Introduccin Hoy por hoy el relativismo se presenta como un verdadero tormento para la cultur a en la que vivimos y en la de cualquier poca, as tambin igual que para su santida d Benedicto XVI, que ya aun desde antes de llegar al Pontificado, tena una preoc upacin que podramos llamar central y es que el mismo dice En los tiempos modernos s e va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como defin itivo y que deja como ltima media solo el propio yo y sus ganas , y es que ya desd e entonces y con gran fuerza lo ha visto como un elemento destructor de la vida del hombre en todos sus aspectos, tanto profanos como religiosos, individuales como colectivos. El relativismo va entonces a ser el origen de toda una serie de pensamientos, id eologa, doctrinas, que lo nico que pretenden es establecer verdades las cuales no son absolutas, sino mas bien, son verdades que dependen del objeto y del sujeto. Aunque considerado como una ventaja, se llega a decir que el relativismo ha sid o la fuente, de lo que algunos llaman el pluralismo, la verdad concebida desde d istintos ngulos, pero siempre manteniendo la verdad tal cual es, no se puede deci r que sea de mucho beneficio, ya que de igual manera se puede caer en la teora di algica. Lo que es de suma importancia mencionar entonces, es el hecho de que el relativi smo nace por un motivo bastante significativo para sus primero practicantes, y e s el hecho de que n o hay verdades que sobrepasen nuestra capacidad para encontr ar otra verdad, no todo es absoluto o eterno, las verdades por muy claras que pa rezcan pueden ser revocadas y as ser puestas en tela de juicio y concebir una ver dad que este de acorde a la situacin que se est viviendo.Captulo I: LAS CAUSAS DEL RELATIVISMO 1.1 Definicin: La definicin es bastante clara y adems nos presenta como podra decirse una sntesis d e lo que se va a desarrollar a lo largo de todo el contenido del presente resume n y es que el relativismo es aquella posicin filosfica (aunque tambin es llamada un a actitud) en relacin con el conocimiento, que sostiene que la verdad sobre un ob jeto est en relacin o depende del sujeto que conoce, entendiendo por ste a la person a individual o al grupo que la experimente . Desde la perspectiva epistemolgica se presenta una como una tesis segn la cual no hay verdades absolutas; todas las llamadas verdades son relativas, de modo que l a verdad o validez de una proposicin o de un juicio dependen de las circunstancia s o condiciones en que son formulados. Estas circunstancias o condiciones pueden ser una determinada situacin, un determinado estado de cosas o un determinado mo mento . El relativismo es mas entonces considerado como una actitud es decir una posicin ante el conocer verdades, ante lo que los dems afirman como absoluto y verdadero y que aun sin embargo se presenta o puede presentarse tambin como una doctrina f ilosfica. 1.2 El origen del relativismo: Nos remontamos en la historia y tratamos de encontrar el origen de esta posicin r especto de la verdad y es as como lo encontramos dentro de nuestra civilizacin en G recia, concretamente en Atenas, en el siglo de Pericles que este es llamado as a l perodo de la historia de Atenas dentro del siglo V a. C. en el que alcanzaron s u apogeo diversas manifestaciones culturales y especialmente en el tiempo de los sofistas, quienes tenan una particular postura respecto del conocimiento y la ed ucacin. Estos extranjeros, llamados sofistas por la amplitud de sus conocimientos, tenan una nocin pragmtica de la vida intelectual. Y es que estos tenan ya una historia, y era de aquellos hombres que en un princip io haban dejado de lado el mito y comenzaron a buscar respuestas filosfica y a est ablecer verdades que ellos mismo haban descubierto, a estos primeros filsofos se l es llam presocrticos, y a ellos les suceden los sofistas que eran los sabios, los Maestros del saber , bastante descredos de las respuestas que se pudieran alcanzar en la investigacin del mundo natural, se dedican al cultivo de la Retrica o Dialcti ca, se dedicaran a utilizar todo este conocimiento para persuadir, y mediante la retorica presentar verdades que nada tenan que ver con la realidad y que era man ipuladas a su antojo y solo pretendan persuadir al publico que tenan frente a ello s. El trmino sophs no tena una connotacin negativa, y es que se puede traducir acertadam ente como sabio, y se utilizaba para designar a las personas que posean una cierta habilidad para la realizacin de una tarea. Pero es a partir de Scrates y Platn que este trmino va a adquirir la connotacin nega tiva que llega a hasta nuestros das, donde se entiende como sofista a todo aquel dotado de habilidad para los razonamientos falsos, capciosos, que hacen a su disc urso bsicamente manipulador y que lo que pretende es mostrar una verdad que no ti ene adecuacin con la realidad. Los sofistas ms importantes de la primera generacin fueron Protgoras, Gorgias, Prdico e Hipias, quienes justamente se destacan por su defensa del escepticismo y el r elativismo. Todos stos entonces sostenan posiciones relativistas, pero es precisamente Protgora s segn los fragmentos de sus escritos que han llegado a travs de los Dilogos de Pla tn, especialmente en el Teeteto, quien en la primera parte de dicho Dilogo dice por boca de Scrates: El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tan to que son, y de las que no son en tanto que no son. Y as para Scrates y Platn el punto de vista relativista era absolutamente inadmisibl e, pues si se admite como verdadero es imposible todo conocimiento cientfico, y se afecta seriamente el plano moral y el poltico, comprometiendo el sistema de valores morales y el bien comn poltico, as como afectando el orden jurdico, que no p uede fundar sus leyes en la ley natural pues sta no es aceptada por el relativismo . Ellos se preocuparon porque con una doctrina como el relativismo de los sofistas no se podan sostener posiciones necesarias y absolutas acerca del ser, el bien o la verdad. 1.3 La visin en los tiempos cristianos: 1.3.1 San Agustn y Santo Toms de Aquino. Ya en tiempos cristianos aparecen dos concepciones de la verdad singularmente en riquecedoras en primer lugar el Santo Obispo de Hipona: San Agustn que dice: No c onoce Dios todas las creaturas espirituales y corporales porque existen sino que existen porque Dios las conoce Santo Toms precisa la doble relacin que tienen las cosas creadas con el Intelecto Divino y el intelecto humano, en efecto dice all: Las cosas naturales se constituye n entre dos intelectos y se dicen verdaderas segn su adecuacin a ambos . En las cosas naturales est la creacin pasiva que consiste en una relacin real de la creatura al Creador, como al principio de su ser , por eso Dios es la medida de to das las cosas y por lo mismo stas guardan una relacin esencial al conocimiento cr eador. En cambio con relacin al intelecto creado tienen solo una relacin accidental, es d ecir pueden o no ser conocidas sin que esto afecte en nada a su ser. sic ergo intellectus divinus est mensurans non mensuratus, res autem naturalis men surans et mensurata, sed intellectus noster mensuratus et non mensurans res quid em naturales, sed artificiales tantum. Conocer es poseer la forma de la cosa conocida en nuestro intelecto, las formas de las cosas en cuanto conocidas son como un sello de las mismas en nuestra alma , y por eso se dice que son medida de nuestro intelecto. A la inversa las mismas formas sustanciales de las cosas creadas son como un sello de la ciencia de Dio s en ellas. Por consiguiente a la inversa de la frmula de Protgoras quien deca: El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son, y de las que no son en tanto que no son. Santo Toms ensea que Dios es la medida de todas las cosas, y la s cosas son medida de nuestro intelecto. Lo que marca el poder de nuestro intelecto y sus lmites y la verdadera objetivida d del conocimiento de la verdad en el orden lgico y en el orden ontolgico.1.4 Los problemas antropolgicos del relativismo desde la perspectiva de Benedicto XVI La mentalidad relativista comporta un profundo desorden antropolgico, que tiene c ostes personales y sociales muy altos. La naturaleza de este desorden antropolgic o es bastante compleja y altamente problemtica. El primero es que la mentalidad relativista est unida a una excesiva acentuacin de la dimensin tcnica de la inteligencia humana, y de los impulsos ligados a la expa nsin del yo con los que esa dimensin de la inteligencia est relacionada. Es la evid ente y necesaria actividad de la inteligencia que nos permite orientarnos en el medio ambiente, garantizando la subsistencia y la satisfaccin de las necesidades bsicas. Acua conceptos, capta relaciones, conoce el orden de las cosas, etc. con l a finalidad de dominar y explotar la naturaleza. La funcin sapiencial de la inteligencia mira, en cambio, a entender el significad o del mundo y el sentido de la vida humana; La sistemtica huida o evasin del plano de la verdad, que hemos llamado mentalidad relativista, comporta un desequilibr io de estas dos funciones de la inteligencia. El predominio de la funcin tcnica si gnifica el predominio a nivel personal y cultural de los impulsos hacia los valo res vitales (el placer, el bienestar, la ausencia de sacrificio y de esfuerzo). En trminos ms sencillos: el afn ansioso de tener, de triunfar, de subir, de descans ar y divertirse, de llevar una fcil y placentera, prevalece con mucho sobre el de seo de saber, de reflexionar, de dar un sentido a lo que se hace, de ayudar a lo s dems con el propio trabajo, de trascender. Todo esto tambin tiene mucho que ver, negativamente, con la fe cristiana. Quien p iensa que existe una verdad, y que esa verdad se puede alcanzar con certeza aun en medio de muchas dificultades, quien piensa que no todo puede ser de otra mane ra, es decir, quien piensa que nuestra capacidad de modelar culturalmente el amo r, el matrimonio, la generacin, la ordenacin de la convivencia en el Estado, etc. El relativista piensa lo contrario. El relativismo parece un agnosticismo. Quien pueda pensarlo coherentemente hasta el final lo ver mucho ms afn al atesmo prctico. El relativista piensa que el modo de alcanzar la mayor felicidad que es posible lograr en este pobre mundo nuestro, que siempre es una felicidad fragmentaria y limitada, es evadir el problema de la verdad, que sera una complicacin intil y noci va. El ser humano ya no se atreve a aceptar que es capaz de reconocer por s mismo la verdad, y esto le parece presuncin; piensa que debe conformarse con tener acceso a la accin. El hombre es siempre hombre. Su dignidad esencial es siempre la misma. Por eso e xisten conductas que nunca podrn llegar a ser buenas, sino que siempre sern incomp atibles con el respeto al hombre y a la dignidad que viene de Dios y que l lleva en s. El Papa Benedicto XVI muestra con gran poder de persuasin que el problema fu ndamental de nuestro tiempo es un problema moral. Los problemas econmicos, social es y polticos seguirn siendo insolubles si no se encara esta realidad central. Y e l Papa demuestra que el problema moral no se puede separar de la cuestin de la ve rdad. sta, por su parte, est indisolublemente unida al problema de la bsqueda de Di os.Sntesis de las causas del Relativismo Luego de haber expuesto las distintas posturas del relativismo, habiendo mostrad o el origen del mismo, y la visin de la iglesia y en especial del papa Benedicto XVI podemos concluir diciendo que las causas principales del relativismo son: Los sofistas que lo inician, por la amplitud de sus conocimientos, tenan una noc in pragmtica de la vida intelectual, es decir en la prctica haba que pensar lo ms conv eniente para cada quien. Despus de la frase famosa de Protgoras en el Teeteto que dice: El hombre es la med da de todas las cosas, de las que son en tanto que son, y de las que no son en t anto que no son surge el pensamiento relativista desde la antigedad. La mentalidad relativista es causa y lleva consigo un profundo desorden antropolgico. Su principal o a nivel personal y er, el bienestar, la El hombre ya uede encontrarla talcausa es el predominio de la funcin tcnica que significa el predomini cultural de los impulsos hacia los valores vitales (el plac ausencia de sacrificio y de esfuerzo) no se atreve a pensar que puede conocer la verdad por s mismo, que p como es, y no solamente dejarse llevar por la accin.Bibliografa Homila de la misa Pro Eligendo Summo Pontfice, en la Baslica Vaticana el dia 18 e abril del 2005 Dr. Guillermo Alberto Romero, Fuentes clsicas del relativismo, Disertacin en Sesin privada del Instituto de Biotica, 6 de junio de 2008 Jos Ferrater Mora, Diccionario de filosofa (QZ) San Agustn De Trinitate XV, q.1 a.2 c. Santo Tomas. I q.45 a.3 ad 2 Santo Tomas. q.14 a. 12 ad 3 Para el pensamiento de Benedicto XVI tendremos en cuenta los siguientes textos: Ratzinger, J., Fede, verit, tolleranza. Il Cristianesimo e le religioni del mondo , Cantagalli, Siena 2003 (trad. espaola: Fe, verdad y tolerancia, Ed. Sgueme, Sala manca 2005)La homila de la "Missa pro eligendo Romano Pontifice" celebrada en la baslica vati cana el 18 de abril de 2005, y el importantsimo Discurso de Benedicto XVI a la Cu ria Romana con ocasin de la Navidad, del 22 de diciembre 2005. El problema de fondo, segn el cardenal Joseph Ratzinger Entrevista concedida a Jaime Antnez, director de Humanitas , publicada en el ao 2 en el libro Crnica de las ideas - En busca del rumbo perdido (Ediciones Encuentro)