Ciclo C Domingo XXVII del Tiempo Ordinario «¡Si tuvieras fe... !»

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Ciclo CDomingo XXVII del Tiempo Ordinario

«¡Si tuvieras fe ... !» «¡Si tuvieras fe ... !»

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Santos del Día

• San Adalberón de Würzburg. Alemania ( †1090 ) Monje, Obispo. • San Artaldo de Arvières. Francia ( †1206 ) Monje Cartujo. • San Bruno de Colonia. Alemania (1030 †1101 ) Abad. Fundador de la Orden de San Bruno (Cartujos)• Santa Fe de Agen. Francia. Mártir. • Beato Francisco Hunot. Francia ( †1794 ) Mártir. Sacerdote.• San Francisco Tran Van Trung. Vietnam ( †1858 ) Mártir, Militar • Beato Isidoro de San José de Loor. Bélgica (1881 †1916 ) Pasionista.• San Juan Xenos. Grecia. Monje.• San Magno de Venecia. Italia ( †670 ) Obispo. • Beata María Rosa Durocher. Canadá (1811 †1849) Fundadora.• Santa María Francisca. Italia ( †1791 ) Franciscana.• San Pardulfo de Guéret. Francia ( †737 ) Abad.• San Renato de Sorrento. Italia. Obispo. • San Román de Auxerre. Francia ( †564 ) Obispo. • San Ságar de Laodicea. Turquía ( †170 ) Mártir. Obispo.• San Ywio. Francia ( †704 ) Monje.

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Nació en Colonia, Alemania.

Fue canónigo y profesor muy apreciado de una de las escuelas de más reputación de su tiempo.

En 1080 sintió la llamada a una vida más austera y entregada a la contemplación.

Abandona su cátedra y se retira junto con algunos discípulos para instaurar un tipo vida monástica donde vivirán como ermitaños, reuniéndose solamente para la celebración litúrgica.

El combate espiritual de Bruno por la Iglesia empieza por la renuncia y consiste en la oración, y el trabajo dentro de una vida contemplativa.

San Bruno Arzobispo Cartujo Abad1035 † 1101

Ruega por nosotros

Bruno y sus monjes blancos, son libres de cualquier interés terrenal, viviendo el desierto interior, como un rincón privilegiado de sombra y silencio para adorar a Dios.

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Intención Misional: Jornada Misionera MundialQue la Jornada Misionera Mundial nos anime a ser destinatarios

y también anunciadores de la Palabra de Dios.

Intención General: Personas agobiadasQue quienes se sienten agobiados hasta el extremo de desear el fin de su vida,

adviertan la cercanía amorosa de Dios.

Intenciones del Papa Benedicto XVI para el mes de abril de 2013

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† En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén

Espíritu Santo dame un corazón humilde para recibir la Palabra de Dios, y hazme dócil a sus divinas enseñanzas.

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1,2 ¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que tú escuches, clamaré hacia ti:

«¡Violencia», sin que tú salves?3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad

y te quedas mirando la opresión?

No veo más que saqueo y violencia, hay contiendas y aumenta la discordia.

2,2 El Señor me respondió y dijo:

Escribe la visión, grábala sobre unas tablas para que se la pueda leer de corrido.

3 Porque la visión aguarda el momento fijado, ansía llegar a término y no fallará; si parece que se demora, espérala,

porque vendrá seguramente, y no tardará.

4 El que no tiene el alma recta, sucumbirá, pero el justo vivirá por su fidelidad.

Palabra de Dios Te alabamos Señor

Primera Lectura - Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4

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«El justo vivirá por su fe»

Habacuc, uno de los doce profetas menores. Vivió los últimos tiempos del reino de Judá. El imperio asirio comenzaba a tambalearse por el imperio neo babilónico.

Asiria acabará por ser barrida de la escena.

Tampoco Judá podrá alegrarse por mucho tiempo. Nabucodonosor la destrozará con su pesada mano.

En este marco histórico hay que colocar la profecía de Habacuc.

Habacuc, uno de los doce profetas menores. Vivió los últimos tiempos del reino de Judá. El imperio asirio comenzaba a tambalearse por el imperio neo babilónico.

Asiria acabará por ser barrida de la escena.

Tampoco Judá podrá alegrarse por mucho tiempo. Nabucodonosor la destrozará con su pesada mano.

En este marco histórico hay que colocar la profecía de Habacuc.

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El remedio, sin embargo, no ha podido dar con la enfermedad. El pueblo caldeo se muestra tanto o más cruel que el anterior dominador.

El profeta sigue suplicando y gimiendo. La respuesta a sus súplicas viene comunicada en una visión: El injusto tiene el alma henchida, pero el justo vivirá por la fe.

El remedio, sin embargo, no ha podido dar con la enfermedad. El pueblo caldeo se muestra tanto o más cruel que el anterior dominador.

El profeta sigue suplicando y gimiendo. La respuesta a sus súplicas viene comunicada en una visión: El injusto tiene el alma henchida, pero el justo vivirá por la fe.

El pueblo de Judá sufre violencia. La violencia clama al cielo. Se acerca el vengador.El profeta clama a Dios suplicando intervención. Surge la figura de los caldeos.

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San Pablo se valió de este texto de Habacuc (Rm 1, 17 y Ga 3, 11 y en Hebreos 10, 38)para exponer la doctrina de la justificación por la fe. Parece que la primitiva Iglesia lo contempló con cierto agrado. La salvación por la fe será uno de los grandes temas de la revelación de Jesús.

San Pablo se valió de este texto de Habacuc (Rm 1, 17 y Ga 3, 11 y en Hebreos 10, 38)para exponer la doctrina de la justificación por la fe. Parece que la primitiva Iglesia lo contempló con cierto agrado. La salvación por la fe será uno de los grandes temas de la revelación de Jesús.

El justo no es otro que el pueblo fiel. Su fe en el Dios vivo lo salvará. Dios no permite que sus fieles perezcan. Es el gran anuncio. Anuncio que ha quedado grabado

en la mente de todo buen israelita y que Pablo, a su tiempo, lo comentará.

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1 ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva!

2 ¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor!

6 ¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!

7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano.

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:

8 «No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto,

9 cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras.

Salmo 95(94)1-2.6-7.8-9

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«Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: 'No endurezcáis vuestro corazón.'»

La liturgia de hoy celebra los dos elementos. Alabemos a Dios, porque ha hecho maravillas, porque él es nuestro Dios y nosotros su rebaño. Pero no olvidemos escuchar su voz,

no endurezcamos el corazón, no sea que se encienda su ira y nos destroce. Alabanza, respeto, docilidad y santo temor.

La liturgia de hoy celebra los dos elementos. Alabemos a Dios, porque ha hecho maravillas, porque él es nuestro Dios y nosotros su rebaño. Pero no olvidemos escuchar su voz,

no endurezcamos el corazón, no sea que se encienda su ira y nos destroce. Alabanza, respeto, docilidad y santo temor.

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El endurecimiento, la prueba, la tentación hacen imposible la acción bienhechora de Dios. ¡Escuchemos su voz! ¡Nos va en ello la vida!

El estribillo, pues, nos ofrece en forma de resolución la auténtica respuesta salvadora al Dios salvador: docilidad, seguimiento. Es la vida de fe, de fe viva.

El endurecimiento, la prueba, la tentación hacen imposible la acción bienhechora de Dios. ¡Escuchemos su voz! ¡Nos va en ello la vida!

El estribillo, pues, nos ofrece en forma de resolución la auténtica respuesta salvadora al Dios salvador: docilidad, seguimiento. Es la vida de fe, de fe viva.

El estribillo nos invita a tomar una postura de fe y docilidad a la palabra de Dios. Dios nos conduce. Hay que dejarse llevar, por más que surjan y surjan dificultades.

Dios puede con todas ellas.

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6 Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos.

7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza,

de amor y de sobriedad.

8 No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero.

Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por Evangelio,

animado con la fortaleza de Dios.

13 Toma como norma las saludables lecciones de fe y de amor a Cristo Jesús que has escuchado de mí.

14 Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

Palabra de Dios Te alabamos Señor

Segunda Lectura - II Timoteo 1, 6-8. 13-14

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«No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor»

Timoteo ha sido constituido pastor. Ha sido colocado al frente de una comunidad cristiana. Se le ha encomendado una parte del rebaño del Señor. Timoteo debe cuidar de él.

Timoteo es un consagrado, ha sido ordenado para conducir al pueblo cristiano a las fuentes de la vida eterna. Es un don y es una obligación. Timoteo debe avivar el don recibido.

Timoteo ha sido constituido pastor. Ha sido colocado al frente de una comunidad cristiana. Se le ha encomendado una parte del rebaño del Señor. Timoteo debe cuidar de él.

Timoteo es un consagrado, ha sido ordenado para conducir al pueblo cristiano a las fuentes de la vida eterna. Es un don y es una obligación. Timoteo debe avivar el don recibido.

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Y avivar el don recibido significa: cobrar ánimo e infundirlo, proclamar la palabra de Dios y hacer callar al impío,

actuar con energía y consolar con delicadeza, dar la cara por el Señor y guardar celoso el tesoro encomendado.

Timoteo no debe conocer el miedo. Le precede el ejemplo de Jesús, el ejemplo de Pablo, y le acompaña y robustece

la fuerza del Espíritu Santo que habita en su interior. Así queda delineada la figura del buen pastor: imitación, en lo posible,

del Buen Pastor que, movido por el Espíritu Santo, dio la vida por las ovejas.

Timoteo no debe conocer el miedo. Le precede el ejemplo de Jesús, el ejemplo de Pablo, y le acompaña y robustece

la fuerza del Espíritu Santo que habita en su interior. Así queda delineada la figura del buen pastor: imitación, en lo posible,

del Buen Pastor que, movido por el Espíritu Santo, dio la vida por las ovejas.

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5 Los Apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe».6 El respondió: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza,

y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería.

Lectura del Santo Evangelio - Lucas 17, 5-10

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7 Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado.

Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"?

8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena

y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"?

9 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?

10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan:

"Somos simples servidores, no hemos hecho más

que cumplir con nuestro deber"».

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Gloria a Ti, Señor Jesús

Palabra de Dios

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«¡Si tuvierais fe ... !»

Jesús pide fe, Jesús exige fe, Jesús recrimina la falta de fe, Jesús alaba la fe.Jesús habla tanto y con tanta urgencia de la fe, que no dudan sus discípulos en ver en ella algo grande.

Convencidos de la necesidad de la fe suplican a Jesús: Aumenta nuestra fe. Sencilla y preciosa petición.

Jesús pide fe, Jesús exige fe, Jesús recrimina la falta de fe, Jesús alaba la fe.Jesús habla tanto y con tanta urgencia de la fe, que no dudan sus discípulos en ver en ella algo grande.

Convencidos de la necesidad de la fe suplican a Jesús: Aumenta nuestra fe. Sencilla y preciosa petición.

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A Dios nadie lo ha visto nunca. Sin embargo, su voz llega a nosotros clara y limpia a través de su Hijo. Él es su voz y su Palabra. Las palabras de Dios -su Palabra-

nos abren un mundo que está muy más allá de nuestros sentidos y alcances humanos.

A Dios nadie lo ha visto nunca. Sin embargo, su voz llega a nosotros clara y limpia a través de su Hijo. Él es su voz y su Palabra. Las palabras de Dios -su Palabra-

nos abren un mundo que está muy más allá de nuestros sentidos y alcances humanos.

La fe es algo grande, muy grande. Tan grande que es capaz de obrar maravillas. La fe alcanza lo imposible. Lo que el hombre, en su inteligencia y voluntad,

no puede conseguir, lo consigue con la fe.

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Quien tiene fe vivirá la vocación cristiana en toda su perfección e integridad, pues descansa en Dios. Nada podrán contra él ni el enemigo demonio ni el mundo ni la carne.

Los apóstoles piden fe. Pidamos y supliquemos la fe. Nos es necesaria: para ver, para sentir, para obrar.

Quien tiene fe vivirá la vocación cristiana en toda su perfección e integridad, pues descansa en Dios. Nada podrán contra él ni el enemigo demonio ni el mundo ni la carne.

Los apóstoles piden fe. Pidamos y supliquemos la fe. Nos es necesaria: para ver, para sentir, para obrar.

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Obedecer a Dios implicaba un servicio libremente aceptado y amorosamente corroborado: «si no les parece bien servir al Señor, elijan hoy a quién han de servir» (Jos 24, 15).

El servicio ofrecido a Dios, a diferencia de aquel ofrecido a otros dioses o ídolos, nunca es esclavizante, sino libre y auténticamente liberador.

Obedecer a Dios implicaba un servicio libremente aceptado y amorosamente corroborado: «si no les parece bien servir al Señor, elijan hoy a quién han de servir» (Jos 24, 15).

El servicio ofrecido a Dios, a diferencia de aquel ofrecido a otros dioses o ídolos, nunca es esclavizante, sino libre y auténticamente liberador.

Los israelitas designados como “siervos de Dios”. Dios los liberó muchas veces de servidumbres esclavizantes y los invitó a pasar a su libre servicio.

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Su señor los envía a realizar misiones específicas.El de siervos fue a la vez un título que asumieron los primeros cristianos.

Su señor los envía a realizar misiones específicas.El de siervos fue a la vez un título que asumieron los primeros cristianos.

La parábola sirve para ilustrar la actitud que debe guardar el cristiano respecto a Dios. La obediencia no es exclusiva de un siervo, lo es también de quien quiera ser amigo del Señor Jesús.

Los siervos en las parábolas son hombres de absoluta confianza.

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Señor auméntanos la fe para servirte cada día con más devoción.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete.

Concédenos vivir conforme a ella.

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Oh, Rosario bendito de María, dulce cadena que nos une con Dios,

vínculo de amor que nos une a los Ángeles, Torre de Salvación contra los asaltos

del infierno, puerto seguro en el común naufragio,

no te dejaremos jamás.

Tú serás nuestro consuelo en la hora de la agonía.

Para ti el último susurro de nuestros labios será tu suave nombre,

Oh, Reina del Rosario de Pompeya, Oh, Madre nuestra querida,

Oh, Refugio de los pecadores, Oh, Soberana consoladora

de los tristes, que sea bendito por doquier, hoy y siempre,

en la tierra y en el cielo.

Beato Bartolomé Longo

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