COHEN 1981 Crisis Alim Prehist CAP 1

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    . _\jcipales focos de interes de la investigaci6n antropologica y arqueologica .~

    durante gran parte de la historia de estas disciplinas. Sin ernbargo.Ta . . . . gfer ti lidad de esos trabajos se via l imitada por el escaso desarrollo de c~7:1:~las ciencias auxiliares y por una sene de prejuicios nacidos de la influcn- \jcia de Malthus (cuyo modelo tendla a ignorar la importancia del creci- ~.~

    ~~I :.~

    !b,...v~~_+_ < - t - ' i t r=:EJ problema del surgimiento de-Ia-~gri~ultura ha s ido uno de los prin- ~

    miento dernograf ico como estimulo del cambio tecnol6gico) y de lasteorias del evolucionismo (con su tendencia a cIasificar la

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    J ~ c ris is a li rn en ia ri a d e 1 < 1rcbiSlOri;l

    pautas de salud y enfermedad con el material de este l ibro) . .La. im~rc-sion cue recojo de esta lectura es que . pese a que habria que rea liza r !ITI-por ran res afiadidos por 10 que se refiere a las prehisrorias reg~onal~sespecificas, los argumentos p r in cipalcs rodavla se sos r cndr ian 51 esrn-bier a el li bro hoy .

    r ' ,,--,apItuto 1E L P RO BL EMA D E LOS O RIG EN ESDE LA AGRICULTURA

    P latts burg h N Y, mayo de 1980

    Expresiones de reconocimientoDesearia expresar mi agradceimienro a Michael Harner, .Morto~Fried y Edward Lanning, que me hieieron ernpezar a pensa~ en determl-nadas cuestiones: a Richard Robbins, Gordon Pollard y Shirley Gorens-

    rein, que me ofrecie ron sus criti cas , sus ~onsej os y su ap?yo moral; a n-:ifamilia, mis amigos y rnis vecinos . que s tmpl~~ente tuvieron que ~e~ulrvivicndo cerca de mi rnientras yo esraba escribiendo. Lo que es mas im-portaote. desearia dar las gracias a Th_omas Lynch .por sus cri ticas (yi~h-dosas y consrructivas de csre rnanuscn to, Ya Fekri Hassan, que , 51 bienprobablemente no estara de ~cuerdo con ellibro, ~yud6 sin embargo amejorarlo mucho con sus cri ticas de algunos de rrus argumentos.

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    Ii, U prob lema de los o rigcn cs d e Ia "gIll u lt u r..de que se rraie. ~i, cornu sugicrc cl n:g ISI_W ar q ucolog, , la Giza y l a rc-coleccion era un modo de adapt ;leiCm que habia tenido tanto exito a 1 0largo de un periodo tall extenso de tiernpo, y si la mayor parte de laspoblaciones humanas son tall inscrvadoras como han 0bservado losantropologos, nos enfrenrarnos con la necesidad de responder a la pre-gunra de por que se abandon6 j ar na s e st a forma de udap tacion. El problema de expl i car los origenes de la agriculrura ha s ide uno delos focos principales de la Investigaei6n a nr ro p olo gi ca a 1 0 la rg o d e la his-toria de es ta d i s c ip l i na . Pew durante gran parte de est a h is r or ia , nuestrssinterpreraciones se veian limiiadas por cl l irni tado desarrollo de algunasde las c i en c ia s a u xi li ar e s, por cl lirnitado u s o an r rop o logi co que se haciade e sa s c ie nc ia s Y pOI una s cr i d e p rc ju ic io s teoricus p rofundameurearraigados en la historia de nucstra propia disciplina .. Cleo que sepueden hallar dos fuentes principales de esos prejuicioss;La primera de estas grandes influencias fue la de Thomas Malthus, eleconornista de principios del siglo XI X que, en una ser ie de ensayos sobrela poblacion, elaboro un modelo de crccimiento dernografico que ha He-gada a dominar la mayor parte del pensarniento en las c iencias sociales ylas biologicas. Su modelo subrayaba el ca racicr fundamenra lmente de-pendiente de la poblacion como variable que respondia a los limires quele imponia la ofen a disponible de cornida, y rendia a ignorar la posiblei!!.lp"Q!.ffi_l}cj_a. _

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    18 L a c r i si s a l im e nt ar ia d e l a p r c h is r or ia 1:1problema .lc los origcnes de laagr;, uhur: 1')

    r i ab l es amb ien ta l es y el es rud io d el c am bio ec ono rnic o (Fa eg ri e Iv er so n,1964). Pero s e han d ad o y sesiguen dando av anc es p are cid os en el trata-mienro d e los restos macroorganicos y d e lo s as pec to s inorganicos d elmedia arnbienre (Butzer, 1971) En el reino d e la teoria , lo s a va nc es q uecabria c ons id er ar m as importantes s e han d ado fuera d e la e sfer a d e la',( arq ueologJa. EI tr abajo d e Ric hard Lee y ot ros (vease el capitulo 2) haa destruir antiguos estereotipos sobre lo s grupos d e cazadores )'

    y d ar al m is rno tiernp o una vis ion p rec is a d e las cconorniascaza y rec olec cion en c ornp arac ion c on las c uales c abe m ed ir la ap ar i-c ion d e la agr icultura. En la p rop ia es fera d e la arq ueologfa, c abe d ec ir

    que la labor d e Rober t B raid wood y s us c o le ga s ( d iv er sa s p ub li ca c io ne s)represents el com ienzo de la ed ad mod ern a d e la investigacion. Braid-wood y sus c olegas han lograd o una gran p rec is ion en la d efinic ion d e laecologia d e la agr ic ultura inic ial y las c onsec uenc ias d e la nuevaeconom ia. Pero, 1 0 q ue es mas impor tante para nues r ros fines ahora,ram bien han introd uc id o el es tilo rnod erno d e es tud ios inrerd is cip lina-r ios c entrad os en la inves tigac ion c ientific a p olifac etic a d el p roblem a.Aunq ue s u trabajo no se d irigfa fund amentalmente a la agric ultura ini-c ial,]. G. D. C lark (1 952, 1 954) rarnbien desernpeno un p ap el ir np or-tante en la p re cis io n d el, concepro d e i nt er p re ta c io n econornica en laarqueologia.

    En ep oca mas rec iente , la labor d e Coe y Flannery (1 964, 1 967) Y d eMacNeish (1958, Bye r s [ed.], 1967) nos ha Ilevad o a contemp lar el d es -arrollo agrlcola inicial en un m arc o d e geografia regional y de evoluciond e la pauta d e los asentamientos hurnanos, en lugar d e c onc entrarnos enla ubic ac ion d e y ac irnientos d eterrninad os . Ahora se interp reta la revo-lucien agr ic ola en el s entid o d e q ue entrafia mo di fi ca c io ne s p r og re si va sd e la distribucion d e las p oblac iones humanas en un p anorama d em ic rom ed ios var iad os . A l m is rno tiernp o, una ser ie d e c onr ribuc iones re-c ientes , en p artic ular las d e Flannery (1965, 1968, 1969) Y d e B in fo rd(1968) nos han obligad o a ocup arnos d e los origenes d e la agric ultura c o-mo un p roc eso, mas bien que c om o un ac ontec im iento. Se nos ha lleva-do a coacemp lar la ap ar ic i6n d e la agric ulrura c omo una rnod ific ac ion d epautas d e cornportamienro s is te ma tic o q ue interacnian entre S I para mo-d ific ar esos s is tem as . Ya no bas ta c on d em os trar d ond e 0 c uand o se d es -c ubrio la agric ulrura: es ind is p ens able d ernos tr ar c om o y p or q ue se rno-d if ic ar on la s p am as d el c om po rta mie nto humane. Lo mas importante esq ue tanto Flanner y (J 968) c om o B in fo rd (J 968) han reinr rod uc id o laid ea d e la tens io n 0 e l d es eq uilibr io c om o fa cto r c aus al y han ap lic ad o es -Ie concepto denr ro d e un m arc o bien d efinid o d e variables que interac -nian entre 5 1 .

    En 10 que es . q uiza. el rnejor a n. il is is r e or ir o d e la aparicion d e laa gr ic ul tu ra r ea liz ad o hasra a ho rn , F la nn er y (1

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    20 La crisis alimeOlaria Jt' Ia prchistorralas poblaciones humanas escog ieron la agr icu lrura cornu eSlf:llegia mcjorque la caza y la r ecolccc ion Y pOI que la es co gio r anr a ge nre ell r o do eIrnundo en un lapso breve, tanto si invcnraron el concept o como si 10aprendierons Lo que necesirarnos, pues, cs una tcorla que pucda expli-car la sirnilirud generalizada de unos cam bios culturales que se dan enmedios ambientes muy d iverso s y que pueda explicar el caracrer aproxi-madamente sincrono de esos carnbios . La rcoria no debe explicar s610 lainvencione de l a ag r icu l tu r a , sino tumbien su ac ep tac ion y la tr ans lo r-rnacion economics generalizada de la sociedad humana que comporro.Es esto ultimo, mas bien que la invent-ion en S 1, 1 0 que constituye elacontecimienw his ror ico importance Lo ideal seria que la t eo r ia c x p li c a-ra tam bien por que surgi6 la agriculrura ell el rnomenw concrete detiernpo en que 1 0 hizo.

    A mi ju icio , el analisis d e Flannery (1%8) se equivoca al hacer hinca-pie en la rnutacion como el factor que prornueve el desequilibrio y el re-ajuste. Las rnutaciones son aspectos aleatorios pero reirerativo s del mediaambiente. Ya se habria dispuesto de rnaiz rnutanre varias veces ames delmornento en que el hombre arnplio por primera vez su utilizacion de es-te recurso. Evidenr ernenr e, her nos de explicar el heche de que la pobla-cion humana, en un rnornenro dado, reaccioriara de forma significariva auna mutacion de la que anreriorrnenre habia heche caso orniso. Lo queha cambiado es la poblacion hurnana, no el media. Otro problema conla insistencia de Flannery en la importancia de las rnutaciones es que noexplica como es que la genre de diversas partes del mundo aparenrernen-te p~o de forma simultanea pDf proccsos muy parecidos a los que eldescribe. Algunos de ellos tcnian que ver con otras poblaciones de maizcon pautas mutantes propias Otras se referian a especies toralrnenre di-ferenres de plantas

    Q Binford (1968) aduce que el csrirnulo basico favorable a hi agricullLl-ra fue la presion demogrifica 0 el desarrollo de la densidad dernograf i-ca enexceso de 1 0 que cabia sustentar en cualquier region mediante lacaza y la recoleccion. Hasta ahi, naruralrncnte , creo que tiene razcn. Pe-ro Binford trabajaba so rnetido a algunas de las lirnitaciones reo ricas de laantropologla tradicional, y no creia que la supcrpoblacion 0 la presiondemogrifica pudieran surgir sin mas en ninguna region Se vela obliga-do a construi r una hipotesi s complicada v . a mi j ui c io , i ns o s re n ib le paraexplicar la acurnulacion de la presion dernografica y a conrernplar esrapresion como si so lo apar ccicr a en deterrnilwdos PUfllOS, En resumen,Binford aducia que al subir los niveles del mar despues del pleisroccno ,se creo un habitat costero favorable a las poblaciones humanas sedenta-rias, que entonces aumenraron con gran rapidez , lanzando a las genera-c iones siguiemes hac ia eI interior, donde penetraron en los territorios degrupos de cazadores y recolecrores del imerioL Esras zonas de penetra-cion eran las zonas superpobladas en las que primero se dio!a dornesti-

    EIproblema de los origenes de laagri, u lruracae ion. (:1 concepto de zonas especializadas de presion dernografica csinrercsanre y pucde teller rnucha irnportancia para el rnicroanalisis de laaparicion de Ia agricultura en regiones determinadas: Flanney (1969) l;J.sugerido incluso que en el Oriente Medio podrl.a aplicarse algo p.ar~Cldoal modelo de Binford. Pero yo creo que este en toque concreto l11.ln1!ll1zamucho la rnedida en que la aparicion de la agricultura y el crecirruenrodernografico que la precedio tueron fenomenos generales, .. . .

    Se pueden planiear objeciones mas Importances a la urilizacion porBinford de los carnbios del nivel del mar como el factor que inicio el pro,ceso. Su hipotesis tiene un algo atrayenre, porque la subida del ,uivel delmar es un cambio ambiental que ciene una disrribucion mundial. Perotra pane, las costas son irregulares. La subida del nivel del malmodif icar la l a pos ic ion, l a configuraci6n y la ecolcgia de la costa, peroafectaria a cada segmento de la costa de forma peculiar a su propia confi-g ur ac io n c on cr eta . EI argumento de que el cambio del nivel del martcndria una tendencia general a mejorar el habitat cosrero 0 a promoveradaptaciones costeras sedentarias y paralelas en todo el mundo es insos-r en ib le . A de rn as , las fluctuaciones del nivel del mar han sido unacaracteristica de los medics costeros durante coda la evolucion hurnana;es de suponer que las poblaciones hurnanas han tropezado con roda unaserie de cambios de ese t ipo. No esta c la ro por que la subida posrpleisto-cenica del nivel del mar seria la unica que desencadenara esa reaccion

    Adernas, debe seiialarse que la hipotesis de Binford carece de apoyogeneral en el rcgistro arqueologico. Para ernpezar. en m~c~os de los. pri-meres centros agricolas del rnundo no existen pruebas del upo de rnigra-ciones hacia el interior que sugiere Binford (vease. por ejemplo, Meyers.1971). Lo que es rniis importunrc, no ha y razones para creer que e! tipode poblacioncs ascntadas, de cxplouuiones intensives. que desl~ibe se li-mitaran [Oral, ni s iquiera fundarnentalrnenre , a las costas mariurnas. De'hecho , como espero demostrar, la explotacion costera postpleistocenicaparece no ser mas que una faceta de un fenorneno mucho mas general.Po r ultimo, la hiporesis haec mucho binca{? ie en la c r~ :) fJologra POS[-p leis tocen ica de los acon recimien ros que llevan a la ~gnculrura, CU~:l'do de heche las pauras mas importances (comprendrda la explOta~lOncosrera) estaban surgiendo bastante ames del periodo al que se tenereBinford.

    Problemas parecidos se encuenrran cuando se trata de trabajar con, cualquicra de las diversas explicariones dim.aticas de la a~:inrllura, S=hil-

    de (1951), PO! ejemplo , aducia que l~ agriculrura surg~o en ~l Onem.eMedio cuando el hombre y sus dornesticables en potencia se VIeron obli- .gados a manrener relaciones intimas ~ de mutua depen~encia durar:te'una sequia que se supon"ia habra ocumdo al final del plelStoceno. La 11'l-vestigacion moderna ha puesto en duda la sequia postulada, y la teoriade Childe esta generalmente desacreditada (G. Wright, 1971; Binford.

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    La c r is i s a lir ne nr ar ia d e b prehisionu1 9 68 : B r ai dw o od V Howe. 1960:Braidwood. 1(7). p ero en tod o caso.la hip otes is no rend rla mas alc anc e q ue c l loc al. Analogamcntc , H . E

    < : > " \ 'I{lright (1977) ha sugerido q ue l a a gr ic u lr ur a podria haberse iniciado co-mo reac c ion a la aparic ion d e d ensos grup os d e cereales s ilves tres en c !O riente Med io haec p oco mas d e 10.000 afios. Este cambio ecologico.q ue es dernostrable e n p e rf il es polinicos de la region, p ued e tener c ons i-d erable irnpor tanc ia p ara la sec uenc ia local, pero no p ued e exp lic ar losor igenes d e la agriculrura. Aunque c l rr igo acabara d e llcgar al OrienteMedic. no cabe d ud a d e q ue ya ex is tfa a ntes en otros l ug ar es . S eg ui mo ss in d is p oner d e una exp lic ac ion d e p or q ue el hombre no exp loto es te reocurso (en ninguna p ar te) has ta un p asad o muy rec iente. En general, to-d as las exp lic ac iones basad as en el c lima ad olecen d e d os p roblemas . Enp rimer lugar. los fc nornenos c lirnaticos son rc ver s ibles y rc itc r ad os : nop ue de n e xp lic ar la ap aric io n unir a d e un ac onr ec irnie nto 0 d e un p ro ces oq ue ha d ad o mues r ras d e muy p oca r cnd enc ia a la revers ion. En segund olugar . los c ambios c lirnar icos son, p or su p rop io carac ter, d e ambito re-gional, y muc has vec es rienen una d irc cc ion op ues ta en regiones ad ya-c entes , De ahi q ue sean inhereorernenre incap aces d e exp lic ar tend en-c ias ec ono rnic as p ar ale las en una reg io n g eo gra fic a ex te ns a ......

    Hay otra serie d e enfoq ues p os ibles d el p roblema d e los origenes d ela agr icultura q ue tienen una ap lic ac ion mas amp lia en p otenc ia p orq ueno se basan tanto en faetores d el med io ambiente loc al. Se trata d e lash ip o re si s m en c io na d as supra q ue exp lic an la agric ultura ante rod o enterrninos d e c ond ic iones c ulrurales preexistentes. S eg un B ra id w oo d

    " (1 960 ), el d esarrollo d e la agric ultura se base en un uso cad a vez mas in-r ens iv o d e la fa una I' la flora loc ales : la c ons iguiente fam iliar id ad c on losd ornes r ic ables lIev6 a fin d e c uenras a su manip ulac ion Parece q ue:B raid wood tenia raz6n, p or 10 menos en un sentid o des c r ip tive, y no so-lo P O[ 1 0 q ue se refiere a la region d el Or iente M ed io en la q ue trabajaba,s ino tam bien a otras regiones. U na de las tend enc ias mas evid entes d elregis tro arq ueologico es la tend eneia d e las p oblac iones humanas aex plo tar inte ns iv ar nc nre la fa una lo ca l e n s u d iv er sid ad y, d e form a rn.isconereta, la flora jus to antes d e inic iar la d omes tic ation .. P ero p nrc . cq ue la exp lic ac ion d e B raidwood falla c omo ac lararion , m .is bien q ue r o-m o d es c rip ci6n, d e 1 0 q ue orur rio . En p rim er lugar, su c xp lic ac ion d cs ia-ca el conoci rn icn ro 0 la ro nc ic nc ia h urnano s e n ag raz d e las p os ibilid ad csd e d omes tic ac ion , wand o d e hc c ho hay bas tantes d atos d e q ue los p rin-c ip ios d e la d ornes tic ac ion se c om prend en univers alm ente (vc as c c l c ap i-

    ., tulo 2). EI hom bre no nec es itaba tanto la ed uc ac ion c om o la rnotivac ionA dernas , B raid wood no exp lic a sar is fac roriarnente por q ue surgio es r c I-p o d e exp lotac ion c uand o 10 hizo (ni, c om o ahora sabernos q ue oc urr io .por que en tantos s itios al m ism o tiernp o).

    De forma un tanto p arec id a, Sauer (1952. 1 958) I' Watson I'War s on(!9(\9) han sugerid o q ue c l s c d eruar ismo era nec esar io como cond ic ion

    EI problema de Ins origcncs de la agri, ul; 1m . 23p rev ia para la agric ultura , pues no solo pcrrnitia f am il ia riz ar se c on la flo -r a lo ca l I' experirnentar c on ella, s ino adernas observarla y hacer inver-siones a largo p lazo en recursos v eg eta le s. P er o esta e xp lic ac i6n , a l igualque la d e B raidwood , haee hincapie e n l os c o no c im i en to s rnfis bien q ueen la motivacion Otro p roblema es q ue ahora y a d is p onemos d ep ruebas d e q ue el s ed entar ismo no s iemp re es d e hecho una cond ic ionp rev ia p ara el d esar rollo agr ic ola, aunque p arec e ser lo en m uc hos c ases .Pero 1 0 ma s irnportantc e s q ue este modele n o e x pl ic a eI sedentarismo ensL

    En un sentid o algo d iferente, q ue se centra en la es truc tura y las c os-tum bres d e los d om es tic able s, Fla nne ry (!965) ha ad uc id o que el tr ans -por te d e esp ec ies favoritas d e p lantas , a las q ue se saca d e su rned io am ..biente habitual p ara llevarlas a nuevas rc giones , mod ific aria las p re-s iones selec tivas a q ue es taba sornetid a la p lanta, c on eI resultad o d e queap arec ian tipos m utantes q ue antes es c aseaban. Es te resultad o se p od iaeonseguir m ed iante el d esp lazam iento d e p oblac iones hum anas 0 sen-c illam ente m ed iante el tr ansp orte d e las p rop ias esp ec ies favoritas p or elc om er cio . A F lanner y le inte re saba e n es pec ial e sta ultim a p os ibilid ad .

    Lync h (1 973) ha amp liad o la sugerenc ia d e Flannery al observar quela c az a y la re co le cc io n tra sh um antes p od ia n log rar es te re sultad o. Sefialaque la tr ashum anc ia req uiere unos c alend ar ios m uy p rec isos d e d esp laza-m ientos es tac ionales , q ue p od rfan obligar a los grup os humanos a c o-sec har d eter rninad os rec ur sos p oc o antes 0, 10 q ue es m as im por tante ,poc o d espues d e su mornenro d e rnadurez op tima. Lynch ad uc e que elmornento d e la c osec ha p od ria llevar a selec cionar d eterm inad os tip os d es er nilla s. P or 1 0 q ue haee a una c osecha tard ia, s e selec cionar ian las for-mas rnutantes q ue rend ieran a m antener las s em illas en lugar d e rom per -s e, y a es to s eg uir ia e l trans po rte inr ned iar o d e las es pe cie s s elec cio nad asa nue vas r eg io nes p or la ruta d e la s m ig ra cio nes

    U na vez m as , am bas sugereneias br ind an una p erc ep cion im portantede l proceso d e d ornes tic ac ion La d ornes tic ac ion d e p lantas tiene unvinc ulo arq ueologic o c laro c on el d esp lazarnienro d e form as d ornes tic asfuera d e su m ed io natural, I' h ay a lg una s p rueba s ta nto d e la r ras hur na n-c ia c omo de las p autas p rim irivas d el comereio relac ionad as con la d o-m es tic ac ion inc ip iente. Sin em bargo, rod avia c arec ernos d e una exp lic a-c ion d e p orq ue hahfan de surgir c s as p autas en s f 0 d e p or q ue habfan d etener por resultad o la ad opc ion general I' s inc ronic a en rod o el mund od e una c co no rnia ag ric ola

    O tra linea d e p ensarnienro ha p os tulad o q ue el or igen d e la agr icul-tura p od rfa encontrars e en p rac tic es m is tic as c er er no nia les . P orejemp lo, E Isaac (1 970 ) reiac iona la agr icultura con la ap ar ic ion de unanue va v is io n d el m und o y una s nue vas p rac tic as c er er nonia les q ue ap a-rec ieron al final d el paleolir ic o sup erior Naturalmcnte , es ra ultima hi-pores is C~ en gran m ed id a inc ornp robablc a p artir d e los res tos arq ueolo-

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    La lfi"~alirucruana de la prchisioriagicos, pem aunque tuc ra valid a s c limitu a d es cr ibir el contexte ell cl quese desarrollo I a agricultura, en iugar de brindarnos una expl icac ion Engenera l, estes rnodelos que explican la agriculrura en terminos de orrasvariables culturales aurnenran nuestro conoci rnienro descriprivo delc?mexto en que aparece fa agriculiura, pew no consr iruyen explica-crones causales. No explican la accpracion general izada de la agricultura,pues todavia no esta claro por que se logranan las propias condiciones -culrurales p revias, n i mucho menos pur lju!: se I ograr ian sirnu ltaneamen -te a escala rnundial: el posrulado de unos umbrales culturalcs previos pa-ra explicar la aparicion de 1a agricultura dude la cuestiou, pucs seucilla-me.me hernos de seguir buscando las causas de csa evolucion cultural an-tenor.

    Es posible que d modelo mas riguroso que se haya propuesro hastaahora para expliear la aparic ion de la agriculmra esc l que nos brinda Da-vid H~rr~s (1 977). E I modelo de Harris haee frenre con e xit o a algunas dela.s,obJec~ones q~e se hall planreado acerca de otras reorias, aunque tam-bien esta sornerido a una sene de problemas teoricos y practices Haarnpliado y generalizado el modelo bas ico de Binford, con el argurnentode que la agricultura no aparecerla mas que en condiciones de dese-quilibrio entre poblacion y recursos. Tras e1iminar 0 rnarizar otras fuen ..tes pos ibles de desequilibr io , sccentra en el crecimienro de la poblacionhurnana como factor de tension. Sin embargo, se ve Iimi tado por su hi-potesis de que las poblaciones humanas no crecen, norrnalrnenre , masal la de la capac idad de sus recursos. Para resolver este dilema aduce quelos ,contmles ~~rmales al crecirnienro dernografico pueden perder su efi-cacia ~n condICIones, en que la esrrucrura de movilidad de un grupo estacarnbiando (en particular, cuando se reduce la movil idad del grupo y elresulrado esel sedenrarisrno). Seinterpretan los cambios del rnedio en elsenr ido de que inducen a alterar las estraregias econornicas y esto J leva alsedenrar is rno: a su vez, el sedentarismo lleva a un crecirnienro dernogra-fico anorrnal 0 a la presion demografica Harris considera entonces to-da una gama de variables ambienrales y tecnologicas y e labora una seriede ~odelos auxiliares a fin de dernostrar cuando seria probable que lapresion dernograf ica l levara a la dornesucacion ycuando no. Estes mode-los, 0 vias alt ernas resul tan ser un instrumenro inapreciable paracornprender por que sc desarrollo la agricul tura algo antes en unas re-grones 0 algo despues en otras, ypar que en algunas regiones no penerroen absoluro (vease eI capirulo 7).

    El defecro basico del modelo de Harris es que este no dispone de unaf~~ma satisfactoria de explicar por que ~emodificaron las pauras de rno-vil idad de los grupos con efectos ecologicos tan profundos en tamas par . .te s del mundo aproximadamente al mismo tiempo, Como ya se ha sena-laqo mas arriba, Harri s ll ama la atencion lucia los posibles efenos de lasvar i; ibles ambientales sc>brela movil idad de grupos, y sef iala la coillci-

    1;1problema de los origenes de la agriculturudencia entre el cambio climarico posrpleistocenico y la aparic ion de i: ;agricultura. Perc no establece ningun vinculo convi~cente : :Iue conecteel carnbio clirnatico postpleisrocenico con el sedentarisrno IIIcon la apa-ric ion de la agricultura en gran escala geografica, En cambio, Harri s sique haec una sugerencia eficaz a este resp~cto. S~nala que la extincion alfina l del pleisroceno de la megafauna migrarona ,que es ob,se rvable enrnuchas regiones podria haber tenido una rendencia gene.rahzada a rno-dificar las esrrategias econornicas y a prornover el sedenrarismo y el erect-rnieruo dcmograf ico. La sugerencia es atractiva , pew tarnpoco esta exen-ra de dificultades. Uno de los problemas, como sefia la Harri s, e s que lavinculacion en el t iernpo (yen el espacio) entre las exr inciones y1a apari-cion de! sedentarisrno no es tan direcra como podria uno desear. Ade-mas , esta explicacion elude la cuestion de las causas de las exr inciones alfina l de l plei stocene, cuestion que es objeto de grandes debates, Por ul-timo, a l i gu a l que la tesis de Binford, el modele de Harris se centra de-masiado en los acontecimientos posrpleistocenicos y no reconoce la rela. .cion que existe entre estes acoruecimientos y unas pautas que son obser-vables a plazo mas la rgo. Ami enrender , es mas rentable conternplar lasextinciones del pleistocene y la aparicion del sedenrarisrno comosintornas de un fenorneno cormin (aunq ue en inre racc ion can ot ro) qL Iecontemplar las unas como causas de la otra ,Cabe hallar una explicacion mas sar is facror ia de la aparicion genera-v- ilizada de la agricultura -y de la re lac i6n entre este proceso y la pauta lmas general de la prehistoria rnundia l-> si dejamos. de lade algunas delas l imitaciones tradicionales de la teoria antropologica. Debemos volver

    '\a esrudiar el papel del crecimienro dernograf ico y de la presion dernogra-fica y c?ntemplarios como fuerzas activas que mO,difica:l consta~tememeel ecosistema y la respuesta cul tural hurnana a este . El c reci rruenro de-rnograf ico es continuo y no se puede reducir a la ser ie de acontecirnien-tos ocasionales conrcrnplados por algunas de las auroridades que estarnoscornentando. EI crecirniento de las poblaciones cazadoras y recolecrorasbasta un urnbral 0 nivel de saruracion podria haber creado la tension queimpuso a las poblaciones la neces idad de empezar a aurnentar art if ic ,ial-mente sus exisrencias de alimentos. Ademas. ese modelo podria explicarel heche de que esa tension la cornpar tiesen diversas poblaciones hurna-nas que vivian en medias diferenres yque pasaban por ripos y ritrnos di-ferentes de cambio ambierual. Podria incluso expl ica r la aparicion de laagr icultura en par tes diferenres del rnundo al mismo riernpo aproxirna-darnenre, si se puede dernostrar que exisr ian rnecanismos que actuabancon eficacia para dis rr ibuir la presion dernografica de forma equil ibrada .de una region a orra (como ereo yo que ocurrio). La hip6tesi s del creei-'miell t. ) demogrMico constante r iene orras dos vencajas. Explica e!que losdatos arqueologicos sobre desequil ibrio y rensi6n --la presiondemografica- no se limiten al periodo posrpleistocenico (como han

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    deter rninar ellaraUtf cx:,t o de las sccuencias culiurales locales, Sugierosirnplernenre que el paralelisrno gcneralizado de los acorHecimientosp rehls(Qr~cos ind ica que hay "Igiin [actor comiin que actua en cada unade la s r eg iones muy diferenciadas, y que las pau tas de los acontecimienrosde las d:v~rsas reglOnes coincide con un cuadro de crecirnienro y presiondernograficos (aunque no siernpre t orz osamem-, f ijos 0 constantes).;;;. En resu~Tlen, me propongo argumentar q~e la poblacion hurnana havcnido (reCl~ndo a redo 1 0 largo de su 1 1 I Sron a , y que esc crecirniento esla causa, mas bien que simplernerue el resulrado, de gran pane del~rog:es,o" humano o d el (amllHJ r ccnologico, espccialrn en re en 10 quehare a la Subsislen,ua. Aunquc Ia caZ,l Y la rCloiecuon coflSliLUyen unmodo _de adapta:lOll que ucuc Iliulhu exito para los grupus hurnanospequenos, no esta ~)len adapuido para sustcnrar a poblacioncs humanasgrandes 0 ?ensas, Sugiero , pur cnd, que el desarrollo de la agriculturafue un re~Jusre que las poblacione, hurnanas se vieron forzadas a haceren reacc~on al constanre aurnento de sus nurnerog Haee unos 11 612,000anos, los cuzadores y rc co lec to rc s , que vivian con una gama limi-tada ?~ alirnenros preferidos. habian ocupado , per el crecirniento de-m.ografIco na~ural y la consiguienre expansion ter ri tori al , codas las par tesdel globo que podian sustcrn ar su esulo de Vida con razonable facilidadP~ra entonc~s, de heche, ya habian considerado necesario en rnuchas re-grones a~pltar la gama d e r c c u r xo s s il ve st re s que urilizaban para comer a0 n de al irnenta r a sus pObJaUOflCS crcc icntcs Sugiero que a partir de esaepoca, cuando la ,expansIon territorial sc fue haciendo cada vez mas difi-~ J! y rncnos arrac ~Iva como rned io d e ad ap rar s e al c recirniento dernografi-(0, se vreron obltgados a hacerse rodavia mas eclenicos en su recoleccion~e all!Tle~tos,a (,ome[ cosas cada vcz rnenos agradables, yen particular acol1.centrarse en alirnent os de b ajo n iv el tr ofic o y gran densidad. En elperiodo que v~ dell},OOO al2000 B P' las poblaciones de todo el rnun-d?, que ya , u tl lIzaba ,n casi web ia gam a de alirnenros agradables dispo.mbl~s, se Vlef?fl obligadas a ajustarse a nuevos aurnentos de sus mimem~ ' f " ~- l~?te un mcremenro am i ci al , no de los reCUISOS que preferian co-mer; SlClO de los que reacclOn;tban ,b ien ala arencion hurnana y a los quepodia h~(eISe producir el mayor nurncro de calorjas comestibles por uni-dad de nerra.\ Esr e,argUlT:t:Ill() se basa ell ~cis PI() IJll~ili() !les c emrales. En primer lu-gar, se aduu,ra que la agricult ura no cs solo lin concepu. o cornporra-rruenro unificado, SInO un~ acumularion de tecnicas utilizadas para~u~lentar la gamao la densidad de crecirniento de deterrninados recur-~os, g.ue e,s tas lemlCIS, la mayor pane de las wales utilizan en diversascomblnaCloncs dlferen( e:, sOlie-Jades cazacioras y recolecroras, no

    (N d el ~ ; rBejrJT!'I''''.fflll alllc, de i [>,", '' '111(,) I lotolic,l1ll11(' r it lldc a Ser ILHtrnaLtol1al

    1 ::1p ro ble ma d e l os o ri ge ne s d e la a gr ic uh ur u

    representan una gran ruprura conceptual con las pautas rradicionales d-:subsistencia, y que po r 1 0 ramo no ,es l a ignorancia , sino mas bien ia faltade necesidad , 1 0 que imp ide a algunos grupos pasar a hacerse agriculto-

    ;.. res, En segundo lugar, se expondran datos para dernostrar que la agricul-tufa no es mas facil que la caza y la recoleccion, y no ofrece una base ali-mentaria de mas calidad y mas agradable , ni mas segura. De heche, laagricultura solo presenta una ventaja sobre la caza y la recoleccion: la de

    /' proporcionar mas calorias por unidad de tierra pur unidad de riernpo. y/ I por 1 0 tanto sustenrar a poblaciones mas nurnerosas: en consecuencia,~ solo se practica wando 1 0 requiere l a presion dernografica.

    Esras dos primeras proposiciones, que no son nuevas, ceben resulrarconocidas para lo s leciores LuniliariLadus con III esc ri ro sobre los origcncsde la agricultura, las obras recientes sobre la economia de la caza y la rc-colecci6n, yen particu lar con 1 0 escriro sobre los costos del rrabajo , la ca-lidad de la diera y Ia poblacion en relacion con los origenes de la agricul-tua (Lee, 1968, 1969; Binford, 1968; Flannery, 1969, 1973; Spooner,1972; Harris, 1977; Sahlins, 1968, 1972), Pero las otras proposiciones se-fialan una ruptura un ramo mas abrupta con 1 0 esc rito hasra ahora.;~ La tercera proposici6n es que, pese a los modelos conternporaneos desistemas de equilibrio de las poblaciones cazadoras y recolectoras (Bird-sell, J958, 1969; Hayden, 1972; Polgar, 1972; Hassan, 1975, a; Bin-ford, 1968; Flannery, 1969) que s ub ray an s u e sr ab ilid ad dernografica vsu rendencia a lograr d equilibrio muy por debajo de la capacidad maxi-ma de sustentacion de sus recursos, de hecho las sociedudes hurnanashan ido en crecimienro a 1 0 largo de coda su hisroria y han ido esquil-mando progresivarnente sus reCUfSOS has ta el PUflW de necesirar la elabo-racion constanre de nuevas estrategias de adaptacion y la redefinicionconsranre de las relaciones ecologicas." La cuarta proposicion es que las poblaciones cazadoras y recolectorasgozan de unos mecanismos generalizados y muy eficaces mediante loscua les se equilibra la presion dernografica entre unas regiones y otras;que existen pruebas del funcionarniento de esos mecanismos entre laspoblaciones prehi stori cas de cazadores y recolectores, y que por 1 0 tantono resulta irrazonable hallar una acurnulacion aproximadarnente sinc ro-nica de presion dernografica en grandes exrensiones del globo. (on e l reosuh adu de que la mayor pane de L t pobl.u ion del mundo invcruo- l)adopro la agricultura denrro dc l uusmo lapse de uernpo relauvamenrebreve.' ": :' L a quinta p roposicion es que Ius acumecimien rcs qut' desernbocaronen la agricultura en las diversas panes de! mundo revelan un paralelismonotable cuando se los contempla (on una perspectiva remporal y geogf~~fica r azonablerneme amplia Fese a las variar iones locales, es(e paralelis-rno par~ce exigir que haya algun factor comLin qut cormibuya y antie encsas reglOncs

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    L a c r is is a li me nt a ri a d e l a p r ch is to ri aLa sexra proposrcton es que cl registro del hombre paleolitico y

    rnesoli ri co . as! como eI hombre preagricola del Nuevo Mundo, se puede:interpretar razonablernente en el sentido de que indica UD crecirnientodemog rafico bastante continuo y una presion demografica creciente enconrexros preagrfcolas. y que en cada caso la adopcion de la agriculturano p:trece set mas que una adap tacion de una larga serie de adaptacioncsecologicas a l aurnenro de la poblacion .

    Esras proposiciones sc dcsarrollaran como sigue: cl capitulo 2 tratarade una serie de cuestiones teoricas relarivas al caracter de la caza v la reco-leccion y los sistemas agricolas. Se centrara en un analisis de l~s condi-ciones en las que es posible 0 p robable el descub rimiento de la agricul-tura y en las condiciones en las que una econornia agricola constituiriaun avarice respecto del sistema de vida de caza y recoleccion y sepercibiria como ral. Se cornenraran algunas de las cuestiones teoricas re-l ar iv as a l c r ec ir ni en ro d er no gr af ic o y a los mecanismos de estabilizacionde la poblacion , asl como un modelo teorico de poblacion en crecimien-ro y un exarnen de las otras posibilidades de adaptacion que perrnite yrcquiere ese crecirnienro . Por ultirno , CIl el capitulo 2 se estudiars cIproblema del crecimiento d ernc grafic o v el cambia cuitural en gran esca-la geografica. EI capitulo .3 t ra tani del carac te r de los datos a rqueologicosque afecran a la rnedicion del crecimienro y la tension demograficos, sec ri ticara la metodologfa contc rnporanea y se sugeriran nuevos tipos dedatos que deberian utilizarse. En los capitulos 4, 5 y 6 se examinaran losdatos sabre la tension demografica que llevan a los origenes de la agri-culrura en el Viejo Mundo y en Norteamerica y Sudamerica. En el capi-rule 7 se resurniran las a rgumemac iones y se exarninaran algunos de losproblemas y de las prioridades de investigacion que genera el modelo depresion dernografica

    Capitulo 2LA T BO RIA D E LA PR ESIO N D EMOGRA FIC AY LOS O RIG RN ES D E LA AGR IC UL TU RA

    Para e valuar la funci6n de la presion dernografica en los origcnes dela agricultura es necesario enfrcntarse con una serie de problemas reori-cos relatives al caracter de los sistemas de subsistencia, los proccsos decambio econ6mico y el caracter del crccirn iento dernogr afico. A algunosde estos problemas se les ha prestado mucha atcncion en estudios recien-tes sobre antropologla. Aunque los argurnentos no son nuevas, aqui lespasamos revista [Jorque son partes fundamentales del modelo que se estadesarrollando y porque quiza quienes no estcn al tanto de las ultirnasobras sobre antropologia no est e n familiarizados con elias. Sin embar-go, algunos de los problemas que debcn plantcarse se refieren a cues-tiones que todavia no estan resuclias salisfalloriamentc en la antro-pologia. Estas ulrimas scran algo mas polcrnicas

    EI concepto de la dornesticacionUno de los problemas clave cs cl de dcterminar como deben concep-

    tualizarse lo s o rigcnes de la ag ricultura. Como ya he sugerido en el capi-tulo anterior, ha habido dos enfoques difercntes de este problema. Unaescuela ha tendido a percibir la agricultura como un saito conceptual auna invcncion , y ha hecho hincapie en la investigacion sabre el tiernpo y

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