Colombia Derrotada la trampa uribista

2
1 TEXTOS DE FORMACION BIBLIOTECA VIRTUAL CONCLAEA Colombia: Derrotada la trampa uribista Milton Hernández En Colombia se suele decir que “hecha la Ley, hecha la trampa”, este doble juego fue el que nos pretendió imponer el gobierno de Álvaro Uribe Vélez a los colombianos con su llamado Referéndum, que no era nada más ni menos que una verdadera contrarreforma constitucional, la cual, afortunadamente fue derrotada ampliamente en las elecciones del sábado 25 de Octubre. Los propósitos de esta contrarreforma constitucional que muchos catalogamos como un proceso plebiscitario a favor del autoritarismo uribista y su pretendida reelección presidencial; buscaba entre otros, legitimar por la vía de la consulta popular el amancebamiento gubernamental con el FMI, darle respaldo político a la guerra total y al aniquilamiento por la vía militar de la insurgencia colombiana, buscaba además la legalización del paramilitarismo, la condena a muerte política de los partidos y movimientos de oposición, el recorte de las pocas libertades democráticas conquistadas en la Constitución de 1991, un ajuste fiscal sin precedentes donde se congelaban los gastos del sector publico, se aumentaban el IVA de manera indiscriminada a todos los artículos de primera necesidad, se congelaban las pensiones y los sueldos de los empleados públicos, se aumentaban los impuestos para la guerra, se reducían o eliminaban los otros poderes del estado diferentes al ejecutivo como son el poder legislativo y el judicial. En fin, el régimen Uribista esgrimió el Referéndum como una segura carta de triunfo política sin pensar jamás en la eventualidad de una derrota. Sin embargo, a pesar del manejo de opinión mediático liderado por el propio presidente a través de prácticamente todas las cadenas de televisión, los medios escritos y radiales, que con honrosas excepciones presentaban a Uribe como el “Superman” de Colomb ia y a su Referéndum como el mecanismo por el cual íbamos seguros a conquistar el paraíso terrenal. Nunca como en esta coyuntura gobierno alguno contó con tanto cortesano mediático, igual que los grandes gremios económicos, las altas jerarquías de la iglesia e importantes dirigentes de los partidos políticos, dispuestos a convertirsen en espoliques del régimen en función de sus nefastos propósitos guerreristas y fondo monetaristas. Este ayuntamiento entre todos los poderes hizo que hasta el mismo día de las elecciones el Uribismo contara con la supuesta legitimidad del 72% que le endosaban todas las encuestas. Pero, como lo insólito suele convertirse en realidad, el país y el pueblo real, ese que sufre a diario la dureza de la vida y la crueldad de la guerra, se organizo y movilizo para no dejarse arrebatar sus pocos derechos y le produjo al prepotente de Álvaro Uribe y su gobierno la mayor derrota política de su historia, absteniéndose de participar en el Referéndum de una forma activa y consciente. Escrutados el 98% de las mesas de votación el promedio nacional de abstención es de un 76%, dándose el caso que en muchas regiones sobrepaso el 85%. En estas condiciones ninguna de las 18 preguntas contenidas en el Referéndum lograban el umbral electoral de 6`275.000 votos correspondiente al 25% del electorado colombiano. El Sábado 25 de Octubre a las ocho de la noche cuando ya la derrota del Referéndum estaba cantada, el “Superman” de Colombia quien en el último año no desaprovechó ningún pantallazo de televisión para aparecer como el salvador de la patria, cancel de forma insólita la rueda de prensa que había convocado, se encerró dos horas con su profesora de yoga a exorcizar los espíritus y a las diez de la noche en tono melancólico y sombrío llamó a su esposa Lina a dormir por que “definitivamente este barco se hundió”. Pero las sorpresas no terminaban ahí, el domingo 26 de Octubre en una histórica jornada política el pueblo colombiano redondeaba su faena y con la elección popular de alcaldes, gobernadores y concejales depositaba su confianza en la izquierda, en los sectores democráticos e independientes, entregándole por primera vez un amplio y claro mandato popular para que se convierta en realidad la consigna de ser Gobierno y ser Poder enarbolada desde años atrás por los sectores patrióticos del país. El Polo Democrático independiente, amplia coalición de todas las fuerzas revolucionarias, de izquierda, sociales y patrióticas de Colombia, que hizo suya la consigna de nuestro padre Camilo Torres Restrepo de “coger lo que nos une y dejar lo que nos separa”; se constituyó en la fuerza política con más futuro en el país derrotando a las maquinarias tradicionales de los partidos liberal y conservador y a los candidatos derechistas del Uribismo quienes hicieron campaña política por fuera de estos partidos. La amplia victoria del PDI en ciudades como Bogotá, en Medellín en Unidad con la Alianza Indígena, en Bucaramanga con la Alianza Nacional Popular, en Villavicencio, en Pasto, en Barrancabermeja capital petrolera de Colombia y a nivel departamental con la conquista de las gobernaciones del Valle del Cauca, Nariño, y Santander, colocan al PDI y a sus aliados en un sitial determinante para el proceso de nueva gobernabilidad y democracia que el país requiere y exige.

description

 

Transcript of Colombia Derrotada la trampa uribista

1 TEXTOS DE FORMACION BIBLIOTECA VIRTUAL CONCLAEA

Colombia: Derrotada la trampa

uribista

Milton Hernández

En Colombia se suele decir que “hecha la Ley, hecha la trampa”, este doble juego fue el que nos pretendió imponer el gobierno de Álvaro Uribe Vélez a los colombianos con su llamado Referéndum, que no era nada más ni menos que una verdadera contrarreforma constitucional, la cual, afortunadamente fue derrotada ampliamente en las elecciones del sábado 25 de Octubre.

Los propósitos de esta contrarreforma constitucional que muchos catalogamos como un proceso plebiscitario a favor del autoritarismo uribista y su pretendida reelección presidencial; buscaba entre otros, legitimar por la vía de la consulta popular el amancebamiento gubernamental con el FMI, darle respaldo político a la guerra total y al aniquilamiento por la vía militar de la insurgencia colombiana, buscaba además la legalización del paramilitarismo, la condena a muerte política de los partidos y movimientos de oposición, el recorte de las pocas libertades democráticas conquistadas en la Constitución de 1991, un ajuste fiscal sin precedentes donde se congelaban los gastos del sector publico, se aumentaban el IVA de manera indiscriminada a todos los artículos de primera necesidad, se congelaban las pensiones y los sueldos de los empleados públicos, se aumentaban los impuestos para la guerra, se reducían o eliminaban los otros poderes del estado diferentes al ejecutivo como son el poder legislativo y el judicial. En fin, el régimen Uribista esgrimió el Referéndum como una segura carta de triunfo política sin pensar jamás en la eventualidad de una derrota.

Sin embargo, a pesar del manejo de opinión mediático liderado por el propio presidente a través de prácticamente todas las cadenas de televisión, los medios escritos y radiales, que con honrosas excepciones presentaban a Uribe como el “Superman” de Colomb ia y a su Referéndum como el mecanismo por el cual íbamos seguros a conquistar el paraíso terrenal. Nunca como en esta coyuntura gobierno alguno contó con tanto cortesano mediático, igual que los grandes gremios económicos, las altas jerarquías de la iglesia e importantes dirigentes de los partidos políticos, dispuestos a convertirsen en espoliques del régimen en función de sus nefastos propósitos guerreristas y fondo monetaristas.

Este ayuntamiento entre todos los poderes hizo que hasta el mismo día de las elecciones el Uribismo contara con la supuesta legitimidad del 72% que le endosaban todas las encuestas. Pero, como lo insólito suele convertirse en realidad, el país y el pueblo real, ese que sufre a diario la dureza de la vida y la crueldad de la guerra, se organizo y movilizo para no dejarse arrebatar sus pocos derechos y le produjo al prepotente de Álvaro Uribe y su gobierno la mayor derrota política de su historia, absteniéndose de participar en el Referéndum de una forma activa y consciente. Escrutados el 98% de las mesas de votación el promedio nacional de abstención es de un 76%, dándose el caso que en muchas regiones sobrepaso el 85%. En estas condiciones ninguna de las 18 preguntas contenidas en el Referéndum lograban el umbral electoral de 6`275.000 votos correspondiente al 25% del electorado colombiano.

El Sábado 25 de Octubre a las ocho de la noche cuando ya la derrota del Referéndum estaba cantada, el “Superman” de Colombia quien en el último año no desaprovechó ningún pantallazo de televisión para aparecer como el salvador de la patria, cancel de forma insólita la rueda de prensa que había convocado, se encerró dos horas con su profesora de yoga a exorcizar los espíritus y a las diez de la noche en tono melancólico y sombrío llamó a su esposa Lina a dormir por que “definitivamente este barco se hundió”.

Pero las sorpresas no terminaban ahí, el domingo 26 de Octubre en una histórica jornada política el pueblo colombiano redondeaba su faena y con la elección popular de alcaldes, gobernadores y concejales depositaba su confianza en la izquierda, en los sectores democráticos e independientes, entregándole por primera vez un amplio y claro mandato popular para que se convierta en realidad la consigna de ser Gobierno y ser Poder enarbolada desde años atrás por los sectores patrióticos del país.

El Polo Democrático independiente, amplia coalición de todas las fuerzas revolucionarias, de izquierda, sociales y patrióticas de Colombia, que hizo suya la consigna de nuestro padre Camilo Torres Restrepo de “coger lo que nos une y dejar lo que nos separa”; se constituyó en la fuerza política con más futuro en el país derrotando a las maquinarias tradicionales de los partidos liberal y conservador y a los candidatos derechistas del Uribismo quienes hicieron campaña política por fuera de estos partidos. La amplia victoria del PDI en ciudades como Bogotá, en Medellín en Unidad con la Alianza Indígena, en Bucaramanga con la Alianza Nacional Popular, en Villavicencio, en Pasto, en Barrancabermeja capital petrolera de Colombia y a nivel departamental con la conquista de las gobernaciones del Valle del Cauca, Nariño, y Santander, colocan al PDI y a sus aliados en un sitial determinante para el proceso de nueva gobernabilidad y democracia que el país requiere y exige.

2 TEXTOS DE FORMACION BIBLIOTECA VIRTUAL CONCLAEA

Sin duda alguna, el factor fundamental de los dos procesos electorales concluidos, nos deben llevar a sacar las siguientes enseñanzas:

a. Es evidente la caducidad de los dos partidos tradicionales colombianos que ya no funcionan siquiera como la vieja maquinaria para hacer trampas en las elecciones.

b. Se consolidan en el escenario político nacional las fuerzas de izquierda, patrióticas, democráticas e independientes que tenemos que demostrar ahora que somos capaces de ser gobierno con transparencia, honestidad, cero corrupción, ejemplar administración de los bienes sociales consecuentes con las expectativas que los colombianos han depositado en estas fuerzas.

c. Quedó derrotado parcialmente el autoritarismo antidemocrático del Uribismo, su fondo monetarismo, su incondicionalidad al ALCA, al imperio, a las transnacionales, su modelo político excluyente y su terrorismo de estado.

d. Un nuevo viraje político debe sufrir Colombia a todos los niveles y en todos los órdenes: en lo económico si al Presidente Uribe le queda algo de sensatez, debe suprimir los acuerdos con el FMI, renegociar la deuda externa y echar atrás las medidas fiscales lesivas al interés popular. En lo político, se debe consensuar con el PDI un dialogo permanente que busque, acorde con el nuevo mapa político de Colombia, un nuevo marco de acción política y social incluyente y participativo.

e. Es urgente y prioritario retomar la agenda de dialogo con la insurgencia guerrillera bajo la premisa de la búsqueda de la paz con justicia social, denegado como lo debe estar, la pretendida y vieja aspiración oligárquica de la entrega de armas y la desmovilización de las fuerzas guerrilleras.

f. El triunfo de la izquierda colombiana en las elecciones del 26 de Octubre no se pueden entender como lo pretende hacer hoy la vieja y caduca dirigencia del país, como una derrota política para la insurgencia colombiana. Por el contrario, la lucha guerrillera colombiana esta legitimada por las profundas causas de exclusión social y políticas existentes y en muchas ocasiones de nuestra historia pasada y reciente, hemos ensayado hacer política por la vía institucional a costa de un reguero de muertos y de sangre sin precedentes en ningún país de nuestra América. Vale citar como ejemplos de cómo la oligarquía ha acallado a puro plomo las experiencias del “Frente Unido” de Camilo Torres R entre los años 64 y 68, de la “Unión Patriótica”, de “A Luchar”, del “Frente Popular” entre los años 80 y 90 y en la actualidad con la criminalización y señalización como terroristas de todos aquellos que alcen su voz de protesta contra el modelo neoliberal y el régimen Uribista.

g. Vale decir además que la mayoría de Alcaldes y Gobernadores electos por el PDI y las Fuerzas Independientes han conquistado la confianza del pueblo por su insistente labor en la búsqueda de la solución política al conflicto social y armado que nos desangra y en el caso particular de Lucho Garzón, Alcalde electo de Bogota y de Angelino Garzón, Gobernador electo del Valle del Cauca son miembros permanentes del Grupo de Facilitadotes de la Sociedad para el dialogo del ELN y el gobierno de Colombia.

h. Sin duda alguna, el relativo éxito conquistado en esta coyuntura política por las Fuerzas Patrióticas, no pueden hacernos perder de vista que si bien se derroto el proceso plebiscitario reeleccionista y guerrerista de Uribe Vélez; lejos estamos de concretar aun una sólida unidad patriótica y antiimperialista que nos permita transitar por el camino de la derrota definitiva de la lógica neoliberal, del fondo monetarismo y del terrorismo del estado colombiano.

Todo implica, por tanto, nuestro llamado a mantener en alto las banderas unitarias, hacer gobierno desde el poder popular, a acompañar los espacios de gobernabilidad alcanzados con la mas amplia participación social, a mantener la fiscalización permanente sobre todos los mandatarios electos, atreviéndonos a ejercer la lucha directa del pueblo sin pedirle permiso a nadie, solo así seremos capaces de acercarnos al sueño libertario de nuestros padres José Antonio Galán, el Comunero, Simón Bolívar, Jorge Eliécer Gaitan y Camilo Torres Restrepo.