Clase Sobre Subjetividad en Jacques Derrida1

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Presentación en seminario de grado de filosofía de la UBA

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Clase sobre subjetividad en Jacques Derrida

I.Presentacin

Conceptos que vamos a trabajar: Subjetividad Alteridad Hospitalidad Comunidad

Material: 3 textos1) Carta a un amigo japons: breve intento de explicar qu es la deconstruccin. y 2 entrevistas:2) El principio de hospitalidad. Entrevista realizada por Dominique Dhombres [Trad. de Cristina de Peretti y Paco Vidarte] para Le Monde, 2 de diciembre de 1997.

3) Sobre la hospitalidad. Entrevista en Staccato, programa televisivo de France Culturel producido por Antoine Spire, del 19 de diciembre de 1997 [traduccin de Cristina de Peretti y Francisco Vidarte].

Por qu Derrida?Quin es Derrida?

II.

Sntesis biogrfica1930 Jacques Derrida nace en el El-Bihar, cerca de Argel (Argelia), el 15 de julio, tercero de los cinco hijos de Aim Derrida y Georgette Safar. Recibe el nombre de Jackie (era costumbre de los judos argelinos dar nombres que sonaran "menos catlicos", tomndolos, por ejemplo de las estrellas de Hollywood), que al comenzar su actividad literaria transformar en Jacques; Su segundo nombre, lie, no esta registrado; es el nombre hebreo que se le asign siete das despus de nacer. La suya es una familia sefarad de origen espaol, trasladada a frica del Norte despus de la Reconquista; los judos argelinos obtuvieron la ciudadana francesa recin en 1875, Derrida resalt en varias oportunidades los problemas de pertenencia ligados a ese origen: por una parte, una malograda identificacin con la comunidad juda, con origen en la preponderancia del modelo cultural francs; por la otra, la sensacin de que la lengua y la cultura francesas, las nicas que tena no eran suyas. 1941 Derrida entra en sexto curso en el liceo de Ben Aknoun, cerca de El-Bihar. En estos aos, petanizacin intensa de la escuela en una Argelia que nunca fue ocupada ni vio un soldado alemn, izada la bandera todas las maanas por el primero de la clase, excepto si es judo, Derrida debe ceder su puesto al segundo. 1942 El artculo 2 del Estatuto de los Judos, del 3 de octubre de 1940 los excluye de la educacin y la justicia. El primer da de clases, es expulsado del liceo. El rector acaba de bajar el limite mximo de judos del 14 al 7%. Antes ya haban sido expulsados su hermana y su hermano. Desembarco de los aliados el 8 de noviembre de 1942. Cursa en el liceo mile-Maupas, escuela hebrea formada tras la expulsin. No soporta la atmsfera comunitaria, y durante ms de un ao se hace "la rata". 1943-47 Regreso al liceo de Ben Aknoun. Derrida suea con hacerse futbolista profesional. Con todo, a los 17 aos lee a Rousseau, Nietzsche , Camus, Gide y Valry, y sigue su primer curso de filosofa en el liceo Gauthier de Argel. Se sabe destinado a escribir, quizs literatura 1948-1949 Se concreta la orientacin hacia la filosofa. Se inscribe en el curso de hypokhgne (preparatorio para la admisin en las grandes escuelas parisinas) en el liceo Bugeaud de Argel. Lecturas de Kierkegaard y a Heidegger y, en los aos siguientes, a Simone Weil, Sartre, Marcel, Merleau-Ponty. 1949-1950 Primer viaje a la metrpolis, a bordo del Ville d'Alger. Interno en Louis-le-Grand. Prepara all la khgne (curso final para ser admitido en la cole Normal Suprieur. Aqu conoce a algunos de los que sern sus amigos de por vida: L. Bianco, Pierre Bordieu, Michel Deguy, Grard Granel, Pierre Nora, Louis Marin, Michel Serres. Lectura de Simone Weil y de los "existencialistas". tienne Borne, su profesor de filosofa, dice de sus disertaciones de la poca que son "plotinianas".Dificultades escolares y problemas de adaptacin. Fracaso en el examen de ingreso a la cole Normal Suprieur (ENS). 1950-1951son aos difciles para Derrida: su salud es frgil, padece de insomnio, sufre un colapso nervioso. Repite la khgne en el Louis-le-Grand, regresa por tres meses a Argelia y fracaza nuevamente en el examen de ingreso a la ENS. La presin de los concursos para entrar a la cole Normale Suprieure, lo llenan de angustia y cansancio hasta convertir estos aos en "infernales".

1951-1952 Despus de un tercer ao de khgne en el Louis-le-Grand, en 1952 es admitido en la ENS. 1952-53 Estudia filosofa en Pars, en la cole Normale Suprieure, con Jean Hyppolite, el especialista en Marx y Hegel que fuera maestro de Foucault, y con Althusser, -tambin nacido en Argelia- con quien traba amistad desde el primer da. Milita de forma intermitente en grupos de extrema izquierda no-estalinistas. Otros docentes que tienen gravitacin sobre l son Maurice de Gandillac y Martial Guroult. Adems de Althusser, las otras influencias de sus aos de formacin son las de Maurice Merleau-Ponty, Tran-Duc-Thao y, en especial Michel Foucault, a cuyos cursos sobre las Ideas de Husserl y acerca de Merleau-Ponty concurre. Conoce a Marguerite Aucouturier (con la cual se casar en 1957. 1953-1954 Obtiene la licenciatura en letras y la licenciatura en filosofa de la Sorbona. En febrero de 1954 realiza una breve estada en Lovaina (Archivos-Husserl). Obtiene un certificado de etnologa.1957-1959 Cumple con el servicio militar durante la guerra de liberacin de Argelia. Solicita ser destinado como maestro en una escuela para hijos de soldados en Kola, cerca de Argel. Durante ms de dos aos es soldado de segunda clase, sin usar el uniforme militar, y ensea francs e ingls a jvenes argelinos o franceses. Se encuentra a menudo con Pierre Bordieu. Derrida fue siempre un severo crtico de la poltica de Francia en Argelia, pero confi en que se llegara a una forma de independencia que permitira la convivencia entre argelinos y franceses. 1959-1960 Ensea filosofa en el liceo de Le Mans, donde es colega de Grard Genette. Participa por primera vez de una dcade en el castillo de Cerisy-la-Salle con la ponencia ""Gnesis y estructura" y la fenomenologa". Realiza su primer viaje en 2 CV a Praga donde visita a la familia de su mujer. 1960-

1964 Ensea en la Sorbona (filosofa general y lgica) ayudante de Suzanne Bachelard, Georges Canguilhem, Paul Ricoeur, Jean Wahl. Realiza su segundo viaje a Praga, en las mismas condiciones que el primero. Conoce a Ph. Sollers, con quien comienza una amistad que durar hasta 1972. En 1961-62 dicta el seminario "Le Prsent (Heidegger, Aristote, Kant, Hegel, Bergson)", que ser relaborado en el ensayo Ousa et gramm, de 1968. En 1962 recibe el Prix Cavaills, de epistemologa moderna, por su traduccin e introduccin a El origen de la geometra de Edmund Husserl. Independencia de Argelia: toda la familia se instala en Niza. Admitido en la CNRS [Centre National de la Recherche Scietifique], Derrida renuncia pronto para ensear en la ENS, de la calle Ulm, a invitacin de Jean Hyppolite y de Louis Althusser. Primeras publicaciones en Critique y Tel quel. 1963 El 4 de marzo, con presencia de Foucault, dicta en el Collge Philosophique, la conferencia Cogito e historia de la locura en la poca clsica. Foucault recibe con irritacin las crticas de Derrida: en ese momento comienza un silencio que durar veinte aos, interrumpido recin en 1981, poco antes de la muerte de Foucault.

1965 Profesor de Historia de la Filosofa en la cole Normale Suprieure, en la cual permanecer durante casi treinta aos y enseara all con el ttulo de adjunto hasta 1984. Inicia una estrecha relacin con el grupo que edita la revista Tel Quel: Jean-Louis Baudry, Marcelin Pleynet, Jean Ricardou, Jacqueline Risset, Denis Roche, Pierre Rottemberg, Philippe Sollers y Jean Thibaudeau; y en la que colaboran frecuentemente Roland Barthes, Julia Kristeva y Michel Foucault. En la casa de sus amigos Y. y P. Thvenin, conoce a Pierre Klossowski, Francis Ponge, Nathalie Sarraute.

1967 Entra en el consejo de redaccin de Critique. Se hace cada vez ms evidente el contraste entre el escenario acadmico francs y el extranjero. En Francia un decidido bloqueo y las puertas de la universidad cerradas, mientras en el exterior y principalmente en USA su fama no deja de crecer. La voix et le phnomne, De la grammatologie, Lcriture et la diffrence1968 Publicacin conjunta del colectivo Tel Quel: Thorie densemble. Derrida colabora en este libro con el ensayo La diffrance, texto de una conferencia pronunciada en el Anfiteatro Michelet de la Sorbona, dentro del marco de las actividades de la Societ Franaise de Philosophie, el 27 de enero de 1968. Una revisin de este artculo ser publicada aos ms tardes en Marges. Entre el 18 y el 19 de octubre, en el centro de conferencias de la State University of New York, en Long Island, durante el congreso "Filosofa y Antropologa" lee Los fines del hombre. El texto lleva fecha del 12 de mayo, da culminante de la insurreccin estudiantil, cuando De Gaulle deja Pars y se refugia en Alemania. Con todo Derrida se mantuvo alejado del movimiento estudiantil: "No fu lo que suele llamarse un "sesentiochista". Aunque en ese momento particip en las manifestaciones y organic la primera asamblea general en rue d'Ulm, permaneca reservado, y hasta irritado ante cierta euforia espontaneista, fusionista, antisindicalista, ante el entusiasmo por la palabra finalmente "liberada", por la "transparencia" restaurada, etc. Nunca creo en esas cosas" Une folie doit veiller sur la pense. Se inicia su relacin con Maurice Blanchot. En julio, por invitacin de Peter Szondi, inicia una serie de seminarios en la Freie Universitt de Berln. Con Szondi, frecuenta en Paris a Paul Celan. Durante el ao acadmico 1968-69 dicta en la ENS y en la Johns Hopkins University, de Baltimore y de Pars, seminarios sobre "Literatura y verdad. El concepto de mmesis" y "La escritura y el teatro. Mallarm y Artaud". 1971 Derrida vuelve a Argelia, luego de nueve aos de ausencia y alejamiento. Pronuncia all conferencias y ensea en la universidad de Argelia. Conferencia en el Congreso de las sociedades de filosofa de lengua francesa en Montreal: Signature, evenement, contexte, que dar lugar a la controversia con John Searle del ao 1977. 1972 En el Coloquio Nietzsche en Cerisy-la-Salle ( con Deleuze, Klossowsky, Kofman, Lacoue-Labarte, Lyotard, Pautrat, etc) lee Espolones. Los estilos de Nietzsche. Ruptura definitiva con Sollers y Tel quel: la controversia est relacionada con el dogmatismo marxista del grupo, con sus posiciones a favor del Partido Comunista Francs, y con la propaganda maosta que Derrida no puede suscribir. Nmeros especiales acerca de su pensamiento de Les Lettres Franaises y de Le Monde. Primer viaje a Hungria. Es nombrado profesor visitante de la John Hopkins University. Publicacin de Positions, Marges de la Philosophie y La dissminacion, que recogen artculos, conferencias y entrevistas de los aos 1969 a 1971. 1975 Este ao supone el inicio del compromiso que Derrida mantiene con el GREPH (Groupe de Recherches sur lEnseignement Philosophique) hasta 1979, fecha en la que se edita la ltima de las publicaciones colectivas realizada por ese grupo. Con esta labor se emprende una tarea de crtica institucional que Derrida continuar hasta el final.Empieza a ensear varias veces al ao en la Universidad de Yale (New Haven), junto a Paul de Man y Hillis Miller; inicio de lo que se dio en llamar "escuela de Yale" (De Man, J. Hillis Miller, Harold Bloom y Geoffrey Hartman) El ensayo "Le facteur de la vrit" (en Potique, 21) explicita la disidencia con Lacan, a la cual Derrida ya haba hecho referencia previamente: "En los textos que he publicado hasta hoy, la ausencia de referencias a Lacan es, en efecto, casi total. Esto no se justifica slo por las agresiones formales con miras a una reapropiacin que, desde la aparicin de De la gramatologa en Critique (1965) (e incluso antes, se me dice) Lacan ha multiplicado, directa o indirectamente, en privado o en pblico, en sus seminarios y, desde esa fecha, como pude constatar yo mismo en su lectura, en casi todos sus escritos. Tales movimientos respondan cada vez al esquema argumental precisamente analizado por Freud (Traumdeutung) y del que demostr [...] que informaba siempre el proceso tradicionalmente incoado a la escritura. Este es el argumento llamado del caldero, que acumula, para las necesidades de una causa, asertos incompatibles (1. Devaluacin y deyeccin: eso no vale nada o no estoy de acuerdo. 2. Valorizacin y reapropiacin: por otra parte, eso me pertenece y lo he dicho siempre)". Posiciones. 1978 Primer viaje al frica negra, para la conferencia de Cotonou. En mayo lee en Ginebra la conferencia La retirada de la metfora. Publicacin de La vrit en peinture y de perons. Les styles de Nietzsche. 1979 Emprende junto con otros (Vladimir Janklevitch, Franois Chtelet, Deleuze, Ricoeur y Lacoue-Labarthe), la iniciativa de los Etats gnraux de la Philosophie, que se celebran en la Sorbona, el 16 y 17 de junio, en el momento en que la reforma Haby-Giscard amenazaba hacer de la filosofa una enseanza optativa en los liceos. Mesa redonda con Derrida en Montreal en torno a la problemtica de la autobiografa y la traduccin. Estos debates son publicados bajo el titulo Loreille de lautre. Otobiographies, transferts, traductions, en 1982.

1983 Comienzo de las actividades del Collge International de Philosophie (Paris), del que Derrida es miembro fundador y co-director hasta 1985. Participa en la organizacin de la exposicin Art contre Apartheid, en las iniciativas para crear una Fundacin cultural contra el apartheid y en el comit de escritores Pour Nelson Mandela. Elegido ese mismo ao en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), su direccin de estudios lleva como ttulo: "Les institutions philosophiques". Muerte de Paul de Man. Publicacin Dun ton apocalytique adopt nagure en philosophie, texto que Derrida presento como contribucin al coloquio de Cerisy de 1980.1985 Visita en Buenos Aires a Jorge Luis Borges. Dicta conferencias en Montevideo. Se publica El discurso filosfico de la modernidad de Habermas, que acusa a la deconstruccin de neoconservadurismo. 1986 Por invitacin de Bernard Tschumi, empieza a trabajar con el arquitecto Peter Eisenman en un proyecto para el parque de la Villette. Esta colaboracin provocar numerosos encuentros y publicaciones en el campo de la investigacin arquitectnica. Colabora en una pelcula sobre el condenado a muerte Caryl Chessman. Deja la universidad de Yale, y acompaa a su amigo John-Hillis Miller a la universidad de Irvine, en California. Seminarios en New York (Cuny), todos los aos hasta 1991. En abril realiza un homenaje a Michel Foucault en la City University of New York. 1988 Tercer viaje a Israel, encuentro con intelectuales palestinos en los territorios ocupados, recibe el Premio Friedrich Nietzsche. "Interpretations at War". El 5 de febrero debate en Heidelberg, con Gadamer y Lacou-Labarhe, acerca de Heidegger y el nazismo. 1989 Discurso de apertura del congreso de la Cardozo Law School of New York acerca de "Deconstruction and the Possibility of Justice" que marca el comienzo de la influencia de Derrida en el mbito del derecho. Tras la cada del Muro, participa en un grupo de reflexin al que seguir la dcada de Cerisy sobre Le passage des frontires, ste es tambin el ao en que se compromete con el colectivo 89 para la igualdad, que reclamaba el derecho de voto de los inmigrantes en las elecciones locales.

1991 Muerte de su madre. Circonfession, Lautre cap. La dmocratie ajourne, Donner le temps. 1. la fausse monnaie, Choral Work 1992 En el Time de Londres el 9 de mayo aparece una carta que lleva la firma del filsofo ingls Barry Smith y est refrendada por otros colegas: "La Universidad de Cambridge deliberar el 16 de mayo sobre el otorgamiento de un doctorado honoris causa a Jacques Derrida. Como filsofos y otros estudiosos que sienten inters por la destacada carrera de Derrida a lo largo de los aos, creemos necesario echar alguna luz indispensable acerca del debate pblico suscitado al respecto. Derrida se describe a s mismo como un filsofo; y sin duda sus escritos presentan algunas de las caractersticas de los escritos de esa disciplina. De todos modos su influencia se ejerci, en un nivel elevadsimo, casi nicamente en mbitos externos a la filosofa: en departamentos de cine, o de literatura francesa o inglesa. Bajo la mirada de los filosfos, e indudablemente entre quienes trabajan en importantes departamentos de filosofa de todo el mundo, el trabajo de Derrida no se adecua a los estndares aceptados de claridad y rigor".

1993 Spectres de Marx. Ltat de la dette, le travail du deuil et la nouvelle Internationale, Khra, Sauf le nom, Passions 1994 Politiques de lamiti

2004 El 8 de octubre Jacques Derrida muere, en Pars, en un hospital de la Rue d'Ulm, de cancer de pncreas, a los 74 aos.

III.

Este breve recorrido por su biografa nos presenta algunos elementos que no son simplemente decorativos.

La experiencia de la exclusin, de la marginacin, del ser extranjero son, para Derrida, centrales en su pensamiento.

MISMO Y OTRO:

Vivimos en un mundo regido por el principio de lo mismo, de la igualdad: todos somos iguales, sin embargo, la cuestin del la igualdad no ha sido entendida como una igualdad actualizada sino en potencia. El otro es un igual a m (en potencia) y, por tanto, a veces tengo que esperarlo (tolerarlo) hasta que llegue a ser como yo incluso podra querer ayudarlo

Derrida dice no, no somos iguales, somos igualados a partir de determinadas pautas dominantes que se han ido construyendo (y autofundamentando) a lo largo de los siglos.

La temtica de la diferencia y de la alteridad surgen de all, del fracaso de los conceptos y las instituciones modernas q piensan al hombre en trminos de igualdad.

Y este no de Derrida es el que lo lleva a pensar un modo del encuentro con el otro y de la comunidad sobre la base de la diferencia, de la singularidad: todos somos diferentesDe all podemos establecer algunas de las lneas crticas de Derrida ya desde un comienzo:

Importancia por la temtica del otro (del respeto y la afirmacin del otro)- Fuerte crtica a la idea de tolerancia, a la cual contrapondr la idea de hospitalidad absoluta, incondicionada (que veremos quizs hoy). Deconstruccin del sujeto moderno y, por tanto, del modo de concebir sus relaciones con los dems, con aquellos que son diferentes de ste y tambin, el modo de pensar la comunidad. La importancia de repensar las instituciones a la luz de este pensamiento de respeto a la alteridad (justicia irreductible al derecho; hospitalidad incondicionada que se pervierte en las leyes condicionales, etc.)

IV.El trabajo filosfico de Derrida se enmarca al interior de una tradicin filosfica que pasa por Nietzsche, por Heidegger y Levinas, fundamentalmente.

A Nietzsche y Heidegger los encontramos en Carta a un amigo japons Por supuesto, ellos no son los nicos autores presentes en su obra, pero su presencia es fortsima.

Cabe destacar tb la influencia del psicoanlisis, de la literatura, del cine, y de otros filsofos como Maurice Blanchot, Walter Benjamin, Theodor Adorno y Althusser (y, por tanto, su cercana a un marxismo heterodoxo).Vayamos a ella un poco.

CARTA A UN AMIGO JAPONS

V. Crtica al sujeto moderno.

A diferencia de los planteos tradicionales de la intersubjetividad, donde la relacin con el otro era mentada mayoritariamente como una relacin de inter-subjetividad entre dos sujetos cerrados, iguales entre s, la temtica de la alteridad exige repensar la problemtica comunitaria desde la condicin de exposicin frente al / lo otro.

[La herencia levinasiana se evidencia en estos pensamientos]

"Es una relacin con un ser que, en cierto modo, no existe en relacin a m (...). Un ser situado ms all de todo atributo que tuviera como efecto el cualificarle, es decir, el reducirle a aquello que tiene en comn con otros seres, el hacer de l un concepto."[footnoteRef:1] [1: E. Lvinas, Entre nosotros. Ensayos para pensar en otro, trad. Jos Luis Pardo, Valencia, Pre-textos, 1993, p.46. Otra alusin al carcter inaferrable del Otro puede leerse tambin en el siguiente pasaje: "El encuentro con el otro consiste en el hecho de que, no importa cul sea la extensin de mi dominacin sobre l y de su sumisin, no lo poseo." (Lvinas, Entre nosotros, op. cit., p.21).]

El otro es anterior a m y me interpela desde siempre. Siendo la otredad una existencia inaferrable en la medida en que se resiste al intento de ser englobada o identificada bajo una totalidad (concepto), el ser-con, el con-vivir con otros presenta una situacin de asimetra inicial, develando toda bsqueda de la simetra como algo derivado, construido, con el perjuicio de la neutralizacin de esa alteridad radical. Contra la tesis hegeliana de incluir al otro a partir de una negatividad apresable - sintetizable - dialectizable en una totalidad, la posicin levinasiana a este respecto es la postulacin de una alteridad no reductible a lo Mismo, un Otro que se presenta en la forma sensible del rostro, en el cara-a-cara. Cabe sealar que el trmino "rostro" es utilizado por Lvinas para nombrar de algn modo la presentacin sensible del Otro, de aquel ser que se me presenta como anterior e inapresable a la conceptualizacin. Es la presencia de un ser independiente de mi existencia, "la identidad misma de un ser. Se manifiesta en ella a partir de s mismo, sin concepto." (Lvinas, Entre nosotros, p.46)

El encuentro con el otro no confirma, entonces, la mismidad de mi persona sino, antes bien, la desapropiacin de la mismidad, la contaminacin.[footnoteRef:2] [2: Si bien entonces, -y como hemos mencionado en forma somera- en la temtica del otro puede advertirse una fuerte impronta levinasiana, es importante sin embargo destacar que, en el caso de Derrida, dicha cuestin cobra una dimensin diferente en la medida en que el otro no representa una pura exterioridad sino antes bien, aquello mismo que asedia a la mismidad. Frente a las caracterizaciones levinasianas metafsicas de la separacin entre Mismo y Otro como separacin del ser; en el caso derridiano el otro no se presenta como una instancia exterior, sino que se encuentra en la mismidad en la forma del asedio, es decir, bajo una modalidad que no sera la de la presencia y que Derrida tematiza a partir de figuras alternativas de lo que podramos llamar una "topografa del otro", acercndonos a nociones tales como las del duelo imposible (Memorias para Paul de Man), la del fantasma o espectro (Espectros de Marx), del extranjero (El monolingismo del otro y La hospitalidad), entre otras.]

La hospitalidad es, pues, la situacin de puesta en contacto con un otro no tematizable que se patentiza como precedencia y que, por tanto, exige una responsabilidad no deslindable. La hospitalidad es este s al otro, en tanto significa la pura afirmacin del otro.

La hospitalidad representara la apertura incondicionada a toda otredad, es decir, su afirmacin radical. Siendo que el otro resulta opaco y, por tanto, asimtrico a m, la hospitalidad constituira la afirmacin de ese otro y su respeto, pese a la condicin inevitable de la incomprensin.

Pareciera que justamente la diferencia imposibilita la hospitalidad dado que desplaza cualquier intento de acercamiento con el otro, de cuidado para-con el otro. Pareciera no ser posible una hospitalidad plena, que persiguiera el absoluto acondicionamiento de un espacio destinado al confort del habitar del husped.

Por qu no pensar entonces en la nocin de tolerancia, nocin que ha sido recurrente en la tica?

La cuestin de la relacin con el otro ha sido tematizada en varias ocasiones a partir de conceptos como el de tolerancia. En las pocas referencias de la obra derrideana acerca de este trmino, el autor siempre hace referencia a la connotacin cristiana del mismo[footnoteRef:3] y a su fuerte componente paternalista. Debemos agregar que subyace a esta nocin, en la mayora de los casos, una concepcin del otro como igual, como alter-ego. La igualacin en las perspectivas de lo inter-subjetivo (como en el caso de las ticas universalistas[footnoteRef:4]) elimina la diferencia y el otro deviene un igual cuando no en acto, al menos en potencia. En otras palabras, siendo el otro diferente de m desde una situacin contingente porque el otro es sustancialmente igual- las diferencias radicaran en una situacin de asimetra que, en ltima instancia, representara el intento de perpetuacin de ciertas diferencias por sobre otras. Por lo tanto, una tica de la tolerancia se revelara por la patentizacin de la diferencia como un elemento constitutivo de toda subjetividad e intersubjetividad- como la sobrevaloracin de ciertas diferencias por sobre otras. Les leo una cita de La filosofa en una poca del terror: [3: Esta caracterizacin de la temtica de la tolerancia desde una fuerte inspiracin cristiana es extrada de E. Benveniste, Le vocabulaire des institutions indo-europennes (Paris, Minuit, 1969). "La palabra "tolerancia" est ante todo marcada por una guerra de religiones entre cristianos y no cristianos. La tolerancia es una virtud cristiana y, en todo caso, catlica. El cristiano debe tolerar al no cristiano, pero, sobre todo, el catlico debe dejar vivir al protestante." (G. Borradori (comp.), La filosofa en una poca de terror. Dilogos con Jrgen Habermas y Jacques Derrida, trad. Juan Jos Botero y Luis Eduardo Hoyos, Buenos Aires, Taurus, 2004, p. 184).] [4: Quizs una de las ms interesantes ticas universalistas en estos tiempos sea la del filsofo alemn Jrgen Habermas, donde la temtica de la alteridad es abordada exhaustivamente en obras como La inclusin del otro. Estudios de teora poltica (Barcelona, Paids, 1998). Por algunos motivos que iremos sealando en esta parte de nuestro trabajo podr comprenderse el rechazo de Derrida a este tipo de ticas. Creemos, no obstante, que un anlisis ms pormenorizado de cada una de ellas, teniendo en cuenta las diferencias significativas que, por otra parte, distinguiran campos de reflexin y de accin muy diferentes, sera extremadamente interesante.]

"[...] la tolerancia es ante todo un acto de caridad. Caridad cristiana, por consiguiente, incluso si puede parecer que judos y musulmanes se apropian de ese lenguaje. La tolerancia est siempre del lado de "la razn del ms fuerte"; es una marca suplementaria de soberana; es la cara amable de la soberana que dice, desde sus alturas, al otro: yo te dejo vivir, t no eres insoportable, yo te abro mi casa, pero no lo olvides: yo estoy en mi casa..."[footnoteRef:5] [5: Derrida, J., La filosofa en una poca del terror, ed. cit., p. 185.]

De este modo, as como la concepcin de la tolerancia es deudora del sujeto moderno, del otro como un sujeto enfrentado a otro sujeto que soy yo mismo, en el caso de la hospitalidad nos encontramos con un pensamiento en consonancia con la temtica de la alteridad.Pero cmo se puede ser anfitrin de un otro absolutamente diferente? O, retomando lo anterior, si ese husped es lo otro de m, en la forma del asedio, cmo puedo entonces disponer adecuadamente su espacio? No sera mejor que disponer un espacio, dejar que el otro disponga? La hospitalidad aparece entonces como el intento de pensar la cuestin del respeto a la alteridad desde una mirada radical, pudiendo slo de este modo dejar ser al otro desde una responsabilidad infinita e irrevocable, desde una suerte de afirmacin radical. Porque, en ltima instancia, en nombre de qu propiedad podemos distanciar al otro como diferente? O, ms an, en nombre de qu propiedad podemos atribuirnos una identidad-mismidad?

A partir de estas preguntas, quizs podemos iniciar nuestra reflexin en el paso de una tica de la hospitalidad a una poltica hospitalaria. La problemtica que abordaremos fundamentalmente aqu y quizs tambin como una tarea derrideana de herencias levinasianas- ser la de articular a partir de una tica de la hospitalidad una poltica de la hospitalidad. La pregunta, en ltima instancia ser acerca de la posibilidad de fundar una poltica y un derecho a partir de las elaboraciones de la hospitalidad, tal como han sido caracterizadas hasta aqu. Ms all de la imposibilidad de mentar algo as como una relacin de fundamentacin de la hospitalidad acorde a lo desarrollado hasta aqu y a la que Derrida alude con la expresin hospitalidad incondicional o absoluta- a lo jurdico, Derrida tematiza esta problemtica de manera oblicua postulando cierto vnculo entre lo que l denomina "leyes de la hospitalidad condicionales" y la hospitalidad absoluta. Derrida se pregunta en Palabra de acogida:

"Nos preguntaramos, por ejemplo, si la tica de la hospitalidad, que vamos a intentar analizar en el pensamiento de Lvinas, puede o no fundar un derecho y una poltica, ms all de la morada familiar, en un espacio social, nacional, estatal o estado-nacional."[footnoteRef:6] [6: Derrida, J., Palabra de acogida, ed. cit., trad., p. 38.]

Y, como podemos desde un principio sospechar, la respuesta del filsofo franco-argelino no puede ms que ser negativa, al menos si lo que se pretende es una suerte de relacin de fundacin de la tica sobre la poltica:

"La hospitalidad incondicional, inseparable de un pensamiento sobre la propia justicia, resulta sin embargo impracticable como tal. No se la puede inscribir dentro de unas reglas o de una legislacin. Si alguien quisiera traducirla inmediatamente en una poltica, correra el riesgo de suscitar efectos perversos"[footnoteRef:7] [7: "Hoy en da" en Derrida, J., No escribo sin luz artificial, ed. cit., p. 124.]

Y esta imposibilidad se funda bsicamente en la heterogeneidad existente entre lo imposible y lo posible. Si la lgica de la hospitalidad es la lgica de lo imposible, siendo por ello mismo heterognea a la esfera del clculo del que lo poltico y lo jurdico forman parte, cmo ser entonces posible encontrar en este ltimo terreno y recordemos el consejo derrideano de comer bien[footnoteRef:8]- un espacio, una disposicin hacia aquello que no parece ms que sustraerse, en la imposibilidad de su realizacin o en la violencia de su intento? [8: Derrida, J., Il faut bien manger ou le calcul du sujet", Entretien avec Jean-Luc Nancy paru dans Cahiers Confrontation, Paris, 20, hiver 1989: Aprs le sujet qui vient publicado luego en J. Derrida, Points de suspensin, Entretiens, Paris: Galile, 1992.]

La paradoja de una hospitalidad absoluta en el terreno de lo poltico se evidencia inmediatamente, dado que la irrupcin de la alteridad precede a cualquier propiedad, siendo la lgica del don, del don de la ley su misma condicin.[footnoteRef:9] Sin embargo, aun aceptando la heterogeneidad existente entre una tica de la hospitalidad y el mbito de la poltica y de lo jurdico, volvemos a preguntarnos acerca del vnculo posible entre ambas esferas, incluso cuando desistamos de la posibilidad de que la tica pueda fundar una poltica.[footnoteRef:10] Si la justicia en tanto hospitalidad absoluta es una afirmacin de carcter prctico, pero en cuanto tal no es practicable (o realizable), qu estatuto podramos asignarle a tal nocin y, en todo caso, qu relacin posee con el mbito poltico-jurdico? [9: Derrida, J., Palabra de acogida, ed. cit., p. 66.] [10: Quizs ste sea el rasgo ms antihegeliano (e inclusive antiabsolutista) de Derrida. No hay un paso directo de la moralidad a la eticidad porque si esto fuera posible, entonces podra fundarse estado a partir de una idea absoluta.]

Leer comienzo de La hospitalidad

En este sentido entonces, antes de hablar de una hospitalidad de la invitacin, lo cual en cierta medida representara la posibilidad de reconocer a un otro; la hospitalidad, acorde a los desarrollos derrideanos de la alteridad sealara, en primer trmino, una hospitalidad de la visitacin[footnoteRef:11] del otro. [11: Esta distincin entre una hospitalidad de la invitacin (que ser la hospitalidad condicional) y una hospitalidad de la visitacin (hospitalidad incondicional) es establecida por Derrida en La filosofa en una poca de terror, ed. cit., pp. 185-188.]

VI.Qu hacemos nosotros y quines somos, nosotros que os llamamos para que compartis, participis, os asemejis? Somos, en primer lugar, como amigos, amigos de la soledad, y os llamamos para compartir lo que no se comparte, la soledad. Amigos completamente diferentes, amigos inaccesibles, amigos solos, en tanto que incomparables y sin medida comn, sin reciprocidad, sin igualdad. Sin horizonte de reconocimiento, pues. Sin parentesco, sin proximidad, sin oikeiotes.[footnoteRef:12] [12: J. Derrida, Polticas de la amistad, op. cit., p.53.]

A qu refieren estas extraas expresiones, que Derrida resume en la frmula X sin X y, en particular, la sentencia batalliana de la comunidad sin comunidad? A nuestro juicio, al intento de abrir un espacio de pensamiento sobre la comunidad, sin por ello clausurarlo, es decir, a la decisin de no completar el espacio de la predicacin, intentando desde all perpetuar determinado contenido.

Si la alteridad es el presupuesto de estos pensamientos, postular cualquier nota positiva que acomune significara en ltimo trmino el ejercicio de cierta neutralizacin de la alteridad postulada.

La comunidad no es el encuentro de iguales ni la patentizacin de una propiedad comn, es, antes bien, la experiencia de la extranjeridad, de la separacin que se encuentra en la base de toda comunidad y desde la cual, slo como una situacin derivada, ficcional y, por tanto, provisoria, lo comn se anuncia como la realizacin de la comunidad.

Animarse, entonces, a poner de relieve el carcter desfondado y, por tanto, ficcional y provisorio de cualquier configuracin comunitaria.

La pregunta por la comunidad, entonces, se asienta sobre la problemtica del ser-con-otros, asumiendo as la exigencia del respeto a una singularidad no-capturable en un esquema dialectizante de lo mismo, en otras palabras, nos conduce al desafo de pensar el encuentro de lo heterogneo, con la consecuente exigencia del respeto de la alteridad.

En uno de los textos derrideanos donde se tematiza quizs de manera ms explcita esta problemtica (aunque todo texto derrideano podra ser ledo como un tratado sobre la comunidad) y bajo las diferentes figuras que lo comunitario adquiere en esta obra (la amistad, la democracia), podemos detectar esta direccin de pensamiento cuando se afirma que no cabe democracia sin respeto a la singularidad o a la alteridad irreductible[footnoteRef:13] o en la siguiente cita: [13: J. Derrida, Polticas de la amistad, op. cit., p.40.]

No cabe democracia sin respeto a la singularidad o a la alteridad irreductible, pero no cabe democracia sin comunidad de amigos (koin t phlon), sin clculo de las mayoras, sin sujetos identificables, estabilizables, representables e iguales entre ellos.[footnoteRef:14] [14: PA, p.40 /40.]

Por un lado, la ley de la igualdad, del nmero, de las mayoras,

por otro, la ley de la asimetra, de las minoras, de la heterogeneidad,

representan la disyuncin misma que se da en el corazn de la democracia.[footnoteRef:15] [15: G. Bennington, Demo en M. McQuillan, op. cit., p.19. Y es justamente por la constitucin esencial de esta tensin que Bennington afirma que la deconstruccin operates just such a radical politicization of conceptuality in general (Ibid.)]

El anlisis de esta nocin se centra fundamentalmente en dos obras, Polticas de la Amistad y Canallas. En el caso de la primera de ellas, la genealoga derrideana del concepto de democracia es abordada en su conexin con la idea de amistad.

Si la amistad fraterna ha sido el paradigma de la comunidad poltica desde los tiempos de Aristteles, una amistad de lo mismo, del reconocimiento de iguales, habra otra amistad, una amistad nietzscheana, que parecera responder a la ley de la disparidad y, con ella, al abandono de una concepcin androcentrada de lo poltico[footnoteRef:16]. En el caso de la democracia, veremos el rechazo de la fraternizacin que para comprender neutraliza[footnoteRef:17]. [16: PA, p.12 / 12.] [17: PA, p.13 / 13.]

Una amistad sin medida comn, como resultado del acontecimiento, donde entran en juego fuerzas contingentes que se entrecruzan, a su vez, en forma contingente. Nace un amor diferente, de un nacimiento que no remite al posible acto intencional de un sujeto, sino al resultado de un suceso no planeado sino acontecido y silencioso.[footnoteRef:18] En As habl Zaratustra, Nietzsche contrapone la figura del amor al lejano a la del amor al prjimo. El amor al lejano apuesta por una radicalidad desestructurante, por una dimensin del amor como relacin liberadora con el otro[footnoteRef:19] y lo otro. [18: Si la amistad es una de las posibles metforas para pensar la subjetividad, el amor no podr ser otra cosa que otras de las maneras de vincular esta nueva subjetividad con su mismo devenir. En cuanto a la cuestin del silencio, volveremos sobre ello a propsito del discurso apoftico en la seccin IV de este mismo captulo.] [19: M. Barrios Casares, La Voluntad de Poder como Amor, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1990, p. 39.]

Lo maravilloso del amigo es la posibilidad de no poseerlo nunca, porque lo que se petrifica, se transforma en algo acotable y encerrable.[footnoteRef:20] [20: M. B. Cragnolini, Extraas amistades. Una perspectiva nietzscheana de la phila desde la idea de constitucin de la subjetividad como Zwischen en Perspectivas Nietzscheanas, ao VII, Nmeros 5 y 6, octubre, 1998, p.104.]

La amistad no es nunca una cosa dada presente, forma parte de la experiencia de la espera, de la promesa o del empeo. Su discurso es el de la oracin, inaugura, no constata nada, no se contenta con lo que es, se traslada a ese lugar donde una responsabilidad se abre al porvenir.[footnoteRef:21] [21: PA, p.263.]

Y cul va a ser el ncleo de esta comunidad, de este cum: la idea de lo comn est sustentada sobre la idea de propiedad. Esta tesis es central.

[N]osotros pertenecemos (es esto lo que nos atrevemos a decir aqu) al tiempo de esta mutacin, que es justamente una terrible sacudida en la estructura o la experiencia de la pertenencia. Y en consecuencia de la propiedad. De la pertenencia y de la particin comunitaria: la religin, la familia, la etnia, la nacin, la patria, el pas, el Estado, la humanidad misma, el amor y la amistad, la querencia pblica o privada. Pertenecemos a esa sacudida, si eso es posible, temblamos en ella. Nos atraviesa, nos estremece. Le pertenecemos sin pertenecerle. Es en ella donde resuenan todos los grandes discursos (ya hemos nombrado los de Bataille, de Blanchot, de Nancy, por ejemplo, pero hay otros, tantos otros todava, a lo lejos y muy cerca de nosotros) cuando asumen el riesgo y la responsabilidad pero tambin cuando se rinden a la necesidad de reflexionar y de formalizar, si se puede decir as, la dislocacin absoluta, el desensamblarse sin reborde; cuando sealan a esto adems en medio de la noche, unas veces segn el tiempo sin duracin del relmpago o el rayo, otras veces segn el ir y venir de un faro, lanzando siempre llamadas locas e imposibles, advertencias casi mudas, palabras que se consumen en una sombra luz, como esos sintagmas tpicos y recurrentes de relacin sin relacin, de comunidad sin comunidad (comunidad de los que no tienen comunidad)[footnoteRef:22] [22: J. Derrida, Polticas de la amistad, op. cit, p.99.]

Hablar de la comunidad, pero, qu sucede cundo se quiere sealar, all mismo, en el seno de la comunidad, aquello que pone de relieve nuestro ser-con el otro (o lo otro)? Elegir las palabras para reflexionar sobre lo comunitario implica un compromiso. Y esta deconstruccin se inscribe en el marco de una herencia de la comunidad articulada a partir de idearios que han insistido en proponer de una manera determinada (y quizs, definitiva, en un gesto muy cercano al iusnaturalista) aquello que se comparte, lo comn de la comunidad. Lo que compartimos es lo que nos hace iguales: se parece ser el axioma comunitario clsico. Una propiedad que nos hace formar parte de un mismo escenario: la sangre, la lengua, la racionalidad. Es por ello que, lejos de indicar el mero ejercicio (o juego) del discurrir metafsico, la exigencia de estas reflexiones -que asumen una herencia tan polmica como la de pensar la problemtica de lo comunitario- se plasma en el cruce o la convergencia de estas construcciones y lo poltico. Es un pedido de hospitalidad aquel que se anuncia en las escrituras de autores que, como Derrida, reabren el debate de la comunidad:

Slo una hospitalidad, la que se ofrece a los locos que llegan. Les pide solamente que le abran las puertas del corazn, que lo escuchen, que lo acojan en s mismos, que lo alberguen, que lo honren y aprendan de l, en suma, una historia de la razn. Slo un loco puede contarla, slo l puede saber cmo hacer entrar en razn a la razn, cmo la razn llega a ser lo que ha debido ser: puesta en razn.[footnoteRef:23] [23: J. Derrida, Polticas de la amistad, op. cit, pp.69-70.]

Derrida remite el problema poltico de la democracia a la historia metafsica de este concepto y su filiacin, desde Aristteles, con la temtica de la amistad entre iguales. La cuestin no es aqu abandonar toda una serie de categoras que, de hecho, mantienen en muchos casos su vigencia, sino heredarlas: los turnos, el retorno a s del crculo y de la esfera, por consiguiente, la ipseidad del Uno, el autos de la autonoma, la simetra, lo homogneo, lo mismo, etc. [][footnoteRef:24] . [24: V, p.35 / 32. La democracia, para Aristteles est constituida sobre la base de la igualdad y libertad de los ciudadanos. Es por ello que stos optan, cuando tenemos un rgimen recto de gobierno por tomar por turnos el poder. Cf. Poltica, L.III, cap. 1 (1275a 20-25)]

Cmo pensar la democracia a partir de su segunda ley, la ley de la asimetra, en el contexto de una axiomtica como sta? La democracia como promesa del otro, como acogida, como espera sin espera (sin horizonte anticipativo), no parece encontrar un espacio en este esquema: Hasta ahora, ciertamente, no ha habido nunca ninguna filosofa de la democracia.[footnoteRef:25] Porque, en ltima instancia, ella misma es imposible, imposible como lo posible radical, como el venir de lo heterogneo, esa otra verdad de lo democrtico[footnoteRef:26]: [25: V, p.35 / 32.] [26: Ibid.]

Por qu se finge tan a menudo (ficcin de la democracia) ignorar la violencia de esa disimetra, y aquello que en sta es o no reductible? Por qu la hipocresa, la denegacin o la ceguera ante esta evidencia excesiva? Por qu ese exceso de evidencia es a la vez claro como el da y la cara ms nocturna de las democracias tal como stas son en el presente?[footnoteRef:27] [27: J. Derrida, La democracia para otro da en El otro cabo. La democracia para otro da, p.101. El subrayado es de J. D. Sobre la democracia por venir y la dimensin de la promesa Joanna Hodge afirma: In the course of the text Derrida makes connections between the notion of the a-venir, derived from the reading of Blanchot and Lvinas, and an analysis of a concept of democracy, as democracy to come, or democracy as promised. This promise is understood on the model of the promise to Abraham, marked by the substitute sacrifice of the lamb for the son, of the messianic promise of redemption, and of the promise made to the apostles that Jesus would come again. Derrida imports this complicated temporality of the event which, in so far as there is faith, has already arrived, to explain the curious nature of democracy. This promise of democracy has, as analyzed by Len Lawlor, this complex temporality of contingent historical conjuncture, categorical injunction and an afterlife in an indispensable double affirmation, in human communities of remembrance.(Derrida on time, p.137)]

Es esta segunda ley de la democracia la que nos lleva a poner en cuestin un vnculo esencial de la concepcin tradicional de lo poltico, a saber, el intervalo entre lo poltico y lo comn[footnoteRef:28]. La tarea filosfica, por tanto, no radica en una destruccin del concepto de democracia, si por ello entendemos el abandono absoluto de su concepcin clsica para dar lugar a un nuevo concepto.[footnoteRef:29] Antes bien, dicha tarea parece presentarse como cierta des-sedimentacin de lecturas de lo poltico y de lo democrtico- a la luz de una nueva bsqueda. [28: J-L. Nancy, op. cit., p.47.] [29: En esta misma lnea, Noah Horwitz seala: Deconstuction will prove to lead politics back to its very ground, or no groung, to the very moment that truth of politics can be seen and judged. (Derrida and the Aporia of the political, or, the theologico-political Dimension of Deconstruction en Research in Phenomenology, 32, 2002, p.158.]

La democracia por venir no sera, de este modo, la proyeccin de una democracia perfecta en el futuro, sino cierta insistencia en el aqu y ahora, una crtica transformadora, que no reduce el problema democrtico a una especificacin mayor del mismo, sino justamente, es lo que expone a la democracia a su contingencia, abriendo un proceso de alteracin en el corazn mismo del concepto.El venir de la democracia no puede responder a la pregunta por la realizacin o no-realizacin de un ideal. La democracia por venir, esta extraa modalidad de la democracia, irreductible, incondicional, no realizable, pone a la fuerza del demos en comparecencia con su debilidad:

[L]a fuerza del demos, la fuerza de la democracia compromete a sta, en nombre de la igualdad universal, a representar no slo la mayor fuerza del mayor nmero, a la mayora de los ciudadanos considerados mayores de edad, sino tambin la debilidad de los dbiles, de los menos, de las minoras y de los pobres, de todos aquellos y todas aquellas que, en el mundo, reclaman, en medio del sufrimiento, una extensin legtimamente infinita de esos derechos llamados del hombre.[footnoteRef:30] [30: V, p.60 / 55. There is no type for the aporia and the unconditionality of openness it shows. (N. Horwitz, op. cit., p.170).]

El demos, para Aristteles, est constituido por ciudadanos, esto es, por hombres que participan en la justicia y el gobierno.[footnoteRef:31] De all los turnos y el crculo de turnos[footnoteRef:32] que se establece entre ellos en las funciones de las magistraturas. Ahora bien, debemos recordar que la nocin aristotlica de democracia es ubicada entre los gobiernos que no son rectos. El modelo desviado de un rgimen recto en el que el nmero gobierna, la Repblica (Politeia), cuando la masa gobierna la ciudad mirando al inters comn.[footnoteRef:33] Es la preocupacin por el inters comn aquello que, en ltima instancia, delimita a los gobiernos como rectos. Es por ello que la afirmacin de Nancy nos resulta ms que interesante: en los orgenes del pensamiento de lo poltico se postula un nexo esencial entre lo poltico y lo comn. Y es en este entramado que la soberana es descrita circularmente: lo comn como lo igual permite el retorno de toda decisin soberana. [31: Aristteles, Poltica, 1275 a 20-25.] [32: Cf. nota 16 supra.] [33: Poltica, 1279 a 35-40.]

La democracia por venir parece ocupar justamente el espacio de dislocacin de esta co-pertenencia ntima de lo poltico. Ello no significa, por cierto, que Derrida rechace la necesidad de lo comn en la Real Politik. Debemos, antes bien, comprender el terreno de intervencin del discurso derrideano frente a esta cuestin. Debe recordarse que la nocin de democracia por venir no se postula en el terreno de las variantes de regmenes de gobierno sino que, quizs desde un paso hacia atrs, se instala en la base de la fundamentacin de la poltica:

Amigos de la soledad debe entenderse de mltiples maneras: aman la soledad, pertenecen conjuntamente, y sa es su semejanza, al mundo de la soledad, del aislamiento, de la singularidad, de la no-pertenencia [...] esta comunidad sin comunidad.[footnoteRef:34] [34: PA, p. 62 / 62.]

Hiprbole del tono[footnoteRef:35], la pregunta es, no obstante, si estas afirmaciones pretenden insertarse en un terreno discursivo programtico de lo poltico o, antes bien, desmontar la nocin clsica de amistad y comunidad desde una esquemtica de la filiacin: el Estado, la familia y, por tanto, la cepa, el nacimiento, el gnero o la especie, el sexo, la sangre, la nacin.[footnoteRef:36] [35: P. Pealver, Hiprbole del resto, o fe cruda en Daimon. Revista de Filosofa, 19, 1999, p.95. No ya la exageracin, sino la bella desmesura de pensar tout autrement y (lo) tout autre. (Ibid.)] [36: PA, p.13 / 13.]