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MARTA INICIÓ su carrera profesio-nal en el sector de los eventos hace más de diez años. Era una persona resolutiva, conocida y reconocida en el mundillo, con una gran proyección debido a sus conocimientos técnicos y a esa inquietud que la caracterizaba y la hacia estar en continuo aprendi-zaje. Recientemente había abando-nado su ciudad natal para trasladarse a la capital bajo la tutela de una de las mejores empresas del panorama actual en gestión de eventos. Era una todoterreno, pero cuanto más crecía profesionalmente más se alejaba de su parte emocional y humana, tenia tan interiorizado su papel como res-ponsable de eventos que olvidaba que estos los forman las personas. Su autocrítica y su autoexigencia eran tan notables que no se permitía nin-gún pequeño desliz.

Me la encontré una tarde en un pequeño café alejado del bullicio del centro sentada a la mesa que daba a la ventana. El olor a lluvia se podía percibir en el ambiente. El frio invierno hacia que todos fuéramos con la nariz sonrojada. Me acerqué a saludarla y con tan solo mirarla me di cuenta que algo le pasaba. Su rostro era pálido, su mirada no brillaba, más bien era triste y apagada. Me son-río tímidamente y me dijo que me sentara.

- Marta, cuánto tiempo sin verte–, pronuncié.

- Hola Celia, ya sabes que ando siempre liada.

- Lo sé, Marta, al igual que sé que no estás bien–. Marta agachó la ca-beza.

- ¿Porqué no me cuentas lo que te pasa? Me gustaría ayudarte–, le dije con voz clara.

La confianza que nos unía (nos conocíamos desde que estudiamos Protocolo juntas) hizo que Marta se abriera y decidiera contarme lo que aún no le había comentado a nadie, aquello que la devoraba por dentro y que no sabia cómo y de qué manera afrontar.

- Celia, estoy un poco preocupada. Sabes que me apasiona mi trabajo, que vivo por y para los eventos, pero no consigo llegar a conectar con el público. Lo hago todo tan dinámica-mente y de forma tan automatizada que creo que me estoy perdiendo momentos–, aseveró con una voz profunda y melancólica.

- Marta, nuestra actitud ante la vida es una de las piezas clave para afrontar los retos del día a día, y más a la hora de crear un evento. Los eventos han sido y son creados por personas, personas como tú y como yo, humanas, con sentimientos, con emociones. Cada evento es diferente ya de por sí porque las personas que asisten a él son distintas. Trabajamos con personas, trabajamos para per-sonas. Esto es primordial que no lo

olvides. Para llegar a tu público debes pensar con la cabeza pero actuar con el corazón, vas a tener que empezar a despojarte de todas esas máscaras que el paso del tiempo y la carga profesional han ido instalando en tu rostro. Tu belleza se ha endurecido por temor a mostrar tus emociones, lo que te ha impedido además creer de verdad en lo que haces. Si tú no crees en los eventos que realizas, tus eventos dejan de ser creíbles y pier-des totalmente la conexión con las personas.

En ese momento, Marta ya era un mar de lágrimas…

- ¿Qué puedo hacer Celia? ¿Cómo puedo crear eventos que lleguen al público, que inspiren?–, me preguntó encarecidamente

- Un buen evento, amiga Marta, siempre inspira y motiva, pero es difí-cil motivar si uno mismo no está mo-tivado. Permíteme que te transmita las claves que, bajo mi punto de vista, son esenciales para conseguirlo.

Y en ese instante fue, cuando en aquella pequeña mesa de madera bajo una luz tenue, un café dulce y aromático y el sonido de la lluvia tras el cristal, le relaté a Marta cómo y de qué manera realizar eventos con ALMA.

A lo largo de esta nueva sección que emprendemos en REVISTA PRO-TOCOLO iremos exponiendo dichas claves. Comenzamos con las prime-ras y en los próximos números se-guiremos desvelando otras, así como

Un buen evento inspira y motiva. Claves para el éxito

LO PRIMERO QUE DEBEMOS PLANTEARNOS ES QUÉ TIPO DE ACTO QUEREMOS Y CONOCER NUESTROS OBJETIVOS PARA ESTABLECER LA ESTRATEGIA A SEGUIR

CON CELIA DOMÍNGUEZ

Motívate

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diversos factores para motivarnos y saber transmitir esa motivación en los eventos que creemos y gestionemos.

Claves de éxito

1. Fíjate objetivos en tu evento A la hora de crear un evento lo

primero que debemos plantearnos es qué tipo de evento queremos: ¿un evento multitudinario? ¿un pequeño evento...? Conocer nuestros objetivos es, sin lugar a dudas, un elemento indispensable para luego poder esta-blecer la estrategia a seguir.

Tener un motivo hará que crea-mos en nuestro evento desde el pri-mer momento. Saber el porqué y el para qué del mismo nos permitirá involucrarnos más a fondo.

Te sugiero que los objetivos que te marques sean grandes pero alcan-zables, desafiantes pero controlables, fijados en el tiempo, cuantificables, medibles y organizados por priorida-des. Deben aportar ventajas y ade-más estar orientados al rendimiento. Es indispensable que estos propósi-tos los conozca todo el equipo con el que vayas a trabajar en la creación y gestión del evento, involúcrale y ha-

zle partícipe, así juntos podréis remar en la misma dirección. Las decisiones que tomes hoy harán que tu evento sea de una u otra manera mañana.

2. Pon pasión en la creación y en la gestión del evento

Decía Ken Robinson en su obra más conocida, El elemento, que “cuan-do disfrutamos haciendo aquello que más nos apasiona, el tiempo transcu-rre de manera distinta y desarrolla-mos toda nuestra creatividad”.

Cada evento que crees te tiene que ilusionar, motivar, te tiene que hacer sentir la magia que conlleva el poder engendrarlo, porque si tú no lo sientes no podrás hacérselo sentir a

los demás. Si tu pasión son los even-tos, si sientes amor por tu profesión, pondrás cada uno de tus sentidos a trabajar. Tu motor, tu fuente de ener-gía va a ser esa pasión, tu gasolina la motivación, tu vehículo la creatividad, tu camino la acción. Crea desde el co-razón, confía en tu intuición, disfruta con cada detalle y asume el riesgo de vivir un evento apasionante.

3. Rompe las creencias que te limitan:

Crear y gestionar un evento con alma propia que inspire y motive a los asistentes no es una tarea fá-cil, aunque si es posible. A veces no nos consideramos capaces de llevar a cabo todas las tareas que tenemos

por delante. En nuestro subconscien-te se instalan creencias que limitan nuestras acciones y nos impiden desplegar todo el potencial que po-seemos. Se trata de esas interpreta-ciones que hacemos de la realidad y que determinan nuestra forma de actuar. Ese “no puedo”, “no soy capaz”, “no lo voy a lograr”, “es demasiado difícil para mi”… no te hace ningún bien a la hora de plasmar tu evento. Aprende a romper esas creencias, permítete crecer en positividad, mo-difícalas y transfórmalas en creencias que te impulsen y te lleven a hacer real ese evento mágico que un pri-mer momento parecía únicamente un sueño. ❏

Y hasta aquí nuestras primeras cla-ves para crear un evento inspirador, para captar la atención del público y para, en definitiva, vivir y experimen-tar que los que nos dedicamos a esto de los eventos trabajamos con perso-nas y para personas.

Permanece atento al próximo nú-mero de REVISTA PROTOCOLO, conti-nuaremos por este camino que jun-tos hemos trazado.

Celia Domínguez@CeliaDominguezR

Autora de Motívate y Emprende en co-municación y eventos

www.motivateyemprende.celiadomin-guez.es

Te sugiero que los objetivos que te marques ante un evento sean grandes pero alcanzables, desafiantes pero controlables, fijados en el tiempo, cuantificables, medibles y organizados por prioridades

Un evento inspirador que se celebra bimensual-mente “Ideas en Femenino” organizado por “Studio Ideas”, Má-laga.