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1 CIENCIAS (BIOLOGÍA) MÓDULO 2 Eje temático: Organización, Estructura y Actividad Celular Material genético y reproducción celular En el Módulo 1 aprendiste que la célula es la unidad funcional de todo ser vivo, y que una de sus características más importantes es que contiene el material genético, el cual permite la continuidad de las especies en el tiempo. Pero, ¿cómo y dónde específicamente se organiza ese material genético? ¿Qué procesos experimenta el material genético que permiten transmitir la información de generación en generación? Todo organismo, desde los más simples (procariontes) a los más complejos (eucariontes), posee una gran cantidad de información en cada una de sus células. Esta información se organiza en un tipo especial de molécula orgánica: el ADN. El ADN es un ácido nucleico que permite codificar la información de los organismos y, gracias a los mecanismos de división celular, posibilita la transmisión de esa información de una generación a otra. El ADN se organiza en unidades de información llamadas genes, que corresponden a secuencias de ADN que codifican para un producto (ARN o proteínas).ADN. El lugar específico que ocupa un gen en el cromosoma se denomina loci o locus. Técnicas de mapeo permiten determinar la ubicación de diferentes genes a lo largo de un cromosoma en distintas especies. Para optimizar el almacenamiento de esta gran cantidad de información en cada célula, el ADN se empaqueta junto a unas proteínas estructurales llamadas histonas, formando la cromatina (Fig. 1). Fig. 1: Esquema que muestra la organización del ADN y las histonas.

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CIENCIAS (BIOLOGÍA)

MÓDULO 2 Eje temático: Organización, Estructura y Actividad Celular

Material genético y reproducción celular

En el Módulo 1 aprendiste que la célula es la unidad funcional de todo ser vivo, y que una de sus características más importantes es que contiene el material genético, el cual permite la continuidad de las especies en el

tiempo. Pero, ¿cómo y dónde específicamente se organiza ese material genético? ¿Qué procesos experimenta el material genético que permiten

transmitir la información de generación en generación? Todo organismo, desde los más simples (procariontes) a los más complejos

(eucariontes), posee una gran cantidad de información en cada una de sus células. Esta información se organiza en un tipo especial de molécula

orgánica: el ADN. El ADN es un ácido nucleico que permite codificar la información de los

organismos y, gracias a los mecanismos de división celular, posibilita la transmisión de esa información de una generación a otra. El ADN se

organiza en unidades de información llamadas genes, que corresponden a secuencias de ADN que codifican para un producto (ARN o proteínas).ADN. El lugar específico que ocupa un gen en el cromosoma se denomina loci o

locus. Técnicas de mapeo permiten determinar la ubicación de diferentes genes a lo largo de un cromosoma en distintas especies.

Para optimizar el almacenamiento de esta gran cantidad de información en cada célula, el ADN se empaqueta junto a unas proteínas estructurales

llamadas histonas, formando la cromatina (Fig. 1).

Fig. 1: Esquema que muestra la organización del ADN y las histonas.

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Los nucleosomas son parte de la cromatina, complejo de ADN e histonasque

durante la interfase del ciclo celular se encuentra descondensada. Cuando en la célula se inicia el proceso de división, el material genético

experimenta un empaquetamiento y los cromosomas se hacen visibles (Fig.2).

En las células somáticas los cromosomas se presentan en pares idénticos, conocidos como homólogos (exceptuando los cromosomas sexuales), uno de

los cuales es de origen paterno y otro de origen materno.

Cuando la célula contiene el número total de cromosomas 2n, es diploide, mientras que si la célula presenta la mitad de la dotación cromosómica, es haploide n, como en el caso de los gametos. El

conjunto de cromosomas de un individuo ordenados en parejas de mayor a menor, constituye su cariotipo.

Fig. 2: Organización de un cromosoma

Ahora que hemos visto la forma en que se organiza el material genético, estudiaremos el comportamiento de los cromosomas en dos importantes

tipos de división celular: mitosis y meiosis. Ciclo celular y mitosis

Las actividades celulares de crecimiento y división pueden describirse según el ciclo vital de la célula o ciclo celular (Fig. 3).

La mitosis es parte del ciclo celular de división que experimenta toda célula para multiplicarse, e implica la participación del núcleo asegurando que

cada célula generada reciba una copia de cada cromosoma de la célula progenitora.

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Mitosis

G2

G1

INTERFASE

(G1 + S + G2)

S

(Duplicación de cromosomas)

Fig. 3: Ciclo celular

Durante la mitosis se distinguen distintas etapas que se identifican

claramente a través del microscopio, ya que los cromosomas están condensados.

En el siguiente esquema se ilustran las distintas etapas del ciclo celular y sus principales características (Fig. 4).

Interfase

Corresponde a la etapa entre dos divisiones sucesivas. Es la fase de mayor duración y en ella ocurre la duplicación del material genético y la síntesis de proteínas.

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Profase La cromatina se condensa y se hacen visibles los cromosomas. En los polos

comienza a aparecer el huso mitótico, que une ambos centríolos. Comienza a desaparecer la envoltura nuclear.

Metafase

Desaparece la envoltura nuclear. Las fibras del huso se unen al cinetocoro, a cada lado del centrómerode los cromosomas, los cuales están condensados.

Se disponen en el plano central de la célula.

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Anafase Las cromátidas hermanas se separan gracias a la duplicación de los

centrómeros. Una de las cromátidas de cada cromosoma se desplaza hacia un polo de la célula y la otra hacia el polo contrario gracias a las fibras a las

del huso.

Telofase

Cuando los cromosomas alcanzan los polos, se forma la envoltura nuclear sobre los cromosomas.

La división de la célula termina con la citocinesis, es decir, la división del

citoplasma para generar dos células hijas.

La meiosis es un tipo especial de división celular que ocurre en las células germinales y genera células con la mitad de la dotación cromosómica. Esta reducción del material genético tiene especial importancia en la

reproducción sexual, en la cual la unión de los gametos (generados por meiosis) permite mantener la dotación cromosómica de una generación a

otra y al mismo tiempo generar variabilidad. La meiosis consiste en dos divisiones sucesivas de una célula diploide, con una sola duplicación del material genético.

A continuación puedes observar los eventos más importantes en cada etapa (Fig. 4).

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Fig. 4: a. Etapas de la meiosis. b. Proceso de crossing over que no se

muestra en el esquema general (ocurre en la profase I, durante el paquiteno) Etapas de la meiosis

Meiosis I

Profase I: es la fase más larga de la meiosis y en ella los cromosomas homólogos se aparean entre sí, formando una estructura compleja de ADN y

proteína. La estructura resultante se denomina tétrada, por estar formada por las dos cromátidas de cada cromosoma. A continuación se produce un

entrecruzamiento o crossing-over entre los cromosomas homólogos, el cual consiste en un intercambio de fragmentos cromosómicos entre dos

cromátidas homólogas (no hermanas).

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Metafase I: las tétradas se alinean en el ecuador de la célula, es decir los homólogos se dispone frente a frente. Las fibras del huso se "pegan" al

centrómero de cada par homólogo. Las tétradas se alinean en el ecuador del huso en forma aleatoria, proceso denominado permutación cromosómica

Anafase I: las tétradas se separan y los cromosomas son arrastrados a los

polos opuestos por las fibras del huso. Los centrómeros en la anafase I permanecen intactos.

Telofase I: esta fase varía en los diferentes organismos. A veces los cromosomas pierden su condensación y se forman las membranas

nucleares alrededor de cada uno de los polos. Otras veces, los cromosomas pasan directamente a la meiosis II. Citocinesis: Corresponde a la división del citoplasma dándo origen a dos

células hijas, proceso que se denomina citocinesis.

Meiosis II Profase II: los cromosomas están completamente condensados y se hallan

en número haploide. No han experimentado duplicación del material genético luego de la citocinesis.

Metafase II: los cromosomas se encuentran en el plano ecuatorial y se unen al huso mitótico a través de sus centrómeros.

Anafase II: las cromátidas hermanas, se separan y migran hacia los polos.

Telofase II: se forman las membranas nucleares y los cromosomas comienzan a descondensarse.

Citocinesis: la telofase II finaliza con la división del citoplasma que da lugar a un total de cuatro células hijas.

Consecuencias genéticas de la meiosis

Reducción del número de cromosomas a la mitad: esta reducción a la mitad es la que permite que, en el fenómeno de la fecundación, se

reconstituya el número de cromosomas de la especie. Por ejemplo, en el ser humano se tienen 46 cromosomas y se forman células haploides (gametos) de 23 cromosomas.

Recombinación de información genética heredada del padre y la

madre: el apareamiento de los cromosomas homólogos y el consecuente crossing-over permiten que se intercambie la información. La consecuencia

de este fenómeno es que ningún hijo heredará la misma combinación de alelos de sus progenitores.

Segregación al azar de cromosomas maternos y paternos: la separación de los cromosomas paternos y maternos recombinados, durante

la anafase I y II, se realiza completamente al azar, por lo que contribuyen al aumento de la diversidad genética. En el ser humano, con 23 pares de

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cromosomas homólogos, la posibilidad de recombinación es de 223

(8.388.608) combinaciones. Este número no considera las múltiples combinaciones dadas por la recombinación durante el crossing-over.

Durante la gametogénesis (formación de gametos) ocurre la meiosis y se generan gametos con la mitad de dotación cromosómica para que, en la

reproducción sexual, se mantenga la diploidía.

Eje temático: Procesos y Funciones Vitales

Hormonas y sexualidad humana Las hormonas influyen de diferente manera en el desarrollo de la sexualidad

desde la concepción hasta la madurez sexual, pues determinan el desarrollo de las características anatómicas, fisiológicas y de comportamiento que distinguen al hombre y a la mujer.

Existen diferentes tipos de hormonas, de las cuales las esteroidales son las que desempeñan un papel fundamental en el desarrollo sexual y del

comportamiento. Debido a que las moléculas esteroidales son pequeñas y solubles en las grasas, atraviesan fácilmente las membranas celulares. Una vez en el interior celular, los esteroides pueden unirse a receptores en el

citoplasma o el núcleo y de esta manera influir sobre la expresión genética. Por lo tanto, las hormonas esteroidales ejercen acciones variadas y de larga

duración sobre la función celular. En esta sección estudiaremos específicamente el efecto de las hormonas

sexuales en el ciclo menstrual y, en consecuencia, en el desarrollo de los óvulos. Para ello, comenzaremos dando una descripción de los eventos más

importantes presentes en el ciclo menstrual y ovárico. Ciclo menstrual

Desde la aparición de la primera menstruación (menarquia) hasta la

desaparición de ella (menopausia), las mujeres experimentan cambios cíclicos en los ovarios y el útero.

Cada ciclo tiene una duración de unos 28 días aproximadamente e implica la maduración de un ovocito y la adecuación del endometrio para recibir a

éste, en el supuesto de que quede fertilizado. Si no ocurre la fertilización, el endometrio se desprende, dejando unas áreas hemorrágicas que producen el

sangrado menstrual. Podemos distinguir dos ciclos que se producen simultáneamente (Fig. 5):

El ciclo ovárico, que consiste en la maduración de un folículo y expulsión de un ovocito.

El ciclo menstrual, que consiste en la preparación de un ambiente apto para recibir al ovocito y, si este no está fertilizado, en la eliminación del mismo.

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Ciclo ovárico

En el ovario ocurren una serie de eventos que en definitiva llevan al desarrollo de los ovocitos. Las etapas fundamentales de estos cambios son:

Fase folicular (Crecimiento folicular): se refiere a la evolución del

ovocito primario y el comportamiento de las células que lo acompañan (teca y granulosa). Es una fase de duración variable que comienza con el desarrollo de un grupo de folículos por influencia de la FSH (Hormona

Folículo estimulante) y la LH (Hormona Luteinizante). Luego, se selecciona un folículo (dominante) que va madurando y aumentando de tamaño hasta

el día de la ovulación y que secreta estrógeno. Ovulación: es el evento central del ciclo femenino y corresponde a la

descarga del óvulo del folículo maduro. Se produce por el brusco aumento de la hormona luteinizante (“peak” de LH), que es seguido en un lapso de

horas por la ruptura de la pared folicular. En este evento el ovocito se encuentra en la metafase de la segunda división meiótica.

Formación del cuerpo lúteo: tiene una duración constante de 14±2 días. Después de la ovulación, la estructura folicular que queda en el ovario se

reorganiza y se convierte en una glándula conocida como cuerpo lúteo, que secreta progesterona: hormona encargada de preparar al útero para la eventual gestación, además de continuar secretando estrógenos.

Si entre los 8 a 10 días después de la ovulación no aparece alguna señal de presencia embrionaria, el cuerpo lúteo inicia un proceso regresivo autónomo

con caída en la producción de estrógeno y progesterona, lo que gatilla la menstruación.

Ciclo menstrual

El ciclo menstrual es la secuencia mensual de eventos que prepara al cuerpo para un posible embarazo. Comprende:

Fase proliferativa: corresponde al engrosamiento gradual del revestimiento uterino debido al aumento del nivel de estrógenos.

Fase secretora: comienza con la ovulación y la progesterona modifica el endometrio, preparándolo para aceptar, implantar y nutrir al posible embrión.

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Fig. 5: Ciclo folicular y Ciclo menstrual o endometrial y cambios hormonales asociados

El control de la reproducción en la mujer es muy complejo. En él participan

el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios. El siguiente esquema muestra cada una de estas estructuras, las hormonas secretadas y los efectos que generan sobre el ciclo menstrual.

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Ovarios

Libera Estrógenos (estradiol).

Su acción es general, ya que estimula el crecimiento de los órganos sexuales en la pubertad y el desarrollo

de los caracteres sexuales secundarios (desarrollo de mamas, distribución femenina de grasa y músculo, ensanchamiento pélvico).

También actúa específicamente en estructuras reproductivas, estimulando la preparación del

endometrio para el embarazo. Induce el adelgazamiento y alcalinización de la mucosa cervical.

Libera Progesterona (secretada por el cuerpo

amarillo). Actúa sobre el útero y actúa completando la preparación del endometrio para el embarazo.

Fig. 6: Principales hormonas sexuales femeninas: lugar de liberación y acción.(revisar figura original)

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Hormonas, crecimiento y desarrollo La adolescencia es un período complejo en el desarrollo de cualquier

persona e involucra una serie de cambios físicos, psicológicos y hormonales, los cuales permiten adquirir la capacidad de reproducirse.

La pubertad está asociada a un crecimiento rápido y a la aparición de las

características sexuales secundarias, mientras que la adolescencia es un período de transición psicológica y social entre la niñez y la vida adulta. La adolescencia abarca gran parte del período de la pubertad, comienza con la

aparición de los caracteres sexuales secundarios y termina cuando cesa el crecimiento somático.

Los cambios asociados al comienzo de la adolescencia están relacionados con el desarrollo del eje hipotalámico – hipofisiario – gonadal. Al comenzar

la pubertad, el hipotálamo empieza a aumentar gradualmente la secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (de GnRH), la que estimula al

lóbulo anterior de la hipófisis para que secrete FSH y LH. En el hombre, estas hormonas actúan sobre los testículos, estimulando la producción de la testosterona (hormona sexual masculina), con la cual aparecen los

caracteres sexuales secundarios. En las mujeres, las hormonas generadas por la hipófisis actúan sobre los ovarios, los que liberan estrógeno y

progesterona (hormonas sexuales femeninas), que provocan el crecimiento de los tejidos de los órganos sexuales femeninos y la aparición de los caracteres sexuales secundarios.

El ser humano presenta una diferenciación de sexos que puede verse

incluso antes del nacimiento y viene determinada por el aparato genital femenino (ovarios, útero y vagina) y masculino (pene y testículos), los que constituyen los caracteres sexuales primarios.

Pero, al transformarse en adulto, aparecen diferencias de tipo corporal entre

los dos sexos; tales diferencias constituyen los caracteres sexuales secundarios.

En la mujer las características que aparecen son las siguientes: • Crecimiento de los huesos.

• Aumento del tamaño de las glándulas mamarias. • Ensanchamiento de las caderas. • Crecimiento del vello en las axilas y en la zona púbica.

• Aparición de la menstruación. • Aumento de la actividad de las glándulas sebáceas.

Por su parte, los hombres presentan, entre otros, los siguientes cambios:

• Crecimiento de los huesos. • Desarrollo muscular. • Aumento del espesor de la piel.

• Crecimiento del vello en las axilas, el bigote, la barba, el tórax, las piernas, los brazos y el pubis.

• Eyaculación, la que algunas veces ocurre durante el sueño. • Aumento de la actividad de las glándulas sebáceas.

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Eje temático: Biología humana y salud

La diabetes Mellitus de tipo I se caracteriza porque se presenta a edad temprana y tiene relación con una disminución de las células beta del

páncreas, productoras de insulina. Por esta razón, los Pacientes tienen dificultades para regular su glicemia y deben Aplicarse insulina

periódicamente de forma exógena. Los diabéticos tipo II producen la hormona, pero sus células blanco

presentan incapacidad para captar la insulina o resistencia a ésta. La enfermedad se desarrolla en forma gradual y es común en personas con

exceso de peso y las mayores a 40 años. Puede tratarse con una dieta adecuada, ejercicio y disminución de peso. En casos más graves, debe tratarse con hipoglucemiantes que estimulen la secreción de insulina,

promoviendo la acción de ésta.

La insulina se administra a través de inyecciones subcutáneas, ya que si se tomase por vía oral sería destruida en el aparato digestivo antes de pasar al flujo sanguíneo. Sin embargo, se está investigando su posible

administración mediante inhaladores, aunque surge el problema de determinar la dosis correcta para cada paciente, ya que la velocidad con

que el organismo absorbe la insulina inhalada es muy variable. Herencia

Un individuo pertenece a una especie determinada porque presenta rasgos que son comunes a los de esa especie. Tales rasgos pueden referirse a:

Características físicas: como color y grosor del pelo, forma y color de los ojos, talla, peso, etc.

Comportamiento: como agresividad, inteligencia, pautas sexuales.

Fisiología: como la presencia de ciertas hormonas y enzimas. Estos rasgos distintivos y comunes para todos los individuos de la misma especie se denominan caracteres, y se heredan de los padres mediante la

reproducción. Para que un carácter se herede es necesario que esté codificado en los genes, segmentos del material hereditario (ADN) que

están en los cromosomas del núcleo celular. Cada carácter suele presentar dos o más formas diferentes. A cada uno de los aspectos o manifestaciones concretas de un carácter se le denomina fenotipo, que corresponde a las

características que podemos ver o detectar con nuestros sentidos en un individuo determinado. Sin embargo, el fenotipo no corresponde

íntegramente a la información codificada en un gen, sino que es el resultado de la interacción con otros genes y a menudo es afectado e incluso

determinado por el ambiente (aunque las influencias externas ambientales no son heredables, es decir, no se transmiten a la descendencia) (Fig. 9).

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Genotipo

Otros Ambiente

Genes

Fenotipo

Fig. 9: Determinantes del fenotipo

En las especies diploides cada molécula de ADN está duplicada, una copia es

heredada del padre y otra de la madre (cromosomas homólogos), y cada gen está también dos veces, uno en cada molécula, por lo que realmente cada carácter está determinado por la acción de dos alelos.

Cuando los dos alelos de un par son iguales, o sea, codifican para la misma información (solo ojos claros), al individuo se le denomina

homocigoto. Si cada alelo del par codifica para una característica diferente (ojos claros y ojos oscuros) hablamos de individuos heterocigotos o híbridos. Existen distintos tipos de herencia dependiendo de la predominancia

fenotípica de los alelos. En el caso de la herencia dominante, uno de los alelos tiene más fuerza

para manifestarse que el otro; al más fuerte se le denomina alelo dominante (representado por una letra mayúscula) y al más débil alelo recesivo (representado por una letra minúscula), de manera que, cuando

están juntos el dominante y el recesivo, el dominante se manifiesta mientras que el recesivo queda oculto.

En el caso de la herencia intermedia, ambos alelos de un gen tienen la misma fuerza para manifestarse, por lo que ninguno domina sobre el otro En este caso, aparece un nuevo fenotipo que es intermedio entre los otros.

En la codominancia ambos alelos se expresan al mismo tiempo. Gráficamente ambos alelos se nombran con letras mayúsculas.

Herencia mendeliana Mendel realizó varios experimentos que consistieron en cruzar entre sí diferentes variedades de plantas y estudiar su descendencia. A través del

estudio de estos cruces, Mendel quería determinar si existían regularidades o reglas en la transmisión de los caracteres de una generación a otra.

Para llevar a cabo esta investigación, utilizó la arveja por la facilidad de su cultivo, su corto período de desarrollo y la facilidad con que se pueden ver las características.

Para empezar, Mendel realizó sucesivos cruces y obtuvo lo que él llamó "razas puras", que correspondían a plantas que, al cruzarlas entre sí, solo

daban plantas iguales que los padres. A estos individuos genéticamente iguales se les denominó generación parental.

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Homocigoto X Homocigoto Recesivo Dominante

El segundo paso consistía en cruzar dos razas puras de semillas con distinto fenotipo, obteniendo en la 1ª generación filial (F1) el 100% de plantas con el fenotipo dominante (Fig. 10).

El tercer paso fue cruzar entre sí plantas de la generación F1, es decir cruzó híbridos (heterocigotos), volviendo a obtener de nuevo los fenotipos de la

generación parental, aunque en diferentes proporciones (Fig. 10). A partir de estos experimentos Mendel pensaba que, al cruzarse los padres,

había algo que pasaba a los descendientes para que tuvieran las semillas de cierto color, y a eso lo llamaba "factores hereditarios". Suponía, además, que los factores hereditarios debían ser dos, ya que uno venía de la planta

padre y otro de la planta madre. Hoy en día, nosotros llamamos alelos a los factores hereditarios.

Fig. 10: a) Resultados para los cruces sucesivos de arvejas partiendo de

características puras. b) Interpretación de los cruces realizados en a) en base a segregación de alelos

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A partir de los resultados obtenidos de los cruces en arvejas, se obtuvieron los siguientes postulados:

1ª ley de Mendel o ley de la segregación (separación de factores): Al

cruzar entre sí dos heterocigotos, los factores hereditarios (alelos) de cada individuo se separan, ya que son independientes. Los pares de factores o

genes se separan durante la meiosis, por lo cual cada gameto recibe solamente un miembro de cada par.

2ª ley de Mendel o ley de asociación independiente de factores: Al cruzar entre sí dos dihíbridos los caracteres hereditarios se separan, puesto

que son independientes, y se combinan entre sí de todas las formas posibles. Es decir, los genes determinantes de dos o más caracteres se transmiten independientemente unos de otros y se combinan al azar

(Fig.11). P1 P2

X

Amarillas lisas

Verdes rugosas

Amarillas lisas

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Fig. 11: Cruzamiento de dihibridismo.

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Eje temático: Organismo y Ambiente Efectos ambientales

El desarrollo de la sociedad humana está basado en el consumo de grandes

cantidades de energía de distinto tipo. Esta energía se transfiere en los ecosistemas y permite mantener a todos

los seres vivos. La mayor parte de la energía que usamos procede de los recursos naturales

de nuestro planeta, lo que puede originar serios problemas cuando se obtiene de recursos no renovables; es decir, de recursos que una vez agotados no

pueden ser regenerados en lo absoluto, o aquellos para los que se requieren lapsos de tiempo de muchísimas generaciones humanas para que se renueven.

La acción del ser humano sobre el ecosistema, con el fin de obtener

energía, suele provocar alteraciones en la biodiversidad. Estas alteraciones pueden suceder en la variedad de organismos y ecosistemas en que estos viven, incluyendo el número de especies distintas, la variedad genética

dentro de cada una de ellas, y la variedad de interacciones dentro de ecosistemas y entre ellos.

Aunque el crecimiento no destruya inmediatamente un ecosistema, la construcción de carreteras, cercos o viviendas, puede obstruir o interrumpir

los esquemas de la vida silvestre, creando así fragmentación ecológica y desequilibrio, que tienen un efecto durante un período de tiempo mayor. A

pesar de que el ambiente es capaz de adaptarse a las circunstancias naturales cambiantes, su modificación por el desarrollo humano dificulta la recuperación del ambiente, tomando a menudo décadas, en el mejor de los

casos, para recuperar su equilibrio.

Las principales actividades humanas que causan pérdida de la biodiversidad son:

Alteración y destrucción de ecosistemas. Debido a la gran diversidad existente en la selva tropical, este es uno de los ecosistemas más

vulnerables a la creciente intervención humana, la cual está dirigida a obtener madera, suelos agrícolas y terrenos habitables. La deforestación constituye la principal causa de destrucción de las áreas

naturales y, junto a la alta vulnerabilidad de las especies, combinada a la rápida pérdida o degradación de sus hábitats, favorece en numerosos casos

su proceso de extinción.

Prácticas agrícolas. Ciertas prácticas agrícolas pueden afectar la diversidad cuando se descuida minimizar sus efectos. En primer lugar, la agricultura causa un gran impacto al convertir ecosistemas diversos en

tierras de cultivo. Por otro lado, los pesticidas pueden envenenar a muchos organismos

además de crear su acción. Finalmente, los monocultivos introducen una uniformidad tan grande en extensas áreas que reducen enormemente la

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diversidad. Caza, exterminio y explotación de animales. La caza de ciertos

animales considerados como una amenaza para el ganado, ha llevado a ciertas especies hasta su exterminio. La caza indiscriminada también ha

tenido los mismos efectos. En la actualidad, el comercio de algunos animales exóticos, la captura de otros con supuestas propiedades curativas

(especialmente apreciadas en la farmacopea china) y el turismo masivo, entre otros factores, amenazan a distintas especies.

Introducción de especies nuevas. Ya sea para actuar contra plagas o por causas involuntarias, como el desplazamiento y el transporte de

mercancías, el ser humano actúa como un gran introductor de especies nuevas en ecosistemas en los que, hasta entonces, no existían. Esto es especialmente peligroso en lugares como las islas y los lagos antiguos, que

suelen ser ricos en especies endémicas, porque son lugares en los que la evolución se ha producido con muy poco intercambio con las zonas vecinas

debido a las evidentes dificultades geográficas. Contaminación de aguas y atmósfera. La contaminación local tiene

efectos pequeños en la destrucción de especies, pero las formas de contaminación más generales, como el calentamiento global, pueden tener

efectos muy dañinos. La meta del manejo de la biodiversidad es lograr el equilibrio óptimo entre

la conservación de la diversidad natural y el avance sustentable de la vida humana. Por ello, el objetivo de las estrategias es mantener un máximo de

biodiversidad, para lo cual es necesario conjugar los beneficios de la conservación de la biodiversidad con los intereses de las personas.

El manejo de la biodiversidad es por ello un esfuerzo abocado a: • proteger y utilizar sustentablemente la biodiversidad y los recursos

biológicos, asegurando una distribución equitativa y adecuada de los beneficios generados por ella. En lo posible evitar la destrucción, degradación o conversión de hábitats y ecosistemas.

• desarrollar instituciones (humanas, de infraestructura, financieras) adecuadas para establecer áreas protegidas en las que se mantengan las

funciones y procesos de un ecosistema.