los demás lo que le dijo su compañero de diálogo. Terminada la ronda, se disponen a entonar el:

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Esta parte de la sesión es continuación de todo lo anterior. El catequista motivará a los niños para que repasen lo que aca-ban de experimentar en la “revisión de vida” para responder la pregunta:

• ¿Por qué a todos nos resulta difícil cambiar nuestro modo de ser o de comportarnos?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Analizaremos el texto evangélico que sirve de fundamento teológico del sacramento de la reconciliación (de la confesión o de la penitencia). Leemos Juan 20,19-20 y en la columna de la derecha copiamos las palabras del evangelio que correspon-den:

......................................................................... El domingo en la tarde...

.........................................................................

......................................................................... los discípulos de Jesús estaban reunidos...

......................................................................... Jesús se hizo presente y les dijo:

.........................................................................

.........................................................................

«La paz con ustedes». Sus discípulos se alegraron y Él les repitió el mismo saludo...

.........................................................................

.........................................................................

Luego sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo...

.........................................................................

.........................................................................

A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedan perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedan sin perdonar».

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• El mandato de Jesús a sus Apóstoles, ¿quiénes lo reciben ahora? Los sacerdotes.

• ¿Cómo pueden saber ellos cuándo perdonar o cuándo no? Tienen que escuchar la confesión de los que se acer-can al Sacramento de la Reconciliación.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Los ministros de este sacramento (obispos y sacerdotes) no perdonan los pecados porque ellos son más buenos que los fieles que confiesan los suyos. El perdón que ofrecen es el que brota de la Pascua (muerte y resurrección) de Jesús.

Veamos los distintos momentos de la celebración de este sacramento:

6.1. Confianza en la misericordia de Dios

• Este es el aspecto más importante. Como vimos en el Tema anterior, desde que el hombre desobedeció por prime-ra vez a Dios, Él les mostró su misericordia.

• Dios nos reconcilió consigo mismo mediante su Hijo Jesús, quien antes de morir por nosotros en la cruz nos en-señó que el único pecado que no será perdonado es el pecado contra el Espíritu Santo (Mt 12,31; Lc 12,10)

• Dios nos ama y quiere perdonarnos siempre. No hay pecado tan grave que Dios no quiera perdonar: solo no per-donará a quien no quiera ser perdonado.

6.2. Examen de conciencia • Nuestra miseria queda manifiesta de cara a la misericordia de Dios. Entonces, teniendo en cuenta el inmenso amor

de Dios por nosotros, examinamos nuestra vida para reconocer las ocasiones en que no hemos sido fieles al amor de Dios.

• Los mandamientos de la ley de Dios y lo que —a partir de ellos— nos manda la Iglesia nos sirven como “pistas” pa-ra evaluar nuestro comportamiento: cómo y cuántas veces hemos actuado deliberadamente de modo contrario a lo que Dios quiere de nosotros.

• La falta deliberada puede ser pecado grave por la materia y mortal por sus consecuencias (pérdida de la gracia, al-go así como una “muerte espiritual” por alejarnos de Dios)

6.3. Dolor de corazón • Si reconocemos con sinceridad cómo le hemos fallado a Dios y a los demás, nos duele haberles producido dolor

por nuestro desamor. • Nos sentimos mal por haber hecho mal a otros, no por haber quedado mal ante ellos. • Este dolor nos lleva al arrepentimiento o contrición: rechazamos decididamente los pecados que reconocemos

haber cometido (“pudimos actuar de otra manera, y no lo hicimos) y al... 6.4. Propósito de enmienda • Si reconocemos nuestros pecados y estamos arrepentidos por haber ofendido a Dios y haber herido a nuestro

prójimo o habernos dañado a nosotros mismos, entonces, decidimos no cometerlas nuevamente. 6.5. Confesión oral • Nos acercamos al sacerdote con humildad y confianza. Con la misma sinceridad de nuestro examen de conciencia

y arrepentimiento, le confesamos cómo y cuántas veces hemos desobedecido a Dios. • Recitamos nuestro “acto de contrición” y escuchamos las palabras del sacerdote: mediante la absolución sacra-

mental Dios nos ha perdonado nuestros pecados!!! • ...y nunca dirá a nadie los pecados que escuchó durante mi confesión (sigilo sacramental) • Escuchamos con atención los consejos del sacerdote: como un buen padre nos animará a seguir creciendo en fide-

lidad a Dios. 6.6. Satisfacción • Después, el confesor nos impone el cumplimiento de ciertos actos de "satisfacción" o de "penitencia", para reparar

el daño causado por el pecado y restablecer los hábitos propios del discípulo de Cristo. • Cumplimos lo que el sacerdote nos mandó que hiciéramos.

7. COMPROBACIÓN

Los niños marcarán las alternativas correctas a las siguientes frases:

• El paso más importante en la celebración del sacramento de la reconciliación es... � un sincero “examen de conciencia” para reconocer nuestras faltas.

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� la confianza que tenemos en la inmensa misericordia de Dios.

� el arrepentirnos de verdad por las colas malas que hicimos.

• El sacerdote que escucha nuestra confesión nos perdona porque...

� el día de su ordenación sacerdotal recibió de Jesús el poder de perdonar.

� es muy espiritual y por eso es más bueno que nosotros.

� el Papa le ha concedido el poder de perdonar.

• Cuando nos preparamos para nuestra confesión, el “dolor de corazón” es:

� sentirnos mal porque hemos quedado mal ante los demás por nuestra falta.

� sentirse mal por que haber ofendido a Dios o molestado a los demás.

� sentir anticipadamente el castigo que se nos viene encima por lo que hemos hecho.

• El sacerdote podrá contar a otros los pecados que escuchó en la confesión...

� siempre y cuando se lo ordene su Obispo.

� en caso que sea obligado bajo amenaza de perder la vida.

� nunca, pase lo que pase, sea cual sea la amenaza.

• Así como los Apóstoles, para perdonar a unos o no perdonar a otros, los sacerdotes...

� emplean un poder especial que les permite conocer las intenciones de los demás.

� deben escuchar a los que confiesan para conocer si están bien dispuestos.

� suponen que todos los que vienen a confesar tienen intención de cambiar.

• Llamamos “propósito de enmienda” a...

� nuestra intención de dar gracias a Dios por haber sido perdonados.

� la firme decisión de cambiar de conducta para ser buenos hijos de Dios.

� Dios es un Padre bueno que nos corrige porque quiere que seamos buenos.

• El único pecado que Dios no perdona es...

� no querer ser perdonado por Dios.

� no creer en la divinidad de Jesucristo.

� abusar de menores hasta que mueran.

• Cuando confieso haber insultado muy feo a un amigo, después...

� nada, lo que hice ya pasó.

� debo buscar a mi compañero y pedirle perdón por haberlo ofendido.

� si alguna vez me encontrara con él, según su estrado de ánimo..., ya veré.

• Me pregunto si Dios me perdona solamente rezándole delante de un crucifijo...

� Sí, Dios te perdona en caso de que no puedas encontrar a un sacerdote.

� Sí, porque Dios es el que perdona.

� No, Dios sólo perdona por medio de los sacerdotes.

• Si uno se queda con algo ajeno y confiesa su falta, después...

� puede considerar suyo lo que robó, pues ya le han perdonado su pecado.

� debe deshacerse de lo que robó. � debe devolver a su dueño lo robado.

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8. COMPROMISO

Esta semana, preparándose para celebrar su “`primera confesión”, los niños escribirán una oración a Dios (acto de contrición) por el perdón que recibirán al celebrar el Sacramento de la Reconciliación.

Los catequistas motivarán a los niños para que continúen haciendo su examen de conciencia (ni los padres ni los catequistas podrán señalarles de qué pecados se deberán confesar).

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: El domingo de resurrección, Jesús infundió su Espíritu Santo sobre sus Apóstoles y así les dio el poder de perdonar a los que confesaran sus pecados.

Oramos recitando el “Yo confieso”:

• Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.

• Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa.

• Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: El amor gratuito de Dios es el “tesoro” por el cam-biamos nuestro modo de comportarnos y decidimos mantenernos siempre fieles al querer de Dios.

☺ Compartan con ellos que a todos nos cuesta cambiar porque tenemos muchas limitaciones y defectos... pero que tenemos que seguir esforzándonos por ser mejores.

☺ Conversen con ellos la experiencia de su “primera confesión”, animándolos a perder el miedo y confiar en la misericordia de Dios.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten el texto evangélico... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: el día de su resurrección Jesús derramó su Espíritu Santo sobre los Apóstoles y de esta manera les dio el poder de perdonar los pecados a quienes los confesaran.

� Reflexionen con ellos sobre el papel del sacerdote como mediador del amor de Dios. El sa-cerdote no nos perdona por su bondad perdona; si fuera un mal hombre, igualmente Dios nos perdona por medio de ese sacerdote.

� Igualmente, que puedan abrirse a la confianza respecto al “sigilo sacramental”: nadie se en-terará de lo que confesarán al sacerdote.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n.7 ).

� Motiven su compromiso semanal de escribir una oración para agradecerle a Dios el perdón que nos ofrece mediante el Sacramento de la Reconciliación (n. 8).

� Oren con ellos recitando alternadamente el “Yo confieso” (n. 9).

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1111111166666666 ........ MMMMMMMMAAAAAAAARRRRRRRRÍÍÍÍÍÍÍÍAAAAAAAA,,,,,,,, MMMMMMMMAAAAAAAADDDDDDDDRRRRRRRREEEEEEEE DDDDDDDDEEEEEEEE JJJJJJJJEEEEEEEESSSSSSSSÚÚÚÚÚÚÚÚSSSSSSSS YYYYYYYY MMMMMMMMAAAAAAAADDDDDDDDRRRRRRRREEEEEEEE NNNNNNNNUUUUUUUUEEEEEEEESSSSSSSSTTTTTTTTRRRRRRRRAAAAAAAA 1. RECORDAMOS

Dios nos invita a recibir su amor que perdona por medio del Sacramento de la Reconciliación. Así como los Apóstoles, Jesús resucitado los llenó con su Espíritu Santo para que puedan perdonar los pecados, los sacerdotes han recibido ese poder el día de su ordenación.

2. OBJETIVO Comprender la libre participación de la Virgen María en el plan salvífico del Padre. 3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación Colocar una bonita imagen de la Virgen María.

3.2. Canto “María, tú eres mi Madre”.

3.3. Dinámica

Emplearemos una breve dinámica de conocimiento. Invitamos a los niños que tengan presentes a sus mamás y reconozcan en ellas la cualidad (modo de ser) y la habilidad (para hacer)... Después de un breve silencio les hacemos formar dúos entre los que menos se conozcan hasta el momento (motivar la sinceridad y evitar el “ami-guismo”). Compartirán de a dos las cualidades y habilidades de sus mamás, y la razón por las que las aprecian.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

La dinámica empleada da lugar a las respuestas escritas de los niños:

• ¿Qué cualidad de tu mamá aprecias más? ............., porque.............

• ¿Qué habilidad de tu mamá aprecias más? ............, porque............

• ¿Qué advocaciones (nombres) marianas conoces?

• En el pueblo de tus padres, ¿cuál es la principal fiesta de la Virgen María?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión y nos creó para que viviéramos siempre en comunión con Él, y unidos entre nosotros por su amor. La máxima comunión posible entre Dios y nosotros, es Jesús, Dios Hijo hecho hombre como uno de nosotros.

Leer los textos bíblicos propuestos y completar las frases:

Lucas 1,26-38

• El ángel Gabriel saludó a María y ella se sorprendió por tal saludo.

• El ángel le dijo que: tendrá un hijo que se llamará Jesús

• y será fruto de la acción del Espíritu Santo sobre ella;

• también su parienta Isabel está esperando un bebé (Juan Bautista).

• María respondió al ángel: « Yo soy la esclava del Señor ; que Dios haga conmigo como me ha dicho.»

Mateo 1,18-23

• María estaba comprometida para casarse con José, un hombre justo, y antes que vivieran juntos se encontró encinta por obra del Espíritu Santo .

• El niño se llamará Jesús porque salvará a su pueblo de sus pecados .

• Así se cumpliría la profecía que anunciaba el nacimiento del niño cuyo nombre significa « Dios con nosotros »

Juan 2,1-11

• María se preocupa por la alegría de la fiesta de bodas e interviene para lograr de Jesús el primer milagro.

• Dijo a los servidores: «Hagan todo lo que él les diga»

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Hechos 1,13-14

• Los once Apóstoles perseveraban en la oración, con algunas mujeres y Ma-ría, y los hermanos de Jesús.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión y nos creó para que vivamos en comunión con Él. Dios creó porque quiso llegar a ser criatura: esa sería la máxima comunión. En su plan de salvación, Dios tuvo presente desde siempre a la que sería la madre de su Hijo hecho hombre.

6.1. Dios creó para hacer alianza

• Dios es Comunión, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Él es el creador de todo lo que existe y lo creó siguiendo un plan que apuntaba a la máxima comunión posible entre Dios y sus criaturas: hacerse criatura.

• La encarnación del Verbo eterno de Dios fue el motivo de la creación.

• Si Jesús es el centro de la historia de salvación, junto a Él está quien sería su Madre. María fue preparada para que estuviera a la altura de la importantísima misión que el Padre le encomendaría. Dios la “llenó de gracia”, la creó in-maculada desde su concepción.

6.2. María, Madre de Cristo

• María dijo “sí” al anuncio que le hizo Dios mediante el ángel Gabriel. Acogiendo el plan salvador de Dios, María se convirtió en la Madre del Mesías esperado por el pueblo de Dios.

• En el “sí” de María se unió la tierra con el cielo, las promesas de Dios con las esperanzas del pueblo, el tiempo de los hombres con la eternidad de Dios.

• En el vientre de María, por obra del Espíritu Santo, el eterno Hijo de Dios se fue haciendo carne (criatura humana)... y junto a María y José, Jesús fue aprendiendo a comportarse como hombre: «Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.» (Lc 2, 52)

• «Llamada en los Evangelios "la Madre de Jesús"(Jn 2, 1; 19, 25; cf. Mt 13, 55, etc.), María es aclamada bajo el im-pulso del Espíritu como "la madre de mi Señor" desde antes del nacimiento de su hijo (cf Lc 1, 43). En efecto, aquél que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es verdaderamente Madre de Dios ["Theotokos"] (cf. DS 251).» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 465)

6.3. María, madre de la Iglesia

• En el vientre de María se formó Cristo, Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo (ver Tema 8).

• En las Bodas de Caná, María mostró su amorosa intercesión para nuestro bien, le “arrancó” a Jesús su primer mi-lagro: convirtió el agua en vino.

• Mientras los Apóstoles (menos Juan) se escondieron, María estaba al pie de la Cruz compartiendo la pasión de su Hijo. Allí Jesús le dijo: «Mujer ahí tienes a tu hijo»; luego le dijo a su discípulo Juan: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa (Jn19,26-27).

• María estuvo con los Apóstoles el día de Pentecostés, cuando recibieron el Espíritu Santo para dar comienzo a la actividad misionera de la Iglesia.

• Al final de sus días en la tierra, María fue asunta en cuerpo y alma a los cielos. De esa manera Dios la llevó a la culminación de su participación en su plan de salvación. La “llena de gracia”, sin pecado concebida, comparte la victoria de su Hijo resucitado.

• María es, desde entonces, “figura de la Iglesia” porque la obra de Dios en la Virgen María es un anticipo de lo que hará con toda la humanidad, creada para participar de la misma comunidad trinitaria para siempre.

• «Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte" (LG 59; cf. la

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proclamación del dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María por el Papa Pío XII en 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una antici-pación de la resurrección de los demás cristianos.» (Catecismo, n. 966)

7. COMPROBACIÓN

Los niños completarán las siguientes palabras cruzadas. Para eso colocarán las letras necesarias que respondan a los temas numerados:

1. «El Verbo se hizo carne...» 2. Esposo de María

3. Madre de Juan Bautista 4. Padre de Juan Bautista

5. Sin pecado 6. Inicio de la vida

7. El ángel de la anunciación 9. El apóstol en el Calvario

10. Materia del primer milagro 11. Lugar del primer milagro

12. Muerte y resurrección 13. «El Verbo se hizo carne por obra del...»

14. «María dijo a los servidores...» 15. En ella nos salvó Cristo

8. COMPROMISO

Durante la semana, los niños prepararán una postal mariana (A5). Acompañando una imagen de la Virgen María, colocarán su frase: “Hagan todo lo que él les diga.”

Los niños traerán sus postales para el próximo encuentro.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: María estuvo siempre presente en el plan salvífico de Dios. Pero Dios quiso que ella asumiera libremente la tarea para la cual había sido creada.

Oramos recitando el “Magnificat”, la alabanza de María por la obra de Dios en ella:

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Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la humilde condición de su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.

Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. y de generación en generación es su misericordia para los que le temen.

Ha hecho proezas con su brazo; y dispersó a los de corazón soberbio

Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes; a los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías.

Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Dios nos perdona por medio de los sacerdotes cuan-do celebramos el Sacramento de la Reconciliación (confesión).

☺ Compartan con ellos las cualidades y las habilidades que más apreciamos de nuestras mamás; por qué las apreciaban, cómo se sentían con ellas...

☺ Conversen con ellos sobre las advocaciones y fiestas marianas que conocen, tanto en su pueblo como fuera de él.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: María estuvo siempre en los planes de Dios; Él la preparó, la creó “llena de gracia”. María aceptó libremente la misión que el Padre le encargó: ser la Madre de del Salvador.

� Reflexionen con ellos sobre la eterna voluntad de Dios Comunión de hacer comunión con lo que aún no existía: la encarnación de su Hijo es la máxima comunión posible entre el Crea-dor y sus criaturas.

� Asimismo, reflexionen sobre la libre aceptación de María para participar en el plan salvador de Dios. Compartan sobre el significado de la frase de María en las bodas de Caná.

� Ayúdenlos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Motiven su compromiso semanal de preparar una postal mariana (n. 8)

� Oren con ellos recitando alternadamente el “Magnificat” (n. 9).

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1111111177777777 ........ EEEEEEEELLLLLLLL HHHHHHHHOOOOOOOOMMMMMMMMBBBBBBBBRRRRRRRREEEEEEEE NNNNNNNNOOOOOOOO VVVVVVVVIIIIIIIIVVVVVVVVEEEEEEEE SSSSSSSSOOOOOOOOLLLLLLLLOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEE PPPPPPPPAAAAAAAANNNNNNNN 1. RECORDAMOS

Dios es Comunión y todo lo creó en vista a la máxima comunión posible: el Creador hecho criatura humana. La encarnación fue el motivo de la creación. María estuvo siempre en los planes de Dios; Él la preparó, la creó “llena de gracia”. María aceptó libremente la misión que el Padre le encargó: ser la Madre de del Salvador.

2. OBJETIVO

Esta semana vamos a recordar la necesidad de la comunicación (diálogo) para vivir en comunión.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Preparar un panel con fotografías de personas alimentándose. Armar otro panel colocando las postales maria-nas preparadas por los niños.

3.2. Canto

“Tu Palabra, Señor, es la verdad”.

3.3. Dinámica Se divide al grupo de niños en dos subgrupos, a los cuales el animador dará una serie de indicaciones para que cada uno de los grupos desempeñe bien su papel. Uno de los subgrupos va a desempeñar el papel de “no escuchar”: intentarán cambiar de tema, sin escuchar al compañero e incluso sin acompañar la conversación. El otro subgrupo intentará contar su problema “muy personal”, sin saber la reacción de sus propios compañeros. Una vez que todos han entendido el rol a desempeñar, se formarán parejas con un niño de cada subgrupo. Intentarán actuar según el papel que les ha sido asignado (“el que cuenta el problema” o “de no querer escuchar”).

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas, a partir de la dinámica empleada, plantean estas preguntas a los niños:

• ¿Cómo te has sentido durante esta dinámica? ............ porque.............

• En tu casa, ¿conversan durante las comidas? ......., ¿de qué cosas conversan?.........

• ¿Con quién hablas de tus cosas más íntimas?..............porque............

• ¿Cómo te sientes cuando no te prestan atención?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión y se comunica con nosotros. Su Hijo Jesús es su “Palabra hecha carne”. Por medio de lo que Jesús dice y hace llegamos a conocer a Dios y sus planes a favor de la humanidad.

Leer los textos bíblicos propuestos y completar las frases:

� Isaías 55,10-11: La palabra de Dios es eficaz, porque realiza lo que Dios dice.

� Mateo 4,1-4: La palabra de Dios es alimento, porque nos da vida.

� Marcos 4,14: La palabra de Dios es eficaz, porque realiza lo que Dios dice.

� Lucas 6,46-49: El que escucha a Jesús debe hacer lo que Él les diga.

En caso contrario, se parece a uno que construye su casa sobre tierra y sin cimientos.

� Lucas 11,28: La verdadera dicha está en oír la Palabra de Dios y cumplirla.

� Juan 15,14-15: Los apóstoles ya no son servidores de Jesús, ahora son sus amigos porque les ha dado a conocer

todo lo que Él ha escuchado a su Padre.

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6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión que se comunica creando por su palabra todo lo que existe. Dios nos creó para que vivamos en comunión y no hay comunión si no hay comunicación. La palabra es el medio para darnos a conocer a otros y para conocer a los otros.

6.1. La Palabra de Dios es creadora

• Dios es Comunión, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Él es Comunión-comunicante: no permanece cerrado en torno a sí mismo. Por ser Amor, Dios es expansivo, comunica existencia a lo que aún no es.

• Dios decidió crear y por su Palabra fue realizando su plan: «Dijo Dios...» (Gn 1,3.6.9.11. 14.20.22.24.26.28.29)

• «La Palabra estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.» (Jn 1,2-3)

• Dios creó todo porque quería hacer Alianza; por eso fue comunicándose para crear para sí un pueblo y después su Iglesia: «... en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo a quien constituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos.» (Heb1,2)

• Dios nos ha creado a “imagen y semejanza suya”, para la comunión, por eso nos creó capaces de comunicarnos. El don de la palabra (verbal y gestual) nos distingue y nos manifiesta como personas.

6.2. La palabra humana

• ¿Cuántas palabras empleamos cada día? ¿Cuántas palabras de nuestro idioma dejamos de emplear cada día? ¿Cuántas otras existen que nunca hemos escuchado? ¿Cuántas cuyo significado desconocemos?

• Ahora mismo estamos empleando palabras para tratar de comprender este Tema...

• Nuestra palabra tiene tres aspectos o puntos de vista para analizarla:

• Siempre tiene un contenido: si la palabra escrita no significara algo, sería un simple garabato; si fuera oral, sería sólo un ruido.

• Espera respuesta: cuando hablamos o escribimos para comunicar algo y esperamos algún tipo de respuesta, que puede ser tanto otra palabra (lenguaje verbal) como un gesto (lenguaje no- verbal). Por ejemplo, si digo “por favor, cierra la puerta” y alguien se para y la cierra sin decir nada, está respondiendo con un gesto (no-verbal).

• Nos revela a nosotros mismos: lo más importante de la palabra es “hacernos contenido” de ella, es decir, no hablar de cosas o de terceras personas, sino de nosotros mismos, de lo que sentimos, soñamos, tememos, esperamos, pensamos, deseamos, etc.

• Entonces podemos establecer la diferencia entre conversar y dialogar (o comunicarse). Podemos ser muy buenos conversadores porque no nos ponemos como contenido de nuestras palabras; en cambio nos comunicamos cuan-do hablamos de nosotros mismos.

• “Solo yo sé qué es ser como yo”... esto lo podemos decir cada uno de nosotros: nadie nos conoce “por dentro”, al menos que queramos comunicárselo a otro.

• En la medida que compartimos el tesoro de nuestra intimidad (temores y esperanzas, sentimientos y deseos, sue-ños y proyectos, etc.) vamos construyendo comunión con quien nos escucha... Y escuchar no es lo mismo que oír.

• Escuchar es algo activo, fruto de una decisión; oír es sólo una reacción pasiva de nuestro sentido auditivo. Oímos sin querer, pero sólo escuchamos si queremos hacerlo.

• Escuchar exige poner interés, atención, para poder captar lo que está más allá de las palabras que oímos; es comprender a la persona más que a sus palabras.

6.3. La Palabra que alimenta

• Dios ha querido comunicarse con la humanidad. Lo ha hecho de muchas maneras, pero la forma insuperable es su propio Hijo, Palabra eterna de Dios hecho hombre en las entrañas de María. Jesús es la Palabra definitiva del Pa-dre para comunicarnos cuánto nos ama.

• Después de la “última cena” Jesús les dijo a sus Apóstoles que ya nos llamaría siervos sino amigos porque les había dado a conocer todo lo que el Padre le había comunicado (Jn 15,15). La voluntad (lo que quiere, su Plan) del Padre es su alimento (Jn 4,34).

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• “Alimento” es lo que consumimos para mantenernos vivos, sanos. También es “alimento” lo que le da sentido a la vida, lo que nos da ganas de seguir viviendo...

• Jesús es la Palabra que nos alimenta porque se alimentó de la voluntad salvadora de su Padre. Por eso podemos decir con Pedro: «Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos que Tú eres el Santo de Dios.» (Jn 6,68-69)

7. COMPROBACIÓN

En las situaciones que se presentan a continuación, algunas son corresponden a “escuchar” como es debido, otras no. Los niños las marcarán:

� Mi papá sigue mirando el partido en la TV mientras mi mamá intenta comunicarle algo.

� Me gusta que mi mamá me mire a los ojos cuando le cuento lo que me pasó en el colegio.

� Cuando estoy con rabia, mi papá me toma de la mano y acaricia mi cuello, entonces me calmo y puedo contarle por qué me siento así.

� Cuando estoy molesta con mi hermanita, grito a todos, tiro las cosas y me encierro en mi cuarto... no quiero que me hablen.

� A veces se me hace muy difícil contarle mis cosas a mi mamá, pero ella me ayuda haciéndome preguntas sin hacerme sentir acusada por ella.

� Mi papá es muy duro conmigo, dicen que los “niños no lloran”... no quiero contarle nada.

� Mi mamá nunca se cansa de escuchar cada mañana lo que soñé en la noche.

� Mi mamá siempre está ocupada cuando regresa después de su trabajo; no tiene tiempo para escucharme, y yo quisiera contarle lo que me está pasando...

� Yo sé que mi papá regresa muy cansado, pero cuando le pido que me escuche, él deja lo que está haciendo y se sienta a mi lado... eso me da confianza y seguridad.

� En mi casa nunca conversamos durante las comidas porque todos estamos viendo la “tele”.

� Considero que mi hermana es mi mejor amiga: antes de quedarnos dormidas, todas las noches compartimos cómo nos hemos sentido a lo largo del día.

� Mi mamá y mi papá no se entienden, sólo les escucho gritarse todos los días.

� Tengo miedo contarle mis cosas a mamá porque ella siempre me compara con mis hermanas, y eso me hace sentir muy mal.

� Mi mamá es leal conmigo: nunca me saca en cara lo que le he contado a ella en secreto.

� Carlos es mi compañero, pero es muy desconfiado... a nadie le cuenta lo que le pasa.

8. COMPROMISO

Los catequistas motivará a los niños para sean más comunicativos con sus padres. Tendrán cuidado de diferenciar las diversas situaciones familiares de los niños, pero apuntando siempre a una mejor comunicación.

Los niños se comprometerán a compartir con sus padres qué es lo que sienten por ellos (cariño, temor, alegría, etc.) Pondrán por escrito qué le dijeron y cuál fue la reacción de sus padres.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: María estuvo siempre presente en el plan salvífico de Dios. Pero Dios quiso que ella asumiera libremente la tarea para la cual había sido creada.

Oramos recitando un fragmento del Salmo 119 (el más largo de todos):

• Dichosos los que sin error andan el camino y caminan según la Ley del Señor.

• Dichosos los que observan sus testimonios y lo buscan de todo corazón, que sin cometer injusticia caminan por sus sendas.

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• Tú eres quien promulgó tus ordenanzas para que las observen totalmente. Ojalá sea firme mi conducta en cumplir tus preceptos.

• Te daré gracias con rectitud de corazón cuando vaya aprendiendo tus juicios justos. Tus preceptos, yo los quiero guardar, no me abandones, pues, completamente.

• ¿Cómo un joven purifica su camino? Basta con que observe tus palabras. ¡Con todo mi corazón te he buscado, no me desvíes de tus mandamientos!

• En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti. ¡Bendito seas, Señor, enséñame tus preceptos!

• Quiero meditar tus ordenanzas y tener ante mis ojos tus senderos. En tus preceptos me deleitaré, jamás me olvi-daré de tus palabras.

• Sé bueno con tu servidor y viviré, pues yo quisiera guardar tu palabra. Abre mis ojos para que yo vea las maravillas de tu Ley.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: La encarnación fue el motivo de la creación. María estuvo siempre en los planes de Dios; Él la preparó, la creó “llena de gracia”. María aceptó libremente la misión que el Padre le encargó: ser la Madre de del Salvador.

☺ Compartan con ellos sobre la comunicación familiar. Ofrézcanle un clima apropiado para que sus hijo/as expresen sus propios sentimientos respecto a la comunicación con ustedes.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Dios es Comunión que se comunica; la máxima comunicación es Jesucristo, Palabra de Dios encarna-da, es la Palabra que nos alimenta.

� Reflexionen con ellos sobre el don de Dios: nos ha creado por medio de su Palabra para que nos comuniquemos por medio de nuestra palabra. Sin comunicación no es posible la comunión.

� Tengan en cuenta las diferencias entre conversar y dialogar, entre oír y escuchar (reacción y decisión)

� A la vez que ustedes toman conciencia de las exigencias de la comunicación, ayuden a sus hijos a reflexionar para que resuelvan la tarea de comprensión (n. 7).

� Motiven su compromiso para que puedan avanzar en la comunicación con ustedes (n. 8)

� Oren con ellos recitando alternadamente el fragmento del Salmo 119 (n. 9).

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1111111188888888 ........ JJJJJJJJEEEEEEEESSSSSSSSÚÚÚÚÚÚÚÚSSSSSSSS NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS EEEEEEEENNNNNNNNSSSSSSSSEEEEEEEEÑÑÑÑÑÑÑÑAAAAAAAA AAAAAAAA OOOOOOOORRRRRRRRAAAAAAAARRRRRRRR 1. RECORDAMOS

Dios es Comunión que se comunica. Todo lo creó por medio de su Palabra y, a lo largo de la historia, también por su me-diación nos ha comunicado el amor que nos tiene. Jesús es la Palabra que nos alimenta, porque nos lleva a la vida eterna.

2. OBJETIVO

Esta semana vamos a comprender que la comunicación personal y comunitaria con Dios es fundamental para crecer en el amor fraterno.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Preparar una banderola con esta inscripción: “Dios te regaló todo el tiempo, comparte un poco de tu tiempo con Él”

3.2. Canto

“Tan cerca de mí”.

3.3. Dinámica Emplearemos la dinámica del “teléfono malogrado”. Se colocan los niños en círculo (máximo 20). A uno de ellos, en privado se le da el mensaje a transmitir: “Jesucristo te ama de verdad; búscalo, ámalo y síguelo”. El primer mensajero regresa al círculo; el catequista explica: pongan atención al mensaje que escucharán una sola vez... Luego, el primer mensajero le dice —al oído— la misma frase al siguiente. Se irán pasando el mensaje uno al otro, tal como lo recibió. El último en recibirlo será el catequista, que hará el contraste entre el mensaje original y el que acaba de escuchar. Es posible que el teléfono se malo-grara en algún momento: se irá diciendo en sentido contrario y en voz alta lo que cada niño le dijo a su compañero.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas explicarán brevemente que el “teléfono de Dios” nunca se malogra...

Luego motivarán un momento de reflexión sobre las actividades diarias que realiza cada niño. Harán un promedio de las horas que emplean en un día de semana para cada actividad:

En esta actividad empleé horas minutos

Dormir

Asearme en la mañana

Tomar desayuno

Movilizarme hasta el colegio

Clases, recreo, más clases y regreso a casa

Almorzar

Descansar

Estudiar y realizar tareas escolares

Ver televisión

Comer

Alistarme para dormir

Conversar con Dios (orar)

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• Entonces, ¿qué porcentaje de tu tiempo lo dedicas a conversar con Dios?.............

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión y se comunica con nosotros. Por medio de lo que Jesús dice y hace llegamos a conocer a Dios y sus planes a favor de la humanidad. La oración cristiana es la respuesta del creyente, que ya escuchó lo que Dios ha dicho (revelado).

Leer los tres grupos de textos del Nuevo Testamento y responder las preguntas:

� La oración de Jesús: Mateo 14,23; 26,36-39; Lucas 6,12-16; Juan 17,18-21

� ¿Dónde realizaba Jesús su oración? En algún cerro o lugar apartado; oraba a solas.

� ¿Oraba antes de los momentos importantes de su misión? Sí ¿cuáles? Antes de elegir a sus Apóstoles y antes de su Pasión.

� Enseñanza de Jesús sobre la oración: Mateo 6,5-13; 7,7-11; Juan 14,13-14; 16,23-24

� ¿Cómo debe ser nuestra oración? Confiada y constante.

� Fundamentalmente, ¿a quién dirigimos nuestra oración? A Dios Padre ¿cuál es el papel de Jesucristo en la ora-ción? Jesucristo es el Mediador (pedimos en su nombre).

� ¿Qué es lo que no debemos dejar de pedir? Lo necesario para nuestra salvación (su amor).

� La oración de los cristianos: Romanos 8,15-16; 26-27; Efesios 6,17-19

� San Pablo dice que no sabemos orar como conviene ...por eso, para orar bien tenemos que dejarnos educar por el Espíritu Santo que viene en nuestra ayuda y nos hace exclamar ¡Abba! (que significa “Padre”)

� En resumen, nuestra oración está dirigida al Padre , por el Hijo , en el Espíritu Santo.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión que se comunica y nos ha concedido el don de la palabra para responderle con gratitud todos lo que recibimos de Él. No hay mejor empleo de nuestra palabra que cuando nos comunicamos con Dios en la oración.

6.1. La oración de Jesús

• Jesús es la Palabra de Dios hecha carne humana. Como tal, es la Palabra que expresa todo lo que Dios es, y por eso decimos que el Hijo es tan Dios como el Padre. Ambos están unidos en un amor tan perfecto, que también es Dios (Espíritu Santo)

• Aunque había asumido nuestra condición, el Hijo se mantuvo unido al Padre: «El Padre y Yo somos uno solo.» (Jn 10,30). Esta comunión se manifiesta en la oración continua de Jesús, siempre atento a la voluntad de su Padre.

• La soledad y el silencio constituyen el “ambiente” propicio de su íntima comunicación con el Padre. No se escapaba de la misión encargada; todo lo contrario, en la oración retomaba el plan del Padre y las energías necesarias para llevarlo a cumplimiento...

• ...a pesar de la resistencia que le ofrecía la carne asumida. Esto queda patente en el Huerto de los Olivos, poco an-tes de ser apresado: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» (Lc 22,42)

• Entonces, Jesús recibió la ayuda del Espíritu Santo para consumar la realización de la voluntad salvífica del Padre (ver Hb 9,13-14)

6.2. Enseñanza de Jesús sobre la oración

• Jesús dio a sus discípulos el ejemplo de oración constante y confiada. Eso mismo les enseñó a sus discípulos. El Padrenuestro es el mejor resumen de la oración cristiana.

• Del mismo modo que Jesús ora al Padre y le da gracias antes de recibir sus dones, nos enseña esta audacia filial: «todo cuanto ustedes pidan en la oración, crean que ya lo han recibido» (Mc 11, 24). Tal es la fuerza de la oración, "todo es posible para quien cree" (Mc 9, 23), con una fe «que no duda» (Mt 21, 22).

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• Tanto como Jesús se entristece por la «falta de fe» de los de Nazaret (Mc 6, 6) y la «poca fe» de sus discípulos (Mt 8, 26), así se admira ante la «gran fe» del centurión romano (cf Mt 8, 10) y de la cananea (cf Mt 15, 28).

• La oración de fe no consiste solamente en decir «Señor, Señor», sino en disponer el corazón para hacer la volun-tad del Padre (Mt 7, 21). Jesús invita a sus discípulos a llevar a la oración esta voluntad de cooperar con el plan di-vino (cf Mt 9, 38; Lc 10, 2; Jn 4, 34).

6.3. La oración del cristiano • Nos preguntamos de qué manera las enseñanzas de Jesús sobre la oración fueron recibidas por las primeras co-

munidades cristianas. Decimos que desde el inicio se reunieron para orar en torno a la Virgen María en espera de la venida del Espíritu Santo (Hch 1,18). El centro de la vida comunitaria era la oración eucarística (“fracción del pan”: Hch 2,41-42). Oraban constante y fervorosamente para que su ministerio apostólico fuera fecundo (Hch 6,4; 12,5; 16,25).

• Pero nuestra oración se distingue de la oración en las otras religiones. La novedad de la oración cristiana consiste en “pedir en el Nombre de Jesús” y en “orar en el Espíritu”, es decir, por medio de su Espíritu Dios nos pone en contacto con Él (Rom 8,14-17). Por el Espíritu clamamos o Él clama en nosotros: ¡Padre! (Rom 8,15; Gal 4,6)

• Por eso, al iniciar nuestra oración personal debemos invocar la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe. El Espí-ritu Santo es nuestro guía y maestro de oración para “sintonizar” con Dios, y así conocer su voluntad sobre noso-tros “aquí y ahora”.

6.4. Formas de oración • La oración de alabanza es la forma más importante de expresión oral en la plegaria: proclamamos la grandeza de

Aquel a quien alabamos. En la alabanza no hay petición de bienes concretos; el orante se aparta emocionalmente de sí mismo para dirigirse por entero a Dios.

• Oración de acción de gracias: agradecemos a Dios, desde nuestra condición de criaturas, por el don de la creación inicial y de la nueva creación (salvación).

• La oración de aclamación es parecida a la alabanza y muy empleada en la liturgia. Por ejemplo: “Amén”, “Cristo es el Señor”, “Palabra de Dios” (que equivale a ¡Viva la Palabra de Dios¡).

• La adoración es una forma de orar exclusiva del monoteísmo: adorar a un Dios único y Supremo. Es el rendimiento total e incondicional de la voluntad humana.

• La oración de petición: quien cree en Dios, lo adora, lo aclama, lo alaba y le da gracias. Además, como quiere serle fiel, le pide la ayuda necesaria para serlo, de modo que pueda alabarlo con la vida misma.

7. COMPROBACIÓN

Esta semana la comprobación será el compromiso de oración personal que deben realizar los niños. Explicarles en qué consiste la tarea para que no queden dudas al respecto.

8. COMPROMISO

En la tabla siguiente encontramos las siete peticiones del Padrenuestro, que vienen a ser como otros tantos contenidos que no deben faltar en la oración cristiana. Cada día los niños leerán un grupo de citas bíblicas (A-G); como están en desorden, reflexionarán y determinarán a qué petición corresponde (colocar la letra del grupo en el cuadro gris). Ese día lo dedicarán a orar según el tema correspondiente a las citas: un día alabarán, otro pedirás perdón, etc. Al finalizar el día, en las líneas en blanco escribirán una síntesis de su conversación con Dios sobre ese tema:

A: Mt 26,41; Stg 1,13s B: Mt 5,23; 6,14-15; Lc 17,34

C: Mt 7,21-23; Mc 3,31-35 D: Mt 5,20; 13,44; Lc 9,62

E: Mt 13,19; Jn 17,15 F: Mt 5,16; 15,31; Lc 10,21 G: Mt 7,9-10; 25,35

Día Padre nuestro que estás en el cielo…

1 Santificado sea tu Nombre

……………………………….......………………………………………………………….............................

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2 Venga a nosotros tu Reino

……………………………….......………………………………………………………….............................

3 Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo

……………………………….......………………………………………………………….............................

4 Danos hoy nuestro pan de cada día

……………………………….......………………………………………………………….............................

5 Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden

……………………………….......………………………………………………………….............................

6 No nos dejes caer en la tentación

……………………………….......………………………………………………………….............................

7

Líbranos del mal.

……………………………….......………………………………………………………….............................

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Jesús nos enseñó a orar; Él se retiraba y en silencio conversaba con su Padre para “sintonizar” con su Voluntad y cumplirla.

Motivará el silencio para disponer los niños a la oración: que alaben y den gracias a Dios por amarnos en su Hijo Jesús... Finalizar este momento recitando juntos el Padrenuestro.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Dios, que es Comunión, creó todo por medio de su Palabra y, a lo largo de la historia, también por su mediación nos ha comunicado el amor que nos tiene. Jesús es la Palabra que nos alimenta, porque nos lleva a la vida eterna.

☺ Ayúdenles a determinar cómo vienen empleando el tiempo a lo largo de los días útiles de la semana. Calculen el porcentaje de tiempo dedicado a la oración cada día.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Jesús ora con frecuencia; se retira en silencio para mantenerse en comunión con su Padre. Enseñó a orar a sus discípulos.

� Reflexionen con ellos sobre la importancia de la oración y la necesidad que tenemos de co-municarnos con nuestro Padre Dios para pedirle su ayuda para poder ser fieles a su volun-tad.

� Mediten sobre la dinámica de la oración cristiana: al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo. � Explíquenle en qué consiste la tarea esta semana (n. 7) Es conveniente acompañarles cada

día para que la realicen correctamente lo largo de la semana (n. 8). � Motívenlos para oran con ellos; después de hacerlo en silencio, terminen recitando el Pa-

drenuestro (n. 9).

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1111111199999999 ........ CCCCCCCCOOOOOOOOMMMMMMMMEEEEEEEERRRRRRRR EEEEEEEESSSSSSSS CCCCCCCCOOOOOOOOMMMMMMMMPPPPPPPPAAAAAAAARRRRRRRRTTTTTTTT IIIIIIIIRRRRRRRR 1. RECORDAMOS

Jesús se retiraba a orar a lugares silenciosos para mantenerse en comunión con su Padre y ser fiel a la misión salvadora que Él le había confiado. Compartió su experiencia y enseño a sus discípulos a orar para que también se mantengan fieles al Plan del Padre.

2. OBJETIVO

Valorar los momentos de la comida en familia como ocasiones favorables para el diálogo y reconocer que el amor nos exige compartir la vida.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar un panel con fotografías de grupos familiares compartiendo la comida.

3.2. Canto

“Yo te amo con el amor del Señor”.

3.3. Dinámica Esta vez emplearemos un sociodrama; los catequistas lo prepararán anticipadamente. Debe representarse dos estilos de “sentarse a la mesa”. En el primero, todos conversan de sus vivencias diarias; en el segundo unos leen el periódico y otros ven la TV, pero no conversan para nada...

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas pedirán a los niños que evoquen un aspecto de la vida familiar: el momento de las comidas... Luego, que respondan las siguientes preguntas:

• ¿Cuál es el potaje o comida que te gusta más?

• ¿Cuál es el que te gusta menos?

• ¿Te gusta comer solo o en compañía de los tuyos? ¿por qué?

• ¿Sabes cuál es el porcentaje de peruanos desnutridos? Inténtalo y senala:

� 5-10% � 10-15% � 15-20% � 20-25% � 25-30%

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Comer es una actividad de todos los seres vivos para mantener la vida. Pero los seres humanos no comemos solo para mantenernos vivos; comer es también compartir lo que la sentido a nuestra vida, es una manera de confraternizar y celebrar.

Para los judíos, sentarse a la mesa con alguien significaba ponerse a su altura y compartir los mismos valores e ideales de vida. No era solo para alimentarse.

� Leer: Mateo 9,10-13; 11,19 y Lucas 7,36-39

• Los fariseos criticaban a Jesús porque comía con pecadores y publicanos (recaudadores de impuestos para Roma)

• Y, a diferencia del Bautista, de Jesús decían que era un comilón y borracho.

• Los judíos daban mucha importancia con quién se sentaban a la mesa: era como “igualarse” porque compartían el mismo modo de vida.

• Jesús aprovechaba la ocasión de las comidas para anunciar su mensaje de salvación; y decía que «no necesitan médico los que están sanos (fuertes) , sino los que están enfermos (débiles).»

• Al comer con los pecadores, Jesús muestra con hechos la verdad de sus palabras que anuncian el reinado del amor gratuito de Dios.

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6. REFLEXIÓN

Premisa

Dios es Comunión que se comunica y nos ha concedido el don de la palabra. No vivimos solo de pan, esto es, del alimento material. Necesitamos el afecto y el calor de familia para sentirnos seguros y crecer armoniosamente. La palabra (diálogo) es imprescindible para fomentar los vínculos de comunión fraterna.

6.1. Alimentos para la vida

• Ninguna especie viviente sobre nuestro planeta —excepto la humana— prepara platillos diversos con los alimentos que recoge de la naturaleza. Los humanos recogían frutos, pescaban y cazaban, pero para seguir alimentando a las siguientes generaciones, desarrollaron la agricultura, la piscicultura, la ganadería... y la gastronomía.

• Así, la alimentación humana no es un mero proceso natural, es más bien un acontecimiento cultural. Por eso, sien-do la misma especie y utilizando básicamente los mismos elementos (vegetales, carnes, condimentos, etc.) hemos creado infinidad de potajes a lo largo del planeta.

• Mas, no solo es cultural la preparación de los alimentos, también lo es el consumo. Comemos no sólo para adquirir los nutrientes para una vida sana, sino para “alimentar” la vida que compartimos, para celebrar el amor que nos une, para festejar algún acontecimiento social, etc.

• Tenemos muchas razones para sentarnos juntos a la mesa y compartir los alimentos.

6.2. Compartir el pan

• Para los judíos, puesto que el comer no es una actividad humana autónoma sino expresión de su actitud hacia Dios, el hombre debe dividir su pan con los hambrientos (Is 58,8; cf. Lc 16,19s); se puede comer y beber en honor a Dios (Ex 24,11) y ofrecerle sacrificio de comida cultual (Lv 2,3.6.9ss).

• “Sentarse a la mesa” con alguien es ponerse a su nivel, estar a la par y compartir sus razones para vivir, el sentido de su vida, etc. Compartir los alimentos es señal de fraternidad.

• Los fariseos tenían la costumbre de purificarse antes de comer: una determinada manera de lavarse las manos... pero que Jesús omite (Lc 11,38) y sus discípulos también (Mt 15,2).

6.3. El “pupitre” de Jesús • Jesús compartía la mesa con libertad, sin dejarse influenciar por lo que dirían los demás. Come con los publicanos

y también con los fariseos, pues a todos les dirige su invitación a coger el amor gratuito de Dios. • Podemos decir que Jesús enseñaba, no desde un pupitre, sino desde las muchas mesas en las que compartía los

alimentos y la vida con los demás (cf. las citas referidas arriba). • Jesús va a comer a casa de Lázaro y enseña que es más importante escuchar su palabra que todas las actividades

domésticas preparando la comida (Lc 10,38-42). • Se hospeda en la casa de Zaqueo y seguramente comería allí. Comparte con este excluido para que quede bien

claro que «este también es hijo de Abrahán.» (Lc 19,1-10). • Con esa misma libertad, Jesús critica la costumbre de buscar los primeros puestos en los banquetes. Enseña que

debemos practicar la gratuidad: invitar a comer a quienes no nos pueden retribuir la invitación; la recompensa la re-cibirá en la resurrección de los muertos.

• Uno que acababa de escuchar esto, dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!.» (Lc 14,15) Y Jesús respondió narrando la parábola del banquete de bodas para anunciar la felicidad mesiánica (Lc 14,16-24; Mt 22,2-10).

6.4. Nuestra mesa familiar • Dios nos creó capaces de comunicarnos por medio de la palabra. Nos concedió ese don para que pudiéramos vivir

en comunión, para que nos diéramos a conocer y nos comprendamos unos a otros (ver el Tema 17). • La mesa familiar es como el “altar” de casa. Es allí donde se comparte la palabra y los alimentos, dos elementos

fundamentales para la vida. • Por medio del “pan de la palabra” ponemos en común nuestras vivencias personales y de esa manera acrecenta-

mos el vínculo familiar porque nos vamos involucrando mutuamente. • Entonces, el momento de compartir los alimentos no es solo para consumir los nutrientes necesarios para el cuer-

po, también lo es para compartir lo que fortalece el espíritu: el afecto, la preocupación recíproca, el aliento y la es-peranza, etc.

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• Lamentablemente los tiempos actuales atomizan el tiempo de la familia. Las actividades dispersan a sus integran-tes, de modo que no coinciden al momento de consumir los alimentos; también hay elementos disuasivos de la co-munión (la televisión entre los más perjudiciales).

7. COMPROBACIÓN

La primera frase contiene la clave para descifrar la frase que está en la tabla inferior:

L A F A M I L I A E S L A P R I M E R A 1 0 1 0 6 2 2 1 0 9 4 1 0 1 1 1 2 2 6 9 1 2 1 0

C O M U N I D A D P O R E S O D E B E M O S

5 3 6 7 8 2 1 1 0 1 1 1 3 1 2 9 4 3 1 9 9 6 3 4

C O M P A R T I R N U E S T R A V I D A 5 3 6 1 1 1 0 1 2 2 1 2 8 7 9 4 1 2 1 0 2 1 1 0

8. COMPROMISO

“Comer es compartir” también más allá de la propia familia. Los catequistas motivará a los niños a tener presente su barrio para ver con quién podrían compartir algo propio para asistirlo en su necesidad: un gesto de desprendimiento para aliviar —aunque sea simbólicamente— el hambre del prójimo.

Los niños pondrán por escrito qué y con quién compartirán.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Jesús nos enseñó muchas cosas desde las mesas en que compartía los alimentos. Las comidas son momentos preciosos para compartir la vida.

Motivará el silencio para disponer los niños a la oración por nuestras familias:

Padre amado, Creador de todo lo que existe por el poder de tu Palabra eterna, Tú nos has llamado a la vida haciéndonos nacer en nuestra familia de sangre.

� ¡Bendícenos, Dios Amor para que avancemos en nuestra comunión familiar!

Padre Santo, Tú nos diste vida mediante el amor de nuestros padres y nos has incorporado a tu Familia, la Iglesia, por la gracia bautismal.

� ¡Bendícenos, Dios Comunión para que nos amemos en tu amor!

Padre amado, Tú nos regalas el pan de cada día para compartirlo en familia y para que nos unamos poniendo en común nuestras vivencias personales.

� ¡Bendícenos, Dios Amor para que avancemos en nuestra comunión familiar!

Padre Santo, Tú nos regalas siempre el amor de nuestros padres y hermanos para que nos sintamos amados por Ti a través del amor de nuestra familia.

� ¡Bendícenos, Dios Comunión para que nos amemos en tu amor!

D I O S C O M U N I O N S E C O M U N I C A S I E M P R E 1 2 3 4 5 3 6 7 8 2 3 8 4 9 5 3 6 7 8 2 5 1 0 4 2 9 6 1 1 12 9

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PADRES Y PADRES Y PADRES Y PADRES Y MADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Jesús se mantuvo en comunión personal con su Padre porque permanecía en oración. Él enseñó a orar a sus discípulos para que pidan a Dios la ayuda necesaria para mantenerse —como Él— fieles a la voluntad del Padre.

☺ Conversen con ellos para conocer sus gustos y disgustos con respecto a la comida hogareña, y sobre la manera de compartir los alimentos en la familia.

☺ Conversen con ellos sobre lo que cuesta ganarse el pan de cada día y cuántos no logran lle-varlo a su familia (ver el cuadro de los porcentajes de desnutrición en el Perú).

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Jesús empleó la mesa como su “pupitre”; desde allí anunciaba el reino, cuya plenitud la presenta como un gran banquete. Comer es más que alimentarse, es compartir la vida.

� Reflexionen con ellos sobre la importancia de la mesa familiar, una brillante oportunidad que nos brinda el Señor para fomentar nuestra unidad familiar.

� Pregúntense qué cambios es necesario hacer en nuestra familia para que los momentos de sentarnos a la mesa sirvan para crecer en comunión.

� Explíquenle en qué consiste la tarea de encontrar el “mensaje” (n. 7) .

� Acompáñenles a precisar lo que se espera de ellos esta semana (n. 8).

� Oren en familia, si es posible todos los días (n. 9). Pueden entonar el canto (3.2.)

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2222222200000000 ........ JJJJJJJJEEEEEEEESSSSSSSSÚÚÚÚÚÚÚÚSSSSSSSS AAAAAAAALLLLLLLL IIIIIIIIMMMMMMMMEEEEEEEENNNNNNNNTTTTTTTTAAAAAAAA AAAAAAAA SSSSSSSSUUUUUUUUSSSSSSSS SSSSSSSSEEEEEEEEGGGGGGGGUUUUUUUUIIIIIIIIDDDDDDDDOOOOOOOORRRRRRRREEEEEEEESSSSSSSS 1. RECORDAMOS

Comer no es sólo un asunto de nutrición corporal, es la ocasión para compartir la vida y acrecentar la unidad familiar. Jesús empleaba la mesa para anunciar la gratuidad del amor de Dios, por eso se sentaba a la mesa con publicanos y pecadores.

2. OBJETIVO

Reconocer que el amor fraterno —siguiendo el ejemplo de Jesús— exige compartir lo que somos y tenemos para construir la comunidad.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar la misma banderola del Tema anterior.

3.2. Canto

“Tú eres el Pan de Vida”.

3.3. Dinámica Los catequistas proveerán un pequeño biscocho a cada grupo de niños. Les explicará la dinámica: el niño que recibe el biscocho parte un pedazo y, antes de comérselo, dirá a los demás: “mi deseo más profundo en mi vida es...”; después de comer su trozo, pasa el biscocho al compañero que está a su derecha. Éste repite lo anterior; y, así sucesivamente, hasta que todos compartan su mayor deseo.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivan la reflexión sobre el “ganarse el pan”. Los niños responderán:

• ¿Qué significa para ti “ganarse el pan con el sudor de su frente”?

• ¿Cuánto crees que se gasta diariamente en tu casa en comida?

• ¿Quiénes de tu casa trabajan para ganarse la vida?

• ¿Consideras justo que algunos niños dejen de estudiar porque deben trabajar? ¿por qué?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús va anunciando el reino de Dios. Mucha gente lo sigue, aunque no todos creen en su anuncio; Él no rechaza a nadie y hasta se preocupó que nos les falte alimentos...

� Leer: Juan 6,1-11 • La gente seguía a Jesús porque habían visto que sanaba a los enfermos . • Jesús miró a la gente y se preocupó por el pan necesario para darles de comer. • Jesús conversó con Felipe sobre el pan para esa gente; éste le dijo que un niño tenía dos panes y cinco peces. • ¿Qué hizo Jesús con lo que tenía el niño? Los multiplicó y dio de comer a todos.

� Juan 6,35 � Juan 6,51-55

Yo soy el pan que da vida. El que come este pan vivirá para siempre

El que venga a mí, no tendrá hambre; Si no comen la carne del Hijo del hombre

Porque mi carne es verdadera comida

el que crea en mí, nunca tendrá sed. y beben su sangre, no tendrán vida.

y mi sangre es verdadera bebida

v.56: «El que come mi carne y bebe mi sangre vive unido a mí, y Yo vivo unido a él.»

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6. REFLEXIÓN

Premisa

Jesús anunció el reinado del amor gratuito de Dios. Comió con los pecadores; compartió la mesa con los “buenos” fariseos... También multiplicó los panes para dar de comer a quienes lo seguían y, en base a esa experiencia, se presentó a todos como el pan de la vida.

6.1. Jesús se alimenta de pan

• Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre. Como todo hombre, también Él comía y los alimentos se convertían en par-te suya, por eso pudo crecer y mantenerse vivo.

• Así, Jesús —por quien fue hecho todo lo que existe— fue “incorporando” continuamente parte de su creación en la medida que se alimentaba como nosotros lo hacemos.

• Podría decirse que el pan que Jesús comía se iba “preparando” para convertirse en su cuerpo sacramental, el “pan de vida” que debemos comer para tener vida eterna.

6.2. Jesús multiplica el pan

• La multiplicación de los panes y peces (Jn 6,1-15) y el caminar de Jesús sobre las aguas (Jn 6,16-20) sirven en como marco para entender la novedad del anuncio que hace Jesús sobre el “pan de vida”: manifiestan el poder que Él tiene sobre la naturaleza.

• Jesús es Dios y puede hacer que las piedras se conviertan en pan. Pero Él quiso contar con los panes y peces que tenía un niño.

• Jesús nos quiere involucrar en los milagros que podría realizar solo. Es otra dimensión de la comunión entre Dios y los hombres: poniendo en manos de Jesús lo poco que somos y tenemos, Él hará maravillas...

6.3. Venir-creer y comer-beber • Jesús emplea dos pares de verbos que expresan a la comunión con Él: antes de “comer” y “beber” debemos “acer-

carnos” y “creer”. • Reconocer a Jesús como “pan de vida” no es un acto de pura racionalidad, como quien dice “dos y dos son cuatro”.

Es necesario el salto de la fe: acercarse (venir) a Jesús es fiarse de él y fiarnos de su palabra (creer). • Pero “acercarse” exige “seguirlo”, así, la fe no es solo un salto de la razón, pues implica toda la vida. Venir-seguir a

Jesús es una nueva manera de vivir. • Y esta vida que culmina en la eternidad de Dios, hay que alimentarla. Sólo quien se fía de la palabra de Jesús cree

que Él es el “pan de vida”, que su cuerpo es verdadera comida y su sangre verdadera bebida.

6.4. Jesús, el “pan de vida” • En el discurso de Juan 6,35ss, Jesús contrapone el pan de vida al maná de sus antepasados. Es pan de vida por-

que alimenta la vida eterna: quien lo come no morirá para siempre (es decir, vivirá siempre en comunión con Dios). • Si uno no viene-cree en Jesús, sus palabras resultan chocantes y pueden sonarle a antropofagia: «el que come es-

te pan vivirá para siempre.» • Por eso es comprensible el estupor de los judíos: «¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne?» Y Jesús

responde sin disminuir el realismo de sus palabras: «Les aseguro, si ustedes no comen la carne del Hijo del hom-bre y beben su sangre no tendrán vida.»

• Hasta algunos de sus seguidores se sorprenden por lo que escuchan a Jesús: «Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso?» (Jn 6,61)

• Jesús los aclara: «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que le he dicho son espíri-tu y son vida.» (v.63)

• Él —su persona— es el pan de vida. Obrando en nosotros, Jesús nos alimenta para la vida eterna... Él y no las pro-teínas de su cuerpo; Él y no sus músculos ni sus vísceras... Su carne no vale nada sin su espíritu, sin su amor que lo constituye y expresa como persona.

• Pero, el realismo de sus palabras estaba apuntando a otro momento: la cena de despedida, en la que retomará el tema de “mi cuerpo y mi sangre”

• Después de este discurso, se definió quiénes querían continuar siendo parte suya. Pedro respondió por nosotros: «Señor, ¿Dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.» (v.68)

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7. COMPROBACIÓN

Los niños deben marcar “verdadera” o “falsa”, según consideren las siguientes frases:

V F

���� Jesús no necesitaba comer porque era Dios.

���� Los judíos que seguían a Jesús sintieron hambre; por eso le pidieron que les diera de comer

���� Jesús ya sabía qué es lo que iba a hacer para darles de comer...

���� ... pero quiso enseñarnos a compartir: empleó los panes y los peces que tenía un muchacho que estaba entre los que lo seguían.

���� El maná que habían recibido en el desierto los judíos que salieron de Egipto era el verdadero “pan del cielo”.

���� Los que comen el “pan de vida” que es Jesús nunca morirán en este mundo.

���� “Vivirán para siempre” significa la comunión con Dios, desde ahora hasta más allá de la muerte corporal.

���� Las proteínas de la carne de Jesús son super poderosas, por eso quien se alimenta con ellas no morirá.

���� Primero debemos creer en Jesús, es decir, fiarnos de Él y de lo que nos dice...

���� ... después podemos acercarnos a comer el “pan de vida”, el mismo Jesús.

���� La hemoglobina de la sangre de Jesús nos convierte en inmortales.

���� Todos los judíos que escucharon este mensaje, lo aceptaron con entusiasmo.

���� Jesús nos une a Él por el gran amor que nos tiene, esto es por su Espíritu.

���� Felipe dijo a Jesús: «Tú tienes palabras de vida eterna.»

8. COMPROMISO

Durante la semana, los niños escribirán a Jesús una carta para compartir con Él cómo se sienten en la cercanía de la Prime-ra Comunión, con qué ilusión se vienen preparando, cómo quieren seguir viviendo en comunión con Él...

Los niños traerán sus cartas la próxima semana.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Jesús se presentó a sí mismo como el verdadero “pan del cielo”; quien se acerca y cree en Él y “come y bebe” su cuerpo y su sangre, tendrá una vida de eterna comunión con Dios.

Promueve el silencio necesario para orar. Recitará a dos coros un fragmento de la oración de San Juan Crisóstomo:

Señor: cuando tenga hambre, dame alguien que necesite pan. Cuando tenga sed, envíame alguien que necesite beber.

Cuando tenga frío, envíame alguien a quien dar calor. Cuando tenga una pena, ofréceme alguien a quien consolar.

Cuando no tenga tiempo, dame a quien pueda ayudar por un momento. Cuando me sienta humillado/a haz que tenga a quien alabar.

Cuando esté desanimado/a, envíame alguien a quien alentar. Cuando necesite comprensión dame alguien que necesite la mía.

Cuando necesite que los demás se preocupen por mí, envíame alguien por quien preocuparme.

Señor, hazme digno de servir a los hermanos que viven pobres y hambrientos.

Da a ellos hoy, valiéndote de mis manos, su pan cotidiano; dales, por medio de mi comprensión, cariñosa paz y gozo. Amén.

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PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Comer no es sólo un asunto de nutrición corpo-ral, es la ocasión para compartir la vida y acrecentar nuestra unidad familiar. Jesús empleaba la mesa para anunciar la gratuidad del amor de Dios, por eso se sentaba a la mesa con publicanos y pecadores

☺ Retomen la conversación sobre “ganarse el pan de cada”, compartiendo su propias ex-periencias laborales y lo que cuesta actualmente alimentarnos adecuadamente.

☺ Compartan con ellos la realidad injusta en la que muchos niños de la edad de sus hijos han dejado de estudiar porque deben contribuir en los gastos de casa (más de millón y medio de niños trabajan informalmente en el Perú).

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Jesús, después de multiplicar los panes y los peces, se presentó como el “pan de vi-da”: quien lo come vivirá para siempre en comunión con Dios.

� Reflexionen con ellos sobre el proceso de la asimilación de los nutrientes: también los alimentos que Jesús consumía se fueron convirtiendo en su cuerpo...

� ... pero Él no nos comparte sus proteínas, sino su Amor, se comparte Él mismo en su totalidad personal para que podamos vivir en comunión, amándonos como Dios quiere.

� Relacionen los pares de verbos: “venir-creer” y “comer y beber”. Primero debemos acercarnos a Jesús y creer en Él y en lo que nos dice.

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan responder correctamente (n. 7) .

� Anímenlos a escribir su carta a Jesús (n. 8).

� Reciten alternadamente la oración de San Juan Crisóstomo (n. 9).

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2222222211111111 ........ LLLLLLLLAAAAAAAA ÚÚÚÚÚÚÚÚLLLLLLLLTTTTTTTTIIIIIIIIMMMMMMMMAAAAAAAA CCCCCCCCEEEEEEEENNNNNNNNAAAAAAAA DDDDDDDDEEEEEEEE JJJJJJJJEEEEEEEESSSSSSSSÚÚÚÚÚÚÚÚSSSSSSSS 1. RECORDAMOS

Después del milagro de la multiplicación de los panes, Jesús se presentó como el “pan de vida”. El que se fía de Él y cree en sus palabras puede acercarse a “comer y beber” su cuerpo y sangre para tener vida eterna. Sólo Jesús tiene palabras de vida eterna.

2. OBJETIVO

Recordar con gratitud el amor gratuito de Jesús que quiere compartir su vida con nosotros para que podamos comulgar con los hermanos.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Recomendamos emplear una representación de la Última Cena de Jesús.

3.2. Canto

“Eucaristía, milagro de amor”.

3.3. Dinámica Los niños se dividirán en grupos de 12. Pediremos que formen seis parejas en cada grupo; cada una de ellas se pondrán espalda contra espalda y con los brazos entrelazados. Posteriormente pediremos que se sienten en el suelo, deberán levan-tarse del mismo ayudándose solo con las piernas y la espalda. Una vez terminada esta parte, podemos intentarlo con dos parejas entrelazadas; luego, tres parejas, así sucesivamente hasta llegar a los 12 integrantes.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivan la reflexión sobre la dinámica empleada. Los niños responderán:

• ¿Qué hemos aprendido de la dinámica? La cooperación es necesaria para lograr un fin común (que beneficie a todos).

• En tu colegio, ¿te resulta cómodo trabajar en equipo?

• En tu barrio, ¿los vecinos se apoyan fácilmente para resolver los problemas? ¿cómo?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús anuncia el reino de Dios, se sienta a la mesa con quienes lo invitan y da de comer a sus seguidores... Su misión se acerca al punto culminante y Jesús se despedirá de los suyos en la última cena que compartirá con ellos.

Leer los siguientes textos y completar las frases:

� Mateo 26,26-29; Marcos 14,22-25; Lucas 22,14-20

� Juan 13,1-15

� 1 Corintios 11,23-27

Mt

Mc

Lc

1Co

Tomen y coman

esto es mi cuerpo

entregado a muerte

en favor de ustedes

Tomen y beban

esta es mi sangre de la Alianza,

que es derramada por muchos

para el perdón de los pecados

Hagan esto en memoria mía

Jn Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo

que yo les he hecho

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6. REFLEXIÓN

Premisa

Jesús había empleado muchas veces la mesa como “pupitre” para anunciar la gratuidad del amor de Dios. Ahora, al culmi-nar su misión se despide de los suyos cenando por última vez con ellos. Allí les dejará el testimonio de su amor y les pedirá que lo repitan en memoria de su amor por nosotros.

6.1. La cena final

• Como vimos en Temas anteriores, Jesús compartía la mesa con propios y extraños. En la proximidad de la pascua judía y de la culminación de la misión que le encargara su Padre, se sentará nuevamente a la mesa para despedir-se de sus discípulos.

• Cuando nace un niño, no sabemos qué será su futuro... esperamos lo mejor para él. En cambio, cuando alguien está por morir, podemos mirar su pasado y recapitularlo: sabemos quien es y qué hizo a loo largo de su vida... re-cordamos lo mejor de él.

• También nosotros sabemos lo que sabemos de Jesús a partir de su muerte. Así, en la cena final, la última de mu-chas cenas, Jesús mismo hará memoria de lo esencial de su mensaje y nos dejará el memorial de su entrega por nosotros.

6.2. Cuerpo y sangre

• La multiplicación de los panes y peces (Jn 6,1-15) fue el anticipo simbólico de la multiplicación de la presencia de Jesús, el verdadero “pan vivo” que ha bajado del cielo.

• En la cena final, Jesús instituyó el sacramento de la eucaristía: el pan y el vino de la cena se transforman en Jesús. No son un anuncio de su presencia, sino su presencia real, verdadera y completa, aunque nuestros sentidos no re-conocen cambio alguno en el pan y el vino.

• El pan sabe a pan y el vino a vino, pero como para sus discípulos Jesús «tiene palabras de vida eterna», se fían de Él y creen en lo que les dice en ese momento tan solemne.

• Dice San Agustín que esa noche «Jesús se llevaba a sí mismo en su propia mano.» Nosotros podemos tocarnos partes del cuerpo, pero no podemos llevarnos completamente. Jesús lo hizo esa noche porque su presencia fue doble: una, tal como siempre lo habían conocido y, la otra, el pan-vino transformado en Jesús.

• Para los judíos “cuerpo” no es una parte del ser humano, sino una manera de expresar la totalidad de la persona. Cuerpo es la persona en cuanto visible. Entonces, podríamos traducir: “Tomen y coman, esto soy yo».

• Asimismo, “sangre” también expresa la totalidad de la persona, pero desde su intimidad (voluntad, querer): «Nadie me la quita [la vida] yo la doy voluntariamente...» (Jn 10,18) Con la voluntad de entregar su vida por nuestra salva-ción, Jesús se hace presente en el vino consagrado: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por mu-chos.» (Mc 14,24)

6.3. Comer y beber • La “última cena” de Jesús se realizó en el ambiente ritual de la cena pascual judía, que conmemoraba la liberación

después de cuatro siglos de esclavitud en Egipto... Desde entonces existe un rito que conmemora un hecho históri-co y no un ciclo de la naturaleza, cosa que se daba en las religiones primitivas.

• La pascua judía, a su vez, toma los elementos rituales de la celebración con que los antiguos pueblos nómades im-ploraban la protección de sus dioses y para que su ganado sea fecundo. La aspersión de la sangre del cordero al-rededor del campamento tenía el sentido de alejar los malos espíritus.

• Si los judíos emplearon esos ritos con un nuevo significado, lo mismo hará Jesús: la pascua judía da lugar a la pas-cua cristiana, la conmemoración de la liberación de la esclavitud social (Éxodo) pasa a ser “figura” de la liberación definitiva, liberación de la esclavitud del pecado.

• Jesús eligió dos elementos de la cena pascual judía: el pan y el vino. Además del sentido fraternal de compartir la mesa, ambos elementos simbolizan “comunión”, porque solo de muchos granos de trigo y de uva se puede hacer el pan y el vino.

• El pan es alimento que da energías para nuestro peregrinar hacia la casa del Padre. El vino es bebida que alegra el corazón, y la alegría es sinónimo de esperanza más allá de los sinsabores que encontramos al peregrinar.

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6.4. Comunión con los hermanos • El relato más antiguo que tenemos de la “última cena” lo escribió Pablo (que no estuvo presente). El más reciente

es el de san Juan Apóstol. Ambos nos permiten subrayar un aspecto que no consignan los otros tres evangelistas (sinópticos).

• Solo Juan nos narra el lavatorio de los pies: expresión de la humildad y servicialidad del Maestro, que sus discípu-los también debemos hacer en memoria suya.

• En su primera Carta a los Corintios, Pablo nos dice que no podemos comer el cuerpo o beber la copa del Señor in-dignamente (11,27). Hace indigna nuestra comunión con Jesús el no hacer comunión con los discípulos de Jesús.

• Como hemos visto también, la primera comunión que preocupó a Jesús a lo largo de toda su vida fue la comunión entre sus discípulos. Mientras estaba en medio de ellos, los fue uniendo, los fue formando en el amor hecho perdón servicio humilde y compartir desinteresado...

• Por eso “inventó” una nueva manera de seguir presente en medio de los suyos para acrecentar en ellos el amor fra-terno: se quedó en el Sacramento de la Eucaristía.

7. COMPROBACIÓN

Después de la reflexión, los niños marcarán las frases que consideren incorrectas:

� Jesús tomó el pan que se comía en la cena pascual judía y lo dio a sus discípulos diciéndoles que era Él mismo lo que estaba en su mano.

� Si Jesús dijo: “Esto es mi cuerpo... esta es mi sangre”, entonces los Apóstoles recibieron un cadáver (un cuerpo de-sangrado)

� Los Apóstoles hicieron su “primera comunión” eucarística en la Última Cena.

� Cuando los judíos decían “cuerpo”, entendían toda la persona, en cuanto que ésta es visible porque es corporal.

� Nosotros podemos llevarnos a nosotros mismos en nuestras propias manos.

� La multiplicación de los panes y peces fue un anticipo de lo que Jesús haría después en la “última cena”.

� Sus discípulos no entendieron cómo hizo Jesús para convertir el pan en su cuerpo; solamente se fiaron de sus pa-labras porque creían en El.

� Para los judíos, como para nosotros, “cuerpo” es una parte del ser humano (cuerpo y alma)

� El lavatorio de los pies significa el servicio que debemos ofrecernos unos a otros.

� Uno puede estar bien con Dios aunque no busque estar unido a los demás.

� El vino de la cena fue transformado por Jesús en un símbolo que nos recuerde siempre su muerte por salvarnos del pecado.

� El significado de la “sangre” no es sólo lo que corre por las venas. Expresa la persona que desde su interior más profundo toma una decisión y quiere realizarla aunque le cueste la vida.

� La pascua judía conmemoraba la conquista de Jerusalén, la “ciudad de David”.

� Es indigno quien quiere comulgar con Cristo y no quiere estar en comunión con los demás.

� Jesús transformó el pan y el vino para quedarse en la Iglesia como consuelo espiritual.

� San Pablo no pudo participar con los demás Apóstoles en la última cena.

� Sus discípulos se dieron cuenta qué fue lo que hizo Jesús con el vino para convertirlo en su sangre.

� El pan es símbolo de energía y vitalidad; el vino, de alegría y esperanza.

8. COMPROMISO

Motivar a los niños para que hagan una revisión de vida: ¿con qué compañero/a del colegio no me llevo bien (o estoy pelea-do/a)?

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Pondrán por escrito el nombre de su compañero y lo que piensan hacer durante la semana para superar el distanciamiento entre ambo/as.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: En su última cena, Jesús instituyó (inventó) una nueva presencia suya para permanecer en medio de sus discípulos para ayudarlos a seguir creciendo en fraternidad (comunión eclesial)

Promueve el silencio necesario para orar. Recitará a dos coros un fragmento del himno Pange lingua:

Fue en la última cena —ágape fraterno— tras comer la Pascua según mandamiento.

Con sus propias manos repartió su cuerpo, lo entregó a los Doce para su alimento.

La Palabra es carne y hace carne y cuerpo con palabra suya lo que fue pan nuestro.

Hace sangre el vino, y aunque no entendemos, basta fe si existe corazón sincero.

Adoremos postrados este sacramento, Cese el viejo rito; se establece el nuevo.

Dudan los sentidos y el entendimiento que la fe lo supla con asentimiento.

Himnos de alabanza, bendición y obsequio; por igual la gloria y el poder y el reino,

Al eterno Padre con el Hijo eterno y el divino Espíritu que procede de ellos. Amén.

PADREPADREPADREPADRES Y MADRES CATEQUISTASS Y MADRES CATEQUISTASS Y MADRES CATEQUISTASS Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Jesús se presentó como el “pan de vida”. El que se fía de Él y cree en sus palabras puede acercarse a “comer y beber” su cuerpo y sangre para tener vida eterna. Sólo Jesús tiene palabras de vida eterna.

☺ Compartan con ellos para ver si se sienten a gusto cuando tienen que trabajar en equipo cuando realizan las tareas del colegio.

☺ Conversen sobre la cooperación necesaria para superar los problemas, y si en el ba-rrio existe o no una voluntad de cooperar.

B) Trabajen con sus hijos:

Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Jesús, en su última cena, inventó una manera de seguir presente en medio de la comunidad de sus discípulos: convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre, es decir, en una nueva presencia suya.

Relacionen la última cena de Jesús con la comida pascual de los judíos, y ésta con la fiesta de los antiguos nómades anteriores al éxodo.

� Reflexionen con ellos sobre el significado de “cuerpo” y “sangre”; no significan partes de una persona, sino la totalidad de persona desde dos puntos de vista: desde lo ex-terno o desde la intimidad...

� Consideren el valor simbólico de los dos elementos de la cena pascual judía escogidos por Jesús: el pan y el vino.

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan marcar correctamente (n. 7) .

� Motívenlos para que especifiquen su compromiso semanal (n. 8).

� Reciten alternadamente el himno Pange lingua (n. 9)

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2222222222222222 ........ CCCCCCCCRRRRRRRRIIIIIIIISSSSSSSSTTTTTTTTOOOOOOOO NNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS AAAAAAAAMMMMMMMMÓÓÓÓÓÓÓÓ HHHHHHHHAAAAAAAASSSSSSSSTTTTTTTTAAAAAAAA LLLLLLLLAAAAAAAA MMMMMMMMUUUUUUUUEEEEEEEERRRRRRRRTTTTTTTTEEEEEEEE 1. RECORDAMOS

En la cena de despedida, Jesús nos dejó el testamento de su amor al instituir el sacramento dela eucaristía: convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre, una nueva presencia suya en medio de sus discípulos. Así continuará siendo el centro de la comunidad eclesial para siempre.

2. OBJETIVO

Comprender que la comunión con Cristo nos exige estar dispuestos a seguir su ejemplo dando la vida por los hermanos.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Puede colocarse un cuadro de Cristo crucificado (o un crucifijo).

3.2. Canto

“Mira lo que hizo mi Jesús”.

3.3. Dinámica El canto sugerido, con su correspondiente mímica, puede ser la dinámica adecuada para iniciar el presente Tema.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Pensemos en nuestra sociedad y veamos que hay personas que ponen en riesgo su vida para que otros puedan conservar la suya.

• ¿Qué instituciones conoces cuyos miembros arriesgan su vida por los demás? Bomberos...

• ¿Qué es lo que más te cuesta renunciar cuando debes hacer el bien a los demás?

• ¿Qué es lo que más te fastidia cuando te corrigen?

• ¿Qué devociones a Jesús crucificado conoces? Señor de los Milagros, Señor de Luren, Señor de los Temblores...

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús había anunciado la gratuidad del amor de Dios. Después de la cena de despedida dejará a los suyos el “mandamiento nuevo” de amor. En el Calvario dará testimonio del inmenso amor a favor de todos los hombres.

Leer los siguientes textos y copiarlos en las siguientes tablas

Lucas 22,15 Juan 13,1

y les dijo: « Con ansia he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer... »

... habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Citas Palabras de Jesús en la cruz

Mt 27,46 «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?.»

Lc 23,34 «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. »

Lc 23,43 «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.»

Lc 23,46 «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.»

Jn 19,26-27 «Mujer, ahí tienes a tu hijo [...] Ahí tienes a tu madre.»

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Jn 19,28 «Tengo sed.»

Jn 19,30 «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el espíritu.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Amar es procurar el bien de la persona amada. El bien a otro es posible cuando renunciamos a un bien propio, a la vez que un mayor bien expresa un amor más grande. Por eso, el amor es extremadamente grande cuando el amante pierde la vida para que su amado viva.

6.1. El amor no es un sentimiento

• Bien sabemos que el amor no es un sentimiento, esto es, una reacción emotiva frente a determinada persona. Esa reacción existe: ternura, cariño, deseo de unión, etc. Pero el amor no se reduce a la reacción porque es una deci-sión.

• No podemos separar el color de la forma, por ejemplo, de una hoja de papel. Nadie dice “esta hoja es de color rec-tangular y de forma blanca”. Aunque vayan siempre juntas, distinguimos la “forma” del “color”.

• También el “sentimiento amoroso” y el “amor-decisión” van juntos la mayoría de veces... Si Jesús nos exige amar a nuestros enemigos (Mt 5,44), ¿qué sentimientos brotan cuando estamos frente al que nos hizo un mal?

• Quien ama va más allá de sus sentimientos (incluso en contra de ellos) y procura el bien del otro. No hay otra refe-rencia del amor que hacer el mejor bien posible.

6.2. El amor más grande

• La grandeza del amor tiene que ver con la grandeza del bien que se procura y con lo que cuesta conseguirlo.

• Jesús nos da la medida de esto último: «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.» Jn 15,13). Esto nos lleva a preguntarnos si los pecadores son sus “amigos”.

• San Pablo nos ayuda a responder: « ...en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de amor que Dios nos ama es que Cristo, siendo todavía nosotros pecadores, murió por nosotros.» (Rm 5,7-8)

• No podemos decir que a Dios le resulta irrelevante si somos pecadores o no. Los amigos de Jesús son los que hacen lo que él les manda. (Jn 15,14). Jesús quiere que todos los hombres sean amigos suyos, por eso Él vino a buscar a los pecadores para sanarlos (Mt 9,11-13).

• La sanación radical del pecado y sus consecuencias es el bien que Jesús quiere para todos, pero eso tiene un pre-cio: amar hasta dar su vida muriendo clavado en una cruz... el mayor bien logrado por Jesús está a la par del mayor bien entregado por Él.

• Vida por vida; su vida por la nuestra. Su vida entregada en favor de nuestra vida eterna recuperada: « ...me amó y se entregó a sí mismo por mí.» (Ga 2,20)

• Entregando completamente su vida, Jesús llevó a término el ofrecimiento que había hecho la noche anterior, en la cena de despedida: «...mi cuerpo que será entregado, ....mi sangre que será derramada.»

6.3. Reconciliados por su amor • Las palabras de Cristo en la cruz manifiestan que su pasión supera de lejos lo que mundanamente era sólo el cum-

plimiento de una condena, por blasfemia (para los fariseos) o subversión (para los romanos). • El Calvario constituye la máxima expresión del amor de Dios, amor insistente a pesar de la resistencia del hombre.

Mientras más lo ama Dios, más resiste el hombre y no se deja amar por Él. Pero Dios sigue insistiendo, amando hasta el extremo...

• Imaginemos una represa que se llena de agua, pero se levanta la pared del dique y el agua no pasa... entonces, venga más agua para rebalsar el dique. Pero se sigue levantado la pared... entonces, venga más agua. ¡Hasta que se rompe la pared del dique y el agua inunda el valle!

• Algo así sucedió en el Calvario. La insistencia del amor de Dios terminó por romper la “pared del dique” de nuestra resistencia... y su amor nos inundó para siempre, y nos sigue llegando por los “canales” que son los sacramentos.

• San Pablo lo dice con palabras inspiradas por Dios: «Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las trasgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.» (2Co 5,19).

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• El amor de Jesús por la humanidad fue tan grande al dar su vida por amor, que redimió a los hombres que le ante-cedieron, y hasta ahora nos alcanza y favorece a todos...

7. COMPROBACIÓN

Los niños leerán cada par de frases y marcarán las que consideren correcta (una de las dos columnas; en algunos casos, las dos):

Dios Padre abandonó a Jesús, esperando que murie-ra, pagando así por nuestros pecados

Cuando Jesús moría en el Calvario, Dios Padre estaba reconciliándonos consigo mismo. ����

���� Muriendo por nosotros en la cruz, Jesús cumplió el ofrecimiento que había hecho en la “última cena”.

El ofrecimiento que Jesús hizo en la “última cena” recién se cumplió cuando se comenzó a celebrar la Misa.

���� El amor es máximo cuando uno da lo más apreciado que tiene: su propia vida.

Nuestro amor llega al máximo cuando deseamos profundamente el bien al otro.

���� El amor de Jesús por la humanidad fue tan grande al dar su vida por amor, que hasta ahora nos alcanza y favorece.

El amor de Jesús por la humanidad fue tan grande al dar su vida por amor, que favoreció también a sus antepasados.

����

El amor es el sentimiento más hermoso que tenemos en relación con los demás.

El amor no es un sentimiento, sino una decisión de lograr el bien de los demás.

����

El sentimiento amoroso (simpatía, cariño, ternura) no tiene que ver nada con el verdadero amor.

El sentimiento amoroso (cariño, ternura, simpatía) nos ayuda a procurar libremente el bien de los de-más.

����

���� La prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros siendo todavía pecadores.

La prueba de que Dios nos ama es que nos ama sólo si nos portamos bien y dejamos de ser pecadores.

���� El Sanedrín condenó a Jesús por blasfemo (llamarse Hijo de Dios)

El Sanedrín acusó a Jesús ante Pilato como subver-sivo (Rey de los Judíos) ����

Jesús resucitado perdonó a los que le dieron muerte en el Calvario.

Jesús, estando clavado en la cruz, perdonó a los que estaban crucificándolo. ����

���� La Virgen María estuvo al pie de la cruz; junto a ella estuvo Juan Apóstol.

La Virgen María estuvo al pie de la cruz; junto a ella estuvo Juan Bautista.

La sangre de Jesús es tan poderosa que bastaba un sola gota para salvarnos, aunque Él no lo quisiera.

Jesús nos ha redimido gracias al su tremendo amor con que entregó su vida obedeciendo a su Padre Dios.

����

���� Solo el Amor puede reparar nuestra capacidad de amar; solo la Vida puede darnos vida eterna.

Solo si nos esforzamos por amar a Dios y dejamos de pecar, Dios nos concede su Amor y la vida eterna.

���� En el Calvario, Dios insistía ofreciendo su amor para reconciliar consigo mismo a todos los hombres...

... los hombres se resistían y no se dejaban amar por Dios que insistía en amarlos y perdonarlos. ����

8. COMPROMISO

Al comenzar el Tema nos hemos preguntado ¿Qué es lo que más te cuesta renunciar cuando debes hacer el bien a los demás?

En la semana los niños realizarán una obra a favor de alguien... renunciando a lo que más les cuesta. Anotarán cuándo y qué hicieron; también, cómo se sintieron.

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9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: muriendo en la cruz, Jesús nos mostró hasta donde llega el inmenso amor de Dios por nosotros.

En espíritu de oración leemos a dos coros esta bella poesía:

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: En la “última cena”, Jesús hizo realidad el anuncio del “pan vivo” al convertir el pan y el vino en el sacramento de su presencia real en medio de sus discípulos.

☺ Conversen sobre la actividad que desempeñan algunas instituciones, cuyos miembros se po-nen en situación de perder la vida o la salud al servir a la sociedad (bomberos, policías, médicos, basureros...)

☺ Compartan con ellos sobre sus propias dificultades (“cruz”) para renunciar, perdonar, acep-tar correcciones, etc.

☺ Dialoguen sobre las diversas devociones al Señor Crucificado (de los Milagros, de Luren, de Limpias, etc.)

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Nadie tiene mayor amor que el que entrega su vida a favor de los demás, y Cristo la entregó por nosotros muriendo en la cruz: así nos reconcilió consigo Dios Padre.

� Relacionen el “sentimiento amoroso” con el “amor-decisión”.

� Compartan brevemente los diferentes momentos de la pasión y muerte de Jesús.

� Reflexionen con ellos sobre el valor salvífico del amor inmenso de Jesús al morir por toda la humanidad, y que de esa manera Dios Padre nos reconcilió consigo.

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan marcar correctamente (n. 7) .

� Motívenlos para que especifiquen su compromiso semanal (n. 8).

� Oren recitando alternadamente el poema propuesto (n. 9)

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2222222233333333 ........ JJJJJJJJeeeeeeeessssssssúúúúúúúússssssss RRRRRRRREEEEEEEESSSSSSSSUUUUUUUUCCCCCCCCIIIIIIII TTTTTTTTAAAAAAAADDDDDDDDOOOOOOOO,,,,,,,, PPPPPPPPAAAAAAAANNNNNNNN DDDDDDDDEEEEEEEE VVVVVVVVIIIIIIIIDDDDDDDDAAAAAAAA EEEEEEEETTTTTTTTEEEEEEEERRRRRRRRNNNNNNNNAAAAAAAA 1. RECORDAMOS

Muriendo en la cruz, Jesús nos mostró la grandeza de su amor. En la cruz de su Hijo, también estuvo presente el Padre reconciliándonos consigo. Ese inmenso amor de Dios nos ha devuelto la capacidad de amar, y como por amor Jesús entregó su vida, nos conduce nuevamente a la Vida eterna.

2. OBJETIVO

Valorar la resurrección de Jesús como el “sí” de su Padre que aprueba y acoge su entrega obediente hasta su muerte en la cruz.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Puede colocarse un cuadro de Cristo resucitado y/o una banderola o afiche con el lema: Jesús resucitó: estamos muy contentos.

3.2. Canto

“Cristo resucitó”.

3.3. Dinámica Esta dinámica es recreativa y sirve para estimular el trabajo en equipo. Tallar a todos los niños y niñas; dividirlos en grupos de doce, que se ubicarán en columnas paralelas. Se sentarán uno detrás del otro, tocando con los pies a quien está adelante. El juego consiste en pasar una pelota desde el primero hasta el último de los niño; sólo deben inclinarse hacia atrás estirando el bazo. Cuando la pelota es recibida por el último de la respectiva columna, corre y se coloca delante del que estaba en primer lugar; le pasa la pelota a éste, y se continúa como en la fase anterior. Nuevamente, al llegar la pelota al que ocupa el final de la columna, éste corre a ocupar el primer lugar, pasa la pelota a su compañero... Gana el grupo que recompone el orden inicial (el primer niño/a vuelve a ocupar el primer lugar)

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Pensemos en nuestro país y en nuestra vida personal para evocar los momentos de máxima alegría:

• Considero que los momentos más felices en la historia del Perú han sido: .......... y............

• El momento más alegre de mi vida ha sido.......

• Lo que más me gusta actualmente de mi vida es..............

• Pero, lo que me gustaría más es............

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús mostró la grandeza de su amor por nosotros muriendo en la cruz para redimirnos de la esclavitud del pecado. Su muerte tuvo ese fruto porque el Padre dijo “sí” a su entrega y lo resucitó:

Leer los siguientes textos y completar las frases:

� Juan 20,1-10:

• El primer día de la semana —que nosotros llamamos “domingo”— María Magdalena fue al sepulcro muy temprano...

• ... y vio que la piedra del sepulcro había sido sacada de su lugar .

• ¿Vio ella el cuerpo de Jesús? No.

• Entonces, corriendo llegó donde estaban Simón Pedro y Juan ...

• ... y les dijo: « Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto »

• Ellos también corrieron hacia el sepulcro y allí solo vieron las vendas y el sudario.

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• Hasta ese momento, los discípulos no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

� Lucas 24,1-8:

• Según el relato de este evangelista, las mujeres fueron al sepulcro llevando aromas para completar el entierro de Jesús, pero no hallaron su cadáver.

• Los ángeles les dijeron: « ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?...

• ... No está aquí, ha resucitado . Recuerden que él les dijo:

• “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite”. »

� 1 Corintios 15,3-8:

• Jesús resucitado se apareció a Cefas (Pedro) y luego a los Doce Apóstoles ; después a más de quinientos discípulos (hermanos) a la vez...

• ... y en último término se le apareció a San Pablo .

� Filipenses 2,5-11:

• ¿Cómo se manifestó la humildad de Jesús? Siendo Dios se hizo hombre como los demás hombres, y fue obediente hasta morir en la cruz

• Dios Padre resucitó a Jesús ¿sólo porque murió? o ¿porque murió obedeciendo? El Padre resucitó a Jesús porque murió obedeciéndolo.

• ¿Cómo exaltó Dios a su Hijo? Le dio el “Nombre sobre todo nombre” y lo constituyó “Señor”

6. REFLEXIÓN

Premisa

Jesús fue obediente hasta su muerte en la cruz; allí culminó la entrega que iniciara en su “última cena”. Por esa obediencia a la voluntad de su Padre, el Padre lo resucitó confirmando así la validez de la causa de su Hijo. El “pan de vida” es Jesús, muerto y resucitado para salvarnos.

6.1. Sorpresa tras sorpresa

• Dios siempre cumple su palabra. Pero al cumplir su promesa, Dios nos da una sorpresa: nos da más de lo que es-peramos.

• Dios prometió un Mesías (=Cristo, Ungido). Los judíos esperaban un rey que terminara con todos sus enemigos y restaurara el Reino de Israel. Dios envió como Mesías Salvador a su propio Hijo, nacido hombre entre los hombres (Encarnación).

• Habiéndose encarnado en una situación histórica concreta, sabía Jesús que pronto sería llevado a la muerte. Los “justos” fariseos no toleraban sus discursos sobre el amor gratuito de Dios y su preferencia por los pecadores. Tem-ían, por otro lado, el arrastre que tenía entre la gente sencilla del pueblo...

• Sabiendo que lo querían sacar del medio, dijo que «nadie me quita la vida; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo.» (Jn 10,18)

• A pesar de que a algunos de sus discípulos les dio un adelanto de su resurrección (se “transfiguró”: Mt 9,2s) ... ellos no entendieron qué era eso de resucitar entre los muertos (Mt 9,10)

• Nadie esperaba la resurrección de Jesús. Las mujeres que se acercaron al sepulcro en las primeras horas del do-mingo (terminado el descanso sabático) lo hicieron para completar el entierro: el viernes en la tarde no hubo tiempo para ponerle los aromas (Lc 24,1).

• Pascua es el paso de la muerte a la vida nueva. Nadie fue testigo del momento de la resurrección de Jesús, como sí los hubo de su muerte en la cruz y de sepultura... Sólo después tuvieron varios encuentros con el Resucitado.

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6.2. Resucitar no es revivir

• Tampoco nosotros tenemos experiencia de la resurrección: hemos visto morir a algunas personas; nos enteramos de tragedias en las que mueren muchas más... pero nunca hemos visto resucitar a nadie.

• Revivir es una cosa muy distinta a resucitar. Como indica el término, quien revive vuelve a la vida natural que tuvo antes de perderla (por enfermedad o accidente)... Jesús hizo revivir a Lázaro después de estar muerto cuatro días (Jn 11,43).

• Aunque al comienzo muchos querían ver a Lázaro redivivo (Jn 12,9), sin embargo —no sabemos con precisión cuándo— éste volvió a morir.

• En cambio, resucitar es empezar una vida distinta, para decirlo en breve, una vida sobrenatural. Jesús resucitado es el mismo y a la vez lo es de un modo nuevo. Por ser el mismo es reconocido, aunque con dificultad, por sus discípulos (Jn 20,16; Lc 24,31).

• Pablo, que no fue discípulo de primera hora, intenta explicar cómo es el cuerpo de un resucitado: «Se siembra co-rrupción, resucita incorrupción; se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; se siem-bra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.» (1 Co 15,42-44)

• No sabemos cómo seremos al resucitar, pero estamos muy contentos y llenos de esperanza porque creemos que Jesús nos resucitará a todos cuando regrese al “final de los tiempos”... No desaparecen los problemas como por encanto, pero la esperanza nos anima a seguir esforzándonos por ser mejores para construir una sociedad más justa y fraterna.

6.3. El “Pan de Vida”: Jesús resucitado

• Jesús había dicho: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.» (Jn 6,51)

• En la “última cena” se entregó a sí mismo en el pan y el vino transformados por sus palabras. Esa entrega era un anti-cipo de su muerte en la cruz. Pero, como ya hemos dicho, su muerte no es sólo anterior a la resurrección, sino la razón misma por la que el Padre lo resucita, devolviéndole la gloria que Jesús tenía desde la eternidad (Jn 17,4-5).

• El “pan vivo” no es Jesús muerto, es Jesús vivo porque ha resucitado. Es el mismo Jesús que resucitó por haber muerto obedeciendo a su Padre... es el “pan de la Pascua”.

• Jesús resucitado comparte la gloria eterna del Padre y quiere hacernos partícipes de esa misma vida a quienes comemos su cuerpo y bebemos su sangre.

7. COMPROBACIÓN

Los niños leerán las siguientes frases y marcarán las que consideren correctas: � La “causa” de Jesús fue anunciar el reinado del amor gratuito de Dios, amor que nos ha devuelto la capacidad de

amarnos como Él quiere. � Algunos apóstoles estaban convencidos que Jesús iba a resucitar al tercer día. � El “pan vivo” es nada más que Jesús muerto por nosotros en la cruz. � Jesús fue resucitado por el Padre porque le había obedecido hasta dar la vida. � La Pascua es la fiesta de la Navidad. � Revivir es volver a una vida que en algún momento terminará. � Jesús es Señor y vive para siempre compartiendo la gloria del Padre. � Los apóstoles Pedro y Juan corrieron hasta la tumba y no encontraron nada. � En el momento de la resurrección de Jesús estuvieron presente muchos testigos. � Jesús tenía poder para dar su vida y recobrarla de nuevo. � Jesús resucitado es nuestro “pan vivo bajado del cielo”. � Las mujeres fueron al sepulcro para asegurarse que Jesús había cumplido su promesa de resucitar al tercer día. � Jesús no resucitó a Lázaro, solamente lo revivió. � “Transfiguración” es una manera de decir “consagración”. � El pan y el vino consagrados en la “ultima cena” fueron un anticipo de la entrega hasta la muerte y de la resurrección

de Jesús.. � Los judíos esperaban un Mesías que fuera “Dios encarnado”. � La humildad de Jesús se manifestó al hacerse hombre como nosotros y obediente al Padre.

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8. COMPROMISO Estamos muy contentos porque Jesús resucitó... Esta semana los niños compartirán su alegría con alguien que esté triste o apenado. Pondrán por escrito el nombre de esa persona y lo que piensan hacer durante la semana para compartir su alegría (visitar, regalar, ayudar, etc.) 9. CELEBRACIÓN El catequista hace un breve resumen del Tema: Dios Padre resucitó a Jesús para decirnos que estuvo bien todo lo que hizo su Hijo para reconciliarnos consigo. Oramos leyendo a dos coros:

Somos el pueblo de la Pascua, “Aleluya” es nuestra canción, Cristo nos trae la alegría; levantemos el corazón.

El Señor ha vencido al mundo, muerto en cruz por nuestro amor, resucitado de la muerte y de la muerte vencedor.

Él ha venido a hacernos libres con libertad de hijos de Dios, Él desata nuestras cadenas; alegrémonos en el Señor.

Misioneros de la alegría, de la esperanza y del amor, mensajeros del Evangelio, somos testigos del Señor.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo, gloria a Dios Hijo Salvador, gloria al Espíritu Divino; tres personas y un solo Dios. Amén.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: En la cruz, Jesús llevó a término el ofrecimien-to de su “cuerpo que sería entregado y su sangre que sería derramada”. Mediante la obediencia amorosa de Jesús, el Padre nos ha reconciliado consigo.

☺ Conversen sobre la actividad que desempeñan algunas instituciones, cuyos miembros se ponen en situación de perder la vida o la salud al servir a la sociedad (bomberos, policías, médicos, basureros...)

☺ Compartan con ellos sobre sus propias alegrías... cuáles son sus recuerdos de los mo-mentos más felices y que les alegaría más en el futuro.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: La Pascua de Jesús fue su paso de la muerte a una vida nueva. El Padre lo resucitó para decirnos que estuvo bien todo lo que hizo su Hijo para redimirnos y darnos vida eterna.

� Relacionen “promesa” con “sorpresa”: Dios siempre da más de lo nosotros esperamos.

� Compartan brevemente las diferentes apariciones de Jesús resucitado: enfaticen el cambio de sentimientos (del miedo a la sorpresa y a la alegría...)

� Reflexionen con ellos sobre el “pan vivo”: no es el cadáver de Jesús, sino el mismo Jesús resucitado, que es el verdadero “pan vivo bajado del cielo” (que sus hijo/as re-cibirán a partir de la Primera Comunión).

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan marcar correctamente (n. 7) .

� Motívenlos para que especifiquen su compromiso semanal (n. 8).

� Oren recitando alternadamente el himno propuesto (n. 9)

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2222222244444444 ........ EEEEEEEELLLLLLLL SSSSSSSSAAAAAAAACCCCCCCCRRRRRRRRAAAAAAAAMMMMMMMMEEEEEEEENNNNNNNNTTTTTTTTOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEE TTTTTTTTOOOOOOOODDDDDDDDAAAAAAAA LLLLLLLLAAAAAAAA VVVVVVVVIIIIIIIIDDDDDDDDAAAAAAAA DDDDDDDDEEEEEEEE JJJJJJJJEEEEEEEESSSSSSSSUUUUUUUUSSSSSSSS

1. RECORDAMOS Jesús nos amó hasta el extremo: obedeciendo a su Padre murió por nosotros en la cruz. Así culminó su entrega iniciada en la “última cena” al instituir el sacramento de la eucaristía. El Padre estuvo reconciliándonos consigo mediante la entrega de Jesús. Por habernos amado de esa manera, el Padre lo resucitó y ahora comparte con Él la gloria que tuvo siempre. Jesús resucitado es el verdadero “pan vivo bajado del cielo”.

2. OBJETIVO

Comprender la relación entre la “última cena”, el Calvario y la Misa.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Puede emplearse la misma ambientación del Tema anterior.

3.2. Canto

“El Señor nos da su amor”.

3.3. Dinámica

Emplearemos la dinámica del “ariete”. Se divide la totalidad de niños en bandos, uno frente a otro, a unos metros de distan-cia. Cada equipo se dan las manos representando así un muro fortificado. Cada bando escoge a un integrante para que salga y actúe de "ariete". Deberá correr y tratar de romper la cadena del otro bando, saltando sobre sus brazos en el lugar que crea más fácil de romper. Si logran hacer que se suelten tomará estos consigo y los llevará a su bando, pero si no tiene éxito, será prisionero y se quedará en ese bando (detrás del “muro”). Nadie más tomará parte o prestará ayuda en forma alguna. Al ariete no se le concederá mucho tiempo para que logre su objetivo, solamente contar hasta 10... Gana, el que equipo que más personas acaparó.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

La realidad que vamos a observar es nuestra participación en la Misa dominical.

• Este es el horario dominical de Misas en mi Parroquia:

� Mañana: ....................

� Tarde: .......................

• Participo en la Misa � todos �casi todos � solo algunos domingos...

• ... y lo hago con � toda mi familia � mis hermano/as � mis amigo/as del barrio

� con mis amigo/as de la catequesis � solo.

• Lo que me gusta más de la Misa es............

• Lo que menos me gusta es.........................

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús proclamó el inicio del reinado de Dios. Formó una comunidad con sus discípulos. Murió obedeciendo a su Padre. Dios Padre lo resucitó y lo hizo Señor...

Leer los siguientes textos y completar las frases:

� Hechos 1,21-22:

• Para reemplazar a Judas, los Apóstoles buscaron un discípulo que:

� hubiera caminado con ellos, desde el bautismo de Juan hasta la muerte de Jesús .

� sea testigo de la resurrección de Jesús .

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� Hebreos 7,26-28:

• El autor de esta Carta compara la obra de Jesús con los sacrificios de los sacerdotes judíos. Por eso llama a Jesús Sumo Sacerdote, pero de un sacerdocio nuevo porque:

� No tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día ;

� Porque esto lo realizó de una vez para siempre . ¿Cómo? Ofreciéndose a sí mismo .

� Hebreos 10,11-14:

• Mientras los sacerdotes judíos están ofreciendo repetidamente los mismos sacrificios , Jesús, por el contrario, habiendo

ofrecido un solo sacrificio, se sentó a la derecha de Dios para siempre .

• ¿Cuál ha sido el fruto de su sacrificio? Nos ha llevado a la perfección.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Podemos hablar del “sacrificio” de Jesús sin confundirlo con los que se ofrecían en el judaísmo y en la demás religiones. Es un sacrificio “único” desde tres puntos de vista: es irrepetible, se identifica el sacerdote con la víctima... y la víctima resucita.

6.1. Sacrificio: oblación e inmolación.

• Empecemos perfilando nuestro lenguaje: de ordinario empleamos “sacrificio” para expresar, esfuerzo, renuncia, negación de sí, dolor y hasta muerte.

• Sacrificio significa “hacer-sagrado” (sacrum facere). En todo sacrificio hay dos elementos: oblación e inmolación. Esto es, ofrecimiento del don y destrucción del mismo (“víctima”).

• El ofrecimiento convierte en sagrado aquello que se ofrece: ya no pertenece al oferente, le pertenece a los dioses.

• Para significar la seriedad de la ofrenda, ésta se consume o destruye. Puede ser matando (inmolación), quemando (holocausto), o comiendo ante los dioses lo que se les ofreció (sacrificio de comunión).

• Distintos modos de sacrificar, pero todos empiezan por lo esencial: la oblación. Sin oblación no hay sacrificio pro-piamente dicho (aunque hubiera muerte).

6.2. El sacrificio de la vida

• En Temas anteriores hemos insistido en la obediencia de Jesús a la voluntad salvífica de su Padre. Todo lo hizo en su vida terrenal fue un verdadero sacrificio porque hubo la ofrenda permanente de su voluntad, puesta a la par de la de su Padre.

• Cierto que la obediencia exige renuncia y esfuerzo, dedicación y constancia...

• Esta obediencia es el auténtico culto que debemos ofrecer al Padre, el culto «en espíritu y en verdad» (Jn 4,13-14). Es lo que más tarde llamará Pedro los “sacrificios espirituales” que todos debemos diariamente ofrecer a Dios (1 Pe 2,5).

• «Esta obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios, preparada por las maravillas que Dios obró en el pueblo de la Antigua Alianza, Cristo el Señor la realizó principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada, pasión, resurrección de entre los muertos y gloriosa ascensión. Por este misterio, con su muerte destruyó nuestra muerte y con su resurrección restauró nuestra vida.» (Concilio Vaticano II, Constitución Dogmática sobre la Liturgia “Sacrosanctum Concilium”, n. 5,2)

6.3. Una sola inmolación y muchas oblaciones • Principalmente (no solamente) hemos sido redimidos por su muerte-resurrección-ascensión, nos dice el Concilio.

Según lo que hemos leído en la Carta a los Hebreos, la obra sacrificial de Cristo fue única y válida para siempre. • Su única inmolación fue su muerte en el Calvario. Resucitado no vuelve a morir jamás. • En cambio, la única inmolación está relacionada con muchas oblaciones: la primera fue anterior a la cruz, en la

“última cena”. Allí se ofreció Jesús bajo las especies de pan y de vino. Se ofreció antes de inmolarse. • En el Calvario se dieron los dos elementos. Su oblación: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu», y su inmo-

lación: «todo está consumado» y luego entregó su espíritu. Todo en un mismo acto sacrificial.

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• Este sacrificio es realmente “único”: sacerdote y víctima se identifican, y la víctima resucita... esto nunca antes su-cedió en ninguna religión. El resultado también es “único”: el Padre nos reconcilio definitivamente consigo... por eso estamos muy agradecidos!!!

• En cada celebración de la Misa se renueva sacramentalmente el único sacrificio de toda la vida de Jesús porque se da una nueva oblación, es la de la comunidad que se une a la oblación de Jesús.

• En cada Misa nos unimos a Cristo en su sacrificio (renovando su ofrenda y ofreciéndonos con Él al Padre) y en su banquete (compartiendo el Pan de Vida).

• Puede ayudarnos el siguiente cuadro:

ULTIMA CENA CALVARIO MISA

PRESENCIA DE JESÚS

1. Tal como era 2. En “pan” y “vino”

Tal como era En “pan” y “vino”

OBLACIÓN ANTES de la EN LA MISMA DESPUÉS de la

INMOLACIÓN X MUERTE X

7. COMPROBACIÓN

Los niños leerán las siguientes frases y marcarán las que consideren incorrectas:

� Jesús murió sólo una vez... nunca más volverá a morir.

� Para que una acción sea sacrificio basta que exista la voluntad de desprenderse del bien que se ofrece a Dios..

� En el Calvario no hubo ofrenda, solo hubo muerte (inmolación).

� En cada Misa la comunidad que celebra se une a la ofrenda de Jesús.

� La Misa es banquete (como la última cena) y sacrificio (como en el Calvario).

� El sacrificio de Jesús sólo tiene que ver con su muerte en la cruz.

� Jesús era sacerdote como los sacerdotes judíos de su tiempo.

� “Sacrificio” es sinónimo de esfuerzo, renuncia, dolor, sufrimiento.

� En la Ultima Cena Jesús estuvo presente de dos maneras: tal como era siempre y bajo la forma de pan y de vino.

� Jesús es un nuevo sumo sacerdote: no tiene que ofrecer sacrificios cada día..

� El ofrecimiento no bastaba para convertir en sagrado aquello que se ofrecía a los dioses.

� Sin muerte de la víctima no hay sacrificio.

� Si hago lo que Dios quiere que haga, entonces mi acción es un “sacrificio”.

� En la cruz, la ofrenda de Jesús fue en el momento de su inmolación.

� En cada Misa actualizamos sólo la “última Cena” de Jesús.

� El culto que Dios quiere de nosotros no es en espíritu, sino en verdad.

� Jesús nos salvó gracias a todos sus actos a lo largo de su vida.

� Lo único que nos podía salvar fue la pasión-muerte-resurrección-ascensión de Jesús...

� ...por eso, en cada Misa Jesucristo vuelve a morir.

� Cada vez que celebramos la Misa actualizamos la última cena y el sacrificio de la cruz.

8. COMPROMISO

Esta semana participaremos muy atentos en la Misa dominical. Los niños pondrán por escrito sus observaciones durante la celebración: momentos que se suceden, qué se hace y quiénes lo hacen, etc. ¿Cómo participaron los fieles?

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9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Todo lo que hizo Jesús tuvo valor salvífico, pero principalmente fuimos salvados por su muerte y resurrección. Por eso la Misa es sacramento de toda la vida de Jesús. Oramos leyendo a dos coros:

Santísima Trinidad, Dios Amor, Comunión Eterna que nos creaste para la comunión, a Ti elevamos nuestra gratitud por el amor me tienes, pues tu Amor, el Espíritu Santo, es el vínculo de la fraternidad humana.

Gracias Padre pues nos llamaste desde siempre para que llegáramos a ser hijos tuyos, así gratuitamente, sin mérito de nuestra parte, sólo porque Tú eres Amor.

Gracias, Padre, porque nos reconciliaste contigo por medio de Tu Hijo —eterno y amoroso como Tú— para que vivamos en comunión trinitaria contigo y con toda la humanidad.

Gracias, Señor Jesús, porque nos amaste y te entregaste en la Cruz por nosotros, para salvarme del egoísmo y la soledad, y permaneces en la Eucaristía para tu amor me mantenga solidario, especialmente con los que sufren.

A Ti, Dios Padre, por Jesucristo y en la unidad del Espíritu Santo, sea todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Jesús nos amó hasta el extremo: obedeciendo a su Padre murió por nosotros en la cruz. Así culminó su entrega iniciada en la “última cena” al instituir el sacramento de la eucaristía. Jesús resucitado es el verdadero “pan vivo bajado del cielo”..

☺ Conversen sobre las Misas dominicales en la Parroquia y sobre su participación en las mismas (n. 4)

☺ Compartan con ellos sobre su participación en la Misa cuando eran niños... y cómo es su participación ahora que son adultos.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Jesús es sacerdote pero no como los sacerdotes judíos: es sacerdote y víctima a la vez... y la única víctima que ha resucitado.

� Comparen a los sacerdotes judíos con el sacerdote nuevo, Jesús: no tiene necesidad de ofrecer continuamente sacrificios. Su sacrificio único es eficaz para siempre.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre los dos elementos del todo sacrificio: oblación e inmolación. Jesús no vuelve a morir; la Iglesia continúa actualizando la ofrenda de Jesús. Por eso decimos que es el “sacramento de toda la vida de Jesús.”

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan marcar correctamente (n. 7) .

� Explíquenles cuál es su compromiso esta semana (n. 8). Participen con ellos en la Misa dominical.

� Oren recitando alternadamente el himno propuesto (n. 9).

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2222222255555555 ........ CCCCCCCCEEEEEEEELLLLLLLLEEEEEEEEBBBBBBBBRRRRRRRRAAAAAAAAMMMMMMMMOOOOOOOOSSSSSSSS LLLLLLLLAAAAAAAA EEEEEEEEUUUUUUUUCCCCCCCCAAAAAAAARRRRRRRRIIIIIIIISSSSSSSSTTTTTTTT ÍÍÍÍÍÍÍÍAAAAAAAA UUUUUUUUNNNNNNNNIIIIIIIIDDDDDDDDOOOOOOOOSSSSSSSS EEEEEEEENNNNNNNN EEEEEEEELLLLLLLL AAAAAAAAMMMMMMMMOOOOOOOORRRRRRRR FFFFFFFFRRRRRRRRAAAAAAAATTTTTTTTEEEEEEEERRRRRRRRNNNNNNNNOOOOOOOO 1. RECORDAMOS

Todos los actos de Jesús tuvieron valor salvífico, pero principalmente hemos sido reconciliados por su pasión-muerte-resurrección-ascensión. Su permanente obediencia al Padre es la novedad del “sacrificio” de toda una vida. La eucaristía es el sacramento del sacrificio único de Jesús.

2. OBJETIVO

Valorar la eucaristía como nuestra auténtica acción de gracias semanal, en la que celebramos la victoria del amor de Jesús sobre el pecado y la muerte.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar una banderola con el título de la canción. También, una mesa y un atril (o dos mesitas). En éste se pondrá la Biblia y, en la mesa, pan y “vino”. Adornar con flores.

3.2. Canto

“La Misa es una fiesta muy alegre”.

3.3. Dinámica

Escenificaremos algunos momentos de la celebración eucarística. Los niños estarán dispersos en el salón. A la voz del catequista, se acercan formando un círculo que tenga como centro los dos “altares” (de la Palabra y de la Eucaristía). El catequista explica: así, los domingos, venimos de distintos lugares y nos reunimos... Luego, todos centran su atención sobre el atril; levantando la Biblia; explica: la primera parte de la Misa es la “Liturgia de la Palabra”; las lecturas nos hablan del plan de Dios para que vivamos en comunión con Él y entre nosotros... Después, la atención estará sobre la mesa; explica: la segunda parte de la Misa es la “liturgia de la eucaristía”; convirtiendo el pan y el vino, Jesús se hace presente en medio de la comunidad para actualizar su entrega a Dios Padre y dársenos en comunión...Después nos dispersamos y regresamos a casa llevando la paz del Señor (los niños rompen el círculo y se dispersan).

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los niños llenarán completarán una ficha con los datos de su observación en la Misa del domingo anterior:

• Esto es lo que observé en la Misa de la............ en..........................:

• Color de los ornamentos � blanco � verde � rojo � morado

• Asistieron al sacerdote....... monaguillos o acólitos.

• Las lecturas bíblicas fueron del � Antiguo Testamento � Nuevo Testamento � Evangelio

• ¿Predicó el sacerdote? ............ ¿entendiste su explicación? .......... ¿qué dijo? ...............................

• Los presentes en la Misa cantaban � bastante � regular � poco � nada

• En la Comunión ¿se acercó la gente? � bastante � regular � poco � nada

• ¿Sentiste que la Misa era una fiesta? � bastante � regular � poco � nada

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús nos ha salvado mediante su obediencia en todos los actos de su vida, resumidos en los Evangelios. Además, toda la historia —antes y después de Jesús— es historia de salvación: el Antiguo Testamento nos habla de la preparación y el Nuevo, de los frutos de redención en la primitiva comunidad de sus discípulos.

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Leer los siguientes textos y completar las frases:

� Nehemías 8,2-6.9-6:

Los israelitas han regresado del exilio en Babilonia... con este castigo por su idolatría han aprendido la lección. El pue-blo se compromete a cumplir la palabra de Dios (el libro de la Ley):

� Después de la lectura que hizo Esdras, el pueblo reaccionó así: dijo “amén, amén”;

se inclinaron y alabaron al Señor.

� Los levitas que explicaban la ley le dijeron a todos que no se pusieran tristes ni lloraran

porque ese día estaba dedicado al Señor, su Dios .

� Hechos 20,7-11:

Pablo ha viajado a Grecia. Se encuentra ahora en la ciudad de Triade, reunido con los hermanos que creen en Jesús:

� Están reunidos en la noche del primer día de la semana para “partir el pan” .

� Fuera del accidente de Eutico, el texto señala tres momentos en los que interviene Pablo:

1. Habló por mucho tiempo. (v.9)

2. partió el pan y comió, (v.11)

3. siguió hablando hasta el amanecer . (v.11)

� Lucas 24,36-49:

Jesús se presenta ante sus discípulos que están conversando sobre su resurrección...

� Sentimientos de los discípulos: primero, miedo; después, alegría y asombro .

� Les confirma que es Él mismo cuando come un pedazo de pescado en presencia de ellos.

� Les dijo que le había sucedido todo lo que estaba escrito en la Ley, en los Profetas y en los Salmos acerca de

Él. Y les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras .

6. REFLEXIÓN

Premisa

Nosotros proseguimos la comprensión de las Escrituras. En toda celebración eucarística, la Palabra proclama el Plan de Dios anunciado y cumplido en Jesús. La Palabra pronunciada sobre los elementos (pan y vino) realiza el Sacramento. La liturgia de la Palabra, por lo tanto, no es tan solo un preámbulo, como si lo verdaderamente importante vendría luego...

6.1. Una acción con diversos nombres

• La vida de Jesús, de permanente obediencia al Padre, es un verdadero sacrificio: cada acto suyo es sagrado (ofre-cido al Padre) y es salvífico (obra nuestra salvación).

• La cena de su despedida, la “última” de una larga cadena, permite resumir el sentido de toda su vida: obedecer al Padre que quiere reconciliarnos consigo. El “símbolo” de esa reconciliación es la “comunión” con sus discípulos y la fraternidad entre ellos.

• La “última cena” tuvo ese significado: fraternidad entre los discípulos (lavatorio de los pies) y comunión con Jesús (comer su cuerpo y beber su sangre)

• El memorial de este acto salvífico ha recibido varios nombres: la Cena del Señor es el que está al inicio de todos. La fracción del pan es el nombre que recuerda el modo característico que tenía Jesús de partir el pan; así lo reco-nocieron los discípulos de Emaús (Lc 24,30s).

• La fracción del pan iba acompañada por la acción de gracias (Mt 26,27; Mc 14,23; Lc 22,19; 1Co 11,23), que se expresa en griego con el término eucaristía.

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• La celebración eucarística, Cena del Señor o Fracción del pan, se denominó después con un término derivado del latín: Misa (al despedir a los fieles: ite missa est)

6.2. La liturgia de la Palabra

• Solo Dios sabe quién es Dios y puede decirlo con una sola Palabra. El Hijo es la Palabra eterna y definitiva del Pa-dre, que nos revela por su mediación el amor que nos tiene, pues Él nos creó por medio de palabra para que viva-mos en comunión con Él y entre nosotros.

• Dios nos convoca para que celebrar su amor que nos crea y recrea. El pueblo reunido en su nombre le pide perdón (Acto penitencial) y después canta la gloria de Dios.

• La proclamación de su palabra tomada del Antiguo Testamento nos recuerda todos los preparativos que hizo Dios en vista de la llegada de la plenitud de los tiempos: la encarnación redentora de su Hijo.

• Respondemos a la primera lectura recitando alguno de los Salmos.

• La lectura del Nuevo Testamento comparte con nosotros la vida de las primeras comunidades cristianas. El testi-monio de los Apóstoles de su experiencia con Jesús se fue extendiendo en las ciudades del primer siglo.

• La proclamación del Evangelio actualiza para nosotros los distintos momentos de la vida y obra de Jesús, que —como hemos visto— principalmente nos ha redimido por su Pascua (pasión-muerte-resurrección-ascensión).

• Sigue la explicación del mensaje de salvación (Homilía). Profesamos nuestra fe (Credo) y así nos unimos a los pri-meros discípulos de Jesús. Luego oramos por la Iglesia y su misión en el mundo, por los problemas sociales, etc. (Oración de los fieles).

6.3. La liturgia de la Eucaristía

• Los fieles presentan el pan y vino que serán consagrados. El sacerdote los ofrece a Dios y luego nos invita a orar (Ofertorio).

• Después viene la Plegaria Eucarística, que se inicia con el Prefacio: el sacerdote nos invita dar gracias a Dios indi-cando algún motivo específico; se concluye con el canto del Santo.

• Continúa la Plegaria, en cuyo centro está la consagración: el pan y el vino del ofertorio —aunque conservan su apa-riencia física— son ahora la presencia real de Jesús. El sacerdote proclama: «Este es el sacramento de nuestra fe»; respondemos con nuestra alabanza.

• La Plegaria culmina en el momento más importante de la celebración eucarística. El sacerdote —levantado el Cuerpo y la Sangre de Cristo— dice: «Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo poder y toda gloria por los siglos de los siglos.». Todos respondemos con nuestro «Amén» (¡Sí, así es!).

• El Rito de la Comunión se inicia con el Padrenuestro y continua con el saludo de la paz y la comunión eucarística. Después de un momento de silencio, el sacerdote nos invita a orar y nos bendice en nombre del Dios Trino. Luego nos envía a compartir la paz con los demás.

6.4. La liturgia de la vida diaria

• La Misa no termina al salir del templo..: la Misa continúa en la vida diaria.

• La eucaristía es el “sacramento de nuestra fe” porque solo quien se fía de Jesús (cree) reconoce su presencia a pesar que para nuestros sentidos son pan y vino.

• Pero la vida también debe ser “sacramento” de la fe que profesamos. Es decir, nuestro comportamiento debe ser coherente con nuestra fe: si nos fiamos de la palabra de Jesús debemos vivir como Él vivió, obedeciendo siempre a su Padre.

• La Misa es una fiesta para celebrar la victoria de Jesús. Como en toda fiesta, la alegría no puede faltar. Pero la nuestra no es una alegría que viene de fuera (música, movimientos, luces, colores, bebidas, comidas, etc.), sino desde nuestro interior pues nos sabemos amados por Dios... Y cada semana nos reunimos para celebrar la fiesta de la vida renovada...

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7. COMPROBACIÓN

Los niños completarán las siguientes palabras cruzadas. Para eso colocarán las letras necesarias que respondan a los temas numerados:

1. Se convertirá en el Cuerpo de Cristo 2. “acción de gracias”

3. Preside la celebración 4. Se convertirá en la Sangre del Señor

5. “¡Si, así es!” 6. Presentación de las ofrendas 7. « ... del Espíritu Santo, todo honor y gloria por los siglos de los siglos»

8. “... eucarística” 9. Otros tres nombres de la “Cena del Señor”

10. No falta en una fiesta 11. “El Pan de...”

���� P A N P

O D E L ���� P A N

F R A C C I O N ���� E D

A C C I O N ���� D E ���� G R A C I A S

R A D

V I N O R I

S A C E R D O T E I A M E N

T F A L U

O E E A

C M R G L

O I T O R I O R N

N S V I E

E U C A R I S T I A A E

L D R

Y E N E L A T I D I O S P A D ����

8. COMPROMISO

El compromiso nuevamente tiene que ver con la participación de los niños (y sus padres) en la Misa dominical.1 Participarán muy atentos en la Misa para anotar los textos bíblicos proclamados y las principales ideas del sermón del sacerdote... Tra-erán sus observaciones por escrito.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Estamos muy agradecidos porque en Cristo, el Padre nos ha reconciliado consigo. Este es el mayor regalo de Dios a la humanidad; nosotros queremos agradecerle este regalo ofreciéndole lo mejor que tenemos: a Jesús, Hijo de Dios y ser humano como nosotros, que multiplica su presencia entre nosotros consagrando el pan y el vino como su Cuerpo y su Sangre.

1 La iniciación eucarística de los niños (“primera comunión”) está cerca. Conviene que los niños participen de una experiencia que marque en ellos el inicio de una nueva etapa en su vida cristiana. Así no será solo una fiesta para recordarla esporádicamente (por ej., cuando se vuelven a ver las fotos de ese día). Recomendamos una jornada espiritual (retiro) para profundizar la línea temática de la ca-tequesis: Dios Comunión Trinitaria nos ha creado para que vivamos en comunión, con Él y entre nosotros como hermanos. Jesús (el Hijo de Dios encarnado) es la máxima expresión de la comunión de Dios con nosotros y mediante el cual Dios quiso reconciliarnos consigo, pues por el pecado nos habíamos roto la comunión. Para seguir congregándonos como hermanos, Jesús quiso permanecer sacramentalmente en medio de nosotros: la Eucaristía.

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Unidos en oración damos gracias a Dios por el regalo del Sacramento de la Eucaristía, que pronto recibiremos por primera vez:

Gracias Señor, porque en la última cena al compartir el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presen-cia.

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que construyeran una comunidad de amor.

Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...

Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir nuestra Pascua semanal, la Eucaristía...

Gracias, Señor, porque todos los días podemos volver a empezar..., y continuar nuestro camino de fraternidad con los demás, y nuestro camino de transformación en ti...

Gracias, muchas gracias, Señor, porque dentro de pocos día iniciaremos nuestra vida de comunión eucarística con-tigo. Bendícenos para que te seamos siempre fieles.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: La Eucaristía es el sacramento de toda la vida de Jesús porque todos sus actos aportaron salvación, la misma que culminó gracias principalmente a su pasión-muerte-resurrección-ascensión.

☺ Conversen sobre la Misa dominical en la participaron y cuáles fueron sus observacio-nes; que las consignen en la ficha (n. 4).

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Por medio de su Palabra Dios nos revela su plan de salvación, realizada definitivamente gracias a la obediencia de Jesús.

� Encuentren el valor de la “liturgia de Palabra” en la celebración de la Misa. Dialoguen sobre la puntualidad para estar desde el inicio de la celebración.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre la alegría que no debe faltar en una fiesta. La alegría del cristiano proviene de su interior, del gozo de sabernos amados por Dios.

� Ayúdenles a expresar cuáles son sus sentimientos y expectativa en la proximidad de la Primera Comunión.

� Retomen la reflexión para que sus hijo/as puedan completar correctamente las pala-bras cruzadas con los puntos saltantes de este Tema (n. 7) .

� Explíquenles cuál es su compromiso esta semana (n. 8). Participen con ellos en la Misa dominical.

� Reciten alternadamente la oración propuesto (n. 9)

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2222222266666666 ........ PPPPPPPPEEEEEEEENNNNNNNNTTTTTTTTEEEEEEEECCCCCCCCOOOOOOOOSSSSSSSSTTTTTTTTÉÉÉÉÉÉÉÉSSSSSSSS,,,,,,,, PPPPPPPPLLLLLLLLEEEEEEEENNNNNNNNIIIIIIII TTTTTTTTUUUUUUUUDDDDDDDD DDDDDDDDEEEEEEEE LLLLLLLLAAAAAAAA PPPPPPPPAAAAAAAASSSSSSSSCCCCCCCCUUUUUUUUAAAAAAAA

1. RECORDAMOS

Estamos muy agradecidos porque en Cristo, el Padre nos ha reconciliado consigo. Este es el mayor regalo de Dios a la humani-dad; nosotros queremos agradecerle este regalo ofreciéndole lo mejor que tenemos: a Jesús, Hijo de Dios y ser humano como nosotros, que multiplica su presencia entre nosotros consagrando el pan y el vino como su Cuerpo y su Sangre.

2. OBJETIVO

Comprender la relación entre Jesús y el Espíritu Santo.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Colocar una banderola con la inscripción: “Ven, Espíritu Santo”.

3.2. Canto

“Pentecostés, día de fiesta”.

3.3. Dinámica

Después del canto, los niños se colocan formando un gran círculo. El catequista les explica que deben numerarse del 01 al 50 (si son menos, no importa porque los primeros continúan la numeración). Todos pueden estar sentados en el piso; se levanta el primero y grita “!uno!”, luego se sienta; el siguiente grita “¡dos!”... Cuado llegan al “¡cuarenta!, todos se ponen de pie y después se sientan. Sigue la cuenta hasta llegar al “¡cincuenta!”: todos se ponen de pie y corren hacia el centro del círculo, agrupándose estrechamente.

Luego los niños van con sus catequistas para continuar el Tema.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Preguntarán a los niños si entendieron por qué nos paramos todos al numerar “cuarenta” y después, al “cincuenta”, todos fuimos hacia el centro (es posible que no entiendan los gestos simbólicos empleados; les dirán simplemente que esos núme-ros se refieren a los días de las fiestas posteriores a la Pascua: Ascensión y Pentecostés, respectivamente)

• ¿Cómo celebró tu familia tu Primera Comunión?

• ¿Cómo te sentiste ese día?

• ¿Cómo te parece que se sintieron tus padres y familiares?

• ¿Cuándo recibiste (o recibirás) tu “segunda comunión”? ¿por qué?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios es Comunión, es —siempre y a la vez— Padre, Hijo y Espíritu Santo. La reconciliación obrada por Dios es obra de las tres divinas Personas. Es obra del Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo.

Los niños leerán los textos y buscarán cuál es la correspondiente enseñanza sobre la presencia del Espíritu en la misión de Jesús. En los paréntesis colocarán los números del texto:

Textos Enseñanzas

1. Mc 1,9-11 ( 3 ) Dios anunció que derramaría su Espíritu en los días de la salvación definitiva.

2. Heb 9,14 ( 9 ) Por obra del Espíritu Santo la Palabra se hizo carne en el vientre de María Virgen.

3. Joel 3,1-5 ( 1 ) El Espíritu se hizo visible en la forma de una paloma.

4. Jn 16,12-15 ( 10 ) Lleno del Espíritu Santo, Jesús estuvo cuarenta días en el desierto.

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5. Jn 19,19-23 ( 8 ) Jesús ha sido consagrado por el Espíritu Santo para llevar la buena noticia.

6. Jn 7,37-39 ( 6 ) El Espíritu aún no se había manifestado porque Jesús no había sido glorificado.

7. Hch 2,1-13 ( 4 ) Jesús lo anuncia como el “Espíritu de la verdad”: nos llevará a la verdad completa.

8. Lc 4,16-21 ( 2 ) Fortalecido por el Espíritu, en la cruz Jesús se ofreció a sí mismo a Dios.

9. Lc 1,28-35 ( 5 ) El día de su resurrección, Jesús infundió el Espíritu Santo a sus Apósto-les.

10. Lc 4,1-2 ( 7 ) El día de Pentecostés el Espíritu Santo llenó de sus dones a todos los discípulos.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Jesús es la Palabra de Dios, encarnada en el vientre de María Virgen por obra y gracia del Espíritu Santo. El Espíritu guiaba a Jesús durante su ministerio evangelizador, y lo sostuvo cuando entregaba su vida en la cruz. Jesús resucitado comunicará su Espíritu a la comunidad de sus discípulos.

6.1. El Espíritu es Amor

• Dios se conoce a sí mismo como nadie lo puede conocer. Por eso, sólo Él puede decir en una sola palabra quién es Él: esa Palabra también es Dios (Hijo).

• Dios ama como nadie puede amar; a la vez, es el máximo bien que puede ser amado. Con ese máximo amor posible, Dios ama al “resplandor de su gloria e impronta de su sustancia” (Hb 1,3), a su Palabra eterna y definitiva.

• Ese amor entre el Padre y el Hijo es tan grande e intenso, tan pleno, que también es Dios: es el Espíritu Santo.

• El Espíritu es Amor, no solo en la intimidad de la Trinidad, unión entre el Padre y el Hijo en perfecta comunión. Es el vínculo de toda comunión: obra la encarnación (unión insuperable entre el Creador y su criatura); vincula a los discípu-los en la iglesia; actúa en los sacramentos...

6.2. Cristo nos comunica al Espíritu

• Dios, por medio de los profetas, había anunciado que en los tiempos definitivos, el Mesías prometido estaría lleno del Espíritu Santo, que también sería derramado sobre el pueblo.

• “Cristo” es el término griego equivalente al “mesías” hebreo, que en castellano traducimos “ungido”: marcado, consa-grado por Dios.

• «Jesús es Cristo, "ungido", porque el Espíritu es su Unción y todo lo que sucede a partir de la Encarnación mana de esta plenitud (cf. Jn 3, 34). Cuando por fin Cristo es glorificado (Jn 7, 39), puede a su vez, de junto al Padre, enviar el Espíritu a los que creen en él: El les comunica su Gloria (cf. Jn 17, 22), es decir, el Espíritu Santo que lo glorifica (cf. Jn 16, 14). La misión conjunta y mutua se desplegará desde entonces en los hijos adoptados por el Padre en el Cuerpo de su Hijo: la misión del Espíritu de adopción será unirlos a Cristo y hacerles vivir en él.» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 690)

• El Espíritu Santo siempre estuvo al lado de Jesús; los textos bíblicos nos mencionan su acción en momentos clave: su encarnación, su preparación en el desierto, su bautismo, su predicación y en su pasión y muerte...

• Según los textos que acabamos de leer, hubo una sorpresa porque fue Jesucristo quien donó el Espíritu Santo. Puesto que Cristo resucitado es quien comunica el Espíritu Santo, decimos que la Pascua alcanza su plenitud en Pentecostés.

• Pero, en el evangelio según san Juan leemos que la entrega del Espíritu fue el día de la resurrección; en cambio, en el libro de los Hechos encontramos que fue en la fiesta de Pentecostés…

• No hay contradicción si consideramos dos “venidas” del Espíritu Santo: primero sobre los Apóstoles y, después, sobre los demás discípulos y sobre los que aún no lo eran y ese día se convirtieron. ¿Podemos decir que ese día comenzó la misión de la Iglesia? Claro que sí….

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• «Por fin llega la Hora de Jesús (cf. Jn 13, 1; 17, 1): Jesús entrega su espíritu en las manos del Padre (cf. Lc 23, 46; Jn 19, 30) en el momento en que por su Muerte es vencedor de la muerte, de modo que, "resucitado de los muertos por la Gloria del Padre" (Rm 6, 4), enseguida da a sus discípulos el Espíritu Santo dirigiendo sobre ellos su aliento (cf. Jn 20, 22). A partir de esta hora, la misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia: "Como el Padre me envió, también yo os envío" (Jn 20, 21; cf. Mt 28, 19; Lc 24, 47-48; Hch 1,8).» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 730)

6.3. Cristo nos comunica al Espíritu

• Dios, por medio de los profetas, había anunciado que el Mesías prometido estaría lleno del Espíritu Santo, que también sería derramado sobre el pueblo como inicio de la salvación definitiva.

• A su vez, Jesús había prometido a sus discípulos que pronto les enviaría al Espíritu Santo; lo llama el Espíritu de Ver-dad, el otro Paráclito o Abogado o Defensor (cf. Jn 14, 16-17. 26; 15, 26; 16, 7-15; 17, 26)

• Será dado por el Padre en virtud de la oración de Jesús; será enviado por el Padre en nombre de Jesús; Jesús lo enviará de junto al Padre porque él ha salido del Padre.

• El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, permanecerá con nosotros; nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo.

• Necesitamos al Espíritu Santo para entender qué es lo que Dios quiere que hagamos, aquí y ahora (¿cuál es su volun-tad respecto a nosotros?).

• Necesitamos al Espíritu Santo para llevar a la práctica la decisión de cumplir la voluntad de Dios.

7. COMPROBACIÓN

Los niños marcarán las frases que consideren correctas:

� El día de la Pascua se inició la misión de la Iglesia.

� Dios había prometido que el Mesías comunicaría el Espíritu Santo al Pueblo de Dios.

� Necesitamos el Espíritu Santo para ser fieles a Dios cumpliendo su voluntad.

� Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre por obra del Espíritu Santo.

� El Espíritu Santo existe desde siempre, antes del Padre y el Hijo.

� El Espíritu Santo es el Amor entre el Padre y el Hijo

� En el bautismo de Jesús, Espíritu Santo se hizo visible en forma de lenguas de fuego.

� “Paráclito” significa Abogado o defensor.

� Jesús, asistido por el Espíritu Santo, fue al desierto a predicar.

� El Espíritu de la Verdad nos permite comprender las cosas sin tener que estudiar.

� Pentecostés es la plenitud de la Pascua porque Jesús resucitado comunicó el Espíritu Santo a la comunidad de los creyentes, la Iglesia.

� “Cristo” significa Salvador.

� El Espíritu Santo fortaleció a Jesús cuando estaba clavado en la cruz.

� Dios Padre nos concede su Espíritu Santo si se lo pedimos en nombre de Jesús.

� El Espíritu Santo no había actuado en el mundo antes de la resurrección de Jesús.

8. COMPROMISO

Esta semana lo/as niños asumirán el compromiso de conversarán con algún amigo/a (no de la catequesis) sobre el significa-do de la fiesta de Pentecostés: les preguntarán qué es lo que saben al respecto; después les dirán por qué es la “plenitud de la Pascua”.

Traerán un resumen por escrito.

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9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: El Espíritu Santo es al amor entre el Padre y el Hijo. Desde la encarnación, el Espíritu estuvo presente en la obra redentora de Jesús, que resucitado lo comunicó a la comunidad de sus discípulos. Por eso Pentecostés es la plenitud de la Pascua:

Necesitamos al Espíritu Santo para entender la verdad revelada por Dios y para decidir qué cosa es verdaderamente buena. El Espíritu ilumina nuestra inteligencia y fortalece nuestra voluntad. Vamos a invocar al Espíritu con las palabras de la Iglesia:

Ven, Espíritu Creador, visita las mentes de los tuyos; llena de la gracia divina los corazones que tú has creado.

Tú, llamado el Consolador, Don del Dios Altísimo; Fuente viva, Fuego, Caridad y espiritual Unción.

Tú, con tus siete dones, eres Fuerza de la diestra de Dios. Tú, el prometido por el Padre. Tú pones en nuestros labios tu Palabra.

Enciende tu luz en nuestras mentes, infunde tu amor en nuestros corazones, y, a la debilidad de nuestra carne, vigorízala con redoblada fuerza.

Al enemigo ahuyéntalo lejos, danos la paz cuanto antes; yendo tú delante como guía, sortearemos los peligros.

Que por ti conozcamos al Padre, conozcamos igualmente al Hijo y en ti, Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo.

Gloria al Padre por siempre, gloria al Hijo, resucitado de entre los muertos, y al Paráclito por los siglos y siglos. Amén.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: La Misa es una fiesta con Jesús. La salvación es el mayor regalo de Dios a la humanidad; nosotros queremos agradecerle este rega-lo ofreciéndole lo mejor que tenemos: a Jesús, Hijo de Dios y ser humano como noso-tros, que multiplica su presencia entre nosotros consagrando el pan y el vino como su Cuerpo y su Sangre

☺ Conversen sobre con ellos sobre sus sentimientos al celebrar su Primera Comunión... y sobre la ocasión para celebrar la segunda (n. 4).

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: El Espíritu Santo estuvo siempre presente en la actividad redentora de Jesús y Él lo donó a su Iglesia el día de Pentecostés.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre la permanente acción del Espíritu Santo, antes y después de Pentecostés, tanto en la vida de la Iglesia como en la de cada uno de los creyentes.

� Acompáñenlos para que sus hijo/as puedan marcar correctamente las frases pro-puestas en la tarea de comprobación de este Tema (n. 7) .

� Explíquenles cuál es su compromiso esta semana (n. 8).

� Reciten alternadamente la invocación al Espíritu Santo (n. 9).

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2222222277777777 ........ MMMMMMMMAAAAAAAARRRRRRRRÍÍÍÍÍÍÍÍAAAAAAAA,,,,,,,, MMMMMMMMOOOOOOOODDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLLOOOOOOOO DDDDDDDDEEEEEEEE LLLLLLLLOOOOOOOOSSSSSSSS CCCCCCCCRRRRRRRRIIIIIIII SSSSSSSSTTTTTTTTIIIIIIIIAAAAAAAANNNNNNNNOOOOOOOOSSSSSSSS 1. RECORDAMOS

Estamos muy agradecidos porque en Cristo, el Padre nos ha reconciliado consigo. Este es el mayor regalo de Dios a la humani-dad; nosotros queremos agradecerle este regalo ofreciéndole lo mejor que tenemos: a Jesús, Hijo de Dios y ser humano como nosotros, que multiplica su presencia entre nosotros consagrando el pan y el vino como su Cuerpo y su Sangre.

2. OBJETIVO

Entender que gracias a la acción del Espíritu Santo en María ella es nuestro modelo de respuesta libre al plan salvador de Dios.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Preparar lo necesario para una pequeña procesión mariana (andas, flores, imagen, etc.).

3.2. Canto

“Santa María del camino”.

3.3. Dinámica

Después del canto, iniciar procesión. Sugerimos cuatro “estaciones”: los niños se detienen, rezan un Avemaría y continúan... Mientras pasan de una estación a otra, continúan cantando (el sugerido o cualquier otro canto mariano).

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD

Los catequistas motivarán a los niños sobre lo importante de hacer bien las cosas que hacemos, llevándolas a término sin cansarnos...

• Cuando tienes que hacer algo importante ¿te preguntas cuál es la mejor manera de hacerlo? Sí ¿por qué? No quiero equivocarme ni volver a hacerlo .

• Por ejemplo, cuando...

• Si la cosa no es fácil ni rápida ¿desistes o te empeñas hasta terminar? .....

• Por ejemplo, cuando...

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Siempre estuvo en la mente de Dios la criatura que sería la madre de su Hijo. Pero Dios respeta a sus criaturas, por eso quiso contar con la respuesta libre de María de Nazaret… La libertad consiste en poder elegir el mejor bien posible. Los niños leen y responden:

� Lucas 1,26-38: La Anunciación

• ¿Cómo había preparado Dios a María para que colaborara en su plan de salvación? La había “llenado de gracia” pa-ra que naciera libre de pecado (inmaculada desde su concepción)

• ¿Por qué María preguntó «cómo podrá suceder esto…» Estaba desposada (comprometida en matrimonio) con José pero aún no vivían juntos, por eso no podía quedar encinta.

• ¿Eligió María el mayor bien posible? Sí ¿cual fue? Quiso que llegara el Salvador prometido por Dios a su Pueblo.

• ¿Cómo respondió María al Plan de Dios? Dijo “sí”, que Dios haga en ella lo que había planeado desde siempre.

� Lucas 2,51-52: La infancia de Jesús

• Mientas Jesús crecía, ¿cómo participaba María? Seguía meditando sobre lo que Dios le había pedido y lo que Jesús

hacía.

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� Juan 19,25-25: Al pie de la Cruz

• ¿Obedeció María a Dios sólo cuando le resultó fácil? No.

• Desde la cruz ¿qué nos enseña Jesús sobre la maternidad de María? Jesús nos entregó a su Madre para que sea nuestra madre y nuestro modelo de vida cristiana.

6. REFLEXIÓN

Premisa

El “sí” de María hizo posible el encuentro entre las promesas de Dios y las esperanzas del Pueblo, entre la eternidad de Dios y la historia de los hombres. Su respuesta al plan de Dios es ejemplar para todos los que pretendemos proseguir la obra de Jesús.

6.1. La búsqueda

• María era una joven mujer de su tiempo y de su pueblo.

• Como buena judía esperaba con los suyos que Dios enviara el Mesías prometido. Creía firmemente en la fidelidad de Dios, por eso se fiaba de su palabra.

• María también quería serle fiel al Dios fiel y se preguntaba qué es lo que le pediría a ella. Sabía que Dios había llamado a muchas personas a lo largo de la historia, que las promesas brotan de su iniciativa, y que Él cuenta con la libre parti-cipación de sus elegidos.

• María buscaba en silencio qué es lo que el Dios de las promesas quería de ella.

• La visita del ángel Gabriel a María es una sorpresa, y a la vez la respuesta a sus preguntas sobre lo que Dios esperaba de ella.

6.2. La respuesta

• Ahora María tiene que dar su respuesta a lo que le ha anunciado por medio del ángel: Dios la ha favorecido, la ha llenado de su gracia para la misión de ser Madre del Mesías Salvador.

• María entiende qué es lo que Dios le pide: ser madre... pero no tiene relación con ningún varón.

• «Serás madre por obra del Espíritu Santo...» ¿Qué entendió María? No lo sabemos con precisión. Pero sí que de esa manera Dios llevaría a cumplimiento su definitiva promesa de salvación.

• Sin respuesta, la pregunta parecería un simple curiosidad. Pero no; en María es la búsqueda necesaria para responder con fidelidad al querer de Dios.

• María dijo si a la propuesta de ser Madre del Salvador: «hágase en mí...» —responde— porque la iniciativa no es suya, sino de Dios. María se pone en sus manos para que Él continúe su obra en ella, la “llena de gracia” desde su concep-ción.

• Gracias a la respuesta de María se unieron las expectativas de su Pueblo con el cumplimiento de las promesas de Dios, se encontró el tiempo de los hombres con la eternidad de Dios... y así, la esperanza dio paso a la alegría por la presen-cia del Salvador.

6.3. La coherencia

• Coherencia es conexión, relación o unión de unas cosas con otras; es la actitud lógica y consecuente con una posición anterior.

• María está contenta porque al ser “llena de gracia” pudo responder afirmativamente a la propuesta de Dios de hacerla Madre del Salvador.

• María quiere compartir su alegría, y con quién mejor que con su parienta Isabel que —según las palabras del ángel— también está encinta.

• Alegría con alegría... Cuando Isabel oyó el saludo de María, «saltó de gozo el niño en su seno» y en ese momento —no antes— quedó llena del Espíritu Santo (Lc 1,41).

• María permaneció con Isabel tres meses (Lc 1,46), es decir, hasta que alumbró al pequeño Juan.

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6.4. La constancia

• Es posible que digamos “sí” cuando el entusiasmo y la alegría nos invaden... pero, cuando nos aprieta la desventura o la desgracia nos llega a flor de piel ¿qué decimos?

• María nos enseña a buscar la voluntad de Dios y, poniendo en juego nuestra libertad, a responderle no solo con pala-bras sino con la vida. María nos enseña a responder de modo coherente para que nuestra vida corresponda con lo que creemos.

• Búsqueda para una respuesta coherente... y constante. María respondió extendiendo su “hágase” hasta el momento más doloroso de una madre: ver morir al fruto de sus entrañas.

• Siguiendo el ejemplo de la Virgen María, que supo ser coherente en su respuesta de aceptación al plan de Dios, los discípulos de su hijo Jesús debemos responder de igual modo para ser fieles al Dios fiel.

«Por su total adhesión a la voluntad del Padre, a la obra redentora de su Hijo, a toda moción del Espíritu Santo, la Virgen María es para la Iglesia el modelo de la fe y de la caridad. Por eso es "miembro muy eminente y del todo singular de la Iglesia" (LG 53), incluso constituye "la figura" ["typus"] de la Iglesia (LG 63).

«Pero su papel con relación a la Iglesia y a toda la humanidad va aún más lejos. "Colaboró de manera totalmente singu-lar a la obra del Salvador por su fe, esperanza y ardiente amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es nuestra madre en el orden de la gracia" (LG 61).

«"Esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna... Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" (LG 62).

«"La misión maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia. En efecto, todo el influjo de la Santísima Virgen en la salvación de los hom-bres... brota de la sobreabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, depende totalmente de ella y de ella saca toda su eficacia" (LG 60). "Ninguna criatura puede ser puesta nunca en el mismo orden con el Verbo encarnado y Redentor. Pero, así como en el sacerdocio de Cristo participan de diversa manera tanto los ministros como el pueblo creyente, y así como la única bondad de Dios se difunde realmente en las criaturas de distintas maneras, así también la única mediación del Redentor no excluye, sino que suscita en las criaturas una colaboración diversa que participa de la única fuente" (LG 62).» Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 967-970

7. COMPROBACIÓN

Los niños marcarán las frases que consideren correctas:

� La Virgen María es nuestro ejemplo de vida cristiana porque ella nos ayuda a ser fieles.

� La Virgen María actuó libremente cuando recibió el anuncio del ángel Miguel.

� “Llena de gracia” significa que María fue una mujer muy buena y por eso Dios la premió.

� María era una joven de su tiempo y cumplía con las exigencias religiosas de los judíos.

� Isabel, la parienta de María, llevaba encinta tres meses cuando la Virgen la visitó.

� Dios había prometido que el Mesías sería su propio Hijo hecho hombre.

� Al pie de la cruz, María recibió a Juan como hijo y éste la recibió como madre.

� Porque acompañó a su Hijo en el momento de la muerte, decimos que María fue fiel a Dios hasta el fin.

� María fue elegida por Dios entre las jóvenes judías para que fuera la Madre del Salvador.

� El Espíritu Santo ayudó a María para que pueda comprender lo que Dios le iba pidiendo.

� María fue coherente porque siempre dijo “sí” a lo que Dios quería de ella.

� Desde el inicio María comprendió perfectamente todo lo que Dios esperaba de ella.

� María visitó a Isabel para compartir con ella la alegría de ser madre.

� La verdadera devoción a la Virgen María consiste en rezarle todos los días.

� La constancia consiste en permanecer fieles a Dios en las buenas y en las malas.

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8. COMPROMISO

Los niños se comprometen a lo siguiente: saludarán diariamente a la Virgen María al iniciar el día recitando un Avemaría y pidiéndole que les ayude a superar una dificultad personal para responder a Dios con coherencia y constancia.

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: María estuvo siempre presente en el plan salvífico de Dios. Pero Dios quiso que ella asumiera libremente la tarea para la cual la había sido preparada colmándola de su gracia. María es nuestro ejemplo para que también nosotros respondamos libremente, en forma coherente y constante.

Una vez más oramos recitando el “Magnificat”, la alabanza de María por la obra de Dios en ella:

Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la humilde condición de su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.

Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. y de generación en generación es su misericordia para los que le temen.

Ha hecho proezas con su brazo; y dispersó a los de corazón soberbio

Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes; a los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías.

Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Pentecostés es la plenitud de la Pascua porque Cristo resucitado derramó su Santo Espíritu sobre sus discípulos y así se inició la mi-sión evangelizadora de la Iglesia.

☺ Conversen con ellos sobre sus actitudes cuando tienen que hacer algo importante, si son perseverantes en las dificultades o buscan las cosas fáciles y rápidas (n. 4).

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: La respuesta de María a lo que Dios le pedía fue coherente y constante.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre las libertad de María al responder a Dios, que la había preparado con su gracia.

� Relacionen el ejemplo de María con nuestra obediencia personal a Dios.

� Acompáñenlos para que sus hijo/as puedan marcar correctamente las frases pro-puestas en la tarea de comprobación de este Tema (n. 7) .

� Explíquenles cuál es su compromiso esta semana (n. 8).

� Reciten alternadamente el Magnificat (n. 9).

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2222222288888888 ........ LLLLLLLLOOOOOOOOSSSSSSSS DDDDDDDDOOOOOOOONNNNNNNNEEEEEEEESSSSSSSS DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL EEEEEEEESSSSSSSSPPPPPPPPÍÍÍÍÍÍÍÍRRRRRRRRIIIIIIII TTTTTTTTUUUUUUUU SSSSSSSSAAAAAAAANNNNNNNNTTTTTTTTOOOOOOOO 1. RECORDAMOS

La Virgen María es el modelo de vida cristiana porque ella siempre fue una mujer de su tiempo y preocupada por saber lo que Dios esperaba de ella. Su respuesta coherente y constante son ejemplares: debemos vivir de acuerdo con lo que cree-mos, no solo en los momentos de gozo sino también cuando se presentan las dificultades al ser fieles al Señor.

2. OBJETIVO

Valorar la acción del Espíritu Santo en la vida de los cristianos.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Se puede emplear la banderola preparada para el Tema 26.

3.2. Canto

“Espíritu Santo, ven, ven”.

3.3. Dinámica

Sugerimos complementar el canto indicado con la mímica adecuada. De esta manera se logra lo correspondiente a este apartado.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD Todos hacemos a diario muchas cosas, unas por afición y otras por obligación. Nadie hace sólo lo que le gusta, pero todos tenemos algo que nos gusta más y somos buenos para ello:.. Los niños responderán las siguientes preguntas:

• Mi mayor habilidad o destreza es…...

También hay otras cosas que nos gustaría hacer, pero no tenemos las capacidades correspondientes. ¿Cómo es en tu caso?

• Me gustaría...…

Seguramente hemos recibido muchos regalos a lo largo de la vida. No todos los hemos apreciado de la misma manera. Para todos, lo más apreciado tiene que ver con nuestros profundos anhelos personales y con el afecto que nos vincula con el donante.

• El regalo que yo he apreciado más en mi vida fue…… porque…

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Dios quiere el bien de todos los hombres y por eso se regala Él mismo a nosotros como lo mejor que podríamos recibir. Dios se nos regala obrando en nosotros para que podamos obrar el bien:

� Isaías 11,1-2: Los dones del Espíritu Santo

• El Mesías será descendiente de la familia de David, que es “Retoño del tronco de Jesé”:

• ¿Qué dones menciona el profeta Isaías? Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia y temor de Dios.

� Gálatas 5,22-26: La vida según el Espíritu

• Cuando el Espíritu Santo obra produce en nosotros su fruto: el amor , que se manifiesta como alegría, paz, pacien-cia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio de sí

• Los que viven por el Espíritu deben dejarse guiar por el Espíritu.

• Para eso necesitamos pedir a Dios Padre que nos envíe su Espíritu.

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6. REFLEXIÓN

Premisa

El Espíritu Santo es el Amor entre el Padre y el Hijo. Cuando actúa en nosotros lo que produce es amor. El amor de Dios nos capacita de modos diversos para amar.

6.1. Signos del amor

• Todo regalo es signo de amor. Al dar un regalo, el amor del donante se dirige a quien lo recibe, que al recibirlo acepta y acoge el amor de quien regala. El regalo —de alguna manera— representa a quien lo hace.

• El mejor regalo que nos puede hacer una persona no es una cosa, sino ella misma (no “algo” sino “alguien”). Dios tampoco se contenta con darnos cosas: ¡quiere regalársenos Él mismo!

• El Espíritu Santo, que procede del Padre y el Hijo —el “Amor-que-es-Dios”— es el máximo regalo de Dios. Llamamos “dones” a su acción en nosotros para conducirnos hacia Dios.

• Es lo que ya hemos visto en el Tema 26 «… yo derramaré mi Espíritu en toda carne» (Joel 3,1). Dios se nos regala entregándonos su espíritu, el Espíritu Santo.

6.2. Los dones del Espíritu Santo

• Los “dones” del Espíritu Santo son hábitos que capacitan al hombre para seguir, rápida y fácilmente, las iluminaciones e inspiraciones divinas.

• Los siete dones del Espíritu conceden una fina sensibilidad para lo divino, un fino oído para la voz de Dios y un sensible tacto para la mano divina que nos coge y quiere llevarnos.

• Quien está acompañado por los dones del Espíritu, es capaz de cumplir sin resistencia la acción divina. Su propia conducta orgullosa pasa a segundo término; es impulsado por el Espíritu Santo y no por su voluntad soberana y egoísta.

6.2.1. Los dones del entendimiento

a) Don de entendimiento: es la disposición creada por Dios e infundida en el hombre que está en gracia para oír, enten-der y captar, clara y profundamente, la Revelación sobrenatural. Da, pues, conocimiento del misterio de nuestra salva-ción (cfr. Ef. 1,18; 3,4;2 Co 4,3-6).

b) Don de sabiduría: San Pablo contrapone la sabiduría mundana —la sabiduría de los filósofos que buscan conocimien-tos de lo terrestre y celeste— a la sabiduría misteriosa de Dios aparecida en Cristo (1Cor 1-3). El Espíritu nos da parte en la sabiduría de Dios de forma que somos capaces de reconocer como sabiduría la sabiduría de Dios, somos capaci-tados para entender correctamente a Cristo y la Escritura (cf. 2Co 2 10; 2Co 3,4-18).

c) Don de la ciencia: nos capacita para ver las cosas en su relación a Dios, de manera que tengamos la visión auténtica de ellas, no despreciando su valor, pero reconociendo que Dios es su fundamento y que todos los valores terrenos son limitados. Nos concede también discernimiento para distinguir lo que se debe creer de lo que no se debe creer, para ver la diferencia entre los misterios de Dios que se nos manifiestan en la Revelación y los misterios del mundo (por ejemplo, la diferencia entre la doctrina cristiana de la Trinidad y los mitos no cristianos sobre el mismo tema).

d) Don de consejo: Nos señala los caminos de la santidad, el querer de Dios en nuestra vida diaria; nos capacita para oír la voz de Dios en las situaciones difíciles de la vida, para encontrar la justa decisión, pronunciar la palabra justa y obrar rectamente (cf. Mt. 10,19-20),

6.2.2. Los dones de la voluntad

e) Don de piedad: nos capacita para amar y respetar a Dios como padre, incluso en los dolores y tribulaciones. A la vez hace que abarquemos con nuestro amor a nuestros prójimos, que veamos en ellos hermanos y hermanas y que supe-remos rápidamente cualquier aversión a nuestros semejantes

f) Don de fortaleza: es una elevación de la virtud humana de la fortaleza y hace que el hombre se mantenga firme en las mayores dificultades y horrores y que esté en último caso dispuesto a perecer para conservar su estado de cristiano (martirio), siempre que no haya otra posibilidad de conservar ese estado y no se pueda dar otro testimonio de Cristo.

g) Don del temor de Dios: nos capacita para vivir en actitud de veneración, es decir, en la actitud del amor temeroso y del temor amoroso a Dios. Lo que el hombre teme en este don no es tanto a Dios, en quien ha puesto su esperanza, cuan-to su propia debilidad. La actitud de veneración ante Dios da también la justa postura ante los hombres y cosas que Dios nos pone en nuestro camino. En todos los hombres y cosas nos sale al paso el Dios del silencio

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7. COMPROBACIÓN

La tarea consiste en ubicar en la columna sombreada el número de “dones y frutos” que corresponde a las “manifestaciones” de los mismos:

Dones y frutos Manifestaciones

1. Entendimiento 8 Sentimiento de complacencia en la posesión, recuerdo o esperanza de bienes o cosas apetecibles

2. Sabiduría 3 Vemos las cosas en su relación a Dios, de manera que tenemos la visión auténtica de ellas, reconociendo que Dios es su fundamento.

3. Ciencia 14 Cumple sus promesas y compromisos; no le falla a las personas, las trata con sinceridad y honestidad.

4. Consejo 5 Ama y respeta a Dios como padre, incluso en los dolores y tribulaciones. Con su amor que ve en su prójimo a hermano/as supera rápidamente cualquier aversión a sus seme-jantes.

5. Piedad 12 Natural inclinación a hacer el bien.

6. Fortaleza 7 Vive en actitud de veneración: del amor temeroso y del temor amoroso a Dios. Teme su propia debilidad porque le puede fallar a Dios.

7. Temor de Dios 13 Conoce y acepta sus propias limitaciones y debilidades y obra de acuerdo con este conocimiento y aceptación.

8. Alegría 2 Somos capaces de reconocer como sabiduría la sabiduría de Dios, y de entender correctamente a Cristo y la Escritura.

9. Paz 15 Controla sus deseos y sentimientos; no se deja arrastrar por ellos. Actúa pensando bien lo que va a hacer.

10. Paciencia 9 Sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos

11. Amabilidad 6 Se mantiene en las mayores dificultades y está dispuesto a perecer para conservar su estado de cristiano (martirio).

12. Bondad 11 Complaciente, agradable, dulce, suave en la conversación y el trato.

13. Humildad 1 Entiende y capta, clara y profundamente, la Revelación sobrenatural. Conocimiento el misterio de nuestra salvación.

14. Fidelidad 4 Somos capaces de oír la voz de Dios en las situaciones difíciles, encontrar la justa decisión, pronunciar la palabra justa y obrar rectamente

15. Dominio de sí 10 Sabe esperar cuando algo se desea mucho. Es capaz de padecer o soportar algo sin alterarse y de hacer cosas pesadas o minuciosas.

8. COMPROMISO

El catequista explica a los niños el compromiso de esta semana: “hacer el bien sin mirar a quien”. Se acercarán a una institu-ción de servicio social (sea parroquial o no) para ofrecerle algún don (ayuda personal)

Ponen por escrito su compromiso: ……

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Dios se nos ha regalado Él mismo. Actúa en nosotros para que amemos como quiere que amemos. Los dones de su Espíritu nos capacitan para conocer y realizar con prontitud la voluntad de Dios.

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Oramos recitando la Secuencia de Pentecostés:

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

PADRES Y PADRES Y PADRES Y PADRES Y MADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTASMADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: María es modelo de vida cristiana. Ella se pre-ocupó de responder siempre al querer de Dios. Lo hizo con coherencia y constancia.

☺ Conversen con ellos sobre sus habilidades y destrezas para hacer las cosas que hacen; también que reconozcan qué cosas quisieran hacer y sin embargo no tienen las habilidades necesarias.

☺ Compartan con ellos acerca de los regalos que más han apreciado.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Cuando Dios actúa por medio de su Espíritu, nos llena de sus dones para que amemos según el querer de Dios la acción.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre los dones del Espíritu Santo y su acción en los que los reciben.

� Acompáñenlos para que sus hijo/as puedan responder correctamente la tarea de comprobación de este Tema (n. 7).

� Ayúdenles a comprender y concretar su compromiso esta semana (n. 8).

� Reciten alternadamente la Secuencia de Pentecostés (n. 9).

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2222222299999999 ........ TTTTTTTTEEEEEEEESSSSSSSSTTTTTTTT IIIIIIIIGGGGGGGGOOOOOOOOSSSSSSSS DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL AAAAAAAAMMMMMMMMOOOOOOOORRRRRRRR DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL SSSSSSSSEEEEEEEEÑÑÑÑÑÑÑÑOOOOOOOORRRRRRRR 1. RECORDAMOS

Dios es Amor. Nos ama y quiere regalársenos Él mismo. Se nos regala en su Santo Espíritu, que nos capacita —mediante sus siete dones— para que obremos según su voluntad. El fruto del Espíritu en nosotros es al amor, que se manifiesta en la paz, amabilidad, paciencia, fidelidad... y dominio propio.

2. OBJETIVO

Aceptar nuestra responsabilidad como discípulos de Jesús de seguir anunciando la llegada del Reino de Dios.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Se puede emplear una banderola con esta inscripción: “Somos testigos del Señor”.

3.2. Canto

“El necio y el sabio construyeron”.

3.3. Dinámica

Sugerimos complementar el canto indicado con la mímica adecuada. De esta manera se logra lo correspondiente a este apartado.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD Continuamente recibimos información sobre lo que ocurre en la sociedad. Los niños responden sobre la confianza que tienen respecto a los medios de información:

• En casa nos enteramos de lo que pasa en el Perú y el mundo por medio de...

• Consideramos que el medio informativo de mayor confianza es...

• ¿Eres sincero/a? ¿Los demás confían que es verdad lo que tú les dices?

• ¿Consideras que tu comportamiento corresponde a un/a buen/a hijo/a de Dios? ¿por qué?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Jesús anunció el reinado del amor de su Padre. Encargó a sus discípulos que —con la ayuda del Espíritu Santo— continua-ran su obra. Todos los bautizados participamos de la misión de la Iglesia.

Los niños leerán los textos y responderán las preguntas:

� Marcos 3,13-14: Elección de Los Doce

• Jesús eligió a los Doce para: 1) que estuvieran con Él y 2) enviarlos a anunciar su mensaje .

• Y les dio el nombre de apóstoles, que significa enviados .

� Mateo 28,16-20: La misión universal de los discípulos

• ¿Qué es lo que Dios ha dado a Jesús? Plena autoridad sobre el cielo y la tierra.

• ¿En qué consistió la triple misión que Jesús encargó a sus discípulos?

o Hacer discípulos de todos los pueblos.

o Bautizarlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

o Enseñarles a poner por obra todo lo que Jesús les ha enseñado.

� Lucas 6,46-49: Construir sobre roca

• ¿Qué exige Jesús a los que quieren llamarlo “Señor”? Deben hacer lo que Él les dice

• ¿Quiénes son los que “construyen sobre roca”? Son los que escuchan a Jesús y ponen en práctica sus enseñanzas.

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• ¿Y los que “construyen sobre arena”? ”? Son los que se contentan con escucharlo, pero no ponen en práctica sus enseñanzas.

� Santiago 2,14-18: La fe y las obras

• ¿Puede salvarnos la fe si no tenemos las obras correspondientes? No; sin las obras, nuestra fe está muerta.

6. REFLEXIÓN

Premisa

Por el bautismo todos participamos de una misma dignidad: somos hijos de Dios. También, desde entonces formamos parte de la Iglesia y, por ello, de su misión evangelizadora: con la propia vida debemos anunciar la obra del amor gratuito de Dios:

6.1. El martirio cristiano

• La palabra “mártir” tiene una inmediata representación en nuestra imaginación: persecución, dolor, sangre, muerte... todo esto por aceptar ciertas ideas o estilo de vida.

• Lo arriba señalado puede acompañar al martirio, pero éste no consiste en morir, sino en testimoniar con la vida misma aquello que le da sentido.

• Mártir es una palabra griega que significa testigo. Y testigo no es solo el que vio lo que otros no vieron y se enteran por lo que él les comunica. Testigo es quien anuncia con su vida lo que cree.

• El martirio cristiano requiere fidelidad, coherencia y constancia (ver Tema 27).

6.2. La fe y las obras

• La fidelidad es la otra cara de la fe. Si la fe consiste en fiarse de Dios que se nos revela, la fidelidad nos hace dignos de confianza, es decir, personas de la que los demás se pueden fiar.

• En cuanto nos fiamos de Dios, aceptamos lo que Él nos dice de sí mismo y de sus planes de salvación a favor de la humanidad.

• Su Palabra exige nuestra respuesta. El primer momento de nuestra respuesta es la acogida o aceptación del amor que Él gratuitamente nos ofrece: «nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene.» (1Jn 4,16)

• Así como Dios se revela con palabras y hechos, nuestra respuesta no es sólo una palabra de gratitud por ser amados gratuitamente: el segundo momento es la puesta en obra del mensaje que hemos acogido.

• Los hechos verifican (hacen-verdad) el contenido de la palabra. Si alguien dice que nos ama, pero busca hacernos daño, es señal de que no nos ama: sus labios dicen una cosa y su comportamiento significa otra.

• Santiago nos dice claramente: «... yo por mis obras te mostraré mi fe.» Es lo que Jesús había enseñado a sus discípu-los: «No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! Entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.» (Mt 7,21)

• Nuestras obras verifican la fe que profesamos. Al obrar de acuerdo a lo que Dios tiene dispuesto para nosotros, noso-tros proclamamos su gloria: «Brille su luz delante de los hombres de modo que, al ver sus buenas obras, den gloria a su Padre que está en los cielos.» (Mt 5,16)

6.2. Testigos del amor

• Todos los bautizados (no solo los sacerdotes y lo/as religioso/as) debemos ser testigos del amor del Señor, porque participamos de la misma dignidad y de la misma misión, aunque de manera diversa.

• Estamos llamados a testificar con la vida misma, con nuestro comportamiento, más que con los discursos que se que-dan en las palabras.

• Para ser testigos del amor del Señor debemos dejarnos transformar por su amor, esto es, dejarnos llevar por su Espíritu (ver Tema anterior), pero no es una mera pasividad en la que nosotros no ponemos nada de nuestra parte.

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• Volvemos a la Palabra: Jesús es el modelo y el mensaje. Se trata de ser fieles seguidores del ejemplo de Jesús, como si todo dependiera de nosotros... a la vez que imploramos su ayuda, como si todo dependiera de Dios (ver Tema 18).

• Nos “dejamos trabajar” por Dios en la medida que queremos “realizar las buenas obras” que él quiere que realicemos. Así, la vida cristiana no es una condición para ganarnos el amor de Dios (que nos ha salvado gratuitamente), más bien es consecuencia de su amor obrando en nosotros. Esto nos lo dice Pablo de una manera muy hermosa:

• «Somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para realizar las buenas obras que Dios nos señaló de antemano como norma de conducta.» (Ef 2,10)

• “Hechura” se dice en griego “poiema”. Este vocablo es el empleado por Pablo, cuya frase bien puede leerse así: «So-mos poema de Dios». El discípulo es un “poema viviente” que los demás pueden “leer” a través de sus buenas obras.

7. COMPROBACIÓN

Los niños marcarán las frases que consideren correctas:

� Antes de enviarlos, Jesús llamó a los Doce para que compartieran la vida con Él.

� “Construye sobre roca” el que obedece a Dios en la vida diaria.

� “Apóstol” significa “mensajero” porque anuncia la Palabra de Dios.

� Todos los bautizados participamos de la misma dignidad de hijos de Dios...

� ... pero no participamos todos de la misma misión de la Iglesia.

� “Mártir” es el que sufre hasta la muerte por anunciar el mensaje de Jesús..

� Testigo es quien ha experimentado algo y lo comparte con los demás.

� Si cada uno participa a su manera, entonces no es única la misión de la Iglesia.

� “Poema” significa “hechura”, por eso los discípulos de Jesús somos “poema de Dios”.

� Todos los testigos son “mártires”, aunque no sufran por anunciar el mensaje de Jesús.

� Dios nos ama si es que nosotros hacemos buenas obras.

� La fe se manifiesta sobre todo en el culto, la oración, las procesiones, etc.

� Si queremos realizar buenas obras, debemos dejarnos amar por Dios.

� Realizamos “buenas obras” para que, viéndolas, los demás reconozcan nuestra bondad.

� Los discípulos fueron enviados solamente a bautizar por todo el mundo.

� Para salvarnos basta creer fuertemente y rezar intensamente.

� Al final de la vida, Dios tomará en cuenta nuestras buenas obras.

� “Construye sobre arena” el que no lleva a la práctica la Palabra de Dios.

� Podemos llamar “Señor” a Jesús aunque no pongamos en práctica sus enseñanzas.

� No debemos preocuparnos por obrar correctamente, porque eso sería falta de humildad.

8. COMPROMISO

El catequista explica a los niños el compromiso de esta semana: en pequeños grupos se ofrecerán para realizar alguna tarea útil para el bien de sus respectivas escuelas.

Ponen por escrito su compromiso: ……

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Jesús envió a sus discípulos para que sean testigos de lo que su amor ha hecho en sus vidas. Somos “poemas de Dios” porque al ver nuestras buenas obras los demás pueden “leer” las maravillas que Dios puede hacer en sus hijos.

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Oramos inspirándonos en el canto El Profeta:

Antes que me formaras en el vientre de mi madre, antes que yo naciera me conocías y me consagraste.

Tengo que andar, Tengo que luchar, ¡Ay de mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar si tu voz me quema dentro?

Para ser tu testigo entre las naciones me escogiste; iré donde me envíes y lo que me mandes proclamaré.

Tengo que gritar. Tengo que arriesgar, ¡Ay de mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar si tu voz me quema dentro?

No temo arriesgarme porque conmigo estarás no temo anunciarte porque en mi boca Tú hablaras.

Tengo que andar, Tengo que luchar, ¡Ay de mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar si tu voz me quema dentro?

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Dios no se contenta con regalarnos cosas; quiere regalársenos Él mismo. Derramó sobre sus discípulos su Santo Espíritu con sus siete dones, que nos capacitan para responder con prontitud a lo que Dios nos pide.

☺ Conversen con ellos sobre la fidelidad a la verdad y la confianza para fiarse de quien la comunica.

☺ Dialoguen sobre los distintos medios de información que actualmente disponemos y cuáles les resulten más fiables.

☺ Compartan con ellos si consideran que su comportamiento personal corresponde al de un buen hijo de Dios y discípulo de Jesús.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Todos estamos llamados a ser testigos (mártires) de lo que Dios ha obrado en noso-tros. La fe se ha de manifestar con nuestras obras y comportamiento.

� Reflexionen con sus hijo/as sobre la triple misión que Jesús encargó a sus discípulos. Todos los bautizados estamos llamados a proseguir la obra de Jesús.

� Profundicen lo que significa ser “poema de Dios”.

� Acompáñenlos para que sus hijo/as puedan responder correctamente la tarea de comprobación de este Tema (n. 7).

� Ayúdenles a comprender y concretar su compromiso esta semana (n. 8).

� Reciten alternadamente la adaptación de El Profeta (n. 9).

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3333333300000000 ........ CCCCCCCCOOOOOOOONNNNNNNN LLLLLLLLAAAAAAAA FFFFFFFFUUUUUUUUEEEEEEEERRRRRRRRZZZZZZZZAAAAAAAA DDDDDDDDEEEEEEEELLLLLLLL EEEEEEEESSSSSSSSPPPPPPPPÍÍÍÍÍÍÍÍRRRRRRRRIIIIIIII TTTTTTTTUUUUUUUU 1. RECORDAMOS

Todos los bautizados participamos de la misma dignidad de hijos de Dios y, por ser miembros de la Iglesia, participamos también en su misión: proseguir la obra de Jesús. Somos testigos de su obra redentora al mostrar a los demás nuestro comportamiento coherente y constante.

2. OBJETIVO

Conocer los elementos de la Confirmación, sacramento de la madurez cristiana.

3. ANIMACIÓN

3.1. Ambientación

Se puede volver a emplear la banderola con la inscripción “Somos testigos del Señor”.

3.2. Canto

“Siempre es Pentecostés”.

3.3. Dinámica

Puede emplearse la siguiente dinámica: los niños forman un gran círculo y se numeran correlativamente; se abrazan cruzan-do sus brazos por detrás del cuello de los compañeros que tienen a ambos lados: compactar el círculo. El catequista irá indicando distintos movimientos: ¡derecha-impares! (todos los numerados impares levantan la pierna derecha, empezando por el “uno”; el “tres” levanta después, le sigue el “cinco”, etc.). Si dice: ¡pares-izquierda!, el orden va en sentido opuesto al anterior; primero levanta el “dos” y le sigue el último par... Si dice: ¡salten pares!, saltan en su sitio todos numerados. Tomar unos diez minutos cambiando las órdenes: la dinámica exige que el círculo se desbarate con los movimientos.

Explicar: en la vida no siempre hacemos lo mismo, pero la fuerza del Espíritu Santo nos mantiene unidos. Si consideran oportuno pueden volver a entonar el canto sugerido.

4. MIRAMOS NUESTRA REALIDAD Dentro de algunos años los niños iniciarán su preparación para celebrar la Confirmación. El presente Tema es una informa-ción remota. Empezamos preguntándoles qué saben sobre este sacramento: • ¿Qué piensas que es la Confirmación? • En tu Parroquia ¿a qué edad se preparan para celebrar la Confirmación? • ¿Has participado alguna vez en una celebración de la Confirmación? ¿Cuándo?

5. ILUMINACIÓN BÍBLICA

Todos los bautizados estamos llamados a ser discípulos de Jesús y testigos del amor gratuito de Dios. Para ello necesitamos fortalecer nuestra fe y vida cristiana.

� Efesios 6,10-17:

• Debemos empuñar las armas que Dios nos ofrece para resistir en los momentos adversos y superar todas las dificul-tades . Estas armas son:

� El cinturón de la verdad .

� La coraza de la rectitud .

� El escudo de la fe .

� El casco de la salvación .

� La espada de la palabra que nos da el Espíritu .

� Efesios 6,18-20:

• Para crecer en la vida espiritual debemos mantenernos:

� Orando en toda ocasión en el Espíritu . � Velando juntos con perseverancia. � Intercediendo por todos los santos.

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6. REFLEXIÓN

Premisa

Por el bautismo todos participamos de una misma dignidad: somos hijos de Dios. También, desde entonces formamos parte de la Iglesia y, por ello, de su misión evangelizadora: con la propia vida debemos anunciar la obra del amor gratuito de Dios:

6.1. Nacer y crecer

• Nuestra vida empezó en el vientre de mamá al ser fecundado un óvulo suyo por uno de los millones de espermato-zoides de papá. Al inicio nadie se dio cuenta —ni mamá ni papá— del inicio de nuestra existencia.

• Desde el momento de la concepción, hasta nuestro nacimiento pasaron nueve meses. Nacimos con algunos kilos de peso y algunos centímetros de estatura y... ¡con nueve meses de vida!

• Y esa vida continúa cada día... pero la vida implica cambios progresivos: según la edad vamos pasando de etapa en etapa, de niños a adolescentes, luego a jóvenes y adultos... Fue necesario nacer; pero, además tuvimos que cre-cer... y seguimos creciendo!!!

• Pronto dejaremos la infancia, etapa en la que aún dependemos de nuestros padres para seguir viviendo. Más tarde nuestra vida tendrá que ser asumida por nosotros mismos, hasta el punto de separarnos de nuestros padres para formar nuestra propia familia.

• Así es. Ser adulto es ser capaz de manejar la propia vida; pero esto no significa que nos aislamos o dejamos de querer a nuestros padres. Ser adulto es ser responsable, es decir, responder de su vida: darse cuenta que uno debe dar cuenta de lo que hace o deja de hacer.

6.2. Hacer y actuar

• Cada cual tiene habilidades propias, es bueno para determinadas tareas. Así hacemos cosas diversas: tanto tareas de la escuela como responsabilidades domésticas: dibujamos, hacemos maquetas, cocinamos, preparamos algunos dulces, lavamos nuestra ropa... hacemos cosas externas a nosotros mismos!!!!

• No puede ser de otra manera. Con nuestras manos e inteligencia hacemos cosas que son “creaciones” nuestras. Nos sentimos satisfechos porque logramos realizar lo que habíamos pensado... y hasta sentirnos orgullosos porque los demás nos alaban por las cosas tan bonitas que logramos hacer!!!

• ¿Pero cómo nos afectan esas cosas como personas? ¿cómo afecta nuestro ser interior? ¿somos mejores perso-nas? ¿somos más buenos ¿más honestos? ¿más solidarios? ¿más justos? ¿más dueños de nosotros mismos?...

• Entendámonos bien: uno tiene que “hacerse” a sí mismo.

• Efectivamente: cuando actuamos como personas honestas nos “hacemos” más honestos; cuando actuamos co-mo personas solidarias nos “hacemos” más solidarios, etc.

• Entonces, depende de uno mismo actuar así, y si actuamos frecuentemente de esa manera se nos hará más fácil seguir actuando así... Somos buenos en la medida que decidimos actuar bien. Nuestras decisiones marcan el tipo de persona que somos.

• En el plano espiritual, la decisión más importante es confirmar la fe que se inició en nosotros por el Bautismo.

6.3. El sacramento de la madurez cristiana

• La Confirmación es el sacramento que marca la edad madura en la fe. De aquí a pocos años, los niños que acaban de iniciar su vida de comunión eucarística se podrán acercar a recibir el sello del Espíritu Santo que los consagrará como “soldados de Cristo”.

• Adelantamos para ellos la comprensión de los signos de este nuevo sacramento: la imposición de manos y la cris-mación.

6.3.1. La imposición de manos

� En el Bautismo, por acción del Espíritu Santo nacimos hijos de Dios. Pero como no basta nacer y hay que cre-cer, Dios nos envía nuevamente su Espíritu para hacernos crecer hasta la edad adulta como discípulos de su Hijo.

� El gesto bíblico para comunicar el Espíritu Santo es la “imposición de manos” sobre la persona bautizada.

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� Hechos 8,14-17: les imponen las manos para que recibieran el Espíritu Santo, porque hasta ese momento «únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.» Es decir, habían sido bautizados como nosotros, pero no confirmados.

� Hechos 19,1-6: ellos habían recibido “el bautismo de Juan”, que era sólo un signo de querer empezar una vida nueva. Sólo el Espíritu Santo nos hace nacer a una vida nueva, por eso los bautizaron y Pablo les impuso las manos para que recibieran el Espíritu: los dos sacramentos en un misma celebración.

6.3.2. La crismación

� El Sacramento de la Confirmación lleva a su plenitud la gracia inicial del Bautismo. En ambos sacramentos se emplea el aceite consagrado por el Obispo el Jueves Santo: es el santo crisma.

� “Cristo” significa ungido, marcado o consagrado por el Espíritu y para siempre. Por el Bautismo somos hijos de Dios para siempre. Por la Confirmación somos hijos que damos testimonio de lo que Dios hace en nuestras vi-das.

«Oremos, hermanos, a Dios Padre Todo poderoso, y pidámosle que derrame el Espíritu Santo sobre estos hijos de adop-ción, que renacieron ya a la vida eterna en el bautismo, para que los fortalezca con la abundancia de sus dones, los con-sagre con su unción espiritual, y haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo.» (Rito de la Confirmación)

� En la Confirmación —después que el Obispo ora de esa manera imponiendo las manos sobre todos los confir-mandos— en forma individual se recibe en la frente el signo de la crismación.

� 1Sam 10,1; 16,13: Samuel ungió a los dos primeros reyes de Israel (Saúl y David). En la antigüedad el aceite era empleado también para fortalecer los músculos de los atletas y disponerlos para un buen combate

6.3.3. La obra del Espíritu Santo

� Confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal;

� nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir “Abba, Padre” (Rm. 8,15);

� nos une más firmemente a Cristo;

� aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;

� hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia;

� nos concede una fuerza especial para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo;

� imprime el ‘carácter’ (marca indeleble) que perfecciona el sacerdocio común de los fieles, recibido en el Bautis-mo;

• Puesto que uno “se hace bueno a sí mismo” en la medida que decide actuar bien, entonces uno debe tomar la deci-sión de recibir el Espíritu Santo y dejarlo obrar en su vida para ser testigo de Cristo.

• Por el Bautismo nacemos y por la Confirmación crecemos como hijos de Dios para convertirnos en testigos de Cris-to y anunciar el Reino de Dios como Él lo hizo.

• Si bien los signos arriba anotados indican la venida del Espíritu Santo en la celebración, no significa que después ya no actúe en nosotros. Como vimos en el Tema 28, el Espíritu Santo continuamente obra mediante sus siete dones que perfeccionan nuestra naturaleza humana.

7. COMPROBACIÓN

Los niños colocarán las letras adecuadas para resolver las palabras cruzadas con los conceptos de este Tema:

1. Escudo 2. Coraza 3. Mártir. 4. Cinturón 5. Espada 6. Frase clave de este Tema

7. Bautizaba en agua 8. “Cristo” 9. Jamás se borra 10. La palabra que nos da el Espíritu

11. Los dos signos sacramentales 12. Testigo 13. Casco 14. Son siete

15. Necesaria para la Confirmación

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B N O M A D U R E Z

A E

S C A R A C T E R

T E S T I G O = M A R T I R

A ���� N I M P O S I C I O

J U A N ���� B A U T I S T A N

C S N U D

E A G D O N E S E ����

E R L I M

S ���� V E R D A D A

P H A C I O N N

A D A F O

Y ���� Q U E ���� C R E C E R S

8. COMPROMISO

El catequista explica a los niños el último compromiso del Programa: escribir una oración al Padre pidiéndole, en nombre de Jesús, que le envíe su Espíritu para ser cada día un mejor hijo de Dios. Todos los días orarán con ella...

9. CELEBRACIÓN

El catequista hace un breve resumen del Tema: Por el Bautismo nacemos a una nueva vida; la Confirmación marca la madu-rez de nuestra vida cristiana para que seamos verdaderos testigos de la obra redentora de Jesús... Luego motiva la oración espontánea con la participación de todos los niños.

PADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTASPADRES Y MADRES CATEQUISTAS

A) Conversen con sus hijos:

☺ Recuerden con ellos el Tema anterior: Todos los bautizados participamos de la misma dig-nidad de hijos de Dios y también en su misión: proseguir la obra de Jesús. Somos testigos de su obra redentora al mostrar a los demás nuestro comportamiento.

☺ Conversen con ellos sobre lo que saben acerca del Sacramento de la Confirmación.

B) Trabajen con sus hijos:

� Comenten los textos bíblicos... Que sus hijo/as logren captar lo central del Tema: Para mantenernos fieles debemos emplear las “armas” que nos ofrece el Señor y mantenernos unidos a Él orando en el Espíritu Santo.

� Relacionen con sus hijo/as “nacer y crecer”, “hacer y actuar” .

� Reflexionen sobre la acción del Espíritu Santo en el Sacramento de la Confirmación.

� Acompáñenlos para que sus hijo/as puedan responder correctamente la tarea de compro-bación de este Tema (n. 7).

� Ayúdenles a comprender y redactar la oración-compromiso de final del Programa. Motíven-lo/as para que la reciten diariamente (n. 8).

Recen espontáneamente en familia invocando el auxilio del Espíritu Santo.

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AAAAAAAANNNNNNNNEEEEEEEEXXXXXXXXOOOOOOOOSSSSSSSS

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Historia del ‘Rosario’ El Rosario está en relación con la tradición de la oración de los 150 salmos del Antiguo Testamento. Antes de la venida de Jesucristo, estos 150 salmos eran leídos por los ma-estros en las sinagogas, para que las familias pudieran leerlas en su casa durante su oración familiar.

Pero no todas las familias sabían leer. Entonces solucionaron esta dificultad, a través del uso de la memoria y de piedras. Entonces cuando rezaban en familia utilizaban 150 pie-dras y recordaban las enseñanzas de cada salmo. Tomaban una piedra por cada salmo y repetían la parte del salmo que más recordaban o les gustaba: Por ejemplo, «El Señor es mi pastor nada me puede faltar...»

En lugar de las piedras los monjes buscaron una manera más práctica de meditar. Hicie-ron 150 nudos en un cordón y lo ataban en su cintura. Otros insertaban 150 cuentas en un cordón. Para que su oración sea más comunitaria, reemplazaron los 150 salmos por la oración del Padre Nuestro. La oración del Padre nuestro fue agrupada en tres grupos de 50 para ser meditados tres veces al día.

Esta práctica fue trasladada a los laicos. Luego los fieles devotos de María reemplazaron el Padre Nuestro por el saludo angélico: «Dios te salve María llena eres de gracia, el Se-ñor está contigo»; y las palabras de la visitación: «bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre».

La oración que conocemos como el Santo Rosario fue enriqueciéndose poco a poco, mostrando la actuación del Espíritu Santo, de la Santísima Virgen y de varios santos y hombre y mujeres. A inicios del siglo XVI el Rosario llega al modo de rezarse tal como se conoce actualmente. Así mismo; en esta época la Iglesia añade la segunda parte del Ave María: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte Amén».

Luego se estableció la forma actual e rezar el Rosario con las Avemarías, el Padrenues-tro y el Gloria, agrupados en decenas y en grupos de cincuenta Ave María según los “misterios” o momentos salvíficos de la vida de Jesús.

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Los “misterios” de la salvación

MISTERIOS GOZOSOS

Los lunes y miércoles

1. La Anunciación:

El Ángel Gabriel aparece ante María, anunciándole que Ella será la Madre de Dios. (Lc. 1, 26-28)

Señor, al igual que María ayúdanos a reconocer tu presencia en medio de nosotros los jóvenes, para decir ¡Sí! a tu voluntad.

2. La Visitación

Isabel saluda a María diciéndole: “¡Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre!”.(Lc. 1, 39-45)

Señor, ayúdanos a ser jóvenes humildes y solidarios con nuestro prójimo, sobre todo con los más necesi-tados.

3. Nacimiento de Jesús

La Virgen da a luz al redentor del mundo. (Lc. 2, 1-20)

Señor, te damos gracias por tu presencia en medio de nosotros los jóvenes, pues, ella llena de alegría y esperanza nuestras vidas.

4. La presentación de Jesús

El niño es presentado en el Templo. (Lc. 2, 22-38)

Señor, ayúdanos a abrir la puerta de nuestro co-razón para poder sembrar tu paz y tu justicia en este mundo, sobre todo en otros jóvenes que todavía no te conocen.

5. María y José encuentran a Jesús en el Templo

La Virgen María encuentra al Niño en el Templo discutiendo con los doctores de la ley.(Lc. 2, 41-50)

Señor, así como María, ayúdanos a encontrarte en nuestro caminar y así como jóvenes caminar contigo.

MISTERIOS DOLOROSOS

Los martes y viernes

1. La Agonía de Jesús

En Getsemaní, Jesús ora mientras contempla los pecados del mundo.(Mt. 26, 36-46)

Señor, ayúdanos a ser jóvenes, de oración para que de esta manera descubramos y aceptemos la voluntad del Padre.

2. La flagelación

Jesús es azotado cruelmente por orden de Pilato. (Mc. 15, 1-16)

Ayúdanos a ser jóvenes constructores de justicia y de paz, y así tener coraje para luchar por un mundo más justo y más humano donde reine tu paz y tu justicia.

3. La Coronación

Se coloca una corona de espinas en la cabeza de Jesús.(Mt. 27, 27-31)

Te pedimos por todos los jóvenes que llevan impuesta en su vida la corona de falta de alimentos, salud, edu-cación, de ausencia de oportunidades de realización personal y social.

4. Camino al Calvario

Jesús lleva la cruz al monte Calvario.(Mc. 15, 20-22)

Padre, ayúdanos a ser jóvenes fieles y consecuentes en la palabra y la acción, tal como lo fue tu hijo Jesús.

5. Jesús es crucificado

Jesús es crucificado y muere después de tres horas de agonía.(Lc. 23, 33-46)

Jesús ayúdanos a reconocerte en los momentos más difíciles de nuestra vida y en todos los que sufren por causa tuya. Danos el coraje de tu Espíritu para ser fieles a tu palabra y acción.

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MISTERIOS LUMINOSOS

Los jueves

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán

Se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi hijo amado, a quien he elegido» (Mt 3,13-17)

Padre, en el bautismo nos llamaste por nuestro nombre para que seamos mensajeros de tu Reino. Ayúdanos a ser dignos hijos tuyos.

2. Jesús en las bodas de Caná

Gracias a la intercesión de María, Jesús realizó su primer milagro (Jn 2,1-11)

Señor Jesús, Tú quisiste realizar el primer milagro para que no falte la alegría en la fiesta; ayúdanos para “hacer todo lo que Tú nos digas”

3. El anuncio del Reino de Dios

El Reino de Dios se ha acercado: conviértanse y crean (Mc 1,14-15)

Padre, tu Hijo nos reveló la gratuidad de tu amor; conviértenos para que podamos amarte a Ti y a nuestros hermanos.

4. La Transfiguración de Jesús en el Tabor

Este es mi hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo (Mt 17,1-5)

Señor Jesús, Tú que escuchaste y fuiste obediente al Padre, envíanos tu Espíritu para que seamos fieles discípulos tuyos,

5. La institución de la Eucaristía

Cada vez que comen este pan y beben este cáliz proclaman la muerte del Señor hasta que vuelva (1Co 11,23-26)

Te damos gracias, Señor, por quedarte con nosotros en la eucaristía. Ayúdanos para que seamos constructores de la comunión entre los hombres y de los hombres contigo.

MISTERIOS GLORIOSOS

Los sábados y domingos

1. La Resurrección

Jesús resucita glorioso y triunfante tres días después de su muerte. (Mt. 28, 1-10)

Padre, la resurrección de tu Hijo nos enseña que nuestra vida no termina en la muerte. Que la presencia de tu Hijo resucitado sea el sentido de nuestras vidas para ser jóvenes fieles y auténticos discípulos de tu Reino de vida, paz y justicia.

2. La Ascensión

Jesús asciende a los cielos cincuenta días de su resurrección. (Lc. 24, 44-54)

Señor, Tú estás sentado junto al Padre, guía a nuestras vidas en este caminar de encuentro con Él.

3. La venida del Espíritu Santo

El Espíritu Santo desciende sobre María y los Apóstoles. (Hch. 2, 1-4)

Señor, que tu Santo Espíritu sea el arma y la fuer-za que nos ayude a ser jóvenes testigos de tu Reino y tu Justicia por medio de tu Iglesia peregri-na.

4. La Asunción

María es ascendida en cuerpo y alma al Cielo. (Ap. 12, 1-6)

María, que tu testimonio de vida nos ayude a ser jóvenes valientes y disponibles para la evangeliza-ción del amor en nuestro país y en todo el mundo.

5. La Coronación

María es coronada como reina de Cielos y Tierra.(Sal. 45(44))

María, que tu reinado de oración, humildad, disponibilidad y fidelidad a Dios sea ejemplo para nosotros los jóvenes del nuevo milenio que queremos ser sal y luz para este mundo.

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¿Cómo rezamos el Santo Rosario?

1. Hacer la señal de la cruz, pidiendo al Espíritu Santo qué ilumine tu rezo. Rezar el Credo.

2. Rezar el Padrenuestro.

3. Rezar 3 Avemarías y Gloria.

4. Anunciar y meditar el 1er. Misterio rezando el Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.

5. Anunciar y meditar el 2do. Misterio rezando el Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.

6. Anunciar y meditar el 3er. Misterio rezando el Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.

7. Anunciar y meditar el 4to. Misterio rezando el Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.

8. Anunciar y meditar el 5to. Misterio rezando el Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.

9. Al finalizar los cinco Misterios, reza la Salve.

(Ver el orden de los misterios al terminar este Tema)

Oraciones

LA SEÑAL DE LA CRUZ : Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros enemigos + líbra-nos Señor + Dios nuestro.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

CREDO: Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Je-sucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu; nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día re-sucitó e entre los muertos. Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; en la Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; la vida eterna. Amén.

PADRE NUESTRO: Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, ven-ga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también noso-tros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

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AVEMARÍA: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA: Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

SALVE : Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nues-tra. Dios te salve; a ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra; vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh pia-dosa, oh dulce virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Amén.

JACULATORIA DE FÁTIMA: (Puede rezarse al final de cada decena): Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva a todas las al-mas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

ANGELUS: El ángel del Señor anunció a María; y concibió del Espíritu Santo. Dios te salve, María.

He aquí la esclava del Señor; hágase en mí, según tu palabra. Dios te salve, María.

Y el hijo de Dios se hizo hombre; y habitó entre nosotros. Dios te salve, María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios; para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro señor Jesucristo.

Oración: Te suplicamos Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que por el anuncio del ángel hemos conocido a la encarnación de tu hijo, nues-tro Señor Jesucristo, por su pasión y cruz, seamos llevados a la gloria de su re-surrección. Te lo pedimos por el mismo Señor Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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Sac Nº TITULO DEL TEMA OBJETIVOS

BAUTISMO

1 “Somos familia” Reconocer que nuestra vida está ligada a la de muchas personas. y que por eso dependemos unos de otros.

2 “Dios forma su pueblo” Comprender el Plan de Dios, que desde siempre tuvo como meta su comunión con los hombres y la comunión de éstos entre sí.

3 “Libres para ser hermanos Conocer, desde lo esencial del Éxodo, que Dios nos ha creado libres para que vivamos unidos como hermanos.

4 “Las leyes de la hermandad” Aceptar los Mandamientos como expresión de la voluntad de Dios para que nos mantengamos libres y sin esclavizar a los demás

5 “Cristo es el sacramento del Padre” Reconocer a Jesús como el Enviado del Padre para –por medio suyo– llevar a pleno cumplimiento lo que se había propuesto desde siempre.

6 “Libres para amar de verdad” Comprender el sentido cristiano de la libertad en su relación con el amor y reconocer las situaciones de opresión debidas al mal uso de nuestra libertad.

7 “Somos hijos de Dios” Acoger con gratitud el principal fruto del Bautismo: sin mérito nuestro nacer como hijos adoptivos de Dios.

8 “Cristo nos une en su Iglesia” Tomar conciencia de las exigencias que comporta el bautismo cristiano al introducirnos (incorporarnos) al Cuerpo de Cristo que es su Iglesia.

RECONCILIACIÓN

9 “El mandamiento del amor” Aceptar el “doble mandamiento del amor” como la ley fundamental que caracteriza a la comunidad cristiana.

10 “¿Quién es mi prójimo?” Reconocer la persona necesitada como el prójimo a quien Jesús nos pide que nos acerquemos para ayudarlo.

11 “Nos alejamos de Dios” Reconocer la realidad del pecado en nuestras vidas por el que nos apartamos de Dios que nos ama.

12 “El pecado es injusticia” Comprender el pecado como una injusticia contra los demás al privar-los de algún bien y, especialmente, de nuestro amor.

13 “Dios nos espera siempre” Reconocer la misericordia de nuestro Padre Dios, siempre dispuesto a perdonarnos, y valorar el sentido del arrepentimiento y la conversión.

14 “Conversión y Perseverancia” Reconocer que necesitamos la ayuda de Jesús para perseverar en la obediencia a la voluntad de nuestro Padre Dios.

15 “Dios nos perdona por medio del sacerdote”

Comprender y aceptar la mediación sacramental del sacerdote que nos perdona en nombre de Jesús.

EUCARISTÍA

16 “María, Madre de Jesús y Madre nuestra”

Comprender la libre participación de la Virgen María en el plan salvífico del Padre.

17 “El hombre no vive solo de pan” Recordar la necesidad de la comunicación (diálogo) para vivir en comunión.

18 “Jesús nos enseña a orar” Comprender que la comunicación personal y comunitaria con Dios es fundamental para crecer el amor fraterno

19 “Comer es compartir” Valorar los momentos de la comida en familia como ocasiones favora-bles para el diálogo y reconocer que el amor nos exige compartir la vida.

20 “Jesús alimenta a quienes lo siguen” Reconocer que el amor fraterno —siguiendo el ejemplo de Jesús— exige compartir lo que somos y tenemos para construir la comunidad.

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21 “La última cena de Jesús” Recordar con gratitud el amor gratuito de Jesús que quiere compartir su vida con nosotros para que podamos comulgar con los hermanos.

22 “Cristo nos amó hasta la muerte” Comprender que la comunión con Cristo nos exige estar dispuestos a seguir su ejemplo al dar la vida por los hermanos

23 “Jesús resucitado, pan de vida eterna”

Valorar la resurrección como el “sí” del Padre que aprueba y acoge la entrega obediente de Jesús hasta su muerte en cruz.

24 “El sacramento de toda la vida de Jesús”

Comprender la relación entre la Última Cena, el Calvario y la Misa

25 “Celebramos la Eucaristía unidos en el amor fraterno”

Valorar la eucaristía como nuestra auténtica acción de gracias sema-nal, en la que celebramos la victoria del amor de Jesús sobre el peca-do y la muerte.

CONFIRMACIÓN

26 “Pentecostés, plenitud de la Pascua” Comprender la relación entre Jesús y el Espíritu Santo.

27 “María, modelo de los cristianos” Entender la obra del Espíritu Santo en María, “llena de gracia”.

28 “Los dones del Espíritu Santo” Valorar la acción del Espíritu Santo en la vida de los cristianos.

29 “Testigos del amor del Señor”

Aceptar nuestra responsabilidad como discípulos de Jesús de seguir anunciando la llegada del Reino.

30 “Con la fuerza del Espíritu”

Conocer los elementos de la Confirmación, sacramento de la madurez cristiana.

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IIIIIIIINNNNNNNNDDDDDDDDIIIIIIIICCCCCCCCEEEEEEEE

1. SOMOS FAMILIA 1

2. DIOS FORMA SU PUEBLO 7

3. LIBRES PARA SER HERMANOS 11

4. LAS LEYES DE LA HERMANDAD 15

5. CRISTO ES EL SACRAMENTO DEL PADRE 19

6. LIBRES PARA AMAR DE VERDAD 23

7. SOMOS HIJOS DE DIOS 27

8. CRISTO NOS UNE EN SU IGLESIA 31

9. EL MANDAMIENTO DEL AMOR 35

10. ¿QUIÉN ES MI PRÓJIMO? 39

11. NOS ALEJAMOS DE DIOS 43

12. EL PECADO ES INJUSTICIA 48

13. DIOS NOS ESPERA SIEMPRE 52

14. CONVERSIÓN Y PERSEVERANCIA 56

15. DIOS NOS PERDONA POR MEDIO DEL SACERDOTE 60

16. MARÍA, MADRE DE JESÚS Y MADRE NUESTRA 64

17. EL HOMBRE NO VIVE SOLO DE PAN 68

18. JESÚS NOS ENSEÑA A ORAR 72

19. COMER ES COMPARTIR 76

20. JESÚS ALIMENTA A SUS SEGUIDORES 80

21. LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS 84

22. CRISTO NOS AMÓ HASTA LA MUERTE 88

23. Jesús RESUCITADO, PAN DE VIDA ETERNA 91

24. EL SACRAMENTO DE TODA LA VIDA DE Jesús 96

25. CELEBRAMOS LA EUCARISTÍA UNIDOS EN EL AMOR FRATERNO 100

26. PENTECOSTÉS, PLENITUD DE LA PASCUA 105

27. MARÍA, MODELO DE LOS CRISTIANOS 109

28. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO 113

29. TESTIGOS DEL AMOR DEL SEÑOR 117

30. CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU 121