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AÑO V / EDICIÓN 036/ PUBLICACIÓN MENSUAL /DICIEMBRE 2015 / SUR DEL VALLE DE ABURRÁ / CIRCULACIÓN GRATUITA. 4 Años Foto: Alejandro Soberón El equipo paisa de fútbol americano se coronó tricampeón del campeonato nacional, jugando en el municipio de Sabaneta. El acompañamiento masivo del público refleja el crecimiento de este deporte y la necesidad de brindarle más apoyo. Pág 15 HUNTERS , tres veces cazadores

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Edición 36 del periódico CIUDAD SUR, con circulación en Medellín y sur del Valle de Aburrá.

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Año V / Edición 036/ PublicAción mEnsuAl /diciEmbrE 2015 / sur dEl VAllE dE Aburrá / circulAción grAtuitA.

4Años

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El equipo paisa de fútbol americano se coronó

tricampeón del campeonato nacional, jugando en el

municipio de Sabaneta. El acompañamiento masivo del

público refleja el crecimiento de este deporte y la necesidad de

brindarle más apoyo. Pág 15

Hunters, tres veces cazadores

Ciudad Sur2 Editorial

Director: Alejandro Calle Cardona

Periodistas: Octavio Gómez V.

Heidi AcostaCarmen Herrera

Alejandro Calle CardonaJuliana Vásquez

Carlos Julio ÁlvarezAndrés Velásquez Carolina Navarro

Fotografía: Alejandro Calle Cardona

Diseño: 5 Sentidos Comunicaciones

Mercadeo y ventas 3165300807

CIUDAD SUR ITAGÜÍ-ANTIOQUIA

Ciudad Sur@prensaciudadsur

CIUDAD SUR es un medio alternativo de comunicación

independiente, con circu-lación mensual de 10.000

ejemplares. Andrés Felipe Garzón, a sus nueve años, llevó a su boca un tote, ese “inofensivo” artefacto de pólvo-ra, lo masticó y luego lo escupió. Dos días después comenzaron los

síntomas, el vómito, el dolor, el llanto. Andrés, un pequeño habitante del barrio El Tablazo de Itagüí, tuvo que ser remitido desde el Hospi-tal San Rafael, donde le diagnosticaron una intoxicación, al Hospital General donde sus padres recibieron un dictamen poco espe-ranzador: el niño había perdido su hígado.

Tatiana Pérez, madre de la menor, no creía lo que había sucedido. Pasaron dos semanas y por fortuna apareció un donante, y fue en el Hospital Pablo Tobón Uribe donde Andrés logró contar nuevamente con este órgano. A sus nueve años, y en menos de 15 días, el pe-queño ya había recorrido tres centros hospi-talarios por cuenta del famoso tote, ese que muchos niños queman a escondidas o, peor aún, frente a sus padres al creer que este no hace daño.

Mientras este editorial es escrito, el estalli-do de la pólvora aparece de manera estruen-dosa por cuenta de la alborada que anuncia que nuevamente ha llegado diciembre, el mes con mayor demostración de alegría, pero también el mes con más riñas, más accidentes de tránsito por cuenta del consumo de licor y con más quemados con pólvora, siendo los

niños los más afectados. Pareciera que la pól-vora significa alegría, que sin pólvora ninguna fiesta es igual, como si no fuera suficiente el compartir con la familia, con los amigos.

En los últimos años las autoridades han intensificado las campañas en contra del uso desmedido de la pólvora, aumentaron las sanciones para los padres de aquellos peque-ños que resulten quemados, incluyeron a los animales en la estrategia para sensibilizar mu-cho más a la población, porque ellos también son víctimas.

Pero nada de esto parecer ser suficiente. La cultura mafiosa de quemar pólvora para cele-brar se incrustó en nuestra cotidianidad, esa cultura impuesta por los grupos paramilita-res y narcotraficantes para festejar el éxito en cualquier “vuelta”, esa cultura de derrochar el dinero, ese mismo que tal vez costó la vida de alguien.

El dolor y la indignación aumentan cuando son los padres los que financian esa práctica a sus hijos o quienes queman todo tipo de pól-vora frente a ellos, ¡vaya ejemplo!

Según el Instituto Nacional de Salud, An-tioquia pasó del primero a tercer lugar en el listado de departamento con más lesio-nados con pólvora. Para el cambio de año 2013 – 2014 en Antioquia se reportaron 275 lesionados y en las festividades del 2014 – 2015 la cifra bajó a 248 casos. Pese a esto

hay mucho camino por recorrer.Los cifras recogidas desde el primero de di-

ciembre de 2014 al 13 de enero de 2015 indican que en Medellín se reportaron 75 lesionados por pólvora, Itagüí 8, mientras que Envigado y Caldas 6. Al pabellón de quemados del San Vicente Fundación llegan cada temporada decembrina decenas de niños quemados por irresponsabilidad de sus padres; esos niños que deben permanecer internados, venda-dos y en soledad, mientras escuchan el esta-llido de más pólvora, esa que deja huellas y mata la ilusión de una feliz Navidad.

Andrés Felipe avanza en su recuperación y espera volver a su colegio y cumplir su mayor sueño: ser futbolista profesional. Pero An-drés pudo morir por cuenta del fósforo blan-co, químico que compone el tote y que puede llevar rápidamente a la muerte a un adulto y mucho más a un niño.

La Policía podrá hacer operativos y las autoridades invertir en campañas, pero son ustedes, padres de familia, quienes deben impedir que sus hijos usen pólvora o que cualquier persona lo haga cerca a ellos y a ustedes. No le de miedo denunciar a quien lo haga, a quien la fabrique, a quien la ven-da. Vencer ese miedo o esa indiferencia, puede salvar la vida de quien más ama. Por ellos, por ustedes, por nosotros, digamos ¡No más pólvora!

un niño quemado en navidad

Ciudad Sur 3

Tras conocerse los nombres de los alcaldes electos de los cinco municipios del sur del Valle de Aburrá, universida-des y entidades han dado co-

nocer informes y estudios sobre los retos que debe afrontar esta subregión en los próximos cuatro años. Lo social, la seguri-dad, la movilidad y la economía aparecen como las prioridades.

La Universidad Esumer en conjunto con el Área Metropolitana entregó un com-pleto informe sobre las necesidades de cada municipio y pese a los reparos de al-gunos dirigentes, el informe fue construi-do a través de encuestas en los barrios, lo que permitirá, si el gobernante así lo defi-ne, aplicar a sus programas de gobierno o posibles políticas públicas.

Por su parte la Cámara de Comercio Aburrá Sur y los alcaldes electos de Cal-das, Envigado, Itagüí, La Estrella y Sabane-ta, ya tuvieron una reunión de empalme el pasado 24 de noviembre, donde se ra-tificó esta importante alianza interinstitu-cional para el mejoramiento productivo y competitivo del comercio y la industria de esta subregión metropolitana.

Allí, la presidenta Ejecutiva, Lillyam Mesa Arango, habló sobre la futura voca-ción económica, el desarrollo de proyec-tos de infraestructura estratégicos para su competitividad económica, la educa-ción y la planeación territorial para la re-tención y atracción de nuevas inversiones económicas.

Para Mesa Arango, los programas de formalización, emprendimiento, fortalecimiento, innovación, interna-cionalización económica y promoción comercial, así como el pacto Educación-Empresa-Estado, son fundamentales para la consolidación económica del Aburrá Sur, teniendo en cuenta la evidente des-industralización y el fortalecimiento del sector de servicios y comercial.

Incluso, la Cámara de Comercio Aburrá Sur invirtió en los últimos tres años 9 mil millones de pesos en recursos propios en diferentes programas, buscando que los pequeños, medianos y grandes empresa-rios fortalezcan sus unidades y aporten al crecimiento económico de los munici-pios.

Al final del encuentro, los alcaldes se comprometieron con la Cámara a diseñar las estrategias y programas que se coordi-narán desde la agenda pública para bene-ficio de la competitividad económica del Aburrá Sur.

Primer reto del Aburrá sur: consolidar su economía

Econmía

Ciudad Sur4

Ciudad Sur 5Envigado

Llega diciembre y con él los alumbrados, la alegría y el compartir. Como es costumbre los municipios del Valle de Aburrá encienden sus

tradicionales alumbrados, pero este año el fenómeno del niño obligó a las administraciones

municipales reducir el tiempo de encendido y solo los turistas podrán disfrutar las luces hasta la

media noche.

Medellín y Envigado ya encendieron sus luces, mientras que Itagüí lo hará el próximo 7 de

diciembre. Estas son algunas de las imágenes del Carnaval de Luces en Medellín y el Viaje de la

Navidad en Envigado.

la navidad!¡Vive

Fotos: Alejandro Calle y EPM

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Al Alto de san Miguel

llegaron nuevos habitantes

Alejandro Calle [email protected]

“Los árboles es el abono de la madre tierra, por eso al sem-brar una planta es sembrar vida”, aseguró Iván Hum-berto Márquez, de la comu-nidad indígena Arahuacos de la Sierra Nevada de Santa

Marta y quien llegó hasta el Alto de San Miguel en Caldas para sembrar los prime-ros 50 de cien mil árboles que Parques del Río sembrará en todo el recorrido del río Medellín-Aburrá y los corregimientos de la capital antioqueña.

Tras un ritual precedido por los indíge-nas, se inició la siembra de las especies ar-bóreas, entre ellas yarumos, aguacatillos, espadero, dragos y niguitos. “La siembra de estos 100.000 árboles es un nuevo compromiso de Parques del Río con el medio ambiente de toda la ciudad, con la sostenibilidad de nuestro valle y con la mi-tigación de los efectos del cambio climáti-co que ya estamos sufriendo”, indicó el al-calde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa.

A la cita de aquel viernes acudieron más de cien personas, entre funcionarios de las alcaldías de Medellín y Caldas, cami-nantes y sembradores. Una de ellas fue doña Marta Ardila, residente de Caldas, quien madrugó a las seis de la mañana solo para devolverle a la naturaleza todo lo que, según ella, le ha brindado. “Esto me parece muy bonito porque los que vi-vimos cerca de aquí venimos los fines de semana para pasar un rato con la familia, disfrutar del río, de las cascadas, a almor-zar y estos árboles hacen que se vea más bonito el lugar”.

Además de la siembra, la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín adelanta la actualización del inventario de la avifau-na e identificación de especies focales e indicadoras que habitan en el Refugio de Vida Silvestre y del Parque Ecológico Re-creativo Alto de San Miguel. Con ello se busca identificar vacíos de información y prioridades de conservación de esta im-portante reserva natural.

Por otra parte, también se adelanta-ron inventarios de mamíferos, anfibios y reptiles, además de complementarse el inventario de flora que se ha venido com-pilando desde años anteriores con la Uni-versidad CES para el catálogo digital de la flora del Alto de San Miguel.

Se espera que las próximas administra-ciones municipales implementen planes de recuperación y conservación de los recursos naturales en esta reserva y avan-zar en la recuperación del río Medellín para lograr cumplir el sueño de que todo su recorrido sea tan natural como en su nacimiento.

M edio ambiente

fotos. José Leonardo Cataño y Andrés Zapata

Ciudad Sur 7

no zArigüeyAs

ataque a las

Ilustración MEDELLÍN INTELIGENTEwww.mdeinteligente.co

Tradicionalmente son conocidas como chuchas y de manera errónea son catalogadas como roedores o ratas gigantes. Esto ha ocasionado que en algunos barrios de Medellín y municipios del valle de Aburrá se les ataque, generando el rechazo y la pre-ocupación de entidades ambientales y organizaciones defenso-

ras de animales, puesto que estos marsupiales son claves en el equilibrio del ecosistema.

Es normal verlas en zonas arborizadas debido a que su alimentación se baja en frutas, arácnidos e incluso ratones, los cuales sí son transmiso-res de enfermedades. Son grandes dispersoras de semillas, lo que ayuda a la restauración de los bosques y la protección de la capa vegetal, pre-vención de la erosión del suelo y por ende menos probabilidades de que

sucedan inundaciones y deslizamientos. Ser atropelladas por vehículos en las vías que invadieron sus há-

bitats y que no tienen señalización. Ser golpeadas con piedra y palo hasta morir o ser cazadas, son los principales riesgos que tienen que afrontar.

Hasta el pasado 18 de noviembre, el centro de atención del Área Metropo-litana tiene registrado 263 rescates de zarigüeyas por estar en peligro. “La zarigüeya no representa riesgo para hombre, al contrario, es el hombre el principal riesgo para estos animales. Lo paradójico es que es la basura con-centrada en lugares no aptos se convierten en una fuente de alimento”, ex-plicó Víctor Vélez, profesional del equipo de Fauna del Área Metropolitana.

El funcionario invitó a la comunidad a no atacar a las zarigüeyas y denun-ciar cualquier tipo de maltrato o agresión en contra de estos animales y evi-tar una caza indiscriminada.

M edio ambiente

8 Ciudad SurCrónica

una vejez arropada por

la soledadAunque en Medellín existen programas de protección a los adultos mayores, hay lugares como La Colonia de Belencito que llaman a reflexionar sobre la

soledad de la vejez.

Juliana [email protected]

Pasillos amplios y brillantes de una casona de muros blancos y columnas en madera pintada de verde claro. Esa es la primera imagen que encuentran los visitan-tes después de pasar el portón. Por esos pasillos se

sienten andares lentos y en ocasiones sin ritmo, temblorosos o apoyados en bastones. Andares sin rumbo, andares cansados.

También se ven adormilados algunos de los habitantes de este lugar con sus grabadoras destartaladas pegadas al oído, de las que salen melodías de tangos y boleros que pa-recieran evocar un momento casi difuso del pasado. Unos tiene la mirada perdida, algunos más curiosa, unos tantos triste y otros tan solo observan lo que pasa a su alrededor.

Todos ellos están en el Centro de Protección al Adulto Mayor - Colonia de Belencito, un lugar de espacios amplios, zonas verdes bien conservadas y donde ventea todo el día, revolviendo las memorias de los 250 adultos mayores que habitan allí.

Uno de ellos es Orlando Muñoz. Un hombre de 68 años, de bigote gris y frondoso, de ojos tristes y de conversación amable. En su juventud fue trabajador y artesano. Vivió en el municipio del Carmen de Viboral, donde aprendió el arte de

la loza, pero llegó la sombra de la guerra y la violencia que lo devolvió a Medellín y ya no fue el mismo. “Me dediqué a vivir en la calle. Aún no se por qué. Deambulaba por el centro de Medellín. Me maltraté. Fueron muchos años perdidos”, afir-ma Orlando.

Y cuenta, después de un suspiro hondo, de esos que ali-vian el alma, que la vida le dio un empujón. “Yo pedí ayuda porque me enfermo, casi muerto del uso y el abuso que hice de mi cuerpo y en el Hospital de Castilla me atendieron tan bien, que me trajeron hasta aquí”.

El 18 de diciembre de 2013 llegó en una ambulancia a La Colonia de Belencito y desde entonces, su vida es otra. Cada mañana le da gracias a Dios por la nueva oportunidad que le dio y en un cuaderno dibuja y escribe, en buena caligrafía, lo que se le viene a la cabeza en algún momento del día. Y es que este lugar se ha vuelto el hogar de personas que como él, por cualquier motivo, terminan en la calle, enfermas, so-las o abandonadas.

La historia de La Colonia se remonta a 1940 cuando una persona donó parte del terreno y el Municipio de Medellín decidió ubicar allí la llamada casa de los mendigos, que fun-cionaba cerca de La Ladera, donde recibían niños y ancianos desvalidos con enfermedades físicas y mentales, que las

Hermanas Dominicas de la Presentación atendían. En algún momento llegaron a albergar hasta 400 personas a las que ofrecían comida, aseo y alivio para el cuerpo.

Cada uno de los que habita ese lugar tiene una historia. Buena parte de ellos no la recuerda o no quiere hacerlo. Siguen una rutina que comienza temprano. Tienen sus ele-mentos de aseo, su ropa y sus raciones de comida. Unos jue-gan, otros cantan, conversan, tejen, algunos más caminan por los pasillos como buscando algo, una salida, un espacio para darle sosiego a la mente o descanso al cuerpo.

Una estampita de un santo, un radio, un libro, una muñe-ca, un juguete. Algo que les da un sentimiento de arraigo a su historia o de consuelo a su dolor, sirve para aferrarse a la vida. Hacen amigos, por supuesto. “Se tejen lazos y es muy complejo cuando uno de ellos fallece. La sensación de incer-tidumbre y de temor a la muerte se impregna en el ambien-te”, confiesa la hermana Ana Cecilia Galeano, trabajadora social de La Colonia.

Proyecciones a 2015 del Dane indican que en Medellín hay una población de 700 mil adultos mayores de 50 años y 400 mil mayores de 60 años aproximadamente.

SolosCarlos Londoño llegó al Hospital San Vicente Fundación por-que la tos no lo dejaba dormir y la hinchazón de las piernas le impedía caminar. Sus ojos azules se pierden entre sus cejas po-bladas. Es oriundo de Frontino y de muchacho solía negociar con legumbres en algunos pueblos antioqueños.

9Ciudad Sur Crónica

una vejez arropada por

la soledadHermanas Dominicas de la Presentación atendían. En algún momento llegaron a albergar hasta 400 personas a las que ofrecían comida, aseo y alivio para el cuerpo.

Cada uno de los que habita ese lugar tiene una historia. Buena parte de ellos no la recuerda o no quiere hacerlo. Siguen una rutina que comienza temprano. Tienen sus ele-mentos de aseo, su ropa y sus raciones de comida. Unos jue-gan, otros cantan, conversan, tejen, algunos más caminan por los pasillos como buscando algo, una salida, un espacio para darle sosiego a la mente o descanso al cuerpo.

Una estampita de un santo, un radio, un libro, una muñe-ca, un juguete. Algo que les da un sentimiento de arraigo a su historia o de consuelo a su dolor, sirve para aferrarse a la vida. Hacen amigos, por supuesto. “Se tejen lazos y es muy complejo cuando uno de ellos fallece. La sensación de incer-tidumbre y de temor a la muerte se impregna en el ambien-te”, confiesa la hermana Ana Cecilia Galeano, trabajadora social de La Colonia.

Proyecciones a 2015 del Dane indican que en Medellín hay una población de 700 mil adultos mayores de 50 años y 400 mil mayores de 60 años aproximadamente.

SolosCarlos Londoño llegó al Hospital San Vicente Fundación por-que la tos no lo dejaba dormir y la hinchazón de las piernas le impedía caminar. Sus ojos azules se pierden entre sus cejas po-bladas. Es oriundo de Frontino y de muchacho solía negociar con legumbres en algunos pueblos antioqueños.

Se casó en Jericó y con su esposa se asentó en Medellín. No pudieron tener hijos y hace 15 años ella lo dejó solo des-pués de morir a causa de un derrame cerebral. La soledad lo abrumó y se fue a la calle. “Empecé a tomar. A andar por to-das partes, a conseguir viejas y a bailar”. Parece que a Carlos le doliera decir eso porque hace una pausa, dispersa el nudo de su garganta con saliva y continúa. “Me gusta la platica y me puse a vender revueltico en la calle, nada más pa’ diverti-me y pagar una piecita en el centro”.

Y se le fue yendo la vida. Dice que dejó el licor, pero no la razón de ello. Solo argumenta que “es muy malo”. Ahora, enfermo y con dificultad para caminar, su próximo hogar es uno de paso, para personas mayores que no tienen familia, porque en sus condiciones de salud no puede regresar a la calle.

Su anhelo es seguir trabajando para tener monedas en el bolsillo. “Yo sí me siento solo porque tengo dos hermanitas. Una vive en Frontino y la otra en Venezuela, pero no sé nada de ella. No me buscan ni me llaman, ni saben dónde estoy. Soy solo”, expresa Carlos.

“El abandono de los viejos es un asunto complejo de tratar porque en muchos casos hay antecedentes de problemas familiares, económicos o simple-mente porque nadie se quiere hacer cargo de ellos. Pero hay un abandono mucho peor y es que los hijos o nietos hacen en sus propias casas, porque los empiezan

a tratar como

un mueble viejo”, dice Héctor Fabián Betancur, secretario de Inclusión Social y Familia de la Alcaldía de Medellín, res-ponsable de la administración de este centro .

Mientras tanto en las calles, en hospitales y centros geriátri-cos viven cientos deadultos mayores adoloridos por el aban-dono, o felices porque al fin hallaron compañía en el ocaso de sus vidas. Mientras tanto, en La Colonia de Belencito, 250 adul-tos mayores ver pasar los días compartiendo entre sí, sus me-morias, desvaríos y hasta sus sueños en los amplios espacios de este lugar que no solo hace parte de la historia de Medellín, sino también de todas esas personas que buscan un abrazo, un saludo, un poco de atención y cariño. Porque a todos ellos los une la soledad. Allí los días se pasan rápido entre la rutina. Cuando termina el día, el verde de las vigas de esa casona, pierde su gracia. Apa-recen las sombras, se agudiza el silencio, se apagan las luces y solo se escuchan los grillos y una que otra grabadora o televi-sor que mengua las noches de estos ancianos abandonados.

Foto: Cristian Marín

Ciudad Sur10 I tagÜí

Por: Alejandra Santacruz [email protected]

Cuando los computadores XO, unas pequeñas computadoras portátiles de color blanco y verde, llegaron a las aulas de Itagüí, los docentes

y estudiantes nunca se imaginaron la trans-formación que sufriría la educación en su municipio. El Plan Digital Teso, iniciativa de la Alcaldía Municipal en asocio con la Universi-dad Eafit, permitió el acceso a las TIC en las 38 instituciones educativas de esta localidad el sur del Valle de Aburrá.

En 2012 la actual Administración Munici-pal se encontró con la existencia de 11 mil XO adquiridas durante la el gobierno ante-rior y que se almacenaron en una bodega a la espera de una solución que garantizara su buen uso para el aprendizaje de los estu-diantes.

Aquellas máquinas cuentan con un siste-ma operativo libre GNU/Linux que contie-nen diferentes programas educativos para que los estudiantes exploren, creen, comu-niquen y compartan actividades. Pero falta una estrategia que explotara semejante re-curso y que este no quedara reducido a un juguete más.

Fue allí cuando apareció la Universidad Eafit, quien a través de Claudia María Zea Restrepo, directora de la línea de Informática educativa y experta en el tema, introdujo las primeras estrategias de apropiación de la tec-nología en el aprendizaje.

Las primeras actividades con los estu-diantes y docentes de básica primaria es-tuvieron enfocados a la creación de una producción audiovisual y a la conforma-ción de una banda musical llamada XO Band.

teso,“La iniciativa de acoger todos los re-

galos que nos ha dado Teso fue funda-mentalmente por el amor hacia mis es-tudiantes y a mis abuelas, las abuelas de mis estudiantes, con quienes en compa-ñía de un tutor iniciamos un proceso de formación básica en computadores para que ellas me ayuden a acompañar desde el hogar a los niños en este proceso”, explicó Daddy Barrientos, docente de la Institución Educativa Los Gómez.

Daddy ha sido de las 1.200 docentes del municipio que se ha formado Tecnologías de la Información y Comunicación en am-bientes educativos desde 2012. Por ello, quizá es una de las que más habla con pro-piedad y da muestra del sentimiento por los sueños cumplidos.

Mientras conversamos con Daddy, ella habla con su monitor para que entregue a sus compañeros los XO y así iniciar la se-sión; siguiendo la instrucción de la profe, Daniel entrega a cada uno su computadora y se sientan en grupos en los corredores de la institución.

Pero el Programa va más allá de unas computadoras. Para lograr el éxito de

Teso, las instituciones educativas sufrie-ron una transformación en su infraestruc-tura y una modernización en tecnologías para soportar la plataforma digital.

Los estudiantes de la profe, quienes se encuentran en tercer grado, se distribu-yen entre ellos sus funciones y de repen-te se escucha con mayor fuerza la voz de un niño líder que, sin dudarlo, recuerda las tareas de sus compañeros y orienta a los demás. Sorprendentemente no hay peleas, pero sí discusiones, respetuo-sas y argumentativas, hay correcciones entre unos y otros, el trabajo se da en-tre sonrisas. Algo impensado en años anteriores cuando el trabajo con los es-tudiantes se convertía en algo tenso en varias instituciones oficiales.

“La creación de nuevos escenarios de aprendizaje en donde las tecnologías de información y comunicaciones sean cana-les mediadores entre todos los actores de la comunidad, para hacer posibles sus sue-ños e ideas gracias a la creación de proyec-tos innovadores y al desarrollo de compe-tencias del Siglo XXI, como la creatividad, la comunicación, el pensamiento critico, la

autonomía y la colaboración, es el objetivo más importante que nos trazamos desde la Universidad Eafit”, afirma Zea Restrepo, directora de Teso.

Transformación de la escuela, progreso para la ciudad

Según cifras de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, Itagüí ha disminui-do en más de un 90 por ciento su cifra de muertes violentas, pasando de una tasa de homicidios de 131 por cada 100 mil habi-tantes en el 2009, a 8 hasta el 20 de agosto de 2015.

El comandante de la Policía Metropoli-tana del Valle de Aburrá, general José Ge-rardo Acevedo destaca que “estos resulta-dos se dan gracias a la decisión del Alcalde Carlos Andrés Trujillo de combatir la delin-cuencia, del trabajo de la Fiscalía, la Policía y la denuncia ciudadana, pero también de la implementación, de manera paralela, de proyectos educativos integrales. Esto ha permitido que hoy Itagüí haya reducido su criminalidad”.

Estrategias como Teso y la escuela de fútbol del Real Madrid, aumentaron el in-

Ciudad Sur 11I tagÜí

*Informe del Departamento Nacional de Planeación.

ITAGÜÍ EL SEGUNDO MUNICIPIO CON MEJOR DESEMPEÑO INTEGRAL DEL PAÍS EN 2014 ENTRE LOS 1.102 MUNICIPIOS DE COLOMBIA*

la estrategia que transformó la educación en itagüíterés de niños y jóvenes de los estratos más bajos del municipio de permanecer en el sistema educativo, reducir la deserción y quitarle integrantes de la violencia que en-lutó a centenares de familias en los últimos años.

Esto, según la Directora del Programa, cambiaron la forma de aprender y de re-lacionarse de los estudiantes, no sólo con sus compañeros sino con otros de otros barrios, superando inclusó, las barreras in-visibles trazadas por los grupos delincuen-ciales existentes en Itagüí.

Permanecer en la escuela

“Portar el chaleco amarillo de moni-tora Teso, es una experiencia muy bo-nita para mi vida, en este proceso he compartido más con mis compañeros, maestros, rectora, mi tutora y he per-dido mis miedos, soy capaz de recono-cer mis fortalezas y debilidades. Hace un año me iba a ir de la institución por-que nos vamos a cambiar de casa pero yo decidí quedarme porque no quiero perder la oportunidad de seguir apren-diendo, sé que todo esto me va a servir para mi vida en la universidad”, relató Isabela Restrepo Cadavid, estudiante de grado sexto de la Institución Educa-tiva Juan Echeverry Abad y quien sueña con ser diseñadora de software.

En el 2012 Itagüí registraba una tasa de deserción escolar de 2,7 por ciento, equivalente a 891 estudiantes en solo ese año. En 2014, según indicó el Mi-nisterio de Educación Nacional, este municipio terminó el año con un por-centaje de 1,1 estudiantes que salieron del sistema educativo, por debajo de la meta proyectada y del promedio depar-tamental de 2,77 puntos.

Pero si bien en esta primera fase se han logrado avances, es claro que todavía resta mucho por hacer en la modernización de la infraestructura eléctrica de la mayoría de las instituciones educativas la reposición de dispositivos cuando lleguen al límite de su

vida útil, y avanzar en con el Plan Educativo Municipal de Itagüí “Itagüí, educada inclu-yente sostenible e innovadora” 2013-2023.

Por eso la continuidad de los procesos iniciados para avanzar hacia una cultura de aprendizaje y la innovación constituye, en esta medida, uno de los desafíos más gran-des para el municipio de Itagüí. Sí bien las caracteristicas de la intervención han per-mitido el desarrollo de una capacidad insti-tucional importante, el apoyo del gobierno local sigue siendo un factor decisivo, por lo que se trabaja para que mediante acuerdo del Concejo Municipal el Plan Digital Teso se convierta en política pública de Itagüí y el actual alcalde León Mario Bedoya ha ase-gurado que apostará por la continuidad del proceso.

Por otro lado, en el último año diver-sas organizaciones públicas y privadas del ámbito nacional e internacional han resaltado las estrategias y los cambios que perciben en el relato y habilidades de los actores beneficiados por el Plan Digi-tal Teso, logrando que dicha experiencia pueda ser replicada en 100 instituciones educativas de diferentes regiones del país.

El reto de Itagüí ahora es enorme para lograr que la tecnología se convierta en un aliado que revitalice el rol de la escuela en la transformación de los barrios más vulne-rables, para crear sueños y oportunidades de desarrollo y aprendizaje que permitan abordar de manera efectiva las desafiantes problemáticas locales y globales.

Por ahora Daddy, la profe, e Isabela, la joven estudiante, descansan del año escolar, pero aclaran que ya planean su trabajo del próximo año. Las ganas de conocer nuevas herramientas tecno-lógicas se reflejan en la emoción con la que hablan. Esa emoción que poco se vi-vía el interior de los salones en los cole-gios de Itagüí y que ahora es la principal esperanza de sus habitantes de vivir en un municipio que supere todas sus ad-versidades provocadas por la violencia y la pobreza.

Ciudad Sur12 N ación

natural en el transporte de energía (que se lo entregó a Interconexión Eléctrica –ISA-) y señaló que en el mundo del consumo existían dos tipos de «personas »: los consu-midores no regulados (los más grandes, los industriales) y los regulados, cada uno en la casa. Aquellos, los prime-ros, podían participar del mercado, estos, los segundos, tenían que aceptar las condiciones.

Pero el Gobierno quería evitar a toda costa que volviera a ocurrir un apagón, no al menos por cuenta del mercado, aunque fuera posible por una tragedia como un terremo-to. Para lograrlo tomó las tarifas y las dividió: una parte de cada kilovatio hora consumido iba para los generadores, otra para el transportador, otra para el comercializador y otra para el distribuidor. Había una parte con IVA y dejó una parte para entregarles a los generadores como un ahorro, un dinero para que se garantizara la expansión del sistema a fin de que en las épocas de escasez de energía, hubiera de dónde echar mano: el cargo por confiabilidad del sistema, es el nombre técnico y fue definido como la «remuneración que se paga a un agente generador por la disponibilidad de activos de generación […] para ga-rantizar a los usuarios la confiabilidad de la prestación del servicio de energía eléctrica bajo condiciones

críticas», según reza la Resolución

el apagón que se de especulación y sequía

de la CREG No. 71. La Comisión es la máxima autoridad del sector eléctrico y de gas.

Eso, dicho de otra manera, significa que durante los úl-timos 22 años, los colombianos hemos ido cofinanciando, poco a poco, la expansión del sistema eléctrico nacional: el hidroeléctrico, es decir, la energía que se genera a partir del agua: y el térmico, es decir, la energía que se genera con gas o con combustible líquido.

La oferta de energía se expandió así como el mercado creció desde 1993, en 15 millones de personas (poco más del 40% de lo que había entonces), hay nuevas centrales hidroeléctricas y sus plantas generan con mayor eficien-cia, al punto de que Isagen, la generadora de la Nación, está en venta y solo por el valor de una de sus genera-doras. Hay una eficientísima bolsa de energía donde negocian los «grandes jugadores del mercado», como se llaman a sí mismos los especuladores, el sistema de transporte es alta eficiencia desde que dejó de ser blan-co de los ataques de la guerrilla y cada vez más el sistema eléctrico nacional es uno de los orgullos de nuestra eco-nomía de mercado.

Pero vino el fenómeno del Niño 2015. El Ideam, que pre-dice el comportamiento del clima (cuando ya sucedió) no fue capaz de proyectar que por efectos del llamado cambio climático, el Niño de este año se iba a prolongar hasta me-diados del 2016 y solo el 27 de octubre de 2015, cuando pa-saron las elecciones regionales, se anunció que subirían las tarifas de la energía e iban a producirse racionamientos.

¿Y la plata que pagamos por tener energía en tiempos de sequía? Dicen los cálculos extraoficiales que fueron 15 mil

millones de dólares en 22 años. Nadie lo dice porque es un dato que puede cambiar la historia del país. Hay que

decir que Acolgen, el gremio de los generadores, dice que están invertidos en la ampliación del parque ge-

nerador. Pocos lo creen.Cierto o no, los colombianos fueron obligados a

pagar un sobre costo en sus facturas mensuales de electricidad para reducir, al mínimo, el ries-

go de un nuevo apagón (con todos los costos sociales que tienen los cortes de energía). El

Gobierno Nacional tiene que autorizar un

Octavio Gómez [email protected]

L a vieja tradición católica le daba un toque maligno, casi demoniaco, pero en todo caso maléfico, a los años bisiestos, de cuya llegada había que esperar las peores noticias. 2016 tendrá 366 días y traerá al menos una de dos malas noticias: que las tarifas de la energía

eléctrica en Colombia van a incrementarse –especialmen-te para los consumidores residenciales- y que no obstante ser más cara, el riesgo de un racionamiento del servicio es muy alto.

Es decir, el año entrante la luz va a ser significativamen-te más cara y es muy probable que volvamos a los odiosos días de los apagones, que creíamos haber superado en 1993 cuando, presionados por un desconocido Fenómeno del Niño, los recursos energéticos nacionales se quedaron insuficientes para la demanda de los entonces 35 millones de habitantes.

Pero, a diferencia de 1993, en 2016 no deberíamos tener un racionamiento (ni siquiera en periodos extremos de sequía, como en el caso actual) porque la experiencia de aquel año nos había enseñado cómo evitarlo.

Lo primero que pasó en 1994, cuando superamos el Fe-nómeno del Niño, es que el Gobierno de César Gaviria privatizó el mercado de energía eléctrica, le en-tregó los mayores activos a agentes empre-sariales y dividió el mundo entre agentes del mercado y consumidores (como se ve, los consumidores no son parte del mercado, aunque sean los que pagan).

Para lograr esa nuevo or-denamiento, se organizó un complejo entramado técni-co, jurídico y económico, determinó la formación de generadores, transporta-dores y comercializado-res de energía, determinó que había un monopolio

Ciudad Sur 13N ación

viene: un cóctel de especulación y sequía

aumento en el cargo por confiabilidad que, de entrada, no servirá sino para darle más plata a ese ahorro que va para los generadores (públicos o privados).

Lo más paradójico es el hecho de que habrá apagón pero que la sequía que lo origina va a terminar en mejores

ingresos para los generadores pero no en mejores servi-cios para la gente.

¿Fracasó el esquema de libertad de mercado? Si se analiza desde la perspectiva de los costos que pagan los consumidores finales, sí, porque les cargaron costos para

evitar el racionamiento en tiempo de escasez y lo proba-ble es que haya racionamiento pero lo fijo es que habrá tarifas muy caras con las cuales, en todo caso, los desco-nectados van (vamos) a ser muchos. Hasta el Niño les co-laboró a los especuladores.

Ciudad Sur14 Deportes

enVigAskAtePArk la tabla no deja de rodar

Fotos Alcaldía de Envigado - Alejandro Calle

El sonido de las ruedas so-bre el concreto es cons-tante, el roce de la tabla con los tubos y los bor-

des de las rampas alertan sobre una maniobra exitosa o un nuevo intento fallido. La lluvia atrasa el entrenamiento, pero no lo impi-de; se espera a que escampe y las traperas aparecen para secar la pista, pues la ‘goma’ y las ganas de montar son muchas. Decenas de jóvenes, la mayoría de ellos de En-vigado, no paran la goma en Vigas-katepark, el nuevo escenario para la práctica del skateboarding.

Han pasado solo unas pocas semanas desde su inauguración y ya se convirtió en uno de les espa-

cios favoritos de encuentro para los jóvenes de este municipio. El skatepark cuenta con 1.008 metros cuadrado, 29 obstáculos que noche a noche se convierten en el principal reto de los deportistas, quienes la ma-yoría apenas inician esta práctica extrema.

Fue precisamente ese auge de la tabla en Envigado, la falta de espacios y la utilización de calles y aceras, lo que llevó a la Administración Municipal a invertir 1.395 millones de pesos en la

construcción de Vigas, nombre que le rinde homenaje al origen del municipio, puesto que algu-nos habitantes dicen que en sus bosques existían árboles inmen-sos de donde salían las mejores vigas para construir casas, mien-tras que otros aseveran que so-bre las quebradas La Mina y La Su-cia existían dos puentes rústicos construidos con vigas, conocidos como El Envigado y El Envigadito, respectivamente.

Entre los jóvenes resaltan las mujeres, quienes cada vez más en mayor cantidad se animan a ha-cer piruetas sobre una tabla. Su sonrisa, pintas y tatuajes, en oca-

siones desconcentran a los demás practicantes. Pero uno de los más contentos es Sebastián Quintero, amante a este deporte e ingeniero civil, quien fue uno de los responsa-bles de los diseñaos y construcción del skatepark, por lo que indica que “este espacio es diferente a los de-más porque tuvo en cuenta nues-tras necesidades”.

Vigaskatepark se une al skate-park de la Unidad Deportiva Zona Norte de Sabaneta y beneficiará a más de 6 mil jóvenes de Enviga-do y el sur del valle de Aburrá. Un parche que era necesario y que ahora, por fin, es una realidad.

Ciudad Sur 15Deportes

Por: Juan David Morales [email protected]

Llegó la cacería final. Después de once meses de entrenamientos, sacrificios, viajes, lesiones y vic-torias a lo largo del campeonato, los Hunters de Medellín lograron llegar a su tercera final conse-

cutiva del Torneo Nacional de Fútbol Americano.La concentración y la preparación mental es lo más im-

portante a la hora de enfrentar un juego decisivo. Eso lo saben muy bien “los cazadores” antioqueños, quienes en los últimos años han sabido cosechar títulos regionales, nacionales e internacionales, convirtiéndose en el equipo más ganador de esta disciplina en Colombia.

El marco era perfecto. Centenares de fanáticos en la tri-buna de la Unidad Deportiva de Sabaneta Zona Sur, piro-tecnia, globos verdes y amarillo, humo, 25 grados de tem-peratura y los dos mejores equipos del país cara a cara, en

busca de la gloria. El rival para esta tercera final eran nue-vamente los Pumas D.C.

Patada inicial. Comenzaba la ofensiva de Hunters con el balón. Primera jugada del compromiso y con un pase milimétrico, una recepción magistral y una escapada al mejor estilo de Houdini, los locales se ponían arriba en el marcador y el ruido desde la tri-buna era ensordecedor.

Transcurrían los minutos y ya en el campo, la defensiva antioqueña aguantaba las arremetidas de los capitalinos. Sin embargo, a la primera desconcentración los felinos co-braron y lograron empatar el juego final.

La ofensiva de Hunters que durante todo el año fue la más contundente de Colombia, no fue ajena a su estilo y en su siguiente salida volvió a desequilibrar la balanza a favor del club de nuestra tierra.

Pero Pumas venía por todo. Ellos querían quedarse con el trofeo que durante dos años en línea los antioqueños les

Antioquia tiene al tricAMPeón

de fútbol americano

habían quitado de sus manos. Por ello, mostraron todo su potencial y volvieron a anotar.

El crecimiento del fútbol americano en el país avanza a un “excelente ritmo”, y esto es debido a las administraciones que tiene cada uno de los equipos y al esfuerzo individual que cada miembro de los plan-teles realiza.

Así lo manifiesta Carlos Andrés Pérez, presidente y coordinador defensivo de Hunters Medellín, quien consi-dera además que “se podría evolucionar y consolidar más el deporte si hubiese más apoyo de la empresa privada y de las entidades públicas”.

“Tenemos muchas invitaciones de varios equipos de suramérica y centroamérica para jugar en sus países, pero es muy complicado desplazar a una plantilla de ju-gadores tan grande a otro lugar sin el apoyo de la indus-tria privada o de las organizaciones públicas. Cuando este apoyo se dé, seguramente el fútbol americano en Colombia comenzará a mostrarse exponencialmente”, aseveró.

Pero los espacios para la práctica de este deporte también han sido un inconveniente y una piedra en el camino para la evolución de esta disciplina, pues “es bastante complicado que las organizaciones encarga-das de administrar los espacios deportivos en la ciudad presten sus escenarios para jugar fútbol americano”, concluyó Andrés Felipe Villa, coordinador ofensivo de Hunters Medellín.

El partido, como se esperaba, despertaba todas las emo-ciones del público y aumentaba las ansias de quienes en la cancha libraban una batalla deportiva. Y Hunters volvió a pegar. La ofensiva estaba intratable.

Mientras tanto, la defensiva de Hunters ajustó un par de piezas y anuló casi por completo el ataque capitalino; he-cho que supo aprovechar muy bien la escuadra ofensiva de los locales y, en el momento que más el equipo los necesi-taba, volvieron a anotar.

Quedaban pocos minutos en el reloj de juego. Pumas, con el balón en su poder, demostró que en este deporte hay que luchar hasta el final y volvieron a marcarles a los antioqueños.

Sin embargo, era demasiado tarde, pues aunque tu-vieron la oportunidad de apretar el marcador, los juga-dores defensivos de Hunters impidieron el avance de los visitantes.

Final del juego. Hunters de Medellín es el nuevo tricam-peón de Colombia. Antioquia vuelve a ser líder en una competencia deportiva y tiene al equipo más veces cam-peón en el fútbol americano nacional, una disciplina na-ciente que día tras días gana más adeptos.

Fotos Santiago González

Ciudad Sur16 Cultura

Alejandro Calle [email protected]

Una exposición de la vida y obra del reportero gráfico Henry Agudelo que inicia en 1979 cuan-do ingresó al periódico El Mundo, El tiempo en

1991 y posteriormente en El Colombiano. Han sido 37 años donde han quedado congeladas imágenes que cuentan la historia de los barrios y calles de Medellín, Antioquia y Colombia en temas como cultura, desarro-llo urbano, fútbol y la violencia.

Pero esas realidades tienen una mirada distinta, un lente particular. Ejemplo de ello es la foto del exarque-ro de Atlético Nacional y la Selección Colombia, Rene Higuita, quien no fue fotografiado atajando un balón sino sobre una patineta en guayos. Dicha fotografía hace parte de la exposición que permanecerá hasta las primeras semanas del 2016 en el Pueblito Paisa.

La carrera de Agudelo también contiene aprendiza-jes en procesos tecnológicos, que van desde el revela-do hasta la fotografía digital. Por ello asegura que las nuevas generaciones de fotoreporteros no pueden olvidar la esencia de este oficio; “los jóvenes tienen que tener claro que nosotros disparamos es con el co-razón y que la cámara, especialmente las nuevas, son solo una herramienta que permite mejor calidad en la imagen”.

Son múltiples las historias que se congelaron el tiempo a través de su lente, historias dolorosas por cuenta de la cruda violencia, historias de nuestra cul-tura, del diario vivir en los barrios, historias de una Medellín que se transformó en ciudad metrópolis, his-torias de sus habitantes que construyen esas historias. Esas historias que seguirán quedando retratadas en el ojo, pero especialmente en el corazón del de Henry Agudelo.

La historia a través del lente de

Henry AgudeLo

Fotos: Henry Agudelo