Colabora -...

1
PequeAlfa 27 jueves, 8 de febrero de 2018 María Martínez López «U n día me enfadé con una amiga. Ella me decía que yo no sabía jugar al fútbol y que solo era un incordio para el equi- po. Y empecé a responderle: “Pues si yo no valgo, tú tampoco”. Le devolví todo lo que ella me había dicho». Esta experiencia de Zoe, una niña de 11 años, la viven muchos niños. Según un estudio de Save the Children, seis de cada diez niños han sufrido insul- tos hace poco; dos de cada diez, con bastante frecuencia. A casi tres de cada diez les han pe- gado. La violencia se convierte en aco- so cuando los ataques son repetidos y se ensañan con algún chico en concre- to, mientras los demás compañeros se ríen o no hacen nada por evitarlo. En España, este problema afecta a uno de cada diez niños. En el colegio de Zoe, el Vicente Aleixandre de Torrejón de Ardoz (Madrid), han encontrado un camino para intentar acabar con la violencia y el acoso. El curso pasado y este, los niños de 5º y 6º de Primaria están participando en unos talleres que se llaman En sus zapatos. Durante este curso, los talleres están visitando ade- más otros cuatro centros de Madrid y Extremadura. Los organiza Pax Dettoni, una mujer que después de trabajar en programas de desarrollo en varios países quiso ayudar a la gente a superar la agresivi- dad y otros problemas a través del tea- tro. Por ejemplo, ha estado trabajando con jóvenes de una de las zonas más peligrosas de la capital de Guatemala, donde las bandas violentas buscan a chicos para que cometan delitos. Presos de las emociones En En sus zapatos, los niños, los maestros y los padres aprenden a conocer las distintas emociones que sienten, y que a veces dejan que los controlen. «Todos queremos ser libres, pero a veces viene cualquier enfado y nos hace hacer cosas que no quere- mos», explica Pax. «A mí me pasaba mucho antes. Cuando las emocio- nes se apoderan de ti, intentas hacer daño a los demás», cuenta Zoe. Por eso cuando su amiga la insultó, ella respondió igual. «Me enfadé porque aunque no sabía jugar al fútbol estaba intentando aprender, y me puse muy nerviosa», recuerda. Pero esto no tiene por qué ser así: podemos transformar las emociones en algo positivo si cuando las senti- mos nos paramos y nos relajamos (por ejemplo, respirando hondo), para ver qué nos pasa y decidir cómo actuar. También es importante aprender a resolver los conflictos, explicando a los demás cómo se siente uno y qué quiere. Y, sobre todo, hay que ponerse en la piel del otro. José Luis, un com- pañero de Zoe, nos cuenta que «a lo mejor quien hace algo malo tiene un problema con su familia o algo así, y descarga la ira con los demás». Es decir, añade Carolina, que no lo hace «porque lleves gafas o aparato»; eso es solo una excusa. Por eso, es importan- te intentar comprenderle y ayudarle, no solo castigarle. «Somos inseparables» Con todo esto que habían aprendi- do, los niños prepararon con Pax una obra de teatro. Ella hace un tipo de teatro especial, el Teatro de Concien- cia. En él, explica José Luis, emociones «como el dolor, la ira, el miedo, la tris- teza…» se convierten en un personaje más: se relacionan con el personaje, le hablan y le controlan… hasta que el chico aprende a ser libre. Gracias a esta experiencia, «niños que habían tenido conflictos han con- seguido hacer las paces consigo mis- mos y con los demás –cuenta Clara, una profesora–. Y cuando surge otro problema lo solucionan de forma más fácil, porque se dan cuenta de que la otra persona también se siente mal». Justo lo que les pasó a Zoe y a su ami- ga: «Cuando estuvimos más tranqui- las, pudimos hablar y pedirnos discul- pas, porque lo que hicimos estuvo mal. Desde entonces somos inseparables». t «Cuando un niño hace algo malo, a lo mejor tiene problemas en su familia y suelta su ira con los demás», nos explican los niños de Torrejón de Ardoz (Madrid) que han participado en el taller En sus zapatos ¿Cómo frenar el acoso escolar? ¡Con teatro! Niños del colegio Vicente Aleixandre representan una obra de teatro durante el taller En sus zapatos Teatro de Conciencia Haz un donativo a Alfa y Omega - Fundación San Agustín Banco Popular ES03-0075-0123-5706-0013-1097 Colabora Juntos seguiremos adelante...

Transcript of Colabora -...

PequeAlfa 27jueves, 8 de febrero de 2018

María Martínez López

«Un día me enfadé con una amiga. Ella me decía que yo no sabía jugar al fútbol

y que solo era un incordio para el equi-po. Y empecé a responderle: “Pues si yo no valgo, tú tampoco”. Le devolví todo lo que ella me había dicho». Esta experiencia de Zoe, una niña de 11 años, la viven muchos niños. Según un estudio de Save the Children, seis de cada diez niños han sufrido insul-tos hace poco; dos de cada diez, con bastante frecuencia.

A casi tres de cada diez les han pe-gado. La violencia se convierte en aco-so cuando los ataques son repetidos y se ensañan con algún chico en concre-to, mientras los demás compañeros se

ríen o no hacen nada por evitarlo. En España, este problema afecta a uno de cada diez niños.

En el colegio de Zoe, el Vicente Aleixandre de Torrejón de Ardoz (Madrid), han encontrado un camino para intentar acabar con la violencia y el acoso. El curso pasado y este, los niños de 5º y 6º de Primaria están participando en unos talleres que se llaman En sus zapatos. Durante este curso, los talleres están visitando ade-

más otros cuatro centros de Madrid y Extremadura.

Los organiza Pax Dettoni, una mujer que después de trabajar en programas de desarrollo en varios países quiso ayudar a la gente a superar la agresivi-dad y otros problemas a través del tea-tro. Por ejemplo, ha estado trabajando con jóvenes de una de las zonas más peligrosas de la capital de Guatemala, donde las bandas violentas buscan a chicos para que cometan delitos.

Presos de las emociones

En En sus zapatos, los niños, los maestros y los padres aprenden a conocer las distintas emociones que sienten, y que a veces dejan que los controlen. «Todos queremos ser libres, pero a veces viene cualquier enfado y nos hace hacer cosas que no quere-mos», explica Pax. «A mí me pasaba mucho antes. Cuando las emocio-nes se apoderan de ti, intentas hacer daño a los demás», cuenta Zoe. Por eso cuando su amiga la insultó, ella respondió igual. «Me enfadé porque aunque no sabía jugar al fútbol estaba intentando aprender, y me puse muy nerviosa», recuerda.

Pero esto no tiene por qué ser así: podemos transformar las emociones en algo positivo si cuando las senti-mos nos paramos y nos relajamos (por ejemplo, respirando hondo), para ver qué nos pasa y decidir cómo actuar. También es importante aprender a resolver los conflictos, explicando a los demás cómo se siente uno y qué quiere.

Y, sobre todo, hay que ponerse en la piel del otro. José Luis, un com-pañero de Zoe, nos cuenta que «a lo mejor quien hace algo malo tiene un problema con su familia o algo así, y descarga la ira con los demás». Es decir, añade Carolina, que no lo hace «porque lleves gafas o aparato»; eso es solo una excusa. Por eso, es importan-te intentar comprenderle y ayudarle, no solo castigarle.

«Somos inseparables»Con todo esto que habían aprendi-

do, los niños prepararon con Pax una obra de teatro. Ella hace un tipo de teatro especial, el Teatro de Concien-cia. En él, explica José Luis, emociones «como el dolor, la ira, el miedo, la tris-teza…» se convierten en un personaje más: se relacionan con el personaje, le hablan y le controlan… hasta que el chico aprende a ser libre.

Gracias a esta experiencia, «niños que habían tenido conflictos han con-seguido hacer las paces consigo mis-mos y con los demás –cuenta Clara, una profesora–. Y cuando surge otro problema lo solucionan de forma más fácil, porque se dan cuenta de que la otra persona también se siente mal». Justo lo que les pasó a Zoe y a su ami-ga: «Cuando estuvimos más tranqui-las, pudimos hablar y pedirnos discul-pas, porque lo que hicimos estuvo mal. Desde entonces somos inseparables».

t «Cuando un niño hace algo malo, a lo mejor tiene problemas en su familia y suelta su ira con los demás», nos explican los niños de Torrejón de Ardoz (Madrid) que han participado en el taller En sus zapatos

¿Cómo frenar el acoso escolar? ¡Con teatro!

Niños del colegio Vicente Aleixandre representan una obra de teatro durante el taller En sus zapatos

Teatro de Conciencia

Haz un donativo a Alfa y Omega - Fundación San Agustín Banco Popular ES03-0075-0123-5706-0013-1097

ColaboraJuntos seguiremos adelante...