CNT, DE LA ECLOSIÓN A LA ESCISIÓN (1977-1983)

Los libertarios y la reorganización del movimiento obrero 1975-1978

Un mes después de la muerte del dictador, en diciembre de 1975 los simpatizantes y militantes de la CNT ser reunían en Madrid con el propósito de reorganizar la CNT en el estado. En aquel momento la CNT no estaba estructurada en el estado español y a diferencia de CCOO donde sacó sus cuadros de la participación en el sindicato vertical, no tenia una presencia organizada en el movimiento obrero, su estructura y militantes reconocidos se encontraban en el exilio, hecho que provocó una ruptura generacional en la manera de entender el sindicato entre «el exilio» (dividido también entre si) y los jóvenes que provenían de los movimientos contestatarios del interior. En esta primera reunión se constituyó el primer Comité Regional (centro), dos meses más tarde, en febrero de 1976, 700 personas reunídas en Sants constituyen el Comité Regional de Catalunya. Posteriormente se van constituyendo otras regionales, el 14 de abril de 1976 en Valencia, CNT y UGT subscriben un manifiesto a favor de la alianza obrera, la República, el desmantelamiento del CNT, el boicot al Congreso Sindical promovido por Rodolfo Martín Villa, la libertad para los presos políticos y el retorno de los exiliados. El 7 de mayo, CCOO, CNT, UGT, USO y Plataforma Anticapitalista piden la libertad sindical y la constitución de un sindicato de clase de carácter democrático y unitario, pese a que hay grupos y opiniones contrarias en CNT respeto esta alianza.

El 25 de julio de 1976 se crea el primer Comité Nacional de la CNT y reaparece el Periódico confederal «CNT». En aquel momento CNT se planteaba la estrategia sindical a seguir, con unas CCOO hegemónicas. El exterior, donde como hemos dicho, la CNT si que se había podido dotar de una estructura, estaba dividido entre dos posturas: El Secretariado Intercontinental (mayoritario) y la Coordinadora de Afinidades Libertarias.

El 27 de marzo de 1977 la CNT hace una demostración de fuerza, reuniendo a 30.000 personas en el mitin de San Sebastián de los Reyes. El 14 de mayo, después de 38 años de ilegalidad, la CNT finalmente es legalizada. En julio tendrá lugar el masivo mitin de Monjuich donde acuden unas 50.000 personas y posteriormente las Jornadas Libertarias. En septiembre, la CNT organiza y participa en la Huelga de Gasolineras de Barcelona, contra el convenio firmado por UGT y CCOO que mantenía la congelación salarial, consiguiendo un nuevo convenio que mejoraba la situación de los trabajadores. En 1977, se dan numerosos actos de terrorismo tanto del GRAPO como de la extrema derecha, esta última asesinando varios abogados laboralistas en Atocha. El gobierno inicia una oleada represiva, no sólo contra los grupos armados, sino también contra la izquierda anticapitalista y contra el movimiento libertario y especialmente la CNT, que suponía un problema para sus planes de reconversión industrial y domesticación del movimiento obrero, la CNT denunciaba sistemáticamente la congelación salarial y el despido libre.

El caso Scala, 1978: Terrorismo de estado contra la CNT

En octubre-noviembre de 1977 se firman los pactos de la Moncloa entre los principales partidos y sindicatos, con estos, la CNT se quedaba sin poder participar en la negociación colectiva. CNT es el único gran sindicato que se opone a ellos, en enero de 1978 consigue convocar una manifestación de 10.000 personas en Barcelona contra los

Pactos de la Moncloa, un vez terminada la manifestación se produce un incendio en la Sala de fiesta Scala, 4 obreros afiliados a la CNT mueren en el incendio y no se demuestra que el incendio empezara en la fachada donde se habían tirado los cócteles molotov (1). La prensa señala rápidamente a los anarquistas y a la CNT, se acaba descubriendo que un infiltrado policial llamado Joaquín Gambín (”el grillo”) es el que ha organizado y convencido a un grupo de jóvenes para que atacaran el Scala, però el daño ya estaba hecho, numerosos afiliados se darán de baja. La CNT creció rápidamente, però su descenso aún será más rápido.

Fragmento del programa documental de RTVE Redes 439“Se hace un terrorista”, sobre el Caso Scala:

https://www.youtube.com/watch?v=OT6i5aktAOY

El V Congreso de 1979: La primera ruptura, el Congreso de Valencia (2)

Antes del V Congreso aparecen los Grupos de Afinidad Anarcosindicalista (GAA), denominados «paralelos». Los GAA controlaban unos pocos sindicatos, ideológicamente eran cercanos a Autonomía Obrera-Liberación, Movimiento Comunista Libertario, consejistas, marxistas. En verano de 1979 los GAA son expulsados, acusados de actuar como órgano de presión dentro de la CNT (3). La CNT aparte de la ruptura generacional, tenía otro problema, estaba conformada por grupos y personas con ideas dispares respecto a la organización (FAI, anarquistas, autónomos, marxistas libertarios, trotskistas, etc).

Entre los días 8 y 16 de diciembre de 1979 se celebra en la Casa de Campo de Madrid el V Congreso de la CNT. Al congreso acudieron 380 sindicatos y 40 con representación indirecta, lo que hace un total de 420 sindicatos. En este Congreso la CNT se reafirma contraria a las elecciones sindicales, 48 sindicatos leen un comunicado e impugnan el Congreso por falta de libertad, autoritarismo, violencia y amenazas, y abandonan el Congreso. Estos sindicatos en 1980 celebran el Congreso de Valencia, donde participaran un total de 100 sindicatos y 300 delegados, aprueban la participación en las elecciones y Comités de empresa. A partir de aquel momento, dos organizaciones se llamarán CNT: La CNT-AIT (histórica) opuesta a las elecciones y los comités, y la CNT (renovada) partidaria de participar en los órganos de representación de los trabajadores.

La escisión de CNT se produjo debido a la polémica sobre que modelo sindical debía adoptar la confederación.

CCOO, USO ya tenían experiencia y cuadros, ya que participaban en las elecciones sindicales del CNS, UGT no participaba en estas pero obtuvo ayuda económica de los partidos y sindicatos socialdemócratas europeos. La CNT no participaba en las elecciones del sindicato vertical, sus dirigentes se encontraban en el exilio y no recibió ninguna ayuda económica que le facilitara crecer. Algunos sindicatos de CNT con miedo a perder la posibilidad de incidir en las empresas, se presentaron a las elecciones sindicales que tuvieron lugar entre el 16 de enero y el 6 de febrero de 1978, lo que supuso la expulsión de varios de ellos (4). En 1980 había elecciones sindicales, eso

provocó una nueva discusión interna dentro de la CNT, entre los partidarios de presentarse a elecciones sindicales para no perder el tren y los partidarios de no presentarse y optar por la sección y la asamblea ya que consideraban que las elecciones quitaban protagonismo y poder de decisión a los trabajadores.

El VI Congreso de1983: segunda escisión y Congreso de Reunificación

El VI Congreso de la CNT se celebra en Barcelona los días 12 al 16 de enero de 1983, acudiendo 209 sindicatos, 12 regionales y más de 500 delegados. Se le conoció como el congreso del “renovacionismo”. La gestión de José Bondía fue aprobada aunque este opinaba que CNT podía ser reformista o sindicalista revolucionaria según las circunstancias. Este Congreso también fue caliente, y la cuestión más polémica, la participación o no en las elecciones sindicales, tuvo que dirimirse en un Pleno Extraordinario en Torrejón de Ardoz, celebrado los días 31 de marzo al 3 de abril, finalmente CNT rechazó la participación en las elecciones y comités. El Comité Nacional de José Bondía fue finalmente revocado, ya que Bondía se mostró públicamente partidario de participar en las elecciones sindicales.

Un importante numero de sindicatos de la CNT-AIT se muestra contrario al acuerdo de rechazo a las elecciones sindicales y se reúnen en Madrid el 24 de marzo de 1984 para decidir realizar hacer un Congreso Extraordinario de Unificación con el sector escindido de 1979, la CNT-Congreso de Valencia (4), el Congreso Extraordinario tiene lugar el 29-30 de junio y el 1 de julio de 1983, fuera del Congreso se producen incidentes con miembros de la CNT-AIT (5)

Parte de ellos eran grandes sindicatos que pensaban que el boicot a la elecciones sindicales y el rechazo a los Comités, los llevaría a la marginalización, sindicatos de administraciones públicas, del metal, enseñanza Madrid, banca Madrid, transportes de Madrid y Barcelona, mineros de Sallent, y algunas Federaciones y sindicatos locales (6)

La CNT-AIT acusa en un comunicado al Congreso de Reunificación de estar financiado por el gobierno del PSOE con el objetivo de conseguir la institucionalización de la CNT y que esta acepte los pactos sociales y los comités de empresa a través de las elecciones sindicales (7).

La CNT-AIT denunció a la CNT-renovada por usurpación de siglas, el juez le dió la razón finalmente  y en 1989 la CNT-renovada tuvo que pasar a llamarse CGT (8).

Los tópicos respecto a la CNT histórica y la CNT renovada

La escisión no se dio a causa de algunos tópicos que se han ido reproduciendo en ambos bandos que la vivieron (y algunos que ni tan solo la vivieron pero que los repitieron o repiten ya que les ha contado el militante Fulanito de Tal que lo vivió):

Por una parte desde el sector escindido (actualmente CGT) se señaló la intransigencia y violencia de la CNT-FAI del exilio y los llamados «apaches», sin presencia en el mundo laboral y con comandos de acción que se habrían dedicado a atacar una «mayoría» sindicalista partidaria de participar en las elecciones sindicales. Si, bien había grupos de la FAI organizados y hasta algunos disponían de pistolas (9), se acostumbra a exagerar el papel e importancia de estos y a magnificar el número de sindicatos y personas escindidas. Si bien los ataques fueron mayoritariamente hacía los escindidos, también hubo escindidos que atacaron a miembros o locales de la CNT-AIT.

Por la parte de la CNT-AIT se quería mostrar la escisión como una conspiración del estado para acabar con la CNT y sus principios. Se pone como ejemplo el caso del Secretario General José Bondía, expulsado de la CNT por mala gestión económica y perdida deliberada de archivos, que participó en la escisión y posteriormente el gobierno del PSOE le dió el cargo de gerente de la Celebración del Quinto Aniversario del Descubrimiento de América y consejero técnico de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (10)

Si bien el estado tenía interés en desmantelar la CNT, ya que era el único gran sindicato contrario a los Pactos de la Moncloa eso se puede ver en la infiltración del confidente policial Gambín y el atentado contra el Scala o el caso de Bondía, lo cierto es que Bondía, los GAA y demás no pudieron influir en la decisión de todos ni de la mayoría de sindicatos escindidos. La escisión se produjo porque las secciones sindicales que se encontraban en grandes empresas o en la administración pública optaron por participar en las elecciones sindicales ya que temían quedarse sin poder de decisión.

En todo caso, aparte de la estrategia sindical, en algunos casos, mantenerse en la CNT-AIT o irse con los sindicatos escindidos también se podía producir por afinidad personal con uno o otro sector, dependiendo de la localidad. Pero no por la FAI-exilio ni la infiltración del estado, además dentro de la CNT-AIT no había una sola línea, por ejemplo Luis Andrés Edo reclamaba un anarcosindicalismo integral, que se implicara en las problemáticas sociales, como la juventud parada, las feministas, el movimiento gay, el ecologismo, etc.

Una mirada con perspectiva…

Ni CGT ni CNT han conseguido ser alternativa a UGT y CCOO. La participación de CGT en las elecciones sindicales y los comités, pese a conseguir obtener una representación importante en algunos sectores como la automoción, transportes y comunicación o enseñanza no ha servido para vaciarlos de contenido como argumentaban en 1983, ni para acabar con el monopolio sindical de CCOO y UGT.

CGT, en 1989 sufrió la escisión del Sindicato Asambleario de Sanidad (SAS), y de Solidaridad Obrera, sindicato a medio camino entre la CNT y la CGT, rechaza las subvenciones pero sus secciones pueden presentarse a elecciones sindicales. En 1998 también se da una pequeña escisión en el sector sanitario con la creación del Sindicato

Único de Sanidad e Higiene (SUSH). La organización  interna de la CGT sigue el federalismo de la CNT, la CGT acepta subvenciones del estado a diferencia de la CNT, pero su diferencia principal es la participación en las elecciones sindicales y los comités de empresa. La participación en elecciones sindicales le ha dado visibilidad en varios sectores como la automoción, la minería o la enseñanza, pero también ha provocado que algunos delegados hayan tomado decisiones contrarias al sindicato.

CNT después de las escisiones quedó muy mermada, centrada en la lucha por las siglas y la crítica a los escindidos, y la lucha por la recuperación del patrimonio histórico; la implantación y conflictividad sindical era anécdotica en la mayoría de sus sindicatos,

CNT en Catalunya además sufrió otra escisión en 1996, con la desfederación de CNT-Joaquin Costa. De pequeños sindicatos o grupos sin incidencia en el mundo laboral o con secciones unipersonales, a partir del 2000 con la entrada de nuevos militantes, algunos sindicatos empezaron a incidir en el mundo laboral, implantando secciones y consiguiendo victorias sindicales. La CNT tiene campo para crecer en la pequeña y mediana empresa donde no llegan los comités o en grandes empresas donde los comités no responden o tampoco existe comité. Pero al ser un sindicato formado por voluntarios también dependerá de la actitud de estos por hacer de la organización una herramienta útil para todos los trabajadores

CNT y CGT tienen modelos estrategias sindicales diferentes, CNT es el único sindicato del estado que rechaza las elecciones y los comités de empresa, CGT participa en ellos, después nos podemos encontrar con sindicatos combativos que pueden o no participar en elecciones sindicales y entrar en los comités. Pasado el rencor que dejó la escisión dentro de CNT, con el cambio generacional que se ha producido en la mayoría de sindicatos, la CNT ha adoptado unos acuerdos que dejan la puerta abierta a la participación con otras organizaciones como la CGT. A corto-medio plazo no se prevé un cambio en las estrategias de ambos sindicatos, CNT no va a presentarse a elecciones, ni CGT va abandonar los comités, más que hablar de una reunificación, lo que si que se puede hablar es de enterrar antiguos rencores y desconfianzas. La colaboración en la calle y también a nivel sindical se puede dar si esta es sincera, si por ejemplo, desde un comité de CGT se facilita la participación de una sección sindical de CNT en las negociaciones con la empresa o se le pone trabas.

Si de verdad un sindicato quiere incidir, debe tener en cuenta la realidad con la que nos encontramos. Buena parte de las grandes empresas industriales se han deslocalizado trasladando su producción en países donde la mano de obra es más barata (aunque aún queda un notable tejido industrial), el trabajo se ha dividido y tecnificado, la mayoría de trabajadores se encuentran en la pequeña y mediana empresa, la creciente precarización y el importante peso económico que tienen sectores como el comercio y la hostelería. De aquí la importancia de incidir en los sectores precarizados y la pequeña empresa donde los grandes sindicatos no quieren llegar ya que al no poder obtener representación no pueden conseguir subvenciones. También se puede incidir en empresas medianas o grandes donde no hay comité o este se ha mostrado inoperante o contraproducente para los intereses de los trabajadores.

En todo caso, la CNT no puede ser la CNT del 36 ni la del 77-83, porque tanto los militantes del sindicato como la sociedad ha cambiado,  en la sociedad consumista y desideologizada en que nos encontramos, no se dará ninguna revolución. Tampoco se va a dar ni se ha dado un proceso de escisión de las dimensiones del 79 y especialmente el 83, ya que los modelos sindicales están marcados bien marcados: Representación unitaria, donde participan todos los sindicatos menos CNT; representación sindical, CNT (y algunos sindicatos dependiendo de la empresa).

Lo que si debe aspirar CNT a corto-medio plazo es ir implantándose en las empresas, crear conciencia de clase, y plantearse la recuperación de empresas por parte de los trabajadores en aquellas en que sea posible.

(1) Sánchez Tendedor, Jesús. «La versión oficial del caso Scala no encaja con algunas pruebas». Diagonal, 21 de marzo de 2013.<https://www.diagonalperiodico.net/saberes/la-version-oficial-del-caso-scala-no-encaja-con-algunas-pruebas.html>Muñoz, Manuel. Gambín condenado por el Caso Scala fue puesto en libertad el pasado mes de noviembre. El País. Valencia, 8 de marzo de 1986.<http://elpais.com/diario/1986/03/08/sociedad/510620402_850215.html>(2) Vadillo, Muñoz. El anarquismo y anarcosindicalismo en la España de la transición. Universidad Autónoma de Madrid<http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/websCECLM/transición/PDF/03-05.%20Texto.pdf> (22 pág.)(3) Bicicleta. Nº3 set. 1979. «Expulsiones en la CNT» (pág.10), «Alguns opiniones» (pág.11). <https://drive.google.com/file/d/0B2W_zC3OL3N0MndyaU11eEIxRGs/view>(4) Bicicleta. Nº19, enero de 1978. «Hablan los expulsados de CNT (pág 9-14)»<https://drive.google.com/file/d/0B2W_zC3OL3N0MndyaU11eEIxRGs/view>(5) Actas de la Conferencia Nacional de Sindicatos celebrada el 24 de marzo de 1984 en Madrid. <http://in-formacioncgt.info/juridico-sind/acuerdos-conf/cs-0.pdf>(6) “Varios heridos en el Congreso de Unificación de la CNT”. El País, 1 julio de 1984 <http://elpais.com/diario/1984/07/01/economia/457480815_850215.html>(7) La CNT ante el supuesto Congreso de reunificación. CNT, Comité Nacional. Imp. des Gondoles, 4 et 6, rue Chevrul, 94600. Choisy-le-Roi. 1983 <http://placard.ficedl.info/article5103.html?lang=fr>(8) “La CNT renovada adopta de forma provisional las siglas de CGT” El País. 10 deabril de 1989. <http://elpais.com/diario/1989/04/10/economia/608162405_850215.html>(9) “Graves incidentes entre cenetistas en Mataró”. Canals, Roger. El País, 18 demarzo de 1984. <http://elpais.com/diario/1980/03/18/economia/322182016_850215.html>(10) “José Bondía Román”. Wikipedia. Última modificación 23 de agosto del 2014<https://ca.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Bond%C3%ADa_Rom%C3%A1n>

COMPRENDER (Y APRENDER DE) LAS ESCISIONES:A PROPÓSITO DEL ARTÍCULO CNT, DE LA ECLOSIÓN A LA ESCISIÓN (1977-1983)

Texto enviado enviado desde Sabadell por Xavi Abante, a propósito del artículo publicado por Arnau Berenguer el pasado 6 de abril, en relación a las divisiones anarcosindicalistas durante los años de Transacción Democrática

Leí con sumo interés el artículo del compañero y amigo Arnau B. “CNT, de la Eclosión a la Escisión (1977 – 1983)”, publicado en Ser Histórico el pasado 6 de abril, y creo que tiene el mérito de poner sobre la mesa la cuestión de la escisión de los años 1979-1983, con la necesaria serenidad y autocrítica con la que todo debate debe iniciarse y desarrollarse. Porque el artículo del compañero Arnau

B., y sobre todo los comentarios que recibió, son el mejor ejemplo de las ampollas que aún levanta la cuestión. La militancia más joven, tanto de CNT como de la propia CGT, nacida con posterioridad a los hechos, precisa de las herramientas necesarias para analizar lo sucedido en esos años, herramientas que pueden proceder de la historiografía, que está empezando a abordar el estudio del anarcosindicalismo a partir de la Transición con el necesario rigor y análisis histórico, empezando por el vaciado de archivos y el contraste y verificación de datos (1).

Sería erróneo decir que la CNT no ha atraído el interés de los historiadores. Las monografías y los estudios sobre su fundación, sus primeros años, así como su papel eminentemente central en la Segunda República, por no hablar de la Revolución Social y la Guerra Civil, son abundantes y profusamente documentados. El exilio y la CNT durante la dictadura han sido objeto también de estudio como, por ejemplo, los trabajos de Ángel Herrerín López. Sin embargo, la CNT a partir de la Transición se halla huérfana de estudios, siendo la mayoría de las monografías disponibles memorias y biografías de los protagonistas, más o menos documentadas, que comparten todas ellas el evidente sesgo de este tipo de obras (2).

Aunque, como militante de CNT, prontamente se me acusará de falta de imparcialidad, no por ello voy a privarme de aportar mi visión sobre la cuestión. Imagino que la pretensión del compañero Arnau B. no era la de presentar un detallado artículo historiográfico sobre la cuestión, a pesar de haber consultado interesantes fuentes para su elaboración. Como él mismo comenta, un artículo excesivamente extenso puede dificultar la lectura y, sobretodo, el interés de los lectores, aunque algunas afirmaciones quedan en demasiado genéricas y faltas de concreción (3).

Aparte de que el artículo abarca bastante más del período mencionado en el título (y no me refiero al necesario contexto histórico previo), haciendo una valoración de las problemáticas internas y externas tanto de CNT como de CGT en la actualidad, sin el necesario análisis del período de 35 años que media entre la escisión de 1983 y el día de hoy. Indirectamente, ello supone hacer una correlación entre las circunstancias actuales y las de la Transición. Si durante los años 70-80 había muchos cenetistas que se resistían a entender que 40 años de dictadura franquista hubieran hecho mella en la sociedad española, no podemos caer en el mismo error, y comparar 1979 con 2017.

Coincido con la mayoría de autores que han tratado el tema, y así lo cree también el compañero Arnau B., que la gran heterogeneidad de la CNT que se estaba construyendo después de la larga noche franquista dificultaba los acuerdos. Por si ello fuera poco, las diferencias que ya se arrastraban entre la CNT del exilio y la del interior vinieron a dificultar, más si cabe, dicho proceso. La más que comprensible histeria que siguió a los hechos de la sala Scala de Barcelona puso en fuga muchos trabajadores que se habían acercado al Sindicato, a la vez que desde instancias oficiales se favorecía a las otras opciones sindicales, con unos resultados que la historiografía debería también cuantificar (4).

Consumidos 6 de los 8 días previstos para la celebración del V Congreso (1979), no se abordaron ni la cuarta parte de los contenidos, y aún quedaban pendientes, entre otros, los puntos de Estrategia y Acción Sindical (CASADO, 2015: 291)

Entrando en uno de los puntos calientes, elecciones sindicales sí o no, es obvio que el desencuentro en esta cuestión conllevó grandes tensiones, aunque no propició por sí solo la ruptura, que en ningún caso fue algo precipitado, como parecen señalar los que ventilan la cuestión hablando de los congresos de 1979, 1983 y 1984. Al contrario, fue algo que se fue gestando a fuego muy lento. Irónicamente, las elecciones sindicales ocuparon un papel insignificante en el congreso de la Casa de Campo de 1979 (5).

Entonces, si las cuestiones importantes, estratégicas, de largo alcance, no se debatieron en un Congreso, ¿dónde se iban a debatir? Lo que se pone de manifiesto de la documentación de la época, se iba materializando un ambiente enrarecido, de ánimos exaltados. Ante interminables debates en exceso ideológicos, muchos sindicatos optaron por abandonar la organización, con el convencimiento de que se estaba apartando no solamente de los trabajadores, sino de la realidad (6).

Liquidar la cuestión de las elecciones sindicales con generalidades es irreal y nos va a impedir ver la tremenda complejidad de la tesitura en la que se encontraban los militantes de la CNT que apostaban con ser un actor relevante en el panorama sindical de la Transición, especialmente diseñado para llevar a la CNT a la irrelevancia, paso previo a su desaparición.

Además de las elecciones sindicales, muchos otros factores incluyeron en la escisión y declive del anarcosindicalismo durante los años 70 y 80, y con posterioridad de nuevo en los 90. La pluralidad de causas es algo que nadie discute, ni siquiera aquellos que achacan todos los males al caso Scala, que lógicamente es también una de las causas. No obstante, una vez se analicen todas ellas, más que entrar a juzgar aquellos que en un momento dado defendieron unas u otras posturas, parece mucho más acertado hacer un balance de sus efectos desde la perspectiva que ofrece el paso de 35 años. Así, los que apostaban por las elecciones sindicales como medio de seguir teniendo, si no hegemonía, al menos incidencia en las empresas, hasta qué punto podemos decir que acertaron? ¿Tiene sentido tener presencia en comités de pequeñas empresas, o incluso crearlos si no había? Y si se tiene una posición muy minoritaria en un comité, en una gran empresa, vale la pena mendigar votos para conseguir unas sillas que de nada sirven para influir en las decisiones que atañen a los trabajadores?

En favor del compañero Arnau B. cabe mencionar –además del hecho de descorchar un debate necesario- la autocrítica que tanto cuesta ver en ambientes anarcosindicalistas. Es evidente, como afirma Arnau, que ni CNT ni CGT han sabido articular un modelo sindical atractivo para los trabajadores, que pueda plantar cara al sindicalismo de CCOO y UGT. Sacudiéndose complejos, Arnau recoge la autocrítica que la militancia más joven de CNT no tiene problema en asumir y reconocer.

A la vista de los comentarios del cegetista gallego Victor Vilaboa Pereira, parece ser que hay sectores de la CGT tan intransigentes como en la CNT de los años 80 y 90, demostrando que no solamente la CGT no es el anarcosindicalismo del siglo XXI, sino a duras penas el del siglo XX. El despliegue de una verdadera casta de delegados

sindicales a duras penas sirve para mantener la estructura de la negociación colectiva levantada hace 40 años, dejándose llevar por una inercia que lleva las condiciones laborales a la baja. Querer entrar en esta dinámica, pensando que el voto sindical tiene poder de cambio, es tan utópico como el voto político. Y 35 años de comités no vaciados desde dentro no hacen sino demostrar la inutilidad –e incoherencia- del anarcosindicalismo en las urnas. Por otra parte, la CNT no tiene razón por no presentarse a elecciones sindicales: si no refuerza su apuesta por las secciones sindicales y la formación de sus afiliados y militantes será tan inútil como una urna llena de votos.

Extracto de uno de los comentarios del anarcosindicalista V. Vilaboa

Notas:

1 - Solamente algunos ejemplos los constituyen CASADO, Mª REYES (2015): “El V Congreso de la CNT (8-16 Diciembre 1979)”, en Espacio, Tiempo y Forma nº 27. Madrid: UNED; GONZALEZ, A. CALERO, J (2004): La CNT en la Transición. Una Raíz Profunda. Actas de las VI Jornadas de Castilla-La Mancha sobre Investigación en Archivos. Guadalajara, 4 – 7 noviembre 2003; o bien el trabajo de final de Máster de Héctor González (2013), La Escisión de la CNT en Asturias y la construcción de la memoria colectiva, disponible en http://digibuo.uniovi.es/dspace/handle/10651/191472 - De lo dicho dejo al margen De la Asamblea Obrera al Proceso de Pacto Social. CNT (1976 – 1981), de Pablo César Carmona Pascual, editado por la Fundación Anselmo Lorenzo en 2005, que podríamos considerar uno de los primeros intentos de aproximarse a los archivos en busca de preguntas y respuestas. Por lo demás, refuerzan lo afirmado CNT. El Hilo Rojinegro de la Prensa Confederal, cuyo capítulo dedicado a hablar de los últimos 40 años del periódico CNT no cuentan con cita ni bibliografía alguna, y en el anexo del libro la portada del CNT más actual es la del mitin de San Sebastián de los Reyes. Por su parte, Siempre Volviendo a Empezar. CNT Dentro y fuera de España (1939 – 2009), dedica su segunda parte, a cargo de José Luis García Rúa, a hacer un repaso de las luchas de CNT hasta 2009, basándose únicamente en lo que se publicaba en el CNT.3 - Por ejemplo, cuando habla de la ruptura generacional en CNT, o bien los 48 Sindicatos que impugnan el Congreso. Tratándose de un artículo sobre la escisión de los años 80, saber exactamente qué sindicatos la impulsaron parece necesario para la comprensión de los hechos.4 - No se intentaba favorecer entonces a CCOO, pues ya en los primeros años de la Transición se buscaba evitar a toda costa la hegemonía sindical de una central de corte

comunista, tal y como sucedió en Portugal tras la Revolución de los Claveles: MUÑOZ SANCHEZ, ANTONIO (2012). El Amigo Alemán. El SPD y el PSOE de la Dictadura a la Democracia. Barcelona, RBA Libros. Se trataba de dar entrada a opciones mucho más moderadas y con propensión a pactos a la baja, como los sindicatos sectoriales independientes (funcionarios, empresas públicas, sector terciario), o bien la UGT o la USO, con fuerte presencia en concesiones de servicios públicos.5 - Las maratonianas sesiones del V Congreso hicieron que al votar el apartado Estrategia Laboral y Sindical, se pasaran por alto prácticamente los debates, limitándose a aprobar la línea estratégica del pasado y aportando sentencias grandilocuentes vacías de contenido, pero sobretodo de cualquier aplicación práctica. CASADO, 2015: 289.6 - Entre muchos, es especialmente interesante el caso de la empresa gijonense EMULSA, en la cual la hegemonía de la CNT pronto se vio amenazada por unas elecciones sindicales en las que no concurrir significaba desaparecer. GONZALEZ, 2013: 40-41.