CELEBRAR EL AÑO PAULINO 

Alocución televisiva de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa “Claves para un mundo mejor”

(Sábado 27 de septiembre de 2008) 

“Este año, queridos amigos, estamos viviendo un Año Jubilar Paulino. Esto es un año dedicado a recordar la figura del Apóstol San Pablo”.

“El Papa Benedicto XVI, en varias ocasiones, nos ha presentado a San Pablo como un modelo para la transmisión del mensaje cristiano hoy. Por ello quisiera recordar los tipos de discurso que, según el Libro de los Hechos de los Apóstoles, empleaba San Pablo en la difusión del Evangelio”.

“Cuando debía predicar a los judíos, San Pablo solía ofrecerles una especie de síntesis de la Historia sagrada del Pueblo de Israel para mostrar como toda ella conducía a Cristo. Les proclamaba, entonces, a Jesús como el Mesías de Israel, como Aquel que iba a traer los bienes destinados a todas las naciones. Significaba, por lo tanto, una apertura universal de aquel judaísmo del Antiguo Testamento”.

“Quiere decir que nosotros hoy al difundir el mensaje del Evangelio no debemos olvidar su arraigo en esa historia santa que comenzó con la revelación de Dios a Israel. Debemos acostumbrarnos a ver todo el Antiguo Testamento como una profecía de Jesús. San Agustín solía decir que el Nuevo Testamento está latente en el Antiguo Testamento y este se hace patente en el nuevo. Desde aquí podemos comprender mucho mejor el misterio de Cristo”.

“Pero cuando Pablo comienza a dirigirse a los paganos, sobre todo cuando advierte que los judíos se cierran al mensaje evangélico, comienza a emplear otro tipo de discurso. Es un discurso que podríamos llamar filosófico. Les habla del Dios único, creador de todas las cosas, del orden providencial que rige el mundo y como es Dios quien dispensa, en la creación, todos los bienes a los hombres y trata de asociar esa imagen del Dios único con Cristo a quien presenta como aquel hombre a quien Dios constituyó en Juez del Universo –Aquel que va a venir a clausurar la marcha de la Historia-“.

“También nosotros, desde esta perspectiva, podemos aprovechar la difusión del mensaje cristiano en ciertos ambientes característicos de la cultura de hoy”.

“Podríamos decir que un discurso de este tipo apunta a mostrar los preámbulos de la fe, el diálogo de la fe con la ciencia, la interpretación de los signos que aparecen en la cultura de hoy, los grandes enigmas de la condición humana e iluminarlos con la luz del Evangelio, mostrando la articulación que hay entre la naturaleza y la gracia, entre la Creación y la Redención”.

“Finalmente podemos recordar que San Pablo a lo largo de su carrera ha ido elaborando como una síntesis del misterio de Cristo. Se ha forjado una imagen de Cristo”.

“El encuentro de Cristo con Pablo en el camino de Damasco, que es el inicio de su vida cristiana y de su condición de apóstol, él lo fue enriqueciendo con su reflexión, con su oración, con los dones contemplativos que recibió del Señor y, en sus Cartas, por ejemplo en la Carta a los Efesios, a los Colosenses, a los Filipenses, nos presenta una imagen grandiosa de Jesucristo como Cabeza de la Iglesia, centro y culminación de la creación entera”.

“Valgan estas simples reflexiones para sugerirles a ustedes que durante todo este Año Paulino se animen a ir leyendo y aún releyendo las Cartas del Apóstol San Pablo. Si Dios quiere, en otras ocasiones, volveremos sobre ellas. Es verdad que son difíciles. Ya en la segunda Carta de Pedro, en el Nuevo Testamento,  encontramos que se dice allí que las Cartas de Pablo contienen pasajes difíciles que algunos no comprenden”.

“Pero es necesario hacer el esfuerzo invocando la ayuda del Espíritu Santo para acercarnos a esa escritura a esa escritura del Nuevo Testamento a la cual el Apóstol aportó con tanta riqueza poniendo a nuestra disposición los dones que recibió de Dios”.

“Hasta la próxima semana si Dios quiere”.Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata