Comentario de Texto Del Comentario de texto del Probable inicio de la historia humanaProbable Inicio...

8/19/2019 Comentario de Texto Del Comentario de texto del Probable inicio de la historia humanaProbable Inicio de La Histo…

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USAL, Grado en Filosofía, Textos de Filosofía de la

Historia, José Luis Fuertes.

Daniel Rodríguez ela.

COMENTARIO DE TEXTO DEL

!R"#A#L$ %&%'%" D$ LA

H%ST"R%A HU(A&A, DE

INMANUEL KANT.

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%. %ntrodu))i*n.

El Probable inicio de la historia humana es un texto escrito por

Kant en 1785y publicado en 1786, ya en plena etapa de su

pensamiento maduro, es decir, en la canonizada etapa crítica. Se

trata, como veremos a travs de las !losas si!uientes, de un buen

e"emplo del desarrollo #ue este prominente autor prusiano elabor$

acerca de un tema típicamente ilustrado% el pro!reso y la &istoria. '

me"or dic&o, pone la base del incipiente !enuino relato moderno (en

su operatividad social y política) de la *ibertad realiz+ndose en la

istoria como proyecto racional, oculto a simple vista #uiz+s, y

aparentemente contradictorio, desde la -aturaleza. En este caso se

analiza el papel del &ombre, su aparici$n en la -aturaleza en un

estado natural &ipottico, y su devenir su"eto del conocimiento, con

conciencia &ist$rica y autonomía para pensar por sí mismo, y

tambin, en consecuencia, como portador de la moralidad y la

exi!encia del deber ser es decir, &asta eri!irse como el prota!onista

o su"eto de esa istoria en may/scula, persi!uiendo la realizaci$n

moral de la sociedad, paci0cada, racional y armoniosa% tal y como

puede verse por e"emplo, en otros textos como La paz perpetua

17752 y sobre todo en La historia universal en clave cosmopolita

17832. 4dem+s, Kant, con este proyecto 0los$0co ilustrado #ue

con"u!a 0losoía, moral, política y naturaleza, supera los vie"os

es#uemas sapienciales de los vie"os modelos teol$!icos cristianos, de

los cuales, sin embar!o, tambin es, en tanto relato portador de

sentido, muy deudor, tal y como podr+ verse a continuaci$n con las

continuas reerencias #ue se &ar+n al Génesis. 4 continuaci$n

resumir y comentar brevemente el texto, reconstruyendo el


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contenido ponindolo en relaci$n con el contexto 0los$0co e &ist$rico

de la poca y brevemente de la actualidad.

%%. 'o+entario

El texto comienza con la a0rmaci$n de Kant acerca de la

necesidad de su proyecto 0los$0co, abocado a la uturizaci$n y a la

consecuci$n del sentido racional, de conocer de al!una manera,

aun#ue sea parcial o &ipottica, los inicios y comienzos de la epopeya

de la &umanidad, #ue por la ausencia de estos re!istros suele

envolverse en una nebulosa abstracta y diusa cubierta de un tupido

manto mítico y reli!ioso. Sin embar!o, el autor debe reconocer #ue, a

dierencia de los sucesos &ist$ricos #ue no pueden ser aventurados,

sino conocidos a travs de la documentaci$n, la memoria etc., en el

caso del inicio de la &istoria de la &umanidad sta debe basarse en

&ip$tesis, lo cual no si!ni0ca inventar, novelar incluso, sino basarse

en un mtodo ensayístico, es decir, reconstruido por la experiencia

se!/n la -aturaleza misma establece. En palabras del propio Kant,

limitando el alcance y la pretenciosidad de estas suposiciones a una

mera maniobra consentida de la ima!inaci$n (siempre #ue vaya

acompa9ada de la raz$n)1. En realidad, lle!a a reconocer #ue no se

trata de un texto cientí0co basado en la certeza del suceso, sino m+s

bien e"ercicio de simple via"e de placer. 4ntes de entrar en materia

se a9aden dos precisiones m+s de !ran importancia% En primer lu!ar

#ue este breve ensayo no tiene nada #ue ver con la &istoria de la

libertad en su desarrollo, #ue (este sí) solo puede basarse en

inormes: sino m+s bien /nicamente de la disposici$n ori!inaria,

natural, del &ombre, desprovisto de moralidad, es decir situado

todavía m+s all+ del bien y del mal, tal y como reco!en los textos

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bíblicos. En se!undo lu!ar, para poder apoyar a su ima!inaci$n con

im+!enes, atemper+ndose )es preciso recordar) mediante la raz$n,

Kant advierte de #ue emplear+ a !uisa de plano el texto bíblico del

=nesis. 4sí, lo #ue &ar+ ser+ "uz!ar racionalmente, interpretar se!/n

la ratio moderna, los vie"os textos sa!rados #ue marcaron el pasado

de sentido europeo y reelaborando o actualizando el relato de la

>reaci$n se!/n las necesidades de los nuevos tiempos, de un

proyecto de concordia nueva, #ue, por su parte, no podía ni muc&o

menos partir de la nada. ? esto /ltimo por distintos motivos, como la

ya mencionada ausencia de datos empíricos re!istrados, o la no

existencia desarrollada de una ciencia capaz de deducir seme"ante

ori!en. @e a&í la deuda intelectual, inevitable, ya su!erida en la


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permitía ante todo su auto conservaci$n, alimentarse, por e"emplo

distin!uiendo lo #ue es apetecible de lo #ue no etc. Aero en se!uida

la incipiente Baz$n le permiti$ trascender el mero instinto, mediante

las leyes mentales de seme"anza, permitindole ampliar sus

conocimientos, y acilitando su supervivencia a travs de un lento y

constante aprendiza"e. Es destacable, y en esto apoya Kant su tesis,

c$mo para estimular el aspecto racional sobre el mero instinto, el ser

&umano emplea el sentido de la vista #ue es superior al !usto o al

tacto, los cuales est+n muc&o m+s relacionados con los instintos

animales, tal y como tambin se se9ala en el =nesis


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tenebroso por el #ue moment+neamente debía caer el &ombre

liberado, #uien se vio atrapado por la terrible y aportica parado"a de

no saber c$mo proceder con esa nueva capacidad y a la vez

comprender #ue tras &aber saboreado el estado de libertad le sería

imposible re!resar al estado de servidumbre e inocencia sumindole,

desde ese momento, en una etapa pre&ist$rica caracterizada por el

miedo y la an!ustia #ue supone la crudeza del mundo y la multitud de

deseos variopintos superpuestos.

4 continuaci$n, Kant aborda la cuesti$n de la sexualidad en tanto

!arante natural de la especie para su conservaci$n en el tiempo, es

decir, como un instinto meramente animal #ue pronto debía ser

transormado por la Baz$n #ue iba pro!resivamente dome9ando

todos ellos, tras &aber ya sometido ba"o su directo control (y a veces

perdido de nuevo, por inexperiencia) el impulso de alimentaci$n y

dem+s cuidados. 4l simbolizar la sexualidad, la raz$n entraba en un

se!undo estadio muy importante #ue es ilustrado por el autor, de una

manera #ue +cilmente se puede considerar &oy pattica o "ocosa,

ci9ndose al =nesis


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menos #ue el inicio de todos los lo!ros culturales #ue le si!uen.

>iertamente, puede dudarse, incluso empíricamente, #ue esta

intervenci$n de la raz$n moderando u ocultando los sentidos no uera

realmente un proceso sincr$nico y no diacr$nico, pero esta razonable

crítica debe comprender #ue volvemos a encontrarnos con la

naturaleza del texto mismo #ue por su vocaci$n orientadora, portador

de un nuevo sentido dentro del marco de la 0losoía Gantiana de la

&istoria. Aretende en su con"unto responder a las pre!untas% HIu

debo &acerJ y HIu me cabe esperarJ para inau!urar así un nuevo

movimiento &ist$rico de la libertad, sin atender tanto, en este caso, a

los 0nes parciales de las ciencias biol$!icas particulares, ni por tanto

pretende tampoco constituir un an+lisis pormenorizado de la

antropo!nesis cientí0ca.

Sin embar!o, la Baz$n si!ue en marc&a y no puede detenerse en

con#uistas parciales. -o solo ue capaz de entremezclarse con las

necesidades primarias sino #ue tambin, a travs de la reDexi$n, ue

capaz de !enerar la expectativa de uturo, es decir, poner al ser

&umano en relaci$n con el devenir #ue lo arranca constantemente delmomento presente, con a#uello #ue le permite traba"ar en pro de los

0nes m+s remotos con arre!lo a su destino8. 4sí, este

descubrimiento se convierte en una terrible car!a, pues el &ombre

comprende #ue su labor es inmensa si no in0nita, ante la necesidad

de esorzarse por motivos preventivos% ya #ue en el estado arcaico en

el #ue se encuentra todo son penosas di0cultades, y el uturo aparece

siempre i!ualmente incierto. Esta certidumbre del peli!ro, del temor alo #ue pueda suceder, no la comparte con los animales #ue, en ese

sentido, tienen un inmenso consuelo, aun#ue tambin con las

limitaciones #ue eso conlleva y #ue los &acen ineriores. En una

palabra% la muerte abruma a los &ombres con su peso y amenaza con

despo"ar de sentido su existencia y esuerzo. Ese peso ser+ tal #ue

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Kant su!iere #ue la raz$n misma, en ciertos momentos, sería

reprimida para evitar o miti!ar esas penas.

inalmente, poco a poco, el !nero &umano se abriría de nuevo a la

reDexi$n y lle!aría a las si!uientes conclusiones% primero, #ue l El

!nero &umanoF constituye en realidad el 0n de la -aturaleza,

superior a los animales y el resto de las criaturas y seres, de los #ue

puede valerse para sobrevivir y reinar sobre el mundo y se!undo%

tambin obtuvo la certeza de #ue la /nica excepci$n de lo anterior

son los dem+s &ombres, el 'tro, a #uienes debe reconocer como

i!uales debido a la misma condici$n racional compartida. En otras

palabras% descubre #ue el &ombre es un 0n en sí mismo, dotado de

raz$n pr+ctica, de conciencia y #ue por tanto no se trata de un mero

medio. Esto es, por supuesto, el rec&azo de la raz$n instrumental tan

típicamente Gantiano, m+s adelante reco!ido, entre otros, por los

autores de la Escuela de ranGurt, basado en una creencia prounda

en la di!nidad &umana y de cada individuo concreto con nombre y

rostro. Este estadio, asimismo, coincide con la emancipaci$n de la

&umanidad respecto a la -aturaleza y a la &umanizaci$n de sta porparte de a#ulla. En de0nitiva, se trata del comienzo de la salida de la

minoría de edad #ue acaba de comenzar, a pesar de todas las

renuencias #ue pondr+ insistentemente la &umanidad, deseosa a/n

de volver a la ase de tos#uedad primi!enia #ue planea entre sus

recuerdos, in"ustamente considerada como un tiempo de elicidad e

inocencia, y #ue, i!ualmente, ya est+ para siempre perdida.

4ntes de prose!uir con la parte 0nal del texto, Kant &ace una

pe#ue9a pausa y abre un pe#ue9o epí!rae con el título de

(bservaci'n, en el #ue aclara #ue eectivamente todo este trayecto

de la Baz$n no es producto de un azar cie!o y sin sentido, sino de #ue

se trata de un Aro!reso teleol$!icamente diri!ido &acia la perecci$n,

al Beino de la *ibertad, partiendo como se &a visto desde la rudeza de

la -aturaleza. -o obstante, esto supone #ue el pro!reso se produce

en tanto especie, es decir, como umanidad o totalidad. Aor eso para

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el individuo concreto su situaci$n actual, como se ver+ m+s aba"o,

resulta insatisactoria e invivible o cuanto menos contradictoria. H?

por #uJ Sencillamente por#ue antes de #ue despertara la raz$n no

existía nin!/n mandato ni pro&ibici$n y, por consi!uiente, tampoco

trans!resi$n al!unaL, no tenía #ue contenerse ante nada por#ue

todos sus deseos eran naturales, pero en cuanto la raz$n &izo acto de

presencia en el individuo concreto, mezcl+ndose, como ya se &a visto,

con las pasiones y los instintos esto supuso #ue se en!endraran

incontables males nuevos y problemas desconocidos.

Aarad$"icamente, lo #ue era un avance o un pro!reso para la

&umanidad se convertía en un mal para el individuo. Aor eso Kant

a0rma% *a &istoria de la -aturaleza comienza por el bien, pues es la

obra de @ios la &istoria de la libertad comienza por el mal, pues es la

obra del &ombre1M. Sin embar!o, esto sucede por#ue el individuo a/n

no considera la libertad m+s #ue para sí mismo, no moralmente en un

estado racional y de concordia. asta #ue alcance ese estado

superior, la situaci$n ser+ ciertamente de prdida o de >aída para el

individuo, pero eso no es $bice para #ue a o"os de la -aturaleza esto

no sea una !anancia clara.

Kant se remite en este punto a la 0losoía de Bousseau, a #uien tanto

admiraba, poniendo en relaci$n dos de sus obras% el )iscurso sobre

las artes y las ciencias 175M2 y el %ontrato *ocial 1762, en las

cuales aparentemente se de0enden teorías opuestas, al!o #ue se!/n

el alem+n es rotundamente also. *o #ue en el primero se da a

entender es la de!eneraci$n del individuo, su desnaturalizaci$n ycaída en vicios impropios, en tanto la cultura lo corrompe y le otor!a

constantemente nuevos vicios y peli!ros. Aero esta misma cultura se

desvela, posteriormente, en la se!unda obra mencionada, como la

b/s#ueda del correcto desarrollo de la &umanidad (inevitable) para

alcanzar su destino en cuanto especie moral sin entrar en

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contradicci$n con ella en tanto #ue especie natural11. Esto supondría,

por tanto, acabar mediante la educaci$n del ciudadano, con todos los

vicios y males #ue le a#ue"an a#uí en la ;ierra1 a travs de un

pereccionamiento del arte y la cultura #ue de nuevo se torne

naturaleza y #ue evite las mencionadas contradicciones.

*a se!unda parte del texto se titula )esenlace de la historia, y

trata sobre el desarrollo y desenvolvimiento del &ombre social #ue ya

&ace uso de la raz$n y #ue desarrolla la *ibertad, &aciendo uso de las

artes y la cultura &asta entrar en la istoria y abandonando

plenamente la -aturaleza. Se trata de un periodo de traba"o y

discordia #ue, a dierencia del anterior de paz y tran#uilidad, basado

en la &omo!eneidad del modo de vida de los cazadores recolectores,

se caracteriza por la escisi$n de los &ombres en diversas ormas de

vida y su dispersi$n sobre la tierra. Estas primeras ormas de vida son

se!/n Kant el pastoreo o nomadismo y la a!ricultura o sedentarismo

#ue desde el principio &abr+n de oponerse y ser contradictorias,

incluso de manera violenta >r. el episodio de >aín y 4bel en las

Sa!radas Escrituras2. -o obstante, ser+n los a!ricultores #uienes sonlos portadores del pro!reso, al instaurar nuevas costumbres

necesarias para su modo de vida, como las viviendas permanentes

#ue dan paso poco a poco al establecimiento de ciudades, a sistemas

de ayuda mutua #ue trascienden, por tanto, la libertad del individuo

considerado aisladamente la aparici$n del intercambio, del desarrollo

de la cultura y el arte y 0nalmente de la aparici$n de los primeros

Estados y !obiernos #ue dieran co&esi$n y or!anicidad a estascomunidades amenazadas todavía por las tribus de cazadores y de

n$madas tras&umantes. Esta cierta disposici$n para la constituci$n

civil y la "usticia p/blica1: supone todo un pro!reso, producto, sin

embar!o, del conDicto y la !uerra, del mal, al #ue se &acía antes

11 ielo.

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reerencia, con el resto de ormas de vida #ue perviven del pasado y a

pesar de !racias a2 la nmesis de los a!ricultores% los n$madas

!anaderos. Es imposible no ver a#uí todo un precedente de la

dialctica marxiana de la luc&a de clases como motor del pro!reso,

por e"emplo cuando Kant a0rma% En esta misma poca tambin &izo

su aparici$n la desi!ualdad entre los &ombres, ese rico manantial de

tantos males, pero asimismo de todo bien.13. ? eectivamente, en el

curso de este autntico estado de !uerra constante, la necesidad #ue

sta comporta, así como el esuerzo, el traba"o #ue re#uieren los

Estados para eri!irse en potencias, en!endra la libertad. Esto,

implícitamente, no es ni m+s ni menos #ue la clebre concepci$n de

la libertad concebida como adecuaci$n de la necesidad, la cual

re#uiere o a/na de una manera dialctica ambos conceptos, #ue a

simple vista pudieran parecer &asta contradictorios. Nno re#uiere del

otro &asta tal punto #ue si, como prosi!ue Kant, se desvanece al!uno

de los polos #ue en!endraban el conDicto, en este caso la luc&a entre

a!ricultores y tras&umantes (cuando estos se trasladan a vivir a las

ciudades) se &unde la tensi$n dialctica entre la necesidad y la

libertad y asimismo se &unde y cesan simult+neamente el peli!ro de

!uerra y toda libertad, de modo #ue el despotismo de poderosos

tiranos entremezcl$ en una cultura apenas incipiente la &uera

suntuosidad de la m+s abyecta esclavitud con todos los vicios del

estado primitivo y, sin oponer resistencia al!una, el !nero &umano

se apart$ del pro!reso #ue la -aturaleza le &abía prescrito en el

desplie!ue de sus disposiciones orientadas &acia el bien.15.

Kant vuelve a insistir en ello en la (bservaci'n +nal, a prop$sito de

las in#uietudes y desazones del individuo reDexivo #uien puede, muy

+cilmente, desmoralizarse, venirse aba"o, como diríamos &oy, al

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considerar la marc&a del mundo en su con"unto16 culpando de todo

ello al destino o a la providencia. -o deben asombrar, por ello,

a0rmaciones como esta% En muc&os lu!ares se inDi!e un notable

per"uicio a la libertad y la maternal previsi$n del Estado para con los

individuos se transorma en severas e implacables exi!encias,

"usti0cadas pese a todo por el temor de un peli!ro exterior una

necesidad exteriorF.17. Besulta evidente #ue es de textos como ste

los #ue, a9os m+s tarde, inspirar+n en e!el expresiones como% Nna

!ran 0!ura #ue camina, aplasta muc&as Dores inocentes, destruye

por uerza muc&as cosas, a su paso.18, en reerencia al &roe

&ist$rico en #uien este autor ver+ al Su"eto del pro!reso #ue como

proyecto &ist$rico inau!urara la 0losoía crítica Gantiana. ? es #ue,

ciertamente, insiste el 0l$soo de KOni!sber!, todo acceso a un

estado de concordia todavía parcial, es decir, un estado de cese del

conDicto entre los estados y los pueblos, antes de tiempo, no sería

m+s #ue un cese del pro!reso y la condici$n de imposibilidad de

avance de la cultura, es decir, un verdadero estancamiento en una

decadencia irremediable.

'tras dos in#uietudes #ue a!obiar+n al individuo reDexivo ser+n la

brevedad de la vida y el mito de la edad de oro #ue se mani0estan

en la descar!a de responsabilidad culpabilizando a la Arovidencia y

mediante el mito del pecado ori!inal &ereditario y la >aída. En otras

palabras, restos de arcaísmos nost+l!icos y de tendencias

intelectuales recesivas y oscurantistas de ases &ist$ricas neadoras

del proreso, #ue cumplen la 0nalidad de liberar en also al individuo,al permitirle un c$modo reu!io )podríamos decir en trminos actuales

ideol'ico-, para así no tener #ue responsabilizarse de asumir con

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pleno derec&o lo &ec&o por a#ullos los &ombres de las !eneraciones

anterioresF como si lo &ubiera &ec&o l mismo y debe atribuirse

enteramente a sí mismo la culpa de todos los males #ue se ori!inaron

del uso impropio de la raz$n1L, buscando tambin el remedio a los

males de su presente. 4sí, en vez de autopereccionarse y &acerse

car!o de la realidad, terrible a su manera, de #ue la libertad y el

pro!reso se val!an de la !uerra y de los males para lo!rar sus 0nes,

los &ombres pre0eren muc&as veces apartar de sí mismos la

responsabilidad.

4 pesar de esto /ltimo, concluye Kant, el camino necesario #ue

deber+ retomar la &umanidad, &abr+ de ser el de la


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&allar asimismo en la inversi$n materialista de los planteamientos de

este /ltimo por parte de Qarx y En!els, #uienes trasladar+n y

complementar+n el proyecto Gantiano a travs de la ciencia del

materialismo &ist$rico. @e esta manera, se!/n el marxismo, la teoría

del proyecto o relato de la


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la dialctica del mismo, como pretendían y pretenden los citados

posmodernos.

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