Ciprés (Cupressus sempervirens)

Nombre común: ciprés.

Árbol de la familia Cupressaceae originaria de la Región mediterránea. Habita en las montañas semiáridas del este y sur del Mediterráneo como

Líbano, Siria, sur de Grecia, Túnez o Marruecos. En España se le puede ver por toda su geografía como especie ornamental o en repoblaciones

forestales puntuales.

Esta conífera, que puede alcanzar hasta los 30 m., tiene copa de aspecto compacto y estrecho. Las hojas son escamiformes, delgadas, aplanadas

y de color verde oscuro mate. Las inflorescencias masculinas terminales son solitarias o aparecen en grupos, mientras que las femeninas se

colocan formando conos axilares. En el mismo árbol se pueden encontrar flores masculinas y femeninas. El fruto es un cono escamoso leñoso,

alargado y ovalado, de color verde al principio y grisáceo al madurar.

Se trata de una especie de crecimiento rápido en los primeros años, que se utiliza para la formación de setos y pantallas protectoras o como pies

aislados. El ciprés fue muy cultivado y difundido en el mundo grecorromano, llegando a ser uno de los elementos característicos del paisaje y del

jardín mediterráneo. Debido a su longevidad, se ha plantado como símbolo funerario en los cementerios, por lo que se le asocia con frecuencia

con la muerte. También se emplea habitualmente como cortavientos.

Algunas de las variedades de ciprés utilizadas son el Cupressus sempervirens var. horizontalis (Ciprés horizontal), en la que las ramas no están

completamente verticales, Cupressus sempervirens var. pyramidalis (Ciprés piramidal), con las ramas verticales y la típica estampa del ciprés y

Cupressus sempervirens 'Fastigiata' , 'Totem', 'Stricta', que tiene aún un porte más compacto y estrecho, como una "aguja".

Generalmente es para uso ornamental aunque se utiliza en ebanistería, talla, fabricación de buques y mobiliario. La resina, las piñas, la madera y

las hojas se emplean para uso medicinal.

A pesar de prefiere terrenos calizos, es capaz de vivir en todo tipo de suelos, excepto en los encharcados y salinos. Es una especie rústica que

prefiere ubicaciones soleadas, pero que tolera la semisombra. Muy resistente a la sequía y al frío. Las raíces son muy sensibles y tienen tendencia

a enrollarse cuando se cultivan en contenedor.

El mantenimiento es muy sencillo: excepto en las formaciones de seto, sólo necesita poda para curar o recomponer. Conviene realizar un

abonado anual con materia orgánica y mantener riegos periódicos durante el verano, pero sin abusar.

Respecto a plagas y enfermedades, es muy sensible a la 'Seca del ciprés' que se produce por el ataque del hongo Seiridium cardinale. Para

prevenir este problema, pueden realizarse abonados foliares periódicos con preparados comerciales al efecto y aplicación de fungicidas. Otras

plagas que pueden aparecer de forma puntual son el barrenillo y la cochinilla.

Reproducción por semillas o injertos las variedades fastigiadas de porte compacto y estrecho.