Clara Rojas en Entrevista Con Revista BOCAS - Bocas - ELTIEMPO

25/12/2014 ClaraRojasenentrevistaconRevistaBOCASBocasELTIEMPO.COM

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Entrevista en BOCAS: lasnuevas revelaciones deClara RojasQuedan interrogantes en torno a su secuestro.O quedaban, porque aqu los despeja conprecisin.

Por: MARA PAULINA ORTZ | 5:27 p.m. | 21 de octubre de 2014 Foto: Juan Pablo Gutirrez

Clara Rojas fue secuestrada en 2002 por las Farc.Recuper su libertad seis aos despus.

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En 2002, Clara Rojas viaj a El Cagun en compaa de la entoncescandidata presidencial ngrid Betancourt. All fue secuestrada porlas Farc y en su cautiverio, que dur seis aos, tuvo un beb aquien le arrebataron de los brazos. Fue en libertad cuandoconfirm que su hijo exista y que su nombre es EmmanuelAndrs Joaqun. Desde entonces, ha escrito libros, ha dirigido laFundacin Pas Libre, ha dado conferencias y ha vuelto a lapoltica (hoy es representante a la Cmara). Sin embargo, anquedan muchos interrogantes en torno a su tragedia. O quedaban,porque en esta entrevista, como nunca antes, los despeja conincreble precisin. Aqu estn las nuevas revelaciones de lo que,segn ella, sucedi en uno de los casos ms mencionados ydolorosos del conflicto colombiano.

Por Mara Paulina Ortz / Fotos Juan Pablo Gutirrez

Clara Rojas mantiene entre sus dedos la medalla de la Virgen quecuelga de su pecho. La consiente durante toda la entrevista, comosi le pidiera inspiracin en cada palabra. Clara Rojas, bogotana de49 aos, alumna juiciosa de un colegio religioso y graduada deDerecho en la Universidad del Rosario, hubiera podido seguir lavida que haba comenzado joven y con xito: abogada de unaimportante firma de abogados. Pero se le atraves la poltica. Seencontr con la amistad de ngrid Betancourt y lleg la decisinque le cambi la vida. En 2002 viaj a San Vicente del Cagun encompaa de la entonces candidata presidencial por el PartidoVerde y fue secuestrada por las Farc. El cautiverio dur seis aos.Al principio su nombre pas casi inadvertido. Injustamenteinadvertido: era la que iba con ngrid Betancourt el da delsecuestro y poco ms. Pero luego se convirti en centro detitulares: Clara Rojas haba tenido un hijo en la selva. A partir deese momento y hasta su liberacin, en enero de 2008, la presenciade ese nio se volvi un misterio.

Ya en libertad, ella misma confirm que su hijo exista y que su

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nombre es Emmanuel Andrs Joaqun (los dos ltimos en honor alos abuelos, el primero a su fe en Dios). Ya en libertad, Clara Rojasha escrito libros, ha dirigido la Fundacin Pas Libre, ha dadoconferencias por el mundo, ha vuelto a la poltica (hoy esrepresentante a la Cmara), pero, sobre todo, se ha mantenido enlos titulares y no siempre por los motivos amables para ella.Primero fue lo que ngrid Betancourt escribi en su libro respectoa la forma como Clara haba sido madre en la selva.

Despus la controversia por la pelcula Operacin E, derealizadores espaoles, que recre sin su autorizacin su vida y lade su hijo durante el cautiverio. Y, ms reciente, la carta que unasupuesta guerrillera de las Farc escribi e hizo pblica en la que,entre otros detalles personales, le deca que no tena derecho aconsiderarse vctima de secuestro por parte de la guerrilla porquefue ella misma quien insisti tanto, que termin quedndose.Clara Rojas podra negarse a hablar ms. Podra irse a vivir a otropas, decisin que han tomado muchos de sus compaeros desecuestro. Ella, sin embargo, sigue mirando de frente a laspreguntas.

La sigue persiguiendo la pregunta de por qu no se neg a ir aSan Vicente del Cagun con ngrid Betancourt?

S. Porque fue absurdo. Si yo me hubiera plantado en que noviajaba, ngrid no hubiera ido sola. Y la historia sera otra.Despus aprend que uno no se debe dejar provocar. Pero en esemomento me dio coraje que ella me dijera que lo que pasaba eraque me daba miedo. Yo la llam y le expliqu que haba un temacomplicado de seguridad, pero ella me dijo: Lo que pasa es queeres una gallina. Eso me choc porque yo me senta valiente y,claro, no me iba a dejar. Pero, igual, ella era ms valiente que yo. Yahora las Farc me endilgan romance con ella y dicen que estuvede vacaciones y no secuestrada.

Por qu cree que hablan de un romance entre ustedes?

Entiendo que hubiera suspicacias. Eso no lo voy a negar. Nostocaba dormir juntas. Y no nos atrevamos a decir que nos dieranun toldillo a cada una porque nos daba miedo. Lo paradjico esque vivamos peleando. O durbamos das sin hablarnos. Mipositivismo sacaba de quicio a ngrid. T crees que vamos aestar el lunes en Pomona comprando el pan?, me deca. Ella erauna mujer de empuje, estaba acostumbrada a andar con sucomitiva, pero all tenamos una comitiva bien diferente. Elcastillo se le cay muy rpido. Y yo senta que si la dejaba, semora.

Pero a usted nunca le dijeron vyase que esto no es con usted

Nunca. A los otros dos que iban con nosotras, los periodistas, slos dejaron ir. Al da siguiente de que nos secuestraran le dije a



ngrid que pidiera que me liberaran a m tambin. A la pobre casile da un infarto. Van a decir que no, me respondi. Si no lohaces t, lo hago yo, le dije. Y ah empez el cuento porque ellanot que yo no iba a resistir mucho ms. Entonces comenz aplanear el escape. Y eso s fue una cosa brillante de su parteporque pens en todo. Hasta en hacer unos muecos, con papelperidico, para simular el bulto de cuerpos. Muy hbil. Pero no lologramos, porque no es como salir aqu a la Sptima a coger bus.Estbamos en medio de la selva y nos perdimos.

Era difcil que esa amistad soportara el secuestro?

No creo que fuera difcil. Lo que pas es que no asumimos laactitud correcta. Yo no quera sentarme a llorar todo el da porquesenta que eso nos iba a acabar a las dos. Llor, claro, pero no lehice el coro en las lloradas. Y lleg un momento en el que sentque necesitaba autonoma. A veces esos tipos gritaban ngrid yyo contestaba. Era tal la prdida de identidad! Nos traan lacomida y yo por qu me iba a poner a lavarle sus platos. Siseguamos as, nos moramos. Tocaba ganar espacio propio. Perocada cosa que yo deca en referencia a mi autonoma, le parecamal. Me duele como termin la situacin con ella.

No ve posible que vuelvan a ser amigas?

La ruptura fue tan fuerte. Fjese la manera como ella me ve en ellibro que escribi. Hasta dice que yo ped permiso para quedar enembarazo, como si uno tuviera que pedir permiso para tener unhijo. Le dos veces su libro. La primera vez muy rpido para verqu era lo que deca. Despus lo hice con calma y subray todo yme di cuenta de que tal vez el nico personaje que aparecedurante todo el relato soy yo. Entiendo que es posible que lemolestara lo que yo cont en mi libro, donde dije que no meprestaba el diccionario. Pero eso no es grave. Hubiera podidometerme en su vida, y no lo hice. En fin. Siempre he estadoabierta, pero creo que es como una respuesta automtica eso dedecir que algn da podramos sentarnos a tomarnos un caf.Pienso que ese encuentro nunca se ha dado porque en el fondo aambas nos duele. Ella nunca me ha llamado a preguntarme cmoestoy o cmo est mi hijo. Yo tampoco la he llamado.

Juan Pablo Gutirrez



Cundo se conocieron?

Cuando trabajamos en el Ministerio de Comercio Exterior. Y eschistoso porque a cada una le haban hablado mal de la otra. Eraun ambiente muy competitivo y yo sent que ella tena ciertaprevencin. Un da le dije que hablramos. Le cont lo que mehaban dicho de ella y ella me sac lo que le haban dicho de m.Aclaramos las cosas y empezamos a trabajar juntas. Me gust subuen humor. Me pareci una mujer inteligente. Ella era muyarrojada y a m me encantaba eso porque yo soy muy tmida.Despus de un tiempo me dijo que se quera lanzar a la poltica,como representante a la Cmara, y quera que la acompaara en lacampaa. Yo haba decidido volver al sector privado, pero resolvaceptar porque era cosa de un par de meses. Sacamos la primeravotacin en Bogot. Cuando qued elegida, not que la cosa se lehaba subido un poquito y no me sent bien con esa actitud.Hablbamos de vez en cuando. Ella me contaba lo que estabahaciendo, por ejemplo durante el Proceso 8.000, y me preocupabaque se metiera en una cosa tan dura. No s por qu siempre letuve a ngrid un cario como si fuera mi hermana menor, cuandoella es mayor que yo. A ratos ella tena otro tipo de proteccionesconmigo. Asum esa actitud, no s. De pronto por eso acabsecuestrada.

Usted cont en su libro que la experiencia que tuvo de nia en elcampo le fue muy til durante los seis aos de cautiverio en laselva, cmo fue eso?

Me salv enormemente. Mi familia tena una finca en tica,Cundinamarca, a la que bamos mucho. Cuando llegbamos, loprimero que haca mi mam era barrer. En las fincas siempre seentra alguna cosa. Alacranes, araas, bichos. As que yo saba quedeba tener cuidado. All vi culebras, aunque obviamente no comolas de la selva. Aprend a acostumbrarme al roce con la malezaporque a veces el prado creca y, mientras lo podbamos,caminaba por ah. Mis paps tenan un pequeo apiario de mielde abejas. Se ponan sus vestidos blancos como para ir a la luna ycon unas pinzas recogan las ceras de los cuadros. Era una faena.Siempre me llam la atencin que mi mam quisiera la miel. Unda jugando en la hamaca, di una voltereta y me ca de cara contrael cemento. Me hice una raspadura enorme. Mi mam me curcon miel y no me qued ni una huella. Ella me deca que tena queponer los zapatos boca abajo porque los alacranes o lascucarachas se metan. Y como haba sido scout, a veces hacacarpas y fogatas y nos quedbamos afuera toda la noche. Demanera que conoc esa oscuridad. Todo eso me ayud mucho enla selva. A algunos de mis compaeros de cautiverio los picaronlos alacranes. A m nunca me pic un bicho. Los moscos, s, de esonadie se salvaba. Pero no ms.

Su mam se volvi una figura importante en el pas durante labsqueda de su libertad. Cmo est ella? Cmo ha sido su



relacin con ella?

Yo no hubiera podido sobrevivir en la selva, ni cuando volv, si nohubiera estado mi mam. La admiro mucho porque es una mujerde 83 aos que guarda su lucidez, su entereza, sus ganas de vivir.Nunca he tenido diferencias de fondo con ella. Antes no tenamostanta comunicacin, pero pienso que era porque el tipo deconexin con los paps era diferente en esa poca. Con el tiempofuimos construyendo una manera de comunicarnos. Ella est bieny lo que ms me sorprende es su nimo. Yo quisiera llegar a suedad con la misma energa. Creo que las mams de esageneracin estn hechas de otro material.

Y su pap?

l se preocup mucho por m toda la vida. Yo era la niaconsentida. La nica mujer, y la menor, entre cinco hermanos. ltena sus diferencias con mi mam porque ella era una mujer dehogar, pero tambin quera salir, y en esos aos no era bien vistoque las mujeres trabajaran e hicieran sus propias actividades.Tenan roces por eso. Pero, en el fondo, le daba la razn a ellaqueriendo educarme y volverme una mujer autnoma. Desde niame dio elementos para construir mi independencia. Eso se lovaloro. Muri en el 2000 y fue un duelo difcil porque era unreferente en mi vida.

Dnde vivi de nia?

Cuando nac mis paps vivan en Teusaquillo. Era una casa doble,pegada a la de mis abuelos. Era muy chvere porque cuando mispaps salan yo me quedaba con mis abuelitos. Tuve una niezlinda con ellos. Mi abuela materna era una mujer excepcional. Decarcter, inteligente, sensible. Tena sus amigas de costura y susamigas de cartas. Aprend a jugar cartas con ella, chiquitica, tantoque mis paps estaban preocupados de que fuera a seguir por ah.Me ense a sumar rpido. Y cuando me ponan tareas de buscarsinnimos, ella me ahorraba la mirada al diccionario y me ibadiciendo. Me sorprenda su capacidad para saber todo eso porqueno era una mujer de bachillerato siquiera. De all nos fuimos a unapartamento en El Retiro y en ese duramos aos. Siempre hevivido en espacios tradicionales. Hoy mi ncleo familiar es mimam, mi hijo Emmanuel y yo. Vivimos los tres y nos hemosacomodado.

Despus de una infancia de campo, usted se volvi citadina

En extremo. Aunque me gusta el campo y me hace falta. Si elcautiverio me hubiera tocado en una crcel, no resisto. La selvaera ms soportable. Cuando nos tuvieron encerrados fueagobiante. Porque era como en establos sin luz, para que no nosvieran ni viramos nada. En la selva uno vive entre la sombra.Tanto que a veces, cuando ya estbamos muy amarillos, nos



sacaban a algn clarito y nos dejaban como en baos de sol. Unoempezaba a ver a la gente del mismo color de la camiseta verdeen que nos mantenan. La naturaleza es bonita, pero en elcautiverio ya era demasiado. Verde por todos lados. Me ayudabanmucho las caminatas, a pesar de que eran unas jornadasextenuantes. Pero por lo menos uno no estaba quieto y pensando.Porque pensar tanto tampoco era bueno. Yo tena laintelectualidad muy metida. Lea, escriba. Por eso el primer golpees existencial, porque uno siente el tiempo perdido. Siente que sele est yendo la vida. Esa primera sensacin es terrible.

En uno de sus libros, tambin, usted cuenta que termin con unnovio porque a l no le gust que se independizara de su casa.

Porque de pronto yo iba ms rpido que l. Ambos ya estbamostrabajando, pero l quera esperar un poco a ver si nos podamoscasar o, en fin, que no fuera yo la primera en dar el paso deindependizarme. No supe interpretar eso. Me lanc porque querasalir de mi casa. En ese momento haba dificultades entre mispaps y algunos de mis hermanos. Quera un ambiente mstranquilo. El cuarto que tena me quedaba chiquito. Y, mire cmoson las cosas, ya despus, en la selva, me di cuenta de que eso deespacios grandes o pequeos est en la mente. Pero en casa, enese momento, haba otro tema y es que a m siempre me hagustado madrugar mucho. A veces me levantaba a las 2 o 3 de lamaana a trabajar y mi mam se preocupaba. La pobre selevantaba a llevarme caf. Todava lo hago: de 3 a 5 es la mejorhora para m para preparar documentos o leer. Y mi mam sesigue levantando a ver qu me pasa.

Cmo ha sido su vida amorosa?

De eso no me gusta hablar mucho. Porque no es tan bueno. Yadems ya pas. Yo asum una responsabilidad muy fuerte y muyrpido. Cuando me comparo con mis amigas veo que para ellas laprioridad, al salir del colegio, era casarse. Para m, primaron elestudio y la universidad. Me met mucho en el tema laboral. Y nos. Cuando estaba en la universidad empec a trabajar en unaoficina de abogados muy importante, luego pas a PlaneacinNacional, despus al Ministerio de Comercio Exterior. Era mucharesponsabilidad. Y eso generaba barreras para conectarse. Yo squera casarme, tener hijos y hacer una familia. Pero tom unadecisin por el trabajo. A veces es como una adiccin: enPlaneacin trabajaba casi 16 horas al da. No tena tiempo ni decomer. Me empec a poner muy plida, a perder energa. Fui almdico y me diagnosticaron anemia.

Ya cambi la forma de ver el trabajo?

Despus del secuestro, s. Empec a manejar el tiempo, a darmeespacio para m. Ya no uso reloj, por ejemplo. Eso es una gananciagrande. A veces me desconecto y me parece importante hacerlo.



Con cosas como las que han pasado recientemente, losperiodistas llaman uno tras otro. Y hay un punto en el que sientoque debo parar. Necesito un espacio para recuperar las pilas. Estarsiempre en el tablero no es fcil.

Sobre todo porque usted, antes del secuestro, no era una personameditica ni estaba interesada en serlo, no es as?

No, eso fue saliendo. A veces me siento agotada. Incluso hepensado en irme a vivir a otro pas. Sobre todo por el nio. Porejemplo, cuando pas lo de la pelcula (Operacin E) pens enhacerlo y luego decid tomarlo con calma. Por qu voy asacrificar mi estabilidad? Ya estoy acomodada en miapartamento, mi nio est en el colegio. No hay que serarrebatados. Pero ahora lo volv a sentir. Por eso quiero queEmmanuel estudie en un colegio bilinge y aprenda otro idioma.De manera que cuando l se sienta en ese ahogo que a veces meda, sea libre de vivir en otra parte.

Pero entonces por qu volvi a meterse en la poltica?

Fjese, el tema de la responsabilidad que tengo tan marcado. Voy areflexionar para que no le pase lo mismo a mi hijo. Siento que conmi formacin y la experiencia que he vivido, debo contribuir a quelas cosas cambien. Pero no veo la poltica como una obsesin,como antes, cuando fuimos al Cagun. En ese momento como quetenamos que hacer algo importante. Un poco absurdo. Hoy en da,cuando se me presentan temas, caigo en la cuenta de que siemprehay opciones. Me siento ms ponderada. Esa fue otra razn por laque renunci a la Comisin de Paz del Congreso, porque ah squedara muy expuesta. En medio de todo soy prctica. ngridpensaba que yo era el polo a tierra.

Sigue pensando que su cautiverio fueron seis aos perdidos?

Aprend cosas. Dolorosas. Pero aprend. La gente me dice queestoy ms abierta, menos complicada. Mi vida cambi totalmente.Tuve a mi hijo, que es lo ms positivo. Es posible que otraspersonas con la misma experiencia no hayan tenido el estmulotan fuerte que yo tuve con el nio. l ha sido un factor importanteque me jala a estar bien. En el momento de nuestro reencuentro,yo era consciente de que tena que hacer empata porque yaestaba grandecito y exista el riesgo de que me rechazara: no meconoca, estaba solo, lo haban tenido en varios sitios. Habadejado de verlo cuando tena ocho meses. Pero lo encontr tanbien que me dio paz. Me abraz.

Qu opina de las versiones que han aparecido en diferentesmomentos sobre su forma de asumir la maternidad y de tratar aEmmanuel en la selva?

Me han pegado duro. Sobre todo porque me preocupo por



Emmanuel. Adems de todo lo que le toca vivir, que en algnmomento vaya a pensar que su mam no lo quera. Cuando puedaentender y lea eso y diga: Esta era mi mam?. Para l yo soymuy importante. Me ve como una mujer muy decidida. Se sienteorgulloso de m. Cuando publiqu los libros, incluso ahora que salelegida en la Cmara, se emocion. No s por qu sern esashistorias. Saben que mi hijo es lo que quiero y buscan destruirme.No es la primera vez que me pasa. El libro de ngrid tambin medesdibuj.

Incluso circul la versin de que haba querido ahogarlo en laselva mientras lo baaba...

Me dijeron que ngrid haba dicho eso. Me dio rabia y reaccion.Pero si usted revisa la entrevista en la que le tocaron el tema, ellano contesta. No dice nada. Hubiera podido responder que eso nohaba pasado as. Porque ella s es contestona. S que si uno esten una piscina con su hijo Mejor dicho, le puedo asegurar quemuchas personas han tenido experiencia con sus hijos jugando ychapoteando en la piscina y a m me armaron un rollo como siquisiera quin sabe qu hacer. No, yo solo quera que mi hijoaprendiera a nadar. Y aprendi y hoy le encanta el agua. Laaproximacin positiva que tiene frente al agua es algo que le di enel secuestro.

Y la carta que las Farc publicaron hace poco? Ah vuelven areferirse a esos detalles.

Tienden a desdibujar mi funcin de mam. En esa carta vi el dolo,la intencin de hacer dao. Uno de mis asesores me la llev y medijo: A usted no le parece que esto est muy bien escrito?.Entonces le puse atencin porque, claro, al principio uno seconcentra solo en lo que dice. Pero la mir con calma y s, es comoun relato literario. Hasta he pensado en el mismo Jorge EnriqueBotero [el periodista autor del libro ltimas noticias de la guerra,en el que relat por primera vez que Rojas haba tenido un hijo encautiverio]. Lo mismo con la pelcula. He tenido mis suspicaciassobre los que ayudaron a inspirar el guion. Es posible que estmetido alguien que vivi el cautiverio cerca de nosotros.

Juan Pablo Gutirrez



Su hijo le pidi ver la pelcula?

l me pregunt. Ya tiene 10 aos. Le dije que cuando estuvierams grandecito se la consegua para que la viera. Lo mismo con lacarta. Le dije: Emmanuel, mira, escribieron una carta en la queme estn atacando. Sin hacerle ms drama. Pero por lo menosque sepa que la carta existe mientras ms adelante le puedoexplicar el contenido. Igual se va a enterar. Mejor que lo sepa dem.

Sigue con esos sueos medio premonitorios que tena encautiverio?

Durante el secuestro los sueos me ayudaron mucho a entenderque en algn momento iba a volver a estar libre. Ahora he vuelto atener otra serie de sueos muy fuertes. Tanto que me tocalevantarme y pensar qu mensaje me est llegando. Algunos medejan preocupada porque me pregunto qu est pasando. Pormomentos siento que rayan en fenmenos paranormales. Piensocosas que despus se cumplen. Por eso me preocupo por lo quesignifican. Porque uno mueve cosas con la fuerza delpensamiento. Esa funcin la desarroll muy fuertemente en laselva porque quera mi libertad. Antes ya haba tenidoexperiencias, pero lo perfeccion all. A veces pienso que mimente est en otra revolucin, pero creo que es por mis vivenciastan marcadas. ltimamente ha tenido que confrontar cosas. Enmi casa. Adems pienso que en algn momento me voy aencontrar con ngrid, tambin con los guerrilleros.

Usted siempre pens que iba a salir

Haca el esfuerzo por pensarlo. Me levantaba temprano, mebaaba. Me invent una agenda para no dejarme morir. Porqueuno tiende a quedarse acostado. Cuando nos encontramos conLuis Eladio Prez, nos cont que dorma de da y de noche oanoticias. Era muy negativo. Me impact su negatividad. Mantuveuna mentalidad positiva a punta de necesidad. Lo paradjico esque en los momentos crticos cuando tuve el nio y fsicamentequed en las tablas, estaba 10 o 12 kilos menos que ahora perd laenerga. No poda comer por la operacin que me hicieron. Comsolo arroz sin sal durante cuarenta das. Qu hice: les ped que medieran arroz con leche, claro, sin pasas ni canela, pero para m elarroz con leche significa mam. A veces aqu se me baja el nimo.Pero como en el colegio: trato de mantener un promedio.

Lo nico que quiero decir es que durante el cautiverio viv unaexperiencia que me dej embarazada, escribi en su libro. Hastaese punto ha querido hablar de su historia con su hijo.

S. Algn da lo hablar. O no s. A veces uno quiere explicar y esotambin es un problema. Lo que busco es que mi hijo se sientatranquilo con su historia, que sea un nio feliz. Que nada de la



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situacin que yo haya vivido le genere angustia. De eso me hevenido cuidando. Y he entendido que esa explicacin para l,ahora, es satisfactoria. l ya asumi y acepta la familia quetenemos. La nica pregunta que s me ha dolido fue cuando medijo: Mam, pero t nunca has querido a nadie?. Ese da s mesac las lgrimas porque a m me da dolor no haber podido volvera tener una relacin como para decirle a l que eso vale la pena.Me ha costado readaptarme. Y con todas estas historias quellegan, tampoco es tan fcil. No es sencillo aproximarse a otrapersona o permitir que alguien se aproxime. Quedan miedosemocionales. Me ha costado encontrar un hombre que entienda loque he vivido. Lo tomo con calma. Al final, he sacrificado un pocoeso para brindarle a mi hijo estabilidad familiar.

Usted debi verle algo al hombre con quien tuvo su hijo

S, claro. A todas las personas con las que uno se involucra se lesve algo. Impactan. Yo he guardado mucho respeto por esa personapor consideracin a mi hijo. Porque yo tambin podra hablar.Cuando uno tiene rupturas se despacha y habla y todo eso. Pero am no me parece que mi hijo se merezca eso. No es sano. Esasenergas negativas no tengo por qu pasrselas. Porque hay cosasah que me duelen. Pero es el pap de mi hijo. Nunca lo califico nilo identifico, para que mi hijo pueda construir la imagen de supadre sin que se haya contaminado con la versin que yo le puedadar.

Este hombre hubiera podido salir a decir yo soy el pap.

Tal vez no lo ha hecho por miedo. O porque est muerto. Siempreme ha parecido que eso pudo haber pasado.

Cree que el proceso de paz va a tener xito?

Quisiera que s, pero me parece que el presidente debe hacer unmayor esfuerzo. Tendra que sentarse con Timochenko y decirle:Venga firmamos esto ya que nosotros dos somos los quedecidimos. Porque llega el momento en que las cosas separalizan. Cuando yo estaba en la Fundacin Pas Libre siempredeca que era inaceptable la impunidad. Ahora me pregunto si elhecho de que no haya impunidad realmente soluciona losproblemas. Hay que hacer la paz. Me gustara que hubiera un nivelde justicia transicional y creo que va a ser solo para algunos. Peroes necesario firmar la paz.

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Es una mujer admirable y lo ms importante es que ama a su hijo. No importa enqu condiciones lo tuvo. Esa es su vida y ya. No debe lamentarse por haberperdido la amistad de Ingrid ya que no es tan buena y tan victima como se pintaOjal su estada en el congreso, sirva para sacar proyectos importantes.

Humberto de Lacayo y Lambn de farcSantos tiene una estrategia bastantebizarra: ser suave y perdonador con: asesinos, secuestradores, narco traficantes yterroristas, y de otro lado ser violento y enrgico, nicamente con todo aquel quehonradamente le diga la verdad como, por ejemplo: lvaro Uribe. Don Humbertoesta perfecto, como jefe de tramoya en el festival de la farsa de farcSantos yfarcsantes en La Habana.

Es, una buena mujer, e inteligente.

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141 Comentarios

141. stelaqui 2014-12-22 18:50:00

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140. LUISMONTANA0518 2014-12-16 12:25:51

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139. CACHIFO 2014-12-15 15:31:48

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Cunta con mi voto nuevamente.

Mujer centrada y tranquila despus de la terrible experiencia. Ojal y todocambie para su bien y el de su hijo.

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138. ilman 2014-12-08 07:58:15

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137. JAIMEcardenas1117 2014-11-24 23:47:25

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