Clase 20-11 Tópicos y Temas Literarios

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TÓPICOS Y TEMAS LITERARIOS 1. LOS TÓPICOS LITERARIOS Son lugares comunes, ideas que se reiteran, temáticas recurrentes. Son fórmulas literarias que se repiten en el tiempo. En ellas pude reconocerse el peso de una tradición cultural. Los más característicos son: A. DE LA DEDICATORIA. Indica que la obra ha sido escrita en honor a alguien, frecuentemente un rey, mecenas u otro personaje de alcurnia. Suplícoos, gran Felipe, que mirada esta labor, de vos sea recibida, que, de todo favor necesitada, queda con darse a vos favorecida.” Alonso de Ercilla. La Araucana B. DE LA FALSA MODESTIA. El propio emisor hace gala de modestia como recurso para lograr la simpatía del oyente. Algunas modalidades son: excusarse por la falta de talento, declarar las dificultades de la tarea, autodescalificarse, señalar que se escribe por mandato de otra persona, etc. “…de manera que acordé, aunque contra mi voluntad, meter segunda vez la pluma en tan extraña labor y tan ajena de mi facultad, hurtando algunos ratos a mi principal estudio, con otras horas destinadas para recreación, puesto que no han de faltar nuevos detractores a la nueva adición”. Fernando de Rojas. Prólogo a La Celestina C. DE LA INVOCACIÓN A LA DIVINIDAD. Solicitar a la divinidad por inspiración y calidad en la obra. Tú, Señor, que a los hombres les has creado, a este inspíralo y ayuda, puesto que es tu Arcipreste, que pueda hacer mi Libro de buen amor, aqueste, que a los cuerpos alegre y a las almas preste.” Juan Ruiz. Libro de Buen Amor D. DE LA NATURALEZA CONFIDENTE. Los elementos de la naturaleza se vuelven amigos del hombre y se compadecen de éste.

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TPICOS Y TEMAS LITERARIOS1. LOS TPICOS LITERARIOS

Son lugares comunes, ideas que se reiteran, temticas recurrentes. Son frmulas literarias que se repiten en el tiempo. En ellas pude reconocerse el peso de una tradicin cultural. Los ms caractersticos son:

a. de la Dedicatoria. Indica que la obra ha sido escrita en honor a alguien, frecuentemente un rey, mecenas u otro personaje de alcurnia.

Suplcoos, gran Felipe, que mirada

esta labor, de vos sea recibida,

que, de todo favor necesitada,

queda con darse a vos favorecida.Alonso de Ercilla. La Araucana

b. de la Falsa Modestia. El propio emisor hace gala de modestia como recurso para lograr la simpata del oyente. Algunas modalidades son: excusarse por la falta de talento, declarar las dificultades de la tarea, autodescalificarse, sealar que se escribe por mandato de otra persona, etc.

de manera que acord, aunque contra mi voluntad, meter segunda vez la pluma en tan extraa labor y tan ajena de mi facultad, hurtando algunos ratos a mi principal estudio, con otras horas destinadas para recreacin, puesto que no han de faltar nuevos detractores a la nueva adicin. Fernando de Rojas. Prlogo a La Celestina

c. de la Invocacin a la Divinidad. Solicitar a la divinidad por inspiracin y calidad en la obra. T, Seor, que a los hombres les has creado, a este

inspralo y ayuda, puesto que es tu Arcipreste,

que pueda hacer mi Libro de buen amor, aqueste,

que a los cuerpos alegre y a las almas preste.Juan Ruiz. Libro de Buen Amor

d. de la Naturaleza Confidente. Los elementos de la naturaleza se vuelven amigos del hombre y se compadecen de ste.

Con mi llorar las piedras enternecen

su natural dureza y la quebrantan;

los rboles parece que se inclinan:

las aves que me escuchan, cuando cantan,

con diferente voz se condolecen,

y mi morir cantando me adivinan.

Gracilaso de la Vega. gloga I

e. del Ciervo Herido. Alegora religiosa que representa a Cristo o al alma en su bsqueda espiritual. Este tpico se complementa con el de la mujer enamorada y lastimada tras la bsqueda del amado entendido como presencia cristiana.ESPOSA:

Adnde te escondiste,

Amado, y me dejaste con gemido?

Como el ciervo huiste,

Habindome herido;

Sal tras ti clamando, y ya eras ido.San Juan de la Cruz. Cntico Espiritual

f. de las Armas y las Letras. Representacin del cortesano que cultiva la accin y el pensamiento.

dicen las letras que sin ellas no se podran sustentar las armas, porque la guerra tambin tiene sus leyes y est sujeta a ellas, y que las leyes caen debajo de lo que son letras y letrados. A esto responden las armas que las leyes no se podrn sustentar sin ellas, porque con las armas se defienden las repblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosariosMiguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha

g. de la Edad de Oro. Aoranza de un mundo anterior ms justo. Lugares mitolgicos y paradisacos, la Arcadia, el Dorado, etc.Dichosa edad y siglos dichosos aqullos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivan ignoraban estas dos palabras de tuyo y mo. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes

Miguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha

h. de la Tierra de la Abundancia. Elogio a la belleza y fecundidad de la tierra.

Chile, frtil provincia y sealada

en la regin antrtica famosa,

de remotas naciones respetada

por fuerte, principal y poderosaAlonso de Ercilla. La Araucana

i. de lo Nunca Antes Dicho. Destaca la originalidad de lo que se va a desarrollar, provocando suspenso.

Yo por bien tengo que cosas tan sealadas, y por ventura nunca odas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podra ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleiteAnnimo. El lazarillo de Tormes

j. del Mundo al Revs. Se caracteriza por la enumeracin de imposibles, que trastornan el mundo. Durante el Barroco se aplic este tpico a las comedias de enredo, pues se liga a la idea de burla y transgresin de las normas. El mundo al revs aparece asociado a las ideas de carnavalizacin y parodia.

primer efecto del poema, transfiguracin de nuestro Cristo cotidiano, trastorno ingenuo, los ojos se agrandan al borde de las palabras que se deslizan, el cerebro desciende al pecho y el corazn sube a la cabeza, sin dejar de ser corazn y cerebro con sus facultades escenciales; en fin: revolucin total. La tierra gira al revs, el sol sale por occidente.

Vicente Huidobro. Manifiesto

k. del Carpe Diem (Aprovecha el da): exhortacin a vivir intensamente la vida en el momento presente.

No busques el final que a ti o a m nos tienen reservado los dioses (que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leucono, y no te dediques a investigar los clculos de los astrlogos babilonios. Vale ms sufrir lo que sea! Puede ser que Jpiter te conceda varios inviernos, o puede ser que ste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el ltimo; pero t has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvdate del breve tiempo que queda amparndote en la larga esperanza. Mientras estamos hablando, he aqu que el tiempo, envidioso, se nos escapa: aprovecha el da de hoy, y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el da de maana.

Quinto Horacio Flaco

l. del Collige, Virgo, Rosa (Corta, doncella, las rosas). Similar al del Carpe Diem, es un llamado a la juventud a aprovechar las ventajas de su edad.

Corta, doncella, las rosas, mientras est fresca la flor y fresca la juventud, pero no olvides que as se desliza tambin la vida.

Ausonio

m. del Locus Amoenus (Lugar ameno): se refiere a la descripcin de un lugar placentero, generalmente anclado en la naturaleza.Mes de rosas. Van mis rimasen ronda, a la vasta selva,a recoger miel y aromasen las flores entreabiertas.Amada, ven. El gran bosquees nuestro templo; all ondeay flota un santo perfumede amor. Rubn Daro, Primaveral

n. del Beatus Ille (Dichoso aquel): hace referencia a la opcin por una vida retirada, lejos de la actividad mundana, buscando el encuentro con el propio yo.Dichoso aqul que lejos de los negocios,

como la antigua raza de los hombres,

trabaja con los bueyes los campos paternos,

libre de toda deuda,

y no se despierta como los soldados con el toque

amenazador de diana,

ni teme al airado mar,

evita el foro y los soberbios palacios

de los ciudadanos poderosos.Quintus Horatius Flaccus

o. del Tempus Fugit (Tiempo fugitivo): alusin a la fugacidad de la vida, es decir a lo breve que sta es.

Ayer naciste, y morirs maana.Para tan breve ser, quin te dio vida?Para vivir tan poco ests lucida?Y, para no ser nada ests lozana?Luis de Gngora, A una rosa

p. del Ubi Sunt (Dnde estn?). Reflexin interrogativa acerca de la fragilidad de las cosas o seres sujetos al tiempo.D estn agora aquellos claros ojos

que llevaban tras s colgada

mi alma doquier que ellos se volvan?

D est la blanca mano delicada

llena de vencimientos y despojos

que de m mis sentidos le ofrecan?Gracilaso de la Vega. gloga I

2. LA TEMA DEL AMOR EN LA LITERATURAEl amor es motivo constante de la creacin literaria, y lo encontramos tanto en mitos y leyendas de la antigedad, como en obras literarias contemporneas; tambin en textos filosficos, pelculas, teleseries, y letras de canciones. Y es que el sentimiento y experiencia amorosos, en la inmensa variedad de sus manifestaciones, son decisivos en la existencia humana, expresin de anhelo de traspasar los lmites de nuestra individualidad, de proyectarse en el otro, de fundirse y ser uno con l.

Como figura mtica, Eros y Cupido aportan algunos de los smbolos con los que se sigue aludiendo al amor: arcos, flechas, ojos vendados, dardos, antorchas con los que el travieso nio inflama el corazn de los mortales, concebido tambin, en la cosmogona rfica, como la fuerza que emerge del huevo de la Noche infinita que al romperse da origen al Cielo y la Tierra, el amor se representa como el centro del Universo, el ncleo de la unidad, el principio de la regeneracin y de la vida.Como tema literario, las obras de la tradicin nos entregan las mil caras del amor, las que corresponden a diversas variantes de los dos tipos o concepciones del amor que dominan en la literatura amorosa de occidente: la del amor pasin o sensual y la de la idealizacin del amor y del ser amado, ambos asociados a otros grandes temas literarios como el tiempo, la finitud, la muerte, la trascendencia, el ansia humana de infinito y trascendencia, la bsqueda de la unidad y la completacin del ser, el anhelo de felicidad y plenitud, la experiencia de la soledad, el dolor, el sufrimiento por la imposibilidad, la ausencia, la separacin del ser amado, en fin, toda la gama de aspectos y dimensiones de la interioridad que se desatan y fluyen a influjos del sentimiento amoroso.

Algunas de los tpicos en que se expresa el amor en literatura son:A. TPICO DEL CARPE DIEM. B. TEMA DE LA BREVEDAD DE LA VIDA.C. TEMA DE DIFICULTAD DE EXPRESAR EL AMOR Y SUS CONTRADICTORIOS EFECTOSDesmayarse, atreverse, estar furioso,

spero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso:

[]

creer que el cielo en un infierno cabe;

dar la vida y el alma a un desengao,

esto es amor! quien lo prob lo sabe.

Lope de Vega

D. TEMA DEL AMOR Y LA MUERTE, Y LA AFIRMACIN DE LA ETERNIDAD DEL SENTIMIENTO,

AMOR CONSTANTE MS ALL DE LA MUERTE

Cerrar podr mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco da

y podr desatar esta alma ma

hora a su afn ansioso lisonjera;

[]

su cuerpo dejar, no su cuidado;

sern ceniza, ms tendr sentido;

polvo sern, mas polvo enamorado.

(Francisco de Quevedo)

3. IMGENES DE LO FEMENINO Y LO MASCULINO EN LA LITERATURA. Se ha asociado, el la cultura occidental, a la mujer y al hombre con ciertos personajes heredados de la tradicin, cuyos gestos y comportamientos corresponden a ciertos estereotipos o roles, es decir, retratos prefijados y reiterativos en sus conductas, producto de la tradicin literaria determinada por el contexto socio-histrico-cultural.La literatura a travs de los siglos ha reproducido las imgenes descritas y ha contribuido a su difusin; sin embargo, a veces es la misma literatura la que permite que tales concepciones pierdan fuerza y se impongan otros modelos, otras formas de asumir y vivir plenamente lo masculino y lo femenino. La diversidad de perspectivas que esta manifestacin artstica ofrece nos ayuda a construirnos paradigmas que nos permiten ser ms tolerantes y ver la realidad en forma menos maniquea, en tanto que permite el cuestionamiento.

A. LO FEMENINOCon el devenir del tiempo, nos encontramos, en la poesa cortesana, con la dama idealizada o angelical de Francesco Tetrarca; esta se opone a la imagen grotesca de las serranas de El libro de buen amor de Juan Ruiz, mujeres hombrunas, viciosas que se rebelan contra lo estatuido, para quienes los hombres son objetos de placer y entretencin.

La mujer angelical aparece en Don Juan Tenorio de Jos Zorrilla a travs de doa Ins, mujer pura que salva al libertino, slo en virtud de su amor verdadero y redentor.

La mujer diablica es una imagen que irrumpe con fuerza en La Tragicomedia de Calisto y Melibea, ms conocida por el nombre de La Celestina, del autor Fernando de Rojas. Obra aparecida a finales del siglo XV, que muestra a una vieja alcahueta, que lleva y trae mensajes de amor y que mediante artimaas y hechizos logra enlazar a los jvenes Calisto y Melibea. Esta vieja astuta e inmoral, que acaba vctima de sus propios enredos tiene antecedentes en la Trotaconventos del ya citado Libro de buen amor de Juan Ruiz.

En El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, encontramos la imagen de la mujer idealizada en Dulcinea del Toboso, cuyo verdadero nombre era Aldonza Lorenzo, una rstica y forzuda labradora.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, emerge el realismo, corriente que se caracteriz fundamentalmente por su deseo de representar en forma objetiva la realidad y el entorno. En este perodo, surge un nuevo tipo femenino; es la mujer anulada y oprimida por los convencionalismos sociales. As, el Realismo ruso nos dej la novela Ana Karenina de Len Tolstoi. Por otra parte, el realismo francs perpeta una de las imgenes ms poderosas: Madame Bovary de Gustave Flaubert. Su protagonista, Emma, para muchos la encarnacin de la mujer adltera, de alma insatisfecha y soadora se casa con Charles Bovary, mdico de pueblo, para escapar de la vida rstica campesina. El hasto la supera en el matrimonio y es presa de su pasin, enamorndose de un joven y luego de un notario. El drama se desencadena y ella termina suicidndose, acosada por un acreedor que la amenaza con revelar sus deslices econmicos y sentimentales a su marido.

B. LO MASCULINO

Algunos estereotipos masculinos son: EL CORTESANO. Este personaje aparece en un tipo de novelas cortas del Siglo de Oro, que presentan relatos en el contexto de un viaje o una tertulia de las cortes italianas de los siglos XVI-XVII. Aqu se desarrollan las caractersticas de este caballero, descrito por Baltasar de Castiglione (1478-1529) en El Cortesano, publicado en 1528.

Quiero que nuestro cortesano est mas que medianamente instruido en letras, en particular, en las que se denominan bellas letras; que sepa no slo la lengua latina, sino tambin la griega, por la multitud y variedad de escritos divinos que hay en este ltimo

No estar satisfecho de nuestro caballero si no es msico y si, adems de la capacidad y hbito de leer partitura en el libro, no sabe tocar instrumentos Quiero que nuestro cortesano sea un perfecto caballero en todos los aspectos, y como es talento particular de los italianos gobernar bien el caballo a la brida, de maniobrar con los caballos difciles, de correr lanza y justas Para los torneos, los pasos de armas, las carreras con obstculos Para jugar a los bastones, correr toro, lanzar dardos y lanzas, que sea excelente entre los espaoles. Conviene todava que sepa saltar y correr. Otro ejercicio noble es el juego de la pelota y no estimo en demrito saber hacer el caracoleo a caballo.

EL HUMANISTA. Algunos de los atributos de este tipo intelectual son: dominio y conocimiento de la cultura clsica, elegancia en el hablar y escribir, modales nobles y refinados. El hombre de esa poca debe ser un amante de la belleza en las ideas y en la armona interior.

El humanista es un buscador de fama y de gloria caballero-soldado, en la poca, medios vlidos para alcanzar la trascendencia en el tiempo. Impera el modelo de hombre universal: poeta, artista, filsofo, poltico, soldado, buen amante, etc. Por otra parte, coexiste el religioso, personaje que, imbuido de los dogmas cristianos, puede alcanzar la perfecta armona como ser individual y social. Fray Luis de Len, es un buen ejemplo del hombre que vive equilibradamente lo religioso-literario.

EL PCARO. Un tipo presentado por la novela picaresca, creacin propiamente espaola. Joven desamparado, necesitado, instigado por el hambre, busca un amo a quien servir. Se presenta sucio, harapiento, algo ladrn, pero no aparece como un delincuente. Este tipo literario pocas veces logra la felicidad plena. Tiene tendencia al ocio y a vagabundear. Es pesimista, solidario y generoso. Carece de oficio y ocupacin permanente, se dedica a oficios menores. A fines del siglo XVI, el trmino haba adquirido un significado ms preciso, referente a un nio o mozo mal vestido, descarado, travieso, bufn, de mal vivir y no exento de cierta simpata.

EL CABALLERO, que tiene como funcin proteger a la dama, como padre, esposo o galn, l hace respetar el cdigo de honor. La primera versin del Caballero Andante en literatura espaola es El Cantar de Mo Cid (Annimo) escrito hacia 1140, su protagonista Rodrigo Daz de Vivar, encarna los ideales cristianos y caballerescos de la poca. Hroe humanizado y realista, vasallo leal criado en corte, representa los valores de una nacin y una poca. Ms tarde don Quijote de la Mancha de Cervantes, simboliza la culminacin de los ideales caballerescos y de los ms altos valores humanos, aunque l se siente indigno y el menor de los que el mundo llama caballeros andantes, se transforma en un modelo no imitable. El Quijote es la ltima novela de caballera; puso un sello de desprestigio sobre la caballera andante, sin embargo, no sepult los ideales caballerescos, sino que los enalteci.

DON JUAN. Don Juan Tenorio es la figura masculina por excelencia en la literatura. Es el libertino que engaa, abusa y seduce a las mujeres desafiando las fuerzas divinas y el orden humano. La leyenda de don Juan llega por primera vez a las tabas en la obra de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla y convidado de piedra del siglo XVII. A partir de esta representacin el personaje ser bautizado con el apelativo de Don Juan y su conducta el donjuanismo. Pero ser en la obra de Jos Zorrilla Don Juan Tenorio (drama romntico del siglo XIX) donde el personaje se inmortalizar, pues el amor lo salva al caer a los pies del espectro de su amada doa Ins; luego los ngeles llevarn su alma al cielo. El desenlace medieval y moralizador de Tirso es reemplazado por un final tpicamente romntico.4. EL VIAJE COMO TEMA EN LITERATURA.

En el mbito de la tradicin literaria, uno de los temas que adquiere una significativa relevancia es el viaje, indudablemente porque representa, de un modo u otro, la existencia humana misma. Adquiere, por lo tanto, el estatus de un smbolo o metfora de la vida humana con variables que permiten establecer sus diversos sentidos en el plano de la interpretacin de una cantidad importante de obras, reconocidas como clsicas y parte del bagaje cultural de una persona en nuestra sociedad. En ellas el viaje constituye el concepto que estructura todos sus elementos, como ocurre en La Odisea, La Divina Comedia, El Quijote, Los viajes de Gulliver, La montaa mgica, algunos cuentos de hadas, etc. El dominio de los sentidos que adquiere el viaje, por lo tanto, en la tradicin literaria, como muchos otros temas, resulta fundamental para orientar a los estudiantes hacia una comprensin apropiada de tales obras y obtener aquellos aprendizajes que les permitan dar sentido a variados aspectos de la vida humana, tanto propia como de otros.

Si se considera la vida comn y corriente de los seres humanos, el viaje constituye una actividad cotidiana, habitual, con un propsito definido (realizar un trabajo que permite la subsistencia, un trmite en alguna oficina, visitar a alguien, ir de compras o a divertirse, etc.) no exenta de posibilidades insospechadas que muchas veces rompen nuestros esquemas rutinarios de vida. Un viaje en el metro, en un bus de una ciudad a otra, en una embarcacin para ir de un puerto a otro, tiene un sentido predeterminado, pero que muchas veces adquiere rumbos impensados que definen nuestra vida hacia horizontes fuera de nuestros clculos. Podemos afirmar que nuestra condicin de transhumantes se proyecta permanentemente en nuestras formas de vida y la literatura, como representacin de ellas, no hace ms que dar al viaje aquellos sentidos prioritarios que preocupan a los seres humanos.

En todas las literaturas el viaje simboliza una aventura y una bsqueda, se trate de un tesoro, o de un simple conocimiento, concreto o espiritual. En ltimo trmino, tiene un sentido en cuanto significa la bsqueda de la verdad, de la paz, del descubrimiento de un centro y, en definitiva, del encuentro del sentido de la propia existencia; por esta razn, el viaje, en realidad, se efecta en el propio interior del ser, y expresa un profundo deseo de cambio interior, una necesidad de experiencias nuevas y que, segn Jung, es testimonio de una insatisfaccin que impulsa al ser humano hacia la bsqueda y el descubrimiento de nuevos horizontes. De este modo, el viaje aparece, y la vida misma lo es, como un destino insalvable, inevitable: el hombre necesita buscar y conocer. Esta necesidad se convierte en una demanda, para lo cual tiene que huir de s mismo y de su propia realidad, para enfrentarse a una realidad nueva que le permitir volver sobre s mismo y darle un sentido nuevo a su existencia.

En trminos generales, en el mbito de la tradicin literaria, distinguimos algunas formas arquetpicas del modo como se ha representado el tema del viaje. De algn modo, todas sus variables se inscriben en alguna de las siguientes formas: el viaje a los infiernos, el viaje interior y el viaje por diversos espacios terrestres y sociales.