Comenario Literario Juramento Sagrado y Pasión Sagrada

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Flores Blanco, Arnolds Deivison Juramento sagrado y pasión sagrada Este pequeño fragmento (vv. 271-276) pertenece al canto XIV de la epopeya épico-heroica del poeta antiguo Homero: la Ilíada, la cual, en su conjunto, es una narración que reúne las principalías de varios personajes que, a su vez, se enlazan unos a otros y se ligan a la cólera del guerreo Aquiles. El fragmento es una pequeñísima parte del ardid de Hera, quien, preocupada por la retirada aquea y las victorias troyanas, planea tender una trampa a Zeus y poseerlo sobre un lecho e hipnotizarlo con el amor carnal. Se ubica después de que la diosa ha arreglado y perfumado su cuerpo, entonces se dirige con el dios Sueño para proponerle que, después del amor carnal que tendría con Zeus, duerma al señor de los dioses. Hera le promete al Sueño una de las Gracias que éste tanto ha deseado y añorado. Y por esta razón, el Sueño hace jurar a Hera, pero no cualquier tipo de juramento, sino, y de ahí el tema del fragmento, un juramento sagrado e inquebrantable provocado por una sacra pasión. El fragmento parece mencionar cinco diferentes cuestiones, lo que permite separarlo en cinco partes: la primera (vv. 271) es la apertura de un juramento divino e inviolable; promesa que analógicamente se encuentra en un limbo entre la vida y la muerte: lo infernal. La segunda (vv. 272-273) muestra una especie de reforzamiento del juramento, el cual estaría sobre todas las cosas del mundo humano: la tierra y el mar. La tercera (vv. 273-274) muestra el plano sobre humano y el que se encuentra más allá de los dioses. La cuarta (vv. 274-275) es el cumplimiento del juramento, el cual consistiría en la entrega de la Gracia. Por último (vv. 275), el posible inicio de un nuevo juramento sagrado, en una realización futura de una pasión sacra, la que, curiosamente, había provocado el juramento de este fragmento. Parece que Homero, desde un principio, nos enseña el valor de un juramento inquebrantable: el Sueño hace una petición a Hera respecto al cumplimiento de su juramento. Una promesa está vacía, en cambio, un juramento conlleva una carga de sacro santidad y esto lo vemos cuando el Sueño la hace jurar en nombre del agua inviolable del Estigia; en donde esa agua sagrada y prohibida (inviolable) no puede ser tomada o, mejor aún, engañada por ningún tipo de habilidad ni de hombre ni de dios-; después Homero añade que dicha agua sagrada pertenece al Estigia, un río que une la tierra con el inframundo, es decir, una unión entre lo terrestre y lo infernal; ese limbo o ese paso sobre natural se encuentra entre la vida y la muerte. Algo que sólo un dios puede prometer.

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Comentario literario.Filología clásica.Sobre la despedida de Andrómaca y Héctor en la Iliada de Homero

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  • Flores Blanco, Arnolds Deivison

    Juramento sagrado y pasin sagrada

    Este pequeo fragmento (vv. 271-276) pertenece al canto XIV de la epopeya pico-heroica

    del poeta antiguo Homero: la Ilada, la cual, en su conjunto, es una narracin que rene las

    principalas de varios personajes que, a su vez, se enlazan unos a otros y se ligan a la clera

    del guerreo Aquiles. El fragmento es una pequesima parte del ardid de Hera, quien,

    preocupada por la retirada aquea y las victorias troyanas, planea tender una trampa a Zeus y

    poseerlo sobre un lecho e hipnotizarlo con el amor carnal. Se ubica despus de que la diosa

    ha arreglado y perfumado su cuerpo, entonces se dirige con el dios Sueo para proponerle

    que, despus del amor carnal que tendra con Zeus, duerma al seor de los dioses. Hera le

    promete al Sueo una de las Gracias que ste tanto ha deseado y aorado. Y por esta razn,

    el Sueo hace jurar a Hera, pero no cualquier tipo de juramento, sino, y de ah el tema del

    fragmento, un juramento sagrado e inquebrantable provocado por una sacra pasin.

    El fragmento parece mencionar cinco diferentes cuestiones, lo que permite separarlo

    en cinco partes: la primera (vv. 271) es la apertura de un juramento divino e inviolable;

    promesa que analgicamente se encuentra en un limbo entre la vida y la muerte: lo infernal.

    La segunda (vv. 272-273) muestra una especie de reforzamiento del juramento, el cual

    estara sobre todas las cosas del mundo humano: la tierra y el mar. La tercera (vv. 273-274)

    muestra el plano sobre humano y el que se encuentra ms all de los dioses. La cuarta (vv.

    274-275) es el cumplimiento del juramento, el cual consistira en la entrega de la Gracia.

    Por ltimo (vv. 275), el posible inicio de un nuevo juramento sagrado, en una realizacin

    futura de una pasin sacra, la que, curiosamente, haba provocado el juramento de este

    fragmento.

    Parece que Homero, desde un principio, nos ensea el valor de un juramento

    inquebrantable: el Sueo hace una peticin a Hera respecto al cumplimiento de su

    juramento. Una promesa est vaca, en cambio, un juramento conlleva una carga de sacro

    santidad y esto lo vemos cuando el Sueo la hace jurar en nombre del agua inviolable del

    Estigia; en donde esa agua sagrada y prohibida (inviolable) no puede ser tomada o, mejor

    an, engaada por ningn tipo de habilidad ni de hombre ni de dios-; despus Homero

    aade que dicha agua sagrada pertenece al Estigia, un ro que une la tierra con el

    inframundo, es decir, una unin entre lo terrestre y lo infernal; ese limbo o ese paso sobre

    natural se encuentra entre la vida y la muerte. Algo que slo un dios puede prometer.

  • El segundo apartado se une instantneamente al primero: el Sueo contina su

    peticin dicindole a la diosa que coloque una mano sobre la tierra de la abundancia,

    fertilidad y procreacin (fecunda). Esa abundancia remite a pensar en todo ser vivo de la

    tierra. Y le dice que coloque la otra mano en el mar magnfico (esplendente), en donde

    esplendente significara magnfico y resplandeciente, es decir, las formas de vida que hay

    en el mar. Lo que hace el Sueo pues, es pedirle a Hera que jure por todos los millares de

    seres vivos que habitan la tierra y el mar, y jure, tambin, por la misma Tierra y por el

    mismo Mar como un todo.

    Aqu pues, el Sueo le dice que jurando as como en los dos apartados anteriores-

    las deidades que estn ms all del mar y la tierra, las antiguas deidades, las que estn

    sentadas junto con Cronos, observarn y podrn dar testimonio (testigos) del juramento, y

    si no se llegase a cumplir, ellos seran los nicos que podran desprestigiar a Hera. Cronos

    (el Tiempo), a quien nada se le escapa ni siquiera las falsas promesas, es padre de Hera.

    Pareciera que Homero nos ensea la figura eterna de no mentir ni engaar a los padres.

    En esta parte el juramento termina, o eso pareciera. Le dice que habr de entregarle

    (habrs de entregarme) a la Gracia ms joven. En esa frase vemos, semnticamente

    hablando, un matiz de orden y obligacin. En Homero, las Gracias tienen un carcter

    individual, sin embargo, pareciera que es un carcter individual en cuanto a sujeto, pues

    respecto a las caractersticas, todas ellas las Gracias las tendran; y si es as, el canto, la

    belleza y la alegra del mundo (un forma del amor) estaran juntas. El Sueo prosigue con

    quien es ms joven de todas, como si en esa juventud de esplendor todas esas cualidades

    estuvieran en su estado ms puro, aunque tambin en el ms inquieto.

    El Sueo finaliza su pequeo discurso y su pedido con un cierre total, pues nos deja

    entrever todava algo ms. Aunque este ltimo verso parece quedar aislado de los dems,

    no es as, ya que, el Sueo, con un deseoso me muestro a diario (de Pasitea), nos indica

    que tiene mucha necesidad (deseoso) de Pasitea, una inmensa necesidad que no lo deja en

    paz, lo que probablemente puede significar desde quererla poseer una atraccin sexual

    muy fuerte- hasta una necesidad intensa de su ser, como pretendiendo al ser, al ser de

    Pasitea. No bastara quererla sino que debe pretenderla; y esto es un punto clave porque una

    emocin as, una pasin as puede abrir una nueva promesa sagrada.

  • Es muy interesante lo que Homero nos muestra en voz del Sueo. Un deseo que

    provoca un juramento sacrosanto. Un deseo y una necesidad tan intensa provocada por una

    pasin tan sagrada e inquebrantable: el enamoramiento. Por ello Hera debe jurar por algo

    que sea anlogo o que conlleve todo lo que tiene esa pasin (enamoramiento), de ah la

    carga sagrada del juramento, de ah que jure en nombre de tantas magnificencias del

    cosmos, algo que slo un dios puede hacer.

    Bibliografa:

    GARCA CEREZA, Tomas et all, Larousse Diccionario bsico de la lengua espaola,

    Mxico, Larousse, 2012, 821 pp.

    HOMERO, Ilada, trad. Emilio Crespo Gemes, Madrid, Gredos, 1991, 516 pp.

    MARTN, REN, Diccionario Espasa de mitologa griega y romana, Madrid, Espasa, 1996,

    553 pp.