Clemente Palma - Los canastos

download Clemente Palma - Los canastos

of 3

Transcript of Clemente Palma - Los canastos

  • 8/17/2019 Clemente Palma - Los canastos

    1/3

    Los canastosClemente Palma

    Entre hacer un pequeño servicio que apenas labre huella en la memoria del beneficiado

    o un grave daño que le deje profundo recuerdo, elegid lo segundo. Os contaré lo que me

    sucedió una tarde de invierno con un pobre hombre llamado Vassielich.

    Os juro que o so bueno, que so un buen padre de familia, pero sólo en la época en

    que ha sol en este cielo brumoso. !Oh", la bruma invernal me hace daño me convierte

    en malvado. #i o fuera  poppe, en verano rendir$a culto a %ios, pero en invierno le

    volver$a la espalda me entregar$a a darle gusto al diablo. En el invierno le amo, siento

    que se introduce en mi ser, que estruja mi esp$ritu aviva el fuego de mis malosinstintos& entonces me siento nihilista, capa' de ser ladrón asesino& lo rojo me e(cita,

    lo afilado lo agudo me fascinan. )uando llega la época de las primeras nevadas, mi

    mujer me dice* +arcof, padrecito m$o, a las malas ideas comien'an a fulgurar en tus

    ojos. -a viene el tiempo en que no vives sino gruñendo blasfemando, en que nos

    aporrea a tus hijos a m$. ira, no te alejes de la estufa, porque el hielo te hace

    malvado/. 0ero dec$a hace poco que iba a referiros una aventura que tuve* a lo hab$a

    olvidado. Escuchadme*1ba o una tarde caminando, con mi pipa en la boca, por un largo estrecho puente. 2n

    carretero sordo llamado Vassielich segu$a el mismo camino que o, conduciendo en su

    carro m3s de veinte canastos de pescado fino, que diferentes dueños le hab$an

    comisionado que llevara al mercado para la venta del siguiente d$a. El carro, a causa de

    la curvatura del puente, se inclinaba hacia el borde derecho, pero no hab$a peligro de

    que caese, porque el pretil era suficientemente alto para impedir la ca$da. )on todo,

    hubiera querido darle un buen susto a Vassielich. )reedme que no so malo, pero

    deseaba con toda mi alma darle un susto, aunque no fuera sino arrojarle con carreta

    todo al r$o. %e repente, la cuerda que sujetaba los canastos rompió o desató 4 fe que

    sent$ un vuelco en el cora'ón. El puente es estrecho largo, el carro caminaba despacio

    saltaba mucho, el suelo del puente tiene una inclinación sensible del centro hacia los

     bordes 4 los pocos segundos, !pum", uno de los canastos se desprendió, caó

     pesadamente sobre el pretil desde all$ se precipitó al r$o. Lo vi caer una vo' mu

    débil murmuraba dentro algo as$ como* +avisa a ese infeli' carretero que su carga se va

    al r$o/. 0ero el invierno me gritaba m3s alto* +c3llate, hombre, lim$tate a mirar, 5no es

  • 8/17/2019 Clemente Palma - Los canastos

    2/3

    curioso entretenido ver caer veinte canastos, uno detr3s de otro, como una manada de

    est6pida& carneros7/. - la verdad es que prefer$ esto. )ierto que Vassielich, un buen

    hombre que jam3s me hab$a hecho daño alguno, iba a sufrir mucho con esta desgracia,

     pero 5a m$ qué me importaba7, 5perd$a o algo con el desastre de Vassielich7 8o& al

    contrario, ganaba una diversión durante el traecto del puente, que tiene unos cien

    metros de largo. )allé vi caer la segunda canasta, luego la tercera la cuarta, la

    quinta otras muchas. El pobre Vassielich, sea porque fuera sordo, o porque iba

    distra$do, no advirtió el ruido delicioso de los canastos al romper la superficie ondulosa

    del r$o, haciendo saltar chorros de espuma. El caballo advirtió mejor lo que pasaba,

     pues, al sentir el carro menos pesado, aligeró el paso. )uando llegamos al término del

     puente, corr$ hacia la carreta*

     9!Eh, Vassielich, amiguito"

    El carretero no me o$a& tuve que avan'ar m3s tocarle la pierna con el e(tremo de mi

     pipa, grit3ndole*

     9!Vassielich" !Vassielich"

     9!Eh", 5qué deseas7 :engo prisa

     9!4, padrecito, no la tengas a" Vo a comunicarte una gran desgracia.

     9!%ios de %ios" 5;a muerto 1vano

  • 8/17/2019 Clemente Palma - Los canastos

    3/3

    Vassielich volvió el rostro violentamente al asegurarse de su desgracia se puso

    horriblemente p3lido, luego enrojeció ape3ndose de la carreta se asomó al r$o.

     9!Eh, amigo", 5buscas los agujeros que hicieron los canastos al atravesar la superficie7

    -a se taparon.

    Vassielich se puso a llorar& no ten$a dinero con qué pagar& le embargar$an sus cosas.

    1vano