Ángel Martín Ramírez.

Comentario de una obra de arte:

Autor: Pablo Ruiz Picasso (1881 – 1973)Título: Guernica.Material: Óleo sobre lienzo.Dimensiones: 349,3 x 776,6 cm.Fecha: 1937.Localización: Museo Nacional de Arte Reina Sofía, Madrid.

CONTEXTO HISTÓRICO DE LA OBRA:

El 26 de abril de 1637 cuarenta y tres bombarderos y cazas alemanes de la Legión Cóndor y algunos italianos, al servicio de los nacionales, destruyen la ciudad vasca de Guernica. Es el acontecimiento de la Guerra Civil española que mayor resonancia mundial despertó, ya que por vez primera la aviación arrasaba una ciudad abierta, sin objetivos militares de magnitud ni defensas antiaéreas.

Picasso se había comprometido desde el comienzo de la Guerra Civil en la defensa del gobierno republicano y se había movido con la doble finalidad de salvar el patrimonio artístico español de las destrucciones bélicas y de reunir fondos mediante suscripciones y venta de grabados. A principios de 1937 acepta el encargo de pintar un mural de grandes dimensiones para el pabellón de la República Española en la Exposición Internacional. Durante semanas piensa en un símbolo que muestre el horror de la guerra, hasta que las noticias del 26 de abril que hablaban del bombardeo le facilitaron la tarea.

ANÁLISIS:

La composición está distribuía a la manera de un tríptico, cuyo panel central estaría ocupado por el caballo y la mujer con la lámpara, el lateral derecho por la visión del incendio y la mujer que grita, y el izquierdo por el toro y la mujer con el niño muerto en brazos; aunque esta distribución es sólo una forma de ordenar una estructura mucho más compleja.

Picasso encuadra los grupos en distintos dispositivos triangulares, de los cuales el más importante es el central, que tiene la lámpara en su vértice y en su base el cuerpo caído del guerrero.La escena da impresión de desarrollarse ante una decoración teatral, la mitad izquierda ofrece un fondo extraño, como de cortinajes y tablas, que resalta la visión de las casas ardiendo del lado derecho.

Picasso hace de cada figura un símbolo. En el cuadro vemos una mujer que grita con sus brazos hacia el cielo, la mujer de la lámpara, que irrumpe como si fuese viento por la ventana, otra mujer que avanza como si se arrastrase, un caballo y un guerrero caído, que ocupa más de la mitad de la base del cuadro; finalmente, el toro envolviendo a la mujer que grita con su hijo muerto en sus brazos.

Las mujeres y el niño son víctimas evidentes de la guerra; el guerrero caído es la personificación de los soldados muertos. El resto de símbolos han sido interpretados de diferentes formas por los críticos, sin que hayan llegado a ponerse de acuerdo.

Algunos consideran al toro como símbolo de la muerte, mientras que otros lo han considerado una imagen heroica del pueblo español. Del mismo modo, se ha interpretado al caballo como una alegoría del bien o del mal. Picasso dio la razón a todos y no quiso nunca afirmar de modo tajante qué podían significar estos animales en el cuadro.

Para representar el terror injustificado y el dolor de la guerra el autor tuvo que renunciar, en primer lugar, al color. Picasso lo omite conscientemente, utiliza el blanco, el negro y, en algunas ocasiones el gris.

Por otra parte, el espacio es casi plano, asfixiando a las figuras, no hay apenas toques de profundidad. También las figuras son planas, excepto el caballo, al que se presta como una figura que se quiere destacar.

La composición se orienta hacia el lado izquierdo, hacia donde todas las figuras miran, pero no hay monotonía: la alternancia de curvas y rectas, macizos y vanos, blancos y negros, los triángulos y la dislocación de los miembros de los personajes generan dinamismo.

En el Guernica la pintura exhibe su capacidad de simbolismo testimonial. Además de un cuadro es un documento y un ejemplo del poder de la pintura como lenguaje. El artista sustituye el cuadro articulado por el cuadro – grito.